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ARQUEOLOGÍA E
HISTORIA
Pueblos de Antiguos Hombres
Runakunapa Ñawpa Llaqtanku
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SARHUA - ZÁRUA: ARQUEOLOGÍA E HISTORIA
Pueblos de Antiguos Hombres
Runakunapa Ñawpa Llaqtanku
Introducción
Sarhua se encuentra exactamente en la confluencia entre las cuencas Pampas y Qaracha, al sur de
Ayacucho. La vegetación silvestre define a regiones naturales o pisos ecológicos: quechua
wayqu, suni chawpi o llaqtapatan y puna sallqa, que abarca entre 2625 a 4681 msnm de altitud
(Tinkuq y Sucia Urqu), un espacio físico y social donde se llevó a cabo un desarrollo histórico
social milenario del Perú antiguo, similar de otras regiones de los Andes centrales, desde el
arribo de los primeros inquilinos cazadores y recolectores purun runakuna hasta la presencia
Inka llaqta runakuna, proceso del mundo andino antiguo interrumpido con la llega de los
hombres del mundo occidental puriq runakuna.
La información documentada de investigaciones arqueológicas e históricas de Sarhua, acerca del
mundo andino antiguo -pueblos abandonados llaqta purmaqkuna o llaqta qulluqkuna- y la
reducción de Sarhua en la colonia quñuy llaqta zárua/sarwa o musuq llaqta, expresa un proceso
histórico social muy complejo. La prehistoria se manifiesta similar a la cronología de la zona
norte de Ayacucho, los períodos Lítico -cazadores y recolectores-, Arcaico -domesticación de
plantas y animales-, Formativo –sociedades complejas-, Desarrollos Regionales, Wari,
Intermedio Tardío y el Tawantinsuyu, que exponen un sistema de organización política,
económica, ideológica de complejidad social y cultural; asimismo las fuentes tempranas reportan
referencias importantes acerca de la reducción, proceso y evolución de sarwallaqta. El proceso
histórico social del mundo andino antiguo, la colonia, la república y contemporánea, enuncia un
conjunto de transformaciones de desarrollo tecnológico, de explotación de la biodiversidad y
fuentes o canteras, el intercambio de productos a corta y larga distancia, es decir, a nivel local,
regional, interregional –entre valles interandinas y regiones naturales (sierra-costa, sierra-selva y
a la inversa).
Época prehispánica o del mundo andino antiguo, son etapas de un largo proceso de desarrollo
tecnológico y sistemas de organización económico, social y político. Ejemplo la domesticación
de plantas y animales, donde el hombre pasa ser el promotor de la producción de alimentos para
su supervivencia y estabilidad, etapa donde se fusionan todos los conocimientos y experiencias
acumuladas de la larga práctica de caza y recolecta, que coopera en el surgimiento acelerado de
nuevos modos de vida, con aspectos de organización económica, política y social muy
complejas: Formativo, Desarrollos Regionales, Wari, Chanka e Inka, truncándose estas con la
nueva administración colonial española.
El registro de evidencias arqueológicas define procesos con cambios que se desarrollaron de
manera diferenciada y caracterizada por espacio y tiempo, que revelan sistema de formación
económico, político y social de grupos humanos que ocuparon la parte occidental de la región de
Ayacucho. De esta zona andina, existe una información arqueológica de trabajos de prospección
y excavación, que señalan el desarrollo tecnológico de sus herramientas, la diversificación de la
dieta alimenticia, el abandono paulatino de cuevas y abrigos, la búsqueda de espacios en
ambientes benignos para fijar su permanencia estable y su posterior presencia desarrollo de
aldeas, poblados y centros administrativos. Se presenta también datos arqueológicos analizados
por nosotros y de otros autores referidos a la etapa del mundo andino antiguo y la colonia, se
explica a partir de la cultura material y datos históricos, los cambios que contribuyeron el
surgimiento de un nuevo modo de vida, de cazadores a pastores y de recolectores a agricultores,
que favorecieron el desarrollo de las sociedades aldeanas y por consecuente el proceso complejo
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de patrones de ocupación propios de esta región andina, también se detalla la reducción colonial
y el desarrollo de musuq Zárua llaqta Sarhua o sarwallaqta.
La secuencia arqueológica del valle de Ayacucho es la más completa y mejor documentada en lo
que respecta a valles de la sierra del Perú. Ejemplo los complejos Puente, Jaiwa, Piki, Chiwa,
Cachi; representa los períodos Lítico, Arcaico, Formativo, Desarrollos Regionales, Wari, etc. Las
evidencias arqueológicas de la cueva de Kunyaqmachay y de la jurisdicción de Sarhua, se
relacionan con los complejos mencionados, básicamente los elementos líticos –diferentes puntas
y sus variantes, elaborados en obsidiana y basalto-, que indica la interrelación entre las regiones
puna, suni y quechua; a esto se suma la similitud de la cerámica y patrones de asentamiento y
ocupación de las sociedades complejas.
Antecedentes de Investigaciones
En el año 1983, entre tantas visitas a mis familiares, inicié a observar los restos arqueológicos
para entender la prehistoria e historia de Sarhua, como alumno de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Huamanga. A partir de esta fecha, realice varias temporadas de
trabajos de campo, también revisé la bibliografía acerca la larga y compleja del proceso histórico
y social de Zárua, sarwa, Sarhua sarwallaqta, en algunos casos la visita se realizó en compañía
de Lidio Valdez y Casimiro Chávez, (Valdez et al. 1990, 1994). Antes de continuar contándoles
la riqueza cultural milenaria arqueológica e historia de Sarhua, quiero aclarar la forma de escribir
las palabras de quechua o mejor dicho de nuestro runasimi, se utiliza el sistema propuesto el
alfabeto fonético Inka, (Urioste, 1980: xx-xxxi). De tal manera, Sarhua se escribe para referirse
al pueblo moderno, sarwa para citar sitios arqueológicos y “Zárua” ha sido escrita por el
escribano Xpistobal de Gamboa, en el año 1586 (Jiménez de la Espada, 1881: 208).
