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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIAPAS

FACULTAD DE CIENCIAS QUÍMICAS

CAMPUS IV

VIROLOGIA

VACUNAS VIRALES

M.E. JOSÉ LUÍS INCHAUSTEGUI ARIAS

PRESENTA:

Q.F.B. FRANCISCO CABRERA DE LOS SANTOS

8 vo. SEMESTRE “B”

TAPACHULA, CHIAPAS. OCTUBRE 2009


INTRODUCCION

Las vacunas son preparados biológicos que contienen substancias antigénicas de


bacterias, virus o parásitos y por lo tanto son capaces de inducir una respuesta
inmunológica humoral y celular activa. Se clasifican en bacterianas, virales y
parasitarias. Pueden ser vivas o inactivadas. Las bacterinas son vacunas
bacterianas preparadas con bacterias inactivadas. Los toxoides o anacultivos son
vacunas inactivadas que contienen productos bacterianos solubles como son las
toxinas. Las vacunas deben ser consideradas como insumos y por lo tanto deben
ser usadas en forma racional. La vacunación es básicamente un procedimiento
dinámico sujeto a las variaciones epidemiológicas de la enfermedad y a los costos
generales, quedando su aplicación supeditada en último término, al criterio del
médico veterinario.

Inmunización

El proceso de inmunización consiste en la aplicación a un animal de un preparado


antigénico que va a inducir un estado de resistencia inmune específico contra la
enfermedad causada por un determinado microorganismo patógeno. La
inmunización es activa cuando se estimula al sistema inmume mediante la
aplicación de substancias antigénicas, y es pasiva cuando se administran
anticuerpos específicos previamente preparados.

Inmunidad y vacunación. Son varios los aspectos a considerar en la aplicación


de programas de inmunización. Es fundamental aplicar las vacunas cuando el
animal es inmunocompetente, puesto que si sevacuna antes que el sistema
inmune se haya desarrollado la respuesta será ineficiente o nula, así en equinos
las vacunas se aplicarán en dos dosis a los 3 y 4 meses de edad y en caninos a
los 3 meses de edad. Por otra parte si el recién nacido presenta altas tasas de
anticuerpos maternos, el antígeno vacunal será neutralizado y se perderá el efecto
de la vacunación. En animales jóvenes inmunocompetentes la primovacunación
doble permite iniciar una adecuada respuesta inmune, la que posteriormente se
reforzará mediante vacunaciones periódicas. Un buen ejemplo lo constituye la
vacunación contra la influenza equina que se inicia a los 3 y 4 meses de edad,
revacunándose 6 meses después y posteriormente en base anual.

El uso de vacunas combinadas o múltiples, es un buen recurso que permite aplicar


simultáneamente varios antígenos virales y bacterianos, limitando el número de
intervenciones y asegurando una adecuada respuesta inmune contra todos ellos.
En Medicina Veterinaria se utilizan diversas vacunas combinadas, entre ellas se
cita la vacuna polivalente inactivada Resequin " que contiene siete tipos virales
diferentes: virus de la influenza equina A/equi/1 Praga, A/equi/ 2/ Miami y A/equi 2
Fontainbleau, los virus herpes equino tipo 1 (VHE-1) y tipo 4 (VHE-4), y reovirus
serotipos 1 y 3. En bovinos se comercializa una vacuna polivalente que contiene
virus de la rinotraqueítis infecciosa bovina, virus de la diarrea viral bovina, virus
parainfluenza tipo3 y las bacterias Leptospira canicola, L icterohaemorrhagiae, L.
grippotyphosa, L. Hardjo y L pomona. En caninos se dispone de una vacuna
óctuple que contiene virus del distemper canino, parvovirus canino tipo 2,
adenovirus canino tipo 1 y 2, virus parainfluenza canina, coronavirus canino y
Leptospira canícola y L. icterohaemorrhagiae.

Considerando que no existen vacunas contra la anemia infecciosa equina,


leucosis enzoótica bovina y sindrome de inmunodeficiencia humano, una vacuna
tradicional innovadora es la vacuna contra la leucosis felina causada por un
retrovirus, LEUKOCEL, 2 ®, que sería la única vacuna comercial contra un virus
oncogénico. Contiene antígenos virales originados en una línea de células
linfoides LFV transformadas, con partículas de los tres subgrupos (A, B y C) del
virus de la leucosis felina (VLF). Estimula la producción de anticuerpos contra la
glicoproteína gp70 que es una proteína de la envoltura del virus, y de anticuerpos
neutralizantes virales para la protección de la viremia persistente con VLF. Además
estimula la producción de anticuerpos antígeno tumor específico FOCMA. Las
proteínas virales están inactivadas químicamente y con adyuvante. Se recomienda
para la inmunización de gatos sanos contra la leucosis viral felina, prevención de
viremia persistente y de la aparición de tumores linfoides causados por VLF y
enfermedades asociadas con este virus.

Genes virales y vacunas

En varios grupos virales han sido determinados genes que codifican para factores
de virulencia e inmunogenicidad y genes que no son esenciales para la replicación
y sobrevida de virus. Estos hallazgos abren la posibilidad de usarlos como
vectores. Ejemplos: dos genes F (fusión) y HA de la envoltura del virus distemper
canino se insertaron en el genoma del virus pox del canario, creándose la vacuna
recombinante Recombitek ®. El gen TK (timidina kinasa) fue eliminado del virus
vaccinia (Pox) y en su lugar se insertó el gen que codifica para la glicoproteína G
del virus rábico. La vacuna que usa el virus recombinante, llamada Raboral ® ha
sido utilizado en campañas de vacunación antirrábica en animales de vida
silvestre.

Vacunas con deleciones génicas


Un uso alternativo de la moderna tecnología génica es la eliminación (deleción) de
genes no esenciales con la finalidad de que esos antígenos no se expresen. Las
vacunas preparadas con estos genomas incompletos no inducirán una respuesta
inmune contra esos antígenos eliminados y consecuentemente podrá ser
diferenciada de la respuesta al virus normal (completo). Ejemplos: Cepas de virus
herpes que causan la enfermedad de Aujeszky han sido desprovistas del gen que
codifica la glicoproteína E. Las vacunas así preparadas permiten el diagnóstico
diferencial entre animales vacunados y animales infectados debido a que los
animales infectados naturalmente producen anticuerpos contra la glicoproteína E y
los vacunados no 1 o hacen. En un programa de erradicación de la enfermedad se
eliminan todos los animales positivos al antígeno glicoproteína E. El mismo
principio ha sido usado en la preparación de vacunas contra la rinotraqueítis
infecciosa bovina causada también por virus herpes (VHB-1). En baculovirus
(vector) se inserta el gen de la glicoproteína E2 del virus de la peste porcina
clásica, el recombinante se multiplica en células de insectos y produce antígenos
gE2 que luego de ser purificados son usados como antígeno vacunal.

