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A.

LA MEDIACIÓN SALVÍFICA SACRAMENTAL


(LOS SACRAMENTOS EN GENERAL)

1. LA SACRAMENTALIDAD COMO CATEGORÍA TEOLÓGICA


- Hombre – Naturaleza:
 Estructura corpórea, mundana y social
 Interpersonal
 Histórica y temporal

Su encuentro con Dios en la gracia y la fe adquiere una forma visible


La sacramentalidad se densifica en las acciones litúrgicas simbólicas: Transmiten al
hombre la salvación que significan: comunión personal con Dios y con todos los
redimidos. (Desde el S. XI - Sacramentos).

2. ESTRUCTURA Y LUGAR DE LA TEOLOGÍA SACRAMENTAL EN LA DOGMÁTICA

La Sacramentología general La Sacramentología especial


I. Teología sacramental clásica I. Fundamentación Cristiana
II. Presupone una antropología a. Bautismo
III. Tiene una fundamentación b. Confirmación
cristológica y escatológica II. Celebración de la Koinonía humano-
IV. Analiza la dimensión eclesial y divina
escatológica de la mediación de la c. Eucaristía
salvación III. Reacción de Cristo frente al pecado y
la enfermedad
d. Penitencia reconciliación
e. Unción de los enfermos
IV. Estructuración y forma de la Iglesia
f. Orden
g. Matrimonio

3. LA CRISIS DE LA IDEA SACRAMENTAL EN LA CONCIENCIA MODERNA


- Contraposición entre el racionalismo (idealismo) y el empirismo (materialismo,
positivismo) Kant: cómo mediante el empleo de simples recursos instrumentales
naturales pueda producirse una efecto que constituye un misterio: el influjo de Dios en
nuestra moralidad.
- La liturgia sólo como recurso pedagógico de instrucción y edificación. Anton Winter
(1754-1814); La ilustración
- Nominalismo de la edad media: la conexión entre gracia y signo sacramental es
enteramente arbitraria. Guillermo de Ockam: “Dios pude vincular la gracia de la
justificación a otras forma de oración”
EL MINISTERIO SACERDOTAL DE CRISTO EN LA LITURGIA DE SU IGLESIA
(Sacramentología)

4. EL PROCESO DE LA ELABORACIÓN DE LA TEOLOGÍA SACRAMENTAL


CLÁSICA

a. La necesidad de una reflexión teológica sacramental


- Controversia: Presencia real de Cristo en la cena del Señor – Eucaristía (Berengario de
Tours) – Impulso a la elaboración de la teología de los sacramentos en la Escolástica
Medieval
- Primitiva Escolástica: Recurrió a concepciones básicas de San Agustín al enfrentarse
con los donistas: El signo es eficaz por el mismo hecho de ser realizado (opus operatum)-
Sacramentos

b. La acuñación del término “sacramentum” como concepto teológico técnico


- Sacramentum: traducción de  de los LXX y del NT. Misterium que en singular
se refiere a la revelación del proyecto salvífico eterno de Dios en la obra redentora de
Cristo.
- La acuñación de sacramento como término técnico no se produjo como simple
resultado de la traducción de mysterion. Subyace más bien en el fondo un contenido
objetivo, que Tertuliano fue el primero en poner de relieve: bautismo, Eucaristía y
matrimonio son sacramenta. Bajo este este concepto se agrupan tanto las alegorías como
símbolos.
- Tertuliano deriva sacramentum de sacer (sacro, sagrado, santo).
- Cipriano entendía signum, typus, etc., como sinónimos de sacramentum. También le
aplicó este concepto a la Iglesia ya que, según él, la Iglesia es sacramentum unitates et
charitatis.
Lo invisible se hace presente en elementos visibles mediante su referencia a la obre
salvífica de Cristo y a la acción del Espíritu Santo.

c. La inclusión de “sacramentum” en el género de los signos (San Agustín)


- Según Agustín el sacramentum incarnatianis es el mayor de cuantos signos trasmiten
sensiblemente la presencia salvífica de Dios. La naturaleza humana de Cristo es, en
virtud de su subsistencia en el Logos divino, el sacramento de la divinidad del Logos.
- Existe una inclinación interna desde la realidad (res) a la señal (signum). Dios da a
conocer la gracia invisible bajo las condiciones materiales del conocimiento humano y
de la formación de comunidad en el horizonte de la historia de la salvación y de la
escatología. En virtud de la eficacia divina, los signos del orden creado pueden
producir lo que significan en el orden de la redención. Y significan lo que producen.
- El signo es una realidad que, aparte de la significación que provoca en nuestros
sentidos, es capaz de expresar otra cosa diferente en nuestro universo conceptual.
- El sacramento es una señal, compuesta de un elemento sensible y de la palabra, que
produce un efecto sobrenatural. Un signo natural no puede producir por sí mismo un
efecto sobrenatural. Para ello necesita la palabra significante, pronunciada con el poder

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del Espíritu Santo. Sólo con el poder de Dios causa el signo sacramental el efecto
sobrenatural.
- La eficacia de los sacramento es causada por Cristo mismo o por la potestad que otorga
a quienes lo administran.
- Los sacramentos actúan ex opere operato. Debe entenderse que el contenido único del
sacramento es el Cristo Único y Total: como cabeza y como cuerpo.

d. La definición de sacramento en la Escolástica


- Agustín e Isidoro de Sevilla: Los sacramentos no son simples signos externos, sino
signo eficaces, es decir, símbolos reales.
- Hugo de San Víctor: El sacramento es el elemento material expuesto sensiblemente a
través de los sentidos externos representado por semejanza y significado, por la
institución y el contenido para la santificación de alguna gracia invisible o espiritual.
- Pedro Lombardo: Se llama sacramento con propiedad lo que de tal manera es signo de
la gracia y forma invisible de la gracia que lleva la imagen de la misma y que está
presente como causa.
- Tomás de Aquino: El sacramento es el signo de una realidad espiritual en cuanto que
santifica a los hombres.

Los sacramentos causan en nosotros la gracia de la justificación, ya que afectan la creación,


el aumento, el restablecimiento y la especialización de la relación a Dios de cada creyente.

Los sacramentos designan:


 El Fundamento de nuestra santificación: La pasión y la resurrección de Cristo.
 La Forma de nuestra santificación: La gracia y las virtudes (seguimiento y
configuración con Cristo)
 La Meta de nuestra santificación: la vida eterna
Los sacramentos son:
 Signa rememorativa de la pasión histórica de Cristo.
 Signa demonstrativa, en cuanto que producen en nosotros la gracia de los
padecimientos de Cristo.
 Signa pronostica, en cuanto que remiten anticipadamente la gloria futura y son
prenda de vida eterna.

5. CONCEPTOS BÁSICOS DE LA TEOLOGÍA SACRAMENTAL CLÁSICA


a. La institución de los sacramentos por Jesucristo
- Jesucristo es el autor de los sacramentos y el autor de la gracia. Son necesario para los
hombres.
- De Dios como fundador y autor de los sacramentos se puede decir:
 Sólo Dios Trino tiene potestad para causar la gracia en el alma a través de
signos sensibles.

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 Solo Cristo puede, en virtud de su naturaleza humana y de su libre obediencia,


hacer presente la salvación en la historia.
 Debe distinguirse entre el misterio y la potestad de Jesús y la potestad de los
ministros o administradores humanos de los sacramentos, que actúan como
representantes o vicarios y en la persona de Cristo, cabeza de la Iglesia.

- Respecto a la institución inmediata de los sacramentos por Cristo existen varias


interpretaciones.
a). La institutio in individuo, según la cual Cristo no sólo habría fijado la materia y
la forma, sino también los ritos concomitantes1
b). La institutio in specie, que entiende que Cristo sólo habría determinado las
materia y la forma de los sacramentos.
c). La institutio in genere, para la que el Jesús pre-pascual habría establecido el
contenido de los sacramentos y habría declarado su voluntad de transmitir
sensiblemente la gracia a través de palabras de acciones simbólicas humanas.

b. El signo sacramental
- Debe distinguirse entre el contenido del sacramento (res sacramenti) y la forma externa
del signo (signum tantum). El signo externo consiste en las palabras pronunciadas por
el ministro en el acto litúrgico y el elemento material o las acciones simbólicas.
- Debe igualmente distinguirse entre el signo material en cuanto tal (materia remota) y su
aplicación en la acción sacramental (materia próxima). Puede aparecer un tercer
elemento entre el contenido y la realización del signo: res et sacramentum.

c. El efecto de los sacramentos


El efecto de los sacramentos consiste:
 En la comunicación de la gracia justificante (gratia creata) como capacitación
para aceptar la auto-comunicación de Dios (gratia increata)
 En la impresión del carácter sacramental en los bautizados, confirmados y
ordenados.

d. La comunicación de la gracia santificante


- La justificación se produce en virtud de la infusión de la gracia santificante en el alma.
El hombre es aceptado constitutivamente en la vida de Dios. Esta asunción acontece
fundamentalmente en el bautismo o, cuando se ha perdido la gracia bautismal, en el
sacramento de la penitencia y, eventualmente, también en la unción de los enfermos.
- El alma es capacitada para la comunión humano-divina, en virtud de la gracia
santificante.
- Cada sacramento concreto causa una gratia sacramentalis específica que se distingue
claramente de los otros sacramentos.

1
adj. Que actúa, acompaña o colabora en el mismo sentido que otra cosa. Sinon: relacionado, concurrente,
coordinado, vinculado, asociado, compatible, simultáneo, coincidente

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e. El carácter sacramental
- El bautismo, la confirmación y el orden imprimen una señal espiritual e indeleble.
- El sentido de la palabra señal, marca, o carácter tiene un primer punto de partida para su
correcta intelección en la costumbre paleo-testamentaria de la circuncisión: el hombre
pasa a ser propiedad de Dios. Y esto vige aun cuando este hombre actúa en contra de
su propia vocación. Los elegidos están marcados con el sello de Dios.
- En Agustín el término “carácter” designa la realización externa de los sacramentos que
produce la acuñación interna del alma por Dios.
- El carácter bautismal distingue a los bautizados de los que no lo están.
- Este carácter significa además la participación en el ejercicio del sacerdocio de Cristo.
(signum configurativum)

f. La eficacia objetiva de los sacramentos (ex opera operato)


- En el siglo XIII se desarrolló el concepto de opus operatum. Los sacramentos causan la
gracia ex opera operato, es decir, en virtud del rito realizado y la potestad conferida a
quien lo administra.

g. El modo de actuar de los sacramentos


- Los sacramentos son el medio del encuentro personal de Dios que se revela y del
hombre que responde con fe, esperanza y caridad.
 La actuación moral:
Según los escotistas la gracia no se comunica mediante la forma interna del
sacramento, sino sólo mediante una auto-vinculación positiva de Dios al
sacramento; cuando este se celebra, Dios comunica la gracia al alma.
 La actuación “física” (tomistas):
El efecto se produce en el hombre de una manera instrumental, por medio del
sacramento, es decir, mediante la capacidad operativa de la forma inmanente al
signo que, como en las palabras habladas, pasa del locutor al oyente.
 La actuación intencional: (Cardenal Billot <1931>)
Aquí la recepción creyente del sacramento produce en el alma una disposición de
suplicante necesidad que induce a Dios, en cuanto autor del orden total del ser y de
la gracia, a comunicar la gracia.
 La actuación causal simbólica (Karl Rahner y otros)
El signo y la gracia no están unidos de una manera intrínseca, en virtud de un
decreto divino. El símbolo forma parte de la referencia al mundo de la gracia: el
símbolo es la gracia misma bajo la modalidad de su realización en el mundo y la
historia. Por consiguiente los signos sacramentales no se limitan a remitir a una
gracia que es distinta de ellos. El signo está sostenido por la gracia como el espacio
de su presencia actual en el tiempo.

h. La necesidad relativa de los sacramentos

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- Dios no reduce ni recorta su libertad a acciones simbólicas creadas. En los sacramentos


adapta su acción salvífica a las condiciones corporales, históricas y sociales de la
existencia humana. De donde se deriva la necesidad relativa de la gracia en su forma
sacramental.
- Dios sale al encuentro del hombre (pecado original) en los signos sensibles. Su
naturaleza finita se convierte en el medio del encuentro personal con Dios.

i. El ministro o el administrador de los sacramentos


- El ministro de los sacramentos representa a Cristo como cabeza del cuerpo, y el
receptor a la Iglesia como cuerpo de Cristo.
- El verdadero ministro o administrador de la gracia es el mismo Cristo en el Espíritu
Santo.
- El ministro humano actúa únicamente como causa o como instrumento.
- Sólo puede administrar los sacramentos quien la potestad sacramental y los realiza en
el sentido que Cristo y la Iglesia conceden a estas acciones.

j. El receptor
- El receptor de los sacramentos es el hombre peregrino. No los que han fallecidos.
- Para la recepción valida se requiere la disposición de una fe básica y de la ordenación
personal a la gracia ofrecida el símbolo sacramental. La ausencia de esto aunque no
elimina la vinculación interna entre la gracia y la forma significante del sacramento,
impide que la gracia llegue realmente.
- Debe distinguirse entre recepción válida y recepción digna. La válida no presupone la
plena ortodoxia ni el estado de gracia justificante. Pero quien no cree no recibe nada;
pero cuando el receptor no carece enteramente de disposición sino que se trata sólo de
una disposición deficiente, se recibe el sacramento.

k. Número y orden de los sacramentos


- Son siete: bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos,
orden sacerdotal y matrimonio. También en la Iglesia Oriental

l. Los sacramentales
- Es una oración de intercesión de la Iglesia asociada a una señal sensible a favor de los
hombres en determinadas circunstancias de la vida.

