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POLÍTICA ANALÍTICA

Por Juan Fernando Perdomo*


LEGALIDAD Y JUSTICIA,… ¡PERO DE TODOS!

Terminé mi informe de actividades legislativas. Un centenar de personas me


habían acompañado. Todos eran empleados y obreros.
Un joven se me acercó y me dijo:
- Discúlpeme que lo moleste, licenciado.
- No, no es molestia, dígame.
- Es que tengo un problema…
- ¿En que le puedo servir?
- Fíjese que mi esposa está embarazada… y pronto tendremos nuestro primer
hijo…
Se quedó callado unos segundos. Yo no sabía que me pensaba comentar. Por
un momento creí que ya se había arrepentido de lo que me quería decir…
- Si, ¿entonces?, lo invité a continuar
- Que no tengo seguro, soltó con mucho trabajo la frase
-¿No tienes seguro? ¿No tienes IMSS?
- No, no tengo.
- ¿Y estás dado de alta, de manera regular, en la empresa?
- ¡Sí! ya tengo varios meses trabajando de manera regular.
- Pero, entonces ¿no te han dado seguro en este trabajo?
- No. hay compañeros que llevan un año y apenas los están dando de alta.
Le dije:
-Mira, eso es un delito. Te sugiero que hables con tu jefe directo y le expreses
la necesidad que tienes de ese derecho para que entre en conciencia. Yo creo
que de esa forma se resolverá. Si no, me buscas.
Y le di mis datos para que acudiera a mí en caso de que no se solucionara su
situación. Pero me quedé preocupado que eso estuviera sucediendo en pleno
siglo veintiuno.

Esta es una historia de la vida real.


Muchas empresas tienen la costumbre de contratar a personas que no se
atreven a exigir sus derechos por temor a que los corran, a perder su
“chamba”.

En una ocasión un empleado de otra empresa me solicitó mi sugerencia porque


deseaba sacar su casa de infonavit. Me dijo que lleva muchísimos años
cotizando en la empresa.
Que había pedido a su jefe que le ayudara pero que le había dicho que no se
podía porque había mucha corrupción, porque había preferencias, etc…
Él, al principio lo aceptó con resignación, pero después de tantos años ya
quería resolverlo.
Había tomado la decisión errónea de darle diez mil pesos a un “coyote” para
que le consiguiera su casa.
Le pedí que esperara, que yo me iba a informar.

Pudimos solicitar información de su estado de cuenta.


Al cabo de unos días nos dijeron que este amigo aún no llegaba a las semanas
de cotización que se requieren. La razón es que llevaba los últimos 15 o 20
meses sin que se pagara su aportación.
Es decir, ¡su jefe no estaba cubriendo el pago del infonavit! Y el trabajador,
estaba dejando de cotizar y tal vez nunca tendría su casa. Algo por lo que tanto
había luchado.

Si. muchas personas satanizan el papel de los sindicatos y uniones de


trabajadores pero, con estas situaciones, nos queda muy claro que si bien es
cierto que hay líderes verdaderamente delincuentes, también es necesario que
los trabajadores cuenten con un respaldo para hacer que sus derechos se
respeten.

¡No es justo y tampoco legal! y no está a juicio de nadie el que se quiten sus
derechos a una persona, mucho menos por ignorancia o porque no tiene que
los respalde.

Seguramente los nuevos directivos que entren a esas empresa en un futuro se


comportarán igual ciertos de que eso está correcto. ¡No, no lo es!

Veo que muchas personas exigen legalidad y justicia, pero solo la pregonan y
no la ejercen con sus colaboradores.

Para cambiar a México debemos acabar con estas actitudes. ¡Denuncia estas
irregularidades!

¡Seamos justos y legales empezando por nuestra casa!

*Juan Fernando Perdomo es egresado del TEC DE MONTERREY


Servidor público, empresario y político ( jperdomo@infosel.net.mx )

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