Vacunas ADN

No utilizan vectores. El gen que codifica para un antígeno se incorpora en un


plásmido; el recombinante amplificado es extraído y purificado para luego ser
inyectado (transfección) en un animal. Las células del huésped producirán el
antígeno en forma endógena, en cierto modo en forma parecida a lo que ocurre en
la infección natural.

La nueva generación de vacunas

Las vacunas tradicionales constituidas por patógenos virales o bacterianos


debilitados, modificados o atenuados, y muertos inactivados están siendo
reemplazadas paulatinamente y de acuerdo a condiciones de mercado por las
vacunas no tradicionales o de última generación que corresponden a vacunas
subunitarias recombinadas, vacunas de vectores vivos, vacunas de ADN puro y
vacunas conjugadas.

Vacunas subunitarias recombinadas. En estas vacunas los genes de un patógeno


son insertados en células cultivadas in vitro, las que producen el antígeno
inmunizante en grandes cantidades.

Vacunas de ADN puro. El ADN de un patógeno es inyectado en un organismo


cuyas células siguen las instrucciones codificadas en este ADN y producen
antígenos que el sistema inmune reconoce y monta una respuesta inmune
protectiva.

Vacunas de virus recombinados. Se refieren a virus recombinados con genes de


diferentes cepas virales. El virus recombinante obtenido es apatógeno pero
multiantigénico.
Vacunas de vectores vivos. Se refieren a virus heterotípicos (virus de la viruela
bovina o cow-pox) al que se le han insertado genes de un virus patógeno. El virus
recombinante obtenido es apatógeno y multiantigénico.

Vacunas conjugadas: Son vacunas preparadas con antígenos que no son


reconocidos con facilidad por el sistema inmune pero que al unirse a cubiertas
bacterianas la respuesta inmune es más intensa.

Las vacunas antivirales se han preparado tradicionalmente utilizando virus


completo o subunidades virales. Los virus pueden ser inactivados en su
infecciosidad, o atenuados en su virulencia. Recientemente se usan partes o
subunidades del virus, virus recombinantes y vacunas ADN en vez de usar
vectores para la expresión del antígeno. Además se pueden utilizar moléculas
inmunomoduladoras como citoquinas que gatillan la mejor respuesta inmune en el
sentido de protección.

Clases de vacunas antivirales

Según las mezclas de antígenos, estas vacunas se denominan monovalentes,


cuando contienen un solo tipo antigénico viral, ejemplo: vacuna anti aftosa tipo A y
polivalentes cuando contienen más de un tipo antigénico viral, ejemplo: vacuna
anti aftosa tipos O, A y C. Las vacunas que contienen mezclas de antígenos
virales y bacterianos se denominan combinadas, ejemplo: vacuna óctuple
preparada con virus distemper canino, hepatitis infecciosa, adenovirus tipo 2,
parainfluenza canina, parvovirosis canina, coronavirus y leptospiras (Vacuna
Vanguard 8). Las autovacunas antivirales son preparadas con el antígeno viral
obtenido de las lesiones del mismo individuo que será inmunizado con ella,
ejemplo: autovacuna contra el papiloma bovino y canino.

Tipos de vacunas antivirales

Las vacunas antivirales deben inducir una respuesta inmune celular y humoral
(sistémica y local) que neutralice la acción patógena del virus, disminuya el
número de animales excretores de virus y la cantidad de virus eliminado al medio
ambiente. Estas vacunas deben montar una respuesta inmunológica que se
traduzca en resistencia eficiente y durable contra la enfermedad, aunque no
siempre logran impedir la infección viral o estados de latencia viral. Básicamente
existen dos tipos de vacunas antivirales: preparadas con virus vivo o con virus
inactivado.

A. Vacunas preparadas con virus vivo

En estas vacunas el genoma viral mantiene su capacidad de replicación e inducen


una respuesta inmune completa.
A.1 .Vacunas preparadas con virus virulento

Estas vacunas se han discontinuado en su producción por el evidente peligro de


diseminar el virus y mantenerlo en circulación, haciendo imposible el control de la
enfermedad en cuestión.

A 2. Vacunas preparadas con virus vivo modificado (VVM)

No son virulentas. Se preparan con virus modificados en su patogenicidad original,


a través de pasajes seriados en otra especie animal no susceptible en que la
patogenicidad se pierde para el huésped natural desviándose para el nuevo
huésped. Las vacunas preparadas en conejos se denominan lapinizadas y
avianizadas cuando se utilizan huevos embrionados. La mayoría de las vacunas
preparadas con VVM el virus es adaptado en cultivos celulares.

La modificación de la patogenicidad debe ser estable, sin posibilidad de reversión


a la patogenicidad original. Se exige que en las vacunas preparadas con VVM el
virus debe mantener su inmunogenicidad y el tipo antigénico original. En ningún
caso deben producir la enfermedad; el VVM no debiera diseminarse por contacto
de un animal vacunado a otro no vacunado. Además no deben contener otros
virus adventicios. Las vacunas preparadas con VVM inducen una respuesta
inmune humoral y celular, que se caracteriza por ser rápida, alta y duradera,
debido a que el virus se multiplica en el organismo.

A. 3. Vacunas heterotípicas o paraespecíficas

Se preparan con virus taxonómicamente diferentes pero que presentan un alto


grado de parentesco antigénico aunque afecten a especies animales diferentes.
Ejemplos: vacuna "cow-pox" usada en el hombre; vacuna diarrea viral bovina
contra la peste porcina clásica; vacuna panleucopenia felina contra la parvovirosis
canina; vacuna sarampión humano contra el distemper canino; virus herpes del
pavo contra la enfermedad de Marek o neurolinfomatosis aviar y virus del fibroma
de Shope contra la mixomatosis del conejo.

A. 4. Vacunas preparadas con virus mutantes termosensibles

Experimentalmente se han preparado vacunas vivas con virus mutantes


termosensibles (ts) en que el virus sólo se multiplica a una temperatura diferente,
tal es el caso de la mutante ts del virus mixomatosis del conejo (SG 33) que sólo
replica a 33° C. Actualmente se comercializan vacunas ts contra los virus de la
rinotraqueítis infecciosa bovina, parainfluenza tipo 3 bovino y la influenza equina.
B. Vacunas preparadas con virus inactivo

En estas vacunas el ácido nucleico viral no tiene capacidad de replicar.

