FRENTE
DE ESTUDIANTES
Portavoz del frente de estudiantes libertarios, Suplemento ARCIS invierno 2010
fel-chile.org / fel-arcis.blogspot.com
El movimiento estudiantil se
ha visto medianamente reactivado
en materia de reivindicaciones en el
ámbito educacional .Después de un
pasivo 2009, que solo se asomó en
luchas concretas en el sur de chile,
donde se logró el congelamiento
de arancel en la Universidad de
Concepción, reajustes según el IPC
para los siguientes dos años, y la
rebaja de 30% para las matrículas.
Pero las movilizaciones que se han
llevado adelante este año, no han
logrado igualar la convocatoria y
las fuerzas de los años 2006 y 2008.
Sin embargo, las movilizaciones y
demandas por la educación en nuestra
región son históricas, por lo que nos
encontramos frente a una lucha que
atraviesa varias generaciones de
jóvenes, que han luchado en contra
de la progresiva mercantilización del
derecho a la educación. Y nos han
demostrado la fuerza de la acción
colectiva, que se ha expresado en las
pequeñas victorias, han sido fruto de
la lucha por obtener
nuevamente educación pública
en nuestro país. Victorias como el
pase estudiantil a nivel nacional,
congelamiento de aranceles, la puesta
en mesa de las reivindicaciones de
educación pública, y demostrar la
necesidad de reformular leyes que
eliminen el lucro en la educación,
temas que antes no eran discutidos,
ni denunciados a un nivel masivo.
En ARCIS la situación no
es distinta al panorama general. El
lucro, la búsqueda de la mantención
de un amplio margen de ganancia,
que se obtiene de los elevados
aranceles de la universidad, son el eje
mediante el cual, las autoridades de
la universidad toman las decisiones
que rigen nuestro espacio educativo.
Lo que ha significado que, en los años
recientemente pasados se cerraran
carreras, obedeciendo a las leyes del
LIBERTARIOS
fel.arcis@gmail.com
mercado neoliberal, es decir, cerrar
las carreras que no sean rentables
para la universidad, en el contexto
de la llamada “reestructuración”
de la institución. Junto con esto, se
suman las expulsiones estudiantes
movilizados en el 2009, tras un montaje
de las autoridades de Arcis, culpando
a cuatro compañeros, de un mitin que
no contaba con el apoyo masivo de
los estudiantes de Arcis, y del cual los
estudiantes expulsados no formaban
parte. Evidenciando que su expulsión,
solo respondía a una persecución
política. Tomando en cuenta que
tres de ellos eran dirigentes de sus
carreras, y que a su vez, participaban
abierta y constantemente, en sus
asambleas organizando sus carreras.
A pesar de los paros, asambleas
generales, actividades solidarias, por
tratar de reintegrar a los compañeros
injustamente expulsados, no se
logró dar con el objetivo. Este hecho
desmotivó, e hizo decaer todos los
esfuerzos por generar una
organización propia de los estudiantes.
Se tomaron medidas como el cierre de
“la cancha”, la prohibición de vender
libremente en los patios, lo cual se ha
ido recuperando poco a poco, gracias
al esfuerzo de distintos compañeros
que han levantado instancias de
ferias, de recuperación de espacios.
Este año, como en los
anteriores, también somos testigos
del vergonzoso “Balance académico”,
que obliga a pagar una matrícula y
el arancel de un año completo, por
las asignaturas atrasadas, que a
veces no superan un número de dos,
incluso hasta una asignatura, sin la
posibilidad de repactar la deuda. Este
balance implica cobrar nuevamente
las asignaturas reprobadas durante
los años de carrera, si la deuda no
es pagada no existe la posibilidad de
egresar de la carrera.
Entre los problemas de la
Universidad Arcis, también existe
el hecho de que aún no ha sido
capaz de alcanzar la acreditación
de la institución como tal, y que
tras varios intentos aún no ha sido
aprobada, siendo esta, efectiva en
ciertas carreras, pero que al parecer
con ello, no se superan los problemas
de las carreras relacionadas con la
educación. Mientras la acreditación
de la universidad como institución no
sea efectiva, nos impide postular a
diversas becas que financien nuestros
estudios, becas de alimentación de
la Junaeb, y el crédito con aval el
Estado.
El trabajo de los estudiantes
por retomar las luchas internas y
externas, ha sido lento y tímido,
pero finalmente existe. Durante el
semestre, se han levantado diversas
expresiones con voluntad de
organizarse en algunas carreras como
Sociología, Historia, Psicología y Cine,
en las cuales se ha ido dando un trabajo
con miras a mejorar las condiciones
dentro de la universidad para los
mismos estudiantes ya sea por medio
de demandas que corresponden a lo
académico (reforzamiento de mallas,
exigencia de mejores materiales,
etc.) o por demandas económicas
(balance académico, congelamiento
de aranceles, excesivo costo de la
mensualidad). Este es un trabajo que
está en desarrollo, esperando que
de sus frutos dentro del semestre
entrante, cuando pasado el contexto
“mundialero” se retome el trabajo de
las asambleas.
Mediante los espacios que
hemos ido ganando y creando,
apostamos a levantar nuestras
peticiones como estudiantes, que
respondan a los verdaderos intereses
y que respondan a problemas nos
aquejan directamente. Pues ya
sabemos que la oficialidad de la
universidad, el Partido Comunista
y las autoridades de ésta, solo les
interesa mantener la educación de
mercado que nos ha impuesto el
neoliberalismo, es decir, cuidar su
“negocio educacional”. Es deber
de nosotras/os, levantar nuestras
necesidades como banderas de lucha,
el fin del “balance académico”, el
congelamiento de aranceles, son
puntos en que todas y todos somos
afectados, como trabajadores, como
hijos de trabajadores, a los que se nos
ha robado el derecho a la educación.
Por esta razón, a diferencia
de los compañeros que han optado
por desistir o apartarse de las
luchas, dentro de la universidad,
ya sea por la represión sufrida, por
la falta de resultados concretos, o
por no encontrar sentido luchar en
nuestro espacio educativo. Nosotras/
os hemos decidido retomar y
reactivar paso a paso, la lucha por
las reivindicaciones internas de la
universidad, reconociendo que la
lucha en nuestro espacio, es parte
de la lucha contra la educación
mercantilizada. Y evidenciando que es
necesario levantarnos en cada una de
las instituciones educativas, no sólo
mirando hacia afuera, creyendo que
la lucha por una educación pública
y gratuita, se limita a reformas de
leyes. Sino que es necesario empezar
desde la sala misma, desde nuestros
espacios más directos, construyendo
desde abajo y entre todas/os un
nuevo proyecto educativo, realmente
público, que beneficie a las mayorías,
y que su tanto ingreso, como sus
contenidos, no sean definidos por los
ánimos mercantiles de los empresarios
de la educación. Levantemos nuestras
propias formas de organización, en
donde no solo las mayorías decidan el
porvenir de nuestra universidad y de
la educación del país, sino en los que
sea posible la libertad y la posesión
común de los espacios educacionales,
por parte de todos los actores de la
educación.