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Capítulo

14

Trastor nos de ansiedad


Eric Hollander, M.D.
Daphne Simeon, M.D.
Jack M. Gorman, M.D.

El grupo de los trastornos de ansiedad es uno de los Psychiatric Association, 1968) describía un esta-
más frecuentes dentro de las enfermedades psi- do patológico denominado «neurosis de ansiedad»,
quiátricas y ocasiona un deterioro funcional y un término acuñado por primera vez por Freud en
malestar importantes. El avance en la investiga- 1895 (Breuer y Freud, 1893-1895/1955) y caracte-
ción en los últimos años ha favorecido enorme- rizado por el sufrimiento crónico de tensión, preo-
mente la comprensión de los mecanismos subya- cupación excesiva, cefaleas frecuentes o ataques
centes y de la respuesta al tratamiento en esta de ansiedad recurrentes. Pero estudios posterio-
enfermedad. El trabajo con los pacientes con tras- res confirmaron que los ataques de pánico espon-
tornos de ansiedad puede ser altamente gratifican- táneos discretos eran cualitativamente distintos
te para un psiquiatra bien informado, ya que estos de los estados de ansiedad crónica. Los pacientes
pacientes, que sufren de un malestar considerable, con un trastorno de angustia (ataques de pánico)
suelen responder a un tratamiento adecuado y re- se distinguen singularmente en la respuesta a la
cuperar un alto nivel de funcionamiento. infusión de lactato sódico, en la agregación fami-
En este capítulo, hemos dividido los trastornos de liar, el desarrollo de agorafobia y la respuesta a
ansiedad en cuatro categorías amplias: trastornos antidepresivos tricíclicos. El DSM-III (American
de angustia y de ansiedad (trastorno de angustia y Psychiatric Association, 1980) y el DSM-III-R
trastorno de ansiedad generalizada); trastornos fó- (American Psychiatric Association, 1987) divi-
bicos (agorafobia, fobia social y fobia específica); dieron la categoría de las neurosis de ansiedad en
trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno por es- trastorno de angustia y trastorno de ansiedad ge -
trés postraumático. En la Figura 14-1 presentamos neralizada.
un árbol de decisión diagnóstica. El DSM-IV (American Psychiatric Association,
1994) define la crisis de angustia según se expone
en la Tabla 14-1. Subdivide el trastorno de angus-
@ TRASTORNOS DE ANGUSTIA Y DE
ANSIEDAD
tia en trastorno de angustia con agorafobia y sin
agorafobia, como en el DSM-III-R, según si existe
o no algún grado de evitación fóbica secundaria (ver
Definiciones Tablas 14-2 y 14-3). En la Tabla 14-4 se expone la
El Diagnostic and Statistical Manuel of Mental definición del trastorno de ansiedad generalizada
Disorders (Segunda Edición) (DSM-II; A m e r i c a n (TAG).

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524 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Síntomas de ansiedad, miedo, evitación


o de un aumento de la activación

Causados por el efecto fisiológico Si TRASTORNO DE ANSIEDAD


directo de un trastorno médico DEBIDO A ENFERMEDAD MÉDICA

No
Causados por los efectos fisiológicos Si TRASTORNO DE ANSIEDAD
directos de una sustancia (p. ej, una INDUCIDO POR SUSTANCIAS
droga de la que se abusa, un fármaco,
una toxina)
No Si Si
Crisis de angustia inesperadas y Agorafobia, es decir, ansiedad al
recurrentes más preocupaciones o encontrarse en lugares o situaciones TRASTORNO DE ANGUSTIA
molestias causadas por las crisis donde escapar puede resultar difícil o CON AGORAFOBIA
o cambios en el comportamiento de embarazoso, así como presencia de
más de un mes de duración síntomas similares a los de la angustia

No TRASTORNO DE ANSIEDAD
No SIN AGORAFOBIA

Agorafobia, es decir, ansiedad al


encontrarse en lugares o situaciones Si AGORAFOBIA SIN HISTORIA DE
donde escapar puede resultar difícil o TRASTORNO DE ANGUSTIA
embarazoso, así como presencia de
síntomas similares a los de la angustia

No
Ansiedad relacionada con la separación TRASTORNO DE ANSIEDAD
de figuras afectivas que se inicia en la
Si
POR SEPARACIÓN
infancia

No
Miedo a la humillación en situaciones Si FOBIA SOCIAL (TRASTORNO DE
sociales o laborales embarazosas ANSIEDAD SOCIAL)

No
Miedo causado por un objeto o por Si FOBIA ESPECíFICA
una situación

No
Si TRASTORNO OBSESIVO-
Obsesiones o compulsiones COMPULSIVO

No Si No
Período de ansiedad o preocupación Se produce exclusivamente durante TRASTORNO DE ANSIEDAD
excesivas, con síntomas asociados, el transcurso de un transtorno psicótico GENERALIZADA
de más de seis meses de duración o del estado de ánimo.

No Si
Ver el árbol de decisión de los trastornos
psicóticos o del estado de ánimo.

Reexperiencia de un suceso, aumento


de la activación y evitación de los
Ansiedad como respuesta a un suceso
estímulos que se asocian con el suceso
traumático grave
traumático

Si No Si Si
No
TRASTORNO POR ESTRÉS
Duración superior a un mes POSTRAUMÁTICO

TRASTORNO POR ESTRÉS AGUDO

Ansiedad que no cumple los criterios


de los trastornos de ansiedad
Si TRASTORNO ADAPTATIVO
anteriormente citados y que se desarrolla CON ANSIEDAD
como respuesta a un factor estresante

No
Síntomas clínicos significativos que Si TRASTORNO DE ANSIEDAD
no cumplen los criterios de un NO ESPECIFICADO
trastorno de ansiedad específico

No
No existe un trastorno, de ansiedad
(los síntomas de miedo, ansiedad
o evitación no son clínicamente
significativos)

Figura 14.1. Arbol de decisión diagnóstica para los trastornos de ansiedad.


Nota: Los pacientes pueden presentar más de un trastorno, por lo cual deben ser evaluados para cada trastorno.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 525

TABLA 14-1. DEFINICIÓN DE LA CRISIS DE ANGUSTIA SEGÚN EL DSM-IV

Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes
síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos:

1.Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca.


2.Sudoración.
3.Temblores o sacudidas.
4.Sensación de ahogo o falta de aliento.
5.Sensación de atragantarse.
6.Opresión o malestar torácico.
7.Náuseas o molestias abdominales
. 8.Inestabilidad, mareo o desmayo.
9.Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo).
10.Miedo a perder el control o a volverse loco.
11.Miedo a morir.
12.Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo).
13.Escalofríos o sofocaciones.

La característica principal de una crisis de angustia es la aparición aislada y temporal de miedo o malestar de carácter
intenso, que se acompaña de al menos de 4 de un total de 13 síntomas somáticos o cognoscitivos. La crisis se inicia de
forma brusca, y alcanza su máxima expresión con rapidez (habitualmente en 10 minutos o menos), acompañándose a
menudo de una sensación de peligro o de muerte inminente y de una urgente necesidad de escapar. Los 13 síntomas
somáticos o cognoscitivos están constituidos por palpitaciones, sudoración, temblores o sacudidas, sensación de falta
de aliento o ahogo, sensación de atragantarse, opresión o malestar torácicos, náuseas o molestias abdominales,
inestabilidad o mareo, desrealización o despersonalización, miedo a perder el control o a «volverse loco», miedo a
morir, parestesias y escalofríos o sofocaciones. Las crisis que reunen los restantes criterios, pero presenta menos de
estos 4 síntomas, se denominan crisis sintomáticas limitadas.

Los individuos que solicitan ayuda terapéutica por estas crisis de angustia inesperadas acostumbran a describir el
miedo como intenso, y relatan como en aquel momento creían estar a punto de morir, perder el control, tener un
infarto o un accidente vascular cerebral, o «volverse locos». También describen un deseo urgente de huir del lugar
donde ha aparecido la crisis. Al ir repitiéndose, estas crisis pueden presentar un menor componente de miedo. La falta
de aire constituye un síntoma frecuente en las crisis de angustia asociadas a trastorno de angustia con o sin agorafobia.
Por su parte, la ruborización es frecuente en las crisis de angustia de tipo situacional, desencadenadas por la ansiedad
que aparece en situaciones sociales o actuaciones en público. La ansiedad característica de las crisis de angustia puede
diferenciarse de la ansiedad generalizada por su naturaleza intermitente, prácticamente paroxísitca, y su característica
gran intensidad.

Las crisis de angustia pueden aparecer en una amplia gama de trastornos de ansiedad (p. ej., trastorno de angustia,
fobia social, fobia específica, trastorno por estrés postraumático y trastorno por estrés agudo). Al determinar la
importancia de la crisis de angustia en el diagnóstico diferencial de todos estos trastornos, es necesario considerar el
contexto en que ésta aparece. Existen tres tipos característicos de crisis de angustia, que se diferencian por el modo de
inicio y la presencia o ausencia de desencadenantes ambientales: crisis de angustia inesperadas (no relacionadas con
estímulos situacionales), en las que el inicio de la crisis de angustia no se asocia a desencadenantes ambientales (es
decir, aparecen sin ningún motivo aparente); crisis de angustia situacionales (desencadenadas por estímulos
ambientales), donde la crisis de angustia aparece de forma casi exclusiva inmediatamente después de la exposición o
anticipación de un estímulo o desencadenante ambiental (p. ej., ver una serpiente o un perro desencadena
automáticamente una crisis de angustia), y crisis de angustia más o menos relacionadas con una situación
determinada, las cuales tienen simplemente más probabilidades de aparecer al exponerse el individuo a ciertos
estímulos o desencadenantes ambientales, aunque no siempre existe esta asociación con el estímulo ni tampoco
siempre el episodio aparece inmediatamente después de exponerse a la situación (p. ej., las crisis tienen más
probabilidades de aparecer al conducir, pero a veces el individuo puede conducir su coche sin sufrir ninguna crisis de
angustia, o bien padecerla a la media hora de estar conduciendo).

El diagnóstico de trastorno de angustia (con o sin agorafobia) requiere la presencia de crisis de angustia. Las crisis de
angustia situacionales son más características de las fobias sociales y específicas. Las crisis de angustia más o menos
relacionadas con una situación determinada son especialmente frecuentes en el trastorno de la angustia, aunque
también pueden aparecer en la fobia específica o en la fobia social. El diagnóstico diferencial de las crisis de angustia
resulta difícil si se tiene en cuenta que no siempre existe una relación exclusiva entre el diagnóstico y el tipo de crisis
de angustia. Por ejemplo, aunque el trastorno de angustia, por su propia definición, requiere que al menos algunas de
estas crisis de angustia sean descritas como inesperadas, los individuos con este trastorno declaran frecuentemente
haber sufrido crisis de angustia situacionales, sobre todo a medida que avanza el curso de la enfermedad.
526 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-2. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TABLA 14-3. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE
TRASTORNO DE ANGUSTIA CON TRASTORNO DE ANGUSTIA SIN
AGORAFOBIA SEGÚN EL DSM-IV AGORAFOBIA SEGÚN EL DSM-IV

A. Se cumplen (1) y (2): A. Se cumplen (1) y (2):


1. Crisis de angustia inesperadas recidivantes. 1. Crisis de angustia inesperadas recidivantes.
2. Al menos una de las crisis se ha seguido durante 2. Al menos una de las crisis se ha seguido durante
1 mes (o más) de uno (o más) de los siguientes 1 mes (o más) de uno (o más) de los siguientes
síntomas: a) inquietud persistente por la síntomas: a) inquietud persistente por la
posibilidad de tener más crisis; b) preocupación posibilidad de tener más crisis; b) preocupación
por las implicaciones de las crisis o sus por las implicaciones de la crisis o sus
consecuencias (p. ej., perder el control, sufrir un consecuencias (p. ej., perder el control, sufrir un
infarto de miocardio, «volverse loco»); c) cambio infarto de miocardio, «volverse loco»); c) cambio
significativo del comportamiento relacionado con significativo del comportamiento relacionado con
las crisis. las crisis.

B. Presencia de agorafobia, es decir, ansiedad al B. Ausencia de agorafobia definida en la Tabla 14-2(B).


encontrarse en lugares o situaciones donde escapar C. Las crisis de angustia no se deben a los efectos
puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el fisiológicos directos de una sustancia (drogas,
caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o fármacos) o a una enfermedad médica (como el
más o menos relacionada con una situación, o bien hipertiroidismo).
síntomas similares a la angustia, puede no
disponerse de ayuda. Los temores agorafóbicos D. Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por
suelen estar relacionados con un conjunto de la presencia de otro trastorno mental, como por
situaciones características, entre las cuales se ejemplo fobia social (aparecen al exponerse a
incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la situaciones sociales temidas), fobia específica (al
gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en exponerse a situaciones fóbicas específicas),
autobús, tren o automóvil. trastorno obsesivo-compulsivo (al exponerse a la
suciedad cuando la obsesión versa sobre el tema de
Nota: Considerar el diagnóstico de fobia específica si
la contaminación), trastorno por estrés
el comportamiento de evitación se limita a una o a
postraumático (en respuesta a estímulos asociados a
pocas situaciones específicas, o de fobia social si tan
situaciones altamente estresantes), o trastorno de
sólo se relaciona con acontecimientos de carácter
ansiedad por separación (al estar lejos de casa o de
social.
los seres queridos).
C. Las crisis de angustia no se deben a los efectos
fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., drogas,
fármacos) o a una enfermedad médica (p. ej.,
hipertiroidismo). de la crisis de angustia de una forma independien-
D. Las crisis de angustia no pueden explicarse mejor por te a la del trastorno de angustia (Tabla 14-1); asi-
la presencia de otro trastorno mental, como por mismo, especifica que una crisis de angustia puede
ejemplo fobia social (p. ej., aparecen al exponerse a presentarse tanto espontáneamente como ligada a
situaciones sociales temidas), fobia específica (p. ej., una situación o desencadenada por una situación
al exponerse a situaciones fóbicas específicas),
trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., al exponerse a
determinada.
la suciedad cuando la obsesión versa sobre el tema El diagnóstico diferencial se complica a veces
de la contaminación), trastorno por estrés cuando en la persona afecta se han presentado ini-
postraumático (p. ej., en respuesta a estímulos cialmente una o varias crisis de angustia espontá-
asociados a situaciones altamente estresantes), o neamente pero coincidiendo con una situación con-
trastornos de ansiedad por separación (p. ej., al estar
lejos de casa o de los seres queridos). creta. Hasta aquí el diagnóstico sería el de un
trastorno de angustia; pero si posteriormente el
trastorno se cronifica y los ataques se producen de-
sencadenados sólo por esa situación, o bien si se de-
El DSM-IV clarifica diversos temas en relación sarrolla una evitación de dicha situación por el
al diagnóstico y al diagnóstico diferencial del tras- temor a un nuevo ataque. En este caso, cuál sería
torno de angustia. Las crisis de angustia no se pre- el diagnóstico, un trastorno de angustia con agora-
sentan solamente en el trastorno por crisis de an- fobia o una fobia social/fobia específica? El DSM-
gustia, sino que aparecen en otros trastornos de IV mantiene los diagnósticos de trastorno de an-
ansiedad (p. ej., fobia específica, fobia social y tras- gustia con agorafobia, fobia social y fobia específica,
torno por estrés postraumático). En estos otros tras- pero señala que las crisis de angustia pueden pro-
tornos, las crisis de angustia están ligadas o son de- ducirse en los tres trastornos. Se impone el criterio
pendientes de la situación, es decir, se producen del médico para realizar el diagnóstico diferencial.
exclusivamente en el contexto de la situación te- El DSM-IV ha enfatizado en la distinción entre
mida. En el DSM-IV se ha clarificado esta confusión el trastorno de ansiedad generalizada (TAG) de la
mediante la presentación explícita de la def i n i c i ó n ansiedad «normal» mediante el requisito de que en
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 527

TABLA 14-4. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL Trastorno mixto ansioso-depresivo


TRASTORNO DE ANSIEDAD
En atención primaria y en el contexto de los re-
GENERALIZADA SEGÚN EL DSM-IV
cursos comunitarios, suele diagnosticarse un esta-
A. Ansiedad y preocupación excesivas (expectación do caracterizado por síntomas ansiosos y depresi-
aprensiva) sobre una amplia gama de vos que no reúne los criterios ni de un trastorno de
acontecimientos o actividades (como el rendimiento ansiedad ni de un trastorno depresivo. Esta enti-
laboral o escolar), que se prolongan durante más de 6
dad ha sido ampliamente discutida al confeccionar
meses.
el DSM-IV. Por una parte, este estado puede oca-
B. Al individuo le resulta difícil controlar este estado
sionar un malestar y un deterioro funcional signi-
de constante preocupación.
ficativos y debe evitarse el no tratar a este tipo de
C. La ansiedad y preocupación se asocian a tres (o más)
pacientes. Por otra parte, existe el riesgo de diag-
de los seis síntomas siguientes (algunos de los cuales
han persistido más de 6 meses). Nota: En los niños nosticar un exceso de enfermedades psiquiátricas
sólo se quiere uno de estos síntomas: cuando en realidad estamos ante visicitudes hu-
1. Inquietud o impaciencia. manas más universales, o de que aumente el nú-
2. Fatigabilidad fácil. mero de diagnósticos inespecíficos realizados por
3. Dificultad para concentrarse o tener la mente en personas no especializadas en un contexto no psi-
blanco. quiátrico. A su vez, este hecho implica el riesgo de
4. Irritabilidad.
5. Tensión muscular.
la sobremedicación con fármacos no necesaria-
6. Alteraciones del sueño (dificultad para conciliar mente efectivos o específicos para los síntomas
o mantener el sueño o sensación al despertarse diana. El DSM-IV adopta la solución de colocar el
de sueño no reparador) diagnóstico de trastorno mixto ansioso depresivo
D. El centro de la ansiedad y de la preocupación no se en el apéndice. Se trata de un diagnóstico de ex-
limita a los síntomas de un trastorno del Eje I; por clusión que estipula una duración de los síntomas
ejemplo, la ansiedad o preocupación no hacen de por lo menos 1 mes; probablemente, el estable-
referencia a la posibilidad de presentar una crisis de cimiento de este diagnóstico promoverá una in-
angustia (como el trastorno de angustia), pasarlo mal
en público (como en la fobia social), contraer una
vestigación exhaustiva en este área.
enfermedad (como en el trastorno obsesivo-
compulsivo), estar lejos de casa o de los seres Etiologías orgánicas
queridos (como en el trastorno de ansiedad por
separación), engordar (como en la anorexia nerviosa), Si la ansiedad patológica está inducida por el uso
tener quejas de múltiples síntomas físicos (como en
el trastorno de somatización) o padecer una
de sustancias psicoactivas o por una enfermedad
enfermedad grave (como en la hipocondría), y la física registrada en el Eje III, en el DSM-IV se cla-
ansiedad y la preocupación no aparecen sifica dentro de los trastornos de ansiedad (tras-
exclusivamente en el transcurso de un trastorno por torno de ansiedad inducido por sustancias o tras-
estrés postraumático. torno de ansiedad debido a enfermedad médica,
E. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos
respectivamente). El DSM-III-R reunía dentro de
provocan malestar clínicamente significativo o los «trastornos mentales orgánicos» cualquier psi-
deterioro social, laboral o de otras áreas importantes copatología asociada a organicidad, sea cual fuera
de la actividad del individuo. su causa. Es de esperar que el DSM-IV favorezca
F. Estas alteraciones no se deben a los efectos una mayor especificidad en el diagnóstico diferen-
fisiológicos directos de una sustancia (drogas, cial de los trastornos orgánicos. El DSM-IV subdi-
fármacos) o a una enfermedad média (p. ej., vide el subtipo de ansiedad orgánica en ansiedad
hipertiroidismo) y no aparecen exclusivamente en el generalizada, crisis de angustia o síntomas obsesi-
transcurso de un trastorno del estado de ánimo, un
trastorno psicótico o un trastorno generalizado del vo-compulsivos.
desarrollo.
Descripciones clínicas
Trastorno de angustia
el primero la preocupación deba ser excesiva, per-
sistente, difícil de controlar y asociada a un males- Forma de inicio. En la forma típica de un caso de
tar o un deterioro funcional importantes. El DSM- trastorno de angustia, el sujeto está ocupado en
IV también especifica que se excluye el diagnóstico cualquier aspecto de su vida cotidiana y de repen-
de TAG en presencia de otros trastornos mayores te, su corazón empieza a palpitar; tiene sensación
del Eje I, especialmente cuando se diagnostica un de ahogo, sensación de mareo, de que la cabeza «se
trastorno hipocondríaco o un trastorno por estrés le va» y de que se va a desmayar; está convencido
postraumático. Por otra parte se simplifica la en- de que va a morir. Habitualmente, los pacientes
gorrosa lista de síntomas somáticos del DSM-III-R. con un trastorno de angustia son adultos jóvenes,
528 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

muy probablemente en la tercera década de sus a ocurrir inminentemente. Experimentan varios


vidas. No obstante, nosotros hemos visto algunos síntomas asociados, físicos mayoritariamente: dis-
casos de comienzo en la sexta década. nea, palpitaciones, dolor o molestias precordiales,
A pesar de que la primera crisis suele ocurrir sensación de asfixia, sensación de mareo o inesta-
durante una actividad rutinaria, algunos sucesos bilidad, sensaciones de irrealidad (vivencias de des-
se asocian a menudo con la presentación precoz del realización y/o de despersonalización), parestesias,
trastorno de angustia. Con cierta frecuencia, las oleadas de frío y calor, sudoración, sensación de
crisis de angustia acontecen en el contexto de una desmayo, temblor y sacudidas; y miedo a morir, a
enfermedad que amenaza la vida o de un acciden- volverse loco o a perder el autocontrol. Obvia-
te, en la pérdida de una relación interpersonal es- mente, la mayor parte de estos síntomas represen-
trecha o al separarse de la familia (p. ej., al empe- tan una hiperestimulación del sistema nervioso au-
zar el colegio o una profesión en otra ciudad). tonómico.
Algunos pacientes en los que se manifiesta un hi- Las crisis duran entre 5 y 20 minutos, rara-
potiroidismo o un hipertiroidismo pueden sufrir mente hasta una hora. Los pacientes que se quejan
las primeras ráfagas de crisis de angustia en ese mo- de crisis que dura todo un día pueden estar some-
mento. Las crisis pueden empezar también en el tidos a una de las cuatro situaciones siguientes. Al-
período inmediato del postparto. Por último, mu- gunos pacientes continúan agitados y cansados du-
chos pacientes han referido el inicio de sus crisis rante algunas horas después de que haya cesado la
de angustia coincidiendo con la toma de determi- parte más prominente de la crisis. Otras veces, las
nadas drogas psicoactivas, especialmente ma- crisis aparecen y desaparecen a oleadas. Una posi-
rihuana, LSD, sedantes, cocaína y anfetaminas. En bilidad alternativa es que el paciente que sufre las
cualquier caso, aunque estas circunstancias con- denominadas crisis de angustia prolongadas, sufra
comitantes se resuelvan, las crisis suelen conti- de otra forma de patología ansiosa, tal como la de-
nuar produciéndose. Esta situación sugiere que al- presión agitada o los estados obsesivos. En algunos
gunos factores estresantes pueden actuar como casos, se desarrolla un estado de ansiedad antici-
desencadenantes del inicio de las crisis de angus- patoria tan grave a la espera de futuras crisis de an-
tia en aquellos pacientes predispuestos. gustia que en la descripción de los pacientes se so-
Durante su primera crisis, muchos pacientes lapan ambas entidades y son difíciles de distinguir.
creen estar sufriendo un infarto de miocardio o Aunque mucha gente puede experimentar una
que están perdiendo la cabeza. Suelen correr hacia crisis espontánea de forma ocasional, sólo puede
el centro de urgencias más cercano donde se les realizarse el diagnóstico de trastorno de angustia
practica un análisis de laboratorio de rutina, un cuando las crisis se repiten con cierta regularidad
electrocardiograma y una exploración física. Oca- y frecuencia. De todos modos, es probable que los
sionalmente se les encuentra una taquicardia si- pacientes con «c r i s i s» ocasionales e inesperadas
nusal como máximo; se tranquiliza a los pacien- sean genéticamente similares a los pacientes con
tes y vuelven a sus casas. un trastorno de angustia. En un estudio con ge-
En este punto, los pacientes pueden sentirse melos, los resultados en cuanto a la conexión ge-
tranquilos y el diagnóstico de trastorno de angus- nética fueron mejores cuando se agruparon los pa-
tia sería prematuro. Sin embargo, tal vez unos días cientes con crisis de angustia regulares y los
o algunas semanas más tarde sufrirán de nuevo la pacientes que sólo tenían crisis ocasionales (Tor-
aparición repentina de otra crisis de grave ansie- gersen, 1983).
dad con todos los síntomas físicos asociados. Nue- En algunos pacientes, su enfermedad no pro-
vamente, buscarán ayuda médica de urgencia. En gresa y su enfermedad se mantiene en forma de
este punto, es probable que su problema sea cali- crisis espontáneas. La mayoría de pacientes desa-
ficado de «psicológico» y que reciban la prescrip- rrollan algún grado de ansiedad anticipatoria tras
ción de una benzodiacepina o pueden ser remiti- la experiencia de ataques repetidos. Temen que se
dos a un centro hospitalario para una revisión repitan las crisis y empiezan a preocuparse por
médica a fondo. ellas en los intervalos intercrisis. Esta situación
se va agravando hasta que el nivel de temor y de
Síntomas. De forma característica, durante una hiperactividad autonómica alcanza aproximada-
crisis de angustia, los pacientes suelen estar ocu- mente el nivel de una crisis en sí misma. Este tipo
pados en una actividad rutinaria cuando se les pre- de pacientes pueden ser confundidos con los pa-
senta una crisis de angustia —tal vez leyendo un cientes con un trastorno de ansiedad generalizada
libro, comiendo en un restaurante, conduciendo (TAG).
un coche o asistiendo a un concierto—, cuando de Es necesario prestar una mayor atención a lo
pronto, les invade un miedo sobrecogedor, terror, que parece ser el síntoma cardinal de las crisis de
aprensión y la sensación de que algo terrible les va angustia. Numerosas líneas de investigación indi-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 529

can que la hiperventilación es una característica con un trastorno de angustia tratados durante 3
central en la fisiopatología de las crisis de angus- años por este trastorno y observaron que los rasgos
tia y del trastorno de angustia. Se ha observado iniciales de evitación y de dependencia estaban re-
que los pacientes con un trastorno de angustia son lacionados en gran parte con el estado patológico
hiperventiladores crónicos y que reaccionan con y se desvanecían al ser tratadas las crisis de an-
una hiperventilación aguda durante una crisis de gustia. Por otra parte, en nuestra experiencia clí-
pánico, tanto espontánea como inducida. (Más nica, los pacientes que sufren agorafobia y crisis de
adelante en esta sección se comentan las posibles angustia suelen mostrar rasgos de personalidad de-
etiologías de este fenómeno.) La hiperventilación pendiente previos al inicio de las crisis (D. F. Klein,
provoca hipocapnia y alcalosis, dando lugar a una comunicación personal, 1987).
disminución del flujo sanguíneo cerebral y a la Se desconocen los tipos de personalidad de los
presentación de los síntomas de mareo, confusión pacientes con un TAG. En un estudio, se observó
y desrealización típicos de las crisis de angustia. que aproximadamente un tercio de los pacientes
Los signos y síntomas de hiperventilación desa- con un TAG presentaban un trastorno de persona-
parecen, al parecer, tras un tratamiento farmaco- lidad del DSM-III y el más frecuente de ellos era el
lógico contra la angustia. Los tratamientos con- trastorno dependiente de la personalidad (Noyes y
ductuales de entrenamiento en la respiración col., 1987).
dirigidos a que el paciente evite la hiperventila-
ción, son eficaces en la disminución de la fre-
Epidemiología
cuencia de las crisis de angustia (Clark y col.,
1985; Lum, 1981), probablemente porque atenúan El estudio del Epidemiologic Catchment Area
la reacción ventilatoria exagerada que constituye (ECA) dirigido por el National Institute of Mental
el problema nuclear de las crisis de angustia. Health (NIMH) examinó la prevalencia en la po-
blación de los pacientes diagnósticados mediante
el DSM-III de un trastorno de angustia utilizando
Trastorno de ansiedad generalizada
el Diagnostic Interview Schedule (DIS; Regier y
El trastorno de ansiedad generalizada es la princi- col., 1988). En los cinco lugares en que se realizó
pal categoría diagnóstica para los trastornos de an- el estudio, las tasas de prevalencia al mes, a los seis
siedad distintos al trastorno de angustia. Su sinto- meses y para toda la vida, para el trastorno de an-
matología esencial, según el DSM-IV, es la ansiedad gustia fueron del 0,5%, 0,8% y 1,6% respectiva-
persistente durante por lo menos seis meses. Los mente. Las mujeres tenían una tasa de prevalencia
síntomas de este tipo de ansiedad encajan, habi- al mes del 0,7%, porcentaje significativamente más
tualmente, dentro de dos categorías amplias: ex- alto que el 0,3% hallado en los varones. Además,
pectación aprensiva y síntomas físicos. las mujeres tendían a una elevación de las crisis de
Los pacientes con un TAG se preocupan cons- angustia entre los 25 y los 44 años, y la presenta-
tantemente por asuntos triviales, sienten temor y ción de las crisis persistía más allá de la edad ma-
anticipan lo peor. La tensión muscular, la incapa- dura (Regier y col., 1988).
cidad para relajarse, la dificultad de concentración, Los resultados en relación al TAG del ECA
el insomnio, la irritabilidad y la fatiga son signos deben ser interpretados con mayor cautela, ya que
característicos de la ansiedad generalizada. su análisis se produjo en la segunda parte del es-
tudio y solamente en tres de los cinco lugares.
Además, los criterios del DIS, de acuerdo con el
Rasgos del carácter
DSM-III, solamente requerían un total de tres sín-
Hasta ahora no se han llevado a cabo estudios sis- tomas somáticos y un mes de duración de la en-
temáticos que correlacionen determinados tipos de fermedad. En consecuencia, según los criterios más
carácter con el trastorno de angustia. Según nues- estrictos del DSM-III-R y del DSM-IV, la inciden-
tra experiencia, los pacientes con un trastorno de cia del TAG sería menor. La tasa de prevalencia
angustia que son visitados por el médico al poco combinada de los tres lugares era del 3,8% sin ex-
tiempo del inicio de su enfermedad, y no mani- clusiones, del 2,7% cuando se excluían los tras-
fiestan ninguna forma particular de alteración del tornos de angustia o la depresión mayor concu-
carácter. Los trastornos de personalidad histrióni- rrentes y del 1,7% cuando se excluía cualquier otro
co, compulsivo, narcisista, límite, dependiente y diagnóstico del DSM-III. La prevalencia a lo largo
por evitación se encuentran entre los pacientes con de la vida cuando se excluían el trastorno de an-
un trastorno de angustia, pero la mayoría de pa- gustia y la depresión mayor iba del 4,1% al 6,6%,
cientes no tiene ningún trastorno de personalidad. dependiendo del lugar. En conjunto, las mujeres
Es más, Noyes y sus colaboradores (1991) realiza- presentaban una mayor tasa de prevalencia (Blazer
ron el seguimiento de la personalidad de pacientes y col., 1991).
530 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Etiología embargo, las crisis de angustia inducidas en el la-


boratorio no se acompañan con regularidad con un
Teorías biológicas
aumento de los niveles plasmáticos de adrenalina
En la literatura psiquiátrica existen varias teorías (Liebowitz y col., 1985a). En los pacientes con un
biológicas prominentes para el trastorno de an- trastorno de ansiedad se han detectado aumentos
gustia y, en menor número, para el TAG. Realiza- de la enzima que cataboliza las catecolaminas, la
remos un resumen de las pruebas a favor y en con- monoamino oxidasa (MAO), pero no se sabe si el
tra de las hipótesis más prometedoras. Algunos papel de la MAO es etiológico o si simplemente es
agentes tienen una capacidad poderosa y específi- una reacción al estado de ansiedad.
ca para inducir una crisis de angustia, mientras que No queda claro si la administración de cateco-
otros producen cambios fisiológicos importantes laminas puede provocar una reacción de ansiedad
pero que no son inductores de crisis de angustia. y, si lo hace, si la reacción es específica de los pa-
Estos hallazgos son argumentos potentes contra el cientes con un trastorno de ansiedad. En las déca-
concepto de las crisis de angustia como reacción a das de los años treinta y cuarenta, los investiga-
estímulos perturbadores inespecíficos y a favor de dores mostraron que, en los humanos, la infusión
una base biológica concreta. Las siguientes teorí- de adrenalina provocaba los síntomas físicos de la
as de las crisis de angustia, tales como la de los qui- ansiedad, pero no necesariamente los emocionales,
mioreceptores o la del locus cerúleus, no deben ser pero los aspectos metodológicos y de diagnóstico
contempladas como mutuamente excluyentes. Por limitaron la aplicación de estos estudios a los pa-
ejemplo, la relación entre la regulación central de cientes con un TAG y un trastorno de angustia.
la respiración y la función central de los neuro- Desde hace muchos años, se estudia la posibi-
transmisores es muy compleja y todavía está sien- lidad de que las crisis de angustia sean manifesta-
do investigada. En la Tabla 14-5 se resumen las te- ciones de una descarga masiva desde el sistema
orías biológicas de las crisis de angustia. nervioso beta-adrenérgico. Durante una crisis de
angustia, los pacientes se quejan de palpitaciones,
Teoría catecolamínica. Algunos investigadores han temblor y excesiva sudoración, síntomas todos
asociado las reacciones de ansiedad con el aumen- ellos característicos de una estimulación masiva
to en los niveles de catecolaminas en orina, sobre- de los receptores beta-adrenérgicos. Frohlich y sus
todo de adrenalina. Los estudios con individuos nor- colaboradores (1969) administraron isoproterenol
males sometidos a un factor estresante demuestran por vía endovenosa a pacientes con un «estado cir-
también elevaciones de los niveles plasmáticos culatorio hiperdinámico beta-adrenérgico» y la res-
de catecolaminas (Dimsdale y Moss, 1980). Sin puesta que obtuvieron fue la observación de «ata-
ques histéricos» similares a las crisis de angustia.
Algunos estudios señalan que los pacientes con cri-
TABLA 14-5. TEORÍAS BIOLÓGICAS DE LA ANGUSTIA
sis de angustia espontáneas son más sensibles a los
Teoría catecolamínica Descarga beta-adrenérgica efectos del isoproterenol que los sujetos control
masiva en el sistema normales (Rainey y col., 1984). Gorman y sus co-
nervioso. laboradores (1989b) han sugerido que el supuesto
Teoría del locus cerúleus Aumento de la descarga de efecto panicogénico del isoproterenol es indirecto,
los núcleos noradrenérgicos ya que no cruza la barrera hematoencefálica. Es po-
del sistema nervioso sible que se produzca un desequilibrio periférico
central.
entre las demandas metabólicas inducidas y el es-
Teoría metabólica Cambios metabólicos
aberrantes inducidos por la
tado fisiológico real, que se transfiera al tronco ce-
infusión de lactato sódico. rebral, y que se produzca una reacción de crisis de
Teoría de la falsa alarma Hipersensibilidad de los angustia.
por sofocación por receptores del dióxido de La hipótesis beta-adrenérgica se apoya en in-
carbónico carbono del tronco cerebral. numerables estudios en los que fármacos betablo-
Teoría benzodiacepina Función anormal de los queantes adrenérgicos, tales como el propranolol,
GABA receptores que produce una producen una mejoría en las crisis de angustia y la
disminución de la actividad ansiedad. No obstante, cuando se revisan los tra-
inhibidora.
bajos diseñados y controlados adecuadamente en
Teoría genética Intentos de aislar el gen de
los que los betabloqueantes se utilizan en pacien-
la angustia a partir de
varios linajes familiares tes con trastornos de ansiedad específicos y bien
(sin resultados positivos diagnosticados, se obtienen unos resultados más
hasta la fecha). modestos respecto a la eficacia de estos fármacos
Teoría neuroetológica Disrupción biológica innata como agentes ansiolíticos. Ningún estudio ha po-
del sistema de afecto. dido demostrar que los betabloqueantes sean efec-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 531

