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El estudio señala que los conservatorios, estafetas de Correos y escuelas de idiomas son
los menos preparados con respecto a los centros de salud, oficinas de empleo y registros,
lugares donde los minusválidos pueden moverse con mayor facilidad. En el apartado de
cómo llegar al edificio, sólo uno de cada tres dispone de aparcamiento para minusválidos
y más de las mitad no tiene pasos de peatones adecuados. En este caso, el 39% de los
accesos reciben una mala valoración por parte de la OCU.
Sin alternativa
Dentro de las construcciones analizadas, el 36% son poco accesibles por no tener
alternativas a los escalones u otros obstáculos, mientras que el 64% ofrecen sus servicios
en más de una planta. En este apartado, ciudades como Salamanca, Bilbao, Madrid y
Zaragoza son las menos valoradas mientras que Pamplona, Barcelona o Murcia figuran a
la cabeza. Precisamente, los centros de salud son los más preparados y los conservatorios
los menos en relación con esta cuestión. Además, los discapacitados sensoriales padecen
una serie de problemas propios, puesto que sólo uno de cada cinco establecimientos está
adaptado a las necesidades de esta población.
El estudio también analiza los servicios públicos de estos edificios y concluye que el 47%
son inaccesibles para una persona en silla de ruedas y el 17% de los cuartos de baño son
difíciles de usar. En este caso, los conservatorios y las agencias tributarias son los lugares
menos preparados mientras que bibliotecas y cines merecen la mejor opinión de la OCU.
De las conclusiones que aporta esta organización se desprende la necesidad de eliminar
las barreras, y de armonizar las normativas de las comunidades autónomas gracias a una
voluntad política, además de una concienciación social para el perfecto cumplimiento de
las normas en este ámbito.