Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Escuelas de barrio
Ateneos Libertarios. Escuelas de barrio
En este artículo voy a intentar explicar un poco en que consisten los ateneos Libertarios,
de los cuales es probable que el lector conozca bastante pues no son ningún invento personal o
algo nuevo, sino unos centros que han funcionado y continúan realizándolo desde hace muchos
años, y por los cuales muchísima gente ha pasado.
1. DATOS HISTÓRICOS:
Sí es importante comenzar con una breve contextualización histórica, pues
aunque hablar de tiempos lejanos suele terminar siendo aburrido, me parece importante
tratarlo para poder comprender tanto términos como ideario básico del fenómeno
histórico que supusieron los ateneos libertarios.
Me centraré en el caso español, por el tema de cercanía y por ser también el
lugar del mundo donde con más efusividad se desarrollaron.
La palabra Ateneo etimológicamente proviene de la diosa griega de la sabiduría
Atenea; siguiendo este término los Ateneos van a ser centros donde se difunda la
cultura. En nuestro país, a partir de mediados del S.XIX: tanto la burguesía, como la
clase trabajadora o las congregaciones religiosas van a crear sus propios Ateneos, en los
cuales realizarán actividades culturales de acuerdo a sus necesidades.
En el caso de los Ateneos gestionados por las clases populares, recibían
numerosos nombres dependiendo de la gente que actuaba en ellos o e perspectiva que
se les deseaba dar así se denominaban como: Ateneos libertarios, populares,
anarquistas, eclécticos, sindicalistas, neutros, racionalistas, obreros, Casas del pueblo,
Universidades Populares, etc.
Muchos de estos centros culturales están desde sus inicios están fuertemente
vinculados al anarcosindicalismo y pueden ser considerados como su rama cultural,
uno de los fundadores de la CNT Anselmo Lorenzo insistía en que lo primero a hacer
en los sindicatos de cada localidad era la creación de un Ateneo libertario.
A lo largo de las cuatro primeras décadas del S.XX los ateneos de carácter ácrata
se multiplican, así como las personas que participan en ellos, en muchos se crean
escuelas para los hijos de los trabajadores que incluyen métodos de la pedagogía más
avanzada; algunas por su calidad y número de participantes constantes, han pasado a
la historia de la educación como la Escuela Natura del Clot en Barcelona que funcionó
hasta el final de la Guerra Civil.
Importante es señalar que los Ateneos libertarios nunca desearon recibir
subvenciones o apoyo económico institucional, tenían sus propios locales o bien
lugares habilitados para sus actividades en las sedes sindicales.
Se puede así asegurar que los ateneos libertarios fueron una verdadera
Universidad popular para la clase obrera de todas las edades, donde va adquiriendo la
formación cultural que le había sido negada por su condición social. Sirven también
como lugar de encuentro entre las personas del barrio, donde la gente: debate, se
conoce, crea vínculos de unión y plantea sus problemas a los demás.
Las actividades que más se hacían en los ateneos anarquistas durante esos años
eran: representaciones teatrales con grupos que muchas veces solían formarse en el
ateneo, recitales poéticos, charlas y debates sobre diferentes temáticas ( algunas sí eran
políticas y de agitación, pero otras había en las que se enseñaban contenidos de una
manera neutral y sin intentar moralizar: así daban mucha importancia a la higiene
como preventivo a las enfermedades, conocimiento de los métodos anticonceptivos y la
sexualidad, o también sobre geografía, historia, y así un largo etcétera) o secciones
excursionistas. Los Ateneos que tenían una escuela la mimaban además de asegurarse
del pago a los maestros, solía haber clases de alfabetización para adultos por las
noches, y una de las piezas claves de los Ateneos era que procuraban hacerse con una
magnífica biblioteca, que en bastantes localidades era la mayor de la zona. Este
fenómeno de difusión cultural está más que justificado, sólo es necesario pensar que en
1930 se calcula que entre 1/3 y ¼ de la población española era analfabeta. También
lógicamente lo que hacían o podían hacer dependía mucho de unos Ateneos libertarios
a otros. De esto eran conscientes y se solían ayudar entre unos y otros, promoviendo
incluso diversos proyectos de Federación entre ateneos.