En la década 80 del siglo pasado, fueron limitantes muchos factores de concretizar, lo
inicialmente planificado, truncándose así el proyecto personal de presentar tesis sobre Sarhua,
para optar grado de bachiller en Ciencias Sociales. De tal manera, los datos arqueológicos
acumulados se publico en revistas especializadas, también amigo y compañero de estudio
Casimiro Chávez, una parte de la información utilizó para escribir y presentar un informe a la
Universidad de Huamanga, y optar su grado de bachiller, a la vez se disertó en varios eventos
científicos y académicos. Entre los meses agosto y septiembre de la década 90, una licencia por
capacitación, mi facilitó realizar una excavación sistemática y restringida en la cueva de
Kunyaqmachay, ubicada a 4044 msnm de altitud, ampliándose también trabajos de prospección
en la región puna, se registró las cuevas Kalyanamachay, Paqchaqamachay, Qullpamachay, entre
otros; yacimientos pertenecientes a una ocupación temprana de cazadores y pastores de
camélidos andinos. Esta vez, los resultados presente para optar el título profesional de
Antropólogo, especialidad: Arqueología e Historia, a la Universidad de Huamanga, con el título
“La Arqueología Temprana de Sarhua”.
La segunda mitad de la década 60, Sarhua fue elegida por su tradición cultural vigente, área de
investigación de trabajos etnohistóricos. Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias
Sociales de la Universidad de Huamanga, para cumplir su obligación académica se instaló en
Sarhua y en sus anexos Huarcaya y Tomanga, bajo la dirección del Dr. Tom Zuidema, para
desarrollar diferentes temas de investigación de etnohistoria andina. Entre ellos: Salvador
Palomino, John Earls, Sergio Catacora, Edmundo Pinto y Ulpiano Quispe. Los resultados de sus
investigaciones presentaron tesis a la Universidad de Huamanga, asimismo se publicaron en
revistas científicas a nivel regional, nacional e internacional, es así durante varios años, John
Earls se ha interesado estudiar el proceso social prehispánico, etnohistórico e histórico de Sarhua
(Earls 1973, 1981, Earls y Silverblatt 1979). Gracias a esta vasta bibliografía, Sarhua se conoce
de nivel científico y académico, por ello ha sido preferidos por muchos investigadores
connotados, una visita obligada entre ellos el Dr. Millones, Macera, Ossio y otros. Asimismo, se
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llevó a cabo otras investigaciones posteriores a década 60, acerca de la autoridad tradicional
varayuqkuna, Juan Saéz, sobre la memoria de la violencia y secretos de la guerra, Olga González
y otros.
A pesar de ello, Sarhua aún no se conoce su verdadera dimensión de su prehistoria, historia y
tradición cultural. Faltan trabajos de investigación, referentes a la prehistoria, arte, proceso
histórico y social, el desarrollo y vigencia de la tecnología andina, de tradiciones culturales y
costumbres cotidianas. Si bien existe, investigaciones antropológicas el de Salvador Palomino
"El sistema de oposiciones en la comunidad de Sarhua: la complementariedad de los opuestos en
la cultura andina", de Juan Sáez Sulca "Varayuq: autoridad tradicional", asimismo desde la
perspectiva arqueológica de John Earls "Ayllus y etnias en la región Pampas - Qaracha: El
impacto del imperio incaico", "Patrones de jurisdicción y organización entre los Qaracha
Wankas: Una reconstrucción arqueológica y etnohistoria de una época fluida", etc., a ello se
suma nuestro aporte acerca del proceso prehispánico en la cuenca entre los ríos Pampas y
Qaracha, son investigaciones aisladas aún faltan una visión integral de entender esta región
andina.
En su visita a la cuenca de Qaracha, William H. Isbell, en el año de 1967 registro varios sitios
arqueológicos de pueblos antiguos ñawpa llaqtakuna, pertenecientes a períodos Horizonte Medio
o Wari e Intermedio Tardío o Chanka. Los asentamientos Uchupampa, Chuschi Urqu,
Sarwaqata y Taqsa Urqu, ubicadas en la ecozona quechua, dedicados al cultivo de maíz. John
Earls e Irene Silverblatt, mencionan un manuscrito titulado "Arqueología del río Pampas: Visita
a Sarhua" redactado por Isbell en l967, (Earls y Silverblatt 1979: 269).
Cabe señalar, diversos investigadores han realizado trabajo de campo en Sarhua y pueblos
vecinos de zonas aledañas, con el fin de conocer y analizar la organización andina social,
religiosa y económica. Evidentemente, igual interés han manifestado por las diferentes
expresiones artísticas que producen los sarhuinos y mantienen vigente su tradición cultural que
viene generación en generación. Existen una cantidad considerable de publicaciones entre ellos
libros, artículos, folletos, etc.; de carácter científico que dan cuenta de sus resultados y
conclusiones, casi todas aparecen en la bibliografía, aun que no ha todas se cita en el este texto.
