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ACTUALIZACIÓN

PUNTOS CLAVE
La sexualidad en la Identidad sexual. De la sexualidad, entendida

adolescencia como un todo, surge, en un momento dado, la

J. Cornellà i Canals
Escola Garbí de Fisioteràpia. Universitat de Girona. Gerona. España.
Confederación Adolescencia y Juventud Iberoamérica y Caribe (CODAJIC).
conducta sexual. El camino hacia la identidad
sexual se inicia ya en la infancia, y tiene que
eclosionar durante la adolescencia, de manera
que llegue a la plenitud integrativa de factores
cognitivos, emocionales y sociales, dando a la
persona el sentido de sí misma.

Orientación y trastornos de la identidad sexual.

No se deben confundir los trastornos de la
identidad sexual (entendidos como patológicos)
La sexualidad en la adolescencia. con los distintos modos de expresión de la
orientación sexual, todos normales.
El camino del adolescente hacia su
identidad sexual Preocupación sexual. El adolescente puede
sentirse solo, a menudo ante una sexualidad que
no acaba de entender. La falta de comunicación
La sexualidad es la expresión, a lo largo de toda la vida, de
entre padres e hijos, y la presión de los medios
nuestra naturaleza biológica, nuestros determinantes psico-
de comunicación, así como de los compañeros,
lógicos, emocionales, espirituales y sociales. De la interac-
puede crear situaciones de riesgo en las que el
ción de estos factores, en un momento dado, surge el com-
médico puede prestar ayuda desde el simple
portamiento sexual1. Podemos entender la sexualidad como acompañamiento.
un proceso evolutivo durante la adolescencia, dividiendo esta
en tres períodos: adolescencia temprana, adolescencia media Salud sexual. Las complicaciones de una
y adolescencia tardía. Las características más específicas de sexualidad no saludable incluyen el embarazo no
cada período se resumen en la tabla 1. deseado, las enfermedades de transmisión sexual
El proceso hacia la identidad sexual, que se inicia mucho y los problemas psicoafectivos.
antes que la pubertad, tiene como meta la plena integración
de los factores cognitivos, emocionales y sociales que van a Homosexualidad. La toma de conciencia de la
dar a la persona el sentido de sí misma. Existen numerosas orientación homosexual supone, en el
evidencias sobre la importancia que tiene la etapa infantil en adolescente, una progresión desde la negación
este proceso madurativo. hasta la integración. Ello conlleva posibles
La identidad de género, que es el sentido personal de ser situaciones de riesgo que el médico debe
masculino o femenino, se adquiere antes de los 3 años. Más conocer para ofrecer (no imponer) su ayuda y
acompañamiento.
adelante, hacia los 7 años de edad, se llega a la comprensión
del papel sexual, que comprende las expectativas sociales y A pesar de que la sociedad, aparentemente, ha
culturales, las actitudes, los estereotipos y las creencias de evolucionado hacia una mayor apertura
conducta masculina o femenina. También durante la etapa ideológica, siguen las dificultades adaptativas del
infantil se inicia el proceso de orientación sexual, que orien- adolescente homosexual, tanto en el ámbito
tará hacia los patrones de conductas físicas y de atracciones familiar como en el social y en el académico.
emocionales y eróticas hacia los demás. Existe una mayor tasa de suicidios entre la
Al adolescente le corresponde completar el proceso de población adolescente homosexual.
consolidación de la identidad sexual adulta. Se han propuesto
una serie de tareas que deben cumplirse durante esta eta- Educación sexual. La educación sexual supone la
pa de la vida2, sin que deban seguir un orden concreto mejor acción preventiva en la sexualidad
(tabla 2). adolescente, pero hay que distinguir entre
información y educación sexual. Una buena
programación en educación sexual supone una
Orientacón e identidad sexual formación adecuada de los educadores y partir
del concepto de valores en la adolescencia.
Es importante diferenciar la orientación sexual y sus moda-
lidades (homosexualidad, bisexualidad y heterosexualidad),