tivos específicamente en el bloqueo de las crisis de locus cerúleus es una especie de generador de cri-
angustia espontáneas. Por ejemplo, la infusión en- sis de angustia. Por otro lado, S. T. Mason y H. C.
dovenosa de propranolol, en dosis suficientes para Fibiger (1979) no encontraron ningún patrón con-
alcanzar un bloqueo beta-adrenérgico periférico sistente de un aumento de la descarga del locus ce-
completo, no es capaz de frenar las crisis de an- rúleus asociado a la ansiedad en los animales. Según
gustia inducidas por la infusión de lactato sódico Bloom y sus colaboradores (Aston-Jones, 1984), el
en los pacientes con un trastorno de angustia (Gor- locus cerúleus estaría implicado en el estado de
man y col., 1983). alerta (arousal) y en la respuesta humana a cual-
quier estímulo nuevo más que en la ansiedad.
Teoría del locus cerúleus. Otra hipótesis destaca- El perfeccionamiento de las técnicas de provo-
ble para explicar la etiología de las crisis de an- cación neuroquímica aporta un nuevo instrumen-
gustia es la que implica al locus cerúleus. Este nú- to relativamente no invasivo para investigar la fun-
cleo, localizado en la protuberancia, contiene más ción de los neurotransmisores centrales en sujetos
del 50% de todas las neuronas noradrenérgicas del humanos. Ante la provocación con yohimbina, los
sistema nervioso central y envía proyecciones afe- pacientes con crisis de angustia más frecuentes,
rentes a una extensa área del cerebro, incluyendo desarrollan mayor ansiedad y un mayor aumento
al hipocampo, amígdala, lóbulo límbico y córtex plasmático de MHPG (3-metoxi-4-hidroxifenilgli-
cerebral. col), principal metabolito noradrenérgico, que los
El soporte de esta compleja hipótesis reside en pacientes con crisis de angustia menos frecuentes
el hecho de que en el animal de experimentación, o que los sujetos control sanos. Estos resultados
la estimulación eléctrica del locus cerúleus pro- sugieren una actividad central noradrenérgica más
duce una marcada respuesta de miedo y ansiedad, elevada en el trastorno de angustia (Charney y col.,
mientras que la ablación del mismo disminuye la 1984). A pesar de la dificultad de su interpretación,
posibilidad de responder con miedo ante un estí- las pruebas de provocación con clonidina, un ago-
mulo amenazante (Redmond, 1979). Asimismo, los nista alfa2-adrenérgico, apuntan a una mala regu-
fármacos capaces de aumentar la descarga del locus lación noradrenérgica en el trastorno de angustia,
cerúleus en animales, son ansiogénicos en los hu- acompañada de hipersensibilidad en unos casos o
manos, mientras que los que disminuyen la des- hiposensibilidad en otros de algunos receptores
carga y reducen el turnover noradrenérgico central alfa2-adrenérgicos. Los sujetos con un trastorno de
son agentes ansiolíticos en los humanos. Por ejem- angustia, comparados con controles sanos, pre-
plo, la yohimbina, antagonista de los receptores sentan una respuesta cardiovascular más elevada
alfa 2-adrenérgicos, es un ejemplo de fármaco que (Charney y col., 1986; Nutt, 1989) y una respues-
aumenta la descarga del locus cerúleus y provoca ta aplanada de la hormona del crecimiento (Nutt,
ansiedad en los humanos. En cambio, la buspiro- 1989) ante la provocación con clonidina. De un
na, que también aumenta la descarga del locus ce- modo similar en los pacientes con un TAG, Abel-
rúleus, es una medicación ansiolítica y no induce son y sus colaboradores (1991) observaron una res-
crisis de angustia. Algunos ejemplos de medica- puesta aplanada de la hormona de crecimiento ante
mentos que reducen la descarga del locus cerúleus la provocación con clonidina en relación con los
son la clonidina, el propranolol, las benzodiacepi- sujetos controles sanos. Resumiendo, estos resul-
nas, la morfina, las endorfinas y los antidepresivos tados siguen implicando al sistema noradrenérgi-
tricíclicos. En este último grupo, encontramos co central en la ansiedad y las crisis de angustia,
desde unos fármacos claramente efectivos en el pero es necesario que sean replicados y elucidados.
bloqueo de las crisis de angustia (p. ej., los antide-
presivos tricíclicos), a otros con una eficacia du- Teoría metabólica panicogénica del lactato. A pesar
dosa (p. ej., clonidina, propranolol y benzodiacepi- de la controversia que existe sobre ella, la teoría de
nas estándar). Todavía se desconoce el efecto en la la provocación de crisis de angustia por el lactato
descarga del locus cerúleus de fármacos análogos sódico ha captado una gran atención como modelo
a las benzodiacepinas como el alprazolam y el clo- experimental para la comprensión de la patogéne-
nazepam, que poseen un claro efecto contra la an- sis de las crisis de angustia espontáneas. Las crisis
gustia, aunque aún no bien conocido. de angustia provocadas por lactato se observan es-
Existe cierta controversia sobre la relevancia de pecíficamente en los pacientes con crisis de angus-
estos modelos animales. Redmond y sus colabora- tia espontáneas previas, reproducen las verdaderas
dores (1979) pusieron de manifiesto que las situa- crisis y son bloqueadas por las mismas sustancias
ciones que provocan miedo y ansiedad en los ani- que bloquean las crisis naturales (Liebowitz y col.,
males de laboratorio se asocian con aumento de la 1984a). Cohen y White (1950) fueron los primeros
descarga del locus cerúleus y del t u r n o v e r n o r a- en advertir que los pacientes con astenia neurocir-
drenérgico central. Esto apoyaría la idea de que el culatoria, un condición relacionada estrechamente
532 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

con la ansiedad, producían niveles plasmáticos de cerúleus en las ratas a las que se hacía respirar CO2
lactato más altos que los controles cuando realiza- añadido al aire inspirado (Elam y col., 1981). Una
ban ejercicio. Esta observación motivó a Pitts y Mc- explicación alternativa sería que los pacientes con
Clune (1967) a administrar infusiones endovenosas crisis de angustia tuvieran quimiorreceptores tron-
de lactato sódico a los pacientes con un trastorno de culares hipersensibles al CO2 en la médula espinal.
«ansiedad» y como resultado, obtuvieron una crisis De hecho, durante el procedimiento de inducción
de angustia en la mayoría de estos pacientes duran- por CO2, los pacientes que experimentan crisis de
te la infusión. Los pacientes opinaron que estas cri- angustia al respirar una mezcla de CO2 al 5% pre-
sis eran prácticamente como las que tenían espon- sentan un incremento mayor del estímulo inspira-
táneamente; los sujetos control normales no torio que los pacientes que no presentan crisis o que
experimentaron crisis alguna durante la infusión. los sujetos control sanos. Se acepta que el estímu-
Este fenómeno ha sido replicado en numerosas lo inspiratorio es el reflejo más directo de la inter-
ocasiones y actualmente se acepta plenamente que vención del tronco cerebral en la regulación de la
la infusión durante 20 minutos de 10 ml/kg de lac- respiración (Gorman y col., 1988).
tato sódico 0,5 molar provocará una crisis de an- Este modelo es interesante porque explicaría el
gustia en la mayoría de pacientes con un trastorno hecho de que la hiperventilación no cause crisis de
de angustia pero no en los sujetos control normales. angustia, mientras que sí lo hacen el CO2, el lacta-
De todos modos, todavía no se entiende muy bien to y del bicarbonato. El lactato infundido se meta-
el mecanismo (Liebowitz y col., 1985a) por el que boliza en bicarbonato, que a su vez se convierte en
ocurre este hecho. Como explicación se postulan va- CO2 en la periferia. En otras palabras, el CO2 es el
rias teorías como un estado de activación (arousal) producto metabólico común tanto del lactato como
inespecífico que desencadenaría cognitivamente una del bicarbonato. Tras este paso, el CO2 cruza se-
crisis de angustia; la inducción de una alcalosis me- lectivamente la barrera hematoencefálica y produ-
tabólica; la hipocalcemia; una alteración del co- ce una hipercapnia cerebral transitoria. La hiper-
ciente NAD-NADH y una hipercapnia intracerebral capnia estimula los quimioreceptores del tronco
transitoria. De todas ellas, la hipercapnia intracere- cerebral para el CO2, dando lugar a la hiperventila-
bral transitoria ha merecido un interés y una vali- ción y a la crisis de angustia. Consecuentemente,
dación considerables en estudios recientes, tal como se ha formulado la teoría de las crisis de angustia
se expone más adelante. Es interesante recalcar que por «falsa alarma de asfixia» (Klein DF, 1993). Según
la respuesta al cortisol en las crisis de angustia in- esta teoría, los pacientes con un trastorno de an-
ducidas por lactato implica, al parecer, al eje hipo- gustia son hipersensibles al CO2 debido a una ex-
talámico-hipofisario en la ansiedad anticipatoria, tal trema sensibilidad del sistema de alarma de asfixia
como ya se sabía que ocurre en otros estados de an- del tronco cerebral. Esta situación sería la opuesta
siedad y de estrés, pero todavía se desconocía en las a la hiposensibilidad del sistema de alarma de asfi-
crisis de angustia (Hollander y col., 1989). xia en los casos de la enfermedad de Ondina, en la
cual, los individuos afectos pueden asfixiarse mien-
Teoría de la hipersensibilidad al dióxido de carbono. tras duermen. Klein, DF (1993) postula que esta te-
La hiperventilación controlada y la alcalosis respi- oría explicaría, por ejemplo, la tendencia a la pre-
ratoria no producen crisis de angustia de forma ru- sentación de los ataques de crisis de angustia
tinaria en los pacientes con un trastorno de angus- durante los estados de alta concentración de CO2
tia. Sorprendentemente, si a estos pacientes se les como en el sueño profundo no-REM, en el período
hace respirar aire con un 5% de dióxido de carbo- premenstrual o, a veces, en la relajación, pero no
no presentan crisis de angustia con una frecuencia durante el parto, situación por otra parte caracteri-
parecida a las inducidas por la infusión de lactato zada por una hiperventilación extrema y cognicio-
sódico (Gorman y col., 1984). Este resultado ha sido nes potencialmente catastrofistas.
replicado de forma consistente. Por otro lado, la in- A diferencia de lo que ocurre con las crisis de an-
fusión de bicarbonato sódico en los pacientes con gustia, la respuesta a la inhalación de CO2 en el
un trastorno de angustia, les provoca una tasa de TAG solo ha recibido una atención limitada y, hasta
número de crisis parecida a la inducida por la in- el presente, los resultados no han sido notables.
halación de CO2 (Gorma y col., 1989a).
¿Cuál es el mecanismo por el que una mezcla Teoría benzodiacepínica y del ácido gamma-amino -
de CO2 al 5% induce una crisis de angustia? Este butírico. El estudio del recientemente descubierto
fenómeno puede ser explicado parcialmente gra- receptor benzodiacepínico cerebral constituye un área
cias a los hallazgos de Svensson y sus colaborado- de investigación relacionada probablemente con la
res, quienes mostraron cómo se producía un au- etiología biológica del TAG y del trastorno de
mento dosis-dependiente de la descarga del locus angustia. Este receptor está ligado al receptor del
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 533

Bases genéticas de la ansiedad y de las crisis de an -


gustia. La última línea de evidencia de la etiolo-
Canal Receptor Receptor gía biológica de la ansiedad abarca los estudios que
Anion Benzodiazepine GABA
indican la posible naturaleza hereditaria del tras-
torno. Diversos estudios sobre antecedentes fami-
liares de trastorno de angustia han puesto de ma-
nifiesto que los familiares de los probandos con un
trastorno de angustia presentan crisis de angustia
con más frecuencia que los familiares de los con-
troles normales. Crowe y sus colaboradores (1983)
hallaron un riesgo de morbilidad para el trastorno
de angustia del 24,7% entre los familiares de pa-
cientes con un trastorno de angustia; mientras que
Figura 14.2. Complejo formado por el receptor GABA
benzodiazepínico canal ionóforo de cloro. Reproducido sólo el 2,3% de los familiares del grupo control
de Skolnick P., Paul SM: «Benzodiazepine Receptors in normal tenía este riesgo. El riesgo de morbilidad
the Central Nervous System. International Review of del TAG entre los familiares de pacientes con un
Neurobiology 23: 103-140, 1982. Copyright 1982, Aca- TAG era del 19,5%, comparado con un 3,5% en los
demic Press. Utilizado con permiso. familiares de los controles sanos. Posiblemente,
esta tasa está sobreestimada ya que el TAG en fa-
miliares era menos crónico, menos grave o trata-
do con menos frecuencia que en los probandos
neurotransmisor inhibidor ácido gamma-amino- (Noyes y col., 1987).
butírico (GABA). La unión de la benzodiacepina a Ciertamente, este tipo de estudio no descarta la
su receptor facilita la acción del GABA, con el con- posibilidad de que sean los factores ambientales en
siguiente enlentecimiento de la transmisión neu- lugar de los genéticos los que operen en la produc-
ral. Este receptor se distribuye en la materia gris ción del trastorno. Para determinar el peso de cada
de todo el cerebro (Figura 14-2). uno de estos factores de transmisión familiar, los
Las betacarbolinas son una serie de compues- mejores estudios son los que comparan porcentajes
tos agonistas inversos de este complejo receptor y, de enfermedad en los gemelos monocigotos y dici-
cuando se administran a animales de experimen- gotos. Por otra parte, los estudios de adopción tam-
tación o a voluntarios sanos, producen un síndro- bién serían inútiles para conseguir este propósito
me agudo de ansiedad (Dorrow y col., 1983; Skol- pero, por el momento, no se ha publicado ninguno
nick y Paul, 1982). Posiblemente, en los pacientes en relación a los trastornos de ansiedad.
con un TAG o con un trastorno de angustia, exis- Los primeros estudios de gemelos de pacientes
te una producción aberrante de un ligando endó- con un trastorno de ansiedad incluyeron un grupo
geno o una sensibilidad alterada del receptor que mixto de pacientes con ansiedad. Estos estudios
interfiere con el funcionamiento adecuado del re- mostraban una mayor tasa de concordancia para el
ceptor benzodiacepínico y que sería responsable de trastorno de ansiedad entre los gemelos monoci-
sus síntomas. gotos que entre los dicigotos, hallazgo que apunta
Algunos datos apoyan esta teoría. En un estu- hacia un predominio de la influencia genética sobre
dio comparando pacientes con un trastorno de an- la ambiental. Más recientemente, Torgersen (1983)
gustia y sujetos control sanos, se observó que los condujo un estudio con 32 gemelos monocigotos y
primeros mostraban una menor disminución de la 53 dicigotos. Los trastornos de ansiedad con crisis
velocidad de los movimientos oculares bruscos en de angustia eran cinco veces más frecuentes en los
respuesta al diazepam que los segundos, lo cual su- gemelos monocigotos que en los dicigotos. De
giere una hiposensibilidad del receptor benzodia- todos modos, la tasa de concordancia absoluta en
cepínico en las crisis de angustia (Roy-Byrne y col., los gemelos monocigotos era del 31%, lo cual su-
1990). Otro estudio puso de manifiesto que un an- giere que los factores no genéticos tienen un papel
tagonista benzodiacepínico, el flumazenil, es pa- importante en el desarrollo de la enfermedad. En
nicogénico en los pacientes con crisis de angustia este mismo estudio, no se encontró una diferencia
pero no en los sujetos control sanos. Este resulta- en la tasa de concordancia entre monocigotos y di-
dos sugiere un déficit en un ligando endógeno an- cigotos para el TAG. Por otra parte, Kendler y sus
siolítico o bien una alteración de la sensibilidad colaboradores (1992a), también estudiaron el TAG
del receptor benzodiacepínico (Nutt y col., 1990). en mujeres gemelas y llegaron a la conclusión de
Está claro que para delimitar el papel del receptor que el componente familiar de este trastorno era
GABA-benzodiacepínico es necesario proseguir la casi completamente genético, con un factor de he-
investigación. redabilidad del 30% aproximadamente.
534 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Incluso los estudios con gemelos están abier- Primera teoría de Freud sobre la neurosis de ansiedad
tos a la discusión, puesto que en ellos se asume que (id o ansiedad de impulsión). En sus primeras hi-
los padres tratan igual a los gemelos idénticos que pótesis sobre el origen de la ansiedad, Freud (1895a
a los gemelos fraternos. Una prueba más definiti- 1984/1962) postulaba que la ansiedad procedía de
va del componente genético en una enfermedad la transformación directa de la energía libidinosa
psiquiátrica puede derivarse de los estudios en que en los síntomas somáticos de la ansiedad, sin me-
se compara la tasa de concordancia en los gemelos diación de los mecanismos psíquicos. Basaba esta
idénticos y no idénticos que han sido adoptados, formulación en el tipo de prácticas y experiencias
separados de sus padres biológicos y criados en dis- sexuales de sus pacientes ansiosos, que se caracte-
tintos hogares. Hasta la fecha no se han publicado rizaban por un estado perturbado de excitación y
estudios de este tipo para el trastorno de ansiedad. continencia y por la práctica del coitus interruptus.
En un principio, los estudios genéticos molecula- Este tipo de ansiedad la denominó «ansiedad real»
res sobre las crisis de angustia en amplios linajes frente a la psiconeurosis, debido a la ausencia de in-
multigeneracionales parecían muy prometedores. tervención de los procesos psíquicos. Actualmen-
Sin embargo, en los últimos años se han descarta- te, a la ansiedad derivada de la urgencia abruma-
do varios marcadores genéticos y supuestos genes dora de los impulsos instintivos se la denomina id
candidatos. Actualmente continua investigándose o ansiedad de impulsión.
activamente en este área tan prometedora y, de En los años siguientes, Freud empezó a modifi-
hecho, hasta la fecha, existen más pruebas de he- car esta teoría. A pesar de que mantuvo el dogma
redabilidad en las crisis de angustia que en el tras- básico de que la ansiedad provenía de la energía se-
torno de ansiedad generalizada. xual no descargada, no mantuvo la necesidad de que
existieran barreras externas tales como las disfun-
ciones sexuales. De acuedo con el desarrollo de su
Teorías psicodinámicas
teoría topográfica de la mente, la ansiedad era el re-
En esta subsección presentamos los principales sultado de los impulsos sexuales prohibidos del sub-
puntos de referencia en la evolución de las teorías consciente y reprimidos por el preconsciente.
psicodinámicas sobre la ansiedad y las crisis de an-
gustia y su relación con los recientes avances bio- Teoría estructural y conflicto intrapsíquico. Hacia
lógicos. El lector interesado en profundizar en ex- 1926, con la llegada de la teoría estructural de la
posiciones y críticas más amplias de las teorías mente, la teoría de la ansiedad de Freud sufrió una
psicoanalíticas encontrará referencias interesantes gran transformación (Freud 1926/1959). Según
(Cooper, 1985; Michels y col., 1985; Nemiah, 1988). Freud, la ansiedad es un afecto que pertenece al ego
En la tabla 14-6 se resumen las teorías psicológicas y actúa como una señal de alerta de peligro interior
sobre las crisis de angustia. para el ego. El peligro proviene del conflicto in-
trapsíquico entre los impulsos instintivos del id,
las prohibiciones del superego y las demandas rea-
TABLA 14-6. TEORÍAS PSICOLÓGICAS DE LA ANGUSTIA les externas. La ansiedad actúa como una señal para
que el ego movilice los mecanismos de represión y
Teoría psicodinámica (no hace una distinción otras defensas que contrarresten la amenaza para el
cualitativa entre la ansiedad y la angustia). equilibrio intrapsíquico. Para evitar esta peligrosa
Primera teoría de Freud sobre la neurosis de ansiedad: situación, aparecen la inhibición y los síntomas
transformación fisiológica directa de la energía sexual neuróticos que permiten solamente una gratifica-
no descargada. ción parcial de los deseos instintivos, frenando así
la alerta ansiosa. En la teoría revisada, la ansiedad
Segunda teoría de Freud de la señal de ansiedad: la
ansiedad es una señal de la existencia de un conflicto conduce a la represión en lugar de lo contrario.
intrapsíquico dirigida al ego. El modelo del conflicto intrapsíquico de la an -
siedad constituye uno de los dogmas principales
Ansiedad de separación: aumento de la vulnerabilidad de la teoría psicoanalítica contemporánea. Los te-
psicológica a la separación.
óricos psicoanalistas posteriores a Freud, como Me-
Teoría conductual lanie Klein (1948) y Joachim Flescher (1955), con-
tribuyeron con sus aportaciones a la comprensión
Aparejamiento de un estímulo no condicionado con un
estímulo condicionado, que produce una respuesta psicodinámica del origen de la ansiedad. Así como
condicionada. Freud se concentró en el papel de los impulsos se-
xuales y del conflicto edípico en la génesis de la
Teoría cognitiva ansiedad, estos otros teóricos centraron la atención
Malinterpretación cognitiva catastrófica de las en el papel de los impulsos agresivos y de la diná-
sensaciones físicas incómodas y del afecto. mica preedípica en la génesis de este estado.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 535

A pesar de que las teorías psicoanalíticas no son ta aprendida, sino que está genéticamente progra-
aceptadas universalmente por los psiquiatras de mada y determinada biológicamente. En esta línea,
hoy en día, siguen siendo un instrumento valioso es de destacar que del 20 al 50% de los adultos con
para la comprensión y el tratamiento de por lo agorafobia y con un trastorno de angustia tienen
menos algunos pacientes. Es de señalar que la te- antecedentes de haber sufrido angustia de separa-
oría de Freud de la formación de la ansiedad no es ción patológica, a menudo en la forma de fobia es-
incompatible con las teorías biológicas de la an- colar, cuando eran niños. Además, la primera cri-
siedad. Aunque el primer modelo de la ansiedad de sis de angustia en la historia de un paciente que
Freud fue eclipsado por el modelo del conflicto, las desarrolla un trastorno de angustia es precedida al-
modernas teorías biológicas sobre las crisis de an- gunas veces por una pérdida real o por la amenaza
gustia presentan muchas reminiscencias de esta de una pérdida de una relación estrecha. Un estu-
formulación fisiológica original. Es más, Freud dio sistemático ha puesto de manifiesto que el nú-
mantuvo en numerosas ocasiones que la predispo- mero y la gravedad de acontecimientos vitales re-
sición biológica a los síntomas psiquiátricos ope- cientes —especialmente de acontecimientos
raba indudablemente en la mayoría de situaciones relacionados con una pérdida— era mayor en los
y que los factores constitucionales jugaban un pacientes que se estrenaban en el trastorno por cri-
papel en la adopción de unos síntomas neuróticos sis de angustia que en los controles sanos (Farave-
en particular en distintos pacientes. lli y Pallanti, 1989).
De hecho, la teoría psicoanalítica no nos sirve Las crías de los animales, cuando son separa-
para explicar los determinantes de las distintas for- das de sus madres, muestran su ansiedad por una
mas específicas en que se manifiestan los síntomas serie de chillidos llamados vocalizaciones de an -
ansiosos. Algunos pacientes tienen crisis de ansie- gustia. Se ha visto que la imipramina bloquea las
dad, otros tienen formas de ansiedad más crónicas, vocalizaciones de angustia en los perros (Scott,
otros tienen fobias, obsesiones o compulsiones. 1974) y en los monos (Suomi y col., 1978). Tal y
Con el fin de reconciliar esta impredictibilidad con como expondremos más adelante, la imipramina
la teoría psicodinámica clásica, se ha postulado que es un fármaco muy efectivo en el tratamiento de
los pacientes con conflictos inconscientes y con las crisis de angustia de los adultos. Partiendo de
una presdisposición neuronal para las crisis de an- la hipótesis del vínculo entre las crisis de angustia
gustia manifestarán su ansiedad en esta forma, de los adultos y la angustia de separación de la in-
mientras que los individuos sin esta predisposición fancia, Gittelman-Klein y Klein (1971) llevaron a
neuronal presentarán formas más leves de ansiedad término un estudio del tratamiento de la fobia es-
(Nemiah, 1981). colar con imipramina. En estos niños, el miedo a
La expansión de la teoría psicodinámica a lo la separación de sus madres suele ser la base de su
largo de las décadas ha dado lugar a la elaboración rechazo a acudir a la escuela. El fármaco probó su
de distintas formas de ansiedad y ha recibido una eficacia para conseguir que los niños regresaran a
atención creciente: ansiedad de aniquilación (de la escuela. En relación a este hecho, Weissman y
fusión o persecutoria), ansiedad de separación, an- sus colaboradores (1984) hallaron un aumento del
siedad por la pérdida del amor de otro, ansiedad de riesgo a padecer ansiedad de separación en los hijos
castración, ansiedad del superego, y ansiedad del de padres con un trastorno de angustia.
id. En particular, el énfasis en la dinámica preedí- En consecuencia, parece probado que el mismo
pica y la investigación en el desarrollo de la infan- fármaco que reduce las protestas por angustia en
cia, han provocado la aparición de las vanguardis- los mamíferos también disminuye la angustia de
tas teorías del vínculo, la importancia de la separación en los niños y bloquea las crisis de pá-
negociación del temor ubicuo a la pérdida de obje- nico de los adultos. Este hecho confirma el lazo
to y el papel central de la ansiedad de separación entre la angustia de separación y las crisis de an-
en la génesis de psicopatología. gustia en los humanos. Si la imipramina actúa en
las crisis de angustia, y si la angustia de separación
Ansiedad de separación. Al principio de la década está relacionada con la agorafobia, por qué motivo
de los sesenta, D.F. Klein (1964) propuso una ex- la imipramina es eficaz en la fobia escolar? Por otro
plicación etiológica para la agorafobia y las crisis lado, los pacientes con fobia escolar no tienen cri-
de angustia. Según esta teoría, en este tipo de pa- sis de angustia espontáneas. Tal vez tanto las cri-
cientes habría una alteración de la función del sis de angustia como el trastorno de angustia con
substrato biológico subyacente a la ansiedad de se- agorafobia estén ligados a un mecanismo de alte-
paración humana normal. Basándose en el trabajo ración en la separación respondiente a la imipra-
de Bowlby (1973), D.F. Klein (1981) aventuró la mina. Podría ocurrir que los pacientes adultos con
idea de que el vínculo de una cría sea animal o hu- crisis de angustia solamente, no recordaran grados
mana a su madre no es simplemente una respues- leves de angustia de separación cuando eran niños.
536 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Nosotros hemos constatado en cierto número de se simultanea con la experiencia de una taquicar-
niños, actualmente crecidos, que habían tenido an- dia (estímulo condicionado) y un estado de gran an-
gustia de separación de niños y no lo recordaban siedad. Mucho tiempo después del accidente, la ta-
una vez adultos (D.F. Klein, comunicación perso- quicardia producida durante un ejercicio intenso o
nal, 1986). por un contratiempo puede provocar la respuesta
Los psicoanalistas actuales, como respuesta a condicionada de una crisis de angustia.
esto, han propugnado que los modelos neurofisio- Pueden realizarse varias objeciones a esta teoría.
lógicos y etiológicos del mecanismo de separación En primer lugar, aunque en algunos pacientes el ini-
y pánico puede ser innecesariamente reduccionis- cio del trastorno de angustia coincide con situacio-
tas (Michels y col., 1985). Estos autores han recal- nes traumáticas, tales como una alteración del ti-
cado una inconsistencia entre la conceptualización roides, una intoxicación por cocaína, o un suceso
de las crisis de angustia como «espontáneas» y las que amenace la vida, en otros muchos pacientes no
historias frecuentemente informadas de ansiedad se encuentra ningún trauma desencadenante. En el
infantil por separación, sentenciando que las difi- caso de los pacientes con un TAG todavía es más
cultades psicológicas que se presentan en la sepa- difícil encontrar un acontecimiento precipitante que
ración pueden jugar un papel en la vulnerabilidad tenga sentido como estímulo condicionado. Tam-
subsecuente al pánico. Por otro lado, los psicoa- bién hay que tener en cuenta que la mayoría de res-
nalistas contemporáneos han dado más crédito al puestas condicionadas en los animales de laborato-
papel de los substratos biológicos en la génesis de rio se extinguen si no son reforzadas al menos de
los síntomas de ansiedad como mínimo en los pa- forma intermitente. Presumiblemente, los pacien-
cientes que «han desarrollado su estructura ansio- tes con un trastorno de angustia o con un TAG no
sa de la personalidad secundariamente a una des- sufren los sucesos traumáticos de forma repetida y
regulación biológica importante» , por lo que por lo tanto, deberían ser capaces de «desaprender»
«aunque se puedan hallar detonantes psicológicos su ansiedad y sus crisis de angustia, aunque esta si-
de la ansiedad, el umbral de la misma es lo sufi- tuación no se observa en la clínica. Por consiguien-
cientemente bajo en estos pacientes para que no te, a pesar de que las teorías del aprendizaje están
sea útil observar el suceso psicológico como etio- bien fundamentadas en la investigación con ani-
lógicamente significativo» (Cooper, 1985, p. 1398). males de experimentación, no parece que puedan
explicar la patogénesis de los trastornos de ansiedad
en los humanos.
Teorías del aprendizaje
Curso y pronóstico
Los teóricos conductuales o del aprendizaje sostie-
nen que la ansiedad viene condicionada por el temor El curso de la enfermedad sin tratamiento es alta-
a determinados estímulos ambientales. Si cada vez mente variable. En el momento actual, no existe
que un animal de laboratorio aprieta una palanca re- un medio fiable de saber si un paciente desarrolla-
cibe una descarga eléctrica nociva, el hecho de apre- rá o no, por ejemplo, una agorafobia. La enferme-
tar la palanca se convierte en un estímulo condi- dad parece seguir un curso fluctuante con recupe-
cionado que precede al incondicionado (descarga raciones espontáneas seguidas, meses o años más
eléctrica). El estímulo condicionado provoca una tarde, de una recaída. En el peor de los casos, al-
respuesta condicionada en el animal, la ansiedad, gunos pacientes se recluyen en su hogar durante
que evita el contacto posterior con la palanca y con- décadas.
secuentemente la descarga eléctrica. El éxito en la El tratamiento, descrito en detalle más abajo,
evitación del estímulo incondicionado refuerza la dirigido al bloqueo de los ataques espontáneos está
conducta evitante y disminuye el nivel de ansiedad. indicado en cualquier momento de la evolución de
Análogamente, podemos decir que las crisis de la enfermedad en que ocurran dichos ataques. Los
angustia son respuestas condicionadas a situacio- resultados suelen ser espectaculares. El bloqueo
nes temidas. Por ejemplo, los niños aprenden que farmacológico precoz de las crisis de angustia,
si su madre está ausente (el estímulo condiciona- antes de que la evitación fóbica se convierta en un
do) tendrán hambre (el estímulo incondicionado) modus vivendi inalterable, suele conseguir la re-
y aprenden a estar ansiosos automáticamente misión completa. Incluso al cabo de unos años de
cuando su madre no está presente (la respuesta enfermedad, la interrupción farmacológica de las
condicionada). La ansiedad puede persistir incluso crisis puede terminar con la ansiedad anticipato-
cuando los hijos son suficientemente mayores para ria y las fobias sin ningún otro tratamiento.
alimentarse por sí mismos. Para poner otro ejem- De todos modos, un gran número de pacientes
plo, una situación de amenaza para la vida (p. ej., con evitación fóbica importante continúan con
derrapar con el coche en una tormenta de nieve), miedo a enfrentarse a las situaciones temidas des-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 537

pués del bloqueo de las crisis de angustia. Tales pa- Anteriormente se creía que esta asociación podría
cientes requieren otras formas de intervención que ser debida al hecho de que los pacientes con un
se describen en otro capítulo de este libro. trastorno de angustia son más propensos que la po-
En un estudio se pudo observar una mayor in- blación normal a sufrir un trastorno depresivo y al
cidencia de muerte cardiovascular prematura y de alcoholismo en algún momento de sus vidas, y esto
suicidio entre los pacientes con un trastorno de an- en parte aún se puede considerar válido. Sin em-
gustia comparados con los controles normales bargo, Allgulander y Lavori (1991) realizaron un
(Coryell y col., 1982). Todos los pacientes estu- importante estudio retrospectivo en Suecia, ha-
diados habían sido hospitalizados en un momento llando un aumento del riesgo de suicidio en los pa-
dado, lo cual permite suponer que se trataba de un cientes con un trastorno de angustia sin evidencia
grupo de pacientes más grave de lo habitual en la de otros diagnósticos comórbidos. Los datos epi-
práctica clínica. La posible relación entre el páni- demiológicos apoyan estos resultados. En el estu-
co y la muerte prematura ha recibido una atención dio ECA, la tasa a lo largo de la vida de los inten-
más sistematizada en las últimas investigaciones, tos de suicidio en las personas con un trastorno de
lo cual ha conducido a hallazgos muy interesantes. angustia no complicado fue del 7%, cifra aproxi-
El aumento en la tasa de muerte por enferme- madamente igual al 7,9% que se observa en los pa-
dad cardiovascular descrito en el estudio de Cor- cientes con un trastorno depresivo no complicado
yell y sus colaboradores ha sido parcialmente apo- (Johnson y col., 1990). El estudio ECA también do-
yado por un estudio epidemiológico realizado por cumentó una variedad de aspectos frecuentemen-
Weissman y su grupo (1990). En este estudio se ob- te descuidados de la importante morbilidad aso-
servó que los pacientes con un trastorno de an- ciada con el trastorno de angustia (Markowitz y
gustia poseían un riesgo significativamente mayor col., 1989). Actualmente no se sabe exactamente
de sufrir infartos que los pacientes con otro tipo de cómo puede conducir el trastorno de angustia al
enfermedad psiquiátrica, aunque en este trabajo se suicidio. Se puede especular que una mala calidad
han observado varias limitaciones metodológicas. de vida, producida por un sentimiento subjetivo de
Es importante recalcar que estos riesgos médicos mala salud, dependencia financiera y disfunción
no son siempre evidentes para los médicos que vi- social y laboral, pueden conducir a una desmorali-
sitan a los pacientes en su status habitual bajo tra- zación y a un desespero que aumenta el riesgo sui-
tamiento por el trastorno de angustia. En la ma- cida. En resumen, actualmente debemos estar
yoría de los pacientes, la exploración médica es mucho más atentos para observar los riesgos mór-
anodina. La única alteración cardiovascular que se bidos y mortales que parecen estar asociados con
presenta en un alto porcentaje de estos pacientes el trastorno de angustia puro.
es el prolapso de la válvula mitral. Esta asociación En contraste con el trastorno de angustia, nues-
podría proporcionar una explicación para la alta in- tra capacidad para realizar una descripción clínica
cidencia de muerte por enfermedad cardiovascular completa del TAG es limitada. Gran parte de lo
en los pacientes con un trastorno de angustia; sin que sigue es provisional y precisa ser completado
embargo, el prolapso de la válvula mitral no es en por varios estudios de investigación.
sí mismo una causa corriente de muerte prematu- No hay un suceso singular y abrumador que
ra o de morbilidad importante. Otra explicación lleve al paciente con un TAG a buscar ayuda. En
posible para este aumento de los riesgos cardio- general estos pacientes llegan al cabo del tiempo a
vasculares y cerebrovasculares podría estar rela- la conclusión de que su experiencia de tensión, hi-
cionado con su estilo de vida. Estos pacientes tien- peractividad, preocupación y ansiedad crónicas no
den a tener una vida sedentaria, observándose en es normal. A menudo, suelen decir que en su vida
algunos de ellos que el ejercicio físico vigoroso pre- no ha habido un solo momento que recuerden en
cipita sus crisis de angustia y en consecuencia evi- el que no estuvieran ansiosos.
tan cualquier tipo de ejercicio. El alto consumo de En un estudio de un número reducido de pacien-
cigarrillos, el alcoholismo y las dietas pobres tam- tes, el TAG resultó ser una perturbación más cró-
bién pueden contribuir al aumento de riesgo de en- nica que el trastorno de angustia (Raskin, 1982) con
fermedad cardiovascular en este tipo de pacientes. menos períodos de remisión espontánea.
Alternativamente, también se ha observado que También es común la presencia de síntomas dis-
tanto la dilatación ventricular izquierda como el fóricos moderados asociados al TAG. Aunque no
aumento del riesgo de la enfermedad tromboem- presente todo el abanico de signos vegetativos, ni
bólica pueden influir en esta asociación (Weissman la anhedonia ni la disforia no reactiva característi-
y col., 1990). cos del trastorno depresivo, al paciente con un TAG
La supuesta asociación entre el trastorno por expresa un sentimiento de frustración, disgusto con
angustia y el aumento del riesgo de suicidio ha sido su vida, desmoralización y desesperanza. Se ha
un foco de atención durante estos últimos años. dicho que el abuso de alcohol, de barbitúricos y de
538 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

medicación ansiolítica es común en este grupo de Diagnóstico diferencial


pacientes. Existe un importante solapamiento entre
el TAG y la depresión crónica. Breslau y Davis Otras enfermedades psiquiátricas . Aunque los
(1985) demostraron que si el TAG persiste durante trastornos orgánicos que pueden imitar un tras-
seis meses, tal como requieren la definición del torno de ansiedad pueden ser descartados fácil-
DSM-III-R y la del DSM-IV, la comorbilidad con el mente, los trastornos psiquiátricos que producen
trastorno depresivo es muy elevada. Además, algu- una ansiedad patológica pueden hacer difícil el
nos pacientes con un TAG tienen antecedentes de diagnóstico diferencial del trastorno de angustia o
crisis de angustia ocasionales en el pasado. del TAG. El problema de diagnóstico diferencial
Actualmente no poseemos información sufi- más importante se produce entre el trastorno pri-
ciente respecto a la edad real de inicio de esta enfer- mario por ansiedad y la depresión.
medad, de su historia natural ni de su pronóstico. Los pacientes depresivos suelen manifestar sig-
nos de ansiedad y agitación e incluso pueden tener
claras crisis de angustia. Por otro lado, los pacien-
Diagnóstico
tes con un TAG o con un trastorno de angustia, si
Signos físicos y conducta permanecen mucho tiempo sin tratamiento, se des-
moralizan progresivamente a medida que el im-
Se realiza el diagnóstico de trastorno de angustia
pacto de la enfermedad restringe su capacidad para
cuando un paciente experimenta crisis de angustia
disfrutar de una vida normal. Esta situación se
que son discretas y espontáneas, y que van seguidas
complica aún más por el hecho, presente en algu-
por un período de un mes en el que se observa de
nos aunque no todos los estudios, de que los pa-
forma persistente anticipación ansiosa o cambios
cientes con un trastorno de ansiedad tienen más
conductuales. Estas crisis de angustia se caracteri-
antecedentes familiares de trastorno afectivo que
zan por la aparición súbita de un estado creciente
la población normal.
de ansiedad y temor al que se añade la presencia de
Aunque la diferenciación entre ansiedad y de-
por lo menos cuatro síntomas físicos. Por último,
presión puede ser difícil hasta para el médico más
estos ataques no son secundarios a un factor orgá-
experto, existen algunos puntos de ayuda. Los pa-
nico conocido o a otra enfermedad mental.
cientes con un TAG o con un trastorno de angus-
El diagnóstico de TAG se lleva a cabo cuando
tia no presentan, generalmente, todo el abanico de
un paciente experimenta un estado de ansiedad o
síntomas vegetativos que se observan en la depre-
preocupación excesiva durante un mínimo de seis
sión. Por ejemplo, los pacientes ansiosos suelen
meses. También deben estar presentes tres de los
tener problema en iniciar el sueño, pero no pre-
seis síntomas físicos. Finalmente, la ansiedad cró-
sentan un despertar precoz, no suelen perder el ape-
nica no es secundaria a ningún otro trastorno del
tito ni su capacidad de concentración. En el tras-
Eje I ni a un factor orgánico específico.
torno de ansiedad no es corriente la variación
No siempre el diagnóstico de estos trastornos
diurna del estado de ánimo. Quizá lo más impor-
es obvio, ya que existen varios trastornos psiquiá-
tante es que la mayoría de pacientes ansiosos no
tricos y médicos que pueden confundirse con ellos
pierden la reactividad del humor como les ocurre
(ver la Tabla 14-7).
a los depresivos endógenos.
De mayor dificultad es la distinción entre la de-
presión atípica y los trastornos de ansiedad debido
TABLA 14-7. DIAGNOSTICO DIFERENCIAL
PSIQUIÁTRICO Y MÉDICO DEL a la ausencia de los síntomas más endógenos en la
TRASTORNO DE ANGUSTIA depresión atípica. No obstante, aunque los pa-
cientes con depresión atípica conservan la reacti-
Psiquiátrico vidad del humor, tienden a hundirse más rápida-
Trastorno de ansiedad Trastorno de mente que los ansiosos. Frecuentemente las crisis
generalizada despersonalización de angustia coexisten con la depresión atípica y
Trastornos depresivos Trastornos somatomorfos este hecho aumenta la respuesta positiva a los in-
Esquizofrenia Trastornos del carácter hibidores de la monoamino oxidasa (IMAO) de los
pacientes con depresión atípica (Liebowitz y col.,
Médico
1984b).
Hipertiroidismo Feocromocitoma El orden en la presentación de los síntomas dis-
Hipotiroidismo Hipoglicemia tingue también la ansiedad de la depresión. En los
Hiperparatiroidismo Vértigo auténtico casos con un trastorno de angustia o con un TAG,
Prolapso de la válvula Síndrome de abstinencia a
mitral una droga los síntomas ansiosos suelen preceder a cualquier
Insuficiencia coronaria Síndrome de abstinencia al alteración seria del estado de ánimo. Los pacientes
alcohol pueden recordar haber empezado con las crisis de
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 539

