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On children
Your children are not your children.
They are the sons and daughters of Life’s longing for itself.
They come through you but not from you.
And though they are with you yet they belong not to you.
...
Peter de Ruiter
ELMAR
Este libro está dedicado a todas aquellas personas, sean grandes o pequeñas, trabajen a la luz o a la sombra, mas
siempre desinteresadamente, para crear «un mundo para los niños», un mundo sin trabajo infantil.
KIT Publishers
C.P. 95001
1090 HA Amsterdam
publishers@kit.nl
www.kit.nl/publishers
Prefacio de Peter de Ruiter 5
2 Ingredientes y recetas 15
6 ¿Prohibir o tolerar? 95
Agradecimientos 209
Conclusión 214
Cargando un saco más pesado que él
Este chico ghanés iba cargando un saco de leña que le había dado su padre, que, de lejos,
era demasiado pesado para él. Al intentar liberarle yo de su carga solo para saber cuánto pe-
saba, el chico salió corriendo, de modo que en la desesperada huída perdió su sandalia rota
y el saco de leña. Su padre, «tío» o quienquiera que fuese, andaba por ahí cerca. El conductor
ghanés y yo no podíamos entender su dialecto, pero su mirada de enfado lo decía todo.
¿Qué le habríamos hecho a ese chico para hacerle escapar de esa manera? Sin embargo,
el machete del que descaradamente hacía ostentación hacía la conversación demasiado
arriesgada.
Para elaborar este libro visité nueve países en tres continentes, en los que fui topándome
con toda clase de explotación infantil, incluso en Europa. He intentado entender por qué el
trabajo infantil está tan presente en todo el mundo. He ido escuchando tediosas conversa-
ciones de personas que intentaban justificar el trabajo infantil, gente que se esforzaba por
marcar una línea divisoria o justificar su postura al respecto. También he visto el esfuerzo,
sangre, sudor y lágrimas invertidas en la prevención del trabajo infantil. He visto personas in-
tentando «erradicar» la explotación infantil del mundo. Mi intención al publicar este libro es
acelerar este proceso proporcionando información sobre las causas, problemas y soluciones
del trabajo infantil.
El argumento de la pobreza
Uno de los errores más persistentes es que la explotación infantil es un problema principal-
mente consecuencia de la pobreza. Esta excusa la utiliza en todo el mundo muchísima gen-
te, tanto trabajadores como empresarios o autoridades gubernamentales. Incluso la utilizan
como excusa los propios niños y sus padres. ¿Acaso no son conscientes de lo que esto su-
pone? Creo que se trata de un argumento falso del que son víctimas millones de niños. Sin
embargo, al aceptar este argumento, estamos justificando los salarios bajos que reciben los
padres de estos niños explotados, que, en efecto, les obliga a poner a sus hijos a trabajar.
Estamos justificando también los bajos precios que se pagan por sus productos. Estamos
justificando la exclusión social, y la desigualdad social y económica. Aceptar el argumento de
la pobreza implica también justificar la mala inversión en educación, las escuelas deficientes y
profesores con bajos salarios y pocos recursos.
El argumento de la pobreza nos facilita aceptar el trabajo infantil tal y como lo conocemos.
Esto no solo imposibilita el correcto crecimiento de los niños, sino que es un obstáculo para el
desarrollo del país en general. Para que puedan contribuir a la construcción de una sociedad
es necesario que los niños reciban una buena educación. Invertir en los niños es invertir en la
sociedad, ya que los niños son los cimientos sobre los que el Tercer Mundo debe sustentarse
para poder valerse por sí mismo.
Peter de Ruiter
5
Mediante palabras y fotografías, Peter de Ruiter nos presenta este ruego extraor-
dinariamente poderoso y convincente contra la explotación de millones de ni-
ños, niños que tienen el derecho de ir a la escuela, jugar y disfrutar de su infancia
como hacen la mayoría de niños en todo el mundo.
Es triste que este no sea (todavía) el caso de más de 200 millones de niños que tie-
nen que trabajar duramente, de aquellos que bregan bajo condiciones peligrosas
o de quienes que han caído presos de la esclavitud o la explotación que generan
el mercado sexual, las guerras civiles o el mercado de las drogas.
Las fotografías de este libro hablan por sí mismas, pero además los textos que las
acompañan refuerzan su mensaje: el trabajo infantil no puede seguir conside-
rándose o describiéndose como un mal necesario o como una mala jugada del
destino.
Desde el siglo XIX se ha venido librando una batalla contra el trabajo infantil y, en
occidente, el problema ha sido vencido en gran medida. En otros países, el traba-
jo infantil es todavía una realidad y su eliminación requiere de nuestra atención y,
lo que es más importante, de nuestro apoyo activo.
Algunos todavía sostienen que el trabajo infantil solo puede resolverse aumen-
tando el crecimiento económico, de tal forma que, con el tiempo, el problema
vaya desapareciendo por sí solo. No obstante, hay quien dice que no es tan per-
judicial, que es mejor que los niños sean útiles y ganen dinero antes que dedicar
esfuerzo y dinero a una educación inútil que no cuenta con unas perspectivas de
trabajo decente en el futuro.
Peter de Ruiter disipa estos mitos de forma cautivadora, sin entrar en polémicas
y utilizando las imágenes y declaraciones de los propios niños. Sus esperanzas
y ambiciones se hacen patentes de forma clara y no dejan lugar a «segundas»
opiniones en lo que se refiere a la educación y los derechos infantiles de aque-
llos que no han nacido en familias acomodadas, o para abandonar a su suerte a
quienes caen en manos de explotadores sin escrúpulos, traficantes o señores de
la guerra.
La injusticia que se comete con estos niños es inaceptable. Es también del todo
irracional, pues pone en peligro el desarrollo de todo su potencial, el de su futuro
y el de la sociedad en general. A todos aquellos niños que son víctimas de la ex-
plotación y del agotamiento por causa del trabajo infantil se les condena a una
vida de pobreza en la edad adulta. La experiencia, según nuestra propia historia y
la de muchos otros países, nos ha demostrado que sí existen los medios y oportu-
nidades para evitar esta explotación. No existe ninguna excusa para permitir que
el trabajo infantil continúe, en ninguna parte del mundo.
La llamada que hace Peter de Ruiter merece toda nuestra atención, así como una
respuesta positiva por parte de gobiernos, activistas y cualquiera que desee cam-
biar el triste destino de estos niños trabajadores de una vez por todas.
Frans Röselaers
Ex director del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo
Infantil (IPEC, en sus siglas en inglés), Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Junio de 2009
7
1 Enséñame las manos
Sin entusiasmo
Éstas son las manos de una niña de Firozabad, en In-
dia, que trabaja durante cuatro horas al día decoran-
do brazaletes. Son unas manos desgastadas de tanto
trabajar, centradas en el único propósito de reprodu-
cir los mismos objetos una y otra vez, y conectadas
a un alma que ha perdido cualquier entusiasmo tras
horas de repetición mecánica.
9
Diseño
Estas son las manos de una niña de una es-
cuela de primaria de La Haya, en los Países
Bajos. Corta y pega sin apenas ensuciarse.
Son manos que crean y que se mantienen
conectadas a un cerebro aún en desarrollo.
Aprendiendo
Estas son las manos de una niña de una es-
cuela de Filipinas, en donde aprende a leer y
escribir y estudia matemáticas e historia. Son
todo conocimientos de los que sacará prove-
cho más adelante, cuando sepa evitar que su
hijo se ponga enfermo o asegurarse de que
no cae víctima de la explotación laboral.
manos
Creando
Esta es la mano de una niña de Kampot
(Camboya). Le están enseñando a coser
como parte de un proyecto dirigido a tra-
bajadores infantiles. Coser le permitirá ganar
dinero en el futuro porque podrá hacer ropa
para otras personas, pero también le permi-
tirá ahorrar dinero haciendo ropa para su
propia familia.
Pequeñas tareas para ganarse el pan de cada día
Pocas fotografías sobre explotación infantil van a impac-
tarnos de verdad. Si no están realizando algún trabajo
pesado o peligroso, los niños trabajadores parecen re-
lativamente normales. Normalmente, hacen también
las mismas cosas que otros niños, como modelar arcilla,
hacer trabajos manuales o barrer la calle. A través de es-
tas fotografías no puede apreciarse que el trabajo que
están haciendo representa un obstáculo para su desa-
rrollo, incluso antes de que este se haya iniciado. No
podemos apreciar cuántas horas al día o cuántos días
a la semana trabajan. No podemos percatarnos de que
no les deja tiempo para ir a la escuela o de que es tan
agotador que se duermen en clase. Esta es la razón por
la que las fotografías de este libro van acompañadas de
una explicación.
Esta familia vive en Firozabad, a unas pocas horas de De-
lhi, la capital de la India. Firozabad es el centro de fabri-
cación de los bangles, unos brazaletes hechos de cristal
que les encantan a las mujeres indias. Al ser tan delica-
dos, se trata de una tradición que crea mucho empleo y
da de comer. Toda la familia colabora: de izquierda a de-
recha: Radna (9 años), Puja (8 años), Laxmi (8 años) Ajay
(5 años), Ranjaat (12 años) y la madre, Poshpa (35 años).
El padre, Radu (40 años), en el centro, es un temporero y
hoy no ha encontrado trabajo.
Es duro para estos niños sentarse y mantenerse quietos
durante horas cuando preferirían trepar a los árboles o
dar patadas al balón. Radna se mostró especialmente
triste y grosera. Insistimos, ¿qué motivos tendría para reír?
Mirarse en el espejo
De hecho, estamos más que acostumbrados a ver imágenes
como la de esta familia de Firozabad. Nos inundan con foto-
grafías sobre desgracias cada día. No obstante, ¿qué pasaría
si fueran nuestra Susana o nuestra Carla quienes tuvieran que
sentarse con las piernas cruzadas el día entero haciendo braza-
letes para otras personas? Entonces sí, una fotografía como la
de Radna no resultaría tan inocente como nos parece a primera
vista. Así, estas imágenes adoptan un significado completa-
mente nuevo.
11
Cristales brillantes para muñecas delicadas
Solían ser muchos los niños que trabajaban en las
fábricas de vidrio de Firozabad. La ciudad era famo-
sa por ello. La situación parece haber mejorado. Al
visitar algunas de estas fábricas puede comprobar-
se fácilmente por qué los niños deberían mantener-
se alejados de ellas. Están llenas de hombres que
corren apresurados por todas partes y llevan vidrio
al rojo vivo colgado en barras. Es fácil pasar al lado
de un niño sin verlo, y si se tropieza con un niño pe-
queño puede hacérsele mucho daño. Para elaborar
los brazaletes, este vidrio al rojo se talla fino hasta
que alcanza medio centímetro de diámetro. A con-
tinuación, las tiras de vidrio se enrollan alrededor de
una barra del mismo tamaño que el de la delicada
muñeca de una mujer.
fábricas de vidrio
Los brazaletes se colocan seguidamente en
manojos dentro de unas carretillas y se lle-
van a las casas de las familias que pasarán
a decorarlos.
trabajo en casa
El cristal se corta con un cuchillo con hoja
de diamante que permite separar los bra-
zaletes. Los niños sueldan el vidrio para
desdibujar las uniones y conformar bangles
individuales.
13
Vendedor callejero en Hyderabad,
a cientos de kilómetros.
2 Ingredientes
y recetas
Los proyectos contra el trabajo infantil que tienen lugar en todo el mundo adoptan fórmulas y dimensiones dife-
rentes. El objetivo principal es ofrecer refugio a niños que hayan trabajado y evitar que vuelvan a trabajar.
Las tres chicas que se ven desde arriba están en un «campamento de chicas» que dirige la organización para el de-
sarrollo MV foundation que está cerca de Hyderabad, en la India. Este «campamento» es el primer refugio que se ha
creado para trabajadores infantiles, después de que se les apartase del trabajo que estaban haciendo. Están hacien-
do un curso puente para ponerse al día con las clases que perdieron. Después de este curso podrán seguir con la
educación oficial. Existe también un refugio separado para chicos que funciona exactamente de la misma manera.
15
Los «ingredientes» de estos proyectos son si-
milares en muchos aspectos. Se centran no
solo en los propios trabajadores infantiles sino
también en niños que están en riesgo de aca-
bar siéndolo, es decir, en aquellos niños que
podrían caer presas del trabajo infantil con fa-
cilidad. También están dirigidos a los padres de
estos (posibles) trabajadores infantiles. Sin em-
bargo, aunque los ingredientes son similares,
los puntos de vista y la filosofía pueden variar.
En algunos países se compensa a los padres
económicamente si hacen que sus hijos dejen
de trabajar, mientras que en otros países se
permite que el niño siga trabajando a tiempo
parcial, cosa que sería completamente inacep-
table en otros países.
un proyecto
ción Internacional del Trabajo), agencia de las
Naciones Unidas que tiene su sede en Ginebra.
En probablemente todos los países del mundo
los gobiernos, empresas y sindicatos colaboran
de la OIT
con la OIT. Esto permite que sea esta organiza-
ción la que impulse la lucha contra el trabajo
infantil, tanto en lo que se refiere a la adoción
de las normativas internacionales que lo regu-
lan como a la implementación de medidas más específi-
cas. La OIT también se centra en las condiciones labora-
les, así como en la legislación dirigida a adultos, razón por
la que se constituyó en un principio.
17
Niños en Sikkim, la India
Viven junto a la carretera, en
casuchas improvisadas. No hay
cerca ningún pueblo que cuen-
te con un colegio. Lo único que
hacen es vagar todo el día y
ayudar a su madre en la casa y
en los alrededores. De prime-
ras, solo un niño trepó a la roca
para salir en la fotografía, pero
uno a uno fueron subiéndose
todos. Hicieron falta treinta fo-
tografías para que todos salie-
ran sonriendo.
19
Olor a moho
Esta empresa se llama Karishma y se encuentra en
Aligarh (la India). En su taller se fabrican hebillas
de cinturón. En el sótano del edificio, quince per-
sonas, niños la mayoría, trabajan sentados sin luz
exterior ni aire fresco. La llegada del fotógrafo re-
presenta para ellos un cambio muy bien recibido
dentro de la ardua rutina de su vida diaria, por lo
que todo el mundo sonríe. Por supuesto, el fotó-
grafo también sonríe y hace bromas, para que no
se note que lo que está fotografiando huele fatal.
Además, si te muestras lo bastante chistoso te
permiten volver a entrar y salir. Desde tiempos del
imperio británico, Aligarh ha sido bien conocida
por su producción de cerrojos y otros artículos de
hierro como hebillas.
‘Chai, chai’
Servicio de té a domicilio. Al té se le conoce en la
zona con el nombre de chai. En lugar de agua se
usa leche, que se prepara antes con una mezcla
de hierbas.
Una quimera
En Moradabad, norte de la In-
dia. Este cartel dice: «El trabajo
infantil está estrictamente pro-
hibido».
21
De camino a la escuela, en Marrakech
(Marruecos).
De camino a la escuela, en Aligarh (la India).
23
Nuestro pan de cada día
No pasa ni un solo día en que Ismaël (14 años) no lle-
ve el pan a los vecinos y tiendas locales de la medina
(la ciudad vieja) de Fez, en Marruecos.
Tráfico infantil
Bolsas de agua fría para vender en una carpintería
de Kumasi, en Ghana. Niños procedentes de países
vecinos, como Togo o Costa de Marfil, trabajan aquí.
No se trata solo de casos de trabajo infantil sino tam-
bién de trata de niños. Los niños de habla francesa
se muestran infelices en los entornos de habla ingle-
sa de Ghana.
Pequeños recolectores
Niños ocupados en recoger plásticos reciclables
en las Filipinas, cerca de Malolo. Reciclar materia-
les como el papel, el plástico y el metal es un fe-
nómeno que aquí ha llegado a adquirir enormes
proporciones. Las «tiendas de objetos usados» que
compran a los niños que hurgan en la basura para
luego vender estos objetos a intermediarios se han
extendido por todo el país. Al final, mucho de este
plástico acaba en China, que se encuentra, después
de todo, justo al lado.
25
Curso de pastelería en Cajamar-
ca, Perú.
Adolescentes: formación
profesional
Muchos proyectos proporcionan
formación profesional al margen
del sistema educativo formal
a niños de a partir de los trece
años. Normalmente se imparten
conocimientos relacionados con
una ocupación determinada y
hay muchas limitaciones. Estos
cursos son bastante tradiciona-
les: las chicas aprenden a bordar,
coser y maquillar. Los chicos se
centran en temas de electrónica
y mecánica automovilística. En
los proyectos de la OIT del norte
de la India, las chicas se sientan
orgullosas en sus sitios detrás
del ordenador, mientras que en
Filipinas encontramos a un chi-
co en la clase de maquillaje, que
es generalmente una asignatura
más popular entre las chicas. Asi-
mismo, se ofrecen clases puente
que ayudan a los niños a pasar
de primaria a secundaria. Estas
clases están enfocadas de mane-
ra que sirvan de ayuda a aquellos
niños que se han retrasado en la
escuela o que no han podido ir
al colegio regularmente al haber
tenido que trabajar. Son clases
que se dan también al margen
del sistema educativo oficial.
adolescentes
Un futuro brillante
El Glorious High School, o «Instituto de
Secundaria Glorioso» (un nombre que
ofrece esperanza) se encuentra en me-
dio de Shah Jamal, un distrito islámico
verdaderamente pobre de Aligarh en el
que los niños trabajan en sótanos elabo-
rando cerrojos y hebillas. Dentro de sus
muros, la oración matinal acaba de em-
pezar. Los niños están muy bien educa-
dos y son disciplinados. Esta escuela pri-
vada la ha creado Farhat Ali Kahn, un rico
empresario de la ciudad, que también la
subvenciona.
27
¿Jugando en el barro?
Esta niña del distrito de Shah Jamal
utiliza un imán para buscar en el
barro de las alcantarillas trozos de
metal para vender.
Postura torcida Sin dinero
Transportando agua cerca de Be- Jorge (14 años) ayuda en la granja familiar
narés, en la India. Según el médico, en Perú, cerca de Piura. Con cierta candidez
este niño flacucho probablemen- admite que no va a la escuela. «No tengo
te tenga la espina dorsal torcida. plata» nos dice para que sepamos que no
Los cuerpos de los niños no están tienen dinero para pagar la escuela.
hechos para realizar un trabajo tan
duro.
Salinas
Lisey (15 años) vende calamares se-
cos de tentempié cerca de Kampot,
Camboya. Dejó la escuela cuando
era muy joven. Muchos niños en
esta zona trabajan en las salinas, tal
y como puede verse en segundo
plano en la foto. Ahora están cerra-
das debido a la estación de lluvias.
Muchos proyectos de la OIT están
dirigidos a evitar que los niños va-
yan a trabajar a las salinas.
29
Escuela nocturna
En algunos países, los niños combi-
nan trabajo y educación. Si tienen
trabajos irregulares o tienen que
trabajar durante todo el día, ir a la
escuela nocturna puede ser una so-
lución. Sin embargo, las clases a me-
nudo están formadas por alumnos
de edades diferentes y es difícil con-
centrarse por la noche. Para algunos
de los estudiantes más mayores,
como en muchos otros países, la
escuela nocturna representa una
segunda oportunidad para recibir
una educación.
Solidaridad
Clases nocturnas en Valera, Vene-
zuela. Aunque no siempre apren-
den demasiado, según admiten, sí
han aprendido lo que significa la so-
lidaridad. Los niños se apoyan unos
a otros: si un niño no tiene dinero
para comprar caramelos y vender-
los a los motoristas que pasan, otro
le dejará encantado el dinero que
necesite.
Un brillante futuro
Clases nocturnas en el instituto
nocturno de secundaria Mamba-
ling en la ciudad de Cebú (Filipinas).
Cherilyn Encargues (16 años) ha
sido contratada a tiempo comple-
to como trabajadora doméstica por
una familia. A pesar de ser demasia-
do mayor para ir al instituto, su jefe
le ha prometido pagarle el instituto
durante los próximos seis años para
que pueda acabar su educación
secundaria. No obstante, no puede
conseguir esta promesa por escrito,
por lo que si este muriese o se trasla-
dara, ella no tendría nada con lo que
contar. La mayoría de niños trabajan
sin contrato. No tienen derechos la-
borales y no pueden reclamar nin-
guna prestación.
clases nocturnas
Los niños de la basura
Un vertedero diferente en un día diferente, en tres países
por igual: Filipinas (vertedero en Patayas, cerca de Manila)
Venezuela (Valera) y Camboya (Phnom Penh), lugares en
los que los niños tienen un futuro algo sombrío. Oficial-
mente, ningún niño menor de catorce años trabaja en los
vertederos de Patayas. Un gran logro, pero desafortuna-
damente es el único vertedero de Filipinas donde se ha
conseguido. La chica de la foto que está escarbando en
el cubo tiene seguramente menos de catorce años y está
trabajando en la carretera que lleva a Patayas. La acaba de
pillar un chaparrón.
33
Educación extraoficial
Por poca que sea la educación recibida siempre
ayuda, no importa cuán limitada sea. Puede de-
cirse que algo es algo. Siempre, claro, que no se
convierta en una excusa para hacer que los ni-
ños sigan trabajando. Los tres niños que hay en
fila (observemos la diferencia de edades) forman
parte de una clase de la OIT en una fábrica de la-
drillos camboyana de Kampong Cham. Hay cer-
ca de veinte alumnos de todas las edades. Estos
niños son verdaderamente afortunados, pues las
mismas escuelas en Camboya tienen clases con
entre cincuenta y setenta niños. La hilera de edi-
ficios donde se encuentra la escuela es también
donde viven unas cuantas de estas familias. Resul-
ta fácil pues dejar que los niños trabajen viviendo
tan cerca como viven del lugar de trabajo.
extraoficial
Niños») y a menudo va a los distritos para ayudar a los
niños a aprender a leer. Las pilas de libros infantiles que
trae consigo son prácticamente devoradas. Se trata de
una especie de agencia auxiliar que lleva una sola mujer.
35
Madres: «atribución de poderes»
Muchas madres cargan con la responsabilidad de educar a sus hijos solas, incluso teniendo la figura del padre cerca.
Es vital dar poder a estas mujeres para que puedan ganar su propio dinero. En los proyectos en que se trabaja con
las madres se les suelen enseñar tareas tradicionales como coser o maquillar a otras mujeres. Los microcréditos se
han puesto de moda en todas partes desde hace poco. Con pequeños préstamos, las mujeres pueden emprender
sus propios negocios como, por ejemplo, tiendas, restaurantes o granjas a pequeña escala. Suelen ser los bancos los
que conceden estos micropréstamos, pero en estos proyectos de la OIT en Camboya las mujeres se han unido y han
fundado sus propios «bancos de préstamos» extraoficiales. Cada semana, todas depositan una pequeña cantidad
de dinero que ponen dentro de una jarra, y cualquiera que quiere tomarlo prestado puede hacerlo. Este sistema
representa una solución perfecta en áreas remotas donde no hay bancos, o cuando se necesitan pequeñas cantida-
des de dinero por las que que normalmente un empleado de banco no se levantaría de su silla. A estas actividades
se las ha denominado de muchas maneras: atribución de poderes, sustento y autofinanciación.
