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A las seis de la mañana

A las seis de la mañana


A las seis de la mañana
A las seis de la mañana
Dejé que la paz gobernara
los impulsos más queridos
Dejé que las aguas aquietaran
mis mórbidos deseos
Y entre un paso y otro
descansando como dormido
veo que agitan a mi mente
emociones renovadas
las horas que, perdidas
golpearon mi alma
Dejé que la paz gobernara
los impulsos más queridos
Dejé que las aguas aquietaran
mis mórbidos deseos
Y entre un paso y otro
descansando como dormido
veo que agitan a mi mente
emociones renovadas
las horas que, perdidas
golpearon mi alma
Dejé que la paz gobernara
los impulsos más queridos
Dejé que las aguas aquietaran
mis mórbidos deseos
Y entre un paso y otro
descansando como dormido
veo que agitan a mi mente
emociones renovadas
las horas que, perdidas
golpearon mi alma
Dejé que la paz gobernara
los impulsos más queridos
Dejé que las aguas aquietaran
mis mórbidos deseos
Y entre un paso y otro
descansando como dormido
veo que agitan a mi mente
emociones renovadas
las horas que, perdidas
golpearon mi alma
Pero al igual, a la noche
que una vez llegada
danza con sus luces
muestra su luna enamorada
viene luego el sol
lo hace una mañana
a las seis, siendo madrugada
y revitaliza mi vida
los sueños con la amada
Ahora lleno de esperanzas
con deseos muy frescos
con las ganas despertadas
Bailo mis inocencias
descaro mis bien pensadas
ideas, deseos, idas y vueltas
Despertares caprichosos
res represados, sostenidos
que sacuden todos, mi mente
hasta que tú, vida, estés presente
Samuel Akinin
Mirando al futuro
a través de tus ojos
Samuel Akinin

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