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~ - METODOS | TECNICAS eh Wes ey, . SOCIAL | "ACERCA DEL CONOCIMIENTO Y DELPENSAR CIENTIFICO yam eh ANDERE 1 _ ¢ cays pas a@ sean Ba e.W am JNOCIMIENTO >) eS ENTIFICO Ce ROC eRe ck mate stn 4s Plrateados), el libro Técnicas. de investigaciénesoélatse publica ahora iderablemente‘amipliado (15 veces més,extenso que en su primera ediciin Pee oun eee Pye Senco Pune Remo Sucre ee ar PrrettenamNeeacae eRe i. Re ok reeaeaeoniae creetonsi Moe scene sta cc e te el tema y en los-¢orfespondientes reajustes en'lBs aspectos operacionales Pre renee Monet CSRS CSS me tay freee tr eee ch cue ee Prrnites eeaemet str ete e orem eae. meee ee eR ero ee a hear h Meare eee) aa Coie algunas eonsideraciones acerca del aprender a persarén lala plan Mitre aetecs det Actus. ACERCA DEL,CONOCIMIENTO Y DEL PENSAR,CIENTIFICO ANS Brn x Sod Pee eect) eee tery coe a et eee ey ead ee ny ee te Pc rien Ce ee Ce edi) here eae orate trey re eae ty Penman Cee ee cer) Te ea eo eed ean et heen ee rere nn Pr renee et romney cine ern 2001 Ezequiel Ander-Ege Dic} Métodos y técnicas de investigacién social Vol. I Acerca del conocimiento y del pensar cientifico Grupo Editorial Lumen Hyvmanitas Buenos Aires - México (Coleecién Politica, servicios y trabajo social Directors: Ezoquel Ander Ee Marfa José Ail Diseseign editorial: Sela Siea laboracin del texto: Consuelo Correa ‘Supervision de texto: Equipo editorial Diseto de tpa: Gustavo Maer ISBN 987-00.0000-7 [No esté pecmitida la reproduccin toa o parcial de ese libro, i su tratamiento info: ‘mdtco, ni su vansmsion de ninguna forma, ya sea eleccniea, mesinic, por foo ‘opi, por registro w otros métods, ni cunlgulercomunicacién publica por sistemas lambricos 0 inalambxicos,comprendida Ia puesta a disposiign del pablice dela obra etal forma que ls meres del pblico puedan accede a esta obra desde el lugar yen el momento que cada uno elja, © por eires medios, sin el permis previo y por soto del editor (© Esitval Distribuidora Lumen SRL, 2001 Grupo Baitril Lumen Viamonte 1674, (CIOSSABF) Buenos Aires, Republica Argentina 44373-1814 (linens rotativas) Fax (54-11) 4375-0853, snail: editorial @lumen com ar ipulwwylumen.comar echo el depésito que previne la ley 11.723 “Tl los derechos reservados BRO DE EDIGION ARGENTINA PRINTED IN ARGENTINA, Indice Capitulo 1 Aproximaciones al conocimiento del eonocimiento, ain 1. Para introducirse en el conacimlento del conocimiento. 29 2. Realldad y conocimiento.. 34 3. La relacisn sujeto-objero 38 44 Acerea del conocimiento 40 5. Las formas del conocer, como saber cotidiano y coma saber cientifco.. a 6. Las grandes cuestiones que comport la problemética del conocimiento 7. Las respuestascldsicas al problema del conociment0 8 Condicionamienios en la produccién del conocimiento Capitulo 2 ‘Aprender a pensar en Ia era planetaria. 1. Aprender a pensar 2. Por qué el pensar debe situarse en um contesto planeta .ne-83 43. Pensar en el contexto de una réipida obsolescencia de los eonocimientos 4. Pensar desde ta incertidumbre y ta perplejidad 5. Aprender a pensar la complejidad de lo real 6. Aprender a pensar en términos sistémicos . 7, Desarrollar un pensamiento ecologiaad .. Anexo 1. Elfin de las certidumbres ‘Anexo 2. Las sugerencias de Edgar Morin para aprender ‘a pensar la complejidad. 121 La actitud cientiica como estilo de vida.. 12s ‘Qué es y en qué consiste la actud cientfica 130 La esencia de la actoud cientficd.u..s.0 eae 28183 1. La bisqueda de la verdad. 2. La euriosidad Insaciable nm Formas de ser que expresan una actitud clenifica.. 1. Tenacidad, perseverancia y disciplina. 2, Sinceridad intelectual 3. Capacidad para objetivar| Capitulo 4 Obsticulos para el desarrollo de una actitud clentifica. 1. Dogmatismo. ae 2. Blespiriu de gravedad. Eheduet Ander eg —_—_ 4. El emocentrismo 0 provincianismo cultural 4. El uso de argumentos de autoridad como criterio de verdad. Capitulo 5 La ética de la investigacién.... so : 1 La ética del investigador en su relaciGn de trabajo con otros lB clentificos y con sus colaboradores... 179 2. La formacién permanente como ética de la responsabilidad... 180 3. La responsabilidad de los cientficos frente a las ‘consecuencias de sus propias Investigaciones . 182 4 La coherencia existencial con las conclusiones cientficas as que uno tega eee 189 5. Los limites étios de la ciencia 190 6. La bioética como nuevo rosiro de a ticacienijica... 196 Anexo I. Doc rincipios para wna nueva cia profesional Capitulo 6 mu {La acttnd cientica como busqueda de una ciencia con consclencia 209 1. Mas all dela cena. 216 4 Interrogamesypreacpacones gue ns lati a revoluidnclentfco-teenotigiee, ! a7 4 Ciencia y énica: no para domina ta Tera ins pasa sucralizr la vida : 21 2. Btnevo unaniomg am 3. Meso puesto ene! cosmos. , 230 4 La Tierra a galaxia, laviday. Yodo lo extnte eel espacio tempo : au 6. Breve historia de a coomipinsis 2 23 6. Nuestra patria cic la it 4 La formacin de esr dad esac Sta Sola Nesta case conta la Tera £ Elprincio annipce en esmolol 4.1 homo spiens any ena Tera 4. Una historia de mlflones de aos 1 Laanrmpogenss. : 6. La sstancia inte gue Conformal oma pie 5: a bisqeda det comin hata lasabuartan 4: 0uteslaabidura? 