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Capítulo 7 de Montgomery, W. (2005). El quehacer conductista, hoy.

Lima:
Revista Peruana de Filosofía aplicada. ISBN: 9972-655-02-4.

7. La Ingeniería del Comportamento


y sus Aplicaciones

Parece legítimo denominar en la actualidad “ingeniería


del comportamiento” al conjunto de variopintas tecnologías
que han surgido de los quehaceres teóricos y metodológicos
conductistas, con o sin influencia de corrientes ajenas. Sigo en
ello las orientaciones generales de Homme, D’Baca,
Cottingham y Homme (1968/1977), al englobar tanto la
tecnología de control por el estímulo como la de
administración de contingencias, y las combinaciones de
ambas, dentro del rótulo genérico de ingeniería de la
conducta, y respaldo además mi perspectiva en la posición de
Ferster (1971/1977), quien afirma la posibilidad de analizar
conductualmente cualquier tipo de tecnología, con el fin de
esclarecer las relaciones funcionales que se manejan muchas
veces de manera inadvertida.
Fundado en las consideraciones anteriores, mi definición
de ingeniería del comportamiento es la siguiente: aplicación
práctica y precisa de conocimientos científicos para la
elaboración, perfeccionamiento y manejo de técnicas de
establecimiento, mantenimiento o eliminación de conductas
humanas (Montgomery, 2002, p. 35). Ello supone que el
comportamiento se conforma y puede describirse en base a
leyes (fundamentalmente las del aprendizaje), y que sus pautas
de evaluación, diagnóstico y tratamiento de problemas se
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sujetan al manejo tentativo de tales regularidades, sin obviar


desde luego la consideración de las variables de “calor
humano” en la relación consultor-consultante, y las variables
extrañas inevitables en todo trabajo de esa naturaleza.
Lo cierto es que, como lo demuestran los principales
textos disponibles acerca de modificación y terapia del
comportamiento (Caballo, 1991; Labrador, Cruzado y Muñoz,
1997; Martín y Pear, 1996/1999; Santacreu y Frojan, 2002), la
integración conductual ecléctico-técnica que previeron en su
momento grandes teóricos como Staats (1975/1979) y Ardila
(1988, 2003) ya se viene dando. Esto ha incrementado
considerablemente el arsenal de que dispone el analista
comportamental para llevar a cabo su labor, produciendo una
especie de revolución teórico-práctica no siempre reconocida.
En e1 cuadro 2 se ven muchas de esas técnicas, que en
un esfuerzo sintético he procurado clasificar en cinco
categorías generales. En este sentido, tanto las llamadas
“modificación de conducta” como la “terapia de la conducta”,
“terapia conductual-cognitiva”, el “análisis conductual
aplicado” e incluso las terapias constructivistas recientemente
surgidas, son formas de ingeniería comportamental, algunas
“ortodoxas” (más cerca del tronco original) y otras
“heterodoxas” (Montgomery, 2002, pp. 160-161):
1) Técnicas de exposición en vivo, que comprenden
todas las que presentan al individuo una situación estimular
real, frente a la cual se provocan conexiones de adquisición,
mantenimiento o reducción de conductas respondientes u
operantes.
2) Técnicas de exposición en fantasía, que pretenden
lo mismo, pero se basan en el uso de la evocación imaginativa
como sustitución de las estimulaciones reales.
3) Técnicas de autorregulación, que enfatizan la
enseñanza de uno o varios repertorios de autocontrol o
dominio de ciertas destrezas, para capacitar al individuo a
cambiarse a sí mismo y a su entorno.
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4) Técnicas racionales, que utilizan como instrumento


central el lenguaje, y como método principal la discusión y la
información, reestructurando la forma como percibe el mundo
el individuo.
5) Otros procedimientos globales y auxiliares, que
involucran intentos por utilizar todas las tecnologías anteriores
en el marco de enfoques teóricos y evaluativos muy completos
y específicos, o simplemente servir de apoyo para la
realización de tareas.
A continuación, se harán reseñas genéricas acerca de las
aplicaciones relacionadas con estas técnicas a las cuatro áreas
más importantes de la psicología: educativa, clínica, social y
organizacional. Gracias al manejo de los principios que rigen
la conducta de los individuos en cualquiera de las actividades
humanas el quehacer científico se aplica por igual, con las
adaptaciones debidas al ámbito específico en que es utilizado.
Algunas pautas del análisis funcional (ecuaciones, parámetros,
niveles de molaridad) y ejemplificaciones de leyes pertinentes
a él, pueden verse en un artículo anterior (Montgomery, 2003).