angustia y poco a poco entrar en un estado de des- luación del nivel de hormona estimulante del ti-
moralización y finalmente de depresión. En cam- roides, en todos los pacientes que se quejan de an-
bio, en la depresión los pacientes experimentan pri- siedad. En cualquier caso, debe tenerse en cuenta
mero la disforia y posteriormente los síntomas de que la enfermedad del tiroides puede actuar como
ansiedad. En cualquier caso, el trastorno de an- desencadenante del trastorno de angustia, por lo
gustia puede complicarse con una depresión mayor que, incluso ante una disfunción tiroidea prima-
secundaria y viceversa. ria, es preciso tratar las crisis de angustia de forma
Algún otro trastorno psiquiátrico plantea el específica cuando están presentes.
diagnóstico diferencial con el trastorno de angus-
tia y el TAG. Los pacientes con un trastorno de C a r d i o p a t í a s . Durante varios años ha existido
somatización se quejan de diversas dolencias y mo- mucho interés en el estudio de la relación entre las
lestias que no son confirmadas por la exploración crisis de angustia y el prolapso de la válvula mi-
física ni por los análisis de laboratorio. Debido a tral. Habitualmente, el prolapso de la válvula mi-
su constante preocupación, pueden parecer pa- tral es un afección benigna, y diversos investiga-
cientes con un TAG, pero se distinguen de éstos dores han puesto de manifiesto que es más
porque su preocupación se centra casi exclusiva- frecuente en los pacientes con un trastorno de an-
mente en las molestias físicas. A diferencia de los gustia que en el resto de la gente. No obstante, el
pacientes con un trastorno de angustia, los pa- estudio de los pacientes con un prolapso de la vál-
cientes con un trastorno de somatización no pre- vula mitral conocido no ha revelado una frecuen-
sentan sus problemas físicos de forma episódica y cia mayor de trastorno de angustia en ellos que en
en ataques sino que lo hacen de forma constante. la población general.
Los pacientes con un trastorno de despersona- Aunque los pacientes con un prolapso de la vá-
lización sufren episodios de desrealización/des- vula mitral se quejan ocasionalmente de palpita-
personalización sin los otros síntomas de una cri- ciones, dolor precordial, sensación de mareo y fa-
sis de angustia. No obstante, las crisis de angustia tiga, no es frecuente que presenten una crisis de
van acompañadas con cierta frecuencia de las vi- angustia completa. En la Tabla 14-8 se presenta
vencias de despersonalización y de desrealización. una comparación de los síntomas que aparecen en
A pesar de que los pacientes con un trastorno de el prolapso de la válvula mitral y en el trastorno de
angustia suelen temer perder el autocontrol o vol- angustia. Los pacientes con un trastorno de an-
verse locos, los trastornos psicóticos no forman gustia con o sin prolpaso de la válvula mitral son
parte de la evolución del trastorno de ansiedad. parecidos en muchos aspectos importantes. El tra-
Tranquilizar al paciente en este aspecto es un pri- tamiento de las crisis de angustia funciona inde-
mer paso para un tratamiento con éxito. pendientemente de la presencia del prolapso de
No hay duda de que algunos pacientes con un la válvula, y los pacientes que tienen ambos tras-
trastorno de ansiedad abusan del alcohol y de otras
drogas ilícitas con efecto sedante en un intento de
automedicarse (Quintkin y Rabkin, 1982). En un TABLA 14-8. COMPARACIÓN DE LOS SÍNTOMAS DEL
estudio, un grupo de alcohólicos con antecedentes PROLAPSO DE LA VÁLVULA MITRAL CON
LOS DEL TRASTORNO POR ANGUSTIA
de trastorno de angustia, tras la conveniente de-
sintoxicación, fue tratado farmacológicamente para Prolpaso de la Trastorno de
el bloqueo de las crisis de angustia (Quitkin y Rab- Síntomas válvula mitral angustia
kin, 1982). Estos pacientes no reiniciaron el con-
sumo de alcohol una vez se eliminaron las crisis Fatiga + —
de angustia. En consecuencia, en todo paciente con Disnea + ++
abuso de sustancias tóxicas debería evaluarse la po- Palpitaciones ++ ++
Dolor torácico ++ +
sibilidad de que hubieran iniciado su enfermedad
Síncope + —
con crisis espontáneas de trastorno de angustia o Sofocación — ++
de trastorno de ansiedad. Tal y como expondremos Mareo — ++
más adelante en este capítulo, la fobia social se aso- Desrealización — ++
cia a menudo con el alcoholismo en su inicio, man- Oleadas de frío/calor — ++
tenimiento o recaída. Sudoración — ++
Desmayo — ++
Hipertiroidismo o hipotiroidismo. Tanto el hiper- Temblor — ++
Miedo a morir, a volverse— ++
tiroidismo como el hipotiroidismo pueden mani- loco o a perder el
festarse solamente por la presencia de síntomas de control
ansiedad. Por esta razón, se impone un análisis ru- Nota: + = ocasionalmente; ++ = presente a menudo; = raramente
tinario de la función tiroidea, incluyendo la eva- presente.
540 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

tornos son tan sensibles a la infusión de lactato só- En la patología del nervio vestibular aparecen epi-
dico como los que sólo tienen un trastorno de an- sodios de vértigo, sensación de mareo, náusea y an-
gustia. Algunos autores han especulado sobre la siedad que simulan las crisis de angustia. En lugar de
posibilidad de que el prolapso de la válvula mitral una sensación simplemente de mareo, estos pacien-
y el trastorno de angustia representen manifesta- tes suelen experimentar un vértigo real con la sen-
ciones de un mismo trastorno subyacente de la sación de que los objetos del entorno giran a su alre-
función del sistema nervioso autónomo (Gorman dedor. En estos casos debe realizarse una consulta
y col., 1981). Otros autores han sugerido que las otorrinolaringológica. Algunos pacientes con un tras-
crisis de angustia podrían causar el prolalpso de la torno de angustia se quejan principalmente de sen-
válvula mitral mediante la generación de estados sación de mareo e inestabilidad. Actualmente se está
intermitentes de altos niveles circulantes de cate- estudiando si estos pacientes forman un subgrupo di-
colaminas y taquicardia (Mattes, 1981). Se ha des- ferenciado con una anomalía neurológica.
crito la desaparición del prolapso de la válvula mi- A pesar de que muchos pacientes creen que su
tral si se mantiene el trastorno de angustia bajo trastorno de ansiedad puede ser reactivo a una hi-
control (Gorman y col., 1981). poglicemia, no hay ninguna prueba científica de
Lo cierto es que la presencia del prolapso de que este estado pueda ocasionar una perturbación
la válvula mitral en los pacientes con un tras- psiquiátrica. La prueba de la tolerancia a la gluco-
torno de angustia es poco relevante de cara a la sa no ayuda a establecer que la hipoglicemia cause
clínica o al pronóstico y al manejo terapéutico de la ansiedad, ya que alrededor del 40% de la pobla-
las crisis. Está por ver qué puede aportarnos res- ción normal presenta una cifra baja de glucosa en
pecto a la etiología de las crisis de angustia, as- sangre cuando se realiza un test de tolerancia a la
pecto que actualmente está en período de inves- glucosa. El único medio convincente de probar esta
tigación. hipótesis es hallar una hipoglicemia simultánea a
los síntomas de ansiedad. Los estudios de pruebas
Otras enfermedades médicas. El hiperparatiroi- de tolerancia a la insulina en los pacientes con un
dismo se manifiesta ocasionalmente con síntomas trastorno de angustia arrojan resultados negativos
de ansiedad, por lo cual es necesaria la determina- al respecto.
ción del calcio sérico antes de que se realice el diag-
nóstico definitivo.
Tratamiento
Diversas patologías cardíacas pueden presen-
tarse inicialmente como síntomas de ansiedad,
Farmacoterapia
aunque en la mayoría de los casos el paciente se
queja sobretodo de dolor torácico, de «brincos» del A n t i d e p r e s i v o s . El efecto esencial en el trata-
latido o de palpitaciones. Deben descartarse la car- miento de los trastornos de angustia es el bloqueo
diopatía isquémica y las arritmias, especialmente de las crisis de pánico espontáneas. Para lograr este
la taquicardia auricular paroxística, mediante el objetivo se han utilizado varios tipos de medica-
electrocardiograma. ción, ofreciéndose un resumen de los tratamientos
El feocromocitoma es un tumor poco frecuen- farmacológicos del trastorno por angustia en la
te de la médula suprarrenal que segrega catecola- Tabla 14-9. Las medicaciones más utilizadas y es-
minas en accesos episódicos. Durante una fase ac- tudiadas son las del grupo de los antidepresivos tri-
tiva, el paciente experimenta rubor, temblor y cíclicos, especialmente la imipramina. Otros tri-
ansiedad. La presión sanguínea suele elevarse en cíclicos, como la desipramina, también son
la fase de secreción de catecolaminas pero no el efectivos, aunque no se han estudiado de un modo
resto del tiempo. Por lo tanto, una presión san- tan exaustivo como la imipramina. La nortriptili-
guínea normal no descarta la existencia del feo- na no ha sido estudiada de forma sistemática, pero
cromocitoma. Si se sospecha esta patología, el a través de la experiencia clínica se ha observado
diagnóstico puede realizarse mediante la deter- que también es eficaz. La presencia de un estado
minación de la concentración de metabolitos de de ánimo depresivo no es un predictor ni un re-
las catecolaminas en la orina recogida durante 24 quisito para que estos fármacos sean efectivos para
horas. En un estudio realizado con pacientes con bloquear una crisis de angustia. En la Tabla 14-10
un feocromocitoma confirmado, aproximadamen- se resumen los estudios controlados realizados con
te la mitad cumplían con los criterios de los sín- tricíclicos para el tratamiento de las crisis de an-
tomas físicos de las crisis de angustia, aunque nin- gustia y/o del trastorno de angustia.
guno de ellos tenía un trastorno de angustia, Cuando se instaura un tratamiento farmacoló-
debido a que no experimentaban terror durante los gico a un paciente con un trastorno de angustia, es
ataques ni desarrollaron anticipación ansiosa ni de importancia crucial explicarle que el fármaco
agorafobia (Starkman y col., 1990). bloqueará las crisis de angustia pero que no redu-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 541

TABLA 14-9. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL se la dosis a razón de 25 mg cada tres días o de 50
TRASTORNO DE ANGUSTIA mg semanalmente hasta llegar a los 300 mg. La ma-
yoría de pacientes necesitan 150 mg diarios de este
Antidepresivos tricíciclos fármaco, pero desafortunadamente es frecuente
Indicaciones generales: Eficacia mejor establecida. que se les inframedique. En algunos casos, puede
Imipramina: mejor estudiada. ser precisa la administración de 300 mg de imi-
Desipramina: poca tolerancia a los efectos secundarios pramina. En el caso de los pacientes con un tras-
anticolinérgicos. torno de angustia que no responden a 300 mg/día
Nortriptilina: propensión a la hipertensión ortostática. de imipramina deben determinarse los niveles plas-
Inhibidores de la recaptación de serotonina máticos del tricíclico. En ocasiones los niveles
Indicaciones generales: incapacidad de tolerar los plasmáticos pueden ser desproporcionadamente in-
tricíclicos; síntomas obsesivo-compulsivo comórbidos. feriores a los esperados, lo cual sugiere un rápido
Clomipramina: selectividad parcial para la serotonina y metabolismo o excreción, un problema de malab-
la noradrenalina.
sorción o un mal cumplimiento de las instruccio-
Fluoxetina: menor efecto secundario anticolinérgico que
nes. Si el paciente presenta un exceso de efectos
los tricíclicos.
secundarios anticolinérgicos, puede utilizarse de-
Sertralina: menor efecto secundario anticolinérgico que
los tricíclicos. sipramina en lugar de imipramina. Los pacientes
Fluvoxamina: eficacia establecida; menor efecto ancianos y aquellos que sean muy sensibles a la hi-
secundario anticolinérgico que los tricíclicos potensión ortostática deberían ser tratados con nor-
Inhibidores de la monoamino-oxidasa triptilina.
Indicaciones generales: mala respuesta o intolerancia a Los inhibidores de la manoamino oxidasa son
los tricíclicos; síntomas depresivos atípicos igualmente efectivos que los antidepresivos tricí-
comórbidos; síntomas comórbidos de fobia social. clicos en el tratamiento de las crisis de angustia.
Fenelzina: más estudiada. Tanto la fenelzina como la tranilcipromina tratan
Tranilcipromina: produce menos sedación. con éxito la angustia, aunque la fenelzina se ha es-
Benzodiacepinas de potencia elevada tudiado de un modo más extenso. La fenelzina
Indicaciones generales: mala respuesta o intolerancia a puede empezar a administrarse a razón de 15 mg
los tricíclicos; ansiedad de anticipación importante o diarios por la mañana. La dosis puede aumentarse
evitación fóbica. en 15 mg cada 4 o 7 días según la tolerancia, hasta
Alprazolam: más estudiado. alcanzar los 60/90 mg diarios. Si preocupan la se-
Clonazepam: larga duración; dosificación menos dación o la ganancia de peso, entonces puede uti-
frecuente, menos síndrome de abstinencia.
lizarse la tranilcipromina, empezando con 10 mg
diarios por la mañana, y aumentando 10 mg cada
4 días hasta llegar a 80 mg diarios. Los tricíclicos
cirá necesariamente la ansiedad anticipatoria. En suelen preferirse a los IMAO debido a que no son
los pacientes que sufren una ansiedad grave, para necesarias las restricciones dietéticas y se evita el
poder reducir la anticipación ansiosa, puede ser útil riesgo de crisis hipertensivas. Sin embargo, los
que durante un corto espacio de tiempo tomen si- IMAO son una opción a considerar en los pacien-
multáneamente una benzodiacepina, que puede ser tes que no toleran o no responden a los antidepre-
suprimida gradualmente y retirada a las semanas sivos tricíclicos. Para los pacientes con una depre-
de haber iniciado el tratamiento con un fármaco sión atípica concomitante o con una fobia social,
antidepresivo. los IMAO pueden ser los fármacos de primera elec-
Algunos pacientes con un trastorno de angus- ción.
tia muestran una hipersensibilidad inicial a los tri- Algunos ensayos clínicos controlados y abier-
cíclicos, quejándose de nerviosismo, agitación, una tos han mostrado que los inhibidores de la recap-
sensación de «aceleración» y de insomnio. Aunque tación de la serotonina, como la clomipramina, la
estos síntomas son transitorios, ésta es una de las fluoxetina y la fluvoxamina, son también alta-
razones para que los pacientes opten por no tomar mente efectivos en el tratamiento de las crisis de
la medicación. Por lo tanto es recomendable en los angustia. Los estudios controlados realizados con
pacientes con un trastorno de angustia empezar estos fármacos se resumen en la Tabla 14-11. Dada
con dosis más bajas de antidepresivos que las que su elevada seguridad y su facilidad de administra-
se utilizarían en los pacientes deprimidos. ción comparada con la de los IMAO, los inhibido-
Un régimen estándar empieza con una dosis de res de la recaptación de la serotonina pueden ser
10 mg de imipramina al acostarse, aumentando la los fármacos de elección en los pacientes que no
dosis 10 mg cada dos días hasta alcanzar los 50 mg. responden o que no toleran los antidepresivos
La dosis puede administrarse en una sola toma. Si no tricíclicos. En presencia de síntomas obsesivo-
se consigue el bloqueo con 50 mg, puede aumentar- compulsivos, éstos serían los fármacos de elección.
542 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-10. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE TRICÍCLICOS EN LA AGORAFOBIA CON CRISIS DE
ANGUSTIA Y/O TRASTORNO POR ANGUSTIA

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diariaa Duración Resultado final Limitaciones

D. F. Klein Muestra de IMI vs. CPZ IMI hasta 6 semanas IMI superior a la CPZ o En la mitad de la
(1964) pacientes vs. P 300 mg; al P en la ansiedad muestra se hicieron los
ingresados CPZ hasta fóbica diagnósticos
mezclados 1.200 mg retrospectivamente
(N = 331)
Zitrin y col., Muestra de IMI + IMI hasta 26 semanas IMI superior al P en los Todos los pacientes
(1983) pacientes con terapia 300 mg; agorafóbicos y en la recibieron también
mezcla de fobias conductual dosis media mezcla de fobias con algún tipo de
(N = 218) vs. IMI + de IMI de crisis de angustia, no psicoterapia; la terapia
terapia de 204 mg en las fobias específicas conductual no incluyó
apoyo vs. P sin crisis de angustia la exposición
+ terapia
conductual
Zutrin y col. Agorafobia con IMi + IMI hasta 26 semanas IMI superior al P en las No se trato a ningún
(1980) crisis de angustia exposición 300 mg crisis de angustia, en la paciente sin terapia
(N = 76) in vivo vs. fobia primaria y en el conductual
P+ resultado global; la concomitante; no se
exposición in depresión fue un hace relación de las
vivo predictor negativo para dosis reales
la IMI
Sheehan y col. Crisis de angustia IMI vs. IMI hasta 12 semanas Ambos fármacos Dosis modestas;
(1980) más fobias PHEN vs. P 150 mg; superiores al P; PHEN psicoterapia para todos
(N = 57) Phen hasta superior a la IMI en 2 los pacientes; tamaño
45 mg de cada 13 pacientes; la de la muestra limitado
depresión no fue si se comparan dos
predictor de respuesta grupos con fármacos
activos; valoración
limitada de las crisis
Mc Nair y Kahn Agorafobia y otras IMI vs. IMI hasta 8 semanas Superioridad de la IMI Dosis modestas; no se
(1981 fobias con crisis CDX 200 mg; en las crisis de angustia da la proporción de
de angustia CDX hasta y en la depresión pacientes que
(N = 57) 80 mg; respondieron al
dosis media tratamiento
de IMI 132
mg, de
CDX 55 mg

Marks y col. Agorafobia Diseño 2 × 2: IMI hasta 28 semanas No hubo un efecto Dosis modestas; la
(1983) (N = 45) IMI vs. P + 200 mg; significativo de la IMI; terapia concomitante
exposición dosis media gran mejoría del 74% incluye fracasos
vs. relajación; IMI 124 mg con IMI vs. mejoría del métidos previos; entre
todos los (6. a sem); 55% con P las retiradas del
pacientes IMI 158 mg tratamiento se incluye
realizaron (14. a sem) a dos pacientes de
auto- rápida respuesta a la
exposición IMI; no se refiere el
en casa resultado en relación a
la dosis de IMI; el
tamaño limitado de la
muestra favorece la
posibilidad de error
tipo 2
Telch y col. Agorafobia con IMI + no Dosis 26 semanas En las semanas 8 y 26; Posible error tipo 2
(1985) crisis de angustia exposición media a la IMI + exposición debido al pequeño
(N = 37) vs. IMI + 8.a sem de superior a P + tamaño de la muestra
exposición; el 183-197 exposición y a IMI + para cada grupo
grupo de no mg/día; a la no exposición; efectos terapéutico; aumento
exposición sem 26 débiles anticrisis de la de la frecuencia de
recibió dosis media IMI sin exposición crisis en el grupo de
instrucciones de 179 mg- concomitante IMI + no exposición
de 181 mg/día durante las semanas 8
antiexposición y 26 por razones
durante las inexplicadas,
primeras 8 posiblemente debido a
semanas las dosis escasas y a
pocas visitas de
farmacoterapia
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 543

TABLA 14-10. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE TRICÍCLICOS EN LA AGORAFOBIA CON CRISIS DE
ANGUSTIA Y/O TRASTORNO POR ANGUSTIA (continuación)

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diariaa Duración Resultado final Limitaciones
Mavissakalian y Agorafobia con Diseño 2 x Hasta 200 12 semanas IMI superior al P; no Evaluación atípica de
Michaelson crisis de angustia 2: IMI vs. P mg de IMI; diferencias las crisis (crisis de
(1986a) (N = 63) + terapia dosis media significativas entre el angustia o síntomas de
de grupo de diaria 130 grupo de exposición in ansiedad en los últimos
exposición mg; vivo y el de práctica 3 días sin causa obvia o
in vivo vs. sesiones programada; dosis de crisis de angustia
discusiones semanales alrededor de 150 espontánea en el
de práctica de terapia mg/día de IMI se hogar); dosis media de
programada; en grupo asocian a una buena IMI baja
todos los respuesta en el 75% de
pacientes los pacientes
realizaron
auto-
exposición en
casa
Mavissakalian y Igual a la anterior Igual al Retirada de 1 mes de Continuó la El seguimiento después
Michaelson, anterior las drogas a seguimiento superioridad de la IMI del primer mes no fue
inicial (1986b) ciegas del estudio sobre el P; el grupo de con tratamiento a
durante anterior exposición in vivo ciegas; el tratamiento
12-14 días mejor que el de subsiguiente no fue
tras la práctica programada controlado
respuesta
terapéutica
Munjack y col. Agorafobia con IMI con Hasta 300 6 semanas Sin diferencias Ni el médico ni el
(1985 crisis de angustia asesor a mg de IMI; de cada significativas entre la paciente eran ciegos al
o con trastorno ciegas vs. hasta 160 fármaco IMI y el propanolol; no fármaco; no hubo
de angustia propanolol mg de relación significativa control del grupo
(N = 23) propanolol; entre la dosis y el placebo; amplia retirada
dosis media resultado en cada del tratamiento (15 de
de IMI de fármaco 38); 10 de cada 23
126 mg pacientes con IMI no
llegaron a más de 150
mg/día; 7 de cada 23
pacientes con
propanolol no tomaron
más de 80 mg/día
Mavissakalian y Trastorno de IMI a dosis IMI a dosis 8 semanas Con IMI a dosis Retirada del
Perel (1989) angustia con elevadas vs. elevadas elevadas el 83% de los tratamiento
agorafobia IMI a dosis (193 mg); pacientes respondió significativamente
(N = 43) medias vs. IMI a dosis bien a la angustia y el mayor en el grupo de
IMI a dosis medias (94 67% de los pacientes IMI a dosis elevadas
bajas vs. P mg); IMI a respondió bien a la
dosis bajas fobia
(38 mg)
(medias)
Nota: IMI = Imipramina; CPZ = clorpromacina; PHEN = fenelcina; CDX = clordiacepóxido; P = placebo.
aUltima semana del estudio; dosis máximas anotadas indicadas por «hasta»; las dosis reales administradas (cuando se conocían) indicadas por las dosis
«medias».

Del mismo modo que los antidepresivos tricícli- entre 4 y 12 semanas de tratamiento. Posteriormen-
cos, la fluoxetina puede producir una sobreesti- te, la duración del tratamiento para la la prevención
mulación incómoda en los pacientes con crisis de de recaídas posteriores variará según el curso natu-
angustia si se empieza a administrar a la dosis ha- ral del trastorno de angustia. Este trastorno puede
bitual de 20 mg/día. Por lo tanto, es recomendable ser caracterizado como de curso crónico, con exa-
empezar con una dosis de 5 mg/día, e ir aumen- cerbaciones y remisiones. En consecuencia, aún no
tándola cada semana en 5 mg. Una dosis diaria de se ha llegado a un acuerdo en cuanto a la duración
20 mg es adecuada para la mayoría de los pacien- del tratamiento. En un estudio prospectivo reali-
tes. La clomipramina se ha utilizado a dosis que zado por Noyes y sus colaboradores (1989) se ha
varían entre los 25 y los 200 mg diarios, según la observado que la mayoría de pacientes angustiosos
respuesta individual del paciente. tratados inicialmente con antidepresivos tricícli-
La remisión completa de las crisis de angustia cos presentaban un pronóstico relativamente
mediante los antidepresivos normalmente requiere bueno cuando fueron seguidos durante unos pocos
544 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-11. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE INHIBIDORES DE LA RECAPTACIÓN DE LA SEROTONINA EN


LA AGORAFOBIA CON CRISIS DE PÁNICO Y/O TRASTORNO DE PÁNICO

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diariaa Duración Resultado final Limitaciones
Den Boer Crisis de FLX vs. FLX y 6 semanas FLX superior a MAP Dosis modestas; los
(1988) angustia con o MAP MAP en las crisis de efectos secundarios del
sin evitación hasta 150 angustia, ansiedad grupo MAP
fóbica (N = 44) mg general y pronóstico sugieren un
global establecimiento muy
rápido de la dosis
final

Den Trastorno de FLX vs. FLX hasta 8 semanas FLX superior a RIT y No contempla la
Boer (1988) angustia con PIT vs. P 150 mg; P en las crisis de posibilidad de que la
evitación fóbica RIT hasta angustia, conducta ausencia de
(N = 59) 20 mg evitante y ansiedad beneficios observada
global en la RIT sea
causada por una
sobreregulación
crónica

Evans y col. Agorafobia con ZIM vs. ZIM e INI 6 semanas ZIM superior a IMI y Dosis modestas; tasa
(1986) crisis de IMI vs. P hasta 150 P en la ansiedad y elevada de
angustia mg escalas fóbicas pero abandonos (17/44);
(N = 44) no en las la pequeña muestra
puntuaciones del grupo placebo
globales tiende a producir un
error de tipo II

Charney y Agorafobia con TRAZ vs. TRAZ 8 semanas IMI y ALP Asignación a los
Heninger (1986) crisis de IMI vs. hasta 400 superiores a TAZ en grupos no aleatoria;
angustia ALP mg; IMI la angustia, tasa elevada de no
(N = 74) hasta 150 evitación fóbica, cumplimiento
mg; ALP ansiedad (85%) en el grupo
hasta 8 generalizada y TRAZ
mg pronóstico global

Mavissakalian y Agorafobia con TRAZ vs. TRAZ 300 8 semanas Reducción No se incluye en el
col. (1987) crisis de P (estudio mg estadísticamente análisis la tasa
angustia o con ciego) significativa de la elevada de
trastorno de angustia y de los abandonos (9)
angustia síntomas fóbicos a secundaria a los
(N = 11) lo largo del tiempo efectos secundarios,
lo cual puede
inducir un error de
tipo I
Nota: FLX = fluvoxamina; MAP = maprotilina; RIT = ritanseina; P = placebo, ZIM = zimeldina; IMI = imipramina; TRAZ = trazolona; ALP =
alprazolam.
a
Última semana del estudio; dosis máximas anotadas indicadas por «hasta».

años, tanto si estaban tomando aún la medicación teriormente, los pacientes pueden tomar dosis re-
(60% de la muestra) como si ya la habían dejado ducidas de la medicación y ser visitados de forma
(40% de la muestra). En un estudio menos opti- periódica para valorar que la mejoría clínica per-
mista, controlado y prospectivo, se halló una tasa siste. Después, el médio puede intentar reducir de
de recaída de las crisis de angustia muy elevada forma progresiva la dosis a lo largo de los meses y
cuando se suspendía la imipramina a los 6 meses conseguir obtener una dosis mínima con la cual el
del inicio del tratamiento agudo. De todos modos, paciente esté relativamente libre de los síntomas.
con una dosis de 80 mg diarios de imipramina pu- En algunos pacientes es posible eliminar por com-
dieron evitarse las recaídas durante el año que duró pleto la medicación. Otros pacientes pueden re-
el tratamiento de mantenimiento (Mavissakalian querir un tratamiento de mantenimiento más cró-
y Perel, 1992). Así pues, parece razonable que los nico, especialmente debido a la morbilidad y a la
pacientes tomen dosis completas de la medicación mortalidad que se asocia con este trastorno.
como mínimo durante seis meses a partir del epi- Con respecto al TAG, los estudios prelimina-
sodio agudo para evitar las recaídas precoces. Pos res han indicado que los antidepresivos tricíclicos
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 545

pueden ser también efectivos para el tratamiento de cos, los inhibidores de la recaptación de la seroto-
los pacientes con ansiedad crónica independiente- nina y los IMAO. Sin embargo, el principio gene-
mente de la presencia de síntomas depresivos. Sin ral de tratamiento es que los ansilíticos deben re-
embargo, solamente en uno de los estudios realiza- servarse para cuando fracasen los distintos tipos de
dos los pacientes fueron diagnosticados de forma es- fármacos antidepresivos, debido al riesgo de tole-
pecífica como afectos por un TAG. En un estudio rancia, dependencia y abstinencia. En aquellos pa-
controlado que comparaba la imipramina y el al- cientes que presentan una incapacidad y un ma-
prazolam en el tratamiento específico del TAG, se lestar agudo y grave, que requieren un tratamiento
halló una eficacia similar entre ambos fármacos, ac- inmediato, puede estar indicado iniciar el trata-
tuando la imipramina mejor sobre los afectos y cog- miento con una benzodiacepina y posteriormente
niciones negativas y el alprazolam sobre los sínto- sustituirla por un antidepresivo. También existen
mas somáticos (Hoehn-Saric y col., 1988). algunas evidencias de que las benzodiacepinas
En resumen, los hallazgos obtenidos con los an- pueden ser más efectivas, al menos en las fases ini-
tidepresivos tricíclicos en el tratamiento de la an- ciales, para mejorar la ansiedad anticipatoria aso-
siedad sin crisis de angustia son aún preliminares ciada y la evitación fóbica, por lo cual ésta puede
pero merecen una atención posterior. La Tabla 14- ser otra indicación de su uso. Actualmente se están
12 presenta un resumen de los estudios controla- realizando comparaciones sistemáticas entre los
dos sobre el uso de los antidepresivos tricíclicos en antidepresivos y las benzodiacepinas en el trata-
los pacientes con ansiedad generalizada. miento agudo del trastorno de angustia, incluyen-
do su mantenimiento y supresión.
Ansiolíticos. Aunque en general las benzodiace- El alprazolam normalmente se empieza a ad-
pinas como grupo no dan buenos resultados en el ministrar a dosis de 0,5 mg cada 6 horas y se au-
bloqueo de las crisis de angustia, el alprazolam, menta de forma gradual hasta una dosis media de
una benzodiacepina de gran potencia, parece ser 4 a 6 mg/día, con un margen de 2 a 10 mg/día según
efectiva en estos casos. En un estudio multicén- la respuesta individual del paciente. El clonazepam
trico controlado con placebo (Ballenger y col., es una benzodiacepina de larga duración, por lo
1988), se observó que el 82% de los pacientes tra- cual posee la ventaja de dosificaciones menos fre-
tados de forma aguda con alprazolam mostró como cuentes y un menor riesgo de que se presenten los
mínimo una mejoría moderada de las crisis de an- síntomas de abstinencia que se asocian con el al-
gustia, en comparación con el 43% de los pacien- prazolam. Es recomendable que el tratamiento
tes que tomaron placebo. El inicio de la respuesta dure como mínimo seis meses, como con los anti-
fue rápido, produciéndose una mejoría significati- depresivos. Debe vigilarse el estado de ánimo del
va durante las dos primeras semanas de trata- paciente, puesto que el alprazolam puede inducir
miento, siendo la dosis media final de 5,7 mg/día. ocasionalmente un estado maníaco y el clonaze-
Tras ocho semanas de tratamiento agudo, se reti- pam un estado depresivo. La supresión del trata-
ró gradualmente la medicación a los pacientes en miento debe ser gradual para prevenir la aparición
el plazo de cuatro semanas; el 27% de los pacien- de un síndrome de abstinencia: 0,5 mg cada 3 o 4
tes presentó crisis de angustia por rebote y el 35% días suele ser un régimen generalmente seguro,
síntomas de abstinencia. Tras la finalización del pero para prevenir la recurrencia de las crisis de an-
tratamiento, la evolución de los pacientes tratados gustia puede ser necesario un régimen mucho más
con alprazolam no fue significativamente distinta lento. Clínicamente es difícil distinguir entre un
de la del grupo tratado con placebo (Pecknold y síndrome de abstinencia y la recrudescencia de los
col., 1988). Existen muy pocos datos sobre la efi- síntomas ansiosos originales cuando se suprime la
cacia del clonazepam y del lorazepam, pero los que administración de la benzodiacepina.
disponemos sugieren que también serán fármacos El tratamiento farmacológico del TAG no está
prometedores en el tratamiento de las crisis de an- tan bien establecido. Tradicionalmente, los pa-
gustia. Tanto la eficacia a largo plazo como la po- cientes con ansiedad crónica han sido tratados con
sible dependencia están aún bajo investigación, y benzodiacepinas. No obstante, no se ha estudiado
poco se sabe hasta la fecha. En un estudio pros- si éstas son más efectivas que otros fármacos o que
pectivo realizado por Nagy y sus colaboradores otros métodos terapéuticos en los pacientes diag-
(1989), el pronóstico era relativamente optimista, nosticados específicamente de TAG. En un estu-
ya que los pacientes tratados inicialmente con al- dio realizado sobre pacientes diagnosticados espe-
prazolam tomaban, como media, menos cantidad cíficamente de TAG se comprobó una eficacia
de medicación y presentaban menos sintomatolo- similar entre el alprazolam y la imipramina, pose-
gía durante los primeros años. yendo el alprazolam un mayor efecto sobre los sín-
Estos medicamentos tienen menos efectos se- tomas somáticos y la imipramina sobre los sínto-
cundarios iniciales que los antidepresivos tricícli- mas psíquicos (Hoehn-Saric y col., 1988). También
546 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-12. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE TRICÍCLICOS EN PACIENTES CON UN TRASTORNO DE
ANSIEDAD GENERALIZADA

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diaria a Duración Resultado final Limitaciones
Rickels y col. Mezcla de AMI vs. P AMI 70 mg 4 semanas AMI > P Se encuentra
(1974) depresión y (media) significancia en la
ansiedad valoración global y en
(N = 108) los depresivos pero no
en los síntomas de
ansiedad; dosis bajas

Shammas (1977) Mezcla de AMI vs. AMI 94 4 semanas BROM > AMI Se incluye la mayoría
ansiedad y BROM vs. P mg; BROM de los abandonos en el
depresión sin 24 mg análisis final; no se
predominio (medias) indican los resultados
(N = 72) con el placebo; dosis
bajas.

Kleber (1979) Mezcla de DMI vs. DMI 150 4 semanas DMI > DZPM Mayor significancia en
depresión y DZPM mg; DZPM la valoración global y
ansiedad 20 mg de los depresivos que
(N = 53) (medianas) en la ansiedad; dosis
bajas.

Johnstone y col. Ansiedad o AMI vs. AMI hasta 4 semanas AMI > DZPM No se encuentran
(1980) depresión, o DZPM 150 mg; diferencias cuando se
ambos en varias DZPM analizan aparte los
combinaciones hasta pacientes ansiosos;
(N = 240) 20 mg dosis bajas.