B. 1. Vacunas inactivadas o muertas

El virus vacunal es tratado con inactivantes y pierde su capacidad de replicación e


nfección. Los inactivantes pueden ser químicos o físicos. Los más usados entre
los químicos son: cristal violeta, B-propiolactona, formalina y acetil etilenimina
binaria (AEIb). Los inactivantes físicos fluyen directamente por la dosis y tiempo de
tratamiento empleados. Existen diferencias en la acción de los inactivantes, así la
formalina inactiva al virus aftoso siguiendo una curva de segundo orden, razón que
explica la presencia de virus infeccioso residual en las vacunas antiaftosas así
tratadas; mientras que IaAEIb lo inactiva en una curva de primer orden,
consiguiendo la total inactivación del virus vacunal y por lo tanto obteniéndoe un
producción vacunal anti aftosa libre de virus infeccioso.usados son: calor, luz
ultravioleta, radiaciones ionizantes y ultrasonido. La acción inactivante está

Las vacunas inactivadas inducen exclusivamente una respuesta inmunitaria de


tipo humoral y tienen una potencia inmunogenica menor que las vacunas
preparadas con virus vivo modificado. Las vacunas inactivadas deben, por lo
tanto, ser complementadas con substancias que estimulen la respuesta inmune,
son los coadyuvantes inmunológicos que se agregan a las suspensiones virales
previamente inactivadas. Los más usados son compuestos de aluminio y calcio:
hidróxido de aluminio y fosfato de calcio. Actualmente se están empleando los
coadyuvantes oleosos o emulsiones de agua en aceite mineral como Arlacel A. La
saponina es un buen coadyuvante pero a veces provoca una violenta reacción en
el punto de inoculación. El glucósido activo de la saponina es el Quil A que en
concentraciones críticas forma micelas en solución. Cuando estas micelas se
mezclan con glicoproteínas virales purificadas se forman estructuras compuestas
por las glicoproteínas depositadas en una base micelar del Quil A, denominadas
"iscoms" (del inglés: immuno stimulating complexes). Los "iscoms" son más
inmunogénicos que las glicoproteínas solas. El Quil A, además de actuar como
inmunoestimulante, es capaz de romper la envoltura lipídica de los virus envueltos
inactivándolos. Quil A no induce la formación de granulomas crónicos.

B. 2. Vacunas subunitarias

Estas vacunas se preparan con fracciones virales inmunogénicas separadas de la


superficie del virión o extraídas del sobrenadante del cultivos celular en que el
virus se replicó y posteriormente son purificadas. Las vacunas subunitarias
necesitan coadyuvantes. No inducen una respuesta inmune celular.

B. 3. Vacunas sintéticas

Considerado el éxito de algunas vacunas subunitarias, los laboratorios


productores de vacunas han reproducido artificialmente las proteínas virales de
superficie por síntesis orgánica y clonaje molecular. Se han ensayado con el virus
aftoso.

B. 3. 1. Síntesis orgánica. La síntesis orgánica de péptidos por procedimientos


manuales o automatizados ha permitido obtener péptidos que reemplacen a los
antígenos naturales de la superficie de los viriones y que sean capaces de inducir
la producción de anticuerpos neutralizantes específicos. También se pueden
producir péptidos, identificando la secuencia del ácido nucleico que codifica para
una determinada proteína viral de superficie y luego derivar la secuencia de
aminoácidos de la proteína y sintetizarlos posteriormente.

B.3.2. Clonaje molecular. Consiste en insertar un fragmento deADN, que codifica


la proteína inmunógena que se desea producir, en un ADN vector de doble hebra
de un plasmidio bacteriano o de un virus (Pox), este nuevo ADN recombinante se
transfiere a una célula huéped, generalmente bacteriana, para su multiplicación y
expresión de la proteína deseada.

Las vacunas recombinantes, en su mayoría en etapa experimental, ofrecen


grandes expectativas a la Medicina Veterinaria. Por ejemplo el gen de la principal
glicoproteína B (gB) de la envoltura del VHE- 1 fue insertado en el virus vaccinia y
correctamente expresada en las células infectadas. El r vaccinia/VHE-1 gB ha sido
ensayado para inducir una buena respuesta inmune, constituyendo una esperanza
para obtener adecuadas vacunas contra el VHE- 1. En un modelo de ratón se ha
ensayado con éxito el uso de vacunación con un plasmido ADN que codifica para
la glicoproteína D del VHE- 1, observándose una pre-dominancia de anticuerpos
IgG2 debido a a la generación de linfocitos Th 1. Vacunas (HA)-ADN que utilizan el
gen de la hemoaglutinina del virus influenza equino han demostrado que producen
una respuesta de anticuerpos IgG(a)e IgG(b) asociadas con la protección en
ausencia de respuesta local por IgA.

Otros ensayos se refieren a la utilización de un vector plasmido ADN que contiene


el gen de la glicoproteína G del virus rábico; al aplicar 100 mg vía intramuscular en
perros se obtuvo una mayor respuesta de anticuerpos neutralizantes. En el caso
de la parvovirosis canina se ha empleado baculovirus recombinante para la
producción de vacunas y reactivos de diagnóstico; el gen de la proteína viral 2 fue
donado en un vector de expresión y subsecuentemente las proteínas virales 2 se
expresaron en un baculovirus recombinante para ser producida en células de
Spodoptera frugiperda. Las vacunas derivadas de plantas contra virus animales,
como expresión de partículas de virus animales quiméricos representan, según
Dalsgaard, una alternativa segura y de menor costo que las vacunas
convencionales preparadas en células de animales.

PRODUCCION DE VACUNAS

1.- Producción de toxoides bacterianos

Las toxinas bacterianas se inactivan para producir toxoides de tal manera que
pierdan su toxicidad pero que retengan su antigenicidad. La vacunación a gran
escala no comenzó hasta que Ramon halló en 1924 una forma segura y
reproducible de inactivación de las toxinas y los microorganismos patógenos
mediante su tratamiento con formaldehido y después de conseguir la atenuación
de los patógenos mediante pasos sucesivos en medios de cultivo in vitro.

A. Cepas: La vacunación con toxoides se utiliza en humanos para enfermedades


causadas por Clostridium tetani y Corynebacterium diphtheriae. Cada productor ha
llevado a cabo a lo largo del tiempo una selección de aquellas cepas que
producen un máximo de producción de toxina en el medio de cultivo que él mismo
ha desarrollado. La mayoría de las cepas son estables en liófilos.

B. Medio de cultivo: Generalmente las toxinas bacterianas no se producen en


grandes cantidades en medios sintéticos, por lo que es necesario añadir una
fuente de proteínas como la carne, caseína y como alternativa soja. La carne se
digiere con papaína o tripsina y la caseina se digiere con ácido o tripsina. Este
medio debe ser suplementado con varios aminoácidos y vitaminas por lo que se
añade extracto de levadura. La fuente de carbono es glucosa aunque también se
puede utilizar sacarosa y maltosa.

