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JACQUES MARITAIN ARTE Y ESCOLASTICA Teaovecibs x PaLasnas JUSTIFICATIVAS OF Juss Angobumss Gowzivez LA ESPIGA DE ORO Buenos Aires 1945 Bl fe ots hes ota "ee Sexi” eer eve 9 ali om ined di "LA eS 26 0, SRE, si emma ii tno tre deer i gee ope price by LA BSPIGA DE ORO, 5.8L kee pte gr mane hy PALABRAS. JUSTIFICATIVAS SJPVERIDAD_ NADIONAL, DE OOP aysto Bo : Ya Or. om 7 Fala’ ta. os finalidades diversas, animadas por un anismo espiritu, ha tenido en la. mente el traductor de esta versién al castellano de ‘Art ot Scolastique. La primera: sn grande ‘y or- diente deseo de contribuir en alguna forma o Ta magnifica y entusiasta, flovacil tomista de nuestra patria argentina, que fué, hasia no hace macho tempo en bet i ioe Mary, “wa verdadera promesa” (se referia entonces a los Cursos de Cultura Catélica), -y es actualmente, © nuestro juicio, toda uno pujante reatidad que ‘se manifiesia en los més variadas ambientes. Pa- ‘ra esta corriente salvadore, pues, de la que espe- ramos “en cl orden, especulativo la salvacién ‘actual de los valores de la inteligencia, y en el or- den practico Ta, salvacién actual (en cuanto de- pende de una filosofia) de los valores umanos hems verid esa obra del macsro del tonisne en Europa, 4 Jacues Martin Spi lvoe a ee,» 8. Pace Te ca, talowt 1 La segunda: fub simplemente baer honor @ wn hero litte. cage letra’ petoe es tanta tsractén come ‘so Inet Porous tn gran monora no ha lonado Ta renin ae to Indie traduccion espatole eutron él, Siendo at ue no es ws lov rectone ps Spareci por ves primero en 1550. $6 bade 12 encontrdbomos lado por dager eh todos I Tomas de la apectided "9 ton Frecaieg ot Ofenas 0 tata fo eal en Sagano i st ei de que pons acepcclén por ‘boned tendon 9 ofionadon Pore ge ogre tan, Bien aeptaitin'y acopide Jor iodo al bls haba spon teensy rebut on ke ohne 46 gu, com die autor, “eta relies a Droposito alrededor ‘de as mixinge oaae Gis atraerdn in atenion sabre i alidad ae a Yer a ig sabiduria antigen, como tari sre Titers posible dens cnversacin ene Rs Seton arden, Y de esta vista ln sobiurta tain, ome de to conerssion de ie os hob Me {ain eseromor también notgros con usere hile tore, que ae esablecord comets inds comprenio entre fltsofosy tits gree treet pibic y Eso osu venom lr rons i teas em ge onbou banter fden es fore aming dep desorietaciony Sbcurded or gue atraceva a mundo"y To nicest of egos Imenoreacal, Yados lo sctnes faced Kaman EL tonismo eta fsofa del ser, 9 por lo tanto de la syd aque toe Word ag deroso reflector fora of dominio, de ia etélca tomas Hanoy puesto on musi labor tol oe rang el empeho que requiren las troduccio- fear a que fuer fil 9 exteta Creo Que hemos yrado tro intento. lear Geeromos testimonior agul nuestro ms ren- ido Ggradeciniento a Phra. Dr. Octavio Nicolés Darton haberseocupado ol revision de mues tra troduccién. TAG Seminario "San José”, Lo Plata, 7 de marzo, Pestivided de santo Tomas de Aquino, 1944. DILECTAE GERTRUDI-RAISSAE MEAE DIMIDIUM ANIMAE DIMIDIUM OPERIS EFFECIT i i ' i i hm i ae oi te Simbve scat do 519; ie spac en vole on noe, en 10, ‘ca Lt Cattgue Ex teres chia nrg eed cis ora ‘Batic = Gi La preseat traci oe Et to toe Saree ae eo Slee fe Peo ancai ga aie ral cea sie Sh ee nt ara ee nd get ides x a exo er cos ce halla af nity SggI0H cool pre orbinamete ea Meee tment 1 LOS ESCOLASTICOS ¥ LA TEORIA DEL ARTE tado especial. que Hleve por fia del Arte”. Ello se debe, sin duda, a una consecuencia de la ruda disciplina pedagégica a que estaban sometidos los filésofos de la iedad Media, Ocupades en ahondar y profundi- zar en todo sentido los problemas de la escuela, poco se inquietaban si entre estos profundos pozos fe mina quedaban algunas regiones inexplotadas ‘Se encuentra en ellos, sin embargo, una teoria Gal arte may profunda, pero que es _menester buscarla en las disertacfones austeras sobre algin robiema de logica, —"ZLa Légica es un arte liberal?” — o de teologia ‘moral, —"zCémo ta vir fd de la Prudencia, virtud a la ves intelectual y moral, se distingue del Arte, que es una virtud fitelectual?” En estas disertaciones, en que la naturaleza el arte no se estudia sino con ocasién de otto fasunto, tratase del Arte en general, desde el ar= fe del ‘constructor de navios, hasta el arte del gramitico y del légico, y no de las bellas artes 3 en particular, porque su consideracién no interesa formalmente’ al problema agitado. Debemos aco- ‘Gir a la Metafisica de los antiguos para indagar lo que pensaban de fo Bello, para luego, de ahi, Girigirnos al encuentro del Arte, y ver’ lo que acontece con la unién de estos das términos, ‘Tal Drocedimiento, por desconcertante que sea, nos porta lo menos una enseflanza “til, mostrin- donos de, una manera. sensible el error de la “Estética” de los filésofos