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MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA
TABLA 1
Desarrollo sexual en la adolescencia
Preadolescencia
Escasa preocupación física y psíquica por la sexualidad
Recogida de información y mitos
Adolescencia temprana
Pubertad: curiosidad, deseo
Preocupación por los cambios puberales
Amistades del mismo sexo. A veces, exploración sexual
“Enamoramiento”, a veces con figuras distantes
Frecuentes fantasías sexuales
Adolescencia media
Se completa la maduración sexual
Energía sexual alta: importancia del contacto físico
Preocupación por el sex appeal
Acercamiento al sexo opuesto
Conductas de riesgo
Adolescencia tardía
Identidad sexual adulta
Capacidad para la intimidad
Conducta sexual menos explosiva, más expresiva
Preocupación acerca de la procreación
TABLA 2
El camino hacia la identidad sexual
1. Toma de conciencia de ser sexuado y sexual
2. Construcción de una imagen corporal relativamente libre de distorsión
3. Ausencia de conflictos o confusiones acerca de la orientación sexual
4. Posibilidad de incorporar lo afectivo como elemento enriquecedor del vínculo
sexo-erótico
5. Progresiva satisfacción en la vida sexual, libre de disfunciones o de compulsión,
incluyendo opciones como el celibato
6. Responsabilidad hacia sí mismo, la pareja y la sociedad, en el ejercicio de la
sexualidad
7. Reconocer el valor de la sexualidad en la vida de los seres humanos, superando
sentimientos de culpa, vergüenza o dificultades sufridas durante la infancia
8. Corte gradual de los lazos libidinales con los padres
9. Reconocimiento de lo que resulta eróticamente placentero o desagradable
plenamente normales, de lo que constituyen los trastornos
de la sexualidad y de la identidad sexual, bien definidos en el
Manual de la Academia Americana de Psiquiatría3 y que
comprenden los trastornos del deseo sexual, los trastornos de
la excitación sexual, los trastornos orgásmicos, los trastornos
sexuales por dolor, los trastornos sexuales debidos a una en-
fermedad médica y los trastornos sexuales inducidos por sus-
tancias y las parafilias (masoquismo, sadismo, etc.). Conviene
conocerlos, pues pueden ser motivos de consulta por parte
del adolescente.
En el trastorno de la identidad sexual existen deseos re-
petidos de ser o insistencia en que uno es del otro sexo, con
preferencia por el transvestismo y por el papel del otro sexo,
y malestar persistente por el propio sexo o sentimiento de
inadecuación con su papel. Se trata de una alteración que no
coexiste con una enfermedad intersexual, y que provoca un
malestar clínicamente significativo, con deterioro en áreas
importantes de la actividad del individuo.
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La respuesta sexual humana: conducta
y orientación
La adolescencia representa un período de tiempo para la
exploración y la experimentación en todos los campos. Así,
la actividad sexual no refleja necesariamente la orientación
sexual actual ni futura. Además, la actividad sexual debe en-
tenderse como una conducta, mientras que la orientación
sexual es un componente de la identidad personal. Muchos
adolescentes experimentan una variada muestra de conduc-
tas sexuales que van incorporando a su proceso de identidad
sexual, consolidándose a través de un largo período de
tiempo4.
Existe el riesgo de interpretar el significado de las
conductas sexuales en relación con la identidad sexual.
Por ejemplo, conviene saber que: a) muchos jóvenes ho-
mosexuales no tienen experiencias sexuales; b) muchos
jóvenes homosexuales pueden tener experiencias hetero-
sexuales; c) algunos jóvenes heterosexuales pueden tener
experiencias homosexuales y d) algunos adolescentes pue-
den tener una autoidentificación homosexual sin que
nunca hayan tenido experiencias sexuales de ningún
tipo.
El desarrollo y la consolidación de la identidad sexual
depende de muchos factores: madurez individual, experien-
