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Alimento angelical

Me encontr con una pequea isla,


Un aroma penetrante me sedujo hacia ella,
Cual si fuera un maravilloso canto de sirenas,
Embriagado por aquel encantador olor,
Un vacio se haca ms profundo dentro de m,
Y solo esa pequea isla la llenara por completo.

Mil sabores exquisitos se arremolinaban en mi boca,


Un torbellino de placer saciaba mi paladar,
Un gusto enorme me llenaba de pies a cabeza,
La sustancia ms nutritiva, alimento de los Dioses,
Saciar mi hambre de aquel banquete de reyes,
La dicha ms grande que he tenido.

Benditas las manos que te crearon, que te dieron forma,


Que te dieron la sazn, que te hicieron con amor,
Benditas las manos que te dieron el sabor ms puro y noble,
Que pueden pintar en ti un suculento paisaje de vivos colores,
Prodigiosas manos que te crearon de la nada, creativas, ingeniosas,
No existe duda alguna que son manos de ngel,
La dicha se convierte en alegra y regocijo,
Al saber que ese ngel me ha llenado de vida.

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