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VOCABULARIO DE LAS INSflTUCIONES

INDOEUROPEAS

BNSAYISTAS-200
SERIE MAIOR
aMILE BENVENISTE

VOCABULARIO
DE LAS INSTITUCIONES
INDOEUROPEAS
l. Economía. parentesco. sociedad.
11. Poder, derecho. religión.

SumariOl5. cuadros e indices preparados por IBAN l.ALWT.


Versión castellana de
MAURO ARMIRQ
RcviIi6n Y nocas adiciona1cs de
JAIME SlLES

taurus

T
Título original: Le vocabll/Qire des institutioIU indo-f?urophnnes. PRÓLOGO
. © 1969 LES EDITIONS DH MINUIT. Parls.

La obra cuya primera parte (.) el ésta, lleva un titulo cx:pUcito, resuhado de inves·
tigaciones que tienen por objeto una notllble porción del vocabulario indoeuropeo.
Pero la naturaleza de 103 términOl estudiados en este vocabulario, el mModo aplicado
y cl anili5is que propone, exi¡cn algunas aclaraciones.
Entre 13.lIlenguas del mundo, las de la familia indoeuropea le prestan a lu investi·
gaciones mis extensas tanto en el espacio como en el tiempo, a las mis variadu Y de
mayor profundidad, debido a quc esas lenguas se han extendido desde el Asia Central
al A1lántico, a que eu6n atesti¡uadas en una dmación de ca.5.i cuatro milenios, a que
están vinculadas a culturu de niveles diferentes, pero muy anti¡uos, y alguno¡ de
ellos de los mis ricos que han autido; y, por úJtimo, a que varias de esas ~s han
producido una literatura abundante y de gran valoc. Tambi!n poc esto ban constitui·
do durante mucho tiempo el objeto exclusivo del anilisu Iingflistico.
El indoeuropeo se dcf"me como una familia de lenguas salidas de una lenaua co·
mím y que se han diferenciado por separación gradual. Es, por tanto, un aeomeci·
miento global e inmenso lo que captamos en 5U conjunto, dado que se: descompone a
lo largo de los siJlos en una lierie de historias distintas, cada una de las cuales ca la
historia de una lcn¡ua particular.
Mientras las fases de estas mi81l1.~ne5 e implantaciones sigan si&1don09 descono·
cidas, el milagro C!Itriba en que podemos designar con total seguridad a los plleblos
que formaron parte de la comunidad inicial y reconocerlos, con exclusión de todos 105
demlls, como indoeuropeos. La raZÓn de ello es la lenlua, y sólo la lenilla. La noción
de indoeuropeo vale antc todo como noción lingüística, y si podemos ampliarla a
otros aspectos de la cultura, ser' también a partir de la lengua. El concepto de pareu~
tesco genMico no tiene en ningún otro dominio lingUistica un sentido tan preciso ni
una justificación t/:lO c1I1J'1t. En indoeuropeo encontramos el modelo mismo de las re·
laciones de correspondencia que delimitan una familia de lenguas y permiten recons-
truir sus estados anteriores basta la unidad primera.
Dcsde hace un aiglo, el estudio comparativo de las lenguas indoeuropeas ha sea:ul~
do dos direcciones de sentido opuesto, pero complementarlo. Por un lado, se procede
por reconstrucciones fUndada.s en 105 elementos, simples o complejos, que entre len-
@ 1983. TAURUS EDICIONES. S. A. guas diferentes son susceptiblcs de ser comparados y pueden contribuir a restituir el
Prlncipe de Vcrgara, 81, 1. D - Madrid-6
ISBN: 114-306-1200-9
(.) l.II r:dki6D francesa de estI. ob~ l:OmIa de ~ .. oI.llmCJJClli: 1) EcoiHJmID, JNUV'lat:o,~, ,2)
Depósito Lcpl: M. 2.59711-1983 PuMr. d~1fo. rÑi,idIt. que tfI eutdlano le pracnfaR en UIlO 1010, dividido en dlMl patt~. I 'f 11 (N. r.}.
PlUNTED IN SPAIN
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prototipo común, ya se tnlte de fonemas, de palabras enteras, de desinencias flcxi- para con el hecho de que" el ¡ro higmJon(Q es altcmatiwamcnte la rupnmacla de un m-
vas, ele. Se presentan as1 modelo.s que sirven a nucvas recoll.'ltrucdones. Por dividuo, o de una naci6n, o el equivalente del imperiwn romano, etc.; 1610 nos
otro lado, en una vt. de sentido opuesto, se parte de una fonna indoeuropea bien es- importa la relaci6n, dUlcil de establecer, entre un t~o de autoridad tal como
tablecida para seruir las formas que han salido de dIa, las vWs de la difermci.a.ción higemÓn y el verbo hi,lomrzi en el seotido de «pensar, jul.pr». Con ello aclaramos
dialectal, 105 conjuntos nuevos que de ella resultan. Los eb:mentos heredadol de la la s;gn(f"ICIlri6n: otros se encarprán de la duilnllCi6n. Cuando hablamOl de la pala-
Impla común se encuentran incoflM)rados a estructuras independientes que son las de: bra &ermánicafeudum en relación con Jos láminas de ganJldcr1a, no mencionamoi la
lenguas particulara; a partir de ese momento se transforman y adoptan valores nue- feudaliclad mls que por preterición. Los historiadores y los sociólo&os vcri.n mejor
vos en el seno de oposiciones que se crean y G.ue ellas determinan. Hay que estudiar, entonces qué es ID que pueden retener de los pl"C!lentcs análisis donde DO entra ninSún
por tanto, por un lado, las posibilidades de reconstrucci6n, que unifican vastas series presupuesto extralingü1stico.
de correspondencias y revelan la estructura de los datos comunes; por otro, el des- La tarea del lingüista se ve asilimitada. Toma su materia en el vasto tesoro de las
arrollo de lu lensual particularcs, porque ah! está el cuadro productivo, ahí germi- correspondencias adquiridas, que se transmiten sin gran cambio de un diccionario eti-
nan las innovaciones que traIlsfonnan el sistema antiguo. Entre estos dos polos se mue- mológico a otro. Estos datos son por naturaleza poco homogencos. Cada uno provie-
ve el comparatismo y su esfuerzo apunta precisamente. distinguir las conservaciones ne de una lengua diferente y conilituye una pieza de un sistema distinto, comprometi-
y las innovaciones, a dar cuenta de las identidades Y tambitn de lu discordancias. do en un 4esarroUo imprevisible. Bn primer lugar, hay que demostrar que cdaJ foc-
A las condiciona: ¡encraIcs Que impone el principio de: la comparación entre len- mas se corresponden y que continúan un mismo original; también hay que explicar las
&UU se all.aden las particularidades propias del dominio ltxico que es el del prc:scnte diferencias, a veces considerables, que pueden prescotar ea su CSlado fon6tico o mor-
estudio. fológico, o en su sentido. Asi, se puede relacionar el armenio ~un. «liuc&l~, con el
Desde muy pronto a 105 especialistas del indoeuropeo les parcci6 que las concor- latín IOmruu, «sucflo~, porque !iC conocen las reglas de correspondencia que pcrmi·
dancias entre los vocabularios de las lenguas antiguas ilwtrabao los principales aspec- ten restituir una forma com(m • swopnD-. Se puede relacionar el verbo latino aupo,
tos. matcrim sable toda, de una cultUl<1 tom(m; de cate modo se recozicron Jas «eoger», con el sustantiwo alcmin Htt'b.rf. «otofto», porque HtJWt es en antiJuo alto
pruebas de la herencia Itxica en 10. taminos de parcntC5oo, en los numerales, en los alcmin Mrbut y porque herbist se remonta a una fonna prqermlnica • karpisto- que:
nombres de animales, de meta1cs, de instrumentos agrlcolas, etc. Varios autores lUCe- significa propiamente «((tiempo) el mis apropiado para la cosecha» (cfr. inslés Mr-
sivos, desde el siglo XIX hasta estos 61timos anos, se han dedicado a preparar reperto- ves/J. cosa que confirma un tercer dato, el sustantivo grielo brpÓ3, «fruto de la tie-
rios, que siguen siendo muy útiles, de estas nociones comunes. rra, producto de la cosecha». Pero una comparaci6n tan simple y a primera vista tan
Nuestra empresa es compJetamente distinta. No hemos tratado en modo alguno de satisfllCtoria como la de la ralz telcs- en latiD (en el verbo texo) y de la raíz tak.f- en
rehacer un inventario de las realidacics indoeuropea¡ en tanto que definidas por gran- ,inscrito, formas que se corresponden exactamente, choca con una grave dificultad:
des correqx>ndencias l6xicas. Al contrario, la mayor parte: de los datos que tratamos lal. t~ signiflCa «tejer», pero ralq, «talar con el hachu; no se ve cómo uno de Citos
no pcrtenccen al vocabulario comÚD. Son Clpc:clfíl::os como t&minos " instituciones, sentidos podria derivarse del orro, ni de qué sentido anterior pOdrlan proceder uno y
pero en kn.gu.as partkularcs, y lo que analho;all\05 es fU gtncsis Y su oonai6n indo- otro; 4Ctejido,. y ccarpinterlu parecen irreductib}es a una técoica com\Íll.
europea. Nos proponemos, por tanto, estudiar la formación y la orpnización del vo- En el seno mismo de una Imaua, las formas de: un mili:mo vocablo pucdco dividir·
cabulario de tu instituciones. se en pupas distintos y poco conciliables. AsI, de la ra1z • bher-. representada por fe-
El término de institución debe cntendersc llQul en sentido lato: DO &OIamcnte las ·ro. ellarln ha sacado tres pupas difCRO.tcs de derivados que forman otras: tantas fa·
inJtitucionc& cii&ieu del derecho, del gobi.cmo, de la rcligi60, sino tambiéo aquellas miliu lb<i<:aJ: ll/<ro, porter (') [llevar]. en el sentido de la ll"'taci6n. de donde/ordiz.
inJlitucioncs menos aparentes que se esbozan en .las ttc:nicas. Jos modos de vida. las fODujer llena., fonna crupo con fUIO: 2) Jera. portet' Illcvar] en el sentido de com-
relaciones soci.aIes, los procesol verbales y mentales. Es una materia en II ilimitada, Y fXNter, (comportar] desicna las manifestaciona de la suerte, de donde: Jon. Jortunfl,
la meta de nuestro eatudio consiste precisamente en ilustrar la lénc8iB del vocabulario y sus numerosos derivadoa que cntranan tambitn, la nDCión de «fortuna, riqueza»; 3)
a ella referido. Por regla general, eSCOlemos el punto de partida en una u otra de las Jero. «llevar» en el sentido de emparter [llevarse], forma grupo con filO y se deflDC
lenguas indoeuropeas, entre los t~nnino!l dotados de un valor que se impone, y en tor- por la noci6n de rapto y de batiD. Si comparamos las formas y los derivados de bJuu-
no a este dato, por el examen directo de sus particularidades de forma y de sentido, en sinscrito con ésta, tendremos un cuadro mis variado aún: a los valores sehlado!l
de IUS relaciones y opoBicioocs actuales, y, luego, mediante la comparación de formas se aftadirin el de (<llevar», como swpporter [soportar], tomar 11 IU cargo, de donde
emparentadas, restituimOl el contexto en que le ha espccirlcado, a menudo al precio bhartr-. «marido»; la de poner [portarl, hablando de la montura, de donde «cabal-
de una profunda transformaciÓD. Intentamos. PUCI, restaurar los conjuntos que la gar», etc. Ahora bien, a poco que se haya estudiado en detalle cada uno de estos gru.
evolución ha di&locado, sacar a la luz atructuru cn.tc:rradu, devolver a fU principio poi se ver. que en cada caso forma un conjunto ltxico coherente, articu1ado por una
de unidad lu divergenciAs de los empleos t&:nicos, y al miJmo tiempo mOltrar cómo noción central y dispuesto a proporcionar términos institucionalcs.
las lenguas rcorpnizan sus sistcmu de 4iJtinci.OD.CI y renuevan su aparato acmintico.
El aspecto histórico y soc:i.oJ6gico de estos procesos (lueda plIl1l otro&. Si nosotros
n05 ocupamos del verbo griego higlonuzi y de JU deriVldo lligemM. es para ver M liD r~ le cmPtu en alOI piInfOl...mo. ltJmino1: portu, mmpot1er. ~ . nIPPtN1~,
cllma se ha oollltituido una nocióo qlJlC es la de 1& «hqcmon1a». pero liD miramicntol con una JPilmol Riz, imposible de manlCDU en ~leOano (N. T.}

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Se han hecho grandes esfuerzos para mostrar cómo vocablos, en principio poco ABREVIATURAS
diferenciados, han asumido progresivamente valores especializados y constituyen de
este modo conjuntos que traducen una evolución profunda de las institucioncs. la
aparición de actividades o de concepciones nuevas. Este proceso interior de una len-
gua puede actuar también sobre otra lengua por contacto de cultura: relaciones léxi-
cas instauradas en griego por un desarrollo propio han servido de modelo, por via de
traducción o de transposición directa, a relaciones similares en latln.
Hemos tratado de hacer rc:.saltar un doble carácter propio de los fenómenos aqui
descritos: "por un lado, el complejo enmarafl.amiento de estas evolucioncs que se des-
arrollan durante siglos o milenios y que el lingüista debe devolver a sus factores pri-
meros: por otro lado, la posibilidad de separar, no obstante, ciertas tendencias muy
generales que rigen estos desarrollos paniculares. Podemos comprenderlas, reconocer-
les una cierta estructura y ordenarlas en un esquema racional, si sabemos estudiarlas
directamente dejando a un lado traducciones simplistas y si sabemos establecer tam- procedente de l. e. indoeuropeo
bién ciertas distinciones esenciales. sobre todo -e insistirem08 en eUos en varias
< i. ir indoiranio
> que lleva a
ocasiones- en la existencia entre designación y significación, por culpa de la cual tan- 11. lliada ingl. inglés
tas discusiones sobre el «sentido» zozobran en la confusión. Se trata de, por la com- Od. Odisea ir. iranio
paración y mediante un análisis diacrónico, hacer aparecer a111 donde, al principio, no R. V. Rig Veda irl. irlandés
tenemos más que una designación, una significación. Asi, la dimensión temporal se a. a. a. antiguo alto alemán isl. islan~és
convierte en una dimensión explicativa. a. esl. antiguo eslavo ital. italiano
La naturaleza de esta investigación prescribe a la demostración su paso. Aqui no al. aloman kot. kotanés
se encontrarán ni discusiones de detalle ni referencias bibliográficas. La materia de angl. anglosajón lat. latin
nuestros análisis Se encuentra en todos los diccionarios etimológicos; apenas vemos a. mgl. antiguo inglés feto letón
trabajos anteriores con los que habriamo.s podido confrontar nuestros propios razo- a. nor. antiguo noruego lit. tituano
namientos. Todo cuanto decimos proviene de estudios de primera mano sobre los he- a. prus. anti,suo prusiano m. a. a. medio-alto-alemin
chos utilizado.s. Nos hemos esforzado por resultar inteligibles a los lectores no espe- armo armenio mico micénico
cializados sin traicionar las exigencias de la demostración, pero hay que reconocer av. avéstico ase. asco
que las ramificaciones, las conexiones tan diversas que surgen en el curso de esta ex- es/. eslavo pelo pelvi
ploración hacen penosa una exposición seguida. No es fácil hacer divisiones nitidas fr. francés ser. sánscrito
entre los temas tratados. Necesariamente se verán interferencias entre las partes de es· gdt. gótico sogd. sogdio
ta obra, puesto que las hay entre los datos de este vocabulario. No obstante, espera- gr. griego loe. tocario
mos que quienes tengan a bien seguir hasta el final la exposición de nuestras investiga- hit. hitita umbr. umbro
ciones encontrarán en ella materia de reflexiones generales, en especial sobre la posi- hom. griego homérico véd. védico
bilidad de aplicar algunos de 108 modelos aqui propuestos al estudio de las lenguas o
de las culturas a las que, por carencia de documentos escritos, falta perspectiva
histórica.
El presente trabajo ha sido preparado por varias series de conferencias dadas en
el College de France y que Lucien Gerschel ha querido recoger. Hemos corregido
profundisimamentc, a menudo reescrito por entero, esa primera redacción a la que
hemos aftadido nuevOS desarrollos. Algunas partc:li hablan sido, anterionnente, objeto
de articulos más desarrollados, cuyas referencias damos. Para hacer la exposición
más accesible, según una sugerencia de Pierre Bourdicu, que ha revisado el conjunto
y nos ha hecho útiles observaciones, cada capitulo esta precedido de un resumen.
Jean Lallot ha redactado c.sos breves textos liminares: se ha encargado ademis del
acabado del manuscrito, y ha esbozado el cuadro de las lenguas así como los indices.
Le agradecemos aqui su ayuda y el celo que ha puesto en su tarea.

Émile BENVENISTE

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PRIMERA PARTE

LIBRO I

LA ECONOMÍA
SECCIÓN I

GANADO Y RIQUEZA
CAPinJw 1

MACHO Y REPRODUCTOR

SluPNIrlo. OJriln.riammlc.lu aimolo¡Ias bW!¡';O".I.... ha)' que dilOO¡uir. en d Di-


Yd indoeuropeo, <kJI: uociolllell:
- una naica, la de «D'IKiI.o., Le., -_.
- otra fun::iuual. 11. de ccrepmduttor-, i.c., .1PeI"3'-.
. U_ lpIodmac:iOrl ICftdinriQo 1C:lltre: l:itIIS bmlca IÓlo lit abKrva CIl linsc:rito )' lSl:=-
be ~ considc:nId& seamdarla.

Consideraremos, en primer lugar. t~rminos tlpicos relativos a la ganaderla. Estu-


diaremos las diferenciaciones caracterlstica¡ de t~ particulares; en el orden lQi-
CO, como por lo demú en lingüistica, las diferencias son instructivas, tanto si se prc·
sentam de entrada como si se las di5cil:rne por el análisis de un conjunto unitario. Una
distinción inmediata y necesaria en una lOCiedad de ganaderos eli la distincibn entre
animales machos y bcmbru. En el vocabulario queda scftalada por palabras que pue-
den pasar por comunes d.ebido a que aparecen en varias lenguas, aunque no siempre
con las mismas dcterm.inacionCl.
Para la primera palabra que vamos a estudiar tenemos una 5eric de correspondm-
ciu rela1tvamentc cstablc:s, pero que impliam variaciones; se trata del. nombre del
macho:

I l'fabha

vffabha
KV. I QriSsln
·varnan
gr. drsin. árrin

En avt&tíco ponemos un vocablo que, aunque por azar no estt atestiguado, viene
postulado por los derivados IlV. wzr¡iína-. (uuasculino», vara'íni-. ((macho; morueco».
En ¡rie¡o incluso encontramos formas algo menos pr6xim1l5 en el grupo dI;
e(w)lrri (I(w)~ hmill (lpoo,) (cfr. la (Ollllll con v ckl indolnulio) coyo =tido es:
1) en singular tdluvia, roclo», mientras que: 2) el plural se aplica a los animales; de es-
ta familla sale lato lIerriS. macho de una esped.e particular, con sus correspondientes
en blllico,liL Yefiis. lel. yenis. Todo está relacionado con ese radical verbal .wtn-
de ser. lItU'frrti. que sign.ifica impcnonalmenlf: tcllOVCD (efr. dr.Jel; relaciónese irI.
jTtJ!JS«Ialluvia» < ·wpla.
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Entre esw últimu formas y las fonnas nominales precedentes, hay una diferencia cordero por «morueco»: mQ¿sa-VQr~ni-; esta relación no deja duda alguna sobre el
morfológica, que no ha impedido a algún etimologista presentarlas juntas, pero que sentido. Ademé.s tenemos pruebas históricas: • vara'San ha dado fonéticamente el per-
debe detenernos: por un lado, forma en w inicial; por otro, forma con inielal voctlica sa ~n que no es el ~<ttlachol) (representado en persa por una forma derivada de
en indoinUlio¡ aslmlsmo, en sriego 6rrin (&Pf71I"') no presenta nunca w mientras que en nar), sino el ~reproductor».
la mttrie& homérica, ehd = e~rse. de donde hbso:. Fuera de1lranio, ellatin uerris es un exacto simétrico por la fonDa y peJr el senti-
Los comparatistas han hecho de esta discordancia una alternancia. Pero mientras do. En efecto, no d~a el macho, que es süs para los cerdos (palabra sobre la que
no nos VC&nlOS obl.igadOll a admitirlas, hay que economizar todo lo posible semejantes VOtveremOl), sino el reproductor: uems, el VCf'lllCO, tiene exactamente el empleo de la
«aRemandas». ]in la moriologia indoeuropea, ningim principio pumilC disociar for- fonna oon~nd.icnte,avéstioo • vtU~Q".
mas sin w- ele las fonnas con W-. La hipótesis de un grupo unitario aqul es gratuita; ¿Qot podemos concluir de este examen? Los temas nominales • er.s- y ·wer.s-, te-
nina6n otro ejemplo ímpondrla esta alternancia w-/ccro. En cuanto al senddo mismo nidos por idénticos, son fonnlU direuntes, amolutamente 5Cparadas por el senlido;
de las palabras as! asociadas, alll donde el antlisis lo permite, la compiC8cl6n, como también la morfologia indica que son distintos. He ahí dos palabras que riman. que
se verá, no se efcetóa sin dificultades. pueden 5upcrponenc:, pero quc cn realidad pertalccal a dOl familiu independi~tc:s:
En sinscrito, v(fabhD- y flabha- atestiguan el mismo proceso de formación y la una designa «al n:wchol+ opuesto a la bcmbnl; Ja otra designa una función, la de re-
misma noci6n: es el .toro mitológico", y «el macho en gcneraI», epiteto tambim de productor del rcbllfto y no una especie como la pr-imcra. En sinscrito. y solamente en
diose.s o de hb'ocs. En avéstico, por el contrario, las dos palabra¡ (con o sin w) no ¡e s6nscrito, se ha n:alizado Wl accrcam.iento butante estrecho entre {fabha- y vuabha-.
relacionan lX>n lu mismas nociones, y este desacuerdo es instructivo mis allá incluso Gr'acias a una mitolosta en la que el toro ocupa un lugar eminente, y por efecto de un
del indoiranio: oralan y ·'IIariStzn son absolutamente distintos desde el punto de vista estilo en que abunda el epiteto magnificante, los dos térntinos se han vuclto tan equi-
iranio: ar~$an en los textos avélticos se opone siempre a una palabra que desicna la valentes que el primero ha recibido 1lD elemento sufijal que no pertenece mis que al
hembra, a veces x'iD(Jr; (t~rmino puramente iranio), generalmente doinu. E6tc último segundo.
ttnnino -indoiranio, efr. ser. dhenu- se rc1aciona con el grupo del JI'. rhIJus, cfr. la &a es nuestra primera conclusión. La pRci5&TCIllOS recurriend.o a un deunollo lé·
niz K:::r. dhay-, «amamantar, nutrirse»; de este modo, tenemos aqul una de:si¡naci6n xico distinto. Entre ¡r. tbsi y hhsal, hay probablemente una relaci6n: ¿cómo defi-
espcdflCa, funcional, la de la hembra animal nirla? Fl singular ehü designa la pcqucft.a lluvia de la maftana, el rodo. Tenemos
La oporidón oriitJrl-: daifUl- es constante; en las Iist:u de animaks encontramos adcmú el plum homérico hbsai que no aparece mú que una vez (Od. 9, 222); ~ el
la enumeración dc dos series de términos en el mismo orden: antro de Polifema se ha alojado un aprisco donde los animales son colocados por or-
den de edad, de los aduhos a los animales mis j6venes: hbmi. Ahora bien, hlnaf es
tUpa-llriiitm- lUptl-thlnu- el plural de dr5i. Para comprender esta si.n!ular asodac;i6n. hemos de destacar en
riftra;umn- u:i1ra-dainu- griego dos para1c.los: drósos si¡nifica «gota de rodo»; pero drósos en plural designa,
r alHUiSan Iflu-dainu- en Esquilo, las crlas de los animales. He aqui un terecr hecho del mismo orden:
psakb. que quil:fc dClCir «lluvia finll~, tiene por derivado ps61aI1ÓII: .Ia crla recién na-
El avéstico arÑan no designa en modo alguno una especie animal particular como cida de un animal». Esta relación ltxica se aclara de la siguienle manera: los animales
el ser. {faMa quc, sin ser el nombre exclusivo del toro, es frecuentc cn esta si&nifica- muy jóvenes 50n como el rocio, como gotitas depositadas frescas todavía. Son las
ción. En cambio, en ariJian. no sucede nada semejante: denota el macho, en oposi- crtas recién nElcidas en tanto que acabadas de nacer. Tal desanollo de sentido, parti-
ci6n ala hembra, nada más. cular del iriego, no habria tenido lu,ar probablemente si • wers- hubiera sido primero
Esta oposici6n macho/bcmbra puede tomar en avéstico una forma 1~ ai80 di- el nombre del animal como «macbm). Parecc, por tanto, establecido que debemos
fercnte; para los humanos, se emplea narlxYoflri, donde este último término parece plantear una distinción en indoeuropeo entre dos órdenes dc representaciones y dos
5CT el femenino del adjetivo signiÍlCaIldo «real», es decir, eela reina» -co.sll que pare- series de términos que sólo sc han visto acercados y reunidos en indio. Por lo demás.
ce algo extrafta, pero que no es inconcebiblc si sc piensa en la correspondencia entre en todas partes tenemos dos si¡nos Itxicos distintos: uno, "ers- que designa el «ma-
¡ro ,unl, «mujcn, e inSl. quef!", «reina-. Hay algunas ligcru variantclf: narlltri, cho» (gr. drren), otro, • wers-, que transpone la noción inicial de lluvia como humor
donde este tlItimo tmnino es el nombre indoiranio de la mÚjO", cfr. m compoSiCión fecundante en la de «reproductoH>:
ItrlnDman (cfr. bit. no~n), «de sexo femenino», y a veces una transferencia de
xNfJrl al reino animal. Todo estA claro, la oposición es univoca. Fuera del iranio,
arafan tiene paralelos todo lo exactos que se puede desear con Ir. min, tirrin. exac-
tamente en el sentido indicado por el avt&tico: es el macho por oposición a la hembra,
4rrin frente a t~Jw: la identidad etimológica en los dos términos atelt:i¡ua una su-
pervivencia indoeuropea.
Consideremos ahora la palabra avátíca • vanitln. Expresa una noción diferente:
la de reprodl4c:tor,' ya no se trata de una caracter1.stica de una clase de seres, lino de un
eplteto de valor funcional. Se: emplea ·Wlriitzn (de hecho l'arami~) con el nombre del
18 19
CAPÍTULO 2 Otra prueba viene dada por el ténnino suouetaurilia [.], que designa ellran sacri-
ficio de lustraclón triple en que figuran tres animales simbólicos, tres c:spc:cic:a, de 1aI
UNA OPOSICIÓN LÉXICA POR REVISAR: SÜS y PORCUS que las dos últimas (ouiJ, laurw). notoriamente domesticadu, hacen prC3umir que
sUs. que se: les 85ooa, desi.cna tambi~ un animal doméstico; esta pre.sunci6n queda
confmnada por el hecbo de que jamis se sacrificaron animales salvajes en Roma.
Asimismo. sr. hUs (Gc) (- lato süs) designa el animal doméstico en cantidad de: ejem·
plas. Se distingue con toda seguridad, pero sólo mediante una ~alificaci6n, entre la
especie salvaje y la especie doméstica: d puerco salvaje se dice hüs 611";03. por oposi.
ción al J)UCTCO domblico. por lUto, es un hecho adquirido prehist6ricameote, ante-.
rior allatln, el que Le. 'sjj· - aro hüs se aplica a la especie trtil, que es la especie ~
m~.
En los de:mib dialectos indoeuropeos, las condiciones de empleo de la palabra no
son las misma.s. En indoiranio, sü- designa el puerco salvaje. Las formas hist6riau:
$al1INIrio. OrdioarilUJ\rotc se admite scc. sillalra, av. hü· cstin construidas sobre un tema idéntico. Según Bloomfidd. se
).- que I.r. -paño (1aJ:. poI'aIS) dcsiana el puertO dDmatieo. opuesto .1 animel parte de siI/ca-, antiluo tema que habria sido sufijado luego en -ro siguiendo el ejem-
...1~e, • J/J- (lal. .nir)¡
2.· llUC ~ rrputici6t'l diala:t&l de • porto- n~ • la cond\Id6Q de que 1610 lJa¡ lrl-
plo de otros nombres de animales como vyillhra. «tigre», y siíb-ra 5C convierte en
bw ewopcu luao practicado la crla de ¡:nJCJ"COI. sU + Jcara, «el animal que hace M por interpl"Ctación paronimica. Ademis de: av. hir.
Ahora bien, un l:UIIlCD atento ensdlari se c:ncuentnl en iranio una forma xük. que supone· Jcüldaz; el indoiranio tenia, por
l.· que: m todas I;u Impu, ea pankular el Iatin, donde ¡c mantiene la oposición tanto, una forma ¡utijada en ·k quc, en el dominio indio y avbtico, 5C refiere sola·
-sil,: -porto-, ale. tmniDos se aplican I la especie domblh, desJcaando -porto al
mente a la especie salvaje. Es que la India e ld.n no criaron jamés puercos en fecha
.,orrtDo» frcalC al adulto ·SII...•
2.. que -ptHIco ati Ilcsti¡uado de betho ell el daminlo cximlll dd Indoeuropeo. antigua. No se: encuentra ninauna mención de ena de puercos en los tutos. Puo be-
EldsdI., poc tan(!!, ll.II& c:rla indOClUopca del puerto, que le M perclIdo ltmpranamenlc mos visto, por el contrario, al estudiar los hccbos latinos, que en el dominio europeo.
m India J co lrin. la domesticación del puerco se habla adquirido mucho antes de la constitución delta-
t1n: el nombre gm&ico :ya se empleaba en l:l para la especie doméstica. Es CIte sentido
de «pnerco dorntstico» el que ellatln utiliza poco mú o menos en CllciUlliva; M sólo
m término latino uerris fonna parte de un amjuota de palabras que defigna una es el «jabalht en los contextos en que e1l&mino gm&ico bastaba.
especie panku1ar, la e¡PCClC poreina. Deben precisarse las relaciones entre los l~rmi­ Al estudiar el sentido de las palabras que san propias del latín para designar al
nos de ata serie animll1 en latin, o sea, los tres términos. uerris. sUs. porcus. mismo animal, el pul:1'CO. vemos que mrge un problema que pan:ce inri,nifLcIDle.
SUs)l porcUS ¡UD indoeuropeos por la mimla razón; amb05 tienen correspondien- pero cuyas consccuc:ncúu son butantc notaba. De5de el momento en que sUs desig~
tes en 18 mayor parte de las lenguas in<1ocuropeas. ¿Cuál es la relación de mllido7 na la C5pCCie en ccneral, y más ordinariamente la especie doméstica, desaparece la dis~
Por doquiera le plantea como el del animal salvaje y el del animal doméstico: süs de- tinción que habitualmente se plantea: al desi!l1Br 8IIlbos al puerco doméstico. sUs y
silJllaria la especie porcina en general, bajo su fonna salvaje, el «jaba1i~; porrus seria pon:us se conviertc:n en ¡in6nimos. :&tc pleonasmo asombra e invita a examinar de
exclusivamente el puerco de cría. cerca los testimonios que establecen el sentido de porcus (y no las traducciones, quc
Habna una distinción indoeuropea muy importante desde el punto de vista de la sobre ese punto son Wlinimes).
civiUzad6n matcrlal de los indoeuropeos, porque sUs es comlin al conjunto de los dia- Podremos comcm:ar a partir de uno de los términos en que el nombre del animal
lectos, desde el indoiranio al irlandés. mic:ntras que porcus queda restrín¡ido a la esfe- aparc:cc: en una relaci6n consagrada. suouetaurilia, término ya citado mAs arriba. que
ra europea del indoeuropeo y no figura en indoiranio. Esta discordancia lI:isnificaría designa el qrupamiento consqrado de tres animales sacrificados con ocu:i6n de lit
que los indoeuropeos no conocian el puerco doméstico y que la domestiCllción del ani- ceremonia lustratoria. Lit forma JUou~taurjJia es considerada irregular; en efecto, te-
mal no habria tenido lupr sino tras la ruptura de la unidad indoeuropea, cuando una nemos:
parte de los pueblos se hubo establecido en Europa.
Hoy podemo¡ preguntarnos cómo ha podido tenerse por una evidencia esta inter- 1) Un compuesto de tres tl:rmin06 de agrupamiento, pero semejantes compuestos
pretación y creer que la diferencia entre sUs y porcus reflejaba una distinción entre e.st6n atestiguados en las 1cIIauas indoeuropeas antiguas, cfr. ¡r. nykhth-émeron. «no-
puerco salvaje y puerco dom~stico. Hay que diriiine a los escritores que han tratado che y dia»; la objeción no se sostiene.
en latin de las cosu de la agricultura, Catón, Varrón, Columela, y que: emplean el
lc:D8UAje de 106 hombres del campo. Para ellos, sUs designa el animal doméstico tanto [-) nwwe_rili.: elta prkticl c,ti dQC\lmcntad" al la Pcnlnsulll: lbéricll, !:fr. al respectD A. Tov".,
como el animal salvaje. Desde luego se encuentra sia por animal salvaje, pero el mis- &L'iDsaiption du C.beiD du Frt.¡ua, ct la IaI1lUC da iusitanicm», Etuda Qltiqwn, XI (1966-67), pqi-
mo 3i"u desipa siempre la ClIpecie dorntstica en Varr6n: las minores ptCUdes. ell4Oa- no 137-168, '1 C. J. OuTofrn'Aae"H, OItJm, XtX (1967), pp. 2B·2fíl. Tambibl J. M. GOMsz..TAllANliU,
«La fuDdc)n taoa"a en d MCritldo c:c1tibtrica., IX CtMrrao~aI.ArqtlftJlorkl (Valladolid, 1965),
do menor, son O"U, coprtl. süs. tod()$ ellos animala; domésticos. brqoza, 1966, Al. 2SH76 (J. S.).
20 21
2) Una dificultad fonética. la forma Due y no o/li. Se resuelve si se fija el término que el nombre del animal adulto no implica diminutivo. De este modo. el sentido de
en 111 si¡nificación exacta y si se lo restaura en las condiciones que lo han constituido. porcus -¡que puede encontrarse en ese texto casi cuarenta veces! - es constante. No
Éste no es un compuesto ordinario, sino un yuxtapuesto que Implica no temas nomi- varia en el uso ulterior. Clcer6n lo toma en et mismo sentido: a propósito de una ullla
nalCl, sino formas cuualcs. Está fonnado por una sucesión de tres ablativos: • su Ipropiedad rústica, hacienda en el campol, escribe: abundot porro, hot!do, "gno,
antiguo ablativo de süs (cfr. siíbus. forma antigua en plural); elle ablativo npdar. fi- expresión en la que los pore; figuran con los demás animales jóvenes, ll"edi y ognl,
nalmente tauro. Son realm~tc tres ablativos yuxtapuestos. estando el conjunto sub- cabritillas y aft.ojos. Conocemos dos nombres del porquero: siibulcus «que se DCUpa
sumido como una palabra 6nica con el sufijo adjetivo -Hu, -iliD. IlIi8ctido al último de los .JUes» (paralelo de bübukws) y porr:ufDlor.· ¿qué razón habria paca forjar dos
t&mino con di5ión. 4Por qué este yuxtapuesto? Es que ha salido de la e.xp-es16n ri- términos distintos si las dos pa.labru sús y porcw fueran equivalentes en el muido?
tual en que el nombre del animal sac:rifica40 estA en ablativo: sil/acere «sacrificar por De hecho, el porcu/Qtor se ocupa de los puerros j6venes. que exigen cuidados particu-
medio de un animal". y no al animal mimto:f~+ ablativo es ciertamente la conJ- lares; d súbuJcus. de los puercos adultos. Queda establecido. por tanto. que en toda
truoción antigua. Por tanto, hacer el acto sagrado por medio de estos tres anima1Cl; la latinidad antigua y hasta la tpoca cibica, porcus [-) no designa otra cosa que cJ
agrupamiento antiBuo, consagrado. de estas tres especies en que süs es el nombre de «10rrinO». El contraste puede ahora entenderse; lo único sorprendcflte es que no se
la cspcdc porcina. Hay qllC vo1v1Cl" sobre un capituLo del De Agricultura, de Catón haya percibido hasta ahora. '1 que se haya perpetuado una traducción errónea de un
(141), texto ctlebre que descn'be la forma de proceder en la lustración de los CIUIlpol, término tao coml1n como porcus. Estllsituaci6n de 00 frente a porcus es exactamente
ceremonia de orden privado. En este texto que ha sido leido. citado "J utilizado con la del ¡rieco hDS. sQs (Gc;, ~ frente a kho&os (xoLpod. La diferencia es de aran im-
frecuencia. se trata c:Jtpresamc:nte de 101 suouetauri/io. Al proceder al aaaificio. el portancia; en el. culto dombtico o publico. no hay animal que se ofrezca mls común-
propietario del campo debe pronunciar estas pa1atns: mocte suouetaurlJibus /actenti- mente que el porcus, el puerco joven.
bus tsto; es una plelarla a Marte para que acepte esos suouetaurilia lactentia, tres Lo que nosotros descubrimos lo sabllln ya los latinos; Varrón nos da, con una eti-
animales «de leche». completamente j6venes. La demanda es formulada por squnda mologla fantasiou.. la equivalencia ob.sc:rvada exactamente. R.R. n, 1: Kporcus grae-
• vez en estns túminos: Man plIter, eivsdsn re; ergo, macte hitce suouetawiJibl4S /«- c¡¡m est nomen... quod nune eum vocunt khotron». Sabia. por tanto. que porcru sil-
tenJibU3 esto, lue¡.o Cat6n contin6a: «cuando inmoles el porcu.r, el agma, el uUu/1J.J niru:aba lo mismo que *llorron. Pero la palabraporcus existe, adc:m.ÍIi de en latin, en
sed preciso...... &lbi poraIm immolabi.J. aglUUft uiluhimQUl!, oportel... De hct;ho. el itálico. El contraste es el mismo entre :Ji y psu/ul e:o. umbro en el tex.to ritual en que fi-
sacrif"x:io comprc:nck. por tanto, a los tres animales. que son denominados esta vez guran lOiS dos. Hay que ver lo que esta opollición significa en umbra.
porr:w. agnw, Nituba. Comparemos Jos tbminos del &aerificio nominal: ro, ONU, La traducción que se da de las Tablas 19uvinas está generalmente en latin, por tan-
ta~ y los de la ofrenda real; porau, llgmu, uihl/us. Los términos se siguen ~cta­ to, es pooo límpida. Pero debemos considerar 105 adjetivos que: acompaftan a si y por-
mcn~ en el mismo orden para dcIi¡nar a 101 a.nimaIcs sacrificados. Resulta que uitu- ko. Tenemos si con Jcumitl 1") traducido por «grauida». si con flJiu. traduddo por
Jus es la crta del ttlJ41l1s. agnus es la cr1a del ouil, por- tanto. poral8 es la cria del süs¡ «lactens», Y. por otro lado. purkQ. Ahora bien. la relación de factens con sür a impo-
esto se deduce de UDa manera. por uf decirlo. matcmitica, al superponer las denomi- sible en latino La diferencia en umbro se vuelve incompn:nsibk: si la palabra umbra d
naciones rituales y las cspcdes reales del sacrif"lcio. La conclusión se: impone: porcu3 puede: designar al animal en tanto que grvuída «grAvida» y Jact~ns, «de leche», ¿qué
no puede ser mú que el «gorrino». Entre süs '1 porau, la diferencia no ti en modo puede entonces designar poreus7 La misma palabra se aplica al adulto y al recién na-
al¡uno la Q.ue separa el animal salvaje del animal domtstico: es una diferencia de cido; la diferencia de denominación no se justifica ya; por tanto, la otra palabra, pur-
edad• .nlr es el animal adulto; poma, la cría. Tenemos otro texto para abrirn<» los ka, resulta inútil.
ojos. En el De re nutiaz, de Varr6n (lib. n. cap. 1). referido a la cria de los animales, ¿Por qué esta diferencia, lI.Qul si, alIi purica, en un texto ritual tan exacto? El ~cn­
el autor da preceptos a los ganaderos. A los animales j6venes no hay que dlClite1arlos tro del problema está. de hecho, en la significaci6n deji/iu. Hay otra posibilidad ac1e-
antes de a1aunO& meslCli: 105 agni, 8 los cuatro meses. los lulaIi a los ucs meses. los mAs de la traducción consa¡rada. Pueden concebirse dos interpretaciones para Jiliuo'
porei a los dos meses. De este modo, porcus es paralelo de agnus y de luzedus. Podrfa una por IQcl~rrs, «de leche»; pero también puede pensarse en tac:lans. «que amaman-
copiarse la mayor parte del capitulo. tan numerosos son los ejemplos. VarrÓD indica ta». En efecto, el umbroJliill está emparentado con el gr. thelus y femin" que cs. en
que se reconoce los 6Uf!S de buena raza " progenie; si multos parcos parJunt. «si dan latin, «la que amamanta». "J th~/us, en griego, significa tambi~ eso. En irlandés yen
numerosos parei». En la alimentación, se suele dejar durante dos meses parcos cum lituano. una forma de esa ralt con sufijo -/- se refiere a la madre: lit. pirm-dela, ((am-
m"tribw, y un poco mAs adelante: porci qui nati hiemt! frunt exi/u propt~rI";'ol'll, mal que amamanta por vez primera)). Podemos, pues. entender el umbroflliu no co-
«los porei nacidos en el invierno... »; aquí aparece de manera significativa la relación
de pOl'CUS con nflltt!r. '''] En III inscripción de CAb~o dAs Fl'1Iguas, dlAd. cn nota anttrior, .pllTtce el thmllKl porr:om
En un arca1smo del vocabulario religio&o, 10lI porci Q.ue tienen diez dial luI1Jentur (aeuSlLlivo) (cfr. A. Toy,u.• cLalc:oaualu5itan. '1 los sustratos hispinicOllO, Acll.I drl XI Con'fmI) Internrl·
purl, «son coDliderados puros», y, por ello. son llamados sacres (anticua forma CD eiOrtrll rk Lin,(Jálim y Filololfa Rl}mtJnkv. lomo 11 (Madrid, 1968), pp. 4!H-4!17), probabltmmte tOn el
lugar de _apri a partir del adjetivo • sacris); sacres porei, viejlsima expresi6D. «los Ylllar lU.gCl"ido ¡xx Bcnw:nule (l. S.).
["1 m umbm kumfgJ, ,umio tt'I el latlo de: LLK:ilia '1 en UD pallJe dc Apulcya que lo imita, hllUbsiJd-
parei de diez. dias de edad». A5ím.ísmo. es frecuente I«tens POT'ClLf, pero nunca en- do en ti cspalIoI ,omla (- cltq60lO'. ooma 'fa indicó F. 8Ot'HELER, c:n RMí"ácha MII~m. XXXVUl.
contramos ·1Dctt!ru ms. Se encuentra un diminutivo. porr:u/u.f o poraUILS, de igual pá¡inaa S2J·52S. y Ita. IUbrarado A. Toy". en IU disc:urso de insn:so en J. Real Al3IdcmJ. de la Lmp.
forma que se e:o.cuentra agffllSl.,nelhu, uihl.Jltl.itellu.r; pero no edite ·siA:ulus, por- lA,'" th HispllflilJ: A.Jp«ltM UxkoI *", RomallÍVICiIJtI, Madrid, 1961. pp. 20-11 (l. S.).

22 23
mo (dact;clli», linO como «laetans». La cerda es denominada tan pronto «gca.uida» ble. Se ha observado la relaci6n con la¡ formas indoeuropeas, se ha discutido sobre la
como «lactanu, seg1l.n que d animal no tenga aOO a su cria o ya la haya tenido. Yen· croDolog!a posib~ del préstamo. Lo que parece cierto es que po1'$fIS en flnés supone
tonces purka se convierte en el nombre de la cria. es el. «gorrino» como lal. pon:us, y un tema el -0,- la final -as' es una adaptaci6n finesa de un tema en -o, reemplazado
la situación que CI1l de cu.ak¡u.icr forma incor:nprcnst"ble se: vuelve inteligfDle. Oc este por a, porque desde el fmougrio no se: ha tolerado o en segunda sílaba: -pone 5C
modo estamos seguros de que <:si. diferencia, ilustrada por d lartn y el umbro, es una. convierte en ¡xJmI. El radical - pomJ implica una palatalizadÓD c:aracterinica de k en
diferencia IWca heredada. El, de hecho, anterior al itilico. s. La forma original tomada por el finougrio comportaba esa palatización, realizada
En catico, el nombre que corresponde a porcus, Cll cb:ir, fontticam.ente irl. ore, ante el paso de o radical a a que caracteriza el estado indoiranio; porque la fonoa t~
es citado siempre con el grupo de pon:ws Y con la traducdÓIJ .puerco», pero la preci~ rica del indoiraoio hubiera sido, en ¡uelio, -JXlrSa; en iranio. po~; indoiranio,
si6n que esperábamos nos .la apoiU el diccionwio detallado de la Academia irlandesa - parSil. El fonetimto del préstamo finougrio nos remite a un ertado anterior al indo-
qUI: traduce ore por «puerco joven»; así. tmcmos a la serie itilica Ycéltica intcgnula iranio, pero posterior al indoeuropeo común, que implicaba una k subsistente. Seria.
en esa 1ignifiau::i6n. por tanlo, un t$tado dialectal antiguo el Que habrla precedido a la distinción del m-
En ¡erminico. 1&5 dos paLlabras correspondientes estin Tepn:scntadas por deriva· doiranio. Tal es la conclusi6n a que llegan los estudiosos de lu lenguas finougrias.
dos; por un lado, swe;n (al. .schwe;n), y, por otro, ftJrh, jtJrhm, «Ferkeht. Aqui, lu Pero les ha detenido una dificultad: que la forma prcincioirania, lupu~ta por el prés-
fonnas modernas ya lo indican, Ftrke/ es el «gorrino», especificado como diminutivo, tamo, no está atestiguada en indoiranio mismo; por eso, ha habido dudas a la hora de
mientras que swein, «puerco», derivado de sU. no implica diminutivo. El correspon- concluir.
dJentc genninico de POTCU.J atestigua inmediatamente el sentido de «puerco joven» Pero nosotros tenemos ahora la forma en el dominio oriental. Un dialecto medio-
que ha conservado. Por último, en ClIlaVO y en baltieo, Ut. PtJrsas. esl. prost; (de ahi el iranio del Este, conocido sólo desde hace pocos M.OS, el kotanb, nos permite estable-
t'U&o porostnok. que es un diminutivo suyo) se opone a ~"Yin. Ahora bien, e.ste eslavo cer la existencia y la significación de un~ palabra posa. gen. pasli. Que designa el puer-
y biltico "paiia- que corresponde aporcus tiene el sentido de «gorrino». Tenemos, co. El sentido ClI seguro porque se trata de textos traducidos del sinscrito o del tibeta-
pOr tanto, en eslavo el mismo contraste que en germánico. Esta demostración hubiera no, en los que se encuentran datac¡ones tomadas del ciclo animal: hay un afio o un
podido hacerse desde dos lados difcrente8. partiendo del ¡erminico y del eslavo, le mes del puerco. De este modo, el kotanés nos restituye la forma indoitllnia esperada:
llep a la misma constatación que partiendo sin prevenciones dellatin. De cualquier parfa. y proporciona la prueba de que - porko tamb¡m era conocido en el área in-
modo, los testimonio. mnw.erdan y la situación U::xica aparece idénlica en todos los doiranla.
dialectos occidcntaJcs. El argumento negativo no es, por tanto, vilido. Desde luego, no hay ninguna hue-
Pero ahora, en el plano indoeuropeo, el contraste de los dos ttrminos va a plan- Da de -porto al indio: pero una palabra de este gmero esti expueMa a accidentes.
tear un nuevo problema. La repartici6n de: 1a.s dos fonnu el desigual. La fonoa • siI.- Hay pueblos que, por razones religiosas, excluym al animal del sa.c:riflcio y del COIUlU-
es indoeuropeo común: cst! atesti8uada a la vez. en indoiranio y en todos los dialectos mo, mientra. que los pueblos de Europa lo han apreciado. En iranio la palabra exis-
propiamente europeos, mienttas que - porko no ap&rece en indoiranio, sino solamcn· tió, ahora lo sabemos. No hay, por tanto, ninguna dificultad para admitir que, en
te: en los dialectos europeos. principio, elt~a indoeuropeo - porkrr es común al conjunto de los dialectos; hemos
De 1CBl8. dmribuci6n dialectal y del sentido que le atribula a - sfj- ya- porko--. se constatado su presencia en iranio oriental 'J la confirmación nos viene dada por los
ha concluido que la comunidad indoeuropea no conocla del puerco máI que la especie préstamos lid finougrio.
salvaje. El sentido mismo de pora¡s denotaba, acg{m se aeia, que la ganadcrla s610 Desde lue¡o, todavía no podemos definir la significación exacta del término en
habla comenzado en Europa, trU el establecimiento de cicna.s fracciones f:micas. kotanf:s. lengua tardía del siglo vn o Vllt de nuestra era. Pero dado que .. sú- es ca-
Pero la IipiflCBción restaurada de estos té:rminos transforma el problema. Adop- mM al lndolranio y a las lenguas de Europa, si asimismo se ha empleado - porko- en
ta un sentido nuevo, dado que la oposici6n es adulto/reclf:n nacido y no salvaje/do-- iranio, es que era distinto del término - sú-. Los rasgos presuntos o establecido.s indi-
mf:stico. ¿Por qu~ entonces el Bombre del animal recib nacido (·porko-) no es coex- rcctamente concuerdan con lolii hechos seguros sacados de empleos textuales.
tensivo al nombre del animal adulto (·sU-)? Pero, ¿hay realmente semejante de:si¡ual- Todo esto, la existencia de dos pala'bras empleadas desde el periodo indoeuropeo y
dad de área entre sUs y porcus? Todo el razonamiento descansa en esta alegación de la diferencia de sentido que hemos subrayado, permite afirmar que el indoeuropeo
que no hay sefia1 de porcus en el dominio indoiranio. Ahora bien, el problema ha común "PQrlco- designaba (el puerco peque6o». La conclusi6n nesaliva de la doctri-
avanzado mucho y la afirmación tradicional debe ser rechazada en la actualidad. na tradiciomal ya no está justificada: existia, desde luego, una cría Indoeuropea del
Esa misma palabra, - porkos. esti atestiguada en un Atea contigua, pero de lengua puerco. Es lo que el vocabulario pone de manifiesto mediante la distillci6n que apare·
completamente diferente, en finougrio, por el fmés porsas. mordovés purts, y ziriano ce entre süs )' porcus, simetrica de la que se encuentra en los nombres de otros anima-
pon. les domésticos.
¡Se crtt de acuerdo en vt:r aqui un pr&tamo com6n de las lenguas finougrías con Hay que Ob6e:rvIl~ también en esta oposición entre sUs y porcus Que la djfCf"CJlcia
una forma en s de cierto estado del indoeuropeo'!, pero ¿ea qut fecha pc:netr6la pa1a~ Ibica Que separa estos dos túminos puede realizarse mis tarde en tfrrninos diferen-
bra en fmougriano'l te:'i. La opO!ici6n sUs :porr:us subsiste en toda la latinidad casi hasta la fpoca clásica,
Comtatem08 ante todo que el sentido CI seguro: «gorrino, puerco pequeñolO en fi· pero luego el vK10r propIo de süs ha pasado a porcus que ha rellenado la funci6n de
ná; para las demis ICIlIU85, los léxicos son menos prcciSOi, pcrc;l ese sentido e5 proba M
ms; en ese momento sU:! desaparece.
24 25
En las Glosas de Reicbcnau. preciosas para la tramici6n dcllatfn al franc& el t&- CAPÍTULO l
mino 00 es glosado «¡XJrcus salvaticus» (- puerco salvaje). De este modo, '00 ha
sido confinado al sentido de tlpucn;o salvaje/) y porr:us ha ocupado su sitio como PRÓBATONY LA ECONOMÍA HOMÉRICA
nombn: deltepuen:o». Pero babia que rehacer un término que reemplazara a pora¡s
en su sentido anterior: de abi, porceJlus. fr. powrr::eau.
Luego, bajo el inDujo de la lencua de los EV8D,ellos. en la que por«/Ius significa
«puerco», se rewrrc para el animal joven a un término técnico: «gorel» [«cochini-
llo»]. La expresi6n de la diferencia se ha renovado, se conserva el mismo desvio; por-
que importa mantener una distinción que nace de una realidad extralin¡Oistica, de las
condiciones de la cria.

SlllIHIrio. ~ h. ~ que d ttrmiltO de aaci6n arkppr6braon <1csi¡na d PMo-


do mcoor y, por comipicrrte, c:l.c:orderO>l, dlldo que, en UIl rebatlo tompl1S0, Jor, coro
acros ",ftr"dHI" \'OlWlluilroente m coberll (pro-I»fMi,,).
Se m.u~ que eA tesis el instarenibk:
1.-) pr6bIIrrHI ckti¡na de: partida tullo al pBado mayor tt;lmo al pn.w:. meaor¡
2.-) Q ¡riq:0I no teníaD ~ tonl~:
l.-> ~"no si,pifü:a.matdsal m Qlbcz...
De becbo. pr6IHmM. liDaWativo eSe ~Itt, ckIx- srr ~ 00(1 P/'6bOtitI
«riqueza (mueblc}lt¡ el, en lanla que -.riqllcu marchantc. PQf ~a, tJPUCIIa I
101 bieacl que dC3C&IIdD CD 101 corra (kcfmlliaJ, por lo que d wrdcro IC dmornlna
pr6baUNl.

Hemos considerlldo un problema planteado por la coexistencia de varios términos


que tienen aparentemente la misma signiflC&á6n en el interior de una misma 1eneua o
de varlu leDguu indoeuropeas.
Una situación anilop se presenta en grieao donde también tenemos, para el nomo
bre: de otra especie, la de 101 ovinos, d05 términos: ówis (<<WI() y pr6baton (xp6llacwv).
Estos dOl5 términos desi.¡oan al cordero desde 10fI textos mb anticuos.
La primera es una anticua palabra del vocabulario común, aactarncnte conserva-
da en piqo, en Iatin, l:ll stnserito Y que ahora encontramos en luwita bajo la forma
htrwJ... La segunda elti limitada al gñego; Y por la forma mis:ma puede presumjrse
que se trata ck: una creación reciente.
En Homero, ówi8 y próbaton coexisten, luCIO ówLr desaparece en beneficio de
probaton que subsisti6 sola basta la época moderna. El problc:rTUI que se plantea es el
siguiente: ¿por qué dos t~rminos distintos? ¿Qué significa el término nuevo? Porque,
para el primero, basta constatar que es una palabra indoeuropea común que no es
analizable de otro modo.
En cuanto al segundo, próbcIton. considerado en sí mismo, sin atender a lo que
desi&na. puede rela.cioninclo en griego de mancnt clara oon probalno (~),
4l.m.ardlar, avanzan•. Pero. ¿que rigníf"lCI. euctamente esta relación de «cordcro>t con
«m.arcb1.l"»1 ¿Cómo interpretarla? Hay una explicación del eomparatista alcmin
Lommel l que se ha hecho cibica, enseftada por doquiera como evidente: proba(no
significa canard1ar delante~; próbaton seria el ganado menor dado que «marcha dc:-

1 ZttiIKIvfIl/llT wrr~Spnd¡f~ .•'.4, pp. 46-504_

26 27
lante», ¿delante de qué? En ciertos paises de África se forman los rebal\os reuniendo mas el problema del sentido. Seg6n Lommel, pr6bota, como se ha visto, designa el
animales de varias especies; son los corderos los que van en cabeza. Desde ese mo- ganado menor, los corderos, en tanto que «marchan a la cahc:za» del rebano: es,
mento pr6baton designarla el animal que marcha en cabeza de un rebano compuesto pucs, para la tesis de Lommel, una condición esencial quepróbo/a sea propiamente el
de animales diversos. Esta ~plicación, admitida por Wackcmagcl, ha entrado en el «ganado menor». Pero, ¿es ese exactamente el uso de la palabra? De ningim modo.
dominio públicoj as! figura en el diccionario de Liddcll YScott. Disponemos de muchos ejemplos en 105 textos literarios y en la cpigrafia dilllectal
Es la. historia de este término 10 que debemos repasar, para Il putir de liU5 em- antigua.
pleos, ~r si el desarrollo del aentido, en el cuno de una evolución que podemos sc- Ante todo en Homero, 11. 23. 550: «TIenes en tu casa mucho oro, bronce, y pr~
guir completamente, concuerda perfectamente con la cxplicaci6n propuesta. iJat4 1 sirvientes»; ¿qué s.ignillca aquipr6botfll Bvic1cntcmcD.te, el «ganado» en geD~
Hay.que observar, ante todo, que la forma pr6baton no es la mAs comtín; los pri_ ral. puesto que no se especUlca ninguna especie. Hcrodoto escribe tÜ lema: 't&w
meros ejemplos estin en plural, t4 próbato. y el singular es en fecha anticua descono- ~ para decir «el lanado menor», lo que seria absurdo si pr6bata designara ya
cido. En Homero y Hcrodoto sOlo se empica. el plural. En particular, en Hcrodoto se d sanado menor. Por tanto, Q d gaMdo sin especificaci6n de especie ni de talla.
encuentran treinta 1 un ejemplos del plural, pero uno solo cid singular. En los poc_ Tras cu.minar todos los ejemplos, podemos afumar que en Hcrodoto el *:mino se
mu homériC03, para designar a un ánimal, es 6i.llo que se empica, jamo prólxltcm; dice: de cualquier pnado, mayor o menor. En Hipócrates, qlle c::scnDe en jonio anti·
de hecho, la única forma bomerica es próbllto -1 esto no es sólo UD <ktalle gua -y cuyo vocabulario tiene gran interés-, encontramos una opoIici6n clara entre
morfol.6gko-. Debemos hablar, no de un plural, sino de UD colectivo: Id prdbola. ]NÓ/XlUl/lfnthrÓpo/. 18..1 bestias y los hombres.
La formaprdlxlton es, por consiguiente, lo que se denomina un ringulativo: cfr. l. re- Luego, he aquf un hecho decisivo en una inscripción arcadia relativa a Atenea
laci6n de t41anta a /4Junton, de dtilcnm a d4kruon. Los nombres ¡emdccJl de anima.- Alea en Tegea: Ul ¡Al" ~ 1't~ ... Tll U ¡U!OV, «d. próbaton mayor y menor»: y
les son la mayor parte de lu m:cs colectivos: td z6a es mis antiguo que f() z80n. hay otro ejemplo semejante con ~ y ¡ua;c.w. Todo esto define claramente la peJabra
Un término nuevo, de creaci6n griega, 1 que subsiste en la lcnSUa actual es f() 6/0- designando el conjunto del ganado, todavia no especializado. Se puede fijar el mo-
gon (especificado en el sentido de «caballo~ ya en los papiros ccn:anos a nuera enI). mento en que el &entido se resbinge en «¡&Dado mcoOD. Es en ático donde se ha pro-
Hay que ver en I() á/ogon el singulativo de td á/oga «las bestias», los «desprovistos de duci.do d hecho.
razbM, para los animales mis comunes o los más útiles, empezando por los cabll1lOll. No es preciso ir má5lcjo.: sipr6bot" es primero y en todas partes «el ¡anado» co
Asimismo. en Iatin anima/iD es nWi antiguo que animD/. Es un tipo de dcsignacilm general, resulta imposible apoyar la prehistoria. del término en el. sentido de «¡anado
muy frccue:nte: una gran parte de los nombres de animales son colectivos. menor», relativamente reciente. Un segundo punto csc:ociaI: ¿cxiJti.c:ron prehistórica-
Quedan por precisar las macones moñoJógícas de t6 pr6batil a prob6ino. A pri_ mente en Grtcia ~ rebanas DÚJ:tos, a la cabeza de los cuales marchaban lo. cor-
mera vista pr6ba/on o pr6/JQra parece un compueato en -balos" un adjetivo vClbal Ocros? Estas costumbres se observan en África. nos dicc:D. Pu'o aqui.. en Greda, Ja
procedente de bafno. Pero de este modo no tendl1a su sentido normal: por ejemplo: costumbre pastoril, ¿comportaba gn.ndcs conglomerados de animales diferentes?
dboros, dúsbolOS, didbafos están canlctmzados por un sentido paBivo. para decir «lo No conoccmo! descripciones exp1lcitu, pero talemos testimonios indirectos de Ja
qllC está llberado>t, con una determinaci6n indicada por el primer miembro del com- composición de los rebatlos: son hechm de vocabulario conocidos lo que hemos de re-
puesto, o bien «lo que puede ser libcrado~. Tambi~n tenemos el sentido pasivo en el cordar. No hay nombre uniforme o compuesto wtiforme para dcsilnar el rebalto,
adjetivo simple ba/ós (¡3a'fÓ<;), «accesible». Otro valor aparece en compuestos tales 00- sino términos distintos según 108 animales, con palabras espcclfu:as para lo. rcspectl-
mo hupslbatos de sentido activo, «lo que ba subido alto, lo que ha ido a la altura». vos pastores:
Pero no es ni c:l sentido activo ni el sentido pasivo lo que conviene a pr6baton.
donde elllegundo elemento funcona como un participio presente, «que marcha». En e. exc:IUlivamentc el rebaño de coNhrar
efecto, los gramtticos antiguos hacen una distinción entre pr6boton y los adjdivos en (pastor owpólw)
-batos: segUn ellos, el dativo plural de próbaton es pr6bosj (xpó~CIG\). Tenemos ahí, · . . . . . . . . . . . .. el rebano de bueyes
por tanto, un tema consonántico; pro-bat- (xpD-¡kI.'t-) es la única forma que explica el (pastor boukd/O$)
dativo y es esa fonoa la que debe postularse. Puede justificarse desde el punto de vis- subdtlon · . . . . . . • . . . . . . el rebano de puercos
ta. morfo16gico, porque hay forma,s radicales sufijadas en -f- (cfr. scr. •jit., Iqtl·) que (pWltor SIlb6tis)
el griego ha adaptado a un tipo sufija! y a una categoria de flexión mAs conocidos: aipdlion · . . . . . . •. . . . .. el rebatl.o de cabras
(pastor a;póJO$)
frente: al scr. par;-kslt-. tenemos el griego peri-ktft..aj (Od. 11, 288); cfr. lato sucer-
dor-. Allí donde elsrieso tenía -lhet-. se lo ha normalizado en -c!ll.t-es, lo cual consti-
tuye uno de: los procedimientos para devolver a la norma formll8 /lTcaicas y algo ahc:- Hay que ohscrvar que el nombre del pastor de corderos, del «berger» (berbicar;lf"J)
rram 5. Fenómeno análogo, pero diferentemente realizado en el caso de próbaton: está hecho sobre ów;s. no sobreprdbaton.
aquí se ha recurrido a la tematización (facilitada por probata) para nonnalltar la for- Esta distinción existe, asimismo, co otras lenguas: en latin, ptCUdes dcs.i¡na a los
ma original en -boto, garantizado a la vez por el dativo plural probas/ y por el sentido corderos (cfr. pOf/), frente. armtnla «el ganado mayor». Deben compararse también
de participjo presente de la palabra. los t&minos inglescsflock y hr:rd; el inglés tiene también una serie de términos distin-
Ahora que hemos considerado la morfologia de una forma algo más precisa, VM- tos 5C:gÚD las crpccies animales.

28 29
Si encontramos sólo nombres de rebaí\os particulares, es que los ¡randes rebanos La solución viene dada por un término morfológicamente emparentado con
mixtos no cxiJúan; cada especie tenía su guardián especializado y putaba aparte. pr6bata y que aún no ba sido tenido en cuenta. Es la palabra homérica pr6busfs
He ahi un araumento decisivo contra la explicación de Lommel. La práctica de la (r¡p6l3lXcnO, derivado abstracto en ~ti· del mismo verbo probaínlJ, que s610 se encuen-
crta es bastante antigua en Grecia para que haya habido, mucho tiempo llntcs de la tra una vez en Hornero, pero en condiciones ideales para nowtros: Od. 2, 75, ktfmtlf6
época homérica, una división del trabajo entre los diversos pastoro espetialitados. te probosln le. La expresión hom!ricD designa la riqueza: pr6basis es una palabra en
Descubrimos en micénioo incluso un suqota-. que ra:pond.e al hom. suf:16ris. y un -.ro de la clase de los abstractos susceptibles de denotar una noción colcctiva. Esta a~
qoukoro que responde a bouk6lDS; se oonooc también el nombre micénioo del «cabre- titud viene ilustrada por palabras tales como 6rosls «ellaborco~, y también «la la-
ro»: oUclpattl. Parlo tanto, nada hay en la tradici6n ro en el vocabulario que perDÚta su- bor» como tierra labrada (cfr. la expra:ión francesa «marcha dans les labours»);
poner la existencia de rebanas mixtos: el segundo argwnento de Lommd estt caduoo. kJts;S trposesión» y lambién «el conjunto de Jos krtmata», como árosLJ es el conjunto
Quala. sin enharlO, la relación etimológica pr6battl/probalnlJ que partcfa impo- de las tierras labradas.
ner parapr6btzto el sentido de tcque marcha a la cabc:za». Pero incluso para un verbo Aiillli!mo, pr6bDsls designa el conjunto de los próbata; Y la oposición keimllÚJI
de una forma tan c1arI como proba/nó, no hay que temer una verificación. Ahora pr6basi.r se aplica a formas de posesioncs que derivan de dos categorías, segUn una di·
bien, cuanóo se releen 105 ejemplos uno se da cuenta de que probaínlJ no significa visión que parece esmcial en la cconomia del mundo hommco: riquezas yacentes,
nunca «marchar en cabcza», aunque todos les diccionarios lo aseguren. Hay que ver, inmóvües I riquezas móvUes. En suma, pr6basis es b KpoJhC\II.I, «todo lo que avanza
en efecto, en qué tipo de ejemplo¡ apoyan esta presunta significación. El sentido mis (en punto a riqucz.as)>>.
frccuc:ntc es, en reali<lad, «avanzar, progresar, desplazarse hacia adelante,,: este senti- Esta manera de concebir la riqueza en IUIi dos formas puede evocar, muy sumaria-
do no tiene necc&idad de ser justificado, los ejemplos son inmediatamente: cliUos: m mente, nuestra repartición en bienes «muebles» e «inmuebicsl). Para nOSQUOS los
Homero (D. 13, 18) ~ TWCri. ~~ «avanzando a grandes pasos rápidos,,; Lmu inmuebles son los ediítcios¡ los muebles, el numcnrio. FJlla Grecia homérica, la divi-
(169, 38) K~ ~ i¡4~ «de edad aVlU1ZlLda». Por tanto, siempre es «avanzar". sión se concm:a de otro modo; todo lo que «yaceD (ártaij. keimÍlia. metales preci~
Pero se instituye un segundo sentido: «marchar delante de alguien» -cosa que es 50S en lingotes, oro, cobre, hierro tambim, se opone: a td pr6bato, riquezas de pie,
completamente distinta-o Este sentido cs apoyado por tres ejemplos homéricos, to- constituidas de hecho por los rebanas, el ganado en general. Tal es elscntido depr~
dos del mi&mn tipo: lS n ~ r~fpc'U (ll. 16, 54) «que aventaja por la fuerza a los bata que hemos observado en los escritores.
demás, que supera a los otros en podCD, lo que quiere dcdr: «superior en fuerza»; Esta cxpli.cación sitúa en una nueva pc~pectiva la. economía de la civilizaci6n ho-
cfr. D. 6, 125; 23, 890. Pero es un perfecto lo que se lee en todos estos pasajcs; y se ha mérica. Lommel babla imaginado un tipo extraordinariamente primitivo de rebaftos
¡xoducido una grave confusión entre el 5C:Dtido del perfecto y el sentido del verbo: formados por grandes masas de: animales. De becho, próbata. relacionado con próbu-
probalnó. «yO avanzo, yo me dirijo hacia adelan1c», a.ri proNbika, «)'O me encuen- sU, denota una organiza.ción sDCúll mucho mis evolw;ionad.a. En la sociedad homái-
tro en posIción avanzada,,: asl n. lO, 252, ~ al 8J¡ 'KpojUprpu: para da:ir que «la no- ca. la riqueza es una realidad múltiple. considerada en 5UI mvCJ504 valores que se dis·
che csti avanzada". Por tanto. si se dice Kpofiqñ¡n u~ o xpm,l, esto sisniftc8 que tinguen en keímtJfa y pr6bato.
uno se mantiene «en posición muy avanzada a partir de todos" o «en fuerza". Efecti- La misma distinción Se ha mantenido en una ~ mucho mis reciente en aennt~
vamente, en Homero tencmOl (11. 6, 125) 'l':oAU 'l':pol)l~1'\X~ "~'¡I que signiftea «muy nico. En el mundo escandinavo tenemos una designación que rc:cucrda a pr6bata. Es
avanzado en relaci6n a todD:5". Por eso, profJo./no no si,ni!ica «marchar en cabeza», isl. gangandj I~. "¡chendes ViehH, pero donde I~ representa pecws en c:1aentido ger-
sino «avanzar», aunque se vuelva a estos ejemplos en perfecto para sacar el sentido minico, es decir, la riqueza; ¡oto lamIA traduce argúrion «platu. El sentido de la ex·
de «estar delante del'. Este sentido no hace mis que üustrar el valor normal del per- presión es la «"riqueza que andu para designar al ganado; cfr. mis abajo, cap. 4.
fecto; en cuanto a la idea de superioridad, resulta del genitivo-ablativo que indica el También se ofrece una po6ibilidad de comwación (nada mis) con el bitita iytJnt-
punto a Partir del cual se encuentra uno en situación avanzada. No hay, por tanto, di- «cordero», que tiene la forma del participio de i- (cfr. gr. eími». «ir, marchar»). No
ferencia para el sentido del verbo entre &a"t"pa. rt"po~tlhlu y los tres ejemplos citados. Es es seguro todavIa que: ése sea el nombre exclusivo del cordero y no el de una especle
un único y mismo sentido: no conviene subdividirlo en categorlas para diferenciar particular. Si el sentido se confinnara, c:1 paralelo seria sorprendente.
ejemplos unlvocos. En latln hay, por supuesto, una diferencia entre progredior, que He ahi el hecho esencial. Para el resto del desarrollo semántico no es preciso insil~
es exactamente probafnó. y praegredior. «yo marcho a la cabc:z.a de los demás". Pero tir sobre una evolución representada por muchos ejemplos, en todas las lenguas, en
probaln6 responde solamente a progredior. todas las épocas.
Desde ese momento pr6bota no significa «que marcha a la cabeza del rebafto». m sentido en el que el término genérico se restringe viene impuesto por la nociÓD
Todas las razones que apoyaban esa explicaci6n caen una tras otra: 1) pr6bata no es de la especie que prevalece; el becho cs general y está bien atestiguado:
el ganado menor; 2) el rebano griego no es compuesto; 3) el sentido de prob6ino no es
«marchar en cabez~, sino «avanzarlt.
¿Qué DOS queda entonces'? Una relaci6n entre pr6bata y proba/no, Ahora bien, asl 1al. be.rtia > fr. biche
tenemos que partir del sentido de «avanzar» para comprender esta relación: pr6btl- » > cn¡actino becha «cordcro~
ta. es «lo que avanza» -¿todavía'?-. La designaci6n aparece en sinaular, cosa cniB- lat. animal > dial. ttaJ. del norte: nimal «puerco~
málica. ¿Es privilc¡io del ganado, no «aVlUlZ8ll» todos los lUlima1cs nDrmalmente? » > otra región: nt!mal «buey».
30 31
Es siempre el animal por excelencia, la especie mejor representada, la mA:s útil lo- CAPiTULO 4
caImente, la que adopta el nombre genmco: ital. perore, «brebis».
De este modo se puede integrar próbata en grupos que se renuevan a cada instan- EL GANADO Y EL DINERO: PECU y PECUNIA
te. El sentido particular de probaton proviene de condiciones locales de ganadería; la
significación primera, en relación con probaínó. sólo puede interpretarse en el marco
de una estructura económica definida Z.