APLICACIONES AL ÁMBITO CLÍNICO

En el ámbito clínico se trabaja muy a menudo con casos


individuales y en estricto privado, la información con que se
cuenta es bastante parcial, y la responsabilidad social del
aplicador es un poco mayor que en otras áreas.
Esas debilidades se procuran compensar con la
utilización adecuada del conocimiento científico en
conjugación con una amplia experiencia, lo que debe llevar a
formular “conjeturas disciplinadas” para aumentar la
probabilidad de acierto en la evaluación y modificación de las
conductas consideradas problemáticas o inadaptativas.
En su gestación la terapia conductual se inició aplicando
principios pavlovianos a casos de fobia infantil.
Posteriormente, fueron surgiendo escuelas diversas (inglesa,
americana, sudafricana) que diversificaron el quehacer.
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Eysenck, Franks, Marks, Wolpe, Lazarus, Lindsey, Ellis; son


algunos de los nombres ilustres vinculados a esa etapa de
consolidación (1953-1969), que en la década de los 70’s
comenzó a tener un boom impresionante, hasta copar la
práctica psicológica actual con un sinnúmero de variantes y
tecnologías (Alcazar, Olivares y Sánchez, 1999), muchas de
ellas sitémicamente orientadas (Bornas y Noguera, 2002).
Cuadro 1. Clasificación de las técnicas de ingeniería conductual

Reforzamiento Control de estímulos Tiempo-fuera


Técnicas de positivo Extinción Inundación
exposición Reforzamiento Castigo positivo Intención
en vivo negativo Castigo negativo paradójica
Moldeamiento Terapia aversiva
Encadenamiento
Imitación
(modelamiento)
Reforzamiento Inoculación del estrés Imaginación
Técnicas de encubierto Desensibilización emotiva
exposición Modelamiento sistemática Implosión
en fantasía encubierto Recondicionamiento Visualización
Aserción encubierta orgásmico
Sensibilización
encubierta
Entrenamiento en relajación Manejo de la ira
autógena Asertividad y habilidades
Técnicas de Autocontrol sociales
autorregulación Biorretroalimentación Sustitución de la agresión
Hipnosis despierta Salud proactiva
Manejo contingencial Detención del pensamiento
Manejo de la ansiedad Reacción de competencia
Terapia racional emotiva Terapia analítica-funcional
Técnicas Terapia cognitiva de la depresión Ciencia personal
racionales Terapia de resolución de Clarificación de valores
conflictos Biblioterapia
Terapia conductual sistémica Entrenamiento autoinstruccional
Terapia de aceptación y Terapia conductual sistémica
compromiso
Terapia dialéctica conductual
Otros Terapia paradigmática Paquetes de contingencia
procedimientos Análisis contingencial Contrato conductual
globales y Terapia multimodal Procedimientos suplementarios:
auxiliares Entrenamiento conductual eficaz Instigación,desvanecimiento, etc.
Terapia cognitivo-interpersonal
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Recientes investigaciones auspiciadas por la American


Psychological Association (APA) han tenido el concluyente
resultado de apoyar las terapias cognitivo-conductuales como
los tratamientos empíricamente demostrables más efectivos
para solucionar un número mayoritario de problemas
psicológicos (Pérez-Alvarez y Fernández, 2001). Y además de
ello, hay numerosas formas y tendencias nuevas de terapia de
conducta. Algunas de ellas, por ejemplo, son el análisis
contingencial (véase Díaz-González, 2002), la terapia de
aceptación y compromiso, la terapia analítica-funcional, la
terapia paradigmática de Staats, la terapia cognitivo-estructural
de Guidano, etc. (Santacreu y Frojan, 2002).

Terapia conductual y psicopatología


A comparación de otros tópicos, anteriormente la
psicopatología era un área poco abordada por la acepción
clínica de la ingeniería de la conducta. Al respecto, Caballo,
Buela-Casal y Carrobles (1995) hacen una revisión de las
opciones conductuales de tratamiento para los trastornos por
ansiedad, disociativos, somatoformes, de control de impulsos,
de estados de ánimo, esquizofrenia, demencia, de alimentación
y de personalidad, mostrando que hoy las aplicaciones son
múltiples.

