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LEY DE PARETO

En 1906, el economista italiano Vilfredo Pareto creó una fórmula matemática para
describir la distribución desigual de la riqueza en su país, observando que el 20% de las
personas poseían el 80% de la riqueza.

En los años 40 el Dr. Joseph M. Juran atribuyó (no del todo acertadamente) la regla del
80/20 a Pareto, llamándola "Ley de Pareto".

 Más allá de lo correcto de su nombre, La Ley de Pareto puede ser una herramienta muy
efectiva para ayudar a administrar de manera correcta.

De dónde viene Después de que Pareto hizo sus observaciones y estableció su fórmula,
otros observaron fenómenos similares en sus propias áreas de conocimiento.

El Dr. Juran, pionero del movimiento por la Calidad Total en los años 40, estableció la
existencia de un principio universal que denominó "los pocos esenciales y los muchos
triviales".

Como resultado, la observación del Dr. Juran sobre el principio de que "20% de algo
siempre es responsable del 80% de los resultados se conoció como Ley de Pareto o
"Regla del 80/20". Qué significa La Regla del 80/20 significa que el 20% de algo es
esencial y el 80% es trivial.

 Juran estableció que el 20% de los defectos causaban el 80% de los problemas. Los
Gerentes de Proyecto saben que el 20% del trabajo (el 10% inicial y el 10% final)
consume el 80% del tiempo y los recursos.

La regla del 80/20 también se aplica a las ventas (el 20% de los clientes produce el 80%
de los beneficios; o el 20% de los vendedores realiza el 80% de las ventas) o a cualquier
otra cosa (el 20% del diario trae el 80% de las noticias importantes, o que el 20% de los
empleados causan el 80% de los problemas).

 Para qué le sirve El valor de la Ley de Pareto es que nos recuerda que debemos dar
preferencia al 20% que importa y que produce el 80% de los resultados.

De las cosas que uno hace durante el día, el 20% produce el 80% de los resultados. Ese
20% "esencial" debe ser identificado, y los esfuerzos deben enfocarse en esas cosas.
 La Regla del 80/20 puede servir como un recordatorio diario para enfocar el 80% de
nuestro esfuerzo en el 20% de nuestro trabajo que realmente produce altos
rendimientos.

PROACTIVIDAD

Proactividad es un término acuñado por Viktor Frankl, un neurólogo y psiquiatra


austriaco que sobrevivió a los campos de concentración nazis, en su libro Man's Search
for Meaning (El hombre en busca de sentido, 1946). Años después el término se
popularizaría en muchos libros de autoayuda, desarrollo personal y empresarial gracias
al best-seller Los siete hábitos de las personas altamente efectivas del autor Stephen R.
Covey.

Proactividad es una actitud en la que el sujeto asume el pleno control de su conducta


vital de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones
creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección
sobre las circunstancias de la vida.

La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de


hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo
lo vamos a hacer.

Las personas reactivas:

Se ven afectadas por las circunstancias, las condiciones, el ambiente social... Sólo se
sienten bien si su entorno está bien. Centran sus esfuerzos en el círculo de
preocupación: en los defectos de otras personas, en los problemas del medio y en
circunstancias sobre las que no tienen ningún control. No tienen la libertad de elegir sus
propias acciones.

Las personas proactivas:

Se mueven por valores cuidadosamente meditados y seleccionados: pueden pasar


muchas cosas a su alrededor pero son dueñas de cómo quieren reaccionar ante esos
estímulos. Centran sus esfuerzos en el círculo de influencia: se dedican a aquellas cosas
con respecto a las cuales pueden hacer algo. Su energía es positiva, con lo cual amplían
su círculo de influencia.

¿Qué no es la proactividad?

La proactividad no tiene nada que ver con el activismo o la hiperactividad. Ser proactivo
no significa actuar de prisa, de forma caótica y desorganizada, dejándose llevar por los
impulsos del momento.

Las personas que tienen el hábito de la proactivad no son agresivas, arrogantes o


insensibles, como defienden algunos tópicos, sino que se mueven por valores, saben lo
que necesitan y actúan en consecuencia

El concepto opuesto es el de reactividad, o tomar una actitud pasiva y ser sujeto de las
circunstancias y por ende, de los problemas. La definición extendida por Covey dice que
la conducta individual es función de las decisiones propias y no de las condiciones.

Interacción

El término interacción se refiere a una acción recíproca entre dos o más objetos con una
o más propiedades homólogas.

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