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Aorta y arterias viscerales


Vicente Martínez de Vega, Manuel Recio Rodríguez
Clínica del Rosario. Madrid
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INTRODUCCIÓN ción de la presencia de calcio en la pared vascular, apor-


tando la teórica ventaja de poder obtener información
La angiografía convencional ha sido considerada clási- sobre flujo sanguíneo cuando se utilizan secuencias PC.
camente el método de elección en el diagnóstico de la La angio-RM con contraste, desde su aparición a media-
patología vascular abdominal. Sus principales ventajas dos de 1990, ha evolucionado espectacularmente con la
son su alta resolución espacial y temporal, y la posibilidad implantación de equipos con gradientes elevados que
de realizar tratamientos endovasculares. Sin embargo, permiten acortar notablemente el tiempo de explora-
tiene algunos inconvenientes: método invasivo, uso de ción, secuencias que optimizan la adquisición del espacio
contraste nefrotóxico, radiación ionizante, coste elevado K, y antenas de superficie phase array con múltiples cana-
y ausencia de información de tejidos paraaórticos. Por les de adquisición de datos que proporcionan elevada
estos motivos se ha potenciado el desarrollo de métodos relación señal-ruido. Las nuevas técnicas de imagen para-
diagnósticos alternativos. lela permiten acortar el tiempo de adquisición e incre-
La ecografía, la TC helicoidal y las secuencias angio- mentar la resolución espacial.
gráficas de RM sin contraste (time of flight –TOF– y phase
contrast –PC–) no consiguieron evitar la utilización de la ASPECTOS TÉCNICOS
angiografía convencional como paso previo a la cirugía.
En los últimos tiempos han aparecido dos técnicas DE LA ANGIO-RM
que están revolucionando el diagnóstico incruento de La inyección de contraste paramagnético en sangre
la patología vascular. Por un lado la angio-TC con equi- provoca un acortamiento del tiempo de relajación T1 y
pos multidetectores que tiene una gran resolución tem- un comportamiento en señal hiperintenso de la misma
poral (adquisición de la imagen en una apnea) y espa- cuando se adquieren imágenes potenciadas en T1. Una
cial, lo que permite obtener imágenes similares a las de de las claves para conseguir un buen estudio angiográfi-
la angiografía convencional con reconstrucciones MIP y co por RM es adquirir la imagen durante el primer paso
además reconstrucciones multiplanares y 3D que pro- del bolo de contraste por el territorio vascular que se
porcionan una visión «fácil» y volumétrica del árbol vas- desea estudiar, para lo que es preciso calcular el tiempo
cular. Esta técnica es capaz de responder a todas las de circulación, es decir, el tiempo que tarda en llegar el
inquietudes de los cirujanos vasculares. Sus inconve- contraste desde la zona de inyección a la arteria que
nientes principales son la radiación y el uso de contras- vamos a estudiar. El contraste es inyectado en una vena,
tes nefrotóxicos. habitualmente del brazo, y avanza hacia el corazón dere-
Por otro lado la angio-RM 3D con contraste es una téc- cho, circulación pulmonar, corazón izquierdo, aorta torá-
nica rápida con alta resolución espacial y temporal y que cica y abdominal. Este tiempo circulatorio o de retraso
combinada con otras secuencias es capaz de proporcio- varía en cada individuo, dependiendo de varios factores,
nar los mismos datos que la TC multidetectora a excep- pero especialmente de su función cardíaca. Por otro

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Figura 1. Tiempo de circulación y período óptimo de adquisición de la imagen.

lado, es importante adquirir la secuencia en un tiempo lo ción por estructuras venosas. Por esta razón es recomen-
suficientemente corto para evitar que exista contraste de dable utilizar alguno de los siguientes métodos:
retorno en las venas, lo que limitaría en cierta medida la
valoración de las arterias (fig. 1). — Test de bolo. Adquisición de una secuencia de imáge-
Así pues, uno de los primeros y principales problemas nes EG 2D en una localización concreta, donde se
que se plantea al realizar un estudio angio-RM es sincro- encuentre un vaso de interés, durante 40-60 segundos
nizar la adquisición de la imagen con la llegada del bolo tras inyectar 2 ml de contraste. Cada imagen del test
de contraste, para lo cual existen diversos métodos. tiene un tiempo de adquisición aproximado de un
Realizar el cálculo «a ojo» tiene claros inconvenientes, segundo.
pues el tiempo de llegada del contraste varía en cada — Detección automática del bolo. Este método consiste en
individuo dependiendo de la función cardíaca. Cuando colocar un pulso o tracker que monitoriza continua-
la sincronización no es correcta y se adquiere la imagen mente la señal dentro de un vaso, habitualmente en
precozmente, antes de la máxima concentración de con- la aorta torácica descendente distal. Cuando la señal
traste dentro del vaso, aparecerá un artefacto de imagen se eleva con la llegada del contraste por encima de un
denominado «artefacto en anillo» (fig. 2). Cuando la nivel de ventana predefinido, la secuencia 3D se dis-
adquisición de la imagen es tardía, existirá contamina- para automáticamente. Su principal inconveniente es
el movimiento del paciente que puede hacer que el
tracker se sitúe fuera del vaso y no se detecte la llegada
del bolo de contraste.
— Método fluoroscópico. Consiste en la adquisición de imá-
genes en tiempo real sobre aorta en plano sagital o
coronal con secuencia ultrarrápida EG 2D. Cuando el
contraste alcanza la zona de interés, el operador lanza
la secuencia 3D.
— Secuencias 3D ultracortas (time resolved). Método basa-
do en la adquisición continua de secuencias 3D de
muy corta duración (3 a 10 segundos). Estas técnicas
requieren software muy especializado y se basan en la
utilización de nuevas estrategias de adquisición del
espacio K. No precisan calcular el tiempo de circula-
ción, pues una o varias de las adquisiciones 3D con-
tienen una fase arterial (fig. 3).