modernos, quienes considerando en el arte solamente las bellas artes, ¥ no ocupindose en lo Bello sino con relation al arte, se exponen a viciar al mismo tiempo la ne- cién del Arte y de lo Bello, Se podria, por consiguiente, componer una rica y completa teoria del Arte, si se zeuniesen y trabajasen de nuevo los materiales preparados por los escolisticos. Sélo deseariamos indicar gui algunos rasgos de wna tal teoria, excusitt donos del sesgo dogmitico ast impuesto a nes fro ensayo, y esperando que, a pesar de sus insuficiencias, estas reflexiones a fropésito y al rededor de las méximas escolisticas atraerdn a atencién sobre la utilidad de volver a la sabidria antigua, como también sobre el interés posible de ima. genversaion nine woos y arta, en tuna época en que todos sentimos 1a necesidad salir del inmenso desbarajuste intelectual heredado del siglo XIX, y de volver a encontrar las condiciones espirituales de una Tabor honesta 4 1 ORDEN ESPECULATIVO ¥ ORDEN PRACTICO Fy rerhsinsticenia virtues capo sic fives conocer. Pertenecen al orden expeculativo, ‘ales son: la Inteigencia de los principios, ‘que, una vez extraidas de-nuestra, experiencia sensible Tas ideas de Ser, Causa, Fin, etc, nos hace ver inmediaiamente’—por virtud de la Iue activa que se halla naturalmente en nosotros— las verdades evidentes por si mismas de las que depende todo nuestro conocimiento; la Ciena, (que nos hace conocer por demostracién, asignan, do las causas; la Sabiduria ', que nos hace con ‘templar fas causes primeras, donde el espirit posee todas las cosas on la unidad superior de una simple mirada, Estas virtades especulativas perfeccionan ta inteligencia en su fancién més. propia, en la actividad en que es puramente ella misima; por. que la intligencia como tal no tiene como objeto sino conocer: La inteigencia obra, y aun mas, st acto ¢5, absolutamente hablando, {a vida por ex- ‘elencia; pero es éste um acto tnmancnte que per 1s smanece enteramente en ella para perfeccionarla, y por el etal, con una voracidad sin limites, se apo- ‘era del ser y lo atrae hacia si, lo come y Io bebe, para “llegar @ ser, en cierto moda, todas tas co a2" Asi pues, ol orden especulativo es su propio forden; en él a inteligencia se encuentra a gusto. Poco le importa el bien o el mal del sujeto, sus rnecesidades y conveniencias; gaza del ser y no ve ‘otra cosa fuera de él. it oven rig won nen enti, rue‘ hombre en cl tende algo mis que no ev solo conocer, Si cance, noo hace ara nie ela veda 7 oa goat ea rai): hace para servitee (ati) de sus cono- rice ta vbta de alguna obra o de Sgt a sean ° TEL Arte pertenece al orden priction. sta eriestado hacia ln acrén, no hacia la pura inte lridad dl conocer ‘Bxiste, es eerto, artes especuatvas, que son al mismo tiempo cencass a legen, por emplo: ‘tastes clelfics perfectnan el entenimiento Cepentativ no el enendinientoprdetin; pero as fps en cans eomtrvaetu modadad ale fo de price yno son artes sno porque se dit fen a tna obra gue hay que hcer —obra esta vez Snpletamente terior ara Ia intligenia, yo que fo Hene por objeto mas que el conodinient, y que CSnsite en poner en orden estos concepts, et Construir una, proposciin oun razoamieni Ep evident, pty, que donde hay art, hey nein operacién para combina, obra rare hace 16 m EL HACER ¥ EL OBRAR A inteligenia es una facltad perfectamente epee ee ene ere aera complaments diferente sin coxa por Conocero conosta para obra, El entendimintoexpecsativo no aleansaré su gozo perfect, ¢ nfinitamente sobreabundante Sino en la vst initia de la eeniadivinay i toubre pooeré antares gor medio de alle feattads guudium de Peritve. En ete mundo es imy aro que se lgre con absolsta libertad, SSivoen el Sablo —tedlogoo metaeco— o-en el puto Hionbre de Cena, Peo en a gran mayeria. Ge'los casos Ta raabn trabaja en el orden prio, Y paral divers Fines elas acciones humanas Prt cl orden practco, a su ve, se divide en dow ‘dominios completamente distintos, que los an- tiguos llamaban el dominio del Obrar (agibile, syativ) y el del Hacer (factibile, xomeéy) El Obrar, en el sentido restringido en que los ‘escolisticos entendian esta palabra, consiste en ” L uso libre, en cuanto libre, de nuestras faculta- des, a en d ejercicio de muestra libre arbitrio con- siderado, no con relacién a las cosas u obras que producimos, sino simplemente con reacién al tus0 que hacemos de muestra libertad. Dicho uso depende det apetito propiamente Ihumano, o de la Voluntad, que de por si no tien dea la Verdad, sino tniea y celosamente al bien del hombre, al par que para el apetito sélo existe Jo que calnia el deseo o el amor y aumenta el ser ‘del sueto, 0 que es para el sujeto como si fuera & ‘mismo, Este uso es bueno si es conforme a fa ley de los actos humanos, y al verdadero fin de toda Ja vida bumiana; y si es bueno, el hombre