Es interesante, la vasta producción de bibliografía sobre Sarhua, desde la perspectiva de
arqueología, historia, antropología, etnografía.
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Cura Urqu, Moros Qasa, Suqu Arqalla PIT. Chanka Tardío o
Urqu, Millqa y otros Aya Urqu Aldeas dispersos en la Estados Locales
cima de los ceros
Isqunwaypata, Uchpataku, Wamanga y Control Wari Horizonte
Ayany, Sarwaqata, Qichawa, Viñaqui Agricultura Intensiva Medio o Wari
Quchpampa, Influencia Wari Redes de Intercambio a Desarrollos
Allquni, Tarapata y otros (1º y 2º época) Distancias largas Regionales?
Aywiripampa Wichqana Sociedad aldeanas de Formativo
Quchpampa Paracoide Pequeños agriculto-
Tarapata? Chavinoide res y ganaderos Arcaico?
Yanaquchamachay Cachi, Chiwa (Especializados) Cenolítico
Kalyanamachay Jaiwa, Piki Cazadores Lítico
Kunyaqmachay Puente? Recolectores Arqueolitico
Ñawpa llaqtakuna es el término que utilizamos los sarhuinos para identificar a los sitios
arqueológicos pertenecientes a diferentes períodos de la etapa precolombina. El mundo andino
antiguo de Sarhua o la etapa prehispánica se remonta a 9,000 años a.C., hasta el impacto y
presencia Inka, expone la ubicación de más de medio centenar de asentamientos arqueológicos.
La historia prehispánica podemos dividir en dos momentos: primero un proceso larga y lenta que
define los períodos Lítico y Arcaico; segundo con transformaciones complejas y aceleradas los
períodos: Formativo, Desarrollos Regionales, Wari, Chanka e Inka.
La ubicación de considerable cantidad de sitios arqueológicos, explica una ocupación extensa y
permanente. Un conjunto de poblados prehispánicos en la cima de los cerros con planta de corte
circular construidos con piedras de campo, así como en la parte baja o valle interandino vestigios
de asentamientos, cuevas con entierros múltiples ayamachaykuna y pukullukuna, corrales pacha
corralkuna, andenes patapatakuna, caminos ñankuna, canales yarqakuna, reservorios
quchakuna, así como cuevas con evidencias tempranas de ocupación humana fueron
identificados, pertenecientes a diferentes momentos del desarrollo del proceso social
prehispánico.
Acerca de la ocupación temprana ofrece evidencias Kunyaqmachay y otras cuevas (períodos
lítico, arcaico con presencia del formativo). Estas corresponden al primer momento de ocupación
del territorio sarhuino por el hombre, una larga lucha de humanización del espacio físico, del
control de los recursos: flora, fauna, fuentes de obsidiana, sal y otros; para su supervivencia con
desarrollo tecnológico resultado de un nivel de conocimiento de experiencia propio que fue
necesario adquirir como respuesta a las adversidades del holoceno temprano.
El poblador andino que ocupó los yacimientos tempranos, debió haber estado estrictamente
ligado a una economía de caza, complementada quizá con la recolección de algunas plantas y
animales. En la excavación arqueológica de la cueva de Kunyaqmachay, definimos 17 capas
culturales en 3.70 m de profundidad, entre la superficie y la capa estéril. Kunyaqmachay, se
ubica en la región puna entre las coordenadas geográficas, UTM: 565227 E, 8485953 N y a una
altitud de 4681 msnm, la cueva tiene una profundidad horizontal promedio de 13 m, el ancho de
la entrada 20.30 m y la altura del ingreso al interior varían de 1 a 5 m. El depósito cultural es 250
m2 aproximado, la parte interna y el talud de la cueva, Vivanco (1993). Se ha recuperado más de
dos mil elementos de piedra, modificados para dar la forma de un tipo de artefacto, cada una de
ellas tiene variantes; a además, hemos observado laminillas, esquirlas o desechos de talla que
explica la elaboración de herramientas. Se presenta los implementos identificados: núcleos 89,
lascas 2,161, objetos retocados 45, implementos sobre lascas 459, varios 171, puntas o
implemento de caza 210, restos óseos de animales 3,468.
La cultura material que recuperamos es bastante significativa, forma parte de la actividad
cotidiana de sus ocupantes de la cueva. En las últimas cuatro capas tardías, recuperamos
fragmentos de cerámica características del período Formativo, del periodo intermedio tardío y
posible material Inka, las mismas en cuanto a su manufactura, formas y usos a la que se destinó,
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se relacionan con la "fase Andamarca 1750 - 1250 B.C. y fase Wichqana 1250 - 900 B.C." de la
cuenca de Ayacucho, definido por (Mac Neish et al. 1981: 237-239), así como del periodo tardío
denominado la cultura Chanka, Vivanco (1994).
El segundo momento es corto pero más complejo, es el desarrollo de períodos: Formativo,
Desarrollos Regionales, Wari, Chanka e Inka. Son sociedades que transformaron el territorio
sarhuino según sus necesidades, construyeron casas, andenes, caminos, etc. De tal manera los
sarhuinos somos herederos de una cultura de complejidad histórica y social, que fueron capaces
de mantener una población numerosa con sistemas de organización política, económica y social
muy bien estructura. Desarrollaron una tecnología envidiable, para construir casas, caminos,
puentes, canales, reservorios, corrales, acondicionaron cuevas y otras infraestructuras para el
bienestar de sus miembros, muchas de estas obras aún están visibles.
