Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Federal
Dirección General de Operación de Servicios Educativos
Dirección de Educación Inicial
1
Introducción
Justificación
• Coordinación de Guarderías
2
Bibliografía
Documentos en línea
3
Introducción
4
información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios
para el desarrollo humano integral de todos y cada uno de los
individuos que la conforman. En este tenor, la educación no puede
limitarse a la enseñanza para el “saber” sino que se amplían las
posibilidades enfocadas a la enseñanza para el “actuar”, de tal forma
que se genere en los individuos un desempeño eficaz en todos los
ámbitos de desenvolvimiento de la persona en sus dimensiones como
ser individual, miembro de la sociedad y de la naturaleza.
5
Justificación
6
fundamentalmente en el principio de “ofrecer un servicio educativo, que
sin dejar de lado la atención asistencial, se enfoca en la atención y
satisfacción de las necesidades básicas de las niñas y los niños, desde el
momento de su nacimiento hasta alcanzar los primero años, previos a la
escolarización obligatoria y que además, considera la posibilidad de
favorecer el desarrollo de las capacidades físicas, cognitivas, afectivas,
así como de comunicación y socialización de los pequeños” (SEP, 2009
bis; 2)
7
I. La representación social de la infancia: prácticas, pautas
y creencias
8
infante, a favorecer su crecimiento y desarrollo psicosocial, y a
facilitar el aprendizaje del conocimiento que permita al niño
reconocer e interpretar el entorno que le rodea” (Aguirre, 2000;
34).
✔ Las pautas tienen que ver con el canon que dirige las acciones de
los adultos, esto es, con el orden normativo que le dice al adulto
qué se debe hacer frente al comportamiento de los niños. Se
refiere a lo esperado en la conducción de las acciones hacia los
niños. Según Aguirre es el “vínculo directo con las
determinaciones culturales propias del grupo de referencia. En
tanto que es un canon del actuar, por lo general, la pauta se
presenta como una circunstancia restrictiva y poco flexible, lo cual
no quiere decir, que no pueda modificarse en el transcurso del
tiempo” (Op. Cit. 2000; 45).
En las pautas privan las representaciones sociales que tiene que ver con
estructuras psicosociales intersubjetivas que representan el acervo de
conocimiento socialmente disponible y que se despliegan como
formaciones discursivas más o menos autonomizadas, en el proceso de
autoalteración de significaciones sociales. En este sentido, se
constituyen en portadoras de significaciones sociales, de
interpretaciones, de formas de ver el mundo. Por lo tanto, las
representaciones sociales plantean por un lado, la configuración social
de unos marcos interpretativos y de un mundo simbólico que expresa
una construcción social en la historia; es este mundo socialmente
compartido lo que garantizaría la comunicación, la interacción y
cohesión social.
Por otro lado, se constituyen en sistemas de códigos, valores, principios
interpretativos y orientadores de las prácticas, que definen la conciencia
colectiva, la cual se rige de manera normativa en tanto instituye los
límites y las posibilidades del actuar social. Es decir, somos y actuamos,
de acuerdo a nuestras representaciones sociales.
9
La representación social es la imagen colectivamente compartida que se
tiene del niño, es lo que la gente dice o considera de la infancia en
diversos momentos históricos. Cada sociedad, cada cultura define
explícita o implícitamente qué es infancia, cuáles son sus características
y en consecuencia, qué pautas de crianza se deben seguir para el
cuidado de los niños.
Las representaciones sociales de infancia que tienen una comunidad
dada constituyen un conjunto de saberes implícitos o cotidianos
resistentes al cambio, y tienen cuerpo de realidad psicosocial ya no sólo
existen en las mentes sino que generan procesos (interrelaciones,
interacciones e interinfluencias sociales) que se imponen y condicionan
la vida de los niños y niñas limitando la posibilidad de experiencias o las
perspectivas de análisis fuera de esta lógica. Las representaciones
caracterizan a quienes las expresan pero, sobre todo, a aquéllos que son
designados. En el caso de la representación social de la infancia, ésta
tiene que ver directamente con el pasado de cada uno de nosotros, con
nuestra descendencia, y con el porvenir de cada grupo humano, interesa
por tanto a los individuos y a las sociedades sin excepción.