cias, acceso a información de confianza, disponibilidad de los
modelos de los papeles adultos y sofisticación o conocimien-
to de los compañeros. Mientras que algunos adolescentes
pueden consolidar su identidad sexual en edades precoces,
otros no lo harán hasta la edad adulta.
Preocupaciones del adolescente respecto
a su sexualidad5
La sexualidad representa un proceso positivo en el desarrollo
de la personalidad del adolescente, que debe ser motivo de
atención especial debido a que:
1. Para muchos adolescentes el sexo representa una expe-
riencia placentera, una prueba de madurez y una conformi-
dad con el grupo de compañeros, un punto de vista que no
suele coincidir con el de los padres y la sociedad, producién-
dose situaciones de tensión.
2. Existe una prolongación en el tiempo de la crisis ado-
lescente. Mientras ha avanzado la pubertad, se ha aplazado la
capacidad real para la independencia y el ejercicio de la ma-
durez.
3. Existe una creciente falta de comunicación entre pa-
dres e hijos, mientras aumenta la importancia de los medios
audiovisuales, la presión de los compañeros y la falta de pla-
nificación de la educación sexual.
4. Todas estas características de nuestra sociedad y de
nuestro tiempo se enmarcan en el contexto de la crisis de la
adolescencia, en que la impulsividad y los sentimientos de
inmortalidad pueden conducir a conductas arriesgadas. La
falta de comunicación conduce a sentimientos de culpabili-
dad que dificultan el desarrollo de actitudes saludables ante
la sexualidad.
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Aspectos preventivos: la salud sexual
Un objetivo importante para quienes nos dedicamos a la pro-
moción de la salud del adolescente ha de ser la consecución
de una sexualidad saludable. En la tabla 3 se recogen los ele-
mentos clave de las pistas para su diagnóstico.
Existen unas situaciones de riesgo vinculadas a la sexua-
lidad del adolescente que debemos conocer para planificar su
prevención. No es este el lugar para extendernos en su des-
cripción, pero queremos que quede, al menos, una breve re-
seña para su consideración.
El embarazo no deseado
Supone una situación grave para la adolescente, ya que inci-
de de manera muy negativa en su desarrollo como persona.
Hay constancia de que el uso del preservativo se ha ido ex-
tendiendo entre las personas jóvenes, pero no siempre se
utiliza correctamente. Además, existen adolescentes que usan
métodos anticonceptivos inapropiados, mientras que en otros
casos puede existir una intencionalidad implícita para quedar
embarazada. Las interrupciones voluntarias del embarazo su-
ponen un grave trauma para la adolescente que no encuentra
otra solución a su embarazo. Y si se practica de forma clandes-
tina, el riesgo es aún más elevado.
Las enfermedades de transmisión sexual
Son objeto de revisión en otro artículo de esta Unidad Temá-
tica.
Problemas psicoafectivos
Cuando en las relaciones sexuales entre adolescentes el “paso
al acto” prevalece sobre la reflexión, pueden aparecer frustra-
ciones. No son infrecuentes las consultas por trastornos an-
siosos, depresivos e, incluso, por tentativas de suicidio vincu-
ladas a decepciones en la relación de pareja. Los problemas
psicoafectivos pueden ser mucho más graves y frecuentes
cuando existe una falta de aceptación de la propia orienta-
ción sexual.
Consideración del adolescente
homosexual
No existe ningún texto sobre la salud de los adolescentes que
no dedique al menos un capítulo a tratar sobre la homo­
sexualidad. Desde el convencimiento de que no se trata de nin-
gún trastorno, hay que admitir que el tema es difícil de asu-
mir por el propio adolescente, por sus padres y también por
el mismo médico, a veces único y último referente del ado-
lescente que se encuentra en conflicto.
La homosexualidad se define como la preferencia erótica
(incluye fantasías y experiencias) por personas del mismo