que obra también es bueno, pura y simplemente "Adi, pues, el Obrar esth ordenado al fin co min de’ toda’ la vida humana, ¢ interesa a ta perfeccién propia del ser human. El dominio del Obrar es el dominio de ta Moralidad, o del bien Iumano como tal, La Prudencia, virtud del en- tendimiento prictico que rectifica el Obrar, se man- tiene por entero en la Tinea humana. Reina de las virtades morales, noble y nacida para mandat, por- ‘que mide nuestros actos con relacién a un fin él timo que es Dios mismo soberanamente amado, ‘conserva, sin embargo, un sabor de miseria, al te- rer por objeto las miltiples necesidades, circuns- tancias y negocios en que se agita el afan del hom- bbre, y porque impregna de humanidad todo euanto toca EDN oposicén al Obrar, los escolasticos definian el Hacer como a accidn productora, conside- rada, no con rdacién al uso que al ponerla ha- Fry To 1g de muestra Hertad, sino puramente com Selecton ola cose producida o aa cosa considera: a ens misma Hsin accion es lo que dehe ser, es buena en sa orden, sf sth conforme a las regas y al fin fropias de la obra que hay que producie; y el Ficto qie pretends 5 es vena, es ge Ta obra Sea buena en si misma. Asi el Hacer esti orde- sao a tal 0 etal fin particular —tomado en af Jen cuanto se hasta sh smo, no al fin cor nin dele via hunaayy dee raion al bien 0 fa perfecei6n propia, no del hombre que opera sino de la obra producida, ms Et domino de Hacer e dominio dt Arte, en al sentido mis eniveral de fa palabra. TH Arte, que rectifienel Hacer no el Obrar, se mantiene por corsgiiente Sera def nea he trang, tiene wm fin, reglas y valores que no som fos del hombre, sino Tor de Tn obra qe hay que products. La obra es todo para el Arte, no tiene Exe ma que sa ley ~las exigensas y el bien de ia obra. ‘De aki ol poder Grnico y_absorbente de ‘Arte, y también su asombroso poder de apacigua- Inienio;lberta Ge lo amano; extablere al ortfex, rita areseno, en tn mundo aparte, cerrado, Iitado,absoito, donde pone su fuersa de hombre st neligenia de horabre al servieio de ura cosa Ge hace Histo es verdad en todo arte; el tedio de ‘vir y de querer to detiene en Te puerta de tol tale Pero si el arte no es humano por su fin, es hamano, esenaimentefnmano, por so moco de 5 1 operar. Se trata de hacer una obra de hombre, y es preciso que lleve el sello del hombre: animal rationale La obra de arte ha sido pensada antes de ser hhecha, ha sido amasada y prepatada, formada, incubeda, madurada en una razén antes de pasar a Ja materia. ¥ en ésta guardard siempre el color y el sabor del espiritu. Su elemento formal, lo que la consttye en s especie ya hace Ip que e5 su regulacién por la inteligencia'. Por poco disminuya el elemento formal, otro tanto se di pa fa realidad del arte, La obra por hacer, no es ‘mis que la materia del arte, su forma es la recta asin. Recta ratio factibilium: diremos, por ver de traducir esta definicién aristotélica y escolistica, que ol arte es la recta detorminacién de las obras que se han de hacer * wv EL ARTE BS UNA VIRTUD INTELECTUAL JR saeesos ahora to que ls escistiny ese fiaban del arte en general, considerado en el ‘artista 0 artesano y como algo propio de 1. Bl arte es ante todo de orden intelectual; ss actién consist en imprimir ua ide na materia: por consiguiente, es en la inteligencia del ortifice donde reside, 0, como suele decirse, donde se encuentra subjetivado. Es una cierta cualidad de esta inteligencia 2. Los amtiguos llamaban habitus (# ) a las cualidades de un género sparte, las cuales son esencialmente disposiciones estables que per feccionan en la linea de su naturaleza al sujeto fen que se encuentran‘, La salud y Ia belleza son. bitos del cuerpo, la gracia santificante es un hi- bito (sobrenatural) del alma*; hay otros hibitos que tienen por objeto las facuitades o potencias el alma, y como la naturaleza de éstas es la de ten- dev a la acciéa, los hibitos que se encuentran sub- a pe cen at jetivados en ellas las perfeccionan en su propio di ‘namismo, son habitos operativos: tales son las vir~ tudes intelectuales y las virtudes morales. ‘Adguirimos esta dltima suerte de hibites por él ejercicio y Ia costumbre'; pero no se debe ‘confundir el habito con la costumbire en el sentido modemo de este vocablo, es decir, con la habili- dad mecinica y Ja rutina; el habito es completa. ‘mente lo contrario de la costumbre asi entendida ‘La. costumbre, que atestigua el peso de la ma. teria, tiene su sede en los centros nerviosos, El habit operative, que atestigua la actividad del espfritu, no tiene su sede principal sino en ana facultad inmaterial, en la inteligencia o en Ia vvoluntad. Cuando, ‘por ejemplo, Ia inteligencia, i iferente para conocer esto ‘mis bien que aguello, se demuestra uma verdad, dispone de su propia actividad de una determi. nada