Kahn y col. Más ansiedad que IMI vs. IMI hasta 8 semanas CDX > P; IMI > P; Se llevó a cabo antes
(1986) depresión CDX vs. P 200 mg; los efectos ansiolíticos del DSM-III, con
(N = 223); 35 CDX 80 mg de la IMI son diferentes criterios diagnósticos
pacientes con (medias); a sus efectos débilmente laxos; es
trastorno de Medias en antidepresivos o preciso llegar a una
angustia fueron la 8 a antipánico valoración final más
excluidos del semana IMI que realizar un análisis
análisis final 122 mg vs. más completo.
CDX 52 mg
(muestra
final), IMI
135 mg vs
CDX 55 mg
(muestra
que
completó el
tratamiento)
Hoenh-Saric y TAG según el IMI vs. IMI 91 mg; 6 semanas IMI = ALZM; IMI No se comparó con el
col. (1988) DSM-III de 6 ALZM ALZM mejor para los síntomas placebo; no se
meses de 2,2 mg psíquicos; ALZM mejor especifica si existe una
duración (medias) para los síntomas mejoría absoluta en la
(N = 60) somáticos ansiedad total.
N o t a : AMI = amitriptilina; BROM = bromazepam; DMI = Desipramina; DZPM = diazepam; IMI = Imipramina; CDX = clordiazepóxido; ALM
= alprazolam; P = placebo.
a
Última semana del estudio; dosis máximas anotadas indicadas por «hasta»; las dosis reales administradas (cuando se conocían) indicadas por
las dosis «medias».

se ha sugerido que benzodiacepinas tales como el la mayoría de pacientes son capaces de suspender
clordiacepóxido alcanzan el pico de efectividad al el tratamiento sin mayores consecuencias y que el
cabo de cuatro semanas de tratamiento, mientras problema de la adicción está sobrevalorado, y pro-
que tricíclicos como la imipramina tienen mayor bablemente queda limitado a una población con
eficacia a largo plazo en los pacientes con ansiedad propensión a la adicción o a pacientes con crisis de
generalizada (Kahn y col., 1986). angustia que aumentan el consumo de benzodia-
A pesar de que en general las benzodiacepinas cepinas en un intento fracasado de automedicarse.
son fármacos seguros, con efectos secundarios li- Un nuevo fármaco ansiolítioco no benzodiace-
mitados principalmente a la sedación, cada vez pínico, la buspirona, parece tener una eficacia en
preocupa más la probabilidad de que algunos pa- el tratamiento del TAG similar a la de las benzo-
cientes desarrollen tolerancia e incluso adicción diacepinas. Entre sus ventajas cabe mencionar que
a ellas. Los datos de que disponemos indican que tiene menos efectos secundarios que las benzodia-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 547

cepinas y la ausencia de tolerancia y de abstinen- Psicoterapia


cia. Entre sus desventajas está la del inicio lento
de su acción (Rickels y col., 1988), lo que puede Psicoterapia psicodinámica. Incluso después del
motivar el abandono precoz del tratamiento. Asi- bloqueo de las crisis de angustia con la medicación,
mismo se ha sugerido que los pacientes que han en algunos pacientes persiste una merma en la in-
sido tratados previamente con benzodiacepinas no dependencia y la asertividad. En algunos pacientes
responden tan bien a la buspirona (Schweizer y con un trastorno de ansiedad, incluidos ciertos pa-
col., 1986). Rickels y sus colaboradores (1988) cientes con un trastorno de angustia que respon-
compararon la eficacia del clorazepato, una ben- den a la medicación, puede añadirse una psicote-
zodiacepina, con la de la buspirona en el trata- rapia psicodinámica tradicional a la terapia de
miento agudo, el mantenimiento y la supresión de apoyo y conductual. A veces, en los pacientes con
los pacientes con un TAG. Los dos fármacos pre- un trastorno de angustia operan conflictos in-
sentaron una eficacia similar a la cuarta semana conscientes significativos relacionados con sepa-
de tratamiento, manteniéndose estos beneficios raciones durante la infancia, que ocasionan una
durante un período de 6 meses, con una reducción reaparición de los síntomas en el adulto cuando
aproximada del 60% en las escalas de ansiedad. acontece una nueva separación real o imaginada.
No se observó tolerancia para ninguno de los dos Además, se ha observado que el trastorno pre-
fármacos durante un período de 6 meses. En las mórbido de la personalidad es el predictor más im-
dos primeras semanas de supresión del trata- portante de desajuste social continuado en los pa-
miento, los pacientes que recibieron clorazepato cientes tratados previamente por un trastorno de
presentaron un aumento transitorio de la ansie- angustia (Noyes y col., 1990), lo cual sugiere que
dad compatible con la abstinencia, mientras que la terapia psicodinámica puede ser un tratamien-
no se observó este fenómeno en los pacientes tra- to adicional importante en algunos pacientes con
tados con buspirona. El tratamiento con buspiro- un trastorno de angustia.
na normalmente se inicia con 5 mg cada 8 horas, Desgraciadamente, no existen estudios siste-
pudiendo aumentarse la dosis hasta un máximo máticos que demuestren la eficacia de la psicote-
de 60mg/día. Hasta la fecha no se ha observado rapia psicodinámica en el trastorno de angustia, y
que la buspirona sea efectiva en el tratamiento de parece ser que esta modalidad por sí sola frecuen-
las crisis de angustia. temente no es útil en el tratamiento de las crisis
de angustia. Los terapeutas de orientación psico-
Otros medicamentos. Algunos autores sostienen dinámica tienden a estar de acuerdo en que los fac-
que los fármacos betabloqueantes adrenérgicos, tores psicológicos no parecen ser significativos en
como el propranolol, son útiles en el tratamiento muchos pacientes con un trastorno de angustia, re-
de diversos trastornos de ansiedad, pero no hay calcando la importancia de la realización de una
pruebas científicas de que sean efectivos específi- valoración psicodinámica para determinar si un pa-
camente en el bloqueo de las crisis de angustia es- ciente en particular puede beneficiarse o no de un
pontáneas. Lo mismo es aplicable al TAG, en el componente terapéutico psicodinámico (Gabbard,
cual el propanolol se utiliza casi únicamente como 1990). Es más, Cooper (1985) ha recalcado que en
adyuvante en los pacientes que experimentan tem- aquellos pacientes con un predominio del compo-
blores o palpitaciones con frecuencia. nente biológico de su enfermedad, la insistencia en
La clonidina, que frena la descarga del locus ce- la comprensión dinámica o en responsabilizarles
rúleus, debería ser en teoría un buen fármaco an- de sus síntomas no sólo es inútil sino que a largo
ticrisis de angustia. Aunque en algunas series pe- plazo es potencialmente perjudicial, contribuyen-
queñas dos tercios de los pacientes respondieron a do a la pérdida de la autoestima y al fortaleci-
este tratamiento, el efecto terapéutico tiende a de- miento de las defensas masoquistas.
saparecer al cabo de unas semanas a pesar del man- La psicoterapia psicodinámica puede ser útil en
tenimiento de la dosis (Liebowitz y col., 1981). Un algunos pacientes con TAG, particularmente cuan-
estudio posterior confirmó un patrón similar de do el médico atribuye los síntomas a un conflicto
pérdida de la respuesta durante un ensayo que duró inconsciente que ocasiona en el paciente la ansie-
10 semanas (Uhde y col., 1989). Este hecho, junto dad crónica. Desde un punto de vista psicodinámi-
con sus molestos efectos secundarios, desaconse- co, la cualidad de ansiedad contenida, más propia
ja la utilización de la clonidina como fármaco de del TAG, se acerca más al concepto freudiano de
primera elección para el trastorno de angustia. De ansiedad alarma y por lo tanto es más posible su
todos modos, existe un estudio controlado en que manejo psicodinámico que el trastorno por crisis
la clonidina resultó eficaz tanto para el trastorno de angustia. Aquí, el énfasis no se centra en la an-
de angustia como para el TAG (Hoehn-Saric y col., siedad como una enfermedad, sino como un afecto
1981). que enmascara un conflicto subyacente. En conse-
548 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

cuencia, la ansiedad que aparentemente es genera- de distintos grupos musculares. El tratamiento cog-
lizada, flotante o bien ligada a un temor conscien- nitivo del trastorno de angustia comporta una re-
te concreto y más asumible, cuando es explorada estructuración cognitiva que permite interpretar
dinámicamente revela la presencia de un conflicto de una forma más benigna los afectos incómodos
más profundo (Gabbard, 1990). La determinación y y las sensaciones físicas asociadas con el trastorno
la exploración de la capacidad psicológica de los pa- de angustia. La combinación de estas técnicas cog-
cientes individuales son un requisito necesario nitivo-conductuales es flexible. Desde un punto de
antes de embarcarse en un tratamiento psicodiná- vista cognitivo radical se consideran las crisis de
mico. Es necesario diagnosticar la naturaleza con- angustia como sensaciones físicas normales (p. ej.,
creta del miedo inconsciente del paciente, recor- palpitaciones, mareo ligero) ante las que el pa-
dando que los síntomas suelen tener determinantes ciente con un trastorno de angustia reacciona exa-
múltiples, y que es preciso valorar la capacidad del geradamente con cogniciones catastróficas. Según
ego para tolerar la ansiedad asociada con una ex- un punto de vista más moderado, los pacientes con
ploración más profunda. Hasta la fecha, no existe crisis de angustia presentan realmente sensacio-
ningún dato científico validado que indique qué nes físicas más intensas, como por ejemplo acce-
tipo de tratamiento —conductual, psicodinámico o sos de taquicardia, pero pueden ayudarse a sí mis-
farmacológico— es el mejor para los pacientes con mos si cambian pensamientos del tipo «voy a
un TAG. morir de un ataque al corazón» por otros como «ya
La farmacoterapia no es de ningún modo in- tengo de nuevo mis síntomas cardíacos». Esta te-
compatible con el tratamiento conductual o psico- oría ha tenido su validación experimental: San-
dinámico en los pacientes con TAG o con trastor- derson y sus colaboradores (1989) provocaron cri-
no de angustia. La idea existente de que al eliminar sis de angustia en pacientes con trastorno de
los síntomas del trastorno de ansiedad con la me- angustia mediante la inhalación de CO2; estos au-
dicación se entorpece el proceso psicoterapéutico tores observaron que cuando los pacientes creían
no ha podido ser probada a pesar de su dogmatis- tener un control sobre la mezcla inhalada, experi-
mo. A menudo, la psicoterapia no ofrece resultados mentaban de un modo significativo menos crisis
positivos hasta que los aspectos más debilitantes y de menor gravedad, con menos cogniciones ca-
de estos síndromes han sido eliminados farmaco- tastróficas.
lógicamente. Varios estudios han observado que estas diver-
sas técnicas conductuales y cognitivas pueden ser
Psicoterapia de apoyo. A pesar de que se utilice bastante útiles en el tratamiento de las crisis de
un fármaco adecuado para las crisis de angustia, angustia (Barlow y col., 1989; Beck y col., 1992; Mi-
puede persistir la evitación fóbica. La psicoterapia chelson y col., 1990; Salkovskis y col., 1986). No
de apoyo y la educación sobre la enfermedad son obstante, existen muy pocos trabajos hasta la fecha
elementos necesarios para que el paciente afronte sobre la eficacia relativa o combinada de los fár-
la situación fóbica. Los pacientes que sigan sin res- macos y la terapia cognitiva y conductual en el tra-
ponder pueden necesitar técnicas adicionales psi- tamiento de las crisis de angustia sin agorafobia.
coterapéuticas o conductuales. Es recomendable Los resultados obtenidos en algunos estudios pre-
contar con el apoyo que pueden proporcionar otros liminares del pronóstico a largo plazo del trastor-
pacientes en condiciones similares. no de angustia tratado con una terapia cognitiva-
conductual son favorables, especialmente cuando
Terapia cognitivo-conductual. Durante mucho se combinan la reestructuración cognitiva y la ex-
tiempo, los tratamientos conductuales se han cen- posición, mientras que la relajación por sí sola no
trado en la evitación fóbica y ha sido últimamen- es útil e incluso puede ser perjudicial (Craske y
te que han empezado a hacerlo en las crisis de an- col., 1991).
gustia per se. En los últimos años ha surgido un La relajación puede ser una técnica más útil en
mayor interés en la terapia cognitiva y conductual el tratamiento de la ansiedad generalizada. En este
aplicada al tratamiento del trastorno de angustia. trastorno, la relajación se aplica específicamente
El tratamiento conductual de las crisis de angus- en situaciones provocadoras de ansiedad, tanto
tia incluye el entrenamiento en respiración con el imaginarias como reales. La relajación ayuda a re-
objeto de eliminar la hiperventilación aguda y cró- ducir la tensión y otras manifestaciones físicas de
nica; la exposición a síntomas somáticos «clave», la ansiedad, pudiendo ser combinada con la rees-
habitualmente mediante la exposición gradual a tructuración cognitiva para aliviar el componente
una serie de sensaciones temidas ordenadas jerár- cognitivo de la anticipación negativa y la preocu-
quicamente, a través de ejercicios imaginarios y pación. Aunque las evaluaciones sistemáticas y las
conductuales; y el entrenamiento de la relajación, comparaciones de estas técnicas en el TAG son li-
conseguida a través de la contracción y relajación mitadas hasta la fecha, parecen prometedoras.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 549

Meditación. La respuesta de relajación es una re- Los cambios principales en los trastornos fóbi-
acción fisiológica proveniente de la estimulación cos introducidos en el DSM-IV, en relación con el
del hipotálamo y que resulta en una disminución DSM-III-R, se exponen a continuación. En la ago-
de la actividad del sistema nervioso simpático rafobia sin trastorno de angustia, se especifica que
(Benson y col., 1974). Los cambios fisiológicos que el trastorno se centra en el miedo a desarrollar sín-
ocurren en esta respuesta pueden producirse me- tomas incapacitantes de forma característica en
diante el Zen, el yoga y la meditación trascenden- grupos de situaciones típicas. También se especi-
tal. Estas técnicas combinan una actitud postural fica que la agorafobia relacionada con la preocu-
pasiva con la repetición de una palabra o de una pación de sufrir una enfermedad orgánica es un
frase. La meditación y la relajación pueden ser de diagnóstico que debe realizarse de acuerdo con cri-
ayuda como coadyuvantes en el tratamiento de la terios médicos. Los dos cambios principales en la
ansiedad. No obstante, no poseemos datos clínicos fobia social y en la fobia específica que se obser-
sistemáticos que apoyen la eficacia de estas técni- van en el DSM-IV son similares para ambos tras-
cas. tornos. En primer lugar, se hace explícito que las
crisis de angustia pueden ser una característica de
estas fobias, por lo cual es necesario el criterio mé-
@ TRASTORNOS FÓBICOS dico para realizar el diagnóstico diferencial entre
el trastorno de angustia con agorafobia y la fobia
Definición social o específica. En segundo lugar, actualmente
la fobia específica se subdivide en varios tipos, tras
Se define una fobia como el miedo persistente e la constatación acumulada de diferencias en la fe-
irracional a un objeto, actividad o situación es- nomenología, la historia natural y la respuesta al
pecíficos que provoca en el individuo la necesi- tratamiento según el tipo de estímulo que desen-
dad imperiosa de evitar dicho objeto, actividad o cadena la fobia. El tipo generalizado de la fobia so-
situación (estímulo fóbico). El sujeto reconoce cial se ha conservado del mismo modo que apare-
que el miedo es exagerado o irracional, despro- cía en el DSM-III-R.
porcionado respecto al perjuicio real que puede Los criterios diagnósticos del DSM-IV para la
ocasionar el objeto, actividad o situación. En di- agorafobia sin historia de trastorno de angustia, la
versos trastornos psiquiátricos puede constatarse fobia social y la fobia específica se exponen en las
la presencia de algunos temores irracionales y Tablas 14-13, 14-14 y 14-15, respectivamente.
conductas de evitación. No obstante, el diagnós-
tico de trastorno fóbico según el DSM-IV sólo se
realiza cuando la fobia única o múltiple es el as- TABLA 14-13. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE
pecto predominante del cuadro clínico, cuando LA AGORAFOBIA SIN HISTORIA DE
ocasiona un marcado malestar en el individuo, y TRASTORNO DE ANGUSTIA SEGÚN EL
cuando no es consecuencia de ningún otro tras- DSM-IV
torno mental.
A. Aparición de agorafobia en relación con el temor a
En el DSM-I las fobias estaban clasificadas bajo desarrollar síntomas similares a la angustia (p. ej.,
el epígrafe de «reacción fóbica», y en el DSM-II bajo mareos o diarrea). Agorafobia: ansiedad al
el de «neurosis fóbica». En ninguna de estas edi- encontrarse en lugares o situaciones donde escapar
ciones se hicieron subdivisiones, lo que refleja la puee resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el
caso de aparecer una crisis de angustia inesperada o
suposición de una unidad cualitativa implícita en
más o menos relacionada con una situación, o bien
el modelo psicoanalítico de las fobias. El DSM-III síntomas similares a la angustia, puede no
difiere claramente de las anteriores ediciones y de- disponerse de ayuda. Los temores agorafóbicos
fine distintos subtipos de fobias, asumiendo una suelen estar relacionados con un conjunto de
diferencia cualitativa entre los subtipos. La dis- situaciones características, entre las cuales se
incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la
tinción entre agorafobia, fobia social y la variedad
gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en
de fobias específicas parte de descubrimientos em- autobús, tren o automóvil.
píricos, incluyendo los estudios terapéuticos con-
B. Nunca se han cumplido los criterios diagnósticos del
ductuales de Marks (1969) y los farmacológicos de trastorno de angustia.
Klein (1964). Estas tres categorías de fobias se man-
C. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos
tuvieron en el DSM-III-R, y posteriormente en el
directos de una sustancia (drogas, fármacos) o de una
DSM-IV. En el DSM-III-R, la agorafobia fue subdi- enfermedad médica.
vidida en trastorno de angustia con agorafobia y
D. Si el individuo presenta una enfermedad médica, el
sin agorafobia, enfatizando la primacía de la an- temor descrito en el Criterio A es claramente
gustia cuando coexisten ambas condiciones. Esta excesivo en comparación con el habitualmente
clasificación sigue manteniéndose en el DSM-IV. asociado a la enfermedad médica.
550 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-14. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE Descripciones clínicas


LA FOBIA SOCIAL (TRASTORNO DE Agorafobia
ANSIEDAD SOCIAL) SEGÚN EL DSM-IV
El cuadro clínico de la agorafobia consiste en múl-
A. Temor acusado y persistente a una o más
tiples y variados temores y conductas de evitación
situaciones sociales o actuaciones en público en las
que el sujeto se ve expuesto a personas que no centrados alrededor de tres aspectos principales: 1)
pertenecen al ámbito familiar o a la posible miedo a abandonar el hogar, 2) miedo a quedarse
evaluación por parte de los demás. El individuo teme solo y 3) miedo a encontrarse lejos del hogar en
actuar de un modo (o mostrar síntomas de ansiedad) situaciones en las que se siente uno atrapado, mo-
que sea humillante o embarazoso. Nota: En los
niños es necesario haber demostrado que sus
capacidades para relacionarse socialmente con sus TABLA 14-15. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DE LA
familiares son normales y han existido siempre, y FOBIA ESPECÍFICA SEGÚN EL DSM-IV
que la ansiedad social aparece en las reuniones con
individuos de su misma edad y no sólo en cualquier A. Temor acusado y persistente que es excesivo o
interrelación con un adulto. irracional, desencadenado por la presencia o
anticipación de un objeto o situación específicos (p.
B. La exposición a las situaciones sociales temidas ej., volar, precipicios, animales, administración de
provoca casi invariablemente una respuesta inyecciones, visión de sangre).
inmediata de ansiedad, que puede tomar la forma de B. La exposición al estímulo fóbico provoca casi
una crisis de angustia situacional más o menos invariablemente una respuesta inmediata de
relacionada con una situación. Nota: En los niños la ansiedad, que puede tomar la forma de una crisis de
ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches, angustia situacional más o menos relacionada con
inhibición o retraimiento en situaciones sociales una situación determinada. Nota: En los niños la
donde los asistentes no pertenecen al marco familiar. ansiedad puede traducirse en lloros, berrinches,
C. El individuo reconoce que este temor es excesivo o inhibición o abrazos.
irracional. Nota: En los niños puede faltar este C. El individuo reconoce que este temor es excesivo o
reconocimiento. irracional. Nota: En los niños puede faltar este
reconocimiento.
D. Las situaciones sociales o actuaciones en público se
D. La(s) situación(es) fóbica(s) se evitan o se soportan a
evitan o bien se experimentan con ansiedad o
costa de una intensa ansiedad o malestar.
malestar intensos.
E. Los comportamientos de evitación, la anticipación
E. Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la(s)
ansiosa, o el malestar que aparece en la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con
situación(es) social(es) o actuación(es) en público la rutina normal de la persona, con sus relaciones
temida(s) interfieren acusadamente con la rutina laborales (o académicas) o sociales, o bien producen
normal del individuo, con sus relaciones laborales (o malestar clínicamente significativo.
académicas) o sociales, o bien producen malestar F. En los individuos menores de 18 años la duración
clínicamente significativo. del cuadro somático debe prolongarse como mínimo
F. En los individuos menores de 18 años la duración 6 meses.
del cuadro somático debe prolongarse como mínimo G. La ansiedad, las crisis de angustia o los
6 meses. comportamientos de evitación fóbica asociados a
objetos o situaciones específicos no pueden explicarse
G. El miedo o el comportamiento de evitación no se mejor por la presencia de otro trastorno mental, por
deben a los efectos fisiológicos de una sustancia ejemplo, un trastorno obsesivo-compulsivo (p. ej., como
(p. ej., drogas, fármacos) o de una enfermedad el miedo a la suciedad en un individuo con ideas
médica y no pueden explicarse mejor por la obsesivas de contaminación), trastorno por estrés
presencia de otro trastorno mental (p. ej., trastorno postraumático (p. ej., evitación de estímulos
de angustia con o sin agorafobia, trastorno de relacionados con un acontecimiento altamente
ansiedad por separación, trastorno dismórfico estresante), trastorno de ansiedad por separación (p. ej.,
corporal, un trastorno generalizado del desarrollo o evitación de ir a la escuela), fobia social (p. ej., evitación
trastorno esquizoide de la personalidad). de situaciones sociales por miedo a que resulten
H. Si hay una enfermedad médica u otro trastorno embarazosas), trastorno de angustia con agorafobia, o
mental, el temor descrito en el Criterio A no se agorafobia sin historia de trastorno de angustia.
relaciona con estos procesos (p. ej., el miedo no es Especificar tipo:
debido a la tartamudez, a los temblores de la Tipo animal
enfermedad de Parkinson o a la exhibición de
Tipo ambiental (p. ej., alturas, tormentas, agua)
conductas alimentarias anormales en la anorexia
nerviosa o en la bulimia nerviosa). Tipo sangre-inyecciones-daño
Tipo situacional (p. ej., aviones, ascensores, recintos
Especificar si: cerrados)
Generalizada: si los temores hacen referencia a la Otros tipos (p. ej., evitación fóbica de situaciones que
mayoría de situaciones sociales (considerar también el pueden provocar atragantamiento, vómito o adquisición
diagnóstico adicional de trastorno de la personalidad por de una enfermedad; en los niños, evitación de sonidos
evitación). intensos o personas disfrazadas).
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 551

lesto o indefenso. De acuerdo con el DSM-IV, lo o un buen amigo. No queda claro si la vulnerabili-
que se teme es padecer una serie de síntomas de- dad a las crisis se reduce realmente en estas cir-
sagradables encontrándose en situaciones de las cunstancias o si simplemente el paciente se sien-
que uno no puede escapar fácilmente, o donde no te menos indefenso y aislado.
puede conseguirse ayuda con facilidad en caso de Junto con las crisis de angustia, las fobias múl-
problemas. tiples y la ansiedad crónica, estos pacientes suelen
Los temores agorafóbicos característicos son el presentar síntomas de desmoralización o una de-
uso de transportes públicos (autobuses, trenes, me- presión secundaria, diversas quejas somáticas y un
tros, aviones); hallarse en multitudes, teatros, as- abuso de alcohol o de fármacos sedantes.
censores, restaurantes, supermercados y grandes En la práctica clínica, es muy raro encontrar un
almacenes; hacer cola, o viajar a una cierta dis- paciente con agorafobia sin historia de crisis de an-
tancia del hogar. En algunos casos graves, los pa- gustia —observación sobre la que exite consenso
cientes están totalmente atados a sus casas, con entre la mayoría clínicos y de estudios. Así pues,
miedo a salir de casa sin compañía o incluso a que- algunos investigadores consideran un requisito
darse solos en casa. para el desarrollo de la agorafobia el que exista un
La mayor parte de casos de agorafobia empiezan antecedente de una crisis de angustia, que puede
con una serie de crisis de angustia espontáneas (tal ser remota o incluso estar olvidada de acuerdo con
como se han descrito en la sección de los trastornos el modelo presentado en la Figura 14-3. No obs-
de angustia y de ansiedad generalizada). Si las cri- tante, esta conclusión es objeto de controversia.
sis continúan, los pacientes suelen desarrollar una Por ejemplo, en una serie de pacientes que presen-
ansiedad constante anticipatoria, caracterizada por taban un trastorno de angustia con agorafobia, el
una sensación persistente de aprensión por cuándo 23% de los pacientes informó que la agorafobia pre-
será la próxima ocasión en que se presente una cri- cedía a la crisis de pánico inicial, aunque se supo-
sis y por sus consecuencias. Los síntomas de ago- ne un cierto sesgo retrospectivo que despierta
rafobia representan una fase terciaria de la enfer- dudas sobre este hallazgo (Lelliot y col., 1989). Más
medad. Muchos pacientes establecen una relación sorprendente es la elevada prevalencia de la ago-
causal entre sus crisis de angustia y la situación par- rafobia sin angustia que se ha informado en mues-
ticular en la que se han producido. Posteriormente tras epidemiológicas. Basándose en el estudio ECA,
evitan dichas situaciones en un intento de evitar la mayoría de agorafobias diagnosticadas por pri-
nuevas crisis (Figura 14-3). Por ejemplo, un hombre mera vez (aproximadamente dos terceras partes) se
que haya tenido varias crisis en el tren yendo hacia produjeron sin existir una historia de crisis de an-
su trabajo puede atribuir sus ataques al tren y, a fin gustia (Eaton y Keyl, 1990). Esta discrepancia de
de evitar el tren, empieza a ir en coche al trabajo. resultados, puede deberse, al menos en parte, a la
Si sigue experimentando crisis por la mañana du- admisión de un umbral de gravedad excesivamen-
rante el trayecto en coche a su trabajo, interpreta te bajo y a la debilidad del diagnóstico diferencial
este hecho como una señal de que las crisis se en las evaluaciones epidemiológicas.
deben a la situación de ir en un vehículo, en lugar
de pensar que es una señal de que las crisis que Fobia social
tenía en el tren no estaban causadas por el viajar en
tren. Los individuos agorafóbicos temen también En la fobia social, el miedo central del paciente es
las situaciones en las que creen que no podrán huir que su forma de actuar le someta a una situación
rápidamente si ocurre una emergencia, situaciones de humillación o verguenza ante los demás. Los su-
tales como locales llenos de gente, asientos de pri- jetos con fobia social temen y/o evitan diversas si-
mera fila, túneles, puentes y aviones. Algunos pa- tuaciones en las que se sentirían requeridos a ac-
cientes tienen crisis espontáneas a lo largo de la en- tuar en presencia de otra gente. Son fobias sociales
fermedad. En otros casos, tras la fase inicial de la típicas el temor a hablar, comer o escribir en pú-
enfermedad, las crisis se presentan raramente o úni- blico, a utilizar urinarios públicos, así como asistir
camente cuando el paciente se expone a una situa- a fiestas o entrevistas. Además, un miedo común
ción fóbica. Por lo tanto, el médico debe decidir de los individuos con una fobia social es que la
entre el diagnóstico de trastorno de angustia con gente sea capaz de detectar y ridiculizar su ansie-
agorafobia o fobia social/específica. dad ante situaciones sociales. Cada individuo puede
Un aspecto de interés en la agorafobia es el tener una fobia social limitada o varias.
efecto de una compañía de confianza en la con- Como ocurre en la fobia específica, la ansiedad
ducta fóbica. Muchos pacientes incapaces de salir va ligada al estímulo fóbico. Cuando el paciente se
solos de casa, pueden viajar largas distancias y par- ve forzado o es sorprendido por la situación fóbica
ticipar en casi todo tipo de actividades si van acom- experimenta una ansiedad intensa acompañada
pañados de un cónyuge, un miembro de la familia por varios síntomas somáticos de ansiedad. Es
552 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Crisis de
angustia

Ansiedad
crónica

Aprensión

Conducta de
búsqueda de ayuda
Conducta de
dependencia y evitación
TIEMPO
Figura 14-3. Desarrollo de una agorafobia. Tras el inicio de crisis de angustias inesperadas (barras negras), el pacien-
te desarrolla una conducta de búsqueda de ayuda (XX); posteriormente desarrolla una aprensión que culmina en una
ansiedad crónica (barras tramadas) y finalmente desarrolla una conducta agorafóbica (bloques negros).

interesante observar que los diversos tipos de tras- dividuos con fobia a hablar en público con otro
tornos ansiosos tienden a ser caracterizados por su grupo con una fobia social generalizada, puso de
propia constelación de síntomas somáticos pro- manifiesto que los últimos eran más jóvenes, te-
minentes. Por ejemplo, las palpitaciones y el dolor nían menor nivel de educación y presentaban más
o la opresión torácica son frecuentes en las crisis ansiedad, depresión, miedo a la evaluación social
de angustia, mientras que la sudoración, la rubo- negativa y mayor tasa de desempleo (Heimberg y
rización y la sequedad de boca son más frecuentes col., 1990b).
en la ansiedad social (Amies y col., 1983; Reich y
col., 1988). Las crisis de angustia pueden produ-
Fobias específicas
cirse en individuos con una fobia social como res-
puesta a situaciones sociales temidas. Las fobias específicas se basan en miedos circuns-
Las personas que sólo presentan fobia social en critos a un objeto, situación o actividad concretos.
una sola circunstancia pueden vivir relativamente El síndrome tiene tres componentes: la ansiedad
asintomáticas excepto cuando se enfrentan a la si- anticipatoria desencadenada ante la posibilidad de
tuación fóbica. Cuando tienen necesidad de enca- enfrentarse al estímulo fóbico, el temor central en
rarse a tal situación, suelen presentar una intensa sí mismo y la conducta de evitación que el pa-
ansiedad anticipatoria. La existencia de múltiples ciente utiliza para minimizar la ansiedad.
fobias sociales puede conducir a una desmoraliza- En la fobia específica, el miedo no suele prove-
ción crónica, al aislamiento social y a un deterioro nir del objeto en sí mismo sino de las supuestas te-
incapacitante vocacional e interpersonal. El alco- rribles consecuencias derivadas del contacto con el
hol y los fármacos sedantes pueden ser utilizados objeto. Por ejemplo, las personas con fobia a con-
para por lo menos aliviar el componente anticipa- ducir tienen miedo de los accidentes; las que tienen
torio de este trastorno de ansiedad dando lugar en fobia a las serpientes, temen ser mordidos por ellas
ocasiones al abuso de sustancias psicotropas. Un y los individuos con claustrofobia temen ahogarse
estudio sistematizado que comparó un grupo de in- o quedar atrapados en un espacio cerrado. Estos mie-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 553

dos son excesivos, irracionales y persistentes, por mento, Freud no otorgaba a las fobias un origen psi-
lo que, a pesar de que la mayoría de los pacientes cológico. Más bien las consideraba, como hacía con
con fobia específica reconocen que «en realidad no la neurosis de ansiedad, manifestaciones de un es-
hay nada que temer», ratificarlos en esta idea no tado tensional inducido fisiológicamente. La ener-
disminuye su miedo. gía libidinosa no descargada era transformada fi-
En el DSM-IV, se describen por primera vez va- siológicamente en ansiedad, la cual se asociaba y
rios subtipos de fobias específicas: ambiental (p. ej., se descargaba parcialmente a través de objetos que
tormentas), animal (p. ej., insectos), sangre-inyec- eran, por su propia naturaleza o por experiencias
ciones-daño, situacional (p. ej., coches, ascensores, previas del paciente, peligrosos.
puentes) y de otros tipos (p. ej., atragantamiento, En cualquier caso, con la publicación en 1909
vómito). En apoyo de la validez de esta subtipifica- del caso del Pequeño Hans, Freud cambió sus pri-
ción disponemos de suficiente información en re- meras opiniones y adoptó una teoría psicológica
lación a diferencias en la edad y el momento de ini- explicativa de la formación de los síntomas fóbi-
cio, el modo de inicio, la agregación familiar y las cos (Freud, 1909/1955). El pequeño Hans era un
respuestas fisiológicas frente al estímulo fóbico niño de cinco años que desarrolló una fobia a los
(Curtis y Thyer, 1983; Fyer y col., 1990; Himle y caballos. Mediante el análisis de las conversacio-
col., 1991; Ost, 1987). nes del niño con sus padres durante un período de
varios meses, Freud hipotetizó que los sentimien-
tos sexuales inconscientes y prohibidos que Hans
Epidemiología
experimentaba hacia su madre y los sentimientos
En el estudio ECA, en el cual se entrenó a perso- agresivos y de rivalidad hacia su padre, eran blo-
nal no experto a realizar entrevistas según el DIS queados por la represión y se transformaban fisio-
para realizar diagnósticos DSM-III de trastornos lógicamente en ansiedad, la cual era posterior-
psiquiátricos en cinco ciudades de los Estados Uni- mente desplazada hacia un objeto simbólico, en
dos, se observó que, como grupo, las fobias eran el este caso los caballos, cuya evitación aliviaba par-
trastorno psiquiátrico más común, con unas tasas cialmente la ansiedad del pequeño Hans.
de prevalencia al mes y a los seis meses del 6,2% Más adelante, Freud reconceptualizó el caso del
y del 7,7% respectivamente, así como una tasa de pequeño Hans en el contexto de su teoría estruc-
prevalencia a lo largo de la vida del 12,5% (Regier tural evolutiva. Freud hipotetizó que los síntomas
y col., 1988). Basándose en las tasas de prevalencia fóbicos se producen formando parte de la resolu-
a lo largo de la vida obtenidas en cuatro de las ción de los conflictos intrapsíquicos ocasionados
cinco ciudades del estudio, se observó que las fo- por la interacción de los impulsos instintivos, las
bias específicas eran las más frecuentes (11,3%), prohibiciones del superego y las limitaciones ex-
seguidas por la agorafobia (5,6%) y la fobia social ternas reales. El ego experimenta una señal de an-
(2,7%). Las fobias específicas eran más frecuentes siedad cuando estos impulsos inconscientes in-
entre las mujeres que entre los hombres (14,5% tentan liberarse. Esta ansiedad no solamente
frente al 7,8%). Asimismo, la agorafobia era más moviliza una represión más intensa sino que, como
frecuente entre las mujeres (7,9% frente al 3,2%). ocurre en la formación de las fobias, promueve la
La prevalencia de la fobia social fue similar en proyección y el desplazamiento del conflicto hacia
ambos sexos (2,9% en las mujeres y 2,5% en los un objeto simbólico, cuya evitación permite una
hombres) (Eaton y col., 1991). solución neurótica para el coflicto original. En el
caso del pequeño Hans, los sentimientos sexuales
Etiología hacia su madre, los sentimientos de agresividad
hacia su padre y el sentimiento de culpabilidad por
la retribución y la castración por parte del padre,
Teoría psicodinámica generaban la ansiedad como una señal de un con-
Hace ya muchos años, Freud (1985b 19841962) ob- flicto edípico. El conflicto fue desplazado y pro-
servó que en el análisis de las fobias «no se encuen- yectado hacia un objeto evitable, los caballos, por
tra más que el estado emocional de ansiedad... En lo cual a partir de este momento el pequeño Hans
el caso de la agorafobia, a menudo recogemos el an - tenía miedo de que le mordiesen. De acuerdo con
tecedente de un ataque de ansiedad; y lo que el pa- las ideas de Freud, este síntoma fóbico posee dos
ciente teme en realidad es la ocurrencia de un ata- ventajas. Por una parte diluye la ambivalencia in-
que similar en unas circunstancias que él cree no le herente al conflicto original del pequeño Hans, que
permitirían escapar» (p. 80-81). Esta es una breve odiaba y quería a su padre al mismo tiempo. Por
descripción, realizada hace más de cien años, sobre otra parte, permite que su ego cese de generar an-
el desarrollo de la ansiedad anticipatoria y la agora- siedad a partir del momento en que puede evitar a
fobia que sigue a una crisis de angustia. En ese mo- los caballos. El coste de este compromiso fue que
554 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

el pequeño Hans no salía de su casa para evitar a mente pequeño y ni su distribución es aleatoria
los caballos. ni se compone predominantemente de aquellos
Desde Freud, la literatura psicodinámica se ha ítems que en una sociedad industrial moderna
ido alejando de las formulaciones que enfatizan podrían asociarse con mayor frecuencia a un es-
principalmente los deseos libidinosos y los miedos tímulo nocivo (p. ej., interruptores eléctricos,
de castración para la comprensión de las fobias (Mi- estufas y coches en dirección contraria).
chels y col., 1985). Por ejemplo, la importancia de 3. La teoría del aprendizaje no puede explicar las
un compañero de confianza y que dé seguridad a diferencias cualitativas entre las crisis de an-
los individuos con agorafobia puede ser entendida gustia y la ansiedad anticipatoria, que por otra
como una expresión simultánea de los impulsos parte han sido descritas mediante los estudios
agresivos hacia el compañero y de un deseo mági- farmacológicos y de infusión de lactato sódico.
co de proteger al compañero de tales impulsos me-
diante su compañía todo el tiempo. Alternativa- La teoría del condicionamiento puede explicar
mente, el miedo excesivo a la pérdida de un objeto algunos casos de fobia social y fobia simple (p. ej.,
y la ansiedad de separación concomitante pueden una experiencia traumática temprana al hablar en
explicar tanto el miedo de alejarse solo de casa público o en otra situación social, el haber sido
como el alivio de este miedo cuando se está al lado mordido por un perro, etc.). Son precisos más es-
de un compañero. tudios prospectivos que aporten claridad a este
tema. Además, aunque la teoría del aprendizaje ex-
plique cómo emergen algunos síntomas fóbicos, no
Teoría del reflejo condicionado
puede explicar por completo el mantenimiento de
Según la teoría del aprendizaje, la ansiedad fóbica los mismos, ya que la exposición repetida al estí-
es una respuesta condicionada adquirida a través mulo condicionado suele extinguir la respuesta
de la asociación del objeto fóbico (estímulo condi- condicionada. En este marco, la teoría psicodiná-
cionado) con una experiencia nociva (estímulo in- mica sugiere que el conflicto inconsciente puede
condicionado). Al principio, la experiencia nociva ser el motor que mantiene el síntoma fóbico (Ne-
(p. ej., una descarga eléctrica) produce una res- miah, 1981).
puesta incondicionada de dolor, malestar y miedo.
Si el individuo recibe con frecuencia una descarga
Teorías biológicas
eléctrica simultánea a la presentación del objeto
fóbico, por condicionamiento contingente resulta- Algunas de las últimas hipótesis de interés acerca
rá que la sola presencia del objeto fóbico puede de- del origen de las fobias son el resultado de la inte-
sencadenar una respuesta de ansiedad (respuesta gración de los enfoques etológicos, biológicos y de
condicionada). La evitación del objeto fóbico pre- la teoría del aprendizaje.
viene o disminuye esta ansiedad condicionada y en Seligman (1971) sugirió que las fobias simples
consecuencia se perpetúa mediante la reducción son un ejemplo de aprendizaje modelado por la
de la exposición. evolución. El concepto de «p r e p a r a c i ó n» para el
Este modelo clásico de la teoría del aprendiza- aprendizaje proviene de la observación de que al-
je para explicar las fobias se ha visto apoyado por gunas respuestas a determinados estímulos se
los resultados relativamente satisfactorios de las aprenden con más facilidad que otras y de que la
técnicas conductuales (descondicionamiento) en el facilidad para aprender en una circunstancia par-
tratamiento de muchos pacientes con una fobia ticular varía de una especie a otra. La preparación
simple. Sin embargo, recientemente, ha sido criti- es una medida de la facilidad con que un estí-
cado por considerarse incongruente con algunas mulo concreto es emparejado con una respuesta
observaciones empíricas, de la conducta fóbica en determinada. La mayoría de fobias específicas in-
humanos. Entre sus críticas principales tenemos volucran estímulos que en el curso de la evolu-
las siguientes: ción han representado un peligro para el hombre,
y ante los que todavía se reacciona como si fue-
1. La mayoría de las fobias no parecen haber em- ran intrínsicamente peligrosos. Como apoyo del
pezado a partir de un incidente traumático en componente biológico de las fobias específicas,
el que el objeto fóbico se haya asociado a un es- Fyer y sus colaboradores (1990) hallaron una ele-
tímulo incondicionado aversivo. vada transmisión familiar de las fobias específi-
2. La teoría del aprendizaje sugiere que cualquier cas, con un riesgo tres veces mayor en los fami-
objeto o situación asociada regularmente con un liares de primer grado de los sujetos afectos; es
estímulo nocivo tiene la misma probabilidad de interesante observar que no se observó un au-
transformarse en un objeto fóbico; pero el aba- mento del riesgo para los otros trastornos fóbi-
nico de objetos fóbicos es en realidad relativa- cos o ansiosos.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 555

