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favorecer sus tendenciasactuales, y entrando 4 buscar
el modo de salir dela preponderancia'y la concentra-
Cién de los estudios hacia el doctorado, halla que
es necesario y urgente: «Crear todo un sistema de
instruccién técnica, dando preponderancia 4 los
institutos de Agricultura, las Escuelas de Artes Me-
cénicas, las de Comercio y las de Artes y Oficios,
con todas las gradaciones y peculiaridades exigidas
para obtener una buena y provechosa enseflanza.»
Estas opiniones, otras veces emitidas, no pueden
dejar de ser tomadas en seria consideraci6n, y seria
de desear que el actual Ministro de Instruccién PG
bifca las realizase, aunque sélo fuera en parte, pues
no las aceptamos sino en beneficio de inventario.
Para corroborar su juicio, cita él sefior Ministro
estas palabras del distinguido publicista sefior doc-
tor Juan Bautista Alberd
«La cuestién argentina de hoy (1852) es Ia cues
ti6n de la América del Sud, & saber: buscar un sis-
tema de organizacién conveniente para obtener la
poblacién de sus desicrtos, con pobladores capaces
de indvstria y libertad; para educar sus pueblos, no
fen las ciencias, no en la astronomia—eso es ridicu-
lo por anticipado y prematuro—sino en la industria
yen a libertad practica. Sin poblacién, y sin me-
jor poblacién que Ja que tenemos para la practica
de la Repiiblica representativa, todos los propésitos
quedardn vanos é ilusvrios. Constituid, como que-
iis, las provincias argentinos, si no constituis otra,
cosa que lo que ellas contienen hoy, constituis una
cosa que vale poco para la libertad practica,
»La instruccién, para ser fecunda en la Repibli
ca, ha de contraerse 4 clencias y artes de aplicacién,
‘cosas practicas, 4 lenguas_ viv
de util
. 4 conocimientos
jad material é inmediata, El plan de ins-
truccin debe multiplicar las escuelas de comercio y
de industria, fandéndolas en pueblos mercantiles.
Nuestra juventyd debe ser educada en la vida in-
dustrial, y para ello ser instruida en las artes y
ciencias auxiliares de la industria, El tipo de nues
tro hombre sud-americano debe ser el hombre for-
mado para vencer el grande y agobiante enemigo de
nuestro progreso: el desierto, el atraso material, la
naturaleza bruta y primitiva de nuestro continente.
»La industria es el inico medio de encaminar la
juventnd al orden. La industria es el culmante por
excelencia, Ella conduce por el bienestar y por la
riqueza al orden, por el orden 41a libertad: ejem-
plos de ello, 1a Inglaterra y los Estados Unidos. La
instruccién en América debe excaminar sus propé-
sitos 4 la industria.
»Aviso importante 4 los hombres de Estado sud-
americanos: las escuelas primarias, los liceos, las
universidades, son, for si séles, pobrisimos medi
deadelanto, sin las grandes empresas de produccién,
hijas de las grandes porciones de hombres,
EL MONi:TOR
Quiero suponer que la Repiiblica se compusiese
de hombres como yo, es decir, de ochocientos mil
abogados que saben hacer libros. Esa seria 1a peor
poblacién que pudiera tener. Los abogados 10 s
vimos para hacer caminos de hierro, para hacer na-
vegables y navegar los rios, para explotar las. mi
nas, para labrar los campos, para colonizar los de-
siertos:es decir, no servimos para dar 41a América
del Sud lo que necesita. Pues bien: la poblacién ac-
tual del pais sirve para estos fines, mas 6 menos, co-
mo si se compusiese de abogados, Es un error infe=
liefsimo el creer que Ia instruccién primaria 6 uni-
versitaria sean fo que pueiia dar & nuestro pueblo la
aptitud del progreso material y de la practica de la
libertad. En Chiloé y enel Paroguay saben leer to-
dos los hombres del pueblo.
»No es el alfabeto: es el martillo, es la barreta, es
el arado, lo que principalmente debe poser el hom-
bre sud-emericano.»
Es bien sensible que tan acertadas ideas no se
hayan puesto en préctica hace muchos aiios.
EL TRABAJO MANUAL EDUCATIVO
PLAUSIBLE INICIATIVA
La conferencia doctrinal celebrada iiltimamente
con asistencia de los maestros de la Capital, y on la
que se discutié Ia conveniencia de introducit el tra~
bajo manual ef las escuelas nacionales, promete ser
fecunda'en resultados positivos,
El primer efecto ta sido convencer al personal
docente de la excelencia de la nueva ensefanza y de
la necesidad de incorporarla al programa de las es-
cuclas argentinas; y lo ha demostrado asi la unani
midad con que fué votada la mocién hecha en ese
sentido. (1)
Los maestros argentinos han probado uni vez més
tener buen criterio pedagégico y espiritu dispuesto a
secundat, sin vacilaciones y hasta con entusiasmo,
toda iniciativa que importe un progreso indudable.
