"Apenas estoy comenzando este gran viaje...

"

No pude encontrar mejor título para esta entrada que las propias palabras de
Daniela Zapata Vasquez, una joven nacida en Bolivia y cuyo comentario a
través de un e-mail me emocionó por su entereza y fuerza interior que le han
permitido cambiar el curso de su vida y colocar al destino a su favor.
Contando con la debida autorización de Daniela, entusiasmada con la idea
de poder transmitir su energía positiva a todos aquellos que atravesando por
situaciones similares aún no se animan, he decidido traerles textual, el
contenido completo del correo electrónico recibido hace apenas unos días y
que me produjo una gran alegría y especial satisfacción.
Espero se repitan y multipliquen "las Danielas", no las que han debido sufrir
tanto pero sí las que han decidido tomar el control de sus vidas
convirtiéndolas en el más maravilloso de los paraísos. Con ustedes el texto
de Daniela:

"Hola, mi nombre es Daniela Zapata, tengo 20 años y soy de Bolivia.

Le escribo para agradecerle desde el fondo de mi corazón por haberme
ayudado, a través de sus palabras escritas, a empezar a vivir mi vida.
A pesar de ser aún muy joven, he vivido esclavizada durante muchos
años por sentimientos horribles como el desprecio a misma,
la depresión, la ansiedad... He sido prisionera por mucho tiempo de un
diálogo martizador e interminable en mi mente que por incontables
noches me privó del sueño. Pero como usted acertadamente dice "hay
un paraíso detrás de nuestras desgracias ". Si no hubiera tocado fondo,
nunca habría tomado la decisión de buscar la forma de sanarme, de
cambiar mi vida... y fue gracias a ello que tuve la inmensa fortuna de
tropesar con la meditación y con sus maravillosos libros. Tengo la
certeza y estoy convencida que de no haber pasado por todo ese
sufrimiento jamás me habría siquiera interesado en conocer más sobre
la meditación y menos en el medio en el que vivo donde esta técnica es
prácticamente desconocida.
Apenas estoy comenzando este gran viaje y ya son maravillosos los
cambios que voy obteniendo. Aún me es difícil, no lo voy a negar,
porque muchas veces todavía tropiezo con el recuerdo que tengo de los
sentimiento antes vividos, el miedo de que vuelvan y la ansiedad que a
veces me genera el creer que no soy merecedora de que se me haya
revelado tan maravilloso camino para sanarme, pero poco a poco voy
aprendiendo que con paciencia voy a encontrar la paz interior que tanto
anhelo.
Espero no haberle quitado demasiado de su valioso tiempo, pero no
podía dejar de agradecerle por su enorme bondad y por el ejemplar
amor que usted ha cultivado en su alma, que le ha permitido compartir
con tanto desprendimiento maravilllosos mensajes a través de sus
libros. MUCHAS GRACIAS!"