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MANUAL

TERAPIA DE LA RISA
EN NIÑOS
HOSPITALIZADOS
(NOCIONES BÁSICAS)
Coordinador General: Mauricio García Jorquera

Autores: Mª Dolores Mora Marroquí.


Mauricio García Jorquera.

Departamento Social
ONGD Recicla-Alicante

Febrero 2004.

2
TERAPIA DE LA RISA EN NIÑOS
HOSPITALIZADOS
(NOCIONES BÁSICAS)

INDICE PGS.

INTRODUCCIÓN............................................................... 4

EL NIÑO Y LA ENFERMEDAD........................................ 6

EL NIÑO ENFERMO.............................................. ……….9

RECURSOS Y ESTRATEGIAS
DE SUPERACIÓN.............................................................. 14

PRECAUCIONES PARA EVITAR


LA TRANSMISION DE PATOLOGIAS............... ……….16

REFLEXIONES SOBRE LA RISA


EN NIÑOS HOSPITALIZADOS.............................……….19

ANEXO I.............................................................................. 22

CARTA EUROPEA DE LOS DERECHOS DE LOS NIÑOS


HOSPITALIZADOS.

3
INTRODUCCIÓN

La Psicología Médica Infantil se centra en la enfermedad en general;


en cómo se aprende a enfermar; en cualquier enfermedad sea psiquiátrica o
no; en la relación médico-niño, en las repercusiones del enfermar.

La Psicología Médica Infantil se interesa por:

1. El aprendizaje psicobiológico y social de cualquier enfermedad infantil


con una visión integral del enfermar.
2. Los factores psicosociales que originan y configuran las enfermedades
infantiles.
3. Las repercusiones psicológicas o psicopatológicas que la enfermedad
provoca en el niño, especialmente en situaciones de cronicidad.
4. La relación médico-niño, incluyendo otros profesionales sanitarios. En
el acto médico, y en la personalidad del médico y su conducta.
5. La relación Hospital-niño, y en general en los Servicios de atención
médica al niño.

La Psicología Médica Infantil no es solamente una Psicología Clínica para


pediatras, sino una “comprensión psicobiológicosocial” de las
enfermedades infantiles de la que se derivarían actitudes y actos médicos.

Entre las claves para la comprensión de la psicología médica infantil hay


que destacar la importancia que posee el organismo infantil. Es el lugar en
el que el niño se actualiza en el mundo. Actualización difícil, dolorosa a
veces, placentera en ocasiones, inestable, insegura, obligada, con presiones
internas. Es el lugar para la síntesis, los posibles acuerdos, para los
compromisos. De ahí que sea fundamental para los tratamientos y para las
intervenciones.

El cuerpo infantil es vivísimo y cambiante y mantiene una lucha que


va a ser larga (durará 15 años o más), y donde está decidiéndose el futuro
de esa persona. Todo lo importante que el hombre aprende lo aprende y lo
expresa a través del cuerpo: a comunicarse, a ser sexuado, a conocerse a sí
mismo y a reconocer a los demás, a actuar hacia los demás.

4
También se remarca especialmente la relación funcional entorno-
enfermedad infantil. El enfermar es un asunto no sólo individual sino que
tiene mucho de ida y vuelta con el contexto. Un ejemplo es la situación de
cronicidad en el enfermar infantil. Aquí es necesario conocer los
1
parámetros que intervienen en la enfermedad crónica, como los estresores
sociales que participan en el proceso (impedimentos, dificultades
diarias, acontecimientos vitales) o las condiciones de la independencia
funcional, derivada del diagnóstico y los problemas médicos asociados.
También es obligado reconocer los factores socio ecológico de
resistencia a la enfermedad como el funcionamiento familiar, la red de
soportes y recursos,
la adaptación de los miembros de la familia.

1
Los Estresores Sociales provienen de nuestra interacción con las demás personas o con
grupos humanos de nuestro entorno, provocando una situación de estrés que puede
alterar ciertas funciones del organismo.