1 ZOut eta id : «Nuestra vida: dela 4 Sabina) Wane nore ¢, Hacia ma cosmos deafened ylacomumiin Sesskahaen es La sociologfa es la ciencia que posee ‘més métodos y menos resultados. Henri Poincaré Gran parte de lo que hoy se offece en la metodologia de la ciencia social adolece de supersofisticacién, Existen dos clases de esta supersofisticacién, Esta el con- cienzudo andlisis filos6fico de los funda- ‘mentos de la investigacién social y la ela boracién, igualmente concienzuda, de complejos detalles de técnicas. Johan Galthung En cl plano de ta practica de la investigacién, queda claro que la metodologfa sociolégica s6lo lograra progresos sustanciales a partir del ‘momento en que sea creacién de los propios investigadores, forjéndola cada df, a fin de que responda a necesidades determinadas por el contenido de sus investigaciones, en lugar de echar mano al casillero de revetas para adaptarse a las normas de ciemtificidad institu- cionalmente consagradas. ‘Manuel Castells 'No existe un método cientifico como tal. el rasgo distintivo mas fértl de pro- ceder del cientifico ha sido el utilizar su ‘mente de la mejor forma posible y sin fre- no alguno. Bridgman Prélogo para la 3.* edicin edicién comercial) Para quién se escribié este libro Para superar la prosa y la pose de cictta “jerigonza” proveniente del ‘campo de las ciencias sociales, Wright Mills recomendaba formularse algunas preguntas esenciales antes de escribir un libro; para quign es- toy tratando de escribir? es una de ellas. ¥ éta es la cuesti6n preli har que me he planteado al comenzar este libro. Una respuesta adecuada para esta cuestién cxige tener presente el nivel de conocimiento del piiblico al que va dirigido y, sobre todo, las nevesidades de ese pablico. Conforme con ese planteamiento prelimi- nat, iniciamos la elaboracién de este libro que contiene los aspectos sustanciales de los cursos profesados para gente que se inicia en el campo de las ciencias sociales. Y no siempre destinado a futuros espe- cialistas en esos campos. Adems de procurar darle un caricter mera- ‘mente introductorio, lo eseribimos principalmente pensando en los profesionates y voluntarias que llevan a cabo actividades en el campo del bienestar social; en las personas responsables de asociaciones y aquellas que realizan tareas de animacién social y cultural, trabajo ba- ‘rial w ottas formas de intervencién social. En suma: nos ha preocupa- do escribir para aquellos que ponen su énfasis en la praxis mas que en la investigacién propiamente dicha; pero, que para realizar una accién social con conocimiento de la realidad sobre la cual se va a actuar, es necesario realizar ciertas investigaciones. Esto supone y exige algunos conocimientos sobre métodos y técnicas de investigacién. Con esta observacién pretiminar no afirmamos en modo alguno —Io ‘que ademés seria una vulgaridad— que existen diferentes metodologfas y Kécnicas segin se trate de investigadores sociales 0 trabajadores de ‘campo. Creemos que los trabajadores sociales, por la indole de su tarea, no necesitan de un dominio metodolégico como el sociélogo, el psies= logo social, el antropslogo 0 el politicélogo; silo tienen, tanto mejor, pero su campo especifico esté en el plano de la accién, aunque tengan endl Ander Ee {que realizar con frecuencia investigaciones y estudios sobre problemas 4 los que se encuentran abocados para resolver. Este manual pretende ser una guia que ayude a esa finalidad; otros refinamientos serfan co- mo ira un restaurante y pedir 25 em? de sopa, a 60 grados centigrados ya 775 mm de presin mercurial Lo esencial de su contenido fue preparado en 1960 y publicado por los alumnos de sociologia de la Facultad de Filosofia y Letras de la Universidad Nacional de Cuyo; posteriormente fue editado por el Ins- tituta de Estudios Politicos de la misma universidad, ademas de algu- nas ediciones “‘piratas” que han circulado, Cuando profesamos por pri- ‘mera vez el curso, que hoy se publica con algunos ajustes y actual ciones, s6lo existfan en castellano dos textos de metodologia de Ia in- vestigacién social (el de G. Lundberg y el de P. Young). Hoy —ailo 1966— Ia situacién ha cambiado; por es0 nos resistimos ‘que unos apuntes se publicaran como libro; por otra parte, no han te~ nnido una reelaboracién y ampliacién acorde con los conocimientos ad- {uiridos en los tltimos aos. Ademis, nuestra ocupacién y preocupa- cidn se orientan a los problemas de la planificacién del desarrollo, y los ‘aspectos relacionados con la investigacién adquieren una importancia secundaria en nuestra tarea cotidiana, Estas limitaciones personales ros parecieron mucho mayores cuando consideramos que en este dlti- ‘mo lustro la sociologia latinoamericana ha ingresado firmemente en la tapa cientifica, a pesar de los residuos arqueol6gicos. Sin embargo, deseamos prestar un modesto servicio a los no socislogos y a Tos pro- fesionales ajenos al campo de las ciencias sociales que deben adquirir Cconocimientos basicos sobre investigaciGn social, y a los estudiantes ‘que necesitan “introducirse” en el tema. Esa es la tinica pretensién de ‘estas paginas: ser una introduccién a las técnicas de investigacién so cial, Lejos de agotar el tema, se trata apenas de una visién de conjun- {o; no hemos logrado tampoco guardar equilibrio entre los diferentes capitulos: unos pueden ser mis utiizables que otros. $i bien habiamos claborado diferentes instrumentos para ejemplificar algunas partes del libro, razones de espacio —al menos, para esta edicién— nos obligan a prescindir de ellos, ‘A quienes van a utilizar este libro —una simple gufa de trabajo— deseamos que él sea dil para ayudar a una accién eficaz, accién que 10 Mets y encase imvesigacn soa dquiere significado evando tiene sentido de servicio al pueblo, ayu- dando a mostrar la realidad, Pero al mismo tiempo decimos, con el ya citado Wright Mills, “evitad el fetichismo del método y de la técnica”, ‘uno y otra tienen un cardcter instrumental y como tal deben ser utifiza- dos. Ezequien ANDER-BGG Jusepin, Venezuela, 1966 u Prélogo para la 14." edicién La edicién ampliada y corregida —profundamente reformulada en su primera parte— mantiene el carter didéctico de las ediciones an- {etiotes y su nivel de inicincién. Esperamos seguir siendo