manera, suscita en si una cuslidad que Ia ial proporciona y la conmenswra con tal @ objeto de especulacién, que Ia levanta y la frente a este objeto, adquiere el hébito de una ciencia. Los habitos sof sobteclevaciones intrin- secas de la espontaneidad viviente, desarrollos vitales que liacen al alma mejor en umn orden dado ¥ que la hinehen con una savia activa: turgentia ‘ubera animae, como los llama Juan de Santo To- mas, Y solo ios vivientes (es decir los espiritus, ‘que son tinicos perfectamente vivientes), pueden adguirirlos, porque sélo ellos son capaces de clevar el nivel de su ser por sit misina actividad: tienen en sus facultades enriqueciéas, principios se- ccundarios de aecién de los que usan cuando quie~ ren, y que les hacen ficil y deleitable lo que de suyo es arduo, 2 Los habitos son como titulos de nobleza me- tafisicos, y de la misma manera que los dones fnnatos, establecen Ia desigualdad entre los hom- bres. Quien pose an habito tiene una eualidad que nada puede pagar ni reemplazar; los demas estin desnidos, I, en cambio, esté cubierto con una armadura; pero se trata aqui de una armadura vie viente y espiritual, Finalmente, el habito propiamente dicho es estable y permanente (difficile mobilis) en rossi sisnaz del objeto que lo especifica; se distingue, pues, de la simple disposicién, como de la opinién, {or ejemplo’. Fl abjeto por relacién al eval él per~ fecciona al sujeto, es en sf mismo inmutable —tal 5 la verdad infalible de la demostraci6n para el habito de la Ciencia— y es sobre este abjeto don- Ge prende la cualidad desarrollada en el sujet. ‘De abi la fuerza y la rigidez de los habitos, de ahi ‘st susceptibilidad —todo euanto se aparta de Ta recta linea de su objeto les molesta—~, de abi su in- transigencia. zPodrian admitir ellos alguna con- cesién?; se encuentran clavados en un absoluto, de ahi su incomodidad social. A Tn gente del mundo, ida por todos lads, no le gusta el hombre de haibitos con sus asperezas, El arte es un habito def entendimiento pric tien 3. EL Habito es una virtud, es decir, una eva ldad que sunfando de Ta indterminacién ort ginal de la facultad inteletiva, agudizando templando a la vez Ia punta de su actividad, la conduce, frente aun objeto definide, a am cler- io maximo de perfeccion, + por consiquiente, de eficacia operativa Yerminada de este. modo a To dltimo de que es apat la potencia, y siendo todo mal, una fal. (avy una flaqueza, 1a virtud no. pucle tender sis que al bien’ impostble emplear ina virtid para hacer ef mal; es ella esecialmente habitus ope- ations bon. Ta existencia de tal virtud en el obrero es necesaria para el bien de la obra, porque el mado de ta accién sigue la disposicién del agente, tal ‘tal sees, tales cosas se opera’. Es menester que 4p obra que hay que hacer, para que ella vesul- te bien, respanda en el alma del obrero una dispo- sicidn que cree entre na y otra esta suerte de conformidad y de proporcin ‘intima que Tos es ‘olisticos Iamahan connaturalidad; la. Légicay la ‘Miisica la Arquitectura injrtan en el ligico e's Togismo, en el misico la armonia, en el arquitecto al equilbrio de las masas. Por Ta virtud del At~ fe presente en ellos, son en cierto modo su obra antes de hacerla, se kan eonformado a ella para poderla formar. "Pero si el arte es una virtud del entendi- siento précticn, y si toda vet tiende exch ‘mente al bien (es decir la verdad, en el e380 d vuna virtud de la inteigencia), débese cone de ahi que el Arce como ta (digo el Arte y n0 et artista, quien Frecuentemente obra contra st arte) ho se engaia nunca, y que posee ana recttud in- falible. De lo eontrario, no seria un Babito pro- Piamente dicho, firme por su misma naturaleza ‘Los escoésticos han disestido largamente 0- bre esa infalible retitad del arte, y de una manera mis general de las virtudes del entendiniento prictico (Prudencia en el orden del Obrar, Arte en el orden del Hacer). 2Cémo puede el entendi- Fa mento volverse infaliblemente cierto en el domi- fio. de fo individual y contingente? Respondian tllos con La distineios fundamental entre la ver- dad del entendimiento especulativo, que consiste en conocer conforme a fo que es, y la verdad del entendinionto préctico, que consiste en diri- gir conforme a lo que debe ser segin la regia y fa medida de la césa para operar; si no hay iencia mas que de lo necesario, y si no hay ver~ dad infalible en el conocer respecto de aquello que puede ser de otra manera de la que es, puae en Eambio haber verdad infalible en el dirigir, puede haber arte, como hay prudencia, respecto de fo con- tingen Pero esta infaliblidad del arte no concierne més que al elemento formal de la operacin, es decir, 2 la regulaciOn de la obra por ef espititu, Si lz mano del artista desfallece, si su instru mento cede, sila materia se doblega, ef defecto