Los síntomas de fobia social se acompañan en cientes que en un momento dado acuden para re-
quizás el 50% de los casos de un aumento de la cibir tratamiento refieren un curso global crónico
adrenalina plasmática, a diferencia de las crisis de de la enfermedad, los clínicos con experiencia en
angustia en las que no se observa con regularidad este campo tienen la impresión general de que el
un aumento de la adrenalina. De todos modos, en curso es fluctuante y que muchos pacientes pueden
la fobia social también intervienen algunos ele- tener por lo menos algunos períodos breves de me-
mentos cognitivos, ya que las infusiones rápidas joría o incluso de remisión. No hay estudios de se-
de adrenalina fuera de las circunstancias fóbicas guimiento con pacientes agorafóbicos no tratados.
no reproducen exactamente los síntomas. La feni- En la sección del tratamiento se comentarán los es-
letilamina u otras aminas endógenas similares pue- tudios de seguimiento con pacientes tratados.
den estar implicadas en nuestra respuesta emo- Se cree que la fobia social empieza sobretodo en
cional a la aprobación o desaprobación sociales. la adolescencia y al principio de la edad adulta, más
Este sistema estaría regulado de forma mediocre pronto que en los agorafóbicos, siendo el curso de la
en los pacientes con fobia social y en los que pa- enfermedad crónico. La edad media de inicio en dos
decen depresión atípica (Liebowitz y col., 1984b). series clínicas fue de 19 años (Amies y col., 1983;
Ambos grupos reaccionan exageradamente ante la Marks y Gelder, 1966). El inicio de los síntomas
crítica y el rechazo, y se benefician claramente del puede ser agudo a partir de una experiencia social
tratamiento con un IMAO, que reduce su sensibi- humillante, pero habitualmente es insidioso durante
lidad al rechazo y también inhibe el metabolismo meses o años sin un claro desencadenante diferen-
de las aminas endógenas biogénicas. ciado. Es interesante destacar que en los estudios
La agorafobia es, en la mayoría de los casos, una clínicos los hombres están igual o más frecuente-
respuesta a las crisis de angustia espontáneas cuya mente afectados que las mujeres, a diferencia de lo
etiología ya ha sido discutida. No se sabe con cer- que ocurre con otros trastornos de ansiedad. Es pro-
teza por qué sólo algunos individuos con crisis de bable que este hecho refleje una mayor demanda so-
angustia desarrollan agorafobia, pero probable- cial que impulse a la búsqueda de tratamiento más
mente es el resultado de la interrelación de facto- que el porcentaje real de población afectada. En un
res ambientales, de género y genéticos. Las perso- estudio epidemiológico sobre la fobia social, Sch-
nas que tienen que desplazarse para ganarse la vida neier y sus colaboradores (1992) hallaron que el 70%
tienen menor probabilidad de terminar atadas a sus de los sujetos afectados eran mujeres. Estos hallaz-
casas que las que no necesitan desplazarse. Este fe- gos fueron similares a los obtenidos en las muestras
nómeno podría explicar la mayor proporción de clínicas. La edad media de inicio fue a los 15 años y
mujeres con agorafobia respecto al trastorno de an- se observó una importante morbilidad asociada, in-
gustia. También es posible que los pacientes ago- cluyendo mayor dependencia económica y un au-
rafóbicos padezcan de un trastorno de angustia más mento de las ideas suicidas. No se observó un au-
grave o más crónico. Los estudios familiares su- mento de la tasa de intentos de suicidio cuando no
gieren una transmisión genética para la agorafobia existían otros trastornos psiquiátricos comórbidos.
tanto relacionada con como independiente del tras- Los pacientes con fobia específica a los anima-
torno de angustia. les suelen manifestar síntomas en la primera in-
En un estudio reciente y amplio sobre las fobias fancia, mientras que las fobias situacionales sue-
realizado en gemelos, Kendler y su grupo (1992b) len iniciarse posteriormente. Marks (1969) observó
determinaron que la agregación familiar de las fo- una edad media de inicio en las fobias a animales
bias era principalmente debida a factores genéti- de 4,4 años, mientras que los pacientes con fobias
cos, con una heredabilidad modesta del 30 al 40%, situacionales (claustrofobia, acrofobia o miedo a la
dependiendo de cada fobia en particular. Los fac- oscuridad, o a las tormentas), tenían una edad
tores ambientales también juegan un papel signi- media de inicio de 22,7 años. Aunque los estudios
ficativo en el desarrollo de los trastornos fóbicos. prospecticos sistemáticos existentes son limitados,
parece ser que las fobias específicas siguen un
curso crónico si no se tratan.
Curso y pronóstico
Existen pocos datos recogidos sistemáticamente
Diagnóstico y diagnóstico diferencial
sobre la historia natural de la agorafobia. La edad
habitual de inicio es entre los 18 y los 35 años. Antes de que se pueda realizar un diagnóstico de
Aquellos individuos cuyos episodios de «crisis» se trastorno fóbico, debe descartarse la presencia de
caracterizan principalmente por sensación de ines- otros trastornos que puedan dar lugar a miedos irra-
tabilidad y temor a desplomarse (que conduce al cionales y a conductas de evitación. Ver la Figu-
miedo a los espacios abiertos) suelen iniciar su ra14-11 para una visión completa del diagnóstico
trastorno hacia los 40 años. A pesar de que los pa- diferencial en los trastornos de ansiedad.
556 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Agorafobia objeto acutal de discusión. La etiquetación auto-


mática de estos pacientes como un trastorno de la
Los temores difusos y la evitación del quedarse
personalidad por evitación puede alejar a los tera-
solo o de abandonar el hogar pueden verse en los
peutas de unos esfuerzos farmacoterapéuticos y de
estados paranoides y psicóticos, en los trastornos
terapia conducutal potencialmente útiles.
postraumáticos y en los trastornos depresivos ma-
Algunos pacientes agorafóbicos refieren su
yores. Los estados psicóticos se diferencian de la
temor a exponerse a una situación embarazosa si
agorafobia por la presencia de delirios, alucinacio-
pierden el control en el curso de una crisis de an-
nes y trastornos en el proceso del pensamiento.
gustia. Estos pacientes se distinguen de los fóbicos
Aunque los pacientes con agorafobia temen con
sociales por la presencia de crisis de angustia en si-
frecuencia volverse locos, no manifiestan sinto-
tuaciones que no siempre implican escrutinio o
matología psicótica. Los pacientes con un trastor-
evaluación por parte de los demás. La ansiedad en
no por estrés postraumático tienen algún antece-
la relación interpersonal o el miedo a la humilla-
dente típico, tal como miedo a estar solos o a viajar
ción que pueden llevar a la evitación social no se
solos después de haber sido atacados.
diagnostican como fobia social cuando se dan en
Más difícil es la distinción entre el trastorno de-
el contexto de la esquizofrenia, el trastorno esqui-
presivo y la agorafobia. En ambos tipos de pacientes
zofreniforme, la psicosis reactiva breve o el tras-
es común la presencia de crisis de angustia espon-
torno depresivo mayor. Los pacientes con vulne-
táneas. Los pacientes con agorafobia se desmorali-
rabilidad psicótica que presentan un grave
zan y refieren sentirse deprimidos. Una buena anam-
aislamiento social o escasas habilidades sociales
nesis habitualmente revela la ausencia de síntomas
para la relación interpersonal pueden confundirse
vegetativos o de la pérdida de placer o de interés en
en ocasiones con los fóbicos sociales si son vistos
sus actividades. En la agorafobia son raros el des-
en fases no psicóticas o prepsicóticas de su enfer-
pertar precoz y la anhedonia omnipresente propios
medad.
del paciente con depresión endógena. Los agorafó-
El aislamiento social que se ve en los trastor-
bicos suelen comentar que les encantaría poder salir
nos depresivos se asocia habitualmente a la au-
de casa y realizar distintas actividades si supieran
sencia de interés o de placer experimentada en
que no iban a sufrir ninguna crisis de angustia. En
compañía de la gente más que con el temor al es-
cambio, los pacientes deprimidos no ven ninguna
crutinio. En cambio, los pacientes con fobia social
razón para salir de casa porque cuando lo hacen no
expresan por lo general su deseo de ser capaces de
experimentan placer con ninguna actividad y, ade-
actuar adecuadamente con los demás y anticipan
más, creen que la gente estará mejor sin ellos.
un sentimiento placentero por esta posibilidad.
Los depresivos atípicos (que cursan con hiper-
somnia, hiperfagia, baja energía y estado de ánimo
depresivo pero reactivo) presentan crisis de angus- Tratamiento
tia con frecuencia, pero raramente se encuentran Farmacoterapia
síntomas de agorafobia entre sus antecedentes o
formando parte de su sintomatología actual. Los Agorafobia. Existe cierto desacuerdo sobre cuál
pacientes con depresión atípica y con anteceden- es el mejor método terapéutico en la agorafobia con
tes de crisis de angustia responderán preferente- crisis de angustia. Se utiliza la medicación antipá-
mente a los IMAO (Liebowitz y col., 1984a). nico para bloquear las crisis de angustia, estando
demostrada su eficacia en este aspecto. El trata-
miento farmacológico de las crisis de angustia ya
Fobia social
se ha comentado previamente en la sección sobre
La evitación de situaciones sociales forma parte de el trastorno de angustia y el trastorno de angustia
los trastornos de personalidad por evitación y pa- generalizada. Sin embargo, en pacientes con evita-
ranoide, de la agorafobia, del trastorno obsesivo- ción agorafóbica importante, no basta muchas
compulsivo y de los trastornos depresivo, esqui- veces con la medicación por sí sola. Generalmen-
zofrénico y paranoide. te se acepta la necesidad de exponer de algún modo
Los sujetos paranoides temen que otra gente a los pacientes agorafóbicos a las situaciones te-
pueda perjudicarles. En cambio, los pacientes con midas para que se produzca una mejoría completa.
fobia social temen que su propia actuación pueda Esto puede conseguirse a través de varios métodos
ocasionarles verguenza o humillación. no específicos, como pueden ser la psicoeducación,
En el trastorno de la personalidad por evitación, la tranquilización del paciente y la terapia de apoyo
se teme principalmente el rechazo, ridículo o hu- (Klein D. F. y col., 1983). Sin embargo, parece ser
millación por parte de los demás. La distinción que la terapia cognitiva-conductual es, en general,
entre esta entidad y la fobia social generalizada más eficaz que las técnicas no específicas para re-
puede ser conceptual y semántica, y su validez es ducir la evitación agorafóbica. Consecuentemen-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 557

te, el estudio de la eficacia relativa de la combina- miento conductual. En estos pacientes, el trata-
ción de los tratamientos farmacológicos y de la te- miento combinado suele ser mejor que cualquiera
rapia cognitiva-conductual es el centro de atención de los dos tratamientos por separado.
de muchos investigadores. En la tabla 14-10 se re-
sumen los estudios controlados realizados con an- Fobia social. Se dispone de pocos estudios con
tidepresivos tricíclicos, con o sin terapia conduc- medicación sobre la fobia social. Algunos estudios
tual, en los pacientes con agorafobia y trastorno de análogos realizados en fobia social del tipo de ac-
angustia. tuación en público (muestras no clínicas de ansie-
Los resultados no siempre han sido consisten- dad ante una actuación o una situación social) su-
tes, en parte a causa de las diferencias metodoló- gieren la eficacia de fármacos betabloqueantes
gicas y sus limitaciones. Según el resultado de al- especialmente si son utilizados de forma aguda
gunos estudios, la imipramina no produce un antes de enfrentarse al acto o situación temidos.
efecto significativamente distinto tanto si se ha ad- Muchos artistas u oradores refieren que 20 mg de
ministrado sola como junto a instrucciones para propanolol administrado por vía oral una hora antes
evitar la exposición (Marks y col., 1983; Telch y de la actuación, reduce las palpitaciones, temblor y
col., 1985). Marks y sus colaboradores (1983) no ha- la «sensación de flotamiento». En la Tabla 14-16 se
llaron ningún beneficio añadido significativo al resumen los ensayos controlados con betabloque-
combinar la imipramina con la exposición guiada antes sobre la ansiedad ante una actuación pública.
por un terapeuta. Es posible que en este estudio la Se ha observado que la fenelzina, un IMAO, es
capacidad para detectar los efectos terapéuticos es- eficaz en muestras de pacientes con síntomas mez-
tuviera mermada, debido a que los pacientes de clados de agorafobia y fobia social. Recientemente,
todos los grupos recibieron y se beneficiaron de Liebowitz y sus colaboradores (1992) realizaron un
unas tareas de autoexposición en sus hogares. estudio controlado que comparaba la fenelzina, el
Otros estudios ponen de manifiesto que la combi- atenolol y el palcebo en el tratamiento de los pa-
nación de la medicación con el tratamiento con- cientes con una fobia social, según los criterios del
ductual es superior al tratamiento conductual por DSM-III. Aproximadamente las dos terceras partes
sí sólo (Mavissakalian y Michelson, 1986a; Telch de los pacientes presentaron una respuesta notable
y col., 1985; Zitrin y col., 1980). En un estudio con- a la fenelzina, a dosis de 45 a 90 mg/día, mientras
trolado con placebo más reciente en pacientes con que el atenolol no fue superior al plcebo. En otro es-
trastorno de angustia con agorafobia, según la de- tudio realizado en pacientes con fobia social según
finición del DSM-III (Mavissakalian y Perel, 1989), los criterios del DSM-III, tratados durante un año en
se planteaba la cuestión de si la imipramina en au- régimen ambulatorio, se observó que la trancilci-
sencia de intervenciones conductuales poseía un promina a dosis de 40 a 60 mg/día se asociaba a una
efecto antifóbico importante y si este efecto era mejoría significativa en el 80% de los pacientes (Ver-
dosis-dependiente. A pesar de que no se encontró siani y col., 1988). Más recientemente, los estudios
una correlación estadísticamente significativa que se están realizando están intentado examinar la
entre la respuesta fóbica y la dosis de imipramina eficacia comparada y combinada de las medicacio-
(al contrario que en el caso de la respuesta de las nes y de las terpias conductuales en la fobia social.
crisis de angustia), en el grupo al que se le admi- Uno de estos estudios (Gelernter y col., 1991) com-
nistró dosis elevadas (193 mg de imipramina dia- paró la terapia de grupo cognitivo-conductual con el
rios), el 83% de los pacientes mostró una mejoría tratamiento con fenelzina, alprazolam y placebo.
importante en las crisis y el 67% mostró una me- Aunque todos los grupos mejoraron de forma signi-
joría importante de la fobia. ficativa, el grupo tratado con fenelzina fue superior
En resumen, la medicación efectiva para las cri- en relación a la respuesta clínica absoluta y al dete-
sis de angustia está indicada en el tratamiento de rioro funcional. Es de esperar que se realicen nuevos
la agorafobia con crisis de angustia, ya que una de estudios que aporten más luz sobre la eficacia rela-
las metas más importantes del tratamiento es blo- tiva y los tratamientos combinados. En la Tabla 14-
quear la generación de nuevas crisis de angustia. 17 se resumen los estudios controlados con IMAO
Esta terapia debería ser utilizada aun cuando las en el tratamiento de grupos con fobia social.
crisis de pánico sean esporádicas o presenten sín-
tomas limitados. No obstante, la eficacia de la me- Fobias específicas. No se ha podido observar que
dicación frente a los síntomas fóbicos no parece ser ninguna medicación sea efectiva en el tratamiento
tan importante como la que se observa para los sín- de las fobias específicas. El limitado número de es-
tomas de las crisis de angustia, y si no es suficien- tudios realizados hasta la fecha no demuestra la efi-
te con medidas psicoeducacionales y de apoyo para cacia ni de los antidepresivos tricíclicos, ni de los
animar al paciente a que se enfrente a las situa- benzodiacepinas, ni de los betabloqueantes en el
ciones temidas, entonces debe iniciarse un trata- tratamiento de las fobias específicas.
558 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-16. ENSAYOS CONTROLADOS CON BETABLOQUEANTES: ESTUDIO SOBRE LA ANSIEDAD ANTE UNA
ACTUACIÓN EN POBLACIONES NO CLÍNICAS

Fuente Muestra Diseño Dosis y tipo de fármaco Resultado final


Liden y Gottfries 15 músicos voluntarios Estudio a doble ciego Alprenolol 50 y 100 Positivo: los efectos del
(1974) extraídos de entre los de comparación de dos mg; betabloqueante no alprenolol sobre las
miembros más grupos, uno con una selectivo palpitaciones, el tono
sintomáticos de una dosis única de muscular y el temblor
orquesta sinfónica alprenolol y el otro con fueron superiores al
profesional placebo, antes de dos placebo
conciertos
Gottschalf y col. Estudiantes voluntarios Comparación a doble 60 mg de clorhidrato Negativo: el fármaco
(1974) no ansiosos ciego de la respuesta de propanolol en dosis activo fue efectivo en
ante una entrevista repartidas durante 12 a disminuir la ansiedad
estresante en dos 14 horas antes de la antes de la entrevista
grupos, uno con terapia prueba; betabloqueante pero no durante la
a corto término con no selectivo misma
clorhidrato de
propanolol y el otro
con placebo
Krishnan (1975) 32 estudiantes; se Comparación a doble 40 mg de oxprenolol Positivo: el grupo que
establecen unos ciego de la actuación dos veces al día; 2 mg tomo sólo oxprenolol
criterios de selección ante un examen entre de diazepam dos veces realizó el examen
un grupo con una dosis al día; betabloqueantes mejor de lo previsto; el
de mantenimiento de no selectivos grupo con sólo
oxprenolol y otro con diazepam expresó una
diazepam sensación subjetiva de
mejor ejecución; no se
aportaron las
comparaciones
estadísticas
Siltonen y Janne 17 jugadores amateur Comparación a doble 40 mg de oxprenolol; Negativo: no diferencia
(1976) de bolos ciego de dos grupos de betabloqueante no global entre los grupos;
jugadores de bolos ante selectivo el oxprenolol fue de
una competición, uno ayuda en el subgrupo
con una dosis única de de jugadores de bolos
oxprenolol y el otro con elevada frecuencia
con placebo cardíaca (un tercio de
la muestra); el 50% de
la muestra con
oxprenolol rindió peor
con el fármaco que con
placebo
James y col. 24 músicos de Comparación a doble 40 mg de oxprenolol; Positivo: menos
(1977) instrumentos de ciego cruzado de una betabloqueantes no ansiedad subjetiva y
cuerda, voluntarios dosis única de selectivo mejor ejecución
oxprenolol frente a objetivamente con
placebo tomados antes oxprenolol
de una actuación
Brantingan y col. 29 músicos voluntarios Comparación a doble 40 mg de clorhidrato Positivo: con
(1982) ciego cruzado de una de propanolol; propranolol mejoraron
dosis única de betabloqueante no la ansiedad subjetiva,
propanolol y placebo selectivo los síntomas físicos y
tomados antes de una el rendimiento
ejecución musical
Neftel y col. 22 músicos de Estudio a doble ciego 100 mg de atenolol; Positivo: el grupo con
(1982) instrumentos de paralelo comparando betabloqueante atenolol mostró menos
cuerda, voluntarios una dosis única de cardioselectivo estrés, temor y
atenolol y de placebo deterioro en la
tomados antes de una actuación frente a la
actuación con y sin audiencia que el grupo
audiencia con placebo; los
efectos fueron
estadísticamente
débiles
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 559

TABLA 14-16. ENSAYOS CONTROLADOS CON BETABLOQUEANTES: ESTUDIO SOBRE LA ANSIEDAD ANTE UNA
ACTUACIÓN EN POBLACIONES NO CLÍNICAS (continuación)

Fuente Muestra Diseño Dosis y tipo de fármaco Resultado final


Krope y col. 104 estudiantes Estudio a doble ciego 5 o 10 mg de Negativo: no hubo
(1982) voluntarios paralelo comparando mepindolol; diferencias entre
una dosis única de betabloqueante no placebo y fármaco
mepindolol o de selectivo activo en cuanto a la
placebo ante exámenes ansiedad subjetiva o al
reales rendimiento en el
examen
Hartley y col. Muestra 1: 16 Estudio a doble ciego 40 mg de propanolol; Positivo: efecto del
(1983) estudiantes voluntarios cruzado comparando betabloqueante no propranolol
con puntuaciones altas propanolol y placebo selectivo significativamente
en ansiedad tomados antes de mejor que el placebo
hablar en público tanto en la ansiedad
subjetiva como en la
observada
Muestra 2: 17 Igual que el anterior Igual que el anterior Positivo: el propranolol
estudiantes voluntarios fue más efectivo que el
con altas puntuaciones placebo en reducir la
en ansiedad y 12 con ansiedad durante las
puntuaciones bajas pruebas en el grupo
con puntuación más
alta en ansiedad
James y col. 30 músicos Estudio a doble ciego 5 mg de pindolol; Positivo: el pindolol
(1983) profesionales cruzado comparando betabloqueante no fue más eficaz que el
una dosis única de selectivo placebo en la ansiedad;
pindolol y de placebo el pindolol obtuvo una
antes de los recitales mejoría subjetiva pero
no objetiva en la
ejecución musical
Desai y col. 44 estudiantes sanos Experimento 1: diseño 5 mg de diazepam; 80 Negativo: el diazepam
(1983) voluntarios agrupados a doble ciego paralelo mg de oxprenolol; mejoró más el
según puntuación alta comparando diazepam betabloqueantes no rendimiento que el
o baja de ansiedad o placebo; selectivos placebo en el grupo de
Experimento 2: diseño alta ansiedad; no se
a doble ciego paralelo obtuvieron diferencias
comparando oxprenolol entre oxprenolol y
o placebo; ejercicio placebo
memorístico

Terapia cognitiva-conductual das. Otro pacientes pueden necesitar un empuje


más dirigido en forma de terapia de apoyo. En con-
Agorafobia. El objetivo de la intervención psicote-
junto, las técnicas conductuales dirigidas son más
rapéutica en este trastorno es alentar a los pacien-
efectivas para los pacientes con agorafobia grave o
tes a reexponerse a la situación fóbica con el fin de
resistente; las técnicas de exposición se utilizan
demostrarse a sí mismos que no volverán a tener
junto con la medicación anti-crisis de angustia en
crisis de angustia mientras tomen la medicación y
el tratamiento de los pacientes con agorafobia y
que, en consecuencia, pueden dejar de lado su con-
crisis. Una forma de terapia conductual que goza
ducta de evitación y su preocupación o ansiedad an-
de cierta popularidad es la exposición in vivo en
ticipatoria de padecer una crisis de angustia.
grupo, en la que grupos de agorafóbicos (acompa-
Al iniciar el tratamiento, el terapeuta debe ex-
ñados inicialmente por un terapeuta) acuden jun-
plicar al paciente los tres estadios de desarrollo de
tos a restaurantes, grandes almacenes, etc. Tam-
la enfermedad y el hecho de que la medicación blo-
bién los grupos de auto-ayuda son bastante útiles
queará las crisis espontáneas pero no disminuirá la
para levantar la moral y compartir la información
ansiedad anticipatoria o el deseo de evitación. Al-
entre los agorafóbicos.
gunos pacientes, una vez ha disminuido la frecuen-
Como ya se comentó en la subsección dedica-
cia de las crisis espontáneas, intentan por decisión
da a la farmacoterapia, existe un gran desacuerdo
propia afrontar las situaciones previamente evita
en la secuencia de la aplicación de la medicación
560 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-17. ENSAYOS CONTROLADOS DE TRATAMIENTO CON IMAO EN GRUPOS MIXTOS DE PACIENTES
FÓBICOS/FOBIA SOCIAL

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diaria Duración Resultado final Limitaciones

Tyrer y col. Agorafobia y PHEN vs. P Hasta 90 8 semanas PHEN superior al P en No se informó
(1973) fobia social mg/día las fobias secundarias separadamente de los
(N = 32) (evaluación del resultados en la
paciente) y en el agorafobia y la fobia
resultado global social; no queda claro si
(evaluación por el los pacientes tenían
psiquiatra) crisis de angustia
Solyom y col. Agorafobia, Implosión vs. Hasta 45 3 meses La implosión produjo Sólo se hizo una
(1973) fobia social y PHEN junto a mg/día una mayor disminución evaluación a ciegas en
fobia específica psicoterapia en la puntuación del la comparación de
(N = 30) breve vs. P Wolpe Lang Survey que PHEN vs. P; no se
la PHEN; la PHEN presentaron
obtuvo mayor efecto separadamente los
ansiolítico que los resultados para los
demás tratamientos; distintos tipos de fobia;
diferencia significativa no se especifica la
entre PHEN y el P en la presencia o el grado de
reducción de la fobia, de crisis de angustia en la
los síntomas línea basal
neuróticos y de la
maladaptación social; 6
de cada 6 pacientes que
suspendieron el
tratamiento con PHEN
recayeron hacia el 2.°
año de seguimiento
Mountjoy y col. Neurosis de PHEN más PHEN 75 4 semanas PHEN + DZPM fue Muestra heterogénea;
(1977) ansiedad DZPM vs. P mg/día; superior en la escala de corta duración;
(N = 36); más DZPM DZPM 5 fobia social para todos muestras pequeñas para
agorafobia o mg tres los pacientes fóbicos; en los distintos grupos
fobia social veces al día los pacientes con terapéuticos dentro de
(N = 22); ansiedad neurótica el P cada diagnóstico; no se
neurosis + DZPM fue superior midió la gravedad de las
depresiva (no medido en la Escala de crisis de angustia al
se tiene en ansiedad de Hamilton inicio ni al final del
cuenta aquí) estudio
Solyom y col. Agorafobia o 2 × 2 PHEN Hasta 45 6 semanas La PHEN fue mejor que No se informa
(1981) fobia social vs. P; mg/día el P en la reducción de separadamente para los
(N = 40) exposición vs. la ansiedad durante la dos tipos de fobia; dosis
no exposición exposición; la de PHEN baja; ausencia
exposición fue superior de control en la
a la no exposición en exposición; no se
varias mediciones; no especifican o evalúan
se encontraron las crisis de angustia
diferencias significativas
entre la exposición y la
PHEN
Gelernter y col. DSM-III fobia PHEN vs. PHEN 55 12 semanas Todos los grupos La exposición
(1991) social ALZM vs. mg (media); de mejoraron de forma autodirigida realizada
(N = 65) CBGT vs. P ALZM 4,2 tratamien- significativa; respuesta en todos los grupos
(a todos los mg (media) to, 4 clínica (P <0,09): puede haber diluido los
pacientes semanas de PHEN 69%; ALZM efectos específicos de
medicados se retirada y 38%; CBGT 24%; P los tratamientos
les realizó seguimient 20%; PHEN > ALZM
una o durante 8 y P en la incapacidad
exposición semanas global
autodirigida)
Liebowitz y col. DSM-III fobia PHEN vs. Durante la 8 semanas PHEN > ATNL = P. La muestra que
(1992) social ATNL vs. P 8.a semana de Respuesta clínica: PNZ suspende el tratamiento
(N = 74) PHEN 76 tratamien- 64%; ATNL 30%; P es muy pequeña; el
mg; ATNL to; 8 23%. Mantenimiento: subgrupo de medición
98 mg semanas de mejoría mantenida del rendimiento durante
(medias) manteni- la ansiedad es muy
miento y 8 pequeño para su análisis
semanas de
retirada
Nota: PHEN = fenelzina; P = placebo; DZPM = diazepam; ALZM = alprazolam; CBGT = grupo de terapia cognitiva-conductual; ATNL = atenolol.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 561

y la terapia conductual en el tratamiento de los pa- Aun cuando estos estudios están en sus fases
cientes que presentan agorafobia y crisis de pánico. más precoces, parece ser que la exposición, la re-
En la sección dedicada a la farmacoterapia se han estructuración cognitiva y el entrenamiento en
comentado varios estudios importantes que han las habilidades sociales son técnicas beneficiosas
sido presentados en las Tablas 14-10 y 14-11. Los para los pacientes con una fobia social. Los in-
médicos con orientación psicofarmacológica reco- tentos de correlacionar el tipo de paciente (défi-
miendan bloquear primero las crisis de angustia cits en las habilidades sociales vs. ansiedad fóbi-
com medicación y seguir luego con la exposición ca/evitación) con la modalidad de tratamiento
in vivo en los pacientes que no recuperan una mo- preferida (entrenamiento en las habilidades so-
vilidad completa tras el bloqueo de las crisis. Por ciales vs. exposición) no han sido fructíferos
otro lado, los conductistas abogan por un trata- (Wlazlo y col., 1990). Heimberg y su grupo (1990a)
miento de exposición en primer lugar, reservando compararon la terapia de grupo cognitiva-con-
la medicación para los casos resistentes. La terapia ductual con una intervención controlada de apoyo
conductual centrada principalmente en la exposi- psicoeducacional creíble; ambos grupos mejora-
ción, suele dejar sin bloquear las crisis de angustia ron, pero el grupo tratado con la terapia cogniti-
aunque se estimule adecuadamente la movilidad, va-conductual tuvo una mejoría más importante,
proporcionando argumentos para el uso rutinario especialmente en la autoapreciación de los pa-
de medicación. De todos modos, las nuevas técni- cientes. Finalmente, se ha sugerido que los aspec-
cas conductuales se centran también en la mejoría tos cognitivos pueden ser de mayor importancia
de las crisis de angustia (ver la sección sobre la te- en la fobia social que en otros trastornos ansiosos
rapia conductual en el pánico). En cualquier caso, o fóbicos, por lo cual la reestructuración cogniti-
todo parece apuntar que la combinación de ambos va puede ser un componente necesario para ma-
tratamientos es una terapia indicada, como míni- ximizar las ganancias del tratamiento. Mattick y
mo en aquellos pacientes que son resistentes a cual- sus colaboradores (1989) informaron que la com-
quier tipo de tratamiento por separado. binación de tratamientos era superior a la exposi-
ción o a la reestructuración cognitiva por separa-
Fobia social. En el tratamiento de la fobia social do en la fobia social; la reestructuración cognitiva
se ha utilizado una serie de técnicas cognitivo-con- fue inferior a la exposición en la disminución de
ductuales: exposición (imaginaria o in vivo; indi- la conducta evitante, pero la exposición por sí
vidual o en grupo), la reestructuración cognitiva y misma no produjo ningún cambio en la autoper-
el entrenamiento en las habilidades sociales. La ex- cepción y la actitud.
posición consiste en una exposición imaginaria o
in vivo a la situación o actuación social evitada, y Fobias específicas. El tratamiento de elección para
ha sido relacionada con la etiología traumática (con- las fobias simples es la exposición. El problema es
dicionada) de la fobia social. El entrenamiento en convencer a los pacientes de que la exposición es
las habilidades sociales utiliza el modelamiento, el buena para ellos.
ensayo, los juegos de rol y la práctica de tareas asig- Los tratamientos de exposición se dividen en
nadas (habitualmente en grupos) para ayudar los pa- dos grupos según si el objeto fóbico se presenta de
cientes a que aprendan conductas apropiadas y dis- forma «imaginada» o «in vivo». La exposición in
minuya su ansiedad ante situaciones sociales. La vivo consiste en poner al paciente en contacto con
reestructuración cognitiva se dirige a conseguir el objeto fóbico en la «vida real». En las técnicas de
cambios en la autoinfravaloración, el miedo a la exposición imaginada el paciente se enfrenta al es-
evaluación negativa realizada por terceras personas tímulo a través de la descripción que de él hace el
y a la atribución de los resultados positivos a la terapeuta y mediante su imaginación.
suerte o a las circunstancias, mientras que los ne- El método de exposición tanto en un caso como
gativos se atribuyen a las limitaciones personales. en el otro puede ser progresivo o no. La exposición
Es difícil realizar una evaluación correcta del gradual utiliza una jerarquía de acontecimientos
resultado de los estudios con terapia conductual desencadenantes de ansiedad, que van desde el
debido a la heterogeneidad de las muestras de pa- menos estresante al que más. El paciente empieza
cientes fóbicos, a la ausencia de definiciones ope- por el nivel menos estresante y progresa gradual-
rativas del trastorno y de escalas de mejoría, y a la mente a lo largo de la jerarquía. La exposición no
presentación de los datos de resultados en térmi- gradual empieza con la confrontación del pacien-
nos de puntuación media de cambio en lugar de te con el ítem más estresante de la jerarquía.
nivel de funcionamiento conseguido. No obstan- La mayoría de técnicas de exposición se han
te, en los últimos años, se han realizado estudios utilizado tanto individualmente como en grupo.
mejor sistematizados sobre poblaciones clínicas En los grupos, el paciente se siente persuadido a
muy bien definidas. exponerse a la situación fóbica tanto por el ejem-
562 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

plo como por el apoyo de los otros miembros del de exclusión, ya que hoy en día se acepta qu e
grupo. Entre las técnicas utilizadas caben destacar el TOC puede presentarse de forma simultánea con
la desensibilización sistemática, el inundamiento otro(s) trastorno(s), particularmente cuando el
imaginario, la exposición prolongada in vivo, el mo- TOC les antecede.
delamiento participativo y la práctica reforzada. Aunque algunas actividades tales como comer,
Los estudios realizados hasta la fecha no han la conducta sexual, el juego o la bebida pueden ser
podido mostrar de una forma concluyente que una calificadas de «compulsivas» cuando son excesi-
técnica de exposición sea superior a las otras o que vas, se distinguen de la compulsión real en que las
esté indicada de forma específica para subtipos fó- primeras son experimentadas como placenteras,
bicos particulares. aunque sus consecuencias puedan ser desagrada-
En los pacientes que padecen crisis de angustia bles. Los pensamientos siniestros, las rumiaciones
entre sus síntomas fóbicos, está indicada la admi- o las preocupaciones obsesivas pueden ser desa-
nistración de la medicación contra las crisis de an- gradables pero se distinguen de las verdaderas ob-
gustia. sesiones en que no son egodistónicas, ya que el in-
dividuo las cree justificadas aunque posiblemente
sean excesivas. En cualquier caso, los pacientes con
Otras psicoterapias
obsesiones están predispuestos a la meditación ob-
Todos los pacientes fóbicos precisan de un soporte sesiva y una característica común en ambos gru-
emocional y de una confianza en la orientación del pos de paciente es su incapacidad para suprimir un
profesional que les trata. En algunos casos, será su- determinado pensamiento obsesivo. Sin embargo,
ficiente con una simple exhortación para enfren- la mayoría de pacientes con un TOC presentan va-
tarse a los objetos fóbicos. Otros pacientes pueden rias obsesiones y compulsiones distintas a lo largo
necesitar de unos programas conductuales estruc- del curso de su enfermedad.
turados para obtener un beneficio. La medicación Mediante la agrupación de síntomas, se forman
facilita la confrontación de los temores fóbicos en varios subtipos de TOC. En un subtipo se incluye a
la agorafobia y en la fobia social. los pacientes con obsesiones sobre la limpieza y la
En los últimos años, el éxito comprobado de la contaminación cuyos rituales comprenden el lava-
medicación y/o de las terapias conductuales ha do compulsivo y la evitación de objetos contami-
dado lugar a que la terapia psicodinámica cada vez nados. Un segundo grupo incluye a los pacientes que
sea menos utilizada (Gabbard, 1990). Sin embargo, cuentan patológicamente y realizan comprobacio-
algunos pacientes en los cuales el médico identi- nes compulsivamente. Un tercer grupo abarca los
fique la presencia de conflictos subyacentes aso- «obsesivos puros» sin compulsiones. También exis-
ciados con la ansiedad fóbica y la evitación y que te un grupo con lentitud obsesiva primaria en el que
sean susceptibles a una exploración en profundi- la lentitud es el síntoma predominante. Los pa-
dad, pueden beneficiarse de la terapia psicodiná- cientes pueden pasarse varias horas cada día en la-
mica. Además, la aproximación psicodinámica varse, vestirse y desayunar, por lo que su vida dis-
puede ser útil para comprender y resolver las com- curre de forma extremadamente lenta. Algunos
plicaciones interpersonales secundarias que fre- pacientes con un TOC son llamados «acaparadores»
cuentemente afectan a los pacientes fóbicos y a sus pues no son capaces de tirar nada por el temor de
compañeros y que pueden servir como resistencias que algún día puedan necesitar algo que habían de-
a la implementación con éxito de la medicación o sechado.
de la terapia conductual (Gabbard, 1990). El DSM-IV califica el TOC entre los trastornos
de ansiedad debido a que 1) la ansiedad suele aso-
ciarse a la resistencia a las obsesiones y compul-
@ TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO siones, 2) la ansiedad o la tensión pueden aliviarse
inmediatamente si se cede a las compulsiones y 3)
Definición
a menudo el TOC se presenta con otros trastornos
La sintomatología esencial del trastorno obsesivo- de ansiedad tales como las fobias. De todos modos,
compulsivo (TOC) consiste en la presencia de ob- las compulsiones no siempre disminuyen la ansie-
sesiones o compulsiones. En la Tabla 14-18 se pre- dad, y la calidad de los temores en el TOC es dis-
senta la definición y los criterios del TOC según tinta a la de las fobias verdaderas o a la de la ansie-
el DSM-IV. dad generalizada. Por otra parte, el TOC también
En el DSM-III, no podía diagnosticarse el TOC se asocia con la depresión mayor; en los pacientes
si era secundario a otro trastorno mental como el con un trastorno obsesivo-compulsivo destacan los
síndrome de la Tourette, la esquizofrenia, depre- antecedentes familiares de depresión. Se ha cons-
sión mayor u otro trastorno mental orgánico. Sin tatado que agentes farmacológicos que provocan
embargo, en el DSM-III-R, se eliminó este criterio ansiedad o crisis de angustia no aumentan ni la an-
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 563

