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Acreditación.

Proceso mediante el cual se evalúa la competencia y eficacia de una entidad que realiza
actividades en algún rubro de servicios.

Actualmente se realizan actividades de acreditación en los ámbitos de: salud y educación.

La acreditación es un proceso que se inicia cuando la entidad productora de un servicio


asume cumplir un modelo-estándar para el ámbito en el que se desarrolla.

Hay modelos para la educación y la salud.

Ejemplos:

1932 - USA, ABET para programas de ingenierías.


1951 - Japón, DEMING, modelo para los servicios.
1987 - USA, BALDRIGE modelo educativo multinivel.
1989 - Europa, EFQM, modelo educativo multinivel.

Han empezado a crearse y aplicarse modelos en cada país, en el afán de que se acredite
cada empresa y así las entidades tengan un valor adicional que garantize la eficacia del
servicio.

La acreditación significa haber cumplido un modelo, ser revisado por una organización que
verifica el cumplimiento del modelo, estar conforme en la implantación del mismo y el
logro de los objetivos planteados.

En los procesos de acreditación se habla de la necesidad, denominada, de


CERTIFICACIÓN Y ACREDITACIÓN. Ésta se está implementando a nivel mundial en
todos los estados. Cuando el público consumidor de un servicio sabe que el proveedor "está
acreditado" tiene mayor seguridad y confianza en su adquisición.

Aprendizaje
El aprendizaje es el proceso a través del cual se adquieren nuevas habilidades, destrezas,
conocimientos, conductas o valores como resultado del estudio, la experiencia, la instrucción y la
observación. Este proceso puede ser analizado desde distintas perspectivas, por lo que existen
distintas teorías del aprendizaje. El aprendizaje es una de las funciones mentales más importantes
en humanos, animales y sistemas artificiales.

El aprendizaje humano está relacionado con la educación y el desarrollo personal. Debe estar
orientado adecuadamente y es favorecido cuando el individuo está motivado. El estudio acerca de
cómo aprender interesa a la neuropsicología, la psicología educacional y la pedagogía.
El aprendizaje como establecimiento de nuevas relaciones temporales entre un ser y su medio
ambiental han sido objeto de diversos estudio empíricos, realizados tanto en animales como en el
hombre. Midiendo los progresos conseguidos en cierto tiempo se obtienen las curvas de
aprendizaje, que muestran la importancia de la repetición de algunas predisposiciones fisiológicas,
de «los ensayos y errores», de los períodos de reposo tras los cuales se aceleran los progresos, etc.
Muestran también la última relación del aprendizaje con los reflejos condicionados.

Definición de aprendizaje:
Podemos definir el aprendizaje como un proceso que implica un cambio duradero en la conducta,
o en la capacidad para comportarse de una determinada manera, que se produce como resultado
de la práctica o de otras formas de experiencia (Beltrán, 1993; Shuell, 1986). En esta definición,
aparecen incluidos una serie de elementos esenciales del aprendizaje. En primer lugar, el
aprendizaje supone un cambio conductual o un cambio en la capacidad conductual. En segundo
lugar, dicho cambio debe ser perdurable en el tiempo. En tercer lugar, otro criterio fundamental es
que el aprendizaje ocurre a través de la práctica o de otras formas de experiencia (p.ej.,
observando a otras personas).

Debemos indicar que el término "conducta" se utiliza en el sentido amplio del término, evitando
cualquier identificación reduccionista de la misma. Por lo tanto, al referir el aprendizaje como
proceso de cambio conductual, asumimos el hecho de que el aprendizaje implica adquisición y
modificación de conocimientos, estrategias, habilidades, creencias y actitudes.

Calificación Escolar
La calificación escolar (llamadas simplemente calificaciones o notas en algunos países) es un
método utilizado para evaluar y categorizar el rendimiento escolar de un alumno.

Puede estar determinado por un valor numérico o por las letras del alfabeto (generalmente desde
la A a la F). Esto puede variar de acuerdo con los parámetros establecidos por las leyes de cada
país. No obstante, en el caso del valor numérico por regla general se toma como el mínimo
aprobatorio el 50% de la calificación máxima.

De acuerdo a cada nivel, se consideran las siguientes apreciaciones: excelente, sobresaliente,


distinguido, bueno, suficiente, deficiente y muy deficiente. Estas dos últimas apreciaciones se dan
cuando no se obtiene el mínimo aprobatorio, por lo cual se considera al alumno como reprobado.