Dejar que la naturaleza siga su curso Haciendo malabares
El capital ahorrado a través de este banco casero en Kam- Gliceria (58 años), en Malolos (Filipinas), en su
pot (Camboya) fue recolectado por un grupo de esposas tienda vendiendo verduras y ropa de elaboración
de pescadores de «autofinanciación» de cuarenta y ocho propia. Levantó su negoció con la ayuda de cur-
miembros. Dinero en efectivo: 1.469.000 rieles, o 260 euros. sos y microcréditos. Sus tres hijos mayores, des-
Entre otras cosas, se plantean emprender la cría de cerdos pués de haber dejado la escuela para trabajar en
(beneficios rápidos) y de vacas (beneficios a largo plazo). En la industria de los fuegos artificiales, están ahora
un principio, el capital se necesita para comprar un macho y siguiendo un programa de formación. Su marido
una hembra, y luego la naturaleza ya se encargará del resto. está jubilado pero no dispone de ningún plan de
El dinero también puede pedirse prestado cuando la familia pensiones. En la foto no puede verse, pero hay una
tiene problemas financieros. El tipo de interés es normal y la mesa de billar profesional que da bastante dinero,
gente devuelve el préstamo tan rápido como puede. La OIT especialmente los fines de semana.
paga al administrador con el dinero que recauda a partir de
su trabajo.
37
Iluminación de cosecha propia
Haciendo velas caseras en Firozabad
(India), donde los cortes de luz son algo
habitual. En la India pueden escasear
las cosas más básicas. A los profesores
de este centro educativo se les enseña
incluso a hacer sus propios lápices de
colores y libros de ejercicios a partir de
papel reciclado. Otras mujeres apren-
den cómo hacer muñecos de peluche.
En esta foto vemos una versión naran-
ja de la deidad hindú Ganesha, diosa
protectora del viajero y bien conocida
como la Eliminadora de obstáculos o la
Diosa de los nuevos inicios.
Haciendo adrillos
Milagros (12 años) y sus padres María
(35 años) y Félix (37 años) hacen pie-
dras en Huachipa, cerca de Lima (Perú).
Aquí, a los padres también se les per-
mite participar en los cursos de atribu-
ción de poderes y obtener microcrédi-
tos a partir de proyectos de la OIT bajo
la condición de que sus hijos no estén
trabajando. Con un poco de dinero
podrán abrir tiendas, bares o iniciar la
cría de cuy, un tipo de cobaya que se
considera una exquisitez en Perú.
Aprendiendo aritmética
Una madre enseña a su hijo a contar
y hacer sumas simples en Jamestown,
un distrito pobre de Accra, la capital
de Ghana. Son pocos los padres que
disponen del tiempo o de los cono-
cimientos para enseñar a sus hijos en
caso de que el gobierno no lo haga.
Tostando arroz
Dos madres en Barisal (Bangladesh),
dueñas de una pequeña tienda donde
venden arroz inflado. Bangladesh es el
país en el que el ganador del Premio
Nobel Mohammad Yunus creó el Ban-
co Grameen. Fue uno de los primeros
en introducir el concepto de micro-
crédito de forma exitosa y hacerlo
famoso. Han sido muchas las mujeres
que se han beneficiado de esta forma
de atribución de poderes.
Recolectando coles
Juan (12 años) recolecta coles con su
familia en La Puerta, cerca de Valera,
en Venezuela. Dice que gana cerca de
10 000 bolívares al día con este trabajo
durante las vacaciones, un poco más
de tres euros. Según Juan, volverá a la
escuela después de las vacaciones.
39
«Bestias de carga» humanas
Una chica y su madre cerca de Benarés, en la India,
llevan estiércol seco de vaca para utilizarlo como
combustible. Los padres que encuentran mejores
fuentes de ingresos a través de un programa de
atribución de poderes pueden llegar a ganar sufi-
ciente dinero como para enviar a sus hijos a la es-
cuela.
Guarderías
Hasta que son lo suficientemente mayores
para ir a la escuela, los padres a menudo llevan
a sus hijos a trabajar con ellos. No es lo me-
jor, ya que los niños se ven expuestos a todo
tipo de peligros y la tentación de ponerles a
trabajar también es grande. La guardería es
para ellos una solución, sea o no gratuita. Las
guarderías de pago no tienen por qué repre-
sentar un problema financiero para los padres,
ya que invertir en ellas les permite trabajar más
eficientemente o durante más horas. Si a los
niños no se les permite entrar en el lugar de
trabajo, no hay más alternativa que enviarles a
la guardería.
Escuelas en el campo
Guardería de la OIT en Kampot (Camboya),
donde un grupo de chiquillos aprende a leer
y escribir. La guardería más cercana está dema-
siado lejos para ellos.
Músico en ciernes
Guardería en Bangladesh financiada por
UNICEF. Este niño pequeño ya sabe lo que
quiere ser cuando sea mayor.
guarderías
41
Cosechando guisantes verdes
Una madre azadona campos de
guisantes verdes a una altitud de
miles de metros en las montañas
indias del Himalaya. Sus hijos jue-
gan cerca o se acurrucan debajo
de una manta calentita mientras
mascan el típico pan de cebada.
La cebada conforma una parte
importante de la dieta en esta re-
gión. La mayor parte de la cosecha
se venderá en Delhi. No obstante,
los desprendimientos de tierra son
habituales en la zona y a menudo
bloquean los caminos de la monta-
ña. Si los guisantes no llegan a la ca-
pital a tiempo, se echarán a perder
en el camión y los ingresos proce-
dentes de la cosecha se evaporarán
en el aire.
Muriendo de frío
La fábrica de ladrillos en Lima en
la que Milagros trabaja con sus pa-
dres. Los niños se sientan bajo el
frío y la bruma, y aun así, sus padres
no tienen más opción que llevarse
a sus hijos al trabajo con ellos. Cual-
quier niño puede caer fácilmente
enfermo en estas condiciones, lo
que les cuesta más dinero aún.
Martha (12 años), de Rumanía, tocan-
do el acordeón en ’s-Hertogenbosch,
Países Bajos.
Protesta infantil
Pasado un mes desde que se publicó este libro en los
Países Bajos, los estudiantes del colegio de primaria
LW Beekman de ‘s-Hertogenbosch celebraron una
marcha musical de protesta: pidieron al alcalde Rom-
bout que pusiera todos los medios para que Martha
y sus amigos pudieran ir al colegio. Las autoridades
municipales no habían manifestado intención al-
guna de resolver el problema desde sus inicios. A
consecuencia de ello Martha siguió tocando, inclu-
so en pleno invierno, con unas temperaturas que
rondaban el punto de congelación, con los dedos
azulados y su futuro negro. Cuando el ayuntamiento
comenzó a tomar medidas para resolverlo, Martha y
los demás músicos callejeros desaparecieron: no se
sabe adónde fueron a parar.
45
«Cultura» global
Argentina
Un joven acordeonista tocando en las calles de la
capital de Argentina, Buenos Aires.
Camboya
Un joven solista de un grupo musical infantil, en
el complejo del templo Angkor Wat, Camboya. En
cuanto los grupos de turistas salen del templo de
al lado, el padre reúne a los niños para que toquen
y él mismo toca un instrumento de cuerda. Des-
pués de recoger el dinero, los niños vuelven a sus
juegos. Esto lleva años ocurriendo.
Perú
Un espectáculo privado, observado por otros jó-
venes artistas en Lima, la capital de Perú. Estos
espectáculos acrobáticos suelen realizarse en los
pasos de cebra, mientras el semáforo está en rojo.
¡Claramente es un peligro!
culture
legislación
Normativa holandesa sobre
los derechos de los niños
En los Países Bajos, el trabajo infantil está
oficialmente prohibido desde 1874, cuan-
do se implementó la «kinderwetje» (literal-
mente: «pequeña ley para los niños») de
Van Houten. La ley pretendía sobre todo
mantener a los niños menores de doce
años fuera de las fábricas durante la Revo-
lución Industrial, pero no fue muy efectiva,
ya que no se aplicaba de forma estricta. La
situación de los niños menores de doce
años solo mejoró cuando, en 1900, su es-
colaridad se hizo obligatoria, ya que la
asistencia a la escuela sí estaba bien con-
trolada. Sin embargo, no solo la legislación
influyó en nuestra forma de ver a los niños.
Desde entonces, tanto en los Países Bajos,
como en el resto del mundo, la gente ha
comenzado a pensar en los niños de otra
manera. Cada vez más se ve a los niños
como personas que precisan de una aten-
Sarah
ción y un cuidado especiales, y que tienen
derecho a ser educados hasta el máximo de
sus capacidades. Esto conlleva un esfuerzo Sarah en la mina
considerable. Ya a mediados del siglo XIX Especialmente en el Reino Unido, donde tuvo comienzo
habían comenzado a surgir dudas sobre la la Revolución Industrial, el siglo XIX es tristemente célebre
justificación y la racionalidad del trabajo in- por la gran cantidad de niños a los que se puso a trabajar.
fantil en los Países Bajos cuando J.J. Cremer Alrededor de 1850, una niña de ocho años, Sarah, pronun-
escribió su libro Fabriekskinderen («Niños en ció estas palabras:
las fábricas») en 1863, que supuso una im- «Me dedico a transportar carbón en el pozo de Gawber.
portante contribución para la abolición del Tengo que transportarlo sin luz y me da miedo. Voy a las
trabajo infantil. Para más información sobre cuatro y a veces a las tres y media de la mañana, y salgo a
este tema, ver el capítulo 8. las cinco y media de la tarde. Nunca duermo. A veces can-
En los Países Bajos no fue tan sencillo adop- to cuando hay luz, pero no en la oscuridad, entonces no
tar la ley de Van Houten, ya que muchos me atrevo a cantar. No me gusta estar en el pozo. A veces,
políticos, sobre todo liberales, estaban a fa- cuando voy por la mañana, tengo mucho sueño.»
vor del trabajo infantil. Curiosamente, Van
Houten también era liberal. La aprobación La protesta de Sarah derivó en la prohibición del trabajo
de la ley sobre la educación obligatoria en infantil en las minas de Gran Bretaña. ¡Al menos, de los me-
1900 tampoco fue nada fácil: solo cincuen- nores de diez años!
ta miembros del parlamento estuvieron a
favor, mientras que cuarenta y nueve vota-
ron en contra. No obstante, a lo largo de los
años, se extendió el apoyo a esta medida
y, poco a poco, la gente empezó a ver que
el trabajo infantil era contraproducente y
perjudicial para los niños. Los niños se de-
bilitan fácilmente, por lo que de adultos no
serán muy productivos. Es mejor educar
a los niños, ya que así aumenta su valor
para el resto de la sociedad cuando crecen.
Hasta el mandatario conservador alemán
Otto von Bismarck (1815-1898) se oponía Grabado en madera (1844) de The Fate of Children in the En-
al trabajo infantil. No quería soldados ago- glish Mines («La vida de los niños en las minas inglesas»),
tados en sus filas. Japón siempre ha con- que representa el trabajo que realizaba Sarah. La puerta de
siderado que sus niños eran demasiado la trampilla sirve para regular la circulación de aire en las
valiosos como para ponerlos a trabajar e, minas.
incluso durante la intensa reconstrucción
industrial tras la II Guerra Mundial, siempre
mantuvo a los niños fuera de los lugares de
trabajo.
47
Fabricando ladrillos a lo largo
de la historia
Fábrica de ladrillos Ruimzicht, en la ciudad
holandesa de Jutphaas, en 1885, con trabaja-
dores adultos y pequeños, de A.G.A. Rappard,
óleo sobre lienzo 182 cm x 301 cm. Las simili-
tudes entre 1885 y la situación actual en Perú
(abajo, a la izquierda) y Camboya son asom-
brosas.
Agradecimientos al Centraal Museum de Utrecht,
Países Bajos.
semenjanza
La fiebre del oro
Minería de oro a pequeña escala en Filipi-
nas, cerca de Daet. Vemos en acción al pe-
queño Archie (12 años), que recibe unos
600 pesos (aproximadamente 10 euros)
por trabajar sábados y domingos, de lo
cual le entrega todo a sus padres. Entre
semana va al colegio. El oro escasea en
esta zona, por lo que hay que tamizar una
gran cantidad de mineral y arena para po-
der obtener algún resultado.
49
Diamantes en Ghana
Aquí podemos ver a varios mineros a una profundi-
dad de aproximadamente dos kilómetros, en una
mina de diamantes de la Ashanti Goldfield Company,
en Obuasi, Ghana. Ningún niño trabaja en esta mina:
lógicamente ¡es demasiado peligroso! El peligro es
tangible y por todas partes hay carteles con normas
de seguridad. No obstante, en la economía extraofi-
cial de Ghana y de otros muchos países hay muchas
minas que no están tan avanzadas en las que, según la
OIT, sí hay niños trabajando. Parece que todavía que-
da mucho para acabar con el modelo de revolución
industrial británico.
convenciones
Dos convenciones de la OIT facilitan en gran medida
la lucha contra el trabajo infantil en todo el mundo:
la número 138 y la número 182. La Convención 138,
aprobada por la OIT en 1973, estipula la edad mínima
de acceso al trabajo y ofrece cierta flexibilidad a los
países, que pueden establecer la edad mínima a los
catorce, quince o dieciséis años. La Convención 182 se
refiere a las peores formas de trabajo infantil, que los
gobiernos deberían combatir como asunto urgente.
Esta convención también ofrece cierta flexibilidad a
los países para que elijan los sectores de la economía y
los tipos de actividades que deben tratar como prime-
ra prioridad. La convención sobre la edad mínima (C.
138) ha sido ratificada por 151 países, mientras que la
convención 182 ha sido ratificada por 169 (a principios
de 2009). ¿Hemos llegado ya a nuestro destino? ¡No,
todavía nos queda mucho! Ratificar y poner en prác-
tica son dos cosas muy distintas. Las convenciones de
la OIT tienen que traducirse en legislaciones naciona-
les válidas. Posteriormente, tienen que aplicarse estas
leyes, para lo cual es preciso establecer un servicio de
inspección eficaz, que cuente con los medios necesa-
rios para actuar y poder realizar un seguimiento.
¡Inspección!
rugmark
En aquellos lugares donde falta inspección laboral
por parte del gobierno realizamos nuestros propios
controles: este es el enfoque de Rugmark, una orga-
nización que se ocupa del trabajo infantil en el sec-
tor de las alfombras en la India, Pakistán y Nepal. Las
alfombras con la etiqueta de Rugmark provienen de
un telar reconocido y cuentan con la garantía de que
ningún niño ha tomado parte en su elaboración. Per-
sonas como Vinay Kant (con la gorra) inspeccionan
los telares varias veces al año. El hombre de la cami-
seta desgastada es el propietario de varios telares.
Los inspectores se desplazan en moto hasta las más
remotas poblaciones alrededor de Varanasi y Mirza-
pur, la región de la India tradicionalmente dedicada
a la confección de alfombras. Para prevenir el fraude,
solo se comunica el programa de inspecciones a los
inspectores poco antes de que salgan. De ellos de-
pende el éxito del sistema.
Dependencia
La industria de las alfombras tuvo su origen durante
la ocupación inglesa. Hasta entonces, en esta región
Todos los telares reciben cada año la visita de personas
se producían principalmente sábanas para uso do-
como Vinay Kant (con gorra) para comprobar que todo
méstico. Sin embargo, los británicos supieron ver la
esté correcto. El hombre harapiento posee un par de te-
oportunidad comercial en la exportación de alfom-
lares.
bras. Esta iniciativa británica ha tenido un enorme
efecto en la economía local, que ahora depende de
Nacidos para la aventura
los países extranjeros y produce alfombras que, bási-
Los inspectores de Rugmark se desplazan en moto a los
camente, no necesita. Esta condición, también pre-
telares.
sente en otros sectores de la exportación de la India
y otros países, hace que las economías dependan de
los caprichos de otros países. Otras industrias fueron
también creadas por el antiguo colonizador.
La dependencia de los productores en la exporta-
ción provoca que se les pueda imponer, muy fácil-
mente, unos precios demasiado bajos. De forma
muy sencilla, el cliente puede recurrir fácilmente a la
competencia, incluso desde otro país, lo que anima
a muchos fabricantes de alfombras, por ejemplo, a
recurrir a la mano de obra barata, como los niños. Sin
un control efectivo, se pondrá a los niños a trabajar.
Esto completa el círculo. Todo sistema que no cuente
con un control efectivo por parte de los sindicatos y
el parlamento acaba corrompiéndose. «El hombre es
un lobo para el hombre», dijo el poeta romano Plau-
to. Más información en www.rugmark.org.
51
aprendiendo
Aprendiendo a tejer
Curso de confección de tapices para niñas más
mayores.
Aprendiendo a coser
Centro de acogida de Rugmark para antiguos
niños trabajadores: aquí se les enseña a coser.
¡Una experiencia muy útil para conseguir un
futuro mejor!
Haciendo la vista gorda
Muchos países en vías de desarrollo no cuentan con los re-
cursos necesarios para designar a inspectores laborales. En los
Países Bajos hay más de quinientos inspectores, empleados
para garantizar que se cumplan las condiciones de trabajo
adecuadas. Estos inspectores laborales cuentan con una exce-
lente ética laboral: no se les puede persuadir para que hagan la
vista gorda. Todos los países visitados en este libro, excepto la
India, pueden estar oficialmente en contra del trabajo infantil,
ya que han ratificado las convenciones de la OIT. Sin embargo,
en todos estos países el trabajo infantil está a la orden del día y
no resulta complicado ver a niños trabajando. Hay una excep-
ción: Brasil, donde en raras ocasiones se ve a niños trabajando,
al menos en la zona de São Paulo que se visitó. Este hecho
podría ser un indicativo de la ausencia de trabajo infantil o de
la presencia de inspecciones estrictas. ¿Es Brasil todavía un país
en vías de desarrollo? ¿O es que el trabajo infantil está muy
bien oculto? Sea cual sea la respuesta, Brasil cuenta con dos
organizaciones nacionales que luchan específicamente contra
el trabajo infantil, a las que la OIT apoya de forma muy activa.
Los gobiernos estatales y federales ofrecen becas a las familias
desfavorecidas, que han permitido la escolarización de millo-
nes de niños. Esto, desde luego, está marcando la diferencia.
La vida en el túnel
En la relativamente rica región que rodea a la ciudad comer-
cial e industrial de São Paulo unas coloridas furgonetas llevan
a los niños de la calle y a los niños trabajadores a centros de
acogida, que suelen ser lugares agradables y afables. Brasil se
preocupa de sus niños, o eso es lo que parece. No obstante, la
estancia es voluntaria: no se puede obligar a los niños a perma-
necer en estos centros. En muchas ocasiones, bajo los efectos
del pegamento o las drogas, muchos niños y adultos eligen
la libertad que les ofrece la vida en la calle. Viven en parques,
bajo pasos elevados y en túneles. El ruido es ensordecedor y el
hedor nunca deja de perseguirte.
Hay una teoría que defiende que los países en vías de desa-
rrollo precisan del trabajo infantil para poder desarrollarse. En
principio, el trabajo infantil desaparecería de manera automá-
tica una vez que la economía del país fuera lo suficientemente
fuerte. Incluso Von Bismarck, desde su particular cinismo, tenía
otra opinión al respecto. De hecho, mantenía que para crecer
los países tienen que deshacerse primero del trabajo infantil.
Tengo la impresión de que muchos niños estarían de acuerdo
con él. Según parece, la teoría expuesta al principio de este pá-
rrafo fue concebida por las mismas personas que podían sacar
algo del mantenimiento del trabajo infantil. Tal y como ocurría
en el siglo XIX en los Países Bajos, hoy en día todavía quedan
muchas de estas personas. Si los niños no reciben una educa-
ción adecuada, nunca podrán salir del círculo vicioso en el que
ellos, como sus padres, solo tendrán acceso a trabajos poco
cualificados y de ínfima importancia. Además, en este círculo
vicioso son extremadamente vulnerables a la explotación y el
abuso.
53
Recogiendo sin ser visto
Una plantación de té de Bangladesh. Los trabajadores
de las plantaciones casi nunca, o nunca, abandonan las
instalaciones, ya que aquí tienen todo lo que necesitan.
De esta manera, el mundo exterior es algo completa-
mente ajeno a ellos. Los habitantes de esta plantación
cercana a Srimangal se mostraban extrañamente tími-
dos y reservados, lo que contrasta con el carácter del
resto de la población de Bangladesh, que parece haber
nacido con la sonrisa en la cara.
Productores de té
Un productor de té de Bangladesh le preguntó al fotó-
grafo por qué había que enviar a los niños al colegio.
«Al fin y al cabo, no hay ningún trabajo para ellos en el
que puedan aplicar lo que han aprendido». No obstan-
te, la gente con formación escolar es capaz de tomar
iniciativas que mejoran sus oportunidades laborales e
ingresos: pueden reclamar mejores condiciones labo-
rales, acceder a mejores trabajos gracias a los conoci-
mientos adquiridos o crear puestos de trabajo, o una
empresa, por sí mismos. El progreso de las tecnologías
de la información nunca habría sido posible en la India
si no hubiera contado con buenas escuelas y estudian-
tes bien formados que pudieran fundar las compañías
informáticas. El productor de té probablemente pre-
fiera tener trabajadores sumisos en su plantación, que
simplemente sepan lo suficiente para hacer bien su
trabajo. ¿Es esta la razón por la que se opone a la esco-
larización de los niños?
Plantaciones peligrosas
Las plantaciones son lugares de alto riesgo. Los trabaja-
dores suelen vivir en la plantación, por lo que no están
expuestos al mundo exterior. Nadie les informa de sus
derechos y cualquier información disponible está cui-
dadosamente filtrada por los gerentes, lo que hace que
los trabajadores dependan totalmente de ellos. Inspec-
cionar las plantaciones para comprobar si hay casos de
trabajo infantil se convierte en un peliagudo problema
porque, como suele tratarse de propiedades privadas,
no se puede acceder a ellas sin permiso. En los años
veinte del siglo XX, el primer director de la OIT llevó a
Francia a juicio para poner a prueba la ley. Quería com-
probar si el mandato que los países fundadores habían
otorgado a la OIT podría obligar a los gobiernos a abrir
las plantaciones para las inspecciones.
5 a 11 años
12 a 14 años
15 a 17 años
En los Países Bajos, cualquier persona menor de dieciocho trata de una expresión cultural, como la música, el tea-
años es considerada un niño. Para todos los niños existen tro o el cine, pero, incluso en estos casos, las normas son
ciertas condiciones con vistas a que puedan desarrollar estrictas, especialmente en lo que se refiere a los niños
todo su potencial como adultos. Cuando se infringen es- menores de siete años. A partir de los trece años se aflo-
tas condiciones, se está impidiendo el desarrollo del niño. jan un poco las cuerdas. También se hace una distinción
La tabla 1 muestra cómo se define el trabajo infantil en entre períodos escolares y vacaciones. Por último, solo se
las convenciones de la OIT. En los Países Bajos, los niños permiten ciertos tipos de trabajo y, cuando se trabaja en
menores de doce años no pueden trabajar, excepto si se el negocio familiar, la situación es diferente.
¡Pescado fresco!
Caballa ahumada en el mercado de la ciudad neerlan-
desa de Haarlem. Para los niños, resulta más fácil trabajar
junto a sus padres que trabajar solos para otra persona.
La legislación holandesa permite a los niños de trece
y catorce años ayudar a sus padres en los días de co-
legio en una tienda o una granja, siempre y cuando el
negocio se encuentre ubicado en el mismo sitio que su
hogar. Los sábados tienen permitido trabajar más horas.
Esta niña de trece años trabaja con sus padres los sába-
dos en el mercado de Haarlem.