Sumario. Para todos los comparatistas, Le. ·pek", designa ll1 «gllIladal) o, en su sen-
tido máli estricto, el «cordero». El sentido de «riqunu cuando aparece con ese tl:nnino
o con SU5 derivados (por ej. lat. ptñlnia) se considera desde entonCCllsccundario y se CJI.-
plica porque deriva de una eKumsión seml!.ntica del tt:rmino que designaba en el punto de
partida la riqueza por CJl.CCIem:ia, el ganado.
El estudio de *peku Yde sus derivados en los tres grandes dialectos en que esti repre-
lICIltado -indoiranio, itálico, gcrminico- llO.I lleva 11 unl invellli6n de la interpretación
tradicional: *pekll dcsi¡na originalmente I1 "riqueza mobiliaril pcnonah., y sólo por r.l"-
peci/kQcio"e3 sucesivas es como ha podido dellignar en ciertas lenguas al «ganado», al
«ganado menor», al «cordero». La evolución cs paralela a la de prdbala (cap. 3).

En el vocabulario de la economía indoeuropea, que es una economla pastoril. hay


un término de importancia capital, .. peku. atestiguado en tres grandes áreas dialecta-
les: indoiranio. itálico, germánico. (El lituano pekus es probablemente un préstamo
tomado del germánico o de alguna lengua del Oeste.)
Todos los comparalistas están de acuerdo en ver en .. peku el nombre indoeuropeo
del «ganado» y en explicarlo por una raiz .. pek-, «esquilar». Este término designaría,
pues, el «ovino» propiamente en tanto que portador de un vellón, y se habria genera-
lizado para el conjunto del «ganado». Eso es lo que se ensei\a desde los inicios de la
grama.tica comparada.
Aquí tratamos de mostrar que esta concepción de .. peku es insostenible y que hay
que analizar nuevamente los datos. El examen nos llevará sucesivamente sobre el in-
doiranio, ellatin y el gennánico, y conducir" a conclusiones que sobrepasan el pro-
blema considerado.

I. INDOIRANIO

Las formas a estudiar son el védico paJu y el avéstico pom.


En védico, en conjunto, el sentido es el de «ganado», confirmado por diversas cir-
cunstancias del empleo: relación con vraja «establo», con gopa «pastor»; con yU/ha
«rebafl.o», etc. Sin embargo, hemos de observar:
1. O) Qu8 palu es un término colectivo que abarca todas las especies de animales
domé~ticos (caballos, bueyes) y sólo éstos: aivimJntam gomantam paíum (Rig Veda,
Z Para el conjunto de lOIi capltul03 1, 2, 3, se pllede acudir a nUClitro articulo «Noms d'animalUl en 1,83, 4);pasum aAvyam gal'yam (V, 61, S), etc.
indo-~ropéen», Bullelin de la Soclltl de Linguistique de Paris. 1949, pp. 74-103. 2. D) Que palu engloba también al hombre designado como pa§u bipedo, en el
32 33
mismo orden que d paJu cuadrúpedo: dvipáde cdtus padtca palávr (tIl, 62, 14). Y no umbro uiro pequo... salua serilu
5610 puede Inducirse de este pasaje: es la enseftanza expUcita del Satapatba-BrahmalJa latln pastorespecuaqur salua seruassis
(VI, 2, 1, 2) sobre los cinco poJu: purusam o/varo gim avim ajtIm, «hombre, caballo,
buey, oveja, chivolt, y de otros textos quc transponcn esta deflnici60 en la tcorta del para que aparezca 111 correspondencia estrecha de los fonnularios. TodO! los t~rroinos
u.crificio. sucesivos se re3ponden en la identidad etimológica, salvo cl primero, en el cual el mis·
La inclusión del hombre en el ptÚu es el indicio de: una socicd.ad pastoril en la que me sentido queda enunciado por tbrntinos distintos: es precisamente el umbro uiro,
la riqueza mobiliaria se compon1a a la vez ele hombra y de animalcs, y donde el 1&'- cuyo equivalentc latino es no uiros, sino ptlStoru. De doncle re3ulta que el umbro de·
mino palu, que ri&nificaba en principio esta riqueza mobiliaria, podia CODvcoir tanto signaba pDT ulro, unido a pequo, a los hombres cncargadw del cuidado del ganado.
a los «bipedos» QOmo a 105 tlcuadt6pedos». POI" tanto, en umbro tenemos el paralelo exacto de 1& noción de viT'Q asociado a pasu
E iranio confirma esta considcracl60. La a.sociaci6n dc los hombres y de los ani- en indoiranio.
males, implictla en la deftnición védica, queda aplici.tada por la fónnuJa avésticaprzsu Que J1lUU remite ante todo Il un valor ccon6mico, puede cncont:raJK confirmado
vira, «ganado-hombreslt, cuya antig11cdad se reconoce desdc hace mucho tiempo. en el términD k1u que, aunque emparentado con pasu- como av. /iu- con pasu-, se: ha
¿Qu~ dr:st¡na txactam.ente vira, «hombre», CD la f6nnuJa avtstica p4SU vVa de la separado de el tempranamente y conserva mejor el sentido primero. El adjetivo
que se hace eco, en el otro extrema del área indoeuropea. ellliJ'o ~quo de las Tablas ptU'lÚC.pl significa «abundante en riquezas, en posesiones», pero DO c:spc:cificamente
l¡uvinasl Para el s6nscrit0, LO.den: ha mostrado que vira. en UD contexto en que estJ. en «sanado». El una cuaJificaci6n de los dioses Agni, Indra, Soma, y se encuentra a
unido a la noción ele lanado, desipa «c:1 esclavolt. Este sentido, tanto si se toma en menudo asociado a túmin05 que dtsi¡nan la <ulqueza».
sentido estricto como si se lo atenfla como «gentes de casa, dom!sticolt, vale también Parece que todos estos ind.iclo5 permiten ver en el sentido de «glUlado_ una res-
para d vira av&tico en ptJ.fU virG. tricción del sentido mú antisuo y mis amplio de tlriqueza. mobiliaria», ap1K:ado a la
Daran05 de ello una nucva confinnacibn que sacamos de una githiz de Zaratus- principal forma de posesión en una sociedad sanadaa.
tra. En una estrofa de 8ClCDto patf:tico (Y. ~, 2), Zaratustra se queja de su impotencia
para vencer la hostilidad que le rodea por todas partes: «yO st por qut' estoy sin po-
der, oh Muda; es que soy kamna-fiu (tengo poco pasIl) y porque soy kamnll-nllT- U. LArtN
(_ tcqo pocos: hombres)>>. Las dos caliíK:adonCl: kamna-/iu, «que: tiene poco
pasu», y kamna-nar, «que tiene pocos hombra», proccc1en evidentemc;ote de: la fór- La formaciÓD de p«imia es única en latín. Ese es su valor, y esa es tambim SU d.t.
mula JNISU viro; con una transposidlm de vira en Iftlr conocida tambUu en el Avesta. iK:\lhad. Hay que insistir a'l ello tanto mis cuanto que c:rtc problema de morfolo¡1a
Es el hecho de ser pobre CI1PQSU y pobre eD.1Ulr-l0 que hace a Zaratustra «impoteD.- todavia no ha !ido trat&do. La rc:1aci60 formal depecüniD oonpecü es el de un dcriva~
te»: estas posesiones, ClUC constituyen las dos espcdes de la riqueza mobiliaria, confie- do sccunclario, que provoca el alarpmiento de la vocal nnal d.d. tema. La cuestión
ren junw d poder. A1llldiranos, pues, la locucibn kam1ul-flU- kIlmruma'- al rcpc:I1o- esencial es la del sufijo. Un paralelo de la formación dellat. p«Ü.nUz ha sido sen_lado
no avéstico de compuestos constroidol sobre la locuci6n JNlSU vir(l y que proceden entre otros por MeiIltt: es la del a. esl. -Y'1ii ( < • -ünia). Bite sufijo -ynjl forma en
por tmmnos acoplados. a. eslavo abstractos sacados de adjetivos: as1 dobry"¡i, «bondad»: dobrV «bueno»; o
En la divcraidll.d. de estos testimonios lingQistic:os se refleja l. importancia del posu nombres de persona fem.e:n.inos sacados de los masculinos corrcspondiente5: /)Ogyn)I,
para una sociedad putoril del Nordestc del Irán, cuya idcolo¡1a inspira las partes nW: «diosa»: bop «dios». Podemos aportar incluso un derivado eslavo CD -y"JI sacado
antiguas del Avesta. de un tema en ·-u-; es II'ÍYnji «a1igenuniento»: tiíiíkÜ, «ligero» (cfr. ser. ft,¡,lrú-,
NO&OtrO& nos limitaremos a la fase antigua sin seguir la historia ulterior. por otra roghú-. «ligero»).
parte conocida. de pIlSfl. Elic término antiguo se ha convertido hoy, en una parte del Podriamos retener esta comparación. Pero hay que sacar lu consecuencias. Pues-
iranio, en el nombre del «cordero». Una nueva especialización sucede, de este modo, to que enlato pecimÚ1 es un abstracto, debe, como los abstractos eslavos en -ynjJ, su~
a la que, en UD perlado mucho más antiguo, confiere a pasu el senticlo de tlganado». poncr un ad.jetivo como forma de base. Habria que considerar entonces -pelru como
Igualmente, el vira avéstico en pasu vira debe tornarse como elemento de la ri- el neutro de un adjetivo muy arcaico, que ninguna lengua habria conservado. Si esta
queza mobiliaria. Se designa por CIta locucwn al conjunto de la posClión mobiliaria consecuencia -inductable- parece demasiado audaz y si .se: juzga que postula una
privada, tanto los hombres como los animales, siendo tan pronto el hombre engloba- formación cuya cxJsteocia no podrla demostrarse de otro modo, queda la alternativa
do en el JHdu (pasu) como mencionado separadamente. de explicar peciinitl mediante los recursos de la morCologIa latina.
Puede ampliarse la misma interpretación al uiro umbro, no solamente porque la Relacionaremos entonces ptt:únÚ1 con los derivados femeninos en -nus, -nil, for-
fórmula de u;ro pt!quo procede de una herencia indoeuropea común, sino en virtud de mad05 sobre nombres en -u-: asl, Jortúna, que deriva del nombre -/OrlU- (d'r. /ar-
un iDdice eapecifico propio de dos pueblos ¡tilicos, umbral y latinea. Todavia 110 se tu;-tus), o portitrfus, OppOl1ÜIIUS, de portu-. Hay que admitir entonccs, 1.°), que La
ha prCltadO atendón a una similitud sorprendente entre el formulario umbro y UD pa- correapondcncia entre e1lat. ]J«Ü1Iia y la formación eslaVA en -y"¡¡ no el mis que
saje de la anti.ua plegaria que cita catón. En umbro una expresión ritualae repite aperente y resulta de un proceso secundario. y 2.°) que pec:imitJ Cl!I un abstracto en. -Jo
once veces: uiro pequo... m/ua serilu. «salua seruato». Comparanoslo con Catbn: formado en latln incluso sobre un derivado -nll8/-na aniIogo a portünlU. !ortÍlna
pustora peautqur &/lJua serIIassil. Basta con superponer los dos tatos: (cfr. portus y ¡onu-loo), O a'l rl,¡or sobre UD femenino en - -ni-.
34 3S
Tal es el dilema en que nos encierra el análisis de: este abstracto sin paralelo en la- es el caso de las diferenciaciones operadas en latin entre pecu. pecus. -oria. pecus.
tín: o pecUnia deriva de la misma fonnaci6n que el eslavo ·-imyi y debe relacionarse -udis. Derivan de la historia léxica dellatin y no afectan a las relaciones fundamenta-
con un adjetivo antiguo y no con el neutro hist6rico pecU. o pecunia deriva directa- les que nosotros sacamos a la luz.
mente del neutro pecU. pero por una sufijaci6n que no es inmediatamente comparable Son estas relaciones las que han sido mal conocidas. El resultado es que se inter-
a la de los abstractos eslavos en -ynji. preta de forma inexacta tanto pecii como peciinia. Y estas nociones inexactas han si-
El otro sustantivo derivado de pecu es peciilium. También aquí se trata de una do transpuestas primero por los latinos, luego por los modernos, en la traducción in-
forma que se ha quedado aislada y sin análogo entre los neutros en -;um. No obstan- genua de pecijnia por «riqueza en ganado», que todo refuta. Contrariamente hay que
te, puede precisarse su formaci6n. Entre pecO y pecu/ium hay que situar un interme- afirmar que la naturaleza real del pecit primitivo se aclara a partir del sentido real del
diario '" pecU/ia. que es a pec:U como idulia a idiis. trU:ñllis a tribus. Para la relación en- pecUnia histórico.
tre • pecii/is y pecU/ium. se comparará edil/is y edil/io (de ahí edit/ium). De pecuUum La noción de «riqueza mobiliaria», expresada por pecUnia. podla englobar otras
se saca un verbo denominativo pecu/o(r), de donde el sustantivo pecu/atus. -uso De es- especies distintas que el «ganado». Nos haremos una idea de su extensión primera por
te modo, la serie pecU/ium: pecu/o(r): peculatus se convierte en paralelo de: domi- esta noticia de P. Festo que debe referirse a una locución arcaica: pecunia sacrificium
nium: dominor: dominatus. Toda la cadena de derivados que se agrupan con pe- fieri dicebatur cum fruges fructusque offueban/ur. quio ex his rebus constant qllam
cü/ium se organiza as1 de forma racional. nune pecunillm dicimus.
Lo esencial es ahora el problema del sentido de pecünia. del sentido de pec:U/ium y Para este glosador, los fruges !ruetusque constituian la pec:iinia. Puede registrarse
de su relación con pecü. Según todos los etimologistas, pecU es el «ganado»: este valor ampliado de peeimia sin rechazar, pero interpretándolas de nuevo, las defi-
pecUnia, la «riqueza en ganado»); pecU/ium, la «parte de ganado dejado al esclavo». niciones de Varrón: pecuniosus a pecunill magna, pecunill a per:u: a pastoribus enim
Tal es la enscftanza de todos los diccionarios etimológicos y de las obras de morfolo- horum uocabu/orum origo.
gia latina, que repiten una interpretaci6n que puede decirse secular, e incluso milena- En efecto, basta leer a Varrón (L. L.) para saber lo que se entendía en su [icmpo
ria, puesto que nos viene de los etimologistas romanos, de los tres ténninos pecft. por pecUnia. Hay que s{[uar, bajo la denominación de pecunia. términos como dos,
pecUnia. pecil/ium. «dote»; arrobo. «arras»; merces. «salario»; corollarium. «propina». (V, 17S); luego
La relación formal entre estos tres ténninos es segura. Se trata de saber cómo hay multa. «multa» (177); sacramenlum. «depósito sagrado» (180); tribu/um. «tributo»
que entenderla. Para ello, hay que comenzar por establecer 10 que significa pecunia y (181): sors. «pecunia in faenare» (VI, fiS); sponsio. «depósito Que garantiza una pro-
pecillium. mesa de ma[rimonio» (VI, 70). Habia además la pecunia signa/a. el «dinero amone-
dado» (V, 169), las nuncupatae pecuniae de los textos de leyes (VI, 60); en resumen,
pecUnia cubre todos los usos posibles del dinero como valor económico o como signo
a) Pecunia monetario, pero, una vez más, nunca se refiere a la posesi6n del «ganado». Esto
quiere decir que en el uso latino, pecil y peciinill se hablan vuelto términos distintos,
No basta con haber explicado el lazo formal que une pecunia a pecii. Hay que di- debido a que, cuando pecu se especializó en la designación del «ganado», no arrastró
lucidar paralelamente la relación de sentido que resulta de la relación de derivación. a pecUnia, que ha conservado su valor primero de «fórtuna mobiliaria».
Ahora bien, se puede consultar a todos los autores de la latinidad antigua y clásica,
recorrer todas las citas de diccionarios; jamás se constataré. un lazo entre el sentido de
peciinill y el de per:iI, «rebano, ganado». En todos los ejemplos, pecunia significa b) Pecü/ium
exclusivamente «fortuna, dinero», y se def"me por «copia nummorum». Debe proce-
derse entonces por inferencia metódica sin tener en cuenta los puntos de vista tradi- 1.0 que se ha dicho de pecUnia vale también, en amplia medida, para pecUlium.
cionales. Si el derivado pecunia tiene exclusivamente. desde sus primeros emplew. el Aqui tenemos que vérnoslas con un ténnino que, digámoslo de entrada, estA aún más
sentido de «dinero, fortuna, XF1l¡¿or.~», es porque el término de base pecU se refiere lejos de pecU de 10 que estaba peciinill. Se sabe que pecitlium designa la posesión pro-
exclusivamente a un valor económico y que significa «posesión mobiliaria». Sólo as! pia concedida a aquellos que no pueden poseer legalmente: ahorro personal otorgado
se justifica el sentido constante de pec:iinia. que como abstracto colectivo, generaliza al esclavo por el amo, al hijo por el padre. La noción de «tener en propiedad» esté. en
el sentido propio de pecii. primer plano y ese haber consiste siempre en bienes muebles: dinero o corderos. No
En virtud de: un proceso distinto, completamente pragmático y secundario, • peku. tenemos que preguntarnos por qué pecii/ium se refiere a las economias del esclavo y
cuyo sentido era «posesión mobiliaria», se ha aplicado especificamente a la realidad pecUnia a la fortuna del amo: hay ah( un problema de historia de: las instituciones, no
denominada «ganado». Hay que distinguir en este análisis los dos planos teóricos: el de la forma IingUística. Constatada esta repartición, encontramos el sentido de
de la significación y el de la designación. Hay que distinguir, en consecuencia, el sen- pec:ii/ium en el derivado pecü/iiris, «propio del peciilium» o «dado en peciilium». De
tido propio de '" peku. revelado por sus derivados antiguos, y el empleo histórico de la hecho, pecu/iaris es solamente el adjetivo de pecUfium. y cualquier posesión mueble
palabra para designar al «ganado». Una vez realizada la uni6n semántica entre este puede convertirse en un pecil/ium. Se ve también en Plauto: un joven puede ser dado
ténnino, '"peku. y f!.!ta realidad, el ganado, la designación se fija por cierto tiempo. como peciilium al hijo del amo y será llamado peciifiiJris puer: es uno de los elcmen-
Pero la historia no se detiene y pueden producirse todavia nuevas especificaciones: taJ [os de la comedia de los Coptiui (v. 20, 982, 988, 1013). En las condiciones ordinarias
36 37
d~ su vida, el esclavo IlpCnas podia constituirse un p«iJlium mi¡ qu~ con lo que CSUl- Se ve, pues, que faÜJu es completamente extraño al vocabulario pastoril que com-
ha a su alcance: UD poco de dinl:ro, algunos corderos. Pero esUI limitaQ60 de hecho prende términos completamentc diferentes, como hairdtl «rcbafto. polmni, alili•.
no implica que p«Ülium deti¡nara mis una pieza de pnado que una pieza de hairdeis. «putor, ~It; awe/Ji. «re/)Q;fo. poímni»; wrijJw, «reballo, agfli••
moneda. 14mb, tecordero, oveja, p'óbaton». El entorno semántico de ¡aillu son 101 táminOl
Podemos ver, por tanto, I:n pecUJhun una segunda. prueba de que 1& noción de ba- que designan el dinero y la riqueza: ga/wi. «riqueza, ploQtOS)l; raMitoS (rabip). «rico.
se:, 1& de p«U, 00 se referta capccificamentc al ganado. En pec:ij/ium, mM que en p1rn1sio.s». y los verbos denominativ06 gobirjQn, «enriquecer. ploutfzeinlt y gflbig1Hln,
pecUnia, está lIu1nyada 1& relaci6n de pertenencia personal. aunque rcst:rin¡ida a aa-- «enriquecersc, ploutefnlt, a51 como ,silubr, «plata, argúrioolt (metal y moneda);
ta clase social. Pero la po&CSi6n en cuestión es siempre la de: un bien mueblc, ya IC to- &katls. «denario, mina, din6rion. moa.; plur. piezas de plata, arprifl.
mI: p«filium en scntido estricto o en acepcioncs f¡guradas. Poc C5tos dos rasgos, pose-- Una prueba SUplcmmtarill de que el got. fa/lru no tiene ninguna vincu1aci6n coo el
s16n personal y bienes muebles, IC dcfme también d VU'bo derivado pecJllo(r) que ha mundo de la ganadcria DOS la proporciona una relación lexica que aUn no se ha dis-
producido peoI!QOO, «aproplad6n (fraudulenta) de dinnos p6bUcoSlt. Entre estc cernido y que hay que establecer correctamente.
tUmino jur1dico y el l&mino de base pec:ú, se restablece una continuidad funcio-
nal, paralelamente a la cadena de derivación morfol6gica. Puede razonar&C' aqu1 por
• Existe en ¡:ótico un verbo gll/aih01l. b/faih01l, qut traduce el ar. pleonekteDl. con
un nombre <kvtrbativo bi/aiJ, cepleonexia)). En la 11& Epí.stola a lOll Corintios, que
analogia. Así como edü/ium. «plato agradable de comer», se remonta a edüllr. «5U$- contiene todos 105 ejemplos, Pablo emplea pleonekteilf para «ganar a a18uien. enri-
c:eptible de ser comidolt, y lo mismo que edit/is respecto a ·edw, poco más o meDO!l quectrse a sus eJlpcr1sas, explotarle». Es lo que el gótico ha traducido por bifaihon.
«manduca», ui pecfJJium. «po5esi6n mueble personal)), se remonlará a ·per:ülis. gqfailron.
4(. apropiable», y de • pecuJi1 a p«U, que hay que definir entonces como «propiedad La cll.pUcad6n dc famon aparece en el seno mismo del g6tico; jaihon es el dener
(mobiliaria)>>. Cualquiera que sea el camino escogido, nos vemos llevados a la misma minativo defaihu. La formaci6n es la de los verbos sacados de nombres en -u-: como
concJusi6n: ¡Jt!CU signiflCll «bien mueble (personal»). sidon; sidus. o Justan: Justus. La relación de sentido enlre faihon )' fllihu resulta de
los empleos de los compuestos defaihu. Puesto quefaihu designa el dinero. la rique-
za, y que falhu-friks traduce pleonéktis como fa/hu-friei y Jalhu-gelro dan pleone-
111. GBRMANIO) xfJI. se ha creado UD verbo faihon (bi-, ga.) como equivalenlc de pleonektefn en eJ sen-
tido particular de «enriquecerse a costa de al¡uiC'IDt.
La palabra ·pe/cu está atestiguada en el conjunto dcllerminico antiguo. pero el Puem06 ah~ al nórdico. La traducción habitual del antiauo noruClO lé por
sentido varia según los dialectos ., 50ft precisamente estas variacionC5 las que pueden «Vieb, Besitz, Gcldlt debe rcctificam:: es la noción de «riqueza (mobiliaria)>> 1& que
instruimos sobre el valor propio del término. DebcmOl!l c:onJiderarlo en el cantato hay que PODer en primer plano. Esto deriva de tres condiciones:
propio de cada uno de: los dialectos antiguas. 1) La ~ll.presión gangandi 1# para .¡anado~ supone evidentemente quejé solo no
De becho, en el seno delgCl1llÁniCO, la forma a. a. a. fihll (variantes/eJw. fehll) es ~lCI. «Ianadollt, sino «riqueza, fortuna,,; se ha designado por rangandi 1# la «ri-
la única que significa «ganado». En los textos traducidos della~ dapec:us. p«:UdIs. queza en pie», el "lanado»: cfr. Ir. pr6basis. pr6baton.
Y mM seneraJmente ilUMllta; cfr. adcmú /liten". ctlimsclut; ftJru4terbo, tlpCSlellt; 2) El compucstofélcr" teposesi6n com6n», de dondef¡!JIg/. «caInuada, compa-
/Th1l-Wfl71. OCV~: flltu-wiar/, .Viebwcihent. Pero se trata de l.tjniwOll; los me- iIcro» (paAdo a a. in,gI. feo/Qga, in¡l. JeUow) reclama también para /é el sentido de
cWos latinos han sido aqul como en muchos 0005 ca&OS detenninank:5. Vamos a ver «fortuna. biC'n»,110 el de «JebIlIlOlit.
en efecto que el a. a. a.fihu csl' muy alejado dd 5CD.tido que la palabra habla conser- 3) El vatio denominativo Jina sJpifica «cnriqueccrac:». por tanto, «adquirir
vado en el resto del germtoico, y que la innovaci6n o la espcdalizaci6n hay que Cll1- fortun8lt U¡); de ahf el derivado sC'CUodario I#nadr, tCriqueza», que eventualmente de-
prla a la cuenta del anti¡uo-alto-a1cmin, contrariamente a 10 que por regla comOn se signa el «rebano», pero gracias a una eapccializaci6n nueva.
admite. De olro modo. no podrla comprenderse cul1 C'5 la situaciOn de: • pelat en 101 En anti¡uo inll!!, basta consultar el ConcUe Anglo-Soxa Dictionary. de J. R.
dcmi.s dialectos y que está por describir, como tampoco el papel del término antiguer Clark Hall y Meritt, para constatar que I'oh, en el sentido -tradicionalmente puesto
alto-alcm6n mismo en la gmesis del m. lato f~dum. ctfeudo~. a la cabecera del artlculo- de: «cattle, herd», no tiene mts que un pequefl.o número
En primer lugar. hay que enminar el testimonio delg6tico. El neutro g6tico fa/hu de testimonios, que hoy habria que revisar atentamente, mientras que: la gran mayorla
desicna sólo el dinero,la «fortuna», ., jamás ha tenido relaci6n con el mundo animal. de ejempl05 le reparte en las entradas: «movable goods, propen)'" y, sobre todo,
Hc aqui un ejemplo: <unoncy. riches, treuurc». Puede decirse que floh, en antiguo ingles, !le aplica, ante
GaJulih"itun imma fa/hu giban, «prometieron darle dinero, epigrefJanto tlIlt6i aro- todo y principalmente, a la riqueza en ¡eneral o a Jos bíenes muebles, y s610 en segun-
rúrion doanfli, promiscrunt el pccuniam se daturosllt (MirtoS, 14, 11). do lusar, y butantc raramente, a esa forma de fortuna mobiliaria que constituye el
BIte ejemplo butaria para m05trar que JaiJtu, término escogido para Inlducir ceba1I.o. En el Beowu1f significa sol.amc:nte (I{riquezu o «tesorolt. y en Aclfric la locu-
er. Ichrimatll. argWion. lato p«iínill. po33Jf!8.fionl:t. se refiere adusivamente al dine- ci6n wi IJegetrdum reo. «f<lr ready mooeylt, confirma la antigoedad del &mtido. Adc-
ro, a la riqueza. Ea tambim lo que muestran los compuestos ¡:óticos de flliltu. tales mUo no hay mis que tres compuestos con 110. «ganado., frente a una treinlena de
como: lalhJifrila. d,,¡do de dinero»: p/«HtIktú, phi/6rgurm. lailnifrike;" «codicia. compuest06 conlloll. «dinero. riqueza».
P!ftHlUÚl1t. failrugaiflu. «codicia de dinero, phiJ4rprosll. etc. Puede repetirse la ObscrvaciÓl1 para el medio inglhs al estudiar los art1culOll Ji del
38 39
Middk EIIglish DictioNlry, de KuraÚl-Kuhn Clll, 430). Hay muy poco$ ejemplos del el que se oonvicrte en La dcsi¡nación y no al revb. Aqui tomamos 10 contrario de la
sentido que se ha situado a la cabec:enl, «Uve stocu. y muchos mjs de/I, como umo- relaci6n que se ha establecido desde los etimologistas latinos hasta nuestros recientes
vable propctty; posscssions in Uve stock, goods or moncy, riches, trcasure, wcalt:lm, diccionarios enttepeal y p«Üllia.
y como «mane)' as a mcdium of cxchange oc as uscd foc taxcs, tributes, ransom, bri- Puede plantearse, de hecho, que los t&m.inos que se refieren a formas divcmtS de
bc5, etc.•. posesión Ion términos generales, que denotan su relación con el posesor, pero que no
Habrla que proceder a un nuevo examen de los ejemplos y clasifu:ar Jos empleos indican nada sobre la naturaleza propia de la cosa posdda. La signifJCB.Ción smera!
seJÚll su exacto valor ronte:xtual, libcrindose del ClIquema tradicional que imponía a permite, de este modo, designaciones espcdficas que, a lo larJO de la historia, termi-
cualquier precio «ganado» como sentido inicial. Esta revisión tendria probablemente nan por vincu1ane tan estrechamente a su objeto particular Quc el sentido peral
algunas consecuencias para la historia del in81~s /« y la dd fr. fiel. anti¡uo Jft¡. Se- queda obliterado. Tenemos un claro ejemplo de ello en el gr. pr6bflsis. prdbata. AsI·
gún la explicllCión tradicional, el frincico fehu. «pnad.o», se habrla convertido en mismo, el término especifico ingl~s catt/e. fr. cheple/. remonta allat. capitale, «bien
lat. jeus, «bien mobiliario)). Se pensarla más bien que ¡ihu, como gat. /alhu. designa- principal», ya en un texto de 1114, captak. «chattel, cattle, movable goods» l. Pero
ba toda forma de bienes muebles y que ha conservado ese sentido cuando ha pasado todavia en la Edad Media tiene el sentido de «fortuna, bíencl, rentas», yel castellano
allatm. También llQui seria necesario un nuevo examen. caudal significa «bienes, riqueiUls». El paso «fortuna mobiliaria> ganado,. es carac·
tcristk:o. Pero una vez realizado, es irrevenible. De este modo, el «ganado,. es deslg·
nado con mucha frecuencia por los ttrminos que se refieren a la posesión en ¡eneral,
IV. CONCWSIONES a; decir, que se le designa simplemente como tlposcsi6n», pero nunca a la inversa.
Nuestlll interpret.a.c:i6n de ·peb y de su evolución está, pues, conforme con lo
Este esbozo ha mostrado que la concepción tradicional del •pd:u indoeuropeo que podr1a denominarse la norma de los términos de propiedad: una apelación gene·
debe ~formane por entero. Nuestra primera conclusi6n es que • peku lignifica «po- ral o gcnmca es empleada por cierta clase de productores como designación del obJe·
saión mobiliaria pcIWIllÜ». Que esta posesión esté. de hecho, I"Cpn5CDlada por el ga- to o de! elemento tipico; en calidad de tal. se difunde fuera de su medio original y se
nado, es un elato distinto que afecta a la cstructura social y a las formas de la produc- conviene entonces en la designación usual del objeto o elemento en cuesti6n. Tal es el
ción. SóLo a consecuencia de esta asociación frecuente entre el tamino • ~ku Y la caso presente. Mediante el examen comparado de los datos en trg grupos dialectale3,
realidad material de la ganaderia, al gencealizarse fUera de la clase de los productores, hemos podido seguir para • peku las etapas de este proceso y verificar, en cie:rta medi·
•¡Jeku ha llegado a signíficar «pnado» -primera especialización-, luego e.!ipccifica- da, esa reconstrucción interna.
mente «ganado menor» -segWlela espccializa.ción-, y, por último «ovino» -t.crccra Hay una última conclusión que afecta a la ctimologia. de • pekJJ-. Si la presente
y última especialización-. Pero en si mismo ~ku no desipla ni el rebafto ni ninguna demostnu:ión es considerada de recibo, echa por tierra el acercamiento tradicional
especie animal. con • pek(t)-, «esquilar». Es evidente que • ~*u, término de valor econ6mico, que no
Podemos establecer entODcea una correlación entre el sentido propio de • pe/ol asi nombra a ningún animal, no puede tener nada en común con términos derivados de
restaurado, y fU distribuci6n dialectal. Es inte:rcsa.nte observar -y los comparatistas • pek(fr, QUC son propios: de la técnica del C5Quilco y del cardado de: la lana: gr. ~kó,
no le han prestado suficiente atcnci6n- que .pekw Calta en griego. No es azar. Una «J)Cinar, cardan; p6kos, tl.vcllonl'; ~ktm. «c:squilant: plkos n., tl.venÓD»j polc{l,o,
naci6n tan importante no podia ck:saparcccr simplemente. De becho, el t~nnino indo- «esquilar la lana»; ktef3. «pcine:»: la!. ~to, «peinar, cardar»j pectm, «peinel); pe-
europeo fue reemplazado en griego por una designación nueva, que 11eva el mismo XW'. «velludo, algodonoso»; ano. asr, «1anu. Entre estas fonnas y • peJcu no hay
sentido: es hom. pr6bosis, con su equivalente mucho mis comúnpróbtzlU. Nuestro!:i- más que un parecido homof6nico. La aproldmaci6n debe abandonarse, y .peJcu.,
tudio de este ténninD (cfr. pp. 27 y ss.) ha permitido que aparezca e:xpl1cilo el mo- vestigio del vocabulario indoeuropeo mis anti¡uo, parece irreductible a cualquier ra1z
delo de la evolución que nosotrol damos J>&I' • ]Hku: en el punto de partida, un t&'- conoclda 2•
mino que dcsipa la «posesión mobiliaria». tite, por razoDCS cxtralingOisticas, se en-
cuentra aplicado Crc:cuentemcnte a la posesión de ganado; se convierte entonces en el
tmnino para «lanado» y ulteriormente para la especie de ganado predominante, el
«cordero».
Pero como se ha visto antes, esta cspecializacl6n, realizada pronto en el dominio
indoiranio, no se ha cumplido en todas partes. En latin y en una parte: notable del
gennlnico tenemos tcstimonios de ¡can antigüedad que pruebElD que el sentido prime-
ro era «posesión mobiliaria», lo cual explica toda la derivación. Esta evolución no es
reversible. En efecto, es totalmente improbable que si • ~kII habla li¡nificado pro-
piamente «ganado», hubiera podido llcpr a dcsi¡nar el «dinerQ)t y la «fortuna» en
gencnJ, que es d sentido cxclus:ivo dellat. pecimia y del ¡ot. jaiJru. I B.t.Jou-JDHNSOfol, M~ LArl" Word-/ist, 1934, p. 64.
:árta SCf"á nucstla segunda conclusi6n: en un proc::ew ltxico de esta D.I1uraleza, es ! Uoa ~ m.I1dto ni dewJalSa del (lI'CSCl1lt C111oIdio fue publicadll ni BAIdoI UDiItol en UD YOhI-
un término de 8CD.tido general el que se encuentra aplitado a una realidad específ'lC8 y IDCD. cokuJvo titulado r"rIo-EllI'OpeIRI."d IJldo-Ewo¡»Ims (C1it:qo Uni\'ttlity Ptat), t97.

40 41
SECCIÓN U

DAR Y TOMAR
CAPlnJLo,
DON Y CAMBIO

S¡¡mllrio. El !lriego tiene cinco palabru que, por regla Itnel"lll, se traduCC'fl uniforme-
mente por «clonlt. Un exawen atento ele JUI empleos muestra que corresponden de hecho
• rou lanta forDllUi dircrentel de: conl\dmar el don -lk la PUCI noción ve:rbal-, «el
darlO, • la lIrpr=¡tarl6Il Cl)Dlra~loI&I. impuc.ta por las obll¡ationeJ dc: un pacro, de WlI
aliAnza, di: uo. amidad. de Ul\lI "ospilaHd&.d•.
BJ thmloo 16tico,iId '1 sus dmn.dClll101 r=UtcZI .. una tnIdk:Kln &mDiaf~ anúqul.-
lima en 'lile 101 upc:c::t0l rdl¡io5os ~ _ . rrooóalkm fral:cmi.dad de)os, ¡¡:o-
IIlCI'daDlCI- 'J jllrldlco& ~. (del ¡:rirnm)- calla fttt'edwDeDlc itnbri¡;adQli.
LoIal'8W'eS de Iu pa!abns cmparerua.du con cilI. d6pfD. lato do¡M. pmn¡lm da-
cubrir en d puado indoeuropeo. por U,Q 1a.lSo. la priela dd qJOdaldt., '1. por otro.
~ ctlmo se dqflCi& CD qaJto para nada, dai\olt la uueilNl anli¡ua deo ....tu di:
prClti¡iolt.
La lIufU(J, cODvertlda como la,I!iidt co qru!Jael6n cc:on6mi<:a, continúa 101 camifa-
tus de los j6vcncslucrrel'05agJ1Iplldol en tomo a un jere. tl1 como nos 1011 dtlcribe Ti-
dto cD la Chrmrmitl.

INTllOOUCClON

Abordamos ahora d estudio ele UD conjunto de nociones econ6micas que l:S difI.cil
definir de modo distinto que por la suma de sus ~ ; «dan., kcambia.nt,
«comerciaD. La terminología relativa al ctlmb/o y al don constituye un capitulo muy
rico del vocabulado indoeuropeo.
Empezaremos por la idea de dar. Puede pensarse que es una idea simple; sin em-
bargo, comporta variaciones bastante singulares en las lenguas indoeuropeas y, de
una lengua a otra, contrastes que merecen examm. Además, se prolonga en nociones
que nadie pe!Ullffa asociarle. La actividad de eDmbio, de comercio, se caracteriza de
una manera especlfica en rdadóo a una noción que nos parece diferente. la del don
desintercaado, yes que el cambio es un circuito de dones mis que una operación pro-
pi.ame:nte comercial. Del cambio a la compra y a la venta, precisaremos una relación
mediante el estudio de los ténninos empleados para estos proceso.s clifenntes.
Hay en ole dominio una estabilidad lbica butante grande; los mismos términos
siguen en uso durante mucho tiempo; a menudo no se renuevan, a diferencia de lo
Que ocurre con nociones mis complejas.
forma verbal, «nosotros damos poco, pero de buen corazón». Dósis es, por tanto. «el
acto de dar». La formación en ·ti define, en efecto, un cumplimiento efectivo de la
EL VOCABULARIO C1RIBOO DBL IIlDONIt noci6n que tambitn puede, aunque no nca:sariamente, materializarse en un objeto.
La dósi3 desiana tambitn un acto jurldico¡ en derecho ático c:Il la atribución de una
Partircm09 dc la ralz -dO-, para la quc el conjunto de las ¡msuas garantiza una herencia por voluntad expresa, al rnaraen de las reglas de transmisión normaL
forma y una sianifica.ci6n constantcs. Las formas nominales muestran una estructura Hay tambim un empico médico en que d6sis designa el hecho de dar; de ahlla
antigua, la dc los derivados en -110- ., en -ro-: src. dimom, lat. dómun, 1'. d3ron cantidad dada de uo rcmtcUo, la «dosis». sin que haya ninguna idea de: regalo o de
(3Wpoy), arm., tu,.., es!., darlJ. Mediante la constancia misma de c:Iltc parecido o Cita ofrenda. La paJabn ha pasado por prtstamo scmintico al ak:min: Gilt y como el
difcn:ncia. esas formas parecen atestigual" una antigua alternancia ,.In, marca de la ¡ro lato dosU ha Rl"Vido de sustiluto a u.meJ'!um, «VCDeno», se ha hecho en aI.entAn
1bi6n arca1ca, calificada de hcta6clita. a mmudo puesta de manlfteSto por la GilJ n .• «VmCnO)t, aliado de (mir)gi/t, f. «dotlO [«dote»]. En fecha antilUll ddsls no
ooexi.stencia de derivados en -f'- y en -n-o Además, en griego tenemos una serie de for- se intafiCl"e de ninguna manera con d&vn. ni con dfNe6.
mas nominales, sólo diferenciadas por la clase de derivación, que se refieren al Por último, dor/ne. Para esta palabra, lo esencial de su empleo csti aún por defi·
«don». Son las siguientes: er. dÓS (~, d!Jron (~). dOmf ~). d6sLr (&6iN;), nir. Es el tmruno mi.5 particularizado de todos; los ejemplos son poco numeroso9,
dórfni (&ni..",), cinco túminos distintos que se traducen unifonncmente por «don». pero bien cara.cteriz:ados. Palabra jonia poética, que se encuentra en HomCTO y tlm-
El primero C$ mu~ raro: tenemos sólo UD único ejemplo. Los otros cuatro wn mu- bién en Herodoto. salió muy pronto del uso. POI" dótfni se enuncia una noción del
cho mis comunes ~ pueden coexistir en el mismo autor. ¿Se trata de un pululamiento «dOD», pero ¿de qut especie?
lbico fortuito o ha~ razones para esa multiplicidad'? Este es el problema que hemos Para decidir a Aquiles a volver al combate, se le promete, entre otras cosas, una
de aaminar. porción de terreno 000 habitante& riros y que serán sus súbditos ... ~que le honrarán
La primera forma, dÓS, es un tema en -r: es d correspondiente dellatin diJs (tema (timtsousi) como un dios mediante dótlnai y COIlSCJUirán bajo su cetro lipards rMmu-
dór-). En lattn la palabra.se ha especializado: es la «dote», el doo que la esposa. apor- tQS» (11. 9, 115-116).
ta al matrimonio, a vc:ccs tambim el don del esposo para la compra de la joven. Las dos palabras, timbousi y thánistas, son esenciales para def"mir dol(nisi. Por
Para fijar d sentido del gr. dós, que aún no se ha cspccializ:ado, tenemos un YCfSO thhnistilS, noción bastante oompkja, se entienden las prc:rroptivas del jefe; en par-
de H..todo: 3W< '.,.9/¡, &p..l al xaxi), e..m~ Mmpo (Trab. 316), .Ia dO. .. buena, ticular lo que: la ley divina exi¡e que se mUC!lre de respeto y aporte de tributo a una
pero la rapiña (JuUpax) es maJa.. porque da la muerte». Estc verso se encuentra preci- penonalidad como la de un rey. Mis importante es aÍlD la Jimi. Estc tmnino es un
samente en un pasaje en que se elogia el «don» que permite estabkcer relaciones be- derivado de rió y pertenece al grupo del ser. ctl}'tlli. e<tencr miramientos, tener respe-
neficiOlU. Dát y Iui,pax son nombra-raices y no es fortwto que no se teIlga ningún to», de una ra1z: que hay que distin.¡uir absolutamente de aqudla que lignifica «ven-
otro ejemplo; presentan la idea bajo su forma más abstracta: el «dar» es bueno, y «el gar. QStigant, gJ". point que a menudo se le asocia. Son nociones difermtes. La de
hace¡- rapil\as» l:S malo. point, que n:spoodc eu.ctament.e al av. bina. «venganza. odio)t, es la retribw;i6n
DOron y dOr'e6 parecen tener el mismo sentido. Pero cuilDdo Hcrodoto los emplea destinada a compensar un uesinato. la expiaci6n de la 5IlDgJ"e. De ahl también la
de modo concurrente, se 'le que los distingue bien, segun un pl"incipio que 00 es dif'icil transposición 5Cntimental en odio, venganza COIlIidenK1a como una I"ctribuci6n (cfr. d
de I"econoccr. Asl, III, 97: K6AXOl. ... u{1i¡J...vo~ 4 'tT)v ~f¡v ... &wjX'... q(\IWlI. leLos ha- sentido en iranio).
bitantca de la C61quide que se hablan impuClto; que se hablan tUlldo eUos rnilmol, dios, a un rey y las rentas que le son debidas por una comunidad; cs, a la vez, la set\al
aJ20rtllblUi dooes (dom) para la doreú»: dore6 es propiamente el hccho de ofrlCCC'r un de estima y la estimación, noci6n social. sentimental y tambitn econ6mica J. El valor
dOron; es un nombre abstracto del"ivado de dorfiJ (~wplw), denominativo, a su vez, de atribuido a alguien se mide por las ofrendas de que se le juzga digno: he ahi los tá"mi·
dfJron. El valor verbal ea muy nitido en dlná y explica el adyerbio d6ftán (3wpfciv) nos que aclaran doc("t.
('tico) «por don, para un don, graciosamente, por nada». Así, dorvn es el don mate- Homero. Qd. 9, 26~Z68: «hemos llegado a tus rodillas para ver si nos ofrecias un
rial, el don mismo: dóre6. el hecho de a¡xmar, de destinar como don. Oe dÓron deri- xeinéion (un don hospitalidad) O si nos dabaB una dórfni. como es la ley dc la hospi-
van dOrefsrhol (&w.pcT"'II~), «ha.cc:I" don», con el nombre de la cosa o de la persona a talidad (thémis xefndn)ll. Esta vez, en este texto que parece hecho para nustrarnos. se
quien se da como r~8imen d~ma (8wpq.t.l1), «cosa de la que se hace don, regalo que establece la relación entre la d6tfnt y los regalos usuales entre hutspcdes, scgón 188
sirve para recompensan>. tradiciones de la h05pitatidlld, de aquel que l"CCibe a aquel que es recibido. Asimismo,
D6sis es muy diferente. Nuestras traducciones no lo distinguen de doron; pem el tambim Od. 11, 350 ss. Olque Duestro hu&lped espere hasta maftana para dejarD.O&,
empleo es claro en Homero (n. 10. 213) XCX( o[ &6l1't.1;' rll"lJI~1 lo6A~. Se pide un volunta- hasta que)'O haya podido reunir toda la dólwlI.
rio para una misión pelilro.sa¡ no un dóron, porque el objeto mismo del don no exis- Huyendo de Atenas, 109 PLsi9trit1das quiel"en reconquistar la tirania de la que: han
te. ~/3 ca Wlll transposicl6n nominal de una fonoa verbal en presente o, como aqul, sido expulsados; recorren Iu ciudades que pueden estar obligllw para con e~ pata
en futwlJ: «nosotro9 le daremos, nosotros le haremos Wl don». Una fórmula donde recoger dóttnai: i\T'\POY lScax'YClc (Hcrodoto, l. 61).
se transpan:Dta a\\n el valor verbal de este abstracto estA en Homero, Od. (6,208) ~te tambi~D un verbo diJtúuúiJ. una vez ea Herodoto (Il, 180): con motivo de
-3ócnl; 3\\),frTI 'tilo ,0.'1 n-, palabras dichas por sentes que dan, y se acusan de no dar
mucho: «este doa es pequetl.o y hecho de buen corazón»; es la transposic:i6n de una I Sobre .¡mJ '1 IV. srupo. err. ti parte. h'bro 1, ClIp- ,.

46 47
la reconstrucción de un templo, que incumbe a un grupo de ciudades confederadas, la historia de estas ¡nandes asociaciones económicas medievales, que se desarrollan
los sacerdotc:l van de viDa en villa, recogiendo los dones: ~.pl.G~ ~6),\; 13w-dw.{O'II. entre los si¡los VI y VIII Y el siglo XIV, especialmente en el mundo riberei'l.o del mar del
Elitw citas aclaran una noción bastante diferente de las demis. No es sólo un pre- Norte, en FrUia, en el sur de In¡laterra }' en los países escandinavos.
sente, un don desinteresado; es un don en tanto qlle prntución contraclllDl, impllesto La institución tiene un aspecto económico y religioso al mismo tiempo: estas fra-
por las oblipdones d~ un peleto, d~ llna alianVl. de un" ami$'ud, de una hospitQ/i- ternidades estio unidas por interCSC'l económicos, y aparentemente tambi~n por un
dfld: obligaQón del xet1'lo.s (del huésped), de los súbditos respecto al rt:'j o al dios. o culto com-un. Fueron estudiadas en 1921. en la importante obra de Maurke Cahen so-
tambi&1 prestadón implicada por una alianza. bre lA libalion en l'inu' SCtlndinal'e. Según este sabio. brindis. banquete, compota·
Una va fijadll. esta significación ayuda a resolver los problemas mol6Jicos plan- ci6n, son como los ritos que celebraban los miembros de una fllltemidad: ésta. uhe·
tca40s por las variantes en la tradición latua) de estas palabras. Asi, la tradición ma~ rionnente, toma formas espcdftcas y en país gcnntnico se convierle en una asocia·
Du5Crita de Herodoto (VI, 89) se ha dividido entre la lección dótrnln y la 1a:ci6n ción económica.
dOrJn. Los corintios quieren ayudar a los atenienses, les vatden veinte bajcles, pero No obstante, el autor ha chocado con una gran dfficuhad: selún los historiadores
a un precio mu), bajo, a cinco dracmas por barro, porque la ley prohibla un don gra- modanas de la Edad Media, las ghildes CODlitituirian fen6menos cxdusivaml:nte eco-
tuito. El, por tanto, un pago simbólico el que se impone a los atenienses, pur:ato que, nómicos, de fct:ha relativamente reciente, y no se remontarían mú illlt de los inicios
seS6n la ley, no podían darse las bajeles de una ciudad a otnI. Esto ¿es dótlni o del mundo germAnico. En estas a¡rUpac;ODCS económicas, en las que las penonas es·
dónÍ? Se trata, de hecho, de una entrep sratoita. La Iccdón vilida es, en COD5C- tán vinculat1a.s por intereses comunes, no habría que buscar una supervivenda de aso-
cucncia, dOrtln, y no dotlnen. que queda excluido, puesto que cs el don araciow que ciaciones religiosas más antiguas.
prohibe: la ley, no el que acompaña a una alianza. Pero investigaciones mis recientes de historia medieval han tratado como se mere·
He aqul cómo el uso griego distingue para la misma noci6n tres nombres deriva- cen a estas conclusiones. M. Coornacrt ha esbozado, a grandes rasgos, en dos articu-
dos de la misma raiz y que. sin embargo, no pueden confundirse en nin¡dn momento. las de la Revlle Hisloriqut, 1948, la historia de esta institución. No contento con con·
Esta nociÓD se: diversifica SCBÚ}llas institucioncs y según 10 que yo deoominar~ el con- finnar el carácter antiguo y religioso de la ghildhe, el autor reprocha a Maurice Ca·
texto de la intención: ddsu. dOron. dótlni. trcs palabras para designar el don, porque hen haberse dejado bloquear por el juicio de historiadores anteriores que veda cate
hayah1 tres maneras de concebirlo 1. dominio a la interpretación comparativa.
Ahora vemos que los hct:hos se sueldan en una historia continua que se remonta
muy atrás. Se prctcndia que ghilde. latinjzación del término gemWtico, no era ante-
UNA INSlTTUClON O~ICA; LA GHILDE rior al sigio VIII, pero ahora lo conocemos en la qxx:a gaiorromana, en un texto que
data cld afto 430.
A 106 ltrminos ¡riegos CllJlJninados, vamos a anadir la palabra germánica que se ¿Qut es la ghildt? Es, ante lodo, una reunilm de fiesta, la comida sacrUíclal de
ha convertido en el nombre del «dinero», en alcmin Gefd. una «fraternidad», reunida para una comuni6n voluntaria, y quienes se un~ a ella
~ gótico, ,JId traduce ellf. ph6ros. tdmpucsto». }' el compuesto kalsara-gild. el llevan el mi!Nllo nombre. La noción de banquete sagrado está en el centro mismo de
IV. kensO$. «impuesto». Tenemos además un verbo: ITTI-&ildan. us·gifdQn. «devolver, ~ expresión. Ahora bien, nosotros la encontramos a partir del 450, es dct:ir, poco
restituir, apodid6n."i, antapodidÓlUli» y un derivado nominal ,ilstr que traduce i¡ual- déspués de la época en que el texto gótico fue fijado por escrito (hacia el 350).
mcntephóros, «impuesto». Por tanto, podemos examinar de nuevo los hechos g6l:icos desde cerca. Los térmi·
En 1u demás l~gua.s ccrmánicas, el sentido es bastante diferente: a. !sI. gjald, nos esenciales gild y fra·gJldon no tienen correspondientes más que en germAnico. Es
«recompensa, castila, pago»; a. iDgl. gie/d, «sustituto, indcmnI.zaclón, sacrificio»¡ un termino nuevo que no deja ningún recurso a la comparación.
a. a. a. gelt. «pago, sacrificio»; en composición gotekelt, «Gottesdicnst, servicio divi- Se encuentra el gol. gUd en la conocida pregunta de Lucas, XX, 22: "¿nos e5t'
no, culto». En el fris6njelde. jold. aparece el sentido particular que VIlll gencrallzar- permitido pagar tributo al asar o no'?, skllldu ut unsu kaisrml ¡ild ¡iban... ?». Bsta
se en genninico: «¡hilde de los mercaderes», que implican tambim «banquete de cor- misma pregunta, en Marcos, XIl, 14, sustituye gild por kaisaf11-gild. Un neutro gi/su,
poración». El conjunto parece bastante complejo en el seno de la sociedad germánica: es decir, .. geld-slntm, o .. geld·trum. es dado con el mismo sentido: Epfstolu a los Ro.
a la vez reliaioso, econ6mico, jurldico. Estamos en presencia de una cucati6n de im- man(M~ XIII, 6: «por esto es por lo que pagáis impuestos, fÓpou~ .u..{n».
portancia evidente que domina toda la historia económica de la Alta Edad Media: la El vcrbo/ra-gl/don sl¡nlllca ((devolver, restituin): Lucas, XIX, 8: "yo doy, gadQIl·
formación de las ghildu, problema tan vasto que no podrllllDos tratarlo aqui y que, jo (dldomi) a los pobrel» (literalmente: yo reparto mi bien entre los pobres); si al-
por lo demu, corresponde mucho mú a los historiadores que a 101 lin¡Uistas. guien es lesionado por mi, yo le devuelvo, fTTIfi/da (apodfdómi. «pagar en retorno»,
No es esa noci6n misma 10 que vamos a considerar. sino el t&mino de donde sale en este texto) el cuádruplo». Cfr. tambi~n Lucas, XIV, 12 Y 14: «Cuando prepares
una comida no convides a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus vecinos ricos, no
vaya a ser que ellos te inviten a su vez y de ahi resulte para ti Qnlapódomu la obli&a-
1 PAR llII lniUsI. mil detallado del vocabulario de! «doalO, \'tuc UUCltru utk:uJo «Don et 6chuIse cióo de devolver también la invitación», en gótico IIsguldan. En todos los demás
4&IlI1t VQl;abuJalrc fndo..europ6enlO, L "A,,,.... SodoiOliqw, l.' RriIl, t. n, 19'1, pp. '·20 (rdmPnllO c:n
ProbIIma de h'fII"/ltltlw dllhrJ~, OaUimard, 1966, p. 31'. cd. Cl,stellana, Probkmru di LinJdfnb ~ttt­
ejemplos el scntido es: ~~devolvcr a cambio de lo que se ha ra:ibido», no restituir el ob-
"'/, tr-.d. ele JUltl AImd., S1aJo XXI, Mtait:o, 1!J11). jeto mismo, nno «h8li:et un gasto que compense: aquél del que uno se ha beneficiado».
Aqui, para comprender el valor de los términos góticos, hay que plantearse el pro- un hecho al que no se ha prestado suficiente atención. Ha habido siempre una tenden-
blema, tan diflcll para ei traductor, de hacer pasar a gótico nociones Srecorromanas cia excesiva a proceder mediante una interpretaci6n inmediata del g6tico sin observar
como las de gr. ph6ros, lat. census, impuesto, censo, obligación de: obedecer a una suficientemente el esfuerzo de transposici6n que ha sido preciso y la perturbación que
autoridad superior, mientras que la tradición germánica sólo conoce pequeftas agru- de ello resulta. Estos ttrminos góticos, comparados con los del griego, cstln articula·
paciones independientes, cada una de las cuales Qbedecc a un jefe particular, sin .nin- dos de muy distinta forma.
guna idea de organización general. Otra diferencia reside en la forma en que las nociones econ6micas se han fijado,
Puede definirse ,ild en senúdo propio como un «tributo de reciprocidacb; es el re:spcc:tivamente, en lu lenguas pminicas y en las lenguas cl!sLcas. A menudo están
dcf~ho que uno adquiere personalmente pan. beneficiarse de un scrvk:lo colectivo en en relación con hechos religiosos que las alejan mAs aM entTc si en el pasado, Y se
el seno de una a¡rupación fraternal: un dm:dto de entrada (que se paga bien de una R:Blizan en instituciones di.sÜntll5.
fonna. bien de: oua) en una cofradla v;oculada por un culto común.
UlnJa ha especificado de este modo. en el vocabulario tradicional del S6tiro, co-
mo equivalente de ph6ros. un término profundamente difermtc:, gild, «contribuci6n Los GAHfOS DE PiUiSTJOIO
obligada (dada a un !VUpo del que uno es miembro y benerlCiuio)lt. Esta palabra
cvoca una «a.sociacióo de cultolt, una auténtica fraternidad que se realiza, &C prueba,. Hay que rc:aK"dar que estas fraternidades ooostituyeJl a un tiempo un grupo de so-
se refuerza en los banquetes 'J en las celebracioOCi; comunes donde se deciden los üdaridad y un grupo de comunidad alimenticia. Los dos aspectos de ~ta Institución
grandes asuntos. pueden mantenerse bajo otras formas. Lo que era grupo de consumo !le convenir'.
De hct:ho, Tidto (~rm. 22) nos habla de los conlliJIio de Jos ¡ermaR05. esos ban- con la evolución de la sociedad, en asociación de carkter econ6mico. utilitario, ca-
quetes que: son pane: esencial de su vida social y privada. Asi5ten a ellos armados, 10 me:n:ial.
cual muestra el esptritu. al mi.olmo tiempo guerrero y civil, de los asuntos que tratan; Uno de estos aspectos. la comunidad alimentaria, evoca una institución paralela
abl e¡ donde se debaten cela reconciliación de enemigos privados, la conclusión de en nuestra sociedad. Se la puede definir con ayuda dellat. daps, «banquete». Esta pa-
alianzas de familia, la eleccióo de los jefes, la paz Y la guerra, porque. seg{l.n creen lam forma parte de un conjunto etimológico bien caracterizado por la forma. pero
ellos, no hay njnpn momento m" favorable pIUll que el esplritu se abra a la fran- de significaciones diveraentes. Fuera del laUn, la ratz se eocucntl'l' en griego en ddptó
queza y &c: anime para la grandeza». (&hn:w) con un sentido ma general, «devorar», pero también en una forma nominal
Aqul tenemos la noción, tan importante. de comunión a/immtarill que es como el que se asocia estrechamente a dops, a pesar de la diferencia aparente: dap6ni
si¡no y la profundización de la fraternidad. El punto de partida de lu agrupaciones (~. «gasto». En ouas lenguas tenemos correspondientes: a. ¡s!. ID/n. ((animal de
cron6micu denominadas ghiJdu está en estas fraternidades vinculadas por un inter& sacrif'tcio. alimento de sacrificio», arm. tawn. «fiesta».
común. por una misma actividad. Y en el interior del grupo 101 banquetes. conllhlio. Se: observará que estas formas tieneo todas el mismo sufijo -no Por este lazo for-
rhi/da. iOn una de bts irntituciones mis caracterlsticu del mundo germinlco. Al «JUI- mal se vincula también -citado aparte porque no parece que esl~ asociado a él en
quirir~ frhifdan) de este modo UD deber de fraternidad, se consigue: un canon. una lU- primenl ¡'utancia- elllt1in dam,,"m < ·dap-nom. Aqul. por tanto, tcrIemos un ttu-
ma que hay que pagar. y el pago es el dinero, el ,eld. po de palabras cuya slgnlt1clld6n no siempre concuerda.
Resumimos de este modo una historia larga y compleja que ha llevado a inslitu- Daps es un término del vocabulario religioso. como igualmenLe religiosos son los
cianea y a valores colecl:ivos. Pero ese ténnino estaba primero ligado a una noción de términos annenio y escandinavo taw" y taln, respectivamente. Antiguamentl:', en épo-
orden personal: la prueba de ello es el wergeld. «precio del hombre» (con wer. «hom- ca hist6rica, daps tlene el sentido dc "banquete ofrecido a los dioses, festin de alimen-
bre»); el precio que se paga para redimirse de un crimen, el rescate. Volvamos una tación». La daps es descrita en Cat6n. De Agricultura, con una expresi6n caracterlstl-
vez mis a la GermanIo. de Tácito, cap. 21: «uno se ve obligado a abrazar a las ene- ca dcl antiguo vocabulario re:tigioso dellatln: dapem po/lucere. c<ofrecer un bllDquete
mistades del padre o del pariente pr6ximo lo mismo que a SUli amistades: pero éstas sagrado»; este tbmlno arcaico, po/lucere, se emplea para los festines de aran costo
no se prolon,lUl implacablemente; incluso el homicida puede rcdimirse mediante ca- ofrecidos a los dioses: pollllr:twm.
bezas de ganado que son una mejora para la casa". Este wergeld. «compensación del Por lo demis, diversos testimonios muestran que daps está asociado a las nocioRl..'$
homicida mediante cierto pagO», equivale al griego tísis: es uno de los aspectos anti- de abundancia, de amplios gastos, de ofrendas generosas. Sobre todo, el adjetivo da-
guos del ,eld. patir:lls. el adverbio dapatice. formas obsoletas, recogidas y citadas por Festus: dapa-
Nos encontramos, pues, aqul sobre tres direcciones de desarrollo: una religiosa, tice se acceptos dicebant antlqui, slgnifir:antes magniflce, et dapaticum negotillm am-
sacrificio, pago hecho a la divinidad: la segunda, económica, frate:rnldad de los mer- plum ac magnifir:um, «los antiguos declan que babbm rl:'cibido dapatict, lo que si,ni-
caderes: la tercera, juridica, rescate, paa;o impuesto lrili un crimen para redimirse; al ficaba de una forma maanlfic8». Por otra parte, existió un verbo dopino sacado de
mismo tiempo, medio de reconciliarse: una vez pasado el crimen y palado, se estable· daps o quizi del griego dapondn, que está muy cerca d.e él por el sentid.o. Tenemos de
ce una alilUlZa y volvemos a la noción de ghi/de. dapino un solo ejemplo, en Plauto (Capt. 897), pero caracteristico: "ternum tlbi da-
Ante todo, habla que definir estas nociones en sus vinculas y sus especifICidades pinabo lIictum (si tu dices la verdad) yo te ofreceré a perpetuidad un alimento futuo-
internu en p:rmtnico para poder medir la distancia entre estos términos, tomados en so. te mantendré a cuerpo de rey por siempre».
su signiflcacl6n auténtica, y las palabras griegas que se encarpn de traducir. Hay ahí Un testimonio directo precisa el sentido de dapJ. y dopatice. dopatic:us lo conCa-

50 5l
man: es un destin de magnificencia». Ovidio, en el libro V de los Fastos. nos muestra a la que se pertenece en virtud de un derecho que se compra, que se puede heredar,
a un pobre campesino, en cuya casa se presenta Júpiter disfrazado; luego, bruscamen- que se puede vender, que forma parte de las rentas comerciales. La economia de esta
te, revela quién es; el otro le ofrece por dQps su única posesión, un buey que hace asar institución ha dado ya lugar a muchos estudios. FJ. balance de los que tratan del ori-
entero: es lo más preciado que tiene. . gen del término es negativo: hansa no tiene etimología segura. Como no se dispone de
En griego dapanlin sígnifica «gastan), dapáne es un (Igasto fastuosO); en Hcrodo- ninguna correspondencia fuera del gennánico, es la historia germánica de la palabra
to, el término es aplicado a los gastos magnificos. Adjetivos griego daps;~h. lat. la que hay que intentar precisar.
dapsilis (calcado sobre el griego) se aplican a lo que es abundante, fastuOlio: 151. tafn Esta historia comienza con el gótico hansa. que ofrece un punto de partida preciso
es la consumición de alimento; armo tawn. la fiesta solemne. Así podremos derivar para el anlllisis, aunque no tengamos muchos ejemplos. Alguna vez hansa traduce, de
una noción general, la de «gasto con ocasión de un sacrificio que comporta amplios una manera vaga en apariencia, gr. plethos. «multitud». Pero en otros tres ejemplos
consumos de alimento); gastos ordenados para una fiesta, para el prestigio, para hansa corresponde a spetra (O'lu'ipa), «cohorte». En Marcos, XV, 16, <dos soldados
mostrar su riqueza. llevaron a Jesús al interior del patio, es decir, al pretorio, y convocan a toda la cohor-
De este modo, encontramos en indoeuropeo una manifestación social que en el te», got. a/la hansa. «totam cohortcm». De igual modo, en Juan. XVIII, 3, 12. En el
lenguaje de los etnógrafos se denomina el potlatch: exhibición y destrucción de rique- pasaje en que p/ethos es traducido por hansa (Lucas, VI, 17), si l'?lecmos entero ve-
zas con ocasión de una fiesta. Hay que mostrarse pródigo con los bienes de uno para mos que el traductor tenia que traducir sucesivamente ókh/os y p/itlws. Ha escogido
hacer ver que no se les da importancia, para humillar a los rivales mediante el delIpilfa- muma. «turba», para ókhlos, y para plethos. «multitudo», ha tomado hansa. «co-
rro instantáneo de riquezas acumuladas. Un hombre conquista y mantiene su rango si bOrle»; este cuerpo contaba, en efecto, con varias centenas de hombres, hasta un mi-
aventaja a sus rivales en este gasto desenfrenado. El pot/atch es una provocación a los llar, y podia representar una «multitud» que, en cierta fonna, se había movilizado
demás a gastar a su vez; los competidores hacen un gasto superior, de ahi un circuito para recibir a Jesús.
de riquezas acumuladas y repartidas para prestigio de unos y goce de los otros, como No es casualidad que hansa se encuentre en a. a. a., en Taciano, para traducir
Mauss ha mostrado tan bien. c:ohors. En a. ing1. hós es el «séquito de un se.iior». Es más tarde cuando m.a.a.
En indoeuropeo no tenemos claramente la noción de rivalidad: el carácter agnósti- hans(e) toma el sentido de «sociedad de comercio» con el sentido fijado luego. En la-
co, tan firme en las sociedades arcaicas, está aqui en segundo plano. No obstante, la tin tardio o en germánico latinizado, hansa designa un impuesto para la licencia de
emulación no está ausente de este gasto. De hecho está en estrecha relación (cfr. daps comercio y una unión comercial.
y dapatic:us) con la hospitalidad: se ven las raíces sociales de una institución que es El sentido de «cohorte» (militar) indica que hay que imaginarse la hansa como
una necesidad en ciertas comunidades y cuya obligación esencial consiste en un don una companla de guerreros. No se habria empleado en gótico hansa para traducir
de alimento, a condición de reciprocidad. Pero ahi tenemos nociones y temas arcaicos spetra si hubiera designado, por ejemplo, un grupo religioso o un grupo de intereses.
que se están borrando. En fecha histórica no queda de todo ello más que dDmnum De hecho, cuando Tácito, Germania. 13-14, describe las socícdades de jóvenes (rom;-
con.el sentido de «dai'l.o sufrido, lo que se ha sustraído de una posesión por fuerzu. tatus) que se agrupan en torno a jefes, nos da una imagen de lo que debía ser la han-
Es el gasto al que uno está condenado por las circunstancias o ciertas condiciones de sa. Esos jóvenes que se vinculan a un jefe, viven de sus liberalidades, recibiendo un
justicia. El espiritu campesino y la preocupación juridica de los romanos han trans- alimento abundante que ocupa el papel de soldada (14, 4). Están siempre dispuestos a
fonnado la noción antigua: el gasto fastuoso no es más que un gasto sin provecho al· seguirle, a defenderle, a ennoblecerse bajo sus órdenes.
guno, lo cual constituye un perjuicio. Damnare es afectar a alguien con un dDmnum. Es probable que estas compatUas de jóvenes guerreros que rivalizan en valor ante
con una sustracción operada sobre sus recursos; de ah! proviene la noción juridica de el jefe, mientras los jefes rivalizan en quién se hará con los camaradas más ardorosos,
damnare. «condenar». fonnaron el primer modelo de la hansa. Con la evolución de la sociedad, esta compa-
Aliado de los ténninos en que la noción antigua ha sobrevivido, hay innovaciones fila guerrera, en que se compartian ventajas y riesgos, se convirtió en una sociedad de
que crean un nuevo concepto, de suerte que al mismo tiempo tenemos dOli aspectos camaradas de otro tipo, consagrada. a la actividad económica. m término ha perma-
muy contrastados de una representación antigua. necido vinculado a una realidad nueva.