6. PRINCIPALES DECLARACIONES DEL MAGISTERIO SOBRE LA


SACRAMENTOLOGÍA EN GENERAL

a. La eficacia objetiva
- Se afirma que la celebración de un sacramento no depende de la dignidad personal de
quien los administra. (contra los donistas, Sínodo de Cartago -411-; contra los

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petrobrusianos, Letrán II -1139-; contra los valdenses, albigenenses, cátaros, etc, Sínodo de
Verona -1184-)

b. El decreto para los Armenios


- El concilio de Florencia -1439- subraya que en la nueva alianza hay siete sacramentos.
Se diferencian de los de la ley antigua no sólo porque figuran la gracia, sino por que
también la contienen y la confiere a quienes la reciben dignamente.
- Los sacramentos están constituidos por tres elementos estructurales:
 Ciertos objetos como materia.
 Las palabras como forma.
 El ministro que confiere el sacramento con la intensión de hacer los que hace la
Iglesia.

c. El concilio de Trento
- Sesión 7, año 1547: 13 proposiciones sobre los sacramentos por los que precisaba la
doctrina católica y se la diferenciaba de la reforma protestante.
 Canon 1. Todos los sacramentos han sido instituidos por Jesucristo y son siete:
bautismo…
 Canon 2. Los sacramentos de la nueva alianza no se distinguen de la alianza
antigua sólo en lo concerniente a ceremonias o ritos externos.
 Canon 3. No todos los sacramentos son iguales entre sí… algunos pueden ser
más dignos que otros.
 Canon 4. Los sacramentos son necesarios para la salvación.
 Canon 5. No fueron instituidos con el único objetivo de alimentar la fe.
 Canon 6. Los sacramentos contiene la gracia que significan y la confieren a los
que no ponen óbice.
 Canon 7. En cuanto dependen de Dios, la gracia se da siempre por medio de los
sacramentos a todos cuanto lo reciben debidamente.
 Canon 8. Los sacramentos confieren la gracia en virtud del rito.
 Canon 9. El bautismo, la confirmación y el orden imprimen una señal indeleble
en el alma.
 Canon 10. No todos los cristianos tienen el mismo poder en la palabra y en la
administración de los sacramentos.
 Canon 11. Al celebrar y conferir los sacramentos se exige a los ministros la
intención de hacer lo que hace la Iglesia.
 Canon 12. También el ministro que está en pecado celebra o confiere el
sacramento.
 Canon 13. La Iglesia exige que se respeten signos recibidos y aprobados en la
solemne administración de los sacramentos.

d. Toma de posición contra el modernismo


- Dos tomas de posiciones en el curso del S. XX:

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 Pio X insistió que los sacramentos tienen su origen histórico en Jesús.


 En contra de que la esencia de la religión está constituida por un sentimiento
básico interno y apriorista que pugna por abrirse paso al exterior y quiere
hacerse visible y perceptible bajo formas sensibles. Los sacramentos no son
símbolos y señales en lo que se expresa la religiosidad humana en lo que Dios
no actúa en favor de los hombres.

e. El concilio Vaticano II (1962-1965)


- Lumen Gentium sobre la iglesia en el mundo (1964). Expone la vida sacramental desde
el bautismo hasta el matrimonio y la sitúa en el conjunto global de la esencia y la
misión sacramental para actualizar el servicio sacerdotal de Cristo.
- Sacrosanctum Concilium sobre la sagrada liturgia contempla “la esencia de la sagrada
liturgia y su importancia para la vida de la Iglesia”

7. LOS SACRAMENTOS EN CONTROVERSIA ENTRE LA REFORMA Y LA


IGLESIA CATÓLICA Y COMO TAREA DE LA TEOLOGÍA ECUMÉNICA.

- Lutero rechazó en su totalidad la teología sacramental. No sólo redujo los sacramentos


a dos: el bautismo y la eucaristía (eventualmente la penitencia) sino que desarrolló un
concepto distinto de sacramento. Los sacramentos son palabras de promesa, a las que
se les añade una señal sensible.
- En el contexto de la temática de los sacramentos, Lutero criticó también la concepción
escolástica de la gracia, que la entendía básicamente como “gracia creada”, es decir,
como un accidente o una cualidad humana. Por consiguiente, los sacramentos no
causan la gracia santificante en el alma en virtud de la ejecución del rito (ex opera
operato).
- En contra de Zuinglio, Lutero y Melanchthon destacaron que los sacramentos no se
limitan a fortalecer el recuerdo subjetivo de las acciones históricas de Jesús, ni se puede
entender como características externa por las que se reconocen a los cristianos. Más
bien saldrían a nuestro encuentro como señales y testimonios de la voluntad salvífica
divina, con el propósito de despertar y consolidar la fe de quienes lo reciben.
- En el diálogo ecuménico contemporáneo es preciso recurrir a una teología que no sitúe
los actos personales fuera del ámbito de la naturaleza corporal y social del hombre,
sino que tenga en cuenta la constitución corpóreo-espiritual.
- Del mismo modo que los hombres se relacionan consigo y con los demás a través de
una mediación sensible y corporal, así también forman parte de su inmediatez
personal a Dios los medios sensibles y las formas comunitarias de la mediación: la
Iglesia, los sacramento, los servicio de los carismas y la potestad sacramental. Esta
mediación se enraiza en la mediación fundamental encarnada del hombre a Dios, esto
es, en la naturaleza humana del Hijo de Dios.
- La gracia acontece como comunicación que surge de Dios y que incluye a los hombres.
Dios se comunica al hombre (como causa encausada e increada) y causa en el Espíritu

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Santo una modificación real del pecador que le convierte en un ser verdaderamente
justificado, que puede, en la presencia del Pneuma Divino, dirigir a Dios los actos
personales de la fe, la esperanza y la caridad.

8. LOS NUEVOS PLANTEAMIENTOS DE LA TEOLOGÍA SACRAMENTAL


CONTEMPORÁNEA.

a. La redefinición de la relación entre palabra y sacramento


- Karl Barth reducía a los sacramentos como a una función pedagógica y cognitiva: dar
formas sensibles a la Palabra de la predicación.
- P. Althaus: los sacramentos sirven para explicar la palabra, una explicación que viene
en cierto modo exigida por la constitución corporal del hombre.
- Eberhard Jüngel: ha acometido la tarea de aprender y entender de nuevo los
sacramentos como un acontecimiento de mediación. Pero el sacramento no media ni
transmite “algo”. Más bien, media, transmite y actualiza a Dios mismo en la
humanidad y en la historia de Jesús, su Hijo. Es sacramento es la auto-concreción de la
única palabra salvífica en la situación del creyente en el mundo.
- … a esta nueva valoración de los sacramentos en la teología evangélica responde, por
el lado católico, una nueva valoración de la palabra: ahora se entiende la Palabra como
acontecimiento salvífico. Es algo como más que simple información catequética. La
predicación de los servicios litúrgicos y a los elementos verbales de los sacramentos les
adviene una significación salvífica porque en ellos se hace Dios presente y se media en
su Palabra. Dios se explica así mismo en su Palabra Encarnada(Karl R.)
- Si se definen los sacramentos como modos de ejercitar la comunicación personal y
dialogal con Dios, pierde su fuerza las objeciones protestantes clásicas contra una
intelección “cosificada” o “materializada” de la gracia y contra el encuentro de Dios
con el hombre al que se le atribuye escaso contenido personal.

b. La Iglesia como sacramento fundamental en cristo y su concreción en cada uno de los


sacramentos
- La Iglesia es, en su conjunto, instrumento y medio de la voluntad salvífica escatológica
de Dios, convertida en realidad histórica en Cristo. Los sacramentos son
autorrealizaciones concretas de la esencia y de la misión salvífica de la Iglesia a través
de la cuales el mismo Cristo, como cabeza, actúa a favor de la salvación de todos y de
cada uno de los seres humanos.
- Jesús es en su ser y en sus obras, el sacramento originario de la salvación que se
transmite en los sacramentos de la Iglesia. La Iglesia es, pues, el sacramento radical de
la voluntad escatológica salvífica, pero está desvinculada, en sus actos sacramentales
concretos, a la obra salvífica de Jesús.

c. Los impulsos de la teología de los ministerios

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- La teología sacramental clásica había explicado la acción salvífica histórica y la


salvación actualmente presente en mediante la llamada teoría del efecto.
- El contenido autentico y el portador del misterio de Pascua es el Jesús histórico,
exaltado a la condición de Kyrios. La portadora de la acción cultual simbólica que
actualiza este misterio es la Iglesia. Mediante la realización de las acciones culticas
entra, junto con sus miembros, en la comunión del destino de Jesús.

d. Los sacramentos a la luz de la moderna teoría de la comunicación


- A la luz de una intelección de la revelación contemplada de la teoría de la
comunicación se ve claramente que Dios se comunica a los hombres como vida.
- La comunicación acontece en los actos verbales simbólicos y en las acciones
comunicativas. Surgen así, en el campo de tensión de comprensión-de-sí y
comprensión-del-mundo, “figuras de la vida” que fundamentan un nuevo ser-para y
ser-con los hombres.
- El nivel del signo y de la comunicación conduce, al nivel de lo real como uno de los
elementos integrantes.
- El Dios trino es, ya en sí mismo, comunicación del amor personal. La humanidad de
Jesús es el proto-símbolo de la comunicación humano-divina, luego continuada,
prolongada y concretada en el espacio y el tiempo en la Iglesia.

e. El potencial de crítica social de los sacramentos


- Los sacramentos no se agotan en su significación cultica religiosa, afecta la totalidad de
la vida real del hombre. Se atenta, pues, contra su propia esencia cuando se abusa de
su dimensión cúltica para justificar o para perpetuar la opresión y las injusticias
sociales. Obligan a actuar codo a codo con los demás para hacer realidad la justicia, la
libertad y la fraternidad en la sociedad.

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B. LA SACRAMENTOLOGÍA ESPECIAL

I. LA FUNDAMENTACIÓN DE LA EXISTENCIA CRISTIANA

1. EL BAUTISMO: sacramento de la fe y de la comunión eclesial

a. Concepto y prehistoria del bautismo cristiano


- El bautismo es el acto litúrgico de la Iglesia por la que una persona es aceptada, en
virtud de su fe, en la comunidad de los fieles cristianos, que es señal y medio de la
comunicación de la vida de Dios con los hombres.
- La señal externa consiste en “el baño de agua” y en la “palabra”: (Ef 5, 25; Tit 3, 5) se
bautiza “en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19; Jn 3, 5)
- El efecto es la incorporación santificadora y justificadora al pueblo de Dios de la nueva
alianza, es irreversible. En él se perdonan todos los pecados.

 La incorporación al pueblo de Dios de la antigua a alianza mediante la señal de la circuncisión.


- El rito iniciático de la circuncisión fue asumido por Israel como una acción simbólica a
los que todos los varones israelitas debían someterse (Lev 12, 3).
- La circuncisión no se inserta en un ciclo cósmico (supratemporal y ahstórico) de
“muerte y renacimiento”, ni tampoco es el ingreso del circulo vital de los adultos. Se
trata de una acción simbólica situada en el contexto de la experiencia de la eficacia de
Dios en la historia.
- Mediante la incorporación al pueblo de la alianza, el incircunciso participa de la
acciones salvíficas de Dios, de la elección, de la liberación de la esclavitud de Egipto,
del auxilio ante los abismos del mar, del pacto de la alianza, de la tora, de la tierra
prometida.

 El bautismo de penitencia de Juan Bautista.


- Juan Bautista predicaba la conversión de los corazones y el bautismo para el perdón
de los pecados (Mc 1,4) que libra del inminente bautismo de fuego, esto es, el juicio
escatológico de la ira2 de Dios sobre los pecadores.

b. El origen del bautismo cristiano


Jesús y la Iglesia Primitiva
- Jesús no continuó la práctica del bautismo de Juan.
- En su pasión y muerte es bautizado con un bautismo y debe apurar una copa (Mc 10,
38) a través de los cuales lleva a cabo la redención de todos los hombres.

2
“La ira de Dios es la revelación de su santidad, totalmente contraria al pecado y, por lo tanto, la
primera llamada a la conversión y el arrepentimiento… en esta ira se manifiesta la dependencia y la
necesidad que todos los hombres tienen de que se les sean perdonados sus pecados” en:
Consecuencias del pecado original, pág. 132

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- Jesús bautizaba (no ritual, sino realmente) en el Espíritu Santo (Mc 1, 8; Lc 3, 16).
Culminó sus actividades en el bautismo de su muerte. Es el Kyrios resucitado, que
comunica el Espíritu y lo derrama con abundancia, en este tiempo final, sobre todos los
hombres.
- El bautismo se celebra en el nombre de Jesús, a quien el Padre ha revelado, en el
Espíritu Santo, la única via de acceso a la salvación y a la comunión de Dios. El
bautismo en el nombre del señor Jesús se identifica en el administrado en el nombre
del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, porque el nombre de Jesús contiene en sí
mismo la relación del Hijo al Padre en el Espíritu Santo.
- En la tradición lucana, el bautismo estaba acompañado de la señal de la imposición de
manos, mediante la cual los bautizados en el nombre de Jesús reciben el Espíritu Santo.
El bautismo en el agua en el nombre de Jesús y la imposición de manos para recibir el
Espíritu Santo hacen posible la participación en “la enseñanza de los apóstoles y la
comunión fraterna, en la fracción del pan y en las oraciones” (Hch 2, 42).

El bautismo en la teología paulina y deuteropaulina


- El bautismo y la fe son fuentes inagotables de la vida cristiana. El bautismo convierte
en cierto modo a la multitud de los miembros de la Iglesia en una sola persona de
todos en Cristo (Gal 3, 28). Ya no viven bajo la ley del pecado y de la muerte, sino
según la “ley del Espíritu y de la vida en Cristo Jesús” (Rm 8, 2).
- La teología bautismal paulina alcanza uno de sus puntos culminantes en la exposición
del bautismo en el contexto de la doctrina de la justificación (Rm 6, 1-14).
- En el símbolo de inmersión en el agua muestra el bautismo una imagen semejante a la
muerte de Cristo.
- Los bautizados son hijos de Dios y comparten, por consiguiente, la naturaleza y la
figura del Hijo de Dios (Rm 8, 29).
- La filiación divina del pueblo de Dios (Rm 9,4ss) alcanza su consumación con la
incorporación al cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

El bautismo en la primera carta de Pedro


- Los bautizados son elegidos por el Padre y santificados por el Espíritu para obedecer a
Cristo y ser rociados con su sangre
- El bautismo fundamenta la filiación divina (1Jn 3, 2). Dan testimonio a favor de Jesús el
Espíritu y el agua (Jordán) y la sangre (Cruz)

Síntesis de la teología bautismal del Nuevo Testamento


1. El bautismo es, por lo que se refiere al rito, un baño de agua en la palabra. El signo
verbal está constituido por la epiclesis del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, o la de
Jesús de Nazaret.
2. Como efecto espiritual se menciona el perdón de los pecados, la santificación y la
justificación en el Espíritu Santo. (2Cor 5, 7).
3. Son parte inseparable del bautismo la fe, la esperanza y la caridad.