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LA SEXUALIDAD EN LA ADOLESCENCIA
TABLA 3
Características de una sexualidad saludable
1. Aceptación de la propia imagen corporal
2. Tener capacidad para las relaciones interpersonales, con responsabilidad sobre
las propias acciones
3. Capacidad para tomar decisiones acerca lo que pueda ser conveniente para sí
mismo o para otra persona
4. Haber desarrollado la capacidad para las relaciones íntimas, aceptando sus
consecuencias
sexo, con disminución del interés erótico hacia las del sexo
opuesto. La prevalencia de la orientación homosexual entre
los adolescentes se cifra en el 4,5%, existiendo un significa-
tivo 10,7% de adolescentes inseguros ante su orientación
sexual6.
Existe un proceso en el desarrollo de la identidad homo-
sexual7 que, clásicamente, se ha definido en cuatro etapas de
límites imprecisos que pueden solaparse e, incluso, experi-
mentar regresiones.
Sensibilización
El niño o preadolescente tiene algún tipo de percepción de
ser diferente. Tienen importancia las opiniones que la socie-
dad manifiesta sobre la homosexualidad.
Confusión de la identidad
Ocurre en la etapa inicial de la adolescencia, y va asociada a
sentimientos de rechazo hacia las opiniones de la sociedad
sobre la homosexualidad. Es la etapa más larga y la que im-
plica más dificultades. La confusión sobre la propia identidad
puede ser desencadenante de psicopatología.
Las respuestas a esta confusión pueden ser diversas: re-
chazar los pensamientos y acciones homosexuales; hacer in-
tentos para “curarse del defecto”; evadirse de aquellas situa-
ciones que pueden comprometerle; inhibirse ante intereses o
conductas asociadas a la homosexualidad; negar la informa-
ción que pueda obtener; mostrar actitudes y acciones anti-
homosexuales; inmersión heterosexual como intento de
“cura” y abuso de substancias.
Esta confusión de la identidad lleva a redefinir su con-
ducta hacia líneas más convencionales como forma de excu-
sa: los sentimientos aparecen solamente ante ciertas perso-
nas, son pasajeros o se integran en una posibilidad de
experimentar sensaciones distintas. El punto final será la
aceptación del homoerotismo y la solicitud de información
exhaustiva.
Asunción de la identidad
Ocurre hacia los 20 años de edad, y representa la capacidad
de compromiso en algún aspecto colectivo, considerando la
homosexualidad como una opción de estilo de vida po­
sible.
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MEDICINA DE LA ADOLESCENCIA
Aceptación
El adulto fusiona los conceptos de sexualidad y emociona-
lidad. No todas las personas homosexuales llegan a este es-
tadio.
Dificultades actuales del adolescente
homosexual
En nuestra sociedad, el adolescente homosexual tendrá unas
dificultades de adaptación al entorno familiar, escolar y social
mucho más acusadas y estresantes que el resto de los adoles-
centes. Estas dificultades las podrá encontrar en todos los
ámbitos8.
Socialmente, las imágenes negativas de la homosexua-
lidad dañan el frágil autoconcepto de la masculinidad o
feminidad del adolescente. Mientras se va aceptando la
orientación heterosexual, no se ofrecen modelos homo-
sexuales. Tampoco las religiones han sabido dar una res-
puesta satisfactoria a las necesidades del adolescente
homo­sexual.
Se han documentado las dificultades del adolescente ho-
mosexual a en la escuela. Así, el 28% de los adolescentes ho-
mosexuales entre 15 y 19 años dejaron la escuela, mientras
que el 69% de ellos han tenido problemas atribuibles a su
identidad sexual9.
En la familia las dificultades suelen derivar de la deficien-
te información que poseen los padres, muy vinculada a este-
reotipos sociales negativos.
Consideraciones médicas
Por todo ello, el adolescente homosexual debe ser conside­
rado un paciente de riesgo. Se acentúa el riesgo hacia las
enfermedades de transmisión sexual (ETS), incluyendo el
sida10,11, pero existe también un importante riesgo psicológi-