Angio-RM y espacio K
Del espacio K (los datos crudos adquiridos por la
secuencia de pulsos) interesa ahora conocer que son sus
valores centrales en los que básicamente reside la infor-
mación sobre el contraste de la imagen final, mientras
que en la periferia se obtiene la información sobre la niti-
dez de la imagen. Por este motivo las secuencias utiliza-
Figura 2. Artefacto en «anillo» debido a adquisición precoz de la imagen por sin- das en angio-RM adquieren al principio la porción cen-
cronización incorrecta de la llegada de contraste. tral del espacio K.

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Figura 3. Secuencia angio-RM ultrarrápida time-resolved (TRICKS). Adquisición de 11 fases, con resolución temporal de 3 segundos tras administrar dosis de contraste
estándar (0,1 mmol/kg).

Parámetros relacionados Contraste y calidad de imagen


con la secuencia Resulta obvio que a mayor dosis de contraste inyectado
— Tiempo de eco (TE): suficientemente corto para evitar se consigue un mayor acortamiento del tiempo de relaja-
artefactos de fase (< 3 mseg). Cuanto más corto, más ción T1 de la sangre y, por lo tanto, una mayor hiperse-
se puede reducir el TR y habrá menos artefactos de ñal de las estructuras vasculares (mayor relación señal/
flujo y susceptibilidad. ruido). No obstante, por razones de coste-eficacia, lo
— Tiempo de repetición (TR): cuanto más corto, menor recomendable es utilizar la menor dosis de contraste que
tiempo de adquisición pero también menor relación asegure la consecución de una buena exploración angio-
señal/ruido. gráfica.
— Ángulo de nutación o flip angle (FA): entre 20-60º es Cuando se utilizan secuencias con adquisición conven-
aceptable. De forma rutinaria se utilizan 45º. Cuando cional e incluso central del espacio K, es recomendable
se emplean TR muy bajos (< 5 mseg) es mejor utilizar emplear doble dosis, es decir 0,2 mmol/kg de peso. En
ángulos más bajos (20-30º). cambio, con las nuevas secuencias de adquisición elíptica
— Ancho de banda (BW): un BW ancho permite acortar del espacio K o con secuencias ultrarrápidas time resolved
el TR y TE para adquirir imágenes con mayor rapi- se tiende a reducir la dosis de contraste, pues es más fácil
dez, pero a expensas de una reducción en señal/ capturar el primer paso de contraste. En el caso de estu-
ruido. Habitualmente se utiliza un BW de 32 KHz dios de aorta y miembros inferiores con movimiento de
para mantener el TE < 2,5 mseg. Utilizando antenas mesa se precisa inyectar más cantidad de contraste (hasta
multicanal es posible utilizar BW mayores. 40 ml).
— Resolución espacial: matriz y campo de visión (FOV). Otro aspecto importante es la velocidad de la inyec-
Reducir la matriz, reduciendo los pasos de codifica- ción. Cuanta mayor rapidez en la inyección del bolo de
ción en fase, reduce el tiempo de adquisición de la contraste, mayor concentración del mismo y consecuen-
imagen. El sacrificio de resolución espacial puede ser temente señal vascular más alta. Sin embargo, hay que
compensado utilizando un FOV asimétrico rectangu- tener en cuenta que debe existir suficiente contraste den-
lar. En adquisiciones coronales, el FOV rectangular tro del vaso durante todo el tiempo que dure la adquisi-
puede causar efectos de doblado (wraparound). ción, pues una disminución importante de la señal den-
— Número de excitaciones (NEX) parcial: no se realiza la tro del vaso durante la adquisición de la imagen, pro-
transformada de Fourier a todo el bloque 3D. duciría artefactos y degradación de la exploración.
— Interpolación (Zero-Filling, ZIP): técnica de interpola- Habitualmente la velocidad de la inyección para el estu-
ción que se realiza expandiendo el espacio K con dio de la aorta abdominal es de 2 a 3 ml/seg, aunque en
ceros en su periferia, antes de realizar la transforma- estudios de aorta y miembros inferiores con movimiento
da de Fourier para reconstruir la imagen. Es posible de mesa, la velocidad de inyección es menor.
hacer interpolación en matriz y en corte: La perfusión de suero salino tras la administración de
• En matriz. Si la matriz es 128, la interpolación puede contraste tiene doble función. Por un lado asegura la
ser utilizada para reconstruir píxeles intermedios y administración de toda la dosis de contraste lavando la
así la imagen es reconstruida con 256 píxeles. vía desde la jeringa hasta el paciente, y por otro lado
• En corte. Si se realiza interpolación en la dirección ayuda a empujar el bolo de contraste desde la vena al
del corte, se dobla el número de cortes y el resulta- corazón haciendo que el bolo avance más concentrado.
do final es una mejor calidad en las reconstruccio- Aunque la inyección de contraste puede aplicarse de
nes MIP en planos oblicuos y menos errores de forma manual, es recomendable la utilización de un
volumen parcial. inyector RM-compatible, ya que permite ejercer un con-

