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Antes de que te vallas, antes de que me pierda

Caleb estaba encerrado en su habitación, las luces se encontraban muy bajas, ya que él
pensaba que solo la oscuridad podía ayudarlo y no quería volver a ver la luz del día otra
vez.

La desesperación que Caleb tenia era ya mas de lo que él podía soportar, el dolor era
demasiado, entonces sin saber ya que mas hacer para que el dolor desaparezca, rompió uno
de los espejos de su habitación dejando caer los pedazos de vidrios rotos al suelo. Al verse
su mano, noto que había sangre, se dio cuenta de que al romper el espejo se lastimo los
nudillos de la mano derecha.

Es cuando descubrió que su mente se concentro, solo por un momento, en el dolor


ocasionado por haber roto el espejo al golpearlo y no en el gran dolor que esta teniendo.
Caleb ya no sabía mas que hacer, a quien recurrir, no sabia como pedir ayuda; entonces
tomo uno de los pedazos de vidrio que había en el suelo, le pidió a Dios que sus padres
logren encontrar la paz que él no encontró. Ya arrodillado en el suelo, con lagrimas en sus
ojos y corriendo por su cara, decidió que ya no valía la pena seguir en este mundo y con el
pedazo de vidrio en su mano derecha se corto las venas de su brazo izquierdo, terminando
así con su vida, y con el un dolor que no supo como manejar.

******************

Al entrar en su casa, ahora Tamy sabia que su vida no iba a volver a ser la misma.
Sus padres acababan de morir en un accidente dejándola sola, ya que ella era hija única.

- Tamy si necesitas algo solo decídelo, no importa que sea – le dijo Lizy sabiendo que lo
único que su amiga quería era tener a sus padres de vuelta, ya que ni siquiera había podido
despedirse de ellos.

- Esta bien, no tenés que preocuparte – le dijo Tamy.

- Tamy eres mi amiga y se que ahora mas que nunca necesitas de alguien. Sino te molesta
prefiero quedarme contigo esta noche, no quiero que estés sola –

- Como quieras, yo me iré a descansar –

- Si ve, y no te preocupes, si necesitas algo ya estaré aquí –

Tamy subió las escaleras para ir a su habitación, al cerrar la puerta comenzó a llorar
desesperadamente, ella ya no pudo aguantar todo el dolor que tenia. Ahora estaba sola y no
sabia que era lo que haría de su visa. No sabia como soportar todo el dolor que sentía,
entonces decidió ir al baño de sus padres. Al entrar en la habitación y ver que de ahora en
mas la cama permanecería vacía, todo seguiría sin ser usado nunca mas, su corazón no
pudo soportar el dolor que le ocasiono estar en esa habitación, estar sola en el mundo.

Al entrar en el baño de sus padres, abrió al gabinete en donde su madre guardaba toda clase
de medicamentos. Ya no sabia que hacer, como soportar el dolor de haber perdido a las
personas que mas quería en este mundo, y para su mente, la cual estaba nublada por el
dolor, la única forma de acabar con todo era terminando con su vida.

Tamy saco varios frascos y dejo caer sobre el suelo del baño, en donde ella estaba sentada,
todas las píldoras que había en cada frasco. Luego sin dudarlo comenzó a tomarlas, entre
todas las píldoras que Tamy tomo había muchas para dormir.

Debido a todas las pastillas que había tomado, Tamy estaba por desmayarse, muy despacio
se acostó en el suelo del baño, las lágrimas seguían cayendo por su cara; ella solo deseaba
que el dolor terminara y una parte de Tamy sabía que eso ocurriría en muy poco tiempo.

Su respiración era ahora cada vez más superficial y ya le era muy difícil mantener sus ojos
abiertos; Tamy estaba a punto de quedarse inconsciente, entonces ella no pudo seguir
luchando y sus ojos comenzaron a cerrarse mientras pedía ayuda por última vez.

- No puedo soporta mas, ¿Cómo puedo vivir con este dolor? Quiero que todo termine, por
favor Dios no quiero estar sola, no se que hacer, por favor ayúdame – las ultimas palabras
de Tamy fueron su deseo por seguir viviendo, pero realmente no sabia como seguir
viviendo en este mundo con el dolor de haber perdido a sus padres.

Lizy subió las escaleras dirigiéndose a la habitación de Tamy, golpeo en la puerta pero el
no oír que su amiga le contestaba ella entro, entonces al ver que la habitación estaba vacía
Lizy decidió ir hacia la habitación de los padres de Tamy, ya que tal vez ella se encontraba
allí.

Volvió a golpear en la puerta y una vez mas al no oír nada ella entro, y no encontró a Tamy
allí, entonces de dirigió al baño.
Ella vio que la puerta estaba un poco abierta y al entrar al baño Lizy encontró a Tamy
inconsciente en el suelo del baño y a su alrededor había varios frascos de medicaciones
vacíos.

- ¿Tamy que has hecho? Dios mió por favor resiste – Lizy corrió hacia la habitación y tomo
el teléfono, marco lo mas rápido que pudo y llamo una ambulancia, Tamy aun respiraba
pero muy despacio y su pulso era cada vez mas irregular. Mientras espero a que la
ambulancia llegara Lizy no se movió, ella no dejaría sola a su amiga, y solo deseaba que
Tamy todavía tuviera una oportunidad de seguir viviendo.
Tamy comenzó a abrir sus ojos muy lentamente, ella tenia un gran dolor de cabeza. Cuando
abrió sus ojos ella vio a su alrededor y se dio cuenta que no se encontraba en su habitación,
al principio pensó que estaba en un hospital pero enseguida se dio cuenta que no lo estaba.
Ella se encontraba en otra habitación, en la cual jamás había estado. La luz del sol
iluminaba toda la habitación, en la cual solo había una cama, en donde ella estaba
acostada, y dos sillas. No había nadie allí y Tamy se encontraba sola y muy asustada porque
no entendía lo que estaba pasando.