LA HANSA Y SUS ORloBNES OUBRREB.OS

Entre estas cofradias, en las que los convidados del banquete comunitario se bene·
fician de privilegios especiales -los mismos que caracterizan la gni/de en su desarro-
llo mcdieval- encontramos. en el mismo vocabulario, a la vez económico y religioso,
del germánico,' la palabra ha1lStl. muy cercana de ghi/da. Este término antiguo, que ha
sobrevivido hasta los tiempos modernos, designa todavia, entre los ribeleftos del mar
del Norte. una institución de importancia histórica y económica considerable. Las
hansas son asociaciones económicas, grupos de mercaderes; constituyen una sociedad
52 53
CAPÍTULO 6 Esto no es un arlificio. ({Toman) en indoeuropeo comporta varias expresiones.
cada una de las cuales determina la noción de una manera diferente. Si se admite que
DAR, TOMAR Y RECIBIR el sentido primero es el que conserva el hilita, la evolución que ha fijado en el resto
del dominio indoeuropeo el de «dar» se vuelve de este modo inteligible.
Igualmente arcaico es el hilo poi-o (dan). Se explica como un compuesto del pre-
verbio pe- con ~ai (atribuir, asignan), raiz atestiguada en locario ai-, «dan~,., por al-
gunos derivados nominales como el av. aefa-, «partel), ., asco Qefeis, genitivo sing.
que traduce ellat. porris.
Las nociones de «dan) y «tomar» están así vinculadas en la prehistoria indoeuro-
pea. A este respecto será útil considerar una cuestión etimológica relativa a un térmi-
no ya especializado, ellat. emo. del que anleriormente hemos mostrado que significa-
ba «toman>. En una lengua distinta se encuentra una raíz del mismo senlido, que dí-
Sumario. 1.0) El hilita, que adjudica a la ral;¡; ·do- elscntido de «tomar», invita 11
fiere de la forma latina por la inicial n- germánico *nem-, gótico niman. al. nehmen,
considcrll.T que en indoeuropeo «dar» y «lomar» se reuntan, por as; decirlo, en el gesto «loman).
(cfr. ¡ngl. lo tokr lo). He ahí dos verbos del mismo sentido, lat. em-, germ. nem-; ¿tienen entre sí una
2.°) Contra las climologias tradiciOlll¡,]es que relacionan fácilmente lat. emo '1 gol. relación etimológica? Se ha admitido frecuentemente. Pero, ¿cómo eSlablecerla mor-
"iman (al. nchmnl), pero separan rC5ul:llarncnlc ,,¡man de gr. ntmo, invocando en elida fológicamente1 Se ha recurrido a artificios: nem estaría compuesto de *(e)n + em, o,
caso argumentos de sentido, se advierte que;
a) 101. niman y gr. rrémo 51: superponen sin difICultad a poco que se: los vuelva a de una forma reducida, de ni + em. Pero para ahorrarnos estas restituciones, ha., que
l:lplar en el plano de su primera lll:CpciOn, tb:nica. exactamente ronscrvada en el SOl. considerar lo que es más importante., a lo que hasta ahora se ha prestado menos
arbi-numja y el gr. kllro-"ómos. echl:l"cdero.; atención, a saber, el sentido.
b) lat. cmo, «tomar... primitivamente en el sentido gestual, 110 puede relacionarse Las formas germánicas más antiguas aparecen en gótico. Son muy abundantes e
climol6gh..:amlllltc con el gol. nimon, de: valor originalmente jurídico. instructívas. La forma niman supone" nem-; conocemos una raiz de ese tipo, la del
gr. némó (1oI4Lw), pero la comparación debe dejarse de lado debido al sentido de
Los términos de compra y de venta no se separan de los que se utilizan para «dar» némo. que no es {(tomar». Contentémonos con indicar este punto y consideremos n;-
y «toman). La raíz ~ do- significa «dar) en el conjunto de las lenguas indoeuropeas. mano Tenemos el verbo simple y varios compuestos. con numerosos preverbios, en
Sin embargo, interviene una lengua que perturba singularmente su definición: en hiti- cantidad de empleos. Los ver-bos griegos a los que corresponden son: lambánein,
ta, diI- significa «tomar» y pai- «dan). Vista la notación fluctuante del consonantismo afrein, déxaslhai. «recibin> (muy frecuentemente sobre todo en la expresión «recibir
hitita, no podemos afirmar categóricamente que diI- sea la forma indoeuropea ~dó-; la gracia»); los compuestos con and- traducen dékheslhQ; (apo-, para-.) con gu- (an-
en teorla podrla responder a "dhe. «poner, colocar», pero es poco veroslmil. Por re- ge-nehm), «recibir, concebir, acoger», y también mente accipere, mathern. Hay, pues,
gla general se está de acuerdo en reconocer aqul -cualquiera que sea el proceso se- un predominio bastante amplio de empleos en que niman significa no «lomar», sino
mántico-la raíz "dó-; por otra parte, partiendo de "dhe- para llegar al sentido de (<recibir». En particular, hay un compuesto nominal que bien merece un examen por
«tornar», la evolución seria menos clara todavía. su significación especial y técnica: arbi-numja, «heredero». El primer miembro, arbi,
Hay que constatar en el hit. da-. «tomar», una inversión del sentido de «dar». Pa- es un término independiente que significa «herencia», al. Erbe. y que es ya notable en
ra explicarla se invoca como paralelo la forma o-da. «tomar», del sánscrito. Pero ese si mismo en el vocablo de las instituciones. Su forma es clara: es un neutro *orbhyon.
preverbio 0- es esencial ah!; indica el movimiento hacia el sujeto; con ese preverbio y que se relaciona, por un lado, con los términos célticos de igual sentido, irl. orbe,
las desinencias medias, el paso al sentido de «recibir, toman> se explica incluso en «herencia», com-arbe, «el que hereda" -la relación es incluso tan estrecha que, co-
sánscrito. El sánscrito no nos ayuda, pues, directamente a interpretar el sentido de da- mo en muchos otros casos, es posible que sea un préstamo hecho por el germánico al
en hitita. céltico-; por otro lado, con un adjetivo que puede aclarar la nociÓn,lal. orbus, armo
Para explicarlo supondremos que se ha producido entre las lenguas antiguas, pero orb, «huérfanO)), gr. orpho-. orphanós. Fuera del céltico. los correspondientes del ar-
en direcciones opuestas, un deslizamiento comparable al que se ha realizado en inglés bi designan a la persona privada de un pariente, y también al huérfano. La relación
con «tomar» en la expresión to take to, «tomar (para dar) a». Esta comparación pue- entre «herencia)) y «huérfano» parecerá algo extrai'\a. Pero hay un paralelo exacto de
de ayudar a reencontrar el lazo entre estos sentidos opuestos. El hitita y las demás sentido en otra familia de palabras. El adjetivo latino herid-, «heredero»), tiene un
lenguas indoeuropeas han especializado de forma diversa el verbo • do.., que, por si correspondiente seguro en griego en el nombre de agente kherósth, «heredero
mismo, según la construcción sintáctica, se prestaba a uno u otro sentido. Mientras colateral~) y también en el adjetivo kheros, {(privado de un pariente», fem. khera,
que el hit. dil- se ha fijado por ({toman), las demás lenguas construyen do con idea de ({viuda~).
destino, lo que equivale a «dar» l. ¿Cómo justificar esta relación etimológica? En griego homérico, kheróstts es el
que, en la familia, hereda por falta de hijos; es un colateral el que recibe un bien que
I Cfr. nuestro articulo «Don el: ibchange dans le vocabuJairc indo-europeen». ya dtado. ha quedado «abandonadO)) (khbos). Ahora bien, en gótico arbi, «herencia», deriva-
54 55
do neutro de forma "orbhyom, significa literalmente <do que vuelve III orbuslt, es de- Si paralelamente hacemos la miJma verificación para emo. ¿con que nos encontra-
cir, el bien que leealmcnte es atribuido a una persona privada por la muerte de IU pa- mos? CorrapondientCl con e- inicia! se encuentran en a. cs. imfl; en báltico. en lit.
riente inmediato. Es la misma idea que en hiris. khiriJslh. Según las costumbres indo- ¡muo idrti, ctomar». Bllatin ayuda a precisar el sentido propio de emo, que es IIreti-
europeas, un bien se trllJ1smite dirc:etamcntc al descendiente. que no por eso a: califi- rar, quitar»; eximo es «sacar aparte»; uimius corresponde a éxokhos en cuanto al
cado de heredero. No .se expcrlmentaba entonces esa necesidad juridica de pra;w6n sentido; adem.ib exemplum que, por una historia bastante curiosa, significa ((objeto
que nos hace llamar «herederolt a quien entra en posesi6n de bienes materiales. cual- puesto aparte. separado por IU caráct~ muy notorim., de ahl «modelo, ejemplo»;
quiera que ¡ea SU grado de parentesco oon el difunto. En indoeuropeo, el hijo no era promo, «sacar fuera dClt, adj. vubal promptJU; pu-imo (con el sentido del prevcrbio
designado como heredao; no iC llamaban herederos mú que aquellos que heredaban que tenemos m pe-do) «hacer desaparecer, aniquilar»; sumo (de -subs-emo), «10·
por falta de hijo; es el caso de los khirósta;' de los colaterales que se reparten un bien mar levantandolt.
que ha caldo en dcsbc:rcncia. Todo esto indica claramente que la idea de «tomar < sacar, elevar, arrancar» del
Tal el la relación entre la noción de «huérfano, privado de un pariente, bija o pa- latm no tiene ninguna relación con «lomar < recibir, acoger» del germanlco. Son no-
dre» y la de «herencia",. Esto queda ilustrado por la dcrmici6n que IC da en una fruc cione! diferentes en origen y que ponen de manirtcslo su particularidad si consegui-
de la GBmIUlKz, de Técito, cap. 20: Hendes... SJlcct!SSOfP:Sque sui adque libui. elnu- mos sorprenderlas en su primen acepción. Cada una de ellas tiene su lerreno '1 su his-
/lum leslatnentum; ~todDS tienen por herederos y sucesores a sw propios hijos y no toria; sólo al término de su evolución. y por la acepción mAs trivial, el ¡erm. n¡"'un y
hay testamentolt; si liberi 11M sunl, proximus gradus in po.ssessione frrztru, palrui, dlat. emo se parecen.
auuncuJi; «Si no hay hijos, es a los parientes próximos a los que va la posesión, JIll- Volvamos a uno, «comprar». La fonaa en que se especifica emo en latm parea:
dualmente: a loa hermanos, a los t[os paternos, a los dos maternos». confirmar que el sentido de ICcomprar)t implica una representación completamente
Eso son los arbi·"umja. El sentido literal de arbi-numja ca «aquel que recibe distinta a la de 105 tbminos de la familia de' gr. pérnimi, etc. Es evidente que emo
(numja) la herencia (arol),.. Ahora bien, ¿cuál es el término grieSQ que traduce arbi- quiere decir, ante lodo, «tomar de si, sacar de si»¡ esta posesión que afirma" se expre-
numja? Es Itliro,,6mos (dlJlO"6l¿~. También cxiste: la exprcsi6n analttica arbl "i- sa por el gesto del hombre que loma el objeto y lo saca de si. El sentido de lIcomprar.
man, CIlheredero», que traduce el griego JeJironometn (d~). ha debido encontrar primero aplicación en seres humanO$ que se loman después de
La formación del compuesto griego es instructiva. El segundo término se ~laciona haber fijado un precio. La noción de compra tiene su origen en el. gesto que conc:lu)'C
con nimó. n6mos, lIomÓS, familia de palabras riqulsima que ha sido objeto de un cs- la compra temo) '1 no en el hecho de pagar un precio, de satisfacer un valor).
tudio de E. I..arocbe (Histoire de Ül racine ncm- en rr« tmCrti, 1949), donde ac !:XI-
minan ddalladamcnte IlU cmplcoa. Esta ra1z tan importante tiene derivados muy
diversificados. La noci6n que aquJ aislamos es la del reparto lep1, un reparto cxcJu.si-
vamentc ordmado por la ley, la costumbtt o la convcnicnda, no por una decisión ar-
bitraria. En ¡riego otrGa verbos quieren decir «ecpartk»: asf dathJma,:' pero la dife-
renciaL cstriba cn que nbnó el «repartir sqtlnla conveniencia o la kylt. Por c&o, ua
puto repartido en virtud del derecho consuetudiIwio se denominad. "omós. El senti-
do de 116mO.$, «la leyll, se relaciona con la «atribución legal». De este modo, 'lImó se
defme en griego como «repartir qalmente» y tambim «oblener legalmente en repar-
to» (este: sentido ea activa incluso).
¿Es un azar si el gótico (arbi·)numja tiene la misma formación que (kllro-)n6mOl,
cuando nada pareda exigir ese verbo niman, aunque signiflcaba «tomar., para tradu-
cir Ic/ironometn? Aqui vemos cómo se produce la correspondencia, en un empleo téc-
nico, entre nmró y nlman: es que lot. nimon significa «tomar» en el senodo de «reci-
bir legalmente:» (cfr. el c:mpleo c:n que corresponde al tNkhesthai del griego), de donde
«recibir, te:ner c:n reparto, tomar». Podemos considerar esta expresión arbi "/mIln y el
compuesto arb/~"um}tl, «heredero», como una de aquellas en que sobrevivió el senti-
do antiJUo de n/mano el mismo que en griego fue el de nlm6 y condujo a formar el
termino lt/lron6mo.J, ~hcredero». Los otros empleos se explican &in gran esfucn:0 1.
De este modo, el germinico nlman no Oene nada que ver con emo. Hay que poner
una raiz lCf1Ilánica nem- que, mediante esta interpretación del sentido, ret\ne el pupo
de las fonuas indoeuropeas de • nem- abundantemente representadas en griego.

1 Pa... d.enddo de fJImó, te puede acudir. n1lellro anilisiI de lVMair en NtNrII d'~ rt IWIIV d'tIC-
dOIl M ~, Pwb:. 1941. p. 69. ) Sobn: ¡r. ~",/ YIal. toftto, crr. mis Idd.ntc, pp. S6 y 11.

56 57
CApiruLO 7 El término ... pot/s merece ser ~plicado brevemente en propiedad. Se presenta bajo
su aspecto simple con sinscrito, pdfih, «amo» y «CSposOl~, y en griego pósis. «esposo»,
LA HOSPITALIDAD o en composición, llSi despórü.
En sánscnlo, las dos especificaciones, «amo» y «esposo», están diferenciadas en
el mismo tema (poli.) por dos flexiones diferentes; pero ahl hay una distincl6n que
deriva de la evolución propia del sánscrito. En cuanto al griego pMis. término poético
por «esposo.., se enroenlra distanciado de desp6tes. donde el sentido de «amo de ta-
sa» no aparece yaj dup6lis es sólo un calmcativo de poder con su femenino dúpo;-
na, «ama», e.alificativo de majestad.
Eite término arIe¡o desp6tis y su correspondiente ser. d4m pdtiIJ forman parte de
una serie de compuesto! antiguos que tcnlan por primer clemento el nombre de una
unidad social de cxtensión variable:
s-,nNIrio. Bu tatln. Ouápcd. le dijo 1to6ttI, ltoJpes < ·ltDtJti.,.,•. ¡,Quf; lipirkaa
alCMI demwluIJ ¿~ lisniflCa d compuc5I:a'
l.-} -p«-, q_ 11: pracnta tambitD bI...Io 1M formal pot., Iat. pis (p. p6Ñ. dam pt1tifJ (amo de casa)
dfJsp6UJ, ter. JIfItih) ., -pI- (¡Iat. -pl~, i-pwT) UpDICI oriJjnaammtr la IdmtilWd peno- l/U JI (amo del clan)
MI. En el Jl'Upo funVial", dmt-es el amo que es emirrot........'c ti mismo Upmsilw-. en jiu ... (amo de la desccodcDcia)
Plaulo, desilna el amo); de csIt modo, a.u..oque lIIOI'"r~[c: d1~tc ..... deIp6Ib
deJiJn., tumo donrUnM, aquel qllC pcncnifX:a c:millCllllmalk el IJUPO familiar.
2.·) La ngcÍoo primitiva lli,¡nincada por Irostis llII la de i¡l.Ill..IdId pof m m ~ :
"lHMtu el que 1:OI1Ipc:ma lJIi doo mediante uD contra-dDll.. Como &l,I tOnUpDIldicorc P
lko IGfJ, "otros deI4n6, por IaDto. ea WI.a ~ 11 Iwaped. El lIitIllido diIico de Adcm6s de desp6tis y dam pdrifJ, el único atestiguado en varias lenguas es el rom-
lIft\em!¡o. ha detIido lpaJ'I:Il:Ill" cuando • las re!K:ioDa; de cambio de dLll • dan bu lIl- puesto que hay en sánscrito v;J·/XÍriIJ, en lituano 't'l1-fXlLf, «jefe de clan».
ctd.ldo 1M m.dones de aduliOa de mltc. dttlPa (dr. ¡r. Jt1IJtM. ~ "a·
En latln, una gran familia etimol6gica se organiza en torno a esta palabra • potts.
lranje.-ol').
J.') Dade a1ton1;:a. CJl el JaI1A le da IW WlC:'fO nombn: pan. el bu~:
~-. que ddle h1t~ qWzi. plII'tir de uD Itorn- IbstrKto. «bo.PtaLldld..1 Ñpi_
.,..1- en fonna libre o en composición. Además de hr»pes. forma los adjetivos impos. com-
pos, «que no es ... » o «que es duefto de sI mismo, de su espiritu». y el verbo ·polére.
rJat por ~ qqud que penouiTla cminenlcmc1l!t la boeoItaIdad... dct que queda el perfecto poluf incorporado al veriJo que significa «poder»: possum,
EJ CIIUdio de cfa10 nWaem de t&mhlo& rcIalhoM allmcquc, J:KadoI; lIOtn codo *1. me fonnado por el adjetivo polU en empleo predicativo: polAs n4m. pote esl. expre-
fab: '",n... QJ!DO el w. nnütw. «QfIICI bonorlrlCO qoc impllca obtlpdona • ID YUJJ.
U,. Mittll, perlOllif.-:i60. dd alDtRto pof c:.mbio (ihu(r. piII' la Iflada. VI, 120- sión que se reduce a formas simples: pos.!um, potest.
~), ' __, cn el Iat. mWlIa8, 11:1". mJlI,"-. cc:ambilldo (l1li ftiao}!l > «lDUI~. Todo elito est' daro y no habrla problemas, siendo el sentido constante y las for·
''l. mi"""', tlpucja., AGI Den wnbim. \ll1l1C11J1.brc del chuhpccb: IftIltman en . .
roo medio "1 moderno.
ma superponibles, si • polis no hubiera desembocado, en dos puntos del vea indo--
europea, en un sentido muy diferente. En lituano, proporciona el adjetivo pa13. di
Otro nombre dd «hubpcch. en iranio moderno. 1""1,, < tlryt1""'''. ranitt I \10M
mismo)) y tambi~n el sustantivo puts, llamo)) (en composición vii-pats). Paralelamen·
hoIipil.Jidad muy putkul.r. interior al srupo de 101 Arya, una de ,uyu formu .. la
"Olida por matrimonio. te se ha constituido en trano el adjetivo compuesto x~a¡-pai8ya, ((suyo propio», ~~de 51
mismo», empleado sin acepción de persona, «de mi, de ti, de él; que pertenece en
propiedad,>; x"aj es una forma irania del pronombre reflexivo ·swe. ·se antiguo, li-
El vocabulario de hu instituciones indoeuropeas oculta problemas importanles cu- teralmente, «de si mismoll, ., -paiOya un derivado del antiguo'" pOli-o Estos hechos
yos términos, a veces, no han sido aún planteados. Se ha tratado de discernirtos, a ve- son de sobra conocidos pero merecen examen atento, por la importancia., la sin¡ula-
ces de crear en parle el objeto mismo del estudio, mediante palabras reveladoras de ridad del problema que plantean. ¿En qu~ condiciones una palabra que significa
una instituci6n, cuyas huellas no s.e dejan entrever, a menudo, más que de una forma «amo» puede llegar a significar la identidad? El sentido primero de •potis está per-
fugitiva en talo cual lengua. fectamente definido y tiene un valor fuerte: «amo", de donde «esposo,. en la conyu-
Un ¡rupo de palabras se refiere a un hecho social perfectamente establccido: la galidad, o «(jefe>. de cierta unidad social, casa, clan, tribu. Pero el sentido de «si mis-
hospitalidad. la noción de ((hu~ped». FJ término de base, ellatin h03/JO. es un anti· mo,> está también completamente atestiguado. Aqul el hitita ha venido a aportar un
gua compuesto. El análisis de 1011 elementos que lo componen permite aclarar dos no- dato importante. Se encuentra en ~I de forma que responde a ·polis adjetivo o sus-
ciones distintas y que terminan por reunirse: hospes representa· hosti-per-s. El !iCgun- tantivo: por remota Que sea la fecha en que aparece, el hitita tiene un vocabulario .,a
do miembro pel- está en alternancia con pol- que significa «amo», de suerte que hos- transformado de fonna considerable; muchas nociones llevan designaciones nuevas.
pe.t significarla propiamente «el amo nel huésped». Es una designación aleo gmguJar. El hecho interesante es que el hitita posee una partlcula enclítica, -pel (-pU), cuyo sen·
Para comprenderla mejor, hay que analizar por separado los dos clementos poris y tido es «precisamente (el) mismo», partícula de identidad que remite al objeto de que
hostis y estudiar sus conexiones etimológicas. se ha tratado. He aqui un ejemplo:

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«Si un esclavo se escapa Compárese el verbo latino possidere, «poseer», salido de ·pot-sedere que describe al
y se va a un país enemigo, «pOlleecior» como aquel que está establecido sobre la cosa; la imagen ha pasado al
el que se apodera de él para devolverlo, a1emAn be3itzen; luego, también en latm, el adjetivo rompos, «que es duefio, que dis-
ése puede cogerle.» pone de si mismo». La noci6n de «poder» (te6rico) esté constituida entonces y recibe
su forma verbal de la expresión predicativa pote est contraida en potesl, que eogeDora
ta""u lR-ii huwii la conjugación possum, potesl, «yo soy capaz, yo puedo» 1.
na.S kururi KURe paizzi Mcrc:ce la pena detenerse un momento en un hecho singular: frente al scr. dam
kuiian-EOlR-pa uwatczzi pati y al gr. despdtis, el latín ha fonnado sobre el mismo radical un término equiva-
nanzan apaspit dai. lente, pero por un procedimiento distinto: es dominus, derivado secundario que entra
en una serie de dc:signacionCll de «jefes». Asi. tribunw, «jefe de la tribu», en g6tico
En este demostrativo, apiiS-pit, «este precisamente, este mismo», la particula -pi! kindins < • genti-nos, «jefe de la gens»; • druhtins (antiguo alto alemán truhtin), «je-
establece una relación de identidad. Tiene además la misma funci6n con un demostra- fe de la escolta»; piudans < ·teuta-nos «rey», «jefe del pueblo». Este procedimiento
tivo. un sustantivo, un verbo incluso. Es evidente que el empleo de esta particula res- morfol6gico, que consiste en sufJ,jar mediante ·-nos el nombre de una unidad sodal,
ponde al sentido del· potis de identidad en lituano y en iranio. ha proporcionado en latin y en germánico las denominaciones de los jefes de agrupa-
Una vez fijados el sentido, la forma y el empleo en estas lenguas, se descubren cioneS políticas o militares.
otras formas que se les unen según todas las probabilidades. La particula lit. pat sig- De este modo, por vlas independientes, las dos series ser rcúnen: aqui por un sufi·
nifica «justamente, precisamente», como el hitita -peto Compárese ellatin utpote, cu- jo, alli por un compuesto, se ha designado al amo a partir de la unidad social que re-
yo análisis debe rectificarse. No significa etimol6gi~amente «como es posible» (con el presenta.
pote de pote est)o sino «en tanto que precisamente», con pote marcando la identidad; Es 16gico ahora volver al compuesto que ha provocado este análisis, hospes, para
utpote identifica fuertemente la acci6n con su autor, el predicado con aquel que lo estudiar esta vc:z el término inicial, hostis. En los términos comunes al vocabulario
asume. También hay que tener en cuenta la posposici6n latina -pte en suopte (Festo: prehistórico de las lenguas de Europa, éste tiene un interés particular: hostis, del la-
suopte pro suo ipsius), «c1 suyo propio, el suyo de este mismo»; quizá también, pero tin, responde al gasts del gótico y al gaslf del antiguo eslavo, que tiene, además, gos-
con menos seguridad, ¿es ése el misterioso -pse de ipse? En cualquier caso, limitándo- pod1. «amo», formado como hospes.
nos a los dos hechos latinos y al lituano pato constatamos la supervivencia de un em- Pero el sentido del got. gast. antiguo eslavo gostí, es «huésped», el dellatin hostis.
pleo de • pot- para sefta1ar la persona misma y referirle la posesi6n de un predicado «enemigo». Para explicar la relaci6n entre: «huésped» y «(enemigo» se admite, por re-
enunciado en la frase. A partir de cotonces, lo que se consideraba un empleo aislado gla general, que ambos derivan del sentido de «cxtranjero», que todavia está atesti-
se convierte en un indicio importante y nos muestra la significación propia de potis. guado en latín; de donde «Extranjero favorable .... huésped», y «extranjero hos-
Tan es dificil concebir cómo una palabra que designa «el amo» ha podido debilitarse til .... enemigo».
hlllita significar «él mismm>, como comprender c6mo un adjetivo que marca la identi- A decir verdad, «extranjero, enemigo, huésped)), son nociones globales y bastante
dad de la persona, que significa «c1 mismo», ha podido asumir el sentido propio de sumarias que exigen ser prc:clsadas, interpretadas, en su contexto histórico y social.
«amo». Este proceso, qUe aclara la formaci6n de un concepto de institución. se verifi- En primer lugar, hay que ceftir la significaci6n de hostis, Nos ayudan a ello los auto-
ca en otras partes; varias lenguas llegan a designar «el amo» mediante un término que res latinos mismos que proporcionan una serie de palabras de la misma familia y tam-
significa «el (si)-mismo». En ellatin hablado, en Plauto ipsi.fsimus indica «el amo (la bién empleos instructivos del término hostis. Aquél conserva su valor arcaico de «ex"
ama), el patr6n», el «personaje» el mismo, el único que es importante. En ruso, en tranjero» en la ley de las Doce Tablas. Tcsti¡:o este texto: aduersus hostem aelerna
boca de un campesino, sam «él mismo» se refiere al «scfl.or». En una comunidad re:s- aue/oritas est(o)), donde ninguna palabra, a excepción del verbo ser, es empleada con
tringida, pero importante entre los pitagóricos, autOs épha (mOlí ~), «él lo ha dicho el sentido que tiene en latin clásico. Hay que entender: «frente a un extranjero, la rei-
él mismo», especificaba por aulós el «maestro», «el amo» por excelencia, Pitágoras, vindicaci6n en propiedad debe persistir eternamente», no se abole jamls cuando es
y la fórmula se empicaba para una cita auténtica. m danés, han s)iJlv, «er selbst», contra un extranjero contra quien se ha introducido. De la misma palabra hostis, Fes-
tiene la misma significación. to dice: eius enim generis ab antiqui.s hostes upellabcmhu quod erant pari iure eum
Para que un adjetivo qUe significa «si mismo~~, se amplie hasta el sentido de populo Romano, atque hostire ponebatur pro aequarc:. «Se les llamaba hostes porque
«amo», se precisa una condici6n: un circulo cerrado de personas, subordinado a un eran de igual derecho que el pueblo romano, y se decia host;re por aequare.» De esta
personaje central que asume la personalidad, la identidad completa del grupo hasta el noticia se deduce que hostis no es ni el cxtranjero ni el enemigo. Hay que proceder de
punto de resumirla en si mismo: solo él la encarna. la equivalencia hostire - aequare. de donde redhostire glosado por «refere gratiam»
Eso es lo que se produce en el compuesto ·dem-pol(i)-, «amo de casa». m papel en Festo. Este sentido de hostire está atestiruado también en Plauto: Promitto hosti-
del personaje denominado de este modo no es ejercer un mando, sino asumir una re-
presentaei.6n que le da autoridad sobre: el conjunto familiar con el que se identifica. 1 Para el estudio semintico de: ,. pat(i).. R puede IClldir a nuestro articulo «Problllmes Scm6ntiq1lC5 de
Un verbo derivado de • poti- como ser. pát)'Qte, lato potior, «tener poder sobre al- la reconRruetioo", Ward X, o.· 2-3, 19S4 (y Probfi",es de f¡"pialiqw fInIra", Oallimard, 1966, pp. 301
guna cosa, disponer de alguna cosa». marca. ya la aparición del sentido de «poder». Y15.).

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re contra ut merueris. «Te prometo un servlClO reciproco, como tú 10 mereces.» o"lW~e~XCI'ro (verbo de pacto) 'It4ut(o)v 8wpa. XCI\ &~Ó¡4e:YO~ me.: 'ItClp' 4x~(VDU (Heródoto, m,
(Asin. 377). Se encuentra en el sustantivo hostimen/Um glosado «bem:ficii pensatio. 39). Mauss (Revue des Études Grecques, 1921) encuentra un ejemplo de la misma ins-
compensaci6n de un beneficio» y también «acqrmmentum. igualizacióm>. De una téc- titución entre los tracias. Jenofonte quiere concluir acuerdos para el revituallamiento
nica más especializada sale hostus, ténnino arcaico de la lengua de los agricultores, ci- del ejército; un consejero del rey le dice que si quiere permanecer en Tracia y tener
tado y explicado en Varr6n, R. R .• 1, 24, 3: hostum vocant quod ex uno facto olei re- grandes riquezas no tiene más que hacer dones al rey Seutes y éste le devolverá más
flci/Ur, cese llama hostus al aceite que se obtiene en una sola operaci6n de prensado». (Anábas&f, VII, 3, X, 10). Tucicides (11, 97) da el mismo testimonio respecto a otro
En cierta forma, el producto como contrapartida. Otro término técnico es hostorium. rey tracia, Sitalccs: para él es más vergonzoso no dar, cuando se le ha solicitado que
bastón para igualar el celemIn de forma que su nivel sea constante. El viejo pantc6n lo haga, que no recibir cuando se ha pedido. En la civilizaci6n tracia. que parece ha-
romano conocia, según san Agustin, una Dea HostmM que tenia por tarea igualar las ber sido bastante arcaica, este sistema de obligaci6n conservaba todavia gran fuerza.
espigas o hacer que el trabajo realizado fuera exactamente compensado por el pro- Una de las expresiones indoeuropeas de esta institución es precisamente el término
ducto de la cosecha. Finalmente, una palabra muy conocida, hostia, se vincula a la latino hostia, con sus correspondientes g6tico gasts y eslavo gospodl. En fecha históri-
misma familia: designa propiamente ccla victima que sirve para compensar la c61era ca, la instituci6n habia perdido su fuerza en el mundo romano: supone un tipo de re-
de los dioses», por tanto, una ofrenda de rescate, lo que distingue hostia de uiclima laciones que ya no era compatible con el régimen establecido. Cuando la antigua so-
en el ritual romano. ciedad se convierte en naci6n, las relaciones de hombre a hombre, de clan a clan, se
Es un hecho sorprendente que en ninguna de estas palabras aparezca la noci6n de abolen; s610 subsiste la distinci6n de lo que es interior o exterior a la ciuitas. Por un
hostilidad, si dejamos a un lado hostis. Nombres primarios o derivados, verbos o ad- cambio, cuyas condiciones precisas no conocemos, la palabra hostu ha tomado una
jetivos, terminas antiguos de la lengua religiosa o de la lengua rural, todos atestiguan acepci6n (chostil» y en adelante s6lo se aplica al enemigo.
o confinnan que el sentido primero es aequare, «compensar, igualan>. En consecuencia, la noción de hospitalidad ha sido expresada por un término dife-
Pero, ¿cómo se une hostis a él? Se deduce de la definición anteriormente citada rente en el que, sin embargo, subsiste el antiguo hostis, pero compuesto con ·pot(i)s:
de Festo: quod erant pari jure cum popu/o Romano. Por ah! se define la relación en- es hospes < '" hostipe/ot-s. En griego, el huésped (recibido) es elxénos y el que recibe
tre hoslis y hostire; «los hastes tenian igual derecho que los Romanos». Un hostis no el xenod6khos (e~vD8óXO~' En sánscrito, atithi. «huésped (recibido)>> tiene por correla-
es un extranjero en general. A diferencia del peregrinus que habita fuera de 108 limites tivo atithi-pati. «aquel que recibe»: la formaci6n es paralela a la dellatin hospes. Fl
del territorio, hostis es «c1 extranjero, en tanto que se le reconocen derechos iguales a que recibe no es el «amo» de su huésped; como se ha visto -pot-. no tiene el sentido
los de los ciudadanos romanos». Este reconocimiento de derechos implica cierta rela- de «amo» en origen. Otra prueba de ello es el g6tico brUjJ-fajJs, «joven casada,
ci6n de reciprocidad, supone una convención; no se dice hostia a todo el que no es ro- VÚIt'IO~, «cuyo equivalente es BrlJutigam. Se ha creado sobre britp. ccjoven casada», la
mano. Entre ese extranjero y el ciudadano de Roma se establece un vinculo de igual- designación correspondiente para el «joven casado», bien con· potis como en g6tico
dad Y de reciprocidad, lo cual puede conducir a la noci6n precisa de hospitalidad. brUP-faP, bien con guma, «hombre», como en el alemin BrlJutigam.
Partiendo de esta representaci6n, hostia significara «aquel que est" en relaciones de La formaci6n de '" ghosti- (hostia) atrae la atenci6n: parece ser una palabra abs-
compensación», que es el fundamento de la instituci6n de hospitalidad. Eate tipo de tracta en -ti que se habría convertido en una calificaci6n personal. Todos los antiguos
relaciones entre individuos o grupos no puede dejar de evocar la noción del potlatch compuestos en -poti- tienen, en efecto en el primer elemento, una palabra general,
tan bien descrita e interpretada por Marccl Mauss en su memoria sobre «Le Don, for- que designa un grupo: asl, "'dems-poti, jiJs-pati. Se comprende mejor entonces el sen-
me primitive de I'échange», Année Soci%gique. 1924. Este sistema, conocido entre tido literal de '" ghosti-pets. hospes. como la encarnaci6n de la hospitalidad. De este
las poblaciones indias del noroeste de América, consiste en una serie de dones y con- modo asumia el sentido definido antes para polia.
tradones: un don crea siempre en el asociado la oblisaci6n de un don superior, en vir- De este modo, la historia de hostis resume el cambio que se ha producido en las
tud de una especie de fuerza constrictiva. Ea. a la vez, una fiesta unida a fechas y a instituciones romanas. También xénos, tan caractcrlstico como «huésped» en Home-
cultos; un fenómeno econ6mico en tanto que circul.aci.ón de riquezas; un vinculo entre ro, se ha convertido mis tarde simplemente en el ccextranjero», el no-nacional. En el
las familias, las tribus, e, incluso. sus descendientes. derecho ático hay una graphe xenfas. que se hace contra un «extranjero» que quiere
La hospitalidad se aclara mediante el pot/atch, del que es una forma atenuada. Es- hacerse pasar por un «ciudadano». Pero unos no ha llegado al sentido de «enemigo»
tá. fundada en la idea de Que un hQl11bre está vinculado a otro (hostia tiene siempre un como hostis enlatin.
valor reciproco) por la obligación de compensar cierta prestación de la que ha sido
beneficiario. El mecanismo semántico descrito para hostis tiene UD paralelo en un orden distinto
La misma instituci6n existe en el mundo griego bajo un nombre distinto: xénos de ideas y en otra serie distinta de términos. Se trata de aquellos que se han sacado de
(EtvoQ indica relaciones del mismo tipo entre hombres vinculados por un pacto que la raiz "'mei. «cambiar», scr. ni-mayate. ccél cambia», y principalmente del término
implica obligaciones precisas que se extienden también a los descendientes. La xenia latino muniis « "'·moi-nos; cfr. la forma arcaica moenua). Esta palabra estt caracteri-
a~v!CX), puesta bajo la protecci6n de Z~us Xénios, implica intercambio de dones entre zada por el sufijo -nes, cuyo valor ha estudiado Meillet (Mém. Soc. Ling. t. XVII) en
los contratantes que declaran su intención de unir a sus de5cendientes por este pacto. pignus, facinus, funus, finus. palabras todas cUas que, como münus, se refieren a
De ese modo actúan tanto los reyes como los hombres privados: «(policrates) habia una noción de carácter social; cfr. también scr. rek-na~, «herencia», etc. En efecto,
concluido una xenla (con Amasis) y se hablan enviado mutuamente presentes», E¡;v(7lY miinus tiene el sentido de «deber, cargo OflCial». Ha formado derivados adjetivos: mu-
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1Ii.!. iflmúnu. commún.LJ. Este 6lúmo tiene un paralelo en gótico: CQ-mllins, «,eJnf!;rr». la «IIDÚIt8d~, el «cootrato» pueden pn::cisane: en el con1exto en que nosotros )os vol·
Pero, ¿cómO asociar la noci6n de «cargo~ que expresa mimll.J y la de ou;:ambio» VClllOl a lituar: se trata uo de la amistad sentimental, sino del contrrlfo en tanto que
que: la raiz; indica? Festo nos pone en el camino al d.ermir miDrw como «donum quod se basa en un cambio. Para representar estas nociones tal como una sociedad antigua
offtcü CQWV dD/tU». En efecto, por mílnw se designa, en las tareas del magistrado, las practicaba y viv1a, refatmonos a una escena. homérica que da de ella una i1ultra·
los CIpCCÚlCUlos y 106 jUCJOli. La noci6n de tu;:ambio» queda implicada por ahi. Al e6n que podrla ca1ific1rlC de «socio16gicu. Se trata de un epjaodlo célebre del can·
nombrar a alguien magistrado, se le dan ventajas y honor. Esto obUp., a cambio, a ".m..
to VI ele la 1Iía<Ia. lW-236 (cilados por la tnIducción [fnn=a ele] Maron).
contrapreslaciones en forma de gastos, en particular para 105 espectáculos, ju&l.ifu:an- Glauco ., Diomedes, frente a frente, y tratando de conocem:, descubren que sus
do de este modo ese «cargo oficial» como «cambio». Entonces se comprende mejor la padre! estuvieron vinculados por loslaros de la hospitalidad (174). Diomedes se defi-
a1ianza gratus ef munis (Plauto, Me~. 105) y el sentido arcaico de ;nmúnis como (<in- ne entonces respecto a Glauco:
¡ratus», es decir: que no devuelve el beneficio recibido. Si munus es un don que obli-
ga a un cambio, inmimis es aquel que no cumple con esa obligación de restituir. Esto «SI, tú eres para mi un hu~sped (uTllos) hereditario y desde hace mucho
queda confirmado en céltico por el irlandéll mo;n (mam). «objetos preciosos», dag- tiempo (215).. , asi, yo soy tu hu6spcd en el corazón de la Argólidc y tú eres
momi. «1oa doncs. los beneficios». Por oonsiguicnte. commünis no s1¡nif1ca que «re- el mio en Licia, el d1a en que yo vaya a ese paL!. Por eso. 'apartcmOl los dos
parte los carS();lI», aíno propiamente «que tic:ne al común tnJinia•. Ahora bien, cuan- la jabalina uno del otro (224-226)••• Troquemos mu bkn nuestras anDas, a
do este sistema de compensacióD juca:a en el interior de un mismo cirrolo, dctc2mina fin de que todos sepan aqut que nos vanqloriamos de ser huéspedes hem!i·
una «comunidad», un conjunto de hombres unidos por ese: lazo de reciprocidad. tariOilt (230-231).
Ast, C5te mecanimlo complejo de dones. que aigen contradones por una especie
de fuerza coactiva, tiene lUla expresi60 mis en los términos derivados de la ra1z Esta situaci6n da, a cada uno de los contratantes, derechos mis fuertes que: el in-
• rMh como mÚIfUS. Si no tuvitramos el moóelo 4e la imtituci6n, KT1a dificil captBr t~ común, nacional; derechos que son, en su principio, htteditarios. pero que con-
el sentido de los términos que • cOa se rcfic::ren, porque es, en una. noc:Um precisa y viene renovar periódicamente mediante dones e intercambios para que sigan !riendo
técnica, donde estos términos encuentran IU unidad y IUS relaciones propIas. personales; por eso, las putea proponen el iutercambio de ms armas. «Habiendo ha·
Entonces se plantea una cuestión: ¿no hay una expresi6n simple para «dan~. para blado de esta manera, saltan de sus carrOi, se toman las manos, empeftan su fideli-
un don Q.ue no exige un contra-don7 La respuesta ya la sabemos. Sale de un desarro- dad. Pero en este momento Zeus... priva a Glauco de su razón, puesto que, al trocar
llo anterior: existe una raiz indoeuropea, la dellat. do, dOnum, gr. dóron. Hemos vis- sus armas con Diomedes.... ¡le da oro a cambio de bronce, el valor de cien bueyes a
to anterionnentc (p. S4) que la prehistoria etimológica de '" do- no es simple, y que cambio de nucv:cl» (232-236).
datos cn apariencia contradictorios se cruzan cn ella. No obstante, en fecha histórica, De este modo, el aedo ve a1li una engaftifa: en realidad, la desigualdad de valor
la noci6n de «dar» está vinculada propiamente en todas partes a las formas de ·dO-. entre los dones es buscada; el uno ofrece armas de bronce. el otro dtvue/...e anoas de
y en cada una de las lenguas (ulvo en hitita) se constitu)"C en formaciones paralelas. oro; uno ofrece el valor de nueve buC)'CS, el OUo se: siente obli¡ado a devolver el valor
Si en griego el Wmino dÓron no indica en si mismo y de IIUlDml univoca el ((don» sin decicnbu~.
devoluci6n, el sentido del adverbio din'e4n, «patuitamcnte, por nada». csti ahi para Este episodio es idóneo para l:V0CllT las representacioncs que acompañan, en esta
garantizar que el «donlt cs don desinteresado. sociedad, al tipo de: compromiso que nosoUos denominamos cccontrato», y para de·
Hay que mencionar, adcmu.1as formas sacadas de: una ra1z di.itinta, poco conoci· volver a su propio valor un término como el ser. mitra-o Asl ca C$C: mitra- enue Dio-
da y poco representada, que hay que rCltaurar en su hnportaneia y en su antigOCdad: medes ., Glauco. cambio que vincula y obli¡a; eso mismo ilustra d anttisis formal del
es la ra1z .gj•. De eDa deriva el verbo aj-ui. «dar» en tocarlo, 10 miimo que el bitita t&mino. Ese sufijo -In:l- puede formar tanto un nombre de agut~ como un nombre
pai- (fonnado por el prevcrbio pe. + ai-), «dan. El griego ha conservado su forma de ínstru.mellto. el género ¡ramatical varla scfIÍD que la acci6n lea obra de un il1ltJ"\l·
Domina! (1m, (s'toar.), «lote, parte». En oseo, un abstracto, ·ai-fi. «parte», csti atesti- mento o de un hombre: de ahI, aliado del neutro mitram. el masculino mirras. Po-
guado por el eenitivo singular getelJ. que corresponde, en cuanto al sentido, al geniti- dríamos preguntar a la mitologia, buscar en el papel de Mitra el recuerdo de su origen
vo latino JKlrfls. Finalmente, la onomá.l5tica iliria nos proporciona el nombre propio etimoI6.ico. Pero antes hay que ampliar el inventario dc las nociones formada¡¡ a par-
Aefor, que es el nombre de llJente de esa misma rm 0;-. He ah1 el punto de partida tir de la misma rm y que se emparentan con las que estudiamos.
de una nueva expresi6n para «dar» concebido toma «asignar una parte». Muy cerca de • me;- está una forma· meH sufijada en -f-. que: aparece en el verbo
Volviendo a los término:s de la familia etimo16Jica que esté. representada en IaUo latino müto. «cambiar». «intercambiar». Se precisad. su significaciÓD comparando el
por mDIlUS e inmiinLr. comiinu, en tndoiranio pondrCIDOli ele manifiesto un derivado adjetivo mÜ1U1Lf, «rcciprooo. de uno a otro». Hay que conriderar+ ademis, tul empleo
que tiene: una importancia conJidc:rable y una formad6n singular. El una personifica- particular del adjetivo: múrua peciUtig. «dinero prestado o tomado a prbtamo)t, uf
ci6n divina, el dios indoinmio Mitra. formado de • nvl- en forma mludd&. con el sn- aJmo el verbo derivado del adjetivo de este empleo: miltuáre, ccpedi.r dinero en présta-
fijo -tra-. que sirve gcncn.lmcnte para nombres neuUOl de instrumentos. En védico, mo», es decir, tomar dinero a cambio de devolverlo. El «prt:stamo~ [pret] y el «pedir
m;l/'II- es de dos StDcros. mascullno como nombre del dios. neutro eo el sentido de en préstamo!) [emprunt] entran de CIte modo. a su vez, en c:I ciclo del intereambio.
«ami.rtad, contrato». Mei11et, en un artkulo célebre (Jounuzl.A.s:Uz/;~. 1907) ha deft.. Esto no es todo. Fl tcintercambio» también aqUÍ colinda aJn c:1 «don». A la forma la-
nido Mitra como una fuerza aocia1 divinizada. como el contrato pcnonificado. Pero tina mÜfo, mu.füus, el gót{CO responde por f/lIlf4jtlll, «intercambia!)~: ahora bien, el
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sUitantivo derivado de maijJms (de ·mait-mo-) traduce el ¡ro dóron. Ildon», pero en CAPiTULO 8
un puaje donde implica recupc:ración y en cierta forma «cambio».
Los demás derivados se reparten dos categorías distintas: LA FIDELIDAD PERSONAL
1) Los unos se e:specializan, como d. ser. mithu.-. «falso, mentiroso... Como en
latin en millo. la noción de «cambiar» en genc:nt1 conduce a la de «a1tenr~; cullDdo
se dice de algo que ha cambiado, nU1l vez es de forma ventajosa.
2) Pero una serie de otros derivados ronscrva la signif1C3.ciÓD propia. 5Obn: todo
en lran1o; ul. el avMico mi{Jwara. «en pareja. aparejado.; tnDiBmun· < -mei-l-
men, «aparejamiento". Un dcsarTo11o de cartcter social da a moiOmall· el sentido de
«mutualidad» que conduce a la dc:Jignac.ión del «hu~ en iranio medio y moclc:r-
no por mihmizn < -maiOmanam (acusativo). lo que. por un largo rodeo, nos devuel-
ve a nuestro punto de partida. Una vez mis n ~ a definir al «hutsped» por- la
nocibn de mutualidad y de vinculos de reciprocidad 1.
Hay otro nombre del buá.pcd en iranio moderno: irmizn. cuya forma antisua mi Sunrorlo. Para OsthofT. E:idN wnd Ti'rw! (1901), d Sf1IPlJ cid al. t~ ed empa.rmt..
a.testilUacia al QT)IC1FKln, «amigo intimOlt, támino perfectamente conocido en indo- do a¡n d nolUbn: iodoeuropeo de 11 mana, JI". drlb: ICI" fiel. esta el. ICI" firme coma
iranio. Es también una f¡guración mitol6gica. el nombre de: un dios. Aryaman es el la r:ndn&. Se ve que Ji el pamlteKO ~rtI:, 111 filiad6n CI inl'aa: 11 raIz CQlQCulli¡-
dios de la bospitalidad. En d Rig Veda, igual que en el Alharva, está especialmente nlnca lQCf fll'tOCIO -"1 el adjetit"tl desiJIIII el ....bob, 1ita"a1mCD.tc, tlCI. raislmte, d w.
licia.. (el ttndda de OIencina.. CIti limitAdo a WIlI época del arieso y no podrla Itr traSla-
asociado al matrimonio. dada lla de la unldlld lncIoc:vToptI).
Sea cual fuere la forma en que se interpreta el elemento de formación -mll1l (eno Blmc Itrm. erhnlr"_ (gol. p-d/'f1Jlht.J. uoldado..) y ·drcrulltbto- (L ;.1. dt"Oltitl,
debe ser una forma nominal), el nombre del dios Aryaman cstj relacionado con el "je!e, !don). 1M palabnu ~ ~ del cslaYCI y dd btilim. que q¡.il'kan tlCI. .ml-
tl:rmino al}'Q. En la continullCión de: C5ta obra vercnos que arytl es la dcsilnati6n co- lO. ti com~neto». permiten eJlablca:r el Yloculo, conocido. por olrw. parte (ea domi-
mún y reciproca por la que los miembros de una comunidad se designan a I1 mismo; nl4" trlbWrf4, e'(c.). enl.... \,In tbmirw nami'" y III derivado tu -no-: ·drftlJI/;. 1:1 lUl co-
la:tiVQ que dCli¡n. la ,u:umpallia» (en el Jcnrtdo militar, tal como nas la describe Tktto,
es el nombre del hombre de: la misma lengua.. de la misma nza. A partir de este mo- Gnm. U) y dnlfdlrflrO-. d prim%ps que =-:ama la aulOfidad.
mento se comprcmle que Aryaman: tengan por funcilm admitir individnos por media- Aclarado. la va poi" laJ Ic)'cndu Icrmi!licaJ rdatil/lU a Odin Ht'Ijfm Y pof Tkko.
ción del matrimonio en d seno de una comunidad cxogimica Jlamada aria: es una es- Gnm•• O. d 101. 1IfIr}is tal. Hrrt1 aparece: como ti oombre de un 8JUPO dt .m.ucaradl
pecie de hospitalidad interior. de alianza tribal. Aryaman interviene cuando una mu- rNnllkJ OClUionahncntc p&nl CllpCdidones d.e'vaJtllSonu. (Aunque g. tolnlf()$ pueda
aJlTeIpOnder rormaJmmle & hnjQ". el Itnlido que sale de l&lI empkoa hornmee. iovfUl
jer tomada fuera 4eI clan es introducida por primaa vez como esposa en el seno de su
a dejar. ua lada J. com~raci6n qllC suPcn: la fonna.)
nueva familia. Lal../Idn prdcrV' un valor muy &ntip¡o --dcbllilBdo y JimpliflCl.da tri la demu
Diversas son lal acepdone¡ en que t"yaman se ha fijado ulteriormente. HcmOl ci- lenlulII en que la ralz ·bIIlCid" mi reprnmllldl y, por kJ demAl, a1llCfada m lalln tnclu·
tado antel el alto pena irmizn, «buúpcd». En la lengua de 101 osetas. pueblo iranio 10 I panlr de: ckn:. tpoca- no la de In;OOnllrA:U. ~oo .. de «Q1alldad prOJlla de: un ler
enclavado en el Ctucaso. y li:UYas instituciones y vocabularios son muy aream, la que .ITle la conflana y lit manifiesta en !orma de autoridad prollCClora IObre quien <:orl'
fla en th•. Por haUarse CIta nociÓn muy ~tQ de la de tknd· (csl:udlada mi. abajo,
palabra IImlln significa «amigo~; ahora bien, /im1Jn representa fodtic:amente arya-
cap. ",. le comprende que ell lalin lidu haya sido dC$lie ~empre el sUltaollvo COfres·
mano Estos vinc:ulos de proximidad, de amistad familiar, tribal se defuu:n de nuevo en pondimte a credo.
cada lenlua a medida que la terminologla se fija o evoluciona.
De este modo, tá'mino5 muy diferentes unos de otros remiten al mismo problema: Todos los t~rminos estudiados hasta ahora se refieren a las relaciones de hombre
el de lu instituciones de aco8ida Yde reciprocidad. gracias a las cuales los hombres de a hombre, en particullu a la noción de I(hospitalidad». En esta pcrspectl"(a, a la vez
un pueblo encuentran hospitalidad en otro y las sociedades practican aIianz.aa e intcr- personal e institucional, consideraremos ahora, en el interior de un grupo de lcngulLS
¡¡;ambiol. Hemos constatado una relación profunda entre estas formal institucionales particulares, pero con refcrencil5 al vocabulario indoeuropeo común. la noci6n de Ji.
y la rccUITCl1Cia de las mismas nociones bajo denominaciones a vecCf renovadas. dt!lidad personal: es decir, la relación que se establece entre un hombre que ostenta la
autoridad y aquel que le esti sometido por compromiso personal. Esta «fe» da lUJar
a una instituci6n que es antigua en el mundo indoeuropeo occidental y que alcanza su
relieve pleno en el mundo germinico.

Su designaci6n IIIparcce en un ttrmino rcprcscntlldo hoy pOI'" el alemán Treue y que


está bien atestiguado en todos los dialectos germinicos: en gótico, por el verbo

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(pj-trauan que traduce n;,n;o~e¿VCII., «tener fe», el sustantivo trauains, 'Jl:&'Iro(fh¡aI¡;:, «con- Esta repartición léxica corresponde, al parecer, al movimiento de los pueblos
fianza», triia en islandés, trufm en anglosajón (alemán trauen), fonnas derivadas de indoeuropeos hacia sus asentamientos históricos. Todo nos indica -IDs hechos histó-
un tema sustantivo *truwó: Wandés (tU, «respeto. fe concedida», de donde deriva ricos, Iingüfsticos, arqueol6gicos- que hubo migraci6n del este bacie el oeste: y los
el islandés tnu, «fiel». El nombre de acción sacado de esta raíz ha conocido un gran pueblos germánicos fIgUran entre los. últimos que se instalaron en las regiones que
desarrollo y se ha mantenido durante mucho tiempo en el vocabulario germánico: gó- ocupan. Esta emigración se efectuó en varias etapas, según una ruta que podemos ja-
tico trausti, «pacto, alianza», que traduce 151a.&fIx'r1; isl. traustr, «de confianza, seguro, Ionar, y concluyó en la región en que se encuentra la encina; no volvió a emigrar ya
loal». de oll[.
De ah! derivan formas modernas, algunas de las cuales designan el pacto de alian- Esto queda confirmado por el examen de los nombres de la encina. La forma indo-
za, el acuerdo, la fe jurada, mientras que otras, verbos y sustantivos, tienen el sentido europea importa dos estados, *de/orw- y *drew-, con grados, respectivamente, pleno
de «dar confianza, tranquilizar, consolar»; por un lado, el grupo representado por el y reducido de la raiz y del elemento sufijal, según el esquema perfectamente estableci-
inglés trust «(tener) confianza» y, por otro, el grupo representado por el alemén tros- do de la r8Íz indoeuropea: de ahi, respectivamente, en griego dóru (8ópu) y drbs. Por
ten. «consolar». Estas nociones morales se vinculan claramente a una institución. En tanto, en el examen del sentido tomaremos juntas las formas que dependen de uno y
el vocabulario feudal germánico latinizado, trustis desipa el vinculo de fidelidad y otro radical. Ahora bien, se observa que el radical *dreu-, con sus formas alternantes
también aquellos que quedan comprometidos de esa forma y que constituyen el séqui- *drU-, *doru-, designa solamente el «árbol»: asi, gótico triu traduce el griego xú/on,
to de un personaje. Del sustantivo a. a. a. Traue ha salido el francés treve [tregua]. «árbol, madera», y ese es el sentido en la generalidad de las lenguas. Es fácil asegurar
La diversidad de las formas germánicas muestra la complejidad de esta representa- que el viejo eslavo druva significa «madera», que las formas indoiranias dril, da";;'.
ción que desemboca en términos tan diferenciados como lo son el al. Treue. trauen, designan exclusivamente el «árbol», la «madera», el ((vegetal». El adjetivo avéstico de
«tener confianza»; trost, «consolación»: inglés trust, «confianza»: true, «verdadero»: materia dnaena, como el adjetivo gótico triweins que le corresponde, se aplica a un
truce. «tregua, pacto». Tienen un mismo origen en una r8Íz germánica *dreu-, de objeto ((de madera». Hubo en ciertas lenguas una diferenciación secundaria entre los
donde se ban sacado un abstracto germ. *drou-sto- (a. isl. (must, «confianza»; al. derivados, como en antiguo eslavo entre dreva, ((árbol» (de *derwo-) y druva, ((ma-
Trast. «consolación»): un derivado, *draust·yo- (got. trausti. «pacto»), y un adjeti- dera» (de drowo-).
vo, dreuwo- (got. triggws, «flCl»; al. treu). Las formas griegas tienen aqui un interés particular. Del mismo radical el griego
Este grupo de palabras fue estudiado por el etimologista H. Osthoff en sus Ety- ha sacado dos términos históricamente distintos, pero evidentemente emparentados:
m%gica Parerga (1901), conjunto de estudios etimol6gicos diversos, uno de cuyos d6ro «(madera de) lanza» y drfJs. «encina», que hay que considerar mú detallada-
capitulas se titula «Eiche und Treue». Este extraft.o titulo resume la sustancia de una mente. El sentido primero de dóru es «árbol, corteza de árbol»; asl, en Od. 6, 167.
demostración muy amplia (un centenar de páginas) que parte de esa familia de pala- U1ises dice a Nausicaa: «jamás he visto salir de tierra un árbol (dOTÚ) semejante.»
bras para unirla a un prototipo indoeuropeo que seria el npmbre de la «encina». La Es también la madera de construcción de navlos: Mpu Y7JwY, la quilla del barco:
base formal del razonamiento es una comparación de i.-e., *dreu-wo, con gr. df'bs luego es la «madera» de la lanza, «el asta de fresno», 36pu I"í).wov (D. 5, 666); fmal-
(l5pijc), «encima». Osthoff considera que la «encina», árbol duro y resistente por exce- mente, la (danza» siempre que sea de madera. Otras tantas especificaciones del senti-
lencia, fue el simbolo de cualidades cuya expresión más abatracta se marca en este do de «madera», igual que en francés, bais [madera] puede decirse de una cama, de
grupo de palabras, bajo la noción de «fidelidad». Tendriamos, por tanto, en la «enci- una orquesta, de un ciervo l.
ma» la imagen primera de la «fidelidad» institucional. Esta demostración ha encon- Por otro lado, drÜs no siempre ha designado en griego la encina. Los anti.¡uos nos
trado lusar en los diccionarios etimológicos. Es importante veriflcar hoy sus funda- 10 dicen en términos adecuados: en el testimonio de un escoliasta de la Illada (ad. D. 11,
mentos. Toda reconstrucción etimológica debe prestar gran atención a la repartición 86), 8püv ix«Aouv o[ 'ltClÁalr.ot 'Jl:iiv Sí.v3pov, «105 antiguos llamaban drÍIs a cualquier
dialectal de las formas y de las relaciones que se desprenden de ella para la clasifica- árbol». Esto queda confirmado por el uso mismo de los escritores; as1. Sófocles,
ción de las significaciones. Ahora bien, puede mostrarse que el estudio de Osthoff fal- Traqu. 766, 3pV¡;: 'Jl:C!tpll, «el irbol resinoso, el pino». La palabra se especializó en fccha
sea completamente toda la hisotria de estos términos; la relación verdadera de los he- muy temprana: ya en Homero, drús es la encina, el «árbol» por excelencia, asociado
chos se encuentra en él invertida. a ciertos cultos, como las encinas proféticas de Dadona. Pero esta especialización ha
En efecto, si Osthoff tiene razón, el nombre de la encina debe ser indoeuropeo co- ocurrido en el curso de la historia del griego y en una época reciente, puesto que no
mún; debe haber existido en todas las lenguas con ese sentido. Se espera, por tanto. habia abolido el recuerdo de un tiempo en que dl'Ús designaba el «árbol" en general,
encontrar en indoeuropeo un término primario, de forma y sentido constantes, que de acuerdo con el testimonio de todas las demás lenguas en que el término correspon-
designe la «encina». No es ése el caso en modo alguno: ese nombre de la ((encina» diente sicnifica «madera, árbol» y no «encina». Por otra parte, en griego mismo se
aparece sólo en una lengua, e incluso solamente en cierta 6poca de esa lengua. Antes encuentra el sentido originario de drbs en el derivado de druds. que nombra entidades
de cualQ.uier discusión, se impone una constatación de hecho: la encina es un arbol de mitológicas, las dryados: son las ninfas que residen en los árboles y no especialmente
un Arca especifica. Los indoeuropeos no han podido conocerla y designarla con un en las encinas.
nombre común porque no existe en todas partes: no hay nombre de la encina en in- Hay otra forma sriega que se vincula también a drÜs: es tUndron (3tv&pov), hom.
doiranio, y con motivo. Es un árbol de la Europa central, y sólo las lenguas de la
I l3n fnml&I botr, CD Madca., lipifica madera. para aludir a 101 iOltrumentos de ele material; Rt'eddo
Europa central y oriental tienen un término para nombrarla. al ciervo, alude • la CO!'IWDC.IIt&. (N. T.)
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d~ndl?on (&tv&pwv), ccirbol», salido por disimilación de -der-dnwon, fonna con re- antiguo-Blto-alcmán lruhr. Particulannente notable es el derivado nominal de
doblamiento quc deriva del tipo denominado de redoblamiento roto (compárese c11a- -druhli-; proporciona a su vez una forma en -no- que designa al «jefe», al «5~~»;
tln amar de • karkros. efr. gr. karklnos). a. ¡sI. drollinn. antiguo inglés dryhrr:n. a. a. a. Iruhlin; el femenino is!. drollning.
También aqui el sentido del radical es «madera, árbol». De elite modo se ve que «reina.». se conserva todavia en IIlS lenlulls escandinavas.
todos 10& testimonios converlCII Y 5itÍW1 en una fase relativamente recientc ael ¡riCIO Ast es este conjunto eermánico cuyas relaciones morfológicas aparecen nltidamen·
el paso del término drÚs. del sentido antiguo de «madera. irbollt al de cn¡;:jna. De le: un sustantivo abstracto gOl. druuhl1- y un derivado nominal. literalmente, «aquel
donde se deduce que la penpectiva de Osthoff debe ser exactamente invertida. BI &m- que tiene la misma draIlJrII·». para designar al «soldado". por otro lado, sobre la base
tido de «encina» es d túmino último. y limitado al gl.ego. de una evolución cuya cta· del abstracto druhlf.. otro deriVJ;do en -no- «jefe». He ahi los datos que hay que ri·
pa intermediaria es drboi» y que debe procedc:r de una noci6n idcal c:omo «estar fir- tuar en un contexto semintico que permita aclararlos.
me, sólido». Enoontramos un pan.lclo exacto de esta evolución en iranfo mod.c::rno. E El sentido propio de estos términm puede logranc por comparaci6n con una ten·
nombre persa del tlirboh" dÜTrXI. iranio medio draxJ. es un antiguo adjetivo va-bal gua vecina, el eslavo y, parcialmente, el báltico. Nos damos cuenta entonces de que
drtlXtll- (participio de drvnl-) que significa propiamente «10 que es esta.ble.,lo que Clti «troplUt, «jefe de la tropa., proceden de un scntido mucho mis lencraJ: «amigo». En
firmo: la relación a la misma que la del griego dTÚs con - dml-. antiguo eslavo y en las lenguas modernas drugu, «~ o dt«ipD<» ncnifica «amiao,
Oc: este modo, vemos que la restricci6n de .smtido que ha nevado de «irbob9 a compaliero». La noci6n de vinculaci6n, de aminad, CI tan fuerte que el adjetivo
«encina» ha dependido de condicionc:lii locales. De becho, no se ha producido pRCisa- -redoblado- puede dar la noci6n rcclproca de «el uno, el otro~~: ruso dru, ~lfl.
mcote en eerrninic:o, donde - dnu- sillu: siendo el nombre del drbob9 en lencntl El mísmo sentido en lituano, donde drUillUJ. con un ¡p-ado voállico diferente, si¡nlfi·
(gol. lriu. cfr. inalés Irrr), mimtral que para cencina», hay un ttnnino particular
-lIik- (al. Elche).
ca «amigo, miembro de una pareja, de un par»; de ahl el abstracto drau,'. «amistad,
compai'Ua, grupo de arni.¡os». El biltico utiliza este tema nomina! en una funci6n era·
Ahora podemos rct:oustruir desde otra pcnpectiva el desarrollo de las formas io- matic:al. li1. drt1u~. tl:con». Ast, el compuesto antiguo pruaiano drvugi-waidiinen sigo
doeuropeas. De esta ra1z. - c/rrll.- derivan los adjetivos ser. d1vuWJ· (la dh es 5CCUDda· nifica «aquel que comparte la hc:rem:ia, que es co-beRdero, Mit-n-/Je".
na. anal6cica; ocupa el puesto de una d anticua, ir. (}rvva- «sólido-, fltDle, de buena FJ interés de nuestra confrontaci6n entre el germánico. el eslavo y el biltico con--
salud,,; con su· inicial, eslavo $lJdrrzyiJ. «saluus, sano»; en biltico, lit. c/rufQS. «fuerte, IÍSIe en esclarecer la sianiftcaci6n propia tic las palabras gcnninicas. Se lrata de la no-
sólido» (cfr. prus. druwi.J. «fe, garantia», drvwif. «Cfet:l". lmet fe»); en griego incluliO ci6n de iCCOmpadía». especificada en 185 condiciones partial1ares que el gennbico in·
(habla argiva), dro{w)6n. tnlducdo por isJcJrJu6n. «fuerte». según una slosa de Hc:si- dica: una amistad guenera. El antiguo eslavo conserva una cxpresi6n paralela. eltér·
quio. Estamos ante un dcsarroDo en el que se inscrIa naturalmente toda la familia de mino colectivo dniiino. «compaftc:ros de ejército. au·a't~QIUt. m término lódco
T1ftJ~ (g6tico IrlUW3. «flel»). para «soldado». ga-drauhl$. literalmente «aquel que tiene la. misma • draulttl·». signj.
Pero por otro lado, • dreu- proporciona también un adjetivo ·drü. «fuerte. resis- ftca. por tanto, «aquel que comparte una camarad.erla, una amistad», entendidos co-
lente, duro», convertido en el nombre del drbol». De ahí resulta que euos dc!arro- mo t&minos colectivos, ¡rupo de personas que ClItAn ligadu por el com(m servido de
1I0l11éxicos se sitúan a diferentes niveles: el sentido de «fidelidad» propio del ¡ermáni- la guerra. La palabra abstracta drauhl$ es la ucamaraderla guerrera»; drtluhli·witop
00, se une directamente al de la ralz indoeuropea, mientras que el de «AtOOl» se ha «npctu<cr.», es tanto el «combate» como «regla de la -drcnlhti-».
particularizado tempranamente y a veces, como en griego, subsiste solo. ConsideremO!l ahora el a. 151. droltjn y su grupo. La forma genninica -tUu.xIJ..
Constatamos aqul plenamente la diferencia entre la signifkoci6n y la M3lgnuc:i6n nlU. es decir, -drukll·nos. responde a un tipo de formaci60 espccirlca: se trata de c:»
y la distancia que puede separarlos, hasta el punto de que a menudo la designaci6n no rivados secundarios formados como ellat. dominus. Que desi&oan a aquel que esté. a
permit~ presumir nada de la sicnifica.ci6n, si no se dispone de puntos de referencia la cabeza de: cierta agrupación social. En las lenguas gerDWticas este lipo está repre-
l~ic051. sentado por varios derivados importantes: g6tico piudans (de -teutu·nos). «rey, jete
Las relaciones de «fe», de «fidelidad», tienen otras expresiones que considerare- de la comunidad.». kindins (de • gen/j-no.r), «el jefe de la gens», simkrica de1latin
mos particularmente en las le:nluas ccrmanicas. Una de ellas se presenta a la vez co- tribunus frentc a tribus. El antiguo inglés dryhlen, «scflor» (co los textos cristianos
mo término de nobleza y oomo término militar. Se puede estudiar a J*rtir de la pala- «el Sci'l.or»), representa -druktlnos. «jefe de drukti».
bra g6tica gfNJrauhls que, en el Evangelio, traduce a't'pcx"ttw'tT'¡ti, «soldado»; estt com- Este tipo de relaciones caracteriza la sociedad gcrmanica antigua. De eOo encono
puesto del prefijo IU· que indica comunidad y de un derivado en ·ti del verbo driu- tramos una ilustración, indcpendiente de los términos que tratamos de interpretar y
glln. que traduce O"'tp;tUÚusGIXL, «hacer la guerra, ir de campana». De este: mismo abs- tanto mis preciosa por ello, en T6cito, en 105 capitulos XIII y XIV de la Gtrmania.
tracto drauhl/· se ha sacado el presente dcoominativo drauhlinon. O"'tplX'nlÍl~elXt, y el El historiador describe la mane:ra en que: los germanos combaten, cómo sc rmnen, se:
compuesto drauhll·wilo/J. O"'tpa:n(a, «combate", donde elliegundo elemento sipifica organizan en tropas y las relaciones entre las tropas y 5U jefe: «Un nacimicnto ilustre
«regla, Icy~. Fuera del g6tico, el abstracto toma en germáoico un sentido algo dife- o los servicios destacados de un padre dan a algunos el rango de prlncipe: desde la mú
rente: a. isl. drót y las formas correspondientes e:n los demis dialectos desiJnan el tierna juventud; los otros Uccan a jefes en la fuena de la edad y tras haber sido pro·
«séquito guerrero», la l(tropa~; así, el antiguo inglés dryht. anglosaj6n druhl. bad08 durante mucho tielnpo; y elte papel de compdero no tiene nada que pueda
1 Sobn -ri«flI.dfYIl-. vtax nunlro arlkWo .Problm1el IaJImtiques de 111 m:otULfuaion_ )'11
avergonzar. Tiene incbuo sus diJtinci.ones, u¡uladu por la estima del principie que
"""". forma con e:llos el séquito. Entre estos comi/es eUrte una emulación 5ingu1ar para ver

