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Sobre los niños

Tus hijos no son tus hijos.


Son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.
No vienen de ti sino a través de ti,
y aunque estén contigo no te pertenecen.
...

On children
Your children are not your children.
They are the sons and daughters of Life’s longing for itself.
They come through you but not from you.
And though they are with you yet they belong not to you.
...

Khalil Gibran (1883-1931)

Un mundo para los niños


por una infancia sin trabajo

Peter de Ruiter

ELMAR
Este libro está dedicado a todas aquellas personas, sean grandes o pequeñas, trabajen a la luz o a la sombra, mas
siempre desinteresadamente, para crear «un mundo para los niños», un mundo sin trabajo infantil.

Texto y fotografías ISBN 978 94 6022 035 7 (edición en inglés)


Peter de Ruiter © Textos y fotografías de Peter de Ruiter, 2009
Asesor
Frans Röselaers Todos los derechos reservados
Diseño gráfico No se permite la reproducción ni la difusión de ningún
Dirk Panier fragmento de este libro bajo ninguna forma ni por nin-
Traducción al francés gún medio, ya sea electrónico o mecánico, incluidos re-
Béatrice Râtel (correctora), Isabelle Tamboer-Humblot, prografía, grabación y sistemas de almacenamiento o re-
Fabienne Karstanje, Sylvia Roest, Cynthia Piaud, Géraldi- cuperación de la información, sin el consentimiento por
ne Oudin, Corinne Boutry, con la colaboración de Jessica escrito del editor.
Van Humbeeck / BE-translations
Traducción al español Publicación original
María Isabel Bolívar Pérez (correctora), Lorena Escudero Een wereld voor kinderen - Opgroeien zonder kinderarbeid
Ruiz, Anna J. Queralt, Mar Rodríguez, Jesús Marín Mateos, Elmar Publishers, Rijswijk, Países Bajos
Ruth Martínez, Orlando Rodrigio Neef, Silvia Ortega Lo- ISBN 978-90-389-1803-7
renzo, con la colaboración de Jessica Van Humbeeck / www.uitgeverijelmar.nl
BE-translations
Traducción al inglés info@aworldforchildren.net
Carri Dix (correctora), Vreni van Unen, Patrick Bakker, Tra- www.aworldforchildren.net
cy Rozemeijer-Sexton, Adine Versluis, Ans Wegter, Anne-
Marieke Buijs, Marieke van Buytene, Kimberley Steeneken
Encargado de la edición en neerlandés
Ron Bezemer
Aportaciones fotográficas
Werner Bischof, Dario Mitidieri, Fernando Moleres, G.M.B.
Akash, David Parker, Marleen Daniels
Otras fotografías
Mark Cohn (Yvonne Keuls), Serge Ligtenberg, Angela Ba-
Le livre A world for children - Growing up without child la-
rrau, Kimberly Gomes, Joël van Houdt
bour is (Un monde pour les enfants - Grandir sans avoir
Impresión
à travailler) n’est actuellement disponible que dans la
Giethoorn ten Brink, Meppel, Países Bajos
version anglaise. Des versions électroniques espagnole
Este libro lo respaldan y presentan
et française sont disponibles sur www.aworldforchildren.
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Cooperación al Desa-
net.
rrollo, Asuntos Sociales y Empleo de los Países Bajos, ING,
Philips, World Vision, KidsRights, Bernard van Leer Foun-
This book is published as A world for children - Growing
dation, ICCO / Kerk in Actie, la campaña europea Stop
up without child labour in June 2009 by KIT Publishers in
Child Labour – School is the place to work, y los ciudada-
Amsterdam, The Netherlands (isbn 9789460220357) and
nos de los Países Bajos
in March 2008 in Dutch as Een wereld voor kinderen - Op-
Patrocinadores
groeien zonder kinderarbeid by Elmar Publishers in Rijswijk,
Lufthansa, Olympus, Philips, Zeeman, Freelance.nl (edi-
The Netherlands (isbn 9789038918037). The French and
ción en inglés), Nikon, ASN Bank, M-real, Freelance.nl,
Spanish edition only exist digitally.
Lufthansa, Giethoorn ten Brink, Freelance.nl (edición en
neerlandés)
Edición internacional
KIT Publishers, Amsterdam, Países Bajos
Distribución internacional
Stylus Publishing, Sterling, VA, USA
www.styluspub.com

© 2009 KIT Publishers - Amsterdam


Publicado en junio de 2009

KIT Publishers
C.P. 95001
1090 HA Amsterdam
publishers@kit.nl
www.kit.nl/publishers
Prefacio de Peter de Ruiter 5

Prefacio de Frans Röselaers 7

1 Enséñame las manos 9

2 Ingredientes y recetas 15

3 ¿Qué es el trabajo infantil? 43

4 ¿De dónde viene el trabajo infantil? ¿Cómo podemos prevenirlo? 59

5 Cómo hacer llegar el mensaje 79

6 ¿Prohibir o tolerar? 95

7 Un mundo para los niños 115

8 ¿Cómo podemos ayudar? 161

9 Fotógrafos que luchan contra el trabajo infantil 177

Campaña Stop Child Labour 193

Agradecimientos 209

Niños del mundo 210

Conclusión 214
Cargando un saco más pesado que él

Este chico ghanés iba cargando un saco de leña que le había dado su padre, que, de lejos,
era demasiado pesado para él. Al intentar liberarle yo de su carga solo para saber cuánto pe-
saba, el chico salió corriendo, de modo que en la desesperada huída perdió su sandalia rota
y el saco de leña. Su padre, «tío» o quienquiera que fuese, andaba por ahí cerca. El conductor
ghanés y yo no podíamos entender su dialecto, pero su mirada de enfado lo decía todo.
¿Qué le habríamos hecho a ese chico para hacerle escapar de esa manera? Sin embargo,
el machete del que descaradamente hacía ostentación hacía la conversación demasiado
arriesgada.
Para elaborar este libro visité nueve países en tres continentes, en los que fui topándome
con toda clase de explotación infantil, incluso en Europa. He intentado entender por qué el
trabajo infantil está tan presente en todo el mundo. He ido escuchando tediosas conversa-
ciones de personas que intentaban justificar el trabajo infantil, gente que se esforzaba por
marcar una línea divisoria o justificar su postura al respecto. También he visto el esfuerzo,
sangre, sudor y lágrimas invertidas en la prevención del trabajo infantil. He visto personas in-
tentando «erradicar» la explotación infantil del mundo. Mi intención al publicar este libro es
acelerar este proceso proporcionando información sobre las causas, problemas y soluciones
del trabajo infantil.

El argumento de la pobreza
Uno de los errores más persistentes es que la explotación infantil es un problema principal-
mente consecuencia de la pobreza. Esta excusa la utiliza en todo el mundo muchísima gen-
te, tanto trabajadores como empresarios o autoridades gubernamentales. Incluso la utilizan
como excusa los propios niños y sus padres. ¿Acaso no son conscientes de lo que esto su-
pone? Creo que se trata de un argumento falso del que son víctimas millones de niños. Sin
embargo, al aceptar este argumento, estamos justificando los salarios bajos que reciben los
padres de estos niños explotados, que, en efecto, les obliga a poner a sus hijos a trabajar.
Estamos justificando también los bajos precios que se pagan por sus productos. Estamos
justificando la exclusión social, y la desigualdad social y económica. Aceptar el argumento de
la pobreza implica también justificar la mala inversión en educación, las escuelas deficientes y
profesores con bajos salarios y pocos recursos.
El argumento de la pobreza nos facilita aceptar el trabajo infantil tal y como lo conocemos.
Esto no solo imposibilita el correcto crecimiento de los niños, sino que es un obstáculo para el
desarrollo del país en general. Para que puedan contribuir a la construcción de una sociedad
es necesario que los niños reciban una buena educación. Invertir en los niños es invertir en la
sociedad, ya que los niños son los cimientos sobre los que el Tercer Mundo debe sustentarse
para poder valerse por sí mismo.

El trabajo infantil no es un fenómeno natural


El trabajo infantil no es un fenómeno natural sino una decisión tomada por personas que
se benefician de su status quo o que no toman en consideración el futuro que estos niños
merecen. Los adultos son al final los que deciden si un chico va a tener que cargar o no con
un saco pesado de leña sobre su cabeza. No es pues la «pobreza» o las «desventajosas con-
diciones económicas» lo que lo determina. Siempre que haya gente dispuesta a levantar las
manos, marcar una línea divisoria y decir: ¡basta!
Lee este libro, mira las fotografías y saca tus propias conclusiones. Luego decide cómo pue-
des participar en la creación de un mundo en el que todos los niños puedan recibir la opor-
tunidad que merecen y, con ellos, sus padres y su país. En el capítulo 8 se enumeran diversas
maneras de emprender acciones para erradicar este problema. Este libro se ha escrito a
partir de un enfoque positivo y su contenido busca ofrecer esperanza.
En este libro se mencionan de pasada dos formas específicas de trabajo infantil: la explota-
ción sexual y los niños soldado. Los problemas que acarrean estos tipos de trabajo infantil y
su análisis merecen la elaboración de un libro totalmente nuevo.
Las opiniones que contiene este libro son a título personal y no reflejan forzosamente la
opinión de (todas) las organizaciones que lo amparan.

Peter de Ruiter

5
Mediante palabras y fotografías, Peter de Ruiter nos presenta este ruego extraor-
dinariamente poderoso y convincente contra la explotación de millones de ni-
ños, niños que tienen el derecho de ir a la escuela, jugar y disfrutar de su infancia
como hacen la mayoría de niños en todo el mundo.

Es triste que este no sea (todavía) el caso de más de 200 millones de niños que tie-
nen que trabajar duramente, de aquellos que bregan bajo condiciones peligrosas
o de quienes que han caído presos de la esclavitud o la explotación que generan
el mercado sexual, las guerras civiles o el mercado de las drogas.

Las fotografías de este libro hablan por sí mismas, pero además los textos que las
acompañan refuerzan su mensaje: el trabajo infantil no puede seguir conside-
rándose o describiéndose como un mal necesario o como una mala jugada del
destino.

Desde el siglo XIX se ha venido librando una batalla contra el trabajo infantil y, en
occidente, el problema ha sido vencido en gran medida. En otros países, el traba-
jo infantil es todavía una realidad y su eliminación requiere de nuestra atención y,
lo que es más importante, de nuestro apoyo activo.

Algunos todavía sostienen que el trabajo infantil solo puede resolverse aumen-
tando el crecimiento económico, de tal forma que, con el tiempo, el problema
vaya desapareciendo por sí solo. No obstante, hay quien dice que no es tan per-
judicial, que es mejor que los niños sean útiles y ganen dinero antes que dedicar
esfuerzo y dinero a una educación inútil que no cuenta con unas perspectivas de
trabajo decente en el futuro.

Peter de Ruiter disipa estos mitos de forma cautivadora, sin entrar en polémicas
y utilizando las imágenes y declaraciones de los propios niños. Sus esperanzas
y ambiciones se hacen patentes de forma clara y no dejan lugar a «segundas»
opiniones en lo que se refiere a la educación y los derechos infantiles de aque-
llos que no han nacido en familias acomodadas, o para abandonar a su suerte a
quienes caen en manos de explotadores sin escrúpulos, traficantes o señores de
la guerra.

La injusticia que se comete con estos niños es inaceptable. Es también del todo
irracional, pues pone en peligro el desarrollo de todo su potencial, el de su futuro
y el de la sociedad en general. A todos aquellos niños que son víctimas de la ex-
plotación y del agotamiento por causa del trabajo infantil se les condena a una
vida de pobreza en la edad adulta. La experiencia, según nuestra propia historia y
la de muchos otros países, nos ha demostrado que sí existen los medios y oportu-
nidades para evitar esta explotación. No existe ninguna excusa para permitir que
el trabajo infantil continúe, en ninguna parte del mundo.

La llamada que hace Peter de Ruiter merece toda nuestra atención, así como una
respuesta positiva por parte de gobiernos, activistas y cualquiera que desee cam-
biar el triste destino de estos niños trabajadores de una vez por todas.

Frans Röselaers
Ex director del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC, en sus siglas en inglés), Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Junio de 2009

7
1 Enséñame las manos

Sin entusiasmo
Éstas son las manos de una niña de Firozabad, en In-
dia, que trabaja durante cuatro horas al día decoran-
do brazaletes. Son unas manos desgastadas de tanto
trabajar, centradas en el único propósito de reprodu-
cir los mismos objetos una y otra vez, y conectadas
a un alma que ha perdido cualquier entusiasmo tras
horas de repetición mecánica.

9
Diseño
Estas son las manos de una niña de una es-
cuela de primaria de La Haya, en los Países
Bajos. Corta y pega sin apenas ensuciarse.
Son manos que crean y que se mantienen
conectadas a un cerebro aún en desarrollo.

Aprendiendo
Estas son las manos de una niña de una es-
cuela de Filipinas, en donde aprende a leer y
escribir y estudia matemáticas e historia. Son
todo conocimientos de los que sacará prove-
cho más adelante, cuando sepa evitar que su
hijo se ponga enfermo o asegurarse de que
no cae víctima de la explotación laboral.

manos
Creando
Esta es la mano de una niña de Kampot
(Camboya). Le están enseñando a coser
como parte de un proyecto dirigido a tra-
bajadores infantiles. Coser le permitirá ganar
dinero en el futuro porque podrá hacer ropa
para otras personas, pero también le permi-
tirá ahorrar dinero haciendo ropa para su
propia familia.
Pequeñas tareas para ganarse el pan de cada día
Pocas fotografías sobre explotación infantil van a impac-
tarnos de verdad. Si no están realizando algún trabajo
pesado o peligroso, los niños trabajadores parecen re-
lativamente normales. Normalmente, hacen también
las mismas cosas que otros niños, como modelar arcilla,
hacer trabajos manuales o barrer la calle. A través de es-
tas fotografías no puede apreciarse que el trabajo que
están haciendo representa un obstáculo para su desa-
rrollo, incluso antes de que este se haya iniciado. No
podemos apreciar cuántas horas al día o cuántos días
a la semana trabajan. No podemos percatarnos de que
no les deja tiempo para ir a la escuela o de que es tan
agotador que se duermen en clase. Esta es la razón por
la que las fotografías de este libro van acompañadas de
una explicación.
Esta familia vive en Firozabad, a unas pocas horas de De-
lhi, la capital de la India. Firozabad es el centro de fabri-
cación de los bangles, unos brazaletes hechos de cristal
que les encantan a las mujeres indias. Al ser tan delica-
dos, se trata de una tradición que crea mucho empleo y
da de comer. Toda la familia colabora: de izquierda a de-
recha: Radna (9 años), Puja (8 años), Laxmi (8 años) Ajay
(5 años), Ranjaat (12 años) y la madre, Poshpa (35 años).
El padre, Radu (40 años), en el centro, es un temporero y
hoy no ha encontrado trabajo.
Es duro para estos niños sentarse y mantenerse quietos
durante horas cuando preferirían trepar a los árboles o
dar patadas al balón. Radna se mostró especialmente
triste y grosera. Insistimos, ¿qué motivos tendría para reír?

Mirarse en el espejo
De hecho, estamos más que acostumbrados a ver imágenes
como la de esta familia de Firozabad. Nos inundan con foto-
grafías sobre desgracias cada día. No obstante, ¿qué pasaría
si fueran nuestra Susana o nuestra Carla quienes tuvieran que
sentarse con las piernas cruzadas el día entero haciendo braza-
letes para otras personas? Entonces sí, una fotografía como la
de Radna no resultaría tan inocente como nos parece a primera
vista. Así, estas imágenes adoptan un significado completa-
mente nuevo.
11
Cristales brillantes para muñecas delicadas
Solían ser muchos los niños que trabajaban en las
fábricas de vidrio de Firozabad. La ciudad era famo-
sa por ello. La situación parece haber mejorado. Al
visitar algunas de estas fábricas puede comprobar-
se fácilmente por qué los niños deberían mantener-
se alejados de ellas. Están llenas de hombres que
corren apresurados por todas partes y llevan vidrio
al rojo vivo colgado en barras. Es fácil pasar al lado
de un niño sin verlo, y si se tropieza con un niño pe-
queño puede hacérsele mucho daño. Para elaborar
los brazaletes, este vidrio al rojo se talla fino hasta
que alcanza medio centímetro de diámetro. A con-
tinuación, las tiras de vidrio se enrollan alrededor de
una barra del mismo tamaño que el de la delicada
muñeca de una mujer.

fábricas de vidrio
Los brazaletes se colocan seguidamente en
manojos dentro de unas carretillas y se lle-
van a las casas de las familias que pasarán
a decorarlos.

Preparados, listos, ya: una familia normal


de Firozabad. Son muchos los trabajos ar-
tísticos o artesanales hechos a mano que
se elaboran en la India. La mano de obra
humana es todavía mucho más barata que
las máquinas.

trabajo en casa
El cristal se corta con un cuchillo con hoja
de diamante que permite separar los bra-
zaletes. Los niños sueldan el vidrio para
desdibujar las uniones y conformar bangles
individuales.

13
Vendedor callejero en Hyderabad,
a cientos de kilómetros.
2 Ingredientes
y recetas

Los proyectos contra el trabajo infantil que tienen lugar en todo el mundo adoptan fórmulas y dimensiones dife-
rentes. El objetivo principal es ofrecer refugio a niños que hayan trabajado y evitar que vuelvan a trabajar.

Las tres chicas que se ven desde arriba están en un «campamento de chicas» que dirige la organización para el de-
sarrollo MV foundation que está cerca de Hyderabad, en la India. Este «campamento» es el primer refugio que se ha
creado para trabajadores infantiles, después de que se les apartase del trabajo que estaban haciendo. Están hacien-
do un curso puente para ponerse al día con las clases que perdieron. Después de este curso podrán seguir con la
educación oficial. Existe también un refugio separado para chicos que funciona exactamente de la misma manera.

15
Los «ingredientes» de estos proyectos son si-
milares en muchos aspectos. Se centran no
solo en los propios trabajadores infantiles sino
también en niños que están en riesgo de aca-
bar siéndolo, es decir, en aquellos niños que
podrían caer presas del trabajo infantil con fa-
cilidad. También están dirigidos a los padres de
estos (posibles) trabajadores infantiles. Sin em-
bargo, aunque los ingredientes son similares,
los puntos de vista y la filosofía pueden variar.
En algunos países se compensa a los padres
económicamente si hacen que sus hijos dejen
de trabajar, mientras que en otros países se
permite que el niño siga trabajando a tiempo
parcial, cosa que sería completamente inacep-
table en otros países.

Las imágenes anteriores fueron tomadas en Fi-


rozabad y otras ciudades del norte de la India
en el Proyecto Indus de la OIT, una iniciativa
común de los gobiernos indio y americano. La
coordinación e implementación de esta inicia-
tiva recae en la rama india de la OIT (Organiza-

un proyecto
ción Internacional del Trabajo), agencia de las
Naciones Unidas que tiene su sede en Ginebra.
En probablemente todos los países del mundo
los gobiernos, empresas y sindicatos colaboran

de la OIT
con la OIT. Esto permite que sea esta organiza-
ción la que impulse la lucha contra el trabajo
infantil, tanto en lo que se refiere a la adoción
de las normativas internacionales que lo regu-
lan como a la implementación de medidas más específi-
cas. La OIT también se centra en las condiciones labora-
les, así como en la legislación dirigida a adultos, razón por
la que se constituyó en un principio.

Para elaborar este libro se observaron los proyectos de la


OIT en casi todos los países que se visitaron, además de
proyectos de otras organizaciones (para el desarrollo). La
rama de la OIT que se encarga del trabajo infantil es la
IPEC: Programa Internacional para la Erradicación del Tra-
bajo Infantil. Los Países Bajos son uno de los principales
donantes de este programa. La OIT y las convenciones
que se pactan dentro de la organización son fundamen-
tales para la lucha contra el trabajo infantil en todo el
mundo.

Unos dedos muy rápidos


Pelando patatas en el distrito de Pahargani, en Delhi (la In-
dia). Este es Manzing, de 13 años. Tiene que trabajar de for-
ma meticulosa pero rápida para asegurarse de que las pela-
duras le salen lo más finas posibles.

17
Niños en Sikkim, la India
Viven junto a la carretera, en
casuchas improvisadas. No hay
cerca ningún pueblo que cuen-
te con un colegio. Lo único que
hacen es vagar todo el día y
ayudar a su madre en la casa y
en los alrededores. De prime-
ras, solo un niño trepó a la roca
para salir en la fotografía, pero
uno a uno fueron subiéndose
todos. Hicieron falta treinta fo-
tografías para que todos salie-
ran sonriendo.
19
Olor a moho
Esta empresa se llama Karishma y se encuentra en
Aligarh (la India). En su taller se fabrican hebillas
de cinturón. En el sótano del edificio, quince per-
sonas, niños la mayoría, trabajan sentados sin luz
exterior ni aire fresco. La llegada del fotógrafo re-
presenta para ellos un cambio muy bien recibido
dentro de la ardua rutina de su vida diaria, por lo
que todo el mundo sonríe. Por supuesto, el fotó-
grafo también sonríe y hace bromas, para que no
se note que lo que está fotografiando huele fatal.
Además, si te muestras lo bastante chistoso te
permiten volver a entrar y salir. Desde tiempos del
imperio británico, Aligarh ha sido bien conocida
por su producción de cerrojos y otros artículos de
hierro como hebillas.

‘Chai, chai’
Servicio de té a domicilio. Al té se le conoce en la
zona con el nombre de chai. En lugar de agua se
usa leche, que se prepara antes con una mezcla
de hierbas.
Una quimera
En Moradabad, norte de la In-
dia. Este cartel dice: «El trabajo
infantil está estrictamente pro-
hibido».

Niños: escuela primaria


Como en la mayoría de países, la edu-
cación primaria en la India es gratuita,
por lo que, en principio, todos los ni-
ños pueden ir al colegio. El problema
está en el coste del material, como
los libros, los bolígrafos y los lápices.
Muchos proyectos facilitan a los niños
estos artículos, que también acompa-
ñan a veces de suplementos econó-
micos para pagar las tasas escolares y
los uniformes. No obstante, las clases y
escuelas extraoficiales también reciben
financiación y en estas no son necesa-
rios los uniformes. «Extraoficial» aquí
significa al margen del sistema educa-
tivo formal.

Para protegerse del sol y la lluvia


A perfect example from the Philippines,
Un ejemplo perfecto que nos llega de
Filipinas, donde plan distribuyó mate-
rial escolar a Desiree (9 años), Gimer (10
años) y a otros 509 niños durante una
fiesta que se celebró en Medellín. Se
les dio todo lo que habían pedido: un
paraguas (para protegerse del sol y la
lluvia), una mochila pequeña, una fiam-
brera para llevar el almuerzo y libros de
ejercicios.

21
De camino a la escuela, en Marrakech
(Marruecos).
De camino a la escuela, en Aligarh (la India).

De camino a la escuela en Cape Coast (Ghana).

23
Nuestro pan de cada día
No pasa ni un solo día en que Ismaël (14 años) no lle-
ve el pan a los vecinos y tiendas locales de la medina
(la ciudad vieja) de Fez, en Marruecos.

Tráfico infantil
Bolsas de agua fría para vender en una carpintería
de Kumasi, en Ghana. Niños procedentes de países
vecinos, como Togo o Costa de Marfil, trabajan aquí.
No se trata solo de casos de trabajo infantil sino tam-
bién de trata de niños. Los niños de habla francesa
se muestran infelices en los entornos de habla ingle-
sa de Ghana.
Pequeños recolectores
Niños ocupados en recoger plásticos reciclables
en las Filipinas, cerca de Malolo. Reciclar materia-
les como el papel, el plástico y el metal es un fe-
nómeno que aquí ha llegado a adquirir enormes
proporciones. Las «tiendas de objetos usados» que
compran a los niños que hurgan en la basura para
luego vender estos objetos a intermediarios se han
extendido por todo el país. Al final, mucho de este
plástico acaba en China, que se encuentra, después
de todo, justo al lado.

25
Curso de pastelería en Cajamar-
ca, Perú.

Adolescentes: formación
profesional
Muchos proyectos proporcionan
formación profesional al margen
del sistema educativo formal
a niños de a partir de los trece
años. Normalmente se imparten
conocimientos relacionados con
una ocupación determinada y
hay muchas limitaciones. Estos
cursos son bastante tradiciona-
les: las chicas aprenden a bordar,
coser y maquillar. Los chicos se
centran en temas de electrónica
y mecánica automovilística. En
los proyectos de la OIT del norte
de la India, las chicas se sientan
orgullosas en sus sitios detrás
del ordenador, mientras que en
Filipinas encontramos a un chi-
co en la clase de maquillaje, que
es generalmente una asignatura
más popular entre las chicas. Asi-
mismo, se ofrecen clases puente
que ayudan a los niños a pasar
de primaria a secundaria. Estas
clases están enfocadas de mane-
ra que sirvan de ayuda a aquellos
niños que se han retrasado en la
escuela o que no han podido ir
al colegio regularmente al haber
tenido que trabajar. Son clases
que se dan también al margen
del sistema educativo oficial.

Curso de maquillaje en Aligarh,


la India.

Clase de coser en Kampot, Cam-


boya.

adolescentes
Un futuro brillante
El Glorious High School, o «Instituto de
Secundaria Glorioso» (un nombre que
ofrece esperanza) se encuentra en me-
dio de Shah Jamal, un distrito islámico
verdaderamente pobre de Aligarh en el
que los niños trabajan en sótanos elabo-
rando cerrojos y hebillas. Dentro de sus
muros, la oración matinal acaba de em-
pezar. Los niños están muy bien educa-
dos y son disciplinados. Esta escuela pri-
vada la ha creado Farhat Ali Kahn, un rico
empresario de la ciudad, que también la
subvenciona.

Según los profesores, hasta hace poco


el gobierno no había facilitado ningún
tipo de educación en Shah Jamal. Para
Kahn, esto era una espina que tenía cla-
vada. Empezó con 220 alumnos en 2003,
pero cuatro años más tarde Glorious
cuenta con 550 alumnos dispuestos a
aprender. A diferencia de la mayoría de
escuelas públicas, estos niños disponen
de buenas sillas y mesas adecuadas para

estudiar. Los primogénitos de cada familia


pueden asistir a la escuela de forma gratuita.
Después, cada hermano debe pagar entre
cuatro y siete euros al mes.

Los padres deben asumir los gastos que se


derivan de los libros (entre ocho y veinte
euros) y el uniforme (ocho euros). Según el
director, Abdus Sattar Kahn, no les importa
hacerlo. «Nuestra escuela hace que los pa-
dres vuelvan a creer en la calidad de la edu-
cación. En las escuelas estatales, la educación
es tan deficiente que prefieren dejar a sus hi-
jos en casa o permitirles trabajar antes que
pagar por una educación inútil.» Algunos
ven mucho futuro en las escuelas privadas.
Estas escuelas son responsables, y sus logros
valen para algo. En las escuelas estatales
todo es mucho más complicado.

27
¿Jugando en el barro?
Esta niña del distrito de Shah Jamal
utiliza un imán para buscar en el
barro de las alcantarillas trozos de
metal para vender.
Postura torcida Sin dinero
Transportando agua cerca de Be- Jorge (14 años) ayuda en la granja familiar
narés, en la India. Según el médico, en Perú, cerca de Piura. Con cierta candidez
este niño flacucho probablemen- admite que no va a la escuela. «No tengo
te tenga la espina dorsal torcida. plata» nos dice para que sepamos que no
Los cuerpos de los niños no están tienen dinero para pagar la escuela.
hechos para realizar un trabajo tan
duro.

Salinas
Lisey (15 años) vende calamares se-
cos de tentempié cerca de Kampot,
Camboya. Dejó la escuela cuando
era muy joven. Muchos niños en
esta zona trabajan en las salinas, tal
y como puede verse en segundo
plano en la foto. Ahora están cerra-
das debido a la estación de lluvias.
Muchos proyectos de la OIT están
dirigidos a evitar que los niños va-
yan a trabajar a las salinas.

29
Escuela nocturna
En algunos países, los niños combi-
nan trabajo y educación. Si tienen
trabajos irregulares o tienen que
trabajar durante todo el día, ir a la
escuela nocturna puede ser una so-
lución. Sin embargo, las clases a me-
nudo están formadas por alumnos
de edades diferentes y es difícil con-
centrarse por la noche. Para algunos
de los estudiantes más mayores,
como en muchos otros países, la
escuela nocturna representa una
segunda oportunidad para recibir
una educación.

Solidaridad
Clases nocturnas en Valera, Vene-
zuela. Aunque no siempre apren-
den demasiado, según admiten, sí
han aprendido lo que significa la so-
lidaridad. Los niños se apoyan unos
a otros: si un niño no tiene dinero
para comprar caramelos y vender-
los a los motoristas que pasan, otro
le dejará encantado el dinero que
necesite.

Un brillante futuro
Clases nocturnas en el instituto
nocturno de secundaria Mamba-
ling en la ciudad de Cebú (Filipinas).
Cherilyn Encargues (16 años) ha
sido contratada a tiempo comple-
to como trabajadora doméstica por
una familia. A pesar de ser demasia-
do mayor para ir al instituto, su jefe
le ha prometido pagarle el instituto
durante los próximos seis años para
que pueda acabar su educación
secundaria. No obstante, no puede
conseguir esta promesa por escrito,
por lo que si este muriese o se trasla-
dara, ella no tendría nada con lo que
contar. La mayoría de niños trabajan
sin contrato. No tienen derechos la-
borales y no pueden reclamar nin-
guna prestación.

clases nocturnas
Los niños de la basura
Un vertedero diferente en un día diferente, en tres países
por igual: Filipinas (vertedero en Patayas, cerca de Manila)
Venezuela (Valera) y Camboya (Phnom Penh), lugares en
los que los niños tienen un futuro algo sombrío. Oficial-
mente, ningún niño menor de catorce años trabaja en los
vertederos de Patayas. Un gran logro, pero desafortuna-
damente es el único vertedero de Filipinas donde se ha
conseguido. La chica de la foto que está escarbando en
el cubo tiene seguramente menos de catorce años y está
trabajando en la carretera que lleva a Patayas. La acaba de
pillar un chaparrón.

Uno de los primeros proyectos de la OIT contra la explota-


ción infantil tuvo lugar en Smokey Mountain, otro verte-
dero cerca de Manila que ahora está cerrado. En la foto de
Phnom Penh, puede verse el vertedero en el fondo como
si se tratara de un tsunami en pleno apogeo. La organi-
zación belga Stortkinderen (Niños de Vertederos) trabaja
activamente con estos niños en especial. Un trabajador
social envió un informe acerca de los niños menores de
catorce años que se encontraban trabajando en el verte-
dero de Patayas. Trabajaban en el lugar donde se clasifica
la basura. Un área a la que justamente al fotógrafo no se
le permitió pasar, sin ninguna razón plausible.

Las familias que trabajan en los vertederos también viven


cerca de estos. Los niños juegan en los riachuelos sucios y
respiran el aire insalubre que emana de la basura. Mucha
gente tiene problemas respiratorios y sufre infecciones.

los niños de la basura


31
Las manchas negras que se ven al fondo en la foto del niño
con la bolsa verde son unos pájaros con apariencia de bui-
tres. Aproximadamente 100 familias y sus hijos trabajan en
este vertedero de Valera, Venezuela.

Médicos que vuelan


Un grupo de médicos alemanes vuela regularmente a Fi-
lipinas para trabajar en una clínica cerca del vertedero de
Patayas, en Manila. Cada seis semanas se puede encontrar a
Jürgen Foucar en la clínica. Dice que el 80 % de sus pacien-
tes son niños, la mayoría con problemas respiratorios. Luf-
thansa patrocina a estos médicos al permitirles volar gratis
del todo o casi.

33
Educación extraoficial
Por poca que sea la educación recibida siempre
ayuda, no importa cuán limitada sea. Puede de-
cirse que algo es algo. Siempre, claro, que no se
convierta en una excusa para hacer que los ni-
ños sigan trabajando. Los tres niños que hay en
fila (observemos la diferencia de edades) forman
parte de una clase de la OIT en una fábrica de la-
drillos camboyana de Kampong Cham. Hay cer-
ca de veinte alumnos de todas las edades. Estos
niños son verdaderamente afortunados, pues las
mismas escuelas en Camboya tienen clases con
entre cincuenta y setenta niños. La hilera de edi-
ficios donde se encuentra la escuela es también
donde viven unas cuantas de estas familias. Resul-
ta fácil pues dejar que los niños trabajen viviendo
tan cerca como viven del lugar de trabajo.

En Chennai (antes Madrás, la India) en 2002, el


fotógrafo se topó con esta escuela callejera; una
iniciativa de unas cuantas madres de la zona. En-
señan a sus propios hijos y a los de otras madres
las cosas básicas de lengua y aritmética. Los niños
no tienen a donde ir para recibir educación.
educación
En esta última foto vemos a Koa Namsik Kim, una mujer
coreana que vive en la capital filipina de Manila. Se unió a
Children Reading Fellowship («Asociación de Lectura para

extraoficial
Niños») y a menudo va a los distritos para ayudar a los
niños a aprender a leer. Las pilas de libros infantiles que
trae consigo son prácticamente devoradas. Se trata de
una especie de agencia auxiliar que lleva una sola mujer.

35
Madres: «atribución de poderes»
Muchas madres cargan con la responsabilidad de educar a sus hijos solas, incluso teniendo la figura del padre cerca.
Es vital dar poder a estas mujeres para que puedan ganar su propio dinero. En los proyectos en que se trabaja con
las madres se les suelen enseñar tareas tradicionales como coser o maquillar a otras mujeres. Los microcréditos se
han puesto de moda en todas partes desde hace poco. Con pequeños préstamos, las mujeres pueden emprender
sus propios negocios como, por ejemplo, tiendas, restaurantes o granjas a pequeña escala. Suelen ser los bancos los
que conceden estos micropréstamos, pero en estos proyectos de la OIT en Camboya las mujeres se han unido y han
fundado sus propios «bancos de préstamos» extraoficiales. Cada semana, todas depositan una pequeña cantidad
de dinero que ponen dentro de una jarra, y cualquiera que quiere tomarlo prestado puede hacerlo. Este sistema
representa una solución perfecta en áreas remotas donde no hay bancos, o cuando se necesitan pequeñas cantida-
des de dinero por las que que normalmente un empleado de banco no se levantaría de su silla. A estas actividades
se las ha denominado de muchas maneras: atribución de poderes, sustento y autofinanciación.
Dejar que la naturaleza siga su curso Haciendo malabares
El capital ahorrado a través de este banco casero en Kam- Gliceria (58 años), en Malolos (Filipinas), en su
pot (Camboya) fue recolectado por un grupo de esposas tienda vendiendo verduras y ropa de elaboración
de pescadores de «autofinanciación» de cuarenta y ocho propia. Levantó su negoció con la ayuda de cur-
miembros. Dinero en efectivo: 1.469.000 rieles, o 260 euros. sos y microcréditos. Sus tres hijos mayores, des-
Entre otras cosas, se plantean emprender la cría de cerdos pués de haber dejado la escuela para trabajar en
(beneficios rápidos) y de vacas (beneficios a largo plazo). En la industria de los fuegos artificiales, están ahora
un principio, el capital se necesita para comprar un macho y siguiendo un programa de formación. Su marido
una hembra, y luego la naturaleza ya se encargará del resto. está jubilado pero no dispone de ningún plan de
El dinero también puede pedirse prestado cuando la familia pensiones. En la foto no puede verse, pero hay una
tiene problemas financieros. El tipo de interés es normal y la mesa de billar profesional que da bastante dinero,
gente devuelve el préstamo tan rápido como puede. La OIT especialmente los fines de semana.
paga al administrador con el dinero que recauda a partir de
su trabajo.
37
Iluminación de cosecha propia
Haciendo velas caseras en Firozabad
(India), donde los cortes de luz son algo
habitual. En la India pueden escasear
las cosas más básicas. A los profesores
de este centro educativo se les enseña
incluso a hacer sus propios lápices de
colores y libros de ejercicios a partir de
papel reciclado. Otras mujeres apren-
den cómo hacer muñecos de peluche.
En esta foto vemos una versión naran-
ja de la deidad hindú Ganesha, diosa
protectora del viajero y bien conocida
como la Eliminadora de obstáculos o la
Diosa de los nuevos inicios.
Haciendo adrillos
Milagros (12 años) y sus padres María
(35 años) y Félix (37 años) hacen pie-
dras en Huachipa, cerca de Lima (Perú).
Aquí, a los padres también se les per-
mite participar en los cursos de atribu-
ción de poderes y obtener microcrédi-
tos a partir de proyectos de la OIT bajo
la condición de que sus hijos no estén
trabajando. Con un poco de dinero
podrán abrir tiendas, bares o iniciar la
cría de cuy, un tipo de cobaya que se
considera una exquisitez en Perú.

