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Epifanía

Adoración de los Reyes Magos


La Epifanía o Adoración de los Reyes Magos se festeja
el 6 de enero, según disposición de la Iglesia Católica
emitida al parecer a mediados del siglo IV de nuestra
era.
Existen interpretaciones que dicen que los Reyes Magos
podrían haber sido astrólogos babilónicos o sacerdotes
persas, cultivadores de las ciencias -particularmente la
astronomía- desde un punto de vista teológico.
Posiblemente venían de Babilonia o Persia; Babilonia era
un gran centro astrológico, donde al igual que Persia, los
magos eran una casta con mucha influencia. Lo más
probable es que llegasen a Jerusalén dos meses después
de que naciera Jesús.
El venerable monje benedictino, Beda, doctor de la
Iglesia, los describió así en un códice: "Melchor,
anciano de blancos cabellos y larga barba del
mismo color; Gaspar, más joven y rubio; Baltasar,
negro".
Los consideró representantes de Europa, Asia y
Africa, para así acentuar la soberanía universal de
Cristo sobre todas las razas y países.
Su destino, tras la adoración, fue incierto. San
Mateo sólo dice que regresaron a su país por otro
camino para burlar a Herodes. La tradición
piadosa afirma que fueron discípulos de Santo
Tomás. Otros afirman que fueron consagrados
obispos y murieron martirizados hacia el año 70 de
nuestra era. Sus supuestas reliquias fueron
transportadas de Milán a Colonia en el siglo XII,
donde aún hoy son veneradas en un relicario
bizantino de la catedral de esa ciudad alemana.
"Cuando un dedo señala una estrella, solo los tontos
miran al dedo". Quizá la estrella fue visible en toda la
región. Pero muchos no levantaron la vista y no la
vieron. Quizá muchos vieron la estrella, pero no la
siguieron. Quizá algunos la vieron y la siguieron, pero les
faltó constancia y desistieron. Los Magos, en cambio,
vieron la estrella, se pusieron en marcha, se enfrentaron al
simún del desierto, y llegaron hasta el final.

La estrella se les ocultó por algún tiempo. Es la noche


oscura del alma. Pero ellos no cejaron en su empeño y la
estrella les condujo hasta Belén. E1 premio fue
maravilloso... se encontraron con Dios.
Fue una dura prueba. Pero el Señor les iluminó.
Entraron y adoraron. Creyeron y abrieron los tesoros
de su generosidad: oro como a Rey, incienso como a
Dios, mirra como a hombre. Le entregaron todo.

Creyeron que aquel pobre infante era el Mesías,


descubrieron en aquel niño desvalido al Dios
Salvador. Superaron las pobres apariencias, algo que
pocos saben hacer. Algunos hombres no recibieron a
Cristo, porque "esperaban un intrépido Salvador y
vino un bebé", porque es sabido que en la humildad
está Dios.
Herodes les había rogado con mala intención que
volvieran a él, pero "volvieron a su tierra por otro
camino". Fulton Sheen aclara: "Nadie que alguna
vez se encuentre con Cristo, volverá por el mismo
camino por el que llegó".

La lección de los Magos es válida siempre. Nos


enseñan alteza de miras para ver la estrella,
intrepidez para seguirla y constancia para llegar...
hasta el fin.

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