Con mimos
Para un niño, trabajar con sus padres requiere un esfuer-
zo emocional menor que hacerlo de forma completa-
mente independiente. Además, esto también permite
a los padres cuidar de sus hijos. Un «jefe» ajeno puede,
fácilmente, ser demasiado estricto (o incluso peor). Esto
último es aplicable no solo a los niños de los Países Ba-
jos, sino de todo el mundo. Uno puede decirle a sus
padres que está cansado en un momento determinado
y que acabará sus tareas por la mañana. Sin embargo,
decirle eso mismo a un jefe resulta más difícil, lo que
complica la situación del niño. En los Países Bajos, una
vez que el niño cumple los quince años se le permite
trabajar como repartidor de periódicos por la mañana,
con un contrato que también deben firmar los padres.
Los niños deben descansar un mínimo de doce horas
por día (y, sin lugar a dudas, entre las seis de la tarde y
las seis de la mañana) y la duración del trabajo no puede
superar las dos horas diarias. Fuera de los Países Bajos,
muchos niños tendrán que esperar un tiempo hasta
que se les trate así de bien.
El negocio de la prensa
Dos chicos que trabajan en el sector de la prensa... El
mismo negocio, ¡dos realidades diferentes! Ibrahim, en
la ciudad marroquí de Fez, ayuda a su padre a colocar
los periódicos y las revistas en su pequeña tienda.
1. Los Estados Partes reconocen el derecho del niño a que se le proteja de la explotación económica y del desem-
peño de cualquier trabajo que pueda ser peligroso o entorpecer su educación, o que sea nocivo para su salud o
para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social.
2. Los Estados Partes adoptarán medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para garantizar la apli-
cación del presente artículo. Con ese propósito y teniendo en cuenta las disposiciones pertinentes de otros
instrumentos internacionales, los Estados Partes, en particular:
a. Fijarán una edad o edades mínimas para trabajar;
b. Dispondrán la reglamentación apropiada de los horarios y condiciones de trabajo;
c. Estipularán las penas u otras sanciones apropiadas para asegurar la aplicación efectiva del presente artículo.
El artículo 28 regula los derechos de los niños a la educación primaria gratuita y obligatoria, además de ofrecer
educación secundaria gratuita y asistencia financiera para la misma. Todos los miembros de la ONU están obligados
a respetar esta convención. La Convención de 1989 es una extensión y diferenciación de la Declaración de los Dere-
chos del Niño de la ONU de 1959, que ya otorgaba a los niños el derecho a la educación y establecía una edad míni-
ma para su ingreso en el mundo laboral. También se limitaba el acceso de los niños a trabajos inseguros o peligrosos.
57
El morado me sienta mejor
Un colegio de primaria a las afueras de Accra, la capital
de Ghana. Ya en 1959, la ONU estableció el derecho de
los niños a la educación primaria gratuita.
4
¿De dónde viene el trabajo infantil?
¿Cómo podemos prevenirlo?
59
¿Por qué a los niños los ponen a trabajar? Imagínate un pueblo costero, a las afueras de la capital de Ghana, con un
nombre que no vas a encontrar en un mapa. Todas las mañanas cuando sale el sol vuelven los botes cargados de
pescado. Los hombres habrán pasado la mayor parte de la noche en el mar, atrayendo a los peces hacia sus redes
con una lamparita. Los niños corren y juegan en la playa, capturan pequeños cangrejos entre las rocas o se escon-
den bajo las redes. En el pueblo hay un colegio, pero al maestro casi nunca se le ve por allí. No es para sorprender-
se: le pagan tan poco que necesita otros dos trabajos solo para mantener a su familia. Aun cuando va al colegio,
su forma de enseñar no puede ser muy eficaz. Los niños se limitan a asentir, cansados como están de levantarse
temprano todas las mañanas para ayudar a capturar el pescado. No hay tiza y los niños no tienen cuadernos en los
que anotar nada, ya que sus padres no pueden permitírselos. No le ven razón de ser al colegio: al maestro no se le
suele ver por allí y no es más que perder el dinero que tanto necesitan.
A ellos les resulta mucho más provechoso que los niños les ayuden a halar el bote, a arreglar las redes y a limpiar y
ahumar el pescado. ¡Ya que están en la playa...! De jugar pasan a echar una mano, y en nada de tiempo a trabajar.
Además, son pocos los padres que entienden que así impiden que sus hijos se desarrollen como es debido y que
tendrán muchas menos oportunidades en la vida si no les dan una educación. ¿Es que no se ve que al ayudar a su
padre aprenden un oficio? ¡Un buen pescador no tiene por qué leer o escribir! A fin de cuentas, los niños pertene-
cen a sus padres, y estos pueden hacer con ellos lo que quieran.
61
desesperación
Desesperación en Filipinas
Me llamo Alma Booc. Tengo 36 años y nueve hijos. Vivo en Filipinas, cerca de Medellín, en el norte de la isla de Cebú.
En las plantaciones de caña de azúcar vivimos como en el Edén, pero yo no veo la belleza que me rodea, ya que no
tengo tiempo más que para sobrevivir. Estoy hecha polvo. Puedes ver mi desesperación en mi mirada. Siempre que
puedo, incluso estando embarazada, tengo que trabajar en los campos, igual que la mayoría de mis hijos. A mediados
de año, mientras crece la caña de azúcar, apenas hay trabajo en la plantación y nosotros tenemos muy poco dinero
para sobrevivir. Sí, he oído hablar de los anticonceptivos, pero mi vecina me dijo que la píldora te pone mala, así que
no la uso. ¡Si mis hijos son una bendición! Yo fui al colegio solo hasta los nueve años y mi marido hasta los diez.
esclavitud
Esclavismo en la India
Me llamo Sakkubai, soy de la India y tengo once años. Mis padres necesitaban dinero y lo pidieron prestado. Para
pagar su deuda tuve que trabajar en una granja, pero sin que nadie supiera por cuanto tiempo. Lo cierto es que
me vendieron como esclava. Yo no quería porque me daban mucho miedo las vacas, pero mi madre me pegó tan
fuerte que todavía tengo cicatrices. Antes me pasé un tiempo vagando por las calles. Menos mal que un volunta-
rio de la MV foundation de Hyderaban me encontró en la granja y se ocupó de que me enviaran a un refugio para
niñas. Aquí me dan clases extra, y así puedo ir al colegio normal. No quiero pensar en el futuro, porque todavía
estoy luchando con el presente.
63
Adopción en Marruecos
Soy la señora Sebah. Vivo en una ciudad muy pobre, la
de Salé, en la costa de Marruecos. Tengo ocho hijos. La
bebé es la novena, pero no es mía. La adopté de una
madre que no la quería. En mi casa, que está construida
con chapa, hace siempre un calor sofocante en verano.
Cuando llueve se cuela el agua por todas partes. Tengo
un nuevo novio, que a veces vende ropa de segunda
mano. También nos ayuda la comunidad. Lo bueno es
adopción
que mis hijos sí van al colegio.
tráfico de niños
65
Picando piedra en Perú
Este pueblo a las afueras de Lima, capital de Perú, tiene el
muy apropiado nombre de Puente Piedra. En este pue-
blo tan feo, completamente seco y sin plantas de ningún
tipo, la única forma de obtener ingresos es cortar y ven-
der piedras de las rocas. Los niños se entretienen con los
restos, o bien ayudan a sus padres a llevar y clasificar las
piedras. El trabajo queda cerca de casa. ¿Para qué vamos
a separar el juego de la ayuda a los padres y el trabajo?
Al leer este libro, ¿por dónde puedes empezar para oponerte activamente al trabajo infantil? ¿Qué tal si empeza-
mos por comprar productos del comercio justo, que se fabrican respetando a los seres humanos, los animales y el
medio ambiente? Todavía hay tan pocas opciones al respecto que hay que ir a una tienda especializada, mientras
que en los estantes de los supermercados apenas hay productos de este tipo. El comercio justo sigue siendo la
excepción, por terrible que parezca, ya que las cosas se deberían hacer como se hacen en el marco del comer-
cio justo. Al leer este libro, como individuo y como consumidor es probable que tengas más poder de lo que te
imaginas. Consulta el capítulo 8 para saber qué puedes hacer tú. A las empresas internacionales les aterra que las
cacen explotando niños, ya que los consumidores saben y están dispuestos a boicotear a las empresas inmorales.
Ahora mismo se están bosquejando códigos de conducta; se están sentando las bases para una buena gobernan-
za empresarial para así evitar y prohibir el trabajo infantil dentro de las empresas. Una vez que una empresa esté
funcionando de modo «ético», habrá que investigar a sus proveedores, lo cual supone toda una nueva gama de
problemas.
Una organización humanitaria permite
que trabajen los niños
Este es Yilmer (15 años), de Cajamarca, Perú.
Antes era adicto a esnifar pegamento, pero
ya no lo es. Una organización humanitaria
local, Chibolito, le ayudó a librarse de su
adicción. En esta fotografía está en el patio
del centro humanitario en el que vive ahora
con entre ocho y catorce niños de edades
comprendidas entre los siete y los quince
años. Esta organización depende principal-
mente de las donaciones de un benefactor
belga. Otra valiosa fuente de ingresos es el
gran horno que hay en el edificio. Durante la
semana, la mayor parte de los niños ayudan
a cocer pan, que luego se vende.
69
Creatividad en clase
Una pequeña clase en Malasia en la que se estimula el desarro-
llo de estos pequeños por medio de diversas actividades creati-
vas y físicas. Los duros empleos de sus padres dejan a estos con
muy poco tiempo que dedicar a estimular a sus hijos, a pesar de
que para que un niño se desarrolle es fundamental que conoz-
ca los colores, la música y el movimiento. Este colegio lo lleva la
organización local Pacos y el proyecto lo financia la fundación
neerlandesa Bernard van Leer.
El mercado internacional comienza poco a poco a darse cuenta
de que su prosperidad debe mucho a la población de los países
en que compran productos baratos, y por eso ahora empiezan
a ser conscientes de la responsabilidad social que eso conlleva.
Hace unos pocos años, Zeeman «devolvió» una parte: para ello
financió la construcción de un hogar infantil en Bombay, la In-
dia, para Save the Children. A su vez, Bernard van Leer, fabrican-
te neerlandés de barriles, mostró una increíble generosidad: en
1949, con el consentimiento de sus herederos, transfirió toda su
fortuna a una fundación. Con este dinero, la fundación Bernard
van Leer sigue financiando numerosas iniciativas destinadas a
estimular el desarrollo de los niños pequeños. Como fabricante
de barriles, Van Leer intervino especialmente en países en los
que la petrolera Shell, de propiedad británica y neerlandesa,
buscaba petróleo. Los barriles se fabricaban allá donde se nece-
sitaban. En el capítulo 8 puedes leer acerca del proyecto de ING
Llamadas telefónicas contra el trabajo
Bank Chances for Children, un proyecto destinado a «devolver»
infantil
una parte.
Al utilizar el móvil en Latinoamérica se
puede dar dinero a la lucha contra el tra-
bajo infantil. Telefónica dona parte de sus
beneficios a la fundación Proniño, que fue
fundada con esta finalidad. La campaña
Proniño se está llevando a cabo en doce
países de Latinoamérica, y ayuda a 22.000
niños en total. En Venezuela, la fundación
patrocina, entre otras cosas, los suminis-
tros escolares y los costes del transporte.
Proinfa es una de las agencias que se ocu-
pan de esto en Caracas.
Bienvenido a Limatex, el principal exponente de la producción textil sostenible en Perú. A las afueras de Lima tra-
bajan unas mil personas en las condiciones que ya son norma en los países occidentales: los empleados trabajan
en espacios bien iluminados y ventilados, cada día les dan una comida sana y trabajan las horas normales. Lo que
es más importante: les pagan bien y ganan lo suficiente como para llevar a sus hijos al colegio. Está claro que en
Limatex no trabajan niños.
Perú produce algodón de gran calidad. En Limatex se procesa únicamente el algodón en cuya producción no han
intervenido niños, como es el caso de la variedad orgánica oro blanco, que también se cultiva de modo ecológico.
Este algodón es un 40 % más caro que otros tipos de algodón, pero a quienes compran estas marcas (y por tanto
los consumidores con ojo crítico) les complace claramente pagar más por una conciencia limpia. En palabras de
Antonio Gamarra, portavoz de Limatex: «El consumidor tiene el poder».
Esta empresa no se dedica únicamente a procesar algodón, sino también materias sintéticas como nailon, po-
liéster y licra. Estas materias, así como también los accesorios (botones y cremalleras), proceden principalmente
de Asia. Gamarra no supo qué responder a la pregunta de cómo se producen estas materias, lo cual deja mucho
que desear.
Solidaridad
Solidaridad es una organización conocida en todo el mundo por su café Max Havelaar y sus plátanos Oké. Ellos
contribuyeron a la fundación de Limatex en 2003. Esta empresa textil está asociada con la marca Made-by, que
es también iniciativa de Solidaridad y que garantiza la producción sostenible de prendas de vestir. Esta empresa
cuenta asimismo con la aprobación de SKAL, un distintivo de calidad comparable neerlandés. Más información
en el capítulo 8.
Muchas marcas famosas confían parte de su producción a Limatex: Levi’s, Nike y Adidas, y las marcas neerlandesas
Alchemist, Kuyichi y M’Braze, por ejemplo. Algunas marcas controlan personalmente las fábricas, mientras que
otras encargan esa tarea a organizaciones reconocidas. Algunas empresas anuncian que van a visitar las instala-
ciones, mientras que otras no piden cita, como hace Abercrombie.
Costurera de Limatex
Perú se beneficia de un acuerdo especial que tiene con Estados Unidos y que le permite exportar grandes can-
tidades de prendas de vestir a ese país. Este acuerdo comercial llegó a firmarse gracias a que Perú cooperó acti-
vamente en la lucha contra la producción de droga en Latinoamérica. De este modo, la solución a un problema
ayuda a resolver otro.
71
Manos sucias en el sector textil
No pago nada
Recogiendo algodón en Perú, cerca de la
ciudad de Piura. María (5 años) recoge al-
godón con sus padres durante todo el día.
No les rinde mucho lo que ganan. Dice su
madre: «No pago nada». No reciben casi
nada de dinero.
Aprendiendo un oficio
Paul (14 años) está tejiendo una prenda
tradicional ghanesa, kente, en Bonwire, un
pueblo cerca de Kusami famoso por esta
prenda. No le pagan nada porque está
«aprendiendo». Paul procede de Volta, una
región a unos pocos cientos de kilómetros.
Tras la máquina de coser
Una niña trabajando por la tarde en el
Nuevo Mercado en Accra, la capital de
Bangladesh. Ya es normal que en Ban-
gladesh estén supervisadas las fábricas
textiles. Tom Harkin dio forma a una ley
estadounidense de 1994 que prohibía la
importación de prendas fabricadas por
niños. Con solo esta iniciativa tuvieron
lugar cientos de despidos de niños en
Bangladesh.
Acarreando tejidos
Anwar Hussein (11 años) ayuda a su pa-
dre en su tienda de tejidos de Paharganj,
un distrito en el centro de Delhi. Dice su
padre que el niño va al colegio por las
mañanas.
73
Fábricas mejores en Camboya
Probablemente el hermoso tejido que viste la madre de este precioso niño venga de una de las casi trescientas fábri-
cas de Camboya que participan en el programa Better Factories («Fábricas mejores»), bajo la supervisión de la OIT. Es
posible que el tejido lo haya fabricado una de las más de 300.000 personas que trabajan en estas fábricas. Todas estas
fábricas textiles han recibido un distintivo de aprobación y pueden exportar sus productos a Estados Unidos. El sector
textil es uno de los que más contribuyen a la economía de Camboya: factura unos 1.400 millones de euros al año.
Uno de los puntos del Multi Fibre Agreement («Acuerdo Multi Fibra») que firmó Estados Unidos en 1999 para que
se pudieran importar prendas de vestir de Camboya imponía unas condiciones laborales decentes. Si una empresa
quiere una licencia de exportación de las autoridades camboyanas para Estados Unidos tiene la obligación de ad-
herirse a esta iniciativa. La empresa se tendrá que ver sometida a reorganizaciones periódicas, así como también a
inspecciones en las que se estudian 500 aspectos diferentes. La OIT ha designado a treinta inspectores que viajan con-
tinuamente por el país con este fin. Los encargados de las compras de las empresas textiles de Estados Unidos (entre
ellas grandes empresas como GAP, Disney, Adidas, Levi’s y Nike) pueden acceder a los resultados de las inspecciones
respetando la confidencialidad de las empresas inspeccionadas. Cualquier irregularidad que se observe, ya sea leve
o grave, se estudia junto a la dirección de la empresa para así ayudarles a mejorar. Cada seis meses publica la OIT un
informe general de los avances al que se puede acceder libremente.
Resulta decepcionante que la mayor parte de los compradores extranjeros no confíen plenamente en las investi-
gaciones de la OIT, y que por ello tengan sus propios inspectores, lo que supone realizar las inspecciones de la OIT
por duplicado. Lyno Vuth, portavoz del programa Better Factories para la OIT, afirma que «a pesar de todo, cada vez
confían más en nosotros. De cada veinte compradores, ocho confían en nuestro criterio. Disponemos ahora de un
sistema sólido en el que es imposible “comprar” una licencia a un funcionario público corrupto. Creemos también que
el gobierno se ha puesto firme en este asunto. No obstante, sigue habiendo un problema con los subcontratistas que
lavan o tiñen la ropa para las empresas registradas, ya que por ahora nuestros esfuerzos no los alcanzan.»
La OIT planea también aplicar el concepto de las «Better Factories» en otros países. En Tailandia y Vietnam ya está ocu-
rriendo algo parecido, solo que allí se pone el acento en la formación. Todavía no se ha podido copiar por completo
este sistema en otros países. Para que se pueda aplicar, los patrones, los sindicatos y el gobierno deben cooperar
estrechamente. Según Lyno Vuth, «aún no hemos conseguido aplicar este concepto fuera de Camboya».
Sunrise Boulevard
El muelle de Sisowath, en Phnom Pehn, capital de Camboya, justo después del amanecer: el aire aún es fresco, la luz
frágil.
Saciando la sed de los demás
Esta niña vende agua embotellada a
la gente que espera pacientemente al
presidente de Laos, que está de visita
oficial en Camboya. Cuando cumpla
quince años podrá ir a trabajar a una de
las tres «Better Factories» que hay en su
país, en las que las condiciones labora-
les son buenas. Los retratos que llevan
(no siempre por voluntad propia) los es-
pectadores son del rey actual, Norodom
Sihamoni, hijo del pintoresco Sihanouk.
Se espera que el presidente de Laos lle-
gue de un momento a otro.
Documentos falsificados
¡Quien la sigue la consigue! Las niñas que trabajan en los talleres textiles cercanos a Phnom Penh tienen la opción
de escapar del campo, donde sufren tantas privaciones. Para encontrar trabajo en la exquisita ciudad del Mekong, las
menores de edad tienen que falsificar sus certificados de nacimiento. No escasean los funcionarios públicos dispues-
tos a ayudarlas. La OIT no da por buenos esos documentos al inspeccionar una empresa. Cuando una niña parece
demasiado joven para la edad que figura en sus documentos, se investiga más a fondo.
Tebeos educativos
Para informar a su personal acerca de las normativas existentes, en el marco del programa Better Factories se ha publi-
cado una serie de tebeos de título At the Factory Gates («A las puertas de la fábrica»). En ellos se retratan los derechos
y las responsabilidades de los empleados en forma de narración. También cubren temas como los robos y el trabajo
infantil. En esta viñeta, Kossal, un empleado corrupto de una fábrica, está falsificando los documentos de Srey Mom,
que indican que tiene dieciocho años en vez de los quince que tiene en realidad, con lo que puede hacer turnos de
noche y ganar más. Al comienzo de la historia queda claro que los turnos de noche son nocivos para una chica tan
joven. Los tebeos se publican en camboyano y en inglés. También se ha rodado un programa para la televisión cam-
boyana con el mismo título, que se desarrolla en el interior de una fábrica textil.
75
¿Qué hay más divertido que una escuela de circo?
¿Qué hay más divertido que una escuela de circo? Una for-
ma de atraer a los niños a clase es motivarles a acudir, con la
esperanza de que también convenzan a sus padres de que
la educación es útil. En muchos países los colegios recurren
a metodologías anticuadas y los profesores son auténticos
tiranos, lo cual no motiva en absoluto ni a los niños ni a
sus padres. Resulta que en Salé, Marruecos, ¡no es así! Hay
mesas y sillas situadas en forma de U dinámica. Los niños se
pueden ver unos a otros, aprender los unos de los otros e
interactuar. Los libros de texto están repletos de dibujos y el
arte es una parte importante del currículum. No obstante,
eso no es lo mejor de todo: lo mejor es que hay una escuela
de circo genuina asociada al colegio. ¿Te imaginas algo me-
jor? No hay que tener talento alguno para ser admitido en
el programa. De todos los alumnos que acceden a esta es-
cuela solamente el 85 % acaban en un circo de verdad, una
vez que son lo bastante mayores. Si tienen mucha suerte
pueden incluso acabar yendo de gira por Francia. Para los
niños que no llegan a ingresar en la escuela de circo hay
otros programas de formación profesional.
77
Haciendo malabares
Un joven artista circense en una
representación en Cajamarca. No
se sabe si asiste normalmente al
colegio, pero con la vida nómada
que lleva hay muy pocas probabi-
lidades de que así sea.
5
Ilusiones
Mural en Camboya.
79
comunicación
A nadie le costará adivinar qué es lo que
está ocurriendo aquí: los niños intentan
venderte postales. El lugar es Angkor
Wat, los famosos templos de Camboya.
Se trata de comunicación no verbal. Las
palabras no son necesarias; la expresión
de sus rostros basta para comunicar lo
que esperan de ti. ¡Cómprame una pos-
tal! Los niños podrían parecer un poco
más patéticos para añadir mayor dra-
matismo a su súplica. Puede que lleven
ropa vieja, que no lleven zapatos, que
estén sucios o que incluso te tiren de
la chaqueta. No hace falta hablar inglés,
a excepción quizá del precio: ¡un dólar!
No obstante, siempre pasa lo mismo en
Camboya, así que no hay sorpresas.
No necesitas hablar su idioma para ha-
cerles saber que no vas a comprarles La miel atrae más moscas que el vinagre
sus postales. Puedes escoger entre una Uno de los niños le dará un regalo: una postal gratis con un dibujo
serie de signos no verbales: negar con y un mensaje personal: «Me llamo Mean y le regalo esta flor. Le trae-
el dedo o con la cabeza, volver la cabe- rá felicidad. Es maravilloso que haya venido, ¡qué sonrisa más bonita
za hacia otro lado, o una combinación tiene! No lo olvide, que pase un buen día y mucha suerte con su tra-
de las tres. Puede que los niños decidan bajo y su familia». El resultado: te enterneces, compras tres paquetes
echarse a llorar, seguirte, colgarse de de postales y te gastas cuatro veces su valor real. Misión cumplida, y
tus piernas o… quizá algo más sutil. todo gracias a la comunicación. De eso trata este capítulo.
Trabajo infantil en Camboya
En Camboya, breve representación en la que la supuesta profesora explica a
una madre por qué es mejor enviar a su hija al colegio que a trabajar en las
Salinas cerca de Kampot. Los estudiantes llevan camisetas blancas en apoyo a
su mensaje. De hecho, dichas camisetas son parte de una campaña de publi-
cidad: en contra del trabajo infantil y a favor de la educación.