Concepto de Competencias
Actualmente, las competencias se entienden como actuaciones integrales para identificar,
interpretar, argumentar y resolver problemas del contexto con idoneidad y ética, integrando el
saber ser, el saber hacer y el saber conocer (Tobón, Pimienta y García Fraile, 2010).
Las competencias son las capacidades de poner en operación los diferentes Conocimientos,
Habilidades y Valores de manera integral en las diferentes interacciones que tienen los seres
humanos para la vida y el ámbito laboral.

Antes de dar a conocer los diferentes tipos de competencias es necesario definir ¿Qué son las
competencias? en este caso, nos referimos como competencias a todos aquellos
comportamientos formados por habilidades cognitivas, actividades de valores, destrezas motoras
y diversas informaciones que hacen posible llevar a cabo, de manera eficaz, cualquier actividad.

Las competencias deben entenderse desde un enfoque sistémico como actuaciones integrales
para resolver problemas del contexto con base en el proyecto ético de vida (Tobón, Pimienta y
García Fraile, 2010).

Las competencias son un conjunto articulado y dinámico de conocimientos habilidades, actitudes y


valores que toman parte activa en el desempeño responsable y eficaz de las actividades cotidianas
dentro de un contexto determinado.

En todo el mundo cada vez es más alto el nivel educativo requerido a hombres y mujeres para
participar en la sociedad y resolver problemas de carácter práctico. En éste contexto es necesaria
una educación básica que contribuya al desarrollo de competencias amplias para la manera de
vivir y convivir en una sociedad que cada vez es más compleja; por ejemplo el uso de herramientas
para pensar como: el lenguaje, la tecnología, los símbolos y el conocimiento, la capacidad para
actuar en un grupo diverso y de manera autónoma.

Para lograr lo anterior es necesario que la educación replantee su posición, es decir debe tomar en
cuenta las características de una competencia como son: El saber hacer (habilidades); saber
(conocimiento) y valorar las consecuencias de ese saber hacer (valores y actitudes).

Evaluación.-
Quizá uno de los factores más importantes que explican que la evaluación ocupe actualmente en
educación un lugar tan destacado, es la comprensión por parte de los profesionales de la
educación de que lo que en realidad prescribe y decide de facto el "que, cómo, por qué y cuándo
enseñar" es la evaluación. Es decir, las decisiones que se hayan tomado sobre "qué, cómo, por qué
y cuándo evaluar". En general, uno de los objetivos prioritarios de los alumnos es satisfacer las
exigencias de los "exámenes". En palabras de A. de la Orden (1989): "la evaluación, al prescribir
realmente los objetivos de la educación, determina, en gran medida... lo que los alumnos
aprenden y cómo lo aprenden, lo que los profesores enseñan y cómo lo enseñan, los contenidos y
los métodos; en otras palabras, el producto y el proceso de la educación... querámoslo o no, de
forma consciente o inconsciente, la actividad educativa de alumnos y profesores está en algún
grado canalizada por la evaluación”. Todos estos factores han llevado a una "cultura de la
evaluación" que no se limita a la escuela sino que se extiende al resto de las actividades sociales.
Es importante, antes de abordar cualquier contenido de evaluación, distinguir algunos conceptos
fundamentales, tales como evaluación calificación y medida. El concepto de evaluación es el más
amplio de los tres, aunque no se identifica con ellos. Se puede decir que es una actividad
inherente a toda actividad humana intencional, por lo que debe ser sistemática, y que su objetivo
es determinar el valor de algo (Popham, 1990).

El término calificación está referido exclusivamente a la valoración de la conducta de los alumnos


(calificación escolar). Calificar, por tanto, es una actividad más restringida que evaluar. La
calificación será la expresión cualitativa (apto/no apto) o cuantitativa (10, 9, 8, etc) del juicio de
valor que emitimos sobre la actividad y logros del alumno. En este juicio de valor se suele querer
expresar el grado de suficiencia o insuficiencia, conocimientos, destrezas y habilidades del alumno,
como resultado de algún tipo de prueba, actividad, examen o proceso.

Se evalúa siempre para tomar decisiones. No basta con recoger información sobre los resultados
del proceso educativo y emitir únicamente un tipo de calificación, si no se toma alguna decisión,
no existe una auténtica evaluación.

1.2.- Ámbitos de la evaluación

Tradicionalmente, la evaluación se ha venido aplicando casi con exclusividad al rendimiento de los


alumnos, a los contenidos referidos a conceptos, hechos, principios, etc., adquiridos por ellos en
los procesos de enseñanza. A partir de los años sesenta, la evaluación se ha extendido a otros
ámbitos educativos: actitudes, destrezas, programas educativos, materiales curriculares
didácticos, la práctica docente, los centros escolares, el sistema educativo en su conjunto y la
propia evaluación.

EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA
Cuando un proceso de evaluación se pone en marcha, existe siempre un propósito que lo impulsa.
En algunas oportunidades, las más frecuentes, se evalúa para acreditar lo aprendido,y en otras
para conocer y comprender el proceso que conduce a un determinado conocimiento.

Cuando hablamos de evaluación diagnóstica se trata de indagar para conocer, lo que se expresa en
un informe descriptivo y explicativo de la situación evaluada.

La intención es producir información acerca de los procesos de aprendizaje de los alumnos, de su


desempeño, de lo que saben, de lo que saben hacer, de sus conocimientos y sus potencialidades.
Una evaluación diagnóstica excluye siempre de sus objetivos el calificar y clasificar.

Elaborar un diagnóstico es generar conocimiento acerca de los saberes de los alumnos de un


grupo, a partir de la información producida por la evaluación. El diagnóstico describe y aporta
elementos para explicar una situación educativa concreta. De esta manera, el maestro puede
elaborar propuestas de enseñanza que respondan a las necesidades y características de sus
alumnos.

Para enseñar bien no sólo hay que conocer las metodologías didácticas y el programa escolar, sino
que ante todo hay que conocer al alumno.

La evaluación diagnóstica apunta justamente a eso, a conocer al alumno a través de sus trabajos,
sus producciones escritas, de su desempeño en situaciones naturales de aprendizaje.

En tanto produce conocimiento le permite al maestro comprender las experiencias, conocimientos


y comportamientos de sus alumnos, lo que aumenta la probabilidad de que lo que el maestro
elabora como propuesta de enseñanza sea una verdadera respuesta a las necesidades educativas
de sus alumnos.

Por esta razón, se ubica al inicio de un proceso de enseñanza, antes de organizar los contenidos y
de seleccionar las actividades de un proyecto didáctico, ya que los insumos para este último
surgen de este tipo de evaluación.

Ahora bien, que se ubique al inicio del proceso de enseñanza, no quiere decir que se realice sólo al
inicio del año: a medida que los alumnos avanzan en conocimientos y destrezas es necesario
retroalimentar con nueva información, para poder ir adecuando estratégicamente la enseñanza a
las nuevas necesidades de aprendizaje.

Esta evaluación es entonces imprescindible para el maestro porque lo ayuda a entender a sus
alumnos y le permite fomentar sus aprendizajes. Si el punto de partida para la enseñanza es lo que
el alumno ya sabe ¿qué garantías puede tener el maestro de que su propuesta es realmente la
más adecuada, si desconoce lo que los niños conocen y saben hacer?

Este tipo de evaluación que se propone conocer para mejorar las prácticas de enseñanza tiene por
un lado un monto de información producida a través de los instrumentos más adecuados y
coherentes con la intención que se persigue y por otro lado una manera de expresarse apoyada en
lo descriptivo.

Es muy valioso para el maestro saber y describir no sólo lo que los alumnos saben sino también
como actúan, cuáles son sus preferencias, sus comportamientos y sus anhelos.

Una vez puntualizado qué se entiende por evaluación diagnóstica y para qué se la realiza, vamos a
seleccionar algunos principios que actuarán cómo encuadre y regulación del proceso evaluatorio.

CRITERIOS DE CALIFICACIÓN.

La puntuación final del alumnado en cada una de las evaluaciones se reparte en los tres ámbitos
de la siguiente forma:
a) Ámbito Procedimental: Representa el 40% de la calificación y se obtiene realizando la media
aritmética de los resultados obtenidos en las pruebas prácticas realizadas en cada evaluación,
según las unidades correspondientes desarrolladas.

b) Ámbito Conceptual: Corresponde al 10% de la nota en cada evaluación. Se realiza la media


aritmética entre la nota de trabajos y de alguna prueba teóricas cuando se realicen.

c) Ámbito Actitudinal: Supone el 50% de la calificación. La nota se obtiene realizando una


valoración global, al tener en cuenta las actitudes propias del área, que se relacionan más adelante
en el apartado "normas de la asignatura' y las generales del centro que se detallan a continuación:
Asistencia, puntualidad, material, trabajo en clase, participación en clase, curiosidad científica y
práctica, participación en actividades extraescolares, respeto al profesor y compañeros, respeto
por el material, actitudes higiénicas, respeto por el desarrollo de la clase, tolerancia y respeto por
las diferencias y por las minorías.

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