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Capitulo 28 EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SEXUAL Carmelo Viizquez El proceso de adquisicién de la identidad sexual se i temprano. Desde del macimiento se asigna a nifias y nifios un nombre propio sexuado, se les pone ropas diferentes, se les hace regalos dife- rentes y, Io que sin duda es mas importante, se les trata de modo di- ferente veces mediante procedimientos muy sutiles © inconscientes para la mayoria. Ahora bien, este «etiquetamiento» tiene, a diferen- cia de otros, un fuerte componente emocional. De hecho, un niflo de 2-3 aftos de edad puede enfadarse mucho si se le llama «nition 0 ‘aniftay incorrectamente (Lewis, 1987) {Como se forma la identidad sexual? Los factores biol6gicos prenatales 0 posnatales, sean hormonales 0 de otro tipo, parecen jugar un papel tenue en comparacién con la poderosa influencia que eerce el modo en que se cria a Ia criatura. Si es criada como un nifio, se sentird «nifion; si es criada como nifla, se sentird «niflay, E] proceso psicolégico mas importante en la tipificacién de la identidad de género es el de la identificacién: la imitacién de un mo- delo con quien uno cree compartir algunos atributos. La identifica- cidn supone; ademas, un proceso de absorcién intima de valores, ereencias, actitudes y emociones (Lewis, 1987). De este modo, el aprendizaje social es la via fundamental en el surgimiento de las diferencias sexuales conductuales y emocionales. Como es bien sabido, uno de los ambitos mas fuertes en los que este proceso opera es en las relaciones hijo-padre € hija-madre. Asi, desde muy temprano, nifios y niflas orientan muchos de sus comportamientos y valores en funcién de los que manifiestan, res- pectivamente, sus padres y madres (Papalia y Olds, 1985). En el jue- zo de «los papas y las mamas», nifios y nifas reproducen desde muy temprano Jos estereotipos sexuales: las niflas preparan la comida mientras los nifios salen a trabajar. ‘Sin embargo, es también muy importante lo que se denomina rol reciproco, En este caso se trata de la influencia del padre del sexo puesto. Es decir, las relaciones padre-hija y madre-hijo. Aunque atin no disponemos de muchas investigaciones controladas sobre esto, a 210 LA DENTIDAD SEXUAL parece que la influen- cia de los roles reci- procos es especial- mente importante en Jas niftas. En efecto, varios estudios han demostrado que las hijas de mujeres muy femeninas no son ne- cesariamente femeni- nas, mientras que las hijas de hombres fuertemente masculi- nos y que aprueban la femineidad si tienden a ser femeninas. Es decir, parece que la femineidad de las hi- jas depende mas de las conductas y valo- res de los padres que, : aradéjicamente, de eee Tes madres. Sin em- Edad bargo, no hay datos Figura 1. Porcenta de nifos y nifias que se autor que demucstren que, entiiean correctamente como sniios- 0 por ejemplo, los hijos snifiass, respectivamente (Lopez, 1992). Ye madres muy feme- ninas tiendan a ser muy masculinos. En este caso, los roles del progeniter del otro sexo pareeen no tener mucha importancia. 100 80| % Diferenciacion | 60| 40| | 20) {Cuando comenzamos a saber a qué sexo pertenecemos? Posiblemente en los 18 primeros meses de vida comienza la forma- ion de la identidad sexual. Sin embargo, es muy dificil saberlo cien- ificamente, ya que el lenguaje y la capacidad de introspeccién son atin escasos. Lo que si ¢s claro es que, a partir de los 18-24 meses, ya son observables indicios fiables de que nitlos y ninas ya han ad- quirido algin conocimiento de las asignaciones sexuaies. A esta edad comienzan a preferir juguetes, ropa, ete.. que culturalmente se consideran «adecuados» del sexo respectivo. A partir de los 2 aitos de edad comienzan ya a saber autodeno- minarse como «nifios o «nifiasy. Es decir, ya no s6lo manifiestan comportamientos, preferencias, intereses, ete., que juzgamos conven- Guias