5
EL NIÑO Y LA ENFERMEDAD

1. SALUD-ENFERMEDAD.

La salud comporta un estado de bienestar bio-psico-social. Es un


proceso activo, ínter-activo, donde confluyen elementos físicos, personales,
familiares, socioculturales administravitvo-asistenciales etc. La salud en
el niño es un proceso que depende de las condiciones biológicas, de
las características psicológicas, de sus motivaciones, de los hábitos
aprendidos,
de las condiciones sociales (familiares particularmente), sin olvidar
que cuando se habla de armonía, ajuste o estilo de vida es necesario
hacer referencia al contexto cultural.

La vulnerabilidad de un niño hacia un estado de enfermedad viene dado


además de por sus condiciones biológicas, por la sensibilidad,
conocimiento o formación sanitaria de los padres.

2. LA ENFERMEDAD Y EL ENFERMAR.

La diferencia anglosajona “disease”/illness” (trastorno/enfermar) resulta


enormemente operativa. Trastorno seria un fallo de adaptación en
múltiples niveles que aparece no solo como resultado de un agente
patógeno, sino de una maladaptación del organismo ante
situaciones estresantes mediatizadas por la personalidad y el contexto
social.

Enfermar hace referencia a la enfermedad como proceso vivido: ese


“estoy malo” expresado por el niño.

La principal distinción radica en la consideración de trastorno como


proceso proveniente e una causa o determinante biológico; el enfermar, por
su parte, seria un estado subjetivo, una conducta, que aparece como
respuesta o efecto derivado de un trastorno.
6
Podemos considerar el enfermar infantil como una respuesta variable
que puede presentarse de tres formas:

A. INVOLUNTARIAS: síntomas y signos como fiebre, espasmos etc.


B. VOLUNTARIAS: quejas, gritos, expresiones de debilidad etc.
C. COGNITIVAS: percepciones, motivaciones, emociones, etc.

3. EL ENFERMAR Y LA CONDUCTA DE ENFERMEDAD.

En la actualidad asistimos, como resultado del avance de la medicina, a


una disminución de las enfermedades y, paradójicamente, también a
una mayor presencia de conductas de enfermedad, es decir, el modo en que
una persona siente su cuerpo, define e interpreta sus síntomas, pone
remedios y utiliza los sistemas de atención sanitaria.

Hoy debemos aceptar en cualquier enfermedad humana una causalidad


circular donde múltiples elementos, más allá de los biológicos, intervienen
a lo largo del proceso del enfermar. Estos, siguiendo a Lask y Fosson
(1989), pueden agruparse en cuatro grandes tipos de factores:

Predisponentes

Vulnerabilidad biológica
Características de personalidad
Primeras experiencias
Respuesta a estrés
Influencias socioculturales

Precipitantes

Acontecimientos estresantes
Estímulos que provocan respuesta emocional displacentera

Perpetuadores

Estresores permanentes
Elementos temperamentales ligados a la ansiedad
Reforzadores
Influencias familiares

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Protectores

Atributos temperamentales e adaptabilidad


Adecuadas relaciones intrafamiliar
Red de hermanos
Soporte comunitario positivo

4. REACCIONES DE LA ENFERMEDAD EN EL NIÑO.

4.1.REACCIONES DE ADAPTACIÓN.
Oposición
Rebeldía
Ira
Sumisión
Colaboración
Inhibición

4.2.REACCIONES DEFENSIVAS.
Regresión
Negación
Identificación

4.3.REACCIONES CONSTITUIDAS POR EXPERIENCIAS


MIXTAS EMOTIVO-COGNITIVAS.
Temor a la muerte
Sentimiento de culpa
Sentimiento de Impotencia
Descenso de la auto-estima
Vivencias de abandono
Vivencias de fragmentación, mutilación y aniquilación.

4.4.REACCIONES DE INADAPTACIÓN Y DESAJUSTE


Angustia Patológica
Reacciones Neuróticas: fobias, histeria, conversión, obsesiones.
Reacciones depresivas
Reacciones anormales

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EL NIÑO ENFERMO

El lugar donde se ejerce una labor médico-psicológica es tanto el


ámbito de la asistencia primaria como el hospitalario; incluso, en el campo
de la prevención y de la promoción de salud será en la escuela o en
la comunidad donde se ejerza ese trabajo.