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4. Por medio del bautismo, los creyentes se insertan en la comunidad de la Iglesia como
sociedad visible y como comunidad salvífica invisible. El bautismo sustituye a la
circuncisión como señal de la alianza del Antiguo Pueblo de Dios. En la alianza nueva,
el bautismo es expresión de la vocación universal de todos los pueblos a la salvación
en el reino escatológico de Dios.

c. Aspectos de la teología bautismal en la historia


La forma externa del bautismo
- Siglos II y III: baño de agua en la palabra con la invocación de los nombres de la tres divina
personas, unción sigilación e imposición de manos.
- Siglo V: comenzó a ganar importancia también en occidente, junto con la unción post-
bautismal, una unción especifica de la confirmación, asociada a la imposición de
manos. Desde el S. XII: se fue entendiendo cada vez claramente la unción con el crisma
como rito propio de la confirmación.

Temas patrísticos: eficacia objetiva de los sacramentos, bautismo de niños


- Cipriano de Cartago defendía la opinión de que el bautismo administrado o recibido
por herejes no tiene ninguna eficacia, porque el Espíritu Santo no imparte fuera de la
Iglesia la gracia del perdón de los pecados y de la justificación. El Papa Esteban I
insistía, en cambio, siguiendo la tradición romana y Alejandría, en la eficacia objetiva
del sacramento, incluso cuando es conferido fuera de los límites de la Iglesia visible y
ortodoxa.
- En el concilio de Arles (314). Para la validez se requiere el pleno reconocimiento de la
Trinidad, el empleo de la formula bautismal trinitaria, el cumplimiento físico del rito
del baño de agua y la imposición de las manos para recibir el Espíritu.
- El concilio de Nicea (325). Sólo consideraba un problema disciplinar
- Agustín. Afirmaba que la validez del bautismo no depende de la santidad personal, de
la ortodoxia o de la pertenencia actual a la Iglesia ni de quien lo administra ni de quien
lo recibe. El auténtico ministro de los sacramentos es, en efecto, Cristo. Hablando con
propiedad, no hay sacramentos fuera de la Iglesia, por los tanto, siguen siendo
sacramentos de la iglesia incluso cuando los herejes lo usurpan. Sólo quien no pone
ningún obstáculo recibe también el perdón de los pecados y el Espíritu Santo. No
poner óbice significa poseer la fides ecclesiae y, sobre todo, la caritas, que es el vínculo de
la comunión eclesial.
- Las prácticas de bautizar a los párvulos y lactantes está atestiguada desde el siglo II y
los Padres de la Iglesia la tuvieron por tradición apostólica. Los niños eran bautizados
la posterior catequesis.
- Con el bautismo, los niños reciben la fe objetiva de la Iglesia como gracia. Cuando
alcancen la fe adulta, deberán aceptar libremente e interiorizar esta fe.
- El concilio de Cartago (418). en contra de los pelagianos “quien quiera que niegue que lo
niños recién nacidos del seno de sus madres no han de ser bautizados o dice que, efectivamente,
so bautizados para remisión de los pecados, pero que de Adán nada traen del pecado que hay de

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expiarse por el lavatorio de regeneración, de donde consiguientemente se sigue que en ellos la


fórmula del bautismo –para remisión de los pecado- debe entenderse no verdadera, sino falsa,
sea anatema”.
- En cuanto a la muerte de los niños sin bautizar, Agustín opinaban que no consiguen la
visión de Dios, porque no se les ha conferido la gracia, pero que tampoco sufren
ningún castigo. El castigo sólo recae sobre quienes han cometido pecados personales.
- El bautismo de sangre puede transmitir la gracia bautismal sin necesidad de realizar
los ritos del bautismo de agua, porque la fe testificada con la propia sangre lleva
implícito el deseo de este sacramento.

La teología escolástica del bautismo en el Decreto para los armenios del Concilio de
Florencia
- Tomás de Aquino entendía el bautismo como configuración con la pasión, muerte y
resurrección de Cristo. La configuración con Cristo en el bautismo significa asimismo
la incorporación a su cuerpo que es la Iglesia.
- El decreto para los Armenios del Concilio de Florencia (1439) ofrece una síntesis de la
evolución de la teología bautismal.
1. El sacramento primero y fundamental es el santo bautismo, que convierte a los fieles
en miembros del cuerpo de Cristo.
2. Forma parte del signo visible la formula deprecatoria o indicativa por la que se invoca
la Trinidad.
3. El ministro ordinario es el sacerdote. En caso de necesidad también pueden
administrarlos no sólo los diáconos, sino también los laicos de ambos sexos e incluso
los paganos y los herejes. El único requisito es guardar lo establecido por la Iglesia y
tener la intensión de celebrar este acto litúrgico.
4. Los efectos del bautismo son : la remisión de toda culpa, tanto la original como la de
los pecados actuales, y de las penas debidas por ellos, la entrada en el reino de Dios y
la expectativa de la visión de Dios uno y Trino.
5. El decreto para los jacobistas de este mismo concilio destaca que el bautismo es el único
medio para escapar del dominio de la muerte y ser adoptados por hijos de Dios.

Un nuevo campo de referencia de la justificación, la fe y el bautismo en la Reforma


- La reforma protestante asumió las declaraciones doctrinales de la Iglesia contra el
donatismo y el pelagianismo.
- En Lutero el bautismo aparece estrechamente vinculado a su concepto de la
justificación, la justificación del pecador se produce cuando este acepta en la fe la
inclinación graciosa de Dios a él, revelada en la cruz de Jesús. El bautismo sella la
justificación, que procede únicamente de la palabra y de la gracia de Dios, y señala su
aceptación en la fe del hombre. Como la gracia permanece extra me, se preserva al
creyente de falsas seguridades y se remite una y otra vez y siempre de nuevo a la
gracia del perdón de Dios, prometida al pecador en la palabra de la proclamación.

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- Para Lutero, el bautismo señala la proclamación singular de la gracia de Dios sobre


nosotros. La totalidad de la nueva vida y de la nueva criatura se halla en la graciosa
inclinación de Dios a nosotros.
- Según la doctrina patrística y escolástica los pecado mortales acarrean la perdida de la
gracia de la justificación, pero permanece en los bautizados el carácter sacramental. En
consecuencia, el rito de la reconciliación del pecador con la Iglesia es señal de que se ha
alcanzado un verdadero perdón de los pecados y que ha sido plenamente restituida la
gracia de la justificación.
- En controversia con los baptistas y los antisacramentarios, Lutero defendió con firmeza
la práctica del bautismo de los niños. Pero esta opinión no tiene sentido si no se admite
a la vez la eficacia objetiva de los sacramentos.

La doctrina del Concilio Tridentino


- El concilio de Trento habló de la teología del bautismo en el contexto del pecado
original (1546) y en su Decreto sobre la justificación.
- Por justificación entiende el concilio “no solo la remisión de los pecados, sino también la
santificación y la renovación del hombre interior”. Esta justificación tiene su origen en la
voluntad gratuita de Dios y en los méritos de Cristo. Su causa instrumental es el
sacramento del bautismo, entendido por sacramento de la fe.
- El bautismo es instrumento necesario para la remisión de los pecados personales y
para la eliminación del pecado original. Y aquí se encuentra la razón de que se bautice
a los párvulos, no en apariencia sino realmente “para la remisión de los pecado”.
- En los bautizados no hay ya nada pecaminoso. Sería erróneo afirmar que lo único que
ocurre es que no se imputa el pecado.
- En los bautizados sigue existiendo todavía, y por el resto d la vida, la concupiscencia y
la inclinación al pecado, esta concupiscencia no constituye de por sí un pecado real y
verdadero. La concupiscencia permanece en los bautizados no porque el efecto del
bautismo haya sido, por así decirlo, demasiado débil, sino para la lucha, para la
acreditación y para el crecimiento de la vida cristiana, es decir, para que el hombre
pueda realizar por sí, y en la gracia, la aceptación activa de su redención.

Decreto sobre los sacramentos en general


 Canon 3. La verdadera doctrina sobre el sacramento del bautismo es la expuesta por la
Iglesia romana.
 Canon 4. El bautismo administrado o recibido por los herejes en la debida intención es
bautismo verdadero.
 Canon 5. No cae dentro de la competencia de los individuos decidir libremente si
recibir, o no, el bautismo… su condición de instrumento, es necesario para la salvación.
 Canon 6. El bautizado puede perder la gracia como consecuencia del pecado, incluso
en el caso de que no abandone su fe.
 Canon 7-9. El bautizado no se compromete sólo a la fe, sino también al cumplimiento
de los preceptos divinos.

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 Canon 10. Los pecados cometidos después del bautismo no se perdonan ni se


convierten en veniales por el solo recuerdo y la fe en el bautismo recibido.
 Canon 11-14. Está prohibida, bajo cualquier circunstancia, la reiteración del bautismo
válidamente administrado. El bautismo de los niños es válido, verdadero, no
deficiente.

Nuevos acentos en el concilio Vaticano II


- En virtud del bautismo comparten todos los creyentes la esencia y la vida sacramental
de la comunidad eclesial y la misión salvífica sacerdotal de la Iglesia. El bautismo y la
confirmación son las bases sacramentales del apostolado de los laicos, que realizan, a
su propia manera, la esencia apostólica y el encargo dado a la Iglesia.
- El bautismo es también el fundamento de un vínculo sacramental de todos cuantos lo
han recibido entre sí y con Cristo. A través del bautismo se da un primer nivel de
unión sacramental de la única e indivisible Iglesia de Cristo.
- El concilio admite, con toda la tradición cristiana, que el auténtico y verdadero
ministro del bautismo es Cristo.

2. LA CONFIRMACIÓN. El sacramento de la acreditación cristiana

a. Concepto y descripción
La diferencia entre el bautismo y la confirmación se refiere tanto al rito; imposición de manos,
unción, sigilación y marca del ya bautizado, como al contenido del sacramento: la donación del
Espíritu, aunque no forma parte de la fundamentación inmediata de la vida cristiana. Esta
fundamentación acontece en el bautismo, que también otroga el Espíritu como vinculo originario
con Dios. La confirmación consolida, sella la vida iniciada en el bautismo.

b. El origen de la confirmación
- Jesús es el ungido por el Espíritu Santo, es decir, el Cristo y Mesías, como hijo de Dios.
Es, por el poder del Espíritu, el mediador del reino de Dios.
- En los Hechos de los apóstoles (8, 14-17), trae Lucas un texto de fundamental importancia
que testifica que la imposición de manos de la confirmación es un rito independiente
que acarrea una especial recepción del Espíritu Santo.
De hecho tanto en su evangelio como en Hechos de los Apóstoles presenta una
acusada teología del Espíritu que se propone destacar la presencia salvífica
pneumática en Jesucristo.
- Hipólito y Tertuliano. Hipólito conocía además de algunas unciones pos-bautismales,
directamente pertenecientes al bautismo, otro rito específico, reservado en exclusiva al
obispo. Constaba de la imposición de manos, la unción de la cabeza y la signación.
Tertuliano refiere la siguiente secuencia: baño de agua, unción con el crisma,
imposición de manos. Es evidente que no siempre confluían los tres elementos; pero es

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importante señalar que la tradición habla de un signo visible bajo el que se transmite
una gracia que puede ser distinta a la bautismal.

c. El problema de la gracia especifica de la confirmación


- Tertuliano subordina al bautismo el agua del perdón de los pecados, que fundamenta
la relación al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. Mediante la imposición de la manos se
invoca el poder del Santo Espíritu.
- Cipriano distingue en la iniciación tres sacramentos distintos bautismo de agua,
bautismo espiritual-confirmación y el sacramento de la eucaristía.
- Cirilo de Jerusalén establece una clara diferencia, tanto en el plano ritual con en lo
teológico, entre la confirmación y el bautismo. Del mismo modo que Cristo, después
del bautismo en el Jordán, fue bautizado con el Espíritu Santo, así también lo
cristianos, después del bautismo de agua, reciben la unción del bautismo.
- Ambrosio entiende el agua del bautismo como el comienzo de la iniciación y la
confirmación final en el Espíritu como su consumación. Esta donación del Espíritu
purifica a quien lo recibe y le capacita para participar de la vida sacramental y
sacerdotal de la Iglesia.
- Agustín conoce… una imposición de las manos del obispo y una señal en la frente que
confieren los dones del Espíritu Santo y llevan el bautismo a su plena consumación. En
efecto, sólo quien ha recibido la imposición de manos tiene en medida plena el Espíritu
Santo y, a una con ello, la remisión de los pecados y de la culpa original. En la Iglesia
romana acabó por imponerse la práctica de no repetir la imposición de manos en la
confirmación.
- Isidoro de Sevilla documenta la interconexión entre el bautismo y la confirmación y, a
la vez, la convicción de que la confirmación es un signo salvífico propio y espercífico.
- Juan Damasceno (675-749) en Oriente, describe el bautismo como el primero de los
dones del Espíritu para el renacimiento, la protección y la iluminación.
- El bautismo confiere el perdón de los pecados, la vida divina y el Espíritu Santo. La
imposición de las manos, la unción de la confirmación y la sigilación completan y
llevan a su culminación el acontecimiento del bautismo.
- En este proceso ejercieron una fuerte influencia cuatro factores:
1. El bautismo en el lecho de muerte. Si recuperan la salud, debían presentarse ante el
obispo para recibir la imposición de manos y la unción.
2. El establecimiento de la Iglesias rurales.
3. El gran número de los que solicitaban el bautismo… se hizo recabar la ayuda de
otros sacerdotes.
4. Las costumbre de bautizar a los niños. Una vez ya implantada la costumbre de
bautizar a los niños, apenas cabía imaginar una iniciación común a cargo del
obispo. En occidente se mantuvo en pie la convicción de que el ministro ordinario
de la confirmación es el obispo… La práctica de la comunión de los niños y el
aplazamiento de la confirmación hasta la adolescencia provocó una notable
alteración en la secuencia de los sacramentos.