que tsi se introduce en el resultado, en el eventus, no afecta en nada al arte y no es una prueba de que artista ha faltado a su arte: deste el momento que el artist, en el acto de juicio producido por st ‘entendimiento, ha impuesto la regia y la medida Gque convenian al. caso dado, no ha fiebido en 6 fervor, es decir, falsa direccion. El artisia que tiene el bibito ‘del arte y la mano que tiembla, ©’ ha Phabito de Fate @ man che trom, produce wna obra_imperfecta, pero posee ana Virtud sin defecto. De la misina manera en el or- ‘den moral, el acontecimiento puede fallar, pero el acto puesto segiin las reglas dela prudencia no ha- ‘rd sido menos infaliblemente recto. Y si bien trinsecamente y por garte de la materia implica 25 contingencia y falibilidad, el arte en si mismo, es decir, por parte de ia forma y de la regulacion ue, proviene del espirits, no oscla como la opi- tunién, sino que esti fundado en la certeza, Siguese de esto que la habilidad mantal no forma parte del arte, pues no es mis que una con- diciou material y extrinseca; el trabajo gracias al cual el virtuoso que cifarisa, adquiere 1a agili- ddad de los dedos, no aumenta su propio arte y no engendra un arte especial; no Hace sino quitar ‘un impedimento fisieo al ejercieio del arte —now generat sovam artem, sed tollit impedimentum escercitii ejus*: el arte se mantiene por comple to en el campo del espirit. 4. Para precisar tiguos Io comparaban a la Prudencia, que es también una virtud del entendimienta practic, Distinguiendo y oponiendo et Arte y la Pruden- cia, ponian el dedo sobre un punto vital de la psi- cologia de fos actos humanos. EL Arte, ya lo hemos dicho, esti en la linea del Hacer; la Prudencia est en Ia linea del Obrar. Esta discierne y aplica los medios para llegar a ‘nuestros fines morales, fos cuales estén subordi- nados al fin iiltimo de toda Ja vida humana, 5 decir, a Dios. Meiaféricamente es, si se quiere, tun arte, pero un arte del totum bene vivere™ arte que sélo Ios santos poséen plenamente ", com Ja Prudencia sobrenatural, y principalmente con fos dones del Espiritu Santo, que los mueven a las cosas divinas segin un modo divino, y los ha- ‘cen obrar bajo la misma regulacién del Espiritu de Dios y de su Arte amoraso, dindoles alas de Aguila para ayudarles a caminar sobre la tierra: 6 crenansatithoiphisicsecaisiaiaihasaad assunent penas ut agilae, current, of won lon Sorobunt,ombuleuntt non deficient, HT Ar: fe'no se ceupa de muestra videy sino solamente de ales o etales fines particulares y extra he fmanoe que son con Teepecto a d'un Véemiao tino, ‘La Prdenca opera para el bien del que obra, ad Bonin operant el Aske opera pasa el bck deta obra hecia, ad bona oper, todo lo que ie aparte de este fin lo adlteray’schaja, Desde tl tmomento qe el Artista obra bien, como des: Ged momento que el Gebmctra“domucstra poco injorta que se halle de buen humor 0 e10" Jado. Ses clérco 0 envidoao, peta com bom trey no como artista. Arte no flende de it fzuna manera a que el artista sea bueno en su pro- fio obrar de hombre; tenderia mde ben, st feera sb, a que la ob jroducida heirs ens pro: Bia linca, an uso perfecto de sa eclividad "pero arte humano so produse gbras que por st se foevan a Ta accion; solo Dios las hace de esta suerte, yaa e& como los santos son verdadera- sent yal pie def letra sobre acabada de Maes tro arian. Pero como el artista es hombre antes que anista®," seven Hdclimente Tos eonflitos con ie el Arte y la Prudencin_pondtan en pugna ‘to dl virad de Construcor 9 au vital de Flonbre, Sin duds ta Pradencia, que juzga es todo sepia foe casos partesares, noe aghicard tas masmas voplas que al trabajador 0 al nego ante, 9 no le exigird a Rembrandt 0-8 ash nin ie nite us srt, Por ecg ke at SSS eh Eh 2 am Hitec con le morale gel‘nrten” Cle abs niet HEHE itd Frode de Pore ope an Bloy que hagan obras que produscan, para ase- gurar las necesidades materiales de sus familias. Por lo tanto, le serd necesatio cierto heroismo para ‘mantenerse siempre en la recta Tinea del Obrar, y ‘para no sacrificar su substancia inmortal al fdolo devorador que lleva en el alma. A decir verdad, tales conflictos no podrin ser abolidos si una ‘humildad profunda no hace, por ast decir, al ar~ tista_inconsciente de su arte, 0 si Ia omnipotente ‘uncién de la sabidurfa na le confiere a todo cuan- to hay en Ai el suefio y la paz del amor. Fra An- ‘gélico no ha sentido, sin duda alguna, estas con- trariedades interiores. Es innegable, sin embargo, que el puro artista abstractamente considerado como tal, redupli- ‘ative ut sic, es algo completamente amoral La Prudencia no perfecciona la inteligencia sino presuponiendo que la voluntad es recta en st Tinea de apetito umano, es decir, con respecto a si propio bien, que es el bien de todo el hom bre”:'en efecto, ella no se ocupa