Você está na página 1de 3

CANDIDA NO ALBICANS

Epidemiología

La prevalencia de los microorganismos involucrados en las infecciones de


pacientes internados y/o ambulatorios está en revisión debido a los continuos
cambios en la microbiota residente del hombre. En los últimos 20 años se observó
un importante incremento en las infecciones producidas por levaduras, debido
probablemente a la utilización de procedimientos de diagnóstico y/o terapéuticos
agresivos, así como al incremento de pacientes inmunocomprometidos. La
incorporación del fluconazol al tratamiento de las infecciones fúngicas ha
producido la selección de cepas con sensibilidad disminuida a éste antifúngico y
cambios en la prevalencia de especies.

De las aproximadamente 150 especies del género Candida, sólo un pequeño


número causa infecciones en humanos. Candida albicans, Candida parapsilosis,
Candida tropicalis y Candida glabrata son las especies más frecuentemente
aisladas de diversos materiales. En pacientes hospitalizados las especies de
Candida ocupan el cuarto lugar en orden de frecuencia en las infecciones del
torrente sanguíneo en los Estados Unidos. Su incidencia varía en relación con el
espacio geográfico, el grupo etario considerado, el período analizado y el estado
inmunológico de los pacientes. En América latina la prevalencia de infecciones por
Candida es de 46,6% para Candida albicans, 21,3% para Candida tropicalis y
17,1% para Candida parapsilosis. Se estima que entre un 25% y un 50% de las
personas sanas porta microorganismo de Candida en la microflora normal de la
cavidad bucal, en las cuales entre un 20% y 30% son cepas de Candida no
albicans.

La principal fuente de infección causada por la Candida (desde enfermedad


mucosa y cutánea superficial hasta diseminación hematógena) es el propio
paciente, en otras palabras, la infección es endógena en la mayoría de casos,
constituyendo una enfermedad oportunista que espera alguna deficiencia en las
barreras del anfitrión para manifestarse como una patología. La transmisión
exógena de Candida también ocasiona ciertos tipos de candidiasis, como
ejemplos de este tipo de transmisión se tiene el uso de soluciones de irrigación,
líquidos de nutrición parenteral, transductores de presión vascular, válvulas
cardiacas y córneas contaminadas. Se ha comprobado además la transmisión
desde los profesionales de la salud hacia los pacientes y entre estos, en especial
en el marco de los cuidados intensivos. Los tipos de Candida presentes en cada
infección también dependen de diversos factores como la edad del paciente,
aumento de la inmunodepresión, la exposición a fármacos antifúngicos o las
diferencias en cuanto al procedimiento de control de las infecciones (como la
utilización de azoles como profiláctico, que aumenta la incidencia de Candida
glabrata y Candida kruseii).
Si bien la Candida albicans predomina en casi todos los tipos de infecciones por
candidas, en el caso de las infecciones sistémicas el agente causal es más
variado; de esta forma las especies imperantes en infecciones sistémicas en niños
y lactantes son Candida albicans y Candida parapsilosis, y en las personas de
mayor edad hay un incremento de la infección de Candida glabrata.

Ciertamente, los sujetos ingresados al hospital tienen un riesgo mayor de


candidemia durante el periodo de hospitalización como consecuencia de su
afección base: pacientes con neoplasias hematológicas o neutropenia, sometidos
a cirugía digestiva, niños prematuros y ancianos mayores de 70 años de edad.
Estos pacientes, en comparación con sujetos control presentan un riesgo 2 veces
mayor por cada clase de antibióticos que reciben, 7 veces mayor en los portadores
de de un catéter venoso central, 10 veces mayor cuando se presentan otras
colonizaciones de Candida y 18 veces mayor en aquellos pacientes sometidos a
hemodiálisis aguda. Entre un 5% a 10% de los pacientes con algún factor de
riesgo antes mencionado podría contrae una infección sistémica, de los cuales
aproximadamente un 50% morirá producto de esta infección.

