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Los encierros son uno de los momentos más esperados de cada mañana de las fiestas de Pamplona, pero

no podemos negar el peligro que conlleva ponerse delante de un toro. Es por ello que os proponemos
este texto, donde podréis conocer los orígenes de esta actividad emblemática de los San Fermines, los
rituales de cada encierro y algunos consejos para evitar posibles sustos…

Historia del Encierro de San Fermín, orígenes y


normas...

La palabra 'encierro' empezó a utilizarse en torno al año 1856, hasta entonces se conocía como la
'entrada'.

En un primer momento unos jóvenes locos, aprovechaban el traslado de los toros desde el campo hasta
el centro de la ciudad para correr delante de los toros en los últimos cientos de metros, desde este
mismo año permanece el recorrido tal y como ha llegado a nuestros días.

Durante varios siglos estos actos no fueron precisamente legales, hasta que en 1867 la aceptación de la
costumbre logró una reglamentación.

Antes de comenzar...

Minutos antes de que comience el encierro, los mozos cantan tres veces, a las 7:55, 7:57 y 7:59, a una
pequeña imagen de San Fermín que se coloca cada mañana en la cuesta de Santo Domingo:
"A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro dándonos su bendición."

A las 8 estalla un cohete, que indica la apertura de los corrales, seguido de un segundo cohete que indica
que ya han salido los toros.

Durante el encierro

El encierro se puede observar en los vallados de madera que se instalan a lo largo de las
calles, aunque habrá que situarse en los lugares adecuados cerca de 2 h antes del
comienzo, o desde algún balcón, o bien en la propia plaza de toros.

El tercer cohete indica que el último astado ha


entrado en la plaza de toros, y el cuarto indica
que el último toro de la manada ha entrado en
los corrales. Los servicios de atención sanitaria
prestan sus servicios de forma gratuita a todas
aquellas personas heridas en el evento.
Después del encierro, cuando la manada ya ha entrado en los corrales de la plaza de toros,
se sueltan unas vaquillas para que los mozos disfruten corriendo con ellas y toreándolas.
Es muy importante mantener en todo momento el respeto a los astados, evitando
agarrarlos o tocarlos, ya que puede provocar situaciones muy peligrosas

Normas

Cada año son más los corredores que se deciden a correr en los Encierros, de ahí la masificación de los
últimos años. Casi todo el mundo puede correr pero no todos deben...

1) Informarte del recorrido, visita (a otras horas del día) las calles.

2) El Encierro no es para cualquier persona, requiere serenidad, reflejos y excelente preparación física. Quien no reúne
estos requisitos no debe participar. El riesgo es serio.

3) Es imposible correr todo el encierro, por ello, el corredor debe elegir el tramo que le resulte más adecuado.

4) No se permite correr a los menores de 18 años.

5) Es imprescindible, por la propia seguridad, llevar vestuario y calzado adecuados.

6) Se ha de participar libre de objetos que entorpezcan la carrera, incluidas mochilas y cámaras.

7) Sólo hay dos entradas al recorrido, que está vallado íntegramente. El acceso de los corredores al recorrido se
cierra a las 7.30 horas.

8) Los participantes se han de situar en los espacios delimitados por las barreras de la policía local, cuyas instrucciones se
han de respetar en beneficio de la seguridad de todos los participantes.

9) No se permite, por su especial peligro, resguardarse antes de la salida de las reses en rincones, portales o
establecimientos situados a lo largo del recorrido.

10) Se ha de correr en línea recta, sin cruzarse ni pararse delante de otros corredores.

11) En ningún caso ni en ningún punto del recorrido se ha de golpear a las reses o llamar su atención. El buen
corredor no toca las reses, les desafía desde una distancia prudente y respetuosa.

12) El corredor ha de prever el punto del Encierro en el que se va a retirar. Lo hará por los laterales del itinerario. No
debe pararse súbitamente ni quedarse como espectador en el vallado, en un portal o espacios similares, porque entorpece
la carrera y las posibilidades de defensa de los corredores. Al entrar en la Plaza de Toros el corredor se refugiará con la
mayor rapidez tras el vallado, dejándolo libre para los siguientes.

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