Sida en Jamaica
Breve representación sobre los peligros del VIH y el sida. En aquellas comunida-
des en las que pocos saben leer, la transferencia dramatizada de información
es una manera efectiva de comunicarse. Estos actores de la organización Hope
viven también en el centro de Kingston y cuentan con experiencia de primera
mano en cuanto a este tema, lo que hace su mensaje mucho más creíble.
81
Culpabilidad
Por el ejemplo de los jóvenes vendedores de postales de Angkor Wat, resulta obvio que la comunicación
resulta mucho más efectiva si se emplea un poco de delicadeza. Estás en una tienda de ropa y te gusta una
blusa, pero es muy cara. El vendedor es un hombre muy simpático, y el cappuccino gratis que te ofrece te hace
sentir un tanto culpable. Eso inclina la balanza a su favor. No necesitas ni las postales ni la blusa, pero dejas que
te convenzan. En el caso de las postales camboyanas, la comunicación tiene un papel. Sin embargo, hay una
condición: tanto el vendedor como el comprador deben saber leer y escribir.
En las comunidades en las que nadie sabe leer ni escribir, es mucho más difícil hacer llegar el mensaje. Resulta
mucho más difícil hacer entender que hay que hervir el agua antes de beberla, o que es inaceptable que los
niños trabajen, y no digamos ya el motivo por el que no está bien que los niños trabajen y qué se puede hacer
para evitarlo: esta información no llega a los que cuentan con menos formación, y estudiar sobre algo que
quieren saber o que hayan olvidado no es una opción. Tienen que ver y oír todo, y después intentar recordarlo
todo. Todo ello hace necesario un medio de comunicación que posibilite a todos la transmisión efectiva de un
transmisión
mensaje. Puede que se trate del método de comunicación más sencillo y más efectivo, pero también es el más
laborioso y caro. Además, el grado de detalle es muy limitado.
Si quieres aprender a leer, debes ir al colegio. A los profesores se les paga y están cualificados para enseñar. Los
padres también pueden enseñar, pero seguramente no tendrán ni tiempo ni la educación adecuada, puesto que
seguramente ellos tampoco hayan ido al colegio. Si un niño pierde la oportunidad de ir al colegio o aprender a
leer y escribir con sus padres, lo más probable es que siga siendo analfabeto el resto de tu vida. Si no aprende a
leer, en realidad seguirá siendo un niño para siempre. Su bienestar dependerá de otros adultos. En estas situacio-
nes, hay poca diferencia entre ser adulto o niño.
Violación
Cartel de Etiopía que advierte, con crudeza, contra la violación y sus consecuencias. El cartel está situado fuera
de un colegio. Había otro cartel que ilustraba la práctica de la circuncisión femenina de una manera extremada-
mente realista. La cuestión es si se debiera confrontar a los niños con estos excesos de la sociedad adulta, si bien
en una sociedad analfabeta en donde hay una distinción tan frágil entre un niño y un adulto no existe educación
o transición de una fase de la vida a otra. Se piensa (o simplemente no se repara en ello) que es mejor no ocultar
a los niños el lado oscuro de la vida.
Visto así, los padres que envían a sus hijos a trabajar no son desalmados que explotan a sus hijos a conciencia. No
perciben a sus hijos como niños. Simplemente piensan en sus hijos como personas, con un poquito de suerte por
ser pequeños. No están familiarizados con los beneficios de la educación y no distinguen entre ser niño y conver-
tirse en adulto. Los padres que no han ido al colegio no se dan cuenta de lo importante que es la educación. No
solo porque piensan que los profesores son unos mantenidos que siempre están ausentes, sino porque nunca
se han convencido a sí mismos del valor de la educación. Nunca aprendieron a leer ni escribir. ¿Por qué deberían
hacerlo sus hijos entonces?
83
A más niños, mayor riqueza
«Si tienes diez hijos o más, puedes trabajar mucha
tierra, y cuando llegan las lluvias tienes mucho para
comer», opina Ismael Isa, granjero del país africano de
wealth
Este tipo de razonamiento termina por ratificar del
todo la importancia de la educación como medio con
el que combatir el trabajo infantil. Muestra además la
aversión a la educación que hay que vencer con el fin
Níger, en un documental de Paul Rosenmöller para de lograr que los hijos de padres analfabetos vayan
IKON, en la televisión neerlandesa. Se puede decir que al colegio. Aparte de las posibles barreras financieras,
considera a los niños como el instrumento ideal para los padres necesitan además estar convencidos sobre
adquirir riqueza. Sus hijos son de su propiedad y los el valor del colegio y, en consecuencia, de la pérdida
puede utilizar como le parezca. Durante esta conver- de la mano de obra. La educación es la única cura al
sación, Ismael se muestra contrario a la política guber- trabajo infantil en el mundo entero. La sociedad no
namental de tener menos hijos. Eso para él significaría puede evolucionar globalmente si la gente no va al
la pobreza. colegio. Sin educación, el pobre seguirá siempre sien-
do pobre y necesitando ayuda, y el rico, al parecer, se
Las opiniones sobre este fragmento del documental volverá más rico. Los pobres no pueden defenderse
están divididas. Los productores no piensan que en por sí solos, y mucho menos los niños. Cada ladrillo
este caso se esté explotando a los niños. Según el edi- horneado por un niño está de más. Cada copo de al-
tor, el documental Silent Disasters («Desastres silencio- godón que recoge un niño debilita su posición y la de
sos») no se realizó con la intención de cuestionar a Isa la sociedad en su conjunto.
con respecto al trabajo infantil. Su objetivo era mos-
trar al público cómo vive la gente de Níger, probable-
mente la nación más pobre del mundo. IKON y Paul
Rosenmöller consiguieron hacer llegar este mensaje.
El documental te hace pensar, ¿cómo es posible que Amargo pan
este hombre piense así? ¿«Debería» pensar así sobre Escena de una mañana temprano, en la que un niño
los niños? Si es que no, ¿cómo podemos cambiar su de Etiopía carga con pan recién horneado del horno
actitud? a la tienda.
Dibujos
Utilizar la impresión para la comunicación no re-
sulta eficaz en una sociedad analfabeta, a menos
dibujos
que sea mediante dibujos. No obstante, los di-
bujos ofrecen tan solo un mensaje limitado. Eso
significa que el gobierno y la organizaciones de
ayuda al desarrollo deben esforzarse por ser lo
más creativos posibles con el fin de hacer llegar el
mensaje. A continuación vienen algunos ejemplos
sobre cómo se expresa la información sobre el
trabajo infantil en los países en vías de desarrollo,
clasificados por el tipo de medio.
Tema de la impresión
¡Tarjeta roja!
«Tarjeta roja al trabajo infantil», es el texto de este
folleto que entrega la OIT en Perú y que es bas-
tante conocido en otros países. La tarjeta utiliza
el simbolismo popular del fútbol y se utilizó por
primera vez durante los campeonatos regionales
de Malí, en África. Ha sido diseñada para los que
saben leer. Al igual que el cartel de Camboya, sirve
tan solo a modo de apoyo y recordatorio de otros
mensajes enviados a través de otros canales.
85
Cuidado, minas antipersona
Una camiseta muy sencilla aunque brillan-
te que avisa a los niños de Laos sobre las
minas antipersona, un enorme problema
en este país desde la guerra de Vietnam.
Los niños sirven de carteles andantes que
transmiten el mensaje a otros niños e in-
cluso a los adultos. Las camisetas gratuitas
tienen una doble función, puesto que tam-
bién sirven de ayuda al presupuesto fami-
liar. El uso de estas camisetas es muy popu-
lar en el mundo de la ayuda al desarrollo,
pero, por desgracia, a menudo el mensaje
tebeos
queda limitado a un logotipo o un lema tal
como «no más trabajo infantil».
Grupo comunitario
Madre filipina con camiseta de PLAN que
reza: «Estoy orgullosa de ser miembro del
grupo de vigilancia de la comunidad». Uno
de los objetivos de los grupos comunita-
rios es el de evitar que los niños vuelvan al
trabajo y conversar con los padres, siempre
y cuando sea posible. El texto resulta útil,
puesto que genera interés hacia el fenó-
meno relativamente desconocido de los
grupos comunitarios. El mensaje es claro
y su trabajo ya no es un secreto. También
se han visto grupos similares que ayudan a
prevenir que los niños vuelvan a trabajar en
la India y en Ghana.
Fiebre roja
A los niños de Camboya les dieron folletos
para informarles sobre la fiebre roja. Parece
ser que muchos padres del pueblo no sa-
bían leer, pero, afortunadamente, ¡los niños
podían ayudarles!
El empleado
Un niño trabajador y su jefe. El cartel anterior
podría haberse basado en ellos. En cualquier
momento hay unos diez niños trabajando
en esta fábrica de ladrillos, y cada uno de
ellos recibe veinte rieles por teja. Una familia
entera puede producir una media de 500
ladrillos al día. Eso les proporcionaría 10.000
rieles, o más o menos 1,75 euros. La OIT ha
instalado un colegio en las instalaciones de
la fábrica, similar a los que se han visto en el
capítulo anterior.
El patrón
Este es Wa Huy, director de una fábrica de la-
drillos cerca de Kampong Cham, en Cambo-
ya. «Aquí nadie tiene contrato» afirma, «ni los
niños ni los adultos. Vienen cuando quieren.
Los padres traen a sus hijos cuando salen
del colegio o en vacaciones. Una vez que
dejan a los niños, el padre y la madre suelen
ir a trabajar a los arrozales.» Los empresarios
eluden fácilmente la responsabilidad del
trabajo infantil, puesto que a los niños los
traen sus padres.
¡Zas!
¡Tarjeta roja al trabajo infantil, en todo el
mundo! ¡Tarjeta verde al fútbol! Sikkim, la
India.
87
Obvio
Póster contra el trabajo infantil en la India. El hombre escuálido y los niños levantando peso más allá de sus límites
físicos son una muestra cruenta del trabajo infantil. Sigue siendo obvio, sin necesidad de leer el texto: en este caso
se encuentra en hindi.
Poco claro
Póster contra el trabajo infantil en Ghana, dirigido a los
pescadores. El mensaje sobre los peligros a los que se
puede enfrentar un niño no queda muy claro. El niño
pequeño que cuelga de la barca se parece un poco a
una sirena, y el texto está en inglés, idioma que muy
pocos pescadores hablan aunque sepan leer. Algunas
campañas tienen una «misión interna», más que sim-
plemente dedicarse a transmitir la información a los
empleados de la empresa. Los dibujos del trabajo en
una fábrica textil en la que se explota a los trabajadores
en Camboya en el capítulo anterior también se impri-
mieron en inglés para beneficio de los donantes ame-
ricanos y los clientes occidentales.
Ladrillos sobre la cabeza
Madres con sus hijos trabajando en una fábrica de la-
drillos de Bangladesh, cerca de la capital de Dhaka. El
niño de la imagen es tan solo uno más de los muchos
que allí trabajaban.
En balsa
En la costa peruana, José (12 años) ayuda a su padre,
un pescador con un bote lleno de tortugas pescadas
ilegalmente. La balsa sobre la que está subido el chico
es el medio inestable de transporte estándar entre el
bote y la playa.
¡Ups!
Se pueden cometer errores fácilmente, especialmen-
te si te fías de la comunicación no verbal. Estos niños
de Perú estaban entreteniéndose con unas botellas de
plástico, y cuando el fotógrafo les preguntó lo que es-
taban haciendo, parece ser que no estaban reciclando
las botellas, sino jugando con ellas. ¡Ja, ja, ja! ¡Qué fotó-
grafo más tonto! Hay que tener cuidado con las ideas
preconcebidas.
89
Trabajo alternativo a mano
Pancarta pintada a mano por la organización venezo-
lana Corenats, que promueve el «trabajo alternativo»
para los niños. Los niños pueden ganar dinero extra-
yendo la pulpa de la fruta. Explicaremos este tema con
más detalle en el siguiente capítulo.
¿Al colegio?
En la capital filipina de Manila, estos murales represen-
tan aspectos tales como la educación y la sanidad. La
imagen de los niños yendo al colegio parece contra-
producente: el camino al colegio es muy largo, y la niña
que va delante parece que vaya a un campo de trabajo.
La comunicación implica además tener cuidado con no
crear la imagen errónea.
En texto
Un estudiante del instituto de Adlaon, en la ciudad de
Cebú, Filipinas. No está haciendo un póster sobre el tra-
bajo infantil, sino sobre los alimentos saludables, que
estaban siendo promocionados en Filipinas ese mes. Su
propuesta se centra en el texto.
Imágenes
La propuesta de sus compa-
ñeros es puramente visual.
Los estudiantes reciben en-
señanza técnica informal
para niños con problemas de
aprendizaje.
Comunicación móvil
Una de las cuarenta y ocho furgonetas pintadas con colores ale-
gres utilizadas por los 79 empleados del ayuntamiento brasileño
de São Paulo que intentan sacar a los 2000 niños deambulantes
y numerosos niños trabajadores de las calles. Una furgoneta de
este tipo no debe parecerse a un coche de policía, puesto que eso
asustaría a los niños y escaparían.
Don Quijote
Un albergue para niños de la calle con dibujos elaborados en São
Paulo. El tema de este es Don Quijote. La manera en que se han
pintado las furgonetas y las casas transmite el mensaje a los ni-
ños de que «lo hemos puesto bonito porque nos importáis». Al
menos, eso es lo que da a entender a un adulto. La actitud de los
empleados deberá reflejar ese mensaje, de lo contrario el mural
no servirá para nada.
Audiovisual
La televisión es el medio de las masas. No hay que esforzarse al
verla, puede comunicar emociones y es accesible a las personas
analfabetas. No obstante, también es un medio poco fiable, pues-
to que la impresión que cause puede no ser duradera y no ga-
rantiza que se pueda animar a la gente a emprender acciones. Lo
mismo ocurre con la radio, con la ventaja de que es más fácil hacer
y emitir programas de radio. El poder de la comunicación contra
el trabajo infantil viene de la combinación de varios medios. La
información impresa, los debates audiovisuales y personales de-
ben utilizarse con un objetivo concreto. Las cualidades concretas
de cada medio deben aprovecharse al máximo: transmitir la emo-
ción, información, hacer que la gente lo recuerde y animarles a
emprender acciones.
Esto no es nada nuevo: en los países desarrollados hay organiza-
ciones que utilizan la misma propuesta. Se dirigen a la población
de estos países para advertirles de que hay que tener hábitos sa-
ludables de alimentación, donar los órganos al morir o recaudar
dinero en pos de la lucha contra el trabajo infantil. En los Países Ba-
jos es mucho más fácil guiar a las personas en la dirección adecua-
da. Allí saben leer y escribir. Los países occidentales cuentan con
una gran gama donde elegir en lo que a medios se refiere, desde
los libros tradicionales, la televisión y la radio hasta Internet e in-
cluso el móvil. Esto todavía no garantiza que las campañas sean
igualmente efectivas. Algunos comportamientos tan solo pueden
cambiarse con mucho esfuerzo, o de manera muy, muy lenta. ¡En
el caso del trabajo infantil, hay que multiplicarlo por diez!
No ayudes a la criada
Aparte de la serie sobre las condiciones laborales en la fábrica (del capítulo 4) y los dibujos animados sobre el
tema, en Camboya la OIT utiliza también la televisión para informar al país sobre el trabajo y la explotación infantil.
Los programas son meramente informativos. Todavía se está investigando hasta qué punto consiguen cambiar
el comportamiento. En esta escena, una madre prohíbe a su hijo que ayude a la criada con la colada. Se ha de
mantener la distinción de clases.
91
Anticonceptivos
Este es un ejemplo de como se utiliza la radio para realizar una campaña en
el Caribe. En la isla de San Vicente, estos dos adolescentes están grabando
un programa muy conocido de radio en el que piden a los chavales como
ellos que utilicen los anticonceptivos para evitar embarazos no deseados.
El proyecto está financiado por la fundación neerlandesa Bernard van Leer.
El embarazo en adolescentes es un problema muy grave en esta región. A
menudo, las mismas madres son aún niñas que no cuentan con los cono-
cimientos necesarios para cuidar de sus propios hijos.
Familia real
Nimal tiene diecisiete años y lleva trabajando con su tía para una familia
china de la capital de Camboya, Phnom Penh, desde hace más o menos un
año. Su tía lleva haciendo este trabajo desde hace años. Trabaja siete días a
la semana, ocho horas al día, y gana menos de 20 euros al mes. Cuida del
niño más pequeño (camiseta roja). En la pared hay fotos «de la realeza» en
las que los dos hijos mayores visten trajes típicos camboyanos.
Los niños ayudan a los niños
El boca a boca, o en otras palabras, el habla, es la forma de co-
municación más antigua. De hecho, la conversación es la forma
de comunicación interactiva más antigua. Por interactiva enten-
demos que se pueden realizar preguntas y obtener respuestas,
pedir a alguien que repita algo o comenzar un debate. Se puede
llegar a acuerdos o hacer planes futuros, así que en principio, esta
forma de comunicación podría ser la más efectiva a la hora de
estimular los cambios de actitud. Por desgracia, no resulta tan
eficiente en cuanto a costes o tiempo, si tenemos en cuenta los
largos trayectos en las zonas rurales y los medios de transporte
necesarios. La planificación debe ser buena también: el grupo al
que va dirigida tiene que estar presente, y no trabajando en los
campos.
En Camboya, la organización de ayuda al desarrollo PLAN utiliza
un método denominado de niño a niño. En la región de Kam-
pong Cham, esta organización ha enseñado a quince niños, cu-
yas edades oscilan de los siete a los dieciocho años, todo lo que
se refiere a los derechos de los niños (véase capítulo 3). Apren-
den cómo reconocer cuándo se han vulnerado sus derechos, por
ejemplo, cuando se trata mal o abusa de los niños, o cuando se
les obliga a trabajar y no pueden acudir al colegio. Aprenden a
identificar sus límites. Esto resulta esencial, puesto que los niños
tienden a aceptar las cosas, especialmente cuando sus padres
les dicen que es normal. Esta información recién aprendida se
transmite entonces a otros niños, con el boca a boca.
93
Salidas con las vacas
Para muchos niños camboyanos, las clases
terminan a las once en punto. Entonces sa-
len corriendo de la clase para sacar a las vacas
o los búfalos a los campos, tal y como les ha
ordenado su padre o su madre. «Empiezan
a mirar al reloj nerviosos justo antes de las
once» cuenta Heng Sok, gestor de programas
de PLAN. «A las once, se marchan a toda ve-
locidad del colegio. Es frustrante; se pierden
las clases del resto del día, con lo que al día
siguiente es más difícil ponerse al día. Para los
profesores, es difícil competir con los padres
para hacer que los niños se queden en clase.»
En la foto de la derecha: aprendiendo sobre
derechos infantiles, y después la misma niña
alegre de arriba, que no volvió tras la pausa
de las once, sacando las vacas a los campos.
Con el método niño a niño de PLAN, la co-
municación comienza a parecerse mucho a la
enseñanza. Utilizando técnicas educativas, la
información llega mucho mejor y estimula a
la gente para que emprenda acciones antes.
¿Puede ser que la educación sea el método
de comunicación supremo?
¿Prohibir
o tolerar?
95
¿Quién resulta beneficiado porque continúe existien- Un buen lema en este caso sería: «Si hay alguna duda,
do el trabajo infantil? A alguien le debe estar benefi- no lo hagas». Puesto que el trabajo infantil suele tener
ciando, porque no es un fenómeno natural, sino que lugar en circunstancias sospechosas, puede que sea
depende de las personas y continuamos permitiendo mejor prohibirlo por completo. De esta forma siem-
que exista, bien de forma intencional, no intencional, pre se evitan las víctimas inocentes y se fuerza a la
necesaria, inevitable o por cualquier otra razón. ¿Qué gente a imaginar un mundo sin trabajo infantil. Este
motiva a la gente y quién es realmente responsable es el tema en discusión: ¿es aceptable pasar por alto
del trabajo infantil? ¿Qué dificulta tanto la lucha con- el trabajo infantil hasta cierto punto?, y ¿qué riesgo
tra él? ¿Cuáles son los atenuantes? ¿O es que la gente se corre de que otras personas se beneficien de esta
sencillamente suelta tonterías para disculpar la exis- explotación?
tencia del trabajo infantil?
Abdelhacq (12 años) abrillanta teteras de cobre en Marrakech
(Marruecos), donde Ibram cuece tajines (ollas marroquíes para
guisos). El joven panadero trabaja en Delhi, la capital de la India.
97
Agotado
Omar, de 10 años, parte ladrillos al lado de una carretera que está
construyéndose al norte de Dhaka, la capital de Bangladesh. El
capataz (a la derecha, con la camisa metida en los pantalones)
aseguró al fotógrafo que Omar asiste a la escuela por las tardes,
hora a la que, obviamente, el niño está completamente exhausto.
El trabajo está terminando con Omar: no solo le impide obtener
una buena educación, sino que el cansancio físico y el trabajo a
pleno sol son demasiado duros para un niño.
Omar no lleva gafas de seguridad, así que es bastante probable
que acabe metiéndosele un trozo de ladrillo en los ojos. No ob-
stante, sí tiene un trozo de neumático de caucho para proteger
los dedos por si se equivoca al apuntar con el martillo. El capataz
no hace más que estar allí y mirar; es probable que tenga familia
y no pueda permitirse perder su trabajo, puede que incluso sien-
ta pena por Omar y que esta sea la razón por la que no dice nada.
Algunos jefes arguyen incluso que están haciendo un favor a los
niños al darles trabajo.
Enriquecimiento
El mantenimiento del trabajo infantil puede ser importante para
los gobiernos o los políticos corruptos: oponerse a él podría cos-
tarles el apoyo político o financiero de algunas personas influy-
entes que tienen niños trabajando en sus fábricas. Los poderosos
conservan el poder en sus manos; los políticos que solo se inter-
esan por su propia riqueza no crean una red de seguridad para los
menos afortunados, puesto que esto cuesta un dinero que prefi-
eren embolsarse. Los padres que están demasiado enfermos para
trabajar no obtienen ayuda gubernamental y se ven forzados a
permitir que sus hijos trabajen para sobrevivir. Es bien sabido que
los inspectores del gobierno pasan por alto el trabajo infantil a
cambio de algo de dinero.
función
países en vías de desarrollo tienen grandes deudas, puesto que
han pedido prestado al sistema bancario internacional más dinero
del que pueden permitirse. La película Stolen Childhood (de la que
clave
se hablará con más detalle en el capítulo 8) nos proporciona más
información al respecto. La película Warzone, The Chocolate Mafia
trata sobre los agricultores que cultivan cacao en Costa de Marfil
y se quejan de los bajos precios que les pagan los fabricantes de
chocolate occidentales. De ahí que también podamos reconocer
una parte de la culpa: preferimos pagar menos por los productos
que compramos y lo consideramos completamente aceptable.
99
¿Por qué insisten los empleadores en apoyar la
existencia del trabajo infantil? A continuación se
enumeran algunas de sus razones.
Se admiten niños Trabajo infantil: no es mi responsabilidad!