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- Desde el S. II, la sacramentalidad de la confirmación; tiene su rito propio y confiere


una gracia específica. La confirmación es una acción simbólica nacida de la voluntad
salvífica de Cristo y transferida a su Iglesia en virtud de su actividad salvífica actual
como Señor exaltado.
- A partir del principio general de que el Obispo es el ministro, Pedro Lombardo dice
que en la confirmación se da el Espíritu Santo como fortalecimiento. La confirmación
no consuma el bautismo, ya que éste, en cuanto sacramento pleno, no admite una
consumación mayor. Más bien el Espíritu Santo recibido en la confirmación sitúa al
bautizado en la senda de la consumación plena, de la vida eterna fundamentalmente
en el bautismo.
- Según Tomás de Aquino, Jesús instituye el sacramento de la confirmación antes de
Pascua no mediante una transmisión publica sino mediante la promesa del Espíritu
Santo, y ello debido a que, como el sacramento comunica la plenitud del Espíritu…

d. La doctrina de la Iglesia sobre el sacramento de la confirmación


1. Concilio de Elvira (300) establece que aquel que recibiendo el bautismo en grave
enfermedad, luego de haberse recuperado, debe presentarse al obispo, para que le
imponga las manos y complete así el sacramento.
2. El concilio de Arles determina, que a los herejes bautizados que vuelvan al seno de la
Iglesia se les imponga las manos para que reciban el Espíritu.
3. Desde el papa Vigilio (537-555) es doctrina la imposición de manos para la
confirmación es única e irrepetible.
4. Inocencio I
5. Inocencio III. La unción es diferente a la del bautismo.
6. Inocencio III. Crismación en la frente, imposición de manos.
7. El concilio II de Lyon (1274) enumera, como segundo sacramento. Administrado por el
obispo mediante la imposición de manos y la unción con el crisma.
8. Clemente IV. Sólo el obispo puede consagrar válidamente el crisma. Se puede
encomendar a otros sacerdotes no epíscopos la administración del sacramento.
9. Concilio de Florencia (1439) por el bautismo se renace espiritualmente; por la
confirmación aumentamos la gracia y somos fortalecidos. El misnistro ordinario es el
obispo quien los confiere por imposición de manos, solo en casos especiales puede
delegarse a sacerdote.
10. Concilio de Trento. Rito sensible que tiene mandato de Dios.
Decreto sobre los sacramentos
- Canon 1. No es ceremonia ociosa la confirmación de los bautizados.
- Canon 2. Sagrado crisma
- Canon 3. Sobre el ministro
11. Concilio Vaticano II (SC 71; LG 11)

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12. Pablo VI El sacramento de la confirmación se administra mediante la unción con el


crisma y la imposición de manos y la palabras –sé confirmado por el don de Dios, el
Espíritu Santo-

e. La teología de la iniciación en el bautismo y la confirmación


- La confirmación es en cuanto que, asociada desde los primeros tiempos al bautismo,
causa la incorporación salvífica en el misterio de Cristo y de la Iglesia y los hace,
además, como signo eficaz del fortalecimiento y la sigilación con el Espíritu Santo
mediante la imposición de manos y la unción.
- El bautismo crea en el creyente la relación fundamental con el acontecimiento de
Cristo. En el se da, también, a la vez, a título de inclusión, el Espíritu de Dios, pues sin
este Espíritu es de todo punto imposible hablar de Jesús como el Cristo. Ahora bien, no
recibimos la autocomunicación de Dios Trino con actitud meramente pasiva.
Respondemos a ella con el poder del Espíritu enviado a la voluntad liberada para la
libertad. Aquí aparece la confirmación, la recepción del Espíritu, como capacidad de
respuesta. El Espíritu consolida nuestra fe en Dios, en el reino de Dios en el hombre
histórico Jesús de Nazaret.

II. LA CELEBRACIÓN SACRAMENTAL DE LA KOINONÍA


HUMANO-DIVINA

3. LA EUCARISTÍA: El sacramento del amor de Dios

a. Los temas de la doctrina sobre la Eucaristía

La posición central de la Eucaristía


- En la eucaristía no sale Jesús al encuentro del creyente sólo en el poder santificador del
signo sacramental, sino en sí mismo, en su propia persona. Es el sacramento de todos
los sacramentos.
- En el sacramento del cuerpo y la sangre de Cristo confluyen, como en un punto focal,
todas las líneas: la antropología, la auto apertura histórico salvífica del Dios trino, la
cristología, la pneumatología, la eclesiología, la escatología.

Principales declaraciones doctrinales


SC 47: De esta declaración pueden deducirse los elementos esenciales de la doctrina
eucarística.
1. La fundamentación cristológica: Cristo Jesús, el Hijo del Padre eterno hecho hombre y
mediador del reino de Dios instituyó, en la última cena, la eucaristía como memorial
real de toda su actividad salvífica, del sacrificio de su vida en la cruz y de su
resurrección de entre los muertos.
2. La dimensión eclesial: Jesús ha confiado a su Iglesia la celebración de este memorial
hasta el fin de los tiempos, cuando lleve a su plenitud, como juez y consumador, su

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obra salvífica en la historia. La Iglesia al celebrar se edifica; es realmente comunión


de vida con Cristo, señal de la unión de la cabeza y el cuerpo y de los miembros
entre sí. La eucaristía es autorrealización de la Iglesia.
3. El aspecto de la teología de la gracia. En los signos eucarísticos del pan y el vino y en
todo el conjunto de acciones relacionadas con esta comida, transmite Cristo mismo
a los fieles la comunión con su divinidad y su humanidad total, es decir, con su
cuerpo y con su sangre.
4. La perspectiva escatológica. En la eucaristía se le ofrece al hombre, bajos formas
concretas, la autocomunicación de Dios en el Hijo hecho hombre y en el Espíritu
Santo y se hace presente en el mundo hasta la nueva venida de Cristo al fin de los
tiempos.
5. Respecto al signo sacramental. (Concilio de Florencia -1439-). El tercer sacramento es
la eucaristía, cuya materia el el pan de trigo y el vino de la vid… la forma de este
sacramento son las palabras con que el Salvador consagró este sacramento.
6. El ministro y el receptor: sólo los sacerdotes consagrados por el poder de las llaves de
la Iglesia poseen la potestad de presidir la eucaristía y de celebrar este sacramento.
Todos cuantos participan en la celebración eucarística son verdadero co-celebrantes
y co-sacrificantes. Solo pueden concelebrar y recibir el sacramento los bautizados
que se hayan en comunión plena con la Iglesia.

Principales documentos magisteriales sobre la doctrina de la eucaristía


1. Berengario de Tours en 1079
2. Inocencio III a los valdenses
3. Concilio de Constanza (1415) contra Juan Hus
4. El papa Martín V (1439) respecto a la transustanciación
5. Concilio de Florencia
6. Concilio de Trento
a. Decreto sobre la eucaristía
b. Doctrina acerca de la comunión bajo las dos especies y la comunión de los
párvulos.
c. Sobre el sacrificio de la misa
7. Mediator Dei de Pio XII (1947)
8. Humani generis (1950) acerca de la transubstanciación
9. Concilio Vaticano II. SC y LG.
10. Encíclica Mysterium fidei (1965) de Pablo VI acerca de la transubstanciación

También estas fuentes entienden el sacramento de la eucaristía como la celebración de la


memoria de las obras salvíficas de cristo y, a la vez, como participación en este
acontecimientos salvífico en el Espíritu.

Etapas de la evolución doctrinal

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1. Modelo argumentativo alejandrino y otro antioqueno (orientales). Los padres


occidentales (Agustín, Ambrosio) razonaban en el horizonte metafísico de las ideas
platónicas de modelo y copia.
2. Comprensión simbólica entró en crisis al final de todos los debates (S. IX – S. XI) surgió
la doctrina de la transubstanciación de la Alta Escolástica.
3. Nueva crisis de intelección de la realidad, provocada por la concepción mecanicista de
la naturaleza y las ciencias naturales, desembocó en la crítica de la transubstanciación.
4. La Reforma protestante del S. XVI (luteranismo y calvinismo), su critica surgió de la
concepción de la justificación y se refería al carácter sacrificial de la eucaristía. Sólo
sería una aportación humana, yuxtapuesto al de la cruz de Jesús para conseguir el
perdón de los pecados.
5. Concilio de Trento centró sus esfuerzo en hacer luz, con ayuda de las llamadas “teorías
del sacrificio de la misa”.
6. S. XX se alcanzó una nueva concepción global de la doctrina sobre la eucaristía
(presencia real, carácter sacrificial, comunión bajo una sola especie)

b. La eucaristía en el testimonio bíblico


- Entre las acciones significantes en que acontece el reino de Dios se encuentra la
curación de los enfermos, la expulsión de los poderes malignos del pecado y de la
muerte y las comidas de Jesús con los pobres, los pecadores y los marginados (Mc 2,
16.19), anticipaba así el banquete escatológico (Mt 8, 11; 22, 1-14; 25, 1-3)
- La comida milagros de varios miles de personas debe entenderse como paralelismo
que supera la comida del pueblo de Dios en el desierto con el maná que Dios hizo
descender del cielo (Mc 6 31-44). Mediante esta acción, Jesús demuestra ser el nuevo
Moisés.
- Con su entrega obediente hasta la muerte de cruz responde vicariamente por los
destinatarios del reino de Dios. La cruz de Jesús se convierte así en señal poderosa del
amor victorioso de Dios a los pecadores y de la apertura de un nuevo espacio vital
para los hombres en el reino por venir.

La ultima cena y la fundación de la alianza escatológica por Jesús


- La eucaristía eclesial tiene un inequívoco punto de referencia histórico en la
celebración de la última cena de Jesús con sus discípulos.
- El banquete sacramental conmemorativo instituido por Jesús la víspera de su muerte
fue inicialmente denominado “cena del Señor” (1 Cor 11, 20), “mesa del Señor” (1 Cor 10,
21) o “fracción del pan” (1 Cor 10, 16). De allí a la época post-apostólica pasó a ser
“eucaristía” –acción de gracias-
- La forma tradicional literaria más antigua, transmitida y testificada por Pablo, insinúa,
por el colorido del lenguaje, un origen palestino, lo que permite rastrear la forma
textual de esta tradición hasta el año 40 dC.
- Jesús celebró la cena de despedida con sus discípulos. La cena de despedida revela
algunos puntos de conexión con la celebración del banquete de Pascua: tiene lugar el

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día anterior a la fiesta pascual y toma de ella algunos de sus aspectos básicos. La
fórmula bendicional habitual del jefe de la casa, con la distribución del pan, da oacion
para una oración de agradecimiento de Jesús que le revela como mediador de la nueva
alianza. Toma el pan en sus manos y lo da a sus discípulos como “su cuerpo”. Acabada
la cena, toma la copa de la bendición, pronuncia sobre ella la oración de acción de
gracias, la entrega a sus discípulos como “su sangre” que será derramada “por los
muchos” y funda una alianza nueva.

El proceso de formación de la forma básica de la eucaristía en la primitiva Iglesia


- El mandato de Jesús “haced esto en mi memoria”. Transmitido por Pablo y Lucas, no
significa que los discípulos deban repetir la última cena en cuanto tal. Como comida de
despedida es irrepetible. Lo que debe hacerse en memoria de Jesús se refiere a las dos
acciones eucarísticas por él prefiguradas por la entrega del pan y el vino como señales
de la entrega vicaria de su vida para la consumación del reino de Dios.
- La secuencia: palabras eucarísticas sobre el pan, palabras eucarísticas sobre la copa, fue
sustituida por una secuencia nueva: primero una comida comunitaria (ágape), seguida
de la doble acción litúrgica. Este banquete va asociado a la doble acción eucarística
sobre todo los domingos (1 Cor 16, 2; Hch 20, 7).
- Justino Mártir testifica la estructura litúrgica y la comprensión de la fe eucarística. El
Concilio Vaticano II la resume acertadamente “las dos parte de que consta la misa, a saber,
la liturgia de la palabra y la eucaristía, están tan íntimamente unidas que construyen un solo
acto en el culto ”(SC 56)

c. Etapas históricas de la doctrina sobre la eucaristía

Aspectos de la Patrística prenicena


- Ignacio de Antioquía se dirige, empleando expresiones joánicas (Jn 6), contra el
falseamiento gnóstico y docetista de la encarnación del Logos divino y lo aclara con el
misterio de la presencia corporal en los dones eucarísticos así como con la esperada
resurrección de la carne en la nueva venida de Cristo, sólo tenemos la comunión con el
Logos mediante la carne de la naturaleza humana asumida por Cristo.
- Justino Mártir entiende la eucaristía como el punto culminante de la encarnación del
Logos y como celebración conmemorativa de la pasión y la resurrección de Jesús.
- Irineo de Lyon sitúa la eucaristía en el horizonte global de la teología de la creación…
La presencia de Dios en la carne y la sangre de Jesucristo es elemento constitutivo del
proceso de la salvación, también es su representación simbólica en los dones
eucarísticos del pan y el vino. Estos dones transmiten con la comunión con el Logos: la
redención. Se rechaza así el dualismo de los gnósticos.
- Hipólito de Roma (S. III) resumía la praxis eucarística de los dos primero siglos.
Destaca la estructura trinitaria de la oración, el horizonte del acontecimiento salvífico,

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contemplado desde la creación y dotado de amplitud histórica universal, y la posición


central de Cristo como mediador de la redención y sumo sacerdote.