Arcaico
La primera secuencia prehistórica de andes centrales “complejo precerámico”, propuso Cardich
(1960). En el año 1958, excavó en Huánuco, cuevas y abrigos rocosos de Lauricocha, tres
entidades estratigráficas se reconocieron denominadas Lauricocha I, II, III. En la década 70 y 80
del siglo XX, las evidencias disponibles acumulan nuevos datos del período arcaico de la sierra
peruana, estas investigaciones de proyectos arqueológicos, contribuyeron el conocimiento de la
domesticación de plantas y animales. El proyecto de gran expectativa fue “proyecto arqueológico
y botánico Huanta – Ayacucho” dirigido por el Dr. Richard Mac Neish, el de Junín conducidos
por Ramiro Matos, John Rick y Daniele Lavallèe y otros.
El período arcaico de la región de Ayacucho, se conoce a partir de los trabajos de Mac Neish et
al. (1981), asimismo identifica "grupos de tradición cazadora en las altas tierras de
Huancavelica", Ravines (1971). En la cueva San Francisco, Castrovirreyna – Huancavelica, se
registró evidencias arqueológicas, resultados de trabajos excavación y prospección, que sugieren
la ocupación temprana, Matos (1960), Cardich (1970). Destacan la ocupación temprana en
numerosas cuevas y abrigos rocosos en las inmediaciones de las lagunas de Choclococha
Chuqluqucha y Orqoqocha Urququcha, Vivanco (1993). Los implementos líticos registrados son
muy similares a la industria lítica de Lauricocha y Junín. Esta similitud de los implementos
utilizados por grupos de cazadores de camélidos, insinúa que existió una unidad cultural, que se
traduce en una categoría de tradición cultural propia de la región puna, que explica la
interrelación a través de diversos mecanismos y define el desarrollo tecnológico de elaboración
lítica, la forma de las puntas y sus variantes: foliáceas, romboidales, base triangular, parece ser
común por lo menos en toda la sierra centro sur del Perú. A lo largo de la cordillera occidental,
hemos observado este tipo de evidencias asociadas a las cuevas y abrigos rocosos la explotación
de los recursos fuentes de obsidiana.
Se registro, artefactos líticos de obsidiana en mayor porcentaje, mientras el basalto, sílex y
cuarzo es escasa. Los implementos son puntas, raederas, cuchillos, raspadores, perforadores,
además de núcleos, lascas, láminas, desechos de talla. Las piedras presentan un conjunto de
formas y variantes según su función que insinúa una producción especializada. Kunyaqmachay,
sugiere una probable ocupación permanente, con desplazamiento a las quebradas y valles, a
zonas de cantera fuente de obsidiana y posible a las cabezadas se la costa.
En Kunyaqmachay, los restos óseos de camélidos, taruca, roedores –vizcacha- y aves de las
capas de M a K de la unidad I, expresa una caza generalizada, un porcentaje mayor corresponde
a camélidos jóvenes. Las evidencias de las capas de J a G, define el proceso de la domesticación,
es evidente la ausencia de camélidos jóvenes y la fauna volátil, observándose la presencia en
mayor porcentaje de camélidos adultos. Información que coincide con los estudios realizados en
la puna de Junín, Wheeler (1984), Lavallèe, et al. (1985). El proceso de la domesticación de
camélidos y la domesticación de plantas muestran el surgimiento de un nuevo de vida el
sedentarismo.
El modo de vida, que se reconoce como la etapa de “semi-sedentarismo y sedentarismo” donde
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se manifiesta el proceso de domesticación de camélidos, es la región puna donde se concentra las
cuevas y abrigos rocosos. El desarrollo tecnológico generó mecanismos de aglomeración,
ejemplo talleres de producción de artefactos o el surgimiento de construcción arquitectónica. La
tecnología desarrollada de elaboración de implementos bifaciales, principalmente puntas se
relaciona a la caza de camélidos y otros animales, que los especialistas definen la etapa de
cazadores superiores o especializados. Paralelo al perfeccionamiento de implementos de caza,
empezaron a posesionarse de territorios cerca de cuevas, aprovecharon piedras o rocas grandes,
observándose las primeras formas de arquitectura, amontonamiento de piedras o simples
pirqakuna.
Estrategia de ocupación en las altas punas, responde a dos aspectos: diversidad de la fauna y
localización espacial del hábitat. Las cuevas y abrigos rocosos de la región puna son lugares que
tienen acceso a una alta diversidad de ambientes y recursos de la puna alta y las quebradas.
Ejemplo de Kunyaqmachay, la procedencia de la materia prima se estima un promedio de 35 km
de distancia, las fuentes de obsidiana que se ubica en la cuenca superior de Qaracha: Qinchaq,
Qichqa Rumi, etc.; parajes con este tipo de recurso natural se ubican en las inmediaciones del
volcán pachapapupum ombligo de la tierra, la cuenca de los ríos Urabamba y Turpumayu,
jurisdicción del distrito de Lucanamarca y de la provincia de Huancasancos. La explotación a
gran escala de la fuente de obsidiana al parecer fue durante la ocupación temprana –períodos
Lítico y Arcaico-, por lo menos para la parte superior del río Pampas y tributarios: Qaracha,
Sondondo, Chicha-Soras y otros. Son frecuentes los implementos líticos de obsidiana asociada a
las cuevas y abrigos rocosos, materia prima común de explotación masiva.