10
necesidad de justificar sus actos. Es indispensable, que los agentes
educativos disciernan entre estos tres conceptos que se interrelacionan
en su quehacer educativo pero que además son modificados en cada
contexto socio-histórico.
11
La infancia, ese paso natural y necesario en el desarrollo humano, ha
tenido históricamente diversas interpretaciones, que evidencian el trato
hacia los niños tanto en el hogar como en la esfera pública. La atención
que se les ha dado a los niños ha sido resultado de la concepción social
de la infancia; la cual ha orientado las prácticas de crianza, los
pensamientos y las creencias de los adultos hacia los niños. De la
respuesta del adulto hacia las necesidades de los niños se identifican
varias formas de atención a lo largo de la historia, las cuales han ido
desde percibirlos como herederos del pecado, adultos en miniatura,
seres sin valor y pasivos, seres angelicales, y joyas intocables, hasta
lograr ser entendidos como sujetos sociales de derecho.
12
son simplemente uno, entre otros rasgos culturales, son la
condición misma de la transmisión y desarrollo de todas las demás
elementos culturales; e imponen límites concretos a los que se
pueden lograr en todas las demás esferas de la historia. Para que
se mantengan determinados rasgos culturales se han de dar
determinadas experiencias infantiles, y una vez que esas
experiencias ya no se dan, los rasgos desaparecen.
INFANTICIDIO
(Antigüedad-Siglo VI).
ABANDONO
(Siglos IV-XIII).
13
Hacia el Siglo XIII, la única manera de librarse de los peligros de las
proyecciones de los padres hacia los hijos era el abandono,
entregándolo a alguna nodriza, internándolo en el monasterio o en el
convento, cediéndolo a otras familias de adopción, enviándolo a casa de
otros nobles como criado o como rehén o manteniéndolo en el hogar en
una situación de grave abandono afectivo. El maltrato continuaba siendo
preeminente puesto que el niño seguía siendo visto como lleno de
maldad y era necesario siempre azotarle.
AMBIVALENCIA
(Siglo XIV-XVII).
INTRUSIÓN
(Siglo XVIII)
14
recibía azotes pero no sistemáticamente, era castigado por masturbarse
y se le hacía obedecer con prontitud tanto mediante amenazas y
acusaciones como por otros métodos de castigo. Como el niño resultaba
muchos menos peligroso, era posible la verdadera empatía, y nació la
pediatría que junto con la mejora general de los cuidados por parte de
los padres, redujo la mortalidad infantil y proporcionó las bases para la
transición demográfica del Siglo XVIII.
SOCIALIZACIÓN
(Siglo XIX – mediados del XX)
AYUDA
(Comienza a mediados del Siglo XX).
16
el interés que ha suscitado la investigación de los procesos de la infancia
temprana, deviene como consecuencia del reconocimiento de los
primeros años de vida del niño (desde su nacimiento hasta los seis o
siete años de edad) como prioritarios en el establecimiento de los
cimientos que posibilitarán un crecimiento saludable y armonioso en el
adulto.
Para que lo anterior pueda ser posible es necesario que los niños
pequeños cuenten con las condiciones óptimas donde puedan
17
relacionarse con otros de su misma edad y personas mayores, donde
además se les dé la oportunidad para experimentar situaciones y
sentimientos que le den sentido a su vida. La concepción actual de la
infancia deriva de sociedades que otorgan a los niños su justo valor
dentro de estructura social, reconociendo de manera colectiva su
obligación como garantes del bienestar de todos los niños. La infancia
transita entre agentes socializadores: la familia, la escuela, las
instituciones, entre otras; en donde todos deben asumir un rol
fundamental al ofrecer oportunidades que les permitan vivir y
desarrollar su autonomía, creatividad, flexibilidad, tolerancia,
cooperación, respeto por el otro, el cuidado de sí mismo y del medio
ambiente.
18
III. Sinopsis de la educación inicial
Entre los años 1492 a 1522, con la llegada y conquista por los españoles
del territorio mexicano lo cual devino en cruentos enfrentamientos, la
propagación de nuevas enfermedades y la miseria de la población; los
niños pasaron del eslabón más alto de la escala social a ser negados y
marginados de la sociedad como resultado de la muerte de sus padres.