La concepción de la eucaristía en la Patrística oriental


- Clemente y Orígenes interpretaron la totalidad del acontecimiento salvífico en el
horizonte de una ontología platónica. Ciertamente el mundo visible es, a causa de su
participación en las ideas prototípicas o modélicas, manifestación y copia de estas.
En la eucaristía tenemos comunión con el Logos redentor, porque recibimos su sangre
y su carne. Pero no es la comida y la bebida de las especies eucarísticas corporales las
que transmiten la unió por la gracia con el Logos, sino la comunicación creyente y
espiritual con él.
- Para Orígenes, el Logos es medio salvífico y sacramento. Las especies del pan y el vino
sirven para elevar al creyente por encima del mundo sensible hasta la participación en
el mundo espiritual y en unión con la Palabra de Dios.
- Cirilo de Alejandría, tanto el cuerpo histórico natura de Jesús como su cuerpo
sacramental están inmediata y sustancialmente unidos en el Logos.
- Juan Crisóstomo trazó un perfil del hombre histórico de Jesús, cuya vida, juntos con
los misterios de la muerte y resurrección, interpretaba como la realidad de la salvación.
La realidad histórica y humana de Jesús, en su unión –ni mezcla ni confusión- con el
Logos es el mysterion (el símbolo) de este Logos. Por eso en la eucaristía Jesucristo está
simbólica y figurativamente (es decir, como copia) presente como hombre, con su
biografía personal, incluido el acto de su sacrificio en la cruz, en las acciones
sacramentales de la Iglesia… Son también idénticos el sacerdote, la ofrenda y el acto de
sacrificio de Cristo y la Iglesia.
- Juan Damasceno ofrece una síntesis de la Patrística Oriental. La conversión eucarística
acontece en virtud del descenso del Espíritu Santo sobre los elementos materiales a los
que transforma, en sentido sacramental, en cuerpo y sangre de Cristo. Juan Damasceno
explica la unioo sacramentalis según la norma de la unión hipostática.

La concepción de la Eucaristía en la Patrística Occidental


- Tertuliano: en la figura del pan y el vino aparece la realidad del cuerpo y la sangre de
Cristo. Carne y sangre son partes constitutivas del hombre Jesús. No se refiere a las
partes físicas del cuerpo humano, sino la totalidad de la persona, en su concreción
física y biográfica. La eucaristía es también –en y por Cristo- un sacrificium del
hombre.
- Cipriano ve en el pan y el vino los símbolos de la pasión del Señor. Los dones
simbolizan la unidad de la Iglesia en Jesús: de muchos granos se hace un pan; de
muchos vinos se hace un vino, así también los miembros se unen en una Iglesia única.
- Ambrosio: sólo la palabra creadora de Dios tiene poder bastante para orientar y
transformar de tal modo los elementos naturales del pan y el vino que no sólo se les
llame o se les entienda como cuerpo y como sangre de Cristo, sino que los sean
realmente bajo la forma sacramental. Fausto de Riez amplió aún más la terminología.

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Con el poder de la palabra de Cristo, el sacerdote transforma o modifica la


“substancia” del pan en la “substancia ” del cuerpo de Cristo

Aportaciones de san Agustín a la doctrina eucarística occidental


- Agustín estaba plenamente convencido de la presencia real de Cristo en la eucaristía. A
partir de si ontología platónica-neoplatónica, distinguía básicamente entre modelo o
ejemplo o copia. El sacramento es signum, figura, similitudo de la realidad histórica de
Jesús. Esta concepción es llamada simbolismo.
Deduce dos aspectos formales del concepto sacrificio a partir del acto personal de la
auto entrega de la criatura a Dios: la esencia más profunda del sacrificio es el amor y
no, como entendían los paganos, la presentación de una ofrenda o de un servicio para
conseguir la reconciliación con Dios. El sentido interno del sacrificio se manifiesta en el
sacramentum, es decir, en la acción sacrificial externa: cuando la Iglesia, obedeciendo al
mandato de Cristo, lleva a cabo en la eucaristía la memoria sacramental de su
sacrificio, se ofrece a sí misma en los dones del pan y el vino…
- Isidoro de Sevilla intentó tratar una síntesis. Por desgracia, separó sacrificium es decir,
la presencia actual de Cristo como sacrificio en la liturgia sacrificial de la Iglesia, de
sacramentum, esto es, de la presencia real de Cristo de su cuerpo y su sangre.

La primera y segunda controversia de la cena en la Alta Edad Media


- La disputa librada entre Pascacio Radberto y Ratramno, monje de la abadía de Corbie,
sobre si se debe darse la presencia real de Cristo en la Eucaristía una interpretación
realista o si ha de entenderse más bien en un sentido simbólico sólo puede entenderse
sobre el transfondo de un cambio en la ontología.
- La intelección germánica plantea: es real lo materialmente manejable, mientras que lo
espiritual posee una menor densidad de realidad. Frente a la afirmación de una
identidad real del cuerpo histórico de Jesús y su cuerpo sacramental… sólo el cuerpo
histórico de Jesús tiene cuerpo y sangre real… los dones eucarísticos hacen presente su
realidad humana, pero no se modificaría en nada la substancia óntica de los elementos.

Esta tensión entre el realismo y el simbolismo estalló con gran virulencia en la segunda
disputa de la cena en el siglo XI. Ocupó el primer plano en el curso de los debates el agudo
dialectico y racionalista Berengario de Tours.
- Los signos sacramentales serian tan sólo el medio externo para la recepción espiritual
del contenido de este sacramento en la fe. Por lo tanto no es el signo sacramental en sí
mismo el que nos une con el Jesús hsitorico y el Señor exaltado en el cielo sino,
hablando con propiedad, la fe subjetiva. Berengario de Tours negaba, con lógica
consecuencia, la presencia real de Cristo en la eucaristía y su presupuesto: la
conversión eucarística. Si se toma en serio la conversión, se estaría afirmando, que los
accidentes restantes del pan y del vino carecen de sujeto, puesto que no pueden
adherirse de forma natural al cuerpo histórico de Jesús. Por consiguiente, desde el
punto de vista lógico-dialectico, la conversión es simplemente imposible.

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La presencia real en el horizonte de una nueva ontología: la teoría de la


transubstanciación.

Los orígenes
Guitmundo de Aversa y Lafranco de Bec elaboraron una nueva concepción con la que
hacer frente a las ideas de Berengario. Se decía ahora que el cuerpo de Jesús no está
presente según su apariencia natural, pero si bajo el aspecto de su esencia o substancia.
Sólo la substancia del pan y el vino se convierte en la substancia del cuerpo y la sangre de
Cristo.
Substancia no significa una realidad natural sensible y perceptible, sino el principio de una
realidad invisible o soporte metafísico de la apariencia espacio temporal externa de una
cosa. El entendimiento humano puede llegar a conocer la substancia de su ente a partir de
la unión del conocimiento sensible y espiritual.

La asunción por el magisterio de la doctrina de la Transubstanciación


- El concilio de Letra -1079- obligó a Berengario a reconocer, la base de que Cristo está
realmente presente en el sacramento per modum substantiae.
- También el IV concilio de Letrán describe la presencia real siguiendo la línea de la
transubstanciación.

Análisis de la doctrina de la Transubstanciación


- La primera escolástica entendía todavía por materia el sustrato corpóreo de las
cualidades o propiedades, mientras que el conocimiento fenomenológico de la forma
sustancial de un ente se obtenía a través de la totalidad de sus características
esenciales.
- En el siglo XIII explicó el concepto de substancia en el horizonte de la metafísica óntica
de la filosofía de Aristóteles. Según esto, la substancia designa el origen activo y el
mantenimiento en la existencia de las cosas concretas, compuestas de materia y forma.
En esta concepción, la transubstanciación eucarística significa el cambio o
transformación de este mantenimiento del pan y el vino en la existencia, un cambio
producido por el mismo creador, que ha elegido este signo para transmitir por su
medio la comunión con el Logos encarnado.
- La eucaristía se distingue de los demás sacramentos en un punto esencial: en que los
signos sacramentales contienen en sí, en virtud de la consagración, la presencia
corporal de Cristo y no sólo su presencia en los efectos de la gracia, como ocurre en los
otros sacramentos.

Debe rechazarse dos teorías


1. La doctrina de la Impanación: aquí Jesús se encontraría en el pan como un rey en su
palacio. El cuerpo de Jesús histórico y el pan natural no forman una unidad física

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aditiva. El concilio de Trento ve en ella una negación del singular milagro de la


conversión substancial eucarística.
2. Aniquilación de los accidentes: si el pan quedara reducido a la materia prima, no
habría ya ninguna apariencia del pan accesible a nuestra experiencia.

- Los accidentes no cuelgan de la substancia como un soporte material, sino que son
ontológicamente ensamblados por la substancia para formar una unidad, mientras que
la unidad física de las cosas sensibles se lleva a cabo en virtud de una fuerza de
adhesión que debe definirse en términos igualmente físicos. El pan y el vino son
mantenidos en su existencia y su apariencia concreta en virtud de las causa materiales
que sustentan y conservan todas las cosas sensibles. Por consiguiente, la
transformación de esencias eucarísticas no es un milagro de la naturaleza físicamente
verificable: los accidentes no siguen existiendo si no hay una fuerza de inhesión física
que los mantenga.

Aspectos de la doctrina tomista sobre la eucaristía


- La eucaristía es, según santo Tomás de Aquino, signum rememorativum: remite al
acontecimiento histórico de la salvación. Como como conmemoración y representación
simbólica de la pasión y resurrección de Jesucristo, la eucaristía es sacrificium et hostia.
- ¿Por qué Jesús instituyo la eucaristía? Santo Tomás aduce las siguientes razones:
 Para significar la presencia salvífica encarnada de Dios en el mundo.
 Porque sin la fe en los padecimientos de Cristo, sobre los que se fundamenta la
salvación, nadie se puede salvar.
 Porque en ele momento de su partida de este mundo, Jesús debía instituir una
fiesta conmemorativa sub sacramentali specie para despertar el afecto de amor de
sus discípulos y marcar más profundamente las relaciones mutuas entre él y los
cristianos.
- La eucaristía esla cumbre y la meta de la totalidad de la vida espiritual. Se la llama, con
justa razón, el sacramento del amor.

La crítica a la doctrina de la transubstanciación en el nominalismo de la Baja Edad


Media
- La baja edad media careció de una visión global de la eucaristía en cuanto memoria
sacramental del sacrificio de Cristo y de una interpretación de la presencia real en el
contexto general de la teoría de los símbolos basada en la ontología. La eucaristía se
convirtió en objeto de especulaciones enmarcadas en el ámbito de la filosofía natural.
- Tomas de Aquino enumeraba la cantidad entre los accidentales. En la consagración
permanece la cantidad del pan y vino. La cantidad del cuerpo natural y glorificado de
Cristo se hace presente en los símbolos eucarísticos no bajo la modalidad de la
cualidad, sino bajo la substancia.
- En el nominalismo, la substancia y cantidad eran conceptos casi idénticos. Muchos de
ellos aceptaron la teoría de la transubstanciación (IV concilio de Letrán) sólo por

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obediencia. Ellos más bien creían en la consubstanciación: en el sacramento de la


eucaristía coexisten, yuxtapuestas, dos substancias-cantidades.
- Si en la eucaristía hay dos cantidades, a saber, la del cuerpo de Cristo y las de las
formas del pan y el vino, debe concluirse que también hay dos substancias.

La crítica de la Reforma protestante a la concepción católica de la Eucaristía


La crítica luterana y reformada al carácter del sacrificio de la misa:
- El sacrificio de la misa estaría en contradicción con el articulo central de la suficiencia
universal, la singularidad y la irrepetibilidad del sacrificio redentor de la cruz, en el
que Cristo, como sumo sacerdote sumo y eterno, se ofreció al Padre como sacrificio
expiatorio de una vez para siempre.
- Además añade Lutero, tres cautividades que la iglesia romana ha impuesto al
sacramento de la eucaristía:
 Negación del cáliz a los laicos. Los sacerdotes humanos no son mediadores de
la salvación.
 La doctrina de la transubstanciación, en virtud de la cual la fe se habría visto
sometida a la filosofía del pagano Aristóteles.
 La misa como don de Dios a nosotros habría pasado a convertirse en un don
del hombre a Dios. La Iglesia habría invertido totalmente el camino salvífico
que va de Dios al hombre.

La escisión en el seno de la reforma a causa de la presencia real


- Los sacramentos no son medios de la gracia, sino signos de la fe y marcas distintivas
de la confesión cristiana.
- La misa, como memorial externo, sólo estimula la fe subjetiva, en cuanto que el
creyente recibe ahora, en el Espíritu Santo, el poder salvífico de la cruz.
- “La carne no sirve de nada” (Jn 6, 63; Rm 14, 17) Por tanto, comer la carne de Jesús no
significa otra cosa sino creer en Cristo. El pan “es” debería traducirse, a tenor de su
sentido, por “el pan significa mi cuerpo”.
- Calvino: sólo pueden tener verdadera comunión con el cuerpo de Jesucristo en la
eucaristía los cristianos predestinados a la salvación. Para él, el sacramento no es
solamente un medio subjetivo de incitación a la fe. Pero no alcanza a ser medio de la
gracia, es decir, no es un signo indisolublemente unido al don de la salvación.

La afirmación de la doctrina de fe católica en el Concilio de Trento


El concilio de Trento no elaboró una nueva concepción teológica global de la docrtrina
eucarística. Los padres conciliares analizaron los siguientes temas:
- La presencia real
- La doctrina sobre la comunión bajo ambas especies
- El carácter sacrificial de la misa

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Doctrina sobre la presencia real


- Canon 1: en el santísimo sacramento de la eucaristía se contiene verdadera, real y
substancialmente el cuerpo y la sangre de Cristo entero.
- Canon 2: se rechaza la doctrina de la consubstanciación y de la impanación.
- Canon 3 y 4: en cada una de las especies y en todas y cada una de las partes se contiene
Cristo entero.
- Cano 5 y 11: se rechaza la opinión de que el fruto principal o incluso exclusivo de la
eucaristía es el perdón de los pecados.
- Canon 6 y 7: de la presencia real se deriva que es licito y digno adorar y venerar a
Cristo en el sacramento.