El nuevo modo de vida aparece, cuando la sociedad pierde su carácter igualitario y se gestan las
bases de la desigualdad social, dirigentes y los grupos humanos dedicados a la producción. Se
explica un modo de vida de apropiador a un nuevo modo de vida productores de alimentos, una
complejidad de organización social y económica, aparición de nuevas comunidades étnicas que
son portadoras de culturas agro alfareros con un modo de producción de vida aldeana. Esto le
permitió consolidar el proceso de estabilidad en territorios conocidos, la introducción de un
nuevo modo de vida cualitativamente diferente a la anterior, con nuevas estrategias de
apropiación y utilización del espacio, con una cosmovisión y estructura social diferente con
cierto grado de jerarquía.
La Sociedad Aldeana
Hacia el año 2000 a.C. la agricultura y la ganadería se consolidan dando paso a la formación
extensa de aldeas en zonas apropiadas. El modo de vida anterior, fueron sustituidas de manera
paulatina por agrupaciones humanas sedentarias con una nueva sistema de organización social,
económico y político. El período formativo corresponde a esta vida sedentaria y aldeana, que
acumularon nuevos conocimientos, logrando la seguridad alimentaria y algunos individuos
dejaron de trabajar la tierra, para cumplir funciones especializadas, es evidente la presencia
arquitectónica, las construcciones adquieren envergadura y aparecen los templos, empiezan
elaborarse tejidos, también los objetos de cerámica destinados a uso doméstico, funciones
religiosas y rituales; además de batanes, morteros, hachas de piedra y numerosas puntas de
obsidiana, que revelan la continuidad de la caza en la nueva sociedad agropecuaria.
La sociedad ayacuchana de esta época mantenía relaciones con la costera y la selva. En la cuenca
de Ayacucho, se estableció el sitio de Wichqana donde se ubicó los restos de un edificio
semicircular construido en forma de herradura y otros asentamientos que pertenecen al
formativo. En Wichqana se observó remodelaciones, igual característica presenta el sitio de
Chupas, Campana Rumi o Campanayuq en Vilcashuaman, Qatun Rumi en Chungui y otros. En
Sarhua no se ha registrado un sitio característico del formativo, se acopio cerámica en
Kunyaqmachay, es posible presencia de este período en Quchapampa, Allqoni, Tarapata, etc. A
lo largo de este período se mantuvieron relaciones cercanas con la costa, sierra norte y con el
Cuzco o sierra sur, lo que expone la práctica red de intercambios e interrelaciones de distancias
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cortas y largas.
Se sabe los centros ceremoniales fueron dirigidos por sacerdotes que cumplían funciones como
intermediarios entre los llaqta runakuna y los fenómenos naturales percibidos como divinidades
wakakuna. La religión de Ayacucho es influencia y clara inspiración Chavín y se trata de una
divinidad felínica que dominó los andes centrales. Las sociedades aldeanas se fortalecieron y
aparecieron las condiciones para el surgimiento de una formación política que dominó el espacio
ayacuchano.
Evidentemente, el territorio de Sarhua habría sido ocupado durante este período, la cerámica
registrada en Kunyaqmachay parece sugerir la presencia de sitios monumentales. Quchapampa
podría ser el lugar de un sitio monumental, a la fecha no se hizo aún un trabajo de campo
sistemático para registrar los sitios arqueológicos, asimismo la presencia de fragmentos de
cerámica de uso cotidiano asociados a la cerámica Wari en los sitios Tarapata, Allqoni,
Sarwaqata, Aywiripampa y otros explican una ocupación densa.
El Intermedio Temprano
El período inmediatamente anterior del desarrollo Wari es relativamente desconocido en Sarhua
a falta de evidencias arqueológicas. La ausencia obedece a escasos trabajos de investigación
arqueológica, en específico entre la cuenca del Pampas y Qaracha, los trabajos recientes en la
cuenca superior del Pampas, en el paraje denominado Viscapalca, reporta una información
preliminar la influencia de la cerámica de estilo Nasca de la región costeña y la presencia de
estilo Caja, este último define la fase final del período Formativo.
A la cultura Warpa representa la cerámica negro sobre blanco, se identifica en la parte norte de la
región ayacuchana. Un avance significativo logró en técnicas agrícolas bajo riego, construyeron
terrazas, ampliaron los campos de cultivo. Los sacerdotes andinos cobraron nuevo poder y
lograron organizar las formas del estado en Ayacucho. Al parecer existió una relación estrecha
con la costa sur medio Ica, con los cuales los Warpa intercambiaban arcillas y pigmentos, la
cerámica se vincula con elementos y motivos propios de los Nazca.
En valle del Qarwarazu - Sondondo, se desarrollo una cultura local llamada Kancha, durante el
período intermedio temprano. Los Kancha producían sobretodo tubérculos andinos de altura y
estaban dedicados a la ganadería de camélidos. En Sarhua es posible un tipo de cerámica
identifica a este período, a falta de un trabajo sistemático de laboratorio aún no ha sido definido.
La cerámica registrada asociada a estilos alfares Wari, deben estar relacionadas con la cultura
Kancha, propuesta hecha por la arqueóloga Katherine Schereiber.
Pukullukuna y Ayamachaykuna
Dos individuos depositados en ambientes del centro educativo de Sarhua, en posición sentada y
flexionada, patrón característico de períodos tardíos los Chanka e Inka, explican la práctica de
enterramiento. Los profesores informan de su procedencia, una cueva ubicada en áreas rocosas y
lado oeste del cerro Millqa, que está muy cerca al norte-este de Sarhua. Aprovecharon cuevas y
abrigos rocosos para enterrar a sus muertos, primero modificaron y acondicionaron los espacios
para construir las sepulturas con piedras de campo y argamasa de barro en algunos casos en
varios momentos, adosadas a las cuevas y abrigos rocosos.