stiles a quie- nes tienen una preocupacién més directa por las diferentes formas de accién social Ezequiet, ANDER-EGG ‘Altea (Alicante), 20 de noviembre de 1979 Prélogo para la 19." edicién Han transcurrido casi 23 afios desde Ia primera edicién de este libro ¥ 15 aiios desde que Ia editorial Hvmanitas comen6 a distribuitlo por ‘América latina y Espafa, Ahora presentamos su cuarta reclaboracién {que se publica como 19.8 edicién. Desde hace un cuarto de siglo, cuando publiqué mi primer libro aque no es precisamente éste—, hasta hoy, toda mi obra escrita ha estado impregnada, inspirada y motivada por tres preocupaciones principales: + que las ciencias sociales sean instrumentos del proceso de libera- cin del hombre; + que los conocimientos cientificos tengan una aplicacién préctica sirvan para la aceién conereta y el manejo de Ios problemas S0- Ciales; + que el mayor ntimero posible de personas se apropie de ese saber ¥y de esos instrumentos como medios para su propia autorrealiza- ‘cién, a nivel individual, grupal y comunitario, Meas yweicas de estan sri ‘Todo esto ha exigido un constante esfuerzo para darles un cardcter didéctico a mis libros, tanto en el estilo como en 1a presentacién, Re~ ‘conozco que esta preocupacién me exige algunas veces sacrficar 1a profundidad a la claridad. En relacién con este libro en conereto, he preparado dos versiones: una de consulta (sobrepasa las 2.000 psiginas) {otra de iniciacin (Ia que ahora tienes en tus manos), que es apenas Jin curso introductorio, pero con la pretensién de dar una visin global “de toda la problemtica de las técnicas de investigacin social, insertas fen un marco que desborda To estrictamente teenolégico y metodolégi- <0. ‘También nos hemos preocupado por la forma de presentacién, sin lugar 2 dudas “poco seria” para quienes siguen con sus empaques ea- démicos, pero absolutamente necesaria hey, cuando ya hemos pasado Ta galaxia Gutenberg a la galaxia Marconi. Estamos en Ia eiviliza- ‘én de la imagen, las nuevas generaciones tienen menor propension & jeer, y necesitan més de lo visual... Los editores y autores deben saber {que no es indiferente el us0 de uno u otro tipo de caracterestipogra- Gos el uso 0 no de ilustraciones... A pesar de estar limitados a no po- er emplear colores diferentes, hemos tratado de que un tema tedioso ya veces aburtido, como es cl de las téenicas de investigucién social, ea legible, con alguna chispa de simpatia en el rostro de un Quijote fnunciand fo que te espera en cada capftulo, con graficos ilustrativos con una redacci6n anticulada y visualizada... Todo esto ha sido hecho pensando en ti, amigo lector. En cuanto al fondo del libro —un modesto libro para estudiantes y para quienes desean iniciarse— slo diré una cosa: el capitulo 7, “La tetitud cientifica como estilo de vida”, es el ‘nico que es absolutamen- te necesario leer para comprender el resto; los otros capitulos pueden utilizarse de manera aislada, Bsperamos serte itil. Eznquiet ANDER-EGG Paris, agosto de 1982 B Prélogo para la 50." edicién Una vez. més reelaboro este libro; es Ia quinta vez que lo hago a lo largo de casi cuarenta afi y... todavia seguira reelaborndose; como todos mis libros, es un texto que siempre acaba inacabado. En esta til- tima década el libro ha citculado, tanto en las ediciones de Hvmanitas como en las de El Ateneo y Lumen, sin que su contenido representase ‘mi pensamiento actualizado. Felizmente, las peliculas (otolitos) desti- nadas ala reimpresién se han deteriorado y ya no se pueden seguir ha- ciendo ediciones del libro en su versin anterior. ‘Ahora, puesto en latarea de hacer una reelaboracién total de libro, soy consciente de su inacabamiento, aunque haya revisado todo to es- crito incluido muevos temas que consideré necesarios para tener una visin de conjunto y actualizada de a problematic de lainvestigacién Social. Al reelaborarlo, lo hice manteniendo la preocupaci6n inicial de hace cuarenta aif: ser didéctico y claro. He tratado —como en las versiones anteriores— de articular lo teérico con los aspectos operati- vos de la investigacién, ambos orientados a la resolucisn de problemas hhumanos y sociales. [Nueva versién, cincuenta ediciones y, como ya lo advert, un libro todavia en reelaboracién. Haba pensado desentenderme de él, pero un elemental sentido de responsabilidad me “obliga” a reclaboratlo el l- bro sigue siendo demandado; alrededor de los 170,000 ejemplares ven- didos y “pirateados” dan cuenta de ello y me motivan a dedicarie tiem- Po y esfuerzo para actualizarlo, ‘Teniendo en cuenta su extensién, ahora se public en seis vole nes, que corresponden a diferentes partes de Ia edici6n anterior... Siem- pre he descado disponer de tiempo y sosiego para escrbiclo sin estar tironeado por ocupaciones y preocupaciones de servicio, Me encuen- tro en el umbral de los 70 alos y no he podido encontrar ese espacio. Asumo, por tanto, la inconclusin de este libro como la mia propia, Dentro de diez afios espero presentar una versin mds elaborada, aun ‘que tendré parecida conciencia de su inacabamiento. Amigo/a lector/a: este libro expresa un camino de biisqueda, avan- zando entre incertidumbres, oscuridades, limitaciones personales y li 4 éradosy ena de Imes socal gunas de conocimiento, El autor de un libro —como es ahora mi cit= so—construye una parte del texto; la otra construccién Ta hace el pro~ pio lector. De ahf que cada lectura de un libro —de cualquier libro—, de este libro que ests leyendo ahora, para que pueda ser bien aprove- cchado, debe ser una especie de reelaboracién por parte de quien lee. Este libro est muerto si té u otra persona no lo lee. Seria como un 'ADN inactivo que al ser leido se activa. Quizs me preguntes céma ha- cerlo, Simplemente