La comunión bajo una sola especie


- El concilio condenó la doctrina de que, por precepto divino, los fieles deben recibir a
Cristo bajo las dos especies como condición necesaria para la salvación.
- En cada una de las dos se recibe a Cristo todo e íntegro.
- Para la celebración de la eucaristía se requieren el pan y el vino. La recepción bajo las
dos especies no es obligatoria para los comulgantes.

La doctrina de la misa como sacrificio


- Aunque Cristo había de ofrecerse una sola vez en el altar de la cruz como sacrificio al
Padre, también ejerce su sacerdocio eterno en el sacrificio visible de la eucaristía que
dejó a su Iglesia en la última cena.
- La misa es sacrificio verdadero y propio y no consiste tan sólo “en darnos a comer a
Cristo” bajo las especies del pan y el vino.
- El sacrificio de la misa es verdaderamente expiatorio y propiciatorio. Es pues, el mismo
sacrificio de la cruz, en la que Cristo es el sujeto y actualiza su obra salvífica sacerdotal
bajo los modos de la repraesentatio, la commemoratio y la applicatio.

La teología postridentina de la misa


La teología postridentina procuró sobre todo descubrir en el signo sacramental una
semejanza con la entrega sacrificial de la vida de Jesús en la cruz. El problema a resolver
consistía en cómo definir con mayor precisión el sacrificio de la misa como “sacrificio
propio y verdadero”, pero a la vez relativo y totalmente dependiente de la cruz.
- Teoría de la inmolación: la doble consagración simboliza la inmolación mística simbólica
de Jesús como Cordero de Dios, que en la comunión es consumido y aniquilado en lo
que atañe a su ser sacramental.
- Teoría de la oblación: la esencia del sacrificio consiste en la presentación de ofrendas

Puntos de partida para una nueva teología de la eucaristía en el Siglo XX


- La eucaristía es el suceso simbólico de la actualización de Cristo en la comunidad
sacerdotal del pueblo de Dios y de todos sus miembros (LG 11)

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- Mediator Dei de Pio XII: le eucaristía es recuerdo real y participación sacramental en


la persona y el destino de Jesucristo.
- Myterium fidei de Pablo VI: no puede renunciarse al concepto de la transubstanciación
para expresar la identidad de los donoes simbólicos del pan y el vino con la realidad
del cuerpo y la sangre de Cristo. –en contra de la transignificación y transfinalización-.
- Al convertir Dios los signo del pan y el vino en medios, henchidos de realidad, de la
presencia de la corporeidad de cristo, son símbolos reales que señalan y realmente
transmiten la presencia de Cristo como el Señor exaltado según su humanidad
glorificada y su divinidad.

d. Perspectivas de una teología de la eucaristía.


La eucaristía como memoria sacramental de la muerte en cruz de Jesús
- En la eucaristía se hace presente el sacrificio de la cruz tanto en su singularidad
histórica única como en su validez actual, que nunca será eliminada.
- La eucaristía no es una fiesta conmemorativa celebrada por iniciativa de los discípulos
para avivar el recuerdo de Jesús. Es un recuerdo real objetivo: Jesús, al que se
recuerda, se hace presente en la palabra y el banquete.

La presencia actual de Jesús en la eucaristía


La eucaristía es el sacrificio mismo de la cruz bajo la modalidad de la presencia
sacramental, mediante la acción simbólica que Jesús ha confiado a si Iglesia. La eucaristía
celebrada por encargo de Cristo es una actualización sacramental de aquel sacrificio. Jesús
se da a sí mismo en el Espíritu mediante los dones eucarísticos de su Iglesia como el Hijo
del Padre encarnado, crucificado y resucitado y convierte a la Iglesia en los que es, en
cuerpo de Cristo, en comunidad creyente y amante de los discípulos, en Iglesia del Padre,
del Hijo y del Espíritu.

La presencia de Cristo en los signos eucarísticos


Por presencia de una persona se entiende:
1. Su presencia en mi conciencia, cuando el recuerdo subjetivamente, es decir, cuando
activo conscientemente una imagen o una figura cognitiva sensible que tengo
almacenada en la memoria.
2. Cuando un cuadro o una foto me suscitan su recuerdo.
3. Cuando alguien penetra, con su corporeidad natural, en el campo de mis
percepciones, de mi experiencia sensible actual. Pero una persona también puede
hacérseme presente en su corporeidad a través de sus elementos y signos sensibles
que ella ha vinculado a esta corporeidad y por medio de los cuales se me hace de
tal modo presente que puedo entablar comunicación con ella.

- La fe en la presencia real no es el resultado de una interpretación meramente filológica


de las palabras explicativas de Jesús o de un sometimiento positivista a la autoridad de
Cristo.

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-
El efecto de la eucaristía: nueva vida, reconciliación, alianza nueva
- La nueva alianza en la sangre de Cristo se ilumina a la luz de la conclusión de la
alianza paleo-testamentaria. Ahora es Jesús el verdadero Cordero que quita los
pecados del mundo (Jn 1, 29)
- Como la eucaristía hace presente todos los aspectos del sacrificio de la cruz, Cristo da
en ella a los fieles la gracia de la reconciliación.
- Él ha muerto por todos “para los que viven no vivan ya por sí mismos, sino para aquél
que por ellos murió y fue resucitado” (2 Cor 5, 15). Y así, complementan su vida
terrestre, para el cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

El cuerpo de Cristo como sacramento y como Iglesia


- La Iglesia es cuerpo de Cristo. Cuerpo significa, en términos generales, la presencia
actual de una persona espiritual y libre. Por tanto, cuando se habla de la Iglesia como
cuerpo de Cristo, lo que quiere decirse es que es la presencia permanente del Señor
exaltado en la comunión vivible de los hombres reunidos en su nombre.
- Al comer el cuerpo sacramental, los numerosos creyentes confluyen en la unidad del
cuerpo eclesial de Cristo. También los ya fallecidos y consumados en Cristo forman
parte de su cuerpo.
- La dimensión eclesial de la eucaristía se expresa también en los cuidados y
preocupaciones por el bienestar corporal y material del prójimo, por el ordenamiento
social, económico y jurídico y por la justicia.

III. LA REACCIÓN DE CRISTO AL PECADO, LA ENFERMEDAD Y LA


ANGUSTIA DE LA MUERTE

4. LA PENITENCIA: El sacramento de la reconciliación con Dios


a. Síntesis del sacramento de la penitencia

Enunciados de la fe sobre el sacramento de la penitencia


Puede abordarse si análisis bajo un triple aspecto
 La gracia de este sacramento produce la reconciliación del bautizado que ha perdido
la gracia de la justificación por la comisión de un pecado mortal con Dios autor y
contenido de la salvación. Este sacramento convierte al hombre en nueva criatura y
le permite participar de la relación filial de Cristo al Padre.
 Lo que la señal del sacramento realiza es la reconciliación del pecador con la Iglesia.
 La acción simbólica significativa es el proceso penitencial de la Iglesia: la absolución
del sacerdote, la intercesión eficaz de la comunidad, la remisión, los actos del
penitente, el reconocimiento de los pecados y su confesión y las obras de penitencia
de la satisfacción.

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- El concilio de Florencia -1439- definía este sacramento, en su decreto contra los Armenios:
cuasi-materia son los actos del penitente, que se distinguen en tres partes
 La contrición de corazón
 La confesión oral
 Satisfacción de los pecados
- Existen tres diversas formas litúrgicas de la penitencia sacramental, en todas ellas es
necesario lo anterior, además de los actos penitenciales del pecador.
1. La celebración de la reconciliación del individuo concreto
2. La celebración comunitaria de la reconciliación, en la que cada individuo hace la
confesión de sus pecados ante el sacerdote presente.
3. La celebración comunitaria de la reconciliación, con una confesión general y
absolución sacramental para todos los presente.

Principales decisiones doctrinales de la Iglesia


- En la Iglesia de la Edad Media: (Corrientes rigoristas: montanismo, novacianismo,
donatismo) ¿Tiene la Iglesia potestad para perdonar pecados?
 El concilio de Nicea (325) rechazó la actitud rigorista con los pecadores.
 El concilio de Constanza condenó algunos errores de Wyclif y de Juan Hus,
afirmando que el perdón de los pecados no se obtiene sólo por el arrepentimiento o
la contrición, sino que existe la obligación de confesarse con el sacerdote.
 El concilio de Trento
 Decreto del Santo Oficio -1667- dio ocasión el decreto la controversia entre los
contricionistas y atricionistas.
 La constitución Autorem fidei, de 1796 del Pío VI rechazó algunos errores del sínodo
diocesano de Pistoya sobre ciertas prácticas que acompañaban a la confesión, la
absolución y la penitencias, así como la reserva papal o episcopal a determinados
pecados.

b. La penitencia en la época neotestamentaria


La reconciliación del pecador con Dios según el testimonio neotestamentario
- El Antiguo Testamento no entendía por pecado solamente la infracción de los
mandamientos divinos. Más bien, en el pecado el hombre atenta formalmente contra la
santidad esencial de Dios, dada a su pueblo como suya propia. La culpa contraída ante
Dios tiene consecuencias internas y se expresa en la conducta opuesta al precepto de
santidad y al pueblo santo de la alianza de Dios.
- Jesús anuncia el Reino de Dios. Hace posible y promueve la penitencia, el
arrepentimiento y el seguimiento para poder aceptar y asumir el reino de Dios ya
eminente.

La reconciliación en el mundo con Dios en la Cruz de Cristo


- El reino de Dios irrumpe definitivamente en la entrega de la vida de Jesús en la cruz,
que Dios acepta como victima expiatoria vicaria en virtud de la obediencia de su Hijo

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(Rm 3, 24ss). Como sumo sacerdote mediador de la nueva alianza, lleva a cabo –una
redención eterna-. Válida para todos los hombres. Reconciliación universal y nueva
comunión de vida con Dios.

La Iglesia al servicio de la reconciliación


- Atar y desatar (Mt 16, 19; 18, 18); perdonar y retener (Jn 20, 23) los pecados. Esto se
trata de un proceso que encierra en sí una significación salvífica. En él acontece el
juicio escatológico y, cuando hay lugar a ello, también el perdón.
- En el caso de las culpas graves; ya en la época neotestamentaria se tenía clara
conciencia de que existen pecados que excluyen del reino de Dios y que, a diferencia
de otros pecados, llevan a la condenación y a la muerte eterna (Jn 5, 16)
- Del NT se desprende claramente la idea básica de la existencia de un procedimiento
penitencial en el seno de la Iglesia: distanciamiento de los miembros que han pasado a
ser pecadores, pero al mismo tiempo la Iglesia suplica la conversión, el
arrepentimiento y la penitencia.
- Las señales concretas de perdón de los pecados son la imposición de manos y la
invocación del Espíritu.

c. La historia del sacramento de la penitencia

Las formas básicas de la penitencia en la Iglesia Antigua


- Todo pecado atenta contra la esencia santa de la Iglesia
- Siglo III, Cipriano de Cartago: forma básica del procedimiento penitencial de la Iglesia.
Entre sus elementos figuran la exhomologesis (imposición de las pertinentes obras de
penitencia, la confesión de los pecados, la comprobación del cumplimiento de las
penitencias impuestas) y la reconciliación mediante la imposición de manos del obispo
y de los presbíteros.
La penitencia es el resultado de una inclinación, por gracia, del redentor a los hombres
y de la capacidad de reaccionar frente a la culpa con un amor más profundizado a
Cristo y al prójimo.
- Este procedimiento llevado a cabo durante de ordinario una sola vez en la vida, es un
proceso distinto del bautismo.

El cambio hacia la penitencia privada (confesión)


- Se abandonó, hasta su virtual desaparición, la práctica de la penitencia de excomunión
y reconciliación de la Iglesia antigua. A partir del Siglo VI pudo difundirse fácilmente
la forma penitencial irlandesa y anglosajona. Su diferencia más decisiva respecto de la
penitencia paleoeclesial era la posibilidad tanto de repetirla como de confesar en
secreto (privadamente) los pecados al sacerdote.
- En las postrimerías del primer milenio, se permitió cumplir las obras de penitencia en
un tiempo posterior al de la absolución.

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- La Iglesia oriental asumió, entre los siglos VIII y XIII, la práctica de que fueran los
monjes quienes administraran todo lo relacionado con la penitencia.
- La costumbre, practicada en el siglo XIII, de confesarse con un laico cuando no podía
recurrirse a un sacerdote, no otorgaba a los seglares la potestad de absolver, sino que
respondía a la idea de que la confesión de los pecados es un saludable ejercicio de
humildad del pecador.

La evolución de la teología de la penitencia en la escolástica


- En controversias con el pelagianismo… subyacía la concepción bíblica y paleoeclesial
de que la reconciliación con la Iglesia no es un simple añadido a la reconciliación con
Dios, sino signo sacramental.
- Tomás de Aquino –teología escolástica- Aquí se contempla la gracia remitente de Dios
como causa poenitentia interior desde la cristología en su doble vertiente, es decir, desde
la encarnación y desde su dimensión eclesial sacramental. En el sacramento el perdón
se produce por medio de la absolución.
- Los actos del penitente (contrición, confesión de los pecados y satisfacción) entran así en la
constitución del signo sacramental como cuasi-materia. El pecador es justificado por
Dios mediante la gracia que produce en él la disposición para su recepción y le
capacita para una vida a partir de la fe y según la ley del amor. En la absolución, el
sacerdote ejerce el poder de las llaves de la Iglesia. Actúa, al absolver, como siervo e
instrumento de Dios, único que perdona los pecados.

