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1. Etimología.
2. Ubicación epistemológica de la ética.
3. Objetos y definición real de la ética.
4. Características de la ética.
5. Relación de la Ética con otras ciencias.
6. El método y los alumnos de la Ética.
7. División de la ética.
8. Importancia del estudio de la Ética.
(9. Fuentes principales de este estudio).
(10. Cuestionario para orientar el estudio).
(11. Lectura de textos selectos).
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Cap. 1. Naturaleza de la ética.
1. Etimología.
Etimológicamente el término ética procede del vocablo ethos que significa
carácter, modo de ser. Ethos a su vez procede de éthos, hábito o costumbre. Es decir
que la ciencia ética no tratará de la constitución psico-biológica del ser humano, sino
de los actos del hombre, de los hábitos que pueden ser buenos (virtudes) o malos
(vicios).
Un sinónimo de ética es moral, que viene del latín (mos, moris) y también
significa costumbre.
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b. El objeto formal de la ética es la rectitud moral o moralidad de los actos
humanos. La bondad o rectitud moral del acto humano se distingue de la bondad
ontológica que tiene en cuanto que es, de la bondad técnica o útil, es decir de la
utilidad para un fin restringido, particular, según las reglas de un arte o técnica
determinados, y del agrado o placer que puede producirnos esa actuación. La rectitud
moral se entiende a la luz de la relación que posee el acto voluntario con el fin último
y definitivo del hombre.
4. Características de la ética.
Las características de la ética surgen si se tiene en cuenta que es una ciencia
práctica de carácter filosófico.
a. La Ética es ciencia, es decir un conjunto de verdades ciertas y universales,
que se demuestran y fundamentan sobre el conocimiento de sus causas. La ética
expone y fundamenta científicamente principios universales sobre la moralidad de los
actos humanos, es decir se trata de criterios válidos para cualquier tiempo, lugar y
circunstancia (todo asesinato es malo, los impulsos sensibles deben moderarse según
la recta razón, etc.).
Por ser conocimiento por las causas, se distingue del conocimiento moral
espontáneo, que se produce sin necesidad de razonamientos o pruebas científicas. En
ambos conocimientos se tiene por objeto la única verdad, pero se diferencian porque
la alcanzan y explican de distinta manera (ej. el campesino y el especialista en
meteorología respecto al tiempo. Estos conocimientos sólo serán opuestos en el caso
que en uno, o en los dos, se introduzca el error, y en ese caso uno podrá ser corregido
por el otro).
Por ser conocimiento universal, se distingue del conocimiento moral particular
(que son los juicios de la conciencia, de la prudencia). Estos juicios versan sobre la
moralidad de una acción concreta, realizada por una persona en determinadas
circunstancias. Tampoco aquí hay que hacer contraposición, sino la necesaria
distinción entre universal y particular. El conocimiento moral particular no es más que
la aplicación a casos concretos de principios universales y verdaderos, ya sea que se
hayan obtenido espontánea o científicamente.
1
Cfr. TOMAS DE AQUINO, De Virt. in com, q.un, a.6, ad 1.
2
Cfr. ARISTOTELES, Etica a Nicómaco, l.2m c.2, n.1103b 27-29.
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c. La Ética es ciencia práctica de carácter filosófico, de allí que también se la
llama filosofía Moral. Para estudiar su objeto utiliza verdades ya encontradas por otras
disciplinas filosóficas, especialmente la metafísica y la teología natural. Es decir que la
ética no podría determinar el orden moral que el hombre debe realizar, sin atender al
resto de lo que la filosofía enseña sobre Dios, la creación, el bien, el fin, la naturaleza
humana, etc.
Además la ética sigue un método afín a la metafísica, en cuanto parte de la
experiencia sensible para llegar al conocimiento racional del ser de las cosas. Estas
características diferencian la ética de la teología moral que se fundamenta en la
revelación. Se diferencia también de las ciencias positivas que a menudo no
trascienden el plano de los hechos o fenómenos.
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defendida por J. Maritain y R. Jolivet, y ha sido criticada (justamente) por S. Ramírez y
Deman.
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concupiscencia, la ira. Algunos siguen estas pasiones por elección (sectatores
passionum), otros habiéndose propuesto abstenerse de ellas, son vencidos por el
ímpetu de la pasión. Ahora bien el fin de esta ciencia es el acto humano (regulado por
la razón y, por tanto, virtuoso). Pero los que siguen sus pasiones no llegan al acto
virtuoso. Así el que es joven en costumbres, no alcanza el fin de esta ciencia que
consiste en la acción virtuosa.
El oyente apropiado de esta ciencia es el que realmente aprovecha el
conocimiento de las cosas morales, y es quien ordena sus deseos según el recto
orden de la razón, y así obra exteriormente. En otras palabras el oyente apropiado es
el hombre virtuoso.