TABLA 14-18. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO SEGÚN EL DSM-IV
A. Se cumple para las obsesiones y las compulsiones: B. En algún momento del curso del trastorno la
persona ha reconocido que estas obsesiones o
Las obsesiones se definen por (1), (2), (3) y (4): compulsiones resultan excesivas o irracionales.
1. Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y Nota: Este punto no es aplicable en niños.
persistentes que se experimentan en algún C. Las obsesiones o compulsiones provocan un
momento del trastorno como intrusos e malestar clínico significativo, representan una
inapropiados, y causan ansiedad o malestar pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o
significativos. interfieren marcadamente con la rutina diaria del
2. Los pensamientos, impulsos o imágenes no se individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o
reducen a simples preocupaciones excesivas sobre su vida social.
problemas de la vida real. D. Si hay otro trastorno del Eje I, el contenido de las
3. La persona intenta ignorar o suprimir estos obsesiones o compulsiones no se limita a él
pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta (preocupaciones por la comida en un trastorno
neutralizarlos mediante otros pensamientos o alimentario, arranque de cabellos en la
actos. tricotilomanía, inquietud por la propia apariencia en
4. La persona reconoce que estos pensamientos, el trastorno dismórfico corporal, preocupación por
impulsos o imágenes obsesivos son el producto de las drogas en un trastorno por consumo de
su mente (y no vienen impuestos como en la sustancias, preocupación por estar padeciendo una
inserción del pensamiento). grave enfermedad en la hipocondría, preocupación
Las compulsiones se definen por (1) y (2): por las necesidades o fantasías sexuales en una
parafilia o sentimientos repetitivos de culpabilidad
1. Comportamientos (lavado de manos, puesta en en el trastorno depresivo mayor).
orden de objetos, comprobaciones...) o actos E. El trastorno no se debe a los efectos fisiológicos
mentales (rezar, contar o repetir palabras en directos de una sustancia (drogas, fármacos) o a una
silencio...) de carácter repetitivo, que el individuo enfermedad médica.
se ve obligado a realizar en respuesta a una
obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe Especificar si:
seguir estrictamente. Con poca conciencia de enfermedad: si, durante la
2. El objetivo de estos comportamientos u mayor parte del tiempo del episodio actual, el
operaciones mentales es la prevención o reducción individuo no reconoce que las obsesiones o las
del malestar o la prevención de algún compulsiones son excesivas o irracionales.
acontecimiento o situación negativos; sin
embargo, estos comportamientos u operaciones
mentales no están conectados de forma realista
con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o
bien resultan claramente excesivos.

siedad ni las obsesiones en los pacientes con TOC, citado que las compulsiones pueden ser tanto con-
y algunos marcadores neurobiológicos se relacio- ductuales como mentales. En la gran mayoría de
nan más estrechamente con los trastornos afecti- pacientes con un TOC se pueden observar rituales
vos. mentales que, al igual que las compulsiones con-
Ciertas discusiones diagnósticas relacionadas ductuales, se realizan para reducir la ansiedad o
con el TOC fueron investigadas en el ensayo de evitar un daño. Aunque más del 90% de los pa-
campo realizado para el DSM-IV, lo cual produjo al- cientes presentan tanto obsesiones como compul-
gunos cambios en los criterios y clarificaciones en siones, el 28% están preocupados principalmente
el DSM-IV. Aunque los pensamientos obsesivos son por las obsesiones, el 20% por las compulsiones y
experimentados típicamente como egodistónicos, el 50% por ambas (E. B. Foa y M. J. Kozak, obser-
existe un amplio rango de conciencia de la enfer- vaciones no publicadas, 1993).
medad en los pacientes con un TOC. Aunque todos
los pacientes tienen cierto grado de conciencia de
Descripción clínica
la enfermedad, aproximadamente el 5% de éstos
está convencido de que sus obsesiones y compul- Inicio
siones son razonables (E. B. Foa y M. J. Kozak, ob-
servaciones no publicadas, 1993). Basándonos en El trastorno obsesivo-compulsivo suele empezar
esto, el DSM-IV especifica el tipo con poca con- en la adolescencia o al principio de la edad adulta,
ciencia de la enfermedad si, durante la mayor parte pero también puede hacerlo con anterioridad; el
del tiempo que dura el episodio, la persona no re- 31% de los primeros episodios ocurren entre los 10
conoce que sus obsesiones y compulsiones son ex- y los 15 años, y el 75% se desarrollan hacia los 30
cesivas o irrazonables. El DSM-IV también ha expli- años (Black, 1974). En la mayoría de los casos, no
564 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

ha habido un suceso estresante especial que iniciara cuencia de los despistes del paciente, como puede
los síntomas del TOC, y tras un inicio insidioso ser encontrarse la casa en llamas por no haber ve-
sigue un curso crónico y frecuentemente progresi- rificado que la estufa estaba apagada, o atropellar
vo. De todos modos, algunos pacientes describen a un peatón por no conducir el coche con cuidado.
un inicio repentino de los síntomas. Este hecho es Los impulsos obsesivos pueden ser de tipo agresi-
cierto especialmente en los pacientes con una base vo o sexual, como el impulso intrusivo de apuña-
neurológica en su trastorno. Se ha descrito la aso- lar a la esposa o de violar a un hijo.
ciación del TOC con la encefalitis epidémica que El paciente reconoce el origen interno de las ob-
se produjo en el año 1920 (Meyer-Gross y Steiner, sesiones, se resiste contra ellas o las controla en
1921), con anomalías durante el parto (Capstick y un grado variable, pudiendo producirse algún grado
Seldrup, 1977) y con el inicio del trastorno tras un de deterioro de su funcionamiento. La resistencia
traumatismo craneal (McKeon y col., 1984) o tras consiste en una lucha contra un impulso o un pen-
crisis comiciales (Kehl y Marks, 1986). samiento intrusos, mientras que el control es la ca-
pacidad del paciente para desviar sus pensamien-
tos. Normalmente las obsesiones se acompañan de
Síntomas
compulsiones; pero también pueden presentarse
Obsesiones. Los síntomas obsesivos y compulsi- como el síntoma principal o único. Aproximada-
vos se conocen desde hace siglos y fueron descritos mente, de un 10 a un 25% de los pacientes con
por primera vez en la literatura psiquiátrica por Es- TOC son obsesivos puros o sufren obsesiones de
quirol en 1838 (Rachman y Hodgson, 1980). En forma predominante (Akhtar y col., 1975; Rach-
1878, Karl Westphal describió los pensamientos ob- man y Hodgson, 1980; Welner, 1976).
sesivos como «ideas que, en el contexto de una in- La ausencia de certeza o la duda permanente es
teligencia intacta, sin ser producto de un estado otro rasgo distintivo del pensamiento obsesivo. En
emocional o afectivo determinado, y en contra de contraste con los pacientes maníacos o psicóticos,
la voluntad de la persona... emergen a un primer que muestran una sensación de certeza prematu-
plano de la consciencia» (Westphal, 1878, p. 735). ra, los pacientes afectos de un TOC no llegan a la
Una obsesión es un suceso mental intrusivo, certeza o al acuerdo entre la información que re-
no querido y que provoca ansiedad y malestar. Las ciben a través de sus sentidos y sus creencias in-
obsesiones pueden ser pensamientos, ideas, imá- ternas: Están realmente limpias mis manos? Está
genes, rumiaciones, convicciones, temores, o im- cerrada la puerta? Está envenenando el agua el fer-
pulsos, y suelen ser de carácter agresivo, sexual o tilizante? En el intento de conseguir una sensación
religioso. Las ideas obsesivas son pensamientos re- de certeza, el paciente realiza rituales compulsi-
petitivos que interrumpen el curso normal del pen- vos como el lavado excesivo o las conductas de
samiento y las imágenes obsesivas son imágenes comprobación. Las supersticiones pueden ser un
visuales vívidas. En unas y otras el contenido reflejo de la dificultad en convencerse de que las
puede ser sexual, violento, repugnante o simple- cosas funcionarán correctamente.
mente disparatado. En muchos casos el pensa-
miento obsesivo consiste en ideas espantosas. La Compulsiones. El ritual compulsivo consiste en
persona puede pensar en estar haciendo algo ho- una conducta que habitualmente disminuye el ma-
rrible (como blasfemar, violar, asesinar, abusar de lestar del paciente pero que es llevada a cabo bajo
un niño). Las convicciones obsesivas se basan en una sensación de presión. Entre las conductas com-
ideas mágicas tales como que el pisar las líneas pulsivas podemos encontrar los rituales de lim-
entre baldosas puede ocasionar un perjuicio a uno pieza, las comprobaciones, las repeticiones, la evi-
mismo o a otra persona querida. En ocasiones las tación, la lucha por la precisión y la meticulosidad.
rumiaciones obsesivas se caracterizan por pensa- En la mayoría de las muestras, entre el 25% y el
mientos prolongados inconclusos sobre cuestiones 50% de los pacientes son «limpiadores» (Akhtar y
metafísicas. (Un ejemplo de esto ocurre con el per- col., 1975; Rachman y Hodgson, 1980; Hodgson,
sonaje Alvy Singer de la película de Woody Allen 1977; Rasmussen y Tsuang, 1986). Estos individuos
Annie Hall. Cuando este personaje es llevado al se preocupan por la suciedad, la contaminación o
médico porque se niega a comer, dice «Si el uni- los gérmenes, y pueden pasarse muchas horas al
verso se expande continuamente, desaparecerá día lavándose las manos o en la ducha. Intentan
algún día, por lo tanto de qué sirve comer?») Los evitar el contagio a través de heces, orina o secre-
temores obsesivos se relacionan a menudo con la ciones vaginales.
suciedad o la contaminación y se diferencian de las Los pacientes «c o m p r o b a d o r e s» presentan la
fobias en que siguen presentes en ausencia del es- duda patológica y se ven empujados a comprobar
tímulo fóbico. Otros miedos obsesivos comunes compulsivamente, por ejemplo, si han atropellado
son el lesionarse uno mismo o los otros a conse- a alguien con su coche o si han dejado la puerta
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 565

abierta. A menudo, la comprobación no resuelve rasgos obsesivos se descompensan psicopatológica-


la duda, y en algunos casos la puede aumentar. En mente, suelen presentar depresión, paranoia o sín-
el ensayo de campo del DSM-IV, las compulsiones tomas somáticos en lugar de un TOC. Aunque los
más frecuentes fueron la de lavado y la de com- trabajos más antiguos sugerían la presencia de ras-
probación. gos obsesivos específicos en más de dos terceras par-
Aunque la mayoría de los rituales tienen como tes de los pacientes con un TOC, no se utilizaron
consecuencia el enlentecimiento del funciona- valoraciones de la personalidad estructurada. En una
miento del sujeto, éste es la característica princi - evaluación estandarizada más reciente se observó
pal del raro síndrome de la lentitud obsesiva pri- que únicamente el 6% de los pacientes con un TOC
maria. Vestirse para salir de casa llega a convertirse presentaban un trastorno obsesivo-compulsivo de
en un fenómeno que dura varias horas. Esta lenti- la personalidad, según la definición del DSM-III; la
tud también puede ser consecuencia de la ausen- aplicación de los criterios del DSM-III-R, que son
cia de certeza. Este tipo de pacientes suelen expe- más amplios para el diagnóstico del trastorno de per-
rimentar poca ansiedad a pesar de sus obsesiones sonalidad, aumenta la estimación hasta un 25%
y rituales. (Baer y col., 1990). Actualmente se están realizan-
Las compulsiones mentales son también bas- do estudios para determinar si los rasgos compulsi-
tante frecuentes y debe interrogarse sobre ellas di- vos o de otro tipo de la personalidad resisten o se
rectamente, ya que pueden pasar desapercibidas si desvanecen durante el tratamiento del TOC.
el médico únicamente investiga los rituales con-
ductuales. Estos pacientes, por ejemplo, pueden
Epidemiología
repetir una y otra vez dentro de su mente conver-
saciones pasadas mantenidas con otras personas Al principio se creía que el trastorno obsesivo-com-
para asegurarse de que no han dicho nada que les pulsivo era uno de los trastornos mentales más
pueda incriminar. En los ensayos de campo sobre raros. Los primeros estudios indicaban una inci-
el TOC del DSM-IV, el 80% de los pacientes pre- dencia máxima de 5 cada 10.000 personas (Woo-
sentaban simultáneamente compulsiones con- druff y Pitts, 1964). La prevalencia administrada, o
ductuales y mentales, y las compulsiones menta- el número de pacientes con TOC en tratamiento en
les eran las más frecuentes tras la de lavado y la la población, es aproximadamente del 1% (Black,
de comprobación. 1974). De todos modos, dado que los pacientes con
Aunque existe la presentación agrupada de al- un TOC suelen ser muy reservados en relación con
gunos síntomas (de lavado, de comprobación, ob- sus síntomas y que esperan una media de 7,5 años
sesivos puros, coleccionismo y lentitud primaria) antes de acudir a una consulta psiquiátrica en busca
también pueden superponerse o presentarse se- de ayuda (Rasmussen y Tsuang, 1986), suponemos
cuencialmente. que la prevalencia real debe ser mucho mayor. Los
datos actuales procedentes del estudio ECA (des-
crito previamente en este capítulo) sugieren que el
Rasgos del carácter
TOC es bastante frecuente, siendo su prevalencia
Los teóricos psicoanalistas sugirieron una conti- al mes del 1,3%, una prevalencia a los seis meses
nuidad entre la personalidad compulsiva y el TOC. del 1,5% y una prevalencia a lo largo de la vida del
Según Janet (1908), todos los pacientes obsesivos 2,5% (Regier y col., 1988). Aunque la validez y fia-
tienen una personalidad premórbida relacionada bilidad del diagnóstico de TOC en este estudio
causalmente con el trastorno. Freud (1913/1958) hayan sido objeto de controversia, estos resultados
destacó la asociación de algunos síntomas de la son claramente sugestivos de que el TOC es mucho
«neurosis obsesiva» (es decir, el TOC) con rasgos más frecuente de lo que anteriormente se creía
de personalidad tales como obstinación, parsimo- (Karno y col., 1988).
nia, puntualidad y sentido del orden. En muestras clínicas de adultos con TOC, se
Sin embargo, la evidencia fenomenológica y ha observado que la proporción de hombres y mu-
epidemiológica indica que el TOC es cualitativa- jeres es la misma (Black, 1974). La muestra epide-
mente distinto del trastorno obsesivo-compulsivo miológica del estudio ECA halló una prevalencia
de la personalidad. Los pacientes con TOC pre- al mes discretamente más elevada entre las muje-
sentan síntomas egodistónicos, mientras que los res (1,5%) que entre los hombres (1,1%) cuando se
rasgos de personalidad son egosintónicos y no con- estudiaba la muestraa con edades comprendidas
llevan la sensación de compulsión contra la que se entre los 25 y 64 años, aunque estas diferencias no
lucha. Los estudios epidemiológicos muestran que fueron significativas (Karno y col., 1988; Regier y
la patología del carácter obsesivo-compulsivo no col., 1988). No obstante, en el TOC de inicio en la
es ni necesaria ni suficiente para el desarrollo de infancia, aproximadamente el 70% de los pacien-
los síntomas del TOC. Cuando los individuos con tes son varones (Holligsworth y col., 1980 Swedo
566 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

y col., 1989b). Esta diferencia parece ser causada Aislamiento. Es un intento de separar los senti-
por la menor edad de inicio en los varones, lo cual mientos o el afecto de los pensamientos, fantasías
sugiere parcialmente la existencia de etiologías y o impulsos asociados a ellos. Un ejemplo de ello
vulnerabilidades distintas entre ambos sexos. es el paciente que describe un pensamiento o fan-
Los estudios con gemelos y familiares obtuvie- tasía particularmente macabro pero niega la aso-
ron un mayor grado de concordancia para el TOC ciación de cualquier sentimiento de ansiedad o re-
(definido de forma amplia e incluyendo los rasgos pugnancia.
obsesivos) entre los gemelos monocigotos que
entre los dicigotos (Carey y Gottesman, 1981), Anulación. Es un intento de deshacer un suceso
apuntando a la herencia de cierta predisposición a psicológico, tal como una palabra, pensamiento o
la conducta obsesiva. No se han realizado estudios gesto y tiene que ver con el pensamiento mágico.
sobre el TOC en niños adoptados o en gemelos mo- Un acto puede ser anulado por su opuesto, como
nocigotos criados por separado. Los estudios en fa- ocurre al encender y después apagar una luz. Un
miliares de primer grado de pacientes con TOC acto imaginado puede anularse por una conducta
muestran una incidencia en ellos mayor de lo nor- opuesta. Por ejemplo, un paciente que siente que
mal para diversos trastornos psiquiátricos inclu- ha gastado demasiado dinero en algo para su pro-
yendo la obsesividad y la depresión (Carey y Got- pio placer, intenta anular este acto mediante el re-
tesman, 1981; Rapoport y col., 1981). Los estudios torno del objeto o bien castigándose a sí mismo con
familiares ponen de manifiesto un vínculo genéti- la deprivación de alguna otra cosa.
co entre el TOC y el síndrome de la Tourette (Nee
y col., 1982). Formación de reacción. Este mecanismo de de-
Se ha publicado una posible comorbilidad del fensa promueve actitudes opuestas a los impulsos
TOC con la esquizofrenia, la depresión, otros tras- subyacentes, dando lugar a patrones de conducta
tornos de ansiedad como el trastorno de angustia, inadecuados. Un paciente con impulsos sádicos de
la fobia específica y social, los trastornos de la ali- herir a la gente, puede actuar de un modo pasivo o
mentación, el autismo y el síndrome de la Touret- masoquista que se oponga a sus impulsos.
te. Epidemiológicamente, se ha observado que el
riesgo de comorbilidad del TOC con otros trastor- Regresión. En el TOC, se ha teorizado que suce-
nos psiquiátricos es un poco más elevado pero no de una regresión desde la fase genital edípica a la
significativo (Karno y col., 1988). Recientemente, fase sádico-anal, más temprana, que nunca se ha
analizando los datos del estudio ECA observamos abandonado completamente. Esta regresión ayuda
una comorbilidad elevada entre el TOC y el tras- al paciente a evitar conflictos genitales y la ansie-
torno antisocial de la personalidad (E. Hollander, S. dad asociada a éstos. La fase anal se concentra en
Greenwald, D. Neville, C. Hornig, J. Johnson, M. la ira y la suciedad, y consta de pensamiento má-
M. Weissman, observación no publicada, 1993). gico, ambivalencia, un superego severo y punitivo,
y los mecanismos de defensa descritos más arriba.
Etiología
A m b i v a l e n c i a . En el desarrollo normal, los im-
Teoría psicoanalítica: Factores psicógenos
pulsos agresivos son neutralizados y predominan
De acuerdo con Freud y los teóricos psicoanalis- los sentimientos afectuosos hacia los objetos sig-
tas, el TOC se halla en un contínuum con la ca- nificativos. En el TOC, resurgen fuertes impulsos
racteropatía obsesivo-compulsiva, lo cual sugiere agresivos hacia los objetos queridos que se despla-
que se desarrolla cuando los mecanismos de de- zan en forma de ambivalencia y dudas que parali-
fensa fracasan en la contención de la ansiedad del zan al sujeto. Por otra parte, puede ser que preva-
carácter obsesivo. Según este modelo, la patología lezca el pensamiento mágico y la ausencia de
obsesivo-compulsiva comprende la fijación y la re- certeza, como en el caso de pensamientos de ha-
gresión subsiguiente desde la fase edípica a una cerle daño a alguien, en que aparecería la duda de
fase más temprana en el desarrollo, la fase sádico- haber herido realmente a alguien.
anal. La fijación se debe a la predominancia exce-
siva del eroticismo anal.
Teoría del aprendizaje
Se supone que los pacientes obsesivo-compul-
sivos utilizan los mecanismos de defensa de aisla- Un modelo conductual influyente en la expedición
miento, anulación, formación de reacción y pro- de la adquisición y mantenimiento de los síntomas
yección para controlar los impulsos sexuales y obsesivo-compulsivos deriva de la teoría de los dos
agresivos inaceptables. Los mecanismos de defen- estadíos del aprendizaje de Mowrer (1939). En el
sa son inconscientes y en consecuencia, no fácil- estadío 1, se condiciona la ansiedad a un aconte-
mente reconocibles por el paciente. cimiento ambiental específico (condicionamiento
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 567

clásico). Para reducir esta ansiedad, la persona em- todos los casos, revelan la existencia de cierta dis-
pieza con los rituales compulsivos (respuestas de función del lóbulo frontal (Behar y col., 1984; Cox
huída/evitación). Si con ellas consigue disminuir y col., 1989; Flor-Henry y col., 1979; Hollander y
la ansiedad, las conductas de evitación se repeti- col., 1991c). Un estudio halló una disminución del
rán en un futuro (estadío 2, condicionamiento ope- volumen del núcleo caudado, calculado mediante
rante). Cuando al estímulo inicial se asocian estí- tomografía axial computarizada volumétrica, en
mulos neutros tales como palabras, imágenes o los pacientes con un TOC (Luxenberg y col., 1988).
pensamientos, se produce un condicionamiento a Baxter y sus colaboradores (1987) compararon pa-
mayor nivel y se difunde la ansiedad asociada. La cientes con un TOC y sujetos control normales
conducta ritual mantiene la respuesta de temor, ya mediante la tomografía de emisión de positrones,
que la persona evita el estímulo que la provoca y observando en los pacientes con un TOC tasas me-
por tanto impide la extinción. Asímismo, la re- tabólicas más elevadas en el girus orbitofrontal y
ducción de la ansiedad que se consigue mediante en el núcleo caudado. De un modo similar, Swedo
el ritual mantiene la conducta compulsiva. y su grupo (1989c) observaron en los pacientes con
un TOC mayores tasas metabólicas en las regiones
orbitofrontal y cingulada. Tras el tratamiento de
Modelos neurológicos
los pacientes con TOC con inhibidores de la re-
A pesar de que, en general, se ha supuesto una etio- captación de serotonina o con terapia conductual,
logía psicológica para el TOC, ciertos hallazgos su- se observó una disminución de la hiperactividad
gieren una base orgánica cerebral para el trastor- de los lóbulos orbitofrontal y cingulado en los pa-
no. Entre ellos tenemos: cientes que obtuvieron una buena respuesta tera-
péutica (Baxter y col., 1992; Benkelfat y col., 1990;
• El inicio de un TOC después de un traumatis- Swedo y col., 1992b).
mo craneal (McKeon y col., 1984) o de la enfer- También se ha estudiado el papel del sistema
medad de von Economo (Schilder, 1938). l í mbico en el TOC. Los modelos animales de le-
• La alta incidencia de otras enfermedades neu- siones hipocámpicas bilaterales (Pitman, 1982) y
rológicas premórbidas (Grimshaw, 1964). los de abuso crónico de estimulantes, tanto en ani-
• La asociación del TOC con el daño durante el males como en humanos, han permitido observar
parto (Capstick y Seldrup, 1971). la presencia de conductas repetitivas y estereoti-
• Algunas alteraciones en el electroencefalogra- padas que comparten una cierta similitud con los
ma (Pacalla y col., 1944), en los potenciales au- rituales compulsivos. Mediante técnicas neuroqui-
ditivos evocados (Ciesielski y col., 1981; Towey rúrgicas se ha evidenciado una mejoría tras lesio-
y col., 1981) y en el índice ventrículo-cerebral nes quirúrgicas en el cíngulo (Jenike y col., 1991a;
(VBR) detectado mediante la tomografía axial Lewin, 1973) y un aumento de los movimientos es-
computarizada (Behar y col., 1984). tereotipados tras la estimulación eléctrica de esta
• La asociación con la diabetes insípida (Barton, región. Flor-Henry (1983) hipotetizó que «la sinto-
1965). matología fundamental de las obsesiones está cau-
• La presencia significativa de más signos neuro- sada por un defecto en la inhibición neuronal de los
lógicos menores en los pacientes con un TOC sistemas frontales dominantes, conduciendo a una
al compararlos con los sujetos control sanos incapacidad de inhibir las representaciones menta-
(Hollander y col., 1990b). les verbales-ideacionales no queridas y sus corres-
pondientes secuelas motoras» (p. 309).
Ciertos patrones comórbidos del TOC, así Rapoport, Swedo y su grupo (Swedo, 1989; Wise
como ciertas técnicas sofisticadas capaces de lo- y Rapoport, 1989) propusieron un modelo neuroe-
calizar alteraciones en el funcionamiento del sis- tológico del TOC, basado en la hipotética disfun-
tema nervioso central, han sugerido que en el TOC ción orbitofrontal, límbica y de los ganglios basa-
existen anomalías en las regiones orbitofrontal, les. Los ganglios basales actúan como una estación
límbica y de ganglios basales. El TOC está muy re- de distribución, que filtra las entradas del córtex
lacionado con el síndrome de la Tourette (Nee y orbitofrontal y cingulado, y media la ejecución de
col., 1982; Pauls y col., 1986), en el cual la disfun- los patronos motores. Las obsesiones y las com-
ción de los ganglios basales produce movimientos pulsiones son observadas como patrones de acción
involuntarios anormales. Asimismo, se ha podido fijos y específicos de cada especie que normal-
observar que existe una asociación entre el TOC y mente son adaptativos, pero que en el TOC son li-
la corea de Sydenham, otro trastorno de los gan- berados y repetidos de forma inapropiada y excesi-
glios basales (Barton, 1965; Swedo y col., 1989a). va. Esto puede ser debido bien a un estado interno
Las pruebas para detectar anomalías neuropsi- de hiperexcitación del impulso o a un aumento de
quiátricas en el TOC, aunque no sean positivas en la respuesta hacia los desencadenantes externos.
568 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Por ejemplo, las conductas del TOC como pueden arrojado resultados variados (Charney y col.,
ser el lavado excesivo o el ahorro representarían 1988; Pigott y col., 1993). Tras el tratamiento del
manifestaciones mal reguladas de conductas nor- TOC con inhibidores de la recaptación de la se-
males de «limpieza» o «acumulación». rotonina, como pueden ser la clomipramina o la
fluxetina, la administración de m-CPP no indu-
ce una exacerbación de los síntomas (Hollander
Modelos bioquímicos
y col., 1991a; Zohar y col., 1988). Algunos inves-
La serotonina (5-hidroxitriptamina) ha sido impli- tigadores han hallado una respuesta aplanada de
cada en la mediación de la impulsividad, tenden- la prolactina en los pacientes con un TOC a los
cia al suicidio, agresión, ansiedad, dominancia so- que se les ha administrado m-CPP (Charney y
cial y en el aprendizaje. Es posible que un fallo en col., 1988; Hollander y col., 1992), mientras que
la regulación de este neurotransmisor inhibidor de otros autores no han observado este fenómeno
la conducta influya en la presentación de conduc- (Zohar y col., 1987). Asimismo, también se ha ob-
tas obsesivas y rituales repetitivas en los pacien- servado una respuesta aplanada de la prolactina
tes con TOC. A pesar de que algunos datos son dis- tras la administración de otro agonista de la se-
cutibles y no han sido replicados, la mayoría de rotonina, el MK-212 (Bastani y col., 1990). No
investigaciones han implicado al sistema seroto- obstante, la administración de otros agonistas se-
ninérgico en la patogénesis del TOC. rotoninérgicos, como el triptofano, la fenflura-
Gran parte de las pruebas indirectas en favor mina y la ipsapirona, o de antagonistas serotoni-
de la intervención de la serotonina en el TOC de- nérgicos, como la metergolina, en pacientes con
rivan de los efectos antiobsesivos de los inhibido- TOC no ha conducido a anomalías conductuales
res de la recaptación de la serotonina, como pue- o neuroendocrinas significativas (Benkelfat y col.,
den ser la clomipramina, la fluoxetina y la 1989; Charney y col., 1988; Hollander y col.,
fluvoxamina. Los antidepresivos noradrenérgicos, 1992; Lesch y col., 1991; Zohar y col., 1987). En
como la desipramina, no parecen ser efectivos en resumen, tomando de forma global todos los es-
el tratamiento del TOC. Se ha observado que, du- tudios realizados se puede deducir que el fallo en
rante el tratamiento con clomipramina, la dismi- la regulación serotoninérgica que se produce en
nución de los síntomas del TOC correlaciona con el TOC es complejo y probablemente implica va-
la reducción de los niveles de la serotonina pla- riaciones en la función de los receptores, depen-
quetaria (Flament y col., 1987) y de ácido 5-hi- diendo de su localización cerebral y de los subti-
droxiindolacético (5-HIAA) en el líquido cefalo- pos de los receptores.
rraquídeo (LCR) (Swedo y col., 1992a; Thorén y Es probable que la hipótesis de una hiperacti-
col., 1980a). La reducción de estos parámetros se- vidad o de una hipoactividad global del sistema se-
rotoninérgicos se debería a un nivel basal superior rotoninérgico en el TOC sea una formulación sim-
de serotonina plaquetaria y de 5-HIAA en el LCR plista. Por ejemplo, los hallazgos obtenidos con el
de los pacientes que responden a la clomipramina m-CPP pueden sugerir una hipersensibilidad de los
comparado con el de los que no responden. Aun- receptores serotoninérgicos que median las con-
que en un estudio se observaron unos niveles ma- ductas obsesivo-compulsivas, pero también la hi-
yores de 5-HIAA en el LCR de los pacientes con posensibilidad de los receptores serotoninérgicos
un TOC no tratados al compararlos con sujetos hipotalámicos que median la secreción de prolac-
control sanos (Insel y col., 1985), este hallazgo no tina (Hollander y col., 1992).
ha podido ser replicado (Thorén y col., 1980a). En Aparentemente, el fallo en la regulación sero-
resumen, aunque los estudios plaquetarios y del toninérgica no explica por completo la fisiopato-
LCR sugieren la presencia de una hiperactividad logía del TOC. Es posible que el sistema serotoni-
serotoninérgica en algunos pacientes con TOC, los nérgico pueda, al menos en parte, modular o
datos no son totalmente concluyentes. compensar otros neurotransmisores o neuromo-
Recientemente, gracias al empleo de agentes far- duladores alterados. Se ha observado que la dismi-
macológicos que estimulan o bloquean los recep- nución de la vasopresina-arginina en el LCR está
tores serotoninérgicos, se ha podido averiguar más asociada de forma significativa con la gravedad de
sobre la neuroquímica del TOC. Se ha podido ob- los síntomas del TOC, afectando a la atención y a
servar que la administración oral de la metilcloro- la memoria de los niños que realizan rituales de
fenilpiperacina (m-CPP), un agonista parcial de la comprobación (Swedo y col., 1992a). Se ha descri-
serotonina, aumenta de forma transitoria la sinto- to la disminución de los síntomas del TOC tras la
matología obsesivo-compulsiva de un subgrupo de administración endovenosa (Hollander y col.,
pacientes con TOC (Hollander y col., 1992; Zohar 1991b) y oral (Knesevich, 1982) de la clonidina, un
y col., 1987). Sin embargo, los estudios realizados agonista alfa2-noradrenérgico. La malregulación do-
mediante la aplicación endovenosa de m-CPP han paminérgica ha sido implicada de varios modos en
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 569

el TOC (Goodman y col., 1990a), a través de la aso- pero con el desarrollo de las nuevas terapias con-
ciación existente entre el TOC y el síndrome de la ductuales y farmacológicas, ha mejorado.
Tourette, a través de los informes de exacerbación El TOC afecta principalmente el funciona-
de los síntomas obsesivo-compulsivos durante la miento diario de los pacientes. Algunos de ellos
administración crónica de estimulantes, a través consumen la mayor parte de las horas en que están
de la asociación existente entre unos niveles pre- despiertos completamente absortos en sus obse-
terapéuticos más elevados de ácido homovanillí- siones y rituales. Los pacientes suelen estar so-
nico (HVA) en el LCR y un mejor pronóstico tera- cialmente aislados, se casan a una edad tardía, el
péutico (Swedo y col., 1992a), y a través de la porcentaje de solteros es alto (sobretodo entre los
observación de que el uso de bloqueantes de la do- varones) y la tasa de fertilidad es baja. La depresión
pamina aumenta de forma parcial la respuesta te- y la ansiedad son complicaciones frecuentes del
rapéutica obtenida con los inhibidores de la re- TOC. Un análisis reciente de los datos del ECA su-
captación de la serotonina (McDougle y col., 1990). giere que tanto los sujetos con un TOC no com-
Otros estudios realizados con marcadores bio- plicado como aquellos con un TOC y una enfer-
lógicos apuntan a la existencia de un vínculo entre medad psiquiátrica comórbida, poseen una tasa de
el TOC y los trastornos afectivos. Se ha observado intentos de suicidio significativamente más ele-
que hay un elevado porcentaje (del 25 al 40%) de vada que la población normal (E. Hollander, S. Gre-
pacientes con TOC no supresores en el test de su- enwald, D. Neville, C. Hornig, J. Johnson, M. M.
presión de la dexametasona (Åsberg y col., 1982; Weissman, observación no publicada, 1993).
Insel y col., 1984). También se ha observado una Son predictores de buen pronóstico los sínto-
disminución de la latencia REM en el electroen- mas leves o atípicos, la ausencia de compulsiones,
cefalograma del sueño (Insel y col., 1982). Final- la duración corta de los síntomas y una personali-
mente, también se ha descrito que los pacientes dad premórbida sana (Goodwin y col., 1969). El ini-
con TOC presentan una respuesta aplanada de la cio a una edad temprana predice un mal pronósti-
hormona del crecimiento tras la administración co y la presencia de múltiples obsesiones y
endovenosa de clonidina (Seiver y col., 1983), aun- compulsiones. La depresión empeora los síntomas
que este hallazgo no ha podido ser reproducido en del TOC. En cambio, los episodios de manía (tanto
otro estudio (Hollander y col., 1991b). Es posible los naturales como los inducidos farmacológica-
que las anomalías observadas en estos marcadores mente) se asocian a la mejoría de los síntomas.
biológicos estén ligadas a la coexistencia de una
depresión en los pacientes con TOC, pero esta ob- Diagnóstico
servación está pendiente de clarificación. Examen psiquiátrico
Es necesario realizar más estudios sobre la bio-
logía del TOC para examinar la superposición de A pesar de que el TOC se asocia con diversos mar-
las anomalías neurológicas y bioquímicas y para cadores biológicos y neuropsiquiátricos, su diag-
determinar si realmente coexisten o si se distri- nóstico sigue procediendo del examen psiquiátri-
buyen en grupos fisiopatológicos diferentes. Ho- co y de la historia clínica. El DSM-IV define el
llander propuso la existencia de distintos subgru- TOC como la presencia de obsesiones o compul-
pos y que el grupo con patología estructural se siones repetidas, suficientemente graves como para
caracteriza por alteraciones neurológicas asocia- ocasionar un intenso malestar, gran pérdida de
das, un curso más grave de la enfermedad y una tiempo, o una interferencia significativa en el fun-
peor respuesta a los inhibidores de la recaptación cionamiento social o laboral del individuo. Se ha
de la serotonina. Una explicación alternativa es eliminado el criterio de exclusión de que los sín-
que las anomalías estructurales estén estrecha- tomas no pueden ser secundarios a otro trastorno.
mente vinculadas a alteraciones de la conducción De todos modos, si coexiste otro trastorno en el
química de los sistemas de neurotransmisión que Eje I, el contenido de las obsesiones no debe res-
hacen funcionar a estas estructuras. tringirse a las ideas derivadas de la patología del
trastorno coexistente (p. ej., no debe consistir so-
lamente en pensamientos respecto a la comida si
Curso y pronóstico
coexiste con un trastorno de la alimentación, o so-
Los estudios recientes sobre el curso natural de la lamente en pensamientos de culpa en presencia de
enfermedad indican que del 24% al 33% de los pa- una depresión mayor). Habitualmente, el diagnós-
cientes siguen un curso fluctuante, del 11% al 14% tico de TOC es claro, pero ocasionalmente puede
siguen un curso fásico con períodos de remisión ser difícil de distinguir de un trastorno del estado
completa y del 54% al 61% tienen un curso cons- de ánimo, de la esquizofrenia, las fobias, los pen-
tante o progresivo (Black, 1974). Tradicionalmen- samientos o las rumiaciones obsesivas, la perso-
te el pronóstico del TOC era más bien mediocre, nalidad compulsiva o de otros síndromes.
570 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Diagnóstico diferencial exagerado, aunque en los pacientes con TOC pre-


domina la repugnancia. Los pacientes con TOC
Esquizofrenia
nunca pueden evitar por completo su obsesión; los
El curso del TOC se parece más al de la esquizo- fóbicos, en cambio, pueden evitar mayor número
frenia que al de otros trastornos «neuróticos», de- de estímulos externos concretos.
bido a su evolución crónica debilitante y al dete- Los pacientes obsesivo-compulsivos con nive-
rioro en el funcionamiento social y laboral. En les altos de ansiedad pueden referir episodios simi-
algunos casos es difícil distinguir una obsesión lares a las crisis de angustia, pero éstos son secun-
(p.ej., de contaminación) de una idea delirante darios a las obsesiones y no aparecen de forma
(p.ej., de envenenamiento). La obsesión es egodis- espontánea. A diferencia de los pacientes con un
tónica, el paciente se le resiste y reconoce que pro- trastorno por crisis de angustia, en los TOC no pue-
cede de su interior. La ideación delirante no pro- den precipitarse las crisis con infusiones de lacta-
voca la resistencia del individuo, que la considera to (Gorman y col., 1985). En cualquier caso, cierta-
procedente del exterior. En ocasiones, los pacien- mente parece existir un aumento de comorbilidad
tes con un trastorno obsesivo-compulsivo pueden del TOC con la fobia simple y la social y con el tras-
volverse psicóticos, y en el 12% de los casos las ob- torno de angustia (Rasmussen y Tsuang, 1986).
sesiones pueden transformarse en ideas delirantes
(Gittelson, 1966). No obstante, los estudios longi- Tratamiento
tudinales muestran que los pacientes con TOC no
presentan un riesgo más alto de desarrollar una es-
Farmacoterapia
quizofrenia (Black, 1974). Algunos datos recientes
demuestran que frecuentemente ambos trastornos Los últimos avances en la farmacoterapia del TOC
coexistien de forma independiente y el DSM-IV han sido notables y han generado un gran interés en
permite realizar los dos diagnósticos. el estudio de este trastorno. Lo que anteriormente
se creía una enfermedad rara, de carga psicodiná-
Depresión mica y difícil de tratar, actualmente se considera
como una enfermedad que tiene un importante
Con frecuencia, el TOC se complica con una de- componente biológico y que responde bien a los in-
presión, y estos casos son difíciles de distinguir de hibidores de la recaptación de la serotonina, como
las depresiones complicadas con síntomas obsesi- pueden ser la clomipramina, la fluoxetina y la flu-
vos. Los pacientes con depresión psicótica o agita- voxamina. El tratamiento farmacológico del TOC
da, o con rasgos obsesivos premórbidos tienen se resume en la Tabla 14-19. En la Tabla 14-20 se
mayor probabilidad de desarrollar obsesiones en el resumen los estudios controlados sobre el uso de los
curso de su depresión (Gittelson, 1966). A menu- inhibidores de la recaptación de la serotonina en el
do el contenido temático de estas obsesiones «se- tratamiento del TOC.
cundarias» es agresivo, pero la diferencia entre las El fármaco mejor estudiado en el tratamiento
obsesiones primarias y secundarias estriba en el del TOC es la clomipramina, un potente inhibidor
orden de aparición. de la recaptación de la serotonina. Diversos estu-
Los pacientes obsesivo-compulsivos tienden a dios bien controlados a doble ciego han demostra-
presentar cuadros de agitación más que de retraso do la mayor eficacia de la clomipramina ante el
cuando se deprimen. Las rumiaciones depresivas, placebo en la reducción de los síntomas del TOC
en contraste con las obsesiones, se centran en in- (Ananth y col., 1981; Flament y col., 1985; Insel y
cidentes pasados en lugar de sucesos actuales o fu- col., 1983; Thorén y col., 1980b). El más impor-
turos, y raramente se lucha contra ellas. tante de éstos fue un estudio multicéntrico que
comparó la clomipramina frente al placebo en 500
Trastornos fóbicos pacientes con TOC. Con una dosis media de clo-
mipramina de 200 a 250 mg/día se observó una re-
Existe una estrecha conexión entre el trastorno ducción de los síntomas del TOC en el 40% de los
obsesivo-compulsivo y los trastornos fóbico y por pacientes y el 60% de los pacientes mejoraron bas-
ansiedad. Los «limpiadores» compulsivos son muy tante o mucho (Clomipramine Collaborative
similares a los fóbicos, y pueden ser mal diagnos- Study Group, 1991). El bajo porcentaje de respues-
ticados como «fóbicos a los gérmenes» . A m b o s ta al placebo, un 2%, documenta que el TOC es un
presentan conductas de evitación, muestran res- trastorno crónico que presenta muy pocas remi-
puestas intensas subjetivas y autonómicas ante es- siones espontáneas. Los pacientes empiezan to-
tímulos concretos y ambos responden a formas de mando 25 mg de clomipramina por la noche, au-
intervención terapéutica similares (Rachman y mentándose gradualmente la dosis en 25 mg cada
Hodgson, 1980). Ambos experimentan un temor 4 días o 50 mg cada semana, hasta que se alcanza
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 571