En un estudio realizado en el Instituto de Medicina Tropical Daniel Alcides Carrión


de la UNMSM en el año 2000 acerca de las variedades de Candida en mujeres
con flujo vaginal anormal, se tuvo una mayor prevalencia de Candida albicans con
50 %, seguido por Candida tropicalis con 25% y Candida famata con 16%, con
mucha menor frecuencia de encontró Candida glabrata y Candida kruseii.

Manifestaciones clínicas

En el marco adecuado las especies del género Candida pueden producir una
infección clínica en prácticamente cualquier sistema orgánico. El espectro de
infecciones abarca desde enfermedades mucosas y cutáneas hasta la
diseminación hematógena extensa, que ataca predilectamente órganos como el
hígado, bazo, riñón, corazón y cerebro.

Las infecciones mucosas debidas a Candida (llamadas también muguet) pueden


limitarse a bucofaringe o extenderse hacia el esófago y tubo digestivo. En la mujer
la mucosa vaginal representa un lugar frecuente de infección.

Las infecciones desarrolladas en individuos con inmunodeficiencia local o


generalizada se manifiestan con máculas blancas en las superficies afectadas. Se
han descrito otras presentaciones como el tipo pseudomembranoso con una
hemorragia heterogénea frente al raspado; el tipo eritematoso, formado por áreas
de color rojizo que pueden presentar escozor en algunas ocasiones; la leucoplasia
candidiásica, un engrosamiento epitelial que no se desprende; y la quelitis angular,
fisuras irritadas en la comisura de la boca.

Las diversas especies de Candida pueden originar infecciones cutáneas


localizadas comúnmente en zonas en que la superficie cutánea esta obstruida y
húmeda como por ejemplo en las axilas, la ingle, espacios interdigitales de los
pies, pliegues mamarios), que cursan con un exantema prurítico con lesiones
vesiculopustulosas eritematosas.

La peritonitis por cándida puede darse en sujetos sometidos a diálisis peritoneal


ambulatoria crónica o tras una intervención quirúrgica del aparato digestivo, una
fuga anastomótica o una perforación intestinal. Estas infecciones pueden limitarse
a la zona del abdomen o afectar otros órganos adyacentes y provocar una
candidiasis hematógena.

La candidiasis hematógena puede ser aguda o crónica y suele involucrar la


diseminación de la infección a tejidos profundos como los órganos abdominales,
corazón, ojos, huesos, articulaciones y cerebro. La candidiasis hepatoesplénica
crónica se produce posteriormente a un episodio de fungemia y se manifiesta con
un proceso indolente con fiebre, elevación de fosfatasa alcalina y la presencia de
numerosas lesiones en el hígado y bazo.

La Candida parapsilosis es un patógeno humano oportunista que puede causar


tanto infecciones cutáneas superficiales, especialmente de la sistémica y
enfermedad de las uñas, especialmente la endocarditis ya que se ha demostrado
implantación de ciertas válvulas cardiacas contaminadas con esta especia de
Candida, esta endocarditis semeja a la endocarditis de etiología bacteriana, con
presencia de fiebre y un murmullo cardiaco. Otras manifestaciones clínicas
incluyen endoftalmitis y fungemia.

El significado clínico de la Candida tropicalis radica en que es una causa


importante de la candidiasis diseminada y la septicemia, especialmente en
pacientes con linfoma, la leucemia y la diabetes. Es el segundo frecuentes médica
patógeno más, junto a Candida albicans, y también se encuentra como parte de la
flora normal mucocutánea humanos.

En el caso de la Candida glabrata, pese a que carece de producción de


seudohifas (consideradas como estructuras que incrementan la adherencia y
penetración del hongo en los tejidos), su producción de proteinasas y que la
hidrofobicidad de su superficie celular es similar a la de Candida albicans, lo que
asegura su capacidad de adherencia a las células del huésped. Otros factores
relacionados con una mayor virulencia es el cambio en el fenotipo de las colonias
que también puede producirse en Candida glabrata y su resistencia a antifúngicos
triazólicos, por lo que está adquiriendo una mayor prevalencia en las infecciones
nosocomiales.

Você também pode gostar