Aprendiendo aritmética
Una madre enseña a su hijo a contar
y hacer sumas simples en Jamestown,
un distrito pobre de Accra, la capital
de Ghana. Son pocos los padres que
disponen del tiempo o de los cono-
cimientos para enseñar a sus hijos en
caso de que el gobierno no lo haga.

Tostando arroz
Dos madres en Barisal (Bangladesh),
dueñas de una pequeña tienda donde
venden arroz inflado. Bangladesh es el
país en el que el ganador del Premio
Nobel Mohammad Yunus creó el Ban-
co Grameen. Fue uno de los primeros
en introducir el concepto de micro-
crédito de forma exitosa y hacerlo
famoso. Han sido muchas las mujeres
que se han beneficiado de esta forma
de atribución de poderes.

Recolectando coles
Juan (12 años) recolecta coles con su
familia en La Puerta, cerca de Valera,
en Venezuela. Dice que gana cerca de
10 000 bolívares al día con este trabajo
durante las vacaciones, un poco más
de tres euros. Según Juan, volverá a la
escuela después de las vacaciones.

39
«Bestias de carga» humanas
Una chica y su madre cerca de Benarés, en la India,
llevan estiércol seco de vaca para utilizarlo como
combustible. Los padres que encuentran mejores
fuentes de ingresos a través de un programa de
atribución de poderes pueden llegar a ganar sufi-
ciente dinero como para enviar a sus hijos a la es-
cuela.
Guarderías
Hasta que son lo suficientemente mayores
para ir a la escuela, los padres a menudo llevan
a sus hijos a trabajar con ellos. No es lo me-
jor, ya que los niños se ven expuestos a todo
tipo de peligros y la tentación de ponerles a
trabajar también es grande. La guardería es
para ellos una solución, sea o no gratuita. Las
guarderías de pago no tienen por qué repre-
sentar un problema financiero para los padres,
ya que invertir en ellas les permite trabajar más
eficientemente o durante más horas. Si a los
niños no se les permite entrar en el lugar de
trabajo, no hay más alternativa que enviarles a
la guardería.

Escuelas en el campo
Guardería de la OIT en Kampot (Camboya),
donde un grupo de chiquillos aprende a leer
y escribir. La guardería más cercana está dema-
siado lejos para ellos.

Músico en ciernes
Guardería en Bangladesh financiada por
UNICEF. Este niño pequeño ya sabe lo que
quiere ser cuando sea mayor.

guarderías
41
Cosechando guisantes verdes
Una madre azadona campos de
guisantes verdes a una altitud de
miles de metros en las montañas
indias del Himalaya. Sus hijos jue-
gan cerca o se acurrucan debajo
de una manta calentita mientras
mascan el típico pan de cebada.
La cebada conforma una parte
importante de la dieta en esta re-
gión. La mayor parte de la cosecha
se venderá en Delhi. No obstante,
los desprendimientos de tierra son
habituales en la zona y a menudo
bloquean los caminos de la monta-
ña. Si los guisantes no llegan a la ca-
pital a tiempo, se echarán a perder
en el camión y los ingresos proce-
dentes de la cosecha se evaporarán
en el aire.

Muriendo de frío
La fábrica de ladrillos en Lima en
la que Milagros trabaja con sus pa-
dres. Los niños se sientan bajo el
frío y la bruma, y aun así, sus padres
no tienen más opción que llevarse
a sus hijos al trabajo con ellos. Cual-
quier niño puede caer fácilmente
enfermo en estas condiciones, lo
que les cuesta más dinero aún.
Martha (12 años), de Rumanía, tocan-
do el acordeón en ’s-Hertogenbosch,
Países Bajos.

¿Qué es el trabajo infantil?



3
43
europa
Jimmy (11 años) y Luciano (21años), de Ruma-
nía, tocando en el Oostende Boulevard, Bélgica.

Alex (8 años), de Bulgaria, tocando el violín junto


al Elbe, en Hamburgo, Alemania.

Trabajo infantil en Europa


El trabajo infantil no es un fenómeno limitado a
los países en vías de desarrollo. En tan solo una
semana desde que empezó a trabajar en este
libro, el fotógrafo se encontró con tres casos
de trabajo infantil en tres ciudades europeas:
Hamburgo (Alemania), la ciudad costera de
Oostende (Bélgica) y la ciudad holandesa de ’s-
Hertogenbosch. En cada uno de estos casos se
trataba de menores procedentes de países de
Europa del Este, que tocaban música en la calle
por dinero. En todos los casos, se suponía que
los niños volverían a la escuela una vez que re-
gresaran a sus países de origen, tras las vacacio-
nes de verano. La policía no podía hacer nada.
¿Es esta una práctica legal? Sin necesidad de
obtener respuesta, podemos preguntarnos si es
moralmente aceptable que estos niños pasen
horas y horas trabajando, día tras día. No esta-
mos hablando de la niña de la vecina, que toca
en la calle durante las vacaciones de verano
para comprarse un iPod. La legislación vigente
en los Países Bajos no es suficiente para sacar a
Martha de la situación en la que se encuentra
en ‘s Hertogenbosch. Mientras ella diga que lo
hace de forma voluntaria y que, con ese dinero,
se está comprando cosas bonitas, lo que hace
no se considera una forma de trabajo. La familia
de Martha está en Europa de forma legal y siem-
pre se encuentra cerca de ella. De esta manera,
de acuerdo con la letra de la ley, no se puede
hablar de negligencia. Como es verano y, por
lo tanto, no hay colegio, tampoco puede apli-
carse la ley de escolaridad. El mayor problema
es que la música, como cualquier otra forma de
expresión cultural, es algo que también puede
hacerse como diversión, mientras que un niño
en un puesto de un mercado está, claramente,
trabajando. Aunque sea obvio que ni Martha, ni
los otros niños, están ahí por voluntad propia, el
gobierno no puede hacer nada.
El pueblo romaní: viajeros de nacimiento
Jimmy, Alex y Martha pertenecen a la minoría ro-
maní: nómadas que, como los sinti, provienen de la
India y viven en Europa del Este. El ingreso de países
como Rumanía y Bulgaria en la Unión Europea les ha
permitido viajar, trabajar y vivir libremente en todos
los Estados miembros de la UE. En los países occi-
dentales se topan con una moral y una legislación
con respecto al trabajo infantil diferentes, lo que re-
quiere una adaptación por ambas partes y, como en
estos ejemplos, puede desembocar, inicialmente, en
una violación de los derechos de los niños. La UE de-
bería ofrecer una respuesta a este problema. ¿Cómo
podemos esperar que se resuelva el problema del
trabajo infantil en el tercer mundo si ni siquiera la
legislación de los Países Bajos y otros países de la UE
es suficientemente efectiva a la hora de proteger a
los niños? Estos niños no cuentan con contratos, lo
que hace que sea complicado probar que realmente
están trabajando.

La misma canción de siempre


Martha, de Rumanía, sigue tocando su canción en
un puente de ‘s Hertogenbosch o en cualquier lu-
gar de Europa. Todo el mundo intervino: inspectores
laborales, servicios de asistencia a los jóvenes, ser-
vicios de inmigración, AIVD (Agencia de Seguridad
e Inteligencia) y Hacienda; pero no se puede hacer
nada. La policía de ‘s Hertogenbosch cree que la úni-
ca solución sería ajustar las ordenanzas municipales
que prohíben el uso de amplificadores eléctricos o
los conciertos con más de cuatro músicos en la calle,
lo que también podría poner fin a estas infracciones.
Según el portavoz de la policía, Bart van der Westen,
este proceso podría llevar un tiempo. Curiosamen-
te, se trata de un problema que se ha presentado
con más frecuencia durante este verano, en el que
también se han visto más músicos callejeros en otras
ciudades neerlandesas, como Arnhem, Nijmegen y
Utrecht. De momento, Martha sigue tocando la mis-
ma canción que, según Luciano, en Oostende, se
llama Barca pavalus. Él también la estaba tocando.
Martha no sabía el nombre de la canción.

Protesta infantil
Pasado un mes desde que se publicó este libro en los
Países Bajos, los estudiantes del colegio de primaria
LW Beekman de ‘s-Hertogenbosch celebraron una
marcha musical de protesta: pidieron al alcalde Rom-
bout que pusiera todos los medios para que Martha
y sus amigos pudieran ir al colegio. Las autoridades
municipales no habían manifestado intención al-
guna de resolver el problema desde sus inicios. A
consecuencia de ello Martha siguió tocando, inclu-
so en pleno invierno, con unas temperaturas que
rondaban el punto de congelación, con los dedos
azulados y su futuro negro. Cuando el ayuntamiento
comenzó a tomar medidas para resolverlo, Martha y
los demás músicos callejeros desaparecieron: no se
sabe adónde fueron a parar.
45
«Cultura» global

Argentina
Un joven acordeonista tocando en las calles de la
capital de Argentina, Buenos Aires.

Camboya
Un joven solista de un grupo musical infantil, en
el complejo del templo Angkor Wat, Camboya. En
cuanto los grupos de turistas salen del templo de
al lado, el padre reúne a los niños para que toquen
y él mismo toca un instrumento de cuerda. Des-
pués de recoger el dinero, los niños vuelven a sus
juegos. Esto lleva años ocurriendo.

Perú
Un espectáculo privado, observado por otros jó-
venes artistas en Lima, la capital de Perú. Estos
espectáculos acrobáticos suelen realizarse en los
pasos de cebra, mientras el semáforo está en rojo.
¡Claramente es un peligro!

culture
legislación
Normativa holandesa sobre
los derechos de los niños
En los Países Bajos, el trabajo infantil está
oficialmente prohibido desde 1874, cuan-
do se implementó la «kinderwetje» (literal-
mente: «pequeña ley para los niños») de
Van Houten. La ley pretendía sobre todo
mantener a los niños menores de doce
años fuera de las fábricas durante la Revo-
lución Industrial, pero no fue muy efectiva,
ya que no se aplicaba de forma estricta. La
situación de los niños menores de doce
años solo mejoró cuando, en 1900, su es-
colaridad se hizo obligatoria, ya que la
asistencia a la escuela sí estaba bien con-
trolada. Sin embargo, no solo la legislación
influyó en nuestra forma de ver a los niños.
Desde entonces, tanto en los Países Bajos,
como en el resto del mundo, la gente ha
comenzado a pensar en los niños de otra
manera. Cada vez más se ve a los niños
como personas que precisan de una aten-

Sarah
ción y un cuidado especiales, y que tienen
derecho a ser educados hasta el máximo de
sus capacidades. Esto conlleva un esfuerzo Sarah en la mina
considerable. Ya a mediados del siglo XIX Especialmente en el Reino Unido, donde tuvo comienzo
habían comenzado a surgir dudas sobre la la Revolución Industrial, el siglo XIX es tristemente célebre
justificación y la racionalidad del trabajo in- por la gran cantidad de niños a los que se puso a trabajar.
fantil en los Países Bajos cuando J.J. Cremer Alrededor de 1850, una niña de ocho años, Sarah, pronun-
escribió su libro Fabriekskinderen («Niños en ció estas palabras:
las fábricas») en 1863, que supuso una im- «Me dedico a transportar carbón en el pozo de Gawber.
portante contribución para la abolición del Tengo que transportarlo sin luz y me da miedo. Voy a las
trabajo infantil. Para más información sobre cuatro y a veces a las tres y media de la mañana, y salgo a
este tema, ver el capítulo 8. las cinco y media de la tarde. Nunca duermo. A veces can-
En los Países Bajos no fue tan sencillo adop- to cuando hay luz, pero no en la oscuridad, entonces no
tar la ley de Van Houten, ya que muchos me atrevo a cantar. No me gusta estar en el pozo. A veces,
políticos, sobre todo liberales, estaban a fa- cuando voy por la mañana, tengo mucho sueño.»
vor del trabajo infantil. Curiosamente, Van
Houten también era liberal. La aprobación La protesta de Sarah derivó en la prohibición del trabajo
de la ley sobre la educación obligatoria en infantil en las minas de Gran Bretaña. ¡Al menos, de los me-
1900 tampoco fue nada fácil: solo cincuen- nores de diez años!
ta miembros del parlamento estuvieron a
favor, mientras que cuarenta y nueve vota-
ron en contra. No obstante, a lo largo de los
años, se extendió el apoyo a esta medida
y, poco a poco, la gente empezó a ver que
el trabajo infantil era contraproducente y
perjudicial para los niños. Los niños se de-
bilitan fácilmente, por lo que de adultos no
serán muy productivos. Es mejor educar
a los niños, ya que así aumenta su valor
para el resto de la sociedad cuando crecen.
Hasta el mandatario conservador alemán
Otto von Bismarck (1815-1898) se oponía Grabado en madera (1844) de The Fate of Children in the En-
al trabajo infantil. No quería soldados ago- glish Mines («La vida de los niños en las minas inglesas»),
tados en sus filas. Japón siempre ha con- que representa el trabajo que realizaba Sarah. La puerta de
siderado que sus niños eran demasiado la trampilla sirve para regular la circulación de aire en las
valiosos como para ponerlos a trabajar e, minas.
incluso durante la intensa reconstrucción
industrial tras la II Guerra Mundial, siempre
mantuvo a los niños fuera de los lugares de
trabajo.
47
Fabricando ladrillos a lo largo
de la historia
Fábrica de ladrillos Ruimzicht, en la ciudad
holandesa de Jutphaas, en 1885, con trabaja-
dores adultos y pequeños, de A.G.A. Rappard,
óleo sobre lienzo 182 cm x 301 cm. Las simili-
tudes entre 1885 y la situación actual en Perú
(abajo, a la izquierda) y Camboya son asom-
brosas.
Agradecimientos al Centraal Museum de Utrecht,
Países Bajos.

semenjanza
La fiebre del oro
Minería de oro a pequeña escala en Filipi-
nas, cerca de Daet. Vemos en acción al pe-
queño Archie (12 años), que recibe unos
600 pesos (aproximadamente 10 euros)
por trabajar sábados y domingos, de lo
cual le entrega todo a sus padres. Entre
semana va al colegio. El oro escasea en
esta zona, por lo que hay que tamizar una
gran cantidad de mineral y arena para po-
der obtener algún resultado.

El pozo a través del cual puede sacarse


a la superficie el mineral y la arena que
contienen oro. No cuesta imaginarse a
un niño bajando por este pozo, lo que,
oficialmente, ya no ocurre. Hace unos
años, todavía se utilizaba la «minería de
compresor»: se mandaba a los niños a un
pozo lleno de agua con una manguera en
la boca, a través de la cual se bombeaba
aire para ayudarlos a respirar. Un proyecto
de la OIT, financiado por Finlandia, puso
fin a esta práctica.

49
Diamantes en Ghana
Aquí podemos ver a varios mineros a una profundi-
dad de aproximadamente dos kilómetros, en una
mina de diamantes de la Ashanti Goldfield Company,
en Obuasi, Ghana. Ningún niño trabaja en esta mina:
lógicamente ¡es demasiado peligroso! El peligro es
tangible y por todas partes hay carteles con normas
de seguridad. No obstante, en la economía extraofi-
cial de Ghana y de otros muchos países hay muchas
minas que no están tan avanzadas en las que, según la
OIT, sí hay niños trabajando. Parece que todavía que-
da mucho para acabar con el modelo de revolución
industrial británico.

convenciones
Dos convenciones de la OIT facilitan en gran medida
la lucha contra el trabajo infantil en todo el mundo:
la número 138 y la número 182. La Convención 138,
aprobada por la OIT en 1973, estipula la edad mínima
de acceso al trabajo y ofrece cierta flexibilidad a los
países, que pueden establecer la edad mínima a los
catorce, quince o dieciséis años. La Convención 182 se
refiere a las peores formas de trabajo infantil, que los
gobiernos deberían combatir como asunto urgente.
Esta convención también ofrece cierta flexibilidad a
los países para que elijan los sectores de la economía y
los tipos de actividades que deben tratar como prime-
ra prioridad. La convención sobre la edad mínima (C.
138) ha sido ratificada por 151 países, mientras que la
convención 182 ha sido ratificada por 169 (a principios
de 2009). ¿Hemos llegado ya a nuestro destino? ¡No,
todavía nos queda mucho! Ratificar y poner en prác-
tica son dos cosas muy distintas. Las convenciones de
la OIT tienen que traducirse en legislaciones naciona-
les válidas. Posteriormente, tienen que aplicarse estas
leyes, para lo cual es preciso establecer un servicio de
inspección eficaz, que cuente con los medios necesa-
rios para actuar y poder realizar un seguimiento.
¡Inspección!

rugmark
En aquellos lugares donde falta inspección laboral
por parte del gobierno realizamos nuestros propios
controles: este es el enfoque de Rugmark, una orga-
nización que se ocupa del trabajo infantil en el sec-
tor de las alfombras en la India, Pakistán y Nepal. Las
alfombras con la etiqueta de Rugmark provienen de
un telar reconocido y cuentan con la garantía de que
ningún niño ha tomado parte en su elaboración. Per-
sonas como Vinay Kant (con la gorra) inspeccionan
los telares varias veces al año. El hombre de la cami-
seta desgastada es el propietario de varios telares.
Los inspectores se desplazan en moto hasta las más
remotas poblaciones alrededor de Varanasi y Mirza-
pur, la región de la India tradicionalmente dedicada
a la confección de alfombras. Para prevenir el fraude,
solo se comunica el programa de inspecciones a los
inspectores poco antes de que salgan. De ellos de-
pende el éxito del sistema.

Rugmark fue fundada en 1994 por Kailash Satyarthi,


activista indio que lucha contra el trabajo infantil, en
colaboración con importadores de alfombras ma-
yoritariamente alemanes, que llevaban un tiempo
sintiendo la estrecha vigilancia de los consumidores.
Los clientes se habían rebelado contra la utilización
de mano de obra infantil en la elaboración de sus
alfombras. Rugmarks demuestra nuestro poder de
influencia como individuos en la erradicación del
trabajo infantil en todo el mundo. La organización
también gestiona centros escolares y de acogida
para antiguos niños trabajadores.

Dependencia
La industria de las alfombras tuvo su origen durante
la ocupación inglesa. Hasta entonces, en esta región
Todos los telares reciben cada año la visita de personas
se producían principalmente sábanas para uso do-
como Vinay Kant (con gorra) para comprobar que todo
méstico. Sin embargo, los británicos supieron ver la
esté correcto. El hombre harapiento posee un par de te-
oportunidad comercial en la exportación de alfom-
lares.
bras. Esta iniciativa británica ha tenido un enorme
efecto en la economía local, que ahora depende de
Nacidos para la aventura
los países extranjeros y produce alfombras que, bási-
Los inspectores de Rugmark se desplazan en moto a los
camente, no necesita. Esta condición, también pre-
telares.
sente en otros sectores de la exportación de la India
y otros países, hace que las economías dependan de
los caprichos de otros países. Otras industrias fueron
también creadas por el antiguo colonizador.
La dependencia de los productores en la exporta-
ción provoca que se les pueda imponer, muy fácil-
mente, unos precios demasiado bajos. De forma
muy sencilla, el cliente puede recurrir fácilmente a la
competencia, incluso desde otro país, lo que anima
a muchos fabricantes de alfombras, por ejemplo, a
recurrir a la mano de obra barata, como los niños. Sin
un control efectivo, se pondrá a los niños a trabajar.
Esto completa el círculo. Todo sistema que no cuente
con un control efectivo por parte de los sindicatos y
el parlamento acaba corrompiéndose. «El hombre es
un lobo para el hombre», dijo el poeta romano Plau-
to. Más información en www.rugmark.org.
51
aprendiendo

Aprendiendo a tejer
Curso de confección de tapices para niñas más
mayores.

Aprendiendo a coser
Centro de acogida de Rugmark para antiguos
niños trabajadores: aquí se les enseña a coser.
¡Una experiencia muy útil para conseguir un
futuro mejor!
Haciendo la vista gorda
Muchos países en vías de desarrollo no cuentan con los re-
cursos necesarios para designar a inspectores laborales. En los
Países Bajos hay más de quinientos inspectores, empleados
para garantizar que se cumplan las condiciones de trabajo
adecuadas. Estos inspectores laborales cuentan con una exce-
lente ética laboral: no se les puede persuadir para que hagan la
vista gorda. Todos los países visitados en este libro, excepto la
India, pueden estar oficialmente en contra del trabajo infantil,
ya que han ratificado las convenciones de la OIT. Sin embargo,
en todos estos países el trabajo infantil está a la orden del día y
no resulta complicado ver a niños trabajando. Hay una excep-
ción: Brasil, donde en raras ocasiones se ve a niños trabajando,
al menos en la zona de São Paulo que se visitó. Este hecho
podría ser un indicativo de la ausencia de trabajo infantil o de
la presencia de inspecciones estrictas. ¿Es Brasil todavía un país
en vías de desarrollo? ¿O es que el trabajo infantil está muy
bien oculto? Sea cual sea la respuesta, Brasil cuenta con dos
organizaciones nacionales que luchan específicamente contra
el trabajo infantil, a las que la OIT apoya de forma muy activa.
Los gobiernos estatales y federales ofrecen becas a las familias
desfavorecidas, que han permitido la escolarización de millo-
nes de niños. Esto, desde luego, está marcando la diferencia.

La vida en el túnel
En la relativamente rica región que rodea a la ciudad comer-
cial e industrial de São Paulo unas coloridas furgonetas llevan
a los niños de la calle y a los niños trabajadores a centros de
acogida, que suelen ser lugares agradables y afables. Brasil se
preocupa de sus niños, o eso es lo que parece. No obstante, la
estancia es voluntaria: no se puede obligar a los niños a perma-
necer en estos centros. En muchas ocasiones, bajo los efectos
del pegamento o las drogas, muchos niños y adultos eligen
la libertad que les ofrece la vida en la calle. Viven en parques,
bajo pasos elevados y en túneles. El ruido es ensordecedor y el
hedor nunca deja de perseguirte.

Hay una teoría que defiende que los países en vías de desa-
rrollo precisan del trabajo infantil para poder desarrollarse. En
principio, el trabajo infantil desaparecería de manera automá-
tica una vez que la economía del país fuera lo suficientemente
fuerte. Incluso Von Bismarck, desde su particular cinismo, tenía
otra opinión al respecto. De hecho, mantenía que para crecer
los países tienen que deshacerse primero del trabajo infantil.
Tengo la impresión de que muchos niños estarían de acuerdo
con él. Según parece, la teoría expuesta al principio de este pá-
rrafo fue concebida por las mismas personas que podían sacar
algo del mantenimiento del trabajo infantil. Tal y como ocurría
en el siglo XIX en los Países Bajos, hoy en día todavía quedan
muchas de estas personas. Si los niños no reciben una educa-
ción adecuada, nunca podrán salir del círculo vicioso en el que
ellos, como sus padres, solo tendrán acceso a trabajos poco
cualificados y de ínfima importancia. Además, en este círculo
vicioso son extremadamente vulnerables a la explotación y el
abuso.
53
Recogiendo sin ser visto
Una plantación de té de Bangladesh. Los trabajadores
de las plantaciones casi nunca, o nunca, abandonan las
instalaciones, ya que aquí tienen todo lo que necesitan.
De esta manera, el mundo exterior es algo completa-
mente ajeno a ellos. Los habitantes de esta plantación
cercana a Srimangal se mostraban extrañamente tími-
dos y reservados, lo que contrasta con el carácter del
resto de la población de Bangladesh, que parece haber
nacido con la sonrisa en la cara.

Productores de té
Un productor de té de Bangladesh le preguntó al fotó-
grafo por qué había que enviar a los niños al colegio.
«Al fin y al cabo, no hay ningún trabajo para ellos en el
que puedan aplicar lo que han aprendido». No obstan-
te, la gente con formación escolar es capaz de tomar
iniciativas que mejoran sus oportunidades laborales e
ingresos: pueden reclamar mejores condiciones labo-
rales, acceder a mejores trabajos gracias a los conoci-
mientos adquiridos o crear puestos de trabajo, o una
empresa, por sí mismos. El progreso de las tecnologías
de la información nunca habría sido posible en la India
si no hubiera contado con buenas escuelas y estudian-
tes bien formados que pudieran fundar las compañías
informáticas. El productor de té probablemente pre-
fiera tener trabajadores sumisos en su plantación, que
simplemente sepan lo suficiente para hacer bien su
trabajo. ¿Es esta la razón por la que se opone a la esco-
larización de los niños?

Beneficios del gobierno malayo procedentes del


trabajo infantil
Las casas de los trabajadores en una plantación de
caucho de Malasia, en Tenom, isla de Sabah. Según
el gerente, todos los trabajadores ganan lo suficiente
para poder comprarse un coche. Sorprendentemente,
la gerencia admite que los niños ayudan a los padres
a extraer el caucho. ¿Será que los salarios no son tan
buenos como dicen? Curiosamente, las plantaciones
de caucho pertenecen a Lembaga Industri Getah y la
mitad de esta compañía pertenece al estado. Esto in-
dica que el gobierno malayo permite el trabajo infantil
e, incluso, se beneficia de su existencia. Según el go-
bierno, el trabajo infantil es un problema inexistente en
Malasia, país que ha firmado ambas convenciones de
la OIT.

Un autobús escolar lleva a los niños de la plantación


de Sabah al pueblo, ya que no hay colegios en la plan-
tación.
Plantación de aceite de palma en Malasia. La importan-
cia del aceite de palma en el mercado mundial se ha
disparado. El aceite de palma se utiliza en la elaboración
de jabones (Palmolive), en la alimentación y como com-
bustible. El número de plantaciones de Malasia está cre-
ciendo a costa de la selva natural y los arrozales, lo que a
su vez destruye la naturaleza. Oficialmente, no existe, o
no suele verse, el trabajo infantil en las plantaciones de
aceite de palma de Malasia. La producción suele darse
a gran escala y estar mecanizada. Los manojos de nue-
ces de palma de la foto son demasiado pesados para
que los lleve un niño: unos veinticuatro kilogramos. Sin
embargo, el proceso de extracción del caucho sí resulta
muy sencillo para los niños: vaciar los recipientes, reco-
ger el látex, hacer un corte nuevo en el corcho y limpiar
los envases.

Plantaciones peligrosas
Las plantaciones son lugares de alto riesgo. Los trabaja-
dores suelen vivir en la plantación, por lo que no están
expuestos al mundo exterior. Nadie les informa de sus
derechos y cualquier información disponible está cui-
dadosamente filtrada por los gerentes, lo que hace que
los trabajadores dependan totalmente de ellos. Inspec-
cionar las plantaciones para comprobar si hay casos de
trabajo infantil se convierte en un peliagudo problema
porque, como suele tratarse de propiedades privadas,
no se puede acceder a ellas sin permiso. En los años
veinte del siglo XX, el primer director de la OIT llevó a
Francia a juicio para poner a prueba la ley. Quería com-
probar si el mandato que los países fundadores habían
otorgado a la OIT podría obligar a los gobiernos a abrir
las plantaciones para las inspecciones.

Extracción del caucho


Caucheros en una plantación de Camboya, cerca de
Kampong Cham. A primera hora de la mañana se hace
una incisión, con una gubia, alrededor de la mitad de la
circunferencia del tronco, en un ángulo de treinta gra-
dos. Esta operación requiere de una precisión que solo
unas manos entrenadas pueden conseguir. Si se hace
de forma incorrecta, el error afecta de manera negativa
tanto al ingreso como a la recuperación del corcho. En
cuanto se hace la incisión, asoma el látex blanco y co-
mienza a fluir. Un par de horas después, el mejor látex
ha llenado los envases colgados debajo de los cortes,
que pueden recogerse entonces. En los «pueblos del
caucho», muchos niños se pasean por las plantaciones
con la ropa manchada de látex y, a menudo, se ve a
la gente pasando en bicicleta con cuencos de mugre
blanca colgados del manillar.

Recogida de nueces de palma


Mientras que en Malasia el procesamiento de las nue-
ces de aceite de palma en aceite se realiza mediante un
método prácticamente mecanizado, en Ghana todavía
predomina el trabajo manual. Los niños, sea cual sea su
edad, tienen que echar una mano. Los niños, de izquier-
da a derecha: Abigail (9 años), Dede (12 años), Lota (12
años), detrás de su madre, cerca del tambor de aceite,
y Liesbeth (3 años) extraen las nueces de palma de las
fibrosas cáscaras. El cliente es un tal Sir Speedy, o eso es
lo que dicen los carteles. La planta de los Ayoka Oil Mills
se encuentra en la carretera entre Cape Coast y Kumasi. 55
Tabla 1: Trabajo infantil y formas de empleo infantil permitidas, según la definición de la OIT/ IPEC
La clasificación de los grupos de edad de la columna de la izquierda puede variar de país a país. En los Países Bajos, por
ejemplo, el segundo grupo comienza a los trece años. Más información disponible en www.ilo.org.
Grupos de edad Tipo de trabajo
Trabajo no peligroso Formas más severas
menos de 43 horas a la semana de trabajo infantil
Trabajo ligero Trabajo regular Trabajo peligroso Peores formas
menos de 14 horas entre 14 y 43 horas en un ambiente peligroso como esclavitud, niños
a la semana a la semana y más de 43 horas soldado, explotación sexual
a la semana y actividades delictivas

5 a 11 años

12 a 14 años

15 a 17 años

En los Países Bajos, cualquier persona menor de dieciocho trata de una expresión cultural, como la música, el tea-
años es considerada un niño. Para todos los niños existen tro o el cine, pero, incluso en estos casos, las normas son
ciertas condiciones con vistas a que puedan desarrollar estrictas, especialmente en lo que se refiere a los niños
todo su potencial como adultos. Cuando se infringen es- menores de siete años. A partir de los trece años se aflo-
tas condiciones, se está impidiendo el desarrollo del niño. jan un poco las cuerdas. También se hace una distinción
La tabla 1 muestra cómo se define el trabajo infantil en entre períodos escolares y vacaciones. Por último, solo se
las convenciones de la OIT. En los Países Bajos, los niños permiten ciertos tipos de trabajo y, cuando se trabaja en
menores de doce años no pueden trabajar, excepto si se el negocio familiar, la situación es diferente.

¡Pescado fresco!
Caballa ahumada en el mercado de la ciudad neerlan-
desa de Haarlem. Para los niños, resulta más fácil trabajar
junto a sus padres que trabajar solos para otra persona.
La legislación holandesa permite a los niños de trece
y catorce años ayudar a sus padres en los días de co-
legio en una tienda o una granja, siempre y cuando el
negocio se encuentre ubicado en el mismo sitio que su
hogar. Los sábados tienen permitido trabajar más horas.
Esta niña de trece años trabaja con sus padres los sába-
dos en el mercado de Haarlem.

Con mimos
Para un niño, trabajar con sus padres requiere un esfuer-
zo emocional menor que hacerlo de forma completa-
mente independiente. Además, esto también permite
a los padres cuidar de sus hijos. Un «jefe» ajeno puede,
fácilmente, ser demasiado estricto (o incluso peor). Esto
último es aplicable no solo a los niños de los Países Ba-
jos, sino de todo el mundo. Uno puede decirle a sus
padres que está cansado en un momento determinado
y que acabará sus tareas por la mañana. Sin embargo,
decirle eso mismo a un jefe resulta más difícil, lo que
complica la situación del niño. En los Países Bajos, una
vez que el niño cumple los quince años se le permite
trabajar como repartidor de periódicos por la mañana,
con un contrato que también deben firmar los padres.
Los niños deben descansar un mínimo de doce horas
por día (y, sin lugar a dudas, entre las seis de la tarde y
las seis de la mañana) y la duración del trabajo no puede
superar las dos horas diarias. Fuera de los Países Bajos,
muchos niños tendrán que esperar un tiempo hasta
que se les trate así de bien.
El negocio de la prensa
Dos chicos que trabajan en el sector de la prensa... El
mismo negocio, ¡dos realidades diferentes! Ibrahim, en
la ciudad marroquí de Fez, ayuda a su padre a colocar
los periódicos y las revistas en su pequeña tienda.

En la ciudad camboyana de Phnom Penh, este niño de


doce años vende el periódico a los viajeros hasta bien
entrada la noche. Depende de sí mismo. A la falta de
sueño y educación hay que sumarle el riesgo de que se
le acerque algún pederasta, un problema de grandes
dimensiones en Asia y, especialmente, en Camboya.

La convención sobre los Derechos del Niño


convención
En 1989, los miembros de las Naciones Unidas adoptaron la Convención sobre los Derechos del Niño. El artículo 32
tiene la finalidad de proteger a los niños del trabajo infantil y de las personas que pretendan beneficiarse econó-
micamente de esta práctica. El artículo expone lo siguiente:

1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a que se le proteja de la explotación económica y del desem-
peño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o
para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para garantizar la apli-
cación del presente artículo. Con ese propósito y teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros
instrumentos internacionales, los Estados Partes, en particular:
a. Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar;
b. Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo;
c. Estipularán las penas u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación efectiva del presente artículo.

El artículo 28 regula los derechos de los niños a la educación primaria gratuita y obligatoria, además de ofrecer
educación secundaria gratuita y asistencia financiera para la misma. Todos los miembros de la ONU están obligados
a respetar esta convención. La Convención de 1989 es una extensión y diferenciación de la Declaración de los Dere-
chos del Niño de la ONU de 1959, que ya otorgaba a los niños el derecho a la educación y establecía una edad míni-
ma para su ingreso en el mundo laboral. También se limitaba el acceso de los niños a trabajos inseguros o peligrosos.

57
El morado me sienta mejor
Un colegio de primaria a las afueras de Accra, la capital
de Ghana. Ya en 1959, la ONU estableció el derecho de
los niños a la educación primaria gratuita.

La tienda de papá y mamá


¡Youssef dice que tiene quince años! Vende especias
en la tienda de su padre, en la ciudad de Esauira, en el
litoral marroquí. No obstante, ¿seguro que tiene quin-
ce años? ¿Cuántas horas trabaja al día? ¿Va al colegio?
¿Se puede hablar, en este caso, de trabajo infantil? Sus
padres son sus responsables. En Marruecos, el estado
hace la vista gorda ante estos asuntos.
El trabajo infantil evoluciona artera-
mente. ¡Lo podemos evitar trazando
una línea muy clara!

4
¿De dónde viene el trabajo infantil?
¿Cómo podemos prevenirlo?

59
¿Por qué a los niños los ponen a trabajar? Imagínate un pueblo costero, a las afueras de la capital de Ghana, con un
nombre que no vas a encontrar en un mapa. Todas las mañanas cuando sale el sol vuelven los botes cargados de
pescado. Los hombres habrán pasado la mayor parte de la noche en el mar, atrayendo a los peces hacia sus redes
con una lamparita. Los niños corren y juegan en la playa, capturan pequeños cangrejos entre las rocas o se escon-
den bajo las redes. En el pueblo hay un colegio, pero al maestro casi nunca se le ve por allí. No es para sorprender-
se: le pagan tan poco que necesita otros dos trabajos solo para mantener a su familia. Aun cuando va al colegio,
su forma de enseñar no puede ser muy eficaz. Los niños se limitan a asentir, cansados como están de levantarse
temprano todas las mañanas para ayudar a capturar el pescado. No hay tiza y los niños no tienen cuadernos en los
que anotar nada, ya que sus padres no pueden permitírselos. No le ven razón de ser al colegio: al maestro no se le
suele ver por allí y no es más que perder el dinero que tanto necesitan.
A ellos les resulta mucho más provechoso que los niños les ayuden a halar el bote, a arreglar las redes y a limpiar y
ahumar el pescado. ¡Ya que están en la playa...! De jugar pasan a echar una mano, y en nada de tiempo a trabajar.
Además, son pocos los padres que entienden que así impiden que sus hijos se desarrollen como es debido y que
tendrán muchas menos oportunidades en la vida si no les dan una educación. ¿Es que no se ve que al ayudar a su
padre aprenden un oficio? ¡Un buen pescador no tiene por qué leer o escribir! A fin de cuentas, los niños pertene-
cen a sus padres, y estos pueden hacer con ellos lo que quieran.

61
desesperación
Desesperación en Filipinas
Me llamo Alma Booc. Tengo 36 años y nueve hijos. Vivo en Filipinas, cerca de Medellín, en el norte de la isla de Cebú.
En las plantaciones de caña de azúcar vivimos como en el Edén, pero yo no veo la belleza que me rodea, ya que no
tengo tiempo más que para sobrevivir. Estoy hecha polvo. Puedes ver mi desesperación en mi mirada. Siempre que
puedo, incluso estando embarazada, tengo que trabajar en los campos, igual que la mayoría de mis hijos. A mediados
de año, mientras crece la caña de azúcar, apenas hay trabajo en la plantación y nosotros tenemos muy poco dinero
para sobrevivir. Sí, he oído hablar de los anticonceptivos, pero mi vecina me dijo que la píldora te pone mala, así que
no la uso. ¡Si mis hijos son una bendición! Yo fui al colegio solo hasta los nueve años y mi marido hasta los diez.
esclavitud

Esclavismo en la India
Me llamo Sakkubai, soy de la India y tengo once años. Mis padres necesitaban dinero y lo pidieron prestado. Para
pagar su deuda tuve que trabajar en una granja, pero sin que nadie supiera por cuanto tiempo. Lo cierto es que
me vendieron como esclava. Yo no quería porque me daban mucho miedo las vacas, pero mi madre me pegó tan
fuerte que todavía tengo cicatrices. Antes me pasé un tiempo vagando por las calles. Menos mal que un volunta-
rio de la MV foundation de Hyderaban me encontró en la granja y se ocupó de que me enviaran a un refugio para
niñas. Aquí me dan clases extra, y así puedo ir al colegio normal. No quiero pensar en el futuro, porque todavía
estoy luchando con el presente.

