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Cuando vistas un museo, ¿te has preguntado a quién se le ocurre organizar una
exposición de tal o cual tema? ¿Quién le pone el título a la exposición? ¿Sabes quién
se encarga de elegir las obras que se exhiben?
El curador es, por así decirlo, el “autor intelectual” de una exposición. Generalmente
es un especialista en una determinada área del conocimiento (artes plásticas, historia,
botánica, numismática, tecnología, zoología, arquitectura, cartografía, monedas,
videoarte, textiles, por ejemplo) que, además, conoce y tiene acceso a colecciones de
obras, objetos o especímenes que expresan o condensan el saber del cual es
especialista. El curador también requiere tener ciertas nociones de cómo conservar en
buen estado las obras, seres u objetos que propone exhibir.
La tarea del curador es elegir un tema que pueda ser expuesto a través de obras de
arte, especímenes naturales o minerales, tecnología o cualquier otro tipo de ser u
objeto. Una vez elegido el tema, debe explicar cómo se propone transmitirlo al público
y cuál es la finalidad educativa de la exposición. Un curador es un autor, porque a lo
largo del espacio de exposición desarrolla el argumento del tema de la exhibición. Por
ejemplo, si un curador de arte se propone hacer una exposición con el tema principal
de la vida en el mar, puede dedicar una sala al asunto de los peces, otra al de las
embarcaciones, otra a la representación de caracoles marinos, una más a los
marineros, etcétera. O bien puede elegir un tema circunscrito a cierto periodo
temporal, determinado estilo pictórico, o incluso un tema de carácter filosófico o de
reflexión estética; por ejemplo, una exposición titulada “¿Hacia dónde va el arte?”, en
la que cada obra aporte una respuesta.
En los últimos años, el curador recibe cada vez más atención en el medio de los
museos. Hay curadores que gozan de fama internacional y son contratados por
museos de todo el mundo para que organicen exposiciones. Incluso se ha llegado al
extremo de organizar exposiciones en donde se prescinde de las fichas técnicas de las
obras y sólo se informa del título de la exposición y el nombre del curador, como si lo
importante fuera la “idea” expuesta a través de las obras y éstas fueran secundarias.
¿Qué hace un curador?
Con base en la adecuada presentación del guion, logra crear diversas lecturas en un recorrido
aparentemente único dentro de un espacio definido. Se logran tantas visitas y tan distintas
como los gustos y conocimientos de los visitantes sean estos niños, estudiantes, historiadores,
religiosas, artistas o arquitectos.
Debido a que la exhibición de la colecciones aumenta el riesgo de deterioro de las mismas, la
museografía también debe garantizar su adecuada conservación y preservación. Por este
motivo es muy importante diseñar montajes que permitan proteger los objetos y así asegurar
su permanencia para las futuras generaciones.
El diseño museográfico
“La exposición es un texto, es decir, un mensaje que se expresa en términos visuales. El
montaje de una exposición puede, a través de recursos museográficos tales como el color, la
disposición de paneles, la iluminación y la escenografía museal, generar un clima que
condicione y comunique la muestra”.
ROCA, José Ignacio. Proceso de concepción y realización de un proyecto Museográfico. S.f.
http://www.museonacional.gov.co/inbox/files/docs/mmuseografia.pdf?PHPSESSID=bjdslqey
http://es.wikipedia.org/wiki/Museograf%C3%ADa
Museografía
La Museología es la ciencia que se ocupa del estudio de la historia de los museos, de su
sistema específico de investigación, documentación, selección, educación y, en general, de su
organización interna, así como de la relaciones de la institución en su contexto social y
cultural.
La Museografía, por su parte, se ocupa de la teoría y la práctica de la instalación de museos,
actividad que incluye todo lo relacionado con las instalaciones técnicas, requerimientos
funcionales, requerimientos espaciales, circulación, almacenamiento, medidas de seguridad y
la conservación del material exhibido.
Así pues, la esencia de la museografía es analizar la estética de cómo han de ser los objetos a
exhibir en sus diferentes disciplinas y la transmisión del mensaje e información. Los objetos
son el significado más importante de un museo. Esto garantiza la unidad dialéctica entre la
documentación, objetivo real de una colección y la comunicación que éstos ofrecen al público.
La museología es la teoría del Museo y la museografía es la puesta en práctica.
Cada exposición es un ensayo museológico donde se precisa la misión y los objetivos en torno
a los cuales ella se realiza.
El hilo conductor de cada muestra debe ser de clara comprensión; de exacta precisión
informativa y sobre todo, debe captar la atención del espectador en todo momento, para así
evitar la monotonía expositiva.
Esta normativa técnica se orienta a establecer, en forma esquemática, los pasos del proceso
de producción museográfica de una exposición. Cubre desde el planteamiento conceptual
hasta el último detalle del acabado final de una muestra.