Para hacerse una idea de ese clima de unión y anhelo de transformación social
entre la clase más desfavorecida, haciendo posible la existencia de una situación
verdaderamente pre‐revolucionaria. Por citar un ejemplo, en el año 1932 la CNT de
Barcelona acuerda convocar una huelga de alquileres ante el aumento de los precios en
productos de primera necesidad, que llevaba a muchas familias trabajadoras a la
miseria. En los barrios obreros se dio la consigna de no pagar más a los caseros, ni las
facturas de luz o de agua. Todo el mundo se puso manos a la obra, y cuando las
compañías cortaban el suministro los compañeros del sindicato del Agua, Luz y
Electricidad restablecían la conexión, si acudía la policía a realizar un desalojo los
vecinos se organizaban en bloque y evitaban el desahucio. Así en muchos hogares de
Barcelona se estuvo bastante tiempo sin pagar alquileres, se habían ganado el derecho
a la vivienda, y esto fue aceptado por la misma burguesía. La mentalidad como se
aprecia estaba a años luz que ahora.
Ese colectivismo y solidaridad se ha ido perdiendo poco a poco, y ahora
vivimos en una sociedad verdaderamente individualista en la que prima el dinero y el
ascenso social. Aun así, tras la muerte de Franco (que persiguió con saña todo lo que
oliera a libertad), aparecen sobretodo en Cataluña, Valencia y Madrid numerosos
ateneos libertarios; en ellos la función de alfabetizar al pueblo ya no es primordial
como ocurría antes de terminar la guerra civil (pues la escolarización infantil abarca a
la mayor parte de la población), pero sí observan que hay una serie de problemática
social, urbanística, o laboral en los barrios que desde las asambleas de los Ateneos se
puede tratar, muchas veces en colaboración con las Asociaciones de Vecinos o con el
sindicato CNT‐AIT. Así la gente vuelve a los Ateneos libertarios, resurgen como lugar
de encuentro, de cultura y de combate. El sistema no fue tonto, y paulatinamente fue
haciéndose con las AA.VV. hasta convertirlas en simples locales destinados al ocio;
desprestigiando también las ideas anarquistas (decir que en plena Transición varios
compañeros fueron asesinados por la Policía). En la clase trabajadora hubo una
desmovilización total que nos llega hasta hoy. Esto se puede comprobar en que
hemos pasado considerarnos como personas que necesitan de un salario para subsistir,
es decir TRABAJADORES; a creernos ricos cuando lo único que poseemos es un
sueldo, y además tenemos un nivel de gastos e hipotecas que en tiempos de crisis como
ahora se ve que no se mantiene. Se cumple aquí la máxima de García Oliver: ‐El obrero
si piensa como un burgués vivirá como un esclavo‐.
He indicar claramente, que si ahora disfrutamos de una serie de garantías:
sociales, laborales, sanitarias, educativas o de mejores infraestructuras en los barrios,
todos esos avances se han conseguido gracias a la gente que luchó en los tajos, en los
barrios y en la calle, pues las clases dirigentes no regalan nada, y a causa de la
desmovilización que tenemos lamentablemente las estamos perdiendo paulatinamente.
2. LOS ATENEOS LIBERTARIOS UNA HERRAMIENTA MUY VÁLIDA:
El ateneo libertario es una asociación cultural; pero la actualidad hay
numerosos organismos (empresas, Cajas de ahorros, Universidad, Ayuntamientos, etc)
que hacen múltiples actividades culturales. Y lógicamente los ateneos ácratas tienen
unas CARACTERÍSTICAS, medios y finalidades bien diferenciados de estos.