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Figura 4. Anatomía normal de la aorta abdominal. Reconstrucción MIP. Tronco Figura 5. Aneurisma fusiforme de la aorta abdominal. Reconstrucción MIP.
celíaco (1), arterias hepática común (2), gástrica izquierda (3), esplénica (4), Extensión desde por debajo de las arterias renales a la bifurcación aórtica.
mesentérica superior (5), renal (6) y mesentérica inferior (7).

trol más fino sobre los parámetros de la inyección, como me de Ehlers-Danlos), arteriosclerosis, hipertensión arte-
son la velocidad y duración. rial, tabaquismo, hipercolesterolemia, traumatismo y vas-
culitis.
APLICACIONES CLÍNICAS El ritmo de crecimiento anual de los aneurismas de 3-
6 cm es de 0,39 cm por año y en los mayores de 6 cm es
DE LA ANGIO-RM de 0,5 cm cada 6 meses.
La presentación clínica puede ser dolor abdominal
Aorta abdominal (37 %), asintomática (30 %) o masa abdominal (26 %).
La aorta abdominal corresponde al segmento de la aorta La principal complicación es la rotura (5-7 cm = 25 %,
comprendido entre el hiato aórtico diafragmático y la 7-10 cm = 50 %). Otras complicaciones son oclusión,
bifurcación de la aorta en las dos arterias ilíacas comunes embolismo periférico e infección.
a la altura del cuerpo vertebral L4 (fig. 4). Las ramas de la Existen diferentes tipos de aneurismas de aorta abdo-
aorta abdominal se clasifican clásicamente en tres grupos: minal:

— Ramas dorsales pares: arterias lumbares (I- IV) que con- — Aneurismas arterioscleróticos. Constituyen el 90 % de los
servan carácter segmentario, arteria sacra media y aneurismas de aorta abdominal y son más frecuentes
arteria lumbar inferior (V) que nace de la anterior. en varones mayores de 75 años. La mayoría presentan
— Ramas laterales pares: arterias frénicas inferiores, arte- una morfología fusiforme (fig. 5). Su localización es
rias suprarrenales medias, arterias renales y arterias infrarrenal (90 %), con extensión a arterias ilíacas
ováricas-espermáticas. (30 %). En un 29 % de los casos existe asociación con
— Ramas ventrales impares: tronco celíaco, arteria mesen- aneurisma de aorta torácico. Se recomienda trata-
térica superior y arteria mesentérica inferior. miento (cirugía abierta o prótesis endovascular)
— Ramas terminales: arterias ilíacas comunes. cuando son mayores de 5 cm debido a su alto riesgo
de rotura.
Aneurisma de aorta abdominal (AAA) — Aneurismas inflamatorios. Muestran engrosamiento de
La anomalía se presenta cuando el diámetro es mayor la pared aórtica, fibrosis retroperitoneal rodeando la
de 3 cm y su prevalencia es del 2-6 % en autopsias. aorta, y adherencias y atrapamiento de estructuras
Afecta con mayor frecuencia a varones (relación 5/1) vecinas, especialmente de uréteres. Constituyen el
mayores de 60 años. Entre los factores de riesgo destacan 5 % de los AAA y su riesgo de rotura es menor que el
predisposición genética (enfermedad de Marfan, síndro- de los aneurismas arterioscleróticos.

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A B

Figura 6. Aneurisma micótico de aorta torácica descendente, secundario a perforación esofágica por espina de pescado. A: reconstrucción MIP. Aneurisma con morfología
sacular excéntrica (flecha). B: reconstrucción coronal. Aneurisma (flecha) y tejido inflamatorio periaórtico (cabezas de flecha).(Cortesía del Dr. F. Tardáguila. Vigo.)

