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DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
CÓDIGO: 423609
INTRODUCCIÓN
Los partidos políticos son objeto de análisis desde los primeros inicios de la
sociología política con Max Weber, quien en su reconocida obra póstuma,
Economía y Sociedad, hace un brillante estudio sobre el surgimiento y la
condición de estas organizaciones en la vida política moderna, señalando
varios puntos que son de utilidad para tratar el tema de los partidos liberal y
conservador en Colombia; en primer lugar se ve claramente la antesala a lo
que será la formulación de la “ley de hierro” de Michels, pues dice Weber que
los partidos son “formas de socialización que descansando sobre un
reclutamiento(formalmente) libre, tienen como fin proporcionar poder a sus
dirigentes, dentro de una asociación y otorgar por ese medio a sus miembros
activos determinadas probabilidades ideales o materiales”1. Michels mantendrá
la misma distinción que hace Weber entre directivos o jefes del partido y su
cuadro de mando, miembros activos o militantes, y masas, siendo estas ultimas
simplemente un “objeto de solicitación en época de elecciones”2.
En este sentido se ven dos cosas, una, es que lo que caracteriza a los partidos
es que tienen vocación de poder dentro de una asociación, en este caso el
estado, y dos, que las masas de votantes son más un medio(que es utilizado
estratégicamente para alcanzar este fin) que una preocupación central en las
acciones políticas de dichos partidos; esto podemos enlazarlo fácilmente con lo
que dice Michels sobre la nivelación del discurso entre partidos diferentes, que
defienden clases o grupos particulares, como una estrategia que utilizan
partidos para parecer democráticos aun cuando defienden intereses elitistas(el
lo explica a propósito de los conservadores alemanes), puesto que esto les
resulta necesario, si pretenden ganar una contienda electoral, en una sociedad
donde existe el voto universal, y pues para comprobar esto no basta sino ver
algunos discursos de candidatos a congreso o presidencia, o leer algunos de
los principios programáticos y propuestas de partidos de diversa índole, y lo
1
Weber, Max (1977) Tipos de Dominación, en: Economía y Sociedad, Tomo I.
México: Fondo de Cultura Económica, pp. 228.
2
Ibíd., pp. 229.
que uno encuentra que la retórica es muy similar, así sus políticas sean
bastante disimiles.
Tomando como texto de referencia el tercer tomo del libro “Las ideas liberales
en Colombia”3, escrito por Gerardo Molina, podemos decir varias cosas sobre
el partido liberal, y la relación que intentó establecer con las “masas”, esto en
relación con el problema de la representación política. En primer lugar, el
partido liberal, en esa disputa sobre si el constituyente primario es la “nación”,
como lo pensaba Miguel Antonio Caro, o si es el pueblo, toma partido por la
segunda opción; algo que caracteriza a la república liberal, es que al menos en
el plano discursivo, se empieza a hablar seriamente del pueblo como sujeto
político, capaz de actuar, de decidir, tal como lo muestra el sociólogo Renan
Silva en el libro República Liberal, Intelectuales y Cultura Popular4, aunque
acotando que en esto también puede haber mucho de retórica electorera(el
3
Molina, Gerardo (1977) La Reforma Constitucional, en: Las Ideas Liberales en
Colombia, tomo III. Bogotá: Ediciones Tercer Mundo, pp. 55-84.
toma como una de sus fuentes los discursos de Alfonso López Pumarejo), y
pues eso influyo en la relación que intentó establecer el partido con ese pueblo,
y en la dirección que tomo la reforma constitucional, esta según señala Molina,
tiene varias características, que la hacen por lo menos formalmente, más
democrática que la que formularon inicialmente Miguel Antonio Caro y Rafael
Núñez.
4
Silva, Renan (2005) El horizonte de la ciudadanía: cultura, educación y sociedad
en la República liberal, en: Republica Liberal, Intelectuales y Cultura Popular.
Bogotá: La Carreta Editores.
