FUENTE SAGRADA de vida, FUENTE de todo ser, PRESERVADOR y
SOSTENEDOR de todos los mundos, a Vos ofrecemos nuestras almas para serviros como cálices espirituales, dentro de los cuales vuestra vida sostenedora pueda fluir.
En nombre del GRAN SACRIFICIO que Vos ofrecísteis, en el cual dísteis
vuestra vida para que nosotros pudiésemos vivir, sacrificamos todo cuanto nos hace canales indignos de llevar Vuestra bendición al mundo. Llenad ahora el cáliz de nuestras almas con el vino celestial, para que podamos convertirnos en ministros Vuestros, en esa solemne eucaristía que Vos realizáis continuamente.
ACEPTAMOS los decretos de Vuestra sabiduría, abrimos de par en par las
puertas de nuestras almas para que Vuestra vida penetre por ella. Aceptamos Vuestra Ley y nos inclinamos sumisos ante vuestros decretos. Aceptamos con igual disposición el placer y el dolor. Afirmamos nuestra unidad en Vos, y sabemos que sólo Vos podéis hacernos plenos.
INVOCAMOS a Vuestros ángeles para que nos ayuden en nuestra tarea de
auto-entonamiento. Que ellos nos ayuden a eliminar todo lo que sea grotesco e impuro, el egoísmo y el orgullo, que en nuestra ceguera nos ha hecho cerrar nuestros ojos a Vos.
En completa renuncia de nuestra naturaleza inferior, INVOCAMOS
Vuestra vida sanadora y la ayuda de Vuestros ángeles para que, siendo sanados, podamos convertirnos en canales de Vuestra sanación y de Vuestro Amor para todos aquéllos que sufren en estos mundos inferiores.