Psicología de la salud y medicina conductual

La psicología de la salud también se ha visto beneficiada


por la concepción clínica comportamental, a través no sólo de
la aplicación de los principios de modificación de conducta a
los estilos de vida cotidianos (conductas instrumentales de
prevención, locus de control, investigación de patrones
nocivos de personalidad y educación para la salud), sino
mediante la conformación de interdisciplinas como la
medicina conductual, la farmacología conductual y la
psiconeuroinmunología. Estas integran los avances de la
144 William Montgomery

ciencia biomédica y del análisis experimental del


comportamiento (condicionamiento del sistema nervioso,
biorretroalimentación, efecto placebo), para aplicarlos al
tratamiento de enfermedades o trastornos antes llamados
“psicosomáticos”, infecciosos e incluso cancerígenos (Perez y
Martinez, 1988; Bayes, 1988; Ardila, 2002).

APLICACIONES AL ÁMBITO EDUCATIVO

La educación es un proceso por el cual se transmite


información a través de la relación enseñanza-aprendizaje por
medios didácticos, entre un enseñante y un aprendiz. Este es el
contexto por naturaleza de la ingeniería conductual, pues en
esencia ésta trata de identificar principios de aprendizaje y
desarrollo humanos, en este caso con el fin de aplicarlos a la
actividad educativa (véase una discusión al respecto en Severa
Barceló, 2003). Se han identificado algunas fallas en la
educación tradicional, tales como la ausencia de
reforzamiento, el lapso excesivo entre las respuestas y los
refuerzos, la ausencia de incentivos en serie, por partes y
aproximaciones sucesivas, ambientes verticalistas o
indiferentes, la conducta dominada por estimulación aversiva
(crítica, ridículo, incompetencia, etc.) y otras. La propuesta
conductual aquí pasa por tres niveles: 1) una tecnología
educativa, 2) sistemas de instrucción eficientes, y 3)
asesoramiento a los maestros en su dirección y manejo de
clase.
La tecnología educativa
Es un puente entre la educación y la técnica, ya que
combina recursos humanos y materiales con alto grado de
organización. Sus características son:
a) el enfoque de sistemas, donde el número variado de
actividades que lo componen son interdependientes una de
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otra, y esta relación previamente determinada conforma un


proceso total dirigido a un meta (figura 1);
b) el uso de ayudas de aprendizaje, que comprende por
un lado la división de las materias en módulos, unidades y
secciones; por otro lado el uso de taxonomías que definen los
tipos de aprendizaje y los métodos más adecuados para cada
uno; y además la articulación en metas, objetivos y análisis de
tareas para operativizar la acción práctica (ver Montgomery,
1999);
c) el uso de ayudas de enseñanza, útil para la
transmisión didáctica (aparatos audiovisuales diversos) de
acuerdo al tipo de mensaje, las condiciones del equipo y su
empleo;
d) la evaluación sistemática y ordenada de los
repertorios del alumno en diversos momentos, del proceso
metodológico (planificación, obtención y procesamiento de
datos, comunicación), y de los componentes del programa
(medios, personal, etc.), así como del ambiente utilizado.
Finalmente,
e) la evaluación diagnosticativa, sumativa y formativa,
la primera necesaria para planificar/organizar el proceso
tecnológico, y las dos posteriores para retroalimentarlo.

Objetivos Instrumentos Estrategia de


específicos de evaluación enseñanza

Análisis del Metas de Repertorios


proceso educativo la enseñanza precurrentes

Evaluación Implementación Selección


formativa de materiales de medios
y sumativa

Figura 1. Enfoque de sistemas en la tecnología educativa.