TABLA 14-19. TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DEL mente de los síntomas depresivos (Ananth y col.,
TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO 1981; Clomipramine Collaborative Study Group,
1991; Flament y col., 1985; Insel y col., 1983; Tho-
Inhibidores de la recaptación de la serotonina rén y col., 1980b). Los estudios controlados han de-
Indicaciones generales: Primer tratamiento de elección mostrado la eficacia de la clompramina en el trata-
Clomipramina: Eficacia mejor estudiada miento del TOC, mientras que otros antidepresivos,
Fluvoxamina: Superior a la desipramina y al placebo, como la amitriptilina, la nortriptilina, la desipra-
bien estudiada mina y la clorgilina (un IMAO) no poseen ningún
Fluoxetina: Efectiva efecto terapéutico (Ananth y col., 1981; Insel y col.,
Sertralina: Efectiva, menos estudiada
Paroxetina: Efectiva, menos estudiada 1983; Leonard y col., 1989; Thorén y col., 1980b;
Zohar e Insel, 1987). Este hallazgo sugiere que la me-
Estrategias de aumentación joría de los síntomas del TOC está mediada por el
Indicaciones generales: Respuesta parcial a los bloqueo de la recaptación de la serotonina.
inhibidores de la recaptación de la serotonina;
presencia de otros síntomas diana Los estudios realizados con inhibidores más se-
Buspirona: Ansiedad lectivos de la recaptación de la serotonina, como
Clonazepam: Ansiedad, insomnio, crisis de angustia la fluoxetina y la flavoxamina, continúan apoyan-
Fenfluramina: Depresión do esta hipótesis. En ensayos abiertos, se ha ob-
Trazodona: Insomnio, depresión servado que la fluoxetina posee un efecto antiob-
Litio: Labilidad afectiva, características bipolares
Pimozide: Tics, características esquizotípicas, sesivo significativo a dosis de 60 a 80 mg/día y de
síntomas delirantes forma independiente a su efecto antidepresivo. Je-
Haloperidol: Tics, características esquizotípicas, nike y sus colaboradores (1989) hallaron una me-
síntomas delirantes joría media de los síntomas obsesivo-compulsivos
Tratamientos combinados del 38%, mientras que Liebowitz y sus colabora-
Indicaciones generales: Mala tolerancia por separado a dores (1989) informaron que la mitad de los pa-
la clomipramina o a los inhibidores de la cientes de su grupo mejoró en un 50% como mí-
recaptación de la serotonina; respuesta parcial por nimo. En algunos casos aislados de pacientes con
separado a la clomipramina o a los inhibidores TOC y depresión comórbida, tratados con fluoxe-
selectivos de la recaptación de la serotonina
Precauciones: Utilizar dosis bajas de cada fármaco. tina, se observó una depresión reactiva o la ausen-
Controlar los niveles plasmáticos de clomipramina. cia de una respuesta antidepresiva (Hollander y
Clomipramina + inhibidor selectivo de la recaptación col., 1991d). Un estudio controlado que compara-
de la serotonina (como fluoxetina, sertralina o ba la clomipramina y la fluoxetina en el TOC no
fluvoxamina).
halló una diferencia significativa en la eficacia de
ambos fármacos (Pigott y col., 1990), aunque la res-
puesta a la fluoxetina fue algo menos potente que
la dosis máxima de 250 mg. Algunos pacientes son la producida por la clomipramina. Los pacientes
incapaces de tolerar esta dosis máxima, pudiendo normalmente experimentan menos efectos secun-
ser estabilizados con dosis de 150 a 200 mg. La me- darios anticolinérgicos con la fluoxetina que con
joría que produce la clomipramina es de instaura- la clomipramina. Actualmente se está realizando
ción lenta, produciéndose la máxima respuesta al un importante estudio multicéntrico sobre el efec-
tratamiento entre las 5 y las 12 semanas. Algunos to de la fluoxetina a dosis fija versus placebo en el
de los efectos secundarios más frecuentes infor- TOC.
mados por los pacientes son la sequedad de boca, En varios estudios controlados se ha observado
temblores, sedación, náuseas y retraso en la eya- que la fluvoxamina posee un efecto antiobsesivo
culación en los hombres. El riesgo comicial es com- significativo (Goodman y col., 1989, 1990b; Jenike
parable al de los otros antidepresivos tricíclicos, y col., 1990b; Perse y col., 1987). Goodman y su
siendo la dosis de 250 mg/día aceptable siempre y grupo (1990b) observaron que la fluvoxamina era
cuando no exista una historia neurológica previa. superior a la desipramina en el tratamiento del
La clomipramina tiene la misma eficacia en los pa- TOC, mostrando el 52% de sus pacientes una me-
cientes con TOC puramente obsesivos que en los joría clínica importante. Este efecto terapéutico era
que también presentan rituales, diferenciándose en independiente de la presencia o ausencia de de-
ello de la terapia conductual que es menos útil en presión inicial. La dosis diaria necesaria fue de
los pacientes con obsesiones sin rituales. Aunque hasta 300 mg/día.
hubo un estudio que sólo encontraba una mejoría La sertralina, otro inhibidor de la recaptación
de la clomipramina comparada con placebo en el de la serotonina, y su efecto sobre el TOC es más
subgrupo de pacientes más deprimidos (Marks y controvertido. En un estudio inicial controlado con
col., 1980), la mayor parte de estudios muestran su placebo no se observó ningún efecto beneficioso (Je-
efectividad antiobsesiva específica independiente- nike y col., 1990a). No obstante, los resultados pre-
572 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-20. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE INHIBIDORES DE LA RECAPTACIÓN DE LA SERONINA


EN PACIENTES CON UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diaria Duración Resultado final Limitaciones

Thorén y col. Diagnóstico CMI vs. CMI 150 5 semanas CMI > NTP = P; Puede que no se haya
(1980b) clínico de NTP vs. P mg; NTP reducción media conseguido el efecto
TOC 150 mg síntomas OC: máximo debido a la
(N = 24) CMI 42%; NTP dosis baja y a la corta
21%; P 7% duración

Ananth y col. Diagnóstico CMI vs. CMI 133 mg 4 semanas CMI = AMI, pero el Puede que no se haya
(1981) clínico de AMI (media); grupo CMI mejoró conseguido el efecto
neurosis AMI 197 mg significativamente máximo debido a la
obsesiva- (media) durante las 4 dosis baja y a la corta
compulsiva semanas, mientras duración
(N = 20) que en el grupo AMI
no se produjo.
Reducción media
síntomas OC: CMI
65%; AMI 33%

Insel y col. TOC según CMI vs. CMI 236 mg CMI o CMI > CGL; Tratamiento de corta
(1983) DSM-III CGL (media); CGL 6 reducción media duración
(N = 13) (estudio CGL 30 mg semanas; P síntomas OC:
cruzado) 4 semanas; CMI 34%; CGL
CGL o 11%
CMI 6
semanas
(total 16
semanas)

Flament y col. Niños con CMI vs. P CMI 141 mg CMI o P 5 CMI > P; reducción Tratamiento de corta
(1985) TOC según (estudio (media) semanas; P media síntomas OC: duración
DSM-III cruzado) o CMI 5 CMI 33%, P 10%
(N = 19) semanas
(total 10
semanas)

Zohar e Insel TOC según CMI vs. CMI 235 mg CMI o CMI > DMI; Tratamiento de corta
(1987) DSM-III DMI (media); DMI 6 reducción media duración
(N = 10) (estudio DMI 290 mg semanas; P síntomas OC:
cruzado) (media) 4 semanas; CMI 28%; DMI 4%
DMI o
CMI 6
semanas
(total 16
semanas)

Leonard y col. Niños con CMI vs. CMI 150 mg CMI o CMI > DMI; Tratamiento de corta
(1989) TOC según DMI (media); DMI 5 reducción media duración
DSM-III (estudio DMI 153 mg semanas; síntomas OC:
(N = 48) cruzado) (media) DMI o CMI 27%, DMI 7%
CMI 5
semanas
(total 10
semanas)

Pigott y col. TOC según CMI vs. CMI 209 mg CMI o FLU CMI = FLU; ambos Tamaño muestral
(1990) DSM-III-R FLU (media); 10 grupos mejoraran de muy pequeño para
(N = 11) (estudio FLU 75 mg semanas; P forma significativa a observar la
[Estudio 1] avanzado) (media) 4 semanas; las 10 semanas; 5 superioridad de un
FLU o CMI pacientes fármaco sobre el otro
10 semanas respondieron mejor al
(total 24 CMI; 2 pacientes
semanas) respondieron mejor a la
FLU; 4 pacientes
respondieron igual a
ambos fármacos
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 573

TABLA 14-20. ESTUDIOS CONTROLADOS SOBRE EL USO DE INHIBIDORES DE LA RECAPTACIÓN DE LA SERONINA


EN PACIENTES CON UN TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO (continuación)

Composición de Dosis
Estudio la muestra Diseño diaria Duración Resultado final Limitaciones

Clomipramin e TOC según CMI vs. P CMI 10 semanas CMI > P; reducción Los pacientes con
Collaborative DSM-III 219-235 mg media síntomas OC: puntuaciones en la
Study Group (N = 520) 2 (medias) CMI 38%-44%; escala de depresión de
(1991) grupos de P 3%-5% Hamilton inferiores a
estudio 16 no se incluyeron
en los análisis de
eficacia

Perse y col. TOC según FLX vs. P FLX hasta FLX o P 8 FLX > P; mejoría Algunos pacientes
(1987) DSM-III (estudio 300 mg semanas; P importante en el tomaban alprazolam;
(N = 16) cruzado) 2 semanas; 56% de los pacientes no se tuvieron en
P o FLX 8 del grupo FLX vs. el cuenta los efectos
semanas 0% del grupo P sinérgicos; no se
(total 18 especifica la
semanas) distribución de la
dosis de FLX

Goodman y col. TOC según FLX vs. P FLX 255 mg 6-8 FLX > P; las Duración
(1989) DSM-III (media) semanas obsesiones mejoraron relativamente corta:
(N = 42) antes que las algunos pacientes sólo
compulsiones; mejoría fueron tratados
importante en el durante 6 semanas
43% de los pacientes
del grupo FLX vs. el
0% del grupo P;
reducción media
síntomas OC: FLX
25%

Goodman y col. TOC según FLX vs. FLX 214 mg 8 semanas FLX > DMI; mejoría La dosis de FLX no se
(1990b) DSM-III-R DMI (media); importante en el aproximó al máximo
(N = 40) DMI 223 mg 52% de los pacientes de 300 mg; más
(media) del grupo FLX vs. el abandonos en el grupo
11% del grupo DMI; DMI
reducción media
síntomas OC: FLX
29%, DMI 1%

Jenike y col. TOC según FLx vs. P FLX 294 mg 10 semanas FLX > P aunque el La potencia estadística
(1990b) DSM-III (media) efecto terapéutico fue para detectar algún
(N = 38) pequeño e insuficiente efecto puede ser baja a
para producir una causa del tamaño
mejoría global muestral y la
medicación

Jenike y col. TOC según SERL vs. SERL 200 10 semanas SERL = P en todas las Tamaño muestral
(1990a) DSM-III P mg (todos mediciones; pequeño; no se
(N = 19) los efectos muy modestos ensayaron dosis más
pacientes) de la SERL en todas las elevadas de SERT;
mediciones necesita ser replicado

Pato y col. TOC según CMI vs. CMI 225 mg CMI o BSP CMI = BSP; Presencia de efectos
(1991) DSM-III-R BSP (media); 6 semanas; reducción media sinérgicos que
(N = 18) (estudio BSP 58 mg P2 síntomas OC: CMI únicamente se
cruzado) (media) semanas; 27%, BSP 27% analizaron en la
BSP o CMI primera fase. Tamaño
6 semanas muestral muy pequeño
(total 114 para detectar de un
semanas) modo eficaz la
superioridad de un
fármaco sobre el otro;
duración breve del
tratamiento

Nota: CMI = clomipramina; NTP = nortriptilina; P = placebo; OC = obsesivo-compulsivos; AMI = amitriptilina; CGL = clorgilina; DMI = desipramina;
FLU = fluoxetina; FLX = fluvoxamina; SERL = sertralina; BSP = buspirona
574 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

liminares de un importante ensayo multicéntrico Actualmente disponemos de muy pocos estudios


son más prometedores, sugiriendo su superioridad sobre el tratamiento farmacológico de manteni-
ante el placebo. miento en el TOC o sobre el pronóstico tras la su-
La clomipramina es el fármaco con más docu- presión de este tratamiento. No obstante, la infor-
mentación a favor de su eficacia sobre el TOC, pero mación disponible indica que el TOC es una
hasta la fecha no se han realizado comparaciones enfermedad crónica, por lo cual muchos pacientes
sistemáticas entre los distintos fármacos inhibido- requieren un tratamiento farmacológico indefinido
res de la recaptación de la serotonina en relación al para que no empeoren. En un estudio a doble ciego
equilibrio entre sus beneficios y sus efectos secun- sobre la supresión del tratamiento en pacientes con
darios. Por otra parte, el efecto de la medicación un TOC que habían sido tratados con éxito con clo-
sobre el TOC no es tan espectacular como, por ejem- mipramina durante un año, el 90% de los pacientes
plo, en la depresión mayor: un número considera- empeoró en las 7 semanas siguientes a la supresión
ble de pacientes presenta una respuesta mala o dis- de la medicación (Pato y col., 1988). Esta misma tasa
creta a los fármacos anteriormente mencionados. de recaída se halló en un grupo de pacientes adoles-
Se han utilizado otros fármacos para aumentar centes con TOC cuando el tratamiento con clomi-
la respuesta terapéutica. La mayoría de ellos se uti- pramina se reemplazó de forma ciega durante 8 se-
lizan para potenciar la actividad del sistema sero- manas por desipramina (Leonard y col., 1991).
toninérgico, como la buspirona, el litio, el tripto-
fano, la fenfluramina, la trazodona y el clonazepam
Terapia conductual
(Hewlett y col., 1990; Hollander y col., 1990a; Je-
nike y col., 1991b; Rasmussen, 1984). El efecto de El tratamiento conductual del TOC engloba dos
potenciación se ha descrito en algunos casos clíni- componentes separados: 1) procedimientos de ex-
cos y en ensayos abiertos y ha sido corroborado por posición dirigidos a disminuir la ansiedad asocia-
la experiencia clínica; sin embargo, no disponemos da con las obsesiones y 2) técnicas de pevención de
de ensayos clínicos controlados que lo confirmen respuesta dirigidas a disminuir la frecuencia de los
de un modo convincente. Un pequeño estudio ob- rituales o de los pensamientos obsesivos. Las téc-
tuvo la misma eficacia con buspirona y clomipra- nicas de exposición van desde la desensibilización
mina en el tratamiento del TOC (Pato y col., 1991), sistematica con exposición breve imaginada, a la
pero este estudio necesita ser replicado. Otro estu- inundación (f l o o d i n g), donde la exposición pro-
dio controlado para evaluar el efecto potenciador longada al estímulo que en la vida real provoca la
del litio sobre la clomipramina no pudo detectar conducta ritual ocasiona un gran malestar. El ob-
que se produjese ningún beneficio adicional (Pigott jetivo de las técnicas de exposición es conseguir la
y col., 1991). Los neurolépticos son otra clase de reducción del malestar asociado al estímulo me-
fármacos que ha sido utilizada para aumentar la diante la habituación al mismo. En la terapia de
respuesta parcial de los inhibidores de la recapta- exposición, se asignan al paciente algunos ejerci-
ción de la serotonina. McDougle y sus colaborado- cios que debe practicar en su hogar, pudiendo ser
res (1990) informaron que aproximadamente el 50% necesaria la colaboración domiciliaria de un tera-
de sus pacientes con TOC mejoró de un modo im- peuta o la participación de los miembros de la fa-
portante cuando se administraba pimozide de forma milia. La prevención de respuesta consiste en man-
conjunta con la fluvoxamina; la presencia comór- tener a los pacientes ante el estímulo temido (p.
bida de un trastorno por tics o de una personalidad ej., suciedad o productos químicos) sin que se laven
esquizotípica eran predictores de una buena res- las manos en exceso, o tolerando la duda (está bien
puesta, lo cual apoya la hipótesis de que el sistema cerrada la puerta?) sin que puedan comprobar ex-
dopaminérgico puede estar desregulado como mí- cesivamente. El trabajo inicial se basa en retrasar
nimo en un subgrupo de los pacientes con TOC la ejecución del ritual, aunque la meta final es que
(Goodman y col., 1990a). Finalmente, se ha utili- el paciente trabaje de forma consciente para resis-
zado con éxito la clomipramina endovenosa en pa- tir por completo las compulsiones.
cientes refractarios a la administración por vía oral Existe un acuerdo general en que las técnicas con-
de este fármaco (Fallon y col., 1992; Warneke, ductuales combinadas producen los mejores resul-
1985). En los casos más extremos de refractoriedad tados. También se ha informado en varios estudios
y en los pacientes con TOC con grave deterioro fun- de que los pacientes que sufren principalmente de
cional, puede considerarse el empleo de la neuro- pensamientos obsesivos y que realizan pocos ritua-
cirugía. En un importante estudio retrospectivo, Je- les son los que menos responden al tratamiento con-
nike y su grupo (1991a) estimaron que entre el 25 ductual, aunque las nuevas técnicas conductuales di-
y el 30% de los pacientes, la cingulotomía produ- señadas para el tratamiento de los pensamientos
cía una mejoría importante. obsesivos son bastante prometedoras (Salkovskis y
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 575

Westbrook, 1989). Cuando se combinan las técnicas Un tipo de terapia más activa que fomente la
de exposición in vivo y prevención de respuesta, un asunción de un riesgo y con un enfoque en el pre-
75% de los pacientes con voluntad y capacidad para sente ayuda a los pacientes con TOC a convivir
seguir este tratamiento consigue una mejoría signi- con su ansiedad (Salzman, 1985). La psicoterapia
ficativa (Marks y col., 1975). Marks y sus colabora- no es efectiva en el TOC crónico, pero puede ser
dores (1988) defienden que la autoexposición es el de ayuda en los casos agudos y para el manejo de
componente más poderoso del tratamiento; no obs- los rasgos obsesivos del carácter como el perfec-
tante, las dosis de clomipramina utilizadas en su es- cionismo, la duda, la dilación y la indecisión (Salz-
tudio fueron bastante bajas (de 125 a 150 mg) y la ex- man, 1985). Desafortunadamente, no disponemos
posición guiada por el terapeuta fue instituida de de datos clínicos controlados que apoyen estas im-
forma breve al final del tratamiento. La adición de presiones clínicas.
exposición imaginada a la exposición in vivo con pre-
vención de respuesta ayuda a mantener el beneficio
terapéutico, probablemente disminuyendo el temor
de los pacientes a catástrofes futuras (Steketee y col.,
@ TRASTORNO POR ESTRÉS
POSTRAUMÁTICO
1982). Foa y su grupo (1984) compararon de forma
sistemática la exposición in vivo, la prevención de
Definición
la respuesta y la combinación de ambos tratamien-
tos. Todos los grupos mejoraron, pero el que recibió El trastorno por estrés postraumático fue introdu-
el tratamiento combinado presentó una disminución cido por primera vez en el DSM-III, espoleado en
más importante de la ansiedad y de los rituales, así parte por el creciente reconocimiento de los esta-
como una mejoría global más importante. El por- dos postraumáticos de los veteranos de la guerra del
centaje de pacientes con buena respuesta clínica al Vietnam. Los criterios actuales del DSM-IV para el
tratamiento, definida por una mejoría del 30% por lo trastorno por estrés postraumático (TEPT) se pre-
menos, fue el 33% para la prevención de la respues- sentan en la Tabla 14-21. Como en el DSM-III-R, el
ta, el 55% para la exposición y del 90% para el tra- trastorno continúa siendo clasificado dentro de los
tamiento combinado. Es interesante destacar que la trastornos de ansiedad, manteniéndose los criterios
mayoría de pacientes con TOC tratados con éxito principales de un estresor extremo precipitante, re-
con terapia conductual recayó durante el segui- cuerdos intrusivos, embotamiento emocional y es-
miento, por lo que es recomendable instituir un tra- tado de hiperactivación autonómica. La descripción
tamiento de mantenimiento a largo plazo, del mismo del DSM-III-R que define el suceso traumático
modo que con los fármacos. como «fuera del repertorio de la experiencia hu-
Hasta la fecha no se conoce la eficacia compa- mana habitual» ha sido eliminada por considerar-
rada de las técnicas conductuales versus la medi- la vaga y poco fiable. Se han establecido nuevos cri-
cación en el tratamiento del TOC. Para determi- terios de duración, subdividiendo el trastorno en
nar la eficacia relativa y combinada de la terapia agudo y crónico.
conductual y de la farmacoterapia es necesario que No todos los investigadores están de acuerdo
se realicen estudios controlados, que distribuyan en que el TEPT se englobe dentro de los trastornos
aleatoriamente a los pacientes con una gravedad y de ansiedad. Aunque la ansiedad es el síntoma pre-
una sintomatología de la enfermedad comparables dominante, también lo son la depresión y la diso-
en los grupos de tratamiento. Actualmente se están ciación. La necesidad de la presencia de un factor
llevando a cabo algunos ensayos con este objetivo. estresor precipitante para su diagnóstico difiere de
los otros trastornos de ansiedad, recordando más a
Otras psicoterapias
otros trastornos como la psicosis reactiva breve, el
Los pacientes afectos de trastorno obsesivo-com- duelo complicado y los trastornos adaptativos. Por
pulsivo suelen presentar algunos síntomas carga- ejemplo, la décima revisión de la Clasificación In -
dos de simbolismo inconsciente y de significado ternacional de las Enfermedades, (CIE-10; World
dinámico. Sin embargo, en general la terapia psi- Health Organization, 1992) clasifica al TEPT den-
coanalítica y otras psicoterapias de estructura más tro de los trastornos secundarios a situaciones es-
laxa no directivas, han fracasado en el tratamien- tresantes. En reconocimiento a su pertenencia al
to de estos pacientes. En cualquier caso, es nece- espectro de los trastornos secundarios al estrés
sario proporcionarles una terapia de apoyo aun grave, el DSM-IV ha añadido el trastorno por estrés
cuando se utilice un tratamiento farmacológico o agudo dentro de la cateogría de los trastornos de
conductual de base. Debido a su tendencia a la ansiedad. El trastorno por estrés agudo es similar
duda excesiva, pueden requerir mucho apoyo du- al TEPT tanto en relación al suceso traumático pre-
rante las primeras fases del tratamiento. cipitante como en su sintomatología, pero se auto-
576 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

TABLA 14-21. CRITERIOS PARA EL DIAGNÓSTICO DEL TRASTORNO POR ESTRÉS POSTRAUMÁTICO SEGÚN EL DSM-IV

A. La persona ha estado expuesta a un acontecimiento individuo (ausentes antes del trauma), tal y como
traumático en el que han existido (1) y (2): indican tres (o más) de los siguientes síntomas:
1. La persona ha experimentado, presenciado o le 1. Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimien-
han explicado uno (o más) acontecimientos ca- tos o conversaciones sobre el suceso traumático.
racterizados por muertes o amenazas para su in- 2. Esfuerzos para evitar actividades, lugares o per-
tegridad física o la de los demás. sonas que motivan recuerdos del trauma.
2. La persona ha respondido con un temor, una de- 3. Incapacidad para recordar un aspecto importante
sesperanza o un horror intensos. Nota: En los del trauma.
niños estas respuestas pueden expresarse median- 4. Reducción acusada del interés o la participación
te comportamientos desestructurados o agitados. en actividades significativas.
5. Sensación de desapego o enajenación frente a los
B. El acontecimiento traumático es reexperimentado demás.
persistentemente a través de una (o más) de las si- 6. Restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad
guientes formas: para tener sentimientos de amor).
1. Recuerdos del acontecimiento recurrentes e in- 7. Sensación de un futuro desolador (p. ej., no espe-
trusos que provocan malestar y en los que se in- rar obtener un empleo, casarse, formar una fami-
cluyen imágenes, pensamientos o percepciones. lia o, en definitiva, llevar una vida normal).
Nota: En los niños pequeños esto puede expre- D. Síntomas persistentes de un aumento de la activa-
sarse mediante juegos repetitivos donde aparecen ción (arousal) (ausente antes del trauma), tal y como
temas o aspectos característicos del trauma. indican dos (o más) de los siguientes síntomas:
2. Sueños de carácter recurrente sobre el aconteci-
miento, que producen malestar. Nota: En los 1. Dificultades para conciliar o mantener el sueño.
niños puede haber sueños terroríficos de conteni- 2. Irritabilidad o ataques de ira.
do irreconocible. 3. Dificultades para concentrarse.
3. El individuo actúa o tiene la sensación de que el 4. Hipervigilancia.
acontecimiento traumático está ocurriendo (se 5. Respuestas exageradas de sobresalto.
incluye la sensación de estar reviviendo la expe-
E. Estas alteraciones (síntomas de los Criterios B, C y
riencia, ilusiones, alucinaciones y episodios di-
D) se prolongan más de 1 mes.
sociativos de flashback, incluso los que aparecen
al despertarse o al intoxicarse). Nota: Los niños F. Estas alteraciones provocan malestar clínico signifi-
pequeños pueden reescenificar el acontecimiento cativo o deterioro social, laboral o de otras áreas im-
traumático específico. portantes de la actividad del individuo.
4. Malestar psicológico intenso al exponerse a estí-
mulos internos o externos que simbolizan o re- Especificar si:
cuerdan un aspecto del acontecimiento traumá- Agudo: si los síntomas duran menos de 3 meses.
tico. Crónico: si los síntomas duran 3 meses o más.
5. Respuestas fisiológicas al exponerse a estímulos
internos o externos que simbolizan o recuerdan Especificar si:
un aspecto del acontecimiento traumático.
De inicio demorado: entre el acontecimiento traumáti-
C. Evitación persistente de estímulos asociados al trau- co y el inicio de los síntomas han pasado como míni-
ma y embotamiento de la reactividad general del mo 6 meses.

limita en el tiempo, hasta 1 mes después del suce- como «cambios permanentes tras una experien-
so. cia catastrófica». Cada vez se está prestando más
Más allá de los síntomas per se del TEPT, ha atención al concepto de trastornos del , que se
ido emergiendo un interés creciente por una cons- producen principalmente a partir de abusos in-
telación permanente de rasgos que se desarrollan trafamiliares durante la infancia y que van acom-
con frecuencia en individuos sometidos en la in- pañados de varias manifestaciones como el tras-
fancia o en la edad adulta a un trauma crónico. torno límite de la personalidad y el trastorno
Algunos investigadores como Herman y van der múltiple de la personalidad (Herman y van der
Kolk sugieren que se reconozca la existencia de Kolk, 1987; Herman y col., 1989; van der Kolk,
una entidad discreta de síndromes postraumáti- 1988).
cos complicados, denominados «T E E N E» ( t r a s-
tornos de estrés extremo no especificados) que se
Descripción clínica
caracterizan por cambios duraderos en la identi-
dad, en las relaciones interpersonales y en el sen- Un soldado interviene en la tortura y asesinato de
tido de la vida (Herman y col., 1989; van der Kolk civiles. Un pasajero es el único superviviente de
y Saporta, 1991). En la CIE-10 se reconoe cambios un accidente de avión. Una mujer es violada y gol-
similares de la personalidad que se clasifican peada por un asaltante desconocido.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 577

Las características esenciales del trastorno que tomas tales como recuerdos intrusos, ansiedad re-
puede desarrollarse tras experiencias traumáticas activa, depresión y desajuste social.
como las descritas abarcan el embotamiento psí- También se ha estudiado el papel que juega el
quico, la reexperimentación del acontecimiento apoyo social en el TEPT. En el caso de Buffalo
traumático y un aumento de la activación auto- Creek, se halló una relación entre un ambiente de-
nómica. El suceso traumático se reexperimenta a sorganizado durante la recuperación y un alto nivel
través del recuerdo doloroso invasivo y recurren- de deterioro al cabo de dos años (Erikson, 1976).
te, durante episodios de ensoñación diurna o en Aunque este trastorno se ha estudiado con más
forma de pesadillas. También se producen estados profundidad en grupos seleccionados, como pue-
disociativos que duran desde pocos minutos a días, den ser los supervivientes de una guerra, de un
durante los cuales el individuo revive el suceso. El campo de concentración y de desastres naturales,
embotamiento psíquico o la anestesia emocional el estudio ECA (descrito anteriormente en este ca-
consiste en una disminución de la capacidad de res- pítulo) investigó la ocurrencia del TEPT entre la
puesta al mundo externo, con sensación de dis- población general (Helzer y col., 1987). Se halló que
tanciamiento respecto a la otra gente, pérdida de la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT era del
interés en actividades habituales e incapacidad 1%, siendo del 0,5% en los hombres y del 1,3% en
para sentir emociones tales como intimidad, ter- las mujeres. La naturaleza del trauma precipitan-
nura o interés sexual. Los síntomas de aumento de te es distinta en cada sexo. Los traumas que se
activación autonómica incluyen la hiperactividad identificaron en los hombres fueron el combate en
e irritabilidad, exageración de la respuesta de aler- guerra y el ser testigo directo de la producción de
ta, dificultad de concentración y alteraciones del lesiones o de la muerte de una persona, mientras
sueño. En ocasiones, las víctimas de una violación que en las mujeres, más de la mitad de los sucesos
o de un asalto con malos tratos temen salir solas traumáticos consistían en amenazas o ataques fí-
por períodos de tiempo variables. Las situaciones sicos. Se observó que una parte importante de la
que recuerdan al trauma original pueden ser evi- población general presentaba algunos de los sínto-
tadas de forma sistemática. mas del TEPT, aunque en un número inferior al
Pueden darse otros síntomas como sentimien- necesario para su diagnóstico. Se halló una tasa ele-
tos de culpa por haber sobrevivido, depresión, an- vada de trastornos comórbidos. La comorbilidad
siedad, crisis de angustia, verguenza e ira. En al- más elevada se observó con los trastornos afecti-
gunos casos los pacientes pueden presentar vos y el TOC. Los hombres con un TEPT no tení-
episodios prolongados de emoción intensa, au- an un riesgo aumentado de sufrir un trastorno de
mento de irritabilidad, conducta explosiva y hos- angustia o fobias, mientras que las mujeres con un
til, y conducta impulsiva. Otros síntomas que TEPT presentaban un riesgo de sufrir estos tras-
acompañan o complican el TEPT son el abuso de tornos de tres a cuatro veces superior.
sustancias psicoactivas, las conductas autoagresi- En otro importante estudio comunitario alea-
vas o los actos suicidas, el deterioro laboral y la in- torio realizado sobre adultos jóvenes, se observó
terferencia en las relaciones interpersonales. que la prevalencia a lo largo de la vida del TEPT
era del 9,2%, cifra mucho mayor que la obtenida
Epidemiología en el estudio ECA (Breslau y col., 1991). Como en
Aunque existen diferencias individuales muy im- el estudio ECA, la prevalencia fue mayor entre las
portantes en la reacción de las personas ante el es- mujeres (11,3%) que entre los hombres (6%). Se
trés, cuando el acontecimiento es extremadamen- halló un riesgo comórbido asociado con el TOC, la
te estresante, tal como ocurre con la situación en agorafobia, las crisis de angustia y la depresión. La
un campo de concentración o en combate, la tasa asociación era más débil con el consumo de drogas
de morbilidad aumenta significativamente (Eitin- o de alcohol.
ger, 1971; Krystal, 1968). Hasta un 30% de las víc-
timas de grandes desastres experimentan algún sín- Etiología
drome postraumático (Chapman, 1962). En los Papel del agente estresante
supervivientes de campos de concentración se han
constatado secuelas en la salud física al cabo de 30 La gravedad del estresor en el TEPT difiere en mag-
años (Eitinger, 1971). nitud del que se observa en el trastorno adaptati-
Dos años después de los desastres de la inun- vo, el cual es habitualmente menos grave y forma
dación de Buffalo Creek en West Virginia, y del in- parte de las experiencias humanas comunes. No
cendio del Beverly Hills Supper Club en Ohio, se obstante, la relación entre la gravedad del estresor
seguía observando en los supervivientes, estudia- y el tipo de sintomatología subsiguiente no siem-
dos exaustivamente, la presencia de algunos sín- pre es predecible. Por ejemplo, algunos estudios
578 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

sobre el duelo y el divorcio, han puesto de mani- Además, las implicaciones políticas, sociales y
fiesto que algunos estresores que quedan dentro del legales aumentan el riesgo de confundir la objeti-
marco de las experiencias humanas habituales vidad en esta área.
también son capaces de provocar un síndrome di- En un estudio con veteranos del Vietnam, se
ferenciado en el que se reexperimenta el suceso observó que los antecedentes de riqueza en amis-
traumático (Horowitz y col., 1980). tades durante la adolescencia eran un predictor de
De todos modos, acontecimientos tales como la TEPT, mientras que los antecedentes de pocas re-
violación o el allanamiento de morada, que ponen laciones amistosas se daban más entre los vetera-
en peligro la integridad, la autoestima y la seguri- nos sin TEPT. Además, el mismo estudio reveló
dad de la persona, son los que con más probabilidad que un buen número de los pacientes con buen
pueden conducir a la aparición de un TEPT. Cuan- ajuste premórbido, pocos traumas infantiles y an-
do los estresores son extremadamente graves (p. ej., tecedentes de relaciones interpersonlales satisfac-
violación, entrar en combate, tortura o situación en torias en la adolescencia sufrieron un trauma pro-
un campo de concentración), la tasa de morbilidad longado en Vietnam y desarrollaron un TEPT grave
aumenta significativamente. Por ejemplo, el estu- (Lindy y col., 1984).
dio ECA distinguió que en los combatientes del Se ha sugerido que cuantos más traumas ha ex-
Vietnam, el 4% de los que combatieron pero no fue- perimentado un individuo, más fácilmente desarro-
ron heridos presentaron un TEPT, mientras que llará síntomas psiquiátricos tras un suceso vital en-
entre los que fueron heridos en combate la tasa au- tresante (Horowitz y col., 1980). Además, los
mentó hasta el 20%. En un estudio comunitario individuos con experiencias traumáticas anteriores
aleatorio se observó que aproximadamente la cuar- tienen una probabilidad mayor de exposición a trau-
ta parte de todos los individuos que sufrieron un mas futuros, debido a su tendencia a reconstruir con-
trauma importante desarrollaron un TEPT (Breslau ductualmente el trauma original (van der Kolk, 1989).
y col., 1991). Como ya describió McFarlane, existe Por ejemplo, la incidencia de conductas autodes-
una relación dosis-respuesta entre el impacto del tructivas en individuos con antecedentes de abusos
trauma y el TEPT. Aun así, hasta en el caso de un físicos o sexuales durante la infancia es bastante ele-
suceso traumático muy grave, es raro que se pro- vada (van der Kolk y col., 1991). McFarlane (1989)
duzca un TEPT en más de la mitad de la población halló que la gravedad de la exposición a un desastre
expuesta, lo cual sugiere que pueden existir otros era el determinante principal de la morbilidad pos-
factores etiológicos (McFarlane, 1990). traumática precoz, mientras que los trastornos psi-
cológicos preexistentes eran los mejores predictores
de la persistencia de síntomas postraumáticos de más
Predictores psicológicos
de 29 meses de duración. En la muestra del estudio
No hay acuerdo en la literatura respecto a la posi- ECA, se pudo observar que la presencia de una his-
ble predisposición de determinados factores pre- toria de problemas conductuales antes de los 15 años
mórbidos en el desarrollo del TEPT. Aunque este de edad era predictiva del TEPT. Los pacientes con
trastorno puede desarrollarse en gente sin una psi- estados ansiosos premórbidos y con antecedentes fa-
copatología preexistente significativa, algunos es- miliares de ansiedad también pueden responder a un
tudios sugieren que ciertos factores psicológicos trauma con una ansiedad patológica y desarrollar
predisponentes o experiencias traumáticas duran- TEPT (Scrignar, 1984). Un estudio epidemiológico
te la infancia pueden hacer más vulnerables a los reciente identificó, aunque de un modo retrospecti-
individuos al TEPT. Existen varios problemas que vo, distintos factores de riesgo para estar expuesto a
dificultan el estudio de la relación de factores pre- un suceso traumático y para el desarrollo de un TEPT
mórbidos con el TEPT (Lindy y col., 1984): tras una exposición traumática (Breslau y col., 1991).
Los factores de riesgo de exposición al trauma son el
1. La ausencia de datos fiables sobre el funciona- sexo masculino, problemas conductuales durante la
miento premórbido. infancia, extroversión e historia familiar de consu-
2. La autovaloración retrospectiva no es fiable. mo de drogas o problemas psiquiátricos. Los factores
3. Puede haber una influencia de la patología del de riesgo para desarrollar un TEPT tras una exposi-
carácter en la selección (voluntarios vs. reclu- ción traumática fueron la interrupción de las rela-
tas, asignación de una misión en el combate, su- ciones con los padres, ansiedad, depresión y antece-
pervivencia). dentes familiares de ansiedad. Comparado con el
4. La patología del carácter puede ser secundaria y TEPT no crónico, el TEPT crónico o de una duración
no preceder al trauma. superior al año se ha asociado con el sexo femenino,
5. Es probable que los indicadores de patología del tasas superiores de trastornos de ansiedad o depresi-
carácter se solapen con las características del vos comórbidos, y una historia familiar de conducta
TEPT. antisocial (Breslau y Davis, 1992).
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 579

