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n los días que Dios me ha concedido habitar


L  a tierra jamás imagine conocer a

A  lguien que con un solo roce de sus


M  anos, con tan solo mirar mis
O  jos, pudiese despertar en mi el
R  omanticismo, el cariño, el

D  eseo de estar siempre a su lado y


E  ntregarle lo mejor de mi, alguien que

M  e muestre con gran ternura la


I  lusión del primer amor, el amor de mi

V  ida. Y así es, lo he encontrado en ti,


I  nesperadamente has llegado a alegrar mis
D  ías, llenando de colores mi cielo y de
A  mor a mi corazón, TE AMO...

Colaboración de Vero Reynoso

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