co: desde los trastornos ansioso-depresivos y los trastornos
de la conducta alimentaria, hasta las tentativas de suicidio y
de suicidios consumados12.
Por ello, las preguntas sobre la orientación sexual debe-
rían formar parte de nuestras técnicas de entrevista en cual-
quier primera visita con un adolescente, desde una actitud
abierta y tolerante, sin hacer juicios de valor. La entrevista
debe garantizar, más que nunca, la confidencialidad.
El adolescente homosexual suele acudir ávido de infor-
mación sobre su propia orientación (que seguramente no
acaba de aceptar), así como sobre los riesgos biológicos, las
dificultades psicosociales y los problemas legales.
Como en otras ocasiones, si se cree conveniente consul-
tar a otros profesionales, el médico deberá conservar el papel
de “director de orquesta”, aceptando ser el confidente de su
paciente y su abogado ante sus dificultades frente a la familia,
la escuela o la sociedad. Es importante que ejerza un papel de
“acompañamiento” del adolescente que se encuentra con di-
ficultades relacionadas con su orientación sexual, por más
normal que ésta sea13.
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La educación sexual
Para conseguir un buen nivel de salud sexual y evitar las si-
tuaciones de riesgo, el medio que ha demostrado más eficacia
es la educación sexual: ofrece ayuda a la consolidación de la
personalidad adolescente y moviliza las emociones y la vida
afectiva de los adolescentes y de los propios educadores. No
deja de ser una interpelación al examen de conciencia de
quien quiere educar sobre su propia sexualidad y sobre las
motivaciones que le llevan a este tipo de actividad.
Objetivos de la educación sexual
Son los siguientes:
1. Ayudar al adolescente a comprender y vivir las trans-
formaciones que se operan en su cuerpo y el funcionamiento
de los órganos sexuales para adquirir así una mejor confianza
en sí mismo.
2. Abordar en un clima de tranquilidad los aspectos téc-
nicos (la reproducción, el embarazo, las ETS, etc.), relacio-
nales, afectivos y éticos de la sexualidad.
3. Ayudar a los adolescentes a reflexionar sobre sus pro-
pias emociones y reacciones, sobre sus deseos, sus logros y
sus miedos, para que puedan desarrollar una creciente auto-
nomía en sus relaciones.
4. Desarrollar un espíritu de comprehensión hacia las
acti­tudes de los demás (los jóvenes del mismo sexo o del sexo
opuesto, los miembros de su familia y de su entorno social)
desde el respeto hacia las diferencias. Para así favorecer el de­
sarrollo del sentido crítico hacia los modelos de conducta
que proponen los medios de comunicación.
5. Preparar y favorecer el ejercicio de una sexualidad
adulta y responsable.
6. Todo ello incluye una revisión a fondo de los valores
que conviene desarrollar en el tiempo actual y cómo fomen-
tarlos.
Condiciones para el educador
Es obvio que se trata de ofrecer una educación sexual de
máxima calidad para conseguir estos objetivos propuestos.
Para ello serán del todo imprescindibles unas cuantas condi-
ciones necesarias para el educador14:
1. Formación correcta. Las intervenciones educativas en
materia sexual exigen que el educador posea conocimientos
amplios y múltiples en diversos temas: medicina, fisiología,
psicología, sociología, antropología, pedagogía y ética. Esta
formación requiere una constante autoevaluación, y debería
ser de obligado estudio para los educadores en materia sexual
y para los médicos que atendemos a adolescentes.
2. Trabajo en equipo de todos los agentes de educación
sexual (profesores, médicos, enfermeras, monitores, etc.). El
aprendizaje del lenguaje sobre la sexualidad se adquiere de
manera progresiva en lugares y circunstancias. Es necesario
imaginar. La eficacia de la educación se refuerza en la medi-
da en que los mensajes sean congruentes en cada situación.
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La sexualidad en la adolescencia