63
Adopción en Marruecos
Soy la señora Sebah. Vivo en una ciudad muy pobre, la
de Salé, en la costa de Marruecos. Tengo ocho hijos. La
bebé es la novena, pero no es mía. La adopté de una
madre que no la quería. En mi casa, que está construida
con chapa, hace siempre un calor sofocante en verano.
Cuando llueve se cuela el agua por todas partes. Tengo
un nuevo novio, que a veces vende ropa de segunda
mano. También nos ayuda la comunidad. Lo bueno es

adopción
que mis hijos sí van al colegio.
tráfico de niños

Tráfico de niños en Ghana


Victor (12 años, sin camisa) y Kofi trabajan en una fábrica de muebles en Kumasi, Ghana. Victor es de Benín. Su tío
lo trajo a este lugar. Kofi es de Togo, un país vecino. El tráfico de niños entre países, como es el caso de estos niños,
adopta formas muy serias tanto en África como en el resto del mundo. Hay muchas probabilidades de que el «tío» de
Victor lo esté explotando. Tal vez sus padres lo enviaran aquí con la esperanza de que su hijo tuviera un futuro mejor.
En un país como Ghana es posible. No obstante, en Venezuela, por ejemplo, está estrictamente prohibido que los
acompañantes de los niños no sean sus padres. Sus padres tienen que rellenar montañas de papeles antes de que
las autoridades permitan que sus hijos crucen la frontera de la mano de otra persona.

65
Picando piedra en Perú
Este pueblo a las afueras de Lima, capital de Perú, tiene el
muy apropiado nombre de Puente Piedra. En este pue-
blo tan feo, completamente seco y sin plantas de ningún
tipo, la única forma de obtener ingresos es cortar y ven-
der piedras de las rocas. Los niños se entretienen con los
restos, o bien ayudan a sus padres a llevar y clasificar las
piedras. El trabajo queda cerca de casa. ¿Para qué vamos
a separar el juego de la ayuda a los padres y el trabajo?

Petite bonne en Marruecos


Por todo el mundo hay niños trabajando como emplea-
dos de hogar, que tienen que estar a disposición de sus
patrones 24 horas al día. Estos niños suelen proceder de
áreas rurales pobres, y se espera que la familia con la que
se coloca al niño lo envíe al colegio. Lo cierto es que esto
no suele ocurrir. A esta niña se la podía ver en las calles
de Marrakech, en Marruecos. Parece ser que se ocupa de
una pareja mayor. En los países francófonos se denomi-
na a estas niñas petites bonnes. En español serían simple-
mente criadas.
Una red de miseria y abusos
Hay más de una razón para que exista el trabajo infantil, como tam-
bién hay muchas circunstancias en las que puede tener lugar. Es
un problema complejo para el que no hay una solución fácil. Los
padres siguen siendo los principales responsables de sus hijos, y
son ellos quienes tienen que marcar los límites, pero, ¿qué vas a
hacer cuando no te pagan lo suficiente y no puedes ni defender tus
propios derechos? Parece que no hay más opciones que llevar a los
niños al trabajo, para que ganen unos céntimos extra que pueden
marcar la diferencia entre tener hambre y morir por causa de ella.
No obstante, también los patrones son responsables, ya que ellos
deberían pagar a sus empleados unos sueldos decentes y darles
unos trabajos dignos. Los patrones deben ocuparse también de
que no trabajen niños en las fábricas o en los campos. No obstante,
oficialmente a los niños no se les suele dar un trabajo directo, de
modo que los patrones se pueden lavar las manos con suma facili-
dad. Otro problema es que el patrón sabe que los compradores o
los consumidores no van a pagar más de una determinada cantidad
por su producto. De ahí que tengan que mantener los costes de
producción bajos para vender los productos, ¿a cualquier precio?

Los políticos emplean niños


Un puente en medio de las plantaciones de caña de azúcar, en la
isla filipina de Cebú. Muchos de los campos de esta región, al igual
que los de otras regiones del país, son de la propiedad de los polí-
ticos locales. Estas tierras las trabajan niños, como ya hemos visto
en este mismo capítulo que hacen los hijos de Alma Booc. Son los
mismos políticos de los que esperamos que se opongan al trabajo
infantil.
El gobierno puede legislar y obligar a que se cumplan las leyes. No
obstante, los políticos y las autoridades, ¿respetan siempre estas
mismas leyes? Es probable que las tierras de su propiedad depen-
dan del trabajo infantil. Cuando de los ansiosos dedos de las auto-
ridades gubernamentales se escapan algunos céntimos hay posibi-
lidades de que se contrate a inspectores. No obstante, es probable
que les paguen tan poco que cedan fácilmente ante el soborno. ¿Es
que no hay sindicatos? Por supuesto que los hay, pero o bien son
muy pocos los que tienen el dinero necesario para pagar la cuota
de afiliación, o bien el gobierno les impide hacer nada, ya que no
necesita de ninguna de las maneras a estos metomentodos. Los
patrones llegan a despedir a sus empleados cuando se afilian a un
sindicato. En un país sin democracia, el parlamento no suele ser
más que una formalidad, y los miembros del parlamento están ahí
para guardar las apariencias y nada más. Mientras tanto, los cole-
gios se esfuerzan por seguir funcionando con menos fondos de los
que les harían falta, con profesores sin cualificación o quemados
de tanto trabajo como tienen, en edificios que se caen a pedazos.
¿Quién va a querer que sus hijos asistan a colegios así? Tanto más
cuando cuestan dinero.

Un empleado de una organización humanitaria que tenía una


criada
El fotógrafo se topó con esta petite bonne en la cocina de un em-
pleado de una organización que lucha contra el trabajo infantil en
Marruecos. Le dijeron que era una sobrina venida de provincias.
Al fotógrafo le extrañó tanto que no supo formular ninguna otra
pregunta. Para cualquier reportero que tenga buena comunicación
con un informador supone un dilema el no querer desairar a su
contacto con preguntas desagradables. ¿Qué harías si tu vecino es-
tuviera empleando mano de obra infantil? Como sigues viviendo
en la casa de al lado no le llamas la atención. ¿Cuál sería la solución?
En los casos en que de verdad esté ocurriendo algo pueden resultar
muy eficaces las instituciones gubernamentales neutrales. Es muy
posible que todo esto tenga una explicación de lo más inocente.
67
Red impenetrable
En el centro de esta red de miseria y abusos en la que no parece que se pueda penetrar y a la que tienen que
hacer frente en distintos grados todos los países en vías de desarrollo, traen los padres a sus hijos al mundo. Esos
niños merecen la oportunidad de crecer y convertirse en un ser humano valioso. ¿Cómo podemos crear un mun-
do en el que sea posible algo así? Todos los implicados, incluidos los gobiernos, las empresas, los profesores, las
organizaciones humanitarias, los consumidores y los padres son responsables y a cada cual se le puede exigir que
responda. La lucha contra el trabajo infantil viene a ser como regar un jardín con una manguera desgastada: el
agua se escapa por todas partes y no cae ni donde hace falta ni donde uno está tratando de regar. Conforme va
uno tapando agujeros salen otros nuevos en las zonas más endebles cuando la presión llega a ser demasiado ele-
vada. ¡Así se está malgastando el agua sin arreglar nada! Lo único que en estas circunstancias puede funcionar es
abordar el problema de modo global: reparar los daños causados por la pobreza y por una educación ineficiente,
y emprender acciones directas en los lugares de trabajo.

Los profesores emplean niños


Niños que van al colegio en Ghana. Los machetes que llevan los niños son para cortar las malas hierbas del huerto
del maestro, lo mismo que el cubo en el que la pequeña (al frente a la izquierda) lleva sus libros y que luego usa
para transportar agua cuando trabaja en el huerto del maestro. En Perú vi niños que iban a por agua al río por
orden de su maestra para regar su huerto. En Bangladesh los niños sacaban arcilla fresca de un pequeño estanque
para cambiar el suelo de la escuela. ¿Qué decir de la integridad de sus maestros? ¿Creen que estas tareas les ense-
ñan algo a los niños, o es que tratan de arreglárselas con lo poco que tienen? ¿Se dan cuenta de que esto no tiene
nada de ético? Ese es el quid de la cuestión en lo que respecta al trabajo infantil: ¿qué se les pasa por la cabeza a
los que explotan a los niños? ¿Creen que les están haciendo un favor? En Etiopía hay colegios con un pequeño
huerto en el patio. Parece que es para educar a los niños, ¿o no?

Al leer este libro, ¿por dónde puedes empezar para oponerte activamente al trabajo infantil? ¿Qué tal si empeza-
mos por comprar productos del comercio justo, que se fabrican respetando a los seres humanos, los animales y el
medio ambiente? Todavía hay tan pocas opciones al respecto que hay que ir a una tienda especializada, mientras
que en los estantes de los supermercados apenas hay productos de este tipo. El comercio justo sigue siendo la
excepción, por terrible que parezca, ya que las cosas se deberían hacer como se hacen en el marco del comer-
cio justo. Al leer este libro, como individuo y como consumidor es probable que tengas más poder de lo que te
imaginas. Consulta el capítulo 8 para saber qué puedes hacer tú. A las empresas internacionales les aterra que las
cacen explotando niños, ya que los consumidores saben y están dispuestos a boicotear a las empresas inmorales.
Ahora mismo se están bosquejando códigos de conducta; se están sentando las bases para una buena gobernan-
za empresarial para así evitar y prohibir el trabajo infantil dentro de las empresas. Una vez que una empresa esté
funcionando de modo «ético», habrá que investigar a sus proveedores, lo cual supone toda una nueva gama de
problemas.
Una organización humanitaria permite
que trabajen los niños
Este es Yilmer (15 años), de Cajamarca, Perú.
Antes era adicto a esnifar pegamento, pero
ya no lo es. Una organización humanitaria
local, Chibolito, le ayudó a librarse de su
adicción. En esta fotografía está en el patio
del centro humanitario en el que vive ahora
con entre ocho y catorce niños de edades
comprendidas entre los siete y los quince
años. Esta organización depende principal-
mente de las donaciones de un benefactor
belga. Otra valiosa fuente de ingresos es el
gran horno que hay en el edificio. Durante la
semana, la mayor parte de los niños ayudan
a cocer pan, que luego se vende.

Yimer y los otros niños de Chibolito han em-


pezado a recoger botellas de plástico vacías
para luego venderlas a China, donde hacen
mucha falta. Este tipo de proyecto es único
en Perú, puesto que en este país aún no se
recicla normalmente, no como ocurre en
Asia. Por eso se le ocurrió a Temis Noriega,
presidente de Chibolito, que esta idea podía
funcionar, ya que hay poca competencia. Al
preguntarle si esto se puede denominar
trabajo infantil, Temis responde que sí se
puede denominar así si uno se lo plantea
desde un punto de vista occidental, pero
añade que «estos niños tienen que estar
preparados para remangarse y ayudar a sus
familias».

Talleres de trabajo esclavo


Un sector del que se ha conseguido erradicar el trabajo infantil es el textil. Muchas de las prendas se fabrican en
países con salarios bajos, como son la India, Bangladesh y Perú, y en ellos aún existen talleres de trabajo esclavo que
son los que producen casi exclusivamente para el mercado local o para marcas muy baratas. Las grandes casas de
moda, como Zara y H&M, supervisan las condiciones laborales sobre el terreno, con o sin previo aviso. La compañía
textil neerlandesa Zeeman ha acordado un código de conducta con sus proveedores, en el que estipula que en
sus talleres solo podrán trabajar niños mayores de catorce años. Los agentes y los compradores de Zeeman velan
porque se cumpla este código. Esta empresa está también en proceso de contratar un instituto independiente
para que supervise a los proveedores y así el control resulte más fiable.

69
Creatividad en clase
Una pequeña clase en Malasia en la que se estimula el desarro-
llo de estos pequeños por medio de diversas actividades creati-
vas y físicas. Los duros empleos de sus padres dejan a estos con
muy poco tiempo que dedicar a estimular a sus hijos, a pesar de
que para que un niño se desarrolle es fundamental que conoz-
ca los colores, la música y el movimiento. Este colegio lo lleva la
organización local Pacos y el proyecto lo financia la fundación
neerlandesa Bernard van Leer.
El mercado internacional comienza poco a poco a darse cuenta
de que su prosperidad debe mucho a la población de los países
en que compran productos baratos, y por eso ahora empiezan
a ser conscientes de la responsabilidad social que eso conlleva.
Hace unos pocos años, Zeeman «devolvió» una parte: para ello
financió la construcción de un hogar infantil en Bombay, la In-
dia, para Save the Children. A su vez, Bernard van Leer, fabrican-
te neerlandés de barriles, mostró una increíble generosidad: en
1949, con el consentimiento de sus herederos, transfirió toda su
fortuna a una fundación. Con este dinero, la fundación Bernard
van Leer sigue financiando numerosas iniciativas destinadas a
estimular el desarrollo de los niños pequeños. Como fabricante
de barriles, Van Leer intervino especialmente en países en los
que la petrolera Shell, de propiedad británica y neerlandesa,
buscaba petróleo. Los barriles se fabricaban allá donde se nece-
sitaban. En el capítulo 8 puedes leer acerca del proyecto de ING
Llamadas telefónicas contra el trabajo
Bank Chances for Children, un proyecto destinado a «devolver»
infantil
una parte.
Al utilizar el móvil en Latinoamérica se
puede dar dinero a la lucha contra el tra-
bajo infantil. Telefónica dona parte de sus
beneficios a la fundación Proniño, que fue
fundada con esta finalidad. La campaña
Proniño se está llevando a cabo en doce
países de Latinoamérica, y ayuda a 22.000
niños en total. En Venezuela, la fundación
patrocina, entre otras cosas, los suminis-
tros escolares y los costes del transporte.
Proinfa es una de las agencias que se ocu-
pan de esto en Caracas.

En un supermercado de Petare, una zona


de Caracas habitada por clase trabajado-
ra, Daniel (11 años) ayuda a empaquetar
comestibles. Gana 10.000 pesos al día, lo
que supone poco más de tres euros, que
él destina a comprar chucherías. Dice Da-
niel que también va al colegio, pero que
hoy le han dado el día libre. En todos los
países, de cada diez niños nueve dicen
algo parecido.

Pegatina para la iniciativa de Proni-


ño, de Telefónica, para el 12 de ju-
nio, Día Internacional contra el Tra-
bajo Infantil.
Ropa limpia, conciencia limpia en Perú
prevención
¿De dónde viene el trabajo infantil? ¿Cómo podemos prevenirlo?

Bienvenido a Limatex, el principal exponente de la producción textil sostenible en Perú. A las afueras de Lima tra-
bajan unas mil personas en las condiciones que ya son norma en los países occidentales: los empleados trabajan
en espacios bien iluminados y ventilados, cada día les dan una comida sana y trabajan las horas normales. Lo que
es más importante: les pagan bien y ganan lo suficiente como para llevar a sus hijos al colegio. Está claro que en
Limatex no trabajan niños.
Perú produce algodón de gran calidad. En Limatex se procesa únicamente el algodón en cuya producción no han
intervenido niños, como es el caso de la variedad orgánica oro blanco, que también se cultiva de modo ecológico.
Este algodón es un 40 % más caro que otros tipos de algodón, pero a quienes compran estas marcas (y por tanto
los consumidores con ojo crítico) les complace claramente pagar más por una conciencia limpia. En palabras de
Antonio Gamarra, portavoz de Limatex: «El consumidor tiene el poder».
Esta empresa no se dedica únicamente a procesar algodón, sino también materias sintéticas como nailon, po-
liéster y licra. Estas materias, así como también los accesorios (botones y cremalleras), proceden principalmente
de Asia. Gamarra no supo qué responder a la pregunta de cómo se producen estas materias, lo cual deja mucho
que desear.

Solidaridad
Solidaridad es una organización conocida en todo el mundo por su café Max Havelaar y sus plátanos Oké. Ellos
contribuyeron a la fundación de Limatex en 2003. Esta empresa textil está asociada con la marca Made-by, que
es también iniciativa de Solidaridad y que garantiza la producción sostenible de prendas de vestir. Esta empresa
cuenta asimismo con la aprobación de SKAL, un distintivo de calidad comparable neerlandés. Más información
en el capítulo 8.
Muchas marcas famosas confían parte de su producción a Limatex: Levi’s, Nike y Adidas, y las marcas neerlandesas
Alchemist, Kuyichi y M’Braze, por ejemplo. Algunas marcas controlan personalmente las fábricas, mientras que
otras encargan esa tarea a organizaciones reconocidas. Algunas empresas anuncian que van a visitar las instala-
ciones, mientras que otras no piden cita, como hace Abercrombie.

Costurera de Limatex
Perú se beneficia de un acuerdo especial que tiene con Estados Unidos y que le permite exportar grandes can-
tidades de prendas de vestir a ese país. Este acuerdo comercial llegó a firmarse gracias a que Perú cooperó acti-
vamente en la lucha contra la producción de droga en Latinoamérica. De este modo, la solución a un problema
ayuda a resolver otro.

71
Manos sucias en el sector textil
No pago nada
Recogiendo algodón en Perú, cerca de la
ciudad de Piura. María (5 años) recoge al-
godón con sus padres durante todo el día.
No les rinde mucho lo que ganan. Dice su
madre: «No pago nada». No reciben casi
nada de dinero.

Aprendiendo un oficio
Paul (14 años) está tejiendo una prenda
tradicional ghanesa, kente, en Bonwire, un
pueblo cerca de Kusami famoso por esta
prenda. No le pagan nada porque está
«aprendiendo». Paul procede de Volta, una
región a unos pocos cientos de kilómetros.
Tras la máquina de coser
Una niña trabajando por la tarde en el
Nuevo Mercado en Accra, la capital de
Bangladesh. Ya es normal que en Ban-
gladesh estén supervisadas las fábricas
textiles. Tom Harkin dio forma a una ley
estadounidense de 1994 que prohibía la
importación de prendas fabricadas por
niños. Con solo esta iniciativa tuvieron
lugar cientos de despidos de niños en
Bangladesh.

Acarreando tejidos
Anwar Hussein (11 años) ayuda a su pa-
dre en su tienda de tejidos de Paharganj,
un distrito en el centro de Delhi. Dice su
padre que el niño va al colegio por las
mañanas.

73
Fábricas mejores en Camboya
Probablemente el hermoso tejido que viste la madre de este precioso niño venga de una de las casi trescientas fábri-
cas de Camboya que participan en el programa Better Factories («Fábricas mejores»), bajo la supervisión de la OIT. Es
posible que el tejido lo haya fabricado una de las más de 300.000 personas que trabajan en estas fábricas. Todas estas
fábricas textiles han recibido un distintivo de aprobación y pueden exportar sus productos a Estados Unidos. El sector
textil es uno de los que más contribuyen a la economía de Camboya: factura unos 1.400 millones de euros al año.
Uno de los puntos del Multi Fibre Agreement («Acuerdo Multi Fibra») que firmó Estados Unidos en 1999 para que
se pudieran importar prendas de vestir de Camboya imponía unas condiciones laborales decentes. Si una empresa
quiere una licencia de exportación de las autoridades camboyanas para Estados Unidos tiene la obligación de ad-
herirse a esta iniciativa. La empresa se tendrá que ver sometida a reorganizaciones periódicas, así como también a
inspecciones en las que se estudian 500 aspectos diferentes. La OIT ha designado a treinta inspectores que viajan con-
tinuamente por el país con este fin. Los encargados de las compras de las empresas textiles de Estados Unidos (entre
ellas grandes empresas como GAP, Disney, Adidas, Levi’s y Nike) pueden acceder a los resultados de las inspecciones
respetando la confidencialidad de las empresas inspeccionadas. Cualquier irregularidad que se observe, ya sea leve
o grave, se estudia junto a la dirección de la empresa para así ayudarles a mejorar. Cada seis meses publica la OIT un
informe general de los avances al que se puede acceder libremente.
Resulta decepcionante que la mayor parte de los compradores extranjeros no confíen plenamente en las investi-
gaciones de la OIT, y que por ello tengan sus propios inspectores, lo que supone realizar las inspecciones de la OIT
por duplicado. Lyno Vuth, portavoz del programa Better Factories para la OIT, afirma que «a pesar de todo, cada vez
confían más en nosotros. De cada veinte compradores, ocho confían en nuestro criterio. Disponemos ahora de un
sistema sólido en el que es imposible “comprar” una licencia a un funcionario público corrupto. Creemos también que
el gobierno se ha puesto firme en este asunto. No obstante, sigue habiendo un problema con los subcontratistas que
lavan o tiñen la ropa para las empresas registradas, ya que por ahora nuestros esfuerzos no los alcanzan.»

La OIT planea también aplicar el concepto de las «Better Factories» en otros países. En Tailandia y Vietnam ya está ocu-
rriendo algo parecido, solo que allí se pone el acento en la formación. Todavía no se ha podido copiar por completo
este sistema en otros países. Para que se pueda aplicar, los patrones, los sindicatos y el gobierno deben cooperar
estrechamente. Según Lyno Vuth, «aún no hemos conseguido aplicar este concepto fuera de Camboya».

Sunrise Boulevard
El muelle de Sisowath, en Phnom Pehn, capital de Camboya, justo después del amanecer: el aire aún es fresco, la luz
frágil.
Saciando la sed de los demás
Esta niña vende agua embotellada a
la gente que espera pacientemente al
presidente de Laos, que está de visita
oficial en Camboya. Cuando cumpla
quince años podrá ir a trabajar a una de
las tres «Better Factories» que hay en su
país, en las que las condiciones labora-
les son buenas. Los retratos que llevan
(no siempre por voluntad propia) los es-
pectadores son del rey actual, Norodom
Sihamoni, hijo del pintoresco Sihanouk.
Se espera que el presidente de Laos lle-
gue de un momento a otro.

Documentos falsificados
¡Quien la sigue la consigue! Las niñas que trabajan en los talleres textiles cercanos a Phnom Penh tienen la opción
de escapar del campo, donde sufren tantas privaciones. Para encontrar trabajo en la exquisita ciudad del Mekong, las
menores de edad tienen que falsificar sus certificados de nacimiento. No escasean los funcionarios públicos dispues-
tos a ayudarlas. La OIT no da por buenos esos documentos al inspeccionar una empresa. Cuando una niña parece
demasiado joven para la edad que figura en sus documentos, se investiga más a fondo.

Tebeos educativos
Para informar a su personal acerca de las normativas existentes, en el marco del programa Better Factories se ha publi-
cado una serie de tebeos de título At the Factory Gates («A las puertas de la fábrica»). En ellos se retratan los derechos
y las responsabilidades de los empleados en forma de narración. También cubren temas como los robos y el trabajo
infantil. En esta viñeta, Kossal, un empleado corrupto de una fábrica, está falsificando los documentos de Srey Mom,
que indican que tiene dieciocho años en vez de los quince que tiene en realidad, con lo que puede hacer turnos de
noche y ganar más. Al comienzo de la historia queda claro que los turnos de noche son nocivos para una chica tan
joven. Los tebeos se publican en camboyano y en inglés. También se ha rodado un programa para la televisión cam-
boyana con el mismo título, que se desarrolla en el interior de una fábrica textil.

75
¿Qué hay más divertido que una escuela de circo?
¿Qué hay más divertido que una escuela de circo? Una for-
ma de atraer a los niños a clase es motivarles a acudir, con la
esperanza de que también convenzan a sus padres de que
la educación es útil. En muchos países los colegios recurren
a metodologías anticuadas y los profesores son auténticos
tiranos, lo cual no motiva en absoluto ni a los niños ni a
sus padres. Resulta que en Salé, Marruecos, ¡no es así! Hay
mesas y sillas situadas en forma de U dinámica. Los niños se
pueden ver unos a otros, aprender los unos de los otros e
interactuar. Los libros de texto están repletos de dibujos y el
arte es una parte importante del currículum. No obstante,
eso no es lo mejor de todo: lo mejor es que hay una escuela
de circo genuina asociada al colegio. ¿Te imaginas algo me-
jor? No hay que tener talento alguno para ser admitido en
el programa. De todos los alumnos que acceden a esta es-
cuela solamente el 85 % acaban en un circo de verdad, una
vez que son lo bastante mayores. Si tienen mucha suerte
pueden incluso acabar yendo de gira por Francia. Para los
niños que no llegan a ingresar en la escuela de circo hay
otros programas de formación profesional.

La escuela de circo es una de las iniciativas de Amesip,


una organización que ofrece ayudas a niños desfavoreci-
dos. Amesip fue fundada por la OIT. A Amesip llegan niños
por diversos motivos: algunos se echan a las calles cuando
tienen problemas en casa tras divorciarse sus padres. Las
familias pobres son un problema enorme en Marruecos, y
la sociedad no sabe cómo responder. Muchos niños son
adictos a esnifar pegamento, y por ello existe una clínica
especial en la que se les ayuda a librarse de ese vicio. Ame-
sip emplea también a psicólogos y fisioterapeutas para que
ayuden a los niños tanto física como psicológicamente. En
el coin d’écoute («punto de escucha») pueden hablar de
sus problemas. Para hacer ejercicio, ¡qué hay mejor que una
escuela de circo!

Leyendo juntos en el bibliobús,


en los campos de Amesip.

Uno de los alumnos ha dibuja-


do a un niño trabajador que ha
perdido el brazo en un accidente
con una sierra.

77
Haciendo malabares
Un joven artista circense en una
representación en Cajamarca. No
se sabe si asiste normalmente al
colegio, pero con la vida nómada
que lleva hay muy pocas probabi-
lidades de que así sea.
5

Ilusiones
Mural en Camboya.

Cómo hacer llegar el mensaje

79
comunicación
A nadie le costará adivinar qué es lo que
está ocurriendo aquí: los niños intentan
venderte postales. El lugar es Angkor
Wat, los famosos templos de Camboya.
Se trata de comunicación no verbal. Las
palabras no son necesarias; la expresión
de sus rostros basta para comunicar lo
que esperan de ti. ¡Cómprame una pos-
tal! Los niños podrían parecer un poco
más patéticos para añadir mayor dra-
matismo a su súplica. Puede que lleven
ropa vieja, que no lleven zapatos, que
estén sucios o que incluso te tiren de
la chaqueta. No hace falta hablar inglés,
a excepción quizá del precio: ¡un dólar!
No obstante, siempre pasa lo mismo en
Camboya, así que no hay sorpresas.
No necesitas hablar su idioma para ha-
cerles saber que no vas a comprarles La miel atrae más moscas que el vinagre
sus postales. Puedes escoger entre una Uno de los niños le dará un regalo: una postal gratis con un dibujo
serie de signos no verbales: negar con y un mensaje personal: «Me llamo Mean y le regalo esta flor. Le trae-
el dedo o con la cabeza, volver la cabe- rá felicidad. Es maravilloso que haya venido, ¡qué sonrisa más bonita
za hacia otro lado, o una combinación tiene! No lo olvide, que pase un buen día y mucha suerte con su tra-
de las tres. Puede que los niños decidan bajo y su familia». El resultado: te enterneces, compras tres paquetes
echarse a llorar, seguirte, colgarse de de postales y te gastas cuatro veces su valor real. Misión cumplida, y
tus piernas o… quizá algo más sutil. todo gracias a la comunicación. De eso trata este capítulo.
Trabajo infantil en Camboya
En Camboya, breve representación en la que la supuesta profesora explica a
una madre por qué es mejor enviar a su hija al colegio que a trabajar en las
Salinas cerca de Kampot. Los estudiantes llevan camisetas blancas en apoyo a
su mensaje. De hecho, dichas camisetas son parte de una campaña de publi-
cidad: en contra del trabajo infantil y a favor de la educación.

Sida en Jamaica
Breve representación sobre los peligros del VIH y el sida. En aquellas comunida-
des en las que pocos saben leer, la transferencia dramatizada de información
es una manera efectiva de comunicarse. Estos actores de la organización Hope
viven también en el centro de Kingston y cuentan con experiencia de primera
mano en cuanto a este tema, lo que hace su mensaje mucho más creíble.

81
Culpabilidad
Por el ejemplo de los jóvenes vendedores de postales de Angkor Wat, resulta obvio que la comunicación
resulta mucho más efectiva si se emplea un poco de delicadeza. Estás en una tienda de ropa y te gusta una
blusa, pero es muy cara. El vendedor es un hombre muy simpático, y el cappuccino gratis que te ofrece te hace
sentir un tanto culpable. Eso inclina la balanza a su favor. No necesitas ni las postales ni la blusa, pero dejas que
te convenzan. En el caso de las postales camboyanas, la comunicación tiene un papel. Sin embargo, hay una
condición: tanto el vendedor como el comprador deben saber leer y escribir.

En las comunidades en las que nadie sabe leer ni escribir, es mucho más difícil hacer llegar el mensaje. Resulta
mucho más difícil hacer entender que hay que hervir el agua antes de beberla, o que es inaceptable que los
niños trabajen, y no digamos ya el motivo por el que no está bien que los niños trabajen y qué se puede hacer
para evitarlo: esta información no llega a los que cuentan con menos formación, y estudiar sobre algo que
quieren saber o que hayan olvidado no es una opción. Tienen que ver y oír todo, y después intentar recordarlo
todo. Todo ello hace necesario un medio de comunicación que posibilite a todos la transmisión efectiva de un

transmisión
mensaje. Puede que se trate del método de comunicación más sencillo y más efectivo, pero también es el más
laborioso y caro. Además, el grado de detalle es muy limitado.

Música y relatos en Marruecos


Canción y baile en la Plaza Djemaa el-Fna de Marrakech, Marruecos. Aquí se transmite la tradición oral marro-
quí. Por la noche, cuando se ha marchado la mayoría de los turistas, estos y otros grupos comienzan a contar
historias. Representan una obra en la que hay mucho texto y la acción es limitada, ante la que los espectadores
pueden reaccionar. Tal y como se ha venido haciendo durante siglos. Hay que tener pleno dominio del árabe
para poder entenderlo. El grupo se llama Tashini y viene del Rif, en la frontera con Argelia. El actor más joven se
llama Achmed y tiene once años. Hacen representaciones cuatro noches a la semana. En el extremo derecho de
la foto se puede ver al líder.
El arte de la imprenta
En lo referente a la comunicación, en parte de Camboya y Jamaica (véanse los ejemplos de las breves representa-
ciones) se vive todavía a comienzos de la Edad Media. En esa época, la mayoría de la gente no sabía leer ni escribir,
y la comunicación era oral. Todavía peor: no se había descubierto todavía el arte de la imprenta. Al no tener nada
que leer, no había necesidad de aprender a leer o escribir. Tan solo cuando se imprimieron los primeros libros a
mediados del siglo XV fue posible el conocimiento a mayor escala. La información ya no pertenecía a una sola
persona, y podía consumirse independientemente del lugar, la persona o el momento. A partir de este momento,
comenzó a existir una distinción entre aquellas personas que sabían leer y escribir y las que no.

Si quieres aprender a leer, debes ir al colegio. A los profesores se les paga y están cualificados para enseñar. Los
padres también pueden enseñar, pero seguramente no tendrán ni tiempo ni la educación adecuada, puesto que
seguramente ellos tampoco hayan ido al colegio. Si un niño pierde la oportunidad de ir al colegio o aprender a
leer y escribir con sus padres, lo más probable es que siga siendo analfabeto el resto de tu vida. Si no aprende a
leer, en realidad seguirá siendo un niño para siempre. Su bienestar dependerá de otros adultos. En estas situacio-
nes, hay poca diferencia entre ser adulto o niño.

Aquí no hay niños


Puede ser una explicación razonable en zonas en las que reina el analfabetismo: los adultos ven muy poca dife-
rencia entre la infancia y la madurez. Si ni siquiera los adultos cuentan con educación, ¿qué diferencia entonces a
un niño de un adulto? Por ello, para un adulto es fácil enviar a trabajar a un niño: después de todo, no es realmente
un «niño». Según la tradición, todo lo que se necesita aprender en la vida se enseña con la práctica, como aquí
trabajando. No se suele cuestionar si un niño es capaz (física o mentalmente) de trabajar. No se considera que los
niños tengan necesidades especiales. En realidad, no existen los niños.

Violación
Cartel de Etiopía que advierte, con crudeza, contra la violación y sus consecuencias. El cartel está situado fuera
de un colegio. Había otro cartel que ilustraba la práctica de la circuncisión femenina de una manera extremada-
mente realista. La cuestión es si se debiera confrontar a los niños con estos excesos de la sociedad adulta, si bien
en una sociedad analfabeta en donde hay una distinción tan frágil entre un niño y un adulto no existe educación
o transición de una fase de la vida a otra. Se piensa (o simplemente no se repara en ello) que es mejor no ocultar
a los niños el lado oscuro de la vida.

Visto así, los padres que envían a sus hijos a trabajar no son desalmados que explotan a sus hijos a conciencia. No
perciben a sus hijos como niños. Simplemente piensan en sus hijos como personas, con un poquito de suerte por
ser pequeños. No están familiarizados con los beneficios de la educación y no distinguen entre ser niño y conver-
tirse en adulto. Los padres que no han ido al colegio no se dan cuenta de lo importante que es la educación. No
solo porque piensan que los profesores son unos mantenidos que siempre están ausentes, sino porque nunca
se han convencido a sí mismos del valor de la educación. Nunca aprendieron a leer ni escribir. ¿Por qué deberían
hacerlo sus hijos entonces?

83
A más niños, mayor riqueza
«Si tienes diez hijos o más, puedes trabajar mucha
tierra, y cuando llegan las lluvias tienes mucho para
comer», opina Ismael Isa, granjero del país africano de
wealth
Este tipo de razonamiento termina por ratificar del
todo la importancia de la educación como medio con
el que combatir el trabajo infantil. Muestra además la
aversión a la educación que hay que vencer con el fin
Níger, en un documental de Paul Rosenmöller para de lograr que los hijos de padres analfabetos vayan
IKON, en la televisión neerlandesa. Se puede decir que al colegio. Aparte de las posibles barreras financieras,
considera a los niños como el instrumento ideal para los padres necesitan además estar convencidos sobre
adquirir riqueza. Sus hijos son de su propiedad y los el valor del colegio y, en consecuencia, de la pérdida
puede utilizar como le parezca. Durante esta conver- de la mano de obra. La educación es la única cura al
sación, Ismael se muestra contrario a la política guber- trabajo infantil en el mundo entero. La sociedad no
namental de tener menos hijos. Eso para él significaría puede evolucionar globalmente si la gente no va al
la pobreza. colegio. Sin educación, el pobre seguirá siempre sien-
do pobre y necesitando ayuda, y el rico, al parecer, se
Las opiniones sobre este fragmento del documental volverá más rico. Los pobres no pueden defenderse
están divididas. Los productores no piensan que en por sí solos, y mucho menos los niños. Cada ladrillo
este caso se esté explotando a los niños. Según el edi- horneado por un niño está de más. Cada copo de al-
tor, el documental Silent Disasters («Desastres silencio- godón que recoge un niño debilita su posición y la de
sos») no se realizó con la intención de cuestionar a Isa la sociedad en su conjunto.
con respecto al trabajo infantil. Su objetivo era mos-
trar al público cómo vive la gente de Níger, probable-
mente la nación más pobre del mundo. IKON y Paul
Rosenmöller consiguieron hacer llegar este mensaje.
El documental te hace pensar, ¿cómo es posible que Amargo pan
este hombre piense así? ¿«Debería» pensar así sobre Escena de una mañana temprano, en la que un niño
los niños? Si es que no, ¿cómo podemos cambiar su de Etiopía carga con pan recién horneado del horno
actitud? a la tienda.
Dibujos
Utilizar la impresión para la comunicación no re-
sulta eficaz en una sociedad analfabeta, a menos

dibujos
que sea mediante dibujos. No obstante, los di-
bujos ofrecen tan solo un mensaje limitado. Eso
significa que el gobierno y la organizaciones de
ayuda al desarrollo deben esforzarse por ser lo
más creativos posibles con el fin de hacer llegar el
mensaje. A continuación vienen algunos ejemplos
sobre cómo se expresa la información sobre el
trabajo infantil en los países en vías de desarrollo,
clasificados por el tipo de medio.

Tema de la impresión

No más trabajo infantil


En una zona en la que el analfabetismo está a la
orden del día, las imágenes son más importantes
que el texto. Las campañas con dibujos y fotos
contra el trabajo infantil muestran de manera muy
explícita qué es lo que es bueno y qué es lo malo.
A diferencia del libro que estás leyendo ahora, los
niños de estas campañas contra el trabajo infantil
no sonríen, tienen dificultades. La información que
se transmite en este cartel es muy limitada. En la
parte superior reza: «Pongamos fin a todo tipo de
trabajo infantil». En la maleta pone «empresario».
¡Está claro quién puede cambiar la situación! Pa-
rece que el cartel va dirigido a ellos, pero el efecto
será insignificante si no se explica mejor. Tan solo
es un cartel. No cambiará unos hábitos y pensa-
mientos tan arraigados.

