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SOLDADOS DE SALAMINA
En este punto, el autor, que trata sobre todo de organizar los datos
almacenados durante su investigación revela también el perfil sicológico de
Sánchez Mazas, mostrando las contradicciones de su enigmática
personalidad. Al dar voz directamente a Mazas confiándole el relato de su
propia vida, el escritor busca, en primer lugar, mantener o aparentar la
neutralidad y objetividad propia del relato histórico, y a la vez, la palabra de
Sánchez Mazas, ya fallecido, lúcido y omnisciente escribe la novela que Mazas
no escribió.
Son esas las reflexiones que le sirven de marco al Javier Cercas narrador para
comenzar su relato:
“…en aquel tiempo no había leído una línea de Sánchez Mazas, y su nombre
no era para mí más que el nombre brumoso de uno más de los muchos
políticos y escritores falangistas que los últimos años de la historia de España
habían enterrado aceleradamente, como si los enterradores temiesen que no
estuvieran del todo muertos. De hecho, no lo estaban. O por lo menos no lo
estaban del todo”. (CERCAS, 2004, p. 21)
Cuando encuentra a Antonio Miralles –hombre que cree ser el soldado que le
perdonó la vida a Mazas–, éste le dice:
Pero le voy a contar una cosa que usted no sabe, una cosa de la guerra. […]
Cuando salí hacia el frente en el 36 iban conmigo otros muchachos. Eran de
Terassa, como yo; muy jóvenes, casi unos niños, igual que yo; a alguno lo
conocía de vista o de hablar alguna vez con él: a la mayoría no. […]Ninguno de
ellos sobrevivió. […] Eran tan jóvenes… Murieron todos. Todos muertos.
Muertos. Todos. Ninguno probó las cosas buenas de la vida: ninguno tuvo una
mujer para él solo, ninguno conoció la maravilla de tener un hijo y de que su
hijo, con tres o cuatro años, se metiera en su cama, entre su mujer y él, un
domingo por la mañana, en una habitación con mucho sol… […] Nadie se
acuerda de ellos, ¿sabe? Nadie. Nadie se acuerda siquiera de por qué
murieron, de por qué no tuvieron mujer e hijos y una habitación con sol; nadie,
y, menos que nadie, la gente por la que pelearon. No hay ni va a haber nunca
ninguna calle miserable de ningún pueblo miserable de ninguna mierda de país
que vaya a llevar nunca el nombre de ninguno de ellos. ¿Lo entiende? Lo
entiende, ¿verdad? Ah, pero yo me acuerdo, vaya si me acuerdo, me acuerdo
de todos, de Lela y de Joan y de Gabi y de Odena y de Pipo y de Brugada y de
Gudayol, no sé por qué lo hago, pero lo hago, no pasa un solo día sin que
piense en ellos. (CERCAS, 2004, p. 199, 200, 201)
Hay estudiosos como George Lukács que establecen una tipología para la
identificación de estrategias que ayudan en la construcción de la historicidad en
una novela: proyección e inter-relación de los personajes.
Otro crítico - Fernando Alegría – también trabaja con ese tema. Para él sería
interesante establecerse un nuevo género narrativo: una especie de folletín
moderno, rico en materia histórica y anecdótica. Para Edmundo Desnoes la
novela histórica es un género menor.
1
(crítico y teórico de la literatura y de la cultura, y escritor. Se trata de uno
de los intelectuales de influencia internacional más relevantes desde
mediados del siglo XX. Su ámbito de interés principal es la literatura
comparada. Su obra como crítico tiende a la exploración, con reconocida
brillantez, de temas culturales y filosóficos de interés permanente,
contrastando con las corrientes más actuales por las que ha transitado
buena parte de la crítica literaria contemporánea. Su obra ensayística ha
ejercido una importante influencia en el discurso intelectual público de los
últimos cincuenta años.)
novela como la película pueden dialogar con otros textos: el discurso de la
historia, la multiplicidad de documentos históricos, literarios, filosóficos, etc. que
vienen del pasado (como el diario). Los personajes son, así, testigos o
portavoces de una época y un contexto distinto de lo que vivimos hoy/ahora.
El narrador no solo encuentra la voz que tanto buscaba, sino también su libro:
“…allí vi de golpe mi libro, el libro que desde hacía años venía
persiguiendo, lo vi entero, acabado, desde el principio hasta el final,
desde la primera hasta la última línea, allí supe que aunque en ningún
lugar de ninguna ciudad de ninguna mierda de país fuera a haber una
calle que llevara el nombre de Miralles, mientras yo contase su historia
Miralles seguiría de algún modo viviendo…”
Texto:
Géneros o modos de discurso que la delimitan, de José Ángel García Landa, de la
Universidad de Zaragoza, 1992, (Contribución a la mesa redonda sobre "La novela
histórica y el postmodernismo." XVI Congreso de la Asociación Española de Estudios
Anglo-Norteamericanos, Universidad de Valladolid, 1992), encontrado en:
http://www.unizar.es/departamentos/filologia_inglesa/garciala/publicaciones/novelah.html
Entrevista a Javier Cercas: "Toda novela es la historia de una mirada" (Parte II),
encontrada en: http://www.terra.com.ar/canales/entrevistas/34/34385.html
SITIOS:
http://criticaliteraria.wordpress.com/2007/02/20/literatura-y-cine-soldados-de-salamina/
http://www.comohacercine.com/articulo.php?id_art=135&id_cat=3
http://es.wikipedia.org/wiki/Rafael_S%C3%A1nchez_Mazas
http://cuhwww.upr.clu.edu/exegesis/ano10/29/Soto.html
http://www.soldadosdesalamina.com/menu.htm
http://novelasigloxx.wikispaces.com/Soldados+de+salamina