Los entierros generalmente son múltiples una población numerosa, con un ajuar funerario muy
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pobre que constituyen objetos de cerámica y algunos instrumentos de la vida cotidiana. Entre los
más representativos, son: Laqa Qichqa, Ayamachay, Wayllani, Millqa, Potreroyuq, Wankarumi,
Wansalli, Tuqaruway y otros, todas ubicadas en las inmediaciones de aldeas y poblados
dispersos, asentadas en la cima y crestas de los cerros. Por otro lado, se registró chullpas en
Ayani, Potreroyuq, Apu Urqu, etc.; asociadas a poblados de la época Wari, que establece una
tradición larga. El caso Ayani es especial, que expone una tradición de dos tipos de sepulturas:
cámaras funerarias muy bien elaboradas, subterránea patrón propio de la época Wari y las
chullpas de construcción rústica, esta última es de tradición larga.
Entonces, las construcciones de inhumaciones pukullukuna chullpas y ayamachaykuna cuevas,
grutas, cavernas o abrigos rocosos pertenecen a períodos tardíos chankas e inkas, probable su en
fases de la época Wari. En Sarhua, se registró chullpas, cuevas y abrigos rocosos con restos
óseos humanos que testifican lugares de enterramiento una práctica común, ejemplo el de Cruz
Muqu, las chullpas de Ayani, Apu Urqu, Willkakunka, Cura Urqu y otros.
En el año 2007, la srta. Joanna Hurst de Inglaterra ha visitado a Sarhua con el objetivo de
realizar una evaluación preliminar de restos óseos humanos depositados en las cuevas y abrigos
rocosos de Cruz Muqu. Tres lugares de inhumaciones han sido evaluados: la primera una cueva
pequeña con una entrada restringida, cerca al camino de herradura y ahora cortado por la
carretera de Sarhua. La colección del material esqueletos humanos esta desarticulada y
mezclada, afectada por la acción humana, aún así los huesos está en buen estado de
conservación, algunos presentan fragmentos de piel y pelo, se observa la preservación
ligamentos en columnas vertebrales; asimismo, algunos cráneos presentan una deformación
frontal-occipital cultural. No se registró evidencias de heridas o fracturas, con la excepción de
una herida sanada en un cráneo femenino causada por un implemento punzo cortante, tampoco
no se ha observado patología, más bien se registró una salud dental pobre, tenían abscesos,
infecciones del hueso alveolar y pérdida de dientes antes de morir.
La segunda cueva ubicada aproximadamente a 80 m arriba de la carretera, es larga y
originalmente tenía dos entradas, ambas está parcialmente bloqueada. Los ligamentos y discos de
vertebras están conservados, se registró un grupo aproximado de 80 individuos una población
normal con niños, adolescentes, adultos maduros y adultos ancianos. Un aproximado de 30% de
la población tenía menos de 25 años y un 50% tenía evidencia de deformación craneal, que
expresa una tradición establecida. Se ha observado infecciones no específicas en dos tibias
adultos, algunas vértebras presentan evidencias de cambios patológicos un indicativo de cargar
pesadas.
El tercero se trata de abrigo rocoso localizado aproximadamente a 200 m más arriba de la
segunda cueva, completamente abierta a un lado. Aproximado unos 30 individuos, los huesos
están bien conservados, asimismo están desarticuladas y mezcladas. También está representada
de una población normal con niños, adolescentes, adultos maduros y adultos ancianos, se registró
cráneos deformados y algunas vértebras presentan evidencias de cambios patológicos.
Medidas de talla de individuos evaluados (se utilizó 6 fémures de lado derecha en cada caso, el
tamaño calculado promedio de 1.60 m, un alcance de 150.83 cm hasta 173.41cm. Las cuevas y
abrigos rocosos tienen poblaciones considerables de huesos desarticulados pero conservados, se
manifiesta una composición demográfica normal, no hay evidencia de trauma (fracturas) o
violencia es improbable. La población tenía mala y buena salud dental. El mayor problema de
salud está relacionado a la ocupación de la población que ha dañado la columna dorsal por cargar
cosas pesados. También tenían alta frecuencia de deformación frontal – occipital craneal y
adicionalmente la presencia de huesos wormianes en las zonas parietales y occipitales es
frecuencia alta.
Es un tema poco abordado a nivel de arqueología ayacuchana. Yo tenía una idea acerca de esto:
si los entierros son contemporáneos con las aldeas o poblados dispersos que ocupan la cima y las
crestas de los cerros, asentamientos fortificados (con murallas y zanjas), corresponderían a un
solo momento de inhumación, resultado de enfrentamientos y por lo tanto se trataría de fosas
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comunes de guerra; además serían personas adultas varones en su mayoría, muerto por lesiones.
La evaluación preliminar de entierros, hecha por la srta. Joanna Hurst, explica que los huesos no
presentan trauma (fracturas), lo cual mi aclara las dudas que tenía sobre entierros de cuevas y
abrigos rocosos.
Las tumbas de la época Chanka son estructuras sencillas, fosas circulares con muros de piedra y
techos de grandes lajas planas de acabado rústico. Los muertos se colocaban flexionados en
posesión sentados, con ofrendas pobres y escasa, básicamente son artefactos de uso cotidiano.
Sin embargo, es evidente la orientación hacia el otro mundo, es decir, la partida a más allá que
significa el respecto a los muertos y la costumbre ritual.