C. Condiciones de cultivo: La mayoría de las vacunas toxoides se producen a


partir de Clostridium (anaerobio) por lo que no hay ningún requerimiento especial
para la introducción de gases en el cultivo. Puesto que también son sacarolíticos,
son organismos que producen ácidos a partir del azúcar por lo que se debe
controlar el pH. El tiempo de incubación se debe determinar en función de la
cantidad de toxina que se produce, para lo cual existen diversas técnicas tanto
enzimáticas (lecitinasa, hemólisis, proteolisis) como ensayos en animales
(cobayas, ratones, conejos) usando como indicadores la muerte o lesiones en la
piel.

D. Inactivación: Las toxinas bacterianas se inactivan siempre con formaldehido.

E. Aislamiento: El toxoide de Clostridium tetani se purifica por ultrafiltración


utilizando membranas con un tamaño de poro de 0,001-0,05 µm. La purificación
en Corynebacterium diphtheriae difiere en que la toxina se purifica primero y
después se convierte en toxoide. Para la purificación primero se elimina la mayor
parte de las proteínas por precipitación con 25% de sulfato amónico en presencia
de carbón activo y en condiciones alcalinas. Después de filtrar, la toxina presente
en el filtrado se precipita por adición de sulfato amónico al 20%, se recoge por
filtración, se redisuelve y se elimina el sulfato amónico por diálisis.

2.- Producción de vacunas virales

El primer paso esencial en la producción de vacunas víricas, sean vivas o


inactivadas, es la obtención de una gran cantidad de material rico en antígenos
virales. Debido a que las células vivas son esenciales para la replicación de los
virus, las fuentes de tales materiales están limitadas a tejidos de animales
infectados, embriones de pollos y cultivos celulares. Independientemente del
sustrato utilizado, es de vital importancia para la producción el mantener un lote de
virus como inoculante. Estos lotes se suelen conservar bien liofilizados o
congelados en Nitrógeno líquido. Los microbiólogos cultivan los virus para aislar y
producir cantidades suficientes tanto para su estudio como para la producción de
vacunas. En general, existen 3 métodos para cultivar virus animales: animales
vivos, huevos embrionados de pollo (o pato) y cultivos celulares.

A.- Animales vivos: En la actualidad, el uso de animales vivos para la producción


de vacunas víricas está prácticamente abandonado. Sin embargo, se ha utilizado
para la obtención de vacunas contra la viruela, rabia y fiebre amarilla.
B.- Huevos embrionados: Uno de los métodos más económico y práctico para
cultivar una gran variedad de virus animales es el uso de huevos de pollo
embrionados. El descubrimiento de que los virus se podían cultivar por esta
sencilla técnica fue hecho en 1931. Los huevos embrionados pueden ser
inoculados asépticamente con virus, usando una aguja y jeringa, a través de un
agujero que se realiza en la cáscara. Este agujero se sella con parafina y los
huevos se incuban a 36°C durante 2 a 3 días para permitir que los virus se
multipliquen.

Los embriones de pollo contienen diferentes tipos de células y tejidos en los que
varios virus pueden replicarse. Por ejemplo, la membrana corioalantoica permite el
crecimiento de herpesvirus y varicela. La cavidad amniótica permite el crecimiento
del virus de la gripe y de la parotiditis. El virus de la gripe también tiene afinidad
por la cavidad alantoica.

C.- Cultivo de tejidos: Es el método más usado para el cultivo de virus animales.
Una vez que el cultivo celular ha crecido, es posible usarlo como un hospedador in
vitro para un virus. Los virus invaden las células causando normalmente algún tipo
de cambio visible en el crecimiento de las células de la monocapa cercanas al sitio
de la infección inicial. Este cambio localizado, denominado efecto citopático (CPE),
es un deterioro de las células del cultivo de tejidos causado por el virus. La CPE
puede tener diferentes apariencias dependiendo de un virus particular y del tipo de
células en el cultivo.

La elección del sustrato celular para la producción de una vacuna vírica depende
de varios factores siendo el más importante la habilidad del virus para multiplicarse
en el cultivo de tejidos. Además las células seleccionadas deben estar disponibles
en suficiente cantidad, deben provenir de una fuente bacteriológicamente estéril y
debe estar libre de otros virus. Los cultivos celulares más utilizados para la
producción de vacunas víricas son los preparados a partir de riñón de mono
aunque últimamente se están utilizando bastante células diploides humanas. Una
vez que se han multiplicado los virus, se recoge el líquido que se clarifica por
filtración para eliminar los restos celulares.
Si lo que se pretende obtener es una vacuna vírica inactivada, se tratan con
formaldehido cuyo exceso se neutraliza con metabisulfito sódico. En el caso de las
vacunas víricas vivas normalmente se liofilizan después de filtrar el cultivo de
tejidos.

D.- Control de calidad: El propósito de los controles de calidad es asegurar tanto la


seguridad como la eficacia de estas vacunas. En el caso de las vacunas víricas
inactivadas los peligros potenciales son debidos a la incompleta inactivación de los
virus. El ensayo utilizado para detectar virus vivos consiste en la inoculación de
estas vacunas en cultivos de tejidos y animales susceptibles. Los cultivos se
examinan para detectar efectos citopáticos y los animales para síntomas de la
enfermedad y evidencias histológicas de infección en la autopsia. Con vacunas
víricas atenuadas el peligro potencial son aquellos asociados con la reversión del
virus a un grado de virulencia capaz de causar enfermedad con las vacunas. Esta
posibilidad se reduce usando lotes estables de cultivos en stock aunque siempre
son necesarios ensayos de virulencia en el producto final; por ejemplo, en la
producción de la vacuna atenuada de la poliomielitis se compara la neurovirulencia
de cada lote con el de una vacuna control por inoculación intraespinal en monos.

La mayoría de los problemas asociados con la producción de las vacunas virales,


particularmente los relacionados con la seguridad, pueden desaparecer mediante
el uso de la tecnología del DNA recombinante ya que permite producir
subunidades víricas en bacterias o levaduras.
ALGUNOS EJEMPLOS DE ELABORACION DE VACUNAS

VACUNA ANTIGRIPAL
Existe suficiente fundamentación médica para promover los beneficios de la
prevención de esta enfermedad a través de la vacunación, especialmente en los
grupos de alto riesgo.

Prueba de ello es el esfuerzo desplegado por la OMS, que ha implementado una


red de monitoreo de los virus gripales, distribuida en más de 80 países en todo el
mundo; además de los centros de referencia de Atlanta, Londres, Tokyo y
Melbourne.