El ingreso en un hospital debido a causas no psiquiátricas no debe ser


una experiencia excepcional para un niño. Hay una imagen
cultural negativa sobre la hospitalización que se asocia a gravedad y
que puede convertirse en acontecimiento vital estresante para una
familia y para el propio niño enfermo. El motivo de ingreso, el estadio
de la enfermedad, la edad del niño, las condiciones de la hospitalización
etc., van a influir en la respuesta individual. Sólo las repetidas
hospitalizaciones de periodos superiores a las dos semanas,
especialmente en niños entre uno y tres años pueden actuar como
sensibilización a patologías mentales en el futuro.

La compañía de los padres durante el ingreso influye disminuyendo


las respuestas de estrés del niño y disminuyendo la duración de la estancia
hospitalaria. La presencia de enfermedad en un niño, o la posibilidad
de ello, genera en los padres un cambio de conducta frente a sus
hijos enfermos que puede modificar la dinámica interna sensiblemente.
Otro aspecto comúnmente deficitario en la práctica es la preparación
médico-
psicológica para la vuelta a casa. Tras el alta es necesario un período
de readaptación tanto para el niño como para sus familiares, en el que
pueden aparecer problemas de sueño, alimentación, aclimatación a horarios
etc.

1) ENFERMEDADES AGUDAS. INTERVENCIONES


QUIRÚRGICAS.

En la mayoría de los casos estas enfermedades son


relativamente benignas. Constituyen lo que podría llamarse las “buenas
enfermedades” que permiten al niño tener la experiencia de la regresión, de
una relación de cuidados y de la dependencia. Después, en un período
relativamente corto, recobra la salud y el bienestar físico. La reacción del
niño depende de su edad, las actitudes de su ambiente, la necesidad o no
de hospitalización, la naturalezade los cuidados
exigidos.Las hospitalizaciones pueden
ocasionar perturbaciones profundas, sobre todo en una edad sensible (6 a
9
30 meses). Por todo ello algunos países han generalizado la práctica de la
hospitalización madre-hijo con el fin de evitar la ansiedad aguda,
nefasta tanto para el equilibrio psicológico del niño como para sus
posibilidades de lucha activa contra la enfermedad.

Las intervenciones quirúrgicas pueden constituir un factor traumático


importante si no han sido objeto de preparación, explicaciones, comentarios
de grabados afines al tema.

2) ENFERMEDADES GRAVES Y CRÓNICAS.

Se agrupan aquí las enfermedades graves en las que el


pronóstico vital está en juego en un plazo más o menos largo y las
enfermedades de larga evolución más o menos invalidantes.

El problema, ante una enfermedad grave y crónica, es siempre doble:


2
el de la catexis por parte del niño de un cuerpo cuyo funcionamiento es
defectuoso o está amenazado, y el de la catexis por parte de los padres de
un niño enfermo.

El niño ante la enfermedad grave y prolongada.

Las reacciones dependen ante todo de la edad y la comprensión que


el niño puede tener de su enfermedad. Antes de los 3-4 años, la enfermedad
es difícilmente percibida como tal, cada episodio es vivido
independientemente. El niño es entonces sensible a las separaciones,
hospitalizaciones, “agresiones” sufridas (intervenciones quirúrgicas,
inyecciones, perfusiones). Entre los 4 y 10 años, la enfermedad es
ante todo, como cualquier episodio agudo, la ocasión para una regresión
más o
menos profunda y prolongada. Ante la persistencia de la enfermedad
el niño pone en marcha las defensas, que a grandes rasgos se reparten
según tres modalidades:

Oposición: el niño rehuye la limitación impuesta por la enfermedad


o los cuidados. Esta negación se acompaña de actitudes de prestancia o

2
Catexis: Término psicológico que indica una inversión consciente o inconsciente de
energía psíquica en una idea, objeto o persona.

10
provocativas en ocasiones peligrosas (deseo de practicar las actividades
precisamente desaconsejadas).

Sumisión e inhibición, siempre asociadas al sentimiento de una


pérdida. La enfermedad puede acompañarse de una vivencia depresiva en
la que intervienen la herida narcisista, en forma de vergüenza de su cuerpo,
y el sentimiento de culpabilidad.