o En el funcionamiento del ateneo anarquista, todos los integrantes tienen
igual de importancia en el momento de tomar una decisión, pues se
gestionan por ASAMBLEA, y allí todos sus miembros pueden proponer,
debatir o tomar acuerdos en igualdad de condiciones. Esto hace que lo
aprobado en una asamblea nadie lo puede cambiar o modificar, por
muy culto o inteligente que sea. En el caso de que se necesiten algunos
cargos para el funcionamiento correcto (por ejemplo un tesorero o
alguien responsable de la correspondencia), pueden ser revocables en
cualquier momento y se limitan a coordinar sus tareas o lo que le
indique la asamblea. Esta horizontalidad democrática en el modo de
funcionar, es totalmente opuesta a la práctica totalidad de juntas o
En los estatutos del ateneo han de recogerse claramente estos medios,
acordes siempre con la finalidad. Así los ateneos tienen 3 funciones
claras: 1º De difusión cultural y de promoción de las ideas libertarias, 2º
Capacitar intelectual y socialmente a la propia militancia anarquista y 3º
Luchar por la construcción del anarquismo.
Aun así suele haber 2 modos básicos de organización:
pequeños en los que participan no muchas personas, es decir la
mayoría a día de hoy.
2. Una segunda opción, sería cuando el ateneo está constituido o
incluye algunos colectivos específicos. Suele darse en lugares
con bastante gente, o que haya personas muy interesadas en un
tema. Así cada colectivo tiene sus propias asambleas aparte e
incluso se puede financiar de manera autónoma, lo que no quita
que haya asambleas junto al resto de grupos y personas para
tratar determinados aspectos de funcionamiento o actividades
concretas del ateneo. Los colectivos que suele haber: desde
compañeros interesados en el senderismo que forman la sección
excursionista, un grupo ecologista, o de teatro, un colectivo
especializado en los debates, o en las manualidades, etc. Esta
históricamente era la forma organizativa más común del
ateneísmo ácrata.
Y sólo con esta manera de funcionar y organizarse, el Ateneo libertario se
convierte en un buen lugar de aprendizaje anárquico para los que participan, se está
practicando: la solidaridad, la unión, el saber escuchar y esfuerzo por expresarse
(cualidades muy importantes a las cuales hay que prestar mucha atención), el respeto
hacia tus compañeros, la lucha, el compartir tareas comunes y vivencias; es decir
comenzar a ser responsable de tu vida y no simple decorado como lo somos en la
mayoría de las situaciones de la sociedad capitalista.
Otro aspecto a tener en cuenta en los Ateneos, es la gente que participa o se
intenta que participe en ellos, y esta tendría que ser el conjunto de la gente del barrio,
pueblo o localidad donde se asiente, es decir la clase trabajadora. El Ateneo busca
llegar a la sociedad, y no convertirse en un grupo de amigos, aislado de la
problemática del lugar donde está ubicado. Así la gente que por primera vez se acerca
al Ateneo no tiene porque ser anarquista, ni llegar habiéndose leído las obras
completas de Bakunin. Pues serán la propia dinámica del ateneo, y el contacto con
compañeros que sí son anarquistas y que participan junto a él en las actividades, lo que
haga interesar a los nuevos participantes en el anarquismo. Igualmente el Ateneo no
es, ni debe convertirse en un grupo de afinidad, pues en él habrá múltiples y distantes
opiniones, y de todas (o casi todas) se puede aprender algo, siendo esta mezcla de
ideas y acciones lo que hace del Ateneo un lugar verdaderamente: anárquico, abierto y
no sectario. Todo este funcionamiento y composición idílica que he indicado no
siempre sale adelante, pues como sabemos entre otros muchos factores, actualmente el
asociacionismo es muy bajo, pero es hacia donde hay que encaminar los esfuerzos del
ateneísmo libertario, pues sino desde mi punto de vista se está trabajando
desacertadamente.
En los ateneos libertarios no deben de acostumbrarse a “poner puertas al
campo” e intentar así ofertar un amplio abanico de posibilidades en medida de la
demanda y decisiones acordadas. Igualmente, y sobre esto creo que deberíamos ser
receptivos, pueden ser lugares donde se traten problemáticas comunes de la gente del
barrio, ya que a día de hoy existen pocos lugares “dinámicos” donde se pueda hacer
esto.