Espasa EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SEXUAL an cionalmente como caracteristi-. J A pesar de lo que padres y cos de su sexo, sino que ademis | educadores stelen decir, y a pesar comienzan a saber que pertene- | también de que en la actualldad cen a uns de las dos eategorias | MY menos prejucos, existe un enistenes (Loper, 1988, 1992), J ete proceso de sotazac Entre los 2 y 3 afos de edad, | Pacticamotte tached i prictcamente la mayoria de tos J Bfctiamente lilo de a vde nifos/as se autoclasifican co- iis “propos: de su sexo, 950 les frectamente 9 son iguaimente | 0H0#" du emo ye en capaces de clasiticar con bas- | juopancon sur mre menses tante acierto la categoria sexual | hacen con Juguetes del sexo de los demas (figura 1). contrario*. Naturalmente, con la ad- 4uisicidn de una autocalificacion correcta no acaba el proceso de dife- renciacién sexual. En realidad no ha hecho nada mas que comenzat Poco a poco las actividades se van diferenciando mis, rechazan jugar con juguetes, o vestirse con ropas del exo contratio, o prefieren para jugar compaferos del mismo sexo. Probablemente este proceso de di. ferenciacion, o tipficacién sexual, no acaba nunca. En cad edad se cumplirdeterminados papeles que son «caracterisioos» de cada Sexo y hay presiones mis 0 menos fueres para que las personas ten: sn comportamientosajustados a los mismos En este sentido es importante subrayar que esta. progresiva dife renciacion no surge espontineamente, como algo que estuviera biol®- sicamente preprogramado, Por cl contrari, el ambiente va modelan- do, como un escultor con su cincel, estas diferencias. A este respecte se ha comprobado, por ejemplo, que antes de los 2 afios de edad los padres se comportan de modo diferente hacia sus hijos en funcion del sexo de estos: 1) les dan juguetes diferentes; 2) les visten de modo di- ferente, y 3) interactéan con ellos diferencialmente’. En todo caso, durante In infancia este proceso de tpiicacién sexual se intensifca, En general, cada ninolapreiere jugar, hablar, reunise con compaieros de sil misimo sexo, 9 esl0, poco a poco, hace que se vayan acrecentando mas las posibles diferencias inin: les. Durante la adolesceneia el proceso continia y es posiblement donde mis presiones diferenciadoras existen, Sin embargo, es en ese momento cuando comienzan a abritse mis ios grupos de cada sexo debido ul comienzo del cortejo 6 flirteo. Lewis (1987) ha demostrado que, al menos en hogares norteamerica- nos, en las habitaciones de los nifos hay mas juegos de construccién, mis ccamiones y més pistolas que en las de las nifias, mientras que estas poseen mas pianos y mufiecas. No hay diferencias significativas en ositos de peluche pelotas, puzzles 6 pizarras Por ejemplo, los padres zarandean mas en sus juegos a fos nifios que alas nifas wr 22 LAIDENTIDAD SEXUAL 100F sot 8 z 60 40 } |= | Edad 0 Mews 2-8 34 56 GT 7B 88 oe Figura 2. Evolucién de la nocién de «permanencias de ja identidad sexual (Lopez, 1982) Identidad sexual y desarrollo cognitivo Desde el comienzo, los bebés oyen y aprenden palabras como «nition ¥y «nian, quedan asignados a esas categorias, y hacia los 2-3 ailos de edad saben qué etiqueta de género les corresponde, Este rétulo les sirve ademis para saber qué tienen que hacer, cémo tienen que com- portarse, 0 qué emociones es deseable manifestar. Pero hasta pricti- amente la pubertad este concepto mental no es totalmente flexible En efecto, como sefiala Lopez. (1992), hasta los 5-6 aftos de edad, la idea que tienen los nifios de la «identidad de género» es peculiar: Green que es como cualquier otro atributo y, por tanto, uno puede cambiar de sexo précticamente a voluntad (isi mi papi se viste de ‘mujer es una mujer»). En este sentido, su modo de pensar esti. muy ligado a elementos observables y concretos: creen que la identidad se- xual depende de elementos externos tales como el maquillaje, peina- do, ropas, accesories, tono