leyendo, reflexionando y pensando lo que lees. No aceptes sin mas nada de lo que digo. Piensa por ti mismo, asume como cosa tuya lo que piensas, aunque lo hayas aprendido de otro. Insisto: piensa por ti mismo, pero sin cteer por ello que tienes recetas 0 tes- jpuestas acabadas y que Ia investigacion social “en serio” comienza con Jo que ti piensas y haces. [A través de este libro he de proporcionarte algunos instrumentos metodolégicos y algunas técnicas. Encontrards algunas sugeroncias para organizar el trabajo de investigaciGn, y para estudiar y analizar mejor la vida societaria. En sus aspectos més te6ricos, encontrards al~ ‘gunas reflexiones acerca del conocimiento y el pensar cientifico. Sin tembargo, hay dos cosas que considero més importantes: el que apren- das a pensar y el que asumas una actitud cientifica como un aspecto de tw estilo de vida (Este tiene otras dimensiones que el conocer y el pen- sar), Una actitud cientifica no s6lo ayuda a un mejor uso de la razon y de la capacidad para argumentar con fundamentos, sino también a asu- mir una actitud dialégica y un talante de respeto hacia las personas cu- yas opiniones no compartimos. Los métodos y técnicas de investigacién social son inseparables de la ciencia. A su vez, laciencia y la tecnologia son aspectos sustancia- les de la época en que vivimos. Sin embargo, debemos ir més allé del racionalismo cientifico-tecnol6gico. Como se explica en este libro, es- to es la bisqueda de una ciencia con conciencia; es la bisqueda de fa sabidurfa, Para llegar a ser un cientifico, hay que leer, estudiar, investigar y pensar. 15 vege Andree Para llegar a ta sabidurta, hay que experimentar y comprender; saber, vivir y amar Estamos muy cerca del comienzo del siglo XI. Un nuevo siglo, ‘como un nuevo aiio, en sentido estricto, no es mas que un nmero en tun calendario, pero psicol6gicamente nos crea una cierta predisposi- ciidn a pensar en nuevos caminos y nuevas posibilidades. Aplicada a los temas que nos ocupan (la ciencia, el método cientifico, la investiga- ci6n, el conocimiento, el pensar..), nuestra propuesta, como el suenio deseable, la expresamos resumidamente en las siguientes consideracio- nes: EL mundo racionalizado-cienttfico-tecnolégico ha configurado un Universo, una sociedad y un modo de actuat: + hiperobjetivo, + empirico-instrumental, + pragmético-oportunista, + prosaico-utilitario, + burocrético-deshumanizado. Estas notas o caracteristicas, que a través de Ia ciencia y la tecnolo- fa aportan su sello ala sociedad de finales de siglo, necesitan el com- pPlemento y contrapeso del universo de: + la mtisica y la danza; * Ia poesia y la literatura; + Ia ética y la estéticas * la mistica y la religion; +el silencio, la soledad y Ia meditacién; + Ia alegria y el juego; el sentimiento, la afectividad y el erotismo; + Ta pasién del amor y la ternura Métadony tics de mein scat Necesitamos una fertlizacién reciproca entre 1a racionalidad de ‘Occidente y la capacidad de contemplacidn de Oriente, Entre la razon, cl andlisis, la experimentaci6n y ta intuicién, el silencio, la capacidad para admirarse y para entrar en comunién con todo lo existente.. Ser persona es lo verdaderamente sustancial; ser un buen investigador s0- cial puede ayudar a explicar la realidad; ser cientifico es trabajar en el ‘imbito de lo ms elevado que ha creado Ia razén humana; a bisqueda de la sabiduria es la marcha hacia la plenitud, Ezequiet ANpeR-Eoo 7 de septiembre de 1999, ‘en Bombay, India. En el 38.° aniversario de una dulce primavera y en la tierra del inefable Gandhi METODOS Y TECNICAS DE INVESTIGACION SOCIAL [is eo] Volumen 1 Acerca del conocimiento y del pensar cientffico Volumen IT La ciencia: su método y la expresion del conocimiento cientifico Volumen IIT Cémo organizar el trabajo de investigacién Volumen IV ‘Técnicas para la recogida de informacién Volumen V Elaboracién, andlisis e interpretacién de datos Volumen VI Redaccién y presentacién de los estudios e investigaciones VoLuMEN I ACERCA DEL CONOCIMIENTO Y DEL PENSAR CIENTIFICO Introduccién Reflexionar en torno al conocimiento y al pensar cientifico, cuan- doen el escaparate de las ofertas intelectuales nos encontramos con “el todo vale” de Feyerabend, el “pensamiento debit” de tos italianos, la “simulacién” de Baudrillard, el “pensamiento borroso” de Bart Kosko, Ja cienciasfumatta, Ia era fuzzy, la Gilosofia flow y la cultura light, que han dominado el discurso de las dtimas décadas, puede parecer un es- fuerz0 a contrapelo de nuestra condicién posmodemna. Cuando.todo se relativiza y estamos jnmersos en una crisis de confianza en la raciona- lidad, no resulta una taea fil reflexionar sobre este tema. Comienzo sehalando este hecho, porque a partir de él pode sitwar mi bisqueda y mis reflexiones en torno a este problema. Y también, :por qué no?, mi propia incertidumbre No cabe duda de que uno de los acontecimientos més notables de Jos Giltimos siglas ha sido la aparicién y desarrollo de la ciencia, y su influencia como un factor decisivo en la configuracién del modo de vi- vir de los seres humatios. Como forma de conocimiento, ella —que ha sido capaz de destruir muchos mitos— terminé creando su propio mi- to, “Sélo la ciencia —decia Renan en su libro EI porvenir de la cien- ‘cia— dard a la humanidad eso sin lo cual ésta no puede vivir: un si bolo y una ley.” ¥ en otro pasaje agregaba: “La ciencia, por sf sola, puede mejorar Ia desdichada situacién de! hombre en fa tien Convertida progresivamente en una fuerza de transformacién, ta) ciencia, en su aplicacién al proceso productivo a través de una avalan- cha ininterrumpida de progresos tecnolbgicas, produjo profundas mu-| Laciones en todos los dmbitos de la vida. Como consecuencia de ello, In idea de progreso