7. División de la ética.
La ética es una sola ciencia, porque estudia todos los ámbitos donde se da el
acto humano a la luz de unos mismos principios fundamentales. Los criterios morales
generales son válidos para los distintos aspectos de la vida humana: personal,
familiar, social, etc. Por razón de practicidad la ética se divide en partes. Los antiguos,
siguiendo a Aristóteles, hablaban de ética monástica o personal, económica o familiar,
y política o social. A partir de Kant comenzó a separarse la moral del derecho, con la
intención de señalar que la moralidad interior y la justicia exterior se rigen por
principios heterogéneos. Esta división no parece aceptable ya que lesiona la unidad
de la ética, y aunque no se identifiquen moral y derecho, ni sus campos coincidan
perfectamente, el derecho y el orden de la justicia tienen una esencia moral.
En este curso dividimos la ética en dos partes. La primera se dedica a la Ética
general, es decir al estudio de los fundamentos y elementos esenciales de la
moralidad (ej.: el fin último, la ley moral, la conciencia, las virtudes). La segunda
titulada Ética especial o social, trata de establecer los principales criterios éticos que
orientan la vida del hombre en el seno de la sociedad, de la familia y del Estado (así
se tratará de la familia, del bien común, la autoridad, el gobierno, la ordenación moral
de la economía). De nuevo notamos que estos dos aspectos son inseparables ya que
el hombre es un ser social por naturaleza, y se dirige al fin último en unión con los
demás hombres.
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tiempo, tal como lo exige su ministerio. Exigencia que es hoy particularmente urgente
por la situación cultural que exalta el subjetivismo como criterio y norma de la verdad.
Finalmente, la ética junto con el resto de la formación humana será la base para
la entrega personal total a Jesús y a la Iglesia. En efecto si el sacerdote no está seguro
de la verdad ¿cómo podrá poner en juego su propia vida y tener fuerzas para
interpelar la vida de los demás?
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(9. Fuentes principales de este estudio).
Tres son las obras fundamentales para un estudio adecuado de la ética
filosófica: la Ética a Nicomaco de Aristóteles; In decem libros Ethicorum Aristotelis ad
Nicomachum expositio, del Aquinate y la STh. 1-2.
Se sigue la Filosofía aristotélica, por cuanto el gran maestro no hizo otra cosa
que analizar los pensamientos, los sentimientos en muchas materias, de tal modo que
pensar correctamente quiere decir pensar como Aristóteles, y sea que lo queramos o
no, somos sus discípulos, aún cuando tal vez ni siquiera lo sepamos.
La filosofía debe mucho a la revelación judeo cristiana ya que por ella conoce
los límites más allá de los cuales se caería en el error. Además el surgir de nuevas
problemáticas, el interés por profundizar algunos temas en particular hace necesaria
una profundización en la ciencia ética. Para esto es útil el comentario del Aquinate, ya
que además de haber ido más allá de Aristóteles, ha sabido corregir los defectos del
Filósofo y desentrañar conclusiones que el pensador griego no sospechó.
Damos aquí el esquema de las obras del Aquinate donde trata específicamente
de la ética:
En el Comentario a la Ética a Nicómaco:
I. Proemio: intención, método y cualidad del auditor de esta ciencia (nn.1-42).
II. Tratado:
A. La felicidad (43-223).
B. Las virtudes (224-1951).
1. Prenotandos (224-244).
2. Las virtudes en sí mismas (245-1291).
a. Las virtudes morales (245-1108).
* En común (245-527).
* En particular (528-1108). Las que rigen sobre pasiones
interiores; y las que rigen sobre las obras exteriores (justicia).
b. Las virtudes intelectuales (1109-1291).
3. Virtudes consecuentes o concomitantes (1292-1952).
a. La continencia (1292-1537).
b. La amistad (1538-1952).
C. El fin de la virtud (1953-2180).
1. Respecto del hombre en sí mismo (1953-2136).
a. La delectación (1953-2064).
b. La felicidad (2065-2136).
2. Respecto de toda la ciudad: ley positiva (2137-2180).
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a. Los hábitos en general (qq.49-54).
b. Las virtudes (qq.55-71).
c. Los vicios y pecados (qq.72-89).
2. Principios extrínsecos:
a. La ley (qq.90-109).
b. La gracia (qq.110-114).
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(10. Cuestionario para orientar el estudio).
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(11. Textos selectos).
In Ethic l.1, lc.1, n.3: “Subiectum moralis philosophiae est operatio humana
ordinata in finem, vel etiam homo prout est voluntarie agens propter finem”.
STh 1-2, 58, 1: “Mos duo significat. Quandoque enim significat consuetudinem...
Quandoque vero significat inclinationem quandam naturalem, vel quasi naturalem, ad
aliquid agendum... Dicitur autem virtus moralis a more, secundum quod mos significat
quandem inclinationem naturalem, vel quasi naturalem, ad aliquid agendum”.
In Ethic l.1, lc.1, n.6: “Moralis philosophia in tres partes dividitur. Quarum pima
considerat operationes unius hominis ordinatas ad finem, quae vocatur monastica.
Secunda autem considerat operationes multitudinis domesticae, quae vocatur
oeconomica. Tertia autem considerat operationes multitudinis civilis, quae vocatur
politica”.