• Un empleador prefiere pagar salarios más bajos para • Los niños vienen a trabajar con sus padres, así que
aumentar los márgenes de beneficio y reducir el es responsabilidad de los padres, no del empleador
riesgo de tener que cerrar la empresa. (Si se pagara que permite que haya niños trabajando en su em-
a los empleados adultos un salario mayor, los pa- presa.
dres no se verían forzados a hacer que sus hijos tra-
bajaran para ganar unos míseros céntimos). • Es bueno que los niños trabajen con sus padres: les
da un sentido de la responsabilidad, aprenden un
• Los niños son los trabajadores más dóciles que exis- oficio y contribuyen a los ingresos familiares.
ten: no tienen contrato, no aparecen en nómina y
puede despedírseles con facilidad cuando ya no se • Debe enseñarse a los niños las diferentes habilida-
les necesita; no tienen derechos y no pueden de- des mientras son jóvenes, antes de que sean dema-
fenderse por sí mismos. siado viejos para aprender.
• Los niños son ingenuos, fáciles de atemorizar y no • Debe haber niños trabajando en la fábrica para que
se atreven a negarse a hacer ni siquiera las labores siga funcionando: sus manos son las únicas lo sufi-
más terribles. cientemente pequeñas como para realizar algunas
tareas, sin ellos la fábrica iría a la quiebra y esto afec-
• Utilizar a los niños para algunos trabajos constituye taría negativamente a toda la comunidad.
un ahorro; por ejemplo: si se les hace trabajar en las
minas, pueden construirse galerías más estrechas y • Los niños pueden ganar dinero para los uniformes y
eso ahorra dinero. el material escolar y, entonces, pueden ir a la escuela.
Los empleadores desempeñan una función clave en la lucha contra el trabajo infantil. Con frecuencia dan tra-
bajo a los padres de sus jóvenes trabajadores, lo que les da todavía más poder, puesto que la familia completa
depende de ellos. Las organizaciones de ayuda al desarrollo y las autoridades prefieren mantener las buenas
relaciones con los empleadores, pero esto puede ser como bailar con el diablo: al intentar luchar contra el
trabajo infantil hay que tener cuidado de no vender el alma. El trabajo para una organización humanitaria y el
intento de acabar con el trabajo infantil dependen en gran medida del apoyo de las autoridades, sin el cual se
lucha una batalla perdida.
niños
tado: por ejemplo, en la fábrica de ladrillos solo pueden
trabajar durante cuatro horas al día, tres días a la semana.
No se permite que el trabajo interfiera en la educación.
Centro juvenil
sindicados
Miembros del sindicato en el aula de la comisaría de Caja-
marca, que se ha convertido en una especie de punto de
reunión para ellos. Los cuadros de las paredes no intentan
ocultar donde se encuentran.
103
Levántate y baila
Ensayo general de un baile tradicional interpretado
por miembros de la asociación IINCAP, en la sala de
ensayos a la salida de Cajamarca. Todos en IINCAP es-
tán de acuerdo en que, después de trabajar, hay que
divertirse. Las actividades culturales organizadas por la
asociación fomentan la amistad y la solidaridad entre
los niños. Al mismo tiempo se muestra la cultura pe-
ruana, un añadido.
El sindicato infantil
Reunión del comité del sindicato infantil Corenats, en la
ciudad venezolana de Valera. Como comité, sus miem-
bros tratan de garantizar que los niños que trabajan,
bien porque quieren o porque lo necesitan, reciban
un tratamiento justo. Desean evitar la explotación. Con
ese fin, se acuerdan diferentes condiciones de empleo
con los jefes: el derecho a afiliarse a un sindicato, el de-
recho de reunión, a hacer preguntas, a la libertad de
expresión (y a que se le escuche) y el derecho a buscar
soluciones a los problemas. Corenats, de hecho, crea un
reflejo del mundo adulto. «Y así debería ser», afirma el
presidente José. «Muchos niños son al menos igual de
productivos que los adultos; en ocasiones, más». Según
él, los niños constituyen fieros rivales para sus propios
padres y los empleadores deberían alegrarse de que se
conformen con menos dinero.
Fábrica de frutas
Esta es la fábrica de pulpa de fruta fundada por Corenats en la
ciudad de Barquisemeto. Aquí se permite que trabajen los niños
mayores de doce años con permiso especial del gobierno, duran-
te un máximo de veinte horas por semana. También deben asistir
a la escuela. El trabajo es sencillo y repetitivo, pero reciben un sa-
lario relativamente bueno.
Impotentes
Joseph (13 años) es empaquetador en un supermercado. En rea-
lidad, le encantaría ser profesor de matemáticas, porque le en-
cantan los números, pero gana demasiado poco como para ir a
la escuela: tiene que conformarse con las propinas. No está en
nómina y no recibe salario mínimo. «Me explotan, pero Corenats
no puede hacer nada porque no estoy en nómina», dice Joseph.
«Si alguien dijera algo al respecto, me despedirían. Hay otros diez
esperando mi puesto». Corenats tiene previsto comenzar su tra-
bajo con los niños trabajadores en los supermercados, en otras
palabras: incluirlos en un sindicato.
impotentes
105
Acarreando bolsas
Rellenar bolsas en las cajas del supermercado es una la-
bor popular en Venezuela. La venta y acarreo de bolsas
de plástico se hace en todo el mundo: puede verse en
el mercado de pescado de Esauira (Marruecos), en el
mercado cubierto de Kota Kinabalu (Malasia) y en Leku
(Etiopía). Estos niños que trabajan en Malasia proceden
de Filipinas.
Cena con los amigos en Friends
¡Sudamérica en comparación con Asia! Saroen (17 años) sir-
ve el pedido a una pareja italiana en el restaurante Friends
(Phnom Penh, Camboya), cuyos trabajadores infantiles so-
lían ser niños de la calle. Aquí la organización Friends, que
participa en muchos proyectos para niños sin hogar y recibe
apoyo de la OIT, les forma para trabajar en el sector de la
restauración. «Los niños reciben las propinas de los clientes
y también participan de los beneficios», explica Gustav Auer,
escandinavo y asesor técnico de Friends. «No les damos
demasiado dinero, porque la idea es que vayan avanzando
hasta integrarse en el sector de la restauración real. No de-
ben depender demasiado de nosotros, sino aprender a de-
fenderse por sí mismos.» La situación en Friends es diferente
de la de Corenats en Venezuela. Aquí los niños aprenden un
oficio y la edad mínima permitida es de diecisiete años.
107
Por unas chucherías y algo de diversión
chucherías
Los niños que se afilian a un sindicato no son los más
pobres: estos niños pueden quedarse el dinero que ga-
nan y gastárselo en cosas que les gustan, como los niños
occidentales que optan por tener un trabajo a tiempo
parcial para tener algo de dinero que gastar.
Seguros de sí mismos
Los adultos determinan la trayectoria que tomarán los
sindicatos. Los niños mayores que desempeñan el li-
derazgo no suelen tener experiencia alguna en trabajo
infantil y (por lo tanto) no consideran que las condicio-
nes de trabajo sean el mayor problema. Los sindicatos
realizan su actividad en las grandes ciudades y no llegan
a los niños que se encuentran en las zonas rurales. Esta
es la razón por la que Van den Berge no considera que
los sindicatos infantiles sean una solución directa para el
trabajo infantil, o al menos no para las peores formas. No
obstante, según él sí hay algunas ventajas: el sindicato
permite que los niños se vuelvan más seguros de sí mis-
mos. Incluso cuando esto puede producir problemas
en el hogar; afiliarse a un sindicato fomenta la amistad
y la solidaridad, y las clases adicionales son muy útiles.
(Véase el capítulo 8 para obtener información sobre el
informe). La pregunta es si se necesita un sindicato para
estimular esto porque, de manera intencionada o no,
tiende a mostrar el trabajo infantil de forma positiva.
seguros de
madre tiene en el mercado.
sí mismos
Karen (8 años) se sienta con sus balanzas por encima tanto, obstruye el progreso hacia una solución real. La
de la autopista a Lima. Edwin (7 años) trabaja en una conclusión en el estudio de Irewoc más reciente afirma
zona rural peruana, cerca de Piura. Este pequeño vende más o menos lo mismo, aunque otros estudios de la
latas de salmón en un mercado a las afueras de Lima. misma organización se inclinan más por la «tolerancia».
No basta con culpar del trabajo infantil a la pobreza.
Según se comentó antes, hay teorías diferentes sobre Deben tenerse en cuenta otros factores, tales como
cómo tratar el trabajo infantil. Por una parte, hay per- el difícil acceso a la educación, las malas instalaciones
sonas que están completamente en contra del trabajo educativas y la discriminación social. Tolerar y maqui-
infantil de cualquier tipo y por otra los que lo toleran llar el trabajo infantil hará que continúen existiendo
aceptan que hay una cierta cantidad de trabajo infantil innumerables formas de injusticia económica y social,
«necesario» y se centran en la mejora de sus condicio- enriquecimiento propio y colaboraciones injustas (in-
nes de trabajo. Esta tolerancia es más habitual en Suda- cluyendo la colaboración entre Occidente y los países
mérica. Los sindicatos infantiles y otras «políticas de del tercer mundo). Incluso podría argumentarse que
contención» deben refinar el trabajo infantil para que este enfoque podría asentar el trabajo infantil con
esa práctica sea menos dañina para los niños. Parece más firmeza en una sociedad. En el capítulo 8 figura
existir un modelo de consenso, donde todos hacen lo la historia de seis muchachas que trabajan realizando
que quieren, dentro de ciertos límites. Las personas que labores domésticas para algunas familias y que son
se oponen a este punto de vista afirman que esto hace también miembros de una organización que respalda
que el trabajo infantil parezca algo aceptable y, por lo unas buenas condiciones laborales.
Un banco invisible
Un niño en Delhi se gana un puñado de dinero por
el papel que ha recogido. Muy probablemente viva
en la estación de Delhi, apenas a unos metros de
distancia. ¿A dónde puede llevar su dinero para que
no caiga en malas manos? La fundación Salaam Ba-
laak (literalmente, «hola niño») tiene en la estación
un refugio para niños sin hogar donde pueden co-
mer, hacerse revisiones médicas y recibir clases in-
formales. La organización también tiene un banco,
pero por desgracia no se permitió al fotógrafo verlo,
igual que ocurrió con el Banco para el Desarrollo In-
fantil, gestionado por la organización Mariposas de
la India, sin que se le ofreciera ninguna razón clara
para ello.
109
Gracias, Ganesha
Dhira (13 años) vive en y en los alrededores de la
estación de Delhi. Una rápida plegaria para agrade-
cer su almuerzo en el refugio, donde disfruta de un
momento para sí mismo sin temor a que lo persiga
alguien. En la estación hay una jerarquía estricta:
hay líderes de bandas en cada andén y chulos que
introducen a las niñas sin hogar en la prostitución.
La mayoría de los quinientos niños de la estación
vienen de fuera de Delhi. Como viajero, casi nunca
los verá y, si se los presentan, se fundirán ante sus
ojos de lo felices que se sienten porque alguien le
ha prestado alguna atención.
Famoso indio
Shekhar (19 años) solía vivir en la estación o a su al-
rededor, y ahora es guía turístico «experto en la ma-
teria» en nombre de Salaam Balaak. Recuerda la gran
libertad que le encantaba de las calles. Shekhar es
una celebridad (inter)nacional desde que apareció
en el libro benéfico indio If I were rain. La directora de
cine Mira Nair fundó la organización Salaam Balaak
para devolver a los niños de la calle los ingresos ob-
tenidos por su película Salaam Bombay, que trataba
de esos niños.
Bancos infantiles
Parece que no solo en Sudamérica se discute si prohibir o tolerar el trabajo infantil; la cuestión
surge en todo el mundo. Hay desacuerdo en los lugares donde se facilita el trabajo infantil,
en lugar de prohibirlo. En la India, por ejemplo, hay bancos para niños sin hogar que desean
guardar su dinero en un lugar seguro. La fundación Salaam Balaak dirige este tipo de banco. Los
niños ahorran para cosas como la boda de una hermana, para la que siempre hacen falta dotes
bastante grandes, y reciben un diez por ciento de interés. Los niños también pueden obtener
pequeños préstamos, a condición de que puedan probar que asisten a la escuela.
Las personas que cuestionan este sistema están de acuerdo en que permitir que los niños
guarden su dinero en un lugar seguro es una buena obra, pero advierten de que este tipo de
instituciones solo contribuyen a estabilizar, y quizá reforzar, el trabajo infantil.
111
Aflatoun: ahorra tu paga
Hay otra iniciativa financiera nacida en la India que se conoce como
Aflatoun, una palabra hindi que viene a significar «valiente, atrevido»,
alguien inteligente y aventurero que no teme ser diferente y defender
aquello en lo que cree. «Estas son las características que esperamos con-
tribuir a desarrollar con Aflatoun», afirma su fundadora, Jeroo Billimoria.
«Los niños confían más en sí mismos porque pueden ahorrar su dinero.
De eso se trata: una vez que comienzan a ahorrar, comienzan a pensar
a más largo plazo y a preguntarse qué es importante para su futuro; en-
tonces pueden empezar a labrárselo. Los niños se vuelven más capaces
y pueden encontrar sus propias soluciones a los problemas que surjan
en la situación familiar. Parece que ahora se fugan menos niños de casa,
sencillamente porque su necesidad de hacerlo ya no es tan grande.» Los
niños también desarrollan habilidades comerciales y dirigen pequeños
negocios, de modo que en esta escuela adquieren conocimientos útiles
para la vida.
ayuda
Childline
Jeroo Billimoria de Aflatoun se autodenomi-
na una emprendedora social en serie. Es una
emprendedora social incansable del mismo
calibre que el ganador del premio Nobel
Muhammad Yunus, del Grameen Bank (véa-
se el capítulo 2). En 1996 Jeroo fundó la or-
ganización Childline en Bombay, que ofrece
a los niños sin hogar y en problemas el telé-
fono gratuito 1098 al que pueden llamar 24
horas al día para hablar inmediatamente con
alguien que les envía ayuda. En los últimos
diez años, este número de teléfono ha recibi-
do diez millones de llamadas, y ahora tanto
el teléfono como la ayuda que proporciona
están disponibles en 74 ciudades de la India.
Esta iniciativa ha tenido un impacto enorme
sobre la salud física y mental de los niños de
la calle y de otros trabajadores infantiles en
la India. Para más información, puedes visitar
www.childlineindia.org.
113
Llamada de emergencia
Niños jugando en Varanasi (la India) bajo la
mirada vigilante de un mural que anuncia que
el número de ayuda gratuito de Childline, el
1098, se encuentra disponible 24 horas al día.
7
Un mundo para los niños
115
Orgullo
Este niño indio está claramente orgulloso de su trabajo. Es uno más, y al igual que sus compañeros adul-
tos, lleva cargas pesadas y sube escaleras portando grandes recipientes con mezcla sobre su cabeza con
maestría. Está madurando rápidamente, o incluso ha madurado ya. Su infancia es definitivamente algo
que pertenece al pasado. Está aprendiendo a ser independiente a una edad temprana. Otros niños de su
edad se suben a los árboles mientras que él sube a edificios. ¿Y qué más da? Está aprendiendo un oficio
y no necesita ir a la escuela para eso. Hace sus prácticas trabajando y además ¡está ganando dinero!
Si se le pregunta, dirá que está contento con como van las cosas. Quizá puede que hasta diga que es su
derecho trabajar si él quiere. Está ganando algún dinero extra y se siente contento de poder contribuir a
su economía familiar. Sus padres no tienen mucho dinero así que cada rupia cuenta. Están orgullosos de
su hijo, y es exactamente aquí donde está el problema.
A los niños, especialmente los que tienen seis años de edad, les gusta hacer cosas que aprueben sus
padres. De modo que van al colegio, dibujan o construyen una casa. Lo que hacen no es lo importante.
Lo que importa es el aprecio que reciben por hacer esas cosas. Sin embargo, a esta edad, los niños no
pueden entender las implicaciones de su decisión de trabajar o de ir al colegio. No entienden que tal
vez, en su momento, acaben arrepintiéndose de esta decisión «voluntaria». Es probable que tampoco
sus padres puedan pensar en su futuro, puesto que a ellos los criaron de la misma forma. Por ello, si un
niño afirma que le gusta trabajar, ¿en qué medida se puede valorar lo que dice? ¿Qué diría ese niño si se
le permitiera elegir entre el trabajo y el colegio?
Relación económica entre padres e hijos El debate sobre el trabajo infantil gira en torno al de-
Probablemente sea mucho mejor para los niños ir a licado equilibrio existente entre una innecesaria con-
trabajar junto a sus padres en lugar de ir al trabajo so- descendencia y la obligación de establecer normas. En
los. Aún así, casi cualquier tipo de trabajo infantil crea la mayoría de países se han establecido unas edades
una relación de tipo económico entre los padres y sus mínimas para conducir, comprar alcohol y la educa-
hijos. Al niño no se le aprecia por ser quien es sino por ción primaria obligatoria. Aparentemente, estas res-
el dinero que trae a casa. Este tipo de relación es muy tricciones sobre las libertades civiles tienen sentido.
diferente de una relación puramente emocional. ¿Que ¿Por qué si no iban a estar tan extendidas?
consecuencias tendrá esto para la estabilidad psíqui- Los padres están haciendo lo mismo con sus hijos.
ca y emocional del niño, en el presente y en el futuro? Imponen normas sobre comer dulces, la hora de ir a
Puede que acabe viendo a sus padres como explota- dormir, rezar sus oraciones, ir al colegio e ir al traba-
dores, y de hecho así ocurre, como manifiestan algu- jo. Si los padres no son capaces de imponer normas,
nas personas que en su infancia trabajaron. Su relación entonces el gobierno debe intervenir para atender los
con otros niños que trabajan puede transformarse en problemas más importantes. Los gobiernos contratan
una relación puramente económica o de competen- a personas que pueden tener una visión de futuro y
cia. Aún así, pueden surgir «auténtica» amistad o soli- decidir lo que es bueno para un niño. Es aquí donde
daridad. acaba la autonomía de los padres y sus hijos y donde
comienza la labor de organizaciones para el bienestar
infantil o las inspecciones de trabajo.
Compartiendo
Dos niños en la ciudad argentina de Igua-
zú, ciudad que atrae una gran cantidad de
turistas por sus famosas cataratas. Com-
parten las sobras de las comidas servidas
en una excursión nocturna en autobús,
que les ha dado el conductor.
117
Marvin (16 años) rocía insecticida, que él también está inhalan-
do en sus inmaduros pulmones. Este huerto de mangos está
cerca de Daet.
Rociando y cayendo
Independientemente de si los niños deben de trabajar o no,
una cosa está clara: los niños suelen estar expuestos a peligros
físicos y psicológicos cuando trabajan.
Charlie (15 años), de Filipinas, cubre mangos con bolsas de pa-
pel para protegerlos de los insectos. Trepar árboles es especial-
mente peligroso tras la lluvia, ya que esta hace que la corteza
de los árboles sea especialmente resbaladiza. Es normal que se
caigan de los árboles de forma tal que sufran fracturas.
¡Cuidado con los dedos!
Estos niños están prensando partes de metal para cinturones
y candados en Aligarh, la India. Para los cuerpos en crecimien-
to no es saludable trabajar en esta posición durante perio-
dos prolongados de tiempo. Si no tienen cuidado se pueden
aplastar los dedos.
119
Resbalando y deslizándose en una curtiduría
Este niño trabaja en una curtiduría en Fez, Marruecos.
Su piel y sus pulmones están constantemente ex-
puestos a los productos químicos que se usan para
tratar las pieles. Los empleados no tienen ni el equipo
ni la vestimenta necesarios para poder protegerse.
Algunos de sus compañeros mayores estaban sum-
ergidos hasta los muslos en las cubas. El suelo y las
pieles son resbaladizos y resulta difícil trabajar con el-
los. Los turistas compran bolsos o chanclas, sin saber
que las pieles de las que están hechos han sido proc-
esadas en semejantes condiciones. Organizaciones
como WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) o las
autoridades aduaneras intentan prevenir la import-
ación de especies o productos confeccionados con
animales protegidos. Esta práctica está prohibida por
ley. Sin embargo, el trabajo infantil no se supervisa
tan estrechamente y es casi imposible controlarlo de
forma efectiva. En cualquier caso, los turistas deben
ser más críticos a la hora de comprar.
Mohammed (12 años) sigue lim-
piando botes. Este es el tipo de
trabajo más común en el puerto.
Inválido en el puerto
Hace siete años, Chachbi Lahs-
ave (21 años) trabajaba en el
Puerto marroquí de Safi: allí su
pierna quedó atrapada en una
guindaleza, lo que le ha dejado
inválido para el resto de su vida.
Su situación mejoró en parte
cuando sus amigos y él reci-
bieron una silla de ruedas para
jugar al baloncesto de parte de
una organización humanita-
ria francesa. Su patrón anterior
pagó los costes de una prótesis
y también le compensó por los
daños. No obstante, Chachbi no
ha podido conseguir una edu-
cación para encontrar un traba-
jo que se ajuste a su situación y
se encuentra desempleado. Vive
aún con sus padres.
121
labia
Interacción y comunicación
En muchos países en vías de desarrollo los gobier-
nos funcionan de forma ineficiente o no tienen los
fondos necesarios. Las organizaciones de ayuda al
desarrollo intentan ayudar, tanto si son bienvenidas
como si no. Están ahí por el bienestar de los niños.
Aquí es donde comienza la discusión sobre lo que
es bueno para los niños. Como ya se ha mencionado
en capítulos previos, existen distintas opiniones so-
bre esta materia. Algunos afirman que los niños que
trabajan están siendo educados para su futuro. Están
aprendiendo un oficio útil. Se convierten en perso-
nas independientes y aprenden habilidades que les
serán útiles a lo largo de sus vidas. Aprenden, por
ejemplo, habilidades comunicativas. Los niños que
venden productos se comunican sin parar. Promo-
cionan sus mercancías, argumentan, desarrollan sus
poderes de persuasión e incluso tratan de apelar a
las emociones de sus posibles compradores. Ven a
los turistas como si fueran cajeros automáticos an-
dantes. Algunos no se mueven de detrás de sus ten-
deretes. Otros prefieren caminar sorteando el tráfico
para vender sus mercancías, con todos los riesgos
que eso conlleva. En lo que se refiere a contenido o
variación, la labia de estos niños a la hora de realizar
una venta es extremadamente limitada. Las conver-
saciones resultan a menudo decepcionantes para
estos niños si no consiguen una venta.
De izquierda a derecha:
Cigarrillos en Perú.
Flores en la India.
Pescado en Marruecos.
Pañuelos en Marruecos.
Pescado en Ghana.
Flores artificiales para celebrar San Antonio en Brasil.
123
Muchos niños se encuentran aislados del res-
to del mundo por su trabajo. Trabajan en casa, en
granjas o en talleres. En estos lugares, encuentran
poca interacción o comunicación que les estimu-
le. No se puede imaginar a un niño aprendiendo
nada útil en estos lugares. Las plantas, los búfalos
o el pescado no responden cuando se les habla. El
niño se encuentra solo con sus pensamientos. Los
compañeros de trabajo de estos niños suelen ser
mayores y no son educadores. Los niños apren-
den imitando a los demás. Si no hay nada intere-
sante que ver, entonces no hay nada que imitar.
125
Formas de interacción entre niños
que normalmente se consideran
inofensivas
Chapoteando en Filipinas.
Retozando en la India.
Revolucionando la clase, en Ghana.
Divirtiéndose en Filipinas.
Saltano en Filipinas
Bailando en Bangladesh.
interaccíon
127
Namasté en la India.
Jugando al fútbol en la isla de San Martín.
Marcando el ritmo en Bangladesh.
Risitas en Bélgica.
Llamando desde la India.
Niñas tímidas en Guatemala.