3. Evaluación periódica de los programas de educación Bibliografía

sexual, tanto desde el punto de vista de su contenido, como
de su transmisión o de las repercusiones que tienen en los •  Importante ••  Muy importante
adolescentes15.
✔ Metaanálisis ✔ Artículo de revisión
✔ Ensayo clínico controlado ✔ Guía de práctica clínica
Decálogo para una sexualidad saludable ✔ Epidemiología
Puede ser de utilidad el uso de este sencillo decálogo para ✔
1. Silber TJ. Iniciación sexual de los adolescentes. An Esp Pediatr. 1997;Supl
91:21.
revisar con el adolescente su actitud ante la sexualidad y la
prevención de riesgos.
✔
2. Sarrel LJ, Sarrel PM. Sexual unfolding. J Adolesc Health Care. 1998;
2(2):93-9.
Amarás al otro por encima del sexo y del placer. ✔
3. American Psychiatric Association: Manual diagnóstico y estadístico de los
trastornos mentales (4ª ed.). DSM IV. Versión española. Barcelona: Mas-
1. Nunca forzarás una relación sexual en beneficio propio. son SA; 1995.
4. •  Cornellà J. Homosexualidad y adolescencia. Arch Pediat.
✔
2. Respetarás y dialogarás mucho más que presionarás. 1996;47(3):129-34.
3. Serás responsable de los sentimientos del otro; educa- ✔
5. Neinstein LS, Anderson MM. Adolescent sexuality. En: Neinstein LS,
editor. Adolescent Health Care. A practical guide. 3 ed. Baltimore: Wi-
th
rás tu sensibilidad. lliams & Wilkins; 1996. p. 627-39.
4. Anticonceptivos: infórmate bien y después, pásalo ✔6. Remafedi GJ, Resnick M, Blum R, Harris L. Demography of sexual
orientation in adolescents. Pediatrics. 1992;89:714-21.
bien.
5. El camino de la felicidad pasa por la seguridad. ✔7. Troiden RR. The formation of homosexual identities. J Homosex.
1989;17:43-73.
6. Jamás cambiarás de pareja porque sí, ni tampoco por ✔8. Rowlett JD, Greydanus DE. Homosexuality in adolescence. Adolesc Med
State Art Rev. 1994;5:509-25.
placer: sé fiel. ✔9. ••   Remafedi GJ. Adolescent homosexuality: psychosocial and me-
7. Sin penetración (coito), también disfrutarás: igual o más. dical implications. Pediatrics. 1987;79:331-7.

8. No te fiarás nunca de un anticonceptivo para prevenir ✔

10. Remafedi GJ. Preventing the sexual transmission of AIDS during adoles-
cence. J Adolesc Health Care. 1988;9:139-43.
el sida. ✔
11. Remafedi GJ. Sexually transmitted diseases in homosexual youth. Adolesc
Med State Art Rev. 1990;1:565-81.
9. El preservativo también fracasa. Cómpralo y “póntelo
en frío”.
✔
12. Remafedy GJ, Farrow JA, Deisher RW. Risk factors for attempted suicide
in gay and bisexual youth. Pediatrics. 1991;87:869-75.
10. Los enamorados viven en las nubes: sé lúcido. ✔
13. Sturdevant MS, Remafedi GJ. Special needs of homosexual youth. Adol
Med State Art Rev. 1992;3:359-71.
Amor y sexo son compañeros, no enemigos, de una aven- 14. ••
✔   Michaud PA. L’éducation sexuelle. En: Michaud PA, Alvin P,
editores. La santé des adolescents. Paris: Doin éditeurs; 1997. p.
tura... 324-31.
Cuidado con los accidentes. 15. •
✔   Maideu Puig E. Propuesta para la seguridad sexual. Cuadernos
de Paidopsiquiatria III. Barcelona: Laertes S.A. de Editores; 1997.

Páginas web
www.centrojoven.org
www.elcentrottb.org/recursos.htm
www.siecus.org

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