¡Tarjeta roja!
«Tarjeta roja al trabajo infantil», es el texto de este
folleto que entrega la OIT en Perú y que es bas-
tante conocido en otros países. La tarjeta utiliza
el simbolismo popular del fútbol y se utilizó por
primera vez durante los campeonatos regionales
de Malí, en África. Ha sido diseñada para los que
saben leer. Al igual que el cartel de Camboya, sirve
tan solo a modo de apoyo y recordatorio de otros
mensajes enviados a través de otros canales.

85
Cuidado, minas antipersona
Una camiseta muy sencilla aunque brillan-
te que avisa a los niños de Laos sobre las
minas antipersona, un enorme problema
en este país desde la guerra de Vietnam.
Los niños sirven de carteles andantes que
transmiten el mensaje a otros niños e in-
cluso a los adultos. Las camisetas gratuitas
tienen una doble función, puesto que tam-
bién sirven de ayuda al presupuesto fami-
liar. El uso de estas camisetas es muy popu-
lar en el mundo de la ayuda al desarrollo,
pero, por desgracia, a menudo el mensaje

tebeos
queda limitado a un logotipo o un lema tal
como «no más trabajo infantil».

Grupo comunitario
Madre filipina con camiseta de PLAN que
reza: «Estoy orgullosa de ser miembro del
grupo de vigilancia de la comunidad». Uno
de los objetivos de los grupos comunita-
rios es el de evitar que los niños vuelvan al
trabajo y conversar con los padres, siempre
y cuando sea posible. El texto resulta útil,
puesto que genera interés hacia el fenó-
meno relativamente desconocido de los
grupos comunitarios. El mensaje es claro
y su trabajo ya no es un secreto. También
se han visto grupos similares que ayudan a
prevenir que los niños vuelvan a trabajar en
la India y en Ghana.

Fiebre roja
A los niños de Camboya les dieron folletos
para informarles sobre la fiebre roja. Parece
ser que muchos padres del pueblo no sa-
bían leer, pero, afortunadamente, ¡los niños
podían ayudarles!
El empleado
Un niño trabajador y su jefe. El cartel anterior
podría haberse basado en ellos. En cualquier
momento hay unos diez niños trabajando
en esta fábrica de ladrillos, y cada uno de
ellos recibe veinte rieles por teja. Una familia
entera puede producir una media de 500
ladrillos al día. Eso les proporcionaría 10.000
rieles, o más o menos 1,75 euros. La OIT ha
instalado un colegio en las instalaciones de
la fábrica, similar a los que se han visto en el
capítulo anterior.

El patrón
Este es Wa Huy, director de una fábrica de la-
drillos cerca de Kampong Cham, en Cambo-
ya. «Aquí nadie tiene contrato» afirma, «ni los
niños ni los adultos. Vienen cuando quieren.
Los padres traen a sus hijos cuando salen
del colegio o en vacaciones. Una vez que
dejan a los niños, el padre y la madre suelen
ir a trabajar a los arrozales.» Los empresarios
eluden fácilmente la responsabilidad del
trabajo infantil, puesto que a los niños los
traen sus padres.

¡Zas!
¡Tarjeta roja al trabajo infantil, en todo el
mundo! ¡Tarjeta verde al fútbol! Sikkim, la
India.

87
Obvio
Póster contra el trabajo infantil en la India. El hombre escuálido y los niños levantando peso más allá de sus límites
físicos son una muestra cruenta del trabajo infantil. Sigue siendo obvio, sin necesidad de leer el texto: en este caso
se encuentra en hindi.

Poco claro
Póster contra el trabajo infantil en Ghana, dirigido a los
pescadores. El mensaje sobre los peligros a los que se
puede enfrentar un niño no queda muy claro. El niño
pequeño que cuelga de la barca se parece un poco a
una sirena, y el texto está en inglés, idioma que muy
pocos pescadores hablan aunque sepan leer. Algunas
campañas tienen una «misión interna», más que sim-
plemente dedicarse a transmitir la información a los
empleados de la empresa. Los dibujos del trabajo en
una fábrica textil en la que se explota a los trabajadores
en Camboya en el capítulo anterior también se impri-
mieron en inglés para beneficio de los donantes ame-
ricanos y los clientes occidentales.
Ladrillos sobre la cabeza
Madres con sus hijos trabajando en una fábrica de la-
drillos de Bangladesh, cerca de la capital de Dhaka. El
niño de la imagen es tan solo uno más de los muchos
que allí trabajaban.

En balsa
En la costa peruana, José (12 años) ayuda a su padre,
un pescador con un bote lleno de tortugas pescadas
ilegalmente. La balsa sobre la que está subido el chico
es el medio inestable de transporte estándar entre el
bote y la playa.

¡Ups!
Se pueden cometer errores fácilmente, especialmen-
te si te fías de la comunicación no verbal. Estos niños
de Perú estaban entreteniéndose con unas botellas de
plástico, y cuando el fotógrafo les preguntó lo que es-
taban haciendo, parece ser que no estaban reciclando
las botellas, sino jugando con ellas. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué fotó-
grafo más tonto! Hay que tener cuidado con las ideas
preconcebidas.

89
Trabajo alternativo a mano
Pancarta pintada a mano por la organización venezo-
lana Corenats, que promueve el «trabajo alternativo»
para los niños. Los niños pueden ganar dinero extra-
yendo la pulpa de la fruta. Explicaremos este tema con
más detalle en el siguiente capítulo.

¿Al colegio?
En la capital filipina de Manila, estos murales represen-
tan aspectos tales como la educación y la sanidad. La
imagen de los niños yendo al colegio parece contra-
producente: el camino al colegio es muy largo, y la niña
que va delante parece que vaya a un campo de trabajo.
La comunicación implica además tener cuidado con no
crear la imagen errónea.

En texto
Un estudiante del instituto de Adlaon, en la ciudad de
Cebú, Filipinas. No está haciendo un póster sobre el tra-
bajo infantil, sino sobre los alimentos saludables, que
estaban siendo promocionados en Filipinas ese mes. Su
propuesta se centra en el texto.

Imágenes
La propuesta de sus compa-
ñeros es puramente visual.
Los estudiantes reciben en-
señanza técnica informal
para niños con problemas de
aprendizaje.
Comunicación móvil
Una de las cuarenta y ocho furgonetas pintadas con colores ale-
gres utilizadas por los 79 empleados del ayuntamiento brasileño
de São Paulo que intentan sacar a los 2000 niños deambulantes
y numerosos niños trabajadores de las calles. Una furgoneta de
este tipo no debe parecerse a un coche de policía, puesto que eso
asustaría a los niños y escaparían.

Don Quijote
Un albergue para niños de la calle con dibujos elaborados en São
Paulo. El tema de este es Don Quijote. La manera en que se han
pintado las furgonetas y las casas transmite el mensaje a los ni-
ños de que «lo hemos puesto bonito porque nos importáis». Al
menos, eso es lo que da a entender a un adulto. La actitud de los
empleados deberá reflejar ese mensaje, de lo contrario el mural
no servirá para nada.

Audiovisual
La televisión es el medio de las masas. No hay que esforzarse al
verla, puede comunicar emociones y es accesible a las personas
analfabetas. No obstante, también es un medio poco fiable, pues-
to que la impresión que cause puede no ser duradera y no ga-
rantiza que se pueda animar a la gente a emprender acciones. Lo
mismo ocurre con la radio, con la ventaja de que es más fácil hacer
y emitir programas de radio. El poder de la comunicación contra
el trabajo infantil viene de la combinación de varios medios. La
información impresa, los debates audiovisuales y personales de-
ben utilizarse con un objetivo concreto. Las cualidades concretas
de cada medio deben aprovecharse al máximo: transmitir la emo-
ción, información, hacer que la gente lo recuerde y animarles a
emprender acciones.
Esto no es nada nuevo: en los países desarrollados hay organiza-
ciones que utilizan la misma propuesta. Se dirigen a la población
de estos países para advertirles de que hay que tener hábitos sa-
ludables de alimentación, donar los órganos al morir o recaudar
dinero en pos de la lucha contra el trabajo infantil. En los Países Ba-
jos es mucho más fácil guiar a las personas en la dirección adecua-
da. Allí saben leer y escribir. Los países occidentales cuentan con
una gran gama donde elegir en lo que a medios se refiere, desde
los libros tradicionales, la televisión y la radio hasta Internet e in-
cluso el móvil. Esto todavía no garantiza que las campañas sean
igualmente efectivas. Algunos comportamientos tan solo pueden
cambiarse con mucho esfuerzo, o de manera muy, muy lenta. ¡En
el caso del trabajo infantil, hay que multiplicarlo por diez!

No ayudes a la criada
Aparte de la serie sobre las condiciones laborales en la fábrica (del capítulo 4) y los dibujos animados sobre el
tema, en Camboya la OIT utiliza también la televisión para informar al país sobre el trabajo y la explotación infantil.
Los programas son meramente informativos. Todavía se está investigando hasta qué punto consiguen cambiar
el comportamiento. En esta escena, una madre prohíbe a su hijo que ayude a la criada con la colada. Se ha de
mantener la distinción de clases.

91
Anticonceptivos
Este es un ejemplo de como se utiliza la radio para realizar una campaña en
el Caribe. En la isla de San Vicente, estos dos adolescentes están grabando
un programa muy conocido de radio en el que piden a los chavales como
ellos que utilicen los anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
El proyecto está financiado por la fundación neerlandesa Bernard van Leer.
El embarazo en adolescentes es un problema muy grave en esta región. A
menudo, las mismas madres son aún niñas que no cuentan con los cono-
cimientos necesarios para cuidar de sus propios hijos.

Mira cómo trabaja Emily


Emily (13 años) recibe setenta pesos (más o menos 1,25 euros) por cuatro
horas de trabajo al día como asistenta de una familia. Se puede quedar con
unos veinte pesos para ella. El resto se lo da a sus padres. Se lleva muy bien
con su jefa Suzette, de Bogo, Filipinas. Por suerte, Emily vive en su propia
casa, pero muchas chicas que trabajan como asistentas residen en la casa
de sus empleadores, lo que las convierte en un blanco fácil para los abusos
sexuales.

Familia real
Nimal tiene diecisiete años y lleva trabajando con su tía para una familia
china de la capital de Camboya, Phnom Penh, desde hace más o menos un
año. Su tía lleva haciendo este trabajo desde hace años. Trabaja siete días a
la semana, ocho horas al día, y gana menos de 20 euros al mes. Cuida del
niño más pequeño (camiseta roja). En la pared hay fotos «de la realeza» en
las que los dos hijos mayores visten trajes típicos camboyanos.
Los niños ayudan a los niños
El boca a boca, o en otras palabras, el habla, es la forma de co-
municación más antigua. De hecho, la conversación es la forma
de comunicación interactiva más antigua. Por interactiva enten-
demos que se pueden realizar preguntas y obtener respuestas,
pedir a alguien que repita algo o comenzar un debate. Se puede
llegar a acuerdos o hacer planes futuros, así que en principio, esta
forma de comunicación podría ser la más efectiva a la hora de
estimular los cambios de actitud. Por desgracia, no resulta tan
eficiente en cuanto a costes o tiempo, si tenemos en cuenta los
largos trayectos en las zonas rurales y los medios de transporte
necesarios. La planificación debe ser buena también: el grupo al
que va dirigida tiene que estar presente, y no trabajando en los
campos.
En Camboya, la organización de ayuda al desarrollo PLAN utiliza
un método denominado de niño a niño. En la región de Kam-
pong Cham, esta organización ha enseñado a quince niños, cu-
yas edades oscilan de los siete a los dieciocho años, todo lo que
se refiere a los derechos de los niños (véase capítulo 3). Apren-
den cómo reconocer cuándo se han vulnerado sus derechos, por
ejemplo, cuando se trata mal o abusa de los niños, o cuando se
les obliga a trabajar y no pueden acudir al colegio. Aprenden a
identificar sus límites. Esto resulta esencial, puesto que los niños
tienden a aceptar las cosas, especialmente cuando sus padres
les dicen que es normal. Esta información recién aprendida se
transmite entonces a otros niños, con el boca a boca.

Acatando las normas


Este método parece tener éxito, incluso con padres analfabetos.
Heng Sok, gerente de programas de PLAN en Camboya, afirma
que ya ha oído decir a algunos padres que sus hijos a veces se
defienden y que amenazan con llamar a «la poli». Incluso se las
arreglan para que los profesores se atengan a las normas. «Este
método beneficia también a los quince niños mensajeros. Ad-
quieren más confianza y habilidades prácticas: la transmisión de
información. Algo que seguramente les ayudará en el futuro»,
comenta Sok.

Está bien hacer trampas


Sopheas, de dieciséis años, habla a sus amigos sobre el trabajo
infantil para enseñarles cuáles son sus derechos. Tuvo que traba-
jar en la granja de sus padres cuando era más pequeña. Ha logra-
do superar su timidez y está orgullosa de su papel en la sociedad.
Los puntos más importantes están descritos al reverso del dibujo
que tiene levantado.

¡Enseñar a los niños a través del estómago!


Las clases sobre los derechos de los niños no son obligatorias. Por
eso cada niño encontrará galletas en su mesa tras una pausa. Así
aumentan las posibilidades de que vuelvan del patio. También es
más fácil escuchar con el estómago lleno que vacío. En los países
en vías de desarrollo, muchos niños se sientan en clase con el
estómago vacío porque no hay suficiente comida en casa. Así es
difícil concentrarse y aprender. Este es el motivo por el que en la
mayoría de los proyectos escolares se ofrecen también comidas.

93
Salidas con las vacas
Para muchos niños camboyanos, las clases
terminan a las once en punto. Entonces sa-
len corriendo de la clase para sacar a las vacas
o los búfalos a los campos, tal y como les ha
ordenado su padre o su madre. «Empiezan
a mirar al reloj nerviosos justo antes de las
once» cuenta Heng Sok, gestor de programas
de PLAN. «A las once, se marchan a toda ve-
locidad del colegio. Es frustrante; se pierden
las clases del resto del día, con lo que al día
siguiente es más difícil ponerse al día. Para los
profesores, es difícil competir con los padres
para hacer que los niños se queden en clase.»
En la foto de la derecha: aprendiendo sobre
derechos infantiles, y después la misma niña
alegre de arriba, que no volvió tras la pausa
de las once, sacando las vacas a los campos.
Con el método niño a niño de PLAN, la co-
municación comienza a parecerse mucho a la
enseñanza. Utilizando técnicas educativas, la
información llega mucho mejor y estimula a
la gente para que emprenda acciones antes.
¿Puede ser que la educación sea el método
de comunicación supremo?

La comunicación y la educación: puntos de partida diferentes, pero con un mismo objetivo


Al luchar contra el trabajo infantil, la educación y la comunicación pueden partir de un punto de partida diferente,
pero ambas trabajan en pos del mismo objetivo y con el mismo efecto, es decir, para divulgar e impulsar el conoci-
miento. Para eliminar el trabajo infantil la educación intenta acabar con la necesidad del mismo. La comunicación
intenta modificar las formas de pensar y el comportamiento de la gente haciendo que el trabajo infantil sea in-
aceptable. La educación trabaja desde abajo, y la comunicación desde arriba, al tiempo que la comunicación debe
además estimular la aceptación de la educación. Está claro que la educación conseguirá más a largo plazo de lo
que puede conseguir la comunicación sola. La educación puede ser más intensiva y cara, pero tiene la ventaja de
que la recompensa será mucho mayor que simplemente luchar contra el trabajo infantil.
La comunicación, incluida la divulgación de información sobre las normativas y la legislación referente al trabajo
infantil, tiene la ventaja de que puede solucionar casos extremos a corto plazo. La educación es, no obstante, una
solución a largo plazo. Como tal, se puede decir que la comunicación tiene un papel importante en la ejecución
de la Convención 182 de la OIT, destinada a la protección de los niños contra los peores tipos de trabajo infantil
que amenazan su integridad física y mental. La educación es el instrumento más importante de la Convención
138, que estipula la edad mínima así como numerosas condiciones referentes al trabajo infantil. A medida que una
sociedad se hace menos dependiente del trabajo infantil gracias al desarrollo de personas debidamente formadas
y educadas, los niños podrán acudir al colegio durante más tiempo y empezar a trabajar cuando sean mayores.
6
Silu Lachman (10 años) sirve chai (té indio)
en Bhubaneswar, en el estado costero de
Orissa (la India).

¿Prohibir
o tolerar?

95
¿Quién resulta beneficiado porque continúe existien- Un buen lema en este caso sería: «Si hay alguna duda,
do el trabajo infantil? A alguien le debe estar benefi- no lo hagas». Puesto que el trabajo infantil suele tener
ciando, porque no es un fenómeno natural, sino que lugar en circunstancias sospechosas, puede que sea
depende de las personas y continuamos permitiendo mejor prohibirlo por completo. De esta forma siem-
que exista, bien de forma intencional, no intencional, pre se evitan las víctimas inocentes y se fuerza a la
necesaria, inevitable o por cualquier otra razón. ¿Qué gente a imaginar un mundo sin trabajo infantil. Este
motiva a la gente y quién es realmente responsable es el tema en discusión: ¿es aceptable pasar por alto
del trabajo infantil? ¿Qué dificulta tanto la lucha con- el trabajo infantil hasta cierto punto?, y ¿qué riesgo
tra él? ¿Cuáles son los atenuantes? ¿O es que la gente se corre de que otras personas se beneficien de esta
sencillamente suelta tonterías para disculpar la exis- explotación?
tencia del trabajo infantil?
Abdelhacq (12  años) abrillanta teteras de cobre en Marrakech
(Marruecos), donde Ibram cuece tajines (ollas marroquíes para
guisos). El joven panadero trabaja en Delhi, la capital de la India.

97
Agotado
Omar, de 10 años, parte ladrillos al lado de una carretera que está
construyéndose al norte de Dhaka, la capital de Bangladesh. El
capataz (a la derecha, con la camisa metida en los pantalones)
aseguró al fotógrafo que Omar asiste a la escuela por las tardes,
hora a la que, obviamente, el niño está completamente exhausto.
El trabajo está terminando con Omar: no solo le impide obtener
una buena educación, sino que el cansancio físico y el trabajo a
pleno sol son demasiado duros para un niño.
Omar no lleva gafas de seguridad, así que es bastante probable
que acabe metiéndosele un trozo de ladrillo en los ojos. No ob-
stante, sí tiene un trozo de neumático de caucho para proteger
los dedos por si se equivoca al apuntar con el martillo. El capataz
no hace más que estar allí y mirar; es probable que tenga familia
y no pueda permitirse perder su trabajo, puede que incluso sien-
ta pena por Omar y que esta sea la razón por la que no dice nada.
Algunos jefes arguyen incluso que están haciendo un favor a los
niños al darles trabajo.
Enriquecimiento
El mantenimiento del trabajo infantil puede ser importante para
los gobiernos o los políticos corruptos: oponerse a él podría cos-
tarles el apoyo político o financiero de algunas personas influy-
entes que tienen niños trabajando en sus fábricas. Los poderosos
conservan el poder en sus manos; los políticos que solo se inter-
esan por su propia riqueza no crean una red de seguridad para los
menos afortunados, puesto que esto cuesta un dinero que prefi-
eren embolsarse. Los padres que están demasiado enfermos para
trabajar no obtienen ayuda gubernamental y se ven forzados a
permitir que sus hijos trabajen para sobrevivir. Es bien sabido que
los inspectores del gobierno pasan por alto el trabajo infantil a
cambio de algo de dinero.

Por otra parte, en ocasiones los funcionarios del gobierno se justi-


fican diciendo que no hay dinero para la educación, que algunos

función
países en vías de desarrollo tienen grandes deudas, puesto que
han pedido prestado al sistema bancario internacional más dinero
del que pueden permitirse. La película Stolen Childhood (de la que

clave
se hablará con más detalle en el capítulo 8) nos proporciona más
información al respecto. La película Warzone, The Chocolate Mafia
trata sobre los agricultores que cultivan cacao en Costa de Marfil
y se quejan de los bajos precios que les pagan los fabricantes de
chocolate occidentales. De ahí que también podamos reconocer
una parte de la culpa: preferimos pagar menos por los productos
que compramos y lo consideramos completamente aceptable.

Los padres desempeñan una función clave en el trabajo infantil,


porque influyen directamente sobre sus hijos.
No obstante, hay una gran cantidad de factores que influyen so-
bre el trabajo infantil y sobre los cuales los padres no tienen pod-
er alguno, como la ignorancia, la fuerza y la pobreza en general,
además de, por desgracia, la pura explotación.

Si sabes la respuesta, ¡habla!


Caja para meter las ideas con las que prevenir la corrupción en
Mombasa (Kenya).

99
¿Por qué insisten los empleadores en apoyar la
existencia del trabajo infantil? A continuación se
enumeran algunas de sus razones.
Se admiten niños Trabajo infantil: no es mi responsabilidad!

• Un empleador prefiere pagar salarios más bajos para • Los niños vienen a trabajar con sus padres, así que
aumentar los márgenes de beneficio y reducir el es responsabilidad de los padres, no del empleador
riesgo de tener que cerrar la empresa. (Si se pagara que permite que haya niños trabajando en su em-
a los empleados adultos un salario mayor, los pa- presa.
dres no se verían forzados a hacer que sus hijos tra-
bajaran para ganar unos míseros céntimos). • Es bueno que los niños trabajen con sus padres: les
da un sentido de la responsabilidad, aprenden un
• Los niños son los trabajadores más dóciles que exis- oficio y contribuyen a los ingresos familiares.
ten: no tienen contrato, no aparecen en nómina y
puede despedírseles con facilidad cuando ya no se • Debe enseñarse a los niños las diferentes habilida-
les necesita; no tienen derechos y no pueden de- des mientras son jóvenes, antes de que sean dema-
fenderse por sí mismos. siado viejos para aprender.

• Los niños son ingenuos, fáciles de atemorizar y no • Debe haber niños trabajando en la fábrica para que
se atreven a negarse a hacer ni siquiera las labores siga funcionando: sus manos son las únicas lo sufi-
más terribles. cientemente pequeñas como para realizar algunas
tareas, sin ellos la fábrica iría a la quiebra y esto afec-
• Utilizar a los niños para algunos trabajos constituye taría negativamente a toda la comunidad.
un ahorro; por ejemplo: si se les hace trabajar en las
minas, pueden construirse galerías más estrechas y • Los niños pueden ganar dinero para los uniformes y
eso ahorra dinero. el material escolar y, entonces, pueden ir a la escuela.

Los empleadores desempeñan una función clave en la lucha contra el trabajo infantil. Con frecuencia dan tra-
bajo a los padres de sus jóvenes trabajadores, lo que les da todavía más poder, puesto que la familia completa
depende de ellos. Las organizaciones de ayuda al desarrollo y las autoridades prefieren mantener las buenas
relaciones con los empleadores, pero esto puede ser como bailar con el diablo: al intentar luchar contra el
trabajo infantil hay que tener cuidado de no vender el alma. El trabajo para una organización humanitaria y el
intento de acabar con el trabajo infantil dependen en gran medida del apoyo de las autoridades, sin el cual se
lucha una batalla perdida.

El trabajo infantil en el continente sudamericano


¿Es un campamento de verano? ¿Son voluntarios del Cuerpo de Paz?
¿O son escolares que recolectan dinero para una causa justa? No, no y,
de nuevo, no. Es la lucha contra el trabajo infantil al estilo sudamerica-
no en la pintoresca ciudad de Cajamarca, en los Andes peruanos. Misael
(15  años) y Willman (12  años) venden jabón en Los Baños de Inca, las
fuentes termales de las que solía disfrutar el mismísimo inca Atahualpa.
Rosa (13 años) vende gelatina de color rosa, Jessica (13 años) la de color
amarillo y Roxana (11 años) la de color naranja. Gamael (14 años) lava un
coche con sus amigos, que tienen 11 y 15 años de edad; Ramón (13 años)
está cociendo tejas, Christian (11 años) lleva la compra por todo el merca-
do en su carretilla de lujo. Todos visten los colores verde y amarillo de la
organización IINCAP, una organización de ayuda al desarrollo que recibe
financiación de varias organizaciones, entre ellas la OIT y la asociación
alemana Kindernothilfe (ayuda de emergencia para los niños).
101
IINCAP, junto con muchas otras organizaciones huma-
nitarias en Sudamérica, opina que no se puede, ni se
debe, acabar con el trabajo infantil, puesto que las fa-
milias pobres necesitan los ingresos de sus hijos y es
mejor controlar el trabajo de los niños y, al mismo tiem-
po, asegurarse de que van a la escuela.

Christian no es el único niño que lleva frutas y verduras


en el mercadillo para las madres de grandes familias
ricas. El trabajo de Christian como cargador se ve facili-
tado por la carretilla con volante que tiene, cortesía de
IINCAP. El otro niño que aparece en la fotografía todavía
no se ha unido a la asociación de cargadores, así que
usa una carretilla tradicional para su trabajo. Esto im-
plica también que continúa siendo vulnerable a la ex-
plotación de sus clientes, que pueden pagarle con una
manzana podrida en lugar de la tarifa normalizada que
han acordado los miembros de la asociación. También
puede tener problemas con policías corruptos que en
ocasiones exigen sobornos para permitirle entrar en el
mercado. Estos son los problemas habituales a los que
solían enfrentarse todos los miembros de IINCAP.

La familia de un trabajador infantil


Lo único bonito de la casa donde vive David (8 años),
miembro de la organización, es la vista de la ciudad de
Cajamarca, pero no tienen tiempo de disfrutarla por-
que toda la familia trabaja el día completo. Quizá eso
explica el desorden que hay en su interior: por la no-
che, cuando vuelve su madre, la casa está demasiado
oscura para recoger, o ella está demasiado cansada, y,
además, es muy difícil mantener todo en orden cuando
no hay armarios. En la foto también aparecen la herma-
na de David, Jeanette (13 años), y su hermano Samuel
(4  años). Otros dos hermanos trabajan también en el
mercado, igual que David. Su madre es una empleada
de hogar y su padre les ha abandonado. Sobre la mesa
esperan que las usen algunas bolsas de leche en pol-
vo que da el ayuntamiento. Un lamentable montón de
piedras en la esquina hace las veces de cocina.
Niños sindicados
IINCAP se asegura de que sus miembros y la policía ten-
gan una relación excelente. Tanto es así que los miem-
bros han llegado a organizar una sala de reuniones de
la asociación en la comisaría, donde los niños pueden
recibir clases extra y dejar sus carretillas por la noche. La
policía se ha convertido en uno de sus mejores amigos.
No ha sido siempre así. «También podemos poner de
nuestra parte para continuar manteniendo las buenas
relaciones con la policía», explica Marco (14 años), presi-
dente del sindicato. «Solo se puede ingresar en el sindi-
cato si no se roba, miente, pelea y si se comporta uno de
forma responsable. ¡Y hay que ir a la escuela!, eso es lo
más importante.» Los niños que forman parte del sindi-
cato en la actualidad están volviendo a ser admitidos en
las escuelas formales gracias a las clases de apoyo que
ofrece IINCAP por las tardes. A los maestros no les gusta
tener a niños sin hogar con problemas de aprendizaje
en sus clases; las clases están ya demasiado llenas y los
profesores tienen demasiado trabajo. El horario de tra-
bajo de los niños miembros de IINCAP es también limi-

niños
tado: por ejemplo, en la fábrica de ladrillos solo pueden
trabajar durante cuatro horas al día, tres días a la semana.
No se permite que el trabajo interfiera en la educación.

Centro juvenil
sindicados
Miembros del sindicato en el aula de la comisaría de Caja-
marca, que se ha convertido en una especie de punto de
reunión para ellos. Los cuadros de las paredes no intentan
ocultar donde se encuentran.

103
Levántate y baila
Ensayo general de un baile tradicional interpretado
por miembros de la asociación IINCAP, en la sala de
ensayos a la salida de Cajamarca. Todos en IINCAP es-
tán de acuerdo en que, después de trabajar, hay que
divertirse. Las actividades culturales organizadas por la
asociación fomentan la amistad y la solidaridad entre
los niños. Al mismo tiempo se muestra la cultura pe-
ruana, un añadido.

El sindicato infantil
Reunión del comité del sindicato infantil Corenats, en la
ciudad venezolana de Valera. Como comité, sus miem-
bros tratan de garantizar que los niños que trabajan,
bien porque quieren o porque lo necesitan, reciban
un tratamiento justo. Desean evitar la explotación. Con
ese fin, se acuerdan diferentes condiciones de empleo
con los jefes: el derecho a afiliarse a un sindicato, el de-
recho de reunión, a hacer preguntas, a la libertad de
expresión (y a que se le escuche) y el derecho a buscar
soluciones a los problemas. Corenats, de hecho, crea un
reflejo del mundo adulto. «Y así debería ser», afirma el
presidente José. «Muchos niños son al menos igual de
productivos que los adultos; en ocasiones, más». Según
él, los niños constituyen fieros rivales para sus propios
padres y los empleadores deberían alegrarse de que se
conformen con menos dinero.

Niños de todo el mundo, uníos


Miembros del comité de Corenats, el sindicato infantil
de Valera que apoya a los niños trabajadores. De iz-
quierda a derecha: Yuseedy (17  años, voluntaria, sus
padres reciben un buen salario), Jesús (14 años, lava-
coches), Josép (17  años, trabajo desconocido), Jose-
ph (13  años, trabaja en un supermercado), Giomara
(14  años, trabaja en el sector de la ferretería), Hever
(12 años, reparte periódicos) y José (20 años, trabaja
para Corenats, a nivel nacional e internacional).
El lema de Corenat reza: «No podemos cambiar la realidad, solo las
circunstancias». Los miembros del comité no tienen una opinión
unánime. El presidente José preferiría eliminar el trabajo infantil
por completo con el tiempo, mientras que Josép cree que el tra-
bajo infantil debería mantenerse. «El dinero que ganan los niños
es vital para la familia, los niños aprenden un oficio y cambian sus
vidas», explica, «pero los empleadores abusan de los niños y esa
es la razón por la que estamos aquí. La mejora va a ser un proceso
lento y laborioso pero, en el futuro, las empresas serán de propie-
dad compartida con cooperativas derivadas de organizaciones
como la nuestra», afirma Josép.

Una fábrica de pulpa de fruta


En la ciudad venezolana de Barquisemeto, Corenats ya está avan-
zando en esa dirección. La organización ha establecido una fábri-
ca que produce pulpa de fruta para el sector de la restauración,
pastelerías y grandes familias. Los niños hacen todo el trabajo y
reciben un pago por ello. También está creándose trabajo digno
para niños en la ciudad peruana de Cajamarca. La organización
Chibolito tiene una pequeña panadería donde los niños cuecen
pan para su venta, y pronto recogerán botellas de plástico para su
reciclado. (Véase el capítulo 4).

Fábrica de frutas
Esta es la fábrica de pulpa de fruta fundada por Corenats en la
ciudad de Barquisemeto. Aquí se permite que trabajen los niños
mayores de doce años con permiso especial del gobierno, duran-
te un máximo de veinte horas por semana. También deben asistir
a la escuela. El trabajo es sencillo y repetitivo, pero reciben un sa-
lario relativamente bueno.

Impotentes
Joseph (13 años) es empaquetador en un supermercado. En rea-
lidad, le encantaría ser profesor de matemáticas, porque le en-
cantan los números, pero gana demasiado poco como para ir a
la escuela: tiene que conformarse con las propinas. No está en
nómina y no recibe salario mínimo. «Me explotan, pero Corenats
no puede hacer nada porque no estoy en nómina», dice Joseph.
«Si alguien dijera algo al respecto, me despedirían. Hay otros diez
esperando mi puesto». Corenats tiene previsto comenzar su tra-
bajo con los niños trabajadores en los supermercados, en otras
palabras: incluirlos en un sindicato.

impotentes
105
Acarreando bolsas
Rellenar bolsas en las cajas del supermercado es una la-
bor popular en Venezuela. La venta y acarreo de bolsas
de plástico se hace en todo el mundo: puede verse en
el mercado de pescado de Esauira (Marruecos), en el
mercado cubierto de Kota Kinabalu (Malasia) y en Leku
(Etiopía). Estos niños que trabajan en Malasia proceden
de Filipinas.
Cena con los amigos en Friends
¡Sudamérica en comparación con Asia! Saroen (17 años) sir-
ve el pedido a una pareja italiana en el restaurante Friends
(Phnom Penh, Camboya), cuyos trabajadores infantiles so-
lían ser niños de la calle. Aquí la organización Friends, que
participa en muchos proyectos para niños sin hogar y recibe
apoyo de la OIT, les forma para trabajar en el sector de la
restauración. «Los niños reciben las propinas de los clientes
y también participan de los beneficios», explica Gustav Auer,
escandinavo y asesor técnico de Friends. «No les damos
demasiado dinero, porque la idea es que vayan avanzando
hasta integrarse en el sector de la restauración real. No de-
ben depender demasiado de nosotros, sino aprender a de-
fenderse por sí mismos.» La situación en Friends es diferente
de la de Corenats en Venezuela. Aquí los niños aprenden un
oficio y la edad mínima permitida es de diecisiete años.

La sopa que aprenden a cocinar los niños en Friends se des-


tina a familias pobres y se distribuye en bolsas de plástico.

A diferencia de algunos países, en Venezuela el dinero que


ganan los niños sindicados va, en su mayor parte, a sus pro-
pios bolsillos. No suelen tener que dárselo a sus padres quie-
nes, obviamente, no son demasiado pobres, así que trabajan
para obtener un dinero que poder gastarse en ropa u ocio.
Esta afirmación quedó confirmada por un estudio realizado
por Irewoc (The Institute for Research on Working Children),
con sede en Amsterdam (Países Bajos). En su estudio de los
sindicatos infantiles en Perú, el autor, Marten van den Berge,
llegó a la conclusión de que los sindicatos no pueden hacer
nada por los niños que se ven sometidos a las peores formas
de trabajo infantil. Esto no incluye a los niños que trabajan
en los mercados o en las fábricas de ladrillos de Lima. Según
él, no son los niños más pobres los que se afilian a los sindi-
catos, porque no pueden permitirse que los despidan y ese
es un riesgo que se corre con la afiliación a un sindicato.

107
Por unas chucherías y algo de diversión
chucherías
Los niños que se afilian a un sindicato no son los más
pobres: estos niños pueden quedarse el dinero que ga-
nan y gastárselo en cosas que les gustan, como los niños
occidentales que optan por tener un trabajo a tiempo
parcial para tener algo de dinero que gastar.

Seguros de sí mismos
Los adultos determinan la trayectoria que tomarán los
sindicatos. Los niños mayores que desempeñan el li-
derazgo no suelen tener experiencia alguna en trabajo
infantil y (por lo tanto) no consideran que las condicio-
nes de trabajo sean el mayor problema. Los sindicatos
realizan su actividad en las grandes ciudades y no llegan
a los niños que se encuentran en las zonas rurales. Esta
es la razón por la que Van den Berge no considera que
los sindicatos infantiles sean una solución directa para el
trabajo infantil, o al menos no para las peores formas. No
obstante, según él sí hay algunas ventajas: el sindicato
permite que los niños se vuelvan más seguros de sí mis-
mos. Incluso cuando esto puede producir problemas
en el hogar; afiliarse a un sindicato fomenta la amistad
y la solidaridad, y las clases adicionales son muy útiles.
(Véase el capítulo 8 para obtener información sobre el
informe). La pregunta es si se necesita un sindicato para
estimular esto porque, de manera intencionada o no,
tiende a mostrar el trabajo infantil de forma positiva.

Una niña peruana hace sus deberes en el puesto que su

seguros de
madre tiene en el mercado.

sí mismos
Karen (8 años) se sienta con sus balanzas por encima tanto, obstruye el progreso hacia una solución real. La
de la autopista a Lima. Edwin (7 años) trabaja en una conclusión en el estudio de Irewoc más reciente afirma
zona rural peruana, cerca de Piura. Este pequeño vende más o menos lo mismo, aunque otros estudios de la
latas de salmón en un mercado a las afueras de Lima. misma organización se inclinan más por la «tolerancia».
No basta con culpar del trabajo infantil a la pobreza.
Según se comentó antes, hay teorías diferentes sobre Deben tenerse en cuenta otros factores, tales como
cómo tratar el trabajo infantil. Por una parte, hay per- el difícil acceso a la educación, las malas instalaciones
sonas que están completamente en contra del trabajo educativas y la discriminación social. Tolerar y maqui-
infantil de cualquier tipo y por otra los que lo toleran llar el trabajo infantil hará que continúen existiendo
aceptan que hay una cierta cantidad de trabajo infantil innumerables formas de injusticia económica y social,
«necesario» y se centran en la mejora de sus condicio- enriquecimiento propio y colaboraciones injustas (in-
nes de trabajo. Esta tolerancia es más habitual en Suda- cluyendo la colaboración entre Occidente y los países
mérica. Los sindicatos infantiles y otras «políticas de del tercer mundo). Incluso podría argumentarse que
contención» deben refinar el trabajo infantil para que este enfoque podría asentar el trabajo infantil con
esa práctica sea menos dañina para los niños. Parece más firmeza en una sociedad. En el capítulo 8 figura
existir un modelo de consenso, donde todos hacen lo la historia de seis muchachas que trabajan realizando
que quieren, dentro de ciertos límites. Las personas que labores domésticas para algunas familias y que son
se oponen a este punto de vista afirman que esto hace también miembros de una organización que respalda
que el trabajo infantil parezca algo aceptable y, por lo unas buenas condiciones laborales.