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quién ocupa el primer puesto junto a su pr1ncipe: entre los prim:ipc:s, para ver quién hombres feroces:, para encan::a:r mis aún su naturaleza salvaje, toman prestada la
cendrA. mis compailerO& y los más valientes» [trad. francesa de RumouO. Se piensa ayuda dd arte Y del tiempo: ennesreoen sus escudos, se ti!lcD la piel, escogen para
naturalmente en las relaciones entre el princeps y sus romitu,' el princt!pS se llama combatir la noche mta ocura. Sólo el horror y la sombra que envuelve ea-tc:iolÚlUbre
aqul drollinn, los c:omit~ «gadrauhts». Entre la descripción del historia.clor y cl mi· ejército Umzlis arrcitusj infunden pavor; no hay enemigo que afronte este aspecto
lisiJ del vocabulario se establece cierta correlaciÓll. nuevo y, por asl decir, inj'ema/; porque en todo oombate los ojos son los primeramen-
La fonnación de ,adltluhts se repite en gótico en d sinónimo galúa/ba, te vencidos (trad. [francesa) Bumouf). ¿Cuil es C5C pueblo? Son los H¡¡r;;. T6cito
CCCl\l.lTt"~, compa.~eros ele armas, camaradaJt, literalmente «que comparte el mis- presenta aqullo que mis tarde se ha llamado • Wuotanes hui (al. WQtendu Heu), el
mo pan". Parece evidente que entre got. ga-h/Qiba Y ellat. c:ompa"io hay una estrc- «ejército furiO$olt o «ejército de Wotanll. disfraz del ejército de los muertos: adoptan
cha relación; uno de eUos está calcado sobre el otro. Probablemente es gahloiba el la aparieDCia de seres infernalcs (es una mlISCTIradll) escogen la noche para combatir,
orilÍnal y romponio la imitación. para herir de terror a sus encmigo&, irrupciOn de muertos entre los vivos. Este com-
portamiento de mascarad& reprcsema. sqún creen. el ejército de Odfn, en tanto que
El nombre del «ejércitoll es un término comlUt a los dialectos germánicos: got. Herjan, imitando en tierra las hazaftas de la banda de Odin, de aquellos que la epope-
hor)i" ano ¡51. he", a. a. a. horl. Se encuentra ya en muchas ocasiones bajo la forma ya llama Berserkr, propiamente: «aquellos que estÚ1 di5frazadofl de OSOlt.
110'1- en las inscripcionCll niolcas. Se lo encuentra además como Hariu-, Chario- en El nombre: sermánico del «ejército», gótico har)tJ, se dcfme por catas concepcio-
nombres propios germánicos transmitidos por los autores clúicos. nes y también en su entorno léxico como una tropa devastadora: la actividad propia
Este tennino tiene un correspondiente en ceItico; la forma harja coincide eucta- del Heer csté caracterizada por el verbo derivado isl. herja. a. a. a. herian. «hacer
mente con el medio irlandes cuire < • koryo. «ejércitoll. Lo confirman nombres de una razzia», al. heeren, verheeren, «devastar». En este complejo linltUstico, etnográ-
pueblos entre los galos: los Vo-corii, Tri-corU, Petru-corli se denominan asl por tener fico y mitológico se: descubre la estructUra y la función del Hn!r que es una cosa muy
dos, tres o cuatro tropas; por tanto, están constituidos por una reunión de grupos en distinta del exercitus de los latinos o dcllu6s ¡riego. Es una agrupación del mismo ti-
número variable. Aqui también el blltico, si no el eslavo, tiene una forma correspon- po que la que ha sido dClicrita por Tácito en los capitulas XIII y XIV de la Germanio,
diente: lituano kalios, antiguo prusiano karjis. «ejército». en un pasaje citado más arriba para nustnu la noción de drauhtl-: agrupaciones res-
Ei posible que la comparación vaya más allá del mundo occtdental, aunque haya tringidas, comprometidas en una vida comÚD y una carnaradcria ¡uerrel'll pDr fideli-
que recordar como pariente el antiguo persa Iciua que signirlCa, en ciertos lugares de dad al jefe al que 5igum, y c:Dtrc&indose a deprcdllCiollCS ocasionab o a combates
las inscripciones aqucmenidu, «1 pueblo», en otros, el «ejército», y denota, por tan- entre tributo Es una cosa distinta que la philÚl del mundo helénico, reUtci6n normal
to, «el pueblo en armasll. La correspondencia en este caso es menOlli estrecha: el erado entre miembros de CÜ3tintas agrupaciones, familia o tribu, qw: comparten las mismas
vocüico es diferente: hay una vocal larga y ésta no es una forma en • -)'O. Ademu, leyes, hablan la misma lengua, ligados por la hospitalidad. Aquf se trata de una amis-
kQra-. que se encuentra en el compuesto medio pena kilréiu, persa kirniu, tad cxclusivamente de hombre a hombre, en una sociedad masculina consagrada. a la
tlcombate», está aislada y c:¡ propia del dialecto persa: no hay en indoiranio nin¡ún prActica de los combates: harjis. draulltl, como trauen, se refieren siempre a este con-
término comparable. jWltO de ideas y de instituciones.
Puede intentarse precisar la significación del término en genninico con la ayuda Sin c:rnbarlO, este término ¿c:stA limitado al mundo europeo ocdd~tal1 Frecucn-
de una denominaciÓn de la mitología antigua: a. isl. Herja", nombre o sobrenombre tt:mc:n.te se ha ~Iaciooado con el gOl. har)ú, etc., el t&m.ino ariClo komos (~,
del aran dios Odfn. Este nombre es notable por BU rormaci6n misma: pertenece: al «jefe•. E& curioso, en efecto, que la fonn.aci6n de ko/NUlOS coincida exactamente con
mismo tipo de derivados en -no- mencionado mis arriba a propósito de los nombres la del islancUs herjan, «jefe de cj&cito», e incita por ello a suponer en griego el mis-
del «jefe». Hejan se apoya en -koryo-nos, «jefc del ejército». El nombre de Odln mo nombre del ejército, bajo la forma de:: ·koyro-. Sin embargo, habría que precisar
mismo, es decir, Wotan, está formado también de esta mancril: • Wóda-naz, «jefe de el sentido de ko(ran08, que se traduce bastante v8Samcnte por «jefe».
la WOda», del furor, o del cjército furioso. En Homero, c:1 kofranos ejerce las funciooci de comandantcll, y el t~rmino, tomado
AsI, en sus dos nombrell el gran dios es designado como jefe de una agrupación: en esa cualidad, implica un verbo derivado koiranfiJ, «hacer el ko{ran03». Por ejem-
en tanto que Odin, de esa tropa furiosa que pone en pdctica iUS fechorias bajo su plo, 11. 2, 200: «Asi es como koiran~6n. recorre las mas del ejúcito... »; koiranéon
nombre, y en tanto que H~r)an, de una tropa cuyo nombre mitológico nos es asimis- (participio presente) consiste en renir a unos. alentar a otros, devolver la calma a
mo conocido, los Einherjar, los luerreros muertos que habitan el Walhalla y comba- los más cxcitados, dar confumza a los menos valerosos. A quienes quieren impo-
ten bajo sus órdenes. Odin en esta representación es el rey de los muertos. He aqui la ner su opini6n y se entrometen a dar consejos al jefe, les recuerda, tbid., v. 204-205:
tropa que él manda, la que constituye su propio H~r. oQx o:yu811v 'K:O).UXIX~"¡' "' x.oCfllllO' latw, II:!; ¡30::~ ... «La poJu-kolronft no vale na-
¿Cómo combaten? Hay correspondencia entre las prtcticas del Hn!r tC'ITestrc 'Il;u da: que haya UD 5010 kofrgnos, un solo basflftín. Para el poeta, cl kolnmos es algo
de eJe mismo Heu en el mu: allá; es la misma agrupación, infernal o terrestre, son 115 di5tinto al basUai8. Este Jwlrrmo.r no es un jefe ~ro: en nin¡una pene combate
mi.nnas relaciones entre 101 miembros de ese grupo y su jefe. a mismo ni le alcumtra a la cabeza de las tropas; recorre Iu filas para hacer valer
Tambih1 aqul Ticito nos üustra mucho sobre el sentido de I.u palabras en cucs- su autoridad personal. No dirige tampoco 101 debates de 11 Asamblea.. & La 0diJca
tión y de cstu palabras recibe el texto a su vez aJ«tma claridad. En el capitulo XLIII (111, 1(6), d mcndizo Iro pretende apubar a aquellos que van a mc:udipr a su vez;
de la Germanio, describe la apariencia que se dan estos pueblos guerreros: «&toa rccJ.De,. de parte de UIiseI, el consejo de uo baocr el koÚ'anos, es decir de: no meterse a
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dar órdenes, a increpar: tamb~ el kolnmw CI una cosa distinta a un jcfc comba· Estos paralelos quedan indicados en todos los diccionarios ctimol6¡iCOl con las
tiente. Tatno en Homao. como fuera de los textos homéricos. koinlfletn es el bccho incertidumbres y las dudas que impone la di&paridad de las !i¡nificacloncs. No se
de1 potenlado 1oclJ, que ejerce su autoriclad sobre 1a.5 genles de su mesnac1a mis que osa ni dejar a un lado, ni adoptar francamente estas correspondencias debido a que
sobre un cjército entero. Si en la Odisea se dice en varias ocasiones quc los preten- resulta imposible justificarlas o refutarlas.
dienteli koiranhnisi es pocque dan órdenes a los criados 'J se comportan como amos. Importa, sin embargo, saber hllSta dónde debcmOl entender la com~ón.
Pero no parc:ec que pueda considerarse al koúonos como un jefe militar a la cabeza ¿Ha'l que IimitarSC' a las formas griegas y latinas en la rccon51rucci6n7 Pero SI las for-
de una unidad constituida. Bl titulo corresponde a una función muy diferente de la mas germtnlcas y eslavas deben ser inc1ui~, esto IJ.lodmca el ~njunto de ~ datOll
del hnjan nónlico. scmintlcos. Antes de tomar partido, es precIso cxammBr elscntulo de los térmInOS en
Otra cuestión es la de la relación que puede haber entrc kofrancn y el bitha las 1cnguas en que se deja definir con rilar.
JcuirwaflaS (variantes: kllriwanai. kurewa1fllS), «indcpendientc, autónomo, no vasa- Consideremos. en primer lugar, la! palabras latinas. Hay que decir que el sentido
llo». Hasta doncle podemos dcímirlo, cl término bitita parece no tener mis que un dcfuJis es relacionado de forma inexacta en nuestros. dia:ionarios: de: forma tan erró-
parecido fortuito con koíranos. A juzgar por las variaciones de forma es posible in· nca que ni siquiera se puede comprcnder la collJ1.rucoÓn de 105 pr~er08 empleos. ~a­
clwo que provenga de \lIlil lengua local. No ~ sabe, por tanto, qué valor atnDuir 111 ra cstudiarlo hilY que remitirse al articulo jidis, del Thesaurus IatlDO, donde los dife-
hecho de que el nombn: propio Xo(raflos es llevado en Homero por un licio '1 por UD rentes sentidos se hallan correctamente clll5ificados.
cretense. Asimismo, es imposible interpretar, en un sentido o en otro, la ausencia dcl En efecto, si continuamos traduciendo !idis por fecOnfianzB», ciertBS expresi?ncs
t~rmino ko{ranos en micénico. esenciales como jithm habere. fides es' mihl. frecuentes en la lengua de los cómiCOS,
corren el rieseo de ser entendidos al rev~s: ast, Plauto, Pseud. 467. puruam esse ,opud
te mihi fidtm ipse inte//ego, Si tradujesemos mihi est, fules por ~den.o fe (en ti), yo
11 (te) doy mi confianza», llegamOll exactamente al sentido contrano, que de hecho .es:
«(Yo se desde hace mucho tiempo que tú me desprecias porque) yo comprendo blen
La expresión por excclencla de la noción de «fidelidad», la mis general y al mis· que tú no tWfles en mI m4J que "na ~bil confl/Jnla.» Otro eje~p.lo en Plau~o, A"!ph.
mo tiempo la mejor caracterizada en indoeuropeo occidental, es la dcllatln fidn, con ~~~: Jads lit tuis nuJ/Q llPud tefida sU. hay que entcnder, aslmllmo:. «TU "0 tlefla
SU familia ctimol6gka. TIene prolongaciones en varios dominios. acepciones religio- COnfKl1lZll en NS gentes». . . .
sas, morales, filosóficas e incluso jurídicas. Aqul se conJidc:ruá este grupo de pala- El conlato y la sintui5 auténtica de este &11'0 unpooen una traduccIÓD que parece
bras para dcímir en cicr1a medida las modaHdadcs de la noción a través de Jas J'C1acio. invertir las relaciones previsible¡; lides esr mihi apud Q/iqwem significa: «alguien tiene
ne¡ de formas. conf"wua en m1». Para traducir mejor fidls literalmente reemplacemos «confianza,))
A la familia del latín fides corresponde en griego la de ~ilhoma; (D~). La por «crtditOIt. La traducción literal de fldes est m,ihi Qplld aliqllem ~ C?nvicrte en:
forma verbal aparece primero en la voz media: el pr-nente activo de ~lthó, fepenua· «yo tcogo crtd.ito ante alguien»; es entoDCCS el cqwvalcnte de «yo }e msprro confian-
<tir». es secundario; ha sido construido bastante tard1amente sobre pe(thomai, «abe· za» o «el tiene confianza en mi,.. De este modo, la noción latina de fulis establece
dccer». Conforme a una alternancia de carácter arcaico, ~{thollUlÍ tiene por perfecto mm 101 aaoclados una rclaci6n inversa de la que rile pana nosotrOS la noción de
pipoithD. como glgnotrlllL· gqona. Esta raíz proporaoaa un sustantivo abstracto «conf1allZ8.». En la expresión «yo tengo conr1aDz:a en alguienlt, la confianza es algo
peiJhD. «pemIuiónlt Y un nombre de acciÓD. pis/k. «eonflanza. felt. con un adjetivo. de mi que yo pongo en sus manos y de la que él diJ;pone¡ en la .CXJlresión latina m~hi
plst6.r. «fiel». Sobre pistt1J K ha constnñdo un nuevo presente hom. Pi.1toQn. «com- est fuln flPIId a(iquent, es el otro quien pone su confianza en mi, y soy yo el que dis-
prometer a la fidelidad, oblip.r, ligar por una promesa», y también putezl';. «tener pone~~I. , .. '
fe>~, que ha prevalecido. De este modo el término filies es solidario de la construCCión esr m,h,. c:xprcslón
Fuera del laÚD y del griel'O no encontramos para citar. con el mismo sentido, mis propia de la pOlcsión; y esta «pose&ión~ se determina por la preposición «pud, «en»,
que una forma nominal deJ albanes bi. «juramento», de • bhoida. Se encuentran, por indicando el socio. El «poseedor» de la fIdis ostenta, por tanlo, un tituJo que es de-
otro lado, formas fon!t:icamente comparables, pero cl sentido es tan diferente que no positado <cenit alguien: lo cual muestra quejidi:s es propiamente el «credito" de que
se ha podido fundamentar una comparación que la forma parecla suponer: aqul es se goza ante el asociado. Todos los ejemplos antiguos lo confrrDWI.
donde las dificultadcs del problema comienzan. Los datos son, ante todo, los delgcr· Este t~rmino figura tambien en otra locución perfectamente conocida, en la que el
mAnito: la forma gótica beldall se apoya en -bheidh·. lCll decir, sobre el mismo proto· sentido le presta también a rectificación. Se trata de la apelación pro diuom jidem,
tipo que ellatlnjidu. f~. pero el verbo gótico si¡nifica «xpoa3wca.\!, esperar, tellCl' para obtener la ayuda de los dioses, o tambié.n: di•. ob.recro lIestram Jidem• .f(Dj~,
paciencia, aSuaDtllD, uimismo a. w. bidil. Luego, con otro arato radica1, tencmDl )'O pido luplicante vuestra fldis». De que fides designe la confianza que qUien habla
en a6tico btJidjQn COD un sentido todavia cllfcrcnte. puesto que traduce d griego Qntm· ixLspin a IU i:ntcdocutor, y de que loza jW1to a ~. f'eru.Ua que es para .i:J. una «gano-
k6zein. tu:OIlstreftiTlt. igual que el an.gJosaj6n bidüm. «constreftir. forzar». Este senti- t1a1t a la que pucd.e recurrir. Lafldis que los mortales bcncn ante los dIOSes ~CI asegu-
do de «constre6ir» permite entonces un acercamiento con deslavo blditl que trad\KlC ra B cambio una garant1a: es esa garautfa divina la que se invoca en la angustia.
ese mismo verbo anankkdn. y con el sustantivo blda. «an4nJei. necesidad, c:onstric. Para quien esti convencido de: estas relaciones sintiaicas y .sen1:áDticas, la locu·
Q6n». ci6n francesa «noir confiancc en quclqu'un [tener confianza en alguien]» es la que se

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COnvierte en UD objeto singular. Se dice.je donM ma fol, j'accorde ma confiana: [yo «obediencia» y supone una coaa:ión, aunque la forma institucional de csUllUIDisióo
d07 mi fe. )"O concedo mi COofWlZ8]». Algo de mi es dado en I::fect.o a alguien que en ya no apcuezal.
adelante 10 posee (di posee mi conflanza»). Pero, ¿cómo Cltplicac que se diga tam~ Podmtos entonces tomar de nuevo y prcQsar las relaciones etim.ol6gicas con las
bitn «.aVO;r confiance [tener confianza] en alguien? ¿Cómo se puede: dtu una cosa y formas gerrntnia::u y eslavas. Huta ahora los etimologistas dejan planteada la cues-
tenerla al mismo tiempo? La respuesta DO debe buscanc en fllllK:ts mismo; la expre. tión de saber si el .sentido del ¡oto beil/oll. «espC'l'ar», puede relacionanc o no con el
sión «avoir confiance» sólo es compn:nsible como traducciÓll de la expresión latina fulis. ctc. Asimismo, para el a. esl. bldo, «coacción, an6nki». ScmejantCi problCD1l.!
/idem hGben. Hay que explicar, PQr tanto, fidis en esta nueva construcción comple- oacen a menudo de una visión demasiado sumaria de las relaciol1CS de sentido. La prl·
tamente distinta de la otra. En esta ocasión, el verbo a considerar: haberr, entra en mera condici6n a observar es definir con exactitud 101 términos en cuestión en la len-
divl:TSllS locucjoncs idiomáticas. De becho, el airo fidtm hatmr aliad debe ser com. gua milma. Si se examina. cómo empica 1::1 gótico beidluJ. tlesperar, prosdlJehesfluli.
prendido de la misma manera que Iwnorem ~ alit:ui, Katribuir UD honor a al. prosdok4n». se observa eo particular LUQS 11, 2.5: «era un hombre jUlto y piad050»,
pienlt. y li¡nif"ICll, poT tanto, _atribuir a alguien la. jidEs que le pertcnc:celt. Ast, Te- beidmu loJxmu/3 ISffHII.r. ~x4uVO( 1((aplx1JlFw wü 'IO'px~ «que aperuba la con·
rendo, Eun. 197: jonitan IIk mihi pgTWam babea! fiden. «quid este hombre tcop solación de Jsrael». Aqui, la «espera~ ca: una «con(umzu en el cumplimiento de la
poca confi&llza, me atribuiri, Wla débilfidis... profecla de baio (33. 20). Marcos, XV. 43. wa.r silba beidantb /Jiudangardjw Illdis
De este modo vemos la relación entre hie mihi jidem habet y el antiguo est miJJl Ji. (Jost: de Arimatea, míembro notable del Consejo) que tambim «upera/)Q el Reino de
du apud ¡¡/um. Por un desarrollo cómodo, se pasa en la 1enrua de la retórica a la ex. Dios». Aqul también «esperan) equivale: a «poner fe en ... ». Lucas, 11, 38. }Jaim us-
presi6n fidem lacere orat/on/, «crear mediante un discuTlo lalidis», ClI decir, aqui la beida"dam Jopon Jairusaulwmos. (ca aquellos que esperaban la liberación de Jerusa-
credibilidad. En adelante es la palabra la que posee unafldis y se puede decir esf ora. lén»; es todavla un acontecimiento esperado con la conf1.8IlZ8 que da la convicción.
tlo"i lides apud allditorem, «el discurso posee esa lides ante el oyente», y llega asi a Es lo que queda conrmnado indirectamente en el contexto de 1 Coro XIII, 7, donde a
ser capaz de persuadirle. De ahi, por abreviación, fidem flud/tori laCEre, literalmente gabeidi/J, «Ú1toldy,~ soporta», sigue pulaip, «excusa»; galaubei/J. «cree». wenei/J. «es-
«inspirlU'" credibilidad al oyente~. peraN. No hay, pues, en gótico ninguna ruptura con el sentido antiguo de "bheídh-,
A partir de ahi se desarrolla fidis como noción subjetiva; ya no es la confianza sino solamente UDa evolución de ((poner su confianza en alguien o en alSON a «espe-
que se despierta en alguien, sino la conflanza que se deposita en alguien. Esta conver. rar» e. inclUID, cuando es tomado en una acepción trivial. este verbo :se relaciona
sión ha sido el momento esencia) de la evoluciOn. Podria seguine el desarrollo de la liempre con una previsiÓll cspc:ntda.
nodón en I~ciones conocidas: • i" f'uJem ac dicionem popu/l ROf1fflni /fTlderr: «en. No hay tampoco mayor dificultad para admitir Que beidon tiene IU causativo en
tre¡arse a laftdu y al poder sobcnmo del pueblo romano»;fidis esti vinculado a di- baitticm. Aqut se ha cmdo ver de nuevo un obsttculo insuperable en el sentido de
cio, facultad de disponer de al¡uien; o se in fidmr tt potestatm¡ aJicIIiln tradt!l't!. ba;dftm que traduce el gr. a"anlc6zein, «apremiar,.; ¿c6mo «apremiarlt podria ser el
Igual que la potestfu ., la dició, lafidü es una cualidad. reconocida al vencedor. causativo de «C5pCJ1lT»1 fu que no se ha tenido en cuenta lo siguiente: hay en lótico
&tu c:quivaleneias esclarecen otro aspecto de Iaffdis. Si se pasa revista a las dife- dos verbos difem1tc5 para traducir anankthrirt. Uno Cll nau}Jjan, Ilejercer una coac-
rentes vinculaciones defidb y a las circunstancias en que se empican. se verA que los ción f1sicu; el otro. baidjan. no indica mis qUI:: una coacción moral, que es persua-
asociados en la «confianza,. no tienen una situación laual. El que posee laJidis pues. si6n (cfr.!1 Cor. XlI, 11; Gal. 11, 3; 14): por tanto, podemos imaginar que la relación
ta en él por UD hombre tiene a ese hombre a su mc:rced. Por eso fidis se vuelve casi ai. de beidan con baidjan Cll aniloga a la del ar. pelrhomai, «fiarse de» y pe/thó. «llevar
o6nimo de dició e/ po/estm. ~o su forma primitiva. estas relaciones CDtraiian cien. a alguien a obedecen. Esto vale tambim par. el &. es!. bKda. «coacción». A este~­
reciprocidad: poner su fJdls en aI¡uien procuraba a cambio su garantla y su apo)'O. do la unidad anti¡ua le deja restaurar, y se pcrdbc c:ntonccs que entre el valor de las
Pero esto mismo subraya la desigualdad de las condiciones. Es, pues, tanto una auto. formas griegas y latinas y el de las formas gc:rmAnicas y eslava hay, sobre todo, un de-
ridad que se ejerce como una protección sobre aquel que le somete a ella, a cambio y bilitamiento, una ptrdida del sentido in.sdtucional. Esto debe afectar principalmente a
en la medida de su sumisión. Esta relación implica poder de coacción. por un lado; la emergencia de una ex.presión nueva de la fe y de la fidelidad en germinico, que es
obediencia, por otro. Se puede ver en la significación precisa, muy fuerte, de la pala. precisamente Treue y los tkminos emparentados con él.
bra latina/Ot!dus (de "bhoidu·), «pacto» establecido en origen, entre contratantes de La historia de fidis desborda su parentesco etimológico. Hace mucho tiempo que
poder desigual. Es lo que muestrlUJ ciertos empleos poéticos: omnt!S loedere naturat se ha observado que fules en latin es el sustantivo abstracto de, un verbo diferente:
ctrto discrimina seruant. «todos, confonne a 1M leyes JIjadtJs por Úl nalJlra/eztJ. con. elidO. Elta relaci6n supletiva ha sido estudiada por A. Meillct J .quien ha mostrado
servan los caracteres que los diferencian,. (Lucrecio, V, 923, trad. [francesa] Ernout); que la relación antigua entre crido y lidls se reaviva con el cristianismo: es entonces
hu Iqf!S aeternaqut foedera ctrtls imposllit natura loci.r. «la naturalez.a ba impuesto cuando Jidil~ término profano, ha evolucionado hacia el sentido de tlfe religiosa)), y
estu leyes y Citas convenciones eternas en ciertos lu¡area;~ (V'lTgilio, Georg., 1, 60). crid6e. «ctUr~, hacia el de «confesar lufldin.
Este poder apraniantc ddfotdJ,u IC extiende luego a las dos partel. Hay que anticípa.r aquí las conclusiones de un análisis que le encontrará más ade-
. Las fonnu latinas aclaran, grat:ias a locuciones de la len¡ua religiosa y jurlcUca. lante (pp. 112 Y11.) para poner de manifiesto lo que de al¡una manera prcdertinaba a
divenas 36pCCtos cid sentido. Fuera del lattn, estas nociones eltu laici7adas '1 cape. jidis y a cridlJ a funcionar de modo supletorio. Veremos que cridó es literalmente
elalludai. No obstante, en JCiqo el verbo ~/tJromaiJ uyo me dejo persuadir, yo obe.
dezco,., permite reconocer todavll que la «penuasiÓM equivale o de&emboc:a en la J MItttt:1IIu • ,. Sodel' dt Unpinlqw dt PruiI. XXll. 1922, pp. 21j ., SI.
76 77
ttpOIlCrel ·knth, es decir. d poder miaico en un ser del que se espera protecciOn. SECCIÓN 111
por consiguiente «en:cJ'» en él Ahora bien. nos ha parecido que fuJis. en su senthlo
primero de tcerédito, crcdibi1idad», que implica 4epend,cncia de aquel queftlkm ,",/NI LA COMPRA
aliad, designa una nod6n muy pr6xima a ./uM. Fícílmente se comprente, por tan-
to, que habiéndOle perdido en latto el anticuo nombrc.raíz ·krrd, fld~s baya podido
oeupar ID puesto como sustantivo COITCSpondicnte a crtdó. En eslos dolI términos se
rC'6nen nociones, en las que lo jurldico no difiere de lo rcli¡ioso: todo el derecho antl-
JUO !lO es mú que un dominio particular rqido por pricticu y regIu que lindan
aún coo.1a m.1stica.

78
CAPÍTULO 9

DOS FORMAS DE COMPRAR

SlItnflrW. Las nd!O:elIi • ~- y kW,r-. qu~ han dado en Iu lengull5 105 Yl:TM plllll
{l!O:ompnl.r,.. "C'I"IID sin6nimas eD lndoeuropeo7 Blgrlqo. donde estas dos ralees coexisten
y fUncionan de modo IlUpletodo, permite establecer que la primera dCllignabll la tran.JrlC-
rión. la Iqplnda. el PQO.

Para designar la «compra», el acuerdo de varias lenguas proporciona un grupo


etimológico bien dcfmido, el de ser. va.rna-. gr. ónos (~oO. lato uenum. La forma
nominal CS, en todas partes, la forma primaria: ser. vasna-. «precio de compra», pro-
porciona una forma verbal, por lo demás. rara, el denominativo vasnayatiJ «debatir
una compra. regatear»: en griego MOS proporciona el verbo iJnlomai (Wvto¡.t.ar.t), en
armenio gin ( <. werno·) proporciona el verbo derivado que es fonéticamente gnem,
«yo compro»; en latin. el sustantivo uenum se une a dos verbos: uenum darr. «ven·
der» y uenum ;~. «ir a su venta, ser vendido». Se notará que, incluso en latin, la lo-
cución uenum daTe ha dado uendere. «vender»; esta estrecha relación que se ha esta-
blecido entre uenum y darr es un hecho de los más singulares: la noción de «vender»
se define en latin como «dar» de una determinada manera, con una determinación, la
de uenum.
El ténnino indoeuropeo es '" wesno- como fonna nominal; las fonnas verbales his-
tóricas son todas denominativas, por via morfológica o sintácticamente (lat. Uf!!num
dare. ire), y, sin embarso. "'we.sno- no puede ser más que un derivado. Hay que resti-
tuir una raíz prehistórica '" we,s-.
Ahora tenemos esta ralz, '" MIfl'S-, en hitita; es una con(umación bastante reciente
de nuestras reconstrucciones: el presente hitita waii significa «él compra». De esta
misma raiz deriva el verbo hitita usnyazi. «él vende», que presenta la fonnación en
-n- del sustantivo '" wesno-. Estos datos bititas garantizan que tenemos en la ralz
'" we8- una de las formas m!s antiguas del vocabulario indoeuropeo.
Hay otra con(umación más, pero indirecta. Se obtiene remitiendo a su origen la
palabra persa bien conocida biiilr que quiere decir «mercado». Hay que remontarse
muy lejos para reconstruir la forma inicial: el armenio, por préstamo, ha conservado
la forma wiCof. con una ;. (r rouIé) (*) que denota r + consonante. En iranio medio
encontramos wáéam. «calle comercial» (soSdio y pelvi) donde el grupo rn da raZÓll de

(") Vibrante aplcal que se reaUza mediante uno o ...11'I01 movlndentol de la p¡mta de la Iqlla r.:ODlJa los
dientes. 101 aI...iolol o la rc¡ioo prepalatal: en c:altellUlO 00 corraponde CXKtamente a la f-. "'- se emplea
en al,uou parta cid r.:uteUano de Am&-Ir.:a. (N. T.)

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la ; armenia. Esto permite restituir ímalmcnte un compuesto, • wahü:a,rana, donde el tarse como comprador», p,lasthai, es «realizar materialmente la compra p8SlUldo».
lIe¡undo ttonino indica el hecho de marchar y de circular, mientras el primero provie- Esta interpretación queda confirmada por los derivados que no cstin consuuidos
ne de ·wah- (raLt., • wes-). Por tanto, es l<I:ellugar en que le circula para las compras», de la misma manera según que procedan de una u otra. Se tiene el adjetivo ünitds,
el «bazar». Puede verse la constancia de la forma. cuyo femenino anell. en Homero, le opone a game/t, para designar una Clpo!a «com-
Sólo que la situación indoeuropea se complica. Resulta que tenemos testimonios prada», distinta de aqu~la a la que se ha «desposado» con todas las fonnaUdades.
iBUa! de antiauos, que prueban el empleo de una raiz diferente, que st,nifica paraicl.a- Pero no hay ·pri4ll: en este caso, la noción de compra se expresa espcdficamcnte
mente «comprar•. Es la raiz del SCf. kri1JiPni (que se apoya en· k"r;'). del persa mo- por iJnhJnuz;. Ya la inversa, tenemos un adjetivo negativo: QJJri6ti, (lOO compradu.
dcmo Xlltidlm. En el uso láico, las formas de kri- tienen incluso ron rcalidad que squido de "lUJpoin01l en un pasaje (11. 1, 99) en que el padre de la joven cauliva que
VQSIfQ-. que no es mú que una supervivencia en v~co. Agamcn60 retiene rcdama su hija y pide que se la devu.clva «sin el hecho dI: priastJwi
Esta rait se encuentra en la lengua llamada (crr6nc:ammte) tocarlo. donde «00- y sin poinb. No quJm proced¡;r a una lr&nsacci6n: es su hija: que se la devuelvan.
mercio» SI: dice kuryar o /uuyar, seg6n el dialecto; la rdaci6n con la raiz ain&crita ha pura '1 5implemente, sin uscate (an6poinon) y tambi&1 "pri6rin: ella no puede ser
sido m:onoclda Inmediatamente. En griego, la conocemos poi" el aoristo priDsthai que comprada. FJ padn: no tendrá que papu para obtener a su hija: apr;6r€ está en el
juep un papel de tiempo !nIpletivo en la conjugación de Onft1mai; en irland!s crrnim, mismo rango que an6ponon, «sin poinl.,., noción material, modalidad de pqo.
tlcompl1ll1t; c:n ca1avo, antiguo ruso krlfnuli; la ra[z también existe en btltico; no se Se ve cómo 1o6 dos verbos se distinguen: mu restringido y materiall:S prl6stlrai,
cnc~tra en laún, ni en genninico, lengua que de todas fonnas aqui se encuentra más general ónéolffili. Esto le debe. también, a la oposición scm6ntica establecida en-
apal1e. tre las dos caras de la. operacioo¡ cuando se quiere decir «comprar» en contraSte con
De este modo se plantea un problema, al menos para el lndoira.nio '1 el &riego. «vcoder», se recurre a Ólllomai '1 no a pri4sthai.
¿Cómo explicar la c:oexiIteDcia de dos familias etimológicas diltintas para designar La compra y el pagO son dos operaciones diferentcs, al menos en dos momentos
una noción idlntica y que parece no poder diferenciarse? MientnlS que: aqul una mis- difcrente3 de: la misma operaciÓD, en las civilizaciones antiguas '1 tambien en ci.enas
mil. op::nu::ión CI dcsi¡nada por dos vcrb05 diferentes, ocurre que las dos nociones de civilizaciones tradidonales de hoy: el JXlgo sigue a la conclusión de la comprt1 y al
tICODlpran y de «vendeD son cxpRS8das por el mismo verbo, con una variación que acuerdo en el precio.
podr6 ser la adición de un prefijo (alemán ktnifrn/YerlCllJifm) o una vanadón tonal
(dUna mui-moi, «campear-vendcnt, con dos tonos diferentes), halltndosc dlfcrcnc:ia-
da la noción, en cierta fonoa, entre las dos mitades del proceso. Puede ocurrir incluso
que la determinación del sentido .se haga únicamente por el contexto; 1UI, misthón
phIro, donde mlsth6n si&nifica «el salario», puede tener los dos KIltidos de «pagar el.
salarlo, lkvar d. &&1It.rio a alguiemt y de «llevar el Wariolt, hablando de aquel que lo
recibe: por tanto, según 10l caso& es CIlpagant o «recibir».
Aqui, a la inversa, para una sola operación, la de «eomprar», tenemos dos verbos
difcrc:DtllS. El sentido atestiguado es el mismo para ·wes- y para ·k"ri-, tambien ao-
ti¡uos, con una distribución que coincide en una parte del territorio: • we.r. es hitita,
iDdoiranJo, ¡riela, latín. armenio; • /r:"ñ es indoiranio, gricso, c:éltico, eslavo y
biltico.
La mayor parte de llU lenaUBs indoeuropeas han escogido entre una cmu otra.
En una len¡ua, elariego, las dos funcionan juntas; cmlomai y prkuthu/ se encuentran
asociadas en una conjugacióo de formas complementarias, supliendo la leaunda a la
primera por su aoristo. Pero las dos han estado en uso separadamente y poseen una
conjupci6n completa. En indoiranio, kri. kri'1ü es muy empleado, prict:icamente
con exclusilm de 1M. otra raiz, representada solamente por WlS'na- y al¡unu otras for-
mas nominales; asi como por el denominativo VQS1Ulyali quc apenas es empicado; el
verbo ordinario es kr;-.
Los bechos arlqos son mis instructivos. Los empleoll en Hom~o ylucao 10& de la
prosa jonia permJten captar el valor propio de cada una de las dOI ralccs. Se discierne
que ónbJ11I(lJ ea «comprar», por discusi6n con el vendedor, bastante a menudo «tra-
tar de comprar»; pero prlaslha; tiene esto de particular: que comporta una determina-
ción instrumental como kleá/ef.fi. tlbienes. mcn:anclaa, pollcsiones». Aparentemente
el empleo de ese verbo denota el modo de pqo, eventualmente 1& cautidad pagada.
MienUas que &'01, anJ, Óllionwi designan da compra en seneraI, el hecho de prcsen-
82 8J
CAPÍTULO 10 «procurar un premio, Clcrto beneficio»; es el premio que un hombre procura con su
venia a aquel que de derecho lo posee por hecho de guerra.
COMPRA Y RESCATE Od. 15, 453. «Este hombre yo podrla raptarlo y luCIO lo llevarla en un navio y
o11' ~rv ¡tup(ov WwY G,ol. Se trata de un esclavo que se rapta para venderlo, '1 enton-
ces p-oducirla UD beneficio (cer. mil amOa sobr"e MOS) de «diez mil veces lo que pUe~
de costar.»
Vemos aqul la relación de QtphtJno y de Ónor. precio de compra; anteriormente se
vinculaba a pn'do, vender. Se veri que Ónm se rcftcre tambitn a la trata de hombres.
Od. 17,1SO, ... un hombre que en mi navio)'O llevaría lejos de llaca l'\c foUK píowv
nol.W cí>.tiX, «a fin de que me produzca una lubsiitencia abundante, con lo que vivir
larpmcntc~.
Od. 20, 383. Los pretendientes, en la seguridad de la victoria, pronumpcu. Q1 tér·
minos despreciativos hacia los hutspedes entre los que iC mcucntra UliIcs distruado.
$II~. El illdocwtJpco 10111 do5 paIabfu pan. _qm, .... Ior». POrro el BIl.dio
• 101 empleos homéLicOl de gJpIttínfJ. cpropordonar, nJa-». bm: .,...ettr que e/pIf;
«ArrojemD5 a mos huéspedes basta la pum.,. (360)... «cojamos. cs1o¡ atranj.cros,
dcsi¡nc Driain"mmle d valor de CMII.bio de IUI hoaI~ P\IUlO n d ~. Ser. arrojimoslos el) un navio y enviémoslos a Sicilia... ». 6Ekv xi 'ttIt itwv D.fol, «donde
tJrlrfJ/••bombrc: partic:u1annentc IDCJcccdor-_, viene • ttlnrlnnar liSte Rnlldo 'lIt~. producirtan un prcQo digno de ellos~.
Entre: los amnanos. la C'DIIUlllbrC de vender al hoalbn que llII COIOPl'omcfldo '1 padl- He ahi todDJ los ejemplos del verbo en Homero. No hay la menor variaciÓD en el
do Al. propia Iibtrtm en d juqo, pcrmIle I;OIDprmdef ql,lc d lCI'ltido de ncadcnt del sentido: es un hecho notable Que esta dctcrminaci60 comtante todavia no haya sido
YUbo a6Dco MIQtnr te haya coaiIlLuido • pmir de elle, n.u anaipo, de .ofrszr l1:li .....
subraya4a: IIlp1uJn6 siJDiñca «producir un beneficio» hablando de un hombre puesto
aUkiolt. r.......... ..
Numcro&DI dalD5 lin¡Olslk:os concon1anla lkvaIl • penar que' al , ....... lID~ .. ~ le en venta por su propietario. Ése es el :sentido propio del verbo «valer».
c:omprahu no rnrrt:aDciu., sino seres h\unatMM. DI: ,are: modo, comprar ni pnmn~­ Podemos conrumarlo mediante ona prueba. Se trata del compuesto a/p/w.$/boios
malle: n:::KIIW. pucslo que, mrdilntc: liI c:ompn., se Libn8ba I un hombre: de UD condi-
en la Iocuci(m ptlrthbloi IIJp1testboilli (O. 18, !593), cdu mucbachali que producen bue-
ción p'illl2ria. iI de prisionn-o de ¡urrra, por rjempkI.
yes» (a 5U familia), porque se ofrece este precio para obtcnerlu en matrimonio.
La noci6n de «valor» toma, PUC5, IU origco en el valor personal, f1Iico, ele los
Para la nodón de «precio., de tlVaJofl', tenemos un ténnino in~ropeo. cosa. hombres que son su.sccptibles de scc puestos en venta; tambi~ en el mundo homtric:o
rara en cl40minio de la economía. Estt rcprcscotado por el sr. II/phi (~. sobre a/pJuínó se dice acIuslvameote del prove:eb.o que procuraba la venta de un priliontTo
todo po.- el verbo denominativo 1I1ph6nó (~). «ganar un pmnio, sacar un berte- de guerra.
nciolt. y en indoiranio por: ser. arlr-, «valer»; argM-. tlvab. pr«iolt; ay. an1-. «va- En indoiranio, el término COfnllpondicnte, sa. arh·, av. fU~j- C$ mucho mis am-
lerlt; ar~jQh-. «valor, pucio»; persa llf1.üian. «valer, tener vaIDr~; rutim. kqu:e vale•. plio; designa toda clase de valor. Pero tcncmDl un indicio en indio de que la signiflca-
Por otro lado. no tenemos una COITeIpondencia mis que en báltico: lit. algd. ci6n revelada por JI'. alph- no es un dC$llrrollo propio dclsriego, sino una noción he-
a. pr. algfll. Ctsalarlo». redada.. Lo VCffiO! en un término conocido del vocabulario religioso de la India: es el
En piCIO alpM es un término raro, que tiene pocos derivad05; fuera de un com- participio IIrhllt. «hombre panlculannente merecedor. que se ha granjeado rni'ritos»,
puesto dd q;c tratuemos más adelante, la raiz no ha producido en la lenlua clásica espccialmente en d budismo.
má5 que el adjetivo tlmalphes que se traduce com6nmentc por «precioso» y que lite- El hecho notable es que arh· no se dice mis que de un hombre, jamis de un obje·
ralmente significa «que vale su precio». Parece que no hay &00 que constatar el senti- too Desde el védico, esta restricción con una cualidad humana, incluso aunque ha)'a
do, ascsurado, por otra parte, por los correspondientes precitados, y deducir de ello sido transpuesta al dominio moral, indica que el «mérito» es el «valor» personal de
que cxistfa una opresi6n del «valor» en indoeuropeo. un ser humano. Gracias alsriClo, podemos unir de nuevo la noci6n de «mé'rlto» per-
Pero lo interesante es precisamente dermir el «valor)t. saber -siempre que sea sonal a la de «valor» comercial, asociada hta a los verbos "que significan «comprllJ"» y
posible-"a qut orden de representaci6n estA asociada esa noci6n. ¿De qut es el va- «venden>. Todo ello Clclatece el mismo tipo de sociedad y las mismas cOfltumbres.
lor? ¿Cómo se: lo estima? Seri útil precisar el sentido de alphdno que no tiene en Ho-
El derecho de aquel que captura sobre aquel que es capturado, la transferencia de
mero más que un pcquefto número de empleos, pero todos eU'oa significativos.
prisioneros, la venia de hombres en subasta, he abllas condicionCl!l de donde prolresl·
11.21,79. Se trata del combate de un hijo de Prtamo, lica(m, con Aquiles, que lo
vam.cnte han derivado tu nociones de «compras», de «venta», de «valor,..
tiene a su merced y que esté. apunto de matarlo; el otro que no puede defenderse le su-
plica que le deje con vida: «Es en tu casa donde yo he comido trllO, el día en qu~ tú En dominio scnnAnico se puede observar un proceso aniloCO, que pone de mani·
me hiciste prisionero en la morada de mi padre y tú me transportaste (~rassos. lite- flesto la corcelad6n eDtre un testimonio hist6rico y un dato Itxico. El te3timonio es de
ralmente "hecho franquear", cír. mis adelante, p. 86) • Lcmn05 (para venderme)>>. TAcita. quien refiriendo el gUito de los ¡ermanos por ciertos juegos, muatr. hasta
~~ 8( 'W\ J¡).,ov. «yo te he reportado el bencflCio de cien bueyes)).
dónde les condu« la pasión por el juego de los dados: «Los dados, con. sorprenden-
De CIte modo, el sentido de 1I/ph6niJ. «tener un valor», se" mú exactamente te, son para dios a,unto :serio, al que se aplican en ayunas, cxtraviado:s a tal punto

ss
por la ganancia o la pérdida que, cuando no tienen nada más, son capacc:.s de poner transferir de un punto a otro, o en un mercado, lo que se queria vender: asl epérasa.
en juego, por un último y supremo golpe, su libertad y su propia persona. El vencido con un nombre de persona como objeto, significa «transferir» o, como nosotros deci-
acepta una servidumbre voluntaria: ... más joven quizá o más robusto, se deja atar y mrnl, «exportar» (cfr. llIada, 24, 752, donde la relación entre pérnimj y péran es visí-
vender. Tal es su obstinación en una locura: a eso lo llaman ellos mantener su fideli- ble). El sentido, frecuente, de «vender», debe, por tanto, ser considerado como se-
dad. De esta suerte de esclavos se deshacen mediante comercio para librarse también cundario: procede de una restricción semintica a partir del sentido general de la ralz
ellos de la vergQenza de la victoria» (Germ .• 24, trad. (francesa] Perret). *per-. En cuanto a la diferenciación morfológica que se observa en pérnimi -pre-
Hay que observar la manera en que Tácito designa la condición de aquellos que sente en -na-- merece ser puesta de manifiesto por el paralclismo morfológico que
incluso han vendido en este juego la disposición de su persona: seruos condicionis tiene con el scr. krini-. «comprar», presente en -na- que expresa la noción opuesta.
huius. No son esclavos en el sentido romano: no hay esclavos propiamente dichos en El verbo plJ/etn no es de etimologia tan clara. Aparentemente también hay en
el mundo gennánico. Por lo demis Tácito lo dice claramente. Los entregan al comer- griego una forma vecina: po/loma; (xwAlol'Jll), en Homero parece paralelo de polefn.
cio (per comercill tradunt). no para sacar provecho, sino para liberarse de la vergUen- Pero el sentido depOJiomaj es completamente diferente: <dr regularmentc, frecuentar,
za de haber reducido dc ese modo a servidumbre a un compaflero. circular», con una determinación de lugar en el acusativo, y con las preposiciones; es-
Esto permite comprender mcjor cl término antiguo que, en el germánico del norte ta forma debe relacionarse con pé/omaj (n;D.0!JA~). Por tanto, hay que separar de ella
y del oeste, significa «vender» y que todavta no hemos coDJiderado. Como se ha vis- po/etn. que nunca tuvo otro sentido que «vender». Este último ha sido relacionado
to, no es raro que «vender» sea una variantc de «comprar»; tal cs cl caso en cl alemin con el a. a. a . ./ili (con una e antigua), al. feit. «venal, que puede ser comprado», lit.
actual con kmifen y Yerkaujen,' también es ese cl caso en otras lenguas en que el mis- pe/nas. «mérito, ganancia". El iterativo po/etn significarla entonces «procurarse bene-
mo verbo, según esté en activa o en media, marca las nociones rcciprocas dc «com- ficios» y secundariamente «vender».
prar» y de «vender». Ahora bien, en gran parte del gennánico, tenemos dos verbos Cuando se quiere decir «comprar y vender» es po/efn el que se asocia con
diferentes. Para «comprar»: got. bugjan. ingles buyo que será explicado algo mAs adc- fméomaj. Pero, tomadas por separado, cada una de estas nocionC5 admite una expre-
lante. Pero para «vender» se encuentra en a. noruego sefja. a. inglés sellan. inglés sión doble. Para la noción de «comprar», se encuentran los dos verbos juntos, prití-
se//. a 10 que responde el got. safjan quc no significa «vender», sino «ofrecer en sacri- menos oneisthai (n:plti¡u.VOo; 411!ra611I), «comprar y pagar el precio». 19ualmente tene-
ficio» (= gr. thaejn); así en la expresión huns/a sa/jan = Arz't'pICIlV -n:poacpip&l.v 't'~ Gsc'¡i, mos dos términos para «vender»: polefn. «poner en precio; buscar un beneficio», y
«rendir culto a Dios», donde hunal designa la ofrenda de sacrificio. piprásko o pérnimj. «vender transfiriendo el objeto (al mercado)>>, generalmente mis
El gótico sa/jan. «entregar en sacrificio a una divinidad», aclara el origen de a. isl. allá ele los mares.
selja, «entregar, vender»; es, propiamente, la «vcntu, concebida como ofrenda que Pasemos a los hechos latinos. Yinum sustantivo está unido, cada vez mis estre-
se entrega. Ése cs probablemente el tipo de venta de que Ticito nos habla, venta dc chamente, a do, eo: de donde uendo. ueneo,' la contracción se ha realizado ya en
un hombrc a la que uno sc resigna, sin espiritu de lucro, para liberarse de la vergüen- la lengua clásica, pero todavia se encuentra uenun do. De este modo, la noción de
za de haberle ganado, y que es cumplida como una ofrenda, en cierta forma como el uinum ha servido para enunciar los dos aspectos opuestos, «dar a comprar», e «ir
sacrificio de un ser. para ser comprado». Que uinum sea un supino o, más veroslmilmcnte, un sustantivo,
La historia del germánico sa/jan muestra que esta noción es anterior al vocabula- la noción de «vender» procede aqul de la compra. Constatemos ademAs que el térmi-
rio de las relaciones comerciales propiamentc dichas. Se puede set\alar desde ahora no para compra fue renovado principalmente, en fecha antigua, por emo.
que este desarrollo concuerda con el del verbo bugjQn. «compran>, etimol6gicamente Es singular, por un lado, que sea justamente la noción de «vender» la que ha sido
«liberar, rescatar a alguien», para salvarle de una condición servil; todo cuadra: se sustituida por la unión del derivado latino uinum (de la rm «comprar» en indoeuro-
trata de dos nociones relativas, primero, a las personas, y todavia impregnadas de va- peo) con dore, expresión cuyo sentido se convierte en «VCIlder», y, por otro lado, que
lores rc1igiosos. para «comprar» se haya empleado emo. Es ésta una especialización secundaria del
verbo; los antiguos sabian también que emo significaba «coger»; 1181, Fcsto: antiqui
Si ahora proseguimos en otras lengoll8, nuestra investigación sobre los términos emere dicebant pro sumere. Hay correspondencias que lo confirman; lit. presente
para «vender», los encontramos, en el seno de cada una de ellas, organizados en opo- jma, «coger»; céltico, irl. ar-jo-emat. «ellos cogen», donde ar- y -fo son prever-
siciones. bias. En latin mismo tenemos ese sentido en una serie de Compucst05: demo.
De este modo, el griego tiene, por un lado, plJ/efn (n;wAIIv), «vender», por otro, «raptar», sumo, «quitar», promo. «producir», ctc. Retengamos, pues, esta particula·
un verbo de ralz, *per-, representado por el presente pérnemi (mlMlfU), pipráskfJ rielad: que emo significa primero «coger», luego «comprar».
(-n:~-n:p«o-xw) aoristo epérasa (¿n;~). Ahora bien, se puede diferenciar estos dos ver- Para interpretarla, hay que apelar al testimonio de otras lenguas. Los hechos son
bos que en las mismas épocas parecen haber sido empleados de forma concurrente, bastante complejos en germánico, donde para «comprar» se encuentran, sobrc todo.
sin diferencia de sentido. La signifJ.cación del segundo grupo se dcja deducir con pre- palabrll8 nuevas, transformadas en muchas ocasioncs. No se tendrá en cuenta el ale-
cisión de su formación sobre la ralz *per-: atestiguada asimismo en cl adverbio piran. mán kal4en < got. kaupon. «comerciar», prl!stamo tardlo dellatin caupo. «tendero,
«mis allá, al otro lado», esta raiz significa «hacer pll8ar, transferir». Por tanto, origi- traficante», y cuyo sentido ha sido en general «traflcar». Del gótico kaupon vienen
nariamente, el grupo de pérnemi evoca, no la idea de una operación comercial, sino cl a. esl. kupiti. ruso kupit·. «comprar». Este verbo ha ocupado en germAnico el lugar
hecho de transferir. Esa debla ser la costwnbre antigua, entre estas poblaciones, de de un término conservado por el got. bugjan. «comprar», pretérito 1. 1 singular,

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bauhla. in¡lés buy, bought. Tampoco en este caso tenemos nin,una e:timologla con- en sentido propio «tirar hacia si». Esta especialízaci6n de sentido refleja veroalmU·
vincente: de: ese verbo antisuo, contenttndose el diccionario de Feist con hacer sUJC- mente las condiciones en que emo fue emplcado. Ha debido decirse de alauieD al que
rcrn;UsS bastante va.¡as que no afectan al verdadero sentido del verbo. Es este sentido se Calle. no de una cosa; la compra es el hecho de CaBer a al¡uicn que est6. expuesto
el que hay que: interpretar ante todo. para la venta, y que se atrae hacia si. una vez concluido el trato.
Este verbo ,6tico bugjDn traduce el cricgo agorW.e;n, i<complllr en d mcrcado~, y Si se miran los empleos de ónhJma; (ratz ·wa-), «compran., en Homero, se ve
sirve tambib para tevcndent: Jra-bulfrln, «pOkrn, piprdske;n», con d mismo prever- que todo! kJJ ejemplos se apUcan ti penonas: se compra cscIavos, prilioneros que se
bio que d akmin l1tr-kauJ~. Provisto de otro preverbio, us-bulJtzn, traduce aII'o- vuelven esdavo:s, que son ofrccidOll como tales. Ha)' esce:na.s en que el cautivo rupUca
nJuin, «re5C&lar». La raíz foema, ac1emb, los derivados nominales compuatos: que se k: compre. Ha)' que darse cuenta de que la condicibn del esclavo no llep a ser.
anda-buuhu (abstracto en -ti) que tradu:cc antUutron, «precio de compra»¡ Jawr- en cierta fonna, nonna! huta que ha sido compn.do. Entre 1u manos de aquel que le
IxnJhJs que uaduce Qpoll1lrofis. «redención». Hace mucho ti~po se ha pensado que ha capturado o del mm:ader. el cautivo no tiene a6n la condición de servidor, de es--
esta ra1z: debta estar relacionada, de una manera o de atril, con la ra1z -bJwudh) en clavo, provisto incluso de determinadas prant1as; la obtiene cuando el comprado.
indoeuropeo. Pero las fonnas rqistradas bajo esta raíz; 100 tan CODfusa.s, los scntid05 Es un 5010 y mismo proca:o el que se CltprtSll a trav~ de pa!abru dilCf'CDtel. Sea
tan difcrentc:5, que Fcist ha pufcrido dejar bugjan sin ctiJnoloJfa. En efecto. ¿puede en expresiones anticuas. uinum, bniomai. o mi! rccicn1cs como burja.n para com-
constituirse una familia que poIlI8. juntos fJUfgor. khaccnc carIO de una funciÓlllt, pnr, siempre hay un indicio que nos informa de la. naturaleza de este proceso: com-
f14io, «huir»: ,r. plteúg6, «huir~, ph¡qe, «fuga»; ser. blruj-, «comr;nt, y también pra o Valla. no de mcrcancias, de bienes, de ¡éneros, sino de seres bumanos. Los cm-
«doblarlt (cfr. ¡oto b;ufrlII. al. bftl~. «doblar»)? p~, primaos se reflCftn ala compra de esclavos o de aquellos que estio destinados a
Si todo esto debe remitirse a una sola significación, bta seri de una complejidad llegar a 5Cflo. Simttricamcnte, pudó, piprdskó, etc., «vcndcr~, propiamente «transfe-
00'a. En r~dad es una mezcolanza de fonnas inconciliables que ~ un trabajo de rir», se aplica 1. 10$ prisioneros, il los cautivos. Los gmeros mismos -tl1 mar¡en de
discriminación: las materiu preciosas- no se prestaban sin duda a un trtfico lCIIlejante o no estaban
1) lat·ftUI,or debe 10" relacionado con el SCI". bhuirktr, prC$CIlte medio, forma en sometidos al mismo procedimiento de compra y de venta.
nual (cfr. bhu}-) cuyo &altido primero es «gozan y que desde fecha temprana se cs- Ése es clcran hecho ck civilización que parc:c:c desprenderse de estas expresiones
pecificó en el sentido de: «gozar de alimento, consumirlt. Por ahl se rcladona con uignadas a uno u otro aspecto del tráfico, la compm o la venta.
armo buC'tIMm. «nutrir, aiar»;
11) SOl. biul"'Jl. 4(doblan~, de • bMilgh- podría. comparanc coa el ÚDJaito
bhuj-. «doblar~.lat.fu,w. gr. pheJlgó. estos últirnos de • bheugh-.
lII) Por 6ltimo. pcmamO& que gat. bvgjan. «comprar», debe compararse con la
ra1z solamente at.estiauada, pero de la forma mAs dala. por el iranio antiguo: av.
bf1og- que tiene una d.crivaci6n bastante abundante en il1U1w y que Jianlfica
«desatar», uolt.n un cinturón. un vestido, luego cc.1ibcrant Y ciespués .«sa1~. El
verbo av. bao,- exilte con varios preveroios. propomona 1::1 Dombre de IlgCOte btrox-
lar. "liberador». Tiene un sentido material, también religioso. Como tantu otru pa-
Iabru iranias, ha sido prestado por el armenio: armo sustantivo bo>i., presente buiem.
«salvarlt (solamente de la enfermedad), 4Ccurar».
RApidamcntr; el sentido religioso se ha hecho evidente: liberación por inttrvención
de un dios, del «&alvador» que debe venir a liberar a la creación cautiva; e.s para tra-
ducir 11. idea de salvación, rescate, liberación, para lo que se empl~ esta palabra, so-
bre todo en cI vocabulario del maniqueismo: parto bóZóyar, perla bOiivgar. «el libe-
radar» y ha expresado naturalmente la noción de «redención~ en los textoa cristianos.
La aproximación eon cIgot. bugjan puede apoyarse en el empico del verbo cóuco
y las equivalenciu ariegas citadas. Se ha visto que -bauhl.f equivale a ~lusJs, -/utron.
«Ubcraci6n, rcscate».
¿En q~ condiciones ha podido realizarse: este proceso semintico? No puede tra-
tarse mis que de comprar personas, de liberar a alguien que esté. prisionero y ofrecido
eD venta: el ónIco medio de liberarle es comprarlo. «Comprar» CI «liberar». A partir
de este momento, 1M. vincuJaci6n queda claramente establecida con a"dtl~btzuhu, «res-
l;Ilte, redcncl6n~.
VolvamOl ahora a 10fl hechos latinos: umdoluno. Es muy si¡nlltcativo que ul-
num sea suplido poi' emo en el sentido de «comprar», porque emo es «COJCl'», pero
69
CAPÍTULO 11 En el mundo indoeuropeo, el comercio es cosa de un hombre, de un agente. Cons-
tituye un oflcio individual, Vender su sobrante, comprar la propia subsistencia perso-
UN OFICIO SIN NOMBRE: EL COMERCIO nal es una cosa; comprar, vender para otros, otra. El mercader, el comerciante es un
intermediario en la circulación de productos, de la riqueza. De hecho, no hay en in-
doeuropeo palabras comunes para designar el comercio y 1011 comerciantes; solamente
hay palabras aisladas, propias de ciertas lenguas, de formación poco clara, que han
pasado de un pueblo a otro.
En latin, por ejemplo, el término pretium. «precio», es de etimologia dificil; no
tiene relacibo segura, en el seno dcllatin, más que con ;nter-pret-; la noción seria la
de «regateo, precio fijado de común acuerdo» (cfr. inter-). Para «comercio», elladn,
y sólo ellatin, tiene una expresión fija, constante, distinta de las nociones de comprar
y de vender: commercjum. derivado de merx. con mercor, mercator, No tenemos eti-
mologia para merx, cuyo sentido es «mercancia»; propiamente, «objeto de tráfico»;
Sumarlo. La comparacllm de lu lensU8s indocuropcu no proporciona ninguna dI:- de ahi mercor, «entregarse al tráfico, hacer de él oficio», generalmente en país lejano,
¡iJlnación común del comercio como actividad especifica, difcrenlc de la wmpra y de la y mercator, «traflcante, comerciante»,
venta. LOII ténninOll particulares que IIlJ11TC':et1 Ilqul '1 alli se revelan la mayor PIIrle de las
Estos ténnin06 no tienen relación, como se ve, con aquellos que indican el hccho
YCCClI como prestamos (Iat. r:rnqHJ. gr. kápilos) o creaciones rllClentes (gr. émporw).
Palabra m:icntc también, la latina treBotlum. tiene una hilitorill. sinIUl¡u-: de comprar o de vender; son nociones diferentes.
1°) Calcada liObrc el aro a-skhofltl. nq-ótium !le carga de hu mismas significaciones, Por otro lado, este comercio, este tráfico no es asunto de ciudadanos, sino gene-
POSilivu, que el modelo ¡riCIO; «ocupación, impedimcnlo, dlntultach•. ralmente de hombres de condición inferior que, a menudo, no son siquiera hombres
2°) En un segundo estadio, negórium coincide con el gr. pnJgmo. «cosalt, pero Ulm- del país, sino extranjeros, libertos, especializados en esta actividad. Los hechos son de
bi~n. mb espec::lficamcntc, sobre todo en los derivados, «ll5l.LnIO comercial». ealelldo S~
manticammtc C/iilll vez sobre prl!ma. n~go""m se COIIy;~tc en la designación del «n~
sobra conocidos en el Mediterráneo, donde los Fenicios practicaron el comercio a
gocio». gran escala; muchos de los términos de comercio, «arras» (.). sobre todo, han entrado
La C1ipcclncllCion en el sentido de «uunlO& comerciales» de un término que ligniFica- en las lenguas clásicas por el fenicio, Otros también han llegado por propagación y
ba primitivamente «ocupación», lejos de estar a.l5lado. $1: encuentra huta en lu lengullló por préstamo, Lat. caupij tiene quizá algo que ver con el kápilos. «pequefto comer-
modernas (rr. of/a;m¡, ingl. busiMSS, etc.)i tran$parcnta la dificultad de definir, con un ciante, chamarilero», del griego, aunque las formas no se recubran exactamente; ni
término propio, una llCtividad ¡In trldición en el mundo indoeuropeo.
uno ni otro se analizan; debe ser un préstamo de alguna lengua de Oriente. Como se
ha visto, ellatin caupO ha dado en germánico, por préstamos, kaulen y verkaufen, y
Podría pensarse que «comprar» y «vender» conduce al estudio de terminos relati- del germánico ha pasado al eslavo.
vos a las relaciones comerciales. Pero aqul comprobamos una diferencia de principio: El negocio al por mayor exigía términos nuevos, formados en el seno mismo de
compra y venta son una cosa; el comercio. propiamente dicho, otra. cada lengua. Ast, el griego émporos designa al mercader al por mayor cuyo tráfico se
Hay que precisar este punto desde el principio. El comercio no es una noción uni- realiza por mar: emporeúoma;. «viajar por mar», se emplea para los grandes nego-
forme. Comporta variedades según los tipos de cultura. Todos los que han estudiado cios, necesariamente los negocios maritimos. La formación de émporos indica simple-
las relaciones comerciales señalan que en las civilizaciones de carácter primitivo o ar- mente el hecho de llevar a un puerto franqueando mares. No es un término especifico
caico, estas relaciones revisten un carácter muy particular: comprometen al conjunto relativo a una actividad especifica. A veces ni siquiera sabemos si la noción de comer·
de la población; son practicadas por la colectividad misma; no hay iniciativa indivi- cio existió. Asi, mientras que para «comprar.) y «vender)) tenemos en iranio dcsigna-
dual; son intercambios que implican una entrada en relación, por procedimientos par- cione.s antiguas y en parte comunes con el indio, no hay en el Avesta ni una sola men-
ticulares, con otras poblaciones. Se proponen entonces géneros. La otra parte ofrece ción de términos que se refieran al comercio. Probablemente no se trata de un azar,
otros géneros a cambio. Si se concluye el acuerdo, pueden tener lugar manifestaciones porque, aunque las nociones religiosas predominan en ese gran libro, también las ~e
religiosas, ceremonias. vida cotidiana encuentran su sitio allí. Podemos suponer, por tanto, que el comCI"ClO
En indoeuropeo no ocurre nada semejante; en el nivel en que los hechos del len- no tenia curso entre las actividades normales de las clases sociales a las que se dirige la
guaje nos permiten estudiar los hechos sociales, estamos muy lejos del estadio de civi- predicación ma.zdca,
lización que acabamos de referir. Ningún término parece evocar los intercambios co- Se sabe que en el mundo romano las cosas ocurren de otro modo. Además de
lectivos de poblaciones primitivas ni las manifestaciones tribales que tienen lugar en commerc;um, ya citado, el latín conocia negótium, término que exige un gran desa-
esa ocasión. rrollo de términos económicos. Aquí los hechos parecen tan claros que bastaría quizá
La noción de comercio debe diferenciarse de las de compra y de venta. El cultiva- con una mención. En realidad es una historia bastante singular, sobre todo porque
dor que trabaja el suelo pieru;a en sí mismo. Sí tiene un sobrante, lo lleva al lugar procede de una expresión negativa. .--- .......
donde se rcúnen los demás cultivadores para lo mismo, y también quienes tienen que ,i:>~tCA PI/;
comprar para su propia subsistencia: eso no es comercio.

ff'~
(*) IIlArrheu, silJllifica, en sentido figurado, «seftlli», «prmtfa», «garantla». (N. T.I

90 91
\~;
"1/tAI¡\~
No hay nilllUna dificultad en la fonnaciÓD misma del término nego/hun, de nee- nes» en la expresión asklrol/flfI parllcheifl, «crear preocupaciones, difICultades»: tam-
oC;llm, literalmente «ausencia de ocios»; formación tanto mis sclUra cuanto que en bién en Platón: 'tÓ CI~1J.lI flLlpflllr¡ Tuav 7RlpiXl:¡ ilJxoA(mr¡. «el cuerpo nOl crea mil diflQllta·
Plauto tenemos una variante analltica de rre6Otium: fecero qllQrrquQnf /uzud o';um rsl des», que podria traducine literalmente: flqDlillM prrM~ o uhiberr que time d
(~n. aSa): «yo lo hart aunque: no tenaa el ocio (1tImd olillm uf)>>. Los comentado- miAno sentido de «crcllf dificultades a aJcu.ien». También se toma tlSkholla en el sen-
tido de «uunto» en ceneraI: rukhollgrr 'trin. «prosquir un lIuntO,., como flqol/um
res lo hlln rdacionado con otro pasaje de Plauto: dicam si uideam Ilb/ use opurlm
QIl/ olium (MIf'C. 286): «yo le diré si veo que t6 ticntl d tiempo o que tú eatáJ dis-
,.,.,..
puerto a ayudarme», dice un ~aje, y el otro f'CIpoodc: «Yo eltoy dispuesto, aun- Por último, de fl.tkholfa 001 remontam06 al adjetivo dskltoIOl. «que no tiene
que: no tenga d. ocio», qwlUfqrMlnf "egothl.m sil es decir, «aunque (enea que: hacer». ocios», de hecho «que esti ocupado en &launa cosu. En JaUn tmemos, a la invtTSa
Se ha citado tambim. t[lIid nrgoti #!SI, inte:rprUa.ciÓD simple (o con qIlin): «¡qut impc- un adjetivo ucado de negÓ/INm. Sobre el modeio de óriflm: óliéislu, se ha CODltituid~
climen'o hay (en ba= aJoo)1•. MgÓ/jOALr. que rcspoDde C'Ul;'tamente a todDlIos 1Clltid05 de 6skho/OI.
Parece, por tanto, que la noción se constituyó en fecha bistbrica en ladn. SLn cm- Es, por tan.o, d Jric&o d que ha impuesto la ronnaci6n y d sentido de la palabra
barco, el antlisis que se da de nq-Otium deja escapar lo principal. ¡C6mo y por qut &atina: de hcc:ho, del valor en ariqo de stholl. «ocioIlt, tlSkJrolltl es. desde el princi·
esa aprcsiÓD oe¡ativa llega a ICe pDlitiva? ¿Cómo el bccho de nn «tener oQo» cqui· pie, un concepto positivo. Por- CIO, el loililil de MfÓlhun no exige DC'CCUJiamenrc:
vale a «ocupación, trabajo, oflCio, carIO»? Ante todo, ¡ellatln necesitaba iDltituir UD oñaen predicativo n«--ólium (UI). Es un compuesto del tipo flef..,. Luqo, fijado
una lOOJciÓn scmejantc:? Debido a que fltgOlbun supone una 1ocucU:In verbal. nqo- en el sentido de «asuntos comerciales, nc¡ociolt, frqOtiJlm ha producido una serie de
li.um ell, que efectivamente tenemos, podrla inducine que la formaciÓD an:a1ca nq- derivados verbalc:s y nominales: nqOiiiri, nqiJtiRIor, negotiiitu.
es exclusivamente verbal. Seda inexacto. Tenemos 11« con forma verbal en textol In- Se produce aquJ una squnda intervención del ¡rie¡o, bajo una forma distinta. El
tiguOi: 811, en la ley de lu XII Tablas: si lldg1lll1J1.J rt« escit, «Si no hay adglltl/KJ)t (") término crieIo akholkz Ii¡njfica «asuntos, ocupaciooc:s PÚblicas o privadau, pero
(para suceda a alsuicn, para heredar sus bienes); aqul nre equivale a 110".Pero free se sin esa orientación nltida haOa b uuntos comerciales que implica nqólhun. Los )a.
=
emplea tambiál como nepci6n de palabra; ast, en Plauto, Me Il/lu.s nllallS, o ca la tiDos mismoI nos indican que forjaron estos términos a imitación del grie¡o. Aula
Ciris.. Me u/lo uolMTr ('«di, «DO poder liCI" alcanzado por ninpna hc:ridP. Asimis- Celia nos informa que flq6tifniliJ es empleado para traducir polll/Nllgmosúnl, '1
mo, se oponen las uta' na; fmmcipi» a lu «fa mancipiJl, expresión jurhlica bien ro- Cicerón crea ntgÓ/ii/i.J para traducir pragmlltik6s. A partir de ese momento, a imita-
nocida que ha peruwu:cido en uso. De ff« como negacibn de palabra, la Imsua clási- cibo del ¡riego ¡KIt""'. se produce toda una derivacibo nucva de nególiMm. De este
ca conoce supervivencias tales como Mf:opiftlltU. nqkgms. Nada se opone, pcw tan- modo lIIi1timOS a un. curioso proceso scminlico: nqijliSlm. a partir de este momento,
ID, a Que se haya formado en laún un compuesto negativo, Ifq-Olium. independiente adopta lDdos los scntidoo cid lrio:ao
e. incluso, «Criatura».
p<I,,,,,,
puede sianificar, como prlgmll• • """"
de la proposici60 MgÓlium 01. Pero el problema ligue en. pie: ¿por qut tencmOl aqui
una expreai6n oepdva, y por qu.~ ese desarrollo? A veces se ha indicado que era k1lrimG lo que habla sido calcado; nada de eso es
No hay explicaciÓD en ellatln .iquiClll. m hecho CllCDciaI que 001 proponemOl el- dcrto; ha .ido prlgmiJ, con toda IU familia, lo que ha servido de modelo a Mgdtium
tablcccr es que "~ótJum no el sino una traducción del ¡riciO lLfIcJJolÚl (*~o>.b). y toda IU familia. De ahl procede el verbo n~,otiQri, imitado de pnllttUllelJeslhoJ.
Coincide enteramente con cukholla, que signifICa literalmente «el hclc:ho de no tener
ocios», y «la ocupaclón». La palabra es antigua; el sentido que aqut nos interesa apa-
.
«ocuparse dc nc¡odo»; e] nombre de apte, flQÓ/iDlor, imitado dc pragmtl/ru/~
«neaocumtelt.
.
rece deade el prinapio del empleo en criego (principioa cielsigto v). En Ptndaro en- Tales son las condiciona en que se ha constituido, por un proceso complejo, todo
contramOfi un ejemplo (:aracterlstico: el poeta se dirige a la ciudad de Teba.s, que ala- ese gran desarrollo léxjco latino que, por si mismo, ha producido formas que han per-
ba: 1stm. 1, 2: manecido vivas en muchas de las Ien¡:UIII de Europa. Hay dos vcc:ea préstamo semÚl·
tico del griclO: una primera, por caloo directo e inmediato de ntgól;um .obre IUkh""
... w u6y .•. Ita: una scgunda, por afectar ciertos derivados de fllgolillm a nociones de asuntOl co-
Kp5;"J1lCK xa,( *ax0).,"r¡ lixinpoy 81pOIJ.llL merciales, si¡:uiendo el modelo de los derivados de prlgma. La primera vez ha .ido
imitada la forma misma, la selWlda ha sido renovado el sentido. Tal es esta historia,
mucho menos lineal de lo que com6nmente se cree y a la que faltaba un componente
«yo colocar~ tus interesCl por encima de toda ocupación». No es en modo a.l¡una una esencial mientras no se hubieran reconocido 101 términos griegos en los que le hablan
palabra pottica: la emplea Tucidides en el sentido de «impedimento, asunto». Tam· inspírado tu formas latinas l.
bién se encuentra en la lencoa familiar, en Platón. Sócrates dice, para deapcd1ne: ltw( Ser' útil lanzar una ojeada sobre los equivalentes modem05 de nqólillm. La. pala-
~ '~ol~ latC, de la que mihi nelolium es! podría ser la traducción latina, exacta- bra francesa qfjaires no es mil que una sustantivación de la cxpfClión «4 fa/n.: «J'al
mente con el mismo sentido que cncontramOl en la expresión de Plauto. quelque chOle l faite», de donde «j'lJ une affaire». Pero el contenido scmintico que
Ademil, askhot(a, «ocupacioncs», significa tambi&1 «dificultad.e&, preocupacio- tiene boy fI11l1~. tl/!an comm~iDlI. es extrafto a la silDificaciÓll literal. Ya ea aric-

I Sobre ".oIÁlm. err. ~ .rtil:1IJo 0ISur l'hiaoire di InlJI IlWIJ lOfZolhurnt. AJuwIti detM SCtIoM
NonfIeI#~diPIM.~. Xx. fuc. 1·11, 1"1, pp. :J·7.

92 93
go es pr8gma. la palabra més vaga, la que ha tomado este sentido preciso. En Iatin, Llegamos a descubrir en el mundo indoeuropeo una civilización material ya muy
con negotium. se creó mediante una expresión negativa la noción de «asuntos comer- elaborada desde la época a que nos llevan las correspondencias lingUisticas más anti-
ciales»; la «ausencia de ocio» es una «ocupación», pero el término no enseila nada en guas. Los términos que estudiamos se insertan en un marco social bien articulado,
cuanto a la naturaleza de la actividad. Por vías independientes, las lenguas modernas que se dibuja en trazos a menudo convergentes, aunque en épocas yen niveles distin-
han realizado la misma expresión. En inglés, el adjetivo busy. «ocupado, sin ociOll», tos. en Grecia, en Roma. en el dominio indoiranlo o en el germánico.
produce el abstracto business. «ocupación, quehacer». En alemán, el abstracto Ges- A través de algunos de estos términos se percibe a veces el origen de nuestro voca-
chaft es igual de vago: schaffen indica la acción de hacer, de formar, de crear en ge- bulario moderno. Todo esto no constituye un pasado abolido, no se limita a supervi·
neral. En ruso, delo significa, asimismo, «obra», luego «quehacer» en todos los senti- vencias; es el inicio de nociones que viven aún bajo una forma u otra en nuestras len-
dos del término. guas, sea que se continúen por tradición directa, sea que por via de traducci6n se ha-
Vemos aqui un gran fenómeno común a todos los países y ya puesto de maniHesto yan renovado.
por los primeros términos: 10ll asuntOll comercia1c.s no tienen nombre; no se los puede
definir positivamente. En ninguna parte se encuentra una expresión propia para cali-
ficarlos de una manera especifica, y ello debido -al menos al principio- a que es
una ocupación que no responde a ninguna de las actividades consagradas y tradi-
cionales.
Los asuntos comerciales se situán al margen de todos los oficios, de todas las
prActicas, de todas las técnicas; por eso es por lo que no se los pudo designar de otro
modo que por el hecho de estar «ocupado», de «tener que hacer».
Esto saca a la luz el carácter nuevo de este tipo de actividad y asi podemos captar,
en su singularidad, esta categoria léxica en vía de formación, viendo cómo se ha cons-
tituido.
Es en Grecia donde esta denominación comenzó, pero se difundió por mediación
dcllatin, y aún actúa bajo formas renovadas en el mundo indoeuropeo e, inclu.so, en
el vocabulario moderno de Occidente.


••
Entre los conceptos de orden económico estudiados aqui en sus expresiones más
notables o mAs singulares, observamos que lo.s ténninos mis claros son a menudo
aquellos que han asumido un sentido determinado por la evolución general de la eco-
nomia y que denotan actividades y técnicas nuCV85.
Las dificultadcs que a este respecto se presentan son diferentes de aquellas que en-
contramos en otras regiones del vocabulario indoeuropeo. Ya no se trata tanto de
identificar supervivencias como de interpretar innovaciones. A menudo, las expresio-
nes derivan de un tipo de designación nuevo y en parte todavía actual.
Este examen ha debido tomar como punto de partida términos particulares, térmi-
nos técnicos o a punto ya de convertirse en ello. De ahi su diversidad, su distribución
desigual. la variedad de su origen. Se asiste a la constitución de un vocabulario espe-
cializado a veces en fecha antigua, generalmente en el curso de la historia propia de
cada lengua.
Los términos para la riqueza y operaciones tales como intercambio, compra, ven-
ta, préstamo, cte., están siempre en relación con instituciones que a menudo se han
desarrollado sobre lineas paralelas. De ahí la anaIogia entre procesos independientes.
También Se habrá notado que los usos y t6cnicas de los pueblos indoeuropeos se
han adelantado de distinta forma a los de los pueblos de civilización arcaica. Para
muchos de los procesos aqui analizados, la diferencia de nivel es considerable.
94 95
SECCIÓN IV

LAS OBLIGACIONES ECONÓMICAS


CAPÍTULO 12

LA CUENTA Y LA ESTIMACIÓN

Sumario. Lat. duco y gro hegéoma; tienen los mismos sentidos, propio «conducir,
mandan. y figurado, «creer, juzgar, estiman>. Pero hay que guardarse mucho de deducir
que hubo por ambas partes caminos paralelos del propio al figurado. Mientras que se
pasa directamente de «mandan> a «juzgar (con autoridad)l' para hegéoma;, hay en latin
un intermediario concreto -la práctica de la adición- entre los dos sentidos de duco,
Este intermediario se encuentra, casi idéntico, entre pu/are (uineam), «cortar (la vitla)>>,
y pulare (deos esse), «pensar (que los dioses existen)••.