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Sistemas de instrucción
Paralelamente a la tecnología educativa se han
desarrollado métodos específicos de enseñanza que intentan
superar a los métodos tradicionales. Uno de ellos es la
instrucción programada (Skinner, 1969/1983), en la cual la
materia enseñada se desmenuza en pasos y se secuencia para
que cada uno se apoye deliberadamente en el anterior.
Presenta en orden de menor a mayor dificultad series de
cuadros con afirmaciones incompletas para llenar. Cada
individuo lleva su propia velocidad y es reforzado
inmediatamente tras cada paso, revelando la respuesta
correcta. Otro método es el llamado sistema de instrucción
personalizada (Keller, 1968/1983), que fracciona un curso en
pequeñas unidades (20-30), una para cada semana con su
propio objetivo, guía de estudio, texto básico y bibliografía,
bitácora de avance personal, ejercicios de autoafianzamiento y
criterios de evaluación. También aquí cada sujeto estudia a su
propia velocidad cuando y donde quiera, y si cree haber
cubierto los criterios de autoevaluación pide examen de
unidad. Se nombra monitores a cargo de cada diez alumnos.
Por último, está la enseñanza de precisión (Backoff, 1985),
más apto para niños, que supone una medición continua de qué
se aprende, cuánto y en qué tiempo/velocidad. Se registran los
resultados del avance en una gráfica denominada “de seis
ciclos” en papel milimetrado que, con base en una escala de
razón, muestra una respuesta en mil minutos y mil respuestas
en un minuto.

Dirección y manejo de clase

Asesora en el empleo del control en el ambiente escolar,


tanto dentro del aula como en el patio o gabinete del profesor
o del psicólogo. Se trata de aplicar correctamente los
principios de modificación de conducta por igual a las
actitudes del maestro y a las respuestas de aprovechamiento
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académico del alumno (atención, cumplimiento, disciplina,


exploración, sensibilidad social, dominio y realización), amén
de las interacciones en clase (Walker y Shea, 1984/1987).
Tales principios, lo mismo que la metodología de
evaluación y programación, se concretan también en el
tratamiento de problemas de aprendizaje y del retardo en el
desarrollo incluyendo técnicas de modelamiento, ensayo
conductual, retroalimentación y sobreejecución. Los cuadros 2
y 3 muestran esas aplicaciones programáticas (Valett,
1968/1981; Ribes, 1976).
Cuadro 2. Programas conductuales para problemas de aprendizaje.
1. Desarrollo Actividad y 4. Habilidades Uso del lenguaje y
motor grueso educación físicas, lingüísticas nivel funcional de
salud general lectura, escritura,
ortografía
2. Integración Progresos en ritmo y 5. Habilidades Entendimiento
sensomotriz coordinación conceptuales aritmético, estudios
auditivo- analíticos, bagaje
motora informativo,
desarrollo conceptual
3. Habilidades Destrezas y 6. Habilidades Desarrollo personal e
perceptivo- memoria auditivas, sociales y de interpersonal,
motoras atencionales, control autocontrol,
memoria, afectivo responsabilidad,
coordinación buena conducta
muscular fina

Cuadro 3. Programas conductuales para retardo en el desarrollo


1.Repertorios Imitación Conductas de Autocuidado
básicos generalizada atención
Seguimiento de Repertorios
instrucciones discriminativos
2. Conducta Contacto físico Afecto Hiperactividad
social Cooperación Agresión Conducta
Aproximación al Autoestimulación emocional
grupo
3. Conducta Verbal vocal Identificación verbal Intraverbal
académica Escritura de estímulos textual
Lectura Transcripción Conversación
Aritmética
148 William Montgomery

APLICACIONES AL ÁMBITO SOCIAL

El sistema de producción de cada época determina en


última instancia las contingencias y reglas que dan lugar al
surgimiento de prácticas convencionales, y por ende, de
conductas individuales y colectivas en la sociedad humana. El
análisis de dicha sociedad revela múltiples defectos que pasan
por las desigualdades en la distribución de ingresos, la
promoción de la violencia, el desempleo y subempleo, las
condiciones de miseria y hambruna, la educación basada en el
castigo y en el reforzamiento negativo, los déficits
estructurales, los mitos de la ideología consumista, etc. (véase
también al respecto Bandura y Ribes, 1980).
La ingeniería social actúa en relación a tres grandes
rubros de solución respecto a tales defectos: dos “remediales”
de la sociedad y una propiciadora de su cambio radical.

