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WILLIAM WILSON, de Edgar A.

Poe
1.- Los personajes

Nos encontramos ante un relato de protagonista único, aunque con una


peculiaridad: su antagonista es una imagen de sí mismo, un doble, un fantasma de su
conciencia.
El protagonista y narrador se da el nombre de “William Wilson”, aunque advierte
de que ése no es su verdadero nombre; por tanto, el narrador se esconde tras la mascara
de un seudónimo. Se presenta como un joven noble, aunque de apellido plebeyo,
malcriado, acostumbrado a hacer siempre su voluntad, y poseedor de un fuerte carácter.
Cuando marcha a la escuela, enseguida se acostumbra a controlar a sus
compañeros, a ser el centro de su atención. Pero inmediatamente aparece otro joven, con
su mismo nombre y apariencia, hasta el punto que todos los tomaban por parientes. Esa
aparición molestará a William Wilson 1 (llamémoslo así), aunque, de momento, todavía
no es totalmente consciente de la completitud del parecido. Sólo en un elemento se
diferencia: William Wilson 2 habla siempre como en un susurro.
WW2 actuará como protector de WW1, interfiriendo siempre “en los caminos de
mi voluntad”, mediante consejos que repugnan a nuestro narrador; se llega incluso al
enfrentamiento. Cuando WW1 quería hacer una broma nocturna, la vision del parecido
de WW2 le horroriza de tal manera, que huye despavorido de la escuela.
De allí marchará a Eton, donde vivió “tres años de locura” y libertinaje. En una de
las juergas nocturna, la aparición de una figura que vestía como él, y que se dirige a él
susurrando, le hace dudar de todo.
Cuando marche a Oxford, WW1 continuará con esa vida disipada a la que se había
acostumbrado, acostumbrándose especialmente al juego. En mitad de una partida, la
aparición de un hombre “de mi talla”, que viste capa como él, y que descubre las
trampas del narrador, hará que éste sea expulsado de la universidad, de donde marcha
“humillado, envilecido hasta el máximo”.
WW2 lo perseguirá por todo el mundo, descubriendo todas sus maldades. Y en
Roma, en mitad de un baile de mascaras, cuando WW1 pretendía seducir a la joven
esposa del anciano anfitrión, la aparición de alguien que le susurra, de su doble, le
enfurece de tal manera que lo arrastra a una habitación donde se baten en duelo; WW1
mata a WW2, pero lo que ve es un espejo que le devuelve su imagen ensangrentada y le
dice, ya sin susurrar, que también morirá, porque sólo existía en WW2 y, al matarlo, se
ha matado.
Esta imagen del doble es una representación de la conciencia de William Wilson,
quien, a pesar de su atracción por el mal, oye “la voz de su conciencia” en cada
momento, e, incapaz de aguantarla, decide acabar con ella, por lo que acaba consigo
mismo. Únicamente el débil susurro de nuestra conciencia puede recordarnos cuál es
nuestro deber, aunque no nos guste.

Como vemos la obra se centra en un solo protagonista, pues, a pesar de haber dos
personajes principales, éstos en realidad son uno solo. Este protagonista central es quien
nos cuenta la historia, por lo que tanto él como los demás protagonistas son presentados
desde su punto de vista. De este modo la perspectiva que recibimos de los personajes no
varía, puesto que es la opinión y la visión de una sola persona, de William Wilson. Este
punto de vista es el adecuado para que vayamos siguiendo poco a poco la narración,
descubriendo los efectos de WW2 en WW1 a medida que suceden, y sorprendiéndonos
con el narrador cada vez que tropieza con su doble. Es el tipo de narrador adecuado para
un relato de intriga y misterio.
La descripción de William Wilson es una etopeya, pues sólo apreciamos rasgos de
carácter; de lo físico sólo nombra el parecido en la talla de los dos personajes. WW1 se
presenta como un joven al que le gusta imponer su ley, tener autoridad y ser el mejor.
Es además orgulloso, vividor, viajero. Su pertenencia a una clase social alta le permite
llevar una vida en la que recorre los mejores colegios y universidades, dedicándose a los
juegos de cartas con apuestas de dinero, las borracheras, el libertinaje.
Por otro lado la descripción de su WW2 también es un etopeya. De él sabemos
que es un joven tozudo, digno, sensato y con gran sentido moral.