Del sentido de «conducir», el verbo ducere ha evolucionado hacia la noción más


abstracta y más general de «juzgar». La construcción es, entonces, bien predicativa,
bien con una proposición infinitiva: aliquem (con un predicado adjetivo en acusativo)
ducere, «tener a alguien pon>; o bien, ducere rigiendo una proposición infinitiva en el
sentido de «creer, juzgar, estimar».
Este empleo específico tiene un paralelo en el verbo griego hegéomai (T¡riofL~L) que
comprende, en cuanto al sentido, a duco. Paralelamente tiene una construcción tran-
sitiva, «conducir, llevar», y se emplea también en el sentido de «juzgar, considerar a
alguien como tal». Para explicar este hecho griego, se invoca el desarrollo de ducere
en latino Pero ese empleo de duco mismo no está completamente esclarecido. Por re-
gla general, cuando acepciones singulares se presentan en el curso del desarrollo se-
mántico, hay que ver si han podido hacerlas nacer relaciones particulares.
Duco no parecía destinado a indicar una operación de pensamiento. En el punto
de partida significa exclusivamente «tirar, arrastrar, conducir». Sin embargo, un
ejemplo único de un poeta arcaico, Lucilio, sumptus duc (imperativo), «haz la suma
de gastos», nos proporciona la explicación que buscamos; hay que interpretarlo como
el sentido propio de duco, condicionado aquí por el régimen. Indica una operación de
un tipo particular: la adición. En las civilizaciones clásicas esta operación se hace se-
gún un modelo diferente del nuestro. Se hacía la cuenta de los números superpuestos,
no como entre nosotros de arriba abajo, sino de abajo arriba, hasta alcanzar lo que se
denominaba la summa, es decir, la «cifra superior». Por eso todavía nosotros deci-
mos suma por el total. En sumptus ducere tenemos, por tanto, esa representación, y
ducere tiene su sentido original de «sacar». Se «saca» la serie de las cifras de abajo
arriba, hasta alcanzar el total.
Esto queda confirmado por una expresión completamente clásica: rationem duce-
re, «hacer una cuenta». Ratio es el término técnico para «cuenta, cálculo».. Tenemos,
por tanto, el punto de partida: es el acto de contar tal como se practicaba material-
99
mente y por escrito. No es necesario que una civilización llegue a un estado muy verbo es empleado por los es<:ritores de la agricultura con «árboles», «arbustos», .vi·
avanzado para que estos t~rminos adquieran importancia: incluso en una clvlliza- llas»; uitem. uinram pulan, «podar la vii'l.a», se encuentra a menudo e:n Catbo. Va·
¡¡;ión rural, las cuentas del propietario son un elemento esencial de: la admJnistracíón rrón, Calumela. No s610 puto, lino también, con e:l mism.o régimen: de-puto. re·puJo
(cfr. Catón, Varrón). (es decir, repetir la operación), inler-puto (se emplea tambien para los olivos, oleam
Por medio de una expresión en que ducef'f! significa «conducir una cuenta hasta su interputllt'E); y mejor conocido, porque ha subsistido, Qmpulaft!, «podar alre:dedor».
total" (rationem thlt:~re), por tanto «contar», se llega a compRlldc:t olk¡uid honori Este verbo p"tO tiene un sentido ttcnico: «podar por excisión», apccialmente ramas
duCf!f'f!, «considerar algo como bonor» o oJiquem honestum duCf!f'f!, «coos.mar a al- inÍlti1es.
¡uic:n wmo honorable». Es siempre la idea de «haoc:r d total». Las condICiones de es- ¿,No da cuenta esto del otro verbo? Debe partirse de un empico metafórico: rallo-
ta especiallz.acl6n de sentido se han producido, por tanto, por la ttenica d.el cómputo. nem pillare, e interprclado literalmente segim el .sentido temico de puto: «siguiendo
La computación mLvna, d cilculo, es una opc:ración que, por regla gcncnJ, condiclo- (de a~o arriba) la cuenta, separar sucesivamente todos los articu~ que han sido ve-
nalu operaQones del pensamiento. rUlCldos». De ahl, «Verificar, apurar una cuenta». Una vez verificado cada articulo
Pero, "q~ pasa con d. paralellsmo tan curioso dc:l verbo ¡riqo hiléomai? La li- y, por consi¡uiente, 5uprimido, estamos al cabo de la operación. De ahí, ratianem pu-
nea de desarrollo semintico tiene una aparieocia tan pareja que: nos vemos tentados a lare para «regullr una cuenta»; donde pulare procede perfectamente de su sentido
rcpc:tirla textualmente para el griCSO. No obstante, hay que uegurar que las condicio- material: «verificar de forma que, articulo por articulo, la cuenta sea reconocida
nes 1011 paR;jas, o que pueden IUPOnc:BC, con verosimilitud. en d punto de parlida, válida».
los mismos datos: que en latino Transpuesto por metifora, este sentido es el que nosotros traducimos por _juz·
De hecho, aqui no s610 faltan los intermediarios, siDO que e:l "ntido inicial es gar» IJ «~, es dear, llegar a una conclusión tras haber vcrift<:ado todos los e~
otro. Se d.icc. desde luego, exrrr:itum ducere y slrllloQ hepislhaJ. El sentido de mentos del problema, codlo se verifica una cuenta, tras eliminación sucaiva dc los ar-
hi,lomai es también «conducir, ser jefe, !War, preceder" a los otros en una acción ticulas. Cuando Cicerón dice: dms esse puro. no es un acto de: fe. Quiere decir: ~he­
cualquiera». De aht ~lralig6s, «jefe del ejército_, dtulo que: muy probable:mcnte se chus todas las cuentas, creo que los dioses existen",. Es, poi" tanto, el mi.smo verbo,
encuc:nlra calcado en el compuesto gcrminico a. a. a. heri-wgo, «aquel Que arrastra pero particularizado en la operación de cilculo, y alejado de SWi or1gcnes rurales bas-
el ej~cito" (l1tulo militar convertido en titulo de nobleza, H~g), y bte, a su vez. ta el punto de que se ha convertido en vcrbo autónomo.
poi" el antiguo eslavo yojewKJa, «jefe de ejbtito. voivoda». Estos tres va-bos se parcoen: podr1an pasar por sinbrlimos rintlkticos: lato PUlO.
Pero, ¿cómo «mandar, ser jefe- se convierte en «considc:nr a alguien como..? duco, y gr. hirlomui se construyen de forma paralela. Pero se ve cuinto difieren
No vanos medio de relacionar los dos sentidos sePa el modelo latino; no hay en su origen y los auninos que \es han llevado a este cmpk:o común.
higlumai la noción de operación de cilcu1o. En nuestra opinión. se: pasa directamen-
te del sentido de hlglamoi, «ser- jefe, Ilevant, al de la coostrucci6n predicativa. &ta
debe entenderse como «.ser &\Ita (eo la opinión) que., es dcCr, «pensar asumiendo la
pll:na fUpansabiUdad de su juicio». Hay aquí la noción de un juicio de auto~ad, y
e:n eflC':to hi,toma; en el sentido de «estimar» es a menudo aplicado a matenlll que
son objeto de fe y de decisión, por ejemplo, la existencia de )os dioses. La autoridad
es aqui la del juicio individual, no la de:l poder. Es interesante: observar que
hig~omaJ, en esta cOll5tIUcci6n predicativa, se emple:a, en Hcrodoto, en perfecto: «te-
ner autoridad (en la opinión) que... ». Se trata de una opinión enunciada con autori-
dad por alguien que tiene calidad para juzgar.
EncontrlUT105 un aut~ntico paralelo, aunque e:n condiciones al¡:o diferentes, en el
lat. iudican, ante todo «juzgar en tanto que juez soberano», lUCIO sJmplemente
«emitir un juicio (de pensamiento)>>. Comparado con esta evolución quc acerca iudi-
care: al Ir. higetsthai, se ve cuÍJl falaz es el paralelo apare:nte: entre ductn y higef.r..
lhai: los dos desarrollos son completamente: independientes y no liC parccen mis que
por su resultado.

Otro verbo latino se usa para «juzgar, comide:rar, cstimar»; y uno de 8US com-
puc:atos "le refierc al c:ilculo: cs pulO. El>te verbo presenta una particularidad sin¡uiar.
Todavla no sabc:moa si hay que admitir un solo verbo pUlo o dos. Uno tiene un senti-
do material, «podar». EJ otro C! un verbo de juicio, de: cticulo, de creencia, que ad-
mite varios preverbios, particulannente com- en computo.
PIllare. en c1llcntido de «podar,., c:st! bie:n atestiauado: es un término rural. El.

100 101
CAPÍTULO 13 empalizada». Ahora bien, hay c:n Jatin otro verbo «sacar»: traho. convertido en trflirt
en francés. ¿Cuál es la diferencia entre estos dos verbos?
~entras que troho es «tina ha.ciA sí, ejm:cr una fUCIZa de: tracción sobre algo que:
EL ALQUILER
se: resiste», duco es ¡¡nevar se¡:ón una linea establecida»; lodas las acc:pciones de duro
confirman este sentido. LNCf!N!! rzqllllm (cfr. rzqllat! ductus), «sa.can~ el agua, pero en
un camino preparado: ducnu puede: decirse: de líttera. la letra, pBI1l1a escriturv.: UDa
letra obedece por iU fonna a un mo<1elo prescrilO; dMx. lIombre: de agente, le dice de
aquel que conduce. que «tira» en la via por donde: los dc:má& le aquirin. En el sentido
militar. duco es: sa.c:ar detris de al hacia una meta dc:(mida; el VCZ'bo correlativo es se·
quor. seguir, que abarca d movimic:nto,la impumoo m:ibida. Se conoce a.demb la lo-.
cuci6n: dllcrrr UXOlVll, ductrr jn matrimorrjum. «.llc:varse a unamujer para desposarla".
Con su preverbio, conduaN!! no es sOlo «COnducir», sino «conducir para reunir•.
De ahJ, el senddo tttnic:o de .ccontracu; en medicina, conduciru, rzllt laxtltu, se dke
SIlnNlrio. A ctifermda del fraDc&.. d latin opone~. «tomar en alqllÜef, al- de un músculo que se contrae o !le distiende. Para explicar rorrdl«Wr, «alquilar» hay
qulllan J~. «4ar en alqw1cr I alquilan. La eapecirK:aei6a de COIIdIlm't que: Ii,nifita que ver cómo se empica cuando se trata de hombres. Un pasaje instructivo de Cbar
plmao .c:onc1lKmt, le irUda CD la Pfktka ruJl/ta:r del rcdutamitnto.,. confirma cuan- (B. O., 1, 4, 2) lo muestra. Un jefe lalo, sometido a una grave acusación, busca todos
do d jefe (tIu) cootrata .. homlr.es por dJneru: COIfdIlC%R ",rrrJINh. Panldame'lllC. rae.-
n ••pcner una (:01& m d Iu¡ar que te c:orrnpoode>t, le ~nca en d 5aUido lk ..lquj.. los mc:di0l para defendctK. El día del proceso, comn~m SUDm /amWam c:oqJt... tI
lar- cv.mdo Ie.plic:a .. hombres o .. IU trrobljo. COfl mayor motIvo ¡j le pruiM d pKio omnes clkntes oba~ratosque SUO$ rorrd!ait». Reúne a toda su gente para que le prts-
cid aJquib: Iomnt! opmIm _m IriiHII nlUflmg. le lec ni PIal6rl. ten ~poyo ante el tribunal: para los SIlOS. el verbo es cwgit, tdlc:var delante de si para
en d munOo a=minito. la ~6n del qJqWla. le ranOfua • llll ori¡en I;Dmple- rc:umr»; pero para los clientes y 101 deudores, conduxit. Se: aplica a aquellos sobre 101
WllCflle dátinlo; es la coswmbR, dcicrita por Tidlo, que tenia.a Jo. andallOS ~
que él tiene los derechos de: patrón a cJic:ntcs, de: acrccdoc a deudor". He ahi la relación
de el\tCI'TV Jo que qIICJ1an ~.Ia que da CIIaltI. de l. poliJemia tlURJ\a del lDI·fH-
,."" atmr:rr--.., BaMÚIar, af1nnlulf. que aqui indica corrduce,; no sólo «.J'eunir», sino «reunir en virtud de cierta autori-
dad». Efc:ctivamente:, en la lengua militar, conducerr copim es «Jll.ovilizan sus pro-
pia¡ tropas; conduare supone ¡icmprc: la autoridad natural del dwr. y para los hom-
FJ que va a rdmer aqul Duestra atendÓD es un compuesto de duant. Para «alqui-
bres la obligaci6n de: reunine a fU servicio.
lar. tomar en alquiler». JlO$Otros tenemos ronductn: y la cxprui6n simWica «dar en
La condici6n de empico ya esli dada para que pueda cumplirse la 1ran.ski60 a
alquiler» es tocan. que ha dado nacimiento al f'nLncá /oller. En latín para csta5 dos
«a1quilllD. Se: aftade a ella que conducrN!!, cuando signirK:a .calquilar, romar en al·
nociones se destinan t&minos distintos que el franás expresa de ¡CUal forma por
quilc:r». va acompallado de me,"d~; esta adjunci6n completa la especialización de
l(Ju~ (.). Co"ducue. «alquilar. tomar en alquilcfl', se clli:e de toda clase de: cosas: tro-
sentWio. Por si mismo, condllcere basta para indicar la leva de: rropas ejercida con
pa, finca. casa, muebles, ejecucibn de un trabajo; ¡nclUIO la conltrucci6n de un edifi-
pleno dcn:cho por el hombre que re(me su grupo. Pero incluso fuera de esta situa-
cio: conducert ttmplum aedificandum.
Este sentido particular de: conducere habria derivada del !entido ¡cneral de: «con- ~~n, se pue:den reclutar hombres pa¡:6ndolc:s; men:rde es el pago que asegura la posi-
ducir»: «conducir obreros, soldados», luego «tomarlos en alquilen... Vemos ah1 una bilidad de conduceTe. Oc ahi, mercede müit~s conduceN!!, con diversas variantes, auxi-
expresión t6cnica en latln que parece crearse en el seno de la kn¡ua y especializarse Ua. m.en:enarios corrducen. En orl¡en, una práctica de jefe, la prActica de aquellos
~ue disponian de hombres adictos. Supone, como en el/uós griego, la autoridad del
ante: nuestroa ojos. Pero lo que: se nos escapa precisamc:nte es la transidOD a «tomar
en alquiler»: dicho de otro modo, «conducir» y «alquilar», silucn slcndo nocionc.s di- Jefe sobre hombres consqrados a su servicio personal y siempre dispuestos a tomar
fc:rcntcs. Es este punto de: transición lo que debemos dilucidar. las annas por su causa.
Hemos de considerar ante: todo el verbo simple: duro significa «conducir»; pero De: este modo, se fija el sentido de «tomar en alquiler», primero para el alquiler de
por la etimologia rcsponde al gótico tillhan (al. ~ieh~n), «8acan~. El verbo Jódco e:s soldados, luego, de aquellos de: quienes se espera un trabajo que puede ser dificil o
muy c:m,pleado, con numerosos prc:verbios que diferencian las modalidades de la 1lC- peligroso: sean sicarios o. mis a menudo, obreros. En la lengua popular, en Plaulo,
ci6n: «sacar», «arrastrar». «llevar»; se compara además gr. ~CJ(#(J8Gn-ibao8ll1; se encuentra con frecuencia conducere para el «alquiler» de cocineros, de: músicos de
tendriamo5 ahi un presente .del tipo .duk-yiJ (pero con UD rc:doblamie:oto: dai- plañideras en un entierro. de, El smtido propiamente: c:con6mico ha satido, de ~te
modo, de: la relaci6n del jefe con hombres sobre: los que tiene autoridad; pero muy
dússeJtlUIf), que si&Júfica tiTEr [sacar, tirar].
tempranamenle conduceft se dice del alquiler de: un trabajo cualquiera. El nombre de
Mediante: esa comparación delJ6tico y dc:llatin. podemos fundamc:ntar la deter·
agente comparte estas divCTsas acepciones. El conducto' es el encargado de reclutar
minación del sentido primero de: duco que es «.sacar». Efectivamente, con err~m. si¡:-
hombres con miras a una cxpedicí6n. Bs tlllDbién un maestro de obras que recluta
niflca «lacar la espadu. Se: empica también duco con murum. Yfl/lum, «un muro, una
obrc:r05, que los «alquila» para un trabajo. Una vez fijada esta noci6n de «alquilar»,
,., El Qllftll'no =pb 1ID lOlo tmDb10 para Iu cIoI nodo.-, ipal que d ff'Dlctl. El ttnnllW tvldIa- se ha cm.plcado conducere para un «alquiler» de lerreno, de casa (flgrum./undumJ. '1
110, del iBba J(JrI. de la rak.t..,.·•. (N. r.) no &o1amente de: mano de obra.

102 103
Veamol ahora el ~o /ocan. La oposición Uxica con condu«rt lólo ha podi- gr. krúpto. «ocultar», ylhdplÓ. «enterrar»; JI/ji/han. a~ &cXyou, «enti~rralc» (se em-
do cuando conduan ha tomado el sentido de Clreclutar, tomar en alquilen.
1l8li.'CT plea tambi~n ~fl/han). Para 4f-fI/han el sentido es «ocultar, apartar de bu miradas»:
Debemol indicar brevemente lo que preparaba a 1000rr para esta función de correlato Lucas, lO, 21, o.1t'xpu.<I~ ~<I ao lro,Gw, «t'O. has ocultado (qffaJhtj CIto a los
de oonduc:o. A la expresión du«rr ;n malrimonium, «tomar (una mujer) en matrimo- sabios». En cuanto a ,a.jllhan traduce igualmente tJrAplo. «enterranl, iw.~rr¡, «ha sido
nio", rClPOnde /OCtlr~ in tnIltr;monJum. que se dice del padre de la joven. El túmino c:ntClTado", gafu/haM war. Esto queda confirmado por otros testimonios gmninlcos:
comaarado, Juddico, cs, en semejante caso, date, «ciar». Pero Iocrzrr le encuentra a a. a. a.ja(a) han. «enterrar. ocultan.
menudo en Plauto. e induso un escritor tan cuidadoso como Cáar lo utiliza. Tam- El QlSO de anQ/i/han es por oompleto sin.ular. Este verbo. atcsticuado abundante·
bién tenemos co/Ioctzn in nuJlrimonium. mente, traduce prcuvdidóna{. «entrqar a alquien, conf'18.r» y ekdfdo.rtluli. ~alqaUar.
¿~ qué tite: vttbo aquí? Ji¡ (unción del sc:nticio de /ocan. que & su va. depende arrendar•. Tenemos abi un empleo caractcrlstico en una partbola. Lucu. xx. 9': un
del smtido de locu.J. En palabras tan vqa¡ como 1&5 que designan 106 lI:lu.¡.a.ra» le re- hombre planta una vü\a 'Y la arr~ndll a unos campesinos porque debe: partir; antifalh
c¡uie:R a1Ifm csfucno para encontrar la prccisi6n. l.oa4s debe definirse como el «lu- ina wtnIrsl-wjam, i{i&oTo ys.wpyotc. La misma rclaci6n aparece bunbieo en m.a.a. be·
zar natural de alguna COIU. Se puede establecer que cs, uimismo, be el sentido del ~/en, «enterrar; conflUlt. cfr. aicm.án ~eJrJen, empjehJf!IJ, donde no subsiste mis
ttnnioo ¡rll:¡O que locm Iirvc: para tnuiu.cir: t6pos (~; D05OtrOl DOS limitamos a que la noción de «encargar, recomendar».
indicarlo, la verificaciÓD. es ficil. No vemos que este desarrollo semlntico esté bien explicado. Una transición seme-
Por c:onsigujente, /(,JCtlU no es «poner algo en alguna parte», lino «hacer que algo jante resulta a 'primera vista incomprensible¡ ¿cómo el verbo que significa llCocultar»,
encuentre IU IUlar natural el emplazamiento que le es debido", por tanto, «estable- provisto de un preverbio que indica el movimiento hacia alguien, ha negado al sentido
cer,,; nosotros ckdmo& en el mismo 5CD1ido «colocar a su hiJu, es decir, «cuadlH. de «tranmlitir, confiar, poner en alquilCD7
De CIte modo, 10Cflr'e es muy diferente de ponerr, (cabandonar, dejar aIao en un lugar Ahora bien, la Rprcsc::ntaeión inicial que esti implicada en csta.s signiflcaciones di-
cualquiera». vergentes se descubre en 18 descripci60 de ciertas co5tUm.bres de los Or:rmanos en TA-
El puo al sentido de: «dar en alquiler» se: ha producido, como en conducen, cuan- cito, Ge177umill. 16: uLo.s pueblos de los ¡ennanos no habitan ciudades, no soportan
do loc:tIn le aplica a hombres o a ID trabajo: /oazrr Op6rlm nlam tribus n"mmu moradas contigua; SUJ aldeas. difen::ntcs de lu de los rolOBDOli, no se apoyan y no se
(pl. Trin. 844), litcra1mc:nl:e «ooloc:ar su trabajo por trC!i escudoslt, es decir, «alquilar· sostienen unas en otras, sino que cada cual rodea su morada de un JIllIl espacio ...•
10". AsimiJmo, si le dispone de unjundu.s, dcl. qllC se sabe que uno DO puede wltivar- Luego, tras haber subrayado que no tienen los mismos m~odoI de construcciÓD que
lo por si mismo, uno lo «coloco, lo «alquilD: ~ jlRtdum. Con el dc:aarrollo de los romanoa, Ti.cito prosigue (16, .4): «tienen la costumbr"e de practicar cavidades sub-
las cludad.cs y de los uabljos pó.blicos, uno «pone en adjud~ón" tareas colec1ivu: ter'rin:as que cubn:n por encima aro grandes montODes de estiércol, reru,io oontra el
/oc:rue UÜ1m ~ndQJn. «&fTCOdar la coost:rucd6n de una rota». Entonces queda. es- invierno y recepUtculo para sus coJCCha5; de: este modo, suavizan el rigor de1¡;:1ima y,
tablccido d scotido de «dar en a1quilent. simétrico, pero no conteroporinco, de la si a.pan:c: UD enemigo, asola lo que esti. al descubierto; pero lD que erti oculto Yente-
a.ccp;ión téCnica de conducrrr. rrado escapa a la atenci6n porquc hay que buscado». (So{rnl rI subtt!rranros 8pt:C1U
Se empleó a los do& en pareja. &ólo aJ.and.o hubo que C!ipecirJC8f, rcsped.ivamcte, a¡Jerin eosqur mullo lnsupH fimo onmm/. 5Jl./fttgiwn h~m; rl rrcqJ/.QCW/llm lrugl~
«tomar~ y «dar" en ll1quiler. Si e1latln utiliza dos vt:rbos diferentes, no es 5610 por el bfls. qJlia ri,orrm fri,orwn rius mocli mol/mnt. e/ si qUllndO hastía rzdwmU. apula
cuidado de precisi6n jurtdica, bien conocido entre 105 romanos, sino porque ellatin popllUrhlr, abdila atlttm el defosstl au/ iKnoran/1U aul ea ipso fa/hlrrl, quod qllaererr·
carcc:la de la facultad de que disponia el griego. de emplear el mismo verbo haciendo da suot.)
variar la voz:. SI griego conserv6 durante mucho tiempo la posibilidad de emplear un He ahíla costumbre que puede aclarar los empicos dejilhan. El primer SCDtido de
mismo verbo en activa y en media para indicar las dos nociones correlativu, asI fi/Iuln es «ocultar, colmar»; no nos cxtraftaría que la operaci6n descrita por Tmto
dunrflo. «presw», danrfz.onuzi. «lomar prestado»: mislhó. «dar en. alquiler»: mu- fuese precisamente la que 101 germanos denominaban con ese verbo. La significación
IhoQmai. «tomar en alquiler». En latin, 10& verbos deponentes errtabw1 fuera de uso, y enigmática de anafi/Iulrr (que traduce paradid6nai, ptlrádosls), «transmitir, entregar
no quedaba ele recurso. Se suplieron por medios léxicos, especializando /0CIl'f! y con- alguien o algo», se cxpUcarill como «entregar 10 que ha sido puesto a buen recaudo y
du«n. oculto» o «entregar para IU puesto en seguridad». Eran cosas precio&BS, alimento, 10
De abi se desprende un principio de método sobre el que debemO& insistir a11n a que se ponia de esta forma a cubierto.
riesgo de repetimos: cuando la significación de un vocablo se particulariza de este De este modo, la noción de «transmitir en seguridad» surge de la costumbre de
modo, hay que tratar dc encontrar los empleO! especltlcos que han determinado el conservar ocultos los recursos indispensables. Luego evoluciona ha¡;:ia c1 sentido de
sentido nuevO. «arrendar», que e:I aqul uoa especialización de «confiar»: anqfiJhan puede traducir
entonces ekdidoslluli. ¡KIradiddnaJ; «cntregar a al8uien de confianza, confiarle lo que
He aqul ahora un tmmno completamente diferente que reúne las nociones que es- se ha puesto en reserva».
tudi8lllOl. 1.0 encontramos en germAnico. especialmente en gótico: es el verbo jilJuzn. He abf una posibilidad de explicacibn de: este desarrollo scmintico particular clc1
«ocuItarlt, y CXUl diversos preverbios, tú-. ro- us-fllhan. «enterrar». Pero ana-jl/Jum. ;cnn4nico, que no puede encontrar en razones etimológicas su justificaci6n. Mas ade-
cxtraftamente si¡niflCa «dar», «entregar» "1 tambibn «alquilar (dar en alquiler)>>, y lante estudiaremos la relación de Mrgen. «poner al agriao», y borgen. ilpre5W; to-
pRCisamentc por eso compete a nuestro tema de estudio. E verbo fi/luzn. traduce el mar en pr6stamo», en alemio.
104 lOS
No hay, por tanto, apl"csiones espcclñcas para «alquilan en gcnnlnico, sino iÓlo
una ctJ)C'CiBlizaci6n del verbo «poner en SC!Uridad. transmitir (una posesión preciosa, CAPInJLo 14
puesta en n:scrva)~. Las operaciones de dinero, introducidas tardiamente, no pueden
tener una terminología particular en ¡ól:ico. También aqui se Cllpta la complejidad de PRECIO Y SALARIO
estas costumbres de la vida emnómica, que se crean en fcchas d.iversall, a partir de
nociones diferentes y que toman prestado su vocabulario a instituciones anteriores.

SwnNri:I. f2tudlada ClI _


~uropeo. 1M pa1abrll para _.ario.
cmpkos mM antil;lIOf '1 n:ferklu .. fU oripo Indo-
~ pcLrticWar p. mÍltItdf. p. JIIWIl (al. Lo1lnr
nol revdlll qUll IJItel de deliplar e!4l'prttio de UD trabajo (cualquiera)>>, haD ai¡nificado
«RComp¡:rlla por una lCdón brillante., .pl"Cmio en una. ~owpctición ••
en 1aI1Ulto allat. me'nm-. que tunpaco li¡Dific:a _.ario. en ellcotlllo moderno, IU
rcladón con mcr.t, «mcrclDcip, trlUll1uce la introdw:c!.6n del dinI:ro en lb I"Clacioncl
catre bgmbrcl para l:II)Olpnf lCrVic:ios lpaJ que IC C'Ol'DpfI un atoc«J.

Entre los t!rmlnos que denotan lu relaciones de intercambio, hay que atorlar un
lupr al de <aa1ario», ron tanto mis motivo, por Jo menos aqui, cuanto que tenemos
una c:orrcspondcocia indoeuropea bien atestiguada YUD sentido claro.
Se trata del &lupa de paralabrlls cuyos representantes son: ar· mLJJhÓJ' CJ¡wG6(),
scr. mH!hQ-, av. mickz. IOt. mltdo. a. cal. m'rzda. t!rmino común al índokanio, al
griego, al genninico y al eslavo. La constancia de las formas es notable. y también la
del sentido. Entre las palabras citadas 5610 hay una débil diferencia, que, a primera
vista, no es capllZ de explicar la génesis del sentido de «salario»,
No obstante, ser' útil estudiar un poro más de cerca esta corrcspondencia para
tratar <le: determioa:r mejor la noc:ión. En si miama, la forma no se deja analizar: esta-
mO& en presencia de un derivado cuya ba!C no aparece; si es una ra1z verbal, no sabe-
mos determinarla y no teDcmos medio de ídcntiflClll'la. Es, por tanto, un sustantivo
aislado (sólo se la puede relacionar con el ved. mitjhD-, de mk!hwu-, «pncroso»),
pero que perteDooc al vocabulario mis antisuo.
El tmnino v&lk:o mitihD- no significa propiamente tlsalariolf, sino competición»
o «premio de una competici6n». Los hechos avtsticos deben ser coDllidcrados en este
punto: míidQ· csti atestiguado varias veces, labre todo en los Githis. y va reJido por
el verbo han- (esto el constante), cuyo correspondiente sánscrito es san-. propiamentc
",anlU'lt. Si estudiamos los empleos de Juzn- con mfida, vcmos que DO es un salario a
cambio de un trabajo de lo que aqui se trata, lino de una relXKDper111l -material o
no- a cambio de una actividad, sobre todo de una actividad c1csplcpda al scrvU:io de
la fe. No hay que uombrarsc de que el tatnino 5C cnCUCDtre delimitado en esta accp-
ci6D: los Gitbia del Avesta Ion UD tc:x1O poético Y tcolóciOO, una serie de apasionados
serttlOl1C5 en ravor de la fe zoroastriana. Todos Jo¡ táminos que se imponen csW1
caraados de un valor reu,ioso.
Siempre se IIDa el mñdo mediante un trabajo o un m!r:ito alscrvicio de la fe. Pe-
ro una vez al menos esta recompensa adopta un aspecto concreto, YQSlla. 44, 18:
106 107
«concédenos el mJida que tú nos habias prometido, a saber: diez yc¡uas provistas de Por otra parte, n. 1, 159, tJ"'¡n drnus'Nzi. «ganar su timh>, ganar la parte de honor
machos y un camello». Es la Ílnica vez que se trata de una enumeración material; en que corresponde al jefe, A¡amenón, en la guerra o en una competición (cfr. 5, .5.53); o
los demás ejemplos, es de orden espiritual: es la felicidad, recompensa atribuida a la también ámwstluzi m~ra k/~os (6, 446), «ganar una ,ran gloria cn el combate». Por
vida futura. Ha)' que poner de relieve este curiow encuentro ron el empleo paralelo último, en la persecución de Hector por Aquile.s durantc d combate supremo, ea el
del griego mlsth6s en los Evangelios. Afecta a la identidad de las condiciones inicia- texto mas significativo (22. 160)' OÓX "'"""" .,¡a¡ ""'1", &pv;a&'" 1 " ..,..¡, .19...
les: es el reino fUluro, la «rnl~ deseablelf para emplear la terminologia avtstica, lo rM'tm ~, «ellos DO trataban d.c: ganar el pR:IIlio que los hombres se disputaban
que esUi en el primer plano de la predicación zoroastriana; en este reino. en esta reUci- en la caI1"CI1Ut. smo que la verdadera apunta en. la vida de H&:tor perseguido por
dad prometida reside el mfida. Aqul1l:s.
Comparando los ttrminOl vtdico )' av&tico. vemos diseñarse una signiftcación Asf, tinwnwi !i&nif"lca flObtcnU. tras Qforzada lucha. un premio». ¿Es fortuito
mAs precisa, orientada de forma muy distinta de lo que pareda. No se trata de una que min1tllmé est~ compuesto con un verbo tan espc:dfico que implica prcdsamCt1te
venta';a de carácter económico ni de una retribución regular, ni del salarlo de un 1& recompensa vinculada a una prueba? Por lo dcmis, ¿no decimos nosotros mismos
trabajo ordinario, sino mis bien de una recompensa - de carácter material o no- «ganar» un salaria como tambim «ganaD un premio, una victoria? De este modo,
atribuida a aqud que saJe victorioso de una lucha o de una oompetidón. Esto bace directa o indirectamente, mtJhJ63 ea la misma nación que constatam05 en indoira·
vcrosimil que, en cl seno del védico, mirlha- esté cmparanlada con müjh~as-. nio: precio fijado de antemano en una rompetici6n. Estc ICOtido eatA mejor con·
«generoso». servado en la tradición. beroizante de los himnos vWic05. Pero todavia es reconocible
Es el término grie¡o el que estt representada de forma más abundante: sr. en Homero. Tal es el primer empico de minhÓ.!. lnc1uso cn cl .sentido de «salario»
mitthDs tiene efectivamente en 101 textos homéricos la significación de «salario» en el sobrevive aún la noción de «retribudón fijada de antemano y pagada cuando se:
sentida en que n0r5otros lo entendemos. Los ejemplos son clar05: 11.21,445. Posei- lleva a término el trabajo". El «pCCJI1Ío~ del concurso se ha convertido en el Klm·
dón recuerda que ha trllbajado para Príamo misthOl epi rhióJ. ~ m. ~'f'C~, «por riOIf del trabajo.
un salaria fijo": aqw 5C trata rca1mente de una retribución. El gótico Y el eslavo no nos dan mucha información: el ¡ótico miuJo rirve para
¿CuAl era esta retribución? En un pasaje de la Odisea (18, 358 ss.) un hombre: que traducir el griego mistlrds Y DO prc:scnta ninguna variación instructiva. Sin embarao,
trabaja por un mÍ8thós n05 dice lo que gana: su alimento de trigo cotidiano, ropas, hay en gótico, aliado de m.kdo. otro téllDino quc traduce también el ¡rielO mlstltós;
calzado; tal es d m/slh6s de un asalariado. Sabem05 que, a menudo, habia protc:sbu es knm (a. a. a. Jón. al. Lolur) que se apoya ¡obre un antiguo neutro, ·taunom. Esta
cuando el asalariado no recibía. un salario, o cuando no recibia más que una parte. concurrencia con el antiauo tbmiDo indoeuropeo merece por JI m.ism.a que rtiernos en
Sin embargo. hay ejemplos en que «Salario» no conviene, en que el empleo de eDa nuestra atención.
mulhós Iiu¡jc:re un sc:ntido probablemente mú antiguo; en ll. lO, 304, se pide en el El gótico /aun DO esti aislado en el vocabulario iodoeuropco; no obrtante. antes
campamento troyano un voluntario par1l realizar un reconocimiento peligroso entre de estudiarlo en aus correspondencias, examinaremos la significación qoc 14: despren-
las Aqueos; y se promete una gran recompensa: ~ 1m IllyGl~ 1l108róc a. IX a~~ de de sus empleos. Traduce a la vez miJlháI. Op.JOnitl. kh6riJ; eno se debe a que
1cn1lL. «y habrt un misthós selurolt: un carro acompdado de dof¡ bumos caballos. probablemente no responde, ton total CJl.actitud, a ninguno de eclos trc5 t&minos
La condici6n del que ha de recibir ca;te mislhós es muy distinta de 1. de un asala~ griegos.
riada. Habri. realizado una hazafta y el misth6s es la recompensa ofrecida por la reali- Un puajc: nos muatra de numera notable cómo /aun y miuJo juegan juntos en la
zacibn de C$8. hazalla. lJe¡aIDOS aqul a la significación a que ya remiten los tá"miDOI semintica cótica, alU donde el modelo grielo emplea cl mismo t&min.a mlsthIJs.
inc1olrama.s; el m.lsth6.r no es un pago regular, sino el premio que obtiene el ¡anador Mal. VI, 1 /aun ni habaljl/rQm alt;1I i,:waramma... «no lt!nl& laun (¡aa8iN 013.
de un concurso, el h~roe de: una acción dificil. rXIU), de nuestro padre~. y lUCIO: «en verdad os lo digo, los hipócritas reciben sala·
Tenemos de esta interpretaci6n una prueba mis, sobre la que debemos dctc:nern05 rio» (lIdxouO't UN ~\IIZÚtW\I), andnemum mizdon seino.
parque no ha sido sertalada todavIa. Un verbo particular se compone con mlsth63 pa- Para traducir el mismo término, el gótico emplea dos palabras diferentes can una
ra decir «ganar un salario»: mislharne1n (¡u09lZpVS¡V), «trabajar por un &alario. ser u.~ linea dc intervalo. La segunda vez, mizdo. porque sc trata dc un aut~ntico salario bu-
lariado». En este compuesto se reconoce el verbo 6rnumaJ (lpwplZt) que tiene empleos mano, el salario de aquellos que son denominados hipócritas, cuya recompensa con·
homericos claros, y tan poca numerosos que es posible examinarlos todos. siste en la consideración o en otras ventajas. Cuando el salario debe ser recibido del
En primer lUJar -y es un hecho significativo-, las antiguos gra.m.iticos traducc:n. padre que está en los ciel0r5, en csta ocasión se trata de Itmn; no se han sentido autori.
este verbo por antJkatal/6ssathtd, «obtener al término de una prueba de riva1idad~i zados a decir mizdo.
esta definición que los lexicógrafos modernos no han tenido en cuenta es, desde lue- Es laun. a5imumo, el que se emplea para traducir una expresión muy cruda, la pa·
go, exacta, como lo muestran los ejemplos hom~ricos: al principio de la Odisea (1, .5) labra popular Op.sOnÜI; Rom. VI, 23: launa fTllwullrhlais daulJus (d. Oq¡&lWl t%
se habla de lu miserias de Uliscs, el húoc a quien el poeta pide a la mUla que cante, &.¡t1Z¡n(at¡ fU:vc¡-¡;~), «el salario del pecado es la muerte». Por opronitl se entiende pro·
~~ f¡Y TI 9'lx'rY mI YÓGwY ha;~\I, «aquel quc gana IU propia vida y el regreso de piamente la «soldadll)~, el alimento distinto al pan: carne y, sobre todo, pescado, ~
IU& compafleros~. gurado a los 501dadol: de ahl, salario del soldado. que es pagado en viveres. Aqui, en
Gana con e¡forz:ada lucha, en el curso de pruebas en las que ha salido triuufador, sentido figurado, es el salario, la rctribut:ión del pcc:ado, y /aun está en plural a causa
cl prr!mio. que es haber salva.do IU alma y uegurado el regreso de sus compafteros. del plural griego. Otro ejemplo: si 1Xv01véis lo que se os da, si amáis a aquellas que
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os hacen bien, si.. .• etc., ¿d6nde está vuestra kháris? (Lucas, VI, 32-33-34), kh6ris~ Hecha la observaci6n sobre esta particularidad, hay que tratar de comprender có-
«gracia» es traducido por Jaun. mo merces se relaciona con merx. y cuál puede ser la relaci6n entre la noci6n de
He aqui ahora dos compuestos que ayudan a centrar la significaci6n: sigis-Jaun, «mercancía» (merx) y la de «retribuci6n» (merces). Hay que subrayarlo, la merces es
«Sieges Lohn», «el Jaun de la victoria», traduce brabelon, el «premio» dado por el una cosa completamente distinta al «salario». Lo que la merces remunera no es preci-
brabeús, el árbitro, al vencedor de una competición. Es el término empicado para el samente un trabajo de obrero, sino los brazos de un hombre, el servicio de un solda-
premio ganado en la carrera en el estadio: el texto (1 Coro IX, 24) lo dice fonnafmen- do en la guerra. la ciencia de un jurisconsulto y, luego, en la vida pública, la interven-
te: «de todos aquellos que corren en un estadio, s6lo uno obtiene el sigis-Iaun». ci6n de un hombre polltico. lo que se llama un tráflco de influencia.
El segundo compuesto es curioso: launa-wargs (JJ. Timoth. lll, 2) que traduce Esta «remuneración» particular se relaciona de este modo con los términos estu-
akháristos, «ingrato, mgriztus» (Vulg.). Es -wargs el que cumple aqui la función de diados del vocabulario comercial. Pero no deriva del «comercio» en el sentido or-
preverbio negativo, mientras que el g6tico tenía la facilidad de formar un adjetivo ne- dinario.
gativo con un-o El sentido de -wa1'&f es preciso y fuerte: (ga)wargjan significa «conde- La noci6n que debe unir merx y merces es que la remuneración está hecha con di-
nar»; wargi/Ja, «condenaci6m>; a.a.a. warg, «criminal». Es una noci6n propiamente nero: merx. en tanto que «mercancia», es la mercancía obtenida por dinero. Tampo-
germánica: el warg es puesto fuera de la ley y desterrado de la comunidad. El com- co es el trueque. el intercambio de una cosa por otra, sino una compra comercial, rea-
puesto launa-wargs significa, por tanto, propiamente «destituido de faun», aquel a lizada mediante dinero. Tal es el fundamento de la relaci6n entre las nociones de
quien le es negado ellaun. Es un término muy riguroso, mucho más que el que lo merx y de merr:es. Para comprenderlo mejor, comparemos el caso del francés denrée
traduce. [género]; en antiguo francés es la denerée. es decir, «aquello que se puede obtener por
Vemos de este modo que laun es una cosa completamente distinta a un salario; es un denier [denario]», el producto, en tanto que susceptible de ser pagado, en tanto
un don de favor. o una ventaja ganada por una actividad que no ca un trabajo ordi- que entra en el «comercio». Es la relaci6n entre merx y commercium..
nario (en cuyo caso mivJo hubiera sido el término adecuado), propiamente una «gra- Merces es, por tanto, un pago que retribuye la disposici6n temporal de un hombre
cia» obtenida o un «premio» conseguido. para un fin particular. El término scftala una noci6n completamente nueva. la intro-
Gracias a la comparaci6n, tenemos medios para circunscribir más elscntido: fau ducci6n del dinero en las relaciones entre hombres para comprar servicios, de igual
está perfectamente atestiguado, sobre todo por ellat. liicrum (de -Iau-tlom), IUcror. forma que se compra un género.
El sentido de lucrum es la ganancia, el beneficio, con la idea que representa de al- Estos diferentes términos. comparados aqui en virtud de su significación, tienen
go inesperado, un aumento inesperado. En otras lenguas, esta significación se espe- relaciones que hay que retrotraer muy lejos, si queremos comprender el hecho de que
cializa: sánscrito lota. lotra. «botín» (palabras de léxicos) -que se relaciona con los hayan podido converger a partir de origenes diversos. Revelan la complejidad de los
ténninos eslavos: fovü, «(botin»; Joviti, «coger, capturar en la caza», «realizar una grandes hechos de civilizaci6n que denotan. Percibimos agul de qué manera, en el vo-
captura»; griego lifs (A'I~, botin, Jifzomai, «hacer botin», lilstór. «bandido». cabulario y la econom'Ía de los diferentes pueblos indoeuropeos, la noci6n de «sala-
El botin de guerra, la captura durante la caza, son precisamente ventajas con las rial) se ha realizado a partir de la noci6n de «recompensa» de guerra o de juego, a
que no se puede contar de antemano, son los «favores» del destino. Esta raíz se en- medida que se establecían relaciones de trabajo fijas, detenninando la noci6n de «co-
cuentra en griego en otra familia, la de apoloúó, «gozar». Aunque «gozar» sea el sen- mercio» y de «mercancía», un nuevo tipo de «retribución».
tido clásico de este verbo, el sentido antiguo todavia aparece. En relación con la idca Los mismos procesos se repiten en las denominaciones renovadas de nuestras
de «botín», es una desarrollo fácil de seguir: «conseguir un botin y gozar de él», «sa- lenguas modernas. Por ejemplo, la noción de sueldo (de donde deriva la de 501-
car provecho de una captura de guerra o de caza». El punto de partida del gcnnánico dtldo < itaL soldado, «retribuido por un sueldo») se ha formado en tanto que «retri-
-Iaunon. g6tico laun será, por tanto, «benef"lcio obtenido por captura, botin». aqui buci6n de gentes de guerra»; antan.o se percibla alú la relaci6n con el lal. solidum..
en consecuencia la ganancia. totalmente diferente del salario que procura el trabajo «pieza de oro» (de donde nuestro [francés] sol, sou). Una persona moderna a dur.as
regular. penas podría imagínar. porque estos signos lexicos se han distanciado mucho entre s(,
Vemos, pues, converger y aproximarse aqui en el vocabulario gótico, con mizdo y que el salario era, en su forma latina. un salarium. el «dinero dado a los soldados pa-
/aun, dos nociones radicalmente diferentes: la primera evoca la competición y el pre- ra comprar sal» (lato su!); que pagar deriva dellat. pacare, (satisfacer, calmanl (me-
mio que a esa competición está vinculado; la segunda, el batin de guerra o de caza, diante una distribuci6n de dinero); que les gages [las prendas] son el plural de goge».
luego el favor o la recompensa en general. «garantia, rescate». Las imágenes de la guerra, del servicio mercenario han precedido
Queda por considerar un tercer ténnino que está limitado al Iatin: merces. genitivo y engendrado las del trabajo y retribución legal a ellas unidas.
mercedis. «salario, retribuci6n». de donde provienen mercenarius y todas las palabras
que están relacionados con él. La particularidad de merces estriba en que tiene clara-
mente una relaci6n con merx, si bien el sentido de las dos palabras ba divergido enor-
memente. Desde el punto de vista morfológico. merces es una formación en -N-. Te-
nemos pocos ejemplos de esta formación y no hay unidad en esos ejemplos; por lo ge-
neral son términos poco claros. Está. por supuesto hered-. pero es un adjetivo, mien-
tras que I1U!rced- es un sustantivo fonnado sobre otro sustantivo.
110 ll1
CAPinJLo IS totipa se restituye ficilmcnte en ·lcred-dM·. «poner el - kred.,... fonéticamente elido
se apoya en ·creulo. que corresponde al simcrito Sraddhil. En avéstico. donde se es-
CRÉDITO Y CREENCIA peraria .~, tenemos uazdiI, con t inicial. por asimilaci6n; por tanto, todu las
formas se corrc:spondcn cx:actamente. Semejante identidad de formu en estas condi-
ciones garantiza una hcrcncia léxica fielmente conservada.
Cuando J. Darmcstcter estableció por vez primera esta com:spondcncia, vcia en el
primer elemento el nombre del corazón Olt. cor. cordis). Esta inttl'])retaci6n fue ripi-
damente abandonada por diversas razones sob~ las que hay que volver. porque el
problema etimológico está hoy de nuevo a la orden del día. se considera en general
• kred como una palabra dminta que sicnifica duena m~; - krrd-dhi aignifica-
Tia, por tanto. «poner en alguien la *JcrN (de donde resulta la confianza)>>. Esto no
ea muy sencillo. pero Il priori no se puede cspc:rar que esta noción corresponda a nucs-
tras conc:epdones modernas.
SutMrlo. La CUCQ, cOrTftlIOIldcDda fOJalal del 111. m-dO y del~. MrId-4J111- pran·
El problema fue tomado nuevamente por KOh1er que examin6 el sentido del verbo
tiza una hercnda muy &D.tipa. Bl examen d, kili tlllpl_ de 1rIuI-d1ril- en el Kit: Veda y del nombre en védico e indicó lo que parecia resultar de ello para la etimología
n0511eva a d1Jccrnlr ..... Cltl palabra la .igaifu:ad6n 4c ".-:to de wnfianza (en un d1ot) indoeuropea. Se¡6n a, la etimolosia de DarmCl5tctcr para • krtd, nombre del cora-
que implica rea;litlKión (en forma de favor divino OIor,ado al fiel)>>. PurtK.dor de elta z6n, habria sido rechazada equivocaclluDentc; si volvemos a la explicación de *kred-
misma nocibn compleja, el '/crm- iDdocuropro le llJ\CUUllra, Ialciudo, en cl1allo r:rid6.
dhi· como «poner su coraz6n en a1gunl cosa», vemos que se desarrollan sin dificul-
...confiar UD. COlII COO la cx:rtcza dI: llll:upenrlalt.
tad los diferentes sentidos atestiguados y que siguen cOIllitantes en indio, tanto en vé-
dico como en pili, incluido el sentido tudio de «deseo». Si el término védico se refie·
Como las dcsignacione& del «salario», 181 relativu a la noción de «pfft». Ipréstll- re a la «crcencillJt, no se: refiere a UD credo trol6gico, sino a la ICconfumza» que el fiel
mo que uno bacc:) y «emprunllt. [préstamo que uno redbc] no tienen en oricen un testimonia a los di05C8, a su fuerza, particularmente a Indra, dios de la ayuda. del so-
sentido propiamente econ6mico. COITO, que esti a la cabeza de todos los demás. Este ooncxpto religioso central en la
Un prlt (prtstamo que uno hace) es dinero, valores confiados para ser ulterior- religión dd sacrificio. que es la religión véd.ica. se enunciarla. seg6n Kobler. por tm8
mente I"ClItituidos. Podemos cootc:nt.arno& con esta dcfmición que: conviene a t&minos suceri6n de tres t&minos: «Treuc_ (fe), «Hlnpbc::» (el htcho de dar), «Spendcfreudig-
de 101 cuales unos son comunes a varias lenguas indoeuropea, mientras que otros re. teit» (aIcgr1a de ofmx:r, liberalidad en el don). DI: «fe_ a 4<ofn:nda liberal (en el sa-
sultan de un desarrollo reciente. criflCio)_, la cvoluci60 se rca.1izarla primero en el nomiR,luego en el verbo.
Vamos a considerar primero un término latino, cuya aJ.ptificaci6n es mis amplia y Encontramos el concepto divinizado en los textos vúlicos: es la diosa Snddhi la
se aclara por una corrtlpondencia bastante extendida y anti¡ua. Se trata dcllatin m- que se: eocvp de la ofrenda; luego, en unl petspcctiva eclesiástica, el término dcsig-
do y de sus derivados. La nodón de «<créancc» [crCdito, cn:cocia] se encuentra un- n.arla la «confianza» dcIlaico en el brabman y en su poder, correlativo con la pCI'D-
pliada desde el comic:nzo de la tradición a la de «croyance» (creencia). Ya la amplitud sidad de la ofrenda. De este modo iC pasarla de la confianza CII los dioses al efecto de
de esta aignific:acióo putea el problema de saber cómo le rdadonan estas nociones la ofrenda.
en latin, porque los t&minos correspondientes en otras len¡uu denotan tambit:n la Por lo demAs. Koh1cr ~c la historia del término en los uptlt1qlld y en 10l!i tex-
anti¡tledad de la noci6n y la estrecha asociaci6n de loa dos sentidOll. tos búdicoa donde aparecen la noción de «creencia», que subsiste, y la de ~genc:rosidad
La distn"buclón dialectal de los ténninOll es muy particular: por un lado, en latfn en la ofrenda». E sentido inicialserla, por tanto, «poner su coraz6n», según la anti-
crldo, en irlandél cretim, y en el otro extremo del domInio indoeuropeo, IÚlSCrito gua ctimolo,la que Kobler quiere resucitar y quc piensa demostrar mediante las no-
Jraddhiz, verbo y sustantivo femenino, y paralelamente Iv6stico UIllda-. tcma verbal ciones que ~l deriva en védico.
y tambibl sustantivo. En indoiranio, el sentido es, asimismo, «creer)) con la misma ¿Qué puede sacarse de esta conclusión? Dejemos a un lado por ahora la ctimolo·
construcción que cn latino ca dccir, r6gimcn en dativo. Hans KOhlcr lo ha cstudiado gia, ya volveremos sobre ella en último lupr. Si 5raddhfl significa en védico «creer,
detalladamente en una tesis doetorll1 (Gottingen, 1948) sobre la noci6n de iroddhll en tener conflinta en», no se nos dice c6mo se define la «creencia». Parece como si esta
lu literaturas védica y búdica. noción fuera en védico pareja de la de «creencia» en Iatin o en irlandés, donde está fi-
Tenemos aIú una de las corrC5pondeDcias mts anti.¡uas del vocabulario indocuro. jada desde el principio; ya no tendrlamos, por tanto, m.áII que la etimologia para in-
pco; es significativa porque (como ya se ha observado) está atc:sti,uada IOhunc:ntc: en formarnos sobre su fundamento.
los dos atrmlos dellirca comlln; y como para muchos términos importantes rtlativos En realidad. con la ayuda de los textos citados cxhauJtivamcnte por KOhlr:r. se
a las crcc:nciu y a laa institucionCl. qu.c esttn en este caso, esa supervivencia denota puede caratterlzar de forma algo mú prcd6a esta ootiÓD. El térmiDo JI'tId- no se
WlUQismo. compone con mú verbos que -dhil, salvo una vez klzr. (kr-), «hacer_. Pero b'od-kar-
Este bc:cho quc:da corroborado por la antigQcdad de la formación. &tamos al es artificial y poco claro; todo el mundo estA de: acuerdo CII cIlo. También hay que su-
presencia de un anticuo compuesto verbal. constituido con la ayuda de: • dJri-; el pro- brayar que el verbo Jraddhil- es tratado a menudo como un compuesto con prevcrbo,

112 113
o que 10& miembros pueden ser separados; irad de un lado, dhil del DUO. Esta creen-
cia no es nunca creencia en una cosa; es una creencia pc:I"lIOnal, la actitud del hom-
bre respecto a un dios; ni siquiera una relación de hombre a hombre, .sino de hombre (3)
a dios; la sraddhil lie dirige particularmente a Indra, dios nacional, héroe CUyu hlWl-
fIa¡ llcnlU1 el Ri¡ Veda. Por una transferencia conocida, siempre que una divinidad En otro lcXto (X, 147, l),lrat t~ dadhimi, «yo pongo mi COnflllDZll en ti porquc
tiene una funcibo, los hombres necesitan a esa divinidad para realizar esa misma fun- tú has aplastado al dragón y realizado la bazaña virilit. Se trata del combate de Indra
ción en la derra; por eso, el hombre tiene nc:cc:l!Iidad de Indra para ser él mismo vence· contra Vttra. hamfta anterior que impulsa al ftel a darle su confianza.
dar en la lucha.

(4)
(1)
He aquf una invocación a la pareja de dioses Nisatyas (los Atvins, correspondien·
Antes de nada veamos un texto que mUC5tra en qué condiciones se ha establecido tes de: los Dioscuros), esos gc::melos que son diOSC! curadores y sabio! (X, 39, j): «00-
esta creencia en lndra: sotros 05 invocamos, para comprometeros a renovamos vuestro favor, oh Nisatyu,
para que este ar; (compaJlero de clan) tenga aJfÚltl1Wl en vosotroslt.
... ir'cldbitllDl te "",huid indriy/Iya Se quiere obtener de C50ll medicos divinOl5 la prueba de que son capiwes de ayudar
ddhll mtln~ trat te asm/J adbiyi a los hombres, para que elllotrOlt (el an), que DO cree en c:llos, les conceda en. addan-
'i#il t:Odaswl mahat~ dh4niya 11.. V. l. 104,6 te su confianza y sea su apoyo.

se ha puesto confllUlZ8 en tu gran :fuerza indriana. por eso prec:is.amentc yo he


$: •••
pensado (manyej: se ha puesto confianza OJ ti, J.ánzatc como un toro para conquistar (S)
el eran prrmio tlcl combate.»
Se trata de ganar el premio del combate; no es una guerra, sino UD combate singu- ¿Por qué? Un texto de la respuesta (VIL 32, 14): «¡Qué hombre, oh Indra, ata-
lar, una rivalidad, una justa. Dioses o repi esentantes de los dioses, cada uno tiene sus ca a aquel de quien tú eres el tC5OfO» (tvi-l'lIS1I. «que te tiene por bien, por fortunu).
partidarios y la causa del dios es la de todos aquc1los que la apoyan porque ponen en «Al confiarse a ti.lraddhil tt, el tKroc liC esfuerza por p.nar el premio (dd combate)
el dios ru fe. fU ccnfiam:a. en el dIa decisivo.»

(2) (6)

He aqui ahora un pas¡Qc donde, por primera VCZ, probablemente la única, aparece tcPorque yo he dicho: al escoleros, oh lndra y AJni, nosotros debemos quitar por
una cuestión sobre el oriBen de 101 dioses y una duda sobre su existencia (R. V. 11, la lucha este sdma a los Mural (que son 101 enemigos de los dioses), venid para llpo-
12, j), «aquel del quc liC pregunta" ¿dónde está?", el (dioa) horrible del quc $e dice yar cUrad y bebed del sdma uprimido (suta) (1, 108, 6).~
"no existe". aquel que hace desaparecer (m;nali) las riquezas del ari (el rival) como
(un jugador) los dados: tened conflBRza en ~b), sd arydlJ P~{1r vfja r~á minia Irdd
asma; dhDtta. (7)
Se trata de: una justa, en la que el dios, del que algunos llegan a dudar que exista,
coge todo, aminora el empuje del rival. Por tanto, ... Jrad usmai dhDlta. «¡creed «Oh tú, Indra, al.éIrate con la lraddhfl y con la bebida de s(Jma. tienes, en favor
en él!». de Oabhiti (aqui el nombre d:e un hombre) dormido (el demonio) eumuri (VI, 26, 6).~\ 'tllA Pb.
Eate dioa es un campeón que porta la esperanza de los hombres, cuya causa repre-
senta; los hombrcs deben reforzar su poder haciendo esta sraddhiz; se pone, por tan-
to, srad en él parll que ~ triunfe en el combate: el dios debe justificar esta confianza •
~~ ~
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con sus hazaftas anteriores. ••
""ICAtl\\.
La respuesta a nuestro «¿por qué7» ---<:fr. más arriba, (5)- es, por tanto: porQ.u~---
el dios que ha recibido el 11Yld lo devuelve a los fieles en forma de apoyo en la
victoria.
Conforme Il Iu tcn.deocias ¡encra1cs del vocabulario rc1i9oso, se desarrolla ahl
114 liS
una cqu1v~a entre la acción abstracta Arad y 105 actos de ofrenda: poner su srod los perros. En segundo lugar, el corazón esta sede de cierto número de: aflX:t.oll. Quien
en el dios cqwv.ll1e a hacerle oblación; de ahi la equivalencia entre ¡rad, por un lado, haya leido a Homero sabe que en el corazón reside el valor, el pensamiento' ciertas
y, por otro, ~aj., y todos los verbos de oblación. Vemos que no hay nece:sldad de esa cmocione5 se manifie:stan en él, sobrc todo la c6lera, de ahl un ve:rbo como a'. eslavo
4C1~osidad~ de la que KObler ha creído hacer un momento IcmintiCO de la palabra. sri1~j(i, ruso se.rdU', «irritar~ (antiguo eslavo srUdtct!. ruso serdce, "corazón»). Los
Si DOS arnesgtramo.s a proponer una traducción de Jrad, seria «devoción», en el derivados nonunalcs se vinculan a w mi.!mas reprC'SCDtaciones: e:n latín se<Of3 con-
sentido etimológico: devoción de lo.s hombres a un dios, para una justa, en cl curso cors. con los abstral:lOll I:omo concordia. H<Ot'S, «quc está fuera de su corazÓn de
de una lucha. de una rivalidad. esta «devociÓn» permite la victoria del dios que es el sus facultadcs)ll, asi como el derivado verbal re-cordor. feTe:Cordar(sc:)>>. El cora~ es
campeón, y. a cambio. confiere a los fieles vcotajas csmcialc:s: viCIarla cn las luchas solamente un órgano, asiento de una afca:i6n, de una pasión, en rigor de 18 memoria.
humanas, c:u.raci6n de laa enfermedades, cte. «Depositar confianza", es comprometer pero nada mis.
su confianza, pero a cuenta de trueque:. Lo quejamb hay, CJ'l ninguna lengua indoeuropea antigua, es una locución anaU·
En avbtico la noción se define de la misma manera: es un acto de fe manifestado dca la! como «-poner su corazón en alguien,.. Para quien está habituado a la fraseo-
hacia un dios. pero c:spc:cifu:ammte para obtener 6U ayuda en una lucha. El lleta de fe: log1a~ al estilo, a 135 manerlU de pensar de los antiguos, ésa seria una c:xpRSi6n tan
implica siempre certeza de rcm.wu:laci6n: se rca:Jiza esa devoción para reencontrar cxtrafia como «pon~ su bip.do~; no hay diferencia a este respec10 entre d corUÓD y
siempre d beneficio que: se ha comprometido. ct nombJl: de cualqwcr ouo oclano. Sólo una ilusión nacida de las metáforas moder-
Ella estructura similar, en oontextos religiosos diferentcs, pra11tiza la antiaücdad nas ha podido hacer pensar en un giro indoeuropeo como «JXIDCC su carn6n en al·
~ la ~oción. LA shuaci6n CIi la de un conflicto entre 105 dioses, en el que los hombres guien». En vano buscar1amos en los textos antiguos la menor huella de una locución
mtervu::ne:n a~do una u otra causa. En c:ste compromoo, los hombres dan una semejante. Hay que dejar a un lado definitivamente: esa interpretaci6n. Por desgracia.
parte ~ si uusmo.s. que ~fucrza la de los dioses a lO;! que han eh:gido para apoyarles; no vemos nada preciso para sustituirla: '" krT!d sigue quedando oscuro: apare:t:e sólo
pero SlCIDprc est'- lMplicita una contrapartida; se espera del dios restitución. Tal es, en ~ relación, nU(}Q como palabra independiente; y desde el punto de: vista eri-
aparentemente, el fundamento de la noción laicizada de créu"cr:. confianza, sea cual mológico, la palabra está completamente: aislada.
sea la cosa fiada o confiada. Por t~to, no se puede bacer otra CO!Ia quc proponer una oonjetura: '" kred serta
El mismo marco aparea: en cuaiquiC'C manifestación de confianza: confiar alguna una CSpecle de: «prcnd.a», ele «apuesta»; algo material, pero que compromete tambitn
~ (lo que es un empleo de crido) es entregar a algÚD otro, sin consideraci6n de el sent!"tiento penana!. una noci60 invcstida de una fuena mágica que: pertcncc.c a
IlCSIo, algo que es de uno, que no se da, por razones dívenas, con la certeza de vol- cualqu~r hombre: y que: se coloca en un ser superior. No hay cspcnInza de dcfmir me-
VI:T ~ encontrar la cosa confiada. El mc:c.anismo es el mismo para una fe propiamente jor este término. pero al menos podemos restituir el contexto en que ha nacido esa te-
religiosa. y ~ la confianza en un hombre, sea c:I compromiso por palabras. por pro- laci6n que se cstablc:cc primero entre 10§ hombres y los dioses, para matcrializane lue-
mesas o por dLDero. go entre kJs hombns.
Nos ranontamos de esta forma a una prehistoria lejana, cuyos ¡randes rasgos por
lo mmos se esbozan; rivalidad de poder de los c1ane8, campeones divin05 o humanos,
donde hay que dar muestra de vigor, de: generosidad, para asegurarse la victoria o pa-
ra ¡anar en el j.ue¡:o (d juego es un acto propiamente reU.cioso: los dioses juegan). FJ
campe6n necesIta que se crea en él, que se le confie c:l • kred, a cambio de repartir sus
beneficiOS e~tre aquellos que le han apoyado de esa forma; de este modo, hay entre
hombres y diOSes un do uf d~.
¿Qué es ·kred1 El análisis que acabamos de hacer, ¿autoriza a concluir, como
KOhler ha hecho, que hay que volver a - kred. «corazón»? La antigua objeci6n contra
esta interpretación sigue subsistiendo. La forma - kred no coincidc con e:l nombre del
corazón en indolranio: es un hecho extrafio, pero indiscutible:.
Frente alladn cor(d), griego kel', kardía, g6tico hairto. es!. sriJdfce. tenemos en la '
inicial la sonora aspirada en indoiranio: h{d-. hiudj en sanscrtto, r.ired· en avéstico.
Cualquiera que sea la explicación, no hay en indoiranio la menor huella de la gu-
tural sorda inicial atcstiguada por lo dem6s en otras partes. De este modo, la fonna
'" kred no se identifica con el nombre del corazón. Incluso en el ¡rupo occidental,
donde: la forma se presenta con inicial k-, encontramos para ~<corazón», -kerd.
'" kord. '" krd (grado cero), pero nunca'" kred.
Ademú ~sa que aun me parece Olés grave-, hay una dificultad de sentido; ése
es el aspecto de la cuestión que mcn08 .se evoca. ¿Qué representa en indoeuropeo el
«oorazón»? Es. ante todo, la víscera como tal: .se arroja el corazón de un hombre a