Patapatakuna
Los antiguos hombres ñawpa runakuna o machukuna de Sarhua desarrollaron y administraron
sistemas agrícolas complejas como para sustentar una población numerosa. La infraestructura
agrícola abandonada en su mayor porcentaje, hoy en día en uso apenas una porción mínima, son
logros a través de una larga experiencia acumulada, paisaje cultural expresada en andenes
patapakuna, canales yarqakuna y reservorios quchakuna construidos en laderas y lugares
adecuados de parajes Waranqani, Kumunsinqa, Uchpataku, Ranranisiu, Cruz Muqu, Tiwqata,
Umasi, Uyulli, Potreroyuq, Illa, Chilca, Quchapampa y otros; hoy cubiertas por la erosión de
casi 500 años de desidia.
El territorio que configura los ríos Pampas y Qaracha, pendientes y laderas o faldas que “caen” a
dichas cuencas fueron humanizados y cubiertos de una infraestructura agrícola enredada, un
paisaje cultural de desarrollo tecnológico propio del mundo andino antiguo. Los andenes, canales
y reservorios son evidencias de un sistema agrícola organizada, responde a un modelo propio de
los andes, las estructuras no son tan impresionantes en tamaño, forma y tipo de construcción; sin
embargo tienen un significado histórico social de gran avance. En terrenos accidentados, las
terrazas constituyen plataformas estables de cultivo, retienen la humedad del suelo, facilitan el
riego, controlan la erosión, creando microclimas favorables para los cultivos, además
contrarrestan a factores climatológicos de fenómenos naturales.
Un aspecto que merece atención es la extensa presencia de terrazas agrícolas -andenes-
patapatakuna que cubren casi por completo la margen izquierda y derecho del río Pampas y
Qaracha. En la zona quechua y suni hay presencia de terrazas en los terrenos de pronunciada
topografía accidentada, cubriendo en términos de altitud, desde los 2600 hasta los 3950 mnsnm
aproximado, se sospecha que las terrazas fueron construidos por la población Wari y reutilizados
durante el desarrollo Chanka e Inka. Cabe señalar, la compleja infraestructura agrícola, habrían
sido erigidas desde el tiempo en que domesticaron las plantas, es decir, cuando fue necesario
construir estructuras con el fin de mejorar la actividad económica y así, más adelante de manera
sistemática y ordenada, previa planificación edificaron andenes patapatakuna, canales
yarqakuna, reservorios quchakuna, una complejidad de dinamismo agropecuario.
Patrimonio Cultural
El patrimonio cultural de Sarhua y de sus anexos está constituido por los bienes y valores
culturales que poseen un especial interés histórico, artístico, arquitectónico, arqueológico,
testimonial y documental, además de las manifestaciones musicales, danzas y la aroma que vuela
arte culinaria. Estas tradiciones propias del quehacer cotidiano y las diversas representaciones
del arte popular, que aún se practica hoy en día, forman el patrimonio cultural vivo de los
sarhuinos.
El patrimonio cultural arqueológico, se considera las construcciones que son manifestaciones
físicas en la jurisdicción territorial de Sarhua. El objetivo, en relación con el patrimonio
construido, es su valoración, conservación y recuperación, para hacer posible su disfrute como
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bien cultural y garantizar su permanencia como símbolo de identidad. El patrimonio construido
está conformado por los bienes de interés cultural tales como inmuebles, elementos del espacio
público, red vial tradicional y bienes arqueológicos; por ejemplo los estribos del puente colgante,
caminos de herradura, los restos arquitectónicos de Puqury, Ñawpallaqta, Cura Urqu y otros, las
fiestas patronales "Virgen de Asunción" y tradicionales como pukllay carnaval de varayuqkuna,
yarqa, faenas comunales, etc.
El gobierno local debe hacer la propuesta el programa de patrimonio cultural, la misma debe
abarcar las siguientes acciones: el inventario, documentación y registro de los bienes de interés
cultural. En el Perú resulta difícil convencer a las autoridades del gobierno central y regional,
sobre el diseño y ejecución de políticas culturales, más difícil aún resulta hacerlo a nivel de
gobiernos locales de pueblos andinos llaqtakuna, por la ingenuidad quienes conducen. Las
políticas culturales son cambios sustanciales en las preocupaciones y los hábitos de gestión
cultural, donde se debe acumular experiencias, solo así podemos respetar y valorar a nuestro
patrimonio cultural.
Conclusiones Preliminares
Según los estudios arqueológicos la historia prehispánica se remonta a 7,000 años a.C. a 1532
años d.C. La excavación practicada en la cueva de Kunyaqmachay, define las primeras
manifestaciones culturales pertenecientes a periodos lítico, arcaico y formativo; mientras las
culturas Wari, Chanka e Inka, se precisa a partir de la prospección arqueológica. La ocupación
Wari, se identifica con el control de tierras de cultivo para la producción del maíz. Al alrededor
de los años entre 900 a 1100 d.C. los patrones de asentamiento sufrieron un drástico cambio,
cuando los asentamientos se trasladan a espacios de mayor elevación, de posición estratégica y
fortificada (con zanjas y murallas), que explica tiempos de convulsión.