2.- El espacio
Los lugares de la obra tienen un fuerte componente simbólico, es decir, están
cargados de significados. La mayoría de los espacios son interiores y cerrados, como la
casa familiar o la escuela, de estructura irregular y llena de recovecos, lugares de
autoridad y donde William Wilson ejerce su perversa autoridad, y que podrían
representar, como lugares cerrados que son, la mente de un ser egocéntrico y encerrado
en sí mismo. La escuela, ese caserón isabelino (es decir, del siglo XVI), corresponde
con esos viejos caserones americanos que serán el escenario de tantos cuentos de Poe, y
que quedarán como lugares de misterio y terror para la literatura y el cine posteriores.
Eton y Oxford son los lugares en que el protagonista desarrolla sus malas artes
para la vida, y luego huye de su doble a través de Europa: Roma, Viena, Berlín y
Moscú, lugares acordes con el cosmopolitismo de un caballero de clase alta (y que
resultarían tan exóticos a los lectores norteamericanos de Poe).
El último espacio son las salas del palacio de Di Broglio, donde se celebra un baile
de máscaras (hay que recordar que el propio nombre del personaje, “William Wilson”,
es una máscara, un disfraz: el relato comienza con un disfraz y acaba con otro), y la
antecámara donde mata a su doble, y en la que se contempla al final en un espejo,
espacio cerrado de la otra realidad, de una no-realidad, de lo fantástico, y que, como el
espejo de los cuentos populares, muestra la imagen de lo que será William Wilson.
Todos los espacios son unidos por los dos William Wilson, aunque el viaje entre
los diferentes lugares carece de importancia y no se describe.

3.- El tiempo
La historia tiene lugar a principios del siglo XIX, pues nuestro protagonista (y
también el antagonista) nace el 19 de enero de 1813 (día y mes del nacimiento de Poe).
La historia cuenta desde su infancia hasta su madurez, pues lo suponemos ya que
después de ingresar en la universidad, nos dice que volaron los años viajando por
diferentes ciudades del mundo. Por otra parte, no aparecen , excepto por la fecha de
nacimiento del protagonista, referencias a fechas o momentos que puedan asegurarnos
de manera verosímil el tiempo trascurrido. De alguna forma, se busca una cierta
atemporalidad, propia de los relatos de misterio y terror.
En apariencia es una narración lineal, puesto que, desde la estancia en la escuela,
la narración avanza cronológicamente (aunque hay muchos momentos no narrados, pues
un cuento debe ceñirse a lo esencial para el relato); pero el narrador, William Wilson,
cuenta desde el final de la experiencia, y desde ese final vuelve a su infancia, por lo que
hay una analepsis que abarca todo el relato.
4.- Narrador y estructura
El narrador de la obra es un narrador autobiográfico, en este caso el propio
protagonista, quien nos cuenta toda la historia, centrada en su vida. La trama es contada
en primera persona.
La perspectiva es siempre la del propio narrador, personaje violento y egocéntrico,
por lo que la información recibida está influida por la opinión del propio narrador.
Es una narración pura (con elementos descriptivos y dialogados), caracterizada
por un falso comienzo ab ovo, puesto que el narrador relata desde el final de la
experiencia contada, pero inmediatamente encontramos una analepsis o flashback que
nos sitúa en sus primeros recuerdos. En cuanto a la estructura externa, la narración no se
ve dividida en diferentes apartados o episodios, pues se trata de un breve cuento.

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