de voz, etc. Este apoyo en los aspectos observables hace que les sea més facil reconocer Ia identidad sexual de una persona vestida que de una desnuda. Guias Espasa EL DESARROLLO DE LA IDENTIDAD SEXUAL 23 A partir de los 6-7 aftos de edad se va haciendo mucho més ro- busta la identificacion de género. A esta edad ya comienzan a consi- derar de modo bastante consistente que ser hombre 0 ser mujer es algo estable, permanente, y que no depende de los atributos externos que una persona pueda adoptar (figura 2). Siguiendo esta misma di- reccién, 2 partir de esta edad comienzan ya a distinguir mas facil- mente entre roles de género ¢ identidad sexual. Comienzan, pues, a saber que lo que uno/a hace no esté absolutamente determinado 0 ligado a su condicién de hombre o mujer. Comienzan a apreciar que los roles 0 funciones que uno/a desempeiia son bastante arbitrarios, dependiendo de modas, circunstancias, contextos culturales, ete Adolescencia ¢ identidad sexual Durante la pubertad y adoleseencia se produce una situacién algo paraddjica. Por un lado, la idea de que la identidad sexual es per- manente esti plenamente establecida. Ademis, saben ya perfecta- mente que los roles sexuales son convenciones culturales, y por tan- to ai son innatos ni determinados biologicamente. Sin embargo, y aqui esti la paradoja, esta mayor flexibilidad conceptual se acompa- fia por una acentuacion en Ia diferenciacidn sexual. Los adolescentes saben que la mayor parte de las diferencias son arbitrarias, pero su- ccumben ante ellas y hacen esfuerzos por reforzarlas, Durante este periodo se acrecienta la necesidad de autoafirmacién a través de la propia identidad se- xual y en este sentido es neeesario reconocer el impacto indireeto de | Sones los fuetores biologicos sobre este] Sermaimente les preocupan los proceso. Por ejemplo, una madu- | stibutes -propios de cada sexo, racién sexual temprana, aunque | fo que finalmente absorban y dentro de limites normaies, favo- ] manifiesten de mascullnidad y rece el proceso de identidad se- | femineidad dependera en buena xual y, ademas, favorece tambiér medida de la Influencia que los Jas retaciones interpersonales y la. | dlversos agentes de socializacion propia autoestima, tengan durante el periodo en que Se desarrollan, por tanto, | !@8 haya tocado vivir. Este proceso muchos cambios bioldgicos se- eee eae 7 xuales (cambios en apariencia, ta- J) Tedelade de la conducta es mu mafio, vello, etc.) y la identidad Intenso y, en la mayor parte de las ‘ocasiones, tiende a sustenta sexual se plantea ahora una serie} y reforzar dlerenclas mitieas y de interrogantes desde unos pari- 2 tereotipadas entre hombres metros nuevos. Ante estos cam- | ymujeres. Un objetivo priortarto de bios, bastante definitivos en la] Uma edueacion igualtaria es configuracion de la propia morfo- | prectsamente intentar atenuar logia, surgen en muchas ocasio- ] estos estereotipos en todos sus nes dudas, rechazos y angustias. I frentes. ‘Aunque a los jolescentes, y en ‘a los varones, ss 214 LA IDENTIDAD SEXUAL «Soy ya un hombre (0 mujer)?>, «{parezco afeminado’>, «soy ya atractiva para los chicos?», son las tipicas preguntas que implicita 0 explicitamente comienzan a acosar a los puiberes y adolescentes. De este modo, su propia identidad sexual puede sentirse amenazada y, no Jo olvidemos, estas nuevas situaciones son normalmente ansidgenas De hecho, aproximadamente tres de cada cuatro jévenes a estas eda- des desearian camsiar algin aspecto corporal propio si ello fuera po- sible (ef. Lopez, 1992). Sin embargo, este proceso de autocuestionamiento no es libre. Por el contrario, ¢s bastante coaccionanie, dado que existe una gran presion hacia la conformidad y los estereotipos sexuales que provi ne de muchos frentes (sobre todo, medios de comunicacién, compa- fieros, escuela y padres), Gutes Bspasa

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