Un banco invisible
Un niño en Delhi se gana un puñado de dinero por
el papel que ha recogido. Muy probablemente viva
en la estación de Delhi, apenas a unos metros de
distancia. ¿A dónde puede llevar su dinero para que
no caiga en malas manos? La fundación Salaam Ba-
laak (literalmente, «hola niño») tiene en la estación
un refugio para niños sin hogar donde pueden co-
mer, hacerse revisiones médicas y recibir clases in-
formales. La organización también tiene un banco,
pero por desgracia no se permitió al fotógrafo verlo,
igual que ocurrió con el Banco para el Desarrollo In-
fantil, gestionado por la organización Mariposas de
la India, sin que se le ofreciera ninguna razón clara
para ello.

109
Gracias, Ganesha
Dhira (13  años) vive en y en los alrededores de la
estación de Delhi. Una rápida plegaria para agrade-
cer su almuerzo en el refugio, donde disfruta de un
momento para sí mismo sin temor a que lo persiga
alguien. En la estación hay una jerarquía estricta:
hay líderes de bandas en cada andén y chulos que
introducen a las niñas sin hogar en la prostitución.
La mayoría de los quinientos niños de la estación
vienen de fuera de Delhi. Como viajero, casi nunca
los verá y, si se los presentan, se fundirán ante sus
ojos de lo felices que se sienten porque alguien le
ha prestado alguna atención.
Famoso indio
Shekhar (19 años) solía vivir en la estación o a su al-
rededor, y ahora es guía turístico «experto en la ma-
teria» en nombre de Salaam Balaak. Recuerda la gran
libertad que le encantaba de las calles. Shekhar es
una celebridad (inter)nacional desde que apareció
en el libro benéfico indio If I were rain. La directora de
cine Mira Nair fundó la organización Salaam Balaak
para devolver a los niños de la calle los ingresos ob-
tenidos por su película Salaam Bombay, que trataba
de esos niños.

Bancos infantiles
Parece que no solo en Sudamérica se discute si prohibir o tolerar el trabajo infantil; la cuestión
surge en todo el mundo. Hay desacuerdo en los lugares donde se facilita el trabajo infantil,
en lugar de prohibirlo. En la India, por ejemplo, hay bancos para niños sin hogar que desean
guardar su dinero en un lugar seguro. La fundación Salaam Balaak dirige este tipo de banco. Los
niños ahorran para cosas como la boda de una hermana, para la que siempre hacen falta dotes
bastante grandes, y reciben un diez por ciento de interés. Los niños también pueden obtener
pequeños préstamos, a condición de que puedan probar que asisten a la escuela.
Las personas que cuestionan este sistema están de acuerdo en que permitir que los niños
guarden su dinero en un lugar seguro es una buena obra, pero advierten de que este tipo de
instituciones solo contribuyen a estabilizar, y quizá reforzar, el trabajo infantil.

111
Aflatoun: ahorra tu paga
Hay otra iniciativa financiera nacida en la India que se conoce como
Aflatoun, una palabra hindi que viene a significar «valiente, atrevido»,
alguien inteligente y aventurero que no teme ser diferente y defender
aquello en lo que cree. «Estas son las características que esperamos con-
tribuir a desarrollar con Aflatoun», afirma su fundadora, Jeroo Billimoria.
«Los niños confían más en sí mismos porque pueden ahorrar su dinero.
De eso se trata: una vez que comienzan a ahorrar, comienzan a pensar
a más largo plazo y a preguntarse qué es importante para su futuro; en-
tonces pueden empezar a labrárselo. Los niños se vuelven más capaces
y pueden encontrar sus propias soluciones a los problemas que surjan
en la situación familiar. Parece que ahora se fugan menos niños de casa,
sencillamente porque su necesidad de hacerlo ya no es tan grande.» Los
niños también desarrollan habilidades comerciales y dirigen pequeños
negocios, de modo que en esta escuela adquieren conocimientos útiles
para la vida.

Gastar con sabiduría


Los niños que ahorran gracias a Aflatoun no se gastan todo el dinero
en golosinas, por ejemplo en este quiosco al lado del colegio en Hyde-
rabad. En todas partes del mundo hay siempre una tienda como esta
a menos de veinticinco metros de la puerta de cualquier colegio. En
los países más pobres del mundo, como Etiopía, ni los niños pueden
permitirse comprar caramelos ni hay caramelos que comprar, pero se
conforman con un trozo de caña de azúcar que masticar.
Para muchos niños occidentales, ahorrar es de lo más normal; muchos
occidentales han crecido con programas de ahorro gubernamental
especiales, como Zilvervloot en Holanda, o han aprendido de sus pa-
dres. Sin embargo, en la India y en otros países pobres la situación es
diferente, especialmente en las regiones más desfavorecidas. Sencilla-
mente, no hay tradición ahorradora y las personas viven al día. Aflatoun,
según Jeroo, ya ha ayudado a unos 170.000 niños a forjarse un futuro:
han aprendido a ahorrar de los 4.000 maestros indios que han recibido
formación especial hasta la fecha. El dinero que ahorran los niños es
su paga, dinero para comprar caramelos, regalo de cumpleaños o sus
pequeños trabajos. «No tiene por qué ser mucho», dice Jeroo. «La inten-
ción es mucho más importante que la cantidad. Lo que lo hace especial
es que los niños contagian su hábito del ahorro a sus padres: los niños
son mensajeros del cambio muy efectivos.» Según Jeroo, Aflatoun enca-
ja en el programa para la protección infantil integral del gobierno indio,
que incluye muchas más medidas de protección para los niños. «Tam-
bién podrían incluirse en este programa las iniciativas Salaam Balaak y
Mariposas», afirma.
El concepto de Aflatoun ha obtenido tanto éxi-
to que se ha aplicado en once países de Suda-
mérica, África y Asia. Para más información, visita
www.aflatoun.org.

Un empleado de Childline trabaja en las afueras


de Delhi, en una oficina que ocupan por cortesía
de la organización de ayuda Prayas.

ayuda

Childline
Jeroo Billimoria de Aflatoun se autodenomi-
na una emprendedora social en serie. Es una
emprendedora social incansable del mismo
calibre que el ganador del premio Nobel
Muhammad Yunus, del Grameen Bank (véa-
se el capítulo 2). En 1996 Jeroo fundó la or-
ganización Childline en Bombay, que ofrece
a los niños sin hogar y en problemas el telé-
fono gratuito 1098 al que pueden llamar 24
horas al día para hablar inmediatamente con
alguien que les envía ayuda. En los últimos
diez años, este número de teléfono ha recibi-
do diez millones de llamadas, y ahora tanto
el teléfono como la ayuda que proporciona
están disponibles en 74 ciudades de la India.
Esta iniciativa ha tenido un impacto enorme
sobre la salud física y mental de los niños de
la calle y de otros trabajadores infantiles en
la India. Para más información, puedes visitar
www.childlineindia.org.

113
Llamada de emergencia
Niños jugando en Varanasi (la India) bajo la
mirada vigilante de un mural que anuncia que
el número de ayuda gratuito de Childline, el
1098, se encuentra disponible 24 horas al día.
7
Un mundo para los niños

115
Orgullo
Este niño indio está claramente orgulloso de su trabajo. Es uno más, y al igual que sus compañeros adul-
tos, lleva cargas pesadas y sube escaleras portando grandes recipientes con mezcla sobre su cabeza con
maestría. Está madurando rápidamente, o incluso ha madurado ya. Su infancia es definitivamente algo
que pertenece al pasado. Está aprendiendo a ser independiente a una edad temprana. Otros niños de su
edad se suben a los árboles mientras que él sube a edificios. ¿Y qué más da? Está aprendiendo un oficio
y no necesita ir a la escuela para eso. Hace sus prácticas trabajando y además ¡está ganando dinero!

Si se le pregunta, dirá que está contento con como van las cosas. Quizá puede que hasta diga que es su
derecho trabajar si él quiere. Está ganando algún dinero extra y se siente contento de poder contribuir a
su economía familiar. Sus padres no tienen mucho dinero así que cada rupia cuenta. Están orgullosos de
su hijo, y es exactamente aquí donde está el problema.

A los niños, especialmente los que tienen seis años de edad, les gusta hacer cosas que aprueben sus
padres. De modo que van al colegio, dibujan o construyen una casa. Lo que hacen no es lo importante.
Lo que importa es el aprecio que reciben por hacer esas cosas. Sin embargo, a esta edad, los niños no
pueden entender las implicaciones de su decisión de trabajar o de ir al colegio. No entienden que tal
vez, en su momento, acaben arrepintiéndose de esta decisión «voluntaria». Es probable que tampoco
sus padres puedan pensar en su futuro, puesto que a ellos los criaron de la misma forma. Por ello, si un
niño afirma que le gusta trabajar, ¿en qué medida se puede valorar lo que dice? ¿Qué diría ese niño si se
le permitiera elegir entre el trabajo y el colegio?
Relación económica entre padres e hijos El debate sobre el trabajo infantil gira en torno al de-
Probablemente sea mucho mejor para los niños ir a licado equilibrio existente entre una innecesaria con-
trabajar junto a sus padres en lugar de ir al trabajo so- descendencia y la obligación de establecer normas. En
los. Aún así, casi cualquier tipo de trabajo infantil crea la mayoría de países se han establecido unas edades
una relación de tipo económico entre los padres y sus mínimas para conducir, comprar alcohol y la educa-
hijos. Al niño no se le aprecia por ser quien es sino por ción primaria obligatoria. Aparentemente, estas res-
el dinero que trae a casa. Este tipo de relación es muy tricciones sobre las libertades civiles tienen sentido.
diferente de una relación puramente emocional. ¿Que ¿Por qué si no iban a estar tan extendidas?
consecuencias tendrá esto para la estabilidad psíqui- Los padres están haciendo lo mismo con sus hijos.
ca y emocional del niño, en el presente y en el futuro? Imponen normas sobre comer dulces, la hora de ir a
Puede que acabe viendo a sus padres como explota- dormir, rezar sus oraciones, ir al colegio e ir al traba-
dores, y de hecho así ocurre, como manifiestan algu- jo. Si los padres no son capaces de imponer normas,
nas personas que en su infancia trabajaron. Su relación entonces el gobierno debe intervenir para atender los
con otros niños que trabajan puede transformarse en problemas más importantes. Los gobiernos contratan
una relación puramente económica o de competen- a personas que pueden tener una visión de futuro y
cia. Aún así, pueden surgir «auténtica» amistad o soli- decidir lo que es bueno para un niño. Es aquí donde
daridad. acaba la autonomía de los padres y sus hijos y donde
comienza la labor de organizaciones para el bienestar
infantil o las inspecciones de trabajo.

Padre e hijo en el trabajo


Este niño trabaja junto a su padre en una
fundición en Moradabad, en la India. En
esta fábrica hacen manivelas para puertas.
El fotógrafo se sintió inmediatamente so-
brecogido por los gases del hierro fundido.
Los jóvenes pulmones de este niño están
aún en fase de crecimiento, por lo que los
gases son aún más peligrosos para él.

Compartiendo
Dos niños en la ciudad argentina de Igua-
zú, ciudad que atrae una gran cantidad de
turistas por sus famosas cataratas. Com-
parten las sobras de las comidas servidas
en una excursión nocturna en autobús,
que les ha dado el conductor.

117
Marvin (16 años) rocía insecticida, que él también está inhalan-
do en sus inmaduros pulmones. Este huerto de mangos está
cerca de Daet.

Rociando y cayendo
Independientemente de si los niños deben de trabajar o no,
una cosa está clara: los niños suelen estar expuestos a peligros
físicos y psicológicos cuando trabajan.
Charlie (15 años), de Filipinas, cubre mangos con bolsas de pa-
pel para protegerlos de los insectos. Trepar árboles es especial-
mente peligroso tras la lluvia, ya que esta hace que la corteza
de los árboles sea especialmente resbaladiza. Es normal que se
caigan de los árboles de forma tal que sufran fracturas.
¡Cuidado con los dedos!
Estos niños están prensando partes de metal para cinturones
y candados en Aligarh, la India. Para los cuerpos en crecimien-
to no es saludable trabajar en esta posición durante perio-
dos prolongados de tiempo. Si no tienen cuidado se pueden
aplastar los dedos.

119
Resbalando y deslizándose en una curtiduría
Este niño trabaja en una curtiduría en Fez, Marruecos.
Su piel y sus pulmones están constantemente ex-
puestos a los productos químicos que se usan para
tratar las pieles. Los empleados no tienen ni el equipo
ni la vestimenta necesarios para poder protegerse.
Algunos de sus compañeros mayores estaban sum-
ergidos hasta los muslos en las cubas. El suelo y las
pieles son resbaladizos y resulta difícil trabajar con el-
los. Los turistas compran bolsos o chanclas, sin saber
que las pieles de las que están hechos han sido proc-
esadas en semejantes condiciones. Organizaciones
como WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) o las
autoridades aduaneras intentan prevenir la import-
ación de especies o productos confeccionados con
animales protegidos. Esta práctica está prohibida por
ley. Sin embargo, el trabajo infantil no se supervisa
tan estrechamente y es casi imposible controlarlo de
forma efectiva. En cualquier caso, los turistas deben
ser más críticos a la hora de comprar.
Mohammed (12 años) sigue lim-
piando botes. Este es el tipo de
trabajo más común en el puerto.

Inválido en el puerto
Hace siete años, Chachbi Lahs-
ave (21 años) trabajaba en el
Puerto marroquí de Safi: allí su
pierna quedó atrapada en una
guindaleza, lo que le ha dejado
inválido para el resto de su vida.
Su situación mejoró en parte
cuando sus amigos y él reci-
bieron una silla de ruedas para
jugar al baloncesto de parte de
una organización humanita-
ria francesa. Su patrón anterior
pagó los costes de una prótesis
y también le compensó por los
daños. No obstante, Chachbi no
ha podido conseguir una edu-
cación para encontrar un traba-
jo que se ajuste a su situación y
se encuentra desempleado. Vive
aún con sus padres.

121
labia
Interacción y comunicación
En muchos países en vías de desarrollo los gobier-
nos funcionan de forma ineficiente o no tienen los
fondos necesarios. Las organizaciones de ayuda al
desarrollo intentan ayudar, tanto si son bienvenidas
como si no. Están ahí por el bienestar de los niños.
Aquí es donde comienza la discusión sobre lo que
es bueno para los niños. Como ya se ha mencionado
en capítulos previos, existen distintas opiniones so-
bre esta materia. Algunos afirman que los niños que
trabajan están siendo educados para su futuro. Están
aprendiendo un oficio útil. Se convierten en perso-
nas independientes y aprenden habilidades que les
serán útiles a lo largo de sus vidas. Aprenden, por
ejemplo, habilidades comunicativas. Los niños que
venden productos se comunican sin parar. Promo-
cionan sus mercancías, argumentan, desarrollan sus
poderes de persuasión e incluso tratan de apelar a
las emociones de sus posibles compradores. Ven a
los turistas como si fueran cajeros automáticos an-
dantes. Algunos no se mueven de detrás de sus ten-
deretes. Otros prefieren caminar sorteando el tráfico
para vender sus mercancías, con todos los riesgos
que eso conlleva. En lo que se refiere a contenido o
variación, la labia de estos niños a la hora de realizar
una venta es extremadamente limitada. Las conver-
saciones resultan a menudo decepcionantes para
estos niños si no consiguen una venta.

Chicles y aguacates en Ghana.

De izquierda a derecha:
Cigarrillos en Perú.
Flores en la India.
Pescado en Marruecos.
Pañuelos en Marruecos.
Pescado en Ghana.
Flores artificiales para celebrar San Antonio en Brasil.
123
Muchos niños se encuentran aislados del res-
to del mundo por su trabajo. Trabajan en casa, en
granjas o en talleres. En estos lugares, encuentran
poca interacción o comunicación que les estimu-
le. No se puede imaginar a un niño aprendiendo
nada útil en estos lugares. Las plantas, los búfalos
o el pescado no responden cuando se les habla. El
niño se encuentra solo con sus pensamientos. Los
compañeros de trabajo de estos niños suelen ser
mayores y no son educadores. Los niños apren-
den imitando a los demás. Si no hay nada intere-
sante que ver, entonces no hay nada que imitar.

Solo en los campos de Filipinas.

Solo en las aguas de Filipinas.

Con compañeros de trabajo (mayores) en una


curtiduría en Marruecos.

Solo, subido en un búfalo en Camboya.

125
Formas de interacción entre niños
que normalmente se consideran
inofensivas

Chapoteando en Filipinas.
Retozando en la India.
Revolucionando la clase, en Ghana.
Divirtiéndose en Filipinas.
Saltano en Filipinas
Bailando en Bangladesh.

interaccíon
127
Namasté en la India.
Jugando al fútbol en la isla de San Martín.
Marcando el ritmo en Bangladesh.
Risitas en Bélgica.
Llamando desde la India.
Niñas tímidas en Guatemala.
129
Adquiriendo disciplina
Hay quien afirma que los niños aprenden a ser in-
dependientes mediante el trabajo. Adquieren dis-
ciplina, la ética del trabajo y puntualidad. La mayor
parte de los expertos están de acuerdo en que la
infancia es el periodo en el que se exploran los lí-
mites de uno mismo. Los límites pueden aún ser
cruzados sin que las repercusiones sean serias. No
obstante, a los niños que no realizan su trabajo de
forma satisfactoria se les trata duramente. Estos ni-
ños están trabajando en un arrozal en las Filipinas.
Plantan arroz bajo la atenta mirada de su supervisor.

Aprendiendo a ser independiente


Esta niña, en las cercanías de Kampong Cham, Cam-
boya, está haciendo grandes progresos en su cami-
no hacia la independencia. Recoge botellas de plás-
tico usadas que luego cambia por unas monedas.

Se aprenden cosas diferentes a distintas edades.


Hay cosas que no se deberían de aprender a una
edad demasiado temprana, aunque tampoco se
debe esperar hasta que ya sea tarde. A los diecio-
cho años ya se considera que se ha dejado atrás la
infancia. Para entonces se deben haber aprendido
todas las habilidades necesarias para poder enfren-
tarse a cualquier problema que se pueda presentar
en la vida. Nadie puede discutir lo cínico de la su-
puesta independencia que tiene la niña pequeña
que carga la bolsa blanca en la foto de arriba. Se
trata de desarrollar un sano recelo hacia la afirma-
ción: «El trabajo infantil es bueno para el desarrollo
del niño». ¿Quién cree en eso y por qué?
Ejercicio físico Aprendiendo el valor del dinero Entrenamiento de supervivencia
Acarreando leña en Ghana. Los ni- Aprendiendo el valor del dinero a Un niño desarrollando habilidades
ños queman muchas calorías de una edad temprana en el mercado de supervivencia en Angkor Wat,
forma natural. El uso de calorías ex- de Esauira, Marruecos. Las alegrías Camboya. ¡Otro aspecto positivo
tras necesarias para realizar trabajos de la juventud: ¿qué otras preocu- del trabajo infantil!
manuales puede ser perjudicial para paciones debería dar el dinero
el crecimiento y desarrollo del niño. aparte de gastarlo o ahorrarlo?

Aprendiendo un oficio
Este niño está aprendiendo carpintería en Marruecos, un país con una larga
tradición de aprendices. ¿Se le paga? Probablemente no, cosa que entra
dentro de lo normal. Así que, ¿dónde acaba el aprendizaje y comienza la
explotación?

131
Diversión en el trabajo
A veces, el trabajo puede ser divertido, sobre todo cuando
un fotógrafo os pide a todos que corráis hacia él como si
quisierais venderle, de forma persistente y agresiva, los plá-
tanos que lleváis. Como ocurre aquí cerca del templo de
Angkor Wat en Camboya. El resto del día tienes que moles-
tar a los turistas intentando que te compren los plátanos
que llevas para que se los den de comer a los monos.

Diversión en el pueblo
Al estilo etíope…
Diversión en la escuela
It could be even more fun
to run and laugh at school,
as you can see in this photo
taken on the Caribbean is-
land of Saint Vincent. Here
too the photographer ma-
naged to walk backwards
without tripping.

Diversión sobre patines


En Shanghai.

133
Niños vendiendo a otros niños
Los niños que trabajan se encuentran, a veces, con niños que
no trabajan. Esto ocurre cuando, por ejemplo, venden helados
o juguetes. El contraste no puede ser mayor. Los niños que les
compran son ricos. Los niños que trabajan son pobres y no
pueden ir al colegio. En momentos como estos, el niño tiene
que enfrentarse al hecho de que existen desigualdades en la
sociedad. Esto hace que rápidamente broten sentimientos de
inferioridad y vergüenza.
Helado en Brasil
Mauricio (11 años) en las calles de Nova
Europa, un pequeño pueblo a varias
horas de São Paulo. Por las mañanas
va a la escuela. Vende helados seis tar-
des a la semana. Tiene que darle todo
el dinero que gana a su padre desem-
pleado. Gana entre cinco y ocho rea-
les al día (de dos euros a tres euros al
día). Todos sus amigos tienen bicicleta.
Mauricio es el único que no tiene.

Aperitivo en Camboya
Esta niña en Phnom Penh está ven-
diendo chhem chroukl (morcilla) y dam
laung Chean (patatas fritas) a niños de
la escuela. ¡Disfrutad!

Globos en la India
Este niño está vendiendo globos en
Banjara Hills, uno de los barrios más
caros de Hyderabad, India.

Galletas en Ghana
Un suceso peculiar en una escuela
en Ghana a la que asisten niños que
previamente trabajaban: dos estu-
diantes están vendiendo galletas a
sus compañeros. Una paradoja que no
sorprendió a sus maestros o a la orga-
nización de desarrollo local. Una niña
vendía limonada a la puerta de una
escuela en Etiopía.

135
Escapar de la realidad
escapar
Trabajadores y niños de la calle asisten a películas indias de amor. Se ponen sus mejores ro-
pas y compran entradas para los mejores asientos. Es su inocente manera de escapar de una
realidad en la que ellos son los excluidos mientras otros son ricos. En la India, así como en
otros países del mundo, muchos niños esnifan pegamento y disolventes. Es su escapatoria
final. Cuando están colocados, no sienten hambre, frío o miedo. Estos productos les cambian
la personalidad y dañan de manera irreparable sus cerebros y pulmones.
Cuando están solos, estos niños son o muy tímidos o muy agresivos. Estos dos amigos en
un barrio de Manila, Filipinas, están bastante contentos. El niño con la pintada al fondo vive
en un túnel en São Paulo. El niño con el rickshaw vive en Phnom Penh. En muchos centros
de acogida para niños, los programas de desintoxicación forman parte de los servicios habi-
tuales. En Brasil hay un tipo barato de crack que es popular entre los niños y que solo cuesta
medio euro.

Asumir la realidad de forma diferente


Aceptar lo que depara la vida forma parte de la naturaleza humana. Especialmente si eres un
niño; de otra manera, la injusticia de esta vida nos volvería locos. A los niños se les ocurren
argumentos para defender que las cosas no están tan mal. Se dan cuenta que hay otros que
están incluso peor que ellos. Si esto no se les ocurre por sí solos, otros se encargarán de me-
terles esta idea en la cabeza. Así, los niños aceptarán completamente su posición miserable
dentro de la sociedad. Podrían perder toda voluntad de mejorar su situación o simplemente
creer que es imposible cambiar las cosas. Esto se conoce como «falsa conciencia».
137
Sombra
Barriendo las calles de Adís Abeba, capital de Etio-
pía. Esto es lo mejor que se puede esperar.

Tomemos como ejemplo el sistema de castas in-


dio. La clases bajas asumen, generación tras gene-
ración, que siempre estarán cavando o barriendo
las calles. Estas gentes no tienen la oportunidad
de cambiar su propio destino. La batalla contra el
trabajo infantil es la antigua batalla del socialismo.
Los «capitalistas» querían hacer creer a los trabaja-
dores que mejorar sus condiciones era imposible.
En la batalla contra el trabajo infantil, es de vital im-
portancia que seamos conscientes de la existencia
de este fenómeno y de la gente y organizaciones
que lo estimulan.
jugando
Jugando en el trabajo
La necesidad de jugar está tan enraizada en la natu-
raleza de los niños que incluso traen sus juguetes al
trabajo. Esta niña marroquí ha traído sus muñecas
para jugar con ellas mientras cuida del rebaño de su
familia. Estar solo en esa carretera debe ser terrible-
mente aburrido. También hace bastante frío.

Haciendo pompas de jabón


Esta niña pequeña tenía que fregar los platos bajo
el grifo en las calles de Mamallapuram (la India) por
enésima vez ese mismo día. Por suerte, ese día ha-
bía una suave brisa marina que podía utilizar para
lo que realmente le gusta: hacer pompas de jabón.

139
Lo de jugar no hay que tomárselo a la ligera
Se han escrito muchos libros sobre lo beneficioso que resulta jugar
para los niños. Jugando con otros niños se aprenden toda clase de
reglas que gobiernan la interacción social. Jugando con otros, los ni-
ños se integran socialmente y consiguen verse a través de los ojos de
los demás. De esta manera son conscientes de sus propias acciones.
Si los niños pueden leer y experimentar la vida de otras personas a
través de los libros esto les hace entender parte de su propia exis-
tencia. Según Freud y otros autores, los niños pueden reducir sus
miedos internos mediante el juego. Jugar les confiere una sensación
de control sobre su entorno. Es también una manera de expresar im-
pulsos «prohibidos» (por ejemplo, agresividad o sexualidad) de forma
aceptable.
Resolver puzzles necesita práctica
Uniendo las piezas de un puzzle, un niño desarro-
lla su capacidad de observación. Está ejercitando
su memoria, aprendiendo a contar y (en este caso)
aprendiendo a expresarse dentro de un grupo de
personas. Está desarrollando habilidades socia-
les. ¡Seguro que creíamos que no era más que un
puzzle! Esta sala de juegos en Kampong Cham,
Camboya, está financiada por PLAN.

Amistad es aprender
Interaccionando con los demás se aprende a po-
nerse en el lugar de los otros. Se aprende el signi-
ficado del cariño y se experimenta con emociones
como los celos, la ira y la competitividad.

141
Lo físico es igual a lo mental

deportes
Una falta de desarrollo motor en el niño puede lle-
varle a deficiencias en el aprendizaje. Este niño está
dando vueltas en círculo cerca de Petra, Jordania.

Deporte es comprderse
El cricket es muy popular en Bangladesh. Justo an-
tes de la cosecha de arroz surgen inesperadamente
incontables y muy apropiados campos de cricket.
Jugar y hacer ejercicio enseña a los niños a com-
prenderse.
Jugar es desarrollarse
Estos niños están jugando con los llamados botes-bangka (pequeñas ca-
noas con batangas), que se usan en Filipinas. La disponibilidad de juguetes
es uno de los indicadores más importantes sobre el crecimiento intelectual
durante la infancia. La participación de los padres durante el juego tiene un
efecto similar.

Coleccionar es lo mismo que sentirse realizado


En Siem Reap, Camboya, esta niña está juntando… castillos de arena que
hizo por sí sola. Coleccionar piedrecillas, conchas (o castillos de arena) les
hace sentirse a los niños realizados.

143
Jugando y aprendiendo en un mundo para los niños
Uno nunca se para a pensarlo, pero leyendo esto, se entiende el perjuicio
que supone para el desarrollo de un niño que este no pueda jugar (o jugar
lo suficiente). El juego se ha de tomar seriamente en consideración. Se tra-
ta de una herramienta muy importante en el desarrollo del niño. ¡Jugar no
debería ser algo opcional! Igual que el trabajo, el juego ayuda a los niños a
madurar. ¡Solo que de manera diferente! La diferencia está en que los niños
que juegan se desarrollan en muchos sentidos. Jugar les enseña a tomar sus
propias decisiones en lugar de que otros las tomen por ellos. Les enseña a
creer en sus propias habilidades en lugar de aceptar límites impuestos por
otros desde una edad temprana. Desafortunadamente, los niños solos no
pueden crear un mundo en el que puedan jugar. Somos los adultos los que

orgullo
hemos de asumir esta responsabilidad: ¡la de crear un mundo para los niños!

145
147
149
151
8
¿Cómo podemos
ayudar?

¿Cómo podemos apoyar la lucha contra el


trabajo infantil? ¿Qué o quién nos inspiraría
para dar un paso adelante? En este capítulo
se ofrece una amplia gama de posibilidades.

153
Inspiración
Este capítulo incluye diferentes organizaciones que luchan por la erradicación del trabajo infantil.
Todos podemos ayudarles. También incluye una lista de libros y películas relacionados con este
tema que pueden motivarnos para tomar ese primer paso. Después de la publicación en neer-
landés de Un mundo para los niños: por una infancia sin trabajo, el libro ha motivado a muchas
personas de Holanda a ponerse en marcha para ayudar a la sociedad y erradicar el trabajo infantil.

Ans Wegter
Un equipo voluntario de traductores holandeses, entre los que se encuentra Ans Wegter, tradujo
al inglés este libro. A Ans ya le atraía el campo de la ayuda humanitaria y valoró diferentes posibili-
dades de utilizar de forma permanente su conocimiento lingüístico aplicado a la traducción para
organizaciones humanitarias. Por eso se puso en contacto con la organización Help Our World
(HOW, «Ayuda a nuestro mundo») de Brasil, dedicada a representar a los grupos marginados de
la sociedad. Ans contribuyó a la formación de esta organización.

Bert Huisman
El cantautor neerlandés Bert Huisman escribió una canción sobre el trabajo infantil titulada
Every Child («Todos los niños»). La primera vez que la cantó en público fue la tarde de la presen-
tación de este libro en La Haya en junio de 2008 (véase página 194). Actualmente ha incluido
esta canción en casi todas sus actuaciones, gracias a lo cual conciencia a todos sobre el pro-
blema del trabajo infantil. La canción todavía no ha salido en CD, pero se puede descargar en
www.aworldforchildren.net.

Femke Reudler Talsma


Femke Reudler Talsma realizaba prácticas en el Ministerio de Asuntos Exteriores cuando este libro
se publicó en neerlandés. Inspirada por la exposición que había iniciado el Ministerio, Femke
decidió utilizar el trabajo infantil como tema principal de su tesis. Se centró en Uzbekistán, donde
se saca a los niños del colegio por orden del gobierno para trabajar en la recogida del algodón.
¿Cuál es la postura de los sindicatos europeos al respecto? Femke aprobó su curso con unos re-
sultados excelentes y ahora tiene la licenciatura en Estudios Europeos de la Universidad de Ams-
terdam. También tiene un trabajo muy interesante en el departamento de derechos humanos
del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Fred Aarten
Todos los días cuando se dirigía al trabajo Fred Aarten, asesor laboral en ’s-Hertogenbosch, pasa-
ba junto a la joven Martha, que tocaba la misma canción con su acordeón un día tras otro. Tras la
publicación del libro en abril de 2008, Fred decidió que ya era suficiente y comenzó los trámites
para que Martha asistiera al colegio. Organizó una marcha donde docenas de estudiantes de un
colegio de educación primaria de ‘s-Hertogenbosch cantaban solicitando al alcalde que hiciera
lo posible por cambiar el futuro de Martha. Esta protesta recibió la atención de lugares tan lejanos
como Rumanía. Véase la página 45.
¡Fotos no, por favor!
Tanto el trabajo infantil como la lucha por erradicar-
lo están rodeados de paradojas. Arriba a la izquierda
está Hassan El Kadiri, director de la asociación de
ayuda Bayti de Esauira, ciudad costera marroquí.
Gracias a los fondos del gobierno, Bayti ofrece cur-
sos de formación para niños que antes trabajaban y
ahora deben ponerse al día antes de asistir a clases
normales. El Kadiri le pidió al fotógrafo que jurara
que no publicaría las fotos de los niños de su centro.
Parece ser que si eso ocurriera los padres lo deman-
darían. «Se trata de los mismos padres que prefieren
que sus hijos trabajen en vez de enviarlos al cole-
gio», indica El Kadiri, «pero desgraciadamente eso
no está penado. La verdad es que no entiendo las
leyes.» Por eso en la fotografía de la profesora junto
a la pizarra los niños están detrás del fotógrafo. Se
reían sin parar.

Amnistía Internacional
En un principio, Amnistía Internacional denunciaba
las violaciones de los derechos humanos, especial-
mente aquellos relacionados con la política, aun-
que actualmente ha ampliado su campo de actua-
ción para incluir la lucha contra la discriminación,
los trabajos forzados y el trabajo infantil, además
de abogar por la libertad sindical. Para respaldar
su causa, Amnistía Internacional de los Países Bajos
ha formulado una serie de recomendaciones para
aquellas multinacionales que deseen evitar o com-
batir el trabajo infantil, tanto dentro de sus propias
empresas como con las empresas subcontratadas.
Es posible hacerse socio de Amnistía o participar
activamente de diferentes formas. Más información
en www.amnesty.org.
155
asociación
Procesión floral
Todas estas «flores en desarrollo» son empleadas de hogar en
la ciudad peruana de Cajamarca y pertenecen a la organiza-
ción local Asociación y Familia, que se encarga de defender sus
condiciones laborales. Uno de los éxitos de esta organización
es que las niñas ya no tienen que trabajar los domingos. En su
lugar, los domingos pueden ir al local de la asociación para asis-
tir a clases extraescolares de asignaturas como matemáticas o
mejorar sus conocimientos informáticos en la sala de Internet.

La asociación también ofrece clases de costura y bordado, fabri-


cación de joyas y cocina; así se les da acceso a conocimientos
y productos que las chicas pueden vender, lo cual les da mayor
independencia. La directora, Cecilia Barrantes, dice que hasta
cierto punto merece la pena hablar con las empresas. «No se
puede exigir demasiado», dice, «ya que pueden despedir a las
chicas sin más». Asociación y Familia es un ejemplo muy eficaz
de sindicatos especializados en los niños, tema tratado en el ca-
pítulo 6.

La mayoría de las chicas disfrutan del trabajo y se quedan con el


dinero para sí mismas, a menos, por supuesto, que la familia sea
totalmente pobre. Los padres de todas las chicas fotografiadas
estaban desempleados. Las niñas asisten al colegio 30 horas a la
semana y les encanta a todas. Una de ellas quiere estudiar medi-
cina, otra quiere ser farmacéutica y una tercera, abogada. Mariza
quiere ser profesora de jardín de infancia y Magaly de primaria.
Geraldine quiere... ¡ayudar a los necesitados!