129
Adquiriendo disciplina
Hay quien afirma que los niños aprenden a ser in-
dependientes mediante el trabajo. Adquieren dis-
ciplina, la ética del trabajo y puntualidad. La mayor
parte de los expertos están de acuerdo en que la
infancia es el periodo en el que se exploran los lí-
mites de uno mismo. Los límites pueden aún ser
cruzados sin que las repercusiones sean serias. No
obstante, a los niños que no realizan su trabajo de
forma satisfactoria se les trata duramente. Estos ni-
ños están trabajando en un arrozal en las Filipinas.
Plantan arroz bajo la atenta mirada de su supervisor.
Aprendiendo un oficio
Este niño está aprendiendo carpintería en Marruecos, un país con una larga
tradición de aprendices. ¿Se le paga? Probablemente no, cosa que entra
dentro de lo normal. Así que, ¿dónde acaba el aprendizaje y comienza la
explotación?
131
Diversión en el trabajo
A veces, el trabajo puede ser divertido, sobre todo cuando
un fotógrafo os pide a todos que corráis hacia él como si
quisierais venderle, de forma persistente y agresiva, los plá-
tanos que lleváis. Como ocurre aquí cerca del templo de
Angkor Wat en Camboya. El resto del día tienes que moles-
tar a los turistas intentando que te compren los plátanos
que llevas para que se los den de comer a los monos.
Diversión en el pueblo
Al estilo etíope…
Diversión en la escuela
It could be even more fun
to run and laugh at school,
as you can see in this photo
taken on the Caribbean is-
land of Saint Vincent. Here
too the photographer ma-
naged to walk backwards
without tripping.
133
Niños vendiendo a otros niños
Los niños que trabajan se encuentran, a veces, con niños que
no trabajan. Esto ocurre cuando, por ejemplo, venden helados
o juguetes. El contraste no puede ser mayor. Los niños que les
compran son ricos. Los niños que trabajan son pobres y no
pueden ir al colegio. En momentos como estos, el niño tiene
que enfrentarse al hecho de que existen desigualdades en la
sociedad. Esto hace que rápidamente broten sentimientos de
inferioridad y vergüenza.
Helado en Brasil
Mauricio (11 años) en las calles de Nova
Europa, un pequeño pueblo a varias
horas de São Paulo. Por las mañanas
va a la escuela. Vende helados seis tar-
des a la semana. Tiene que darle todo
el dinero que gana a su padre desem-
pleado. Gana entre cinco y ocho rea-
les al día (de dos euros a tres euros al
día). Todos sus amigos tienen bicicleta.
Mauricio es el único que no tiene.
Aperitivo en Camboya
Esta niña en Phnom Penh está ven-
diendo chhem chroukl (morcilla) y dam
laung Chean (patatas fritas) a niños de
la escuela. ¡Disfrutad!
Globos en la India
Este niño está vendiendo globos en
Banjara Hills, uno de los barrios más
caros de Hyderabad, India.
Galletas en Ghana
Un suceso peculiar en una escuela
en Ghana a la que asisten niños que
previamente trabajaban: dos estu-
diantes están vendiendo galletas a
sus compañeros. Una paradoja que no
sorprendió a sus maestros o a la orga-
nización de desarrollo local. Una niña
vendía limonada a la puerta de una
escuela en Etiopía.
135
Escapar de la realidad
escapar
Trabajadores y niños de la calle asisten a películas indias de amor. Se ponen sus mejores ro-
pas y compran entradas para los mejores asientos. Es su inocente manera de escapar de una
realidad en la que ellos son los excluidos mientras otros son ricos. En la India, así como en
otros países del mundo, muchos niños esnifan pegamento y disolventes. Es su escapatoria
final. Cuando están colocados, no sienten hambre, frío o miedo. Estos productos les cambian
la personalidad y dañan de manera irreparable sus cerebros y pulmones.
Cuando están solos, estos niños son o muy tímidos o muy agresivos. Estos dos amigos en
un barrio de Manila, Filipinas, están bastante contentos. El niño con la pintada al fondo vive
en un túnel en São Paulo. El niño con el rickshaw vive en Phnom Penh. En muchos centros
de acogida para niños, los programas de desintoxicación forman parte de los servicios habi-
tuales. En Brasil hay un tipo barato de crack que es popular entre los niños y que solo cuesta
medio euro.
139
Lo de jugar no hay que tomárselo a la ligera
Se han escrito muchos libros sobre lo beneficioso que resulta jugar
para los niños. Jugando con otros niños se aprenden toda clase de
reglas que gobiernan la interacción social. Jugando con otros, los ni-
ños se integran socialmente y consiguen verse a través de los ojos de
los demás. De esta manera son conscientes de sus propias acciones.
Si los niños pueden leer y experimentar la vida de otras personas a
través de los libros esto les hace entender parte de su propia exis-
tencia. Según Freud y otros autores, los niños pueden reducir sus
miedos internos mediante el juego. Jugar les confiere una sensación
de control sobre su entorno. Es también una manera de expresar im-
pulsos «prohibidos» (por ejemplo, agresividad o sexualidad) de forma
aceptable.
Resolver puzzles necesita práctica
Uniendo las piezas de un puzzle, un niño desarro-
lla su capacidad de observación. Está ejercitando
su memoria, aprendiendo a contar y (en este caso)
aprendiendo a expresarse dentro de un grupo de
personas. Está desarrollando habilidades socia-
les. ¡Seguro que creíamos que no era más que un
puzzle! Esta sala de juegos en Kampong Cham,
Camboya, está financiada por PLAN.
Amistad es aprender
Interaccionando con los demás se aprende a po-
nerse en el lugar de los otros. Se aprende el signi-
ficado del cariño y se experimenta con emociones
como los celos, la ira y la competitividad.
141
Lo físico es igual a lo mental
deportes
Una falta de desarrollo motor en el niño puede lle-
varle a deficiencias en el aprendizaje. Este niño está
dando vueltas en círculo cerca de Petra, Jordania.
Deporte es comprderse
El cricket es muy popular en Bangladesh. Justo an-
tes de la cosecha de arroz surgen inesperadamente
incontables y muy apropiados campos de cricket.
Jugar y hacer ejercicio enseña a los niños a com-
prenderse.
Jugar es desarrollarse
Estos niños están jugando con los llamados botes-bangka (pequeñas ca-
noas con batangas), que se usan en Filipinas. La disponibilidad de juguetes
es uno de los indicadores más importantes sobre el crecimiento intelectual
durante la infancia. La participación de los padres durante el juego tiene un
efecto similar.
143
Jugando y aprendiendo en un mundo para los niños
Uno nunca se para a pensarlo, pero leyendo esto, se entiende el perjuicio
que supone para el desarrollo de un niño que este no pueda jugar (o jugar
lo suficiente). El juego se ha de tomar seriamente en consideración. Se tra-
ta de una herramienta muy importante en el desarrollo del niño. ¡Jugar no
debería ser algo opcional! Igual que el trabajo, el juego ayuda a los niños a
madurar. ¡Solo que de manera diferente! La diferencia está en que los niños
que juegan se desarrollan en muchos sentidos. Jugar les enseña a tomar sus
propias decisiones en lugar de que otros las tomen por ellos. Les enseña a
creer en sus propias habilidades en lugar de aceptar límites impuestos por
otros desde una edad temprana. Desafortunadamente, los niños solos no
pueden crear un mundo en el que puedan jugar. Somos los adultos los que
orgullo
hemos de asumir esta responsabilidad: ¡la de crear un mundo para los niños!
145
147
149
151
8
¿Cómo podemos
ayudar?
153
Inspiración
Este capítulo incluye diferentes organizaciones que luchan por la erradicación del trabajo infantil.
Todos podemos ayudarles. También incluye una lista de libros y películas relacionados con este
tema que pueden motivarnos para tomar ese primer paso. Después de la publicación en neer-
landés de Un mundo para los niños: por una infancia sin trabajo, el libro ha motivado a muchas
personas de Holanda a ponerse en marcha para ayudar a la sociedad y erradicar el trabajo infantil.
Ans Wegter
Un equipo voluntario de traductores holandeses, entre los que se encuentra Ans Wegter, tradujo
al inglés este libro. A Ans ya le atraía el campo de la ayuda humanitaria y valoró diferentes posibili-
dades de utilizar de forma permanente su conocimiento lingüístico aplicado a la traducción para
organizaciones humanitarias. Por eso se puso en contacto con la organización Help Our World
(HOW, «Ayuda a nuestro mundo») de Brasil, dedicada a representar a los grupos marginados de
la sociedad. Ans contribuyó a la formación de esta organización.
Bert Huisman
El cantautor neerlandés Bert Huisman escribió una canción sobre el trabajo infantil titulada
Every Child («Todos los niños»). La primera vez que la cantó en público fue la tarde de la presen-
tación de este libro en La Haya en junio de 2008 (véase página 194). Actualmente ha incluido
esta canción en casi todas sus actuaciones, gracias a lo cual conciencia a todos sobre el pro-
blema del trabajo infantil. La canción todavía no ha salido en CD, pero se puede descargar en
www.aworldforchildren.net.
Fred Aarten
Todos los días cuando se dirigía al trabajo Fred Aarten, asesor laboral en ’s-Hertogenbosch, pasa-
ba junto a la joven Martha, que tocaba la misma canción con su acordeón un día tras otro. Tras la
publicación del libro en abril de 2008, Fred decidió que ya era suficiente y comenzó los trámites
para que Martha asistiera al colegio. Organizó una marcha donde docenas de estudiantes de un
colegio de educación primaria de ‘s-Hertogenbosch cantaban solicitando al alcalde que hiciera
lo posible por cambiar el futuro de Martha. Esta protesta recibió la atención de lugares tan lejanos
como Rumanía. Véase la página 45.
¡Fotos no, por favor!
Tanto el trabajo infantil como la lucha por erradicar-
lo están rodeados de paradojas. Arriba a la izquierda
está Hassan El Kadiri, director de la asociación de
ayuda Bayti de Esauira, ciudad costera marroquí.
Gracias a los fondos del gobierno, Bayti ofrece cur-
sos de formación para niños que antes trabajaban y
ahora deben ponerse al día antes de asistir a clases
normales. El Kadiri le pidió al fotógrafo que jurara
que no publicaría las fotos de los niños de su centro.
Parece ser que si eso ocurriera los padres lo deman-
darían. «Se trata de los mismos padres que prefieren
que sus hijos trabajen en vez de enviarlos al cole-
gio», indica El Kadiri, «pero desgraciadamente eso
no está penado. La verdad es que no entiendo las
leyes.» Por eso en la fotografía de la profesora junto
a la pizarra los niños están detrás del fotógrafo. Se
reían sin parar.
Amnistía Internacional
En un principio, Amnistía Internacional denunciaba
las violaciones de los derechos humanos, especial-
mente aquellos relacionados con la política, aun-
que actualmente ha ampliado su campo de actua-
ción para incluir la lucha contra la discriminación,
los trabajos forzados y el trabajo infantil, además
de abogar por la libertad sindical. Para respaldar
su causa, Amnistía Internacional de los Países Bajos
ha formulado una serie de recomendaciones para
aquellas multinacionales que deseen evitar o com-
batir el trabajo infantil, tanto dentro de sus propias
empresas como con las empresas subcontratadas.
Es posible hacerse socio de Amnistía o participar
activamente de diferentes formas. Más información
en www.amnesty.org.
155
asociación
Procesión floral
Todas estas «flores en desarrollo» son empleadas de hogar en
la ciudad peruana de Cajamarca y pertenecen a la organiza-
ción local Asociación y Familia, que se encarga de defender sus
condiciones laborales. Uno de los éxitos de esta organización
es que las niñas ya no tienen que trabajar los domingos. En su
lugar, los domingos pueden ir al local de la asociación para asis-
tir a clases extraescolares de asignaturas como matemáticas o
mejorar sus conocimientos informáticos en la sala de Internet.
157
Hivos es un aspecto muy importante de la prevención del
Hivos es una ONG de ayuda al desarrollo guiada por trabajo infantil, AOb no limita su radio de acción al te-
valores humanitarios. Con el lema «gente sin límites», rritorio neerlandés. Este sindicato respalda y promue-
Hivos fundamenta su labor en la presunción de que ve proyectos contra el trabajo infantil en diferentes
todos tenemos un número ilimitado de oportunida- países. Para este libro se visitó un proyecto en Marrue-
des si se lucha contra la pobreza desde un punto de cos, pero esta organización también participa en ini-
vista estructural. Hivos es la organización impulsora ciativas similares en la India y Etiopía. Más información
de dos campañas nacionales contra el trabajo infantil. en www.aob.nl.
Dos de los objetivos de estas campañas son concien-
ciar al público neerlandés y ejercer presión sobre los Proyectos de AOb
gobiernos neerlandés y europeo. Más información en Algemene Onderwijsbond financia varios proyectos
www.hivos.nl relacionados con el trabajo infantil, entre otros uno en
la ciudad marroquí de Fez. En un principio el gobierno
FNV (Federación de Sindicatos Neerlandeses) marroquí se limitó a facilitar el personal y las instalacio-
FNV Mondiaal es la división internacional de la federa- nes de los colegios, aunque actualmente ha asumido
ción de sindicatos neerlandeses FNV, dedicada a com- el proyecto en su totalidad. El ministro de educación
batir el trabajo infantil. FNV colabora con la confedera- de Marruecos ha comenzado también una campaña
ción sindical internacional ITUC y con otros sindicatos contra el abandono escolar.
internacionales de diferentes sectores. En 2007, FNV
organizó una conferencia sobre trabajo infantil y otra Comité Hindú de los Países Bajos
sobre China en la que el trabajo infantil fue uno de los El Comité Hindú de los Países Bajos (ICN) es una or-
temas que se trataron. Se puede ayudar a FNV hacién- ganización clave que sigue de cerca el desarrollo hu-
dose socio de uno de los sindicatos que la forman. Más manitario de la India. El trabajo infantil es una parte
información en www.fnv.nl. FNV Bondgenoten es la importante de sus objetivos. El ICN promueve, entre
organización nacional de FNV, y además lleva a cabo otras actividades, estudios realizados en colaboración
proyectos contra el trabajo infantil, incluido uno en el con otras asociaciones hindúes que se publican en la
sector de alfombras de Nepal. Se puede obtener infor- revista India Nu («India ahora») y en su página web.
mación al respecto en www.fnvbondgenoten.nl. El ICN también aboga por que el trabajo infantil en la
India forme parte del programa político del gobierno
Algemene Onderwijsbond (Sindicato de neerlandés. Participa en la campaña Stop Child Labour
Educación General) (basta de trabajo infantil), dirigida por Hivos. Más infor-
AOb es uno de los mayores sindicatos de educación mación en www.indianet.nl/english.html.
de Holanda y forma parte de FNV. Como la educación
Vulnerables
Algunas ciudades como Sihanoukville, Siem
Reap (templo de Angkor Wat) y Phnom Penh,
todas ellas en Camboya, son bien conocidas
por los pedófilos que las recorren en busca de
niños. Muchas organizaciones se pronuncian
en contra de este fenómeno a fin de proteger
a los niños, incluidas Terre des Hommes y Ac-
tion pour les Enfants. Incluso los hoteles, bares y
restaurantes se oponen activamente y por ello
han firmado un código ético para proteger a los
niños. Los niños que deambulan por las calles,
tanto de día como de noche, pregonando los
objetos que venden son presa fácil.
Venta de piñas en la carretera en Camerún En clase en Ghana
159
Premio Internacional Infantil de la Paz 2006 para el niño
trabajador Om Prakash
El Premio Internacional Infantil de la Paz 2006 fue otorgado
al niño trabajador Om Prakash Gurjar, de 14 años de edad,
de Jaipur, la India. Recibió dicho galardón por su incesante
lucha contra la esclavitud y el trabajo infantil. Fue separado
de sus padres cuando solo tenía cinco años. Om comenzó
su lucha tras ser liberado de la esclavitud a la que estuvo
sometido durante tres años. Tras ser liberado y desde el re-
fugio donde vivía, emprendió varias iniciativas para llamar
la atención sobre los derechos de los niños. Luchó con éxi-
to para eliminar las contribuciones ilegales que los padres
pobres debían pagar para que sus hijos pudieran asistir al
colegio. Esto tuvo especiales consecuencias para todo el
estado hindú de Rajasthan, donde dicha práctica ha sido
eliminada completamente. También contribuyó a convertir
los pueblos en lugares más acogedores para los niños. Por
eso en estos pueblos no se tolera el trabajo infantil y se res-
petan todos los derechos de los niños. También se dedicó
a educar a los padres sobre la importancia de inscribir los
nacimientos, ya que es necesario para que pueda haber ins-
talaciones educativas y sanitarias para los niños.
KidsRights
La organización KidsRights funciona bajo el principio de uti-
Om Prakash recibiendo el Premio Internacional In- lizar el 100 % del dinero que reciben en proyectos infantiles.
fantil de la Paz 2006 de las manos del anterior pre- Todos los gastos y otros costes los abona un patrocinador.
sidente sudafricano FW de Klerk, en el Ridderzaal KidsRights apoya los proyectos de muchas organizaciones
en La Haya, Países Bajos. El Premio Infantil de la Paz locales que luchan contra el trabajo infantil y para erradicar
consiste en una estatuilla y 100.000 dólares para los niños de la calle en muchos países, incluidos la India,
un proyecto infantil. El premio otorga voz propia a Marruecos y Senegal. Además de ofrecer ayuda, KidsRights
los niños marginados: los huérfanos con sida, los se centra en obtener atención sobre los niños vulnerables,
niños prostituidos, los niños esclavos y los niños tal como hacen con la iniciativa del Premio Infantil de la
de la calle (fotografía de Kimberly Gomes). Paz. Este premio se otorga a un niño que haya realizado es-
fuerzos especiales en favor de los derechos de los niños. Se
puede donar para un proyecto específico o para un niño en
concreto. Más información en on www.kidsrights.info.
UINICEF
UNICEF es el fondo de las Naciones Unidas dedicado a la in-
fancia. Gracias a su enorme red de oficinas y empleados co-
laboran con proyectos de ayuda para los niños en el campo
de la salud, la nutrición, la educación, el agua y la seguridad,
especialmente para proteger a los niños contra la violencia y
la explotación (sexual). Se puede colaborar con UNICEF me-
diante donaciones, el voluntariado y la adquisición de pro-
ductos tales como tarjetas y calendarios, incluidas algunas
fotografías hechas por Peter de Ruiter. Más información en
www.unicef.org.
War Child World Vision
War Child se dedica a los niños que sufren traumas a World Vision colabora con los niños, sus familias y sus
causa de la guerra. Esta organización crea santuarios comunidades para erradicar la pobreza y la injusticia
para rehabilitar a los niños soldado. Se calcula que en el del pueblo a nivel global. En casi 100 países de todo
mundo hay unos 300.000 niños armados. Es difícil impe- el mundo, su trabajo de ayuda, desarrollo y defensa se
dir que los niños se involucren en las guerras, pero War centra en influir en los niños, sus familias y sus comuni-
Child hace todo lo posible por informar a las familias y a dades, sobre todo en los más vulnerables. Un elemento
la sociedad en las zonas de conflicto armado evitando clave de su trabajo es la lucha activa contra el trabajo
que los niños soldado vuelvan a luchar. War Child tam- infantil basada en tres prioridades: prevenir el trabajo
bién motiva a los niños y adultos de los Países Bajos y infantil atacando la raíz del problema mediante cam-
Bélgica a hacer campaña a nivel local y a donar dinero. pañas de concienciación sobre el impacto del mismo
Más información en www.warchild.org. para así mejorar el futuro de las familias; proteger a los
niños atrapados en esta situación mediante su defensa
ICCO y Kerk in Actie y la colaboración con los gobiernos y demás organis-
ICCO, la organización intereclesiástica de cooperación mos; y la rehabilitación de los niños que abandonan
para el desarrollo, en colaboración con Kerk in Actie, or- el trabajo infantil mediante tratamiento psicosocial,
ganización humanitaria de la iglesia protestante en los el fortalecimiento de las familias y la ayuda necesaria
Países Bajos, financian proyectos contra el trabajo in- para que los niños desarrollen las habilidades básicas
fantil en Perú, Bolivia y Guatemala. Esta organización se de lectura, escritura y matemáticas.
enfrenta a las peores formas de trabajo infantil (véase
el capítulo 3). De sus proyectos, la educación es una de Con World Vision se puede apadrinar a los niños y tam-
las estrategias más importantes. Al estimular a la gen- bién contribuir a una campaña específica centrada en
te a participar en la educación y mejorar la calidad de los niños vulnerables de un país concreto a través de
la misma disminuye el número de niños que trabajan su página web. Las contribuciones ayudan a los niños,
así como el de los que abandonan el colegio. Las orga- a sus familias y a la comunidad en la que viven. Más
nizaciones locales colaboran con los padres, colegios, información, incluidos enlaces a los proyectos de cada
ayuntamientos y otras partes involucradas para solu- país, además de descripciones sobre los programas
cionar el problema. La gente de los Países Bajos puede para erradicar el trabajo infantil, la explotación sexual,
colaborar trabajando como voluntarios, recaudando los niños soldado y los niños de la calle, en www.wvi.
fondos, escribiendo cartas y mucho más. Para más in- org y www.childrencampaign.org.
formación: www.kerkinactie.nl y www.icco.nl.
165
Los Países Bajos, pioneros en la lucha contra
el trabajo infantil
Los derechos humanos, en los que están inclui-
dos los derechos de los niños, son uno de los
puntos más importantes del programa político
neerlandés. Iniciado por el Ministro de Asuntos
Exteriores Maxime Verhagen en noviembre del
2007, el gobierno neerlandés ha publicado su es-
trategia sobre los derechos humanos dentro de
su política de asuntos exteriores, titulada «Digni-
dad humana para todos».
Todos los ministros neerlandeses participarán en
esta estrategia. Los Países Bajos trabajarán con
diferentes métodos e instrumentos en colabora-
ción con la Comunidad Europea y las Naciones
Unidas entre otros.
Como parte de esta política, los Países Bajos des-
empeñan un muy importante papel en la erradi-
cación de todo tipo de trabajo infantil, comen-
zando por sus formas extremas.
El gobierno neerlandés prevé un enfoque inte-
gral para combatir el trabajo infantil. Algunos de
los aspectos de este enfoque integral son:
• Todas las visitas oficiales y misiones comerciales
a los países donde existe el trabajo infantil
incluirán dicho tema en su programa.
- Los Países Bajos colaborarán estrechamente con
el representante especial de las Naciones
Unidas dedicado a la violencia contra los niños.
- Los productos fabricados con mano de obra
infantil deben desaparecer a la larga del
mercado.
- Los Países Bajos se comprometen a gastar el
15 % de su presupuesto de cooperación para
el desarrollo en educación.
- Los Países Bajos se centrarán en que la norma-
tiva de la Organización Mundial de Comercio
(OMC) respete los requisitos de la Convención
182 OIT en lo referente a las peores formas de
trabajo infantil.
- El objetivo de los Países Bajos es conseguir la
prohibición de la Unión Europea de vender pro-
ductos fabricados bajo las peores formas de tra-
bajo infantil. Por iniciativa de los Países Bajos, el
Consejo de Ministros de la Unión Europea ha
solicitado de la Comisión Europea la presenta-
ción de un estudio al respecto.
- Los Países Bajos desean garantizar que los con-
sumidores sepan claramente qué productos se
fabrican sin mano de obra infantil, para que los
consumidores puedan tomar su propia decisión.
- Los Países Bajos ejercerán un papel importante
en el aumento de la ayuda internacional para la
eliminación de la violencia hacia los niños.