Las soluciones “remediales”

Procuran paliar los efectos de los males de la sociedad


moderna sin cambiar el sistema. Por un lado activando
programas de conducta prosocial, y por otro programas de
salud comunitaria. Los programas prosociales despliegan
estrategias de análisis e intervención sobre el ejercicio
antisocial, definido como actos contra el entorno y actividades
infractoras de normas sociales (ataques, huídas de casa, robos,
exhibiciones obscenas, etc.). Por ejemplo, la agresión se
conceptúa como una topografía que causa daño
físico/psicológico y atenta contra los derechos ajenos, siendo
activada por excesos de castigo, efectos frustrantes, la
imitación de modelos o el logro de recompensas inmediatas.
Un análisis funcional de la conducta antisocial indicaría lo
señalado por el cuadro 4.
En base al análisis específico de cada caso se postulan
soluciones a partir del concepto de conducta prosocial, que
connota el ejercicio positivo de interacciones con motivación
Ingeniería 149

altruista. Uno de los programas más exitosos para solventar


este aspecto es el de aprendizaje estructurado (Goldstein y
Keller, 1987/1991), que es un método de tratamiento de los
diversos componentes implicados en ciertos tipos de
comportamiento antisocial (cuadro 5).

Cuadro 4. Análisis tridimensional de factores en la conducta


antisocial.

EVENTOS CONDUCTA ANTISOCIAL CONSECUENCIAS


ANTECEDENTES

• Eventos • Agresión física / • Terminación de


disposicionales verbal. estimulación aversiva
(ansiedad, • Actos contra el (amedrentamiento,
irritabilidad, entorno aniquilación, etc.).
capricho, etc.) ecológico. • Autorrefuerzo
• Déficits (educativos, • Infracción de (discurso verbal
locutivos, normas sociales. reforzante).
disciplinarios, etc.) • Crímenes o • Logro de
• Situación (relaciones actividades recompensas (poder,
conflictivas, delincuenciales prestigio,
contextos de riesgo, diversas. apropiación, etc.).
hacinamiento, etc.)

Cuadro 5. Módulos de tratamiento de la conducta antisocial.

Módulo Componente antisocial


• Entrenamiento • Interpretaciones que activan la
autoinstruccional. cólera.
• Relajación autógena. • Activación afectiva elevada.
• Comunicación y negociación. • Defectos comunicacionales.
• Entrenamiento en manejo de • Manejo inadecuado de
contingencias. contingencias.
• Entrenamiento en habilidades • Déficit en habilidades
sociales. prosociales.
• Entrenamiento en valores • Déficit en valores prosociales.
prosociales, toma de decisiones,
solución de problemas.
150 William Montgomery

En cuanto a los programas de salud comunitaria, éstos se


dirigen a problemas de salud pública (morbilidad, mortandad,
epidemiología), provocados por estilos de vida inadecuados
(fumar, comer o beber en exceso, autoadministrarse
medicamentos o dietas sin consejo especializado, conducir
temerariamente, evitar el ejercicio físico, etc.) mediante
estrategias de prevención (Costa y López, 1986; Méndez, et al.
1993). Para ello se identifican carencias, y seguidamente se
realizan campañas de promoción de salud en base a diseños
cuyo conjunto de componentes incluye metas (qué se quiere),
objetivos, análisis de tareas y técnicas (cómo se hará), recursos
y población a la cual se dirigirá. Luego se hace una evaluación
del impacto (grado de eficiencia y eficacia del procedimiento)
(Fernández, 1994).

Las soluciones “radicales”

Se afirman en que el sistema “no va más”. La alternativa


se perfila como el diseño de comunidades, propuesto por
Skinner (1948/1985) en su novela utópica Walden Dos de
1948, donde describe una comunidad de población restringida,
aislada en un ambiente rural con instalaciones modernas y de
propiedad colectiva, sin líderes ni casta política. Allí se
imparte una educación manual e intelectual distribuida —igual
que el trabajo— equitativamente y basada en el refuerzo
positivo. Los mecanismos de control por los cuales se rige esa
sociedad son tributarios de la tecnología operante.
Skinner indica que la única manera de postular
soluciones globales es tratando el asunto como un experimento
social en pequeña escala, con procedimientos piloto
debidamente ensayados. Actualmente hay una comunidad real
de este tipo en Los Horcones (México), y en las ciudades se
han articulado varias comunidades de menores en situación de
riesgo (como por ejemplo la de Margarita de Juárez, en
México) que hacen efectivos estos mismos principios.
Ingeniería 151

APLICACIONES AL ÁMBITO ORGANIZACIONAL

El ámbito organizacional se distingue por ser un


ambiente de coordinación racional de actividades desplegadas
hacia un fin común explícito, con división de funciones de
trabajo y tareas de responsabilidad jerarquizadas. En esta área,
la ingeniería del comportamiento ayuda al establecimiento de
contingencias laborales productivas mediante: 1) el
asesoramiento a la dirección, 2) la definición de perfiles de
competencias, 3) las actividades de consultoría individual, 4)
motivación a los empleados, y 5) el asesoramiento en
marketing. Véanse Luthans y Kreitner (1975/1979), y López
(1989), para más detalles.