Ante el incremento de huérfanos persistió una respuesta social y de
caridad a los desvalidos, por lo que se propagó la fundación de
hospitales, casas cuna y asilos.1 Dicha atención se legisló el 5 de enero
de 1794, a través del decreto de Don Carlos, Rey de Castilla, donde se
establecía que “las amas mantengan a los expósitos hasta la edad de 6
años y, cumplidos éstos, si antes no se ha hallado personas
convenientes que con buenas condiciones los adopten y prohíjen, serán
llevados al hospicio o casa de misericordia…” (Villanueva, 1998; 792).
19
pequeños durante la época era una cuestión doméstica cuya
responsabilidad recaía en personas ajenas al ámbito familiar: en primer
lugar la nodriza o amas de cría. Mujeres que tuvieron que abandonar sus
hogares y familias, arrastradas por la mísera situación en que a veces
vivían. Estas mujeres sin más recurso que el haber sido madres
recientemente, tuvieron que marcharse a criar hijos de otros, debido a
que tenían por su condiciones físicas y gran robustez, especiales dotes
para la crianza (Castañeda, 1988).
21
eficientemente. Sin embargo, por ser la educación, parte esencial de la
política porfirista, ésta era priorizada para proyectar y sostener la
imagen de estabilidad y orden del Gobierno Federal. Es importante
señalar para los fines de este documento que en el caso de los niños
lactantes y maternales, la atención era prioritariamente asistencial ya
que durante esta época, el énfasis en la educación formativa se
restringía a los niños en edad preescolar (Padilla, 1999).
22
Siguiendo la misma estrategia, la Secretaría de Justicia e Instrucción
Pública, en el año de 1907, comisionó a la Profesora Bertha Von Glümer
para realizar estudios relativos al funcionamiento y organización de los
Jardines de Niños, en Nueva York, EU. Un año después, la Profesora
Rosaura Zapata fue comisionada para realizar estudios de formación
docente en Alemania, Suiza, Francia, Bélgica e Inglaterra. Con los
conocimientos de estas profesoras, se estableció en 1909, un curso
especial de didáctica en la Escuela Normal de Profesoras, mismo que fue
impartido por estas dos grandes educadoras en diferentes momentos.
23
productiva para el país. Hacia 1929, la Primera Dama Carmen García de
Portes Gil, organiza la “Asociación Nacional de Protección a la Infancia”
la cual crea y sostiene diez “Hogares Infantiles” que posteriormente
cambiarían su denominación a “Guarderías Infantiles”.
24
Infantil de la Ciudad de México, ambos creados para el beneficio de la
infancia. Estas acciones se vieron consolidadas por el decreto
presidencias de 1944 que estipulaba la constitución de los Programas de
Protección Materno-Infantil y de Asistencia Médica General para los
derechohabientes.
26
guarderías, que hasta el momento operaban bajo la administración y
normatividad de cada Secretaría. Esta Dirección se avocó a la
elaboración de documentos para normar las acciones educativas
asistenciales y de organización de las guarderías, lo que resolvió las
necesidades de aquel entonces.
27
instituciones del sector público, privado y paraestatal que lo
soliciten; sensibilizar, preparar y actualizar en forma permanente
al personal que participa en la educación inicial.
28
Federal, manteniéndose la adscripción a ésta, de la Unidad de Educación
Inicial con facultades para operar el servicio de Educación Inicial en el
Distrito Federal a través de sus tres modalidades de atención. En ese
mismo año, la Política de Modernización Educativa impone la necesidad
de reestructurar el Programa de Educación Inicial, dando como resultado
la creación de una versión experimental del mismo, con la perspectiva
de vincular el enorme potencial formativo de los primeros años de vida
con el aprovechamiento de sus capacidades en los subsecuentes tramos
del Sistema Educativo Nacional. Esta reestructuración se insertó en un
panorama mundial que expresaba la necesidad de la formación
educativa de los niños pequeños como base para el desarrollo de las
sociedades.
29
una intervención educativa que atienda a la diversidad con el propósito
fundamental de desarrollar armónicamente sus capacidades sociales,
cognitivas y emocionales.