De pronto la puerta se abrió y un chico, que ella jamás había visto, entro en la que era su
habitación.
Caleb vio que Tamy se había sentado en la cama y se esforzaba para poder levantarse, pero
no le era posible, ella estaba muy asustada y desesperada.

- Esta bien Tamy, no te preocupes no te voy a lastimar, estoy aquí para ayudarte – le dijo
Caleb.

- ¿Cómo te llamas? – le pregunto Tamy, algo en su interior le decía que podía confiar en el.

- Mi nombre es Caleb –

- ¿Cómo es que sabes que me llamo Tamy? –

- Porque me enviaron para ayudarte, antes de que vos te vallas y que yo me pierda –

- No te entiendo, ¿a que te refieres? –

- Al igual que tu, yo no pude soportar el dolor de perder a alguien que quería, y la única
salida que encontré fue quitarme la vida, yo ya no tengo ninguna oportunidad, pero tu en
cambio si, porque todavía no has dejado este mundo –

- ¿Entonces, en donde estoy? –

- Estas inconsciente, pero te recomiendo que no trates de entender todo porque sino vas a
tener mas dolor de cabeza –

Caleb ayudo a Tamy a salir de la cama, ella estaba vestida con un vestido todo blanco y él
con una remera y un pantalón también blancos. Con mucho cuidado Caleb se aseguro que
Tamy se sentara en una de las sillas, ella aun estaba muy débil –

- ¿Te puedo preguntar algo? – le dijo Tamy.

- Si, aunque ya me imagino que es lo que me vas a preguntar –

- ¿Por qué te quitaste la vida? –


- Sabía que me lo preguntarías. Fue porque no pude soportar el dolor de haber perdido a mi
hermano, y no pude hacer nada para salvarlo; no soporte ver la mirada de mi padre cuando
me dijo que todo era mi culpa –

- Eso no esta bien, ¿Cómo murió tu hermano? –

- Tuvimos un accidente, él iba manejando el auto y chocamos, yo pude salir del auto; pero
cuando fui a sacar a mi hermano ya era demasiado tarde, él murió en el auto y mi padre
creyó que mi hermano falleció porque yo no lo ayude a tiempo.
El día que se cumplió un semana de su muerte no pude soportar más y me suicide –

- Lo siento tanto, lo que tu padre hizo es injusto, no es tu culpa que tu hermano haya
fallecido –

- ¿Qué fue lo que paso contigo? –

- Sabes mi nombre, pero no sabes mis motivos –

- Yo solo se tu nombre –

- Mis padres murieron en un accidente, fue en plena noche, y yo no pude despedirme de


ellos. Yo no supe lo que había pasado hasta que la policía llego a mi casa a decirme lo que
había sucedido –

- ¿Y que fue lo que te llevo a no querer seguir viviendo? –

- No pude soportar el hecho de haberlos perdido y estar sola, era demasiado y simplemente
no lo soporte mas –

- ¿Qué harías si te diera una segunda oportunidad? –

- ¿A que te refieres? –

- Vos todavía tenés una oportunidad de seguir viviendo, pero lo más importante es saber si
vos querés seguir viviendo o no –

- Ya veo, pero ¿Qué es lo que tengo que hacer? –

- Vos no tenés que hacer nada, solo querer seguir viviendo y cada vez que las cosas en tu
vida se pongan difíciles es muy importante que sepas pedir ayuda, ¿Querés o no seguir
viviendo? –

- ¿Tu eres el que va a salvarme? – le pregunto Tamy en tono burlón.

- NO, no soy yo el que te salvara, eso no depende de mí. Pero si eres salvada debes
entender que solo dependerá de ti que todo en tu vida funcione como vos querés que lo
hagas; ya sea elegir que estudiar en la universidad, con quien quieres estar, si vas o no a
tenés hijos, en si Tamy tu eres la única que puede tomar las decisiones sobre como querés
que sea vida –

- Te entiendo, ¿entonces que tengo que hacer? –

- ¿Querés continuar con tu vida? – le pregunto Caleb.

Tamy se quedo pensando solo por un momento, y aunque fueron solo unos segundos, ella
se dio cuenta que le fueron suficientes para entender que cuando todo esta mal es mejor
pedir ayuda a cometer un acto de desesperación, en donde la esperanza y todos los
momentos felices desaparecen dejando solo un gran dolor en el alma y el corazón.

- ¿Voy a recordar haber hablado contigo? –

- Vas a pensar que fue un sueño, pero sí lo vas a recordar –

- Bien, porque te quiero recordar por el resto de mi vida, por mas que digas otras cosas
Caleb, vos me salvaste – le dijo Tamy abrasándolo.

Caleb tomo una de las manos de Tamy y camino junto a ella hacia la puerta de la
habitación, el abrió la puerta y le indico a Tamy que tenia que pasar a trabes de ella,
entonces ella miro a Caled por ultimas vez y cruzo la puerta la cual se cerro detrás de ella.

Nuevamente Tamy abrió sus ojos y al hacerlo ella vio que se encontraba en el hospital y
Lizy estaba sentada al lado de cama.
Ambas de miraron a los ojos, sin decir ni una sola palabras por unos minutos, hasta que fue
Lizy la primera que hablo.

- Hola – le dijo Lizy a Tamy como si nada hubiera sucedido.

- Lo siento, no quise asustarte – le contesto Tamy buscando el perdón de su amiga.

- Esta bien Tamy, no te preocupes. Ahora solo depende de vos hacer que las cosas
funcionen en tu vida como vos querés que lo hagan – le dijo Lizy.

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