en señal de regodeo cuando el sabor del cuerpo pide, quiere, es sincero Se saborea una acción durante, antes y luego cuando, lo una vez vivido ha sido placentero y en la rutina del recuerdo que nos permite soñar retumban en mis oídos los latidos de tu corazón así, como el ritmo acompasado de un cabalgar brioso Los ósculos asidos a un fervoroso abrazo con las miradas que furtivas invitaban al descaro eran parte de una pasión de un vivir no imaginado El cruce de los brazos ahogaban las pasiones El tiempo dislocado se asentó como testigo Silentes las palabras gritaban entre sílabas las ganas que ocultas ahora se abrazaban Entonces una cálida mano hacía sin devaneos las cosas que las mentes deseaban al vuelo y los cuerpos cual sedientos llenábamos de caricias para dejar constancia que tal cual en el cielo un hombre y una mujer se amaron con esmero y fue tanto y tal el placer que de nuevo lo hicieron