mis que en de- terminar los medios,-con relacion a determinados fines humanos concretos queridos de antemano, Yypresupone, por consiguiente, que el apetito esté ‘bien dispuesto respecto a estos fines. El Arte, por el contrario, perfecciona la in- teligencia sin presuponer la rectitud de la volun- tad en su propia linea de apetito humano, ya que los fines que tiene en vista estén fuera de la Tinea del bien humano. Tanto mis que ef mévimiento del ‘apetito que corvompe Ia estimacién de la pruden- cia, no corrompe Ia estimacién del arte, como no corrompe le estimacién de la geometria'*. Depen- iendo el acto de usar de nuestras facultades 2% | | | (104s) dela voluntad en su dinamismo propio de spetito humano ", se comprende que «arte da felemente el poder del bien hacer (faswlas Bont ‘operis), ¥ noel 30 ssi del bien hacer. Bl at fista, slater, pede no tsar o nso mal de ‘su arte, como el gramatco, si quiere, puede hacer un tetbarismo, mas la virtad del arte que posee io 6s por eso menos perfecta. Segin el cdlehve dicho de Aristotles "a quien hubieran gusta, sind. da las fancasias* de Erik Satie, artista que peca contra su arte no es fan censirado si peea que- Fiendo, como si peen sin querer, mientras que el hombre que peca contra la pradencia 0 contra la justcia es mas eensurado sipeea queriendo que s gece sin querer. Los antiguos advertian, sobre ese Panto, que el Arte la Prudent, tanto eno oor Inne oto, juzgan primero mandan despus, pero ave el acto principal del arte es solamente juzgar, rientras que cl seto principal de lx prudencia es amanda. Perfecto artis consitit i judicando Finalmente, la Prudeneia, no teniendo por ‘materia una cosa para hacer, un objeto determi- nado en el ser, sino el puro uso que et sujeto hace de su libertad, mo tiene caminos ciertos y de- terminados, o ‘reglas fijas. Su punto fijo es el recto fin al que tienden las virtudes morales, del que tritase de determinar el justo, medio. ‘Mas para alcanzar este fin, y paca aplicar los prineipios universales de la ciencia moral, procep- tos y consejos, a la accién particular que hay que producir, no tiene reglas hechas; porque esta ac- + nadoe que zo sm, on, odo sleeo, tii et i ai ede 2» oe in a le ee ee Soe rar eee Se ee eee Pier nnn nen ticio prudencial se toma con rela- recta (per poe etait ed ee ce aaa freee eee aren? teins ied ae reget opera Ste ek et See cee eee Seon pr ele an cine poe sry, TB pelt pees nr + Peco code se ta, por eee, d determiner fa mel Ce il gat [et gacare af mn tiempo” times dara Dumed yasmin, mse ford y eed, es 2» | | ‘Se ve también por qué ta Prudencia necesita absolutsmente, para afitmar su juicio, seourrir esa exploracién tanteante y multiplicade que los antiguos denominaban el covsiiun (la delivers. én, el cansejo) EL Arte, por el contrario, que tiene por mate: rig una cosa que hay que hacer, procede por ca. sminos ciertos xy delerminedos, “ino nihil alia ars esse videtur, quam certa ordinatio.rationis, qaomodo per determinata media ad determinatam finem actus human perveniat”™. Los. eseolas. ticos fo afirman constantemente siguiendo @ Aris. tteles, y hacen de esta posesién de teplas cier- tas tna propiedad esencial del arte como tal. Pre- sentaremos mis adelante algunas, notas respect Sit ZelasHasn leas de he belay ares Recordemos aqui tan s6lo que los antiguos trata, ban de la virtwd de Arte considerada en si misma, ¥ en toda su generalidad, no en tal o cual de suis species, de suerte que el ejemplo mis simple del arte ast considerado, aquél en que se realiea ine ‘mediatamente el concepto genérico del arte, debe basearse en las artes mecinicas, El arte del cons. tuctor de navios o del relojera tiene por fin pro- pio un fin invariable y universal, determinado por la razén: permitir que los hombres puedan Fr por el agua o indicarles a hora, —no siendo la cose para hacer, navio o reloj, nada mis que wna materia que se debe eonformar con este fin, para sto hay regias fijas, determinadas también por Ja razén, en funciin ‘del fin y de um elerto con. junto de’ condiciones, ‘Asi pues, el efecto producido es sin duda in- dividual, ¥y en el caso en que Ia materia del arte € particularmente contingente y defectible, como BL ‘en la Medicina, gor ejemplo, o en la Agricultura Gren arte militar, para aplicar sus reglas fijas Ghaite deberd emplear reglas contingentes (regula ‘arbitrariae) y wha suerte de prudencia, y debera también recurrir a 1a deliberacién, al ‘consilium, No es menos cierto, sin embargo, que de suyo, el arte recibe su firmeza de sus reglas racionales y Uuniversales, no del consilium; y que la rectitud de ‘st juicio no resulta, como para la Prudencia, de fas eireunstancias y de las ocurrencias, sino mis bien de los caminas ciertos y determinados que Te son propios™. Por eso las artes son al mis~ mo tiempo ciencias practicas, tal como Ia Me- Gina 0 la Cirugia (Ars chirurgico-barbifica, de- Case todavia en el siglo XVID, y algunas pueden ‘Ser tambien, al mismo tiempo, ciencias especulati- vas como la Logica. 