El modo de funcionar y finalidades de los ateneos libertarios se aprecian
también en otros sitios. Con esta gente que en mayor o menor medida ya parten de una
conciencia o dinámica antiautoritaria deben interactuar los ateneos libertarios,
estableciendo redes de unión, haciéndoles participar en el proyecto y llegar las ideas
anarquistas. Por citar algunos ejemplos, desde: redes de economía participativa,
ocupaciones libertarias, asociacionismo agroecológico, centros sociales
autogestionados, grupos de pedagogía radical, ciertas asociaciones juveniles y
culturales, asambleas vecinales o de grupos sociales desfavorecidos, bibliotecas ácratas,
o lógicamente el propio movimiento libertario. En mi opinión sería importante hacerles
comprender que el ateneísmo ácrata no es un fin en sí mismo, sino un medio anárquico
adecuado para luchar por el cambio social.
3. NO CONCLUSIONES:
Para terminar señalar que no voy a hacer una conclusión final, a lo largo del
artículo me he ido posicionando activamente en varios aspectos y fomentando un
debate que considero necesario. Nunca me ha gustado sentenciar y menos en un
campo como son los ateneos libertarios, los cuales cada uno son un mundo y debe ser
la gente que acude a ellos quien debe decir como orientarlos en función de las
necesidades y posibilidades que observe. Tenemos que partir prácticamente de cero, el
camino es largo pero es imprescindible empezar a caminar. Nos vemos en los ateneos
libertarios.
4. BIBLIOGRAFÍA UTILIZADA:
CUADERNOS DE PEDAGOGÍA (revista). En nº 341 (diciembre 2004) monográfico sobre
“educación alternativa”; y en nº 351 (noviembre 2005) sobre “las cooperativas de enseñanza”.
CUEVAS NOA, Francisco José: “Anarquismo y educación”. Fundación de Estudios Libertarios
Anselmo Lorenzo, Madrid, 2003.
ENCICLOPEDIA VIRTUAL WIKIPEDIA: Artículo que definía a los Ateneos libertarios hasta
fechas recientes, pues ha sido muy mal sustituido por otro peor.
FEDERACION LOCAL DE SEVILLA DE CNT‐AIT: “Anarcosindicalismo básico”. Edita la
propia F.L., Sevilla, 2001.
MILLÁN, Pako: “Ateneos Libertarios”. Periódico Solidaridad Obrera, especial centenario CNT.
NOJA RUIZ, Higinio: “La armonía o la escuela en el campo (Alginet, 1923)”. Editorial Virus,
Barcelona, 1996.
PEIRATS, José: “La CNT en la Revolución Española” (3 vol.). Ediciones Madre Tierra,
Móstoles, 1988.
REBOLLO, Abel: “La Barcelona rebelde” . Editorial Octaedro, Barcelona, 2003.
RIBAS, José: “Los 70 a destajo. Ajoblanco y libertad”. Ediciones RBA, Barcelona, 2007.
SOLÁ , Pere: “Las escuelas racionalistas en Cataluña (1909‐1939)”. Ediciones Tusquets,
Barcelona, 1976.
SALANOVA, Juan: “La Escuela rural: Mesones de Isuela, una experiencia en libertad”.
Editorial Zero‐Zyx, Madrid, 1983.
TIERRA Y LIBERTAD (periódico anarquista de la FAI). Monográfico sobre “pedagogía
libertaria” de Agosto de 2009 (nº 253), elaborado por Ana Sigüenza.
TIERRA Y LIBERTAD: En el nº 257 (diciembre de 2009). Artículo titulado “Los ateneos
libertarios (escuelas de la anarquía)” realizado por Pascual (en las páginas 14 y 15).
TOMASSI, Tina: “Breviario del pensamiento educativo libertario”. Ediciones Madre Tierra,
Madrid, 1988.
VV.AA.: “Vivir la utopía” y “¡Viva la Escuela Moderna!” (DOCUMENTALES), producidos
por TVE 2. Se pueden descargar fácilmente de internet.
ZAMBRANA, Joan: “La alternativa libertaria. Catalunya 1976‐1979”. Ediciones Fet a má,
Barcelona, 2000. (Extraído de la web www.cedall.org).
(Artículo elaborado a partir de la charla impartida en la Primavera Libertaria de Salamanca, el 21 de
abril de 2010).