Sublimación y colaboración son los mecanismos defensivos más


3
positivos de liberación pulsional. Puede tratarse de una identificación con
el agresor bienhechor (el médico), o de una identificación positiva con uno
de los padres afecto de la misma enfermedad. La posibilidad de dar al niño
una mayor autonomía responsabilizándole de su propio tratamiento está en
la dirección de estas defensas.

Cualesquiera que sean estos mecanismos defensivos, la


vida pulsional y fantasmática de los niños afectos de una enfermedad
grave y crónica corre el peligro de organizarse en torno a la realidad
traumática, sobre todo si el medio familiar, por su ansiedad, excesiva
solicitud o prohibiciones repetidas, acaba por reforzar las limitaciones
existentes.

La familia frente al niño enfermo.

La gran mayoría de los estudios concuerdan en reconocer la extrema


importancia de las reacciones de la familia en el equilibrio del
niño enfermo.

Las reacciones de angustia, de confusión extrema, hasta de pánico o


cólera, son habituales cuando se anuncia la enfermedad. En una fase en la
que el médico no tiene aún todos los elementos de juicio, las familias
se preocupan del diagnóstico, de las complicaciones
eventuales. Las reacciones defensivas constituyen la
primera manifestación de la culpabilidad
constante de las familias.

A largo plazo, el mayor riesgo radica en transformar la enfermedad


crónica en un sistema explicativo permanente y absoluto de toda conducta,
pensamiento o afecto procedente de niño.

3
Pulsional. En psicoanálisis fuerza inconsciente que provoca determinadas conductas.
11
Las relaciones médico-familia.

Las nuevas relaciones médico-niño-familia deforman profundamente


la naturaleza de las posibles relaciones entre madre y niño, sobre todo si
éste es pequeño. Algunas madres soportan muy mal sentirse desposeídas
por un tercero de su papel de cuidadoras, protectoras. En esta fase se han
observado depresiones en las madres, en ocasiones profundas, que
aumentan la culpabilidad paterna. La dependencia de los padres con
respecto al cuerpo médico, corre el riesgo de acabar en una relación
superficial y obsesiva, centrada en los pequeños detalles de la enfermedad,
4
ocultando problemas de fondo del pronóstico, la etiología y el mundo de
los afectos.

3) ENFERMEDADES DE EVOLUCIÓN FATAL: PROBLEMAS DE


LA MUERTE Y DEL SECRETO.

El concepto de muerte en el niño y su evolución genética han sido


estudiados en el marco del suicidio del niño. La noción de muerte se
organiza en torno a dos puntos esenciales: la percepción de la
ausencia más tarde la integración en la permanencia de esta ausencia.
Cuatro fases permiten señalar las principales etapas:

1. Fase de incomprensión (0 a 2 años).


2. Fase abstracta de percepción mítica de la muerte (2 a 4-6 años).
3. Fase concreta de realismo y de personificación (hasta los 9 años).
4. Fase abstracta de acceso a la angustia existencial (a partir de los
10-11 años).

La existencia de una enfermedad con un final fatal enfrenta a la


familia, así como al niño, con la muerte.

Ante la noticia de una enfermedad de pronóstico infausto en el niño,


la reacción de los padres pasa por diferentes estadios. Fases sucesivas por
las que pasan los padres después de dicha noticia:

1. Fase de aturdimiento: los padres están desconcertados y todo les


parece irreal. Esta fase dura varios días.

4
Etiología: Estudio de las causas de enfermedad.

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2. Fase de incredulidad acompañada de intentos para transformar el
desenlace de la enfermedad: los padres se rebelan, rechazan el diagnóstico
y pueden solicitar consultas y exploraciones de otros especialistas. La
cólera alterna con episodios de actividad. Esta actividad puede ser
beneficiosa en el contexto de una participación en los cuidados de su hijo,
pero en ocasiones adopta un carácter compulsivo cuya función parece más
bien ocultar la propia angustia parental que contribuir a la asistencia
del niño.

3. Fase de desorganización-reorganización: el carácter favorable o


desfavorable de la evolución depende en gran parte de la calidad de
las relaciones entre ambos cónyuges. Cada uno de los padres debe
efectuar el proceso de duelo, ayudado por el otro. Cuando
en la pareja hay desavenencias, la amenaza de una disgregación
familiar frente a esta gran dificultad es considerable. La noticia
también afecta a los hermanos del paciente, que reaccionan con
manifestaciones sintomáticas (ansiedad, depresión o fobia escolar) o
bien con una especie de reacción de buena conducta e hipermadurez,
pero cuyo precio corre el riesgo de pagarse más tarde, especialmente
en la adolescencia (sentimiento de abandono,
dificultad para separarse de los padres, etc.).