5. En resumen, el Arte es, pues, mds exch ssivamente intelectual que Ia Prudencia. Mientras aque la Prudencia tiene por sujeto el entendimiento Drictico en tanto gue presupone la voluntad recta 'y dependiente de ella”, el Arte no se ocupa en el bien propio de Ia volustad y en fos Fines que és- ta persigue en su linea de apetito humano; y si supone tina cierta rectitud del apetito , es siem- pre con relacién 2 algiin fin propiamente inte- Tectual, Como la Ciencia, el Arte esta remachado un objeto (objeto para hacer, es verdad, no para contemplar). No emplea el rodeo de ta deliberacion J del consejo sino accidentalmente. Aunque pr tea tos efeas individ, vo juga, Sno fccesoriamente, segiin las contingencias circans- fanciales, y asf considera menos que Is Prudencia 2 fa individuacion de las acciones y el hic of nunc“ En una palabra, si en razén de au materia, que es ‘contingente, conviene con la Prudencia mas que fon la Cieneia, segsin su rasén formal ¥ en cuanto ‘irtud, conviene con la Ciencia " y los habitos del fentendimiento especulativo mis que con Ia Pru- dencia: ars mogis convenit cum habitibus specula- tivis in rahione virtutis, quam cum prudentia.". EL juestra, el Artista es th tle H nol: ‘ari intelizente que-ohra hien, Tse es, en sus rasgos principales, Ia idea que los. escolisticos se forjaban del arte. No solamente en Fidias © en Praxiteles, sino tam- bign en el carpintero y el herrero de nestras aldeas, reconocian un desarrollo intrinseco de la razén, tuna nobleza de a inteligencia. La virtud del artifice tno era a sus ojos la fuerza del misculo o la agi- Fidad de los dedos, o la rapides def gesto eronome trizado y standardizado, no era en modo alguno In pura agilidad empiriea (experimentum) que se forma en la memoria y en la razin animal (cogitativa), que imita al arte y de la que éte tiene absoluta necesidad ", pero que de suyo perma- rece extrinseca al arte. Era una virtud de la inte ligencia y dotaba al artesano més hnumilde de tna ta_perfeccién del esprit EL artesano, en el tipo normal del desarrollo humana y de las civilizaciones verdaderamente ‘humanas, representa el comin de los hombres. Si Cristo quiso ser artesano del pueblo, es porque fa asumir la condicién ordinaria’ de la hu- 3 Los doctores de Ia Edad Media no estudiaban solamente, como muchos de nuestros psicélogos introspectivos, al hombre de la ciudad, de la biblio- teca 0 de la academia, sino que se preocupaban de fa gran humanidad comin, Pero al hacerlo seguian estudiando a su Maestro. Al considerar el arte © la actividad propia del artifice, consideraban a actividad que el Sefior ejercié por eleccién dia. ante toda st vida cculta; considerahan también, on cierto mado, a actividad isa del Padre} Porque sabian que la virtud del Arte se dice con propiedad de Dios, como la Bondad y la Justi- cia", y que el Hijo ejerciendo sit offcio de po- bre, era también imagen del Padre, y de su accion yne nunca cesa”: Philipe, qué videt Ife vide et tren. * E58 rioso comprobar que, en sus clasifica- ciones, los antiguos no daban un lugar separado para lo que llamamos las bellas ar tes". Dividian las artes en serviles y liberates, segiin que exigiesen o no el trabajo del cuerpo": ‘© mis bien, porque esta divisién, que tiene mayor alcance de fo que se cree, se tomaba del concepto mismo del arte, recta ratio. factibiium, segiin gue la obra para hacer fuese ya un efecto proctt. ido en Ia materia (factiile propiamente dicho), ‘ya una pura constraccién espiritual que queda ‘se en el alma*. Desde este punto de vista la cscultura y la pintura formaban parte de las ar- tes serviles #,-y la misiea de las artes liberate, donde se codeaba con la aritmética y la légien: por {gue el miisico dispone intelectualmente los sonidos en su alma, como el aritmético dispone en ella ey liners igs ee sme xe cen fice ay aD chet fe ee es mae mmr Sra ge ss Tah cheer Somat eile rages gc, Sa Tt lane sie alge ad oa de de Tene Pe ot aiid oi itm kas Sal iin axa tae ma ras condone ni calabro seas ae aati eo ved ple, tig rer nn mn, mato ona le eee em Bite manera le Sra hen MS ens ps deen crn arc (onal meee poe pea ee ee oe Tec ict, ore een eee Clean entre cts beech also. craks aged es sd nae Hara epi att Fer ms Maryan ied aR eee ra es nan de nh scien suber meg at mend 1S pro aera) MAE rer Ble ge ce lee Mode at es, ee 3 v EL ARTE Y LA BELLEZA aro Tomas, ‘como sabiduri yue_aprada a la vista, id quod piswm place. Bitae Sint pases dirs todo cuanto en ne- erario: wus, 8 ese, un conocimienio intuitive, yup goz9. Lo bello’ es lo que propor ciona el goz0, no todo goz0, sino el goz0 en el conocer; no el goz0 propio del