Este sofisticado sistema, le permite indicar las cepas de los virus en circulación
para la preparación de las vacunas antigripales de la siguiente temporada,
aumentando la probabilidad de que éstas sean más efectivas. Las vacunas
antigripales contienen 3 cepas de virus de la gripe: dos del tipo A una del tipo B,
que se actualizan, de acuerdo a la vigilancia mencionada, todos los años y pueden
diferir entre el hemisferio norte y sur.

Tipos de vacunas

1) A virus vivos atenuados: buena respuesta inmunológica. Pueden


administrarse por vía intranasal generando inmunidad a nivel de mucosas, lo que
las transforma en un elemento de relevante importancia. En Julio del 2000 fue
autorizada por la Food and Drug Administration (FDA) de los EE.UU., el
lanzamiento para su mercado interno de una vacuna en aerosol, contra las cepas
A y B de la gripe. Luego de las pruebas pertinentes, se concluyó que esta vacuna
es segura y efectiva para personas adultas. En la Academia Americana de
Pediatría, se discutió la posibilidad de incorporarla a la vacunación sistemática de
los niños menores de 5 años, teniendo en cuenta que la presentación en aerosol
facilitaría su administración.
La producción de este tipo de vacuna, disminuiría los costos en forma significativa
2) A virus inactivados: se producen a partir de tres cepas de virus gripal
fraccionado (subvirión), inactivado y purificado, obtenidas en cultivos celulares de
embrión de pollo. Ellas son: 2 cepas del tipo A y 1 del tipo B, cuyos elementos
periféricos N (neuraminidasa) y H (hemaglutinina) son los responsables
antigénicos del virus. Existen 3 variedades de igual inmunogenicidad:

a) a virión totalmente inactivado. Tienen alta reactogenicidad, por lo que no son


aconsejadas en niños.

b) de partícula fragmentada. Se dividen partículas virales ( llamadas split ), lo que


consigue una baja reactogenicidad pero conservando la capacidad antigénica,
generando así una buena inmunogenicidad.

c) de sub-unidades. También producidas con virus fragmentados, aunque con un


proceso distinto de purificación. Sus efectos son similares a las de partícula
fragmentada. Las dos últimas son recomendadas para su uso en niños y adultos.

La vacuna se prepara a partir de cepas A y B de virus purificados. La eficacia de la


vacunación varía entre un 70 y 95%. Debe renovarse anualmente por la variación
de cepas y la declinación de anticuerpos.

Indicaciones

1) Grupos de alto riesgo:

Mayores de 65 años

Niños y adultos con enfermedades crónicas: pulmonares (incluye asma); cardíacas;


metabólicas (incluye diabetes); renales; anemias crónicas; hemoglobinopatías;
inmunosupresión.

Niños y adolescentes (6 meses a 18 años) que reciben terapias prolongadas con


aspirina, ya que el riesgo de un síndrome de Reyé aumenta luego de la infección por
virus Influenza. A partir del 2004, en una modificación a las normativas del 2000, el
Comité Asesor en Vacunas del CDC indica la aplicación de rutina en niños de 6
meses a 2 años; medida que comenzó a generar algunas polémicas en algunos
países que suelen seguir estas normas.

Personas que viven en instituciones cerradas, como geriátricos, colegios de


internados, cuidado de enfermos crónicos, etc.

Embarazadas luego del primer trimestre de embarazo o con enfermedades de base.


(el riesgo de hospitalización por complicaciones de gripe es 4 veces más alto que en
las no embarazadas.

Infectados HIV.

Viajeros hacia zonas epidémicas.

2) Grupos que pueden transmitirla a personas en riesgo:


Médicos, enfermeras u otro personal sanitario.

Empleados de geriátricos o instituciones de cuidado de enfermos crónicos.

Enfermeras o voluntarias que atienden a pacientes en su domicilio.

Miembros de la familia de un enfermo de alto riesgo.

3) Grupos potenciales:

Personas que prestan servicios esenciales a la población.

Miembros de distintas comunidades cerradas.

Viajeros hacia regiones de alto riesgo.

Población en general que quiera prevenirse contra la gripe (la OMS sugiere su
aplicación en forma universal).

Contraindicaciones

Severa hipersensibilidad al huevo o a componentes de la vacuna; menores de 6


meses; afecciones febriles hasta su curación.

VACUNA ANTI HEPATITIS B

Es el único ejemplo del éxito de una vacuna en contra de un virus mucoso (ö


sexualmente transmisible). Este hecho puede tener repercusiones, tal
vez, en el control de la infección HIV.
La vacuna original HBV fue fabricada a partir del HBsAg purificado del plasma
sanguíneo. Esta vacuna plasma-derivada ya no se produce más en USA y ha sido
reemplazada por la vacuna HBsAg recombinante derivada de las levaduras.

Pasado y Presente:

1) La vacuna derivada de plasma, precursora de las actuales, se administró en más


de 30 millones de personas. Actualmente ha decaído por el temor a la transmisión
del virus del SIDA, aunque esto en la práctica no es posible.

2) Las vacunas actuales, logradas por Ingeniería Genética, son lo más efectivo
como prevención: utilizan el antígeno de superficie del virus B (HBsAg) depurado y
se producen con ADN recombinante (rADN). El gen es insertado en una levadura que
se reproduce conteniendo el HBsAg. Su cultivo y posterior purificación determina una
vacuna altamente efectiva, que administrada en forma apropiada, induce protección
en el 95% de los individuos.
Recomendaciones para la vacunación de HBV

En los centros médicos, tanto asistenciales como de investigación, USA, es obligado


recibir la vacuna HBV si se trabaja con fluídos humanos, incluyendo la sangre.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades recomienda la vacunación:
de todos los recién nacidos
candidatos para un transplante
parejas sexuales de personas HBV+
Individuos de riesgo .
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Emergencia Internacional
de las Naciones Unidas para la ayuda de la Infancia (UNICEF: United Nations
International Children Emergency Fund) recomienda la inmunización de todos los
niños del mundo. Hay que anotar que la vacunación de las mujeres embarazadas
puede ayudar a reducir la transmisión vertical del virus
En los países con alto riesgo, deberían ser incluidas en sus programas habituales de
vacunación, por lo menos tres dosis de vacuna anti-HB. Para ello deben hacerse los
correspondientes estudios de morbi-mortalidad y/o estudios serológicos especiales.
Es muy importante también analizar la transmisión madre-hijo, mejorando al mismo
tiempo la calidad de los partos.

VACUNA ANTIPOLIOMIELÍTICA

Antígeno inmunizante: PVO (cepa Sabin) y PVI (cepas Salk o Lepine).