cientifico qued estrechamente jigada ala idea de posibilidades de resolver los problemas que afronta la humanidad. Es- {e razonamiento condujo a la ilusién de la omnipotencia de la ciencia. De este modo, considerada 0 convertida la ciencia en una panacea, ‘algunos pretendieron encontrar en ella la nica via para establecer la verdad de las cosas y la nica eapaz. de resolver todo tipo de proble~ a sequel Ander Eee mas. A medida que esta forma de considerar la ciencia fue siendo acep- tada de manera generalizada, poco a poco se a transformé en un ere- 4o, en una especie de religién o, si se quiere, en una especie de Mesias ccapaz de rescatar al hombre desu ignorancia y su miseria, Como es bien conocido, la historia no ha confirmado esta fe en la ciencia; ha si- ddo una confianza engaiiosa, desmentida de una maneta trgica y crucl, ‘especialmente por las ltimas guetras y por el poder de destruccién que hhemos sido capaces de desarrollar los seres humanos. Por otra parte, no poces problemas que afronta la humanidad en los umbrates de si- slo XXI estin estrechamente relacionados con esta frustracién. Mas ain: laciencia esti en el origen de los dos mayores problemas a los que se enfrenta la humanidad: el riesgo de una catéstrofe ecol6gica y el de ‘un holocausto nuclear. No decimos que la ciencia ha originado estos problemas, sino que est en los origenes de los mismos, puesto que es- tos problemas no existrfan si no se hubiese producido el actual desa- rrollo cientifico teonol6gico. “La ciencia no es pecado ni grial —como nos advierte Roger Shattuck—. No siendo nuestra hija sino invencién ‘nuestra, la ciencia, en tanto que disciplina, nunca erecers para pensar por si misma y ser responsable de sf misma."(*) Hoy, han de ser muy pocos los que consideren Ia ciencia como Gni- ca fuente de verdad, y dificilmente haya alguien que afirme que la ciencia, por sf sola, sea el instrumento més apto para asegurar el por- venie y bienestar de la humanidad, Sin embargo, es oportuno tener pre- sente que sin a ciencia probablemente estarfamos sumidos en el error y la ignoranca, y tendrfamos menos posibilidades para asegurar el fu- ‘uro de la humanidad. La disyuntiva ante la que nos encontramos no es la de “ciencia 0.no ciencia”, de “ms o menos ciencia”, sino de cies ‘ia para qué y para quignes; es decir, el problema basico que afron- tamos es el de kas condiciones necesarias para que el progreso cientii- co y teenolégico se ponga al servicio de la humanidad. Si bien es cierto que esto, en itima instancia, depende de decisio- nes de tipo politica, no menos cieto es que se trata de una problemé- tica estrechamente relacionada con el tema que vamos a examinar en este libro y que hemos denominado la bésqueda de una ciencia con conciencia.. Creemos que es importante tener una educacin cientifi 2 Métads encase imestgacén sok ‘ca, que es importante adquirir conocimientos cientificos, pero mas im= portante ain es aprender a pensar cientificamente y tener una actitud ientifica, no s6lo cuando se investiga, sino también en Ja vida cotidia- ‘na. Por ello hablamos de la actitud cientifica como estilo de vida, Al mismo tiempo, estamos convencidos de que, para configurar ese estilo de vida, tenemos que ir més allé de fa ciencia: buscar una ciencia con sncia. O, lo que es lo mismo, ir en bisqueda de la sabiduria. Un pensamiento que integre todo eso, no en las especulaciones te ‘ho en la vida conereta de cada uno de nosotros, ha de retroactuar sobre sconciencias y traducirse en un modo de vivir. Este libro tiene pretensiones muy modestas: no es una reflexién leno de la esfera de lo que hoy se denomina “ciencia de Ia ciencia’” ‘Tampoco es un andlisis de Ia “revoluci6n cientifico-tecnolégica” que hoy vivimos, ni de os impactos de la ciencia en la sociedad que cons- titaye uno de tos temas relevantes de Ia sociologfa actual. Ni siquiera pretende ser una introduccién al pensamento cientfico.. “Todas estas cuestiones estin presentes. Pero lo que aqut planteamos tiene tn dable prop6sito: por una parte, ofrecer unas reflexiones-que ayuden a adoptar ana actitud cientifiea como forma de pensar y.de hacer que hemos de incorporar a nuestro mode de vivir; y, por otra, destacar la necesidad de una reforma del pensamiento, como insiste permanentemente Edgard Morin. Creemos que ello ayudaré realizar tina vida més humana. Aprender a pensar nos ayuda a no estar clegos mt To que acontece en nucsta realidad, a entender un poco la esis (0 las exsis), en las que vivimos y somos. Estoy convencido de ue, si ssumimos de verdad una actitud cientifica, seremos menos dogmas, menos sectarios y, consiguientemente, mas tolerante, recordando que la tolerancia es una praxis de a convivencia humana y no una confusa tmezcla de maneras de pensar... Siendo la ciencia la forma de conoc tmienio ms influyeiite, como sefala Jorge Wagensberg, “es la forma de conocimiento a a vez més alejada del ciudadano".. Esperamos prestar tna pequeta ayuda que sirva para este propssito: asi como la ciencia y ta teenologfa han penetado hasta el timo recoveco de nuestras vidas, penetre también la aetitud cientfica en nuestro modo de vivir. Ezequint ANpeR-Eac Albacete, 21 de marzo de 1999. Enel dia de Marcos Federico. 