acto de conocer, sino un gozo que sobreabunda y desbarda de este acto por causa del objeto condeido, Si una cosa exalta y deleta al alma por ef solo hecho de que se entrega a su intuicién, es buena para apre- hhenderta, es bella" La belleza es esencialmente le telinitipeegie ee conocer eno at QO-GEE palabra, sin nteligenia, Gaica que se halla abierta a la infinidad del’ser. EL Iu- gar natural de la belleza es el mundo intligible, dd ahi es de donde ella desciende. Pero cae tam bign, en cietta manera, bajo la percepcién de los sentidos, en la medida en que en dl hombre sirven ala inteligencia y paeden ellos mismos gozar a. con eh consinieto: “entre todos Ios sto, ia vty a ld que bale dc elatn so faa pigee cto on sated bon acing foonoci 8" arte dele ner on ecercin de i bees rent enoie 8 tor Bios cat infigpnabe por teen dee troded Signe er ira somo fa Od Tega va peo con ih cote te ater y GEL IY Peetsdminw sahite pas fertecnete ed fame ening “oe Mijares percgeion fo he, At! os pte gm, sin dnd fe bsiem porate teil, pr a ele coma! a hom thors Igoe deka a ln itlgeca por mete Gh ton acide de tsa, Tos eae Siena ‘blo propio. de nuestro are, que te ee de capi bara eee dete ode ‘Gee pte no ee ha pedo, El ate den fo da parle erent porque restaye por {Erne pus tela Sia IW ielgeia J deo senion Gt Hs belleza deleita a ta, intetigencia, es por que es esencialmente una cietta excelencia © perfeccion, en la proporcién de las cosas con Ja ‘inteligencis. De ahi las, tres condiciones que Te asignaba Santo Tomis > integridad, porque fa inteligencia ama el ser; proporcién, porque la inteligencia ama el orden y ama la snidad; final- mente y sobre todo, brillo o claridad, porque la inteligencia ama la luz y la inteligibifidad. Cietto andor, es, en efecto, segiin todos los antiguos, SPEDESE Geacal do'le belles, —clortos ert 38 de ratione pulchritdinis", ws pulchrifcat quia sine luce omnia sunt turpla = pero ea tn feet plandor de inlaligibiidad: splendor ver, desian Ios platinios; splendor arditis, devia sua Agus, tin, afladiendo que “ta vnidad eo a forma de la bala "splodor format, ded namo Tome Gs fenguaje preciso ce mncafisca: porque la X (lena ‘al principio que hace Seta ‘ion propa de todo ctanto existe, que cometnane ale Tes oes ena ¥en 5 tala, ie een Tin ste PUREE Habla ashe Sereto oR, ‘clog que “anisms, si ievan en Gir, una suerte de contemplacin, y seponen tam. tién'en el artista una suerte de” contemplacién, de donde Ia tlle de la obra debe sebreabundar Por eso es posible aplicatles, guardadas las del das.proporciones, lo que santo Temas dice de fa sabiduria euando la compara con el juego ™: "Con xazén la contemplacion de la sabidurla se com para. con juego, por dos motives ques em uentran en él Bt primero, porgue el juego es eleitable, y la contemplacion de la. sbitaria posee la’ mis grande deletacion, conforme 2 Auello que la Sabiduria dice de sen el Erlesés. fico: mi esprit es mde dulce que ta mie El segundo, porgue las “operaciones del juego. no fstin ordenadas a otra eoea, sino que son busta dias por af misma, E igual acontece con las de. leitaiones de la sabiduria... Por eso la divina Sabiduria compara al juego. sw deeltaion:: me ‘dleitaba. cade dia jugondo delante de El ene orbe de las tirras?™ so Pero el Arte se mantiene siempre esencial- ‘mente en el arden del Hacer, y commtinica la ale- aria del espirita por un trabajo de esclayo sobre, tuna materia. De ahi dimana para el artista una condicién extrafia y patétiea, imagen de la con: dicién del hombre en el mundo, pues debe gas. tarse en medio de los eucrpos y vivir con los Aunque censurando a Tos antigiios poetas que hacian a la divinidad envidiosa, Ari toteles recoocia que els tenian rasén al decir aque a ella sola estaba reservada la posesién de la sabiduria en verdadera propiedad: "No es una posesién Inumana, porque Ia nattiralezn de Tos hombres es sierva de muchas maneras””. Pro- ducir fa belleza pertenere, por To tanto, solamente a Dios con verdadera propiedad. Y si la condi cién del artista es mis humana y menos elevada «que Ia del sabio, es también mas discordante y mis dolorosa, porque su actividad no se mentiene completamente en la pura inmanencia de las ope saciones espirituales, y no consiate en contemplar, sino en hacér. Sin gozar de la substancia y de Ja paz de Ia sabiduria, esté sometido a las duras exigencias de la inteligencia y de Ia vida espe lativa, y condenado a todas jag miserias serviles de la practica y de la, produccién tempore. * Cf hermano Leda, ovejuela de Dios, aunque ‘un hermano menor hablase Ja lengua de Jos Angeles y resucitase a un muterto de cua tro dias, scribe que no hay en ello perfecta alegria..." Aungue el artista encerrase en su obra to- a la luz det cielo y toda la gracia del primer 3 \

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