Gradualmente los padres integran la aceptación del diagnóstico, de


los límites terapéuticos, y la percepción del bienestar del niño y de
sus necesidades a pesar de la enfermedad.

La duración de estos períodos es variable. Por otra pare en algunas


familias no se observan los tres estadios, sino que permanecen fija en uno
de los mismos.

13
RECURSOS Y ESTRATEGIAS DE SUPERACIÓN

Que el niño o la familia se adapten a la enfermedad dependerá de la


disponibilidad y utilización de los recursos de superación. Si estos no están
disponibles, el individuo es más vulnerable; la falta de recursos supone un
factor de riesgo para el desajuste emocional y la desadaptación.

Un recurso de superación puede referirse a factores personales


o socio ecológicos. Los recursos personales de superación incluyen la
moral, creencias, experiencias anteriores de superación, roles de los
padres, inteligencia y características de la personalidad. Los
recursos socio- ecológicos incluyen recursos materiales y prácticos
así como recursos psicológicos familiares y soporte social.

Recursos de superación relacionados con la adaptación del


niño.

Los niños enfermos con una buena inteligencia verbal, con madres que
tienen un mayor control interno y un auto concepto maternal más positivo
están mejor adaptados. Destaca la importancia de recursos
psicológicos familiares en la adaptación del niño a la enfermedad. Se
refiere al modo característico en el que la familia percibe e interactúa con
el entorno social dentro y fuera de la familia Otro factor asociado a una
buena adaptación es
el acuerdo entre los cónyuges y la satisfacción de los padres.

Recursos de superación relacionados con la adaptación de


los padres.

Ciertos recursos personales de superación predicen la buena adaptación


5
de los padres: optimismo, un bajo nivel de neuroticismo, humor, buena
autoestima, experiencias positivas de superación, la habilidad de centrarse
en los aspectos positivos del niño, un acercamiento día a día y creencias
religiosas que ayuden a redefinir la enfermedad del niño. Una
adecuada capacidad de los padres para tratar a sus hijos en términos
de disciplina, negociación y supervisión para estimular a sus hijos
en términos de disciplina, negociación y supervisión para estimular
a sus hijos en términos de disciplina, negociación y supervisión par
estimular su

5
Neuroticismo: Tendencia global a presentar respuestas de ansiedad.
14
competencia y capacidad de control también son predictores de bajos
niveles de malestar parental y por tanto de buena adaptación. El apoyo

social es el recurso socio-ecológico más importante y se define como lazos


entre los individuos que sirven para mejorar la capacidad de manejar
las crisis de corta duración así como los objetivos a largo plazo,
factores estresantes y privaciones. Se completa con la provisión de ayuda
práctica, soporte emocional, información y métodos de superación de los
problemas estimulando los sentimientos de normalidad. El apoyo a la
esposa es una de
las formas más importantes de apoyo para los padres. También es muy útil
apoyo adicional del exterior al matrimonio para mantener la
integración marital y aliviar de peso total a la esposa.

Una gran variedad de estrategias de superación para los padres han


sido señaladas como útiles. Las estrategias más frecuentemente señaladas
consistían en charlas con la esposa para aliviar el malestar emocional
y para decidir el manejo de dificultades presentes o futuras, así como
la focalización en los aspectos positivos del niño.

15
PRECAUCIONES PARA EVITAR LA TRANSMISION DE
PATOLOGIAS

PRECAUCIONES ESTANDAR APLICABLES A TODOS LOS


PACIENTES.