— Aneurismas micóticos. Representan el 2 % de los AAA y


son más frecuentes en pacientes inmunodeprimidos o potenciadas en T1 o T2 (fig. 7), o mejor realizar
con endocarditis bacteriana. Los gérmenes mayorita- estudio T1 poscontraste que permite detectar cap-
riamente involucrados son Staphylococcus aureus y tación de contraste en tejido periaórtico presente
Salmonella. De morfología sacular excéntrica en la en aneurismas inflamatorios y micóticos.
pared de la aorta (fig. 6), su crecimiento es rápido y Ante aneurismas de gran tamaño con flujo lento
pueden producir osteomielitis en vértebras adyacentes. en su interior, es recomendable realizar dos adquisi-
ciones consecutivas con el fin de optimizar la visua-
lización de las arterias renales durante la primera
Datos importantes en la evaluación por imagen fase, y de las arterias ilíacas en la fase arterial tardía.
de los AAA:

— Morfología y localización.
— Diámetro máximo y extensión craneocaudal. Disección de la aorta abdominal
— Relación con arterias renales e ilíacas. La disección de la aorta se produce por una rotura de
— Presencia de arterias renales accesorias. la íntima que permite el paso de sangre a un espacio lla-
— Localización y diámetro del cuello del aneurisma. mado luz falsa, localizado entre la íntima y la media del
— Presencia de trombo mural. vaso. Pueden existir uno o varios puntos de comunica-
— Pared y espacio periaórtico. ción entre la luz verdadera y la luz falsa (reentradas).
— Presencia de enfermedad oclusiva arterial afec- La mayoría de los casos de disección de aorta abdomi-
tando a arterias renales, mesentéricas o ilíacas. nal se originan en la aorta torácica, mientras que la disec-
ción que afecta exclusivamente a la aorta abdominal o
La secuencia angiográfica 3D con contraste per- arterias ilíacas está relacionada con cateterización arte-
mite valorar la luz vascular. Para estudiar las estruc- rial, cirugía o traumatismo.
turas periaórticas es necesario añadir secuencias El 30 % se acompañan de oclusión con isquemia de algu-
na rama visceral: riñón (8 %), hígado o intestino (5 %),

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A B

Figura 7. Aneurisma de la aorta abdominal infrarrenal. A: reconstrucción MIP.


Valoración de la luz vascular que tiene un calibre normal. Úlcera penetrante en
inicio de aorta abdominal (flecha). B: corte axial FSE T2. Valoración del trombo
mural (asterisco) y tejidos periaórticos. Luz vascular (cabeza de flecha).

médula (3 %) y extremidades (24 %). La isquemia puede frecuente en aorta infrarrenal (síndrome de Leriche) y
estar provocada por oclusión completa o parcial del ostium, generalmente es causada por trombosis asociada a arte-
por compresión de la luz verdadera motivada por la presen- riosclerosis severa. Habitualmente es un proceso crónico
cia de una luz falsa muy dilatada, o bien por reducción de la que permite el desarrollo de arterias colaterales: arcada
perfusión arterial debida a ramas que salen de una luz falsa pancreático-duodenal (tronco celíaco a mesentérica supe-
con poco flujo por falta de reentradas. Además, el flap de la rior), arcada de Riolano (mesentérica superior a mesenté-
íntima puede ocluir directamente la salida de alguna rama.

En los casos de disección de aorta abdominal se


visualizan dos luces separadas por una imagen
lineal hipointensa que corresponde a la íntima
desplazada (fig. 8).
Datos importantes en la evaluación por imagen
de la disección de aorta abdominal:

— Presencia de disección identificando luz verda-


dera y luz falsa.
— Afectación de la aorta torácica.
— Extensión de la disección a arterias ilíacas o
femorales.
— Origen de las arterias viscerales de la luz ver-
dadera o falsa (fig. 9).
— Reducción de la perfusión de arterias viscerales.
— Localización de puntos de reentrada.
— Dirección de flujo y diferencias en velocidad
de flujo utilizando secuencias PC.

Estenosis u oclusión
de la aorta abdominal
Figura 8. Disección de aorta abdominal. Reconstrucción subvolumen MIP. Íntima
La causa más frecuente de estenosis de aorta abdominal desplazada (cabeza de flecha), separando luz verdadera (asterisco) de luz falsa
es la arteriosclerosis (fig. 10). La oclusión completa es más (doble asterisco). Las ramas viscerales se originan en la luz verdadera.