Bilos se han dado inmediata cuenta de'la influencia
que el slojd est Hamado ejercer en la salud fisi-
ca, intelectual y moral de los escolates de hoy, hom-
bres y ciudadanos de mafiana; han comprendidio en
seguida que se trata de algo més y mejor que dar al
hijo del pobre un oficio para que pueda con él ga-
narse el pan de cada dia; de algo més y mejor que
Garles Ja habilidad de fabricarse cierto niimero de
tutensilior, economizando asi lus pequefias sumas
{Ws entendido que se trata del trabajo manual woe
cativo 6 pedagogico, el propiciado por Otto’ Salomén, el
sabio y querido ‘macstro-de Nats (Suecia), entre cuyos
Aiscipulds tengo et honor de contarme,rege ee
DE LA EDUCACION
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que costarian comprindolos hechos; han comprendi-
Go que lus fines que con el slojd se persiguen son
miiltiples y nobles todos
Es necesario que la actividad muscular contenga
fen sus justos limites la actividad del cerebro, asegu~
rat el equilibrio en el desarrollo del cuerpo y del
espirita, haciendo que el uno y el otro se ejerciten
4 un tiempo y reciprocamente se auxilien y moderen
sus exigencias exageradas; contribuir elicszmente &
realizar Ia {Srmula-resumen hacer para comprender,
que envuelve un principio educativo que debe vul-
garizarse en Ia escuela; desarrollar hébitos de orien,
exactitnd y perseveranci
«Cuando el nifo fabrice un objeto reproduciendo
um modelo, dice Mallar, compara, corrige, mejora y
se esfuerza por llegar 4 la perfeccién. Quiere hacer
bien, quiere hucer mejor; él no se fastidia, tanta es
clase «de trabajo y sus
instintos de imitacién y movimiento; consagra 4 su
Ja armonia que hay entre es
obra atencién profunda, busca los procedimientus
mis féciles y mas rapides, El Ios clasifica y combi-
na. En sus tratos con la materia adquiere una per-
copcién neta de las formas, de las dimensiones, de
Jas relaciones de las partes entre si y con el todo,
de los efectos producidos, y el gusto nace 6 se puri
fica.»
‘Todo ello ensefia al nifio 4 pensar, siendo éste uno
de los no menos estimables efectos del trabajo ma-
ual educativo,
iN cudntas, cudntas lecciones y consejos de todo
génerv pueden ser dados durante lus alegres horas
que pasan reunidos trabajando en la intimidad casi,
maestros y discipulos, lecciones que se graben para
siempre en Ia memoria, consejos que no se borran
nunea, como no se borran dela mente y del cora-
z6n de los alumnos-hombres de Naas, las mil nocio-
nes y advertencias afectuosas que dentro y fuera del
taller les transmite el noble filintropo sueco!
EI trabsjo manual procura & todos, sin. excluir al
rico, un medio de
mentos desocupados, y hasta llega a acortar la dis-
tancia entre el rico y el pobre, despertando el amor
al trabajo, el respeto ror las profesiones manuales
honestas y coneluyendo con la infundada y mezqui-
na preocupacién que no fermite que la mano en-
guantada del acaudalado, estreche sin repugnancia
Ja tosea diestra del obrero humilde, sin cuya accién
aguél no habitaria suntuoso palacio adornado con ar-
rraerse en el hogar en los «
tisticos y oémodos muebles, no seria arrastrado en
elegante y confortable carruaje, ni comeria el blan-
co pan, amasado tal vez con la harina arrancada 4
los trigos de sus propios campos.
Y bien, las autoridades escolares, dando una alta
prueba de respeto d la verdad y al cumplimiento del
deber, se disponen 4 lenar el que 4 ellas corres-
ponde, siguiendo el gjemplo de las naciones euro-
peas. Uno de los miembros mas jévenes del Conse
Nacional de Educacién el, doctor Julio A. Garcia,
ne presidié 1a conferencia en que se declaré lega-
Go el momento de introdueir el trabajo manual en
nnesteas escuelas piblicas, ha resuelto proponer 4
aquella Corporacién que pide & Europa dos profes
res de trabajo manual, que estarian aqut & prin:
de 1893. Esos profesores ensefiarian provia-
mente d los maestros, para que éstos, 4 su vez, se
hallasen pronto en condiciones de impartir personal
mente la nueva enseflanza desde 1894.
‘Tendriamos a gunas observaciones que hacer res-
pecto de los detalles del proyecto; pero las haremos
oportunamente, cuando el Consejo se haya pronun-
ciado sobre el proyecto en general, es decir, sobte si
hha de hacerse algo prictico ya desde el afio que vie-
ne, 6 si conviene esperar atin més.
‘Aplaudimos entretanto, sin reservas, tan honrosa
iniciativa. Tal cual ha sido presentado 6 con algu-
nas modificaciones, el Consejo Nacional aprobard,
no lo dudamos un momento, proyecto de tonta trans-
cendencis.
Si hasta ahora miltiples circunstancias han podi-
do impedir que se Ilene el vacio existente en nues-
tros planes de estudios, hoy ya nada se opone 4 la
reforma, y no se justificaria su aplazamiento, tanto
menos canto que ni siquiera razones de economia
pueden alegarse en favor del retardo.
“Tenemos entendido que el Presidente del Consejo,
doctor B. Zorrilla, es partidario de la introduccién
yla Inspeccién Técnica debe-
mos creer que, al ser consultads, informaria sin va~
cilar favorablemente
El Consejo Nacional de Educacién, pues, que in-
vité esponténeamente al magisterio de 1a Capital de
la Reptiblica & estudiar la cuestion del trabajo ma-
nual, ha demostrado con ese solo hecho que Je ani-
maba un noble propésito, y ha dado ademés prueba
elocuente de cordura auscultando ante todo 1a opi-
nién de los maestros, con cuya cooperacién decidide
contar para que tan bellas promesas
conviertan en mas hermosa realidad.
Pasto A. Pizzueso.
el trabajo manual,
es neces:
peta cea
METODO DE FROEBEL
(POR LA BARONESA MARENHOLTZ-BULOW)
Vv
LA LEY DE FROEBEL COMO LEY DE LA EDUCAGION
Educar es asistir y promover el natural y libre des-
arrollo del sé humano y disponer las condicion
cexteriores por las cuales tal desarrollo puede ser ad-
quirido.