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HONESTIDAD

...Un aire frio le recorría el cuerpo…


una extraña sensación de vacío se apoderaba de él…
se preguntaba a dónde se fue, el espíritu
que habitaba en aquel cuerpo tan puro, ingenuo e inmaculado…
al que con inocencia de niño admiraba,
al que con ingenua alegría solía acariciar….
Un cuerpo visto ahora tan sucio y roído…
que provoca una amarga tristeza con tan solo mirar…
¡A dónde te fuiste! se repetía…
y una lágrima constante le iluminaba el rostro a contraluz,
en aquella atmósfera tan oscura…
¿Acaso nunca estuviste y solo te imaginé?
¿Acaso fuiste tú, Traición, la que me engaño todo el tiempo…?
...De pronto la extraña sensación una vez más...
un aire helado lo envolvió por última vez…
y sin pensarlo dos veces,
tomó al espíritu del vestido...,
quien sorprendido,
volteo a mirarlo directamente a los ojos…
para escuchar aquellas palabras que más eran una súplica…
¡No te vayas!...
espera un poco más Honestidad…
todavía no... abandones ese cuerpo….

"El cuerpo del hombre no es un hogar, sino una posada, y esto por poco tiempo." (Séneca)

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