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A B

Figura 9. Disección de aorta. Reconstrucción axial. Íntima desplazada, separando luz verdadera (asterisco) de luz falsa (doble asterisco). A: salida del tronco celíaco (fle-
cha) de la luz falsa con interrupción de la íntima a este nivel (cabeza de flecha), que corresponde a un punto de reentrada. B: plano más inferior. Salida de arteria
mesentérica superior y arteria renal derecha (flechas) de la luz verdadera.

rica inferior), marginal de Drummond (mesentérica supe- Arterias esplácnicas


rior a mesentérica inferior) y colaterales iliolumbares (lum-
bares a ramas de ilíacas internas). La presentación clínica El tracto gastrointestinal está irrigado fundamental-
habitual es debilidad de extremidades inferiores sin clau- mente por el tronco celíaco, la arteria mesentérica supe-
dicación, atrofia muscular, ausencia de pulsos e impotencia rior y la arteria mesentérica inferior.
de origen vascular. El tronco celíaco se origina de la aorta a la altura del
La oclusión aguda de la aorta está causada por embo- cuerpo vertebral D12 y se divide en arteria gástrica
lismo en un 50 % de los casos y tiene una mortalidad izquierda, arteria hepática común y arteria esplénica.
mayor del 50 %. Otras causas más raras son disección, La arteria hepática común se bifurca en arteria gastro-
arteritis de Takayasu (fig. 11) y neurofibromatosis. duodenal y arteria hepática propia, que a su vez se di-
Tratamiento: bypass (aortobiilíaco, aortobifemoral o vide antes de alcanzar la cara inferior del hígado en
axilofemoral). arteria hepática derecha y arteria hepática izquierda
(fig. 12).
En caso de oclusión crónica, se observa obstruc- La arteria mesentérica superior (AMS) es una rama de la
ción de la aorta infrarrenal con presencia de flujo aorta abdominal que nace 1,5 cm inferior al origen del
colateral y revascularización distal. tronco celíaco, a la altura del cuerpo vertebral L1 (fig.
Ante una oclusión aguda, puede existir un 13). Las ramas de la AMS son:
defecto de repleción o signo del menisco que indi-
que la presencia de un émbolo. No existe flujo
colateral.

A B

Figura 11. Arteritis de Takayasu. Obstrucción de aorta abdominal y desarrollo de


Figura 10. Estenosis arteriosclerótica en aorta infrarrenal. Reconstrucciones MIP. colaterales: arteria mesentérica inferior y arterias lumbares (flechas). Aneurismas
A: visión anterior. B: visión lateral. en arterias renales (cabezas de flecha).

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Figura 12. Anatomía del tronco celíaco. Subvolumen MIP. Tronco celíaco (1), Figura 14. Anatomía de la arteria mesentérica inferior. Subvolumen MIP. Arterias
arterias hepática común (2), hepática propia (3), hepática izquierda (4), hepáti- mesentérica inferior (1), cólica izquierda (2), sigmoideas (3) y hemorroidal supe-
ca derecha (5), gastroduodenal (6), gástrica izquierda (7) y esplénica (8). rior (4).

— Pancreaticoduodenales inferiores que se anastomo- La arteria mesentérica inferior (AMI) se origina de la aorta
san con las pancreaticoduodenales superiores, ramas a la altura de los cuerpos vertebrales L3 o L4 (fig. 14).
de la arteria gastroduodenal. Presenta las siguientes ramas:
— Yeyunales (de 4 a 6 ramas).
— Ileales (de 8 a 10 ramas). — Cólica izquierda, que irriga el colon izquierdo.
— Ileocólica, cuyas ramas terminales son las cecal ante- — Sigmoideas (de 1 a 3 ramas), que se anastomosan
rior y posterior y la apendicular. entre sí formando arcos arteriales.
— Cólica derecha, que irriga el colon derecho y se anas- — Hemorroidal superior, rama terminal de la AMI que
tomosa con las ileocólica y cólica media. se divide en dos o tres pequeñas arterias rectosigmoi-
— Media, que irriga el colon transverso. deas.

Figura 13. Anatomía de la arteria mesentérica superior. Subvolumen MIP. Ar- Figura 15. Variante III de Michels. Origen de la arteria hepática derecha (cabeza
terias mesentérica superior (1), yeyunales (2), ileales (3), ileocólica (4), arcada de flecha) de la arteria mesentérica superior (flecha). Arteria hepática izquierda
pancreático-duodenal (5) y arcada de Riolano (6). (asterisco) originada en el tronco celíaco.