PVO (Poliovirus Oral): Es una suspensión acuosa de virus vivos atenuados de


tipo I, II y III, cultivados en células de riñón de mono o diploides humanas.
Históricamente es conocida como Sabin oral, haciendo honor al apellido de quién
la desarrolló, el Dr. Albert Sabin.

Las primeras vacunas comenzaron a utilizarse en 1955, aunque su uso masivo se


implementó en el inicio de los '60. En 1962 ya incluía las tres cepas. La cepa 3 es
la más inestable y la responsable principal de las polio post-vaccinales (por rápida
mutación al estado salvaje durante la replicación); aunque presenta mucho menos
riesgo de afectar al SNC (esta posibilidad es más alta en las dos primeras dosis,
con prevalencia de la primera).

La inoculación oral infecta orofaringe y tracto gastrointestinal, induciendo la


formación de IgA secretoria a nivel local. El antígeno vaccinal se excreta en heces
durante varias semanas, produciendo una circulación efectiva en forma
secundaria: ésto es una barrera epidemiológica para el poliovirus salvaje, con
resultados óptimos en la vacunación de bloqueo (deja anticuerpos en la mucosa
intestinal y circulantes). Esta capacidad de recirculación de las cepas atenuadas,
contribuye a que la cobertura de vacunación sea mayor que la reflejada
estadísticamente: es la vacuna ideal para inmunización masiva, por esta
acción indirecta.
Nota: La vacuna oral puede conservarse en freezer (-20°C) antes de su
distribución durante 2 años. Una vez descongelada no puede volver a congelarse
y se debe mantener en el rango habitual de las vacunas (2°C - 8°C) durante 6
meses a 1 año (según el fabricante). El frasco multidosis, una vez abierto, se
puede utilizar por 4 semanas, siempre que se asegure su mantenimiento a la
temperatura mencionada, ya que por su manejo genera una mayor manipulación
que otras vacunas. De utilizarse en conservadoras de mano con refrigerantes para
actividades en terreno, deberá desecharse luego de la jornada de labor.

PVI (Poliovirus Inactivados): También incluye 3 tipos, pero los PV son cultivados
en células diploides humanas o Vero, e inactivados con formalina.

En uso desde 1954, fue la culminación de las investigaciones del Dr. Jonas Salk;
logrando hacer frente a la pandemia que asolaba el mundo en esos años, y cuyas
secuelas aún hoy son sufridas por millones de personas.

Esta vacuna se aplica en forma subcutánea o intramuscular y produce inmunidad


sistémica a través de anticuerpos circulantes; por lo tanto es muy efectiva como
inmunización individual (100% de eficacia). Por la misma causa, no puede usarse
operativamente como barrera epidemiológica.

Se presenta en forma individual o en las llamadas Quíntuple y Séxtuple:

a) combinada con DPT y anti-Haemophilus


b) combinada con DPT y anti-Hepatitis B
c) combinada con DPT, anti-Hepatitis B y anti-Haemophilus

Indicaciones

PVO: Debe vacunarse sistemáticamente a toda la población susceptible.


Epidemiológicamente, la vacunación interrumpe la cadena de transmisión. Las
coberturas deben acercarse al 100% para cumplir con el objetivo de erradicación.

El esquema básico es de 3 dosis a los 2, 4 y 6 meses de edad (o con un intervalo


mínimo de 30-45 días según se use PVI o PVO). Un refuerzo al año de aplicada la
última dosis y un segundo refuerzo al ingreso escolar (total: 5 dosis). No se
recomienda su uso rutinario en adultos y embarazadas, porque la mayoría ya no
es susceptible.

PVI: Tiene como indicaciones fundamentales:

a) Adultos que deban completar o reforzar su esquema por mayor riesgo de


exposición (viajeros a zonas endémicas o epidémicas, contactos, personal en
contacto o manipulación del virus).

b) Pacientes con inmunodeficiencia primaria o secundaria, y sus contactos


familiares ante el riesgo de parálisis asociada a PVO.
En aquellos pacientes que han recibido tratamiento inmunosupresor, deben
respetarse ciertos tiempos (Argentina - Normas Nacionales de Vacunación):

1) Transplantados: 6 a 12 meses.
2) Quimioterapia: 3 meses.
3) Corticoterapia: 1 mes.
4) Radioterapia total: 1 mes.

c) Adultos no vacunados previamente o que no hayan completado el esquema


básico de inmunización con PVO (la tasa de infección post-vacuna PVO, es
levemente más alta en adultos que en niños). Los adultos no inmunizados
previamente pueden cumplir un esquema de 0-1-6 o 12 meses.

d) Pacientes internados.

• TRIPLE VIRAL

Esta vacuna contiene 3 tipos de virus vivos atenuados, conformando así una
vacuna antisarampionosa, antiparotídea y antirrubeólica en forma simultánea.

El uso de una vacuna de este tipo, permite la oportunidad de aplicar 3 vacunas


simultáneas, como prevención de otras tantas enfermedades.

Contraindicaciones
1) Absolutas:
Inmunodeficientes severos (en el caso de los niños, debe aplicarse
antisarampionosa).

2) Transitorias:

Las embarazadas. Esto es por el riesgo teórico para el feto, ya que no hay casos
demostrados. En mujeres fértiles a vacunar, debe recomendarse evitar el embarazo
durante 3 meses.

Los afectados por enfermedades agudas. Una vez mejorados, sí deben vacunarse.

Las personas que hubieran recibido previamente sangre o derivados, o


inmunoglobulinas. Éstos entran en las generales de vacunas a virus vivos: para
evitar que los anticuerpos neutralicen el virus vaccinal, deben ser inmunizados 2
semanas antes o 3 meses después de esas prácticas.

Los tuberculosos: la TBC puede ser reactivada por el sarampión. Aunque no se ha


demostrado que con la vacuna pasa lo mismo, no debería vacunarse a un
tuberculoso hasta un mes después de tratamiento activo.
Los inmunocomprometidos: deben vacunarse los contactos susceptibles de estos
pacientes, ya que el virus vacunal no es transmitido. De entrar en riesgo de contagio,
deben ser inoculados con inmunoglobulina.

Alérgicos severos al huevo

VACUNA ANTIPAROTIDITIS

A virus vivos atenuados. En 1948 se produjo la primer vacuna a virus muertos, que
luego de algunos años fue desestimada porque generaba corta inmunidad. En
1967 se licenció en EE.UU. la vacuna usada actualmente, conteniendo la cepa
Jeryl Lynn, cultivada en embrión de pollo. Otras cepas usadas son la Urabe Am 9
(Europa y Japón) y Rubini (Europa, Suiza).