La doctrina reformista sobre la penitencia


- La Reforma protestante del siglo XVI no pudo encontrar en el sacramento de la
penitencia respuesta a la pregunta de cómo llegar a la certeza de la justificación, de la
gracia de Dios.
- Como para Lutero el pecado propio y genuino es la incredulidad, tampoco puede
establecerse una diferencia estricta entre pecado mortales y veniales… le parce
obsoleta la exigencia de que la confesión de los pecados sea completa. El sacerdote no
ejerce ninguna función judicial, está simplemente al servicio de la Palabra, que en la
única que causa la fe y el perdón. Todos los cristianos en virtud de su sacerdocio
común pueden oír confesiones y proclamar el evangelio como consuelo y certidumbre.
La mejor penitencia es una vida nueva, un constante reditus ad baptismum.

La doctrina del concilio de Trento sobre el sacramento de la penitencia


- El sacramento de la penitencia se distingue la actitud penitencial y del perdón de los
pecados propio del bautismo. Sus elementos específicos son:
 La contrición de corazón
 La confesión sacramental o el propósito de pedir, en cuanto se presente la
ocasión, la absolución sacerdotal
 La satisfacción, mediante ejercicios espirituales y obras de amor al prójimo

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El decreto sobre el sacramento de la penitencia de la sesión 14 -1551-.


- En el capítulo 1 se destaca la necesidad del sacramento de la penitencia y su institución
por Cristo.
- En el capítulo 2 se analiza la diferencia entre bautismo y penitencia. Se distingue por la
materia y por la forma, además por el hecho de que el administrador del bautismo no
es juez, mientras que si lo es el de la penitencia.
- El capítulo 3 analiza los elementos esenciales de este sacramento. La forma son las
palabras de la absolución. Y se entiende a modo de materia los actos personales del
penitente, a saber, el arrepentimiento o contrición, la confesión y la satisfacción. El
contenido y fruto del sacramento es la reconciliación con Dios y también la paz y la
serenidad de la conciencia y una gran consolación del alma.
- Capítulo 4 le dedica a la contrición y al arrepentimiento. El concilio distingue entre el
arrepentimiento perfecto, que surge en virtud del amor, y el imperfecto. El primero
causa inmediatamente la reconciliación con Dios.
- Capítulo 5 dice, a propósito de la confesión de los pecados, que es necesaria, -por
derecho divino- se recuerda la prescripción del IV concilio de Letrán de confesarse por
lo menos una vez al año si se han cometido pecados graves.
- Capítulo 7 trata de la absolución como forma del sacramento. Sólo los obispos y
presbíteros pueden ejercer este mandato. También los sacerdotes en pecado mortal
pueden ejercer, como ministros de Cristo, con el poder del Espíritu que se les ha
conferido en la ordenación, la función de perdonar los pecados, pues en efecto, este
poder no les adviene a causa de su santidad personal
- Capítulo 8 aborda la temática de la satisfacción. Las obras satisfactoria consisten en la
aceptación de las penitencias impuestas por el sacerdote y en sobrellevar con paciencia
las contradicciones, dolores y calamidades que Dios ha vinculado a nuestra existencia
terrena.

d. Perspectivas de una teología sistemática de la penitencia


- Debe suscitarse una nueva comprensión del pecado en su dimensión personal y social.
- No puede reducirse el concepto teológico del pecado al aspecto de una transgresión de
las leyes divinas en algunas concretas acciones materiales. Pues quien actúa en contra
de los mandamientos de Dios, no sólo se opone a la voluntad del –legislador divino-,
sino a su mismo ser y santidad.
- Pecado es negativa a Dios (incredulidad, equivale negarse a la esperanza de Dios), al
prójimo (agresiones y ataques al cuerpo, a la vida a la salud, etc.) y a sí mismo (rehusamiento
a asumir su misión en la vida).
- El pecado se opone a la voluntad salvífica de Dios manifestada en la cruz. El pecado se
dirige contra el Dios Trino, que ofrece su gracia en la Iglesia como pueblo de Dios,
cuerpo de Cristo y Templo del Espíritu Santo.
- La Iglesia denuncia la contradicción entre el pecador y su esencia santa mediante la
excomunión litúrgica y a partir de su arrepentimiento, concederle la plena comunión.

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e. Las indulgencias como forma específica de la praxis penitencial occidental


- Se entiende por indulgencia -la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados
ya perdonados cuanto a la culpa-.

Génesis histórica de la indulgencias.


- Ni la práctica de las indulgencias ni su fundamentación teológica cuentan con un
modelo antecedente en el Nuevo Testamento. O en la praxis de la penitencia publica
del primer milenio.
- Aunque las indulgencias constituyen una autentica neoformación en la historia de los
dogmas, sus elementos constitutivos se enmarcan enteramente dentro del conjunto de
la Tradición.
- La indulgencia era una continuación de las absoluciones por intercesión y de las
remisiones suavizadas por la jurisdicción.
- Las indulgencias concedidas por los obispos, testificadas por primera vez en el Siglo XI
en las diócesis meridionales francesas y septentrionales españolas fueron, durante
mucho tiempo, sólo toleradas, y no de buen agrado, por los papas. El IV concilio de
Letrán (1215) recomendaba moderación.
- Mientras que en sus inicios las indulgencias, entendidas como remisión de las penas
temporales por los pecados, sólo otorgaban una reducción parcial de la taxa
penitencial canónica mediante la prestación de una obra equivalente, los papas
Alejandro II (1063) y Urbano II (1095) iniciaron la práctica de las indulgencias plenaria
al otorgar a los cruzados la remisión de todos los castigos temporales por los pecados,
porque las penalidades y los peligros a que se exponían equivalían a la sustitución
plena de castigos canónicos.

Declaraciones del Magisterio


- El magisterio de la Iglesia no ha desarrollado una teoría completa y sistemática de la
indulgencias.
- En la bula jubilar Unigenitus Dei Filius (27.01.1343), el papa Clemente VI exponía, por
primera vez, la doctrina del tesoro de la Iglesia como fundamento de las indulgencias.
Un tesoro infinito confiado al poder de las llaves de la Iglesia en la persona de Pedro y
de sus sucesores. Por motivos razonables, el papa y los obispos pueden utilizar, para la
salvación de los fieles, este tesoro en beneficio de quienes seriamente hacen penitencia
por sus pecados y los confiesan, para que reciban el perdón total o parcial de las penas
temporales de los pecados ya perdonados cuanto a culpa en el sacramento de la
penitencia.
- La bula Salvator Noster (03.08.1476) y en la encíclica complementaria Romani Pontificis
próvida (27.11.1477), el papa Sixto IV explicaba la eficacia de las indulgencias a favor de
los difuntos.
- En el decreto Cum postquam (09.11.1518), el papa León X contra Lutero, dirigido al
cardenal Cayetano y más tarde en la bula de excomunión Exurge Domine… Al sucesor
de Pedro y vicario de Cristo le compete, en virtud del poder de las llaves que le ha

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conferido, la misión de suprimir los obstáculos que entorpecen la entrada al reino de


los cielos. El papa por justas razones, puede conceder a los fieles, del tesoro inagotables
de los méritos de Cristo y de los santos, remisión del castigo: a vivos y a difuntos.
- El Concilio de Trento confirmó, con el decreto sobre las indulgencias, la praxis vigente. Se
usa el suo moderado de las mismas.
- Pablo VI, en la institución apostólica Indulgentiarum doctrina se volvió a pronunciarse
sobre la materia.
- El Vaticano II. El tesoro de la Iglesia es el mismo Jesucristo. Las indulgencias no ensta
fundamentadas en el poder de las llaves entendido como un poder estrictamente
jurisdiccional, sino que las pueda definir como oración autorizada de la Iglesia.
Las indulgencias no son necesarias para la salvación de cada cristiano concreto, los
fieles gozan de libertad para lucrar, o no, las indulgencias que se les ofrece.

Interpretación teológica
- La oración de intersección por los pecadores tiene capacidad de remisión y es un
apoyo eficaz en el proceso de reconciliación con Dios, también en los que respecta a la
liberación del pecado a favor de los difuntos. La obra de las indulgencias es expresión
de la cooperación voluntaria de los fieles con la oración oficial y autorizada de
intercesión de toda la Iglesia y de sus titulares.

5. LA UNCIÓN DE LOS ENFERMOS

a. La unción de los enfermos en la vida sacramental de la Iglesia


- El decreto para los armenios del Concilio de Florencia describe este sacramento, al que
llama de extrema unción, con ayudas de categorías escolásticas:
 Su materia es el aceite de oliva bendecido por el obispo. Sólo puede ser
administrado a aquellos cuya vida está en peligro.
 La forma son las palabras: “por esta santa unción y por su piadosísima misericordia
el Señor te perdone cuanto…”
 El ministro es el sacerdote.
 El efecto es la salvación del alma y, en la medida en que se aproveche al alma,
también la salud del cuerpo.
- En el nuevo ordo Pablo VI -1972- se sustituyó –extrema unción- por –unción de los
enfermos-. Ahora se entiende que su forma básica es celebración comunitaria y
acontecimiento de comunicación. El enfermo mismo también actúa como miembro de
la Iglesia.
Al aplicar la unción el sacerdote suplica “Por esta santa unción y por su bondadosa
misericordia te ayuda el Señor con la Gracia del Espíritu Santo, para que te libre de tus
pecados, te conceda la salvación y te conforte en tu enfermedad”

b. Consideraciones antropológicas
- La enfermedad no es un fenómeno marginal de la vida humana.

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- En la perspectiva bíblica se sitúa el hombre ante Dios en la totalidad de su esperanza


trascendental y en la realidad histórica concreta de su vida. La enfermedad es para el
creyente uno de los posibles medios para llegar al conocimiento del que está
amenazado, o ha perdido, o no ha alcanzado todavía la salvación que Dios le ofrece.
- En la enfermedad se ve el hombre enfrentado a una alternativa última. La angustia que
el hombre siente es, más bien, la experiencia de perdición … que se produce por la
pérdida de comunión de la gracia de Dios…

c. El testimonio bíblico
- Los signos salvíficos de Jesús son un poderoso anuncio de Dios que se inicia ya con su
mensaje. Jesús el medico de los enfermos (Mc 2,17). Curó a muchos pacientes de
diversas enfermedades.
- En los enfermos sanados por Jesús se manifiesta la promesa salvífica y la autodonación
por la gracia de Dios a los hombres. Llevan a los sanados a la fe, en la que acontece el
encuentro personal con Dios.
- La pormesa de Jesús alcanza su cumplimiento en la pasión y muerte vicaria en la cruz.
Del sirvo de YHW doliente. La superación de la muerte acontece por medio de su
resurrección… la enfermedad permeada por estos elementos permite abrir la
esperanza a una plenitud escatológica.

El servicio de salvación de los enfermos confiado a la Iglesia


- En nombre de Jesús los discípulos anunciaron el reino de Dios. Por ello y para el
“arrojaban a muchos demonios y ungían con aceite a muchos enfermos y hacían
curaciones” (Mc 6,13). Los envió para que impusieran las manos sobre los enfermos y
los sanaran (Mc 16,18).
- La carta de Santiago ofrece los siguiente elementos (Sant. 5, 14ss)
1. Hay una promesa concreta en la actuación salvífica de Cristo a favor de cada uno
de los hombres.
2. A esta acción simbólica se la otorga una eficacia salvífica.
3. Esta acción simbólica ésta asociada a una señal sensible: el aceite y a la oración de
la Iglesia, segura de ser oída.
4. No se trata de un don personal para curar enfermos, sino de la actuación del
presidente de la Iglesia en el ejercicio de su autoridad.

d. La unción de los enfermos en la historia de la teología


- Hipólito: usa una oración que suplica la santificación del aceite –para que dé fortaleza
a quienes la gustan y salud a quienes la utilizan-
- Orígenes habla, ene le contexto de Sant. 5, 14, del perdón de los pecados.
- Juan Crisóstomo, los sacerdotes ungen a los enfermos para el perdón de los pecados,
de acuerdo con el testimonio del apóstol Santiago.

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- Inocencio I al obispo Decencio de Gubbi, en la carta Si instituta ecclesiastica se despende


que existía la unción, realizada por el obispo o el sacerdote, que era entendida como
signo salvífico eficaz.

e. La crítica de la Reforma, la doctrina de Trento y las declaraciones del II concilio


Vaticano
- En opinión de los reformadores, la unción de los enfermos no es un sacramento
instituido por Cristo. Calvino califica de sacramento aparente. Se trata tan sólo de un
don de unción de enfermos otorgado a la primitiva Iglesia y del que no dispone ya la
Iglesia de los tiempos posteriores. La Iglesia no tiene aquí, en efecto, ni mandato ni
precepto de Dios. Por consiguiente la unción no es sacramento.
- El concilio de Trento:
 Capítulo 1: define la unción de los enfermos como –verdadero y propio sacramento
del Nuevo Testamento-, instituido por Cristo, insinuado por Marcos (6,13) y
promulgado por Santiago. Su forma son las palabras con que se administra.
 Capítulo 2: describe el efecto del sacramento. Consiste en un –aumento de la gracia
de la justificación-. Esta realidad es la gracia del Espíritu Santo, cuya unción limpia
las culpas, si alguna queda aún por expiar… alivia y fortalece el alama del
enfermo…
 Capítulo 3: Dice que los ministro ordinarios son el obispo y los sacerdotes. Debe ser
administrado sobre todo a las personas gravemente enfermas.
- Según el Concilio Vaticano II, la recepción de esta unción produce en los fieles
enfermos o ancianos una especial y profundizada inserción en el misterio de la Pascua
en el que Cristo, por su muerte, aniquiló nuestra muerte y por su resurrección creó una
vida nueva, para completar la obra de la redención humana y de la glorificación de
Dios.

