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Paralelo I
HISTORIA DE LA HIPNOSIS
Desde miles de años atrás la hipnosis está siendo practicada por diferentes
civilizaciones como los egipcios, griegos, celtas, y muchos mas, pero con diferentes
nombres para este estado. Durante los últimos 200 años, la hipnosis ha estado en
manos de médicos, científicos, neurólogos, siquiatras y muchas otras ramas
relacionadas con la salud física y mental. Se le divide su estudio y aplicación en
etapa pre-científica, científica y moderna.
SUS COMIENZOS:
La Hipnosis no siempre fue conocida con este nombre. Recorriendo brevemente su
historia podríamos mencionar que desde unos 3,000 años atrás, los egipcios ya
tenían conocimiento y utilizaban la hipnosis. Los griegos, los Mayas de Sur América,
los fakires de la India, los maestros de religión chinos, los Magos Persas, los drudos
Celtas y los doctores Brujos africanos también están registrados en la historia como
practicantes de este estado hipnótico. Pero han sido los miedos y el deseo de
algunos de mantener el manejo de este estado oculto los que han tejido una tela de
araña alrededor de la misma, manteniéndola llena de tabúes y desconocimiento.
Los temores al ridículo y el deseo de aceptación han evitado su aceptación en
muchas esferas sociales. Entre los pioneros de esta ciencia y arte podemos
mencionar varios los cuales se dividen en los siguientes grupos: No Científicos,
Semi Científicos, Científicos y Modernos.
Grupo No Científico
La mayoría de estos al no saber realmente lo que estaba sucediendo bajo este
estado, le atribuían los resultados a la magia, al magnetismo, a poderes divinos, a
entidades externas, etc. Entre ellos están los Griegos visionarios a quienes
podemos mencionar como los lejanos líderes de la auto hipnosis, los egipcios y los
doctores brujos africanos. Mencionamos a Genhis Kahn, quien usó la sugestión
grupal para crear alucinaciones. También Alberto Magno, Roger Bacon, Picco de la
Mirandola, Paracelsus, Robert Fludd, Father Kircher, Padre Maximilian Hell y
muchos más que sería muy larga la lista para mencionar en este resumen.
Grupo Científico
A este grupo se le atribuye el haber sacado la hipnosis del encasillamiento de
misticismo en el que se encontraba y comenzaron a tratar y a investigar realmente
qué podía alcanzarse por medio de ella. Fueron Elliotson (profesor de teoría y
práctica en la Universidad de Londres), Esdaile (1808-1859 médico escocés) y
James Braid (1795-1860 prominente cirujano escocés), los encargados de sacar la
hipnosis de esa era oscura en la que se encontraba. Es a este último que se le
atribuye el haberle dado el nombre de Hipnosis a este estado y Padre de la Hipnosis
Moderna, Hipnosis es una palabra sacada del vocablo griego hypnos que significa
sueño.
Se les reconocen como los investigadores científicos de la hipnosis. Otros
considerados como pioneros científicos son Liebult, Bernheim, Brewer y Freud.
Grupo Moderno
Aquí se incluye tanto aquellos que practican la hipnosis como ciencia y como un
arte, por esto también se puede dividir en los modernos científicos y modernos del
arte hipnótico. Son muchos los que han contribuido a llevar la hipnosis al lugar de
reconocimiento en el que hoy se encuentra.
Bibliografía:
http://www.fabioladuarte.com/HistoriaHip.html, 20/10/2010.
HISTORIA
Los estados de “trance” están descritos desde muy antiguo. En las culturas no
occidentales se empleaban sobre todo por parte de los “curanderos” o “sacerdotes”,
siendo generalmente ellos (los curanderos) quienes entraban en estado de trance como
parte de las ceremonias de curación.
La hipnosis, tal como hoy la conocemos, empezó hace dos siglos en Francia. La
palabra “hipnosis” (de una palabra griega, “hypnós”, que significa sueño) fue definida
por James Braid en 1843, pero lo que Braid describía no era sino lo que había iniciado
en París un médico alemán llamado Franz Anton Mesmer, bajo el nombre de
“magnetismo animal”.