En un resumen, aunque deban realizarse más in- radrenalina. En los pacientes con un TEPT se ha
vestigaciones, parece ser que la presencia de una psi- podido documentar la presencia de un aumento de
copatología predisponente contribuye al aumento del las respuestas fisiológicas que se producen por un
riesgo de desarrollar un TEPT. Este conocimiento no estímulo estresante, como pueden ser la elevación
sólo no «culpa a su víctima», sino que debe ser usado de la presión arterial, frecuencia cardíaca, respira-
de forma efectiva para comprender y tratar a los pa- ción, respuesta galvánica de la piel y la actividad
cientes con una sintomatología postraumática. electromiográfica (Kolb, 1987; Pitman y col., 1987).
En los pacientes con un TEPT se han hallado ele-
vaciones prolongadas de la adrenalina y la nora-
Teorías biológicas
drenalina en orina (Kosten y col., 1987). Los agen-
Hace ya más de un siglo, Janet describió el fracaso tes que estimulan el sistema de activación, como
en la adaptación normal, el procesamiento de la in- el lactato (Rainey y col., 1987) y la yohimbina
formación y de la acción que puede producirse a (Southwick y col., 1991), inducen flashbacks en
causa de un trauma muy importante, observando los pacientes con un TEPT. La mejoría clínica que
que se produce una hiperreacción automática emo- se observa en los recuerdos intrusivos y la hipe-
cional y física con la reexposición (van der Kolk y ractivación durante el tratamiento abierto con
van der Hart, 1989). Freud (1919/955) supuso la agentes bloqueantes adrenérgicos, como la cloni-
existencia de una base biológica en los síntomas dina o el propanolol, también sugiere la existencia
postraumáticos, en la forma de la fijación física al de una hiperactividad adrenérgica (Kolb y col.,
trauma. Pavlov (1927-1960) demostró un cambio 1984).
persistente a nivel de la actividad del sistema ner- En el TEPT se observa una disminución tanto
vioso autónomo en respuesta a una experiencia del número como de la sensibilidad de los recep-
traumática repetida. Kardiner (1959) describió ex- tores alfa2- a d r e n é r g i c o s (α2), quizás a consecuen-
haustivamente la fenomenología de la de guerra, cia de la hiperactividad noradrenérgica crónica
identificando cinco características fundamentales: (Perry y col., 1987). Un caso clínico de un pa-
1) persistencia de la respuesta de alarma, 2) fijación ciente con un TEPT que presentaba una respues-
en el suceso traumático, 3) vida atípica, 4) pro- ta aplanada de la hormona de crecimiento tras la
pensión a las reacciones explosivas y 5) limitación administración de clonidina, que se normalizó
del nivel general de funcionamiento de la perso- tras un tratamiento conductual, también apoya la
nalidad. Este autor denominó esta patología como idea de la hiporegulación de los receptores α 2 -
una , implicando una interacción entre los proce- adrenérgicos (Hansenne y col., 1991). Además,
sos psicológicos y biológicos, sirviendo como pre- existen pruebas de que la hiperactivación cróni-
cursor de los modelos psicobiológicos actuales del ca aplana la respuesta esteroidea adaptativa al es-
TEPT. trés. Se ha informado que los pacientes con un
TEPT presentan niveles bajos de cortisol urinario
(Mason JW y col., 1986) y una elevación urinaria
Hiperactivación. La respuesta neurobiológica al es- del coeficiente noradrenalina/cortisol (Mason JW
trés agudo y al trauma implica la liberación de va- y col., 1988). De un modo similar, Smith y sus co-
rias hormonas de estrés que permiten al organismo laboradores (1989) observaron en los pacientes
responder de forma adaptativa. Esta liberación in- con TEPT una respuesta aplanada de la ACTH
cluye el aumento de secreción de catecolaminas y tras la administración del factor liberador de la
cortisol. Cuando el TEPT se desarrolla bajo un trau- corticotropina (CRF).
ma muy importante o repetido, la respuesta de es- También se propuso un modelo de «kindling»
trés se desregula, instaurándose una hiperactividad para comprender los síntomas positivos del TEPT
autonómica crónica. Esto se manifiesta en los «sín- (Lipper, 1990). Según éste, los recuerdos intrusi-
tomas positivos del TEPT», es decir, la hiperactiva- vos, como los flashbacks y las pesadillas, son real-
ción y los recuerdos intrusivos. Un gran número de mente reexperiencias de recuerdos archivados, de-
datos apoyan esta hipótesis. El sistema noradrenér- sencadenados por una hipersensibilización del
gico, desde el locus cerúleus, regula la activación. sistema límbico. Presumiblemente, este es el re-
Los animales expuestos a una descarga eléctrica de sultado de experiencias traumáticas repetidas y
la que no pueden escapar muestran un aumento del de su hiperactividad autonómica asociada, que
catabolismo de la noradrenalina, con el resultado de sensibilizan de forma progresiva las neuronas lím-
una depleción de este neurotransmisor en el siste- bicas, reduciendo su umbral de liberación. Exis-
ma nervioso central (Anisman y col., 1980). Los ani- ten evidencias indirectas de esta teoría que sur-
males que han experimentado este tipo de estrés con gen a partir de un ensayo terapéutico abierto con
anterioridad son más sensibles a la depleción de no- carbamacepina en el TEPT, en el cual se observó
580 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

una mejoría significativa de los síntomas intrusi- sentimiento subjetivo de calma y control, puede
vos pero no del embotamiento (Lipper y col., 1986). producirse un síndrome de abstinencia opiáceo.
Otro modelo neurofisiológico propone que los Este síndrome de abstinencia puede contribuir a la
síntomas intrusivos y de hiperactividad autonó- generación de los síntomas de hiperactivación del
mica del TEPT son secundarios a la liberación que TEPT, conduciendo al individuo a un círculo vi-
produce el fracaso de la inhibición cortical por cioso de reexposiciones traumáticas para así poder
parte de las estructuras inferiores del tronco cere- conseguir un alivio sintomático transitorio.
bral, como el hipotálamo y el locus cerúleus (Kolb, Los sistemas noradrenérgicos y opiérgicos del ce-
1987). Kolb propuso que la patología primaria es rebro interactúan y tienen funciones recíprocas. La
una alteración de la discriminación perceptual y clonidina, un agonista alfa2-noradrenérgico, reduce
en el aprendizaje. La repetición excesiva de los es- los síntomas de abstinencia de la adicción de los
tímulos estresantes no permite ni la habituación opiáceos (Gold y col., 1980). El tratamiento abierto
normal de las sinapsis neuronales corticales ni los con clonidina en los veteranos del Vietnam con un
cambios neuroquímicos acompañantes, como pa- TEPT produjo disminuciones sustanciales de la hi-
saría durante el aprendizaje adaptativo. peractividad (Kolb y col., 1984). Los efectos de la clo-
nidina sobre los opiáceos pueden estar mediados
Embotamiento. Mientras que en el pasado el em- tanto por la supresión del sistema noradrenérgico
botamiento afectivo se entendía como una defen- como por un efecto agonista directo tipo morfina.
sa psicológica frente a un dolor emocional muy im- El embotamiento emocional que se observa en
portante, los trabajos más recientes han sugerido el TEPT se situa dentro de un espectro formado por
la presencia de un componente biológico en los otros procesos disociativos, como la despersonali-
«síntomas negativos» del TEPT. Van der Kolk y zación, la amnesia y la alteración de la identidad,
sus colaboradores (1984) postularon que los mode- que se sabe que se producen como respuesta al
los animales de imposibilidad de escape a una des- trauma (Spiegel y Cardeña, 1990). Los síntomas di-
carga eléctrica serían análogos al desarrollo del sociativos no son exclusivos del TEPT, ya que tam-
TEPT en humanos. Aquellos animales a los que se bién se producen en una gran variedad de trastor-
les impide escapar de una situación de estrés agudo nos disociativos. El trastorno múltiple de la
desarrollan un síndrome de indefensión aprendida personalidad es probablemente el trastorno diso-
(Maier y Seligman, 1976) semejante a los síntomas ciativo más grave y dramático asociado a sucesos
de constricción del afecto, hipomotivación y dis- traumáticos y, en particular, a los antecedentes de
minución del rendimiento que ocurren en el TEPT. abusos sexuales y malos tratos continuados du-
Los animales expuestos a factores estresantes rante la infancia.
prolongados o repetidos, de los cuales no pueden
escapar desarrollan una analgesia, probablemente Sistema parasimpático. Otro modelo fisiopatoló-
mediada por la liberación de opiáceos endógenos, gico del TEPT relaciona las anomalías del tono pa-
que es reversible con naloxona (Kelly, 1982; Maier rasimpático con el desarrollo de los síntomas (De
y col., 1980). De un modo similar, se ha sugerido la Peña, 1984). A los individuos con predominio pa-
que los humanos que han sido sometidos a trau- rasimpático se les supone una menor tasa basal de
mas prolongados o repetidos, son capaces de libe- flujo de información en su sistema nervioso central
rar rápidamente opiáceos endógenos en presencia (SNC) y tienen mayor riesgo de desarrollar un TEPT
de cualquier estímulo reminiscente del trauma ori- tras la exposición a un entorno hostil con riqueza
ginal, dando lugar a una analgesia y un embota- de información. En circunstancias de aumento de
miento psíquico (van der Kolk y col., 1984). Pit- la cantidad de información sensorial durante la
man y su grupo (1990) compararon la intensidad lucha son capaces de manejarse bien, pero al regre-
del dolor frente a estímulos térmicos en veteranos sar a su hogar, a un entorno sensorial más normal,
de la guerra de Vietnam que sufrían un TEPT mien- experimentan un efecto parasimpático de rebote
tras observaban un video de la guerra. Los pacien- que se acompaña de hipoestimulación, de una de-
tes con un TEPT, a diferencia de los sujetos con- privación sensorial, aburrimiento y depresión. Así
trol, generaron una analgesia del 30% cuando pues, las respuestas de aumento de la entrada de in-
fueron pretratados con una inyección de placebo; formación y de búsqueda de sensaciones se desa-
esta analgesia no se produjo si el pretratamiento se rrollan como una respuesta de compensación a un
hizo con naloxona. En base a estos resultados se ha cerebro hipoestimulado y aburrido. Este hecho se
propuesto el concepto de la adicción al trauma (van refleja en la alta densidad del REM, en la dismi-
der Kolk y col., 1984). Tras una hiperproducción nuición de la latencia REM y en el deterioro de la
de opiáceos inmediatamente después de la reex- eficacia del sueño, según ha podido observarse en
posición al suceso traumático, acompañada de un el laboratorio del sueño con pacientes con TEPT.
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 581

Sistema serotoninérgico. El sistema serotoninér- estresante. Los supervivientes de grandes catás-


gico también ha sido involucrado en la sintomato- trofes tienen mayor probabilidad de presentar un
logía del TEPT (van der Kolk y Saporta, 1991), aun- TEPT demorado que los afectados por accidentes
que los trabajos sobre este sistema aún están en su más corrientes.
infancia. El sistema cerebral septohipocámpico con- Disponemos de un estudio retrospectivo en el
tiene vías serotoninérgicas y media la inhibición que se examinaron los períodos de tiempo utiliza-
conductual y la compulsión. El papel del déficit se- dos en el tratamiento del TEPT. Este estudio com-
rotoninérgico en el impulso agresivo ha sido estu- paró las características de los pacientes que reci-
diado ampliamente. En animales, un shock repeti- bieron tratamiento a corto plazo (con éxito
do y del cual no se puede escapar puede producir una terapéutico dentro de los 3 meses) con los pacien-
depleción de serotonina. Así, la irritabilidad y las tes que siguieron un tratamiento a largo plazo (du-
explosiones que se observan en los pacientes con un rante más de 12 meses) (Burstein, 1986). Todos los
TEPT pueden estar relacionadas con una disfunción pacientes fueron sometidos a terapia farmacológica
serotoninérgica. Varios ensayos clínicos abiertos re- y a psicoterapia. No se hallaron diferencias en cuan-
cientes han sugerido que los inhibidores selectivos to al tipo de agente estresor entre los dos grupos,
de la recaptación de la serotonina pueden ser los fár- tampoco en el malestar referido, en los factores po-
macos más efectivos tanto para los síntomas posi- sibles de compensación económica, en el período de
tivos como para los síntomas negativos del TEPT. tiempo transcurrido entre el trauma y la interven-
ción terapéutica ni en los factores demográficos. Se
observó que había un número prácticamente igual
Curso y pronóstico
de pacientes tratados durante un período breve y du-
Scrignar (1984) dividió el curso clínico del trastor- rante un período más largo de tiempo. Los pacien-
no por estrés postraumático en tres estadios. El tes sometidos a un tiempo más largo de tratamien-
Estadio I corresponde a la respuesta al suceso trau- tos necesiaron dosis más altas de imipramina, y
mático. Los individuos no susceptibles experimen- posiblemente estaban más deprimidos al final de los
tan una emergencia adrenérgica de los síntomas in- tres primeros meses de tratamiento que los pacien-
mediatamente después del trauma, pero no alargan tes tratados a corto plazo. En este estudio no se es-
esta respuesta. Los individuos predispuestos parten tablece una conexión entre los efectos de la imi-
de un nivel basal de ansiedad más alto, presentan pramina y la presencia de crisis de angustia.
una respuesta exagerada al trauma y una preocu-
pación obsesiva respecto al mismo. Si los síntomas Diagnóstico
se mantienen al cabo de cuatro o seis semanas, el
El diagnóstico del TEPT no suele ser difícil si hay
paciente entra en el Estadio II, o TEPT agudo. En
antecedentes claros de exposición a un suceso trau-
este estadio aparecen los sentimientos de indefen-
mático, seguido de síntomas de intensa ansiedad
sión y pérdida de control, los síntomas de aumen-
que duran más de un mes, aumento de activación
to de activación autonómica, el revivir del trauma
y estimulación del sistema nervioso autónomo, au-
y diversos síntomas somáticos. La vida del pacien-
sencia de reactividad al entorno y evitación o re-
te gira alrededor del acontecimiento estresor, por
experimentación del suceso traumático. En cual-
lo que hay cambios en el estilo de vida, la persona-
quier caso, puede haber confusiones diagnósticas
lidad y el funcionamiento social. Puede presentar
cuando se da la presentación de síntomas de an-
evitación fóbica, respuestas de alarma y crisis de
siedad, depresión, somáticos y conductuales en un
ira. En el Estadio III, se desarrolla el TEPT crónico
paciente en el que la relación entre un aconteci-
caracterizado por incapacitación, desmoralización
miento estresante y el inicio de los síntomas no
y pesimismo. El paciente pasa de la preocupación
está tan bien definida.
por el acontecimiento traumático a preocuparse por
la incapacitación física resultante del mismo. En
estos momentos es frecuente la complicación del Diagnóstico diferencial
trastorno con los síntomas somáticos, la ansiedad
Trastornos mentales orgánicos
crónica y la depresión, junto con el abuso de sus-
tancias psicoactivas, los conflictos en la relación Después de un accidente físico, de un traumatis-
familiar y el desembleo. En ocasiones, el paciente mo craneal o de una conmoción cerebral, debe des-
concentra su energía en la búsqueda de indemni- cartarse el trastorno mental orgánico, ya que su
zaciones y pleitos judiciales. diagnóstico tiene consecuencias terapéuticas im-
De acuerdo con el DSM-IV hablaremos de portantes. La conmociones leves pueden no dar sig-
TEPT demorado cuando los síntomas no empiezan nos neurológicos aparentes inmediatamente y sí
hasta seis meses después del acontecimiento vital producir alteraciones a largo plazo del estado de
582 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

ánimo y la concentración. Si estamos ante un caso condicionamiento aversivo alrededor del suceso y
en el que ha habido un traumatismo craneal, es desarrollar una fobia a los objetos, entorno o situa-
preciso realizar una valoración meticulosa que in- ciones que les recuerden el trauma original. Los pa-
cluya los informes médicos y las observaciones de cientes fóbicos experimentan ansiedad ante la si-
los testigos; seguidamente debemos realizar una tuación temida, mientras que con la evitación
evaluación del estado mental, un examen neuro- disminuye la ansiedad, con lo que se refuerza la con-
lógico y los análisis de laboratorio que estén indi- ducta de evitación. Los síntomas fóbicos del TEPT
cados. Durante períodos de estrés prolongado son parecidos a los de la fobia específica, pero la na-
puede haber una malnutrición que ocasione un sín- turaleza del precipitante y el resto de síntomas del
drome mental orgánico. Los supervivientes de los TEPT permiten diferenciar los dos trastornos.
campos de la muerte pueden presentar síntomas
de un trastorno mental orgánico como fallos en la Trastorno de ansiedad generalizada. Los pacientes
memoria, dificultad de concentración, labilidad con TEPT presentan síntomas comunes con el
emocional, cefaleas y vértigo. En ocasiones, otras TAG tales como la tensión motora, la hiperactivi-
causas de trastorno mental orgánico dan lugar a dad autonómica, la expectación aprensiva y la vi-
confusión diagnóstica con el TEPT si se acompa- gilancia y escrutinio. Se distinguen, sin embargo,
ñan de ansiedad, cambios de carácter o conductas por el curso de la enfermedad. En el TAG, el ini-
anómalas. Debemos sospechar de la existencia de cio es insidioso o gradual y el curso fluctúa con los
un trastorno mental orgánico cuando haya altera- estresantes ambientales, mientras que en el TEPT
ciones cognitivas, de la memoria, sensoriales o del el inicio es agudo y suele ir seguido de un curso
nivel de conciencia, o signos neurológicos focales. crónico. En el TAG no hay síntomas fóbicos como
Los trastornos mentales orgánicos que pueden en el TEPT. El DSM-IV no permite efectuar el diag-
simular un TEPT comprenden el síndrome orgá- nóstico de TAG si existe un TEPT.
nico de la personalidad, el delirium, el síndrome
de amnesia, las alucinosis orgánicas y los estados Trastorno de angustia. Los pacientes con un TEPT
de intoxicación o de abstinencia. pueden experimentar crisis de angustia. En algu-
Es preciso tener en cuenta que los pacientes con nos pacientes, la crisis de angustia precede al
TEPT pueden intentar mitigar su malestar median- TEPT, o puede no ocurrir exclusivamente en el
te el consumo excesivo de alcohol, drogas, cafeína contexto de un estímulo reminiscente del suceso
o tabaco combinando este hecho con los demás fac- traumático. No obstante, en algunos pacientes las
tores orgánicos y psicológicos. En este caso, deberá crisis de angustia se producen después del TEPT y
diagnosticarse cada trastorno concomitante. están ligadas únicamente al estímulo traumático.

Trastornos del estado de ánimo y de ansiedad Trastorno adaptativo. Los trastornos adaptativos
consisten en reacciones desadaptativas ante un es-
Depresión mayor. El TEPT y los trastornos graves
trés psicosocial identificable. Sus síntomas y sig-
del estado de ánimo coinciden en muchos aspec-
nos incluyen una gran variedad de alteraciones, pre-
tos. En ambos trastornos pueden detectarse algu-
sentándose durante los tres meses siguientes al
nos síntomas comunes como el embotamiento psí-
suceso estresante. Si estos síntomas son suficien-
quico, irritabilidad, trastorno del sueño, fatiga,
temente graves como para cumplir otros criterios
anhedonia, deterioro en las relaciones familiares y
diagnósticos del Eje I, entonces no se realiza el diag-
sociales, ira, preocupación por la salud física y una
nóstico de trastorno adaptativo. El trastorno adap-
visión pesimista de las cosas. En algunas muestras
tativo difiere del TEPT en que el acontecimiento
de veteranos, del 70 al 80% de los pacientes cum-
entresante suele ser menos grave y estar situado
plen criterios diagnósticos para los dos trastornos.
dentro del repertorio de las experiencias comunes,
El TEPT se complica con frecuencia con la depre-
y además los síntomas de reexperimentación del
sión mayor; cuando esto se produce, debe instau-
trauma que presentan los pacientes con TEPT están
rarse un tratamiento sin demora ya que la comor-
ausentes. Habitualmente el pronóstico del trastor-
bilidad de estos dos trastornos aumenta el riesgo
no adaptativo es excelente, consiguiéndose una re-
de suicidio. Si la depresión es secundaria al TEPT
cuperación completa.
deben diagnosticarse ambos trastornos. En muchos
casos de TEPT se presentan síntomas distímicos
Neurosis de compensación (trastorno facticio y si-
secundarios; si son de suficiente gravedad, se rea-
mulación). Tanto el trastorno facticio como la si-
lizará el diagnóstico de trastorno distímico.
mulación se caracterizan por la imitación cons-
ciente e intencionada de los síntomas de una
Trastornos fóbicos. Después de un acontecimien-
enfermedad, aunque la motivación en cada tras-
to traumático, los pacientes pueden presentar un
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 583

torno es distinta. El trastorno facticio puede pre- estado de hiperalerta y alarma. En otro estudio pi-
sentarse con síntomas físicos o psíquicos que se loto abierto, realizado por este grupo de autores
producen bajo control voluntario y cuyo objetivo (Kolb y col., 1984), se utilizó la clonidina, un ago-
es asumir el papel de «p a c i e n t e». En el caso del nista alfa2-noradrenérgico para tratar a nueve vete-
trastorno facticio crónico con síntomas físicos (en- ranos del Vietnam con TEPT. La dosis administra-
fermedad de Munchausen) el paciente realiza fre- da fue de 0,2 a 0,4 mg diarios de clonidina durante
cuentes consultas médicas e incluso se somete a un período de seis meses. Ocho pacientes manifes-
intervenciones quirúrgicas. El TEPT difiere por la taron haber mejorado en la capacidad de controlar
ausencia de imitación de síntomas, el inicio agudo sus emociones y en la disminución de la explosivi-
después del suceso estresante, y la ausencia de una dad, y una mayoría de ellos refirieron también una
historia médica abigarrada previa al trauma. mejoría en la calidad del sueño, la reducción de pe-
La simulación consiste en la representación sadillas, del estado de alarma y de hiperalerta, de los
consciente de una enfermedad con el propósito de pensamientos invasores y finalmente, un progreso
conseguir un objetivo determinado, tal como di- en el aspecto psicosocial. Estos resultados concuer-
nero, indemnizaciones, etc. Los simuladores sue- dan con la hipótesis de una hiperactividad noradre-
len presentarse con una historia médica inconsis- nérgica manteniendo los síntomas de activación au-
tente, con agrupaciones sintomáticas que no se tonómicadel TEPT. En una revisión retrospectiva
corresponden con las entidades médicas reales, con del tratamiento de pacientes camboyanos con un
antecedentes de conducta antisocial y de abuso de TEPT, Kinzie y Leung (1989) hallaron que la mayo-
sustancias psicoactivas y con un estilo de vida ca- ría de pacientes se beneficiaron de una combinación
ótico. Frecuentemente se detecta una discrepancia de clonidina y un antidepresivo tricíclico, justo lo
entre la patología referida y los datos objetivos. contrario de lo que se producía cuando se tomaba
sólo uno de los dos fármacos. Es necesaria la reali-
Síndrome postconmocional. Los trastornos menta- zación de más estudios sobre el efecto de los blo-
les secundarios a un traumatismo craneal dependen queantes adrenérgicos en el TEPT.
de factores fisiológicos, psicológicos y ambientales.
Después de un traumatismo craneal sin fractura Antidepresivos tricíclicos. En la mayor parte de las
leve, es muy frecuente la aparición de síntomas psi- publicaciones sobre la farmacoterapia del TEPT se
cológicos, incluso aún cuando no haya habido pér- han utilizado los antidepresivos. En un estudio re-
dida de conciencia. El denominado síndrome post- trospectivo llevado a cabo por Bleich y sus cola-
conmocional consiste en la aparición de síntomas boradores (1986) con 25 pacientes afectos de TEPT,
como cefalea, sensación de mareo y labilidad emo- se utilizaron antidepresivos, tanto tricíclicos como
cional tras un traumatismo craneal con conmoción IMAO, y se obtuvieron resultados buenos o mo-
cerebral. Los síntomas de la esfera del estado de derados en el 67% de los casos tratados. La res-
ánimo más frecuentes son la depresión y la letargia. puesta no se relacionaba claramente con la pre-
No hay relación entre la gravedad del traumastimo sencia de síntomas de somatización, de depresión
y los síntomas mentales secundarios. o de crisis de angustia. Los antidepresivos demos-
traron mayor eficacia que los tranquilizantes ma-
Tratamiento yores. Mientras que los antidepresivos mejoraron
los síntomas intrusivos, los sedantes produjeron
Farmacoterapia sobretodo un alivio del insomnio y una sedación
Los médicos han utilizado distintos agentes psi- general. Los antidepresivos reforzaron el efecto de
cofarmacológicos en el tratamiento del TEPT y han la psicoterapia en el 70% de los casos.
publicado en la literatura algunos casos, ensayos Burstein (1984) administró imipramina a dosis
clínicos abiertos y estudios controlados. entre 50 y 30 mg/día a diez pacientes con TEPT de
inicio reciente, observando una notable mejoría en
Bloqueantes adrenérgicos. Kolb y sus colaborado- cuanto a los recuerdos recurrentes invasores, en el
res (1984) realizaron un ensayo abierto con un be- sueño y las pesadillas, y en los fenómenos de flash -
tabloqueante, el propanolol, durante seis meses en back. En un ensayo abierto con desipramina se ob-
doce veteranos del Vietnam afectos de un TEPT. servó una mejoría similar de la sintomatología in-
La dosis administrada iba desde los 120 a los 160 trusiva (Kauffman y col., 1987). Marshall (1975)
mg diarios. En la autoevaluación al cabo de los seis destacó también el efecto positivo de la imiprami-
meses, once de los pacientes refirieron un cambio na en los terrores nocturnos postraumáticos.
positivo en el sentido de una mejoría en el sueño, Posteriormente, se han realizado otros estudios
una disminución de la explosividad, de las pesadi- controlados sobre el efecto de los antidepresivos
llas nocturnas, de los pensamientos invasores y del tricíclicos en el tratamiento del TEPT, pero en ge-
584 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

neral, no se han obtenido resultados tan satisfac- Fármacos anticomiciales. En un ensayo abierto sobre
torios en la reducción de los síntomas postraumá- la efectividad de la carbamacepina en 10 pacientes
ticos como en los primeros ensayos. En un estudio con un TEPT, Lipper y su grupo (1986) informaron
cruzado a doble ciego de cuatro semanas de dura- de una mejoría de moderada a importante de los sín-
ción sobre el efecto de la desipramina y el placebo tomas intrusivos en 7 de sus pacientes. Wolf y sus
sobre 18 veteranos de guerra con un TEPT, única- colaboradores (1988) informaron de una disminución
mente mejoraron los síntomas depresivos; la desi- de la impulsividad y de los brotes de ira en 10 vete-
pramina no tuvo ningún efecto sobre la ansiedad, ranos de guerra que fueron tratados con carbamace-
los síntomas intrusivos ni la evitación (Reist y col., pina; todos los pacientes presentaron un EEG nor-
1989). Davidson y sus colaboradores (1990) reali- mal. Se obtuvo una respuesta de disminución de la
zaron una comparación a doble ciego de 4 a 8 se- irritabilidad y de los brotes de ira en 2 veteranos de
manas de la amitriptilina sobre el placebo en 46 guerra con TEPT tratados con ácido valproico (Szy-
veteranos de guerra con un TEPT. Aunque la de- manski y Olympia, 1991). De todos modos, aún no
presión y la ansiedad disminuyeron con la ami- se ha realizado ningún ensayo clínico controlado.
triptilina, la disminuición de los síntomas intru-
sivos y de evitación únicamente se observó en el Inhibidores de la recapación de la serotonina. Los
subgrupo de pacientes que recibió amitriptilina du- ensayos abiertos realizados recientemente sobre
rante 8 semanas, siendo esta disminuición muy los inhibidores de la recaptación de la serotonina
poco importante. Al final del estudio, aproxima- sugieren que estos fármacos pueden ser promete-
damente las dos terceras partes de los pacientes de dores en el tratamiento del TEPT. En una serie de
ambos grupos de tratamiento seguían cumpliendo 5 pacientes con un TEPT relacionado con un acci-
los criterios diagnósticos del TEPT. dente que les pudo haber costado la vida o con un
abuso sexual, la fluoxetina a dosis entre 20 y 80
Inhibidores de la monoamino oxidasa. En uno de mg/día produjo una mejoría importante de los sín-
los primeros estudios realizados con los IMAO, se tomas intrusivos y de evitación (Davidson y col.,
exponían cinco casos de que fueron tratados con 1991). Dos ensayos clínicos realizados sobre vete-
fenelzina a dosis entre 45 y 75 mg/día, los cuales ranos de guerra con un TEPT también han docu-
obtuvieron mejoría en los sueños traumáticos los mentado los beneficios del tratamiento con fluo-
flashbacks, las reacciones de alarma y las crisis de xetina (McDougle y col., 1991; Shay, 1992). Shay
agresividad (Hogben y Cornfield, 1981). Todos los (1992) informó que dos terceras partes de sus pa-
pacientes de este estudio presentaban crisis de an- cientes experimentaron una disminución de la ira,
gustia espontáneas. En posteriores ensayos clíni- redujeron sus brotes explosivos y tuvieron un
cos abiertos a pequeña escala también se han ob- mejor estado de ánimo tras el tratamiento con fluo-
servado los efectos positivos de la fenelzina sobre xetina. McDougle y sus colaboradores (1991) tra-
los síntomas intrusivos postraumáticos (Davidson taron de forma consecutiva a 20 veteranos de la
y col., 1987; van der Kolk, 1983). guerra de Vietnam con fluoxetina durante un mí-
Más recientemente, un ensayo aleatorio a doble nimo de 4 semanas con una dosis mdia de 35
ciego de 8 semanas de duración comparó los efec- mg/día. Los síntomas del TEPT mostraron una me-
tos de la fenelzina (71 mg), la imipramina (240 mg) joría importante en sus tres aspectos: reexperi-
y el placebo en 34 veteranos de guerra con un TEPT mentación, evitación e hiperactivación. Es parti-
(Frank y col., 1988). Ambos fármacos antidepresi- cularmente interesante observar que la evitación
vos produjeron una cierta mejoría global sobre los mejoró más que la hiperactivación de un modo in-
síntomas postraumáticos de los pacientes, siendo dependiente a los cambios depresivos que se hu-
el efecto de la fenelzina superior al de la imprimi- bieran producido. Es necesaria la realización de en-
na. La mejoría más importante que se observó fue sayos controlados con placebo y medicaciones
la disminución de los síntomas intrusivos en los activas para investigar con más profundidad la efi-
pacientes tratados con fenelzina, con una reduc- cacia de los inhibidores selectivos de la recapta-
ción media del 60% de las puntuaciones obtenidas ción de la serotonina en el TEPT.
en la escala de intrusión. En su resumen de las técnicas farmacológicas
para el tratamiento del TEPT, Silver y sus colabo-
Litio. En un pequeño ensayo abierto sobre la efi- radores (1990) llegaron a la conclusión de que los
cacia del litio en el tratamiento del TEPT, van der síntomas positivos del TEPT, la hiperactivación y
Kolk (1983) informó de una mejoría en los recuer- la reexperimentación intrusiva, responden mucho
dos intrusivos y en la irritabilidad sobre la mitad mejor a los tratamientos farmacológicos que los sín-
de los pacientes tratados. De todos modos, aún no tomas negativos, la evitación y el embotamiento.
se ha realizado ningún ensayo clínico controlado. Los síntomas negativos, como sucede en las fobias,
TRASTORNOS DE ANSIEDAD 585

suelen ser tratados mejor mediante la psicoterapia, experiencias subjetivas de pérdida. Herman y su
especialmente una vez que se reduce la gravedad grupo (1989) han recalcado la importancia de la va-
de los síntomas positivos mediante la medicación. lidación de las experiencias traumáticas del indi-
Los inhibidores selectivos de la recaptación de la viduo como condición previa a la reparación de la
serotonina podrían ser también útiles en el trata- autoidentidad alterada.
miento de los síntomas negativos. Estos autores Embry (1990) ha esbozado siete parámetros ne-
también recomiendas que la medicación inicial cesarios para que la psicoterapia sea efectiva en los
debe ir dirigida hacia los síntomas más prominen- veteranos de guerra con un TEPT crónico: 1) crea-
tes o hacia los síntomas comórbidos, como pueden ción inicial de una relación, 2) establecimiento de
ser la hiperactivación, la intrusividad, la ansiedad, límites y confrontación de apoyo, 3) modelamien-
la depresión o las crisis explosivas. to afectivo, 4) desenfoque sobre el estrés y enfoque
en los sucesos de la vida cotidiana, 5) sensibilidad
hacia las consecuencias de la transferencia-con-
Psicoterapia
tratransferencia, 6) comprensión de la ganancia se-
Casi todos los autores están de acuerdo en que es cundaria y 7) mantenimiento por parte del tera-
necesario algún tipo de intervención psicotera- peuta de una actitud terapéutica positiva.
péutica para el tratamiento de la patología pos- La psicoterapia de grupo puede servir como tra-
traumática. Si se realiza una intervención de cri- tamiento adyuvante importante, o bien ser la mo-
sis poco tiempo después del suceso traumático, dalidad central del tratamiento, en los pacientes
probablemente pueden evitarse las respuestas cró- traumatizados (van der Kolk, 1987a). A causa de
nicas o retardadas, y si la respuesta patológica no las experiencias pasadas, estos pacientes frecuen-
se ha desarrollado completamente, la intervención temente son desconfiados y reacios a depender de
terapéutica puede ser más breve. una figura de autoridad, mientras que un ambien-
La psicoterapia breve psicodinámica es consi- te que facilite la identificación, el apoyo y el opti-
derada un buen procedimiento terapéutico inme- mismo puede facilitar el cambio terapéutico.
diato para evitar un trastorno crónico. El terapeu- Por otro lado, ha habido autores que han de-
ta debe establecer una alianza que permita al fendido entusiásticamente el impacto positivo del
paciente trabajar a partir de sus reacciones. tratamiento farmacológico en la piscoterapia en un
Según la literatura psiquiátrica, los pacientes 70% de los casos, refiriendo mejorías en el sueño
con antecedentes de relaciones interpersonales in- y el nivel general de sedación que conducen a un
terrumpidas bruscamente o que han sufrido abu- acercamiento más positivo y motivado a la psico-
sos en una etapa precoz de su vida tienen más pro- terapia. En una minoría de estos casos se fomenta
pensión a presentar TEPT que los individuos con también el acceso a aspectos más encubiertos y al
una mayor estabilidad a este nivel. Se ha postula- trabajo personal (Bleich y col., 1986).
do que un individuo que haya experimentado un
trauma psíquico en el pasado podría estar más pre-
Terapia conductual
dispuesto a una respuesta exagerada y maladapta-
tiva a las experiencias y emociones intensas (Her- En el tratamiento del TEPT se han utilizado di-
man y col., 1989; Krystal, 1968; van der Kolk, versas técnicas conductuales. La gente que se ha
1987b). Por lo tanto, la base del tratamiento de los visto envuelta en acontecimientos traumáticos
síndromes traumáticos se basará en los intentos de tales como los accidentes, suele desarrollar fobias
modificar los conflictos preexistentes, las dificul- o ansiedad fóbica en relación a dicha circunstan-
tades del desarrollo y los estilos adaptativos que cia. Cuando se asocia una fobia a un TEPT, es útil
hacen más vulnerable al individuo a una trauma- la técnica de desensibilización sistemática o de
tización ante una experiencia determinada. exposición progresiva. Esta técnica se basa en el
Horowitz (1976) propuso un modelo de trata- principio de que cuando los pacientes se exponen
miento «orientado respecto a las fases», en el que es- gradualmente al estímulo fóbico, o que provca an-
tablece un equilibrio entre una intervención inicial siedad, pueden habituarse o descondicionarse del
de terapia de apoyo que atenúe el estado traumático estímulo. Las técnicas de exposición imaginada
y un tratamiento progresivamente más agresivo en (desensibilización imaginada) y de exposición a las
fases más avanzadas. Los elementos terapéuticos más situaciones en la vida real (desensibilización in
importantes durante el tratamiento de un TEPT son vivo) son variantes del mismo tratamiento. La ex-
el establecimiento de una relación segura y comuni- posición prolongada (inundación) también es efec-
cativa, la reexposición del suceso traumático, la re- tiva si es tolerada por el paciente y fue utilizada
visión de la autoimagen y la imagen del mundo que con éxito en el tratamiento de veteranos del Viet-
tiene el paciente, y, finalmente, terminar con las re- nam (Fairbank y Keane, 1982).
586 TRATADO DE PSIQUIATRÍA

Las técnicas de relajación producen resultados American Psychiatric Association: Diagnostic and Sta-
fisiológicos beneficiosos puesto que reducen la ten- tistical Manual of Mental Disorders, 3rd Edition,
sión motora y disminuyen el nivel de actividad del Revised. Washington, DC, American Psychiatric As-
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sistema nervioso autónomo, efectos particular-
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mente eficaces en el tratamiento del TEPT. La re- tical Manual of Mental Disorders, 4th Edition. Wash-
lajación muscular progresiva se basa en la con- ington, DC, American Psychiatric Association, 1994
tracción y relajación de ciertos grupos musculares Amies PL, Gelder MG, Shaw PM: Social phobia: a com-
para así poder inducir una respuesta de relajación. parative clinical study. Br J Psychiatry 142:174–179,
Estas técnicas son útiles para la reducción de la 1983
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momentáneo con pensamientos o imágenes del ment of obsessive-compulsive disorder: biochemical
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del capítulo. El interés en la investigación de estos responses to MK-212, a serotonin agonist, in ob-
temás ha permitido unos avances espectaculares sessive-compulsive disorder. Arch Gen Psychiatry
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