IV. ESTRUCTURA Y FORMA DE LA IGLESIA

6. EL SACRAMENTO DEL ORDEN: La transmisión de la potestad espiritual para el


ejercicio del servicio salvífico de Cristo en su Iglesia

a. Temas y perspectivas
Principales declaraciones de fe sobre el orden.
- El ordenado por el obispo rescribe el Espíritu Santo, que confiere las acciones del
titular del ministerio una eficacia espiritual que el hombre no puede alcanzar con sus
propias fuerzas. El ordenado se le imprime una señal especifica e imborrable con sus
propias fuerzas.. es para el servicio de Cristo, sacerdote, pastor y profeta de la Iglesia.
- El concilio de Florencia, en el decreto para los armenios:
La materia del signo sacramental consiste en la entrega de los objetos propios de cada
nivel. En contra de esto el papa Pío XII, en la constitución apostólica Sacramentum
Ordinis dice que de acuerdo con el ejemplo de la Escritura y la primitiva iglesia, la

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materia es la imposición de manos. La forma consiste según Florentino, en las palabras


que pronuncia el obispo en cada uno de los niveles del sacramento.
El efecto es el aumento de la gracia para que sea ministro idóneo.

La terminología
El sacerdocio ministerial está formado por:
a. El obispo
b. El presbítero

El adjetivo “sacerdotal” designa


1. La participación cualificada del titular del ministerio en el servicio sacerdotal de la
santificación de Cristo, cabeza de la Iglesia.
2. La participación cualificada de toda la Iglesia y de todos y cada uno de sus
miembros en la communio sacerdotal del cuerpo de Cristo.

El sustantivo “sacerdocio” designa:


1. En el mundo cristiano
a. El titular del ministerio que ejerce el servicio de salvación de Cristo en virtud de
una potestad especial.
b. La actualización del servicio de salvación de Cristo en virtud del bautismo y la
confirmación.

Principales documentos doctrinales


- Letrán IV -1215-: sólo el sacerdote debidamente ordenado tiene potestad de consagrar
la eucaristía.
- Florencia -1439- decreto para los armenios.
- Concilio de Trento -1563-
- Sacramentum ordinis de 30.11.1947
- Concilio Vaticano II: LG -1964- y PO -1945-
- Hay declaraciones con la posibilidad de que las mujeres reciban el sacramento del
orden
- Inter insigniores -1976-
- Ordinatio Sacerdotalis – 1994-

Nuevos temas de discusión


1. La raíz del ministerio en la misión de los discípulos de Jesús prepascual
2. El ministerio sacramental como elemento esencial de la estructura y misión de la
Iglesia. El Concilio Vaticano II manifiesta que con la consagración episcopal de
confiere la plenitud del orden. Es el nivel propio y más elevado.
3. El sacramento del orden es uno de los temas clásicos de la Iglesia desarrollada por el
Vaticano II, se articula bajo una nueva forma de unidad del ministerio en tres niveles.

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b. El testimonio bíblico sobre el origen y naturaleza del sacramento del orden


- El punto de referencia específico del ministerio sacramental en la Iglesia pospascual es
la misión de Jesús, el mediador escatológico del reino de Dios.
- Una de las características esenciales de la actividad de Jesús era la potestad divina con
que actuaba. Ejerció su misión salvífica y su poder también a través de los hombres a
los que llamó para que le representaran y le actualizaran allí donde él no quiso o no
pudo llegar. Por eso y en virtud de su potestad divina, eligió a Doce.
- Instituyó a estos Doce, como un sólido círculo unido en la comunión con él. Los envió
como sus apóstoles/mensajeros a predicar y a expulsar demonios, a poder en práctica
la salvación de la basileia. Y para ello les otorgó el poder en su nombre. (Mc 3,13ss). Es
una actualización de la permanente actividad salvífica de Cristo, en su Iglesia por
medio del Espíritu Santo.
- Según el testimonio bíblico, fueron los propios apóstoles quienes organizaron la
transición de la primera Iglesia a la Iglesia postapostólica (Tit 1,5). La transición se
produjo mediante el acto especifico de la imposición de manos y la oración de súplica por
la venida del Espíritu Santo.
- Al rito le aplicó tertuliano la denominación técnica de Ordinatio. También Cipriano
llamó a la investidura sacramental en el cargo.
- A los titulares se les transfiere en especial el poder de “atar y desatar” (Mt 16,19; 18,18)
es decir, de perdonar los pecados por el poder recibido del Espíritu Santo. De predicar,
de celebrar la eucaristía y de desempeñar el ministerio de la dirección.

c. El sacramento del orden en la historia de la teología y de los dogmas


- Hipólito ofrece un primer testimonio (Siglo III). Es el obispo quien instituye a los
obispos, presbíteros y diáconos. A él le compete en exclusiva la administración de la
consagración sacramental.
- El obispo es ministro del orden y representante de la unidad
- El receptor del sacramento del orden son todos los varones bautizados declarados
dignos de ello de acuerdo con las condiciones de la admisión. Las mujeres no pueden
ejercer ministerios en la Iglesia que requieran ordenación sacerdotal. La Iglesia no tiene
potestad para conceder la ordenación sacerdotal a las mujeres y que todos los fieles
están obligados a aceptar esta sentencia como definitiva.

Critica de la Reforma a la concepción católica de este sacramento


- Se rechaza la concepción de la misa entendida como sacrificio ofrecido por sacerdotes
o mediadores humanos para conseguri la reconciliación con Dios y la participación de
en la Gracia.
- Lutero niega que Cristo haya instituido el sacramento del orden. Todos los bautizados
pertenecen al reino del sacerdocio real, por lo tanto todos tienen el poder de la palabra
de Dios y en los sacremento.

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- Existe sólo una llamada divina para el servicio publico y eficaz de la proclamación del
evangelio y de los ejercicios sacramentales de la palabra en el bautismo, la cena y la
absolución.

La doctrina del Concilio de Trento


- Recurrió a la doctrina escolástica del sacramento del orden, es decir, a la potestad de
consagrar la eucaristía y de perdonar pecados en el sacramento de la penitencia.
 Capítulo 1º: se enseña como verdad de fe la institución divina de un sacerdocio
sacramental visible de la nueva alianza. Ha sido Cristo mismo quien ha otorgado a
los apóstoles y a sus sucesores la potestad de actuar como sacerdotes.
 Capítulo 2º: retoma la doctrina medieval de los siete grados o niveles del orden,
aunque sin describirlos con detalle.
 Capítulo 3º: Se establece que el orden es un signo salvífico propio y verdadero, que
forma parte de los siete sacramentos. Quien lo ha recibido no puede volver al
estado laico. Deja un sello indeleble.
 Capítulo 4º: los obispos son sucesores de los apóstoles y han sido instituidos por el
Espíritu Santo. Hay diferencias entre el obispo y el presbítero. Los obispos son
puestos para dirigir la Iglesia de Dios. Son superiores a los presbíteros.

La doctrina del Concilio Vaticano II


- LG 1. La iglesia ejerce su ministerio de mediación real, sacerdotal y profética.
- LG 10. El servicio sacerdotal de la Iglesia es ejercido por esta misma Iglesia como
cuerpo de Cristo, pero no menos por Cristo, en cuanto cabeza y origen permanente de
la misión salvífica eclesial.
- LG 21: La consagración episcopal confiere la plenitud al sacramento del orden.
- LG 28: Los presbíteros, en comunión con el obispo, comparten las funciones
fundamentales, el ministerio pastoral y la potestad doctrinal.
- LG 29: En la ordenación de los diáconos, los ordenados reciben, mediante la
imposición de las manos y la oración del obispo, la gracia sacramental.

d. El sacerdocio ministerial en una “eclesiología-comunión”


1. Es determinante una eclesiología que entienda a la Iglesia como sacramento y
comunión. El ministerio de fundamenta en Cristo y está internamente determinado
por el don del Espíritu. Representa y organiza la unidad de la comunidad en la
multiplicidad de los carismas. Se orienta a la santidad personal y a la dirección de la
comunidad. También a la edificación de la Iglesia mediante el servicio de la palabra y
de los sacramentos.
2. La Iglesia debe ser entendida como la actualización de la palabra de la promesa de
Dios, que pronunciada en el transcurso de la historia, se va implantando
victoriosamente y se ha hecho en Jesucristo realidad corpórea, este servicio de la
palabra afecta a la existencia personal del sacerdote.

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3. La idea del ministerio sacramental puede exponerse también, y con mayor amplitud,
bajo el prisma de la misión apostólica.
4. Dios quiere la salvación de todos los hombres: la Iglesia es, como un todo, sacramento
de salvación para el mundo.

7. EL SACRAMENTO DEL MATRIMONIO: señal de la comunión de alianza de Cristo


con su Iglesia

a. Temas, perspectivas y declaraciones doctrinales sobre la sacramentalidad del


matrimonio
- Se entiende por matrimonio cristiano la comunión y comunidad de vida total,
exclusiva y personal libremente asumida de un varón bautizado y una mujer
bautizada en el que se refleja la alianza de Cristo con su Iglesia y por la que el
matrimonio se convierte en señal eficaz de la comunicación de la gracia significante.
- Es indisoluble, monógamos y procreación de los hijos unida a la disposición de
educarlos en la fe.
- El matrimonio encierra tres bienes:
 El bien de engendrar hijo y educarlos para Dios
 El bien de la fidelidad personal mutua, exclusiva y de por vida
 El bien de la indisolubilidad e indestructibilidad del vínculo matrimonial

b. Principales documentos doctrinales


- Concilio de Florencia -1439-, decreto para los armenios
- Concilio de Trento -1563-
- La bula autorem fidei de Pio VI -1796-
- La encíclica Arcanum divinae de León XIII -1880-
- La encíclica Casti connubi Pio XI -1930-
- Concilio Vaticano II, LG 11
- La encíclica Humanae Vitae de Pablo VI -1968-
- La carta apostólica familiaris consortio de Juan Pablo II -1981-

c. El matrimonio en el testimonio bíblico


1. En los relatos paleotestamentarios de la creación. Narraciones que ponen en duda o
relativizan la relación hombre-mujer tal como era entendida en el esquema del derecho
y de las costumbres patriarcales, la poligamia, el divorcio, la posibilidad de repudiar al
conyugue y el establecimiento de impedimentos matrimoniales especiales.
- El canto yavista destaca la igualdad de condiciones del varón y la mujer. Son comunión
de vida, “una sola carne”.
- El canto sacerdotal se dice que el ser humano ha sido creado bajo las modalidades de
varón y mujer a imagen y semejanza de Dios. Se les ha dado dones y las tareas de la
fecundidad, la disposición de la tierra y la responsabilidad por el mundo.

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2. En el Antiguo Testamento. A la luz del acontecimiento de Cristo se descubre de nuevo


la constitución originaria del matrimonio. Él es el esposo… el se autoentrega a su
esposa la Iglesia.
- En la carta a los efecios: agape del varón y la mujer y en la obediencia de la mujer al
marido, comunión de vida entre ambos y puede calificar esta unión.
- Lo que Dios a unido no lo separe el hombre (Mc 10,6-9; Mt 19,1-9)
- Todo ser humano y todo cristiano tiene, según Pablo, libertad para optar la forma
existencial natural y santificadora del matrimonio, y elegir un consorte (1Cor 7,7.28.40;
Mt 19,12). Pero una vez ya casados, el apóstol amonesta (1Cor 7,10ss)

d. la sacramentalidad del matrimonio como tema histórico-teológico


La patrística
- Frente a los gnósticos, que calificaban de obra del demonio los matrimonios y la
procreación, el hereje Marción, el movimiento rigorista ascético de los encratitas y el
maniqueísmo dualista, que declaraba que la materia, y por consiguiente, también la
sexualidad es el principio del mal, los padres de la Iglesia defendieron la bondad
natural del matrimonio y su significación para la salvación y la vida en la gracia.
- En contra de los albigenenses, cataros y otras sectas de la Alta Edad Media, el IV concilio
de Letrán -1215- que los casados merecen llegar a la bienaventuranza eterna.
- Las diferencias de sexos es una bondad de la creación. Agustín decía que las relaciones
sexuales matrimoniales son buenas como don del creador, fueron pervertidas y están
necesitadas de redención a consecuencia del pecado original y del placer egoísta que,
sin la gracia, el hombre no puede dominar.

La escolástica
- El II Concilio de Letrán -1139-, el sínodo de Verona -1184-; el concilio de Lión -1274-; el
concilio de Florencia -1439- confirman y consolidan la sacramentalidad del matrimonio
como doctrina de la fe de la Iglesia católica.
- De la sacramentalidad se derivan las propiedades esenciales del matrimonio:
 Unidad
 Indisobilidad (cuando hay consumación)
 y los bienes del matrimonio

La crítica de la reforma
- Martin Lutero negaba la sacramentalidad del matrimonio. La Iglesia por lo tanto no
tiene ninguna jurisdicción en esta materia, que esta sujeta exclusivamente al
ordenamiento civil.

La doctrina del Concilio de Trento


- Canon 1: el matrimonio es verdaderamente y propiamente un de los siete sacramentos
y es instituido por Cristo. De “Serán dos una sola carne” se sigue el vínculo permanente
e indisoluble del matrimonio, así como la exclusión de la poligamia.

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- Los canon 3 y 4 ratifican la jurisdicción de la Iglesia sobre el matrimonio.


- Canon 5: confirma la Indisobilidad del matrimonio.
- Canon 6: el matrimonio es válido consumado, de no serlo puede ser disuelto por la
solemne profesión religiosa de uno de los conyugues.
- Canon 7: ni siquiera en caso de adulterio el matrimonio puede ser disuelto.
- Canon 8: concesión a la posibilidad de que haya separación de lecho y mesa por algún
tiempo determinado
- Canon 9: los clérigos o religiosos vinculados por votos no pueden contraer
matrimonio.
- Canon 10: el matrimonio no es un estado superior a la virginidad

e. La teología de la alianza como planteamiento sistemático de una nueva concepción


del sacramento del matrimonio.
- El concilio vaticano II sitúa al sacramento del matrimonio en el contexto de una
teología de la alianza. En primer lugar, se confirma la doctrina clásica del matrimonio.
Cada matrimonio surge de un acto libre y voluntario en que los consortes se aceptan
mutuamente.
- El matrimonio reviste una importancia máxima para la conservación del genero
humano y para el progreso personal y la salvación eterna de cada uno de los miembros
de la unidad familiar. El matrimonio y la familia están al servicio de la humanización
del hombre y de la sociedad humana en su conjunto.

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