116 117
CAPÍTULO 16 La distinción dc 1115 palabnu quc dependen de ella no está realizada claramente en
el cficdonario 4e autoridad, el de Blrtholomae. Es lógico proocdcr a UD análisis que
PR1!T, EMPRUNT(*) Y DEUDA permita reagrupar palabras dispersas en varios articulos. En efecto, Bartholomac di5-
tinguc dos núca: 1) ptlr-, CIlhacer igu.al»; 2) pur-, «condenar». Fn mi oponión hay que
poner junw las formas que dependen de una y de otra, para Ucpr a constitnir una
familia unitaria: estas formas son en parte idtnticas en los dos articulos del dicciona-
rio de BartholOInlle. Se usan por rcela ¡cnc:ral en pasiva: uf «ptliTyete, presente co-
mún a Jos dos par-: «SCI" compensado» o 1(5CJ' condenado",.
Un ejemplo mostrará el contexto en el que aparccco estas formu. ID derivado
Q-¡»r#lÍ, con preverbio j¡ y suíljacibn en -ti, colinda en el pasaje siguicote con un par-
ticipio mcdJo pilr~mffa-. de la misma ra1z: «tal es la CiBa. tal es la iJ¡»~N pw1l el ne1
que se arrepiente (pi1rilmnilj)lIt (Vidivd1t. 8, 107).
El abrtraeto ~,#r; esti acompaftado de aSii, «expiaci6n, compensación",; 105 dos
Su",ario. Con1ra ktholomac que distlnlue dDl ralO1:1 p.-.
R Gemueltra que kn de- indican una reparación para borrar un pecado contra la religión. Aaimismo, se en-
ri,,~ i~nlOl (y armenio.) dePfl'r- -entre ellollr. ·PCfW-. de donde arm. ptI,t(e', Ildcu.
da_ le pawkn rlldudr pcrfa;tarnente. un l1n1co valOr de bue. ucompmllU con aJau- cuentra Qp;Jrilti en equivalencia con yao'idi6ra-, a.cc:i6n de hacer ritualmente apropia-
na COlII tomada de uno. de ~u propia pcraona o de.u hacimd.... Lat. pa', «\pallt, debe do al¡o o al,uien que esta mancillado, C3 decir, que es impropio para un empleo reli-
rdllCionane con tlpcrr· ¡r&nio. gioso.
En latln. ~. Itcicberlt, no ImpUca que IIC haya rtdbido de aquel • quien se debe Otros dos dcrivados, empleados sobre todo en el código de pureza denominado
dar. La tlIlJIraibn tknic::a .wClllllu milI,", del.i1lM. PUf '" r.:ontruio, con precisiOn el doble
movimiento, de ida y "lIdta. de una mi.ma luma de cUnero, lin inlcf1:l.
Videvdit: J»,.rfJi¡, «c8.!ltigo corporal, multa», algo que es dado en compensación de
En germAnico. la IlIpcdfícac:i6n de ~ih'f- < l.e.• /fi"". Cerr. 11". felpa, .dejar...) en III un delito; y el adjetivo negativo anit¡»rillJa-, «incompensable, incxpiable», aplicado a
RntJdo de «JlIDlIn .fCll:ta .. l. vez .. la noc:i6n de IlYICIo• .IiIad- .. "1:11 ralz '1 .. 111 0 ..11. syao8na-, «acción».
tenda de otm bcrlxJ ~.,,- par «dejar». En cambio, pu1l dalpar la «deuda', clp- He aqui ahora una serie de formu que han sido unidas a otnl flÚZ pI1T-, pero que
lito, que I~ un wubo pal'lIlIdeben (en ¡mcnJ). ba debldo Iom..- prahldo otro tlnnl· en realidad DO deben sec- disociadas de las prca:dcntes. Son cxpralones jurldieu fre-
UD del ctItko.
nmbién CIl tbtku. d ~bu1ario del «pr~. poc:a p1:dm apum!rmcale. cucntCll en el Vidévdil:: a partir del neutro ~r*. «eXpiación. compcDII.ci.ÓIllt (unpti-
abua ele ba:bo ÓOI noaor- diRinlu ---a.al tndidonal. la lid prálu:Io CDIKl traDIiac> cado en el adjetivo flffQ~'~ que acabamos de ver), se ha constituido el compuesto
d6n penocW; '1 otta aln tnIlfici6n, la del prtslamo .. mtera; CDDKl KtMdId lan"~'., ~r#tó, ~Só-Ian" Cestu dos últimas formas no difieren mis que por
pmfedonal-. &l ark&o IC obun-a UD ba:ho~. una variación grtfica), Iitcrahncnte «cuyo cuerpo (1(11Ift) es condenado, sirve de com-
Pan. terminaJ. le dcmIIcstn. qucd la1. ~(> rr.~ [CM!:. plCiIW"D ti, InIc
todo, poDa" aratil a dispwiciOO. aiD car¡o ni lInoludtm. N, meDOI aó:n • .mtel&.
pcnsaci6n), adjetivo que califica a aque1lol que se han vuelto cu1pabla de ciertos crl-
meJ1Cl1. Muy caractcrlstica es también la conjunción del compuesto fhrn.imQ.~ril6ll-,
ttcuya compensación es grave» con el sustantivo pilrrz-, C(~, en una misma locu-
m objeto de estc capitulo es mostrar cómo, indcpcnditntmx:ntc. en varias lcn¡uu ción. El vocabulario avéstico nos permite awvinar aq,ui un conjunto de nociones que
-inm.io, latln, 16tico, gricJo- tmniDos técnicos correiaúVDI para «deuda», "J)r&ta- se reparten en la medida en que se refieren a la «C'Xpia.ci6nlt o a la tCCOmpc:nsaci6Dlt,
mo», «empnml» C"'), se ha constituido por C5pCc:mca.cf.lln. y ditcrmciac:ión de t&minos entre la reUcibn y tu relaciones económicas. Esto queda confirmado por el testimo-
más puClll1es o que derivan de otro orden de representación. Sin cmbarco. encontra- nio indirecto del armenio que ha tornado prcstado, en todas las ~ de su dcsarro-
remOl, ademú -de dcsilnaclones particulares lalidaS de evoluciones propias de cada 110, un número considerable de pe.labral al iranio. Dadas las considerables lagunas
lengua: por un lado, un tmmno de una ccncraJidad butaDtc grande: por otro, UD que tenemos en nuestro conocimiento para ciertos periodos del iranlo, el armenio
procedimiento de formaci6n comÍUl al crupo de palabru correspondientes a esta ayuda a reCOnstruir las familias léf.icas deficientes o insuficientemente representadas
notiones. del iranio.
Este es el caso con que nos encontramos. Disponemos del armenio par/~, «deu·
du (con el k r del plural, normal en las plllabras abstractas), ¡cnitivo partuC"', tema cn
«DEUDA» EN IllANtO -u que no cs conocido de otra forma en iranio. De este modo tenemos una oposición
de dos fonnacioncs abstractas: Q-pílr~ti y • Pf/JI, es decir, rcspectivamente, las dos
En d dominio oriental indoeuropeo, hay una serie de foruw inmiu ain corres-- formal en ·ti yen-tu. En anncnio part/cC. «deuda», designa también la e<obligaci6rut
pOlulicntes seguros hasta ahora, Yque se difermdm mal ea d lGlO del iranio. Se tra- en ¡eneral. el ""'ho de ' _ " i¡ual que el al. Schvki y .1 inglés s/uzll. De ahl o:xp<e-
ta de clcriva40s que se rdac:ionao con la ra1z avt:Itica par-. siones tales como pcut i ¡nj. literalmCQte «hay deuda. deber de, pera mi». es decir,
«yo debo. yo tengo la obligación de» (ncptivamc:nte ~i parl UU, «)'O DO debo»), ya
M Cfr. kJ dicbo al ron'":zo dd c:.plI\IIo 15 (N. T.). se trate de una obligaci60 moral o de una deuda. Con el sufijo trivial -abn, se saca
(..) Cfr.aotaddnductor.capkulgU. (N. T.). de part el acljetivo ptUtakan, «deudor", que puede const:ruine como predicado, parta-
118 119
kan e. Luego la palabra se ha especializado en compuestos cuyos dos términos son de simple, quizá demasiado simple. Porque inmediatamente aparece una dificultad: no
formación irania: par/avor. ~(que lleva una deuda o una obligaci6n; justiciable»; y en se puede explicar la construcción con el dativo, debere aliquid alic:ui.
particular part-a-pan. «deudor», literalmente «que conserva una deuda». Sobre par- En latin, contrariamente a 10 que: podria parecer, debere no constituye la expre-
tapan se ha creado el término opuesto, parlate, (donde tir es la palabra armenia para sión propia para «deber» en el sentido de «tener una deuda»). La designación técnica,
«amo))), literalmente (cama de la deuda», es decir, acreedor». De ahi provienen nue:- juridica, de la «deuda» es aes atienum, para decir «tener deudas, adquirir una deuda,
vos derivados: en primer lugar el verbo partim. «yo debo, yo estoy comprometido a»; en prisión por deudas». Debere en c:I sentido de «tener deudas» es poco frecuente: no
luego un termino técnico que debe estar tomado del iranio, el compuesto part-lxiixi. es más que un empleo derivado.
cuyo empleo esclarece la formación. En armenio se dice «dar su bien propio en El sentido de debere es otro, aunque se traduzca también por «deber». Se puede
part1xiixi para otroS), es decir, «comprar las deudas de otro». Este compuesto, «deber» alguna cosa sin haberla pedido prestada: asi, el alquiler de una casa, que se
"prtu-baxSya- (el original iranio del préstamo armenio) significará «gratificación de «debe» aunque no constituya la restitución de una suma pedida en préstamo. En vir-
deuda»; esa es una expresión técnica del lenguaje jurídico. tud de su formaci6n y de su construcción, debeo debe interpretarse según el valor que
Se dispone en total de un conjunto de formas bastante considerable. Hay' que recibe del prefijo de, a saber: «tomado sobre, retirado de»; por tanto, «tener (habere)
prestar más atenci6n a los sufijos caracteristicos de estos términos. La palabra para algo que se ha sacado (de) alguien».
«deuda», "Pftu se define literalmente «cosa a compensan), de ahí c<deber» en gene- Esta interpretación literal responde a un empleo efectivo: debeo se emplea en cir-
ral. Esta interpretación es sugerida por el sufijo -tu, que implica aptitud o eventuali- cunstancias en que se debe dar algo qUe se restituye: a alguien y que uno mismo posee,
dad. Por el contrario, con el sufijo -ti, el derivado av. Qp;Ir~ti presenta el sentido es- pero sin haberlo pedido en préstamo literalmente; debere es retener algo tomado so-
perado de «compensación efectiva») y, por consiguiente (ahí esté. el sentido constata- bre los bienes, sobre los derechos de otro. Se emplcra debere. por ejemplo, para «de-
do), «castigo, expiación», por tanto, «deuda efectivamente satisfecha» -lo cual es ber el sueldo a la tropa», hablando del jefe, o el aprovisionamiento de trigo a una ciu-
diferente de .. Pftu-, «deuda», como cosa a satisfacer. dad. La obligación de dar deriva solamente del hecho de que uno tiene lo que pertene-
La noción de par- en iranio es mucho más amplia que nuestra noción de (cdcudll): ce a otro. Por eso es por lo que debeo no es, en fecha antigua, el término propio para
es todo lo que debe, en materia de reparación, aquel que se ha vuelto culpable de un la «deuda».
delito. En última instancia, no hay más qUe una sola raiz par-, «compensar mediante En cambio, hay una relación estrecha entre «deuda», prlt, [préstamo que uno
alguna cosa tomada de sí, de su propia persona o de su hacienda.), y ella puede expli- hace] yemprunt, [préstamo que uno recibe), que se dice mutua pecunia; mutuam pe-
car el conjunto léxico al que hemos pasado revista. cuniam soluere, «pagar una deuda». El adjetivo mutuus define la relación que carac-
Encontramos un correspondiente fuera del iranio Oa raiz no es conocida en indio, teriza el «emprunt». Hay una fonnación y una etimologia claras. Aunque el verbo
que yo sepa): es el adjetivo latino par. paris, que indica paridad o igualdad. No hay muto no haya. tomado este valor técnico, la relación con mutus es cierta. Evocaremos
en latin raiz verbal primaria: paro. comparo son derivados del adjetivo par. En um- además munWJ, y por ahi llegaremos a una gran familia de lenguas indoeuropeas que,
bro tambi~, pars (lat. par) es solamente nominal. con sufijos diversos, marca la noción de «reciprocidad) (cfr. más atrás, pp. 63 Y ss.).
El sentido permite esta comparación: es una de esas supervivencias que vinculan el El adjetivo mutuWJ indica a la vez prit o emprunt, según la forma en que esté deter-
latin al grupo oriental de las lenguas indoeuropeas, y la correspondencia es tanto más minada la expresión. Se trata siempre de dinero (pecunia) restituido exactamente co-
instructiva cuanto que nos proporciona el inicio del desarrollo técnico que no se ha mo ha sido recibido. Prlt y emprunt son dos aspectos del mismo asunto como adelan·
realizado más que en iranio y que ha producido la noción de «deuda». Estas expresio- to y restitución de una suma, sin interés. Para c:I préstamo a interés, hay otra palabra,
nes jurídicas se han constituido en gran medida a partir de nociones religiosas. Imus.
Hay que tener cuidado de distinguir las homofonías. Este grupo de formas latinas La relación de sentido entre muto. que se traduce «cambiar» y mutuus se establece
e iranias es independiente de aquellas que hemos estudiado más arriba a propósito de por el «intercambio». Muto es cambiar alguna cosa (un vestido, por ejemplo) por al-
la noción de «vender» y que derivan de una raiz de la misma forma: penío. epérasa, guna cosa equivalente. Es una sustitución: en el lugar de: la cosa dada o quitada, se
piprásko. Como se ha visto, la expresión para «vender» se reconstruye: en griego in- encuentra una cosa idéntica. El objeto que sirve de detenninación sigue siendo el mis-
cluso como «transferir, llevar al extranjero». mo: muta re uestem. patriam. regionem es reemplazar un vestido, una patria, un país
No es, por tanto, en ninguna forma, «igualar, compensar», y estas dos ralees por otro. Asimismo, mutuWJ cualifica lo que hay que reemplazar por un equivalente.
..per- no tienen nada en común ni en su sentido ni en su repartición dialectal. Es visible la relaci6n con munus. que, aunque comprometido en nociones diferentes, se
une a la misma representación. La raiz es indoeuropea *mei-, que denota el intercam-
bio y que ha dado en indoiranio mitra, nombre de un dios, y «contrato». Más arriba
«DEUDA» y «EMPRUNT» EN LATlN hemos visto los adjetivos av. mi9wara. ser. mithuna donde volvemos a encontrar la t,
sufijo radical de miituWJ. El sentido es «reciproco, que forma una pareja, que consti-
El sentido de latln dibeó. «deben>, parece resultar de la composición del término tuye un intercambio».
en de + habeó, composición sobre la que no hay ninguna duda, puesto que el perfec- Pero el sentido de munusJ particularmente complejo, se desarrolla en dos grupos
to en latln arcaico es también dihibui (por ejemplo, en Plauto). ¿Qué quiere decir de términos que hemos tenido ocasión de estudiar más arriba y que indican, por un
dibeó? La interpretación corriente es «tener algo (que se tiene) de alguien»: es muy lado, «gratificación», por atto, «cargo ofIcial». Estas nociones son siempre de cartc-
120 121
ter reciproco; implican un ravor recibido y la obligación de reciprocidad. Alise I:Xpli- de una pe',luefta serie de palabras que se refieren a formas de la propiedad, como ser.
ca a la vez el sentido de «cargo administrativo, funci6n oficial» y el de <efavor mostra- apnas, «blen, fortuna», donde el ap- puede compararse con Opr en latiD probable.
do a alguien», porque se trata J)rCCiAAmente de un «sClVicio público». es decir. de UD mente; sacado de otro radicll1, ser. dravinas tiene el mismo sentido: «bien mobiliario.
carla conferido a alquien y que le honra coacciODindolo. Bl «favor» y la «obliga- fortuna». ~te es el momento de citar cllat.fDtllS, «préstamo a interés, donde Ji-
ción~ encuentran as1su unidad. pertenece evidentemente al grupo de rn:undus. jilbe. Jimina, palablll5 de st,¡nlflca-
ci6n muy dif~le, ~ que timm e~ común este radical fi- que respond.c al ¡rielO
8Yt- y cuyo sentido prlDlcro es ((fecundidad, prosperidad». De este mocSo.fenllJ' evoca
«PRP:!'» y «DEUDA» 8N GIIllMÁN1CXJ la misma imaaen que el gr. t6lcw: el inter& es como en¡endrado poc el dinero. Se
puede establecer incluso la condiciÓII suplementaria que ha pcnnitido CIta especializa-
Vamoa • considerar ahona la miuna noción en las k:Dguas acnntnkas. Lu ~re­ ción: para «dejar», el g6tico tenía IItall (mglb to ~(. al. ~n) con una aran variedad
iliones son completamente difen:ntCl: gol. 'eiJn1tl". «prestar» fprltl. a.a.a. lihtm. de cmplCOlil: dejar un huérfano. dejar partir a alguien, dejar dinero; desde entonces
L ilL lim; hoy inalb loan. al /eihen. etc. La significaciÓD ea constante y estt bil:n el- lIikv- estaba disponible para un sentido particular.
tablecida dcsck d aerminico antiguo. Prueba indirecta de cIIo ea que estos támiDori Hay tambibt en. védico d inicio de un empleo especializado: rik-, «rCtiranc: de,
han pasado a eslavo: a. esL lixwI traduce t6Jws, «inter& del dinero. precio», y la pa- abandonar alguna cosa», se construye a veces con un nombre de objeto en el acusati-
labra C$ pancslava. vo y un instrumental, para decir «abandonar la posesión de aIcuna cosa por cierto
Estas palabras pertcnclcm a la fiUllilia de gr. ItipiJ ~), Iat. lillquo. adejaD. preciolt, por consiauiente, «cecl.cr por ttiocro», «vendCD. Desde luq:o Cito no es
«prestar~. pero se ve que rik- podia indicar ciertas transaccioDCS.
La espccializadóD de me verbo, cuyo sentido (<<dejan) es pera! en indoeuropeo,
plantea un problema. Se trata de volver a encontrar las condici.ooa de esta especiali- La expresión para «tomar prestado» y ~<J)ICStaI1lo en germánico es el verbo repre-
z:aci6n. que no es peral. De este modo, en indoiranio rik- y en armenio Ik'anmr. sentado par el inglés borrow. al. borren, «empruntcu, y las formas correspondientes
praen1e con nual. l5i¡nifican solame:n.tc «dejant o «qucdam. Bsu curioso dcsurollo de las dcmú len.¡uas aennlnicas. Es un presente denominativo. sacado de 00,., ~
de ICIltido ha sido estudiado por Meillet 1, quien ha subrayado que DO basta COD eqm- piamente «seguridad, garantlalt -en relación apafóDica con d verbo ¡6t:ico baÍr,rm,.
car eprt::atan. por «dejar algo a alguien». El problema consiste precisamen~ en saber «guardar. conservan>-. La transición se ve: en L sa,i60: OOrgjon lignifica «protegc:T»
cómo se ha reatrin¡ido d ttnnino, cómo se ha cspecializ:ado. luego, «convertirse en prantclt, de donde «preter~ y métricamente «dar una
du. de donde «cmprunter~.
pran:
MeDlet ha observado que en iodoiranio t.enemos. de la misma ra1% ·rik-. 101 dc:ri-
vados ser. reJcna.r. av. rdx-lfllh-. lu dos por «hcR:ncia» Y que le com:sponc1m ene- Puede concebirse un paralelismo prltu/empnutter, puesto que en gentWlico el
tamal~. Estas formu nominales indoiraniu. caracterizadas por el aufijo -lit$" rO- mismo verbo borgert cxpresa las dos nociones. lDclu.!o en g61ico. donde hay términos
cuerdan las formas nominales JCflDinicas, como /dQII. Seria a partir del sentido al- distintos, la relacibn es maames..: «pretcr" se dice para 4<dejaD Y «cmpruntcr" para
canzado por /thall, «pretn. como se habrla especializado a su vez el verbo ¡e:rminico «guardar». No es siquiera indispcllsable disponer de esta distinci6n IWca: emprllllt~
en ellClltido de «pr!tcr». se decía en antiguo fran~s para «prestar» y para «hacene tlrestant.
Esta ralz ·/~ik". que se traduce «dejar~ o «permanecer», ae¡6n que el verbo tenaa Esta rela~ón se verifica a'On en el ttnnino técnico griego d4nos <Mvoto>, ~(dinc:ro
o no tensa un rtgirnen, sipiftca de hecho: «encontrarse deftciente. faltar, faltar del prestado a mtdes» (tOOavia un derivado con ,urljo -nes), de donde el pRsenle
lugar en que se debla estar». FJ perfecto homérico Illoipa no si&niflca «yo he dejad.o~ danef~fJ. «prestarlt. Mediante el juego de la activa y de la media, I;ste el el único vc;r·
como nliqui. perfecto tr&D5itivo, sino «yo estoy en estado de falta». perfecto intran- bo que indica la pareja «prlt/emprunt». Sin embargo, todavía no hay etimololla sa-
sitivo a pesar de su construcción que puede ser activa: Itlo;pOs lianiflca teque fal•.". tisfactoria para diblos. Si se admite la glosa: "ci~· ¡up(&u;, el sentido andluo seria
La defmicibn ordinaria ha sido excesivamente conformada al sentido de los t6rmiDos «parte»: habria que considerar entonces a dtinos como un derivado en -nes (neutro)
griegos y latinos; 5CI'. rJk- silnIr1ca «estar falto, vado, desprovisto»: con el adjetivo de la ralz. de datloma¡, 4<compartir», comparable al adjetivo verbal sinscrilo dinQ.
verbal se ha compuesto rikt"..pizni, rikta-hflSta «presentarse ante a1¡uien con las ma- «repartido». La dificultad reside en explicar cómo «compartir» conducirla a «preter,
nos vacialut. Se notará tambib la locución rilet; kr (cfr. lat. multi. lucrlfac/Q). «va- emprunter». La explicación se presentarla en una relación que definiremos mis ade·
ciar». «dejar». yel adjetivo n/al-. «Yacio, desierto». Iante (pp. 126 y ...).
Estos hechos están confmnados por el avéstico que ofrece czpreliones de illJal
sentido: un presente causativo en -aya-: raicaya-. «hacer evacuar». literalmente «ha- Para «deber», el gótico tiene UD verbo, s/allan. de sentido general °especializado
cer que (el alIJa) le retire». FJ sentido de rilc- será, por tanto. «evacuar, dejar lI1¡una obli~ión material y moral. Traduce. la vez opMflfJ en el sentido de «ser deudor» y
cosa vacia de su presencia», pero no 4<pennanc:ccr». El derivado nominal nk1ltlS de- el ID1l!lmo verbo op!tef/ó que sirve en el griego de los Evangelios para decir: «tener UD
siIoa 1& «h.crenci.a~. no como una cosa que se «deja» en general. sino como propie- deber. imponerse una recia moral»; skulan c.s empleado también para traducir ",1"0
dad evacuada, dejada vacante (por la desaparición de 1m poseedor). que es una de: las maneras de tnducir el futuro: «yo debo» con un inrmitivo. El parti_
Meillct ha subrayado justamente la formación en -ntll, aquella misma dl:l mil""" y cipio perfecto slculds, empleado con «Ier~, forma una expresión perifrástica con UD
inrmitivo para verter la nodón de: obUpci6n en pasiva. po~e no hay infinitivo pasi-
I AlbrtDiIu di lo Sodtrt * Ñrp&tir¡w ,. "..,.. xv. vo en lótioo. Por tanto, hay que conRruir el iofmitivo con la forma puiva del auxi-
122 123
confiado su dinero» huta iD vuelta: oTe t!iWXIl. '1:0 «PTÚplO,,", «plata», ""úrio" es tradu·
liar: «él debe ser llamado» se enuncia literalmente «~I es debido llamar», tarnbi~n hay
cido por si/ubr.
un empleo impersonal en el neulro: sku/d isl que traduce b;rsti, d~t• .ces posible, es En 16, «el primero se present6: Scftor, tu mina ha dado diez minas", skatts /Jeins
necesaria'•. gczwaurhta t"ihun :rbn"rI.!. Esta vez :rkattJ en lugar de d"ilos para .cmina».
El sustantivo sJcu/Q. ((deudor», se construye bien con una forma nominal, bien con
Asimi5mo, en l8, «el sejUndo vino y dijo: tu mina, SeIlor, ha reportado cinco mi·
un infinitivo. Dcsilfla a aquel que «debe» el dinero, aquel que estA sometido a alguna nas». De: nuevo :rbt" en cl acusativo plural skattans.
ob1i¡ación eveJltualment.e a un autigo, de donde: jusliciable o apercibido, en materia En 20, el 6ltimo le dice: «be aqu! tu mina que he guardado. envuelta en un trozo
aiminal, cÍe. (cfr. al. schu/dig). En el caso de una deuda de dinero. tenemos una cx- de tela»; tambUu aqo1 skatU.
presión particu1aJ: duJgLr sku/ans que traduce el plural IchreoPMiJllui (Xfl'Ofltlnat). En 23. el amo replica: «¿por qu6 no has dado mi plata a la banca?»; e11ótico tra-
Así. LuQs, VIJ, 41: lwai du/gis s/culans wemn dulgQ1uIitjin sumumma: Uo Xfl&Of&~ duce plala por silubr (como mAs am"ba) y la banca (gr. t.r6pevJ) por «eamblsta»:
fpxv ~ ,,\vt, literd1mcnte, «do¡ deudores eran para un acn:cdor•. Para dr.cir
skalljfl. nombr'e de agente derivado de skaltr.
«aquellos que deben una deuda», no basta con el derivado nomina! de sJculJm, hay En 24, el amo prosigue dirigiéndose a los que estaban a1ll; «quitad a este bombre
que determinar la noción con dulgis. Además, el término antitf:~co, l<ltC~eedor», se ~ la mina y dádsela al que time las diez minlZS».
formado con la a)'Uda de un compuesto, dIIlga1uIilja que oonl1enc elllll6mo deternu-
Ahora bien, mina es traducido por: dan; pero las diez minas por: tllilrun dall08.
nante. De este modo, el sustantivo dulg3, que significa «deuda», C5 independiente eti-
Del 5in¡ular al plun!, el ~o cambia.
mológicamente del verbo skuhm. «dcber». Este mismo diÚgs entra entonces en el En :zj,I05 otros protCltan: dcftor, él ya tiene diez minas», hobai/J tuihun rJ¡¡i/os.
compuesto que traduce el gr. danristb, «aquel QUC pIalta».
De este modo, 5CgÚD los pasajes, el .ótico emplea una palabra para «plata»:
süubr, pero dos para (unin.b: skaus y d"jJ¡z. Por 10 demAs, el.ótico dispone todavta
El bcd10 notable es que du/gs no es de origen glCl'llllnico: es un prátamo del ctlti- para «plata», materia (orgJJriOll), o moneda (k1Jrbnat4) del túminofaihu (cfr. atlAs,

¡
co. La forma céltica se vincula a todo un grupo de tf:rminos importanleS en irlandá: pAgina 56). Se constatan, por tanto, cuatro poSlbilidade5:
dliged, «la ley, d derecho que se tiene sobre alguien», y el verbo dJigim, «disponCf le-

I
¡almentc de, taler derecho sobre alguien, sobre alguna cosa». El vcr~ es fUSCCPb.~le siJubr . skallS
de dos construcciones, iCgÚD quc el sujeto sea activo o pasivo: paslvamentc: 8. u1. plata mma
d/qQir domsa, «dercdJ.o, posibilidad de reclamación sobrc mi»; o entonces: dJilim ni faihll doilD
duU. «yo tengo reclamaci6n, derecho para alguna cosa sobrc ti», t6 me ckbca algo.
estoy en situación de hacer valer un derecho sobre tí.
La expresión gótica du/gi3 snlan es doblementc significativa. Por si solos. slcuWr ¡,A qué se debe cata sin&ular variedad en un dominio dond.e pam:eria que elg6tico
y IJUS derivados 110 podIan espocírlcar una deuda de dinero; y para especificarla. ha no ha tenido un vocabulario muy desarrollado?
habido que r~rir por via de pri&tamo al nombre irlandés de la «deuda». Parece, Com:idcremos primero 105 nombres de la plata: siJubr es una palabra extrafta, cu-
por tanto, que el vocabulario gótico estaba bastante poco elaborado por lo que se re- yo origen c:s imposible elucidar. Está limitlU1a al indoeuropeo del norte y tlcl nordes-
r)CI'e a las relaciones de dinero, prlt, emprunt. en su contexto juridico. te: germánico, biltico, eslavo. Las formas bilticu no liDn homogéneas: a. pr. slrap/Es.
lit. sidizbros, Iet. sidrabs. frente al a. ell. srebro. De una de estas lenguas a otra, las
formas no se corrcsponden. Las variaciones liDn tales y tan poco regu1lues que hacen
Pero el problema. cs más complejo todavia. Mediante cl anilisis directo de un tex- suponer un prf:stamo eom~D, cuya fuente se nos escapa.
to importaDte, vamol a intentar ver cómo el traductor gótico sc comporta ca UD caso La palabra designa probabb:mente la materia y no la moneda. En las demú len-
particular; se trata de la parabala de las minas, Lucas, XIX, 12-26. Respecto a un tér- guas indoeuropeas, h. «plala» t.iene una denominación de gran Imtig;Ocdad que si¡nifi-
mino ¡riego constante, mili', «mina» (.), el gótico parece usar varios equivalentes que ca «(blanco. brillante» como lo atestigua argarion y los términos correspondientes.
emplea un poco al azar, según parece. Un hombre parte a un pafs lejlmo )' cont'1li diez Gr. argririon. «argent» [Platli, dinerol, designa el metal y también la moneda. Propio
minas a diez servidores, a fin de que hagan fructificar ese dinero. del gótico /aihu es el correspondiente de ¡JeCUS; no signiflCa «el IllIlado», sino «la
Lucas, XIX, 13: fortuna» ; especialmente «la plata». Entra en una serie de compuestos en el sentido
«Les dio diez minas (mn8) -taihun daiJos- )' les dijo: haced fructificar (en lrieao de (~plata»: phil6rgunn, «bido o avaro de plata», es traducido por ¡"ihu/riJa, «de-
pragmatt!Úeln. «hacer una operación de dinero») este dinero». El gótico eD:1:p1ea el im- SCOlO dc faihu», cfr. f"lhu~gairfU, «quc ama la plata»,/aihu-gawaurki. «renta de pla-
perativo k"upo/J (al. k",q'en), «comprar» alll1Ílimo tiempo que «traficar dinero». En la», donde elsclUDdo t~rmino pertenece 8 gczwaurkj"n, ((producir por un trabajo»,
gótico no hay otra cxprClli6n para el comercio )' la especulación que bupon. formado cuyo pretUito gowaurhta hemos visto mú arriba (Locas, XIX, 16).
sobre el prlf:stamo latino caupo. Tencmos dos términos emp1eados para mnli. Uno sJa¡tU (alemAn Schatz,
En 13, ya de regreso, d hombre manda llamar a sus scrvidorCl «a quienes él habla «tesoro») no tiene correspondiente fucra del germánico. Traduce mn4, «1a mina», y
también din4rion ~O\I), «denario», a pesar de una diferencia conaidcrable de va·
(.) Para eItU pi¡lnu, ttnpsc al cuaota. que lamiDa ca Wla moneda de pillE&, "1 que tanto St. .,prioft
l,:O(QQfr. rftJ'Mt alpifkaa pMl. J dlMto (N. T.).
lar entre las dos monedas, y a\ln mis aenera1m.cnte ",."nÜl, aflÚ'ion, «platu. Pero

124 125
de esta vuiedad resulta que skalls no supone una definición predla del dinero: tradu· glosado méras. <da parte»; d6nos es un neutro en ·nes del tipo de Jenlls. pignlll, que
ce valores monetarios difc:rmtes. De skall- esté sacado el masculino skaltja, _cambiJ- derivan clel vocabulario de: las transacciones sociales.
ta de dinero». Es la palabra que ha sido escogida por el traductor gótico para traducir Pero, ¿cómo relacionllr el Glprbtamo a ÍJltCl"és» con urepartir»? Podria haber en
tr6pevJ, «banca». griego la misma relaci6D que en cotieo con dQila. dails, que traducen m~ros. m~ri.r, mt-
La segunda palabra. daüa, es completamente diferente: ese es el único pasaje en lokhJ. ctc. Se hahr' deslinado por dános la «participaciÓll~ o la «partelt que reporta
que aparece con este smtido, que evidentemente debLa ser ulual. Pertencce al germá- a los profesionales la openeión de cambio o de p.-éslamo.
nico común. Adcmis de d4JÜII o doY, (a1emin Tcj/), el gótico tiene da//jtJn, 4Cteilelll), De este modo,la noción de préstamo a ÍJl~é5, débito, deuda, da lugar- en ¡6tico a
con ~os qf-, dJ3.. ,a-, aicncio especificado el sentido por estos prevttbios: dis- dos categorías diferentes de términos. según se U'lit: de una actividad pl'ofesional o de
tribuir. compartir. rep&ltir_ En otro puajc distinto, daiÚl traduce el. &ricgo mdokhe, una tran&acc:ión pc:rsonat. De ahí capreslOnc:s tan diferentes como du/ziS s/al1Jm frente
«partidpadón», pero en esta serie ele ejcmplo.s, IMíi. a daikl.
FJ amo reparte c:otre IiWl servidores <liez minu fdai/as). Luego, una mina produce También en ariceo tenemos un verbo peral como ophella. tanto para una deuda
diez minas (Iic:m.pre sJuztl3). Por 61timo, se cose la mina (sluznl) para dUJtla a aquel de dinero como ~ara una oblilaci6n moral. Pero cuando se trata de una deuda de di-
que tic:o.e diez minas (ena va tenemos de nuevo dai1os): los dos tmninos parc:cc:a Q- nero, la especificación Interviene mediante derivados de k.1Iñ: khrbnata. cfr.
lar empleaóos de modo concwn:nte. khnopheiUtis, o por un término como tókas, el mterés propiamente dicho. Por el
Hay ahl un contnlste voluntario: dajJa. que por otra parte equivale a metokhe. contrario, d4nos, dlUlcfto Indica solamente el prbtam.o a interés segl1n las modalida~
«participación», es aqui la 4C~ de una suma total, que, asimismo, ha sido repllrti- des enunciadas.
da al inicio cld relato; y c:Il tambiálla «Parte" de la misma suma que ha lido reconsti-
tuida. al Bnal, por el btbil cspec:ulador. Pero skDtts designa la unidad monetaria en 11
miIma, c:on su valor propio. Esta razón dicta la ek:cci.6n: de un lado, el signo moneta- PR/:rER BN LATIN
rio, contado en unidadca: distintu; del otro, la «parte". bien como resultante de UD
reparto, bien como multiplicada por fructificación. Esta consideración parece dar Vamos a considerar por flB un Oltimo verbo que, formado en latín, ha pllS8do al
cuenta de la elccc:ión que el traductor hace de la denominaciÓll. francés. Es ellatin praeslart: el sentido e:ucto del verbo, vista la extensión de su em-
pleo, queda por precisar. Aliado de prveslQre. el adva-bio ~/o (ts# Q/icuij hace:
Aqut hemos de tomar nuevamente un an.ilisis dejado en suspenso. El va-bo ¡ótico pnscotir una relación que desemboca rUlll1mente en eJ fr. prfter [casto presw], hacer
-y gcnninico- plI11l «pr_" ea el g6úl:o leilrwm. al. lev.... inal. loan, de la ralz UD préstamo. Pero babria Que scAalar la rei&ción entre los variados empleos dtpraesta-
del ¡riego Wíp(J. lal. linquo. De modo baRante aingular, el verbo asume en ¡mninico Tt. Hay dos presentes ¡XDeS/o en lattn: UD pnlf!-SfO. «mantenerse delante. estAr en ca-
el sentido de «prfter», (<<prestar»), mientras que en todas partes &i8nifb «dejI.rB o beza, di5tinguusc. etc.•, es uno de los compuestos de sto. El otro es el que es.-
«quedar». tudiamos.
¿Cómo se ha reladonado esta noción ¡eneral de .:dejar» con la idea de Cualquiera que sea la etimologla del adverbio pt'(H!Slo. hay que considerar Q\le
«pre1.cr»? Aq,ui deben ser expuestos dos hechOll, que se relacionan y aclaran mutua- prarslQtr. es un derivado suyo. Es un presente sacado de un adverbio. formación cu-
mente. riosa. Nosotras encontramOl en esta condición morfolótica el punto de partlda del
Secún eltestimooio de Tmto: fQpud Germanos) I,mus Qgitan ~t in usuras ex/eli- senlido y al mismo tiempo la razón que ha diversificado las construcciones del verbo.
den Jgnotum (Derm., 26). ~(Los germanos) no conocen el préstamo usurario.» Delde El adverbio p~sto tiene la particularidad de no entrar mls que en una construc-
lueCO, Tkito hace de Gemumia un retrato bastante idealiz.ado, pero ciertamente no ción predicativa e intransitiva: pra~sto e&S~, «cstar a disposición de, ofrecerse (a la
ha inventado él e:se ruso: 101 germanos no conocian el J~nus. el pr&ltamo a Interés. vista, al servicio)>>. El proble:ma era convertirlo en predicado de una construcción
De una manera ¡eneral, «pr!ter» se determina en gótico de dos maneras: transitiva y transformar praesto e&Se en un • praeslo lacere. En lugar de ese • praeJto
1) Se «deja» a al¡uien hacer uso de alBo que le pertenece a uno, eso es lelhvan, lacere, ellatIn ha instaurado un presente derivado, praestare, que tiene esa función '1
que se apUca a un objeto cualquiera (Mateo, S, 42; Lucu, 6, 34-35), exceptuado el di- que significa, por tanto, «hacer alao dispuesto a, poner a disposición de... ». Pero se-
nero: ahi estriba la diferencia. gún la naturaleza del rt¡lmen, puede tomar acepciones variadas: a/iqllld aUe",i prQU.
2) m pr&tamo de dinero consiste en confUlI" dinero para que produz:.ca. Elta no- tare puede sianificar: «hacer que alguien pueda contar con algo», de donde .:voJverse
ción no debe &e1 antiaua: el gótico, al no disponer de término consqrado, fabrica garante, responder de»: ~mplori dQmnllm praestare. «responder de un dafio frente al
bupjan. Glospccu1ar». comprador». Cuando el objeto es una cualidad personal, el verbo quiere decir lit:ral-
Aparentemente, en esta sociedad no se prestaba dinero: sólo los profesionales mente: «hacer que una cualidad sea ofrecida (a la vista, al servicio de al¡uien)lt, de
practicaban el prf:stamo. donde «manifestar» u «ofrecer~: lIirtlltem prtleStare, «dar prueba de valentíu; pida-
Retrolpectivamente, hay otro hecho que puede aportar alguna claridad: Ir. ddnos. tcm praeslare, «demostrar su afecto»; se prr¡esfQre. «mostrarse (ta1)~. EstOI em.pleoa
término tf:cnico para el prf:stamo a interés, de: donde: dQ~o, «preltar a interés»; fla- preparan evidentemente el de prTlf!Stare pecIlniam Il/icui, (cponer el dinero a disposi-
n~lz.olf'Uli. «pedir prestado»; dIlllrilth. «dc:ud.oD. MIÍI arriba hemol citado el acerca- ción de alquic:n, prut6,.se/o'». Pero se comprende que, CD C&tIl acepción especializada,
miento etímoI6¡ico de d6nos coo dalo. dIlt«mttzj, «rcputir». m término ¡rieco ClIl praestatr. se haya dicho primero, y dUllUlte mucho tiempo, del pf'htamo sin IPft~,b:

126 127
provisión graciosa, testimonio de benevolencia y no operación financiera. Este «prés- CApITULO 17
tamo» consistente en adelantar dinero es diferente del empréstito denominado mutua-
tio. donde aparece la reciprocidad, la exacta restitución de 10 que se ha recibido, y
GRATUIDAD Y GRATITUD
aún más diferente delJenus, «préstamo a inter"és».
La historia de esta noción, considerada en sus diferentes términos y en su distinta
evolución, aparece como un conjunto de procesos complejos, cada uno de los cuales
se ha precisado en la bistoria de cada sociedad. El problema es, en todas partes, esta-
blecer cuAl era el primer valor de estos ténninos y cómo se especializan los empleos.
Aunque quedan algunas oscuridades de detalle, hemos podido mostrar cuál es la si-
tuaci6n respectiva de las formas que entran en juego y c6mo se puede condicionar la
extensión o la restricci6n de sentido de algunos términos.

Sumllr¡o. COII cJ lat. gNl'¡a, un ~millO de valor origilllU"io religiOlio 5~ V~ IIpli~ado a


un comportamiento económico: lo que designaba «grllCiu y clllCción de gracia" vi~ne a
expresar la no~ión de «gratuidad» (grafis).

Los términos relativos a las modalidades de pago nos llevan a considerar una no-
ci6n inversa, la de «gratuidad». Hay ahí una noci6n a la vez económica y moral que,
por un lado, se relaciona con los valores de dinero, pero tambien, por el otro, con la
idea compleja de «gracia».
Es el término gratia en latín lo que vamos a considerar en primer lugar. Los datos
son abundantes y se reparten con bastante claridad. Oralia es derivado del adjetivo
gratus. Este es ambivalente: se dice de las dos partes en juego: «aquel que acoge con
favor, que testimonia agrado», o «aquel que es acogido con favor, que es agradable»;
valor reciproco que interviene en las construcciones en que aparecen tanto uno como
otro aspecto.
Simétricamente, ingrotus. «que no testimonia gratitud)) o que «no atrae la grati-
tud». Existe también un sustantivo de forma arcaica grates (agere, soluere, habe-
re). s610 en plural: «(muestras de gratitud»; por último, el verbo grator y ulteriormen-
te gratulor a partir de una forma nominal no atestiguada; un abstracto, gratia; y el
adjetivo gratuitus. No es solamente la historia propia de esas formas en el seno del
vocabulario latino la que ha preparado el sentido religioso de «gracia). Otro factor
ha intervenido: el término griego khdris (x.6;p~¡;), que ha determinado la evolución del
término latino.
Gratus es un adjetivo que tiene correspondientes incluso en itálico: asco brateis.
«gratiae», genitivo singular de un sustantivo en -j. Por ahí se llega a una familia léxi-
ca que no está atestiguada de forma clara más que en indoiranio y que se relaciona
con un dominio de sentido completamente diferente: sánscrito giro «canto, himno de
alabanza», con el presente gmati. «elogiar, alaban" siendo el objeto un personaje di-
vino. El adjetivo gurta. «alabado, bienvenido» se encuentra a menudo con un prefijo
de refuerzo: ari-gUrta. que corresponde a los viejos compuestos homéricos en ari-
('p~), eri- (lp~). Es la misma forma que tenemos en avéstico: gar-. nominal o verbal,
«elogio, alabar».
Fn esta comparación etimológica se discierne el punto de partida de un desarrollo
religioso propio del indoiranio, que ha conducido al sentido de himno, elogio; éste
debe ser un himno de «gracia» para «dar gracias (a un dios)>>.
128 129
La relación con las palabras latinas muestra quc cl proceso, en ori¡en, consiste co «hacerle gracia» de lo que debe, de suspender en su favor la obligación de papr el
hacer un servicio a cambio de nada, sin contrapartida; y este servicio, literalmente servicio recibido. Tal es el punto de inserci60 de un térmlno de sendmiento en 101 va·
«gracioso», provoca a cambio la manifestación quc nosotros denominamos «p-llti- 10rCll econ6micos, sio que por ello haya ruptura con las representaciones n:li&i05lls de
tud». Esta noción de servicio que no cxise contcascrvicio está en el oriBen de la no- las que ha nacidD.
ci6n, para nosotros doble, de «favor» y de «gratitucUt, sentimiento que experimenta Se comete un &lave error al creer que las: oociones econ6micas han suraidD de neo
aquel que da y también el que recibe; nocioDC5 reciprocas; el acto condiciona c1senti- cesidades de orden material. que se trataba de satisfacer. y que los términos que tra-
miento; el sentimiento inspira una ronducta. Es lo que produce en indolranio cl &enti- ducen eRu nociOOe& no pueden tmer sino un sentido ma1c:rial. Todo ID que se refiere
do de, «(paIabfu de) qrado, q¡adccimicnto, eJoaiD•• a [lociones ccon6micas cit' unido a rcpu:smtacioncs mucho mis amplias, que ponen
Hay en gcr-minlco un paIll1clo curioso. La cxprarióo gótica de gratitud es ll'WiIbI/J en juego el conjunto ele las rc1aciODClI humanas o de las reJaciones con tu divinid.a.des:
yel verbo awiJJudon, «atar reconocido, estar agradecido, dar las graáu., compues- rdacionas oompleju, dUlcilcs, donde licm~ se implican las dos partes.
tos manirlestamente anti¡uos y auttnti<:os, que DO deben nada al sentido ni a la focma Pero el vaivén de b. prest8dón y cl pqo puede ser interrumpido voluntariamente:
de tu palabru sriep¡ que nducen, IcNufr;omtli, ewkhari.f/etn. kJJórin Iklleill. cte. servicio sin pago, ofrenda de faVOl", pura «gracia», que abre una reciprocidad nueva.
Oot. tlwi sisnitíl,3 aJ,o asl como «favol» y parece corresponder a ul(jQ. «favor, Por encima del circuito normal de los intcrcambiol, de 10 que se. da para obtener, bay
posibilidad» de tu anti¡uas inscripciones rúnicas. Esta rai!. es de: sobra c:ooocida en un segundo circuito, el del bcnef.cio y de la gratitud de lo que se da sin intención de
indoiranio por ser. avis, «favorable», y el verbo Ü, Ilwlti. «es favorable, tsti bien dis- pqo, de 10 que se ofrea: para «agradecer».
puesto. dispuesto a ayu~, llti, «ayuda». En iranio. este: mismo verbo, enm:ba-
mentc ligado al preverbio am, de donde tzdy-av-. «llevar ayuda. 1OCOI'T'tOt, tiene: una
hiitoria bastante larga: el nombre de agente Ildy-izvar. uocom:d.or, ayudador.., se
continlla huta la época aual bajo la forma dd pcrsayir, qmigo•.
En cuanto al JOtico üU/J, es el nombre del «canto., del t<himnolt, que ha dado el
ale'mán Lird. En el vocabulario cristiano germánico leu6 traduce pso/rrau. El com-
puesto ¡ótico Sicnif"IC8. por tanto, ucanto de favor. himno de ¡raciaJt. m gótico tB-
duce el ¡ro kh4rls. "aratin, y ftlkhDristeíJI. «tatimoDiar su ¡ratitud~, por awi-liu/l.
Encontramos la misma rdación que en 6fTlhJs y 1Cf. gir; la «gratitud» es apraada
por un. «eanto. que 5irve pant marcarla.
Con&idercmos ahora. por rf mismos. Jos t&minos gricp que directa o indirecta-
mente dominan todoa" CIOS dcA.rrollos latino y eerminico. La gran familia de pala.
bras kh6ri.J y emparentadas le reparte en cierto DWnc:ro de tmninos de sigoiflcaciOOCl
bastante diferentes: kharkomaJ. eukhatÜlefn. etc., pero tambiál khartJ, «aie¡rlu;
kJuzfriJ, «recocijarse, alcgrane•.
Las comparaciones son &CJUras: desde hace mucho tiempo IC compara el radkai
griego khJlr- con el :ser. har(ya)-. «tener placer», con el itilico Mr~ (lwr-); OICQ-
umbro M,.. «querer". cawativo latino horior, hortor, «hacer querer, alentar a». asl
como ¡el'lÚDico ",er-; a6tico -lfIirns, «que tiene deseo de», al. pm.• pJrnei, «de-
sco», y el presente gaJrnjan. «tener ganas, desear fuertemente».
El ¡ricIO kluJrls acentúa la noción de placer, de agrado (flsico tambibn) y de «fa-
vor»; cfr. en sentido propio, la expresión adverbial griega kh6rJn CaD el genitivo «en
favor de», «aracias a», y ellatin gralJo (ablativo) con una cvoluclón paralela, quid.
bajo la lnfluepcia dcl griego.
Lat. gratlOSllS puede significar «que experimenta ¡ratitud» y «que est' becho con
placer, a titulo gratuito». Con la misma e5pedalilJlción. gratiis. contraido en gnllis.
que hemo& tomado dcllatln, quiere decir «sin pagar.; ,ratis JUlbitQTe es «habitar por
nada. ain pagar alquUer». De este modo, aparece en el empleo de ,ratiu UD compo-
nente nuevo. el de una prestaei.ÓD hccha o recibida ca titulo gratuito, para causar pla-
cer». La gratÚl coruilte en ahonar el descmbollo. De Cita evolución tenemos un tC5li-
moniD en el adjetivo ,ralll/hu, «desinteresado, gratuitolt, cuya formatoión CI parlllcla
a la de forllllrus y lupone un sunantivo '" gratu- dd tipo de fortll- (cfr. fortu-
na). En una civililaci6n ya buada en el dinero, la «p-aciu que le bac:e • atsuien es:

IJO 131
LlIJRO 2

EL VOCABULARIO DEL PARENTESCO


INTRODUCCIÓN

SIIIfKIriu. Si bien desde d esludlo de lu relacione. indoeuropc:•• ck JMIICntaco hecho


por Iklbrllck (1890), IIUC!tro conocimiento del votlbulario IndQC:urollCO de puentclto
no h.. avanzado sensibJemenle, la nllClliOn ctnol6lica, por IU l.do, ha hecho enormes
pn1il"ClOS, 'Y ClI ella la que oblip al llnlllisla I nMlaT l. interpretadon Irlidicional de
dcrlu Itllllomalias» lbicu.

Los términos indoeuropeos relativos al parentesco figuran entre los mis ClItables y
mejor asentados del indoeuropeo, al estar representados en casi todas las lenguas y
ded.ucim: de corrCllpondcncias claras. Se cumpJc:n todllS las condiciones favorables pa-
n Wl eswdlo exhaustivo. Sin cmbar80. el problema DO ha evolucionado dc5de 1890.
fecha de la publkaciÓll de 1& obra de Delbrt\tk, Indogemwllísc1tf YuwaruftJf:Itu,fI-
sverhiltn1.Jse. donde se presentaD las dos principales cordunona que se pueden sacar
de las correspondenciu: por un lado. la estructw"a familiar que se esboza 11 través dd
vocabulario es la de una sociedad patriarcal que se apoya en la filiación paterna y que
realiza el tipo de la «gran familib (aún observada en Sc:rvia en d siglo XIX) con un
antepasado en tomo al cual se agrupan todos los dcscc:ndientes mach06 y sus flUD.ilias
restringid..aa; por otro lado, los tl'rminOl de parentesco SI: rcflCTtn al bombl"l:; los que
a!l:Clan a la mujer son poc;o numerosos, inseguros y de forma. a ml:oudo, flotante.
Sin embar¡O, los progresos realiDdos dl:Sde hace riele u ocho decenios no han
consistido solam~te en la m.mión ~ una mayor cantidad de datos lomados en pr&1a·
mo a un número mayor de sociedades, sino tambib, y sobre todo, en una mejor in-
terpretación, a medida que se precisaba la trorla general cid parentesco.
Los aiatemu que se ha podido conocer fuera del mundo indoeuropeo hacen uso, a
veccs, de ttrminos idénticos para parentescos que, en nuestras sociedades occidentalcs
y modernas, lion distintos: por ejemplo. loa dc (chermano» y de «primo., de (cpadre»
y de «tlo paternal'), cte. Inversamente, sc:paran parentescos que nosotros confundi-
mos: «hermano de la madre» y «hermano dcl padrc» (para nosotros «tlo), bija de la
hermana» e «hijo dd hermano» (para nosotros «sobrino»), cte. Pero eatas relaciones
que hoy nos son extraftas, tienen a veces su equivalente en el mundo indoeuropeo an-
tiguo, donde se trata de reconocer, como e:o todo sistema dI: parentesco, ciertos prin-
cipios dI: cLuiru:aci6n.
El vocabulario indoeuropeo del parc:ntClCO praeota, ca decto, cierto número <le
anomallas que quilJ. puedan definirse mejor a la luz. <le otros $istemu. Por ejemplo,
el pueblo lido, sqún Herodoto (1, 173), tic:nc nombra¡ matronimicol: «Ellos se lla-
man segtln lUS madres, y no según sus padres., y aftade: «Si una ciudadana Xl une a

135
un elClavo, 101 hijos son reputados de buena raza. Pero si un ciudadano, aunque sea padre:, la madre, el hCl11UlDo. las mujeres de 10& hermanos. Por el contrario, para el
el primero de los ciudadanos, tiene una mujer extranjera o una concubina. los hijos hombre, no hay nctcsidad alluna de distinsuir con t&"minos espcclncos a loa paricn·
no gozan de nJncuna consideración». En Licia se coIlltatllrla, por tanto, la. filiaci6n tes de su mujer con los que no cobabita: para caractcrizarlo8, basta con el término ce-
matrilineal. Pero la aserción de Herodoto no perece confirmada por la ononWtica neral «emparentado, aliado" que les convic:nc indistintamente.
pel'lonal de lu inJaipciones licias. Herodoto no inventó, Iin embalso, esta particula· Tercer hecho que hay que destacar: tas fr-ccuc:ntcs variaciones en la dcIiCoaciÓII de
ridad. Nos da otras informaciones que han sido confinnadu despuh, como el nomo cierta! relaciones de parentesco. Los túminos para «padre», ccmadre», «hermano.,
bre indl¡ma 4c 101 LidOl que era Trnni/{l;. La importancia del parentesco por las «tlermanu IOn darOl y constantes, pet'"o el «hijo» es llamado de divcna forma; y lo!
mujcrel en LiQa podia sorpecbarse gracias & la Lcymda de Belcrofonte, tal como se nombres que recibe se renuevan con frecuencia. De iaual modo, los tinninos para
cuenta en Homero (1l. 6. 192-195): el rt:y de Lida cntrep IU hija y la mitad ~ las «lio. tia; sobrino, sobrinaw son ambiguos y presentan gran divenidad scgúD las JeD-
praroptivu ~ al arpo Be1erofontc. haciendo de él a la ~ h yerno Y tu lUce- guu (1a.tín neposca a la va «Iobrioo" y «Dieto.). Fmalmcntc, parece que DO le puede
SOT. De este modo, Bclcrofoote adquiere COD &U matrimonio la Raleza. Ahora bien, restaullU' una designaciÓD indoeuropea. Di siquicn parcial del «primo•. Estas varia-
podemos, sracias a 1aJ insaipcionc:s, haccrnoI una idea de cuAl era d sistema de pa.- dones plantean graves problema en muchos planos.
J'CI11esco de los Licios. En una declicatoria biJinlOc. dIClli.¡lo v antes de Cristo, sobre Si se COD5idcran los sistemas particu1arcs de cada lengua, se ven apar=cr correla-
una bue ele ..tatua,lcomoo: n6pml1lpol+wc n"f"ll'- ów,f'&ii< n....l< Iav<'" ,..¡,;¡, ciones sin&u1are1: ad tlu,mcu.J.u.r. «tWlt, es en latin el diminutivo de flIllU. wabuek>>> .
......... T... ~p¡¡p..... ·0....... Ilurm'<Ipo ~ ów,.,3l;o....Porpu. hijo ele He aqu1 algunos ejemplos de los problr:m.u que se plantean en todos 1.0& nívdc:s Y que
1brypsis. sobrino 4c Pyn"bates, ciudadano de nos, él y su mu,F TiscUscmbra.1rijtz de afectan unos al sentido de 101 t&m.inos, otros a 5U distribución, otros incluso a su
()rt.aIdu. sobriNl de Prianobas••• » ID mismo tcdo es dado en 1aIgua Iic:ia. TmcmOI evoluci6n.
el nombre del pcnoo.I;je coa su ascendencia paterna (admitiendo que Tbrypsis sea un
nombre de hombre, lo que no es acJUl'O); pero se dice tambitn 4llObrinO de... », su
mujer ClI Dama4a «hija de.... Y tambiáJ. «sobrina de... ». BIta f6mlula se c:ocucntra
en mudw ocru inlcri:pciOOCl liciaI en las que: con mucha fRcuencia DO se indica mis
que la mcnd6a tCSObrino de...• z,Cut1 es, en este CIlIO, el sc:otido de: «sobrino»?
En el sistema que prescn"be el matrimooio entre primos cruzados, un bombre puc-
de desposar a la hija de la hermana de su padre o del hermano de IU madre; pero ja-
mis la hija elel bcrmano ele su padre o do la hormma ele su madre -y coto po< ......
nes d~ dui5car;iÓll-: el. hermano del padre es 1tIlm'do «J*lre)f; la hermana de la
madre es llamada tttn&dro. Por- consiguicatc. el hijo del hermano lid padre o de La
hermana de la «madre» ca llamado «bennano» y la bija «hermana.». Se comprende la
imposibilldad del matrimonio con «hc:nnanu» o «bennanoslt. ~a1 de claras e&ún,
poc el contrario, 1u condiciones de parentesco en que ca 1k:ito d mlltrimonio: III h.er-
mlUJ8 del padre, el bcrmano de la madre pertenecen a otros clanel, lo mismo que SUI
bijas. La rc1ación de tlo a sobrino se dcrme entonces de este modo: el «tia» es para el
sobrino el hermano de su madre, el «sobrino» es para el tia ellújo de BU hermaaa.
La palabra «sobrino» no quiere decir en muchas sociedades mi. que «hijo de la her-
mana». En nuestra inscripción licia, Pyribates el el tia materno de: Porpax y Priano-
bu el de Tiseusembra. Tenemos, por tanto. en este: caso un sistema mixto. c:n el que
se indica taDto la filiación paterna como el c1ao materno.
Hay otro hecho del que debemos dar cuenta: ¿por qu6 el vocabulario indoeuropeo
es tan pobre para el parentesco de la mujer? Se invoca el predominio de Iu funciones
lI18ICUÜD.aS en la familia. Por supuesto. pero la preponderancia del bombre ha podido
mantenerle en ouos dominios sin enttaftar las miliJIlU consecuenciu lexicolóSic:as: la
condición juridica de la mujer apenas ha cambiado en Europa huta el aialo XVIU, y
esto no impide que nuestro vocabulario sea extrictamcnte reciproco (as1. bcau-perel
bc~mere [aue¡ro/auc¡ra]). La explicaci6n debe ser. DlÚ bien, que la mujer abando-
na su clan para entrar en el del marido Y que, a partir de ene momento, se iD!tit.uyr:n,
entre eOa y la familla de: su marido. relaciones que exigen una aprcsión; ahora hieD,
siendo ata familia una «¡ran familia_. del tipo que se conete: en la aoacdad homm-
ca, citas relackma son numcrOlu: la rec:iál11cpda contrae: rc1adoDCt clJstlntas con el

136 137
CApiTULO 1 «¡Ciclo padrel », que abarca exactamente el vocativo griego Zeú pát~r (Z¡IS MnJp). Al
lado de Júpiter se nos ha conservado cl nominativo Dibpi~r, que responde al védico
LA IMPORTANCIA DEL CONCEPTO DE PATERNIDAD dyaulJ. pitil. A lar; ter;timonioa dellatin, del griego, del védico, se aIladc el del umbro
lupoler, y, por último, una forma menos conocida, pero interesante Deip6tJlrw
(6t.IÚtUflOd, glosada en HesiquSo: 8Wc u.pci E~, «dios de los eltinfeanos~. ha-
bitantes de Stymphaea, ciudad de Epiro. En esta rcgi6n, de antiguo poblamiento iJi-
no, una. parte dc la herencia iliria 5C mlUltienc a través del dorio: la forma Deip6turos
debe a« un vocativo de origen ilírio. El in:a de crta apclaábn divina es lo bulante
amplia para que tengamos dc:rccbo a referir al periodo indoeuropeo común el empleo
mitológico de ese nombre del «padre».
Ahora bien, en cita f¡guraclÓD oncinal, la. rclaci60 de patcrniclad flrica est'
exclui·
da. EstarnD5 fuera del parentesco estriao "1 • piJler no puede: designar al «padre» en el
~.-rlo. Pw1rc J m.dn=, bermaao J benaana [lO COl1IDtUya1 parcju atrMtric:u n iD-
sentido personal. No se pasa tan fácilmente de una acepción • otra. Se trata de dos
doturopeo. PralllC a """rr. ~ i ·p.rr DO cklilma d pMn tlaico ~o alcIIu.. representaciones cm[inw y pueden, scgWt las lmguas, mostrane irreductibles una a
p, mm: otroI, d \licjo yu.xtapuc6to ~ al Iat. /ripilrr-. -BJrrIrrr DO a WJt- otra. Para hacer visiblr esta düc:n:ncia, revisaremos las observaciones dd misionero
poco d Mnnano ~ el. srieJ;o, en ~i,.. COIlICl'ft IDtjof que aaaiquicr ~ W. G. IvCDS, que ha relatado su experiencia en el Pacifico occidental. Al intentar tra·
Icnall& pua 1I0'OUOI d lCIJtido etc -miembro de lIDoI fratriP. ltrmino de: p&raUeKlD c-.. ducir los Evan¡cliOll al melanesio. kl mAs dificil, dice, es traducir el Pater noster. por.
liratorio. En a1aDQo. - _ (lM. mroI'), delisn&, al piE- de la ku'a, al ter feulellillO
"1Or) del I'lIPO (·IlIIr) --otIo tmnioo de parmtaco dalrll:lllorio, pcn) no Jimtuk:o de que ningún término melanesio respondc a18 connotación cok:cti.va de Padre, cela pa-
ebNitrr. ternidad no es en esas lenguas mis que una relaci6n personal e individua!.» 1; un «pa-
dre» universal es inconcebible entre ellos.
La repartición indoeuropea responde, en líneas generalcs, al mismo principio. Estc
De todos los tmnin05 de parmtesco, la forma mejor asegurada es el oombR: del «padre» pcnonB1 es alto. único representado en hiIita, en 800co, en eslavo. Si en cs-
padre: • ¡»trr, ser. pitar-, armo hqr. gr. ptllé, lato pille!'. a. irL (llhJr, 10l. Jadiu, tolt. ta.s lenguas, el tmnino Il.nti¡uo, • ¡»tu ha sido suplantado por atta, es que '~ter en
A plJeaT. B pizcor. SOlo dos de estas folll11LS se apartan del modelo com6n: en irlandh: ante todo término clasificatorio: dc mo bal1arcmos confirmación estudiando el nom-
yen armenio ha habido alteraci6n de la p inicial. En laleano, 1& Q de piicDr no RPR'- bre del «henna.nolt.
senta una. larga anti¡ua; y la e (= u) contin6& la t indoeuropea palal8Uzada. En cuanto a la palabra Qtto misma. varios rasgos ayudan a definirla. Su forma fo-
El testimonio de dmo número de lenguas revela otra denominacibn. En hitita en- n!tica la clasifica entre 106 t&minos «familiares». y no es fortuito Que se encuentren
contramos alta, lorma que responde al lat. al/a. sr. dUa (ma), got. atta, a. ClI. o/lCf para «padre» nombres semejantes o incluso idWticO! a atto en lengua. muy divcrsu "1
(forma derivada de atta. salida de 'at(t);kos). no emparentadas, en lumerio, en vasco, en turco, ctc. Ademis, DlID no puede su se-
El una suerte conocer tilla en hitita. porque la escritura en idcoJfamu enmascara parado de tato Que, en vf:dico, en ¡:rieso, en latín y en rumano, er; una manera infan-
la forma fonaica de la mayoria de loa ténninOll de parentesco: sólo 4(padrc», «ma- til, tradicional, de interpelar afectuosamente al padre. Por (¡ltimo, como le ver' a
dre», «abuclo» cstAD. escritos con claridad; no conocemos ni «hijo», ni ~~hija», ni propósito del adjetivo ,ermAnico «noble»: 'attI/os > ede/, adeP, este apelativo hll.
«mujer», ni «hermano", anotados c:xclusivamc:nte en ideogamu. producido varios derivados que tienen su lugar en el vocabulario de las instituciones.
Ei¡6tico tiene dos nombrcs, "Ua y JlMiar. Se los suele citar en el mismo plano. En De donde se deduce Q.ue alta debe ser el «padre nutricio», aquel que educa al ni-
rc:alidad el nombre del padre cs, en todas partes, QUa. De Jad", tcn.em.os UD 1010 tCl- ño. De ahlse deriva la diferencia entre attrl y patero Los dos han podido coc:xi¡tir y
timonio, Gal. IV, 6, donde un vocativo «~Ili: ó 7ta.n¡p, "¡Abba.! ¡Padre!» (a.~¡»., forma cocxistc:n, en efecto, bastante ampliamente. Si atta ha prevalecido en una parte del
aramea de invocación tradicional, recogida por el nominativo-vocativo afielO), CI tra- dominio, es probablemente a consccuencia de cambios profundos en las concepciones
ducido por abbaJadar. Al parecer, habiendo querido evitar el traductor 'ablHl aUD, religiosas y en la estructura sodal. Efectivamentc, alli donde s610 esté. en uso atta, no
rcco¡e la vieja palabra, usual en los demAs dialectos gcrménicos y que ha dejado iD.- quedan huellas de la anti¡ua mitol.ogfa en la que reinaba un dios «padre».
cluso en ¡6tico el derivado JDdrein, «lina.je, padres»; por lo dem'., en todas partes el
griego ptlt4r es traducido por atta, incluido en la f6rmula atta IUlSar, «nuestro Para el nombre de la «madrc» se observa aproximadamente la misma distribución
Padre». ¿A qu6 se debe: que ·¡gter no aparezca en hitita ni en anti.¡uo eslavo? No se de fOJ1llll5: el término i.c. ·müler estA representado por ser. miltar-, av. mitar, Il.nn.
responde a esta c;uC$ti6n si uno se contenta con decir que 'atta es una forma familiar 11Ulyr~ gr. meter (1olIrn'!P), a. Irl. mathir. a. esl. mati, a.a.a., muotar. Pero el hitita dice
de '¡»ter. El verdadero problema es mucho más importante: ¿' patrr designa propia amUl-, que forma pareja con aUD, «padre», cfr. Iat. anna, gr. annÍJ (~Cd, «madre de
y exclusivamente la paternidad flsica?
El término • ~trr se impone en el empleo mitol6gico. Es la calificación perma-
I W. O. 1v2NS. !Jklloflflf)' 11N/ ""'",,,,,,, of thlt LtI",~ of s- (md UIa_, SlrlomOff hltltldl.
nente del dios supremo de los: indoeuropeos. Fi¡ura en vocativo en el nombre divino Wubiqtoo, 1911, p. 166.
JrJpftt!r: la forma latiDa Jilpilu ha salido de una fórmula de invocad6n: 'd)'nl ¡»ter, 1 11 pule, Ubc'o 1, tap.•.

138
la madn: o del padre». Los nombres del padre y de la IIUldn: SOD de fonnaclón sim!~ homo-p6tri08, homo-melr/as. En efecto, «hcnnano» se dcfme por relación a
trica; impUcan una misma final en -ter, que se constituye como sufijo caractcr1Jtim «padre». que no dc.si¡na necesariamente al «genitor».
de los nombres de parentesco y que ulteriormente se ha extendido en varia lenguu al En virtud de Cltal relaciones, • bhriJter denotaba una fraternidad que no era ncc:c:·
ooojunto de los nombres de: la familia). lariamentc coDlaDJUinc&. Las dos acepciones han sido distinguidas en griego. Se ha
No podemOl aoaUzar • ~ter ni • milt~r; CS, por consi¡uientc. imposible decir si CODICI'Vado phrGtir para el miembro de una fratrla. e instituido un tá'mino DUevO,
desde el principio la final era un sufijo. En cualqulcr caso, ese ·t~ no ea ni d morfe- ad«phÓ.J (literalmente, «nacido de la misma mat~) para el «hcrman~ de san&:!'e».
ma de los nombres de a.¡mte ni el de los c::cmp8llltivos; 16kJ se: puede «:eDltatar que, La diferencia se manifiesta aQemU por un hecho poco observado: pluilllr no exi4te.
salido de • pt)ter y • mat",se ha convertido CD indicio de una clase &éJdca. La de los por así dctirlo. en rin¡u1ar; sólo se usa el plural. Por el contrario, arh/pIHM. que
nombres de parentesco. Por eso, se ha generalizado el otros t6nn1nos de esta dale. apunta. a. UD paRntesco individual, es fra:uente en el JinguIar.
& probabk que los dos nomb1'cs de la «ma.c1Jn. ·miJu Y -fUIna.. rupond.an a la Desde c:ntOl1CCSy las dos re1adones se encontraban no JOlamente dislincuidu, .iDO
miRna distinción que ·/NIUy ·"UII para el «pa~. porque ~ y «D1&drelt, ba~ polarizadas por 5U ~fen:nw. implitita: phrQtir se dcfine por ~ al mismo padre,
jo sus nombres «DObles», IOSticncn representaciones simétrica5 en la DÚtologia anti~ atkJp1f6s poi' rdaci6n a 11. misma madcc. En a.dc1ante, sólo la ascendencia materna
gua: «ciclo-pacb"e» y «tierra-madfc» forman pareja en el Rig Veda. oomÍlD es dada como criterio ele frattmidad. De pronto. esta dclIi¡nad6D nuna fic.
Adc:mú, sólo el &nJPO hitita ha hecho de lU11Ul- (luvita lIM;') el támino para cana- De lupr entre individuos de &0.0 diferente: adelph.tiJ, «hermano». h. arrutrado al f~
dJp, como lItta- (luvita /Ilti-), para «padre». POI" otra parte. elscotido de *turna es menino IIddplrA. «henrulrra_, lo cual ho pertwrbfzdo 111 tennin%gfll rUltipa.
buW1tc vqo: Jat. anna, ~bilmcnte atesticuado, pam::e dcsi¡oar 11. «macft
nutricib, y no l;()ncucrda con el &riCIO ann1:J, dado por una Posa de Heliquia como la La «hc:rmlUWt es una denominaci6n cspcáfi.ca: indoeuropeo· S'MoaOr, representa-
«madre de la madre o del padru. T&minos ele esta naturaleza no implican referencia da poi"ella". S'HUQr, av. X-anMr, armo ~oyr (resultado fonético de ·.swesor).lat. $O-
precisa en el orden del pan::ntesco. ror, got. n/ulllT, a. esl. SUIM. tok. itrr.
Aparentemente, a Cite QWiro lit falta d &ricio, aunque el coacrpondicntc grieao
FJ nombre del «.hermano», el Le. *bhrilter• .según la confomüdad del únscril:o de *swes:or le haya canservado bajo b. forma. Ior (Iop). Pa"o no es mi! que uua su-
bluutllT-, av. brotar, armo dlxtyr, gr. pJvdtir (~), lat. fritu, a. 1rl. /mJlhir, lot. pc:rvivcncia ~ por atosaclores. AJ,1 como pluitir muestra un sentido particutar,
bro/1ar, a. al. bnz/rll, bnJti1, a. prus. brrzU, tok.. prfzcer. El nombre hitita es aUn dCl~ la palabra ~r, correspondiente fool:tieemente a • swaor, es dada con sentidos diacor-
cooocido. La forma arm.mia se puede explicar fonftiamlCQtc por una metitet.is ini~ cIanlcs. Bs ¡losado ~ . «hija.; ~ «primo., y 1000<' .poafpawn<. «parlen-
c:ial: bJrr. > (D}r/).. que ha cntraftado uM disimilación de dOl rconsecutivas en /-r. tcn. m támino, baltante vaao, se aplicaba a. un erado de parc:ntesto del que ya DO se
Un bccho importante que no aparece en este cuaciro es que d piqo tiene. ~o la tenla DDIIOÍeD<:ill oIanl. Bsta dcsaporüicln ....wta ele la aeadcln de fICIdphJ, «hmna·
forma de phrQflr. el corttIpondicnte de b1uflttr. pero en el vocabulario dtl parentes-
co *bhriter es rcemphlzado por ade/plfth (~(de donde fUkJphl. ~ «hcr~
na», producido .,U vez por la ttansformacióndcllá'mino para «bc:rm&mDlJ.
¿CuíJ es el smti40 propio de • .rweror'l Esta forma ticn.c UD ÍDtt:rá ~nat.
mllOu). Una sunltuci6n como !Ita no podría ser un accidente de vocabulario; res- debido. que ISC la pua1c: analizar como un ~pucsto *SWfNIOr. formado c1c *SMIt.
ponde a una necesidad que interesa al conjunto de lu desi¡nationes de parentesco. bien conocido como término de relación social J Y de un elcmcn10 * -sor que se en-
Scgtm P. Kreu:chm.cr·, la sU5ti.tución de phrQtir por Ddelph61 seria debidD a una cuentra en compUCItos arca1col donde denota el femenino: lol!I·nÚDlCrDI ordinalel ano
mancnt nueva de: considerar la relación de hermano. que habrta hecho de pltrQtlr el tiguos para «tercero» 1 «cuarto» comportan, aliado del mll5culino. formas de f~
nombre: del miembro de IllUlfratrfll. Bfcctivamcntc,phrQtir DO dcsi¡na al hermano de nino caractcrizadaJ por el clrmento *-sor: celt. ce'lheoir, v!dk:o catlllra, avéstico
langre; se aplica a aque11o& que están vinculados por UD. parentesco aústico y IC con5i~ cQtaitró, fDr1JUUJ todaSAUdu de *tc-nHor.
dcran los descendienta: de un mismo padre. Pero, ¿CI por elO una innovación del Es probable que ese *-sor sea un nombre arcaido de la «mujer». Lo RlCOnocemos
ariClO? En realidad, el Atieso CODlIcrva aqui la sipificaciOn «ampUa» del i-c. en iranio bajo la forma IrtIr- en el radical de av. hiliríii, «mujer, hembra», donde ha
• bhrfltu que reflejan aún ciertas iDltitucioncs rc1igi0lllS del mundo it6lico: los uHer- sido liIufIjado en -fi-r. con el morfema que se encuentra en ser. en el femeDiDo
manos Arvalea» (ff'tl/rU «/'Uales) en RDma, los hermanos Atiedios (ffQtrt8 Atl«lll)
entrc los umbros, son .micmbros de cofradias. A11I donde estas uociacionts permanc-
I'IUlhqi, «reina». El posible tambim que ser. sm «. m1, «mujer», sea una fcmiJ:rl-
.zación liIecundaria del antiauo * $Or. nunbi!n se puede identifIcar 101 dos elementos
ciaD vivas y donde lua miembros tcnian un estatuto particular, hubo que espccif1car del compuesto ·lWe-3Or, etimo16¡icamente «c1 liIC!' femenino del grupo IOCial lwa.
por un t6nnino explicito al «hermano de sangre»: en latin, para el hermano consan~ Una delipaci6n para1c1a pone a la «hermana» en un plan completamente diJtinlo
guineo. IC ~ /rtlfu pTltUlnus, o simplemente gtrmanw (espallol Mrmallo. portu- que el «hermano»: no ha)' simetrla entre los dos t&minas. La posici6n de la henDaDa
gu!I irmilo), hermano de matriz. en cierta forma. Asimismo. en anti¡uo persa, cuan~ le dcfmiria, por tanto, por rclac::i6n a una fracci6n social, el .nve ClI el seno de la
do Dado. en 1U proc:lamaáonCl reales, quiere hablar de su hermano. cxmsanaufnco. «¡raD familia» donde se mantienen los miembros mascu1inOl. Llcpdo el momento,
afLade ha11Ulpltll, MmtJflJ, «del mismo padre, de la misma madre», ~ en «ricgo habrt ocasión de: examinar mú p8rticu1ann.entc el sentido de..fWl'.
A diferenda de la palabra para «herma.na», no diJponcrDOl del medio para aaalt·
J at. mil IIdc:IInte. pp. 167y Y.
4 Glottc. YOl.n. 1910., pp. 201 YIL

140 141
mr el nombre del «hermano», salvo aislando la misma rmal -ter que en «padre» y CAPtruLo2
«madre»; pero Nn,uua explicación da cuenta del radical 'bhri-..Bs inútil relacionar-
tero,
la con la raiz 'b~r- dc:llatln porque ningim empico conocido de las fonnu de ESTATUrO DE LA MADRE Y FILIACIÓN MATRILINEAL
esta ral.z lleva. al Imudo de 4Chmnaoo». No podemos interpretar' blrrtttr como tam-
poco ''1»tuy 'mlIrer. LoJ tres 100 herederos del foodo indoeuropeo mis ant4uo.

~. EalR WUI mdkitl' del difumil*io ~ jurIdic:o ele la DlIdrt: ClI. la klCil>
dad ~ bar qu&' dtu la nseDCia ele II.D • mitrillS fraI~ a ,.triKr.
No obItMte. el YOCabuIario. tobn: todo d ¡ricpJ, COIlICIYI. d rClCllG'l5o de CIUUClUlII
lOCiakI compIcwucmc difemllCl. J prubabbDa1tc no indIxaropca: la caiJlCOcia de II.D
~ H. . . . )' ele uoa pareja l:IODJVPllJ1tl¡ua H~-Hervdá, 101 nonlbra 1IriEI0II dd.
Ilhcnnano.. - ~ liten1mmlc -.lIdo dd mismo _ . J klGitttltt3 Dd._ DO
puaIm e:apticanc por rdenuda a UD ÑtInIa de r'ib;:ibn~.
Puo ClI. la ipoga biItOfX:a. Il1O DO KJn mil QIE rccucnl..DI;; Zem Hltvia. ea l1ll lt4¡wz
J •• ¡aar de Al I:limolosfa, taipitw(QUIIi' ha podido IUSD.tWpot Id. wanlr:.~
como lUmiao cllllfk:atorio) , ~ lbIplJl. ll1 «hc:nDuo.. como llnllinlX de ~
ra.1I:II:D patrUioeaL

Todos 101 hechos huta ahora apuestos nos lleve • n:conocer- la primac1a del
oonccpto de patemida.d ea indoeuropeo. Tambiál ayudan, por contrutc. a apreciar
1&1 dcsviac:.kmcI que podeatos observar de CIte principio. Esta primada le ve corrobo-
rada por menudos indiclol de auicter 1inc01Itico, que no riempre son vwll1cs, pero
que toman IIU valor cuando se: 101 mrotnle a su origen.