Ubicación del paciente individual si contamina el ambiente o no


tiene una higiene adecuada.
Lavado de manos tras tocar sangre, secreciones,
excreciones, materia contaminado (aunque se usen guantes);
al quitarse los guantes; entre pacientes; con jabón normal.
Utilizar guantes para tocar: sangre, secreciones, excreciones,
material contaminado; antes de tocar membranas mucosas o piel no
intacta; para cambiar entre tareas en el mismo paciente tras contacto
con sitios muy contaminados; lavarse las manos nada más
quitárselos.
Mascarilla, protección ocular, careta para proteger ojos, nariz y
boca, si se prevén salpicaduras o aerosoles de sangre fluidos,
secreciones o excreciones.
Batas si se prevén salpicaduras o aerosoles de sangre,
fluidos, secreciones o excreciones; quitársela cuanto antes si está
manchada y lavarse las manos.
Instrumental y equipos si se mancha o contacta con sangre,
fluidos, secreciones y excreciones, evitar exposición de piel y
mucosas al mismo o contaminar ropa, otros pacientes o ambientes;
asegurarse de
la no-utilización en otro paciente del equipo reutilizable antes de su
limpieza y tratamiento apropiados; y la eliminación adecuada
del material desechable.
Control ambiental referido al adecuado cuidado, limpieza y
desinfección rutinaria de superficies, cama, barandillas y equipos.
Lencería. Manejar, transportar y procesar la lencería manchada
evitando exposiciones de piel, mucosas, ropa u otros pacientes o
superficies.
Salud ocupacional y patógenos de transmisión sanguínea.
Precaución con instrumental agudo o cortante durante los
procedimientos, manejo tras su uso, limpieza o desecho;
Contenedores resistentes a las punciones cercanos al lugar de uso del
instrumental reutilizable y desechable.

16
PRECAUCIONES AÑADIDAS A LAS PRECAUCIONES
ESTANDAR SEGÚN PATOLOGÍAS.

AISLAMIENTO AÉREO
6
( TBC o sospecha, etc.)

Ubicación del paciente en habitación individual. No saldrá de ella.


Antesala aconsejable y puerta cerrada.
Mascarilla con filtro de partículas al entrar en la habitación.
Traslado del paciente. Sólo si es esencial; ponerle mascarilla
quirúrgica al paciente; informar a la unidad de destino del tipo
de aislamiento.

AISLAMIENTO DE GOTÍCULAS
(Meningitis bacteriana, etc.)

Ubicación del paciente individual. Si no se puede, situar a


visitantes/otros pacientes a más de 1m. Y éste, separado por biombo
o cortina.
Mascarilla si está a menos de un metro del paciente.
Traslado del paciente sólo si es necesario; ponerle mascarilla al
paciente; informar a la unidad de destino del tipo de asilamiento.

AISLAMIENTO DE CONTACTO
(Gérmenes multirresistentes, etc.)

Ubicación del paciente individual; si no se puede ubicarlo con un


paciente con una infección activa por igual germen si es posible, o
consultar con medicina preventiva.
Lavado de manos con jabón antiséptico en la misma habitación;
salir de la habitación con las manos ya lavadas.
Guantes al entrar en la habitación; durante la atención al paciente
cambiarlos tras tocar material groseramente contaminado (drenajes,
material fecal); quíteselos antes de salir y lávese las manos
inmediatamente. No tocar después otras superficies de la habitación.

6
Tuberculosis.

17
Batas de un solo uso si se va a tocar al paciente, superficies u
objetos, o si el paciente es incontinente, tiene diarrea, ileostomía,
colostomía o drenaje no cubierto; quítesela antes de dejar la
habitación y no tocar después ninguna superficie con la ropa.
Instrumental y equipos. Si es posible limitar el uso del
equipo o material no crítico (el que toca piel intacta) a ese
paciente (u otros con igual patógeno). Si es inevitable
compartirlo, se limpiará y desinfectará adecuadamente antes.
Control ambiental. Limpieza exhaustiva de la habitación al alta
del paciente, con atención a zonas como la parte superior del marco
de la puerta, antepechos de ventana, manubrios de persianas,
grifos, televisor,...
Útiles de limpieza (textiles). Exclusivos de la habitación,
permaneciendo en ella. Se eliminaran al alta del paciente.
Ropa del paciente. Se retira en bolsa de plástico bien cerrada,
evitando fugas. Transporte no requiere identificación.
Menaje/vajilla no requiere normas especiales.
Traslado del paciente solo si es necesario; intentar evitar la
contaminación de superficies u otros pacientes; informar a la unidad
de destino del tipo de aislamiento.