5
Elster, John (1998) Ulises Revisitado, en: Revista Análisis Político. Bogotá: IEPRI,
pp. 62-111.
folclorista que el crítica tan fuertemente en el libro) y que a su vez las élites
enseñen al pueblo a ser ciudadanos, a que ejerzan sus derechos, lo cual no
solo se hacía por vía escolar, sino también usando los medios de comunicación
masivos, en ese momento con el radio, a través de la radiodifusora nacional,
donde había por ejemplo, programas dedicados a enseñar la estructura del
estado, para que servían y como funcionaban ciertas instituciones públicas,
etc., y lo que quiero señalar con esto es que se trató por lo menos de una
iniciativa para fortalecer al pueblo como sujeto político(capaz de ejercer
derechos y cumplir deberes), lo cual constituye sin duda un valioso intento por
democratizar las relaciones entre los partidos, el estado y las masas, así en la
práctica no haya tenido un gran impacto.
Como señala Gerardo Molina, de la constitución de 1936, muy poco paso del
papel a la realidad, yo diría que en cierta medida por que los compromisos
previos fueron demasiados rígidos(siempre mayorías absolutas de las dos
cámaras), y al gobierno le quedo muy difícil implementar esas reformas,
aunque por supuesto el ambiente político, y la influencia de los poderes
económicos, organizados en asociaciones como la APEN, también fueron un
fuerte obstáculo para la aplicación de esa reforma constitucional, que por
demás era bastante corta en el campo económico, especialmente en la parte
agraria, y que como muy bien señalan Molina y otros autores, no atacaba el
problema real del campo, que no eran tanto los baldíos, sino las zonas
sembradas(problemas de crédito, vías, educación, tecnología, etc.,), aunque ni
siquiera pudo cumplir sus cometidos básicos, que eran la disminución de poder
social y político de los grandes poseedores de la tierra, y llevar al agro
colombiano a una producción de tipo racional, propia del capitalismo, pero a
pesar de esto, la reforma de 1936 constituye un momento importante para la
política colombiana, pues tal vez fue el momento en que más claramente hubo
coherencia entre el discurso de partido y las políticas que intento aplicar el
gobierno.
Sobre ese tema habría que decir varias cosas, en primer lugar, el sistema de
representación política moderna tiene varias características que lo hacen
excluyente, una, la “oligarquía de los partidos” de la que hablaba Michels(y que
en Colombia se da a la par del clientelismo), dos, la misma estructura de lo que
Weber llamo la “representación libre” y que define como una situación en la que
“el representante, por regla general “elegido” no está sujeto a instrucción
alguna, sino que es señor de su propia conducta”7, palabras más palabras
menos, el mismo Weber dice que el representante es señor de sus electores y
no su servidor, y pues ese es el modelo que se constituyó en el occidente
moderno, y que tiene su ejemplo más claro en el sistema parlamentario, ahora
bien, si a esa condición de los sistemas políticos modernos, le sumamos que la
repartición de cuotas burocráticas fue el principal acuerdo al que se llegó en
este periodo, que los partidos liberal y conservador han basado durante una
buena parte de su historia su poder en el clientelismo local y regional, podemos
decir sin duda que en el frente nacional las demás opciones políticas estaban
prácticamente excluidas, así formalmente se pudieran constituir grupos de
oposición, y que las masas solamente cumplían el papel de “objetos de
solicitación” en época de elecciones, pues en este periodo lo único que se
podría acercar a la democracia participativa, fue el plebiscito de 1957, mediante
el cual se instalo el Frente Nacional, y si bien se frenó la violencia partidista, fue
precisamente en este periodo que empezó el surgimiento de otras formas de
violencia, empezando por grupos guerrilleros como las Farc, y otras guerrillas
que surgieron durante el periodo posterior, conocido también como frente
nacional ampliado, que va hasta 1986.
7
Weber, Max. Op. Cit. 238.
y/o programáticas con diversos grados de cohesión y de estabilidad en el
tiempo”, las segundas son “unidades subpartidistas cohesionadas y
organizadas, con cierto grado de estabilidad en el tiempo, que realizan sus
propios eventos, buscan recursos para si mismas, y no tanto para el partido y
guardan una relación con el partido a manera de grupos cuasi-soberanos”, y
las terceras como “grupos de poder que carecen de organización o esta es muy
endeble, son más coyunturales y dependen totalmente de liderazgos
personalistas”8.