Indicaciones
Las de la Triple Viral. En forma aislada, puede aplicarse en cualquier momento,
luego del año de vida. En menores de 1 año no se indica, por la persistencia de
anticuerpos maternos. Esto puede modificarse ante circunstancias
epidemiológicas especiales, pero debe revacunarse con una nueva dosis luego del
año de edad.

Deben vacunarse los prepúberes (especialmente varones) y adultos que no hayan


padecido la enfermedad (y no hayan sido vacunados), ya que luego de la
institución de la vacuna, los susceptibles se han desplazado a edades mayores.

La inmunización de los contactos después del contagio, no protege, pero no está


contraindicada (prevención colectiva). El personal de guarderías, jardines, escuelas,
personal militar o institutos con grupos de riesgo, deben estar inmunizados. Los
viajeros deben asegurarse de ser inmunes, ya que la enfermedad es endémica.

La inmunidad conferida por esta vacuna se estima que supera los 20 años.

Los enfermos por HIV, sintomáticos o asintomáticos, deben cumplir con esta
vacunación. Otros inmunocomprometidos, deben evaluarse individualmente.

VACUNA ANTISARAMPIONOSA

Es una vacuna a virus vivos atenuados. Se presenta sola o combinada con


antirrubeólica y antiparotiditis (Triple viral). La presentación combinada sólo con
antirrubeólica se denomina Doble viral.

Aplicada antes de las 72 horas posteriores a la exposición, previene la


enfermedad.

Los anticuerpos inducidos se elevan a los 5 o 6 días, y son protectores durante


mucho tiempo. Ciertos estudios los han detectado hasta después de 20 años. La
efectividad de esta vacuna es del 95% y es máxima a partir de los 13 meses. Los
anticuerpos maternos, pueden persistir en el bebé hasta poco más allá de los 6
meses de edad; por lo tanto en lugares con alta circulación del virus salvaje (o
brotes), debe evaluarse la posibilidad de disminuir la edad de aplicación y repetir
la dosis, luego de los 13 meses (recordar el esquema de vacunación previo a las
modificaciones de 1985).

Estrategias de vacunación
La mejor prevención de un brote de sarampión es una buena cobertura de
vacunación. En los países con coberturas altas, la vacunación debe establecerse
al año de edad y sólo disminuir ésta edad en caso de riesgo cierto de brote
(cuanto mayor sea la cobertura de vacunación a esta edad menor riesgo que los
susceptibles de mayor edad sean afectados). Controlando y bloqueando a éstos,
la erradicación del sarampión es posible aunque se necesita una cobertura de
vacunación sostenida del 95 al 98%. (recordar: ataca sólo al hombre; no hay
portadores y se transmite de persona a persona; deja inmunidad permanente;
vacuna efectiva).

Conducta ante brote


Se debe vacunar, salvo expresas excepciones, a todos los susceptibles y no dejar
reingresar a los establecimientos a aquéllos que no se hubieran vacunado, hasta
13 días después del último caso que pudiera haber contagiado.

Deben ser vacunados los lactantes y menores de dos años en forma prioritaria,
aunque los adultos contacto también deben ser cubiertos si no están vacunados.

Bajo ningún aspecto debe decidirse el cierre de una institución, ya que de seguirse
las recomendaciones anteriores, sólo tendría una generación más al agotarse los
susceptibles.

En el caso de presentarse en un lugar de internación, el proceso debe ser


parecido, para evitar que los internados susceptibles pudieran ver agravada su
situación por las complicaciones del sarampión. Debe considerarse también el
aislamiento del caso o casos, e indicar la cuarentena de los contactos
susceptibles.
VACUNA ANTIRRUBEÓLICA

A virus vivos atenuados, se presenta en forma aislada o combinada con


antiparotiditis y antisarampionosa. Ver (Triple viral).

Se comenzó a usar en 1969, con otras cepas distintas a la actual. La utilizada


desde 1979 a la fecha, contiene la cepa RA 27/3, obtenida del cultivo de células
diploides humanas.

La vacuna induce anticuerpos en más del 95% de los vacunados. La inmunidad


que confiere es prolongada y casi con seguridad, de por vida. Actualmente, con
criterio similar que para el sarampión y parotiditis (falla primaria), se aconseja la
revacunación, por los efectos potenciales de esta enfermedad: el sindrome de
Rubeola Congénita (SRC).

La prevención por vacunación debe ser dirigida a disminuir el SRC, y la estrategia


se basa en interrumpir la transmisión del virus rubeola entre los niños de corta
edad y garantizar que las mujeres adultas en edad fértil estén inmunizadas.

Vacunación
Aquéllos que han superado la edad incluida en esta nueva norma de vacunación,
es aconsejable que sigan la siguiente estrategia:

1) Las niñas y varones susceptibles pueden vacunarse al inicio de la pubertad.


Recordar que el diagnóstico clínico excluyente no es confiable y no debe
aceptarse como indicador de inmunidad.

2) Debe vacunarse a las mujeres post-púberes que se ignora si son inmunes a la


rubeola. Debe advertírseles que no deben quedar embarazadas antes de 28 días
(MMWR - 12/01/2002 - [las normas anteriores sugerían 3 meses]). Si están
embarazadas no deben ser vacunadas, pero deben serlo en forma inmediata
luego del parto (en el caso de la administración de Inmunoglobulina anti-Rho(D),
puede ser aplicada simultáneamente). La alimentación materna no es una
contraindicación.

3) Deben ser vacunados todos los individuos susceptibles de instituciones


educativas o de cuidado diurno, personal de salud, etc.; dónde pueden diseminar
o quedar expuestos al virus rubeola.
Otros aspectos:
Se sugiere:

a) Discriminar la notificación de SRC y documentar.


b) Concientizar a nivel de las Sociedades Científicas (Gineco-obstétricas y
Pediátricas), para su prevención desde el consultorio a través de la consulta
rutinaria (puericultura, adolescentes, puérperas). Elaboración de Programas de
educación y concientización de la población.
c) Buena accesibilidad a la serología.
d) Pesquisa rutinaria de rubeola en las embarazadas, a través de la seguridad
social junto con Hepatitis B.
e) Incluir la pesquisa en el exámen prenupcial obligatorio.

VACUNA ANTIHEPATITIS A

La prevención antes de la aparición de la vacuna consistía en medidas higiénicas


e inmunización pasiva con Inmunoglobulina para los contactos. Ésta brinda
protección por corto tiempo, en cambio la vacuna provee inmunidad prolongada.

En 1976 fue aislada en Australia, una cepa del virus de hepatitis A, que condujo a
la vacuna. En 1988, comenzaron los ensayos clínicos y su uso formal, se inició en
1991.