- Los Países Bajos han apelado al público neer-
landés para que envíen sugerencias sobre cómo
promover los derechos humanos a la dirección
de correo electrónico:
mensenrechten@minbuza.nl.
Se puede acceder al enlace del texto inglés del
artículo «Dignidad humana para todos» en: www.
aworldforchildren.net.
Aumento de ingresos
World Vision de Camboya ayuda a las familias a
buscar diferentes formas de aumentar sus ingre-
sos para que ninguno de sus miembros tenga
que salir a mendigar, con los niños como prueba
viviente de su miseria, tal como ocurre aquí en el
mercado central de Phnom Penh.
IREWOC
Desde 1992 la organización Irewoc de Amster-
dam ha estimulado la investigación en el campo
del trabajo infantil. El nombre equivale a Inves-
tigación Internacional sobre los niños trabaja-
dores y la fundaron los catedráticos Jaap Doek
y Sjef Teuns. El profesor K. Lieten, catedrático de
Trabajo infantil en la Universidad de Amsterdam,
es el director de Irewoc. En 2007 Irewoc publicó
varios estudios sobre los sindicados centrados en
los niños de India, África y Sudamérica (véase el
capítulo 6). Se puede acceder a más información
y varios informes en www.childlabour.net.
167
El trabajo infantil es uno de los delitos menos visibles de nuestros tiempos. Según la
OIT, hay alrededor de 218 millones de niños trabajadores en todo el mundo. La mayoría
trabaja en los países asiáticos, aunque África cuenta con el mayor porcentaje de niños
trabajadores. Todavía hay ciertos tipos de trabajos infantiles en Europa (por ejemplo en
Albania, Italia y Portugal). Realmente no es posible saber si los vaqueros, los balones de
fútbol o las joyas que adornan nuestras tiendas han sido fabricados con manos de niños.
Asimismo, con solo mirar a un niño trabajador no es posible ser conscientes del verdade-
ro efecto que el trabajo tiene en ellos.
Tal como Peter de Ruiter escribe en su libro: «No muchas fotos de niños trabajando nos
sorprenden de verdad a menos que estén cargando algo pesado o haciendo un trabajo
peligroso, ya que los niños trabajadores parecen relativamente normales. En estas fotos
no podemos ver que el trabajo que realizan impide su desarrollo incluso antes de que
haya comenzado.» No poder asistir al colegio es un obstáculo enorme para escapar de la
pobreza y evitar que la siguiente generación también se convierta en niños trabajadores.
Este libro pone cara a todos estos niños. Las manos desgastadas por el esfuerzo de una
niña que hace bangles en una fábrica de Firozabad pueden impresionar a cualquiera. Un
libro extraordinario sobre un problema espeluznante, sobre temas como la esclavitud en
la India y el tráfico de niños en Ghana.
Las circunstancias del trabajo infantil son complejas. Hay muchas fuentes y diferentes
situaciones en que puede existir. Pensar que el trabajo infantil solo se puede erradicar
acabando con la pobreza es una ilusión. La lucha contra el trabajo infantil en los Países
Bajos y otros países occidentales ha demostrado que requiere la atención constante de
padres, empresarios, consumidores y políticos. También son esenciales las leyes naciona-
les e internacionales así como su cumplimiento.
Afortunadamente cada vez hay disponibles más normativas de calidad y marca para
mostrar a los consumidores cómo actuar. También hay niños lo suficientemente valien-
tes como para enfrentarse al sistema. Como los niños son más vulnerables, necesitan
precisamente que protejamos sus derechos. Por todo lo dicho, mi compañero Maxime
Verhagen y yo hemos convertido en prioritaria la lucha contra el abuso y el trabajo infantil
en nuestra política de derechos humanos.
No obstante, todo comienza con nuestra propia concienciación: la lucha contra el trabajo
infantil solo será eficaz cuando lo tengamos grabado en nuestras mentes como un ver-
dadero problema. Espero de corazón que este libro contribuya a dicha concienciación.
Bert Koenders
Ministro neerlandés de la Cooperación para el Desarrollo
¿Quieres fuego?
Procesado de hojas de tabaco en Bangladesh, visto desde el
«horno» donde se secan las hojas. Con el nombre de ECLT (Elimi-
nación de la mano de obra infantil en el tabaco), este sector es-
tableció su propio organismo de control contra el trabajo infantil
que está activo en todos los países con una industria tabaquera
importante. Se puede obtener más información en su página
web: www.eclt.org.
Escritores en contra del trabajo infantil
libros
a la edad de 12 años, y en 1838 escribió su novela Oliver Twist,
que trata de un huérfano obligado a dedicarse al crimen por una
banda de ladrones.
‘Rosario är död’
En Rosario är död (Rosario está muerta) la sueca Majgull Axelsson
presenta la vida de las niñas prostitutas en Filipinas en este «do-
cumental idealizado». Cuenta la historia de Rosario y otras niñas
y mezcla los hechos con la ficción presentando un duro retrato
de la humillante explotación a que estas niñas están sometidas. 169
Anval Pub, Filipinas 1997, ISBN 9712706001.
‘La desaparición de la infancia’
Neil Postman es conocido por su libro Riéndonos hasta morir («Amu-
Reiny nos dice que tiene quince años. Arregla sing ourselves to death») que trata del efecto aletargante de la televi-
los neumáticos de las motos en su «taller» en sión. En uno de sus libros más recientes vuelve a presentar este tema.
el Bulevar de la República en Lomé, capital No es la descripción de la pérdida de la infancia lo que hace interesante
de Togo. a La desaparición de la infancia: por lo que merece la pena leerlo es por
su teoría sobre la diferencia entre ser niño o adulto. También describe
la diferencia entre el catolicismo y el protestantismo y la influencia que
han tenido en nuestra opinión sobre el trabajo infantil. Este libro es ya
un clásico en el campo de la psicología y el desarrollo infantil.
Press, Nueva York 1982. Segunda publicación Vintage Books, Nueva
York 1994, con una nueva introducción y misma composición. ISBN 0
679 75166 1.
‘Kids at Work’
Kids at Work. Lewis Hine and the crusade against child labour. Child labour
in the USA at the end of the nineteenth and the beginning of the twentieth
centuries («Niños trabajando. Lewis Hine y la cruzada contra el traba-
jo infantil. El trabajo infantil en los Estados Unidos al final del siglo XIX
y principios del XX»), con texto de Russell Freedman y fotografías de
Lewis Hine, fotógrafo que utiliza su cámara como arma contra el traba-
jo infantil en dicha época. Clarion Books, Nueva York 1994. ISBN 0 395
79726 8.
¿Fruta sana?
Los bancos de inversión sostenible exigen a
las empresas de los países y sectores que tie-
nen mala fama en lo referente a los derechos
de los trabajadores que dispongan de una
sólida política complementaria con vistas a
proteger dichos derechos. Estas naranjas y
cañas de azúcar se cultivan en Araraquara, en
el sur de Brasil. Los locales dicen que la ma-
yoría va a parar a las botellas de Fanta que
fabrica la Coca-Cola Company. ¿De dónde
proviene el azúcar de dichas botellas y en
qué circunstancias se produce? Para poder
delimitar si en un producto no ha interveni-
do mano de obra infantil hay que remontar-
se al principio de la cadena de producción. El
uso de pesticidas y herbicidas también defi-
ne el grado de sostenibilidad de los produc-
tos. Solo una mínima parte de la cosecha de
cañas de azúcar en Brasil se recoge de forma
mecánica. Las cosechadoras que aparecen
en esta fotografía están ahí por causa de una
huelga. Dos de estas máquinas hacen el tra-
bajo de 40 trabajadores.
La razón por la que no se bloquea instantá-
neamente el comercio con todas las empre-
sas que incumplen las leyes laborales es que
podría provocar el despido masivo de los
trabajadores y la bancarrota de las empresas.
Los empleados se quedarían de repente sin
sus sueldos. Por ejemplo, en la década de los
noventa con tan solo una propuesta de ley
contra el trabajo infantil en los Estados Uni-
dos a 50.000 niños del sector textil de Bangla-
desh los despidieron. Las empresas quisieron
impedir el bloqueo de las exportaciones a los
Estados Unidos. Una tendencia común ac-
tualmente es encaminar a las empresas por
la dirección correcta con la esperanza de que
mejoren sus políticas laborales en un plazo
adecuado. Al final todo el mundo (probable-
mente) se beneficiará aunque como conse-
cuencia haya un periodo de incertidumbre.
171
películas
‘Diamante de sangre’
En este largometraje de Edward Zwick (2006) vemos cómo
se alista a los niños soldado por la fuerza dándoles drogas y
tapándoles los ojos cuando matan a su primera víctima. Dis-
ponible en DVD.
Niños invisibles: Rough Cut también es una película sobre los
niños soldado. Para obtener más información visita
www.invisiblechildren.com.
Jasmine
De la película Split Wide Open (2001), producida por Dev Be-
negal, que muestra a Didi celebrando su cumpleaños. La niña
gana dinero mediante la venta de ramilletes de jazmín que
llevan las mujeres hindúes; a ellas les encanta que los hombres
se los regalen. Así es como Didi llega a tener un affaire inmoral
con un hombre. Aquí aparece con su implacable jefa, que cree
que Didi le pertenece.
‘Comercio’
Película filmada en el 2007 de Marco Kreuzpainter sobre los
chicos y las chicas secuestrados y vendidos como esclavos
(sexuales) en México y los Estados Unidos. Esta película está
basada en una historial real. Se calcula que se secuestran y
venden alrededor de un millón de niños al año, algunos de
los cuales son incluso subastados por Internet. En los títulos
del final, se acusa al gobierno americano de no buscar y por lo
tanto no encontrar a estas víctimas. Más información en www.
tradethemovie.com. Esta página web ofrece consejos para co-
laborar activamente.
‘El minero del diablo’ se pueden comprar en Internet por una suma conside-
Documental publicado en el 2004 por Richard Ladkani rable, y también se ha publicado un libro con las fotos
y Kief Davidson sobre las minas de plata de Cerro Rico, hechas por estos niños. Al comprar las fotografías se
Bolivia. A raíz de esta película, la organización alemana ayuda a las familias. Más información en www.kids-
Ein Herz für Kinder («Un corazón para los niños») puso a with-cameras.org.
disposición de 450 niños que trabajaban en estas mi-
nas un millón de euros, gracias al que podrían asistir al ‘All the Invisible Children’
colegio durante seis años sin tener que trabajar. Se pue- Se trata de una interesante serie (2005) que contiene
de obtener en www.amazon.co.uk. Más información en siete historias cortas grabadas por directores de todo
www.thedevilsminer.com y www.kindernothilfe.de. el mundo y que tratan de las dificultades que sufren los
niños: sobre los sueños rotos de los niños soldado, el
‘Salaam Bombay’ deseo de volver a ser niños de los niños fotógrafos de
Posiblemente la película más famosa sobre el trabajo la guerra, los niños en zonas de conflicto armado, los
infantil, de la directora hindú Mira Nair, que fue presen- niños con padres que sufren sida, los niños que tienen
tada en 1988. Con el dinero obtenido, Nair creó la fun- que robar para sobrevivir y acaban en la cárcel, los ni-
dación Salaam Balaak, que ofrece refugio a los niños de ños abandonados, los niños maltratados pero sinceros
la calle en Bombay y Delhi. Véase el capítulo 6 para más y los que tienen que trabajar para sobrevivir porque
información sobre Salaam Balaak. Más información en son explotados por todos. La resistencia de los niños
www.salaambaalaktrust.com. es el común denominador, además de su instinto de
cuidar uno de otro. En la película hay bastante humor,
‘Nacidos en burdeles’ ironía y fantasía como para mantenernos intrigados
Documental publicado en el 2004 en el que la fotó- y, a veces, ponernos un poco tristes. Es un proyecto
grafa neoyorquina Zana Briski enseña fotografía a los italiano en colaboración con UNICEF y el Programa
hijos de las prostitutas de Calcuta, permitiéndoles así Mundial de Alimentos. Dirigido por Spike Lee, Jordan y
que se ganen la vida con la fotografía en vez de con la Ridley Scott, John Woo, Mehdi Charef, Emir Kusturica,
prostitución. Así se alejan de ese oficio. Algunas fotos Katia Lund y Stefan Veneruso.
Ojos cansados
Visita a la Fundación Salaam Baalak cerca
de la estación de Delhi donde hay un re-
fugio para los niños que viven y trabajan
en la estación de ferrocarril. Este centro ha
sido fundado por la directora y producto-
ra Mira Nair que donó las ganancias de su
película Salaam Bombay para financiar el
refugio.
173
‘Muro-ami’
Película filipina dirigida por Marilou Diaz-Abaya en 1999 sobre
los niños enviados al mar en un bote durante semanas. Tienen
que bucear para asustar a los peces y hacer que estos entren
en las redes de pesca. Esta forma japonesa de pesca se solía
practicar también en Filipinas. Existen opiniones diversas so-
bre si este método de pesca se utiliza todavía hoy en día. Esta
película es difícil de adquirir, excepto en Filipinas. Las gafas de
bucear que lleva este niño son las mismas utilizadas por los
buceadores muro-ami. No obstante, este niño tan solo está
disfrutando de un día en la playa con su padre y sus hermanos.
J.P.H. Donner
Ministro neerlandés de Trabajo y Asuntos Sociales
‘Slumdog Millionaire’
La película Slumdog Millionaire (Danny Boyle, 2009) es la historia de un
chico joven de los suburbios de la ciudad de Bombay que gana una for-
tuna en un concurso televisivo. Casi todas las escenas se filmaron en los
suburbios de la ciudad y muestran una imagen negativa de la sociedad
hindú. Existe trabajo infantil en todas las esquinas: niños que piden en los
trenes y en las calles, niños que se prostituyen y niños que sufren muti-
laciones con el único fin de que den más lástima y consigan más dinero
al mendigar. El actor Anil Kapoor donó sus ganancias a Plan India y otra
gente involucrada en la película ha donado dinero por medio de una
subasta a esta organización de ayuda que según parece ha alcanzado
los 750.000 dólares.
‘Cometas en el cielo’
En la película Cometas en el cielo (Marc Forster, 2007) unos niños son
testigos de una violación. El niño afgano que participó en esa escena
ha tenido que abandonar el país por recibir amenazas de muerte. Este
tipo de fenómenos sexuales son algo extremadamente delicado en un
país como Afganistán. Los productores de la película han recibido crí-
ticas por causa de los abusos a menores. La mayoría de las escenas se
rodaron en China.
‘Osama’
En la película Osama (Siddiq Barmak 2003), una familia afgana se mete
en problemas cuando se impide a las mujeres aparecer en público sin
estar acompañadas de un hombre. Desde la muerte del padre, la familia
Un escolar con suerte en Bombay. se compone totalmente de mujeres. La hija menor se viste de chico
para poder trabajar para un antiguo amigo de su padre. Además del tra-
bajo infantil y la opresión femenina que expone la película, esta también
refleja cómo los talibanes impiden a las chicas acceder a la educación.
175
Atrapados por el trabajo infantil, estos
niños no tienen acceso a una vida plena
y feliz. La verdadera solución para estos
niños es la educación, un trabajo decen-
te y un sueldo justo para sus padres y las
mismas oportunidades para todos los ni-
ños. Ofrezcamos a todos los niños la llave
de su propia felicidad para así ver cómo
los países se desarrollan y prosperan.
Frans Röselaers
Inquietante
Jainal (11 años) hace envases de galletas en una fábrica, en Dacca, capital de Bangladesh.
G.M.B. Akash
El fotógrafo G.M.B. Akash (1977), de Bangladesh, se dedica a la fotografía documental y de
viajes, y captura una cara de la sociedad que no es la más agradable. «Mi intención no es solo
mostrar a los niños trabajadores como víctimas o a sus jefes como explotadores. También
quiero mostrar la complejidad de la situación: los padres que mandan a su pequeño a trabajar
a una fábrica porque son pobres, el niño que tiene que trabajar para ganar algo de dinero para
la familia, el dueño de la fábrica al que los grandes mayoristas de ropa obligan a reducir costes,
y a los consumidores occidentales como clientes que compran ropa barata.» Más información
en www.gmb-akash.com. Fotografía: Bristi Chowdhury
177
Niños soldado
Las guerras de África las están luchando en
gran parte los niños, ya que las generaciones
más mayores han muerto en la batalla.
Además, es fácil controlar a los niños y no
tienen mucha experiencia con el miedo. Se
les ayuda a traspasar la frontera cometiendo
su primer asesinato con los ojos vendados
y se les mantiene en acción con drogas. Sin
embargo, hay suficientes casos conocidos
de antiguos niños soldado que han recom-
puesto su vida y la viven con normalidad, in-
cluso después de la terrible experiencia por
la que han pasado.
Dario Mitidieri
El fotógrafo italiano Dario Mitidieri
(1959) pasó todo el año 1992 fo-
tografiando la vida de los niños de
la calle de Bombay. Después de un
tiempo se ganó su confianza y pudo
fotografiarlos durante sus momen-
tos de ansiedad, estrés y explotación,
además de en los momentos de feli-
cidad. Dario lleva documentando la
rabia del mundo desde 1986: desas-
tres naturales, guerras (niños soldado
en Yugoslavia), conflictos políticos y
revoluciones. Dewi Lewis Publishing,
Stockport, Reino Unido 1994, ISBN
1-899235-00-0, también en otros idi-
omas, incluido el francés (fotografía).
Más información: www.mitidieri.com.
Ácido
Una niña limpia latas de aceite industrial vacías
con ácido. El taller para el que trabaja recicla las
latas. Ahmadabad, India 1995 De: Infancia roba-
da, de Fernando Moleres.
Prostitución
João y Serginho son «meninos da rua» (niños de
la calle), que se dedican a la prostitución para
ganar dinero y pagarse la comida y la droga. En
Recife, Brasil. De: Infancia robada, de Fernando
Moleres.
Fernando Moleres
Fernando Moleres (Bilbao, 1963) ha retrata-
do a niños trabajadores en más de treinta
países para su libro Infancia robada. Las
fotografías muestran el degradante trabajo
que los niños tienen que hacer, pero tam-
bién su resistencia y sus momentos de feli-
cidad. El libro se publicó en cinco idiomas y
países en el año 2000, con la colaboración
de la Organización Internacional del Traba-
jo (OTI), en Ginebra. Probablemente debi-
do a las sensibilidades políticas no se han
incluido las descripciones de los países en
los que se tomaron las fotografías, aunque
cualquier lector que haya viajado bastan-
te sabrá de dónde son las escenas. Mole-
res realizó importantes reportajes sobre
Calcuta, vertederos de Guatemala (donde
también trabaja gran cantidad de niños) y
la región fronteriza entre México y Estados
Unidos. Editorial original: Peliti Associati,
Roma 2000, ISBN 3-926318-69-4. Más infor-
mación: www.fernandomoleres.com.
179
Hacinados en un cuarto del estado de Tamil
Nadu, la India, unos niños lían «bidis», los
cigarros indios más baratos, que fuman los
pobres. Fotografía: Marleen Daniels, 1997.
Marleen Daniels
Marleen Daniels, reportera y
fotógrafa de la vida cotidiana,
aprovecha sus viajes alred-
edor del mundo para exponer
el trabajo infantil en los lu-
gares que visita, como la India,
Latinoamérica y Egipto. Su tra-
bajo ha aparecido en muchas
publicaciones internacionales
de gran prestigio, entre ellas
Paris Match, Newsweek, Time, El País, Max,
National Geographic y The New York Times.
Más información: www.marleendaniels.com.
David L. Parker
El estadounidense David Parker (1951) está ligado a la
lucha contra el trabajo infantil a través de la fotografía
y la publicación de libros de fotografía desde 1990.
Viaja alrededor del mundo por cuenta propia y sabe
cómo convencer a las editoriales para que publiquen
su material. Es médico y se concentra en los riesgos
de seguridad para los niños. En 1998 publicó Stolen
dreams («Sueños robados») y en 2007 apareció Before
their time: the world of child labor («Antes de tiempo:
el mundo del trabajo infantil»), con un epílogo de Tom
Harkin, senador americano que se opone radicalmente
al trabajo infantil. En el libro, Harkin comenta que, sien-
do un joven empleado del Congreso, fue despedido
en 1970 a causa de la publicación en LIFE de unas fotos
suyas en las que aparecían prisioneros en «jaulas para
tigres» en Vietnam..
Before their time: Quantuck Lane Press, New York 2007,
ISBN 978-1 59372-0247. Stolen dreams: Lerner Books,
Minneapolis 1998. ISBN 0-8225-2960-2 Más informa-
ción www.childlaborphotographs.com
181
Clases para mendigar
Unos niños en Kaya, Burkina Faso, cantan-
do una canción. Su profesor los envía a pedir
comida, tanto para ellos como para sí mismo
pues gana muy poco, si es que gana algo. Se
trata de una tradición nacional. Aparte de esto,
se dice que la educación es gratis. Fotografía:
Peter de Ruiter, 2008.
Peter de Ruiter
El fotógrafo y autor neerlandés Peter de
Ruiter (1960) tiene formación en Medios
de comunicación y Sociología. Durante
un período sabático en la India y el sureste
de Asia en el año 2000 le impresionó ver
a tantos niños mendigando y trabajando,
en lugar de estar en el colegio. Después
de publicar un libro para recaudar fon-
dos tras el tsunami de 2004 y un libro de
fotografía sobre Bangladesh en 2006, en
2008 vio la oportunidad de llamar nues-
tra atención sobre el origen y la existen-
cia del trabajo infantil en Un mundo para
los niños. El libro se publicó en inglés en
2009 con la ayuda de una coalición de or-
ganizaciones gubernamentales, comer-
ciales y humanitarias neerlandesas para
entregarse al Parlamento Europeo y la
Comisión Europea (Bruselas), los delega-
dos de la Organización Internacional del
Trabajo (OTI), en Ginebra y las Naciones
Unidas, en Nueva York. Más información:
www.aworldforchildren.net.
Werner Bischof
El suizo Werner Bischof (1916- 1954) fue uno de los pion-
eros de la fotografía social. Es especialmente conocido por
las fotografías de la desesperación en Europa y Japón tras
la II Guerra Mundial y durante la Guerra de Corea. Tenía
un ojo especial para los niños a los que se aplastaba en
aquellos tiempos brutales. Sus fotos sobre el hambre en la
India en 1951 conmocionaron al mundo entero y dieron
pie a que se tomaran medidas de auxilio a gran escala. Una
obra estándar es Werner Bischof - Leben und Werk, Benteli
Verlag, Berna 1990, ISBN 3-7165-1335-0. Más información:
www.wernerbischof.com.
Ginza
Una niña vendiendo flores en el Ginza, Tokio, en 1951, una
de las pocas fotos de trabajo infantil en Japón. El país siem-
pre ha considerado a sus niños demasiado valiosos como
para que trabajen. © Werner Bischof / Magnum Fotos
www.wernerbischof.com
183
Un futuro para los niños
World Vision es una organización humanitaria que defiende y ayuda a los
niños, las familias y las comunidades a superar la pobreza y la injusticia.
Basándonos en nuestros valores cristianos, nos consagramos a trabajar con
las gentes más vulnerables del mundo. Ayudamos a todos independiente-
mente de su religión, su raza, su etnia o su sexo.
185
World Vision cree que el trabajo infantil es uno de los problemas que peo-
res consecuencias tienen sobre el crecimiento y el desarrollo de los niños.