De Kunyaqmachay, los implementos de piedra: raederas, raspadores, cuchillos, perforadores,
puntas de proyectil, etc., elaborados en obsidiana, basalto y otro tipo de materia prima con
diversos variantes de forma, tamaño y función expone un conocimiento de desarrollo
tecnológico. Estos artefactos de piedra, fue la base económica de obtención de dieta alimenticia -
fauna, flora y otros- de regiones quechua, suni y puna. El registro de diferentes especies de restos
óseos de animales, en especial de los camélidos: adultos y jóvenes con variación porcentual
indiscutible en capas arqueológicas, define la práctica de “caza generalizada, especializada,
control de camélidos semi-domesticados” (Wheeler et al. 1977: 159); sin duda explica el
progreso ordenado, el conocimiento del territorio, de movilidad social y la diversidad de
recursos, y no necesariamente un modelo de domesticación por fases, al mismo tiempo
practicaron los tres modelos señalados.
La ocupación permanente y frecuente, temporal y eventual o de otras formas, de cuevas y
abrigos rocosos constituye una ocupación general y el conocimiento del territorio. Las evidencias
de la cultural material, huellas de alteraciones por acondicionamiento de -campamentos en
cuevas y abrigos rocosos-, evidentemente revelan la complejidad social y una economía
diversificada, regulado por el tiempo y el espacio de chiraw killakuna y puquy killakuna, en
sallqa, chaupi y wayqu; un nivel de interrelación entre grupos humanos que ocuparon las
diferentes ecozonas y áreas, el conocimiento del espacio territorial, del comportamiento de los
animales, la apropiación de los recursos canteras de obsidiana y de minas de sal.
Los ñawpa runakuna no tuvieron la necesidad de utilizar otros elementos que no sean los
recursos naturales propios de esta región andina, para practicar la actividad de apropiación y
producción económica y dinamizar las formaciones de complejidad social. Se considera un
corpus la relación estrecha hombre-naturaleza, sostenida por una economía mixta de
organización social compleja y su visión cultural material e inmaterial que define el paisaje
natural ríos, quebradas, cuevas, cerros o las altas montañas. Para beneficiarse los grupos
humanos quienes ocuparon esta zona andina, transformaron el paisaje natural en cultural,
estableciendo asentamientos aldeas, pueblos; asimismo construyeron la infraestructura agrícola,
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vial y ganadera, incorporando también lugares sagrados para prácticas religiosas.
La alta densidad de sitios arqueológicos en la jurisdicción de Sarhua y sus anexos, por lo menos
señala una ocupación, ininterrumpida desde el arribo de los primeros inquilinos hasta hoy en día.
La época prehispánica explica el desarrollo apropiadores y productores de alimentos, el primero
un proceso sin clases sociales con equipo cultural sencillo, mientras el segundo se trata de
sociedades complejas con un sistema de organización política, económica y social muy bien
estructurada y con un desarrollo tecnológico eficiente de acuerdo a sus necesidades. La cultura
material precisa una ocupación continua, sin duda con algunos cambios de muebles e inmuebles,
que define el largo proceso del mundo andino antiguo o mejor dicho los períodos.
En la cuenca de Qaracha, etnias eran grupos relativamente pequeños de aparente tradición
común, como la etnia Lucana-Antamarkas, Aimaras y Wankas. En tiempo de los inkas la
situación al parecer fue mucho más complicada, en Sarhua se hallaban los Wankas procedentes
del valle de Mantaro, razón por lo que tenían un escasa solidaridad entre los pueblos de la cuenca
de Qaracha, durante la colonia y su posterior proceso; eventos sociales que constituye el grado
elevado de conflicto entre las comunidades de la región Pampas – Qaracha. Ejemplo Sarhua ha
tenido constante conflicto por linderos con vecinos pueblos. En tiempo de reducción de la
colonia, ha sido fundada en una pequeña explanada natural un lugar del antiguo asentamiento de
la época Wari, rodeado de altas montañas de wakakuna, apukuna y wamanikuna: Puquri, Apu
Urqu, Millqa, Llawmqaya.
Durante las décadas de la colonia Sarhua habría sido reducido por el visitador general don Juan
de Palomares en cumplimiento del real decreto y estando cacique principal de Zárua/Sarhua don
Pedro Puma. De la colonia y república, se conoce muy poco la historia y etnohistórica, debido a
falta de una investigación sistemática. Dos ayllus ancestrales representa el sistema de
organización social sawqa y qullana, modelo milenario de espíritu cooperativo. Finalmente,
debo señalar la información de documentos de suma importancia para conocer la historia y la
tradición milenaria que ostenta y exterioriza Sarhua, aún no forma parte de un análisis científico,
a pesar de la existencia de abundante bibliografía. Los jóvenes sarhuinos Telésforo Huashuayllo,
Félix Yucra, Juan Pablo Quichua, Richard Felices y otros que vienen formándose en ciencias
sociales, tienen la gran responsabilidad. Estoy seguro como sarhuinos, ellos asumirán esa tarea
de hacer conocer nuestra historia a partir de un análisis científico de la vasta información
empírica evidente de esta zona Andina.
Agradecimiento
Especial gratitud merece el Dr. Frank Meddens, quien gentilmente hizo la traducción del informe
preliminar de la Bioantropóloga srta. Joanna Hurst. Mi gratitud a Khinjhe y Miguel Canchari,
Dannal Aramburu, como colaboradores. A Moisés Quichua y Marciano Huamanchaqui por su
apoyo y aliento. A Liberata mi hermana y a su esposo Anacleto Canchari, por su atención
esmerada de nuestras visitas constantes a Sarhua. Finalmente, mi gratitud a todos los sarhuinos
anónimos, quienes tienen esperanzas en sus hijos que deben salir profesionales y seguir adelante
sorteando las dificultades de exclusión, vilipendio y marginación de la sociedad elite costeña y
del estado peruano.
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