23 Adverteneia para el volumen I ‘Comenzar un curso —y en este caso un libro— sobre métodos y ‘Genicas de investigacién social planteando y reflexionando sobre el problema del conocimiento, parece ser una cuestién de sentido com ‘Sin embargo, esto no siempre ha sido ast mo he incurrido en ese error en relacién con lo que hoy me parece la I6gica y la estrategia més, adecuada para iniciar un curso o un texto de esta naturaleza. ‘Vislumbré esta necesidad al hacer una autoevaluacién y autocritica de mi practica pedagégica ensefiando métodos y técnicas de investiga cién social. Proporcionaba procedimientos metédicos y técnicas es ccifieas para conocer la realidad, particularmente la realidad social; pe~ ' no se me habia ocurrido decir algo acerca del conocer. La conclu ‘siGn de mi autocritica la resumf en lo siguiente: es una insuficiencia, hasta una especie de contradiccién, querer ensefiar una forma sistems- tica y met6dica, en suma, una forma cientifica de conocer la realidad, sin plantear previamente en qué consiste el conocer. El tema del cono- cimiento del conocimiento, me parecié una necesidad insoslayable. Esta es la razén por la que, al hacer la 5.* reelaboracién del libro, he considerado oportuno iniciarlo con un capitulo sobre el conoci. Imiento del conocimiento. Y en esta tarea consideré que habfa que ir Ins alld del tratamiento del problema de la relacién sujeto-objeto y las ya manidas diferenciaciones entre el conocimiento vulgar y el conoci miento cientifico, y de otras cuestiones de menor significado que estin relacionadas con los problemas antes indicados. Asflo hacemos en el primer capitulo del primer volumen de Méto= dos y Téenicas de Investigacién (nuevo titulo que le damos al libro). ‘Comenzamos reflexionando sobre el conocimiento. “Esto no es una Paradoja —nos advierte Maturana—, es la expresién de nuestra exis tencia en un dominio del conocimiento en el cual el contenido del co- nocimiento es el conocimiento mismo."(#) (CMATURANA, Haber stag of Copii, Reet BEL9.0 Utomo Comper Lr (ay Ueno ii 1978. 4 Capitulo 1 Aproximaciones al conocimiento del conocimiento 1. Para introducirse en el conocimiento del conocimiento 2. Realidad y conocimiento 3. La relacin sujeto-objeto 4. Acerca del conocimiento 5. Las formas del conocer, como saber cotidiano y como saber cientifico 6. Las grandes cuestiones que comporia la problematica del conocimiento 7, Las respuestas clasicas al problema del conocimiento 8. Condicionamientos en la produccién del conocimiento El conocimiento es una representacién (ne~ cesariamente finita) de wn pedazo de la rea- lidad (presuniamente infinita) Jorge Wagensberg, Ignorancia, desconocido, sombra, esto es to ‘que encontramos en la idea de conocimien- 10. Nuestro conocimiento, tan intimo y fami- liar para nosotros mismos, nos resulta extra- fio y extranjero cuando se le quiere conocer ¥ aqui estamos, desde el comienzo, ante la paradoja de un conocimiento que no solo se idesmigaja a la primera interrogacién, sino ‘que descubre también lo desconocido en é ‘mismo, ignorando incluso qué sea conocer. Edgar Morin Elobservador es un sistema viviente y el en- tendimiento del conocimiento como fendme- no bioldgico debe dar cuenta del observador yy su rol en él. Humberto Maturana 7 1, Para introducirse en el conocimiento del conocimiento Antes de hablar de laciencia, de las caractertsticas del método cien- \ifico y de la investigacién social, es menester considerar el problema del conocimiento. En otras palabras, parece oportuno comenzar con al- unas consideraciones acerca del conocimiento del conocimiento. Frente a la responsabilidad de reeseribir este libro, al igual que en las ediciones anteriores, s6lo tengo la modesta pretensiGn de servir a estudiantes preocupados ¢ inguietos. Al reflexionar sobre las correc cones y reelaboraciones que debfa hacer, lo primero que constaté fue Ja necesidad de comenzar el libro con algunas consider tema del conocimiento. El no haberlo hecho en las edi res fue un déficit importante. Sin embargo, al hacerlo de esta manera, no dejo de tener dudas y ccontradicciones. Soy consciente de que un estudiante que se inicia en Jos métodos y técnicas de investigacién social no tiene planteados pro- blemas epistemolégicos. Por otra parte, he sostenido que el curso de cpistemologfa debe impartirse mis bien hacia el final de una carrera universitaria y no al principio, ni siquiera en los primeros allos. Esto, awlemnds, se deriva de un principio basico de la psicopedagogia que hoy ‘es ampliamente aceptado: todo nuevo conocimiento debe estar ancla- ddo en las estructuras cognitivas previas de los educandos. Los resulta~ ‘dos del aprendizaje no dependen slo de ta situacién de aprendizaje y de los conocimientos que se proporcionan a los estudiantes, sino tam- bién de los conocimientos previos de los mismos. Como lo seftalara ‘Ausubel, “el factor sencillo mas importante que influencia el aprendi~ zje es To que ya sabe el que aprende. Averigiielo y ensénele en conse- Si no se tiene ningtin anclaje en los conocimientos previos del es- Ludiamte, lo epistemolégico puede ser extremadamente aburrido; 0, co- ‘mo lo he constatado en algunas facultades de ciencias sociales, la en- seftanza de la epistemologia al comienzo de la carrera s6lo ha servido pra proporcionar un recetario que explica todo y, lo que es fo thismo, » eequiet Andree ue forma dogmaticos... Con elo se logra, de hecho, todo lo contrrio lo que podria proporionar ese tipo de conocimiento Esta cs 1 azhn principal que me lle a iniciarel tema explicando csi ha sid fa bsqueda de un simple estate, es deci, mi bisque. da de respuesta lo que es el conocer Como éste es un libro para estudiantes y personas que sin real studios académicos desean iniciarse en los mnéiodos y teenies de vestigacin social he creido que es mis didicticointroducirlas en &1 tema, explicitando algunos hitos de mi itineraro, ls interogantes, las isquedasy las respuesta provisorias que he encontrado en relacion con este tema. No lo hago porque mii bisqueda sea modélic: todo lo contrario: ella es una marcha desde la ingenuided y la jgnorancia ain. tuiciones vagase imprecsas: de la creencia en que Ia cienca y el mé- todo cientfico me podfan ofrecer referencias ciertas, hasta Hlegar an tnevo punto