¿Qué es la hiperactividad?

"No estás prestando atención."

"¿Se te ha olvidado donde pusiste el dinero para tu comida?"

"No seas tan inquieto."

"No me interrumpas."

¿Te imaginas como sería el mundo si la gente te hablase así todos los días? Si te lo
puedes imaginar o si te suena normal, entonces sabes lo que es sufrir de
Trastornos de Deficiencia de Atención e Hiperactividad, una condición también
conocida como ADHD en su forma abreviada.

Los niños con ADHD no son ni "malos", ni "flojos" ni "estúpidos". Sufren de un

desorden de comportamiento, lo que significa que tienen problemas para prestar
atención o para sentarse tranquilos en clase. También pueden actuar
impulsivamente - o decir cosas sin pensarlas primero. Chicos con ADHD puede que
pasen mucho tiempo en la oficina del director de la escuela y que cambien mucho
sus amistades.

¿Quién tiene ADHD?

Por average, cinco de cada 100 niños tienen ADHD. Lo cual quiere decir que si en la
escuela hay 500 chicos, 25 de ellos puede que tengan ADHD. Los niños que sufren
estos trastornos comienzan a meterse en líos antes de cumplir los 7 años. Algunas
veces los problemas empiezan cuando van por primera vez a la escuela. Por lo
general los varones sufren de ADHD con más frecuencia que las hembras, pero
nadie conoce la razón.

La verdad es que nadie está completamente seguro de por qué se genera esta
condición, aunque los científicos y los doctores piensan que se debe a los diferentes
niveles de actividad cerebral. Nadie decide a quien le da ADHD, así que no es culpa
de nadie. Ni tampoco es contagioso como la gripe.

Un niño tiene mayores riesgos de desarrollar esta condición si alguien en la familia

ya tiene ADHD u otro tipo de problema de comportamiento.

¿Cuáles Son Los Síntomas del ADHD?

El ADHD puede aparecer de diferentes formas, dependiendo quien lo tenga. Todos
los niños con ADHD tienen problemas de concentración o para prestar atención.
Algunos chicos con ADHD podrían asimismo tener problemas para mantenerse
sentados en clase por mucho tiempo o esperar que les llegue el turno para
contestar. Puede que griten la respuesta a una pregunta antes de que otros niños
ni siquiera levanten la mano. Suelen ser desorganizados, distraídos u olvidadizos.
Se les pierden las cosas facilidad y tienen dificultad para finalizar sus tareas. Se
menean constantemente en sus sillas, hablan en exceso o interrumpen las
conversaciones de otros.

Pero recuerda que, aunque de vez en cuando haces algunas de estas cosas, no
significa que tienes ADHD.