30
aplicación, se pretendían favorecer los aprendizajes de los pequeños en
dos dimensiones: 1) En los procesos de psicomotricidad, expresión y
control de emociones, ciencias de la salud, percepción, lenguaje e
introducción a la lecto-escritura y; 2) En las nociones de matemáticas,
espacio, tiempo, materia, energía y ecología.
En este tenor, los objetivos generales y particulares estaban abocados a
propiciar el desarrollo del niño en todas sus manifestaciones,
concibiéndolo como una totalidad bio-psico-social, en interacción con el
medio físico y cultural. Por los requerimientos académicos y nociones
técnicas de este programa, su aplicación demandó personal
especializado por lo que sólo era operado por las educadoras.
31
4.2. Programa de Educación Inicial
32
en tres teorías principales que sustentan desde una perspectiva
científica el desarrollo:
33
PERIODO DOCUMENTO
PERIODO DOCUMENTO
Formación ciudadana
34
Orientaciones técnico-pedagógicas para la
operación de la Modalidad No Escolarizada en
el Distrito Federal
Integración educativa
Educación artística
Indicadores de desempeño
PERIODO DOCUMENTO
Pensamiento crítico
2005
Programas educativos por computadora
35
Importancia de establecer límites en las niñas y
los niños
36
tecnológicas permanecen vigentes por no más de seis meses lo que
exige una actualización constante y la capacidad de incorporar y
acomodar nuevos conocimientos de manera cotidiana, lo que plantea un
reto importante para la educación de este siglo (Gálvez, 1999).
Bajo esta tendencia, la educación ha adoptado el paradigma
constructivista como una manera de re-significar la intervención
educativa hacia la atención de las necesidades del contexto actual. Ya
que desde este enfoque, el motor del aprendizaje es el conflicto
cognitivo, una misteriosa fuerza llamada “deseo de saber”, nos irrita y
empuja a encontrar explicaciones al mundo que nos rodea. Esto es, en
toda actividad constructivista debe existir una circunstancia que haga
tambalear las estructuras previas de conocimiento y obligue a un
reacomodo del viejo conocimiento y creencias del mundo, para ajustar
las nuevas realidades descubiertas y construir el conocimiento. Se trata
de que exista aprendizaje por descubrimiento, experimentación y
manipulación de realidades concretas, pensamiento crítico, diálogo y
cuestionamiento continuo. De esta forma, el aprendizaje es visto no
como un mero asunto de transmisión y acumulación de conocimientos,
sino como un proceso activo por parte del alumno que ensambla,
extiende, restaura e interpreta, y por lo tanto “construye” conocimientos
partiendo de su experiencia e integrándola con la información que
recibe. Así el aprendizaje se enmarca en contextos funcionales,
significativos y auténticos.
Estos principios ligados a nuestro contexto actual, no sólo permiten re-
conceptualizar la educación sino su punto de inicio formal, en virtud de
lo cual, la Secretaría de Educación Pública concibe un nuevo Modelo de
Atención con Enfoque Integral para acceder a la infancia temprana y así
promover la ulterior adquisición de herramientas en el resto del tramo
de Educación Básica obligatoria, fortaleciendo así, las competencias de
las futuras generaciones (Aguilar, 2003).
La propuesta del Modelo de Atención obedece a una necesidad del
contexto global de re-conceptualizar la educación inicial con base en:
37
✔ Los estudios de contexto han permitido entender al contexto
familiar y cultural del niño como elemento fundamental para el
desarrollo integral de los niños pequeños.
✔ Históricamente se ha considerado la edad posterior a los tres años
como la etapa ideal para iniciar los procesos de aprendizaje de los
niños, sin embargo las aportaciones en el campo de las
neurociencias, han permitido reconocer que desde el nacimiento
los niños son ya, aprendices competentes, por lo que es
indispensable fomentar su potencialidad de aprendizaje a través
del fortalecimiento de su capacidades para la consolidación de sus
logros de desarrollo.
38
Bibliografía
39
SEP, (1982). La Educación Inicial en México: México.
40
Documentos en línea
41
http://www.conductitlan.net/henry_wallon.ppt
[mayo 2009]
42