Você está na página 1de 2

c Revolución mexicana


 
        
        
  
         
 
 
 
  ! 

  "" 
c 
 
  
  
  
     #$ 
% 
&'(      ) $   % *   *  #              


   c  
        +, )  
       
 

   
    
   
  -
      *   


     

          
  
     % *% 
       ""
  
                   #      
 

 

 $ 

_  
Π
    
Durante la Colonia muchos pueblos pudieron conservar algunas propiedades comunales,
llamadas de forma genérica «ejidos». La Ley Lerdo de 1856 declaró baldías las propiedades
corporativas, particularmente las de la Iglesia y las comunidades indígenas. Entre 1889 y 1890
el gobierno de Díaz dispuso que las tierras comunales se hicieran parcelables. Los nuevos
propietarios, no acostumbrados a la propiedad privada, fueron estafados por particulares o
funcionarios. Como resultado mucha de la población indígena se vio sin posesión de tierras,
teniendo que emplearse en las haciendas cercanas. Otra serie de leyes de deslinde de los años
1863, 1883 y 1894, en las que una parcela sin su respectivo título podía considerarse como
terreno baldío, propició que aquellos que tuvieran los recursos necesarios se hicieran con
grandes porciones de tierra.
r 

Durante el gobierno de Díaz existían numerosos latifundios, y el 80% de la población mexicana
dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya consistían en una práctica común en
estos lugares, en los que se otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía. Mediante
este sistema se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban
endeudados de por vida.[23] Este sistema, junto con prácticas que eran cotidianas como la
contratación por engaño o la adjudicación de una deuda inexistente, es conocido como
«enganche», sistema que involucraba elementos coercitivos, extraeconómicos y extralegales.[24
Ñ
  
%          *  
   
      
  
            
  .      / 
     
   
*  *     
    
       ! 
   0 
 1 #   
  

  2 
  *     3
ï  
el sistema político del gobierno de Díaz sufrió una severa crisis debido al envejecimiento del
presidente y su camarilla, conocidos comúnmente como «científicos», lo que lo volvió un
sistema excluyente al que no tenían acceso las nuevas generaciones.[32] Por otro lado, el sistema
político de Díaz se había basado en el equilibrio de poderes entre su grupo cercano y los
seguidores de Bernardo Reyes, conocidos como «reyistas», pero debido a la avanzada edad del
presidente, la cuestión de la sucesión presidencial cobró más importancia. Así, los científicos
redujeron el poder político de los reyistas, quienes pasaron entonces a ser miembros de
oposición.[33] Esta decisión además ocasionó concentración de poder político y económico en
varias regiones, tales como Chihuahua, Morelos y Yucatán, lo que ocasionó descontento.[34 
Revolución Cubana  
    *    
   
  / 4

5
  

      6 
 

 
       7      *   
 
   
       
  _  
  *    
 (  8 
   / Ñ 


ï 
    

El triunfo de la Revolución de octubre de 1917 en Rusia, la difusión de los ideales


socialistas y socialdemócratas europeos y latinoamericanos, llevaron a la creación del
primer Partido Comunista de Cuba, fundado inicialmente por Carlos Baliño (quien fuera
fundador del PRC y conocido de Martí) y Julio Antonio Mella (sobrino-nieto de Matias
Ramon Mella, padre de la patria dominicana) en 1925. Mella fue un gran organizador,
dirigente universitario, notable sindicalista y hombre de acción obrera, que dirigió
numerosas manifestaciones (tanto escritas como en la calle) de protesta y condena a los
gobiernos de turno. Luego de exiliarse en 1926, continuó su actividad luchadora en
México, donde alcanzó rango continental por sus ideas claras con respecto al orden de
las acciones para llevar a cabo una lucha política exitosa. En 1929 era asesinado
misteriosamente en México, aún se debate si su asesinato fue ordenado por Machado o
por Stalin. Cínicamente, el mismo Machado participó en su entierro, donde dio
condolencias y habló irónicamente de que "...era una buena persona, pero comunista",
lo que le valió el calificativo de "asno con garras" que le adjudicó el líder obrero y poeta
Rubén Martínez Villena.



      



El 10 de marzo de 1952 un golpe de Estado dirigido por Fulgencio Batista derrocó


fácilmente y sin resistencia al presidente electo Carlos Prío Socarrás, del Partido
Auténtico, en un marco internacional que transitaba los primeros momentos de la
Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Inmediatamente se suspendieron
las garantías constitucionales y se instauró una fuerte dictadura militar. Dos años
después se celebrarían unas amañadas elecciones para la presidencia, cuyos resultados
se sabían de antemano. El argumento de Batista fue el de luchar contra la corrupción y
el gansterismo, pero en realidad fue para tomar el poder y enriquecerse particularmente
él y sus allegados.

Você também pode gostar