de partida (el que tengo al eseribir este libro) que supone 1archar “sn barandas”en medio dela incertdumiye y la penpejdads Lhorizonte de mi ignorancia es eada vez mas amplio Asi comienza mi biisqueda Siendo joven y apenas iniciado en el estudio de las ciencias socia- les (el haber terminado una licenciatura es s6lo un comienzo), reflexio- ‘nando sobre los procesos sociales y el modo de conocerlos, escribt 10 que consideré mi primera conclusién o formulacisn sobre estos temas; lo resumen lo siguiente: * lo tinico que no cambia es el cambio, ‘+ y Io que menos conocemos es el conocimiento, AA los pocos meses, descubri mi ignorancia ingenuidad (entre pa- tética y ridicula), por lo que crefa que era un “hallazgo”. Lo primero (acerca del cambio) ya habfa sido dicho (aunque con otras palabras) hhacfa unos veinticinco siglos por Herdclito, Al constatarlo, desaparecié fen mi, de manera permanente, Ia pretensién de ser un “Col6n” 0 ‘‘vi- kingo” descubridor. 30 Métados»tencas de imengacén sta En cuanto a la segunda cuestién, a poco de interesarme por el tema, ‘constaté que el problema del conocimiento habfa sido motivo de refle- xin de muchos fil6sofos a To largo de veinticinco siglos y de algunos cientficos en las dltimas décadas, in formacién epistemol6gica alguna, ignorando aun la existencia de esta disciplina, me formulé dos preguntas que hasta ese entonces $e me habjan presentado como obviedades: qué es conocer y cémo cono- ems. Para responder a estos interrogantes, ley relef (creo que hasta me- dia docena de veces) el libro de Jean Hessen Teoria del conocimiento, Me informé de que, si bien en la filosofia griega a partir de los sofistas, se plantea el problema de! conocimiento, y que en Platén y Aristételes cexisten multiples consideraciones sobre esta cuestiOn, hasta el siglo XVILesta problematica no adquicre especificidad en el 4mbito de la fi losofia. Asi hice un recorrida por Locke, Leibniz, Berkeley, Hume, Kant y Fichte Confieso que toda esta informaciGn, obtenida por lecturas y asis- tiendo a algunos cursos de filosofta, no fui capaz, dle traducirla. a mi prictica profesional en el campo de las ciencias sociales; y, cuando uise responder a la pregunta ,qué es conocer’, no pude dar otra res- puesta que la ingenua y simple que encontramos en las definiciones de los diccionarios corrientes: conocer es lo que tiene lugar cuando un su- jeto, en el cjercicio de sus facultades intelectuales, aprehende un obj lo de conocimiento, Pero hacia 1968 (hace poco més de treinta afios), siguiendo una It- nica de reflexién que aprendt de mi maestro Erich Fromm, adopté un punto de patti para introducirme en la comprensién del conocimien- \o ciemtifico, para mejor analizar los problemas sociales, econémicos, culturales y politicos. Hay que “reunir —decfa Fromm— dos éreas-de problemas que cominmente se estudian por separado: las potencialida- des, cualidades y estructura del cardcter humano y los problemas so- ciales, politicos y econémicos”.? De ahf deduje —y con eso iba mas alld de lo que planteaba el mismo Fromm— que hay que empezar por ‘conocer al sujeto cognoscente. Pensé que, para profundizar en el tema, hay que conocer algo de los propios procesos cognitivos. Desde el primer momento, tuve conciencia de que Fromm no plan- 31 teaba de ese modo el problema; el libro ni siquiera trata del problema positivismo, empirismo I6gico conocimiento ¥¥ neopostivismo ccovistruccidn del espfrit a constructivismo ee a Ambas posturas pueden considerarse como respuestas particulares al problema del conocimiento, La primera reduce los procesos cogni- livos a un meto.reflejo de la realidad que se proyecta en la mente del ‘sujeto cognoscente, La segunda Sostiene que lo que se conoce es una organizacién cognitiva de -datos,-hechos, fenémenos y procesos en uanto el sujeto participa activamente-en la-construccién del conoci- miento... A estas dos perspectivas epistemol6gicas nos vamos a referir ‘muy brevemente; un andlisis en profundidad exigiria presentar un aba- nico mds amplio y matizado de las respuestas al problema del conoci- miento. Por otra parte, tendriamos que incluir las nuevas corrientes 0 Propuestas epistemol6gicas: Popper, Lakatos, Kuhn, Feyerabend, Bun- ge, Maturana, Morin, et. 2 Positivismo, empirismo logico y neopositivismo El positivismo primero, el empirismo lgico o neopositivismo des- ppués (en su versiGn vienesa y anglosajona) fueron, hasta pasada Ta mi {ud del siglo XX, el paradigma que dominé la ciencia moderna. Como postura epistemoldgica, se apoya en la creencia de un universo sustan cial que funciona como una maquina gobemada por leyes mecénicas {que nos permiten predecir el futuro y actuar en consecuencia. Da por supuesta la posibilidad del “contacto” entre el sujeto cog wcente y el objeto que se quiere conocer, de tal modo que el sujeto laprehende al objeto. Consecuentemente, 10 percibido es lo dado, ya {que al conocer nos apropiamos y reproducimos una realidad auto-sub- sistente La realidad es descifrable, consecuentemente aprehendida por el sujeto, sin otros limites que los que resultan de su desarrollo cognitive y de Tos instrumentos de que dispone y utiliza. Dentro de esta concep- ceién, en el acto de conocer hay una preponderancia de la realidad, en {cuanto el conocimiento seria captacidn de un mundo objetivo que exis te independientemente de nuestras percepciones. En el acto de conc Iniento, el sujeto aprehende al objeto, es decir, lo representa; no hay di- Ferencia entre Io que se conoce-y-lo-dado. Caracterizado por el rechazo a toda metafisica, tanto el positivismo ‘como el empirismo I6gico y el neopositivismo, al no considerar ningin {ipo de conocimiento que directa o indirectamente no tenga correspon- sdencia con hechos constatables, ha