Uno de CIItos hechol es 1& creación cieI t!rmino latino J'Cltria. «patriu, labre patero
Pero esta derivaci6n no ha pod,ido tw:crle directamente. La Ven:moll mejor cxtnside·
rando 1011 adjetivol que se han aacaclo de ptltef Y de rntlfer.
m adjetivo derivado de pater es peltrius. Tenemos ahi un adjetivo que sale ex-
clusivamente del mundo del «padre»; no bay correlativo para la «madre»; no exiate
'matrills. El motivo es, evidentemente, la situación legal de la madre; el derecho ro-
mano no conoce inldtución a la que convenga un adjetivo "matrius. que pondrla en
posición igual a «padre» y «madre»; la po~tf18 es cxclusivamente patri4. SeJ'lÚl este
derecho, no hay ni autoridad ni polcsi6n Q.ue pertenezca en propiedad a la madre. Del
lado de IIUlter. el adjetivo derivado es totalmente diferente, es marernll$. IObre cuya
fonnación habremol de volver.
Podria crcenc que hay, al menOl, un derivado comÚD a peller y a matero el Q.ue de·
riva en -monitlm. puelto que matrimoniJIm es paralelo de patrimonitlm. De hecho lh1
no hay mil que una simeuia completamente externa. Como le verá más adelante, tu
dol formaciones no IOn correlativas ni indican la misma función l. Ahi le manUlClta

I Sobre~ dr."'~.~. 4.

142 143
aún, por indicios moñológicos, la desigualdad de natUIlllcza que separa los do5 coo- No hay, por tanto, una &Ola pareia, sino <101: 2'zuJ y Dione, por un lado; llera y
cqItos. Heracles, por otro. Se han Cundido en una sola, en!a que la aran diosa es la esposa
Se sabe que una de lu sociedades indoeuropeas que han aJl1ICJYado durante mls del eran dios: Zcwi y Heta Cltin, en adelante, juntOl. Es. por taDto, verosimil que las
tiempo la estructura anti¡u.a es 1& de 105 cs1avos del sur, entre quienes se encuentra, formas primitivas de la leyenda conserven el. recuerdo de un papel mayor correspon-
a6n en nuestros d1as,la forma de familia denominada Vldrvga. Vmsky' ha observado dicote a la mujCl".
de cerca el funcionamiento, la composjd6n de esta «gran famillu. Agrupando la ma-
)'Orla de las veces una veintena de miembros, a veces treinta y hasta sesenta, ranuncn- E mismo rasgo va I salir de una oonfrontaeibn entre dos nombres griqos del
te mis, la udfJlgfl es un conjunto mucho más considerable que las famUas restringi- «hermano», adelpllós (~ y kQ.ffgn~/os (XtH'(l"'fI'fOd. La noci6n del plrrOlir, con
das que nosotros vemos habitualmente: reúne otras tantas de estas familia restringi- la de phritrftl, se encuentra nitidamente en una tradici6n (jonia de origen, al parecer)
das con hijos que viven en el halar común. Esta familia es de tipo rigurosamente pa- relativa a la fiesta de los Apaturias. 'AKlX~, durante la cual, en el segundo dia, te-
triarcal. Sin embargo, un extranjero puede cntru en la familia desposando a la hija: nia lup.r el SBCriÍlcio a ZftI.J Phr6lrioa (A.palo~rios), así como a AlhinaÚl phralrlll
por la heredera se continila el linaje. El )'Crno es incorporado a su nueva familia hasta (Aptltourla). La c1imolosia de Apatoríl"ia es evidente. Ya 105 andauos interpretaban la
el punto de perder su estatuto propio; llega incluso a tomar el nombre de su mujer, palabra por homopiltria (~ploCI); es la fie.ata de aquellos que tienen el mismo «pa-
llamindole los dcmis miembros por un adjetivo po5C5ivo derivado de este Bombee. dre»: apáfores (Wtufl&C}, lo que equiva1c a phrdJrn:s, puesto que los pJvJtir SOD
Dapu& es llamado por el nombre de la familia de su mujer as1 como sus hijos, y su aquellos que cbciendcn del miuno ptltir. Aqui surge la noción del linIje masculino y
nombre propio y. no tiene función social. patrian:al.
Pero hay también dat05 que apuntan en sentido invcno, sobre todo en 1.. wciedad Coasidcn:mos ahora la palabra k4s/1nitos. Pertenece a la antigua lengua poética,
griega antigua. Mis arriba hemos C5tudiado una particularidad propia del griego Y pero no es de la misma tradic:i6n dialC!d".a1 que aptIlolÚios, que parece jonio: kmlgni.
que le separa de las demás lenauas indoeuropeas, la designaci6n del «hermano» por ten es eolio, KaqUCO» (de tipo chípriotll). m sentido primero es este de adelphÓl, se-
IZdelphM, ÍIlniluymdo una fra1emidad coutcrina. No es 6sc el único lérmino que de- g6n empleoB como me: JlAUf¡fijWY JaIl ~ (D. 11,157j cfr. 12.371), que equivale
nomina al «hernianOlt en relación con la madre. Un ttrmino sim~co, del mismo a decir: «de la misma madre y del rniJmo padrelt, confumado por D. 3, 228: a41:OXlI'
sentido es el adjetivo homogdslrie» (olWT~pwd con el doblete ogtúliJr (clr'cn:(o)f) lite- cr\~ .w !W' ~da y&lYCI'o 1lf¡"I'?)p, «1os do3 hermanos que mi madre me habla dado», a
ralmente «co-uterinus". Parc:cc que hay ahí un indicio antiguo de cierta preponderan- propósito de CAstor y PoUux. La fonnaci6n es la de un compuclto en el que el primer
cia de la mujer. término kdriJ, «hermano, hermana» (en Esqullo), ha sido reforzado por el adjetivo
La mitolo,la griega ofrece varw pruebas de ello. Consideremos. por ejemplo, la verbal pgnitos, ccnacido, de nacimiento».
gran pueja divina, prototipo mismo de la pareja: Zeus y Hera, unidos por el hum» Pero un empleo de kast,nilos parece molestD: «Hector lanza una llamada a lodos
g6mO$, i1uslrando d poder marital del esposo, duedo supremo de 101 diwcs. A. B. SUI lcatfrnitol. y ante todo, se dirige al hijo de Hikfm6n, al or¡uUoso Melanipo.1t
Cook. autor de una obra monumental sobre Zeus). ha estudiado este hieros g6Jnos. (D. 15. 545-7). De este m_o Melanipo. hijo <le Hiketa6n. fiaura entro los hermlll10S
Según él, la unión de Zeus y Hera DO es un dato ori¡inal, aparece hada el siglo v an- de HiIctor. Pero cate personaje no es IIU hermano: es hijo de Hibta6n y DO de Pria-
tes de nuestra CIll, y como para normalizar un estado mis complejo de la IC)'CIlda. mo. Los antiauos ya lo observaban: los CICOliaItas tradw:cn aqul Jaul,nitoi por el
Antc:s habia dos parejas distintas: por un lado, Zeus Y cierta compaAtn.; del otro, ti:rmino vago nmgeneú (l'VT'PI/Iid, ccparientCSlt: adn en CIta tpoca., entre los jonios,
cierto dios y Hcra. Hay una prueba en el calendario ritual de Atenas donde se men- los sulIgmd, IOn llamado¡ Jaulg"iloi. Hoy podemos ser mis precisos. Según La se-
ciona una ofrenda a UUs HwiO$ (bU<" 'Hpcñocj, caso probablemente único en que un ocaJolia del pc:rsonaje, indicada por lo dcmis en 1& Diada, Mc1anipo es hijo de Hiki-
dios es doignado por el nombre 4c su mujer: en ese estado de la lcymda, Zcus estt laón, hermano de Priamo. Por lanlo, es cuaamrnte el hijo del hermano del padre de
subordinado a Hera. Coot 4 ha recoaido testimonios que muestran que en Dodona, el Hi:ctor. Alil, kU3frnitm no desip.a aqui al hermano salido del mismo padre, sino al
santuario mis venerable de Zeul, la esposa del dios no era Hera, sino Ditmi (.ó.~: «hermano» lalido del hermano del padre, es dedr, para nosotros el «primo».
entre los habitantes de Dodona, Hera se llama Dione, aruma Apolodoro. Di/mi es un Sacamos de ello dos conclusiones: 1) este parentesco C6 necesariamente de tipo cla-
adjetivo derivado de Zcus. La figura divina de Dione esté. sacada del nombre de Zeus sificatorio, y de este modo kaslgnilos se une a phratir y ap4tiJr; 2) kllSl,nilos como
y representa su emanacibn. adelph6s. y probablemente por sinonímia, le ha desviado de su Iilnificaci6n el:imol6-
Por su pane, Hera es soberana; en particular, en Argos. Abora bien, el personaje gica, Q.ue debla referirle a la madre, para entrar en la flJiaci6n exclusivamente «pata.
que: k estA 8&ociado es Here.cles, nielO de: Hcn en la. forma más ordinlUia de la tradi- na»; le ve, pues, que a pecar de la perlÍltencia de tradic:ionCJ locales, quid. atraftu,
ción. Pero ciert05 hechos, los ceJos de Hera.. por ejemplo, parecen indicar una 11:1&- la fuene de 1u conCCJ)Ci.ol1cs indoeuropeu ha devucJto cstoI cooccptos aberrantes a
ci6n conyupl y no matem.a.l. Verosímilmente puede COlUiide:rasc a Hcnc1cs como un la oorma primitiva.
cepríncipe consortelt de llera en tiempoll muy antiJUos. I!ncontromlll coofirmaciÓD en la cIooa del Ia<ooio: xó""'" o! .. ,;¡, ..... <!yo.",
iPillfo( 'n :al ~. Se denominaba kásioi • los bCl1DllDOI y los primos de la milma
1 V._Y, ÚiI,rwmJrf_iIIednSlnt:ltllllllfl. ÉlIItÑ«JutoIDffqw, ZqrdJ, 19]1. "rfl1Jo de la misma «banda». Los hijOl llamados káioi esté orpnizados en una
J A. B. CooK, Zrw,. 111 (1941), pp. 1(2).IOM. «bandaJt, porque. siendo hermanos y primo&. se reoonocco el mismo «padre».
4 Id.1'MC/II#kGIRm-(FinlScrb),XJX.l6SJ416. Tal es esta historia compleja donde se Y't que, cuando una cultura se transforma,
144 1-15
emplea términos nuevos para suplir los términos tradicionales, cuando éstos se en- CAPÍTULO 3
cuentran cargados de valores específicos. Es lo que ocurre con la noción de «herma-
no» en iberorromano. En tanto que término de parentesco, el frater del latín ha des- EL PRINCIPIO DE LA EXOGAMIA y SUS APLICACIONES
aparecido, reemplazado por hermano es español, irmiio en portugués, es decir, lal.
germanus. La razón es que, a raíz de la cristianización, frater, y también soror, ha-
bían tomado un sentido únicamente religioso, «hermano y hermana en religión». Se
han necesitado términos nuevos para el parentesco natural, al convertirse frater y so-
ror, en cierta forma, en términos de clase, relativos a un nuevo parentesco clasificato-
rio, el de la religión. Asimismo, en griego ha habido que diferenciar dos tipos de pa-
rentesco, y al no tener phráter, curso más que como término clasificatorio, forjar,
para «hermano» y «hermana» consanguíneos, términos nuevos.

Sumario. Sólo la regla del matrimonio entre primos cruzados, cuya aplicación hace
Estas creaciones léxicas perturban a menudo las denominaciones antiguas. Cuan- que el mismo personaje sea el padre de mi padre y el hermano de la madre de mi madre.
do en griego se designó a la hermana por la forma femenina (ade/phé) del término pa- permite comprender que el latin ouunculus, derivado de ouus, «abuelo paterno». signifi-
ca «tio matemo».
ra «hermano» (ade/phós), se introdujo un cambio radical en el estado indoeuropeo.
Corrrelativamente nepos, el «sobrino» (criado por su tio materno. pero sometido a la
El contraste antiguo entre «hermano» y «hermana» se apoya en la siguiente diferen- rigurosa patria potestad), adopta, al lado de este sentido antiguo -garantizado, entre
cia: todos los hermanos forman una fratría salida místicamente del mismo padre; pe- otros por el gr. onepsiós, «primO>I, literalmente «co-sobrino>l-, el de «nieto>1 en todas
ro no hay «fratrías» femeninas. Mas cuando, en una nueva concepción del parentes- las partes en que se impone, con rigor creciente, el sistema patrilineal indoeuropeo.
co, la relación de consanguinidad se pone de relieve, y ésa es la situación en griego A la inversa de nepos, la designación del «hijo» -«generalmente como «brote»-
presenta una diversidad bastante grande en las lenguas indoeuropeas: se puede ver ah! la
histórico, un término descriptivo se hace necesario, y debe ser el mismo para el her- huella de una estructura del parentesco en la que la relación padre-hijo quedaba eclipsa-
mano y la hermana; la denominación nueva no se distingue más que por los indicios da por la relación tío materno-sobrino.
morfológicos del género (ade/phós y ade/phé). Hechos, en apariencia menudos como
éste, nos hacen tomar conciencia de la transformación profunda que ha alcanzado en
griego el vocabulario del parentesco. Un término común a la mayor parte de las lenguas indoeuropeas designa al «abue-
lo»; está representado por ellal. auus y las formas correspondientes. Pero en ciertas
lenguas, el sentido ofrece una variante notable: no es ya «abuelo», sino «tia», y espe-
cialmente «tío materno».
Vamos a enumerar esas formas, procediendo por orden creciente de complejidad.
Al latín auus corresponde el término hitita del mismo sentido huhhas. El paralelo
parece sorprendente por la enorme diferencia de las formas. Se justifica en un estado
arcaico del fonetismo indoeuropeo. El hitita conserva aquí un antiguo fonema larin-
gal (escrito h) que ha desaparecido de las demás lenguas, pero que se manifiesta indi-
rectamente por modificaciones de los timbres o de las cantidades vocálicas. Nosotros
lo escribimos * H. Se podrá reconstruir el prototipo común en * HeuHos.
Como ellatin auus y el hitita huhhtiS, el armenio haw, «abuelo», ofrece la palabra
sin sufijación. La h inicial del armenio nada tiene que ver con la del hitita: ésta es una
aspiración secundaria debida a un fenómeno reciente: etimológicamente, la forma ar-
menia supone una antigua inicial vocálica. La misma aspirada hister6gena se ha desa-
rrollado en el nombre armenio paralelo de la «abuela», han, que se compara con el
hit. hannas, «abuela», lato anus, «mujer anciana»; griego annfs, glosado, «madre de
la madre o del padre»; antiguo-alto-alemán ana, «abuela», etc.
Frente al hit. huhhas, lat. auus, armo haw, «abuelo», las formas de las demás len-
guas se reparten en grupos particulares. En primer lugar, tenemos el grupo del eslavo
y del báltico: a. eslavo ují, antiguo *auios; en báltico: a. prusiano awis, lituano
avYnas. En cuanto al sentido observamos que el balto-eslavo *auios significa «tío»,
El lituano avynas, derivado de segundo grado, designa especialmente al hermano de
la madre, al tío materno.
146 147
Las formas cCJticu constituyen dos desarrollrnl distintos. Por un lado, a. irl. Que, de «abuelo materno•. Todaa tu definiciones de los antiguos remiten avW' alliDaje pa-
medio id. Oa se apoyan tambiálsobre ·QU;03, pero designan al «nieto», es decir,10 terno: en 101 Ori,ines de Isidoro de ScviJ.Ia, se lee: «auus palcr patris esto patos mei
inverso de lo que se espera, anomal1a que hay que estudiar con el nombre de «nieto». patcr auus meus Cit•. Cuando se enumera a los antepasado se hace !icmpre partiendo
Por otro lado, pi&. ewytllr, bretón ftJntr, ,uponen un derivado ·QWf!n-tro-- y signifi- de pater, y se nombra poter, auuI. proal.lUl. etc. Para cI abuelo materno, se capcdfka
QU1 «tia". ClImS' mCltemus. Asimismo, en hitita, hJlhluiS es cxc1usivamaJ.te el abuelo paterno: te-
En ¡erminico, tenentoa una serie de derivados con lufljo -n, formando un nuevo nc:mos una prueba subsidiaria en el plural lIuManl'¡, que dcsiana a 105 padres, los
radical ·,nwn-: en IÓtico. este ·awen- no csU representado, por azar, mis que.en cI antcpuadoa, los abuelos; es en c11i.najc paterno donde !C inaaibc:n los antcpuados,
femenino awo, .abuela» (dat. sin,. awon); el masculino Cfitt .atcstíluado por el 15~­ Para la cuestión de hecho, es lo que tenemos; oonsidcranos ahora la razón de la
dé:5 ¡ife. «abuelo». Este tema ·awM- es pRSUIDiblc en el antJ&\lD-a1to-ümln óheim. tcoria. En UD. iUtema de parc:o.lCICO clasificatorio. no!IC atribuye al ~dre de la ma.dre
al. Oheim. «t.Solt. que se rtt.Onstru)'C hipotéticamc:nte en un compuesto.• aWUrf- ninguna ímpommcia particular. En fi1iaci6o aan idea , se tiene: en cuenta al padre, al
1tIIiJru4. No" sabe cómo interpretar el segundo elemc:nto¡ seria, bien un ~va~o del padre dd padre: en fWación uterina. al hermano de la madre. Pero el padR de la ma-
nombre de la residc:ocia (Heim, efr. iDgI. llame, «aqud que tiene: la rmelena.a del dre DO tiene lngar "pedal. De donde le deduce que jamás habda podido desipar a
abuelo» (7», bien una forma nominal de la cm • k"e;- (J:r. tinJ., ~, «aquel que un pc:rsooajc tan importante: como el tia materno tn1J1lIadu.J. en funci6n de UD. tIUW
tiene la COIUidcraci6n (7) del abuelo»; pero esta rm no aparece de mis formu en~­ que .seria el padre de la madre, cuyo papel está tan poco caracterizado.
minico En esta reconstrucción todo queda incierto, y es una listirna para. el an'lisis La diflCU1tad que la filoloeta no puede: resolver poc si sola encu.cotra IU IOlución
del sentido. En cua.1Q.uier caso, La.a. OMim. y las formas correspondientes a. inglés en la estructura del parenteSCO cxOlimiCO. Hay que ima¡inarsc la lituación de ECO
iam, a. frisan 1m. si¡nifican, asimismo, «tia» y no «abuelo». poi" relación a su auu.s y a su tlIllUtCUlus. Hay que imaginincla por UD esquema que
EstOl son los datos, repartidos SClÚD. su formación. Se observar', ~ ~bargo, indique 1.. rc1aciones de parentela) al cabo de dos ¡encracioncs. Habr! ~e rcc;orda;r
que no toda la, len¡uu fJ.¡UT8n en ellos: faltan el griego y el IndOll'&Dl0. Estos que, aeaÍJD. el principio de exopmia. los 5CIltidol diferentes pc:rtcocccn IIClDpre a ma-
dos ¡rupol dialecta1c:s tienen t&min05 nucvOl. En grle¡o, «abuelo. se dice ~ tad.cs diferentes: sólo hay matrimonios posibles entre miembros de mitada; opueItu.
(~od, nombre de 11amada y tmnino infantil; no es bom.&il:o, per~ es el (mico ro-
Durand 1 CI d UVu.J, el padre del. padre de 800. Al miamo tiempo, Durand ] es el
nocido en prosa, entre los escri10rcs y en lal!I inscripciones. En stnsc:nto, nbu~olf ~ hermano de la madre de la ma.dre de EOO; mnn dtsi&na.. por tanto, en el milmo persa-
dice pitimuh4-, compuesto descriptivo cuyos dos clcmentos a:tÚl en ~n orden ~óli­ naje, al padn: del padn: Yal hermano de la madre do la madre: .. decir. el tk>-abut1o
too Se ha aplicado como una imitación dd compuesto con rcdoblami~to intCDSlVO,
materno: la doble rdación con BOO de este pcnonaje único deriva automtt.k:amcntc
1nlIhiInulhu. «:muy crandc, todopoderoso.; lo que denuncia.1a f~ J~te de tal do- del matrimonio de primos trUZAdos. A partir de Dupoot n comi.enz& de nuevo el mis·
signaci60. Por lo demú. el indio no concuerda aqul con c11I'aWO, que ~ una pala- mo esquema: el hijo de Dupont 1 se casa con la hija de la hermana de su padre, su
bra dininta, avésti:o y antiguo persa. lf)'ilko, «abuelo», pera n~ ttrmino carente prima camal; asl dempre. el QWLf es abuelo paterno y t1o-abuelo matc:mo. En su.ma.
~ parenlcSCO etlmol6gi.co. Durand [ es el padn: del podre (o ....., de Durand n~ lIU" es 800. Pc<o Durand 1 es
Abad se disdcrne ciaran problema que plantea la evolución del sentido entre i.e.
al mismo tiempo el hermano de 11 madre de Dupont n, que cs, a IU vez, el hermano
.aWW' y sus derivados Y compucstrnl. Que estos dcrivadOlle hayan formado ~ me- de la madre de Durand 1[[ (BaO). Para BOO, Durand I ser' el tlvW' y Dopant n, el
dio de sufijos en -yo. -en. DO puede explicar nada. Se trata de ~ber cómo a pllrtir del
tnlllneulW'.
nombre del «abuelo» se ha llamado al «tia materno». La cuestión no le plantea IOla-
Partiendo de EQ,), el hermano de su madre, IU au.u.~""U/w.f. Ci el hijo de la hennana
mente en los diferentes JlUPOS dialectales, sino en elscno mismo de11atin, dado que,
del padre de su padre, de su auus. Y ui siempre. En este sistema, el parentesco se es-
aliado de l'IUUI. el diminutivo auunculus, «el pequcfto auu.Jlf, es el nombre del «tio».
tablece entre hermano e hijo de hermana, entre tia materno y sobrino, mientras que
El problema esti planteado desde la antiIQedad. y ha sido discutido. menudo; se en-
en filiación agnitica le establece de padre a hijo.
cuentra ya en Festo: llUun- cuhu, «IDatris meae frater (hermano de mi madre, Y no de
A partir de este momento, si auW' le rcfic:rc en realidad al tlo abuelo materno, el
mi padre) traxit apellationem ab ca quod... tcrtius a me, ut auDl••• estlf (porque ocu-
tlo materno podrá ser llamado: «pcquc:fto auus» o auunculus. Esta lolución el una
pa eltcrcer arado en relación conmigo, como el «abuelo), o bien, atta expUCllCi6n,
simple consccucn.cia de hu Docesidlldcs del sistema. Uno se ve llc:vado a plantear para
«quod aui locum obtineat et proximitate tueatur sororis ft1iBm» (... porque ocupa el
QUW' el sentido de «tlo abuelo matemo~ antes que el de «abuclo»: un mismo persona-
lugar del abuelo y IC encarSa de vC1ar por la hija de su hermana). Nunca designa al tia
je, el hermano de la madre de 11 madre, es al mismo tiempo padre del padre. En su
materno. magistral obra sobre la andaua sociedad china, Granet l encuentra CIta misma corr~s­
Inmc:diatarnente surBe una idea: si aurmculus se relaciona con IlUUS, ¿no el porque
pondencia: el abuelo qnático es siempre el tia abuelo materno. Esta rClla le apbca
aulIS desi¡naba alabuclo materno?; Quuncu/us deberla explicarle entonces como el hi-
también en oI1u lociedadcs: tiene el cari.cter tipico de una resta net:CIaria.
jo del verdadero 1lU1M. De1bri1ck lo ha IUPuestO, y Eduard HelllUUlD ha insistido en
Ellatln, rcintcrplclado de Cita obra. aporta un te,timonio capital; pero en fecha
Cita cxplicadón l. Elta idea no es de recibo ni en la teoria ni ~ la prtetica. No le ~e­
hist6rica no mue.tnI mAs que la sisniftcación aanttica de aUIB como «abuelo. padre
den tomar los ejemplos de allUS recogidos en el T'haaunu; n1118UJ:11 impone ellClltldo

J GuNIiT, o.u.'1un d/~, 1929, p. 157.


1<111 149
EL PARENTESCO RESULTANTE DEL MATRIMONIO DE PRIMOS CRUZADOS

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Durand III
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Dupont Durand otro Dupont Durand otro


Hombre
Hombre
6
Mujer O @ Mujer ------ ••••• • • • • • • • • • 10 • • •

, Alianza Filiación O Alianza y filiación

Esquemas establecidos por' Bertin, que los define en los siguientes lérminos: El esquema superior, menos clásico, exige sin duda un esfuerzo de adaptación: los individuos están re-
presentados aqui por trazos (diferentes según los sexos y las familias), sus relaciones por un punto (que re-
Los dos esquemas que aparecen en estas páginas representan, de rorma distinta, las relaciones de orden presenta por sí solo alianza y filiación). Pero el dibujo obtenido valoriza mejor la relación particular de pri-
genealógico. mos cruzados aqul estudiada. Este segundo sistema de representación tiene además la ventaja de permitir
En ambos casos, la información es la misma: individuos y, entre ellos, relaciones. analizar una información genealógica infinitamente más compleja y ramificada, y de hacerla legible (cosa
En el esquema superior (un tradicional árbol genealógico), los individuos están representados por pun- que no permitla el primer grafismo).
tos (de forma diferente según los sexos, negros o blancos según las familias), y las relaciones por trazos (de (err. los ejemplos de redes, en Sémiologie graphique de Jacques BERTlN, Mouton-Gauthier-Villars, Pa-
dibujo diferente según la naturaleza de esas relaciones: filiación o alianza). rís, 1967, pp. 269 Yss.)

150 151
del padre». La relaci6n etimol6gica con auunculus implica y pone de manifltsto otro JcreTi en .. sWEtriyos. El tío materno. por tan•.>, es designado literalmente como ((el de
tipo de filiación, debido a que el allllncu/us cs el hermano de la madre. la hermanu, según su hermana quc cs la madre de EGO. Es un término explicito, pro-
Esta eltrUdura ¡ern::ral condiciona los diversos clm1enws que eneloba. Nos vemos bablcmc:nte sustitulo de otro más antiguo, " ..e subraya la especificidad del tío mater·
llcvadOl a una. concepción cstructural del parentesco indoeuropeo y del vocabulario no en clsislcma de parentesco armenio.
de este parentesco, porque hay cl.uc5 y relaciones entrc las clases. Esto permitl:: com- De este modo, todo hace lUaltar (y de una lIIaDert tAnto más probaloria cuanto
prender la variedad de: 10& términos y la disimctrla para la designación de tios y riaJ l::n que los datos provienen de lenguas y de soch:da.des que desde hacia mucho tiempo ha-
1atin: patruru para el «humano del padu». pero allJllfCtlW3 para «el t10 matano», en blan Regado a sa distintas en cl mundo iD.docuropco) la pwici6n particular del «00
femenino. maJn1ml. bermana de la madre. la «casi madre», pero amitll hermana del materno», y h;u:e más verosímil la re1ación formal entre avus y alllllfClllus.
padre. La relaci6n de fraternidad entre sera¡ de i¡uaJ. sexo k>s pone en la miJma clase.
Por ser el hermano clcl padre o la hermana de la madre cid miJmo sexo que el peno- Correlativamente, d nombre del asobrino». ttrmino representado en todal lu len-
najc en función del cual se definen. }os túminos que los dcsipan SOD derivadOl cic:1 guas poco mis o menos, presenta una variación de sentido simétrico: tao pronto tcn.ie-
t&mino primario. Pero el hermano de la madre o la hc:nnana del padre, que iOO de tolO como «sobrino».
sexo opuesto, dcnen támínOl diferentes: ab.l tenemos una ilustración dd principio dc He aqu(. en primer lugar, las f~u. en sus relaciones ctimoló¡icas: ser. tUlpÍ1t~
la cxopmia. IUlptr. fem. IUlpt;": av. nDpllt, fem. n(IJJti: a. persa, M/Ñl (nom.): lat. nqKJ.r, fcm.
En acncraJ.. en nuestras lm¡uu modernas esta distinción se: ha borrado. Sin CID- M¡Jtls: a. lit. nepuotu. ftm. nqJIe: a. ingl&. nrfa: a.a.a. n(/o: a. csl. Mt'(fr <
barIO. no es ooccsario rcmontarae mucho para c:ncontrar divenol tndicb de la situa- .. nep/ios; en ctltico: a. irl. nÍQ, ¡al. TI i. Hay que citar adcmts el ¡riego an~6s (k.
ción privilqiada que ocupaba el tia matemo. ~ód. pero aparte: no sianifica Clsobrino». sino «primOlt.
Para el anti¡uo mundo gcrm6nico. remiWnOO05 a Tici1o, Gerntilnitl, XX, S: So- Según las lenguas, ·nrpi)t- CI tan pnJnto «nicto» como «.SObrino.; a vCCC51o& dos.
rorvm Jilili /(km apud tnlUIICJlbun qu; tld patmn honor; quidom SIlIICllorrm ariJo- En védico, napizt es el tcoiew•• o mis vagamentc, c!«dcsocndicntc»¡ mieto» taro·
rmu¡ue Irune ttt!XUm .nguinis arbitra"twr et bt accipimdi$ obsit/ibKS magis uiKrmt bién en iranio, sobre todo cn antiguo persa. donde se: definc estrictamentc en la IC-
fanq¡uJm et animum firmbls el domum laIivs tmeant. uLo6 hijos de la hermana 50D ncalog1a de 101 reyr.a llQucménidu. Las formas del iranio moderno, como el pena na-
tan caros a 5U5 awrurcw/us como a IU padre; los hay incluso que piensan que este vlnw- lo'e. se reficrc:n. siem.pn al «nicto»; P*llI «sobrino» se emplean en pena compuestos
10 de 1IU18re (el del rlUlUJc:JÚUS) el mis santo Y cstteeho (que el de III paternidad). Los descriptivos, «hijo de hermano» e «hijo de bc:rm.analt.
exigen preferentemente al tomar rehcncs porque de este modo tiCDCQ más fuertemente A diferencia dc:l indoiranio, las lenguas del dominio occidental, salvo diado, to-
atados los espiritw. y mis ampliamente a la familia.• DlIUl .. nqJÓt en sentido de ttsobrinolt. Si en latin MIJOS parece aplicane indistintamen·
Entre los ce1tu también encontramos tcstimoniOl5 concordantcl. Los lf&Ddcs h6- te al «sobrinolt. al tenido» o al «descendiente». en gc:rmtnico. en eslavo y en dltico,
roes de la epopeya se llaman por el Dombre de su awirc. Las re1aclona entR Cudlu- el támino concspondicnte apunta al «6ObrinOlt, de hecho siempre el hijo de la her-
lainn y el hermano de: 5U madrc Conchabar Rustran pc:dcctamcnte este tipo de pa- mana.. Esta dctcrminac:i6n especial del descendiente por relación al hermano de la ma·
rentesco. dre deriva en latln mismo de ciertos empleos de nepas.
En Homero. esta cstructura siaue siendo rcconoci.blc:. aunque la delipadón de:l Un estudio de Joscph Lotb J SObR cl:scntído dc nqJOS en las imcripcioncs latinas de
tlo materno se haya renovado cn metros c..../rr~. derivado secundariamente rehecho Brctalla ha mostrado que denorrlna :siempre al hijo de la hermana; nepos tiene:, por
sobre p4trM (~fMd quc CI el cquivalentc dellat. patrwus. m nombre antiJuo ba dcIi- tanto, cl mismo sentido que !lU correspondiente céltico n;a en irlandés y nei cn 8al~s,
aparecido, pero la concepci6n antigua ha sobrevivido. En la [liad., los dos únicos quc desi¡:nan al hijo de la hermana. mientras que «hijo del hermano» se dice en irlan-
ejemplos del tmnino mltros adquicren para nosotros un relieve particular: dés 11UlC brrztluzr, t&mino descriptivo. AdemAs, hay cn la historia y en la lc:yenda ce.Idca
1) Apolo, disfrazado, sc aparcce: 8 H!ctor para estimularle en el momento en hue1la5 dcl parentesco uterino: en las inscripciones ogémicas, la filiación se establece
quc desfallece:; toma los r.siC» de su llo materno (metTÓSj para tener més autoridad por la madre. Pueden recogerse. incluso entre los autorcs latinos. importantes tesd·
(n. 16,717). monios. Asl, en Tito Livio (V. 34), el rey galo Ambigatus. quericndo aligerar su reino
2) l1epolemo, hijo bastardo de Hcraclés, ha matado alifo mawno de Heraclés; de una población luperabundante, encarea a los dos hijos de su bermana (soror;" /i~
debe huir, perse¡u.ido por el hijo y el nieto de Hc:racl.és: con ese asesinato ha desenca- Uos) conducir a nuevos territorios a una parte de las tribus. No es ~sc: un raslo cxclu·
denado contra a a toda su parentela (n. 2. 661 Y ss.). sivo de las sociedades caticllI. SegWJ una tradición de: Lacedemonia, que Herodoto
Ficlmcnte puedc enconUane otros ejemplos de: este v1nculo lobre los que a menu- refierc (lV, 147), cl poder real habla sido asumido en Esparta por Tbiraa, tio materno
do le pasa lio verlos. CitcmOlJ solamente éste, en Hc:rodoto (IV, 80). Eo el momento de los herederos aún demasiado j6venes para reinar y dc los que era tutor.
en que OctamaSlc1al, rey de los c:.scitas, se aprc:ita a combatir conua Sita1.ces. rey de ¿CuAl es entonces el uso elisico de nepo5? Ciertos ctimologistas, ante los dos sen-
l.o5 tra.cioa, Cite 61timo le hace decir: «¿para qué batirnos, puesto que tú eres el hijo tidos de nqJOS. «sobrino» '1 c<oietolt, que otras lenguas distinguen. han peD58d.o que
de mi hennana?». se trataba de UD término valo, sin silnificllción bien dcfmida.
En el. mismo sentido aporta su testimonio un hecho de vocabulario armenio: Ic"ui. Nada de eso. Lo QUC se eDcuentra en todas las lenguas. rc:mottndonos a la pre.bis-
«tio materno», t:I un derivado de lcCoyr. «hermanalt. E4ta relación morfolóJ,ica apare-
ce claramente si se plantean los prototipol rupcctivos: fcCoyr se apoya en • S'weror, y J ~ tkl'Jtr:ad. "i".er., 19ZZ. Z69 'f •.

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toria de los términos, son, por el contrario, significaciones precisas que el uso ulterior minutivo de ave, eve, «abuelo». Este término es el que reemplaza nuestra expresión
puede haber extendido. Así ocurre, sobre todo, con el parentesco, donde es preciso analítica petit-fi/s. De este modo, al menos en tres lenguas, el «nieto» se enuncia co-
que los términos tengan un sentido exacto, puesto que se determinan ~utuament~. mo «pequeño abuelo».
Mientras designa al «sobrino», nepos comporta a menudo un valor afectivo: el sobn- Debe haber alguna razón para que esta denominación haya sido creada de forma
no es un niño mimado, disipado, gastador. Esta connotación implica cierto tipo de independiente en varias sociedades distintas. De hecho se trata de un tipo de transfe-
relación entre el sobrino y el hermano de su madre. En efecto, los etnógrafos han ob- rencia que tiene paralelos. Numerosos sistemas de parentesco comportan términos re-
servado que en las sociedades, en que la relación de tia materno a sobrino prevalece, cíprocos, empleados entre los dos miembros, por así decirlo, de una pareja: el padre
tiene un valor sentimental inverso a la que une padre e hijo: allí donde la relación de de la madre y el hijo de la hija se dan mutuamente la misma apelación. En esta singu-
padre a hijo es estricta, rigurosa, la otra es familiar. Y a la inversa, allí donde la rela- laridad de vocabulario hay todavía una razón clasificatoria. Es una noción viva, en
ción de padre a hijo es indulgente, la relación es más rígida entre el sobrino y el tío muchas sociedades, el que un ser que nace es siempre un antepasado reencarnado a
materno; éste educa al niño, le inculca las reglas de conducta y le inicia en los ritos. través de cierto número de generaciones; e incluso, hablando en propiedad, no hay
Estas dos relaciones de parentesco son correlativas: jamás se sitúan en el mismo regis- nacimiento, porque el antepasado no ha desaparecido, sólo ha sufrido una oculta-
tro sentimental. Ahora bien, sabemos que en latín la relación del padre con el hijo se ción. En general, la reaparición se hace del abuelo al nieto: cuando le nace a alguien
caracteriza por su rigor: el padre está investido del derecho sobre la vida o muerte de un hijo, es el abuelo del niño el que reaparece, de donde resulta que llevan el mismo
su hijo y, a veces, lo ejerce. En la antigua sociedad romana, la patria potestas se ejer- nombre. El joven niño es como la representación diminutiva del antepasado al que
cía sin apelación. Debia ser templada por otra relación, precisamente la del tío con el encarna: es un «pequeño abuelo» que renace con un salto por encima de una genera-
sobrino, en el tipo de filiación que supone. ción.
En cuanto a la dualidad de sentido «sobrino» y «nieto», la explicación nos viene
dada por la relación homóloga entre el nombre del «tío» y el del «abuelo». Así como Con el nombre del «hijo» volvemos a encontrar un problema imprevisto. Para
auus, en linaje paterno, «hermano de la madre de la madre», produce el diminutivo una relación de parentesco tan inmediata, las lenguas indoeuropeas presentan una di-
auuneu/us para «hermano de la madre», así, y correlativamente, el nombre del nieto versidad bastante grande de denominaciones. La más conocida es *sunu-, atestiguada
puede designar al mismo tiempo al que es sobrino del hermano de la madre. Los dos por el sánscrito sunu-, av. hunu; gol. sunus; lit. sunnus; eslavo synu; y con un sufijo
cambios son simétricos: el hijo de la hija de la hermana recibe el mismo nombre que diferente: griego huiús (u(úc;), tok. A soya, tok. B so. El hitita está aislado con uwa
el hijo de la hermana. No obstante, la tendencia cada vez más rigurosamente patrili- (nominativo uwas). Aislado también el luvita que dice titaimi, licio tideimi, «hijo»
neal del parentesco indoeuropeo hace prevalecer con frecuencia la significación agná- (propiamente «mamón»). El latín filius no tiene correspondiente inmediato en este
tica: «hijo del hijo». sentido, y el céltico mace ( < * makkos) es también diferente. El nombre armenio del
El término griego emparentado anepsiós (de *a-nept-iyo-) significa «primo», en el «hijo», ustr, ha sido formado de acuerdo con el nombre de la «hija», dustr, que co-
sentido en que nosotros lo entendemos. La forma misma aporta un testimonio impor- rresponde al griego thugáter (9urti"t"T¡p). La forma *sunu- parece derivada de .. su-,
tante: el sentido literal es: «aquellos que son ca-sobrinos», lo cual supone, en el punto «dar a luz»; sería, por tanto, el hijo en tanto que «vástago».
de partida para el elemento -nept- no el sentido de «nieto», sino el de «sobrino». De La discordancia entre los términos para «hijo» ha sido subrayada en un artículo
este modo se designaban recíprocamente los «sobrinos» de hermanos y de hermanas; de Meillet 4 que, si no ha resuelto el problema, al menos lo ha sacado a la luz.
prueba indirecta de la prioridad del sentido de «sobrino». No obstante, el sentido de Partiendo del término latino fi/ius, se puede tratar de comprender lo que ha pasa-
«nieto» no estaba completamente abolido en fecha protohistórica, si juzgamos a par- do. Fi/ius se vincula, en latín incluso, a una familia etimológica representada por fe/o,
tir de la glosa de Hesiquio, que debe ser de fuente literaria: V~61t.pctL· u[wv 9urct.lp~c;, fecundus, etc., que implican la noción de «nutrir» (umbro, feliuJ, acusativo plural,
«neóptrai: hijas de los hijos». Este femenino podría ser restaurado en * vm6'tpctL «lactantes, mamones»). La significación misma de la palabra es clara: para explicar
(* nepótraij, femenino de * V~1to'ti¡p (* nepotirj que designaría al hijo del hijo. que ha entrado en la nomenclatura del parentesco, consideraremos fi/ius como un ad-
En la nomenclatura histórica, el griego tiene un término nuevo para «nieto» que jetivo que ha tomado la función de un sustantivo. Debe tratarse del mismo fenómeno
es huionós (ULwVÓC;) derivado de huiós, «hijo» y, correlativamente, para «sobrino» un conocido por eonsobrinus, patrue/is, donde el adjetivo, pegado al principio a un sus-
término descriptivo, ade/phidoús (cX8~AqIL8oiic;), «descendiente del hermano». tantivo, termina por suplantarlo: patrue/is, eonsobrinus, representan frater pa/melis,
Que el nombre del «sobrino» esté emparentado con el del «hijo», por vía de deri- frater eonsobrinus. Conjeturaremos que fi/ius ha salido de una relación que hipotéti-
vación como en el griego huionós, o de composición como en el francés petit-fils, in- camente se plantearía como *sunus fi/ius,' el término verdadero ha sido eliminado de
glés grand-son, puede parecer natural. Resultarán tanto más curiosos y dignos ~e esta expresión analítica, el término más expresivo sería el único que ha sobrevivido.
atención los casos en que el «nieto» se llama el «pequeño abuelQ». Eso ocurre en Ir- ¿Cómo explicarlo? Observemos que esta inestabilidad del nombre del «hijo» con-
landés aue, «nieto»: es un antiguo * auyos, derivado de .. auos, «abuelQ)~. Asimismo, trasta con la constancia del nombre del «sobrino». La suerte defi/ius debe ser corre-
el a.a.a. eneneheli (al. Enke/), «nieto», es etimológicamente un diminutivo de ano, lativa de la de nepos: el descendiente importante, en cierto tipo de parentesco, es el
«abuelo». Se ha relacionado con el a. eslavo vunuku, ruso vnuk, «nieto», que está sobrino más que el hijo, porque es siempre de tío a sobrino como se transmite la he-
cercano del lit. anukas, pese a que la palabra lituana no sea en sí misma un préstamo
del eslavo. Más cerca de nosotros, en antiguo francés el «nieto» se llamaba ave/et, di- 4 Méll70ires de la Sociéré de Unguislique de Paris. 21, 1920, p. 45.

154 155
rencia o el poder. El descendiente. para su padre, es simplemente su l'ástago. lo cual CAPíTULO 4
expresa el término ·suma. Sabemos, además, que los hermanos del padre son consi-
derados como padres: los hijos de hermanos son entre si hermanos y no primos; cfr. LA EXPRESIÓN INDOEUROPEA DEL «MATRIMONIO»'
frater ..'YJnsobrinus diferenciado de frater germanus. Por consiguiente, los hijos de dos
hermanos son, para ellos, iguahnente «brjos»; asl, un hombre llamará hijo al vástago
de su hermano. Pero entonces, ¿c6mo distinguir al hijo propio del hijo del hermano?
Aqui interviene la coletilla defllius, «mam6n». Porque cuando la relación de tio ma-
terno a sobrino se borra, y la «gran familia» se fragmenta, es s610 fllius el que desig-
na especfticamente al descendiente de EGO.
A través de las vicisitudes de ... nepot· Y de '" sunu·, discernimos las dificultades que
las sociedades experimentaron para pasar de un sistema a otro, para normalizar el sis-
tema del parentesco agnático que: se babia vuelto constante y era el ÚRico admitido en
derecho, y para adaptar o reemplazar ténninos he:redados de estructuras anteriores.
Es entre parentescos arcaicos y relaciones nuevas donde juega su significaci6n, y no es SUmtlr/o. El «matrimonio» no ticm: nombre: indoeuropeo. Se dice solllIllerlte -'Il':S1o
siempre fácil descubrir la forma en que estas nomenclaturas se organizaron o trans- en c:xpn::.siom:s a menudo renovadllli en lo IcnguB5 partkularel- del hombre Que «con-
fonnaron e:n cada una de lu lenguas'. duce.. (a su CIlSl) una mujc:.r qllC airo hombre Ic «da» (lit. uxorrm du<:t!rr '1 nupllll1l
dll'rr); de la mujc:.r que c:.ntra en la «condicióD de IlIIpolIa". recibiendo de CIlla forma una
función mlu QlIC cumpliendo un acto (lat. irr in matrimonium).

El vocabulario indoeuropeo del parentesco ha mostrado -desde que se le


estudia- que, en la conyugalidad, la situaci6n del hombre y la de: la mujer no tenia
nada en común, hasta el punto de que los términos que designan su parentesco res-
pectivo eran completamente diferentes.
y esto debido a que, hablando propiamente, no hay término indoeuropeo para
«matrimoniQ)). Como Arist6teles observaba para su propia lengua, «la unión del
hombre y de la mujer no tiene nombre, «vwvu¡.lur; ~ ruvcuxOr; XClt «\I&por; oú~u~» (Palit.,
1,3,2). De: hecho, todas las expresiones que se encuentran hoy son de creación secun-
daria. se trata del francés mariage, del al. Ehe (propiamente «ley»), del ruso brak (de·
rivado de bra/'sja. «llevar»), etc. En las lenguas antiguas, los datos son más especlfi-
cos, y tiene interés tomarlos en su diversidad.
Esta diversidad no es solamente léxica, testimoniando designaciones independien-
tes en cada lengua. Es también morfolófica, y este hecho, menos aparente, no ha sido
observado. Hay que sacarlo a la luz para que los datos se organicen: según se trata
del hombre o de la mujer, los datos son diferentes, pero difieren, sobre todo, en que
para el hombre los datos son verbales: para la mujer, nominales.
Para decir que el hombre «toma mujer», el indoeuropeo emplea lu formu de una
raiz verbal, *wedh-, «conducir», especialmente «conducir una mujer a la casa). Este
sentido particular resulta de correspondencias estrechas en la mayoria de las lenguas:
céltico galo dy-weddio, csl. vedQ, lit. Yedu. avést. l'adoyeiti, con los derivados indoira-
nios IIfldhU-, «joven casada», griego héedna (h8vll), «regalo de matrimonio».
Tal era la expresión en el estado más antiguo, y cuando ciertas lenguu renovaron
la noción de: «conducir», el nuevo verbo uumi6 también el valor de «desposar (una
mujer)>>. Es lo que se produjo en indoiranio z. La raiz '" wedh- ha permanecido viva en

I Este capitulo fue publicado anteriormente en el volumen de ho~enaje A Prdro Bosch-Ofmperu. Mi:-
, No hcmw tocado aqui dos problemll5 particulanmmte complejos: los grlldOli de allcl':Slralidad («abue- xico. 1963. pp. 49 y S5.
lo». «tatarabuelo», etc.) '1lu relaciones de primaz¡o (lat. mfJrinus, conmbrinus). Lo hemos tratado deta- Z Todo csle pr!XCllO lético sc encuentra analizado detalladameme en nuestro estudio Hltlilt ti Indo-
lladamente CI1 un artículo de L 'Homme, vol. V. 1965, pp. 5-10. europltn, Parls. 1962, pp. 33 '1 55.

156 157
gran parte dellranlo bajo la forma del verbo vud-. Pero el indio no la ha conservado: por la mano y te desea» (a la viuda, R. 'i. X., 18, 8); janitllunóya mümuhe, «él ha
no ha guardado mas que el derivado nominall'adhil. «joven desposada». En Iu¡ar de ofrecido (dos jóvenes mujeres) para el matrimonio» (VIlI, 2. 42). En cste primer pa-
"vudh·, desaparecido, emplea nay-, «conducin) y también «desposan>. La misma !US- saje se ve la relación entre loa términos consagrados, por un lado ja"UlI4m, por otro,
titución de "ay- por vad- se manlfiesta en un sector dialectal del iranio desde el anti- 1wstatribh6sya JKltyus, el marido que, con un gesto ritual. toma a la joven por la ma-
guo-pena, de suerte que 1Uly- y l1ad- esto en concWTcncia durante un tarJo periodo no; en elaegundo. quejanilwzn4 indica el destino de la mujer dada a IiU muido en las
en el dominio iranio. En laUn encontramos un verbo nuevo en el sentido ele conducir, formas requcrldas. «para convertirse en esposa». Un equivalente dejanUl'd- es el tb'-
es <lucen. que tambibl adopta el sentido de «cicsposan en u.wnm dll..~. Otro vcr- mino sim~trico putitv4-, patlrl'and-• .cestado de esposo,. (X, 40, 9), cuando tste ciesi&-
bo es propio al ¡riego. gaJ'Min h«¡aiv) sin correspondencias scgw'U. na el poder al que la mujer esta sometida, asl patit1'4m... jagmt4i, .c(la joven} que ha
Al lado de estos verbo!. que denotan el papel del csposo, hay que poner aquellos veniclo a podc:r del esposo» (1, J 19, S).
que indican la funcl6n del padre de la joven en el matrimonio. El padu, o en su Es interesante constatar un hecho paralelo en iranio an~uo. donde la minna no-
defecto el hermano. tiene autmidad para «dan la joven a su esposo: "'{pO.; ~ ci6n se expresa en un derivado abstracto provisto d.e1 m.ismo sufijo. avélitico niliri8wa·
r ik).~, como dice la ley de Gortyna. cap. VIll: «Dilf» es el vabo conitante para fUI-. El tema es aqul nlJiri~ - véd. ntui-. «mujer. csposa~, femenino indoiranio que
este: ~o 101em.nc: .se encuentra de una lengua a alTa, todo lo mis con aIaunas varia- forma plll'Cja con nar~ cn locuciones tracticionalcs: ved. nfbhyo nÓribhyru (1, 43, 6;
ciones en el preverbio: ¡r. doQnai (3oüvcu), ekdoQnui (~), lat. dare, l0t.jragi- vm, 71.1) - av. ni~byaiéa nairibyasaz (Y. ~ .., 1). En avéstico, nairi(Jwana formado
han.. esl. otiítÜlr/, lit. fíduoti. ser. ¡muJiz-. En avéstico se distingue, como poradati y como ved. janihHm6- tiene exactamente el. mismo sentido, «condición de la espo-
oparrzdatfJ. a 11. joven que ha ricio rcgularmcnte «dada» poi" IU padre y la que no lo ha l b , y nos es dado tambim en una redacci6n formularla: xvapha Ya duylxz IIQ•••
sido. Esta constano. en la expresión ilustra la persistencia de costumbres heredadas ~~byó ti'itzWlbyó nairiBwanizi IIptJl'idayaeta. «una hermana o UIlI hija podr1a ser Ue~
de un pasado común y de una misma estructura familiar, en que el esposo «conducfa» vada en matrimonio a los hombres piadosos» (Vd. XIV, U). lo que hace aparecer
a su casa a bljoven que el padre le babia «dado~. una ~resi6n lcgaI nfJirH!waniri l'(zd¡ryQ-, on:onducir al matrimonio (a una joven)>>,
Si ahora bwe:amos 1011 tmninos empleados para el «matrimonio» 4csdc el punto con el verbo Wl(iQ(uya), cuyo valor técnico ya hemos visto. En suma, el término que
de vista de la mujer, se comprueba que no cxinc VCl"bo que dCl10te para ella el hecho traduciríamos por mlatrimonio». ved. jIlnitw¡nd, av. rtiziri9wana-, sólo vale para la
de casaJ'K. Y que seria la contrapartida de las expRSioncs mencionadas. Sólo puede mujer y significa el ace:cw de la ;oven al catado de esposa 1epI.
citarle el verbo latino "ubere. Pero ademu de que estA restringido alladn, nllbere no Tenemos derecho a Ver aqu¡ un rasgo de gran antigQcdad, Ü8ado a 1a cstructura de
5C aplica en propiedad mu que a la toma de velo, rito de la ce:ranonia de: bodu. DO al la gran familia indoeuropea, porque nosotros lo encootnunos en la sociedad romana.
matrimonio mismo. o so1JLmente por implicaci6n. De hecho. el verbo apena¡ es usado El ténnino latino matrimonJwm es muy significativo. este respecto. Tomado literal·
fu.cra de ci.rcunJtancíu especiales. Apunta, por ejemplo, a rubrayar una diterc:ncia de mente, marrimonillm si¡nüu:a «condici6a legal de marH'lt. conforme al valor d~ los
condici6n 60clal entre el hombre: y la mujer. como en un pulje de Plauto (AII/. derivados en -monivm. que son todos cUo¡ términos juridicos (teftimonñun. 'l'adimr>-
4791.) donde UD personaje propone «que los rioos desposen sin dote a las hijas de los nium, mer~onillm. y natura1m.cntepatrimoniJlm). La razón que ha hecho crear ma·
ciudadanos pobrcs, opu!entiores ptluperionml filias lit indotara dtfcant IIXOre.r dr>- trimoniwm no es la anaJoa;ta de patrimonium: noción por completo difcrent¡::. Resulta
mwn», pero prevé la siguiente objeción: «¿con quién se casarin entonces lu hijas ri- de 1a5 cxpresioncs consa¡radu de donde matrimonium saca su pleno scnt1do, a sa~
ClL!I Y dotadas7~, «Quo iIloe nubenr dillites dotatae'»; la oposición entre uxores du..:r- bcr, para el padre: dare/il1am In marrimonium,' para el marido, allcuiusfillam dut%u
re y nulKre es buscada. AdCJllÚ, el verbo es, sobre todo, poético. Sólo son USUalCl el in matrimonium; fmalmcnte, para la joven misma: ire in m"trimonistm. De este mo~
participio nupta y la locuci6n nuptllm daTe, «dar (su hija) en matrimonio», es decir, do, motrimonium define la condición a la que accede la joven: la de mut~r Uam/ltru).
las formas del verbo que ponen la mujer como objeto, no como sujeto, Tampoco se Es eso lo que el ((matrimonio» si¡nifica para ella. no un acto, sino un destino: ella es
puede vincular al papel de la mujer el verbo rIUlritafe, incluso en la fecha tardia en dada y llevada «con vistas al matrimonium». in matrimonium, igual que 105 términos
que aparece: mor/taff! como verbo activo significa «aparcar, conjuntar», y como ver- similares del indoiranio janitwm6-, nairi(Jwana- f¡guran en nuestras fórmulas bajo la
bo intransitJvo se dice mis del hombre que de la mujer. forma dcl dativo de intención, designando el estado al que está prometida la casada.
Bstalituaci6n 1bica negativa, la ausencia de un verbo propio. indica que la mujer De ahi, ulteriormente, matrimonia en el sentido de «mujeres casadas», como sentltla,
no desposa, sino que es desposada. Ella no realiza un acto, sino que cambia de condi- «esclavas».
ción. Ahora bien, eso es precisamente lo que muestran, esta vez de manera positiva, LaJ¡ formas moderna, de: matrimonium, en las lenguas romana.s, esp. e ital. f1UItrl-
los término. que: denotan el estado de la mujer casada. Aqu1 se trata de términos ex- monio, han tomado el sentido general de «matrimonio». Mejor aún , el derivado ma-
clusivamente nominales qUe aparecen en los dos cxtremos del 'rea indoeuropea, en trimonkzl funciona hoy en francés como el adjetivo correspondiente a mariag~, por
indorianio y en Iatin, ejemplo en rlgimen matrimo",la!. de suerte que se tomarla fA.cilmcnte matrimonial pa-
Estos t~05 tienen su empico en la locución que enuncia solemnemente que la ra el derivado latino de mor/lite, como OCIlluire lo es de oeiJ. o paternel de pm. Eso
mujer entra en la «condición de esposa». En védico tenemos dos abstractos de forma seria, y hay que decirlo, pura i1usi6n: marillp. derivado normal de marter (lat. mar;·
muy próxima: }anif\la~ y janit1land-, «estado de mujer casada {janJ)>>. ambo.! en lare) no tiene nada en com1Ín con ma/rimonium, Pero el hecho de que 108 dos CI~n
contexto formulario: hastll,tibh6.Jyg didhi36.r táved4m p4tyus janitvdm abhl sdm asociados hasta el punto de parecer emparentados muestra cuto alejado ae 'est' de loe
bIlbhwtha. 4rtú hu enuado en este matrimon'io (janitl'4m¡ con un marido que te toma valores antiguOl.

1511 159
Vemos aqui un tipo de correspondencia indoeuropea que no es aquel del que se CAPITuLO S
ocupa la ¡rllJllitica comparada tradicional. El presente anilisis hace resaltar la unidad
de términos que son etimoló,icamcnte diversos, pero que acercan su conterutlo y que EL PARENTESCO RESULTANTE DEL MATRIMONIO
5C constituyen en series paraJcJas. Todas las formas nominales que han desembocado
en la noción de (unatrimonio» han denotado, primero, la condlcibn de la mujer que
le convierte en esposa. Fue preciso que esta especificidad se bDlT8.ra para que el con-
cepto abstracto de «lDIItrimoniolt tomase consistencia y pudiera dcsianar finalmente
la unión legal del bomlm y la mujeL

SM_rlo. salvo para el marido '1 ti. mujer. para quienes !lO puccc haber habido ltr·
lIIinOll c:spcc:lfiall en lnl1oeuropeo. 1o5 tmninas licnm lIqW una forma COllSU.ote 'J un
sentido ptec:bo ~ IOn lnlll&ÜZl.bla-. Si~ daipw¡ lID vl.nC\llo di:: pannluco
pan. un hombre -madre '1 padre del marido, hermano del marido. hermana del. maricio
., mujer del het'TlWto. mujef ctd hermano del marido-. NinsQD llcdIo lin¡lI.llIico pc:nl)ite
.flrmll que el -swri"rc#. ~ del marido, haya daisnado DUnCl paralclamenr.c al PI-
dre di:: la mujer. es dedr,lm yUtlld d~ las rql.as de aopmia. al tia ml1emo.

A la nomenclatura del parentesco consanguíneo se opone en indoeuropeo la del


parentesco resultante del matrimonio. Hayahf una distinción que se verifica tanto en
las lenguas modernas como en Jas lenguas anti¡uas. Este parentesco resultante del
malrimonio viene determinado por la posición de l. mujer en el seno de la familia en
que entra. No obstante, 'os térrninOfl que designan estas relaciones nuevas estm sorne·
tidos a variación. Algunas de las lcn¡uas modernas por lo menos emplean los mismos
términos fundamentales que para d parcntcsco consangufnco, pero diferenciándolos
por medio de procedimientoslbicos. De este modo, en francés, nos servimos de beau
como clll.'lificador del parentesco por alianza; por un lado, «~re, mire, Jrirr, soeur,
filie, fil.s» [padre, madre, hermano, hermana, hija, hijo]; del otro, «beau·perr, bellt'-
mert!, bet1u-Jñrr, belJe--soeur, Mlle-fi/le, b~l/.'¡ils» [suegro, suegra, c:uftado, cutwia,
nuera, yerno]. Los nombres se corresponden de una a otra serie. Tambim en ¡ndés
los mismos términos sirven para ambos Cll.'lOS, rjifercnciándolos mediante la adición
de in Jaw, asl, fatMr-in·/aw. Cada uno de los dos procedimientos tiene su justifica·
ci6n histórica. En anti¡uo francés beou- es a menudo un término de cortes(a cquiva·
lente a «gentil»: «beau·pue» es, por tanto, una designación de cortesla que asimna el
padre del cónyuge al padre propio. El inglésfather-in-Iaw es más «legalista»: el ((pa.
me» es definido en la ((ley~~, es decir, en la ley can6nica. Si se utilizan los mismos
términos, no es por una asimilación sentimental de los dos emparentados, sino por
razones de economia y de simetrla Ibica: el parentesco por alianza c:mplca la mis.
ma nomencJatura que el parentesco natural para las relaciones de filiación (padre,
madre/hijo, hija) y de fraternidad (hermano/hermana). Es un parentesco clasificato·
no espcclflCO-que debe defl.n1r 181 relaciones respectivas de aquellos que se encuentru
allegados por el matrimonio de uno tic sus parientes.
Pero hay ahi desarrollos modernos. En indoeuropeo antiauo, por el contrario, los
160 161
dos parente:seos son distintos. Igual que el parentesco consan¡umco, el parenteiCO por tuane», rqrescntado por el sao &te-, eslavo ukll, «cnset\anzb, y en particular por el
alianza tiene IU tcrminologia propia. verbo armenio lUrmim. «yO aprendo, )'O me habitúo». Ahora bien, con este verbo
lUtUrim se ha rdacionado el término armenio tlmusin. «esposo. ~, que, con d
Fn el punto de partida encontramos los nombres del «marido" y de la «muje,,, prefijo Qm-. «eonjunto>t, signlficarta litcralmwtc fiu;óoyuse ron el que tiene fupr la
que consideraremos en $U expresión latina. mañJId y uxor. . . vida camlln». La fonnaci6n amusin esclarecerla el sentido de "uk-. en uxor. De ahí
Mañnu es propio del latín. Por otro lado, no hay palabra indoeuropea que '1101- resulta que UXOf. analizado como • uk-.Jor seria «la mujer habitual, el ser femenino al
fique el «marido». Tan pronto se dice «amo», scr. pati, gr. pósIJ (1Ióau;) sin nada que que uno está habituado». Hay que convenir que semejante dcsignación de la «esposa»
indique especialmente el vinculo de la conyugalidad, como el «hombre», lato uir. gr. apenas si es natural. Además, n1niÚD derivado de esta raiz ·ruk- indica una relación
rmb (uvIf), mientru que marj{1lS cualiflC8 al mlllido en su condki6n jurídica. inter·hurnana o lOcial. Lo que significa ·f!!uk es de orden Intelectual: «adquirir me-
E. anilllia etimolóClco de mDritus plantea problemas distintos: el de la formación diante un UiO repetido», lo que ~a a «aprcn<b'», a «Iec:ción, doctrinn: uf, g6l:iro
del derivado y el del sentido del radical. bl-uhu. tlque tiene el hAbito»; eslavo, vyknQti, «aprender» y tambi&1 armenio USQ-
Si nQiOtros lo consideramos como derivado latino, 11Ulri/u.J se interpreta sin difi- nim. «aprender». No cs, por tanto, seguro que se pueda relacionar llntusin. «.:ónyu-
cultad. Entra en una clase bien definida de derivados en -¡tus paralelos a IDl deriva- ; » (marido o mujer) roo u.JtlIflm, «apRDdc:r»; el-lIS-. tlvÍDculo del matrimonio» que
dos en -{¡tus. -itlllS. es decir, formaciones secundarias doncl.c el sufijo -lo se aAad.c. a pa.recc contenido en llntwin puede ser de ori¡m diferente. Si hay que disociar, incluso
un radical en -i-. -iI-. -ü-. etc.: armótus• .:omutus. Qurilus. ctc. En virtud de esta for- en anoenio, estas dos formas, c:l pal'llklismo con llXOT desaparece.
mación, marilus significar' «provisto de, o en posesión de ma,'f-». Otra interpretación ctimo16¡ica de uxor lo mantendría en el interior del vocabula-
Queda por fijar el sentido del radical. Aqui se ha comparado desde hace mucho rio del parentesco comparindolo con un término que, en b"tico, esli unido especial-
tiempo Utl grupo de tkminos que se aplican, desde muy antiguo, (:OD algunas varia- mente a la mujer: lit. udivis, «padre de la mujer» (cfr. lit. uoSve. «suegra», femenino
ciones formales, tanto a la joven muchacha como al joven muchaalO: sobre todo secundario), let. uri.ivis. Esta forma báltica es un derivado en -lI'ya,r del tipo de ser.
gr. mettax (¡.uipzD. uOovm) muchlltba", SCCUDdariamente «muchacholt, l7feir6kion blttiJl(-lI'?Il. «hijo del hermano del padre», o lato ptltrullJ. ¡ro prllriJ6s (1mT~. E1 su-
(¡utpcíxtO'Y), «mUchacho». Dade fecha temprana., sqún las ICf18UAI, predomina uno u fijo en cuestión ha constituido, por lo tanto, nombt'c$ de parentesco. El prototipo de
otro únic:amente. En latin, • mari- debe haber dcsi¡nado a la mudlacha de celad nú- Ut. uci.fvis es ·OtJk(3)-vya-. Que este término se emplee para el cepadre de la mujer» es
bil, y de este modo moritu.t siJoificarla «CIl pwesióD de joven mujer". bastante comprensible si el radical • ouk(!)- era ya. en un cstado predialectal, un
m correspondiente indoiraoio, l1Ulf}'a. dcsi&na aljovCD, pero en un csta1llto parti- nombre de la «esposa». Entonces la forma latina uk.Jor implicarla sotamerUe un sufi-
cular: sobR todo en IUI relaciones amorosas, como pretlCDcliente, como galio (Indra); jo -or. por estar ya dado el sentido de cecsposu en el tema ·Nk3-. Esta explicación s,i-
en suma, el muchacho de edad núbil. &e es el senticlo usual en indio. En iranio, mar- JUe siendo bipot~tica mientr8ll no tenea la confLrmaci6n de una tercera \en¡ua, que
ya ha tomado un sentido desfavorable: es un joven demasiado audaz, un joven sue- hasta ahora no tenemos. No hay que invocar, como se ha hecho, el oseta iis-, ccmujer,
rTero fogoso, destructivo, e incluso un bandido. De hecho, esta acepción estA. limitada eapoSal), porque la fonoa dialectal )lome muestra, con su • w· inicial, un origen dife-
a los textos avésticos. Otros testimonios muestran en iranio la persistencia también rente. Constatemos, pues, el caricter especifico del nombre latino uxor. cuya intCT-
del sentido antiguo, sobn:: to4o el pclvi mirak. que s~irlca «joven marido»; mlrvk y pretación sigue siendo incierta. Ya vemos que los nombres que denotan el parentesco
el t&mino corrapond.imte para. la joven esposa, tfyimflk. son ttrminos familiares, resultante del matrimonio tienen la doble particularidad de ser, por un lado, constan-
úectuosos. tes en cuanto a la fOIma y de sentido preciso, pero, por otro lado, en raz6n misma de
En un pasado lejano 5C vislumbra un valor institucional vinculado a este tbmino, su antigüedad, dificilcs de analizar.
el de una clase de j6veues guc:rrcro.s. Se trata de una palabra muy antigua, puesto qoe
10& mtll)'Ulllfi. que dcsi$nan a la clase de los gucm:ros, fi¡uran entre los términos m- El paclre Y la malh del marido IOn dcsi¡nados. Rq)CCtivamente, por • J'M'twvs Y
doiranios Q.ue encontramos en el siSlo XlV antes de nuestra era en los te:xtDlli de Mi- -SWf!!kriíJ' (femenino). El muculino ·.flW!'kulW csti representado por el sinscrito
tani, donde flgUran también nombres de dioses importantes como lndra, Mitra y los Jvd/urtl. ir. X"asura. armo skf!!.sr-ayr. lat. ,rocer, gr. Mkurds (ixupóc), sot. sWllihra.
/VQSQ1ya, a. esI. ,rll'ekrl1, y llIgo alterado,1it. SftSUrvs. laI. (:hwegrwn¡ c:I femenino .SwekTÜ por
Ellatln y el griego han espccializedo, por el contrario. este término para la «joven ser.lvaSrU.. armo skesur, lat. ,rocrus, gr. lrekurti (ixupcij, sot. J')Iaihro. a. esl. swekry.
(núbil)". 85to ha hecho posible la creaci6n de maritus en latin, literalmente <q)I'Ovilto Estas correspondencias sólo son enturbiadas por d~biles desviacioncs. En sinscrito,
de • nuui·w, término sin paralelo COI1Ocldo. tCntm05 irrcgularmmtc iv6J.. en lugar de - SlI'tú· a conscwencia de una arimilación se-
cundaria, estando la liiibilante inkial garantiza4a por el iranio X"a- ( < •swt). Asimis-
A mañlus responde uxor, «esposa», palabra anti¡ua, de sentido constante Y limi· mo, en lituano _ p&nl .,rti-. El armenio skesrayr. «padre del maridolt, CI un com-
tado allatln. La ctimolopa de uxor DO es lfmpida: se ha pr-opuesto analizarla como puesto (sJa!M-ayrj que designa al hombre (ay,.. - gr. anirj. es decir, el marido de la
• uJe-.JfN y encontrar en el segundo t&mino el nombre del «ser femenino» que a~ suelJ'a; ske.rur, «suegralt cs, por tanto, d término primario. Por el contrario, en grie-
en ·~r, «hcrmaoa». Seña tentador asignar un valor cla.rificatorio a ese támino go, ro, t&minos son simétricos: es que el femenino se ha rchec;:ho sobre el masculino.
-sor que se identificarla tanto en el nombre de la «c.spoaa» como en el de la «herma- Tambi~n en gótico ha habido UDa refecci6n: los dos términos 5Wflihra m. y swoihro f.
na». Para el primer término· uk-. este anilisis apela. a la raiz -tUk-. «aprender, habi- han lido adaptados uno al atto. En (:ambio, cllatin conserva, entre el masculino y el
162 163
femenino. la rc:lación antigua sor:er/rocrus < *swekuros/*:rwekriu, como en 5ln5cri-
to Jv6Jura-/lvlÚrÍl-. El término correlativo para «cuJiad... (hermana del marido) estA menos represen-
Seg(m este cuadro, en el que eslin representadas todas las len¡uu: Princi~a1e5, h_ay ",do: gr. gal60.s (.,..60><). lot. 11I1s. a.•sI. • ala.., frisio rilaros ("¡'ilopocl. 1.... rila-
que admitir que un muculino * swekuros forma pareja con un femenino swelcrllS. wos (yD.mwoc;). ¡Ios11do: «&Mlf0ti "l"'' ' '
«mujer del hermano». Se¡ún Cite último testi-
Es esa una lingularidad morfol6gica. de la que no hay ninlún otro ejemplo. No se~. monio, Berta un término reciproco para la hermana del marido y la mujer del herma-
noce nin¡una oposid.6n mlUCUUno/femenino que adopte la forma de una a}ternaJll::1Il no. Sin duda hay que unirle la palabr"a armenia tm «hermana del marid.o~. donde r-
*-kuro-/krü. con IU doble anomaU... No hay femenino en -ü- que pueda constituir5e reemplaza un antigoo e-- (t..r-) bajo la influcn.cia de t"nr, «hermano del marido".
aobre un masculino en -0-; nonnalmc:nte se espcraria un femenino en -4- o CD -l-. A.qlÚ el indoiranio no es14 ~tado; no obstante. la correspondencia entre el grle.
AdemAs. la diferencia de los Jéneras no entra1\a, ni puede explicar, la varlaci6n del lO, e11at1n, el eslavo. c.l frialo. y quizi el armenio. rClul1a lignifícativa.
simbolismo cuue ._kuro- y ._krü-. El OJtimo túmino dl:fine la rclaci6a de parentesco entre «mujeres de bc:rmatt05It;
Pero consideremos por sí misma CIta forma de femenino: *swkriJs seña anómalo ca el nombre dado por la esposa a las mujeres de lo! hermanos de su marido que habi-
.si se hubiera formado IObre el masculino, pero se puede admitir a titulo de fo~ tan juntos bajo la reaLa patriarcal. &te ttrmino cs, en toda.!l partes, una superviven-
aut6noma: porque bay un tipo en " femenino; lo vemos, por ejemplo en ved. l'fldhU, cia: ser. yiltr-,' una forma correspondiente, .yafJr-, debe: ser restituida en iranio, se¡dD
«joven casadu. Eso nos lleva a preguntamos si el término primario no ~er1a el fcm~­ pailo yiJr; frigio itrNltu- (1.CMInIP"), gr. f!irratb'rs (dYll'ripld, lato kmitrica. a. esl.
)(ui, lit. intL
nino • SWl!!m- y d ttrnrino secundario el masculino • s~Jauos. Esta hIpótesi! daría
cuenta de lu alteraciones que se han producido en varias len¡uu. ~080U'0!I postula- Por tanto, puede reconstruiac .)Im Gru. *Y'Iter-, donde la formación en -tu es re-
mos que ·s~JuQ- es la forma heredada, primero porque está atcst¡,guada de forma conocible. Pero no tenemos medio alguno para interpretar el radical.
unánime por el indoiranio. ellatln, el eslavo, el armenio, y tam.~ién porq~e no puede
estar conmuida robre un ma5CU1ino, al no haber un modelo .semejante en mnguna otlll
parte. Al contrario, varios indiciOl5 permhen pensar que el II:0mbre del «sue¡ro» ha •
sufrido refecciones. Como se ha visto. ese es el caso en armeruo, donde «5~esro (de ~ ••
mujer)>> se dice skesr-{Jyr. «marido de la sucgra~. En eslavo,. el masculino ne.k'}l.
«5lJCIrO» es: una forma secundaria fundada sobre el femeninO. La fama Cólica Por toda& partes cncootnuDos designa.ciones fijas. en COITeSpondcnciu regulares,
swaiMa. :cme¡rolt, ha tenido que constituirse también sobre un antiguo ·$Wf!kr-. por pero cuyo sentido etimológico se: nos escapa. Muchos de estos U:nnmos han sido tem-
tanto sobre el tema del femenino no sobre ·swekvr-. pranamente sustituidos por otros más claro5, analfticos: ftbcrman.o del marido», «her-
~ si penJaDlW! accrcamw: a la va-dad histórica planteando como primario el ro- mana de la mujer». etc.
menino *swekrü-. «m8~ del marido», no por ello llegamos a una explicacJ6n del Es una situaci6n curiosa la que se dcscubr"c si relacionamos estos t&minos y 1a5
támino. Eat.atnw! mú lejos que si tuviéram06 que proceder del masculino .SWE'kwv-. nociones que expresan con los que hasta ahora hanos (Xmoocra4o.
En efecto, tomado en si mismo•• swekuros podría hacer pensar en un compuesto: el Aunque nos valgamos del parentesco claJiftcatorio, debe deducirse, en tcorla, que
primer túmino seria .SWC'-, el mismo que en el nombre de la hermana. En.d segundo una misma relaci6n exige doble denominación. Si un hombre dcspo.sa a la bija del
ti:rmino se reconocerla una forma vecina del griego kJí,ios (xóptooc), ser. su,a, «amo, hermano de su madre, su do materno :le tonviertc en su :luego. ¿Est6 atestiguada es-
aquel que tiene autoridad». El suegro estaría c?nsid~ado entonces y :erta_ int~pc:l~ ta situación en la tenninologia7 No es asf. al parecer; no tenerIlos ninguna prueba de
como el amo de la familia. S610 que, en esta hipótesis, un fc:menino -kfU- es mexpll- que el ·SWt!kums haya sido jamAs otra cosa que el «suegro», ca decir, el padre del
cable; el tmico femenino que serta justificable es el-ku'a delgriego"pero es secund~­ marido, probablemente wnbiát el padre de la mujer en ciertas lenguas COIl'IO el sAns-
rio. Esta raz6n harta ya improbable el análisis. Con IIlayor motivo SI hemos de conSl- ctito y el latino Pero el griego dice p~nlirer6s. que responde con otro sufijo al ser.
dcrar ·swekfU- como originario. Esta primacía del término para «suegra» es com- bandhu- «pariente»; el armenio dice aner. «padre de la mujer», y ~o~n'1!, «madre
prensible por oua parte: la madre del marido es para la joven mujer más importante de la mujer», términos ambol sin etimologia. En resumen, no hay nombre indoeure>
que el padre del marido; la suegra es el personaje central de: la casa. Pero esto, no ex- pea para los parientes de la mujer. AdemAs, hay que recordar que no tencmo!s térmi-
plica la relaci6n de los términos en.tre si. Sigue habiendo, por tanto, una o~cuTldad en no indoeuropeo común para delignar en propiedad al tío materno. Corrlo se ha visto,
la relaci6n formal entre' sWf!kuro- y *swekrU-, éBte es nombrado en !atin por un derivado del abuelo; ademAs, lllli formas son dife.
rentes.
El nombre indoeuropeo del (ccui'lado» (el hermano del marido), debe plante8:s.e Se pueden examinar dos interpretacione.s posibles. O bien se razona con todo rigor
como 'da;wer, según las fonnas siguientes: scr. deva,-. arm~ t~yg'. griego daer teórico y se supone que "'wtkuNJS designaba prehist6ricamente al tia materno, al
(5«'1IP), lat. liu/r (con una 1- quil.á dialectal por d-), a. esl. d~'u, lit: dltverls. a.a.a. hennano de la madre, y ·lWdcrit- a la hermana del padre. y que el sentido hútórico
zeihhu,. La anti¡Uedad del ténnino es evidente. pero el sentido propiO se nos escapa. rcsultarla de una transferencia. Pero la reconstrucción es completamente conjetural y
Ningún antli.sis de la forma *daiwf!r- es: posible; no se ve raíz indoeuropea de donde carece de confrrmaci6n linrDistica. O bien, se decide que estos términos nunca hao
se la pueda exuacr, aunque muestra una formaci6n en -,- que la acerca a muchos significado otra cosa que 10 que quieren decir: se aplicarlan siempre estrictamente a
otros nombres de parentesco. los parientes que la mujer se cmt mediante liU entrada en una familia. Hay que liUpo-
ner- que fue el listan. paularea1 el que, en el parm.tesro por alianza, triunfó muy
164
165
tc:mpralWllmte, se impwo saJo y eliminó, en esta serie de términos, todo recuerdo de CAPtroLo6
la posición doble que ocupaban, en el seno del parentesco clJ.siratorio, todos los
a1Iepdos. FORMACIÓN Y SUF1JACIÓN DE LOS
Entre las dos hipótesis parece imponerse la squnda. En <:ualquier caso, ha, mfi- TÉRMINos DE PARENrESCO
acotes prueba! de esta filiad.b:a matrinilineal en la nomenclatu~ del parentesco con-
I8JlIUmeo para que la serie: de testimoni05 no cuestione el principio mismo de la inter-
preud6n.

