Las industrias que consumen mayor cantidad de alginatos son la textil y la
papelera. La primera los emplea en la imprimación de colorantes. La segunda los utiliza como aditamento en los adhesivos para cartones corrugados y de los films con que se recubren los papeles de alta calidad .
Un 30 % de la producción de alginatos se destina a la industria alimenticia para
la confección de frutas artificiales y para rellenos de aceitunas en base a ají y alginatos.
También se utilizan para industrializar camarones, carne, anillos de cebolla y una
variedad de comidas semiartificiales en base a pastas homogeneizadas con alginatos de sodio, a las que se dan formas más o menos naturales.
Esto ha permitido, no sólo el empleo de pescados para los que no había un
mercado, sino también el completo aprovechamiento de materiales caros, como los langostinos.
Un 5% de los alginatos se usa en la industria farmacéutica y de cosméticos. Son
bien tolerados en contacto con la piel, refrescantes, lubricantes y de bajo contenido en lípidos.
Además se incorporan en jabones, champúes y cremas de afeitar como
suavizantes y estabilizantes de las espumas y como hidratantes del cabello.
Otros usos de los alginatos son soldaduras, vendajes bioactivos, moldes dentales, dispensador de herbicidas, etc.