18
REFLEXIONES SOBRE LA RISA EN NIÑOS
HOSPITALIZADOS

La Risa es un ejercicio muscular que moviliza la mayoría de


los músculos del cuerpo: abdominales, cara, miembros... Actúa sobre
el eje respiratorio dilatando los bronquios, aumentando el volumen
respiratorio
y luchando contra el asma. Es un estimulante cardiovascular: baja la
tensión arterial y disminuye el ritmo cardíaco. Mejora la digestión: es un
masaje terapéutico del tubo digestivo, aumenta el tránsito intestinal y lucha
contra el estreñimiento. Libera endorfinas cerebrales, actúa sobre el dolor
y aumenta la secreción de serotonina. Una persona con bajos niveles
de serotonina está deprimida. Actúa sobre el sistema neuro
vegetativo, disminuye el estrés y favorece el sueño. Estimula el sistema
inmunitario
y proporciona un gran equilibrio interno.

La risa está asociada a la sonrisa, uno de los primeros actos


de humanización del ser, el humor y la felicidad, fenómeno muy típico
de la infancia que hace parte de la imagen popular de la niñez.

Los bebés que nacen tranquilos, sin estrés, nacen contentos y


se ponen a reír en los primeros meses de vida. A los cinco meses el niño
sabe establecer la correspondencia entre una mímica alegre y un tono
de voz alegre, entre una mímica triste y un tono de voz triste. El bebé
espera que el rostro de la madre le indique lo que debe sentir y lo que
debe hacer. Si la madre reacciona con una sonrisa el bebé se muestra
tranquilo, si la madre hace una mímica de aprensión y de miedo el
bebé se vuelve hacia la seguridad del contacto materno. El bebé lee en el
rostro de la madre si debe sentirse aventurero, o temeroso y derrotado.
Por ello hay que actuar también sobre la madre.

El humor no viene a remplazar otras formas de intervención, pero es


una forma elevada de la comunicación humana, y muchos
profesionales que han integrado el humor como parte de su práctica
asistencia, afirman que la relación se torna más humana en la medida
en que es capaz de compartir algo de humor con los pacientes.
19
La adaptación a la enfermedad es más fácil desde un estado mental
positivo. El humor brinda una atmósfera positiva, relaja el ambiente para
poder abordar de manera más efectiva los problemas de salud.

A través de la Terapia de la Risa se influye en la salud emocional


del niño hospitalizado, expuesto al desequilibrio que conlleva
dicha hospitalización, suavizando el sufrimiento
del pequeño paciente y ayudando
a su pronta recuperación.

Cada niño vive a su manera el encuentro con el payaso, dependiendo


de su edad, cultura, salud,... Pero ellos los esperan con impaciencia y
solicitan con frecuencia su presencia, además los acompañantes participan
con mucho placer de este rato lúdico, ellos ríen al igual que el
enfermo.
Después de la partida del payaso expresan espontáneamente que el trabajo
de los payasos es formidable y que se encuentran sensibilizados con la
atmósfera.

El payaso debe llenar de amor y profesionalismo sus relaciones con


el niño, el personal y sus acompañantes. Debe ser divertido y ágil,
ingenioso para comprender la situación gozando de ella. Debe ser mágico,
espontáneo y al mismo tiempo consciente de la edad del niño con el que
juega, tener en cuenta su estado físico como emocional así como la de sus
padres.

La terapia de la risa debe ser individual, el payaso debe involucrar su


entorno; la pediatra, la enfermera, el personal voluntario, el acompañante
del niño, mejorando el trato hacia el menor, es decir, se trabaja la
concientización de los derechos del niño y la humanización hospitalaria.

Integrar al payaso a un equipo frecuentemente fusionado no es tarea


fácil, ni para el cuerpo médico, ni para los payasos. Pero como dice
el refrán la gota no perfora la piedra por su fuerza sino por su constancia.
20
EFECTOS INMEDIATOS DE LA PRESENCIA DE LOS
PAYASOS EN EL HOSPITAL

Se convierte en una ola de alegría por los pabellones de pediatría.