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Tabla 1. Clasificación de Michels

Tipo Descripción Porcentaje

I Anatomía estándar: el tronco celíaco se divide en arterias hepática común, gástrica izquierda y esplénica. La 55
arteria hepática propia nace de la hepática común y se divide en hepática derecha e izquierda
II Origen de la a. hepática izquierda de la a. gástrica izquierda 10
III Origen de la a. hepática derecha de la a. mesentérica superior 11
IV Origen de la a. hepática izquierda de la a. gástrica izquierda y origen de la a. hepática derecha de la a. 1
mesentérica superior
V Origen de la a. hepática izquierda accesoria de la a. gástrica izquierda 8
VI Origen de la a. hepática derecha accesoria de la a. mesentérica superior 6
VII Arterias hepáticas derecha e izquierda accesorias 1
VIII Origen de la a. hepática derecha, de la a. mesentérica superior con a. hepática izquierda accesoria, u origen de 2
la a. hepática izquierda o la a. gástrica izquierda con a. hepática derecha accesoria
IX El tronco hepático común se origina de la a. mesentérica superior 4,5
X El tronco hepático común se origina de la a. gástrica izquierda 0,5

En el denominado grupo XI se incluye cualquier variante anatómica no descrita por Michels como: tronco común celiacomesentérico (fig. 17), origen de la arteria
hepática común directamente de la aorta, duplicidad de la arteria hepática, etc.

Existen numerosas variaciones de la anatomía normal La sintomatología característica es de angina abdomi-


descrita. En 1955, Michels describió variaciones anató- nal (dolor abdominal posprandial crónico, rechazo de
micas del flujo arterial hepático basándose en el resulta- alimentos, pérdida de peso, náuseas y diarrea).
do de 200 disecciones de cadáveres (tabla 1 y figs. 15 y El tratamiento de elección es quirúrgico (tromboendar-
16). terectomía transaórtica, bypass aortomesentérico, reim-
plantación mesentérica en aorta distal o en arterias ilía-
Isquemia mesentérica crónica cas). La terapia percutánea implica complicaciones por el
cateterismo (más del 30 %) y aporta un resultado de éxito
Esta anomalía se establece cuando el flujo sanguíneo variable (30-90 %). Representa una alternativa de la ciru-
para el intestino resulta insuficiente en período de alta gía en pacientes con alto riesgo de complicaciones.
demanda metabólica (posprandial).
En el 95 % de los casos la etiología es arterioscleróti-
ca. La arteriosclerosis de ramas mesentéricas es relativa- Estenosis grave (mayor del 50 %) u oclusión de al
mente frecuente, a diferencia de la isquemia mesenté- menos dos de las tres ramas esplácnicas principales
rica crónica que es infrecuente. El 60 % de los pacien- (fig. 18). Colateralidad con prominentes arcadas
tes ≥ 80 años presentan estenosis significativas de las gastroduodenales o conexiones entre arteria me-
arterias mesentéricas.

Figura 16. Variante IV de Michels. Origen de arteria hepática izquierda (cabeza Figura 17. Variante XI de Michels. Tronco común celíaco mesentérico (flecha).
de flecha) de arteria gástrica izquierda (flecha) y origen de arteria hepática dere-
cha (doble cabeza de flecha) de arteria mesentérica superior (doble flecha).

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A B

Figura 18. Isquemia mesentérica crónica. Estenosis severa de las arterias mesen- Figura 19. Invasión tumoral de tronco celíaco y arteria mesentérica superior por
térica superior (flecha) y mesentérica inferior (cabeza de flecha). carcinoma de cabeza de páncreas. Estenosis e irregularidad en la pared de la luz
vascular. Subvolúmenes MIP con visión anterior (A) y lateral (B).

sentérica superior y arteria mesentérica inferior por ñado de dilatación de asas intestinales que mues-
la arcada de Riolano o la arcada marginal de tran pared engrosada sin realce de contraste. En
Drummond. Cuando las tres arterias están afecta- los casos de trombosis venosa se aprecia defecto
das, la circulación colateral se establece por las arte- de llenado en la vena mesentérica superior con
rias frénicas, lumbares o vasos pélvicos. engrosamiento de la pared y marcado realce de la
misma por edema.