Nuestros muchos años de experiencia en programas a largo plazo des-
tinados a niños vulnerables así como también a sus familias han puesto
de manifiesto lo siguiente: que el trabajo infantil no va a desaparecer a
menos que se ofrezca a las comunidades en que viven estos niños alter-
nativas viables. Mientras las familias sigan viviendo en la pobreza y apenas
sí consigan unos ingresos decentes, estos niños van a seguir expuestos a
la explotación.
No obstante, la pobreza no es la única causa del trabajo infantil a gran
escala. En el año 2000, World Vision llevó a cabo un amplio estudio acerca
del trabajo infantil en varios países de Asia. Los resultados confirmaron que
las causas del trabajo infantil son sobre todo estructurales. Además de la
pobreza extrema influyen otros factores, como pueden ser la desigualdad
en la percepción de ingresos, el aumento de contagios de VIH y el sida, la
precaria posición que ostentan las mujeres y la deficiente educación que
se da a los niños. Es más, el estudio puso de manifiesto que la introducción
de reformas (que ha impuesto el Fondo Monetario a los países en vías de
desarrollo) ha dejado a los niños en una posición más vulnerable, ya que
por causa de estas reformas los países en vías de desarrollo invierten me-
nos en sanidad y educación.
Pastor en Kenya.
Zapatero en Togo.
Una niña lavando platos en Gujarat, estado federal de la India.
Sus amigos también quieren salir en la foto.
187
Prevención, eliminación y reintegración
se adhiere a los tres principios de que hace gala la Organización Interna-
cional del Trabajo (OIT) en lo que se refiere al trabajo infantil: ponerle fin,
prevenirlo y reintegrar a los niños. No es fácil: en casos en los que es com-
plicado poner fin al trabajo infantil a corto plazo, buscamos alguna forma
de devolver a los niños a las clases normales por medio de clases puente.
También ponemos en marcha proyectos con los que acrecentar los ingre-
sos de los padres, y orientamos nuestros esfuerzos a conseguir que los ni-
ños que trabajan legalmente lo hagan en las debidas condiciones. Así es
como lucha World Vision por ofrecer a los niños soluciones a largo plazo. Va
a llevar mucho tiempo prevenir y tratar el trabajo infantil, ya que las solu-
ciones deben quedar firmemente asentadas a nivel internacional, nacional,
comunitario y familiar.
De arriba abajo:
Ool (7 años) vendiendo joyas en el templo de Ang-
kor Wat, Camboya.
Un niño vendiendo comida en un restaurante al
lado de un camino.
Una niña vendiendo flores de loto comestibles en
una gasolinera.
189
Resumiendo, lo que queremos conseguir con este materiales de la campaña para que incluyan los orga-
proyecto es proteger a los niños de los peligros y los nizaciones sociales y las personas que se dedican al
abusos, que los camboyanos tomen conciencia de proyecto en sus actividades contra el trabajo infantil.
estos grandes retos con una campaña en los medios Organizaremos talleres en las dieciocho áreas del pro-
más importantes, ofrecer educación informal a los ni- grama de World Vision, sobre violencia doméstica, de-
ños trabajadores para derivarlos después al colegio o rechos de los niños y trabajo infantil. Los participantes
la formación profesional, organizar talleres en comu- pertenecen a todos los estratos de la sociedad, desde
nidades (preventivos) y acabar con el turismo sexual maestros y ancianos de los pueblos hasta organizacio-
infantil. nes femeninas.
Dean R. Hirsch
Presidente y director ejecutivo
de World Vision International
Rubén desciende 600 metros por lo que anteriormente fue una mina
de estaño y pasa allí varias horas (clandestinamente y sin permiso) mar-
tilleando, cincelando y dinamitando las paredes, el suelo y los techos
con la esperanza de extraer mineral. Se llena los carrillos de hojas de
coca y traga su amargo jugo para conservar su energía. Al cabo de doce
horas, si tiene suerte, Rubén sale a la superficie con un morral cargado
con cinco kilos de mineral. Le pagan entre 25 y 100 dólares, lo cual está
bien teniendo en cuenta lo que se gana en la zona. No obstante, sus
perspectivas de futuro son aciagas: Rubén corre el riesgo de matarse si
se cae de su escalera de madera, hecha a mano, o de que los guardias
de la mina lo apaleen o le roben, o de contraer alguna enfermedad
respiratoria por haber inhalado el polvo y otros compuestos tóxicos de
la mina.
Trabajo peligroso
Rubén es uno de los cerca de 220 millones de niños que trabajan en
países en vías de desarrollo. Según la Organización Internacional del
Trabajo (OIT), las actividades que desarrollan 126 millones de niños son
peligrosas. Si bien estas cifras son asombrosas, esta es la primera vez
que la OIT ha podido declarar que el número de niños empleados en
las peores formas de trabajo infantil está decayendo.
World Vision aspira a conseguir que los niños de países en vías de de-
sarrollo puedan «llevar una vida plena». Por lo que hemos observado al
trabajar en países en vías de desarrollo con personas marginadas, entre
ellas trabajadores infantiles, sabemos muy bien que los niños seguirán
trabajando hasta que haya alternativas viables y sostenibles que alcan-
cen a toda la familia así como a toda la comunidad.
191
Condiciones similares
Rubén y otros muchos niños como él, ya sea en Bolivia, Burma o Burkina Faso, se ven
sometidos a condiciones socioeconómicas similares:
• Trabajan porque sus familias están pasando necesidad y quieren (o están obligados
a) contribuir a la subsistencia de sus familias;
• Sufren daños físicos y emocionales por causa del trabajo que realizan;
• A sus familias las han explotado durante generaciones; y
• Les encantaría ir al colegio, adquirir destrezas y mejorar sus vidas, pero sus sueños se
ven truncados por la obligación de trabajar si quieren sobrevivir.
Mientras las familias sigan viviendo en la pobreza y sigan necesitando dinero por en-
cima de todo, es muy posible que a sus hijos los exploten. Si no se envía a los niños a
las fábricas que trabajan en comercio exterior, puede que acaben en otros sectores
difíciles de controlar. Es más, a la mayoría de los trabajadores infantiles se les suele
encontrar en granjas y hogares en los que hay economía sumergida, en las calles y
en los talleres. En esos sitios es normal que no les alcancen las normativas referentes
a la protección laboral.
En cooperación y colaboración con muchos activistas por los derechos de los niños y
organizaciones no gubernamentales, World Vision trabaja en pos de la abolición de las
peores y más peligrosas formas de trabajo infantil: la prostitución, la servidumbre por
deudas, las tareas en que participan niños muy pequeños y todas las formas de trabajo
que supongan un riesgo para la salud física, emocional o espiritual de los niños. En
aquellos casos en que los niños tengan que trabajan para aportar dinero a sus familias,
World Vision lucha codo a codo con los niños por unas condiciones laborales mejores,
como pueden ser un salario justo, seguridad y acceso a la educación.
World Vision viene promoviendo una estrategia que abarca varios frentes: nacional, re-
gional e internacional. Le sirve también para apoyar esta estrategia una serie de publi-
caciones que realiza. Su estrategia es como sigue:
• Abolir las peores formas de trabajo infantil;
• Instituir alternativas económicas para las familias: para ello promueve la creación
de microempresas así como otras actividades;
• Promover el acceso a una educación adecuada y de buena calidad; y
• Eliminar los obstáculos estructurales que constituyen el origen y fomentan la
pobreza extrema.
En el año 2000, World Vision puso en marcha un estudio a fondo en varios países de
Asia, y publicó un resumen con comentarios a partir de los numerosos datos que se
obtuvieron. Este estudio confirmó que las causas subyacentes al trabajo infantil son
básicamente estructurales: pobreza generalizada, acusadas desigualdades en la distri-
bución de las rentas, y educación inadecuada o ineficaz. Es más, cuando se han puesto
en marcha los planes que proponen los documentos de estrategia de lucha contra la
pobreza y que han impuesto los países pobres más endeudados a los países en vías
de desarrollo, ha ocurrido que se han desviado fondos de la sanidad y la educación, de
modo que los niños quedan en una posición aún más vulnerable.
Con más de 40 000 personas trabajando en casi 100 países, World Vision cuenta con
experiencia de primera mano en lo que se refiere a niños y familias que viven en la
pobreza. Además, ateniéndonos a los derechos de los niños que incluyen las leyes in-
ternacionales, promovemos una estrategia para abolir el trabajo infantil fundamenta-
da en tres puntos básicos: prevención, eliminación y reintegración. De estos tres, la
prevención es el más complicado de poner en práctica, ya que para ello hacen falta
soluciones a nivel familiar, comunitario, nacional e internacional. A corto plazo, si no se
puede abolir el trabajo infantil o si su abolición resulta contraproducente, World Vision
defiende una mejor protección de los niños trabajadores.
Celebrando la vida plena en el valle de Togos Tamberma.
Queremos aprender.
Queremos jugar.
La campaña Stop Child Labour – School is the best place to work («Basta de trabajo
infantil. La escuela es el mejor lugar de trabajo».) pretende eliminar todas las fomas
de trabajo infantil. Para ello busca ofrecer a todos los niños de hasta quince años de
edad educación formal a tiempo completo. Esta campaña aspira a que la gente tome
conciencia tanto a nivel público como político y así actúen. También respalda las or-
ganizaciones sociales de los países en vías de desarrollo.
Escolares en Bangladesh.
193
Pobreza, tradición, necesidad, hábito, ignorancia
Como es lógico, casi todo el mundo opina que es terrible que los niños tengan que trabajar y no
puedan ir al colegio. Aún así, hay mucha gente, dirigentes incluidos, que acepta el trabajo infantil
como un mal necesario. Es mucha la gente que piensa que las familias pobres no van a salir adelante
si sus niños no trabajan. En la práctica, parece que la pobreza no es la causa insuperable del trabajo
infantil, sino que este tiene más que ver con la falta de voluntad por parte de los políticos, la injusti-
cia social y las creencias más arraigadas. Que todos creamos que el trabajo infantil es un fenómeno
natural no va a mejorar nada en la vida de estos niños. Lo cierto es que los adultos consiguen más
trabajo y mejores salarios cuando no se utiliza a los niños como mano de obra barata.
195
Conciencia, una campaña por el cambio, acción
Marcar la diferencia
Póster en Sudáfrica que cita palabras de Nkosi Johnson en la conferencia sobre el
sida que se celebró en Durban: «Quiero que la gente entienda qué es el sida, que
sean cuidadosos y muestren respeto ante tal enfermedad. No se puede contraer el
sida por tocar, abrazar, besar o coger de las manos a alguien que lo tiene. Cuiden de
nosotros y acéptennos como somos. Todos somos seres humanos. Somos norma-
les. Tenemos manos. Tenemos pies. Podemos caminar, podemos hablar y tenemos
necesidades igual que las demás personas. No nos tengan miedo, somos
iguales que ustedes.»
«Vivo en una de las favelas (chabolas) más pobres de Río de Janeiro. La gente de
mi vecindario está acostumbrada a la violencia, que cuesta miles de vidas cada
año. Las bandas de narcotraficantes hacen guerras entre ellos y contra la policía.
Cuando tenía 11 años, la violencia en esa zona era tal que los colegios y las clíni-
cas estaban cerrados. Por esa razón, la mayoría de los niños de allí no pudimos ir
nunca a la escuela. Sin embargo, yo estaba decidida a ir y por eso fui a un colegio
en otra zona.»
«Me niego a aceptar cualquier agresión, y he participado en muchas manifesta-
ciones para protestar contra la violencia y promover la paz. También he rodado un
documental. Hago todo esto porque creo que las cosas pueden cambiar. Incluso
aquí. Quiero cambiar las actitudes de las gentes de aquí. Quiero mostrar lo que
podemos hacer en lugar de lo que no podemos hacer. Me siento obligada a ello,
ya que todos los niños deberían recibir y tener derecho a una educación.»
199
Apoyando proyectos a largo plazo
Por la libertad de los esclavos infantiles en la India.
Nuestros objetivos
Nos guía la creencia de que todos los niños deben gozar de las mismas oportunidades en la vida. Para asegurarnos de
que estas oportunidades siguen estando ahí cuando estos niños crecen es necesario ayudarles especialmente en sus
primeros años. Pensamos que si los niños no tienen padres o tutores que los hagan sentirse queridos y protegidos, si no
se les anima a jugar, si no tienen la oportunidad de ir al colegio o si no sienten que su comunidad les valora, cualquiera de
estas experiencias les causará un daño que va a perdurar toda una vida.
Se ha ido demostrando cada vez más que invertir en programas de gran calidad destinados directamente a los niños tiene
sentido de cara a un marco social y empresarial, ya que es lo que les ayuda a convertirse en adultos más inteligentes, más
humanos y más felices, además de que resultan más productivos en términos económicos. Mejorar las vidas de los niños
menos privilegiados vale la pena por sí mismo. Los niños también tienen derechos.
No obstante, la mayor parte de nuestra inversión la destinamos directamente a programas y proyectos dirigidos a mejorar
las oportunidades de los niños en la vida y darles a todos acceso a una atención y educación preescolares de calidad. No
dirigimos estos proyectos nosotros mismos sino que trabajamos con socios locales que conocen mejor lo que hay que
hacer dentro de su cultura y entorno. Los socios que dirigen los proyectos que financiamos van desde ONG bien conoci-
das a agencias gubernamentales, empresas privadas y pequeñas organizaciones gestionadas por comunidades locales.
En estos momentos estamos apoyando cerca de 140 grandes proyectos en 21 países en África, Asia, Europa y América de
Norte y del Sur. Más información en nuestra web, en www.bernardvanleer.org.
201
ICCO y Kerk in Actie
El trabajo infantil es causa de pobreza
203
Para José, ha cambiado la marea
Hace algunos años, la sonrisa en el rostro de José (14 años)
en Ghana no era tan amplia. Entre los seis y los ocho años iba
a pescar, desenredando las redes bajo el agua y desatando las
cuerdas, pero esto no fue por propia voluntad. «Me agarraron en
plena noche», explica. «Pensé que me llevaban a la escuela, pero
salimos al mar. No nado bien, así que me ataban a una cuerda
cuando me sumergía para hacer mi trabajo. En esa época dormía
solo tres horas por noche. Era un infierno.»
Sus padres, sin un céntimo, habían dado a Joseph a unos pesca-
dores porque ya no podían criarlo ni alimentarlo. Su suerte cam-
bió solo cuando terminó en el hospital algunos años más tarde
por una infección en un dedo: el anzuelo del dedo resultó ser su
pase a la libertad. El médico se enteró de la verdad sobre la vida
de Joseph y, al final, con ayuda de Plan Ghana, Joseph terminó
en el colegio. Ahora está aprendiendo inglés con muchas ganas,
porque cree que es importante, y más adelante quiere ser juez,
pero, por ahora, es uno de los mejores futbolistas del barrio.
El resultado será una reducción de las emisiones contaminantes y del gasto energético así como
una mejora de la salud. También ofrecerá nuevas oportunidades para la educación y el desarrollo
económico con vistas a lograr un futuro mejor.
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La India Agradecimientos
Coen Kompier, Kamal Singh, Surina Rajan, Manish Verma, R. Raza, Sanjay Upadhay,
Rajib K. Haldar, Anupama, Sahay, Manodeep Guba, J. Purushotham Rao,
Shamin Ahmad, Zafar Alam, Amod Kanth, Shekhar, L.N. Gupta, S.K. Gautam,
Moh. Haroon, Rameshwar Singh, Mr. Naren, Rajiv Misra, Ashok Tinari, Mr. Rasheed,
Junned Kahn, Ashima Kapur, Sharda Subramaniam, Lakshmi Kaul, Anupama Sahay
Marruecos
Malak Ben Chekroun, Karima Mkika, Mohamed Bentebbaa, Fatima Bahi,
Mariem Benbrik, Marjolaine Pichon, Achhad El Moummy, Lahcne Elkihal,
Moustafa, Soufier, Belhaud Boujemaa, Vanessa Bureau
Ghana
Yaa Yeboah, Akpene Amenumey, Rita Owusu-Amankwah, Docia Abakah-Essilfie,
Gomoa Nyanyano, Nana Boaleng, Zézé Odette, Nick, George Owusu
Brasil
Anita Amorim, Pedro, Maurilo Casemiro, Filho, Pedro de Oliveira
Perú
Eduardo Araújo, Pim Heijster, Antonio Gamarra,
Maria Olave, María Lucía Vizquerra, Kely
Venezuela
Fernando Pereira, Ángel González, José Leonardo, Nancy Montero, Victoria López,
Eleazar José Morles Sánchez, Pedro Rivas, José Loeonardo Anzola, Diana Vegas
Filipinas
Mitchell Duran, Nina G. Valenzona, Serenidad Lavador, Craig Burrows,
Antonio la Viña, Cathy Seco, Steve Grinter, Janet Ollave, Lolita Ganapin,
Michael Diamond, Aldrin Suan, Serenidad Lavador, Aafke Rienmeijer, Concep Rivera,
Bernie Alverio, Dong Wana, Dolores Alforte, Annie Adviento, Akexander Lucito,
Vernice Ann, Jelle Eshuis, Maria Lourdes S. Alcoriza
Malasia
Anne Lasimbang, Raphael Göpel, Junis Kenpigu
Camboya
Heng Sok, Sok Saran, Thengh Chhorvirith, Ouk Sisovann, Joseph Menacherry,
Lyno Vuth, Gustav Auer, Un Vuthy, Samleang Seila, Khek Khemrath, Eric Page,
Oum Saoly, Sokun Pheakdey, Savann
Suiza
Federico Blanco, Geir Mystad, Edda Barleben, Nicole Vallée, Werner Bischof Estate,
Joost Kooijmans
Países Bajos
Frans Röselaers, Monique Messelink, Henk de Ligt, Marianne Bodenstaff, Oscar
Pekelder, Wouter Kok, Floris van Straaten, Joost van Daal, Herman Masthoff,
Nicole Baltussen, Maud Bringmann, Jojanneke Goedhart, Rajiv Kaushik, Mario van de
Luijtgaarden, Gerard Oonk, Jan van Dongen, Bert Koenders, Francesco Mascini,
Léon van Hooijdonk, Cynthia Tiebosch, Robbert Bodegraven, Kelly Helinski,
Esther Snabel, Thilly de Boer, Alexander Kohnstamm, Chris Vermont, Yvonne Keuls,
Liesbeth van Dijk, Angela Barrau, Nick Kelso, Tjipke Bergsma, Maxime Verhagen, Piet
Hein Donner, Inge Piso, Marianne Grilk, Tero Nurminen, Limore Noach, Martijn
Peeters, Pilar Vilchez Figuerola, Michiel de Ligt, Marcel van Zijderveld, Sander
Bosman, Oscar van der Linden, Nicole Hermans, María Alejandra Castro Espejo,
Marjatta Fehres, Dalton Voorburg, Helga Hamstra, Chantal Oppenheimer, Frederique
Hermie , Robert van Weperen, Maaike Toirkens, Arjan Hamburger, Lex Gerts, Aad
Meijer, Elke Schütt, Roeland Boes, Mark Jacobs, Veronique Feijen, Esther van
Doesburg, Cees Bos, Joost van Daal, Bert Huisman
Bélgica
Dirk Panier, Christine Lebreton, Fred Aarten, Anna Aarten
Alemania
Norbert Blüm, Katja Korf, Jürgen Schübelin, Gerd Klasen, Martina Kiese,
Maren Cruz Wallens, Julia Burmann, Gunhild Aiyub
Togo
Coulibaly Adama, Messan Azanlekor
Niños del Mundo: Camerún
Bélgica
Colombia
Japón
Conclusión
La lucha contra el trabajo infantil no tiene nada de inocente
«La lucha contra el trabajo infantil no tiene nada de inocente.» Con esto,
Röselaers quería decir que, para hacer algo contra el trabajo infantil, hay
que adoptar una postura, hay que tratar los valores existentes con desdén y
contrariar a la gente, y sobre todo no tener ningún miedo a hacerlo. Duran-
Una niña en la isla caribeña de te mis viajes por nueve países nunca me sentí realmente amenazado. Por
San Martín. desgracia, la aceptación del trabajo infantil está muy generalizada. Solo me
sentí incómodo en la India, cuando me paraban en la calle periodistas a los
que yo no conocía, que sabían lo que estaba haciendo. Además, tampoco
se me concedió acceso a todo en la India, ni siquiera en el caso de organi-
zaciones que decían luchar por los derechos de los niños.
Llamada a la policía
Inmediatamente, lo animé a que llamase a la policía. Me hubiera encantado
que me arrestasen por ejercer mi derecho a la libertad de expresión en los
Países Bajos, en un parque público, en una vía pública y a la entrada del
festival. Después de más de una hora y media, se nos acercaron dos policías
sin muchas ganas. Admitieron que yo tenía derecho a hacer lo que había
planeado, mientras no hubiera ninguna queja.
Aquella tarde, en el parque, perdí algo más de mi inocencia y descubrí,
bruscamente, lo que le cuesta a la gente perder parte de la suya. Tan solo
una de cada cinco personas estuvo dispuesta a perder parte de su inocen-
cia dejándose fotografiar para una acción contra el trabajo infantil. Cuesta
mucho entenderlo, especialmente teniendo en cuenta que, en los Países
Bajos, se considera que el trabajo infantil es la segunda cuestión más impor-
tante que tiene que resolverse.
Idealismo práctico
De la misma manera, siempre hay alguien que se beneficia económica- Primer día de la acción fotográfica
mente con el trabajo infantil: alguien que está haciendo una fortuna sobre contra el trabajo infantil, con parte
las espaldas de los niños. Predican una especie de «idealismo práctico». Se de las letras que formaban la frase
oponen a las peores formas de trabajo infantil, pero por otro lado, ven el «STOP KINDERARBEID» («Basta de
trabajo infantil como un mal necesario. Si el trabajo es demasiado peligroso trabajo infantil»).
para un niño, ¡entonces hay que encontrarles un trabajo menos peligroso!
Creen que los niños tienen que contribuir a los ingresos familiares para so-
Un niño en una escuela de Sikkim,
brevivir, sin darse cuenta de que esto es, precisamente, lo que mantiene la
la India.
injusticia viva: si siguen creyendo esto, los hijos de los niños trabajadores
también tendrán que trabajar. La única forma de romper el círculo vicioso
es enviar a los niños al colegio ahora, para asegurarse de que reciben una
buena educación.
Tolerancia cero
Solo una política de tolerancia cero con el trabajo infantil hará que la gente
se siente y escuche. Esta es la única manera de obligar a los que están en las
posiciones de poder, los gobiernos y las instituciones, a que repartan la ri-
queza de forma equitativa. Los niños solo pueden evolucionar y convertirse
en adultos que toman sus propias decisiones si van a la escuela cuando son
pequeños. Solo entonces podrán contribuir al desarrollo de su país. Para
crear este «mundo para los niños» mucha más gente tendrá que perder
la inocencia y enfrentarse a otra gente que tiene un interés personal en el
mantenimiento del trabajo infantil (y son bastantes), tendrá que ponerse de
puntillas y hacer gestos con las manos, tendrá que enfrentarse al peligro: de
forma personal, económica y política. La lucha contra el trabajo infantil no
tiene nada de inocente.
Peter de Ruiter
1) Desde 1999 hasta 2005, Frans Röselaers fue director de la IPEC, el programa de la OIT en Ginebra
que se dedica a la lucha contra el trabajo infantil en el mundo gracias a sus proyectos y a la presión
215
que ejercen para la creación de políticas.
Di
BASTA
al trabajo
infantil