2.1 Mesmer
Mesmer fue el descubridor de una espectacular manera de curar enfermedades, basada
en la sugestión. Llegó a París (entonces, el centro del mundo) en 1778 precedido de una
reputación de hacedor de milagros. Al parecer había devuelto la vista a una joven
música de Viena que la había perdido.
La forma de trabajar de Mesmer era espléndida y teatral. Partía de la base de que él era
capaz de acumular una porción del “fluido universal” (hoy lo llamaría “energías
positivas”) y de transmitirlo a sus semejantes.
La Academia de Medicina rechazó sus técnicas, pero uno de sus pacientes (M.
Bergasse) abrió una suscripción de 100 luises por persona que le fue ofrecida a Mesmer
para montar una clínica, a condición de revelar a los suscriptores los secretos del
“magnetismo animal”.
La sala de tratamientos que montó Mesmer en el Hotel Bouillon estaba instalada con
gran habilidad: semioscuridad, perfumes orientales, músicas lejanas y exóticas, así
como decoración recargada y misteriosa. Presidía el centro de la sala la llamada “cubeta
de la salud”, una especie de simbiosis entre altar y pila bautismal, llena de agua
sulfurosa. Los pacientes se sentaban rodeados por cordones que salían de la cubeta.
Asimismo, tocaban con las manos, de vez en cuando, unas varillas metálicas en
contacto con el agua, las cuales debían apretar sobre las partes enfermas de su cuerpo.
También se tocaban unos a otros en las puntas de los dedos, para hacer circular “el
fluido”. Mesmer, majestuoso en su túnica de seda morada, pasaba entre ellos
tocándoles con su varilla, o con sus manos, en la frente y en las manos. No era extraño
que durante el acto los pacientes entrasen en trances convulsivos (al estilo de una
macumba vudú) para lo cual algunos compadres de Mesmer, bien pagados, daban el
pertinente ejemplo.
Sea como fuere, el caso es que Mesmer se hizo el “hombre de moda”, y su consulta,
bien repleta, tenía listas de espera que en nada envidiarían a las de nuestra Seguridad
Social.
Ante las apasionadas discusiones entre partidarios y críticos, el Rey encargó a una
comisión de científicos que analizasen el trabajo de Mesmer. Como curiosidad
señalemos que, en el grupo de expertos, compartieron tareas el químico Lavoisier,
Benjamin Franklin y el tristemente relevante Dr. Guillotin. Los resultados fueron
negativos para el alemán, y un informe de la comisión (del que se publicaron 20.000
ejemplares) ilustraba acerca de la superchería. Una parte del informe revelaba que
algunos de los tratamientos eran claramente inmorales, y que no era infrecuente que
bellas damas, sugestionadas por el santón, acabasen en una sala acolchada llamada “sala
de las crisis” donde Mesmer calmaba sus nervios mediante la aplicación de una vara
propia enteramente natural.
Al ver que venían malos tiempos para él, Mesmer volvió a Alemania y se llevó el dinero
de sus suscriptores, quienes nunca obtuvieron el secreto prometido. A pesar de sus
evidentes falacias, el método de Mesmer fue un indiscutible precursor (y posiblemente
un inspirador) de futuras investigaciones y aplicaciones en el campo de la medicina
psicosomática.
La escuela de Nancy, menos laureada en su época, trabajó de forma más callada. Las
publicaciones de Bernheim son predecesoras de la moderna medicina psicosomática, y
de las aplicaciones de la hipnosis en este tipo de enfermedades.
2.4 Siglo XX
El interés por la hipnosis, muy enfriado en las primeras décadas de nuestro siglo,
resurgió durante la guerra civil española, y más adelante en la segunda guerra mundial,
cuando los psiquiatras del ejército advirtieron que la técnica era útil para resolver los
estados de trance llamados “neurosis dela trinchera”. Mi maestro, Santiago Montserrat
Esteve, aplicó la técnica en las Fuerzas de la Generalitat de Cataluña, con impresionante
éxito. Kardiner y Spiegel, en EEUU aplicaron idénticas soluciones en la confrontación
de los años 45-50.
Bibliografía:
http://drromeu.net/hipnosis.htm#Historia, 20/10/2010.