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Los estudios de la OMC que se presentaron en el curso ponen de manifiesto que, hasta mayo de 2003,

se habían notificado más de 265 ACR ante el GATT-OMC, 139 de los cuales están todavía en vigor.

Asimismo, se expresó que el Comité de Acuerdos Comerciales Regionales de la OMC tiene actualmente
en examen más de 124 acuerdos. Este organismo ha desarrollado procedimientos que tienen por objeto
evaluar la compatibilidad de cada acuerdo con las disposiciones de la OMC.

De acuerdo a una de estas lecturas, los acuerdos regionales fortalecen el sistema multilateral porque
pueden avanzar más rápidamente y pueden contribuir a la integración de los países en desarrollo en la
economía mundial.

Algunas tienen carácter principalmente jurídico. El artículo 24 del GATT, por ejemplo, requiere que un
acuerdo comercial regional abarque lo esencial de los intercambios comerciales de mercancías entre sus
miembros.

En cuanto a la dimensión económica, se discutió la repercusión de los acuerdos regionales en la


configuración y el desarrollo del propio comercio mundial, estimándose que éste será uno de los
mayores desafíos del sistema internacional de comercio. De esta manera, se reconoció que la relación
entre el regionalismo y el multilateralismo se ha convertido en una cuestión sistémica fundamental.

. Observamos que en las relaciones comerciales de los miembros de la OMC


influyen cada vez más los acuerdos comerciales regionales, cuyo número, alcance
y cobertura han aumentado en gran medida. Esas iniciativas pueden promover una
mayor liberalización y podrán ayudar a las economías menos adelantadas, en
desarrollo y en transición, a integrarse en el sistema de comercio internacional.

. Reafirmamos la primacía del sistema de comercio multilateral, que incluye un


marco para el desarrollo de los acuerdos comerciales regionales

Se calcula que más de la mitad del comercio mundial se desarrolla actualmente al amparo de acuerdos
de este tipo. Existen en todos los continentes. Entre los más famosos se encuentran la Unión Europea,
la Asociación Europea de Libre Cambio (AELC), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental
(ASEAN) y la Zona de Libre Comercio de la ASEAN (AFTA), y el Mercado Común del África Oriental y
Meridional (COMESA).

Básicamente, un acuerdo comercial regional debe tener por objeto impulsar el comercio entre sus
países miembros y no erigir obstáculos al comercio de otros Miembros de la OMC.

En febrero de 1996, el Consejo General de la OMC estableció un único Comité que se encargaría de
supervisar todos los acuerdos comerciales regionales, reemplazando a los diferentes grupos de trabajo,
cada uno de los cuales se ocupaba de un acuerdo distinto. El Comité de Acuerdos Comerciales
Regionales examina también los más amplios efectos de los acuerdos sobre el sistema multilateral de
comercio y la relación que existe entre ellos, y alienta a los países que han firmado esos acuerdos a
que presenten los informes en la forma adecuada.
mayo de 2003 se habían notificado más de 265 acuerdos comerciales regionales a la OMC

El Comité de Acuerdos Comerciales Regionales ha desarrollado procedimientos para examinar los


acuerdos, incluida la compilación de información. Estos procedimientos tienen por objeto evaluar la
compatibilidad de cada acuerdo con las disposiciones de la OMC. Sin embargo, habida cuenta de que no
hay consenso entre los Miembros de la OMC sobre cómo se han de interpretar los criterios para la
evaluación de esa compatibilidad, cada vez son más los informes sin concluir que se acumulan en el
Comité.

Una opinión es que los acuerdos regionales fortalecen el sistema multilateral porque pueden avanzar
más rápidamente y pueden contribuir a la integración de los países en desarrollo en la economía
mundial.

Las cuestiones planteadas en el debate sobre el regionalismo son complejas.

Algunas tienen carácter principalmente jurídico. El artículo 24 del GATT, por ejemplo, requiere que un
acuerdo comercial regional abarque “lo esencial de los intercambios comerciales” de mercancías
entre sus miembros. De manera análoga, el artículo 5 del AGCS exige una “cobertura sectorial
sustancial” en los servicios. Ahora bien, no existe consenso entre los Miembros con respecto al
significado de estas expresiones y, en la práctica, numerosos acuerdos no abarcan esferas tan sensibles
como la agricultura y los servicios financieros. Ello plantea dificultades a la hora de evaluar si los
acuerdos son compatibles con las normas de la OMC.

( Durante los próximos años, éste será uno de los mayores desafíos a los que se enfrenten quienes
formulen las políticas comerciales de todos los continentes. CONCLUSION)

Otras cuestiones tienen un carácter más institucional. Ponen de prestigio las posibles diferencias entre
las normas de los acuerdos regionales y las de la OMC.

La última y más importante es la dimensión económica. las preferencias arancelarias para los
miembros de los acuerdos regionales y para los no miembros.

La relación entre el regionalismo y el multilateralismo se ha convertido en una cuestión sistémica


fundamental, como reflejan el hecho de que sean cada vez más los informes sin concluir que se
acumulan en el Comité de Acuerdos Comerciales Regionales de la OMC y la falta de consenso en ese
Comité sobre la cuestión más amplia de la compatibilidad entre los acuerdos regionales y las normas de
la OMC.

La Declaración Ministerial prescribe la celebración de negociaciones encaminadas a “aclarar y mejorar


las disciplinas y procedimientos previstos en las disposiciones vigentes de la OMC aplicables a los
acuerdos comerciales regionales. En las negociaciones se tendrán en cuenta los aspectos de los
acuerdos comerciales regionales relativos al desarrollo”.

. En 2002 se creó un Grupo de Negociación sobre las Normas para aclarar y mejorar las disciplinas
sobre la aplicación de medidas antidumping, las subvenciones y medidas compensatorias, las
subvenciones a la pesca y los acuerdos comerciales regionales.

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