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CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LOS CORAZONES UNIDOS

Es tiempo de que las familias se consagren a los Corazones Unidos y que hagan una
consagración personal a la Llama del Amor Santo. Esto será como la sangre del cordero
en el portal de sus corazones y sus hogares. Es tiempo de hacer un examen de conciencia
y buscar la reconciliación con Dios.

Oración Preparatoria: Queridos y Amorosos Corazones de Jesús y María, permitan que la Llama de
Sus Corazones consuma mi propia voluntad. Amado Salvador y Madre Bendita, acepten cada uno de
mis pensamientos, palabras y obras, en reparación de todos mis pecados y los pecados del mundo
entero. Querido Jesús, permite que Tu generosa Misericordia fluya incesantemente en cada alma.
Ayúdame, querida Madre, a encontrar el camino a la Paz de Tu Corazón, Refugio de los pecadores.
Te ruego que aceptes mis sacrificios y oraciones sin importar lo humildes que sean. Danos fe y paz a
todos. Amén.

INSTRUCCIONES PARA LA CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS


A LOS CORAZONES UNIDOS:
(Requerimientos mínimos)

1. Reúnan a la familia.
2. Lean los pasajes de la escritura.
3. Hacer el propósito de vivir conformes
a los mandamientos de Dios.
4. Rezar el Rosario.
5. Recen las tres oraciones dadas.
6. Exhiban en sus hogares las imágenes de
los Corazones Unidos y de
María, Refugio del Amor Santo.
7. Frecuentar los Sacramentos.

Pasajes de la Escritura

“Pues ahora he escogido y santificado esta Casa, para que en ella permanezca Mi Nombre para
siempre. Allí estarán Mis Ojos y Mi Corazón todos los días.” 2 Crónicas, Capítulo 7, vs. 16

“Luego tomarán la sangre y untarán las dos jambas y el dintel de las casas donde lo coman... La
sangre será vuestra señal en las casas donde moráis. Cuando Yo vea la sangre pasaré de largo
ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga exterminadora cuando Yo hiera el país de Egipto.”
*Éxodo, Capítulo 12, vs. 7 y vs. 13

CONSAGRACIÓN A LA LLAMA DEL AMOR SANTO

María, mi Madre, mi Fortaleza, Refugio del Amor Santo, santifica esta casa a través del
Amor Santo. Abre el corazón de cada uno de los que habitan aquí a la santidad. Guíanos a
través del camino del Amor Santo. Vence sobre todo mal, aún si es una fuerza
desconocida dentro de estas paredes, un hábito seductor, o algún apego voluntario que
hayamos escogido nosotros mismos. Haz de esta casa un Santuario del Amor Santo.
Amén.
Inmaculado Corazón de María, humildemente te pido que lleves mi corazón a la Llama del
Amor Santo, que es el refugio espiritual de toda la humanidad. No veas mis faltas, ni mis
fallas, más bien permite que estas iniquidades sean quemadas por esta Llama purificadora.
A través del Amor Santo, ayúdame a ser santificado en el momento presente, y al hacerlo,
darte a Ti, querida Madre, cada uno de mis pensamientos, palabras y obras. Tómame y
úsame de acuerdo a lo que te sea agradable. Permíteme ser Tu instrumento en el mundo,
todo para la mayor gloria de Dios hacia Tu victorioso Reino. Amén.
OFRECIMIENTO DE VIDA

"Mi amado Jesús, delante de las personas de la Santísima Trinidad, delante de


Nuestra Madre del Cielo y toda la corte celestial, ofrezco según las intenciones
de tu Corazón Eucarístico y las del Inmaculado Corazón de María Santísima,
toda mi vida y mientras viva, todas mis santas misas, comuniones, buenas
obras, sacrificios y sufrimientos, uniéndolos a los méritos de tu Santísima
Sangre y tu Muerte de Cruz, para adorar a la gloriosa Santísima Trinidad, para
ofrecerle reparación por nuestras ofensas, por la unión de nuestra Santa Madre
Iglesia, por nuestros sacerdotes, por buenas vocaciones sacerdotales y por todas
las almas hasta el fin del mundo. Recibe, Jesús mío, mi ofrecimiento de vida y
concédeme gracia para perseverar en el fielmente hasta el fin de mi vida.
Amén."
CONSAGRACION A LA SANGRE PRECIOSA DE JESUCRISTO