1ª fila: María Isabel (15), Geraldine (14), Magaly (14)


2ª fila: Mariza (15), Daisy (14), Noris (16)

157
Hivos es un aspecto muy importante de la prevención del
Hivos es una ONG de ayuda al desarrollo guiada por trabajo infantil, AOb no limita su radio de acción al te-
valores humanitarios. Con el lema «gente sin límites», rritorio neerlandés. Este sindicato respalda y promue-
Hivos fundamenta su labor en la presunción de que ve proyectos contra el trabajo infantil en diferentes
todos tenemos un número ilimitado de oportunida- países. Para este libro se visitó un proyecto en Marrue-
des si se lucha contra la pobreza desde un punto de cos, pero esta organización también participa en ini-
vista estructural. Hivos es la organización impulsora ciativas similares en la India y Etiopía. Más información
de dos campañas nacionales contra el trabajo infantil. en www.aob.nl.
Dos de los objetivos de estas campañas son concien-
ciar al público neerlandés y ejercer presión sobre los Proyectos de AOb
gobiernos neerlandés y europeo. Más información en Algemene Onderwijsbond financia varios proyectos
www.hivos.nl relacionados con el trabajo infantil, entre otros uno en
la ciudad marroquí de Fez. En un principio el gobierno
FNV (Federación de Sindicatos Neerlandeses) marroquí se limitó a facilitar el personal y las instalacio-
FNV Mondiaal es la división internacional de la federa- nes de los colegios, aunque actualmente ha asumido
ción de sindicatos neerlandeses FNV, dedicada a com- el proyecto en su totalidad. El ministro de educación
batir el trabajo infantil. FNV colabora con la confedera- de Marruecos ha comenzado también una campaña
ción sindical internacional ITUC y con otros sindicatos contra el abandono escolar.
internacionales de diferentes sectores. En 2007, FNV
organizó una conferencia sobre trabajo infantil y otra Comité Hindú de los Países Bajos
sobre China en la que el trabajo infantil fue uno de los El Comité Hindú de los Países Bajos (ICN) es una or-
temas que se trataron. Se puede ayudar a FNV hacién- ganización clave que sigue de cerca el desarrollo hu-
dose socio de uno de los sindicatos que la forman. Más manitario de la India. El trabajo infantil es una parte
información en www.fnv.nl. FNV Bondgenoten es la importante de sus objetivos. El ICN promueve, entre
organización nacional de FNV, y además lleva a cabo otras actividades, estudios realizados en colaboración
proyectos contra el trabajo infantil, incluido uno en el con otras asociaciones hindúes que se publican en la
sector de alfombras de Nepal. Se puede obtener infor- revista India Nu («India ahora») y en su página web.
mación al respecto en www.fnvbondgenoten.nl. El ICN también aboga por que el trabajo infantil en la
India forme parte del programa político del gobierno
Algemene Onderwijsbond (Sindicato de neerlandés. Participa en la campaña Stop Child Labour
Educación General) (basta de trabajo infantil), dirigida por Hivos. Más infor-
AOb es uno de los mayores sindicatos de educación mación en www.indianet.nl/english.html.
de Holanda y forma parte de FNV. Como la educación

Vulnerables
Algunas ciudades como Sihanoukville, Siem
Reap (templo de Angkor Wat) y Phnom Penh,
todas ellas en Camboya, son bien conocidas
por los pedófilos que las recorren en busca de
niños. Muchas organizaciones se pronuncian
en contra de este fenómeno a fin de proteger
a los niños, incluidas Terre des Hommes y Ac-
tion pour les Enfants. Incluso los hoteles, bares y
restaurantes se oponen activamente y por ello
han firmado un código ético para proteger a los
niños. Los niños que deambulan por las calles,
tanto de día como de noche, pregonando los
objetos que venden son presa fácil.
Venta de piñas en la carretera en Camerún En clase en Ghana

Los socios de Alliance2015 IBIS


Alliance2015 es una sociedad de siete ONG europeas IBIS es una organización humanitaria danesa que traba-
afines que trabajan en el campo de la cooperación ja a nivel mundial, nacional y local para conferir poder
para el desarrollo. El objetivo de la Alianza es luchar a los pobres y marginados de África y Latinoamérica y
contra la pobreza más eficazmente mediante la co- para que estos consigan educación y recursos en igual-
operación a varios niveles: trabajo conjunto en los dad de condiciones. Realiza su labor en colaboración
países en vías de desarrollo y realización de campañas con organizaciones civiles populares y con los diferen-
para influir en la opinión pública y política en Euro- tes municipios para superar la pobreza y la injusticia.
pa. Uniendo sus fuerzas, Alliance2015 se consagra a IBIS aboga por trabajar con vistas a crear un mundo
vencer todos los retos y satisfacer las cambiantes ne- justo en el que todos tengamos acceso a la educación
cesidades de los donantes. Alliance2015 trabaja para y otros recursos para poder influir en la toma de deci-
alcanzar los Objetivos del Desarrollo del Milenio. Los siones que afectan a nuestras vidas. Más información
miembros de Alliance2015 son: en www.ibis.dk.

Cesvi People in Need


Cesvi, fundado en 1985 y con sede en Italia, es una People in Need (PIN) es una organización checa que
organización secular independiente que trabaja por ofrece ayuda humanitaria y para el desarrollo, a la vez
la solidaridad global. En los valores por los que se guía que defiende los derechos humanos y la libertad de-
Cesvi, el principio moral de solidaridad humana y el mocrática. People in Need ofrece programas de inte-
ideal de justicia social se transforman en ayuda huma- gración social en la República Checa y en Eslovaquia,
nitaria y desarrollo, lo que refuerza el concepto de los además de realizar actividades informativas y educati-
derechos humanos universales. Tanto en Italia como vas. PIN es una de las mayores organizaciones de este
en toda Europa, Cesvi lleva a cabo programas edu- tipo en la Europa postcomunista, y ha organizado pro-
cativos para concienciar sobre la solidaridad global, yectos en 39 países durante los últimos 17 años. Más
para aumentar el número de donantes y voluntarios, información en www.peopleinneed.cz.
y para influir en las empresas privadas y en las insti-
tuciones públicas para que apoyen los proyectos de Concern
cooperación para el desarrollo. Más información en Concern Worldwide es una organización humanitaria
www.cesvi.eu. internacional dedicada a reducir el sufrimiento y acabar
con la pobreza extrema. Desde sus comienzos, hace
Welthungerhilfe más de 40 años, su objetivo principal ha sido mejorar el
Welthungerhilfe es una organización humanitaria nivel de vida de la gente más pobre. Concern se centra
alemana, es privada y no sigue creencias religiosas en ofrecer educación básica a quien más lo necesita.
ni políticas; funciona con una junta directiva con el Aspira a reaccionar ante las emergencias cuando ocu-
patronato del presidente alemán. Ofrece ayuda para rren. Concern reconoce la importancia de la alimenta-
las situaciones de emergencia causadas por desas- ción y un entorno seguro para el fomento de la salud.
tres naturales, además de llevar a cabo proyectos a Sus esfuerzos por proporcionar sustento son funda-
largo plazo en colaboración con socios locales. Para mentales para la labor de Concern. Su política sobre el
Welthungerhilfe, la lucha contra el hambre es para- VIH y el SIDA reconoce que aunque uno de las con-
lela a la lucha contra la pobreza. Desde su creación secuencias más importantes de esta enfermedad es la
en 1962, Welthungerhilfe ha gestionado más de 5.000 reducción de la capacidad nacional, individual y de la
proyectos en más de 70 países con 1.900 millones de comunidad, todavía existe gran capacidad para luchar
euros. Más información en www.welthungerhilfe.de. contra ella. Más información en www.concern.net.

159
Premio Internacional Infantil de la Paz 2006 para el niño
trabajador Om Prakash
El Premio Internacional Infantil de la Paz 2006 fue otorgado
al niño trabajador Om Prakash Gurjar, de 14 años de edad,
de Jaipur, la India. Recibió dicho galardón por su incesante
lucha contra la esclavitud y el trabajo infantil. Fue separado
de sus padres cuando solo tenía cinco años. Om comenzó
su lucha tras ser liberado de la esclavitud a la que estuvo
sometido durante tres años. Tras ser liberado y desde el re-
fugio donde vivía, emprendió varias iniciativas para llamar
la atención sobre los derechos de los niños. Luchó con éxi-
to para eliminar las contribuciones ilegales que los padres
pobres debían pagar para que sus hijos pudieran asistir al
colegio. Esto tuvo especiales consecuencias para todo el
estado hindú de Rajasthan, donde dicha práctica ha sido
eliminada completamente. También contribuyó a convertir
los pueblos en lugares más acogedores para los niños. Por
eso en estos pueblos no se tolera el trabajo infantil y se res-
petan todos los derechos de los niños. También se dedicó
a educar a los padres sobre la importancia de inscribir los
nacimientos, ya que es necesario para que pueda haber ins-
talaciones educativas y sanitarias para los niños.

KidsRights
La organización KidsRights funciona bajo el principio de uti-
Om Prakash recibiendo el Premio Internacional In- lizar el 100 % del dinero que reciben en proyectos infantiles.
fantil de la Paz 2006 de las manos del anterior pre- Todos los gastos y otros costes los abona un patrocinador.
sidente sudafricano FW de Klerk, en el Ridderzaal KidsRights apoya los proyectos de muchas organizaciones
en La Haya, Países Bajos. El Premio Infantil de la Paz locales que luchan contra el trabajo infantil y para erradicar
consiste en una estatuilla y 100.000 dólares para los niños de la calle en muchos países, incluidos la India,
un proyecto infantil. El premio otorga voz propia a Marruecos y Senegal. Además de ofrecer ayuda, KidsRights
los niños marginados: los huérfanos con sida, los se centra en obtener atención sobre los niños vulnerables,
niños prostituidos, los niños esclavos y los niños tal como hacen con la iniciativa del Premio Infantil de la
de la calle (fotografía de Kimberly Gomes). Paz. Este premio se otorga a un niño que haya realizado es-
fuerzos especiales en favor de los derechos de los niños. Se
puede donar para un proyecto específico o para un niño en
concreto. Más información en on www.kidsrights.info.

¡Dos por uno!


Trabajo infantil en la India, en este caso en
Hyderabad. Esta escena es tan normal en los
países del tercer mundo que tras un tiempo los
turistas ni siquiera ven el problema. El Landeli-
jke Indiawerkgroep (Comité Hindú de los Países
Bajos) sigue de cerca cualquier cambio.
Precio justo
Solidaridad garantiza a los granjeros un precio
justo por sus productos, gracias a lo cual no ne-
cesitan que sus hijos trabajen en las plantaciones,
como es el caso en esta foto tomada en Ghana.

Oxfam fruta, algodón, electricidad, soja y oro, y es la funda-


Oxfam International es una confederación de 13 or- dora de la marca de café Max Havelaar. Solidaridad
ganizaciones afines que colaboran entre sí en todo también ha introducido la fruta Oké y los tejanos Ku-
el mundo para producir un cambio duradero. Oxfam yichi en el mundo entero. Más información en www.
trabaja en más de 100 países para erradicar la pobre- solidaridad.nl.
za y la injusticia. Oxfam colabora con más de 3.000 or-
ganizaciones locales y lucha para ejercer los derechos Organización Internacional del Trabajo (OIT)
humanos de los pobres, afirmar su dignidad como La OIT (Organización Internacional del Trabajo) es una
ciudadanos plenos y ayudarles a tomar el control de agencia de las Naciones Unidas con sede en Ginebra.
sus propias vidas. Se puede obtener información sobre Esta organización se fundó en 1919 a partir de las con-
Oxfam y sus oficinas en los Estados Unidos, Australia, versaciones de paz que tuvieron lugar tras la I Guerra
Bélgica, Canadá, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Hong Mundial con la idea de que sin justicia social nunca ha-
Kong, Irlanda, los Países Bajos, Nueva Zelanda y Qué- bría una paz mundial duradera. La OIT unifica los inte-
bec en www.oxfam.org. reses de los trabajadores (por medio de los sindicatos),
gobiernos y empresas en lo relacionado con las po-
Plan líticas y condiciones laborales. Obviamente también
Plan Nederland pertenece a Plan International, una or- abarca el trabajo infantil, y la OIT es la fuerza motriz
ganización internacional humanitaria de ayuda al de- para impedir el trabajo infantil, tanto con la creación
sarrollo sin objetivos políticos, religiosos ni comerciales de normativas laborales a nivel internacional como
centrada en los niños. Plan lleva luchando 70 años para con la implementación de proyectos específicos en
mejorar la vida de los niños y sus familias en países en muchos países. La división de la OIT que se dedica al
vías de desarrollo. Plan consigue su objetivo mediante trabajo infantil se denomina IPEC (Programa Interna-
proyectos comunitarios centrados en los niños en 49 cional para la Erradicación del Trabajo Infantil). Muchos
países de África, Asia y Latinoamérica. Plan hace cam- de los proyectos descritos o mostrados en este libro
paña en todo el mundo a favor de los derechos de los son proyectos de la OIT. En el capítulo 3 se puede ob-
niños y para que se cumpla la Convención de las Na- tener información sobre las convenciones referentes al
ciones Unidas sobre los derechos del niño. trabajo infantil de la OIT, que sirven de directrices para
La lucha contra la explotación infantil es parte de sus la lucha contra el trabajo infantil. Más información en
esfuerzos. Plan ayuda a los niños trabajadores con pro- www.ilo.org.
gramas destinados a aumentar sus oportunidades de
futuro y protegerlos de la explotación. A la vez, Plan bus- Save the Children
ca alternativas para las familias pobres para que no sea Save the Children utiliza la Convención de las Nacio-
necesario que los niños contribuyan a los ingresos fami- nes Unidas sobre los derechos del niño como punto
liares y para conseguir un mayor acceso a la educación de partida y se denomina a sí misma «la mayor orga-
y al sistema sanitario para los niños. Más información en nización independiente dedicada a los derechos de
www.plannederland.nl y en www.plan-belgie.org. los niños». Save the Children trabaja en más de 110
países y a través de 29 filiales. En los Países Bajos se
Solidaridad centra principalmente en proteger a los niños de la ex-
Solidaridad es una organización de desarrollo mundial plotación, la violencia y el sida/VIH, además de ofrecer
fundada en 1969 en los Países Bajos que se dedica a actividades educativas en áreas conflictivas. El trabajo
promover los derechos humanos y a luchar contra la infantil es uno de los principales objetivos, para lo cual
pobreza mediante el comercio justo con los países en dispone de varias divisiones nacionales. Save the Chil-
vías de desarrollo. De este modo, Solidaridad está sen- dren colabora estrechamente con UNICEF. Existen di-
tando las bases para la prevención del trabajo infantil. ferentes formas de contribuir al trabajo de esta organi-
Esta organización comercia con productos como café, zación. Más información en www.savethechildren.org.
161
ING ofrece acceso a la educación a
los niños
Los empleados de ING, gigante financiero
que trabaja en 52 países, son muy afortu-
nados. Si hacen algo para facilitar el acce-
so a la educación de los niños, su empresa
duplica dichos esfuerzos a través de un
programa interno llamado Chances for
Children de ING (ING CfC). De esta forma,
ING anima a sus empleados a involucrarse
en dicho temas. ING colabora con UNICEF
y es uno de sus mayores donantes de todo
el mundo. En colaboración han adoptado
proyectos educativos en la India, Etiopía
y Zambia. Por cada dólar, euro o peso
que los empleados donen a ING CfC para
contribuir a los proyectos de UNICEF, ING
dona otro. El objetivo es ofrecer a los niños
la oportunidad de tener un futuro mejor
gracias a la educación. En 2007 ING facilitó
con este programa el acceso a la educa-
ción primaria a 125.000 niños.
En la India trabajan muchos niños en vez
de asistir al colegio. Como incentivo para
producir un cambio, muchos padres de
la India reciben ahora una bonificación
cuando sus hijos obtienen un certifica-
do escolar. También se han creado clases
transitorias para los niños trabajadores,
que ahora pueden asistir de nuevo al co-
legio tras ponerse al día con sus compa-
ñeros. Se ha creado un sistema de escue-
la itinerante para las tribus nómadas de
Etiopía, y en Zambia se ofrecen progra-
mas educativos a los niños que general-
mente cuidan a sus padres con VIH/sida.
Los empleados también pueden trabajar
de voluntarios para Chances for Children
de ING. Para ello les dan un máximo de
una semana libre al año. Tienen la posi-
bilidad de trabajar cerca de donde viven,
en su propia comunidad, o, tal como ha-
cen algunos empleados, pueden trabajar
de voluntarios para UNICEF en diferentes
países. Entre otras cosas pueden crear pá-
ginas web o ayudar en el desarrollo de los
recursos humanos.
En los Países Bajos, los empleados de ING
han organizado muchos proyectos de
voluntariado en colegios cercanos a las
oficinas de ING. Los empleados de ING
enseñan a los alumnos, dan clases sobre
temas económicos o los llevan a museos.

La información sobre este proyecto está


disponible en www.ingchancesforchil-
dren.com
.
Niños en edad escolar en Etiopía
El tráfico de niños consiste en que un «tío» se lleva a los niños de sus familias prometiéndo-
les una educación y un futuro mejores. La verdad es que casi nunca llegan a poner un pie
en el colegio.

Stop The Traffik


Stop the Traffik es una coalición de organizaciones que en principio tenían creencias cris-
tianas, compuesta (en especial en lo que respecta a los valores morales) por más de 1.000
organizaciones (de ayuda) en más de sesenta países. La organización se dedica princi-
palmente a hacer una campaña de concienciación contra el tráfico de personas y ofrece
soluciones a las organizaciones de ayuda a la gente sencilla de todo el mundo. También
colaboran con proyectos en África, Asia y Europa del Este. Stop The Traffik surgió a partir
de un grupo de organizaciones benéficas del Reino Unido (incluidas Oasis, Visión Mundial,
Tearfund y el Ejército de Salvación) como proyecto puntual que se transformó en una cam-
paña permanente.
Entre sus actividades se incluye una campaña mundial contra el tráfico de niños para la
producción de cacao en Costa de Marfil. También participan en un proceso para crear una
línea telefónica gratuita en toda Europa para las víctimas del tráfico infantil, gracias a la cual
las niñas y mujeres víctimas del tráfico podrán solicitar ayuda sin temor a sufrir represalias
ni encontrarse con un oficial de policía corrupto.
Las diferentes acciones que todos podemos realizar para impedir el tráfico en nuestras
propias comunidades se pueden consultar en la página web de Stop the Traffik, y se puede
invitar a los amigos a que hagan lo mismo. En el Reino Unido se pueden hacer donaciones
mediante mensajes de texto. Más información en www.stopthetraffik.org.

Terre des Hommes


Terre des Hommes es una organización de ayuda a los niños que colabora con más de
350 proyectos en todo el mundo en el campo de la educación, la salud y los deportes, im-
plementados por organizaciones filiales locales. Además, Terre des Hommes defiende los
derechos de los niños en conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre los
derechos del niño. Esta organización enfatiza la lucha y la prevención del tráfico de niños
y los abusos sexuales, incluido el turismo sexual. Terre des Hommes se fundó en 1965 y su
nombre proviene del libro del famoso autor francés Antoine de Saint-Exupéry (autor tam-
bién de El Principito). Más información en www.terredeshommes.org. 163
Chipping Fields
The Chipping Fields en Aminbazar, a las afueras de Dhaka,
capital de Bangladesh. Los niños y los adultos se dedican a
convertir los ladrillos inservibles en grava para la construc-
ción de carreteras. UNICEF financia un colegio de la zona en
el que una organización local de ayuda enseña a los niños
a leer y escribir durante un par de horas al día, además de
enseñarles actividades como la costura y la carpintería.

UINICEF
UNICEF es el fondo de las Naciones Unidas dedicado a la in-
fancia. Gracias a su enorme red de oficinas y empleados co-
laboran con proyectos de ayuda para los niños en el campo
de la salud, la nutrición, la educación, el agua y la seguridad,
especialmente para proteger a los niños contra la violencia y
la explotación (sexual). Se puede colaborar con UNICEF me-
diante donaciones, el voluntariado y la adquisición de pro-
ductos tales como tarjetas y calendarios, incluidas algunas
fotografías hechas por Peter de Ruiter. Más información en
www.unicef.org.
War Child World Vision
War Child se dedica a los niños que sufren traumas a World Vision colabora con los niños, sus familias y sus
causa de la guerra. Esta organización crea santuarios comunidades para erradicar la pobreza y la injusticia
para rehabilitar a los niños soldado. Se calcula que en el del pueblo a nivel global. En casi 100 países de todo
mundo hay unos 300.000 niños armados. Es difícil impe- el mundo, su trabajo de ayuda, desarrollo y defensa se
dir que los niños se involucren en las guerras, pero War centra en influir en los niños, sus familias y sus comuni-
Child hace todo lo posible por informar a las familias y a dades, sobre todo en los más vulnerables. Un elemento
la sociedad en las zonas de conflicto armado evitando clave de su trabajo es la lucha activa contra el trabajo
que los niños soldado vuelvan a luchar. War Child tam- infantil basada en tres prioridades: prevenir el trabajo
bién motiva a los niños y adultos de los Países Bajos y infantil atacando la raíz del problema mediante cam-
Bélgica a hacer campaña a nivel local y a donar dinero. pañas de concienciación sobre el impacto del mismo
Más información en www.warchild.org. para así mejorar el futuro de las familias; proteger a los
niños atrapados en esta situación mediante su defensa
ICCO y Kerk in Actie y la colaboración con los gobiernos y demás organis-
ICCO, la organización intereclesiástica de cooperación mos; y la rehabilitación de los niños que abandonan
para el desarrollo, en colaboración con Kerk in Actie, or- el trabajo infantil mediante tratamiento psicosocial,
ganización humanitaria de la iglesia protestante en los el fortalecimiento de las familias y la ayuda necesaria
Países Bajos, financian proyectos contra el trabajo in- para que los niños desarrollen las habilidades básicas
fantil en Perú, Bolivia y Guatemala. Esta organización se de lectura, escritura y matemáticas.
enfrenta a las peores formas de trabajo infantil (véase
el capítulo 3). De sus proyectos, la educación es una de Con World Vision se puede apadrinar a los niños y tam-
las estrategias más importantes. Al estimular a la gen- bién contribuir a una campaña específica centrada en
te a participar en la educación y mejorar la calidad de los niños vulnerables de un país concreto a través de
la misma disminuye el número de niños que trabajan su página web. Las contribuciones ayudan a los niños,
así como el de los que abandonan el colegio. Las orga- a sus familias y a la comunidad en la que viven. Más
nizaciones locales colaboran con los padres, colegios, información, incluidos enlaces a los proyectos de cada
ayuntamientos y otras partes involucradas para solu- país, además de descripciones sobre los programas
cionar el problema. La gente de los Países Bajos puede para erradicar el trabajo infantil, la explotación sexual,
colaborar trabajando como voluntarios, recaudando los niños soldado y los niños de la calle, en www.wvi.
fondos, escribiendo cartas y mucho más. Para más in- org y www.childrencampaign.org.
formación: www.kerkinactie.nl y www.icco.nl.

Niños en busca de metal


Niños en Camboya, buscando balas,
casquillos y otros artefactos de una
guerra en la que lucharon muchos
niños, para vendérselos a los turistas.
War Child se centra principalmente en
niños de zonas en las que ha habido
guerras. Entre otras cosas, el personal
de la organización intenta repatriar a
los niños soldado y enseñarles a en-
frentarse a su trauma.

165
Los Países Bajos, pioneros en la lucha contra
el trabajo infantil
Los derechos humanos, en los que están inclui-
dos los derechos de los niños, son uno de los
puntos más importantes del programa político
neerlandés. Iniciado por el Ministro de Asuntos
Exteriores Maxime Verhagen en noviembre del
2007, el gobierno neerlandés ha publicado su es-
trategia sobre los derechos humanos dentro de
su política de asuntos exteriores, titulada «Digni-
dad humana para todos».
Todos los ministros neerlandeses participarán en
esta estrategia. Los Países Bajos trabajarán con
diferentes métodos e instrumentos en colabora-
ción con la Comunidad Europea y las Naciones
Unidas entre otros.
Como parte de esta política, los Países Bajos des-
empeñan un muy importante papel en la erradi-
cación de todo tipo de trabajo infantil, comen-
zando por sus formas extremas.
El gobierno neerlandés prevé un enfoque inte-
gral para combatir el trabajo infantil. Algunos de
los aspectos de este enfoque integral son:
• Todas las visitas oficiales y misiones comerciales
a los países donde existe el trabajo infantil
incluirán dicho tema en su programa.
- Los Países Bajos colaborarán estrechamente con
el representante especial de las Naciones
Unidas dedicado a la violencia contra los niños.
- Los productos fabricados con mano de obra
infantil deben desaparecer a la larga del
mercado.
- Los Países Bajos se comprometen a gastar el
15 % de su presupuesto de cooperación para
el desarrollo en educación.
- Los Países Bajos se centrarán en que la norma-
tiva de la Organización Mundial de Comercio
(OMC) respete los requisitos de la Convención
182 OIT en lo referente a las peores formas de
trabajo infantil.
- El objetivo de los Países Bajos es conseguir la
prohibición de la Unión Europea de vender pro-
ductos fabricados bajo las peores formas de tra-
bajo infantil. Por iniciativa de los Países Bajos, el
Consejo de Ministros de la Unión Europea ha
solicitado de la Comisión Europea la presenta-
ción de un estudio al respecto.
- Los Países Bajos desean garantizar que los con-
sumidores sepan claramente qué productos se
fabrican sin mano de obra infantil, para que los
consumidores puedan tomar su propia decisión.
- Los Países Bajos ejercerán un papel importante
en el aumento de la ayuda internacional para la
eliminación de la violencia hacia los niños.
- Los Países Bajos han apelado al público neer-
landés para que envíen sugerencias sobre cómo
promover los derechos humanos a la dirección
de correo electrónico:
mensenrechten@minbuza.nl.
Se puede acceder al enlace del texto inglés del
artículo «Dignidad humana para todos» en: www.
aworldforchildren.net.
Aumento de ingresos
World Vision de Camboya ayuda a las familias a
buscar diferentes formas de aumentar sus ingre-
sos para que ninguno de sus miembros tenga
que salir a mendigar, con los niños como prueba
viviente de su miseria, tal como ocurre aquí en el
mercado central de Phnom Penh.

Otras organizaciones importantes

IREWOC
Desde 1992 la organización Irewoc de Amster-
dam ha estimulado la investigación en el campo
del trabajo infantil. El nombre equivale a Inves-
tigación Internacional sobre los niños trabaja-
dores y la fundaron los catedráticos Jaap Doek
y Sjef Teuns. El profesor K. Lieten, catedrático de
Trabajo infantil en la Universidad de Amsterdam,
es el director de Irewoc. En 2007 Irewoc publicó
varios estudios sobre los sindicados centrados en
los niños de India, África y Sudamérica (véase el
capítulo 6). Se puede acceder a más información
y varios informes en www.childlabour.net.

Marcha Global en contra del trabajo infantil


De la explotación a la educación: es el mensaje
de las pancartas de la Marcha Global en contra
del trabajo infantil. Este amplio movimiento res-
paldado por personas, sindicatos y organizacio-
nes de desarrollo, tiene como objetivo erradicar
el trabajo infantil en todo el mundo. En 1998,
este movimiento comenzó una «marcha» en la
que miles de adultos y niños de Asia y de todo el
mundo caminaron hacia la sede de la OIT en Gi-
nebra para mostrar su apoyo a la creación de una
Convención de la OIT contra las peores formas de
trabajo infantil. Un año después, la convención
sobre el trabajo infantil (Convención 182) era
adoptada unánimemente por la OIT. La Marcha
Global trabaja continuamente para perfilar las
políticas y los programas mundiales para erradi-
car el trabajo infantil. Se puede obtener más in-
formación en http://globalmarch.org.

167
El trabajo infantil es uno de los delitos menos visibles de nuestros tiempos. Según la
OIT, hay alrededor de 218 millones de niños trabajadores en todo el mundo. La mayoría
trabaja en los países asiáticos, aunque África cuenta con el mayor porcentaje de niños
trabajadores. Todavía hay ciertos tipos de trabajos infantiles en Europa (por ejemplo en
Albania, Italia y Portugal). Realmente no es posible saber si los vaqueros, los balones de
fútbol o las joyas que adornan nuestras tiendas han sido fabricados con manos de niños.
Asimismo, con solo mirar a un niño trabajador no es posible ser conscientes del verdade-
ro efecto que el trabajo tiene en ellos.
Tal como Peter de Ruiter escribe en su libro: «No muchas fotos de niños trabajando nos
sorprenden de verdad a menos que estén cargando algo pesado o haciendo un trabajo
peligroso, ya que los niños trabajadores parecen relativamente normales. En estas fotos
no podemos ver que el trabajo que realizan impide su desarrollo incluso antes de que
haya comenzado.» No poder asistir al colegio es un obstáculo enorme para escapar de la
pobreza y evitar que la siguiente generación también se convierta en niños trabajadores.
Este libro pone cara a todos estos niños. Las manos desgastadas por el esfuerzo de una
niña que hace bangles en una fábrica de Firozabad pueden impresionar a cualquiera. Un
libro extraordinario sobre un problema espeluznante, sobre temas como la esclavitud en
la India y el tráfico de niños en Ghana.

Las circunstancias del trabajo infantil son complejas. Hay muchas fuentes y diferentes
situaciones en que puede existir. Pensar que el trabajo infantil solo se puede erradicar
acabando con la pobreza es una ilusión. La lucha contra el trabajo infantil en los Países
Bajos y otros países occidentales ha demostrado que requiere la atención constante de
padres, empresarios, consumidores y políticos. También son esenciales las leyes naciona-
les e internacionales así como su cumplimiento.

Afortunadamente cada vez hay disponibles más normativas de calidad y marca para
mostrar a los consumidores cómo actuar. También hay niños lo suficientemente valien-
tes como para enfrentarse al sistema. Como los niños son más vulnerables, necesitan
precisamente que protejamos sus derechos. Por todo lo dicho, mi compañero Maxime
Verhagen y yo hemos convertido en prioritaria la lucha contra el abuso y el trabajo infantil
en nuestra política de derechos humanos.
No obstante, todo comienza con nuestra propia concienciación: la lucha contra el trabajo
infantil solo será eficaz cuando lo tengamos grabado en nuestras mentes como un ver-
dadero problema. Espero de corazón que este libro contribuya a dicha concienciación.

Bert Koenders
Ministro neerlandés de la Cooperación para el Desarrollo

¿Quieres fuego?
Procesado de hojas de tabaco en Bangladesh, visto desde el
«horno» donde se secan las hojas. Con el nombre de ECLT (Elimi-
nación de la mano de obra infantil en el tabaco), este sector es-
tableció su propio organismo de control contra el trabajo infantil
que está activo en todos los países con una industria tabaquera
importante. Se puede obtener más información en su página
web: www.eclt.org.
Escritores en contra del trabajo infantil

La historia de la lucha contra el trabajo infantil es paralela a la


historia de la literatura. Por una parte disponemos de acuerdos y
convenciones contra el trabajo infantil publicadas durante mu-
cho tiempo (véase el capítulo 3, desde la página 50). Por otro lado
tenemos los libros y las historias sobre el trabajo infantil que han
motivado el cambio en favor de los niños.
Uno de los primeros en reflejar los problemas del trabajo infantil
en sus libros fue el escocés Peter Williamson. Alrededor de 1760
publicó un libro sobre como lo secuestraron a la edad de diez
años para enviarlo al Nuevo Mundo a trabajar, que era el destino
común de los niños pobres de Gran Bretaña en esos tiempos. Se-
gún los informes, con las ganancias de su libro consiguió deman-
dar a los magistrados de Edimburgo por respaldar dichas prácti-
cas. Recibió compensación económica que utilizó para abrir una
cafetería y posteriormente fundó una editorial.

La historia de Peter Williamson aparece en el libro de Meltzer ti-


tulado Cheap raw material: how our youngest workers are exploited
and abused («Materia prima barata: explotación y abuso de los
trabajadores jóvenes»), publicado en 1994. Este libro critica el
trabajo que desempeñan los niños de catorce a dieciocho años
en los Estados Unidos. Dicho trabajo no es beneficioso para el
desarrollo de los niños. Meltzer ofrece una visión histórica justifi-
cada del trabajo infantil y los pasos para erradicarlo, de la esclavi-
tud infantil y los secuestros (pesca), término al parecer creado en
los tiempos de Peter Williamson. Según Meltzer, las prácticas de
pagar las deudas mediante la esclavitud y descontar dinero del
sueldo de los padres para obligarlos a enviar a sus hijos a trabajar
(más o menos lo que ocurre ahora mismo en los países en vías
de desarrollo) se inventaron en Inglaterra y el Nuevo Mundo en
el siglo XVIII. Alrededor de 1800 la mitad de los trabajadores del
sector textil americano eran menores de diez años de edad y tra-
bajaban al menos doce horas al día.

Charles Dickens fue enviado a trabajar a una fábrica de zapatos

libros
a la edad de 12 años, y en 1838 escribió su novela Oliver Twist,
que trata de un huérfano obligado a dedicarse al crimen por una
banda de ladrones.

En 1863, el escritor y actor neerlandés Jacob Jan Cremer escribió


Fabriekskinderen: een bede, maar niet om geld («Niños en fábricas:
mendigos, pero no de dinero»). Alguien contrario al trabajo infan-
til convenció a Cremer de que visitara una fábrica textil en Leiden
donde trabajaban muchos niños. Esta experiencia le causó un im-
pacto enorme. Cremer unió a diferentes colaboradores y durante
años presionó a los políticos. Hasta 1874 no se publicó la ley del
niño de Van Houten, aunque por desgracia no se incluyó ningún
artículo que hiciera la educación obligatoria tal como se propuso
en un principio (véase la página 47 para obtener más información
al respecto).
Materia prima barata, Viking / Penguin Books, Nueva York 1994,
ISBN 0-670-83128-X.
Fabriekskinderen (Neerlandés), reimpresión con introducción,
Conserve (Schoorl), 1988, ISBN 90-71380-42-4

‘Rosario är död’
En Rosario är död (Rosario está muerta) la sueca Majgull Axelsson
presenta la vida de las niñas prostitutas en Filipinas en este «do-
cumental idealizado». Cuenta la historia de Rosario y otras niñas
y mezcla los hechos con la ficción presentando un duro retrato
de la humillante explotación a que estas niñas están sometidas. 169
Anval Pub, Filipinas 1997, ISBN 9712706001.
‘La desaparición de la infancia’
Neil Postman es conocido por su libro Riéndonos hasta morir («Amu-
Reiny nos dice que tiene quince años. Arregla sing ourselves to death») que trata del efecto aletargante de la televi-
los neumáticos de las motos en su «taller» en sión. En uno de sus libros más recientes vuelve a presentar este tema.
el Bulevar de la República en Lomé, capital No es la descripción de la pérdida de la infancia lo que hace interesante
de Togo. a La desaparición de la infancia: por lo que merece la pena leerlo es por
su teoría sobre la diferencia entre ser niño o adulto. También describe
la diferencia entre el catolicismo y el protestantismo y la influencia que
han tenido en nuestra opinión sobre el trabajo infantil. Este libro es ya
un clásico en el campo de la psicología y el desarrollo infantil.
Press, Nueva York 1982. Segunda publicación Vintage Books, Nueva
York 1994, con una nueva introducción y misma composición. ISBN 0
679 75166 1.

‘Un largo camino’


Memorias de un niño soldado.
En la década de los 90, Ishmael Beah sirvió a la temprana edad de 12
años y contra su voluntad como soldado de la armada de Sierra Leo-
na, luchando contra grupos rebeldes en su propio país. Beah descri-
be la vida en Sierra Leona, las atrocidades que cometió, la pérdida de
sus amigos y familiares y como fue finalmente «liberado» por UNICEF.
Ishmael Beah (1980) vive ahora en Nueva York, donde ha estudiado
Ciencias Políticas.
Sara Crichton Books 2007, ISBN 9780374105235. Más información en
www.alongwaygone.com.
China Keitetsi sirvió en el ejército de Uganda cuando era niña y ha
escrito dos libros sobre su experiencia personal.

‘Kids at Work’
Kids at Work. Lewis Hine and the crusade against child labour. Child labour
in the USA at the end of the nineteenth and the beginning of the twentieth
centuries («Niños trabajando. Lewis Hine y la cruzada contra el traba-
jo infantil. El trabajo infantil en los Estados Unidos al final del siglo XIX
y principios del XX»), con texto de Russell Freedman y fotografías de
Lewis Hine, fotógrafo que utiliza su cámara como arma contra el traba-
jo infantil en dicha época. Clarion Books, Nueva York 1994. ISBN 0 395
79726 8.
¿Fruta sana?
Los bancos de inversión sostenible exigen a
las empresas de los países y sectores que tie-
nen mala fama en lo referente a los derechos
de los trabajadores que dispongan de una
sólida política complementaria con vistas a
proteger dichos derechos. Estas naranjas y
cañas de azúcar se cultivan en Araraquara, en
el sur de Brasil. Los locales dicen que la ma-
yoría va a parar a las botellas de Fanta que
fabrica la Coca-Cola Company. ¿De dónde
proviene el azúcar de dichas botellas y en
qué circunstancias se produce? Para poder
delimitar si en un producto no ha interveni-
do mano de obra infantil hay que remontar-
se al principio de la cadena de producción. El
uso de pesticidas y herbicidas también defi-
ne el grado de sostenibilidad de los produc-
tos. Solo una mínima parte de la cosecha de
cañas de azúcar en Brasil se recoge de forma
mecánica. Las cosechadoras que aparecen
en esta fotografía están ahí por causa de una
huelga. Dos de estas máquinas hacen el tra-
bajo de 40 trabajadores.
La razón por la que no se bloquea instantá-
neamente el comercio con todas las empre-
sas que incumplen las leyes laborales es que
podría provocar el despido masivo de los
trabajadores y la bancarrota de las empresas.
Los empleados se quedarían de repente sin
sus sueldos. Por ejemplo, en la década de los
noventa con tan solo una propuesta de ley
contra el trabajo infantil en los Estados Uni-
dos a 50.000 niños del sector textil de Bangla-
desh los despidieron. Las empresas quisieron
impedir el bloqueo de las exportaciones a los
Estados Unidos. Una tendencia común ac-
tualmente es encaminar a las empresas por
la dirección correcta con la esperanza de que
mejoren sus políticas laborales en un plazo
adecuado. Al final todo el mundo (probable-
mente) se beneficiará aunque como conse-
cuencia haya un periodo de incertidumbre.