sido una Hamada a los hechos y luna exigencia de realidad, Esto le aport6 rigor y precisidn al conocer, frente a la vaguedad mas 0 menos quimérica de las elucubraciones sin referencias empfticas, en un puro juego especulativo de ideas abstra {as sin conexiones o referencias con la realidad. Sin embargo, dio una inverpretacién demasiado estrecha de la realidad y de los hechos; sobre ‘odo, cuando se expresa como un realismo ingenuo y considera el co- nocer como un simple epifendmeno de In realidad, EI objeto de cono- cimiento es aprehendido tal como se da en la realidad. Al hacer afirma- ciiones de este tipo, se confunden las interpretaciones de la realidad con Ja realidad misma, Aceptada la posicién positivista/empirista, el conocimiento seria captacién de un mundo. objetivo. que existe. independientemente de hnuestras percepciones. De esta realidad se pueden hacer afirmaciones acerca de sus propiedades estructurales y relacionales que es posible ccaptar con procedimientos propios del método cientifico y aun con el simple saber vulgar. Cuando se trata del conocimiento cientffico, se utitizan procedimientos que implican una serie de exigencias metodo- lgicas que le son propias. Se procura, ademés, formular proposiciones de caréeter universal Si el conocer es simple reflejo de Ia realidad, el pensamiento seria un radar/receptor que expresaria, en el caso de las ciencias sociales, lo epifenoménico de la realidad social. Llevada al extremo esta posicién, todas las ciencias serfan furgén de cola de la realidad, en cuanto len el orden y los procesos que se dan en ella y captan Ias leyes subyacen- tes. La ilusi6n del Cireulo de Viena, de fundamentar en el positivismo logico la certidumbre del pensamiento mediante el desarrollo de una “filosoffa cientffica”, cuyo objeto es el lenguaje de la ciencia, se hun- 4di6 a medida que se tomaba conciencia de la insuficiencia de la veri cacién empirica y de la verificacién l6gica, como pruebas de certidum- “Alrededor de 1926 la ontologia realista ingenua comenz6 a ago- nizar. Lg realidad parecerfa desaparecer a medida que no miraba cada vez més profundamente dentro de ella. Parecfa que la realidad tomaba diferentes formas en funcién de las preguntas que nos hacfamos y de la forma en que nos las formuldbamos. En 1927, el Principio de inde- erminacién de Wemer Heisenberg, agreg6 lefia al fuego. Este principio firma que la experimentacién en s{ misma determina el estado obser- vado del fenémeno que esté siendo estudiado, y que la decisisn de lle- vvar a cabo un experimento de una cierta manera, hace que ciertas ob- servaciones sean posibles, ¢ inevitablemente hace que algunas otras sean imposibles.”!« Desde Los aitos treinta, con diferentes grados de profundidad y con diversas velocidades de cambio segdin las disciplinas, la crisis de la vi siGn mecanicista de la realidad (concepcién estitica de Ia naturaleza funcionando como un mecanismo de relojerfa eterna e increado que el 4 Métdesyenias de investiga seid ccentifico puede conocer) es reemplazada por una imigen evolutiva, de lin universo desbocado en el que no todo puede prelecirse. El mode- Jo determinista, fundado en el positivismo, el empirismo y el positivis- ‘mo l6gico, es reemplazado por un modelo probabilistico. Esto produ- ‘ce una metamorfosis de la ciencia, a la que ya no se considera capaz ide concebir la realidad rigidamente prescriptiva en laque existen leyes y orden. En la fisica, se producen cambios —expresidos en el princi- pio de indeterminacién de Heisenberg —conforme can los cuales el f= sico debe verse a sf mismo como sujeto cognoscente. Lo objetivo (0 10 ‘sf llamado) depende de factores subjetivos. Es, pues,un sujeto, el que determina qué es lo objetivo. No es posible una diferenciacién neta en- tte el sujeto y el objeto. La objetividad cientifica, enraizada en la 16 a misma de la representacién cientifica, picrde vigercia. El sujeto ob- servador, como soporte de las construcciones cienitficas, es la perspec- tiva fundamental desde donde se desarrolla la nueva epistemologta, Constructivismo Coincidiendo con el colapso de Ia ortodoxia positivista el construc- ivismo va adquiriendo una creciente importancia en cl campo de la fi- losofia de la ciencia desde finales de la década de los sesenta, En efec- . la Concepeicn constnictivista aparece como contrapuesta al positi- vismo, al positivismo I6gico y al empirismo, en cuanto las respuestas {gnoseol6gicas de los mismos coinciden en afirmar que las cosas se co- oven tal como se ofrecen al sujeto, es decir, que éste aprehende y re~ presenta al objeto de conocimiento tal como se da en ia realidad, inde Ppendientemente del sujeto cognoscente. Para la posicién constructivista, la realidad que ereemos conocer ‘no es registro, ni reflejo de 1o existente, sino una construccién de uestro pensamiento por el que organizamos nuestro mundo experi- mental, y conforme con ello percibimos la realidad y actuamos sobre ella, Los conceptos y categorfas que aplicamos a tos fenémenos, he- hos 0 procesos no son propiedlades objetivas de las cosas sino formas expresiones conceptuadas, categorizaciones. clasificaciones 4 cl sujeto cognoscente apelando al lenguaje cientifico de una i expresiones del mismo Tenguaje comtin. No co- 55 ‘nocemos la cosa en sf, sino la casa tal como nosotros la “construimos”, conceptuindola y designéndola. En Ia actualidad, précticamente todas los ciemtficns aceptan q. os /conceptos y categoria que se ulizan para designar los fensmenos y 4a formulacién de las mismas teorias, son construcciones del aujto cognoscente. “Nosotros los cientificos —dice Maturana— hacemos Ciencia como observadores que explican lo que observan.* ¥ nos re-

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