El asesoramiento a la dirección

Los gerentes y supervisores son controladores directos o


indirectos de las contingencias laborales. Por ello es
importante que cuenten con un consejo especializado en la
realización de análisis funcionales, formas de incentivar a los
subordinados, comunicarse o negociar con ellos, y tomar
decisiones. Como en todo otro rubro de conducta deben
distinguirse las respuestas (acciones específicas) de los
desempeños (conjuntos de acciones relacionadas con el
rendimiento esperado), dirigidos a obtener consecuencias en
sintonía con los fines de la empresa. El ingeniero de conducta
deberá asesorar en la identificación de respuestas y
desempeños, su medición paramétrica y la obtención de líneas
base, el análisis de secuencias individual o grupal y las formas
de intervención tecnológica efectiva.

La definición de perfiles de competencias

Son especificaciones técnicas de las tareas, el grado de


conocimientos y habilidades que supone el desempeño de
puestos en la organización por parte de los individuos que la
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componen. Requiere identificar primero las funciones que el


trabajador debe cumplir, describirlas y relacionarlas con el
resto de la estructura laboral, así como ver qué requisitos y
condiciones ambientales coabyuvan al mejor desempeño.
También puede incluir la capacitación especializada (ensayo
conductual, modelamiento, discurso didáctico, instrucción
programada, etc.) que el puesto reclama.

Consultoría individual

Consiste en facilitar relaciones humanas, por ejemplo


entrenando repertorios de habilidades sociales, comunicación
y negociación, etc.; en los trabajadores que así lo requieran.
Igualmente puede comprender trabajo de tipo clínico, tratando
problemas emocionales o facilitando el ajuste personal a las
variables ecológicas o laborales (actitudes hacia el trabajo, la
organización, el consumidor u otros). Este rubro clínico es
importantísimo en la empresa, y no se ha relievado lo bastante
en las formulaciones tradicionales de la psicología
organizacional.

Motivación a los empleados

Tiene que ver con el asesoramiento a los estamentos


pertinentes de la empresa respecto a cómo potenciar al
máximo el rendimiento de los trabajadores y directivos,
proporcionándoles consecuencias reforzantes a sus acciones y
desempeños. Así, se suelen postular modalidades de
reforzamiento tales como el crecimiento personal (cursos de
superación), reconocimientos especiales (diplomas,
homenajes), pagos extra o aumentos, seguridad en el empleo
(nombramiento), respaldo a las aficiones o actividades
vocacionales (becas), construcción de ecosistemas agradables
(ambientes de trabajo limpios y bien distribuidos), ventajas
para la familia (paseos, facilidades, construcción o alquiler de
centros recreacionales).
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Asesoramiento en marketing

El conocimiento de los principios de aprendizaje sirve


de mucho para utilizarlos científicamente en los diseños y
campañas publicitarias, así como en las formas de colocación
del producto de acuerdo con los ambientes disponibles,
público consumidor y momento en el cual se comercializa. J.
B. Watson fue un pionero en estos aspectos (ver Goldstein y
Krasner, 1987/1991): a) la investigación de mercado y la
elección de objetivos para las campañas, b) el diseño
ambiental que acerca ciertos artículos de poca salida cerca de
la caja registradora, c) el endoso de productos por expertos, y
d) evocar insatisfacción en los clientes respecto a su
incapacidad para prestar cuidados a sus bebés sin el auxilio de
productos higiénicos.

CONCLUSIÓN

Conceptualmente hay poco que añadir. Los múltiples


usos de la ingeniería del comportamiento —insisto en que este
es el mejor nombre para designar la generalidad tecnológica de
la conducta en el momento actual— hablan por sí solos. Sin
embargo quedan fuera de esta corta revisión abundantes
aportaciones, especialmente a rubros como la psicología del
deporte, la psicología del trabajo y la genética conductual,
entre otros.

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