Consciente de mi nada y de tu Sublimidad, Misericordioso Salvador, me postro a Tus pies, y Te agradezco por las 
innumerables pruebas de tu Gracia que te has dignado derramar en tan ingrata criatura. En especial te doy gracias 
por haberme liberado por Tu Preciosa Sangre del poder destructivo de Satanás. En presencia de mi querida Madre 
María, mi ángel guardián, mi santo patrono y de todas las huestes celestiales, me consagro voluntariamente y de 
todo corazón, oh querido Jesús, a Tu Preciosa Sangre con la que redimiste al mundo del pecado, de la muerte y del 
infierno.  Te  prometo,  con  la  ayuda  de  Tu  gracia  y  con  todas  mis  fuerzas,  suscitar  y  promover  la  devoción  a  Tu 
Preciosa Sangre, que es el precio de nuestra redención, para que Tu adorable Sangre sea honrada y glorificada por 
todos.  De  esta  forma  quiero  reparar  mi  deslealtad  a  Tu  Preciosa  Sangre  de  amor  y  ofrecerte  satisfacción  por  las 
muchas  profanaciones  que  los  hombres  cometen  contra  el  inestimable  precio  de  su  salvación.  Que  mis  propios 
pecados, mi frialdad y todos los actos irrespetuosos que haya cometido en el pasado contra Ti, oh Sangre Santa y 
Preciosa, queden borrados. Mira, oh querido Jesús, te ofrezco el Amor, el Honor y la Adoración que tu Santísima 
Madre, Tus fieles discípulos y todos los santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre.  Te pido olvidar mi anterior falta 
de fe y frialdad y te pido que perdones  a todos los que te hayan ofendido.  Báñame, oh Divino Salvador, y a todos 
los hombres, con Tu Preciosa Sangre, para que  podamos, oh Amor Crucificado, amarte de ahora en adelante con 
todo nuestro Corazón y que honremos dignamente el precio de nuestra Salvación.  Amén.

Oh  Preciosísima Sangre  de  Jesucristo,  creemos,  esperamos  y  confiamos   en  ti.  te  rogamos.  Protege  a  los 
moribundos  de  toda  obra  de  los  espíritus  malignos  y  dales  la  bienvenida  a  Tu  eterna  gloria.   Ten 
misericordia del mundo entero y fortalécenos para adorar y consolar al Sagrado Corazón. Te adoramos, Oh 
Preciosa Sangre de Misericordia.  Amén. 
 

CONSAGRACIÓN DE LAS FAMILIAS A LOS CORAZONES UNIDOS

Santísimos corazones de Jesús y María, unidos en el amor perfecto, como nos miráis con misericordia y cariño,
consagramos nuestros corazones, nuestras vidas, y nuestras familias a Vosotros. Conocemos que el ejemplo
bello de Vuestro hogar en Nazaret fue un modelo para cada una de nuestras familias. Esperamos obtener, con
Vuestra ayuda, la unión y el amor fuerte y perdurable que Os disteis. Qué nuestro hogar sea lleno de gozo.
Qué el afecto sincero, la paciencia, la tolerancia, y el respeto mutuo sean dados libremente a todos. Qué
nuestras oraciones incluyan las necesidades de los otros, no solamente las nuestras. Y qué siempre estemos
cerca de los sacramentos. Bendecid a todos los presentes y también a los ausentes, tantos los difuntos como los
vivientes; qué la paz esté con nosotros, y cuando seamos probados, conceded la resignación cristiana a la
voluntad de Dios. Mantened nuestras familias cerca de Vuestros Corazones; qué Vuestra protección especial
esté siempre con nosotros. Sagrados Corazones de Jesús y María, escuchad nuestra oración.

Sagrados Corazones Unidos de Jesús y María, Vosotros son uno al desear la salvación, santidad, y
santificación de cada alma. Consagramos a Vosotros nuestra familia, buscando Su Victoria en nuestros
corazones y en el mundo. Reconocemos la perfección de Su Misericordia en el pasado, la abundancia de Su
providencia en el futuro, y la suprema soberanía de la Divina Voluntad del Padre en el momento presente.
Deseamos ser parte de Su reinado triunfante que comienza en este momento presente con nuestro “sí” al Amor
Santo y Divino. Con la ayuda de Su gracia queremos vivir esta consagración en cada momento futuro. Así
estaremos unidos en Su triunfo, queridos Corazones Unidos de Jesús y María. Amén.

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