Isquemia mesentérica aguda Invasión vascular tumoral


Los tumores retroperitoneales, especialmente el carci-
Se establece cuando el flujo sanguíneo está tan compro- noma de páncreas, pueden invadir las arterias esplácni-
metido que resulta insuficiente en períodos de relativa baja cas y el sistema venoso portal produciendo estenosis e
demanda metabólica, produciendo necrosis intestinal. incluso oclusión. Las masas de la cabeza del páncreas
La sintomatología es inespecífica, considerándose pueden afectar a la arteria mesentérica superior, vena
pacientes con riesgo aquellos con dolor abdominal seve- mesentérica superior y vena porta. Las lesiones del cuer-
ro que persiste durante 2-3 horas, habiendo sido descar- po y cola del páncreas invaden la arteria esplénica.
tadas otras posibilidades como colecistitis, diverticulitis,
etcétera. La mortalidad es alta (59-93 %).
El signo característico es la irregularidad en la
El embolismo de AMS asociado a problemas cardiovas-
pared del vaso con estenosis u oclusión del mismo
culares es la principal causa de isquemia aguda (50 %).
(fig. 19).
Otras causas son: trombosis de la AMS (4-18 %), oclusión
de vena mesentérica superior (hipercoagulabilidad, trau-
ma, hipertensión portal, infección, carcinoma y anticon- Aneurismas
ceptivos orales) y disección de AMS. El tratamiento con-
Son poco frecuentes, normalmente asintomáticos y
siste en la revascularización quirúrgica o angioplastia
suelen descubrirse casualmente.
transluminal.
La localización preferente es la arteria esplénica (fig. 20)
(sobre todo en mujeres posparto, secundarios a pancreati-
Por tratarse de una urgencia médica, el diag- tis y asociados a cirrosis), seguida de la arteria hepática
nóstico se establece preferentemente con angio- (80 % extrahepática). Los aneurismas de la AMS suelen
TC o angiografía convencional, aunque también ser micóticos por su proximidad con el intestino delgado.
la angio-RM podría aportar datos similares. Los La causa principal es la arteriosclerosis, mientras que
hallazgos más habituales son oclusión arterial con otras etiologías menos frecuentes son displasia fibromus-
ausencia de contraste intravascular distal, acompa- cular, panarteritis nodosa, procesos inflamatorios, trau-
ma y enfermedades congénitas.

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La sintomatología depende de la localización y varía


desde leves molestias abdominales hasta angina abdomi-
nal o isquemia aguda. La rotura del aneurisma conlleva
una mortalidad mayor del 30 % y es más común en aneu-
rismas mayores de 2 cm.
En aneurismas mayores de 2 cm el tratamiento es qui-
rúrgico.

Dilatación arterial focal sacular o fusiforme. La


calcificación de la pared no es valorable por RM.
Valoración de trombo mural y tejido perianeu-
rismático con secuencias potenciadas en T1, T2 o
T1 poscontraste.

Angiodisplasia del colon


Enfermedad adquirida altamente relacionada con el
envejecimiento y degeneración de los vasos sanguíneos. Las
contracciones normales del colon ocasionan dilatación de
venas, vénulas y capilares y cuando esta dilatación es excesi-
va se produce una pequeña fístula arteriovenosa. En el 20 %
Figura 20. Aneurisma de la arteria esplénica (flecha).
de los casos esta anomalía se asocia a estenosis aórtica. Es
más frecuente en personas mayores de 50 años y se localiza
habitualmente en ciego y colon ascendente. Suele producir
pequeños sangrados crónicos intermitentes intestinales.
A

Acumulación de pequeños vasos en el borde


antimesentérico en fase arterial con realce precoz
de la vena ileocólica. Esta vena aparece tortuosa,
dilatada y presenta intenso realce en fase tardía.

Seudoestenosis del tronco celíaco


Está causada por la compresión extrínseca del liga-
mento mediano arcuato. El tronco celíaco se halla des-
plazado inferiormente con una impresión en su margen

C
B

Figura 21. Variantes vasculares presentes en el estudio de un donante para trasplante hepático. Subvolúmenes MIP. A: arteria segmentaria independiente (flecha) para
el segmento VI. B: vena portal segmentaria independiente (flecha) para el segmento VI. C: vena suprahepática segmentaria independiente (flecha) que drena el seg-
mento VI a vena cava en localización inferior anómala.

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Figura 22. Seudoaneurisma de arteria hepática (flecha) en un paciente con tras- Figura 24. Arteria polar inferior renal derecha (cabeza de flecha).
plante de hígado.

superior, donde el ligamento mediano arcuato une la receptor (fig. 21), así como las complicaciones vasculares
crura derecha e izquierda. La compresión varía con la res- postrasplante. Las principales complicaciones vasculares
piración aumentando en espiración. Normalmente cursa son la trombosis hepática arterial (la más frecuente),
de forma asintomática. estenosis de la arteria hepática y seudoaneurisma (fig.
22) (infrecuente, localizado en la anastomosis).
Trasplante hepático
La angio-RM 3D es especialmente útil para valorar las Arterias renales
variantes anatómicas arteriales y venosas del donante y
Las arterias renales se originan en la mayoría de los casos
a la altura del cuerpo vertebral L1 (fig. 23), y se extienden
hasta el riñón dividiéndose en arteria suprarrenal inferior,
rama renal anterior y posterior y ramas uretéricas. La preva-
lencia de arterias renales accesorias es del 25-35 % (fig. 24).
Existen diferentes lesiones vasculares que pueden cau-
sar hipoperfusión renal, con activación del sistema re-
nina-angiotensina-aldosterona: aneurismas, fístulas arte-
riovenosas, malformaciones, disección intimal, oclusión
tromboembólica, oclusión debida a ateromatosis progre-
siva y oclusión parcial o completa del ostium renal por flap
intimal en disección aórtica.