171
películas
‘Diamante de sangre’
En este largometraje de Edward Zwick (2006) vemos cómo
se alista a los niños soldado por la fuerza dándoles drogas y
tapándoles los ojos cuando matan a su primera víctima. Dis-
ponible en DVD.
Niños invisibles: Rough Cut también es una película sobre los
niños soldado. Para obtener más información visita
www.invisiblechildren.com.

Jasmine
De la película Split Wide Open (2001), producida por Dev Be-
negal, que muestra a Didi celebrando su cumpleaños. La niña
gana dinero mediante la venta de ramilletes de jazmín que
llevan las mujeres hindúes; a ellas les encanta que los hombres
se los regalen. Así es como Didi llega a tener un affaire inmoral
con un hombre. Aquí aparece con su implacable jefa, que cree
que Didi le pertenece.

‘Split Wide Open’


Una de las historias de esta película de Dev Benegal (2001) es
sobre Didi, una niña pequeña que vende flores en las calles de
Bombay como si fuera la cosa más normal del mundo. La niña
es sumisa a los caprichos de uno de sus clientes y pronto se
convierte en la víctima de este pedófilo. Más información en
www.tropicfilm.com.

‘Comercio’
Película filmada en el 2007 de Marco Kreuzpainter sobre los
chicos y las chicas secuestrados y vendidos como esclavos
(sexuales) en México y los Estados Unidos. Esta película está
basada en una historial real. Se calcula que se secuestran y
venden alrededor de un millón de niños al año, algunos de
los cuales son incluso subastados por Internet. En los títulos
del final, se acusa al gobierno americano de no buscar y por lo
tanto no encontrar a estas víctimas. Más información en www.
tradethemovie.com. Esta página web ofrece consejos para co-
laborar activamente.
‘El minero del diablo’ se pueden comprar en Internet por una suma conside-
Documental publicado en el 2004 por Richard Ladkani rable, y también se ha publicado un libro con las fotos
y Kief Davidson sobre las minas de plata de Cerro Rico, hechas por estos niños. Al comprar las fotografías se
Bolivia. A raíz de esta película, la organización alemana ayuda a las familias. Más información en www.kids-
Ein Herz für Kinder («Un corazón para los niños») puso a with-cameras.org.
disposición de 450 niños que trabajaban en estas mi-
nas un millón de euros, gracias al que podrían asistir al ‘All the Invisible Children’
colegio durante seis años sin tener que trabajar. Se pue- Se trata de una interesante serie (2005) que contiene
de obtener en www.amazon.co.uk. Más información en siete historias cortas grabadas por directores de todo
www.thedevilsminer.com y www.kindernothilfe.de. el mundo y que tratan de las dificultades que sufren los
niños: sobre los sueños rotos de los niños soldado, el
‘Salaam Bombay’ deseo de volver a ser niños de los niños fotógrafos de
Posiblemente la película más famosa sobre el trabajo la guerra, los niños en zonas de conflicto armado, los
infantil, de la directora hindú Mira Nair, que fue presen- niños con padres que sufren sida, los niños que tienen
tada en 1988. Con el dinero obtenido, Nair creó la fun- que robar para sobrevivir y acaban en la cárcel, los ni-
dación Salaam Balaak, que ofrece refugio a los niños de ños abandonados, los niños maltratados pero sinceros
la calle en Bombay y Delhi. Véase el capítulo 6 para más y los que tienen que trabajar para sobrevivir porque
información sobre Salaam Balaak. Más información en son explotados por todos. La resistencia de los niños
www.salaambaalaktrust.com. es el común denominador, además de su instinto de
cuidar uno de otro. En la película hay bastante humor,
‘Nacidos en burdeles’ ironía y fantasía como para mantenernos intrigados
Documental publicado en el 2004 en el que la fotó- y, a veces, ponernos un poco tristes. Es un proyecto
grafa neoyorquina Zana Briski enseña fotografía a los italiano en colaboración con UNICEF y el Programa
hijos de las prostitutas de Calcuta, permitiéndoles así Mundial de Alimentos. Dirigido por Spike Lee, Jordan y
que se ganen la vida con la fotografía en vez de con la Ridley Scott, John Woo, Mehdi Charef, Emir Kusturica,
prostitución. Así se alejan de ese oficio. Algunas fotos Katia Lund y Stefan Veneruso.

Ojos cansados
Visita a la Fundación Salaam Baalak cerca
de la estación de Delhi donde hay un re-
fugio para los niños que viven y trabajan
en la estación de ferrocarril. Este centro ha
sido fundado por la directora y producto-
ra Mira Nair que donó las ganancias de su
película Salaam Bombay para financiar el
refugio.

173
‘Muro-ami’
Película filipina dirigida por Marilou Diaz-Abaya en 1999 sobre
los niños enviados al mar en un bote durante semanas. Tienen
que bucear para asustar a los peces y hacer que estos entren
en las redes de pesca. Esta forma japonesa de pesca se solía
practicar también en Filipinas. Existen opiniones diversas so-
bre si este método de pesca se utiliza todavía hoy en día. Esta
película es difícil de adquirir, excepto en Filipinas. Las gafas de
bucear que lleva este niño son las mismas utilizadas por los
buceadores muro-ami. No obstante, este niño tan solo está
disfrutando de un día en la playa con su padre y sus hermanos.

La erradicación del trabajo infantil es uno de los mayores de-


safíos a los que nos enfrentamos. Aunque se ha progresado
en la lucha contra el trabajo infantil durante los últimos años,
el fomento de la erradicación del trabajo infantil es ahora más
importante que nunca. Es de suma importancia que la lucha
contra el trabajo infantil siga siendo prioritaria en el programa
político, incluso en época de crisis económica. Se deben uti-
lizar todos los medios para combatir el trabajo infantil, empe-
zando por las peores formas de trabajo infantil. Esto se puede
alcanzar con el dialogo político, las leyes, la asunción de com-
promisos y la cooperación. Es necesario abordarlo de forma
global para que los diferentes instrumentos se complementen
y fortalezcan unos a otros. En dicho marco, es importante que
la cadena de suministro en varios sectores se haga más trans-
parente para que la mano de obra infantil sea más visible y se
pueda evitar más eficazmente.

No cabe duda de que los niños deben tener la oportunidad


de asistir al colegio, de desarrollarse y de prepararse para una
vida activa y productiva. ¡Todos los niños tienen este derecho!
También interesa a los gobiernos por su propio bien. El Mi-
nistro neerlandés de Trabajo y Asuntos Sociales ha estado in-
volucrado durante muchos años en la lucha contra el trabajo
infantil. Las conferencias internacionales sobre trabajo infantil
organizadas por los Países Bajos en 1997 y 2002 son un claro
ejemplo de este trabajo. Los Países Bajos también participa-
ron en la creación de la Convención 182 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). Dicha convención, adoptada
en 1999, exhorta a todos los gobiernos para que tomen inme-
diatamente medidas eficaces para erradicar las peores formas
de trabajo infantil.

La concienciación sobre el trabajo infantil es el primer paso


para su erradicación. Este libro de fotografías contribuye a di-
cha concienciación y sienta las bases para la lucha contra el
trabajo infantil. Dos buenas razones por las que el Ministerio
de Trabajo y Asuntos Sociales neerlandés respalda este libro.

J.P.H. Donner
Ministro neerlandés de Trabajo y Asuntos Sociales
‘Slumdog Millionaire’
La película Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2009) es la historia de un
chico joven de los suburbios de la ciudad de Bombay que gana una for-
tuna en un concurso televisivo. Casi todas las escenas se filmaron en los
suburbios de la ciudad y muestran una imagen negativa de la sociedad
hindú. Existe trabajo infantil en todas las esquinas: niños que piden en los
trenes y en las calles, niños que se prostituyen y niños que sufren muti-
laciones con el único fin de que den más lástima y consigan más dinero
al mendigar. El actor Anil Kapoor donó sus ganancias a Plan India y otra
gente involucrada en la película ha donado dinero por medio de una
subasta a esta organización de ayuda que según parece ha alcanzado
los 750.000 dólares.

‘Cometas en el cielo’
En la película Cometas en el cielo (Marc Forster, 2007) unos niños son
testigos de una violación. El niño afgano que participó en esa escena
ha tenido que abandonar el país por recibir amenazas de muerte. Este
tipo de fenómenos sexuales son algo extremadamente delicado en un
país como Afganistán. Los productores de la película han recibido crí-
ticas por causa de los abusos a menores. La mayoría de las escenas se
rodaron en China.

‘Osama’
En la película Osama (Siddiq Barmak 2003), una familia afgana se mete
en problemas cuando se impide a las mujeres aparecer en público sin
estar acompañadas de un hombre. Desde la muerte del padre, la familia
Un escolar con suerte en Bombay. se compone totalmente de mujeres. La hija menor se viste de chico
para poder trabajar para un antiguo amigo de su padre. Además del tra-
bajo infantil y la opresión femenina que expone la película, esta también
refleja cómo los talibanes impiden a las chicas acceder a la educación.

175
Atrapados por el trabajo infantil, estos
niños no tienen acceso a una vida plena
y feliz. La verdadera solución para estos
niños es la educación, un trabajo decen-
te y un sueldo justo para sus padres y las
mismas oportunidades para todos los ni-
ños. Ofrezcamos a todos los niños la llave
de su propia felicidad para así ver cómo
los países se desarrollan y prosperan.

Frans Röselaers

¡Con solo hacer clic!


www.aworldforchildren.net
www
Más de 150 enlaces a diferentes páginas web sobre trabajo infantil en el mundo.

Haciendo los deberes tras la puesta


de sol
Philips está desarrollando una nueva
lámpara de lectura llamada My Reading
Light («Mi luz para leer» para que los ni-
ños de los países en vías de desarrollo
puedan hacer sus deberes cuando se
ponga el sol. La lámpara de lectura tiene
una lámina Perspex luminosa con una
batería recargable integrada en el bor-
de. La lámina se sujeta sobre la página
al leer. Se carga con el sol gracias a un
panel solar que viene con la lámpara, y
la batería dura de tres a nueve horas y
media, según el grado de luz seleccio-
nado. La están probando organizacio-
nes como Visión Mundial y la Organiza-
ción de Desarrollo de los Países Bajos. La
versión africana de My Reading Light se
puede cargar un mínimo de 500 veces y
tiene un precio de alrededor de 15 dó-
lares. La lámpara la creó Philips, quien
se había comprometido a hacerlo en el
marco del proyecto SESA (Soluciones de
energía sostenible para África), en cola-
boración con el gobierno neerlandés.
Fotógrafos que luchan contra el trabajo infantil
La fotografía es un arma poderosa en la guerra contra el trabajo infantil. La
utilización de una foto como evidencia constituye una prueba irrefutable. Ya
a principios del siglo XX, Lewis Hine recurría a sus fotografías para mejorar el
destino de los niños trabajadores. Desgraciadamente, el impacto de las foto-
grafías se apaga en los ojos del espectador, ya que o bien se convierten en
algo normal, o simplemente son demasiado desagradables y la gente retira
la vista. En Alemania, Hanns Reich publicó un libro titulado Children of Many
Lands («Niños de muchas tierras») en 1958, que apareció posteriormente en
otros países. Casi el 10 % de las fotos muestran a niños trabajando. En aquella
época, esto no habría causado demasiado impacto, ya que el trabajo infantil
era tan solo una parte más de la vida. Todavía hoy pueden verse muchas fotos
de niños trabajadores sin que se plantee ningún problema. Los turistas que
van a Ghana pueden comprar postales en las que salen niños trabajando: un
agradable recuerdo para enviar a casa. Postales de niños trabajando en
Los fotógrafos que capturan el trabajo infantil con su cámara raras veces en- Ghana. Fotografía: Amoah
cuentran resistencia, ya que el trabajo infantil es una práctica aceptada en
muchos países. Sin embargo, hay ocasiones en las que el fotógrafo se juega el
tipo y se encuentra en situaciones peligrosas, como cuando se trata de foto-
grafiar a niños soldado y niños que se dedican a la prostitución, u otras situa-
ciones en las que no se recibe muy bien que alguien intente arrojar algo de
luz sobre un asunto. La gente que ve las fotos tiene la responsabilidad de dar-
se cuenta de lo que están viendo y actuar. Los fotógrafos no se limitan a «ha-
cer fotos», sino que buscan dar pie a un cambio. ¡No des de lado su llamada!

Inquietante
Jainal (11 años) hace envases de galletas en una fábrica, en Dacca, capital de Bangladesh.

G.M.B. Akash
El fotógrafo G.M.B. Akash (1977), de Bangladesh, se dedica a la fotografía documental y de
viajes, y captura una cara de la sociedad que no es la más agradable. «Mi intención no es solo
mostrar a los niños trabajadores como víctimas o a sus jefes como explotadores. También
quiero mostrar la complejidad de la situación: los padres que mandan a su pequeño a trabajar
a una fábrica porque son pobres, el niño que tiene que trabajar para ganar algo de dinero para
la familia, el dueño de la fábrica al que los grandes mayoristas de ropa obligan a reducir costes,
y a los consumidores occidentales como clientes que compran ropa barata.» Más información
en www.gmb-akash.com. Fotografía: Bristi Chowdhury

177
Niños soldado
Las guerras de África las están luchando en
gran parte los niños, ya que las generaciones
más mayores han muerto en la batalla.
Además, es fácil controlar a los niños y no
tienen mucha experiencia con el miedo. Se
les ayuda a traspasar la frontera cometiendo
su primer asesinato con los ojos vendados
y se les mantiene en acción con drogas. Sin
embargo, hay suficientes casos conocidos
de antiguos niños soldado que han recom-
puesto su vida y la viven con normalidad, in-
cluso después de la terrible experiencia por
la que han pasado.

La luz del día


Rafiq (10 años) viene de algún lugar del
norte de Bombay. Busca papel, cristal y
metal en Victoria Station que pueda vender
para su posterior reciclaje. La luz del día of-
rece cierta sensación de seguridad después
de la peligrosa noche. Durante la noche, los
niños como Rafiq duermen en los tejados o
en los agujeros de los muros para escond-
erse. Los niños de la calle son a su vez niños
trabajadores, así de precaria llega a ser su ex-
istencia. De: Children of Bombay («Niños de
Bombay»), de Dario Mitidieri, 1994.

Dario Mitidieri
El fotógrafo italiano Dario Mitidieri
(1959) pasó todo el año 1992 fo-
tografiando la vida de los niños de
la calle de Bombay. Después de un
tiempo se ganó su confianza y pudo
fotografiarlos durante sus momen-
tos de ansiedad, estrés y explotación,
además de en los momentos de feli-
cidad. Dario lleva documentando la
rabia del mundo desde 1986: desas-
tres naturales, guerras (niños soldado
en Yugoslavia), conflictos políticos y
revoluciones. Dewi Lewis Publishing,
Stockport, Reino Unido 1994, ISBN
1-899235-00-0, también en otros idi-
omas, incluido el francés (fotografía).
Más información: www.mitidieri.com.
Ácido
Una niña limpia latas de aceite industrial vacías
con ácido. El taller para el que trabaja recicla las
latas. Ahmadabad, India 1995 De: Infancia roba-
da, de Fernando Moleres.

Prostitución
João y Serginho son «meninos da rua» (niños de
la calle), que se dedican a la prostitución para
ganar dinero y pagarse la comida y la droga. En
Recife, Brasil. De: Infancia robada, de Fernando
Moleres.

Fernando Moleres
Fernando Moleres (Bilbao, 1963) ha retrata-
do a niños trabajadores en más de treinta
países para su libro Infancia robada. Las
fotografías muestran el degradante trabajo
que los niños tienen que hacer, pero tam-
bién su resistencia y sus momentos de feli-
cidad. El libro se publicó en cinco idiomas y
países en el año 2000, con la colaboración
de la Organización Internacional del Traba-
jo (OTI), en Ginebra. Probablemente debi-
do a las sensibilidades políticas no se han
incluido las descripciones de los países en
los que se tomaron las fotografías, aunque
cualquier lector que haya viajado bastan-
te sabrá de dónde son las escenas. Mole-
res realizó importantes reportajes sobre
Calcuta, vertederos de Guatemala (donde
también trabaja gran cantidad de niños) y
la región fronteriza entre México y Estados
Unidos. Editorial original: Peliti Associati,
Roma 2000, ISBN 3-926318-69-4. Más infor-
mación: www.fernandomoleres.com.

179
Hacinados en un cuarto del estado de Tamil
Nadu, la India, unos niños lían «bidis», los
cigarros indios más baratos, que fuman los
pobres. Fotografía: Marleen Daniels, 1997.

Niños pescando en el fango, cerca de


Bamako, Malí.
Fotografía: Marleen Daniels, 1997.

Marleen Daniels
Marleen Daniels, reportera y
fotógrafa de la vida cotidiana,
aprovecha sus viajes alred-
edor del mundo para exponer
el trabajo infantil en los lu-
gares que visita, como la India,
Latinoamérica y Egipto. Su tra-
bajo ha aparecido en muchas
publicaciones internacionales
de gran prestigio, entre ellas
Paris Match, Newsweek, Time, El País, Max,
National Geographic y The New York Times.
Más información: www.marleendaniels.com.
David L. Parker
El estadounidense David Parker (1951) está ligado a la
lucha contra el trabajo infantil a través de la fotografía
y la publicación de libros de fotografía desde 1990.
Viaja alrededor del mundo por cuenta propia y sabe
cómo convencer a las editoriales para que publiquen
su material. Es médico y se concentra en los riesgos
de seguridad para los niños. En 1998 publicó Stolen
dreams («Sueños robados») y en 2007 apareció Before
their time: the world of child labor («Antes de tiempo:
el mundo del trabajo infantil»), con un epílogo de Tom
Harkin, senador americano que se opone radicalmente
al trabajo infantil. En el libro, Harkin comenta que, sien-
do un joven empleado del Congreso, fue despedido
en 1970 a causa de la publicación en LIFE de unas fotos
suyas en las que aparecían prisioneros en «jaulas para
tigres» en Vietnam..
Before their time: Quantuck Lane Press, New York 2007,
ISBN 978-1 59372-0247. Stolen dreams: Lerner Books,
Minneapolis 1998. ISBN 0-8225-2960-2 Más informa-
ción www.childlaborphotographs.com

Vendedor de periódicos, Chicago, Illinois, Estados


Unidos, alrededor de 1997. Este joven trabajador
vende periódicos los fines de semana y después del
colegio, en la parte sur de Chicago.

Una niña sirve bebidas en Pokhara, Nepal, en 1993.

181
Clases para mendigar
Unos niños en Kaya, Burkina Faso, cantan-
do una canción. Su profesor los envía a pedir
comida, tanto para ellos como para sí mismo
pues gana muy poco, si es que gana algo. Se
trata de una tradición nacional. Aparte de esto,
se dice que la educación es gratis. Fotografía:
Peter de Ruiter, 2008.

Sin ningún miedo


Un padre y sus hijos cargando yuca por una
carretera de Ghana. Cuando el coche se paró
y el fotógrafo preparó la cámara, el padre rápi-
damente le quitó la pesada carga de encima a
la niña que iba delante de él. Fotografía: Peter
de Ruiter, 2008.

Peter de Ruiter
El fotógrafo y autor neerlandés Peter de
Ruiter (1960) tiene formación en Medios
de comunicación y Sociología. Durante
un período sabático en la India y el sureste
de Asia en el año 2000 le impresionó ver
a tantos niños mendigando y trabajando,
en lugar de estar en el colegio. Después
de publicar un libro para recaudar fon-
dos tras el tsunami de 2004 y un libro de
fotografía sobre Bangladesh en 2006, en
2008 vio la oportunidad de llamar nues-
tra atención sobre el origen y la existen-
cia del trabajo infantil en Un mundo para
los niños. El libro se publicó en inglés en
2009 con la ayuda de una coalición de or-
ganizaciones gubernamentales, comer-
ciales y humanitarias neerlandesas para
entregarse al Parlamento Europeo y la
Comisión Europea (Bruselas), los delega-
dos de la Organización Internacional del
Trabajo (OTI), en Ginebra y las Naciones
Unidas, en Nueva York. Más información:
www.aworldforchildren.net.
Werner Bischof
El suizo Werner Bischof (1916- 1954) fue uno de los pion-
eros de la fotografía social. Es especialmente conocido por
las fotografías de la desesperación en Europa y Japón tras
la II Guerra Mundial y durante la Guerra de Corea. Tenía
un ojo especial para los niños a los que se aplastaba en
aquellos tiempos brutales. Sus fotos sobre el hambre en la
India en 1951 conmocionaron al mundo entero y dieron
pie a que se tomaran medidas de auxilio a gran escala. Una
obra estándar es Werner Bischof - Leben und Werk, Benteli
Verlag, Berna 1990, ISBN 3-7165-1335-0. Más información:
www.wernerbischof.com.

El prisionero más joven


Koje-do, Corea 1952. © Werner Bischof /
Magnum Photos, www.wernerbischof.com

Ginza
Una niña vendiendo flores en el Ginza, Tokio, en 1951, una
de las pocas fotos de trabajo infantil en Japón. El país siem-
pre ha considerado a sus niños demasiado valiosos como
para que trabajen. © Werner Bischof / Magnum Fotos
www.wernerbischof.com

183
Un futuro para los niños
World Vision es una organización humanitaria que defiende y ayuda a los
niños, las familias y las comunidades a superar la pobreza y la injusticia.
Basándonos en nuestros valores cristianos, nos consagramos a trabajar con
las gentes más vulnerables del mundo. Ayudamos a todos independiente-
mente de su religión, su raza, su etnia o su sexo.

185
World Vision cree que el trabajo infantil es uno de los problemas que peo-
res consecuencias tienen sobre el crecimiento y el desarrollo de los niños.
Nuestros muchos años de experiencia en programas a largo plazo des-
tinados a niños vulnerables así como también a sus familias han puesto
de manifiesto lo siguiente: que el trabajo infantil no va a desaparecer a
menos que se ofrezca a las comunidades en que viven estos niños alter-
nativas viables. Mientras las familias sigan viviendo en la pobreza y apenas
sí consigan unos ingresos decentes, estos niños van a seguir expuestos a
la explotación.
No obstante, la pobreza no es la única causa del trabajo infantil a gran
escala. En el año 2000, World Vision llevó a cabo un amplio estudio acerca
del trabajo infantil en varios países de Asia. Los resultados confirmaron que
las causas del trabajo infantil son sobre todo estructurales. Además de la
pobreza extrema influyen otros factores, como pueden ser la desigualdad
en la percepción de ingresos, el aumento de contagios de VIH y el sida, la
precaria posición que ostentan las mujeres y la deficiente educación que
se da a los niños. Es más, el estudio puso de manifiesto que la introducción
de reformas (que ha impuesto el Fondo Monetario a los países en vías de
desarrollo) ha dejado a los niños en una posición más vulnerable, ya que
por causa de estas reformas los países en vías de desarrollo invierten me-
nos en sanidad y educación.

Pastor en Kenya.

El trabajo infantil arrebata a los niños su infancia y rompe sus


familias
ha llevado a cabo también una investigación acerca del trabajo infantil
en Latinoamérica y el Caribe. El título del informe expone la crudeza del
trabajo infantil: In exchange of my childhood, «A cambio de mi infancia». El
trabajo infantil arrebata a los niños su infancia, una época de su vida que
nunca van a recuperar. El trabajo infantil tiene importantes consecuencias
para el futuro de los niños, ya que estos no suelen ir al colegio.
Es más, el trabajo infantil rompe familias, en especial cuando se trata de
turismo sexual infantil. Los padres cierran los ojos a las consecuencias o
repudian a sus hijos, como demuestra lo que dijo uno de los padres que
aparecen en el informe: «No es hijo mío». El trabajo infantil diluye los de-
rechos y la dignidad de los niños. En resumen, el trabajo infantil es una
desgracia y como tal hay que abolirlo.

La política de World Vision


Junto con otras organizaciones humanitarias, de ayuda al desarrollo y de
defensa de los derechos de los niños, World Vision se concentra en abo-
lir las peores y más peligrosas formas de trabajo infantil, entre las que se
encuentran la prostitución infantil, los niños soldado, la esclavitud y todas
aquellas tareas que conlleven demasiados riesgos para el bienestar físico y
mental de los niños. A largo plazo tendrá que desaparecer todo el trabajo
infantil, y los niños tendrán que poder ir al colegio. Nuestra política no
consiste en imponer sanciones o boicots por parte de los consumidores.
Abordamos el trabajo infantil de varias formas: por medio de publicacio-
nes, con información, ejerciendo presión a nivel internacional y nacional y
con proyectos específicos contra el trabajo infantil.

Zapatero en Togo.
Una niña lavando platos en Gujarat, estado federal de la India.
Sus amigos también quieren salir en la foto.
187
Prevención, eliminación y reintegración
se adhiere a los tres principios de que hace gala la Organización Interna-
cional del Trabajo (OIT) en lo que se refiere al trabajo infantil: ponerle fin,
prevenirlo y reintegrar a los niños. No es fácil: en casos en los que es com-
plicado poner fin al trabajo infantil a corto plazo, buscamos alguna forma
de devolver a los niños a las clases normales por medio de clases puente.
También ponemos en marcha proyectos con los que acrecentar los ingre-
sos de los padres, y orientamos nuestros esfuerzos a conseguir que los ni-
ños que trabajan legalmente lo hagan en las debidas condiciones. Así es
como lucha World Vision por ofrecer a los niños soluciones a largo plazo. Va
a llevar mucho tiempo prevenir y tratar el trabajo infantil, ya que las solu-
ciones deben quedar firmemente asentadas a nivel internacional, nacional,
comunitario y familiar.

Un niño cargando de su hermano pequeño por las calles de Phnom Penh,


en busca de comida y dinero. En Camboya, de todos los niños de entre
siete y diecisiete años trabaja el 40 %.

Camboya sin trabajo infantil


Camboya sin trabajo infantil: tal es el fin de Licadho, asociación camboyana
por la promoción y la defensa de los derechos humanos que cuenta con
el respaldo de World Vision Camboya. En Camboya el trabajo infantil es un
problema importante y que se puede observar fácilmente. Es difícil saber
en qué medida ha arraigado el trabajo infantil en la sociedad camboyana,
dado que se puede ver a niños trabajando en muchos sectores formales
e informales, la distribución geográfica es muy amplia, algunas formas de
trabajo infantil tienen lugar en la clandestinidad, y las estadísticas sobre tra-
bajo infantil en el país no son muy recientes. Se estima que alrededor de 1,5
millones de niños con edades comprendidas entre los siete y los diecisiete
años trabajan, lo que representa el 40 % de todos los niños en esa franja
de edad. Es una cifra insólita. El 30 % de las 100.000 personas empleadas
en el sector del sexo tienen menos de dieciocho años. Ahora bien, se teme
que estas cifras sean inferiores a las reales. Son terribles los problemas que
encuentran los animadores juveniles cuando hacen frente a estos abusos.

Los riesgos sanitarios a que se enfrentan los niños


La investigación que llevó a cabo World Vision en 2005 puso de manifiesto
que los niños trabajan principalmente porque se encuentran en una situa-
ción de pobreza extrema, o bien porque a sus familias les renta poco la
agricultura o tienen deudas. Muchos padres no tienen tierras de su propie-
dad, de modo que dependen de quienes las poseen. Asimismo, según los
resultados de esta investigación, la salud de los niños camboyanos corre
serio peligro durante el trabajo. No llevan ni botas ni guantes que les pro-
tejan de cortes e infecciones, o bien trabajan duramente en ladrillares y
en ellos están expuestos a sufrir fracturas o accidentes mortales. Muchos
niños trabajan en la prostitución o la pornografía infantil. Además de los
daños emocionales que esto les acarrea, el riesgo de que contraigan el VIH
es considerable. Los niños trabajan asimismo en plantaciones de caucho,
en la industria pesquera, en las minas de sal, en los muelles de los puertos
o en los hogares de Phnom Penh. También existe trafico de niños con los
países vecinos.
Integral
Movidos por el horror que nos han causado unas ci-
fras tan alarmantes, World Vision Camboya ha puesto
en marcha un proyecto especial en la lucha contra el
trabajo infantil. Dado que este proyecto forma parte
de los proyectos de desarrollo estructural de World
Vision y dado que se busca la cooperación con las
diversas partes a las que atañe, la lucha contra el tra-
bajo infantil es integrada: el trabajo infantil afecta a la
familia entera así como a las comunidades (locales).
Cuando el cambio social nace de la sociedad, se pue-
den poner en práctica mejores políticas, defender la
normativa existente y emprender acciones contra los
abusos caso por caso con mayor eficacia.

De arriba abajo:
Ool (7 años) vendiendo joyas en el templo de Ang-
kor Wat, Camboya.
Un niño vendiendo comida en un restaurante al
lado de un camino.
Una niña vendiendo flores de loto comestibles en
una gasolinera.

El proyecto de World Vision contra el trabajo in-


fantil en Camboya
World Vision está realizando en Camboya un proyec-
to contra el trabajo infantil cuyas bases son: informa-
ción, campañas nacionales, buena educación, asis-
tencia para los niños y sus familias, acompañamiento
de niños de camino al colegio o centro de formación
profesional y protección y prevención a nivel comu-
nitario. Un elemento importante es una clínica abier-
ta a los niños.

Esperamos que participen en este proyecto 1200


niños y 2600 adultos, en especial mujeres y niñas.
Dado que las campañas públicas constituyen una
parte fundamental de este proyecto, el mensaje de
que el trabajo infantil debe acabar alcanzará a miles
de niños más, así como a sus padres y los dirigentes
locales. Lo que busca esta campaña es un cambio
de actitud. Las actividades de este proyecto ten-
drán lugar en la capital del país, Phnom Penh, y en
las provincias de Battambang, Kampong Chhnang
Thom, Preah Vihear, Kampong Speu, Kandal y Takeo.
El proyecto durará un mínimo de tres años.

189
Resumiendo, lo que queremos conseguir con este materiales de la campaña para que incluyan los orga-
proyecto es proteger a los niños de los peligros y los nizaciones sociales y las personas que se dedican al
abusos, que los camboyanos tomen conciencia de proyecto en sus actividades contra el trabajo infantil.
estos grandes retos con una campaña en los medios Organizaremos talleres en las dieciocho áreas del pro-
más importantes, ofrecer educación informal a los ni- grama de World Vision, sobre violencia doméstica, de-
ños trabajadores para derivarlos después al colegio o rechos de los niños y trabajo infantil. Los participantes
la formación profesional, organizar talleres en comu- pertenecen a todos los estratos de la sociedad, desde
nidades (preventivos) y acabar con el turismo sexual maestros y ancianos de los pueblos hasta organizacio-
infantil. nes femeninas.

1.º objetivo: protección 3.º objetivo: instar a la gente a que actúe


Queremos promover la protección de los niños tra- Como es lógico, a World Vision le gustaría prohibir to-
bajadores frente a los peligros y los abusos. Los niños das las formas de trabajo infantil. Con este proyecto
que aún no estén inscritos en la clínica abierta pue- también instamos a los camboyanos a que se opon-
den contar con la asistencia de animadores juveniles y gan activamente al turismo sexual infantil. Llamamos
educadores a pie de calle, quienes les darán informa- la atención del sector turístico sobre este problema. Es
ción sobre protección y derechos de los niños. A los ni- más, pondremos a disposición de los ciudadanos una
ños trabajadores que SÍ estén registrados les darán co- línea telefónica de petición de ayuda para que infor-
mida, asistencia sanitaria y la oportunidad de asistir a men a la policía cuando sospechen que hay niños so-
clases nocturnas. En la clínica abierta los niños pueden metidos a abusos sexuales.
contar sus historias y recibir ayuda para así forjarse un
futuro mejor; por ejemplo, se les dan clases informales. Más información
Al comprar este libro estás dando a los niños de Cam-
2.º objetivo: cambio de actitud boya esperanza en un futuro mejor. Más concretamen-
Una de las cosas a que aspira este proyecto sobre te, les estás ayudando en la lucha contra el trabajo
todo es a estimular un cambio de actitud, para que infantil. Si quieres más información acerca de World
así la gente se dé cuenta de que el trabajo infantil es Vision, puedes visitar nuestro sitio web: www.wvi.org.
un problema y no algo «normal» y con ello se animen
a actuar. Esta campaña estará presente en los medios Este texto lo ha redactado World Vision.
de masas y a nivel local. Adaptaremos los lemas y los
Abolición del trabajo infantil
Una forma de ayudar a los niños a
«llevar una vida plena».

Dean R. Hirsch
Presidente y director ejecutivo
de World Vision International

«En la mina, si te caes, nadie te va a sacar.


Te mueres ahí, no hay más.»
Rubén, 15 años, vecino de Llallagua, Bolivia

Rubén desciende 600 metros por lo que anteriormente fue una mina
de estaño y pasa allí varias horas (clandestinamente y sin permiso) mar-
tilleando, cincelando y dinamitando las paredes, el suelo y los techos
con la esperanza de extraer mineral. Se llena los carrillos de hojas de
coca y traga su amargo jugo para conservar su energía. Al cabo de doce
horas, si tiene suerte, Rubén sale a la superficie con un morral cargado
con cinco kilos de mineral. Le pagan entre 25 y 100 dólares, lo cual está
bien teniendo en cuenta lo que se gana en la zona. No obstante, sus
perspectivas de futuro son aciagas: Rubén corre el riesgo de matarse si
se cae de su escalera de madera, hecha a mano, o de que los guardias
de la mina lo apaleen o le roben, o de contraer alguna enfermedad
respiratoria por haber inhalado el polvo y otros compuestos tóxicos de
la mina.

Pequeño minero de estaño. Bolivia 1998. Fotografía de David Parker.

Trabajo peligroso
Rubén es uno de los cerca de 220 millones de niños que trabajan en
países en vías de desarrollo. Según la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), las actividades que desarrollan 126 millones de niños son
peligrosas. Si bien estas cifras son asombrosas, esta es la primera vez
que la OIT ha podido declarar que el número de niños empleados en
las peores formas de trabajo infantil está decayendo.

World Vision aspira a conseguir que los niños de países en vías de de-
sarrollo puedan «llevar una vida plena». Por lo que hemos observado al
trabajar en países en vías de desarrollo con personas marginadas, entre
ellas trabajadores infantiles, sabemos muy bien que los niños seguirán
trabajando hasta que haya alternativas viables y sostenibles que alcan-
cen a toda la familia así como a toda la comunidad.

Yussuf (11 años), cuidando de las vacas de su familia en Burkina Faso.


Tiene dos hermanos y hermanas que van al colegio,
pero Yussuf no va porque así lo decidió su padre.

191
Condiciones similares
Rubén y otros muchos niños como él, ya sea en Bolivia, Burma o Burkina Faso, se ven
sometidos a condiciones socioeconómicas similares:
• Trabajan porque sus familias están pasando necesidad y quieren (o están obligados
a) contribuir a la subsistencia de sus familias;
• Sufren daños físicos y emocionales por causa del trabajo que realizan;
• A sus familias las han explotado durante generaciones; y
• Les encantaría ir al colegio, adquirir destrezas y mejorar sus vidas, pero sus sueños se
ven truncados por la obligación de trabajar si quieren sobrevivir.

Mientras las familias sigan viviendo en la pobreza y sigan necesitando dinero por en-
cima de todo, es muy posible que a sus hijos los exploten. Si no se envía a los niños a
las fábricas que trabajan en comercio exterior, puede que acaben en otros sectores
difíciles de controlar. Es más, a la mayoría de los trabajadores infantiles se les suele
encontrar en granjas y hogares en los que hay economía sumergida, en las calles y
en los talleres. En esos sitios es normal que no les alcancen las normativas referentes
a la protección laboral.

Negocio familiar en Filipinas: todos ayudan sin importar la edad.

En cooperación y colaboración con muchos activistas por los derechos de los niños y
organizaciones no gubernamentales, World Vision trabaja en pos de la abolición de las
peores y más peligrosas formas de trabajo infantil: la prostitución, la servidumbre por
deudas, las tareas en que participan niños muy pequeños y todas las formas de trabajo
que supongan un riesgo para la salud física, emocional o espiritual de los niños. En
aquellos casos en que los niños tengan que trabajan para aportar dinero a sus familias,
World Vision lucha codo a codo con los niños por unas condiciones laborales mejores,
como pueden ser un salario justo, seguridad y acceso a la educación.

Vagabundeando en busca de latas de estaño en Alter do Chão, Brasil.

World Vision viene promoviendo una estrategia que abarca varios frentes: nacional, re-
gional e internacional. Le sirve también para apoyar esta estrategia una serie de publi-
caciones que realiza. Su estrategia es como sigue:
• Abolir las peores formas de trabajo infantil;
• Instituir alternativas económicas para las familias: para ello promueve la creación
de microempresas así como otras actividades;
• Promover el acceso a una educación adecuada y de buena calidad; y
• Eliminar los obstáculos estructurales que constituyen el origen y fomentan la
pobreza extrema.