Es una vacuna que contiene virus inactivados. Tiene un grado de antigenicidad


cercano al 100%, inmunidad duradera y eficacia protectora. La seroconversión en
la primera dosis es del 95% y cercano al 100% en la segunda. Los anticuerpos
son 200 veces mayores a los conseguidos con Inmunoglobulinas. Estos niveles
darían una protección de unos 20 años.

Grupos de riesgo
Viajeros a países de media o alta endemicidad (turistas, empresarios, militares, etc.)

Contacto actual o reciente con individuos infectados.

Potenciales contactos: equipo de salud (especialmente aquéllos en contacto con


sangre: personal de laboratorios, diálisis, etc.) o personas al cuidado de enfermos o
niños: escuelas, guarderías, etc. Comunidades cerradas, especialmente las de
cuidado diurno; fuerzas armadas y de seguridad.

Trabajadores de higiene sanitaria.

Homosexuales.

Drogadictos.
Las personas que potencialmente pueden cumplir el papel de transmisores de la
enfermedad, como por ejemplo los manipuladores de alimentos.

Población en general, con fines preventivos.

Tipos
Difieren según las marcas, aunque las indicaciones son bastante similares. Los
esquemas de vacunación pueden variar de acuerdo al laboratorio productor. Se
indican a partir de los 12 meses de edad.

PROPIEDADES QUE DEBEN POSEER LAS VACUNAS

Eficacia e Inocuidad

La eficacia depende de que la vacuna contenga los antígenos responsables del


poder inmunogeno, que son aquellos que inducen una buena respuesta inmune.

La inocuidad: supone que la vacuna esta desprovista de poder patógeno y debe


lograrse este objetivo sin modificar los antígenos responsables del poder
inmunogeno.

Otras características o cualidades de una buena vacuna.

Concentración para poder producir un estimulo antigénico suficiente.


Facilidad para obtener una respuesta apropiada para el patógeno particular.
Protección a largo plazo
Seguridad
Ser estable y conservar la inmunogenicidad a pesar de la forma de almacenaje
antes de la administración.
“Ser económicas”.

ASPECTOS PRÁCTICOS DE LA CONSERVACIÓN DE LAS VACUNAS

Cadena del frío

Se denomina cadena o red de frío al sistema de conservación, manejo, transporte


y distribución de las vacunas que permite conservar su eficacia desde su salida
del laboratorio fabricante hasta el lugar donde se va a proceder a su
administración.

En general las vacunas deben conservarse entre + 2ºC y + 8ºC, pero su


estabilidad puede variar según su composición. Las vacunas de virus vivos son las
más termolábiles (polio oral, sarampión y fiebre amarilla).

Algunas vacunas también pierden su eficacia cuando se exponen a temperaturas


inferiores a 0ºC, como en el caso de las vacunas bacterianas (DTP, DT, dT y
tétanos) que cuando se congelan floculan, con lo que se produce un aumento de
tamaño y cantidad del precipitado de la vacuna. Las vacunas antigripales y
antihepatitis B también se inactivan al congelarse.

Las alteraciones que sufren las vacunas por aumento de la temperatura de


conservación o por congelación son irreversibles.

En la mayoría de casos la pérdida de potencia de una vacuna no se traduce en un


cambio de aspecto de la misma, por lo que es fundamental el control de la
temperatura durante toda la cadena del frío, como única forma de asegurar que
las vacunas que se administran van a ser eficaces.

La cadena del frío en los puntos de vacunación

1. Personal. Es un elemento clave para el correcto mantenimiento de la cadena


del frío. Es sumamente importante que todas las personas que intervienen en el
proceso conozcan cómo y porqué conservar las vacunas adecuadamente.

2. Frigorífico. Elemento imprescindible en la cadena de frío. Para asegurar su


buen funcionamiento es imprescindible respetar una serie de recomendaciones:
Conexión a la red general, no a derivaciones, para evitar desconexiones
accidentales.

Disponer de termómetro de máximos y mínimos que debe estar colocado en la


parte central del frigorífico (no en la puerta). Es importante controlar estas
temperaturas al principio y final de cada jornada.

Estar dotado de sistema de alarma y generadores eléctricos de emergencia.

Colocar en el congelador acumuladores de frío (bolsas Ice-Pack) y en los últimos


estantes botellas de suero fisiológico o de agua salada, para ayudar a estabilizar
la temperatura interna del frigorífico y en caso de avería poder mantener el frío
durante 6-12 horas.

Descongelación periódica, porque el acumulo de escarcha disminuye la capacidad


frigorífica.

3. Colocación de las vacunas. Las vacunas se colocarán en los estantes centrales


del frigorífico y sin tocar las paredes. No deben almacenarse en la puerta ni en el
congelador.

Las vacunas más sensibles al calor (VPO, triple vírica, fiebre amarilla) se situarán
más cerca del congelador.

No se almacenará en el frigorífico de las vacunas ningún otro tipo de material


(comida, bebidas, material radioactivo, etc.)

4. La cadena del frío durante la administración. La temperatura ambiental de los


centros de vacunación es normalmente superior a los 20ºC, por lo que al sacar las
vacunas del frigorífico para su administración pueden quedar sometidas a
temperaturas que aceleren su degradación. Por ello, es conveniente no sacarlas
hasta el momento de usarlas.

5. Transporte de vacunas. Cuando se transportan vacunas de un centro a otro es


necesario asegurar la cadena de frío durante todo el tiempo que permanezcan
fuera del frigorífico. Para ello se usarán neveras portátiles provistas de
acumuladores de frío congelados que ocupen aproximadamente un tercio del
volumen de la nevera y situados tapizando las paredes.

Hay que evitar el contacto directo de las vacunas con los acumuladores para evitar
la congelación. Para ello se colocarán las vacunas dentro de cajas de cartón.

Las vacunas fotosensibles deberán protegerse de la luz.


6. Averías y cortes de luz. Cuando por cualquier motivo falle el suministro eléctrico
en el centro de vacunación durante varias horas es importante mantener la puerta
del frigorífico cerrada con el fin de que la temperatura interior se eleve lo más
lentamente posible.

Es necesario anotar la hora del comienzo, pues en la degradación de las vacunas


influye tanto la temperatura como el tiempo de permanencia. Cuando se solucione
la avería hay que consultar el termómetro de máximos y mínimos. En caso de
temperaturas superiores a 15ºC o inferiores a 0ºC hay que contactar con el
servicio pertinente para valorar el estado de las vacunas.

BIBLIOGRAFIA

SHEPPARD M. Viral vectors for veterinary vaccines. Adv. Vet. Med. 41:
145 - 156, 1999.

WEINER D. W., R. C. KENNEDY. Genetics vaccines. Scientific


American. 281(1): 34 - 41, 1999.

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