Estenosis de arteria renal


La enfermedad renovascular supone el 1-5 % de los
casos de hipertensión arterial y el 5-15 % de los pacien-
tes con insuficiencia renal que entran en diálisis cada
año.
La mayoría de las estenosis renales son debidas a arte-
riosclerosis (70-75 %) (fig. 25), sobre todo en pacientes
mayores. En el 30 % de los casos la afectación suele ser
bilateral y en más del 90 % envuelve la porción proximal
o el ostium de la arteria renal. La apariencia y morfología
suele ser excéntrica e irregular, con dilatación posteste-
Figura 23. Arterias renales. Anatomía normal. Subvolumen MIP. nótica.

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Otras causas de estenosis en la arteria renal son: vascu-


litis (panarteritis nodosa y enfermedad de Takayasu),
disección de la arteria renal y compresión extrínseca.
El tratamiento percutáneo, mediante angioplastias
para lesiones únicas no localizadas en el ostium y stents
para lesiones localizadas en el ostium o fallo de angio-
plastia, tiene éxito en el 80-95 % de los casos.
La revascularización quirúrgica está indicada en caso
de estenosis de arteria renal con enfermedad aórtica con-
sistente u oclusión de arteria renal.

La angio-RM 3D con contraste tiene una sensi-


bilidad y especificidad de aproximadamente el
90 %. Las secuencias PC permiten valorar la velo-
cidad y analizar las características del flujo.
La DSA (angiografía por sustracción digital) es
la técnica estándar para el diagnóstico. Además
permite obtener medidas de gradiente de presión,
muestras de renina en la vena renal y realizar tra-
tamiento percutáneo. No obstante, por su coste e
Figura 25. Estenosis arteriosclerótica grave de ambas arterias renales. Riñón
izquierdo atrófico con escasa captación de contraste. Dilatación aneurismática de
invasividad no se puede utilizar como método de
aorta infrarrenal y arterias ilíacas comunes. cribado. La angio-RM podría ser utilizada con esta
finalidad.

Trasplante renal
La segunda causa en importancia de estenosis es la dis- La angio-RM permite realizar un mapa anatómico vas-
plasia fibromuscular (15-25 %) que tiene dos presenta- cular del potencial donante. Es preciso determinar el
ciones según la capa del vaso que se afecte: número, la longitud y la localización de las arterias rena-
les, así como las diferentes variantes anatómicas, como
— Hiperplasia medial. Es la más común, afecta a pacientes duplicidad de una o varias arterias renales y arterias rena-
jóvenes y con más frecuencia a mujeres. Se localiza en les accesorias. También permite estudiar la vascularización
el tercio medio-distal de la arteria renal principal del riñón trasplantado (fig. 27) así como las complicacio-
aproximadamente en el 80 %, arterias segmentarias nes vasculares postrasplante (trombosis arterial y venosa,
en el 17 % y arterias periféricas en el 3 %. Es bilateral estenosis, fístulas arteriovenosas y seudoaneurismas).
en los dos tercios de los casos. Su aspecto morfológi-
co es arrosariado, con estenosis de márgenes lisos y
concéntricos, alternando con áreas de dilatación
Aneurismas
aneurismática (fig. 26). Afectan a menos del 1 % de la población y los factores
— Hiperplasia intimal. Es más frecuente en niños varo- de riesgo son arterioesclerosis, displasia fibromuscular,
nes, con estenosis largas tubulares, en el tercio medio panarteritis nodosa, trauma y enfermedades congénitas.
de la arteria renal. Suelen ser hallazgos casuales (fig. 28), aunque se acom-

A B

Figura 26. Displasia fibromuscular de arteria renal derecha que muestra la típica imagen arrosariada de la pared vascular (flechas). A: subvolumen MIP coronal. B: sub-
volumen MIP axial.

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Figura 28. Aneurisma de la arteria renal derecha distal (flecha). (Cortesía del Dr. J.
Benito, Salamanca.)

Malformaciones y fístulas arteriovenosas


Figura 27. Trasplante renal. Estudio angio-RM arterial. Anastomosis laterolateral
de la arteria renal del riñón trasplantado a la arteria ilíaca derecha. Estas anomalías son muy poco frecuentes. Las fístulas
suelen ser secundarias a biopsias percutáneas y las mal-
formaciones arteriovenosas tienen un origen congénito.
Pueden causar una hematuria masiva persistente,
pañan de hipertensión arterial en el 70 % de los casos. Su hipertensión arterial o fallo cardíaco, debido a grandes
riesgo de rotura es del 5 %. volumenes de shunts arteriovenosos que requieren trata-
El tratamiento es quirúrgico en los aneurismas mayores miento.
de 1,5 cm, o aneurismas de cualquier tamaño en pacien- Se tratan mediante cirugía o embolización con catéter
tes embarazadas, con hipertensión arterial, por el percutáneo, según la localización y configuración de la
aumento del riesgo de rotura. lesión.

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