Se oxigena el ambiente hospitalario.
La actitud de los niños hacia los medicamentos es más dispuesta.
Se sienten bien atendidos y algunos quisieran llevarse al payaso para su
casa
Se trabaja una sensibilidad hacia el buen trato de los padres hacia el
niño.
Los niños disminuyen los niveles de estrés que les produce el estar allí
Las mamas demuestran a sus hijos que todavía saben reír. Los
padres aseguran que la risa llevada por los payasos sirve como
fuente de curación que permite olvidar el presente.
Para los niños la visita de los payasos tiene un efecto particular, ese
momento mágico contribuye a su rápida recuperación.

21
A NEX O I

“CARTA EU ROP E A DE LOS


DERECHOS DE LOS NIÑOS
HOS PITALIZADOS”

22
C ARTA EUROPEA D ELOS DERECHOS D E LOS
N IÑOS HOS PITALIZADOS

1. D erecho del niño a recib ir una inform a ción adaptada a su e dad, su


desarrollo mental su estado afectivo y psicológic o y a su capacid ad
de comprensión, con respecto al conjunto del tratamiento m édico al que
se le somete y a las perspectivas p ositivas que dicho tratamiento
ofrece. Y a participar en las decisio nes m édic as q ue les afecten.

2. D erecho a que se le trate con tacto y comprensión y a que se respete su


privacidad. A la confidencialidad de los datos sobre su salud, si que nadie
pueda utilizar esa información sin su permiso “Secreto Profesio nal”, este
estará garantiza do en todo momento.

3. D erecho a estar acompañado de sus padres o de la persona q ue los


sustituya en todo momento durante su permanencia en el hospita l. Hay
que ofrecerle a los padres acomodación a la hora dormir y se les debe
ayudar y animar para que acomp añen a su hijo y para que participen en
los cuidados
del niño.

4. D erecho a no recib ir tratamientos m éd icos in útiles y a no


soportar sufrimientos físicos y morales q ue puedan evitarse. Los
niños serán hospitalizados únicamente cuando no puedan recibir en
su casa o en régimen de hospital de día la atención que necesitan
y se debe evitar cualquier tratamiento médic o innecesario.

5. D erecho a negarse (por boca de sus padres o de la persona que


los sustituya) a ser sujeto de investigación y, a rechazar cualquier
cu id ado o examen cuyo propósito primordial sea educativo o
informativo y no terapéutico.

6. D erecho a disponer durante su permanencia en el hospital de jug u etes,


libros y m edios audiovisuales adecuados a su edad. Tienen derecho a
jugar, divertirse y a continuar la escolaridad de form a adecuada a
su
estado de salud. E l hospital debe estar pensado y equipado par atender
estas necesidades.

7. D erecho a ser tratad o, dura nte su estancia en el hospital, p or perso nal


cualificado, convenientemente preparado para atender las
necesidades físicas y emocionales de los menores y sus familias, con
tacto, educación y comprensión y a que se respete su intimidad.
23
8. D erecho a estar proteg ido juríd icam ente para poder recibir todas las
atenciones y cuidados necesarios en el caso de que los padres o la persona
que los sustituya se niegu en por razones religiosas, culturales u otras.

9. D erecho a ser h ospitalizado junto a otros niñ os, evitando todo lo posible
su hospitalización entre adultos.

10. D erecho a proseguir su form a ción esco lar durante su permanencia en el


hospital, y a beneficiarse de las enseñanzas de los maestros y del material
didáctico que las autoridades escolares pongan a su disposición, en
particu lar en el caso de u na h ospitalización prolongada.

11. D erecho a la necesaria ayu da económica y mora, así com o psicosocial,


para ser sometido a exámenes o tratamientos que deban efectuarse
necesariamente en el extranjero.

12. D erecho a recib ir visitas sin restricciones de edad de los visitantes.

13. D erecho al respeto de su perso nalidad, dignidad humana e intimidad sin


que nadie pueda sufrir dis criminación por razones de raza, de
sexo, económicas, sociales e ide ológicas.

BIBLIOGRAFÍA

JAIME RODRÍQUEZ-SACRISTÁN, Introducción a la psicología


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El niño en su ambiente.

FUNDACIÓN DOCTORA CLOWN. LUZ ADRIANA NEIRA Y


MARÍA NINELLY NEIRA, Terapia de la risa para nuestros
niños hospitalizados.

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