En el año 2000, World Vision puso en marcha un estudio a fondo en varios países de
Asia, y publicó un resumen con comentarios a partir de los numerosos datos que se
obtuvieron. Este estudio confirmó que las causas subyacentes al trabajo infantil son
básicamente estructurales: pobreza generalizada, acusadas desigualdades en la distri-
bución de las rentas, y educación inadecuada o ineficaz. Es más, cuando se han puesto
en marcha los planes que proponen los documentos de estrategia de lucha contra la
pobreza y que han impuesto los países pobres más endeudados a los países en vías
de desarrollo, ha ocurrido que se han desviado fondos de la sanidad y la educación, de
modo que los niños quedan en una posición aún más vulnerable.

Con más de 40 000 personas trabajando en casi 100 países, World Vision cuenta con
experiencia de primera mano en lo que se refiere a niños y familias que viven en la
pobreza. Además, ateniéndonos a los derechos de los niños que incluyen las leyes in-
ternacionales, promovemos una estrategia para abolir el trabajo infantil fundamenta-
da en tres puntos básicos: prevención, eliminación y reintegración. De estos tres, la
prevención es el más complicado de poner en práctica, ya que para ello hacen falta
soluciones a nivel familiar, comunitario, nacional e internacional. A corto plazo, si no se
puede abolir el trabajo infantil o si su abolición resulta contraproducente, World Vision
defiende una mejor protección de los niños trabajadores.

Celebrando la vida plena en el valle de Togos Tamberma.
Queremos aprender.
Queremos jugar.
La campaña Stop Child Labour – School is the best place to work («Basta de trabajo
infantil. La escuela es el mejor lugar de trabajo».) pretende eliminar todas las fomas
de trabajo infantil. Para ello busca ofrecer a todos los niños de hasta quince años de
edad educación formal a tiempo completo. Esta campaña aspira a que la gente tome
conciencia tanto a nivel público como político y así actúen. También respalda las or-
ganizaciones sociales de los países en vías de desarrollo.
Escolares en Bangladesh.

193
Pobreza, tradición, necesidad, hábito, ignorancia
Como es lógico, casi todo el mundo opina que es terrible que los niños tengan que trabajar y no
puedan ir al colegio. Aún así, hay mucha gente, dirigentes incluidos, que acepta el trabajo infantil
como un mal necesario. Es mucha la gente que piensa que las familias pobres no van a salir adelante
si sus niños no trabajan. En la práctica, parece que la pobreza no es la causa insuperable del trabajo
infantil, sino que este tiene más que ver con la falta de voluntad por parte de los políticos, la injusti-
cia social y las creencias más arraigadas. Que todos creamos que el trabajo infantil es un fenómeno
natural no va a mejorar nada en la vida de estos niños. Lo cierto es que los adultos consiguen más
trabajo y mejores salarios cuando no se utiliza a los niños como mano de obra barata.

La India, Zimbabwe, Honduras, Kenya, Albania, Marruecos


Los países enumerados son solo algunos de los países en los que el trabajo infantil forma parte del
orden natural de las cosas para muchos niños. Lo bueno es que son más los niños pobres que van al
colegio en estos países gracias a que hay organizaciones locales con mucho poder trabajando en la
campaña Stop Child Labour - School is the best place to work. Para que así sea trabajan estrechamente
con sus gobiernos, los sindicatos, los profesores, los padres y los niños. Todos ellos defienden que los
niños tienen que estar en el colegio y no en los campos ni en las fábricas. Junto con los sindicatos
promueven unos salarios decentes y unas condiciones laborales dignas para los adultos. La Fundación
MV de la India ya ha conseguido que medio millón de niños trabajadores vayan al colegio.
Cosiendo impermeables para los pescadores
en Marruecos.
Recogiendo papel viejo en la India.
Vendiendo naranjas peladas en Ghana.
Vendiendo pescado en Perú.

La campaña Stop Child Labour ayuda a las organizaciones que tratan de


conseguir que los niños vayan al colegio y no lo abandonen. La campaña
Stop Child Labour también ejerce presión sobre los gobiernos, las organi-
zaciones internacionales y las empresas para que se opongan con mayor
ahínco al trabajo infantil. Por ejemplo, los gobiernos pueden combinar la
asistencia a los colegios de primaria con acciones específicas contra el tra-
bajo infantil. Las empresas se pueden asegurar de que sus productos no
los fabriquen niños.

Los principios de la campaña Stop Child Labour son los siguientes:


• El trabajo infantil niega a los niños su derecho a la educación;
• Todo trabajo infantil es inaceptable;
• Es responsabilidad de todos los gobiernos, las organizaciones interna-
cionales y las instituciones garantizar que el trabajo infantil no se per-
petúe;
• Se deben respetar e imponer los estándares laborales básicos para que
así el trabajo infantil desaparezca.

Únicamente se podrán cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio


cuando se ponga fin a todas las formas de trabajo infantil y todos los
niños tengan derecho a una educación a tiempo completo hasta que
cumplan los quince.

195
Conciencia, una campaña por el cambio, acción

Trabajo infantil: problema de todos

• Las leyes internacionales prohíben que los menores de quince


años trabajen si el trabajo interfiere con su escolaridad o si es
peligroso.
• El trabajo infantil sustenta la pobreza y no contribuye al desa-
rrollo de los países. ¡Por eso es el trabajo infantil un problema de
todos!

Tras la campaña Stop Child Labour se encuentra la red de orga-


nizaciones europeas de ayuda al desarrollo Alliance2015: Cesvi
(Italia), Concern (Irlanda), Deutsche Welthunger Hilfe (Alemania),
IBIS (Dinamarca), Hivos (Países Bajos) y People in Need (República
Checa), junto con el Sindicato de Educación General (AOb), la Fe-
deración de Sindicatos Neerlandeses (FNV), el Comité Hindú de
los Países Bajos (ICN) y nuestros compañeros de los países del sur.

¡Se puede relegar el trabajo infantil al pasado!


Apoya la campaña Stop Child Labour

• Involúcrate, apela al gobierno de tu país para que haga todo


lo posible por cumplir el objetivo de desarrollo del milenio nú-
mero 2: «Para el año 2015 deberán estar escolarizados todos los
niños en edad escolar».
• Fíjate en lo que compras: muchos productos los fabrican niños,
si no estás seguro de donde procede un producto o cómo lo
han fabricado, ¡pregunta!
• Sal a la calle: demuestra que apoyas a los sindicatos, las ONG
y cualquier otro grupo que luche por conseguir que los niños
vayan al colegio.
• Demuestra que te importa y conciénciate: visita
www.stopchildlabour.eu.

Este texto lo ha aportado la campaña Stop Child Labour.


KidsRights: por el potencial de los niños

Todos los niños poseen algún talento y tienen sue-


ños. En KidsRights creemos que todos los niños
deberían tener la oportunidad de revelar el gran
potencial que llevan dentro. Por esta razón alzamos
nuestra voz en nombre de los niños indefensos de
todo el mundo, para ayudarles con arreglo a sus ne-
cesidades y con nuestra atención puesta en cada
situación particular y en sus derechos.
KidsRights colabora con esta causa a través de la fi-
nanciación de proyectos locales ya existentes y suje-
tos a una buena gestión. Sucede con frecuencia que
una ayuda relativamente pequeña resulta suficiente
para que todos los niños a los que esta se destina
experimenten logros significativos, lo cual les va a
ofrecer la oportunidad de construirse un futuro me-
jor. Facilitamos también una plataforma para aque-
llos niños a los que, sin ninguna ayuda, a menudo
les es difícil hacer que el mundo les escuche.
Según palabras del ganador del Premio Nobel de la
Paz, Desmond Tutu: «KidsRights pretende dar voz a
aquellos que no la tienen».

Premio Internacional Infantil de la Paz


El Premio Internacional Infantil de la Paz se creó en
2005 a iniciativa de KidsRights y se otorga cada año
a algún niño que ha demostrado una dedicación
excepcional en la lucha por los derechos de los ni-
ños en cualquier parte del mundo. Premiar a estos
jóvenes héroes significa algo más que un gesto de
reconocimiento, puesto que se trata de un acto que
les permite hacer llegar su mensaje al mundo. Kids-
Rights invierte una dotación económica de 100.000
€ en proyectos que están estrechamente vinculados
a la lucha por la paz de estos jóvenes premiados.

Comité de Expertos del Premio Infantil por la


Paz
• Marc Dullaert, fundador y presidente de la Fun-
dación KidsRights, y padre espiritual del Premio
Infantil por la Paz.
• Frans Röselaers, ex-director del Programa Inter-
nacional para la Erradicación del Trabajo Infantil
(IPEC) de la OIT.
• Profesor Jaap Doek, ex-presidente del Comité de
la ONU para los Derechos del Niño.
• Jeroo Billimoria, fundadora y presidenta de Child
Helpline International (CHI), y fundadora y direc-
tora ejecutiva de Aflatoun, Child Savings Interna-
tional.
• Nevena Vuckovic Sahovic, miembro del Comité
de la ONU para los Derechos del Niño.
197
Nkosi Johnson: romper los tabúes del VIH
En 2005, el premio le fue otorgado a Nkosi Johnson póstumamente desde Johan-
nesburgo (Sudáfrica). Durante su corta vida, Nkosi rompió los tabúes de que son
víctimas las personas portadoras del VIH en Sudáfrica y más allá de sus fronteras.
Nkosi no aceptó el rechazo por parte del colegio local a matricularse por causa de
su estatus de portador del VIH. Después de que su caso en los tribunales adquiriese
amplia repercusión en los medios, se convirtió en una celebridad nacional. Este he-
cho forzó a las instituciones educativas de todo el país a concebir nuevas políticas
que otorgaran plenos derechos a los niños infectados con el VIH. Nkosi murió justo
antes de cumplir doce años.
«Nací siendo portador del VIH, ya que mi madre tenía el sida cuando me concibió.
Como ya no pudo cuidar de mí, fui a vivir con mi madre adoptiva, Gail. Ella fue quien
me ayudó a entrar en el colegio. Fuimos noticia por este motivo, porque tuvimos
que emprender acciones legales para que me aceptasen en el colegio. Muchos
padres tenían miedo de que pudiese infectar a los otros niños. El sida no se contrae
solo por sentarse en la misma clase conmigo, pero aquí muy poca gente lo sabe.»

Marcar la diferencia
Póster en Sudáfrica que cita palabras de Nkosi Johnson en la conferencia sobre el
sida que se celebró en Durban: «Quiero que la gente entienda qué es el sida, que
sean cuidadosos y muestren respeto ante tal enfermedad. No se puede contraer el
sida por tocar, abrazar, besar o coger de las manos a alguien que lo tiene. Cuiden de
nosotros y acéptennos como somos. Todos somos seres humanos. Somos norma-
les. Tenemos manos. Tenemos pies. Podemos caminar, podemos hablar y tenemos

necesidades igual que las demás personas. No nos tengan miedo, somos
iguales que ustedes.»

Om Prakash: por una educación gratuita para los pobres


En el segundo año, el premio se le concedió a Om Prakash, de la India,
por su dedicación en la lucha contra la explotación infantil en el estado
de Rajastán. «En 2006 recibí el premio por mi lucha contra el trabajo y la
esclavitud infantiles. Soy de Jaipur, una ciudad de la India. Me hicieron
esclavo cuando era muy joven. A los ocho años, me liberaron, me dieron
alojamiento en un ashram y pude volver al colegio.»
«Lo que yo tuve que sufrir es algo que ningún niño debería tener que pa-
sar, y esa es la razón por lo que estoy haciendo todo lo posible por defen-
der los derechos de todos los niños. Cuando tenía 14 años organicé con
éxito un sistema educativo para todos los niños de Rajastán, de donde
soy yo. Los colegios ya existían, pero para muchos eran demasiado caros.
Ahora, para los padres pobres los colegios son completamente gratuitos.
También ayudé a convertir muchos poblados en lugares más adecuados
para que vivieran niños en ellos. Me aseguré de que se respetaban sus
derechos y de que el trabajo infantil no se tolerase. Estoy orgulloso del
premio que gané pero me queda mucho trabajo por hacer todavía.»

Fábrica de ladrillos en Rajastán, la India.


Thandiwe Chama: todos los niños al colegio
En 2007, la ganadora fue Thandiwe Chama, de Lusaka (Zambia), nacida
en 1991. Se le reconocía su labor y entrega a la lucha por los derechos
de los niños en su país, especialmente por su derecho a la educación.
Thandiwe en el estudio de radio de la BBC en Zambia: en esta entrevis-
ta se dirige a los niños de todo el país a través de las ondas radiofónicas
para hablarles sobre su derecho a recibir una educación.
«Cuando tenía ocho años aprendí una lección importante: es funda-
mental luchar por los derechos de uno. En esos momentos nuestro
colegio estaba cerrado porque no había profesores. ¡No podía creerlo!
Así que, junto con otros 60 niños de mi colegio, nos fuimos andando
a buscar otro colegio. Dije que queríamos recibir escolarización y fun-
cionó. Nos admitieron a todos en el colegio Jack Cecup.
Gracias a esto nos hemos asegurado de que todos los estudiantes ten-
gan acceso a aulas cubiertas. Esto es fundamental si se tiene en cuenta
nuestro clima. Todos los niños deberían ir al colegio, ya que eso les
ayuda a ser solidarios entre ellos y les brinda un futuro mejor. Desde
entonces también he escrito un libro y una canción.»

En clase en África, bajo un techo de paja. Cuando cae la lluvia, la


educación se detiene.

Thandiwe recibiendo su premio de manos de Bob Geldoff Poto de Joël


van Houdt.

Mayra Avellar Neves: contra la violencia


En 2008 le otorgó el premio a Mayra Avellar Neves (17) por su compromiso con
la paz en las barriadas violentas de Río de Janeiro, Brasil. Fotografía de Dre Urhahn.

«Vivo en una de las favelas (chabolas) más pobres de Río de Janeiro. La gente de
mi vecindario está acostumbrada a la violencia, que cuesta miles de vidas cada
año. Las bandas de narcotraficantes hacen guerras entre ellos y contra la policía.
Cuando tenía 11 años, la violencia en esa zona era tal que los colegios y las clíni-
cas estaban cerrados. Por esa razón, la mayoría de los niños de allí no pudimos ir
nunca a la escuela. Sin embargo, yo estaba decidida a ir y por eso fui a un colegio
en otra zona.»
«Me niego a aceptar cualquier agresión, y he participado en muchas manifesta-
ciones para protestar contra la violencia y promover la paz. También he rodado un
documental. Hago todo esto porque creo que las cosas pueden cambiar. Incluso
aquí. Quiero cambiar las actitudes de las gentes de aquí. Quiero mostrar lo que
podemos hacer en lugar de lo que no podemos hacer. Me siento obligada a ello,
ya que todos los niños deberían recibir y tener derecho a una educación.»

Mayra recibiendo su premio de manos de Desmond Tutu. Fotografía de Kimberly


Gomes.

199
Apoyando proyectos a largo plazo
Por la libertad de los esclavos infantiles en la India.

Además de proporcionar a los niños de todo el mundo una platafor-


ma que les permita alzar su voz y reclamar sus derechos, KidsRights
ofrece también apoyo a todos los niños indefensos del mundo que
sufren, o corren el riesgo de sufrir, negligencia, abusos, violencia, ex-
plotación o discriminación. KidsRights ayuda a estos niños a través
de la financiación de proyectos locales ya existentes y bien gestiona-
dos, y les ofrece un apoyo a largo plazo. Este apoyo cubre todas las
necesidades básicas que cualquier niño pueda tener: sanidad, nutri-
ción, educación, alojamiento y atención. A menudo, una pequeña
ayuda resulta suficiente para que niños indefensos realicen grandes
logros que les van a permitir gozar de la oportunidad de poder for-
marse como personas y construirse un futuro real. KidsRights cree en
el poder de los niños.

Trabajador infantil en una cantera de Andhra Pradesh, la India.

El socio de KidsRights, Bachpan Bachao Andolan (BBA, que significa


«Campaña para salvar la infancia») ha estado combatiendo las peores
formas de explotación infantil en la India durante más de 25 años. La
esclavitud y explotación infantiles son una realidad diaria para millo-
nes de niños en ese país. El trabajo de BBA incluye llevar a cabo ac-
ciones directas para liberar a los niños, dirigir campañas informativas
en los poblados y ejercer presión para que se lleven a cabo algunos
cambios en las leyes indias.
Con la ayuda de KidsRights, BBA consigue liberar entre 1 200 y 1 500
niños cada año. A estos niños se les aloja temporalmente en una
casa, en donde reciben atención médica y psiquiátrica, y les envían
al colegio. BBA también ayuda a estos niños con los diversos proce-
dimientos legales, por ejemplo, para solicitar el certificado de naci-
miento. Con estos papeles, los niños pueden después reclamar sus
derechos y protegerse de la explotación en el futuro.

A la salida de la escuela en Hyderabad, la India.

¿Qué se puede hacer?


El Premio Internacional Infantil de la Paz se celebra a finales de año.
Nos gustaría que nos informaras de niños que conozcas o con los
que trabajes que pudieran ser candidatos a este premio. Puedes
ponerte en contacto con nosotros a través del correo electrónico:
info@childrenspeaceprize.org, o visitar nuestra página web www.
childrenspeaceprize.org. Danos tu apoyo para que más niños pue-
dan tener la oportunidad de un mejor futuro sin explotación infantil.
www.kidsrights.org
La Fundación Bernard van Leer

Nuestros objetivos
Nos guía la creencia de que todos los niños deben gozar de las mismas oportunidades en la vida. Para asegurarnos de
que estas oportunidades siguen estando ahí cuando estos niños crecen es necesario ayudarles especialmente en sus
primeros años. Pensamos que si los niños no tienen padres o tutores que los hagan sentirse queridos y protegidos, si no
se les anima a jugar, si no tienen la oportunidad de ir al colegio o si no sienten que su comunidad les valora, cualquiera de
estas experiencias les causará un daño que va a perdurar toda una vida.

Se ha ido demostrando cada vez más que invertir en programas de gran calidad destinados directamente a los niños tiene
sentido de cara a un marco social y empresarial, ya que es lo que les ayuda a convertirse en adultos más inteligentes, más
humanos y más felices, además de que resultan más productivos en términos económicos. Mejorar las vidas de los niños
menos privilegiados vale la pena por sí mismo. Los niños también tienen derechos.

Cómo lo vamos a conseguir


El presupuesto anual de la fundación, de cerca de 20 millones de euros en 2009, no es suficiente para ayudar más que a
un reducido porcentaje de todos los niños del mundo. Por lo tanto, nuestro papel se basa en apoyar maneras de ayudar
a niños que sean diferentes e innovadoras, en las que se averigüen las necesidades reales del niño y se intente persuadir
a organizaciones mayores y más poderosas, tales como los gobiernos, de nuestras mejores ideas. Hacemos todo esto
hablando directamente con estas organizaciones y publicando revistas, libros y estudios.

No obstante, la mayor parte de nuestra inversión la destinamos directamente a programas y proyectos dirigidos a mejorar
las oportunidades de los niños en la vida y darles a todos acceso a una atención y educación preescolares de calidad. No
dirigimos estos proyectos nosotros mismos sino que trabajamos con socios locales que conocen mejor lo que hay que
hacer dentro de su cultura y entorno. Los socios que dirigen los proyectos que financiamos van desde ONG bien conoci-
das a agencias gubernamentales, empresas privadas y pequeñas organizaciones gestionadas por comunidades locales.

En estos momentos estamos apoyando cerca de 140 grandes proyectos en 21 países en África, Asia, Europa y América de
Norte y del Sur. Más información en nuestra web, en www.bernardvanleer.org.

201
ICCO y Kerk in Actie
El trabajo infantil es causa de pobreza

El trabajo infantil se da en todo el mundo: se estima que trabajan más de


200 millones de niños, aunque en la mayoría de países no es legal que
trabajen los niños menores de catorce  años. Muchos consideran el tra-
bajo infantil como un mal necesario derivado de la pobreza, pero esto no
es siempre verdad. De hecho, con frecuencia se da el caso contrario: el
trabajo infantil es causa de pobreza y mantiene en movimiento el círculo
vicioso de la pobreza.

Una niña de camino a su escuela en Lima, la capital de Perú. De fondo,


montañas de arcilla que niños de su misma edad, con sus padres, conver-
tirán en ladrillos (página 48).

Hay muchas razones para el trabajo infantil, y la falta de educación es solo


una. Con frecuencia no hay suficientes colegios, están demasiado lejos, los
niveles iniciales pueden ser demasiado elevados o, sencillamente, pueden
ser demasiado caras. La calidad de la educación suele ser mala, el colegio
puede ser poco seguro o puede que no haya educación secundaria bue-
na y asequible. Esto hace que los niños no vayan a la escuela en absoluto
o que la abandonen antes para ir a trabajar.

«Mejor trabajar que ir a la escuela»


Nolan (15 años) en Perú: «No he ido al colegio esta semana porque tenía
que trabajar. No quiero ir más al colegio: mis notas ahora ya no son muy
buenas y aprendo más trabajando, pero mi padre dice que tengo que ir al
colegio de todas formas.»

La situación laboral de los padres también suele influir. El trabajo infantil


también suele existir en los lugares donde no se respetan los derechos de
estos: son padres que nunca terminaron la escuela ni se formaron para
una profesión y trabajan en malas condiciones laborales por poco dinero.
En muchos países los gobiernos no hacen cumplir la legislación laboral.

Trabajadores de Guatemala, a trabajar en el remolque de un camión.


Niños acarreando madera en Guatemala.

«Trabajo duro, poca paga»


Rosa (madre) en Perú: «Todos mis hijos trabajan conmigo en los vertede-
ros. Trabajamos mucho para ganar poco. Si no podemos trabajar un día,
no tenemos dinero. Hay muchos intermediarios en el trabajo con la basu-
ra, por eso ganamos tan poco. No hay organización ni normas.»

CEADEL presiona a las empresas


Esto nos da una idea de por dónde empezar: mejor educación para todos
los niños, trabajo para los padres y cumplimiento de la legislación laboral,
además de conciencia social para padres y profesores y cumplimiento de
la ley por parte de los gobiernos y otras organizaciones.

En varios países nuestros socios están trabajando para conseguirlo, como


en Guatemala, donde la organización CEADEL lucha contra el trabajo in-
fantil en las fábricas que suelen emplear chicas jóvenes. CEADEL ha sacado
a niñas menores de 14 años del trabajo en las fábricas y les ha ofrecido una
educación; otras niñas continúan trabajando, pero tienen una oportuni-
dad para informar de sus problemas. CEADEL informa de las infracciones o
hace que vayan los inspectores. CEADEL también informa a los países a los
que se exportan los artículos si no se cumplen las normas, lo que presiona
a las empresas para que cumplan la ley.

Niña escolar (Lima, Perú).

Perfectos para la foto (Cajamarca, Perú).

Un mundo sin trabajo infantil


Junto con organizaciones como CEADEL, en ICCO & Kerk in Actie quere-
mos un mundo en el que los niños no trabajen, sino que vayan a la escue-
la y tengan una vida mejor, junto con sus padres, hermanos y hermanas.

203
Para José, ha cambiado la marea
Hace algunos años, la sonrisa en el rostro de José (14 años)
en Ghana no era tan amplia. Entre los seis y los ocho años iba
a pescar, desenredando las redes bajo el agua y desatando las
cuerdas, pero esto no fue por propia voluntad. «Me agarraron en
plena noche», explica. «Pensé que me llevaban a la escuela, pero
salimos al mar. No nado bien, así que me ataban a una cuerda
cuando me sumergía para hacer mi trabajo. En esa época dormía
solo tres horas por noche. Era un infierno.»

Sus padres, sin un céntimo, habían dado a Joseph a unos pesca-
dores porque ya no podían criarlo ni alimentarlo. Su suerte cam-
bió solo cuando terminó en el hospital algunos años más tarde
por una infección en un dedo: el anzuelo del dedo resultó ser su
pase a la libertad. El médico se enteró de la verdad sobre la vida
de Joseph y, al final, con ayuda de Plan Ghana, Joseph terminó
en el colegio. Ahora está aprendiendo inglés con muchas ganas,
porque cree que es importante, y más adelante quiere ser juez,
pero, por ahora, es uno de los mejores futbolistas del barrio.

Los derechos infantiles


Plan se dedica a promover el cumplimiento del Convenio de la
ONU sobre los Derechos de los Niños en todo el mundo. La lu-
cha contra el abuso infantil es parte de esa labor. Plan presta su
apoyo a los niños trabajadores con programas que mejoran sus
perspectivas de futuro y los protegen contra la explotación. Plan
también busca alternativas para las familias pobres de forma
que sus hijos no tengan que contribuir a los ingresos familiares
y mejora el acceso a la educación y a los servicios sanitarios para
niños.

Campaña Because I am a Girl


La campaña Because I am a Girl («Porque soy niña») pretende
luchar contra la desigualdad entre los sexos, favorecer los de-
rechos de las niñas y sacar a millones de ellas de la pobreza. En
todo el mundo, las niñas sufren doble discriminación, por sexo
y por edad, lo cual las deja en la parte inferior de la escala social.
Se les niega el acceso a los servicios sanitarios y a la educación
y se enfrentan a niveles extremadamente elevados de violencia,
abuso y acoso. Únete a la campaña.

Puede encontrarse toda la información sobre Plan en


www.plan-international.org.
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asequibles, para los 1.600 millones de personas de nuestro planeta que no tienen acceso a la luz
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Rajib K. Haldar, Anupama, Sahay, Manodeep Guba, J. Purushotham Rao,
Shamin Ahmad, Zafar Alam, Amod Kanth, Shekhar, L.N. Gupta, S.K. Gautam,
Moh. Haroon, Rameshwar Singh, Mr. Naren, Rajiv Misra, Ashok Tinari, Mr. Rasheed,
Junned Kahn, Ashima Kapur, Sharda Subramaniam, Lakshmi Kaul, Anupama Sahay
Marruecos
Malak Ben Chekroun, Karima Mkika, Mohamed Bentebbaa, Fatima Bahi,
Mariem Benbrik, Marjolaine Pichon, Achhad El Moummy, Lahcne Elkihal,
Moustafa, Soufier, Belhaud Boujemaa, Vanessa Bureau
Ghana
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Perú
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Filipinas
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Michael Diamond, Aldrin Suan, Serenidad Lavador, Aafke Rienmeijer, Concep Rivera,
Bernie Alverio, Dong Wana, Dolores Alforte, Annie Adviento, Akexander Lucito,
Vernice Ann, Jelle Eshuis, Maria Lourdes S. Alcoriza
Malasia
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Camboya
Heng Sok, Sok Saran, Thengh Chhorvirith, Ouk Sisovann, Joseph Menacherry,
Lyno Vuth, Gustav Auer, Un Vuthy, Samleang Seila, Khek Khemrath, Eric Page,
Oum Saoly, Sokun Pheakdey, Savann
Suiza
Federico Blanco, Geir Mystad, Edda Barleben, Nicole Vallée, Werner Bischof Estate,
Joost Kooijmans
Países Bajos
Frans Röselaers, Monique Messelink, Henk de Ligt, Marianne Bodenstaff, Oscar
Pekelder, Wouter Kok, Floris van Straaten, Joost van Daal, Herman Masthoff,
Nicole Baltussen, Maud Bringmann, Jojanneke Goedhart, Rajiv Kaushik, Mario van de
Luijtgaarden, Gerard Oonk, Jan van Dongen, Bert Koenders, Francesco Mascini,
Léon van Hooijdonk, Cynthia Tiebosch, Robbert Bodegraven, Kelly Helinski,
Esther Snabel, Thilly de Boer, Alexander Kohnstamm, Chris Vermont, Yvonne Keuls,
Liesbeth van Dijk, Angela Barrau, Nick Kelso, Tjipke Bergsma, Maxime Verhagen, Piet
Hein Donner, Inge Piso, Marianne Grilk, Tero Nurminen, Limore Noach, Martijn
Peeters, Pilar Vilchez Figuerola, Michiel de Ligt, Marcel van Zijderveld, Sander
Bosman, Oscar van der Linden, Nicole Hermans, María Alejandra Castro Espejo,
Marjatta Fehres, Dalton Voorburg, Helga Hamstra, Chantal Oppenheimer, Frederique
Hermie , Robert van Weperen, Maaike Toirkens, Arjan Hamburger, Lex Gerts, Aad
Meijer, Elke Schütt, Roeland Boes, Mark Jacobs, Veronique Feijen, Esther van
Doesburg, Cees Bos, Joost van Daal, Bert Huisman
Bélgica
Dirk Panier, Christine Lebreton, Fred Aarten, Anna Aarten
Alemania
Norbert Blüm, Katja Korf, Jürgen Schübelin, Gerd Klasen, Martina Kiese,
Maren Cruz Wallens, Julia Burmann, Gunhild Aiyub
Togo
Coulibaly Adama, Messan Azanlekor
Niños del Mundo: Camerún
Bélgica
Colombia
Japón
Conclusión
La lucha contra el trabajo infantil no tiene nada de inocente

«La lucha contra el trabajo infantil no tiene nada de inocente.» Es lo que me


dijo Frans Röselaers a principios de 2007, mientras hablábamos del libro de
fotografía que planeaba publicar al respecto. En aquellos momentos, no
entendí muy bien a qué se refería. En el año 2008 aparecieron 10.000 copias
de la versión en holandés de Un mundo para los niños: por una infancia sin
trabajo («Een wereld voor kinderen - Opgroeien zonder kinderarbeid») en
los Países Bajos. Bert Koenders, Ministro holandés de Cooperación y De-
sarrollo, recibió la primera copia. Poco después, todos los miembros del
Parlamento recibieron también una copia. Maxime Verhagen, Ministro de
Asuntos Exteriores neerlandés, inauguró una exposición sobre el libro que
él mismo había iniciado en la «Grote Kerk» (iglesia) de La Haya. El libro está
ahora disponible en todo el mundo en inglés, y, a día de hoy, ya he perdido
la «inocencia».

«La lucha contra el trabajo infantil no tiene nada de inocente.» Con esto,
Röselaers quería decir que, para hacer algo contra el trabajo infantil, hay
que adoptar una postura, hay que tratar los valores existentes con desdén y
contrariar a la gente, y sobre todo no tener ningún miedo a hacerlo. Duran-
Una niña en la isla caribeña de te mis viajes por nueve países nunca me sentí realmente amenazado. Por
San Martín. desgracia, la aceptación del trabajo infantil está muy generalizada. Solo me
sentí incómodo en la India, cuando me paraban en la calle periodistas a los
que yo no conocía, que sabían lo que estaba haciendo. Además, tampoco
se me concedió acceso a todo en la India, ni siquiera en el caso de organi-
zaciones que decían luchar por los derechos de los niños.

Acción fotográfica contra el trabajo infantil


Aparte de eso, no tuve ningún problema hasta finales de junio de 2008
cuando en los Países Bajos estaba haciendo unas fotos para una acción
contra el trabajo infantil, programada para que coincidiera con la exposi-
ción fotográfica. Esta consistía en hacer fotos de gente haciendo la señal de
«parar» con las manos. Las fotos se pegaban en unas enormes letras tridi-
mensionales que decían «STOP KINDERARBEID» («Basta de trabajo infantil»)
en la exposición de la iglesia. La gente podía enviar sus propias fotos por
correo electrónico, o bien hacerse la foto en la iglesia. También le hice fotos
a gente por la calle, en mi barrio de La Haya.

En una soleada tarde de martes, una amiga y yo decidimos hacer fotos en la


Exposición del libro en una iglesia entrada de un festival de teatro itinerante, llamado De Parade, organizado
de La Haya, inaugurada por Maxi- por una entidad que dona el dinero ganado durante el festival a acciones
me Verhagen, Ministro de Asuntos benéficas. Tenía pinta de que iba a haber mucha gente, pero a uno de los
Exteriores neerlandés (con corba- empleados del festival no le pareció muy buena idea. Nos pidió que nos
ta). A la izquierda, Peter de Ruiter. fuéramos, diciéndonos que lo que estábamos haciendo «no coincidía con
Fotografía: Serge Ligtenberg.
el espíritu del festival» y que si no nos íbamos llamaría a la policía. Nuestra
explicación en un enorme póster, con fotos del ministro Verhagen, la prime-
ra persona a la que fotografiamos para la acción, no cambió nada. Le daba
igual si estábamos vendiendo galletas o haciendo fotos a la gente para una
acción contra el trabajo infantil.

Llamada a la policía
Inmediatamente, lo animé a que llamase a la policía. Me hubiera encantado
que me arrestasen por ejercer mi derecho a la libertad de expresión en los
Países Bajos, en un parque público, en una vía pública y a la entrada del
festival. Después de más de una hora y media, se nos acercaron dos policías
sin muchas ganas. Admitieron que yo tenía derecho a hacer lo que había
planeado, mientras no hubiera ninguna queja.
Aquella tarde, en el parque, perdí algo más de mi inocencia y descubrí,
bruscamente, lo que le cuesta a la gente perder parte de la suya. Tan solo
una de cada cinco personas estuvo dispuesta a perder parte de su inocen-
cia dejándose fotografiar para una acción contra el trabajo infantil. Cuesta
mucho entenderlo, especialmente teniendo en cuenta que, en los Países
Bajos, se considera que el trabajo infantil es la segunda cuestión más impor-
tante que tiene que resolverse.

Poniendo en peligro nuestra inocencia


Una excusa habitual para no dejarse fotografiar era: «No sabemos lo que
pueden hacer con la fotografía. Podrían hacer cualquier locura con ella en
Internet.» De hecho, esto resumía la situación muy bien. Para oponerse fir- Imagen de la acción fotográfica contra el
memente a algo hace falta correr ciertos riesgos, hace falta poner en pe- trabajo infantil.
ligro nuestra inocencia, hace falta arriesgarse a que vaya a hacerse «algo»
con nuestra foto. ¿Qué daño provoca esto? De todas formas, unas 4000
personas se arriesgaron, aparecieron en las 1763 fotos que se pegaron a
las letras, y se presentaron a Arjan Hamburger, el Embajador de Derechos
Humanos del Ministerio de Asuntos Exteriores neerlandés. Recibió las fotos
en un marco digital, durante la actuación musical que se celebró la última
noche de la exposición y la acción fotográfica en la «Grote Kerk».
Te ruego que seas valiente y que abandones tu inocencia. No existe tal cosa
como la comida gratis. Nada es gratis en este mundo. Si queremos «salvar
el mundo», tendremos que ponernos en marcha. La persona (que quiere
hacer lo correcto) tendrá que obligar al consumidor que lleva dentro (que
quiere una vida fácil y barata) a cambiar su forma de vida. Lo «verde» se ha
convertido en la última tendencia comercial. Podemos frenar el cambio cli-
mático utilizando tarjetas de crédito «verdes». Al leer ciertas publicaciones
«sostenibles» nos da la impresión de que simplemente leyendo esta publi-
cación ya se está mejorando el mundo. Al fin y al cabo, mucha gente está
ganando mucho dinero «solucionando» la crisis climática.

Idealismo práctico
De la misma manera, siempre hay alguien que se beneficia económica- Primer día de la acción fotográfica
mente con el trabajo infantil: alguien que está haciendo una fortuna sobre contra el trabajo infantil, con parte
las espaldas de los niños. Predican una especie de «idealismo práctico». Se de las letras que formaban la frase
oponen a las peores formas de trabajo infantil, pero por otro lado, ven el «STOP KINDERARBEID» («Basta de
trabajo infantil como un mal necesario. Si el trabajo es demasiado peligroso trabajo infantil»).
para un niño, ¡entonces hay que encontrarles un trabajo menos peligroso!
Creen que los niños tienen que contribuir a los ingresos familiares para so-
Un niño en una escuela de Sikkim,
brevivir, sin darse cuenta de que esto es, precisamente, lo que mantiene la
la India.
injusticia viva: si siguen creyendo esto, los hijos de los niños trabajadores
también tendrán que trabajar. La única forma de romper el círculo vicioso
es enviar a los niños al colegio ahora, para asegurarse de que reciben una
buena educación.

Tolerancia cero
Solo una política de tolerancia cero con el trabajo infantil hará que la gente
se siente y escuche. Esta es la única manera de obligar a los que están en las
posiciones de poder, los gobiernos y las instituciones, a que repartan la ri-
queza de forma equitativa. Los niños solo pueden evolucionar y convertirse
en adultos que toman sus propias decisiones si van a la escuela cuando son
pequeños. Solo entonces podrán contribuir al desarrollo de su país. Para
crear este «mundo para los niños» mucha más gente tendrá que perder
la inocencia y enfrentarse a otra gente que tiene un interés personal en el
mantenimiento del trabajo infantil (y son bastantes), tendrá que ponerse de
puntillas y hacer gestos con las manos, tendrá que enfrentarse al peligro: de
forma personal, económica y política. La lucha contra el trabajo infantil no
tiene nada de inocente.

Peter de Ruiter
1) Desde 1999 hasta 2005, Frans Röselaers fue director de la IPEC, el programa de la OIT en Ginebra
que se dedica a la lucha contra el trabajo infantil en el mundo gracias a sus proyectos y a la presión
215
que ejercen para la creación de políticas.
Di
BASTA
al trabajo
infantil

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