S_rulo. DclIde al plinto de ,.iIb, laorl'o1óIIco, la (ullt. unidad del ,.gg¡bll1.no in-
dDCUlVpeo del pucntnca dmya * la rAi.teDC1a Ullufijo de duc --ter (o --er) que Da
l6lo ClllK'leriza un.ran D6mcro de tb"miDo. mili llIItiBuoI (-~fff, *.), lino que inclD-
10 I:OIItinó'1. ftsurando ca creac:Iona O rerlCCioDa mAs ra:ic:a.tn.
Incluso moque difieran de 11M ImllJl, a otra, loa t&mlno. qua dnlpao ID unidmc.
IOda1cl---clan, (rml.. uibu- ilIIt6n WIJlb1IldoIa menudo 10m l'IldIcaIeI que r:lijII'IIaD
una comunidad de Dadmlmto: 11. ""0/1, ,,,"tIlI.
pIIrdtnz. plt.,1i; lIlt. fWU.
Ma10I npcdrlllO qlll: '-tri', IDCDOI II1udJado tambilln, el.uflJo • -w(o)-I-wyo- pllm:C
haber tcDil1o, ea. orip. ua ....Ior de JX1Mlmldad bomoa'lmiea; (pÑr, lllpadr~), 11".
11.
¡M1rfJ(JIp. Ia". pitrY;,e-. «herDlUJO J*!rp. Lu IJ!OD!aIJIM q_e rtpfCRalu. p. ca., p".
pwf~ "P8driluo., la. ,...,..."... dUo del IM:nunolt, Iwp IIIprio1oJt >
VD"DiFlt, debes~.DO. CIlPC' el ftb: mtip.Q dd mfIja. Wlo.lnt~"
da,Jw¡J6¡¡ cp.- aWn:, r~, • -.. eao, al _ _ pu1icul.u- ca que tUCI for-
ma le u.:ribcrL.

Tru elle c....DX!II de 101 ténDinol que permiten reconstruir la arpnizadÓD. ¡eneral
del para1tesw, sed 6til examinar c:icrto ntmu:ro de aationes correspoocticntcs • la
forma de estos tenninos en rcJaci6n con IU valar. Hay. en efectD, particularidades
morfol6ai<:U pn>piu c1c"" COI\iunto y que ho<:on cIc él UD &J1IIlO muy _ . Sobn:
todo. hay que poner de manifiesto IUfijOl auacte:ñsticos de los nombra de p&JCDtes-
co, sea porque no aparecen mú que ah!. lea porque ~ tomeD. vaJons apecPtizados.

Entte los sufijos, citemos en primer lupr -ter o ~'. que es cl sufijo c1c parentesco
por excelencia. No 1610 sirve para conrtituir alcuno.s dc los t&miD0I mú antir;u08 de
esta lerie, fino que conserva su valor inclUlO tras la separaci60 dialectal y ligue siendo
productivo, El estado primero de Cite sufijo de claae viene proporcionado por la. final
común a tu cuatro designaciones fundamentales, que no son analizables: • piltrr,
·miltf" ·d,,",h(~)tr', ·bhri,.,,' ademU, en el parentesco por matrimonio:
• ~n(~)tr', «mujer dcl hermano del marido».
He aM las palabras primarial, inanalizables, donde Cita fiDaI ea CODltlUlte y de
donde ha ricio extrúda con 10 valor propio. Luego se ha exteDdido a IlUCVU designa-
ciones, ea. una ~ al mc:noI de lo knJu~: .MPÓ/-, ttIObrlnD» o «Dicto» tieue una
forma Iecundaria, ·Mptu. que: se ha introducido en la tlcxi6a. miIma de n«¡Jilt- en
iDdoiranio; como tc:stimooiOl, el acusativo sinlCrilo lfII/JMhlm y el tema de Los CUOI
oblicuol en avtrtico. nt{fw· que le apoya en • MPtr-.
m cycrno» el en áDlCri.to }imQ1JJr-. CIl av&tico t:imiftIT... La fona com:IpOIl-
166 167
diente en las demis lensuas comporta tambim una flOaI en -r, aunque el tema baya rcocia de formación sufijal: el correspondiente morfológico del ocutro glnos ca el
sufrido al1cracioncs variadas: ladn genrr, griego gambrós. Sea cual fuere la historia neutro latino genus, mientras que g~ns en un femenino en -ti. Entre el griego yellatln
particular dc estas formas, todas ellas proceden del mismo radical aumentado con un la relación formal se establece, por tIlnto, como • ten"/' genti-. Por su formación, el
sufijo -er o -tu, y puede verse que la + es secundarla debido a que la nomenclatura gM1i- latino responde al dJ¡scrito jitJ-. «nacimiento~. El. a.bstracto en ·ri- denota el
av~ca, aliado de Uvrtirtar-, «yemOlt, implica zitm(loya (- "'~mavya), probable- «n¡u:imicnto. y al mismo tiempo la clase de u:res unidos por c:l vínculo de IU «naci-
mente «hermano del yerno», que se continúa boy por el pait.o alm, cyernOlt. miento», que sirven y bastan para dermir cierto grupo social. A la misma familia léxi-
Los tUminO! emparentados con auus~ auuncu/w dellatln que, en dh1co, desig- ca pertenece el tUmino av&.ticu :;antu- que no dif.ere de ella mú que por el sufijo -tu
nan «al 1[0 materno»: pies, ewythr; bretón, t!ontr, se apoyan sobre ·Qwontrcr; ahí se ~ que designa uimismo como «nacimiento», en la sociedad icanla, a una gran divi-
reconoce, bajo la fonna temática, el mismo sufljo -ter. sión social. Salvo estas variaciones de sufijos, las principales lenguas concuerdan en
Recordemos finalmente ·dDJwer. «hermano del marido», lato lewjr, etc., por to- proponer la pertenencia a un mismo «nacimiento», como fundamento de un grupo
das partes con -er. social l.
Se ve que la formación en -ter o en -er está, desde el principio, unida a muchos Para la segunda división, el t~mino latino de cw,.ff¡, equivalente al griego phralrÚl,
hombres de parentesco. Al mantenene viva, se ha propagado en esta cJ.m Itldca en el es completamente diferente: curia no tiene conespondiente ni en ¡riego ni en atril
curso de la historia. Uno de loa ejemplos: ma claros de esa extensión viene dado en parte. No obstante, puede explicarse en itálico incluso, la forma curia por ·co-JliriD.
iranio por d mediopcna y el pena mo<lemo, donde este sufijo, eliminado por la cai- «conjunto de los uiri», apoyindosc en cl volsco covehriu ['I. de i!Dal sentido. Es, a la
da de las fmales, ha sido rc:sta.urado secundariamente. Mientras que la antigua serie vez, lugar de reunión y una gran división del pueblo romano. Al contrario dephratrlD
pitar-, «padre», matar-, «madre., briltllT-, «hermano., duxtar-, «hiju, desembocaba en griego, la denomioaci6n de Olria no hace derivar un vinculo de ~ntcsco entre
fon~camente en pft, mit, brat, duxt, iC ha restab1c:cido la flDB.1 caracterlstica -ar, lo los miembros de esa unidad. Por eso mismo, se revela como mis redente, cosa que,
que ha dado las fonnas actuales del persa: pUJar, miu/Qr, briMku, durta" y, de ahi, por lo demás, confirma su limitación al itálico.
por analogía. pusur, «hijo» (para pus). Este: movimiento de refcccl6n moñol6gica ro- Más dificil aCm de establecer es la rebu.i6n entre d Briega ph.ult y ellatln lribus. m
mcnzó desde el mediopclU.. Pocos sufijos han conservado semejante vitalidad. problema es el de la formación etimológica de tribus. En la linea de: BU desarrollo res-
Hay otra prucba de la antigüedad de esta formación, y viene dada en uno de los pectivo, hay presunción de analogla entre los dos términos. Ya lO.! ant~os veian en
t~rminos más an~os que se vieron afectados por ella, el nombre de la «hija», y en tribllS un conjunto de tTf!5 al'rupaciones. SerIa; por tanto, un compucsto con tri- en
una lengua, cuyo car!cter indoeuropeo está. ahora ase~urado en el seno de la familia primer ttrmino. De hecho, en tu tradiciones históricas indoeuropeas, entre los gie-
luvita-hitita. Se trata del licio, donde el nombre de la hija es cbatru (acusativo singu- gos en particular, se conocían este tipo de agrupaciones simples. Tenemos el testimo-
lar). El detalle fonético de la reconstruccibn no es completamente seguro. Sin embar- nio de tres antiguas tribus dorias en un epltcto homérico: Awptl~ 'tpLX.III(W)LX~, «los
go, puede: suponeTle que d grupo iniclallicio cb- se apoya en una antigua ·dw-. según dorios (clividld05) en UCI wik·» (cfr. gr. (w)offeo.r, (w)oT.xD<). En el tCtTitorio griego, an-
el paralc10 de la palabl1l o del demento del compuesto que significa «dos»: licio tiguamente habitado por los dorios, una regi60. h.tkna se llama Tripbulla (T(lCof'H.w),
cbi <. dwi. De: Cite modo. nos ranontarlamos a un proto-licio • dwatr que corres- atestiguando claramente la división en atres tribus» de los primeros habitantes; ten-
ponde al griego thw,6tir con teducd.Ón de la gutural entre vocales: • duga- > drlamos ahl el paralelo comparable allatln, triblu, si es que significa «tm:io (del te·
• dMwa-. De cualquier modo, aqul se identifica la misma final en -er o -ter que en lu critorio)>>. En efecto, DO es imposible que tribus, CQmo d umbro trl/u, su tmico ro-
otras lenguM. rrespondiente, wntenp una forma nominal ·bhu-, cuctameo.te superponible al grie-
go plnl- (en pluili). Sin embargo, no cncontramD$ h;5timonio histórico que apoye esta
si¡níficación primera del t&mJno. Desde fceha cemprana. tribus ha proporcionado
Estos dos nombres de parentesco que tienen d surJjo -ter se caracterizan, ademls, impor.antes derivados, tales como tribJlnus, luego tribunal. y el verbo tribuo. pero lin
por la natura1cza y la importancia de ~unos de sus derivados. que ahf aparezca nna relaci6n con «trCllIt.
Ya hemos tratado antes de la Cratrla, y de la relación quc este t&'mino evidencia
entre «hermano ele sangre» y «hermano de clase». La fratrla es una agrupación que se Entre los cipos de fonnación propios de los nombres dc parentesco, adcmú de -ter
inserta, por ID rango, en la serie de t&minos griegos que marcan las divisiones socia-
les. Tenemos tres grupos por orden de importancia creciente: glnar (Y'IIOQ, phr61ra
y de ~', hay que mencionar varios derivados secundarios en ·-w-
y ·_wyo-; merecen
tanto mú nuestra atención cuanto que tienen una fUDciÓD singular y han sido peor CI-
(fl*'rpat), phuM (f'U~' que son las tres divisiones concéntricas de la sociedad griega tudiados. Este tipo está representado en latiD por J)fIt/1IUS, «hermano del padre», tito
antigua.
La lOCiedad romana conoda uimismo tres diviBiones; pero no son exactamente
patcrnD». cfr. 1'. p6trtM <""""'<l••
hermano del paw... do • patr{¡tr-. y el femenino
simkrico mitros {J1~, «bennano de la madre•. Hay que comparar con patnlJJ.r
paralelas; ante todo, la gell!, tueco la curitl. por último, la trJbus. En esta organiza- los nombtel de igual sentido: Icr. pit(VYQ- yav. tüiryrz < .(p)/(Wya-; cfr. persa il/dlu
cjÓD triple, los ttnninos del primer escalón son comparables, los otros divcrJCntcs;
pero las realidades 1011 las mismas. Son las unidades que IlO5Ob"OS cxpresamOl me-
diantola serie: clan. fratrla, tribu.
• BlIeDtido predio ele los t«miDoI rtrrw, amr."'1/' lid . ~ mil ~ pp. 20S J •.
1'1 La f7,p!q ........ que aIulk ha &Ido romwlAda pol O. Ourdzu.. ""'-1I't Wo- r:lu1i ks Iaopa bli-
En efecto, d piego ginos y d 1&tln rem se f'C8PODden sin rccubrise. Hay una difc- q,¡cp.Rnwdtt6bv*Bútu-. XXXI (1m). pp. 17S-JI9(I. 3.).

16ll 169
y puto tTiJ, «hermano del padre», asl como a.a.a.fatureo (al. Verter) < •fa6urwyo entre pit~yi- Y bhrilt[VJltl- en sánscrito es la siguiente: pit[Vyi1- significa «hermano del
y probablemente B. eslavo stryj, «tia». padre», bhriltfvya-, «hijo del hermano». Esa es también la situación en iranio de los
Este tipo de derivación existe en griego, con un sentido bastante diferente: pu- términos correspondientes. Las formas y su sentido deben ser remitidos, por tanto, a!
truiós (KII't"puuSr;) significa «padrastro». mitn,;6 (1!'1'tpuL&:), «madrastra»; asimismo, en indoiranio. De esta constatación es de la que hay que partir para reconstruir, dentro
armenio, )lQW1YlY. «padrastro», y mawru < '" miitTllvyQ. «madrastra». de 10 posible, la relación de estos términos en el estado indoeuropeo. Esta formación
A partir del nombre del hermano, y por el mismo procedimiento, se ha constitui- es de fecha indoeuropea; en efecto, fuera del indoiranio tiene rcpre&entantes antiguos,
do el sáncrito bhrfJt{Vya-. av. briJtuirya-. Pero el sentido de estos terminos ha dado lu- como se ha visto, en griego, en latín y en Scnnánico. Estamos en presencia de una ca-
gar a.muchas discusiones. Los ejemplos, poco numerosos, no son decisivos. ¿Se trata tegarla léxica que puede presumiese unitaria, pero en la que aparecen discordancias
del «hijo del hermano» o del «hijo del hermano del padre»? ¿Es «sobrino» o «pri- locales.
mo»? Sobre el sentido del sánscrito bh¡Qtrvya-. tenemos una indicación formal en Pi- Para dar cuenta de ello, debemos introducir aqul dos consideraciones teóricas:
I,lini que da esta breve definición: bhritur 1J)1QC ca, es decir: de bhritrJ «hermano», in- una, que afecta a la nomenclatura del parentesco; otra, a la morfología de los tér-
dicando el derivado que la descendencia se forma asimismo por -l/ya-. De este modo, minos.
1 además del derivado normal en -iyo- para «descendiente de», hay una formacíón en Creemos necesario (sobre todo, para definir los cambios acaecidos en el curso de
I -"ya-. de igual sentido, de donde resulta que b1uiJtrvya- signiflCll «hijo de hermano» y la historia en la aplicación de los nombres a los grados de parentesco) distinguir la re-
• no «hijo del hermano del padre», como todos los autores dicen. No es dudoso que el laci6n entre miembros de una misma generaci6n, que nosotros llamamos homCJSt6/mi-
avéstico bri!Uirya- (variante briltruya-, es decir, briltrvya-, fem. britruyi-) deba inter- ca (= de igual nivel), Y la relación entre miembros de 8Cne:raciones diferentes, que no-
pretarse también como «hijo del hcnnano»; porque para «hijo del hcnnano del pa- sotros llamamos hrterost4tmica (= de nivel diferente)Z. La relación de fraternidad es
dre» se dispone de una designación anaUtica clara, tuirya-pu9ra. «hijo del homostitmica; la relación de ancestralidad, heterostátmica.
tiilrya», del tío paterno. Una confumaci6n de ello viene dada en iranio moderno por En la formación misma de los términos de parentesco, hay que estar atento a la
el paSto de Afghanistan donde wril,~ (de ·bri9r(v)ya-) significa «sobrino»: por tanto, naturaleza del sufijo cuando éste parece tener, como aquf, un valor distintivo. El
se trata del «hijo del hermano». morfema indoeuropeo ·wo, ··w)'V-, que fonna los derivados secundarios en cues-
Hasta aqul, los hechos parecen no prestarse a refutación. Pero se conoce en sáns- tión, debe indicar cierta relación con el término de base. Se puede precisar la natura-
crito bhritrvya-, ademú del sentido de «sobrino», el de «rival, enemigo», que está leza de esta relación, considerando la función de este lufijo en una clase de derivados
bien atestiguado. Es lo que hace que, siguiendo a Wackcmaccl, ciertos etimologistas nominales primarios: son los adjetivos que indican la posición espacial, como ved.
duden en admitir que «hijo de hermano» sea el sentido primero de bhrillfvya-. a pesar párva-, iran. parva-. «anterior, primero»; griego, deksi-wós. gótico taih3wa, «(lado)
del acuerdo de los paralelos iranios. En su opinión, blrritrvya- significarla mis bien derecho»; grlego lai(w)6s. lato laeullS, antiguo eslavo leviJ, «(Jada) izquierdo», védico
«primo» (= hijo del hermano del padre), porque es dificil imaginar que «sobrino» se ",¡¡va-, «todo»; sarva-, «entero, intanto»; lat. saluu$; védico, ¡"vá-, «erip;ido, alto»,
plantee como «rival», mientras que, entre primos, una rivalidad se comprende mejor. av. ~rma- «id.», cte. Por analol':fa, conjeturamos que el derivado en -w- de un térmi-
En la sociedad árabe, el primo es asimilado al rival, al enemigo. A decir verdad, esta no de parentesco indicará una situación de proximidad con éste, una relación particu-
noción parece cxtrafla a! mundo indoeuropeo: entre 1011 a"rpsioi de la sociedad homé- larmente estrecha y en cierta forma homogénea con el nombre de base.
rica, las relaciones de primazgo, lejos de ensendrar rivalidades, son relaciones amisto- Esta clase de derivados en "" - w- para el parentesco está rcprc&entada en indio por
S85. Wackema.gel piensa, por tanto, que se habria producido para bhri/{Vya- una des- pitrvya- y bhrit(V)ltl-. Pero, aunque ocupan aproximadamente la misma posición léxi-
Viación prehistórica de «primo» a «sobrino»: transición que encontrarla un paralelo ca en indio, estos dos términos difieren mucho en su distribución indoeuropea; el pri-
en espaftol. donde sobrino, etimol6gicamente «primo», se ha convertido hoy en el RIera estA BDlpliamente atestiguado en un área extensa, el segundo, limitado al indo-
nombre del «sobrino». iranio. Es lógico pensar que el primero es el término original y que el otro se ha for-
Todo esto nos parece discutible, tanto para la reconstrucción del estado ant~uo mado por asimUaci6n secundaria y solamente en una parte del dominio.
como para la cronologia de los sentidos. Ateniéndonos a los datos seguros, debemos Otros indicios vienen a conf1l1Dar esta cronololla relativa. Las formas que, en in-
admitir que el indoiranio bhrit('Jya-; designa el «hijo de hermano», sin mis. En cuan- doeuropeo occidental, corresponden al siÍDscrito pitrvya- muestran, por asi decir, la
to al sentido de «rival, enemigo», observamos que está limitado al sánscrito. El iranio instauración de la función e, incluso, de la forma sufijal. Se ve, sobre todo, en griego
aclara a su manera la relación de las dos nociones. Encontramos en paSto (Afghanis- antiguo, donde varios derivados se han constituido asi con -w-. EstA, en primer lugar,
tén) el término de parentesco taTbur, «primo», que debe analizarse en tar, «tia pater- p6tTÓS (desde Herodoto y Pindaro). «hermano del padre», y mttrfJs (Homero, Hero-
no», y ""pUr, «hijo», y remontando incluso a ·ptarvya-putra-. «hijo del hermano del doto, Pindaro), Khermano de la madre», dcrlvados ea ·-011- de ptltlr y miliT. Esta
padre». Ahora bien, esta palabra no designa solamente al «primo», sino también formación indica, por tanto, en general, el pariente más próximo de la. misma genera-
al «rivab., al «enemigo». Por tanto, el sentido de «enemigo» está ligado a la expre- cíón (por eso, fuera de la filiación). Tenemos aqui una relación homostdtmka con el
sión analitica «hijo del t10 paterno», mientras que «sobrino» se dice wra'~ término de base. Por consiguiente, «hermano del padre (o de la madre)>> es el fUBdo
(oc • bri8r(Y)ya-), t6rmino que no ímplica rivalidad, como tampoco el antiguo av. de parentesco al que conviene esta denotación sufija! que, a veces, sobre todo en plu-
brilturya-. Esto confinna claramente el testimonio de Pinini sobre el sentido del Sl\ns-
crito bhrit{VytJ- como 4Chijo de hennano, sobrino», no ·«primo». La rclaciOn inicial 1 EslOli términos hao lido propueslOll y empleados en un arlfculo de: L ·Homm~. V. 1965. p. IS.

170 171
ral, se encuentra extendido al conjunto de los parientes más próximos del padre o de antiguo que piqvyfl-. Ademas, observamos ahora que los dos ténninos no son homó-
la madre. Este sufijo, tematizada en ·-wo-. es aquel que se encuentra con la misma
función en cllatín patruus. «hermano del padre». Pero elladn no tiene, como por lo
logos: bhrO/{vya-. «hijo dcl hermano)), indica una relación hcterostátmica. Conformi·
dad morfológica, disparidad de sentido, los dos rasgos deben apoyarse: habrá que ex-
demás, ninguna otra lengua, el correspondiente del griego mitras. «hermano de la plicarlos juntos. La razón de ello se encuentra en la estructura general de esta nomen-
madre»; para c:.ste parentesco, el latín dice auuncuJus y el sansento motu/a-. La varie- clatura.
dad de: estas denominaciones muestra que son de fechas diferentes. Mientras que el la- Si el indoiranio bhril/[Vya- no se aplica al mismo nivel de parentesco que pit[Vyá-.
tin auuncu/us está vinculado a auus por una relación antigua que otra.s lenguas repi- es porque la posición del término-base asi lo exigta. Dado el valor del sufijo, si el de-
ten (cfr. atrAs, p. 147), los términos griego e indio son secundarios: griego mitrós está rivado pit¡vyá- de pUf·. «padre)), se aplicaba al «hermano del padre)), entonces
evidentemente calcado sobre pótras y el sánscrito motu/o- (para • motura-) es de for- bhrát[Vya-. de la misma formación, no habrla debido designar estrictamente mis que
mación sólo india. Son sustitutos recientes de una denominación indoeuropea, que ha al «hermano del hermano», lo cual es un absurdo. al menos en indoeuropeo donde
desaparecido cuando el hermano de la madre ha dejado de tener una posición privile- todos los hermanos tienen entre si la misma relación. Se ha visto afectado, por tanto,
giada en relación con el padre. por otro grado de proximidad: «hüo del hermano», lo cual, por diferencia de una ge·
También otra razón ha debido contribuir a eliminarlo. Nosotros la vislumbramos neración, rcspondia a una doble utilidad: en primer lugar, scrv:ia para diferenciar el
en un proceso bastante complejo de concurrencia entre dos formaciones sufijales del «hijo del hermano» del «hijo de la hermana», llamado de otra forma completamente
griego antiguo, lo cual modifica sensiblemente la perspectiva indoeuropea. Además distinta (·nepot-. indoiranio nQpOt-); en segundo lugar, especificaba la noción más
de pátros. «hermano del padre», que responde exactamente al sentido, pero no exac- claramente de lo que lo hacia otro derivado, bhrOtfVYt1-. igualmente «hijo de herma-
tamente a la forma del sánscrito pitrvyd-, el griego tiene el término patrwiós. que co- no», según P8J:llni, y que, por tener doble empleo, ha sido suplantado. Pero cuando
rresponde a la fonna de pUrvJJd-, pero que no tiene el mismo sentido: patruiós desig- se dijo napiJt indiferentemente del hijo del hermano o del hijo de la hermana, sánscri-
na al «padrastro». Ahora bien, mientra.s que pU¡vyd-. «hermana del padre», no tiene to bhTfztrvya-. que quedó disponible, fue reinterpretado bien como «hijo del hermano
en sinscrito homólogo de género femenino (un ·mo/fvyQ no existe y, sin duda, no del padre». bien como «casi hermano», lo que prácticamente equivalia a lo mismo y
pOOia existir), el griego patruiós. «padrastro», está acampanado del femenino designaba el «primo». La relación con EGO se voMa homostétmica; luego, en condi-
métruiá. «madrastra, segunda mujer del padre)). De hecho, en la historia léxica del ciones sociales que parecen haber sido propias solamente de la India, el parentesco de
griego, el término primario es métruiá. atestiguado desde Homero y en todos los dia- los primos fue asociado a un comportamiento de rivalidad. De ahi la doble acepción
lectos, fuertemente caracterizado por su connotación afectiva y sus empleos metafóri- de bhriJ/¡vya- en sánscrito clásico, «primO)) y «rival)).
cos (la madrastra, mala madre), frente a patruiós. tardío y raro, solamente descripti- Toda esta evolución se ha desarrollado en el dominio indio solamente. No se ve
vo y claramente analógico de mitruiá. Hay que concluir de ello que la concordancia huella de ella en iranio, donde briltrvya- (avéstico briIlüir:1.a-. ctc.) no parece haberse
fonnal entre el sánscrito pitfVyá- y el griego patruiós es falaz: es una simple conver- desviado nunca de su sentido inicial de «hijo de hermano». Pero este conflicto entre
gencia entre creaciones independientes y de fecha diferente. Los únicos términos que los términos para «sobrino)) y «(primo» renace en la fase moderna de las lenguas ro-
hay que tomar en consideración son, en indio, el masculino pUrvyá-, «hermano del mances en iberorromano, donde los representantes dellatin nepas. sobrinus~ conso-
padre», y en griego, el femenino metruiá. «madrastra». La formación en ·-w(i)yo- brinus terminan por recomponerse en un sistema nuevo].
ha sido utilizada de manera comparable, pero no idéntica, en indio y griego; en indio,
pitpyá- denota el pariente más próximo del padre, de hecho su hermano; en griego, De este modo, no es un solo término el que hay que considerar cada vez, sino el
donde pátrós estaba cargado de ese sentido, se ha servido de un sufijo para formar conjunto de las relaciones: por ah! es por donde está condicionada la historia de cada
sobre mi/ir un derivado mi/rui4. que designa a la «madre por sustitución)), la «ma- uno de Irni términos. Además de la estructura general del parentesco indoeuropeo,
drastra)). hay que reconocer, para cada lengua, en una época dada, una estructura particular
Se conoce peor, por falta de datos antiguos, la suerte de esta formación en -w(o)- que hay que interpretar en sus propios términos. Partiendo de bhrot[Vya- con su sen·
o ·wyo- en las demás lenguas. Es muy probable que el antiguo eslavo stryJ;, «herma- tido de «hijo de hermano)) dado por la tradición india, es como podemos restaurar
no del padre» (término paneslavo, a excepción del ruso), continúe, con un tratamien- las condiciones del paso al sentido de «(primo», y luego de «rival», que se efectúa en
to fonético poco claro en el detalle, el mismo original que el sánscrito pitrvy4-. Este sánscrito clásico. Más aún que cualquier otro conjunto léxico, los términos de paren-
tipo esté representado en germánico por el antiguo-alto-alemán letiro. «hcnnano del tesco nos obligan a mantener y a combinar los dos pasos de una misma exigencia de
padrc», que se distingue de oheim. «hermano dc la madre», igual que ellatln patruus método: la consideración estructural del conjunto de la nomenclatura y la considera-
de Quuncu/us. En la historia del alto-aleminletiro ha pasado de «hermano del padre» ción de los niveles de cada lengua y de cada sociedad.
a «hijo del hermano del padre», de donde viene el alemán moderno Ve/ter, «primo».
Pero ahi se ha producido una evolución excepcional. Por lo demás, por todas partes
este término, o su equivalente femenino, conserva su valor homostátmico.
Consideremos ahora el segundo ténnino de parentesco afectado por el mismo sufi-
jo, a saber, sánllcrito bhtiltrvya-. avéstico briltilirya- (cfr. más arriba). Como hemos
visto, se ha limitado al indoiranio. Esto seria ya una razón para pensar que es menos 3 VWI: 1:\ articulo citado IIDtllrlormente de L 'Homme (alltes, p. 1.56, n . .5).

172 173
CAPÍTULO 7 más bien un valor diminutivo a huionÓS. Pero el contraste se debe a que nosotros ge-
neralizamos indebidamente la noción que nos es famlliar de «petit-r.Is». La misma ra-
PALABRAS DERIVADAS DE TÉRMINOS DE PARENTESCO zón habria para decir el «grand fils». La designación por «grand» y «pctit» es tradi-
cional, pero arbitraria; «pctit-fwm en francés, pero en inglés «grand-son» como
«grand-father», estando ambos un grado más alejados del que habla que su propio
padre o su propio hijo. Probablemente hay que comprender de la misma manera
huiiJnós. que será el «grand-füs» en relación a BOO. De este modo podrá conciliarse el
sentido de huifmós con el de otras palabras de igual fonnaci6n. Hay además para
«petit-fils» un término distinto, utilizado en ático, mientras que huionós es más bien
jonio: es huidoOs (ut&o¡;¡~ (platón, Jenofonte). «hijo del hijo», formado sobre el mo-
delo de ade/phidoOs (CX&Afllio\i¡;:), «hijo del padre».
He aqul, pues, un hecho importante: la denominación nueva del «hijo» en griego.
Está condicionada por la transformación de la estructura general que se produjo en
Sll.marlo. El griego proporciona aqul un grupo ele dcsignl.cJone~ nuevas -hUIMÓIi, griego.
«nieto»¡ páppos. Il]lbuclo»; adelphidol1s. <.clObrino»-, que, con gdelph& suplantando a Si se considera el conjunto del sistema griego, uno de los cambios más notables
pilrállr, atestiguan el paso de un sistema de parentesco claslnaatorio a un sistema dC5-
criptivo. fUe la aparición de un término nuevo para designar el hennano: phr6ter. al tener va·
El latin tiCflc tre.s adjetivo! d.crivlldOl de poter. Sólo uno es indoeuropeo; se trata de lor clasificatorio, ha sido reemplazado por adelphós (véase anteriormente p. 140). Al
• pafrill8 que, de hecho, remite al ·pater en IU ICTllido «cllUilflcatorio» mas antiguo (patria mismo tiempo ha sido eliminado el nombre indoeuropeo del «abuelo» "'awos: este
poIestas); se sabe que no hay, dado que no puede haberlo, cOITCspondiente de "muIr/lIS. término arcaico estaba además li1llado, por medio de una forma derivada, con el nom-
PaternUI, por el conuario. relponde. mattl'''w y se sllCla en el millmo plano personal:
llmicus paternll8 es «el.migo de mi padre». En CUlUlto a/HItrir:hls. presenta e1s11fijo lati-
bre del «tlo malemo». Ninguno de los dos ha dejado huella en griego. Correlativa-
no caraclCrtuioo de 101 derivados de las funciones oficlalllll (trr. fribu"icfllS. cte.) y se mente, el nombre del (mieto» ha desaparecido. De igual fonna que "'awos tenia un
vincula, por Ilmto. no apater, sino apatm, «el Senado». doble valor y representaba dos relaciones que se sitúan diferentemente, según el punto
En gricso, la opollición de pdlriw por un lado. en palrMos (Homero, Hcrodoto)1 de vista patri- o matrilineal, asi el término que forma pareja con él, 'nepót-.oscila
patrlk6s (ideo), por otro. re5ponde ~aaamente a la oposición latiDa: palriw: polemuI, entre el sentido de «sobrino» (bijo de la hermana) y el de ((nieto» (hijo del hijo).
y tra5luce la misma evolución de la nocl6n del ftpadre~. (La forma mitfÓros, hecha ID-
bre milros. «tlo maternol), y no sobre millr directamente, consc:nra el recuerdo delll.llti-
guo papel del hermano de la madre. El sistema griego marca la transición de un tipo de designación a otro: todos los
términos de parentesco tienden a fIjarse con una significación única y exclusivamente
descriptiva. Por eso, el nombre del hermano ha sido reemplazado por el de ccco-uteri-
Una historia completa del parentesco indoeuropeo debería sacar partido no sólo no». Así se explica también la variedad de los términos para «abuelo», o una locu-
de los términos atestiguados, sino también de indicios menos directos, pero a veces ci6n analltica como «el padre de mi padre» (I1iada, 14, 118), «c1 padre de la madre»
igual de instructivos, como los que proporcionan los derivados de ciertos nombres de (Odisea, 24, 334), donde los compuestos descriptivos metropátór (floTft'P01t,z.rwp) pa-
parentesco. tropátór (rnr.'t'poxchwp) (Homero, Pindaro) o simplemente páppos (xoX1rnOl;), término de
En la enumeración, dada en páginas anteriores (pp. 154 Y ss.), de los nombrCll del intención familiar, afectuoso, para el abuelo, sin distinción de ascendencia paterna o
«nieto», hemos señalado, sin detenernos en ello, que el griego tenia frente a ' rrepiJt un materna. Asimismo, la designación del «sobrino», adelphidoús. de la (csobrina»,
derivado nuevo, huionós (uk.wó;) que no corresponde a ninguno de los términos em- adelphidl. ha sido sacada del nombre del hermano. Pero en esta nueva nomenclatura,
picados en otras partes. Derivado de huiós. «hijm>, el término huionós se emplea des- «sobrinO) y <micto» constituyen dos parentescos distintos, y así como el nombre del
de Homero y no implica variaciones de sentido. A priori, una derivación como ésta «sobrino» ha sido rehecho en cchijo del hermanQ), adelphidQfJs. asi el de <mietm) lo
plantea una cuestión. Esta formación secundaria en -ono- (-WIID·) está muy poco re- ha sido como «hijo del hijo», huidous. Es la eliminación de los nombres antiguos de
presentada y, cuando 10 está, es por palabras oscuras; no se comprende por qué de es- «abuelo» y del «nieto» por un lado. del «hennano y de la hermana», por otro, lo que
te sufijo, al que nada llamaba a este lugar, se ha sacado un derivado de huiós. ha entraftado esas refecciones en la nomenclatura griega.
Hay, sin embargo, dos o tres términos, cuya formaci6n puede en alguna medida As! nos damos cuenta de que, pese al arcaísmo de los nombres de los parientes de
informamos, principalmente oionós (oÚdllod y koróne (xopWv7¡), dos nombres de pája- la mujer, el vocabulario griego nos transmite un sistema reciente. Se debió recurrir a
ros. Oionós. que se vincula probablemente allatin auis. es el nombre del pájaro de denominaciones descriptivas desde el momento en que se abandonó el parentesco cla-
presa, del gran pájaro cuyo vuelo servia para los presagios. Koróne. «corneja», com- sificatorio.
parado con ellat. coruus. «cuervo», deriva de la misma formacibn. TodaVÍa podemos En cambio, el vocabulario latino del parentesco revela su altísima antigüedad; en
a1iadir a estos términos khe/óni (xt.Mmi), «tortuga», doblete de khé/us (xUud. la sociedad romana, el parentesco está dominado por la preponderancia del padre,
De estos dos ejemplos, quizá tres, puede concluirse que el sufijo -onos daba al que le da un aspecto «patriarcal». El vocabulario ha permanecido estable: también la
nombre radical un valor aumentativo. A primera vista, por el contrario, se atribuirla forma propia de los términos latinos nos informa de una prehistoria más antigua que
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l. rela.ci6n es de natun1na completamente distinta en amkKs patenna: «d amigo de
la de los términos PJos. Este carictcr" conservador del latin Dlarca también la mor- mi pa.dre~. En efecto, palemus con hospn, amicl4l, Sf!TIlII$. indica una relaciOn peno-
fología y el vocabulario. Desde lucIO, aqui como en otros dominios, elladn con de- nal de hombre a hombre, y se refiere al padre de un individuo dctcr~ado. Esta dife-
mentas arcaicOl!i ha hecho un conjunto nUC\lo. Pero, al disociar el si!temu latino, cn- rencia enLrc patriw Y]XltNJIII8 le dermirt., por tanto. como aquella existente entre un
contJlmD6 sin esfueczo laa piezas de un sistema mucho mu antiguo que C!IS piezas adjetivo pnbic:o y un adjetivo r8P«ifico. Por ejemplo, m. Ti1:0 Livio, odl.fM plebml
ayudan a reconstruir. phu qUllm patrmo odio (11. $I, 1), di odkIba Q ID plebe mÁ'r de lo qllr lo 1IDcItz .su
propio padre». Vemos aqut la ru6n que ha cntrl.ft.. la creaci6n de parunU!l. Si pa-
temus ba sido rehecho sobre mIItB11W, es porque el •patTios indoeuropeo se refiere
Si ahora cxaminamOl los derivados del nombre del «padre», vemos que hay uno no al padre: fmico, sino al padre en el parentesco c~irl~atorio, al "~/eT in\locado ~
que exilte en varias Jcn~u bajo la misma fonna y cuyo or~en hay que remitir huta roo duDyfpi/iI y lupittr. Por el cootrario., mgJtmUS mcW:a una rc1ad6n de pertcncncla
el periodo común: es el a4jetivo palfiw, ser. pitryfh ¡rie¡o pdtrios (~pwt;). flsica: es litc:ralmcnte. 5CJ1ÍD d sufijo, OIl:1e la misma materia que la madrt•. Si 81Ja:
Ya hemos indicado Q.ue no hay adjetivo corrcspoDdientc que deri\le del nombre de trOO se le ha dado un doblete JNI/ntU18 sobre el modelo de: malemlU, fue para cspca-
la «madrelt. Esta difercocia le explica por 1a. rituacibn idipec:ti\la del padre y de la ma- fi<ar UI1Il rclaci6Jl con el pa<In: I\Jico. con el aotepuad<l pcnonal ele aquel que habla
dre. Un adjetivo que indica lo que pertenece al padre, lo que deriva de él, queda justi- o de quien se habla. .
I ficado porque, en la sociedad, el «padre» es el único que puede poseer. Las leyes 1lDt.i.- En lado tenerDDII tambim, adema de patrius y ptltemus. un te~cc:r adjetivo derin-
I guas de la lndiu lo enuncian cxprC!amente: la madre, la esposa, la esclava no poacc;n do del nombre del padrc:J'IItricilU, .patriciolt. es decir, qu.e dCSClC?~ de padres no-
• n&da. Todo 10 que poseen pertenece al duefto a quien eUu miunas pertenecen. Tal es bies. libra. La formación en -ictuJ, propia dcllatin. COII5Utuye adJctíV05 sacados de
I la situación constante del bombre y de la mujer, rapcctivamente: a partir de entonca nombres ele funciones ofici.aldi: aedüicbu. tribwrkiKJ, ¡Jf'«torit:iu.r.
• di ftcU oomprc:oc1er que -frlQtrius f&he en todaa partc!. De este modo cada adjetivo se rcr~ a una ooci60 d.ifm:nte: patrillS es duifi,ca-
Sin embargo, hay en latin un adjetivo espcclflco derivado del nombre de la madre: torio y conceptual, paternus es dc.scriptivo y personal, patT;C;1IS remite a la jerarqula
• maternus. La fonna maternus es instructiva por si misma. Atestiguada desde los tex- social.
tos mis antiguos, y salida fontticamcnte de • ma/rrlnlU, ese! caracterizada por un IU-
fijo en -mI>- que tiene UD empleo preciJo en indoeuropeo y en lat1n: indica la materia; En PJO, lo& adjetivos canatcmo» y «paterno. ticnco Ima s:i~caci6n singular:
piego pM,inos, «de encinu, derivado dephi,ds, I"mar, Mde piedru, de ltiJu, anthi- milriJt3 (¡t1'f'l'pCi)oc;) y pIltrOt08 (g't'P4iOd, AdcmU de: su empico propiO, ~.Dtn.mOS
"d.J. «de flor», de dnlho.r; lit. aJlJeJUuu, «de Orolll, de aJI/rSaI, coro». En Iatln. ebur- patTiJros en el compuesto patroQlc1ws (anpoUxod que se basa en patTOHl-okho.J
nw, «de marfl1», de ehuT, etc. (~pCOJlu.ox~: designa a la «bija heredera» que en su condición juridica es denombta·
Desde el origen, makmus forma pareja conpalrius. lo cual produce empleos tales da ~plJcléTO$ (t'A"~). ~ando rcsuha que la hija es la ún~a desa:ndiente y dado
como: non patrio #d trUltemo nomine. La disparidad de la formación invitaba a una Q..UC, sc¡ó.n d derecho gric&o DO puede bc:rcdar, IU caso constituye objeto de numer~·
creaci60 anal6gica,. y, deade muy temprano, se ba acunado DD DUevO ad.icth'o, /Xlter- sas prescripciones jurldicas. enunciadas en la ley de Gortyna, a fID de que la ~oa.
"lIS. En el CIlf50 de la historia. paremus coexiste primero con patrtus; luego, gana ¡e... pcrmllDcz.ca en la familia: patrotJlcJros significa literalmente: «que poICC los bienes pa-
nena y, por fm,lo climiDa: sobrevive solo en las lengua¡ romanea l. PoQem.OI pre-
ternos.. . • cmal
guIllAmos si sólo por esta razón de la analogfa con I7fIltemus ha triunfado pakmllS, En el articulo ya citado, Wackernacd hace observar que mttTfJtos, «mat JI. no
porque, como Wackemagcl observa, paternus fue empleado desde el principio de UDa deriva de mitir, «madre., sino de mitTfJs, «hermano de la madre». So~re el modelo
manera exclusiva en ciertu relaciones; en particular como eplteto de ciertas palabras de mitrÓ! que produce el adjetivo mitroto.J. se ba formado sobre ¡ldITOS, «hermano
tales como amicu.J, hospa, ~IIS; jamis te eocuentta un caso 5ClDejante con patrillS. del padre., el adjetivo patrlJios. Wackcrnqel DO ha ~o sobre c:s.ta o~n.
«La raz6D de este empleo no es visible~, aftade WackcrnaJd" sin ir mú Iejol. Qbscr. Es, sin cmbarlO. extra60 que el adjetivo «II1atcmal» signifíq,uc en 1J1C80 litc;ralmcn.
\ICD1OS ya que, por un plocao paralelo lObrc el que volvcn:mos, el griego emplea un te no tcde la m&drcJt, sino del OlpIlricn~ de la madIu; no CIll ésa la cxpn::n6n mb
derivado nuevo, patrlk61 (Kll't'put6c) Y exclU5ivamente tambim con términos como natural de la noción. Esto invita a verificar el empleo. Homero empica una sola vez
«amigo», «compafte:ro», etc. Batas relaciones debieron ser detcnninantes. Sólo nos mitTaras (en loa pDCIIla hom~rico5 se trata ~on más.frecuencia.~el padre que de ~
falta ver cómo y por qu~. madre). pero el ejemplo es instructivo. AutolikOl se ~e a su ~a '1 a su yerno y di-
A partir del momento en que patrlu3 heredado Ypatmrus analo,tco c:orri.eroo jun- ce de su hijo rcci~n nacido, al que acaba 4e llamar Ulisc:s: lno:K6't' Iv ~ IC'I't'fÓ.ltov i;
tas. tendieron a dif'erendarsc en dcta medida. Patrius le emplea aclusivammte en ~I'f" &w¡u. U&'¡ (Od. 19. 410)••cuando. habiendo =oido. vaya a la ¡ran <asa ele
exprcsionet consqradu taJes como ¡JIltrill potata: no se encuentra jamb en CItos $U madre•. En la boca de AutoUkos, la «casa de la madle. es ncecsariammtC la casa
ClLSoa pa/emus. Pero se tiene exclusivamcote paternw am;CfU. La patria pottstrn es ti del hermano y del padre de la madre, dc su familia de origen. semejante empleo de
poder que se vincula al padre en ¡mual, que él ostenta por su calidad de padre. Pero mi/rOros hace sensible la referencia a mltTas como «pariente dcl1ado de la madre»,
cuando el adjetivo se refiere a las pertcncncias de la madre. que son de hecho las de
I BI1a hb1Dria. COII wtneI oblcnadcma sobre ... dcrindoI de t!mIiI:IoI ck ~ . ha Iido objcfn SU parentesco propio.
de; UD .mcuJo de w~ ~ x.,I, 1916, pp. 40 y_., rqwoc:bx:Ido ca IAJI X1dM $cJui,f~, Ahora tenemos que ver c6mo patT6fOJ. abundantemente n:prescntado en Homero,
[,pp._yu.
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se emplea alIado de pátrios. no homérico y, sin embargo, antiguo. El empleo homéri- superposición de sistemas y, sobre todo, la superviviencia de un parentesco de predo-
co de patróros ilustra bien su valor específico. Lo encontramos en expresiones tales minio del tío materno.
como: skiptron patróron (11. 2, 46, etc.), témenos patroron (11. 20, 391), calificando a Los datos históricos testimonian un compromiso entre estos dos tipos de parentes-
un cetro, a un dominio; con mlla. los rebaños de corderos (Od. 12, 136); finalmente, co: el sistema patrilineal predomina nítidamente y desde fecha temprana. Pero subsis-
ya menudo: «los huéspedes», xeinoi patrÓi'oi (11,6,231, etc.), «los compañeros», he- ten claras huellas del papel correspondiente al tío materno. La relación del hijo de la
tairoi patrÓi'oi (Od. 2, 254, etc.). Por tanto, por un lado nombres de objetos que son hermana con el hermano de la madre coexiste en varias sociedades con la de la des-
posesiones (skiptron. témenos, mila). por otro, nombres que indican relaciones so- cendencia patrilineal.
ciales. Particularmente instructivo es patrÓi'on ménos (ll, 5, 125), que en el contexto En el plano propio de la nomenclatura, hay que distinguir dos series de designa-
significa «el ardor guerrero de tu padre». En Herodoto, pátrios y patrÓi'os coexisten: ciones: una, clasificatoria; otra, descriptiva.
pátrioi theoí (1, 172), nómoi (lI, 78; cfr. Tuc. IV, 118), thesmoí (IIl, 31), pero patróia AlU donde el estado indoeuropeo común se ha conservado, se halla caracterizado
khrémata (I, 92), patrÓl'oi doúloi (II, 1), etc. De este modo, vemos que la diferencia es por términos de parentesco clasificatorio, que tienden a eliminarse en beneficio de tér-
exactamente paralela a la que existe en latín entre patrius y paternus. La calificación minos descriptivos. Según las sociedades, esta transformación ha sido más o menos
pátrios significa «de los padres, ancestral», y se aplica a los dioses del linaje, a las le- rápida y completa. El vocabulario ofrece pruebas de ello, sobre todo en griego. La si-
yes aceptadas desde siempre por los antepasados. Pero patrÓi'os es lo que pertenece al tuación del griego es compleja porque, por un lado, ha conservado términos arcaicos
padre personal: fortuna, esclavos. Por una extensión inevitable, aunque ocasional, como daér. «hermano del marido», o gálOs. «hermana del marido»; por otro, mani-
patrói'os también puede aplicarse a veces a un personaje más antiguo que el padre; pe- fiesta el paso de un tipo de designación a otro, por la coexistencia de dos palabras di-
ro siempre se trata de un antepasado personal así, en Herodoto, patrói'os táphos (II, ferentes para el «hermano», phráter y adephós. En una misma nomenclatura se su-
136; IV, 127), «tumba de familia». perponen la herencia indoeuropea y las innovaciones griegas, testimonio de una trans-
El tercer adjetivo, patrikós (7tot'tpLx6t;), es una creación ática que en la historia ha formación que lleva a términos de tipo descriptivo.
reemplazado a patrÓi'os. término jonio y poético. De hecho, phílos patrikós (igual que No obstante, habría que guardarse de establecer correlaciones demasiado precisas
amicus paternus), xénos patrikós. hetairos patrikós, significan: «amigo (compañ.ero, entre los cambios ocurridos en la sociedad y aquellos que aparecen en la nomenclatu-
huésped) de mi padre». ra o, inversamente, entre la estabilidad del vocabulario y la de la sociedad. No se pue-
En total, la pareja de adjetivos lato paternuslmaternus. gr. patrói'oslmetrói'os tie- de concluir inmediatamente, ni en todas partes, de un término nuevo una renovación
ne una historia compleja; los dos términos no eran simétricos y no podían serlo. En de la institución, ni de la permanencia de la designación, la constancia de la relación
latín, el más antiguo, maternus. implica la pertenencia físiCa, material, a la madre; el de parentesco. Tres consideraciones deben permanecer presentes en el espíritu: 1.°) El
masculino paternus ha sido creado para diferenciar del pater legal el pater personal. nombre de parentesco puede subsistir, aunque el sentido etimológico que condiciona-
En griego, metrÓi'os. «materno», está hecho sobre mitrOs. «hermano de la madre», ba su lugar inicial se ha borrado: así, laL auunculus, separado en adelante de auus. se
porque lo que es propio de la madre no es una posesión, sino una relación: del lado continúa en fr. oncle; 2.°) el nombre antiguo puede ser reemplazado por un término
de la madre, el tío materno era el pariente más importante. Es interesante constatar más claro sin que la posición de lo designado cambie: el antiguo francés avelet desa-
así una vinculación estrecha entre una relación de derivación y un parentesco caracte- parece ante petit-flls. o, en nuestros días, bru cede el puesto a belle-fille; 3.°) el cam-
rístico. bio puede deberse a alguna acción local que a menudo escapa a nuestro conocimien-
Parece, por tanto, que patrius se refiere solamente a un parentesco de tipo clasifi- to; tal es el caso de numerosos términos de parentesco en armenio que no tienen co-
catorio. Cuando prevaleció la noción de un parentesco personal, hubo que caracteri- rrespondientes conocidos. Se atribuyen a una «lengua de substrato», la que hablaban
zarla con adjetivos nuevos, pero éstos se produjeron en cada lengua independiente- las poblaciones antiguas que luego adoptaron una lengua indoeuropea. La hipótesis
mente y no se recubren de una lengua a otra. Paralelamente, la formación del adjeti- es en sí plausible, aunque permanezca indemostrable hasta ahora. En el pasado de las
vo metrÓi'os revela indirectamente la importancia del tío materno. A través de tales lenguas, este factor es probablemente responsable de muchas alteraciones o innova-
particularidades, la historia de estos derivados reúne algunas conclusiones dictadas ciones. No hay que extrañarse. Lo sorprendente, en cambio, es que, a pesar de tantas
por los términos mismos. vicisitudes y a través de tantos siglos de vida independiente, las lenguas indoeuropeas
hayan conservado un vocabulario del parentesco que bastaría, por sí solo, para de-
... mostrar su unidad genética y que hasta nuestros días conserva la huella de su origen.
... *
En sus relaciones, como también por su significación etimológica, estos términos
son muy instructivos: el vocabulario del parentesco indoeuropeo testimonia varios es-
tados sucesivos, y refleja en amplia medida los cambios que sufrió la sociedad indo-
europea.
Esta sociedad es, desde luego, como siempre se ha afirmado, de tipo patriarcal.
Pero aquí, como en muchos otros puntos del mundo, diversos indicios denuncian una
178 179
LIBRO 3

LOS ESTATUTOS SOCIALES

181
CAPtruLo 1

LA TRIPARTIerON DE LAS FUNCIONES

; Swmvrio. Medianle lCria pandc1aI de ttnoinol de ctirno101la eon fra;:ucaeia muy pll-
Rdda., pero difcrcotl:l de UDa IcIllU • 0lR. el iranio. el indio, d IfIqg J el ililico .tn.-
ti¡uan una hercm::il l:OD'I6n IndOCllJl)pCa; la .. uDalOdcdlld nll'\JCtllrda '1 jcruquizadl
1c¡60 trCll funcioDes fundameolllcl,llI5 de sac:adote. 81J.CfTCI'O '1 qrlcultor.

Seg6.n 181 tntdicioncs indoiranias. la sociedad est' organizada en tres clases de ac-
tividad: sacerdotes. guerreros, cultivadoRs. BD la India védica estas cwcs se llaman
«COlorcs~, 'Van"'. En Irin. ticDCll por nombre píilrtl. «orK:io~. cuyo sentido ctimol~
sito es también .tolor». Hay que tomar la palabra en su accpdéo liten!: son eucta-
mente coloJ'CI. En Irtn. 1aJ tres clases ~ d.istingueD prcciIammte por d color de sus
vestidos: el blanco para los sacerdotes. d rojo para los JUClTCfOI. el uuI para 101 cul-
tivadores, en virtud de un rimbolismo profundo que procede ele antl¡uu clasiflCaCio-
Des conocidas en muchas cosmolollu, que uocian el ejcrclcio de UDa actividad fun-
damental. cierto color li!ado. a su vez.. a un punto cardinal.
Las dases mismas y 10lI miembros de CAl clases no se llaman en 1_ India y en ldn
de la milma manera. He aqui SU5 nombres ~V05:

INDIA IRÁN

1 bnzhm4n (brihma1JO-) l' iz6rawIrI


2 1qattrj;¡a (rfIjanyo) 2' ra8aista
J l/flUya 2' Yiutryojiuyanl
(4 Jiu/ni) (4' huitJ)

Los nombrell no se corresponden; sin embargo, la organiZ'JlCión es la misma y el


procedimiento de clasirtcaclón se apoya en hls mismas distinciones. Es en sus signirt-
Cac:ione.s propias, y en sus relaciones en el seno del sistema aoclal, donde hemos de
cuminar estos términos.

He aquí brevanente las lignificaciones léxicas de las dos series:

lNDIA: bnlhm611: sacerdote, hombre que tiene a su ca¡go lo sagrado en la religión.


Jqattriya: qlX tic:oe el poder guem::ro (que ticDc: d poder de rq,)¡
WliJya.' hombre del ....iI. del dan, equivalente a tebombr"e dd pueblolO.

183
IRÁN: i/lnl"".: sacenlote (otlmoloala poco <lIUa); lraD anti,oedad. Que estt resuiocido al indoiranio no prueba una cración reciente.
ra6tziiitl: aucrrc:ro; en propiedad aqud que ati lObee el carro. el que comba· Por otro lado. darlo como indoiR.nio quid. sea simplificar el problema. poI'qDe, ~
te en carro; me hemos vilto. incluIo en el seno del indolranio las fonnu no le recubren exacta·
rNYfl1ll.:
'Ii.rtryO tnlducci6n provisional. «el de los pastos» y «aquel que le mente. Qu.iú su rdaciÓCl no sea la de lu formas comunCl, que babrian sido hereda-
ocupa del ganadOlt. das paraJeI"""".. P'" limbos partes. Un ddalIc morfol6siro ou¡jote nna _ di-
fCl"Cllte y mú precisa. Frente al védico 6thtzrwm-, el avemco prQCQ1a un radical de
Se ve que cnlre Iri:n y la India estas distinc:ioIlCl, aunque diJtinw. se or-pnizan ele variaciooes flaionalcl, i6raYan- en los CUOI fucrteI (DOIDinativo. aeuativo).
i¡ua1 manera y se refieren a lu miltnll BCtividades. Esta estrUctura social ha pcrma- a(JQll11ln- (CI decir. ifJtznur-) cnlos CUOI débiles (¡coitivo, cte.). Si en iraDio ponemOl
ocddo viva en Irin durante mucho mis tiempo que en Ja India. . una flc;U6o primitiva a6tlrwm- (alterada enlr6nm:JlI- bajo la influCPCia de itar-), geni-
Esta t ~ le halla ea la base de un problema que domina toda la organiza- tivo afkmm6. etc.• le obtiene una estructura regular, micntru que la flc:Qón v~
ción de la socirdad indoewvpea. Lo6 dos IJUPOS de ttrminos dificrc:n en ID na~ dllNtfWIf-. 4t~ no lo es. y parece rehecha. Podría SCf. cntooees. que la forma
ti. lécica, pero CODCUCfdan en fU ref'c:rmcia tOCiaJ. La diviJi6n tJiparti1a de la aocieda4 védica 6tluuwm- fuera UD préstamo toma.do al iranio a6l:uvan- mil que su COIrespon-
qpe CDWlcian es la míJ IUltipa que podemos esperar. Time prolonpciones bilt6ricas diente indio. De este modo, se explicarla mejor la rareza relativa de athmwllt· en el
que DO si.cm.pre se ban dclcubic:rto. lobre todo en la IOCicdad india. &c fue el mérito Rig Veda frc:nte a brahmall-, y su espeda1izaci6n en el mundo de 105 encantamientos
de &nllc Scnart: dcmOltra:r que lu cutas de la India no deben ser explicadas por una y de los ri105 deprecatorios, mientras Q.ue en iranio el término conserva su valor anti~
realarncntaciÓR interna, sino que. en rcalidad. prolonSIn divisiones mucho mú anti- SUD como denominación de c1a5e liOCW.
auu de las que ha heredado la India. y que no nacieron sobre suelo indio: las cutu Para deaipar la función y la clase de 101 sacerdotca en la India. el t&mino coIlla-
de la 1Ildia son la l!Iistcmatizacl6n muy encaUccida de una división que, en cualquier grado es brahm6n. Plantea un problema mucho mis ditlcil todavla: la lignificación
caso, se remonta a un pua40 indoiranio, quid. incluso. la sociedad indoeuropea. El exacta y el ori¡en de esta palabra han provocado largos debates que a(m. no ca!ltin ce--
problema cs, ante todo, examinar los nombres que dcflDCIl en la India Yen Irúl cita rradas.
di\'isiÓII en castas; lucao. ver li. en otras lIocic4adCll del ¡rupo indoeuropeo. podemos Se trata, de hecho, de dol fonnas diferenciadas por el lugar del acento, IIU gtncro,
descubrir un llistcma parecido. su sicnwcaQbn: brdhMlln (neutro), brahrruJn (masculino), designando el primero una
Cuando te: pala rCVÍlta.lu dlfercntcs denomioaciona. se constata que en IU ma· COla, d liCJUndo un ser. Esta oaciIacióu del a.ccnto. del radical all\lftjo. es un princi-
yoria se intapRt:an directamente y tienen una si¡ni6caciC)Q que todavta DOS es aecai- pio de repartici6n que. debido a que el lODO indoeuropeo COnJel'Vll un papel disaimi-
bJe. Se puede lXlIDprmdc:r J<pllSindoIaIlU<OIivam<DlC. n.torio y fonol6cico. opone el nombre de acción al nombR de q;mte.
El U:rmino iranio pan. «IICCtd.ot.clt, avéltico QQo'rrwm. titDC Al COllespondicnte CD ¿Qué quiere, pues. decir el tmomo tan conocido de bnVIman? Es casi impo¡ible
vMico bajo la forma atltarwm que, a decir verdad., DO es euetamente lo que cspa't- definirlo de forma precisa y constante; en 101 Himnos, admite una variedad. descon-
bamOl; pero lu dos paIabru se IUperponcn lÍO. dcmlli.das dirlCuJt·dcs, la difercnda certante de traducciones. Es un fluido misterioso, una potencia del alma, un poder
de + iranio a -tluu- indio DO COMtituye un obsticulo .mo para la oomparaciÓll. Si- mi&ico '1 mlstico¡ pero es un himno, una práctica rc1iciom, un encantamiento, etc. En
m~tricos IOn, de una y otra parte. los derivados: av. a(JQIUUIIQ-, que indica la fUDci6n comecuencia, ¿cómo caracterizar con ciena exactitud el brahmdn muc:ulino, es de-
de saocrdote, y ved. at~. «rdativo al alJuI1wun.; d detalle de las cstrueturu cir. el personaje investido de b:4hman. que es tambiáJ. designado por el derivado
Itt&ti,¡ua 11. concordancia de 11.1 li¡:nifi.cadone& ¡nidia. S6ID que elanAH_ etimol6- bñt/rn.lnd'l
gico de este oombre ai¡uc Iicndo inJquro. No baY nada en la uadici6n india que pueda JUiar una reanutnwci6n de la forma
Hace tiempo que: se h. pensado en explicar a9nmm- )' atluIfYt1Jf- por el nombre o de CIta noción¡ lo que: nos falta es UD sentido concm.o al que unir la diverlidad de
del d'uego~. que: es atar en iranio. Si desde el punto de viJta formal. la comparaciÓll los cmpleo&. La India misma no nos proporciona ese indicio sólido: brdhman está im-
puede tenene en cuenta. por lo que ataftc ala noción mis:rna le choca con una grave precnado de una Ii¡Dirlcaci6n de caricter mfstico¡ el una de las nociones sobre las
dificultad: RO CoS, en modo alguno. seguro que el a8rrlW'" lea el sacerdote del fuego. que mis pronto se ejerció la especulación india, lo cual ha borrado su punto de parti-
Bn el Irán mazdeo. esti cncarpdo de las ceremonias rcliaiOSIS; en la India, el atharvan da. FJ. aniUsis de la forma no nos aclara mucho mú: el origen de brdhl1Uln es uno de
estl investido de poderes mtcicol. Esta concepción aparece en el libro de himnos mi- los problemas mis controvertidol de la etimologia indoeuropea. Desde hace casi un
¡lelos llamado prcdsamcnte AtIuzTWl- Veda. La función del personaje se reparte de este siBlo. las comparaciones más variadas se suceden y se enfrentan. Como el sentido
modo: en ellJin apam:c cxcIUJivamcnte el lado rcli¡iOliO, en la India el aspecto mili- fluido de bfr1JJman no se niega a ninguna IOIic:itación, la wp:sis teXtual de los em-
ca. Pero RO se ve nada en IU papel que apele particularmente al fuelo. No hubo junU pleos v~dica' refleja alternativamente esw diferentes tentativas etimológicas. Recor·
en iranio un parentesco etimolbiPco de n.ingtm tipo entre itar y iz8rtrlIan, y, segunda demos brevemente las principales.
dificultad, este nombn: del fuqo. av. ita1'-, es absolutamente desconocido en la Inciia. Se ha intentado a.ocrcar brdJlmlUl a un arupo de términos rituales indoiranios; los
donde el fuego como DOCi60 material y oomD fi¡urBci6n mitológica se dice a.gn;-, ttr· principales son el v&iico barhq·, dlfombra del sacrUtciOlt. el avtstico btu~íi-, «pri-
mino que corrcspoode allatúl 1mb. ala. calavo 0J11)7. Por tanto, no podñam.os con- mo». y parti.cularmc:n av. ba~fftIln-, ubaz de ramas que e1saceniote IOStienc en la
sic1eru como segura la relld6n entre ittzr- y el nombre del uaccrdote». i6hJMZI'I-. mano durante el sacrificio». Se ha planteado. incloso. cxpn:sameDte la ecuaciOn eti-
Aitlado. como parece estarlo. este término d.cbc remoDW1C. no obstante, a una mológica. ved. brdhman- = av. bt11wman-. Sin embargo, sin insistir siquiera en la dife-
184 185
reRcia de estructura en la sílaba radical. punto que no carccc de importancia, el desvío ya producido en iranio antiguo un nombre de asente que seria paralelo del védico
de sentido está tan marcado, incluso en védico, en la noción de «alfombra sacrificia1» brahm6n. para desiJnar a aquel que conoce y realiza las prácticas del culto. Es una
(borh~-) y el de br6hmon-. que es inútil tratar de conciliados. La técnica de la obla- razón para creer que brahmón es una denominación puramente india que tiene por
ción a la que pertenecen barhi,- en védico, baTiJ9mOn- en avéstico, no tuvo jamás nin- equivalente en Irán un término diferente: el flBrava" del Avesta.
guna prolongación en el sentido abstracto, religioso o fllosófico. que es cxclusivamen-
te el de bráhman. De hecho barasman- no es en avéstico más que un termino del ri- Los nombres de las otras dos clases son derivados o compuestos que pueden inter-
tual sin implicación religiosa: designa un instrumento cuyo uso se describe con el de pretarse fácilmente; no dan lugar a ningún problema tan complejo como el que plan-
otros accesorios del culto. La relación caractcristica de barilSman- con el verbo atar-, tea el del sacerdote. Pero todos están unidos a una noción importante. Debido a ello,
«extender», a la que responde exactamente la locución védica barh~alJ star-. «exten- merece que los comentemos con brevedad.
der las alfombra.s», muestra que estos términos no tuvieron desde el principio más Se designa a la clase de los guerreros en la India por el sánscrito Iqauriya,
que un sentido material y estrictamente técnico, en el que han permanecido conrma- rQjanya. El primer nombre es un derivado de k.fattra. «poder», noción que será estu-
dos. Por tanto, no tienen nada en común con br6hman. diada más detalladamente en el mundo irani0 2; el segundo, rijan(i)ya-, (uic cepa
• De naturaleza completamente distinta es la rc:lación antigua, y que en otras épocas rcal», del nombre del «rey», rfJj(an)-. Estos dos nombres no se aplican a dignatarios,
• gozó de gran favor, entre el védico bráhman- y ellatlnj1Qmen. En esta concordancia sino a los miembros de una clase, y los designan por el privilegio unido a su condi-
·• habrla un testimonio de los arcalsmos comunes al indio y al Iatin; un antiguo neutro ción. No se refieren al oficio de las armas; uno y otro evocan el poder, la realeza. En
formado por medio del mismo sufijo -man, latín -meno se habrla convertido, simétri- estos términos tan claros leemos la manera en que se orienta en la India la designa·
camente en las dos lenguas, en la designación de un sirviente del culto. A lo que se ción de los «guerreros»; si hay relación entre «(guerreros» y «poden), es porque el po-
aüadirian correlaciones singulares en las funciones del brflhma'Ja y del17amen, respec- der temporal no es el atributo necesario del raj.
tivamente. Pero esta comparación choca con muchas objeciones. La comparación del En efecto, examinando el concepto del TeJe, tal como se define entre la Roma anti-
elemento esencial de la forma, el radical brah- en indio, y 17a- en latín, crea graves di- gua y la India, se verá que el «rey» no estaba dotado de un poder real l. Lo que aqui
ficultades; habrla que suponer en latín, ·17ags-men-, fonoa dificil de justificar y de la nos ensenan los nombres de Iqattriya y rfJjanya es que el poder, definido por k.yattra
que además no resulta ningún sentido preciso ni en itálico ni en indoeuropeo. Por y tiJj(anh está asociado al oficio de las armas.
eso, no tenemos en cuentra esa comparación. En la sociedad irania, el término equivalente a Jqattriyu cs, bajo su forma avésti-
No nos demoraremos en recordar otras tentativas que nada aportan. Estimamos ca, ra8aiStfl-. Més corrientemente se encuentra ra8aestar-, forma secundaria analó-
que un dato nuevo debe poner hoy fm a esta discusión. Ahora disponemos de un pun- gica de los nombres de agentes en -tar (tipo correspondiente al griego -'t<a)p, -'t'IJp Y al
to de apoyo para la dctenninación del sentido primero de br6hman. Es el correspon- latin -Ior); porque'" -star- como nombre de agente de sta- es imposible; ralces de sen-
diente iranio el que lo proporciona, después de que una inscripción en antiguo-persa tido intransitivo como sla-, «mantenerse de pie», no proporcionan nombres de agen-
nos ha dado a conocer la palabra brazman- que responde exactamente al védico te. La formación del compuesto justifIca la forma ra6ai-stfl- que significa «aquel que
bráhnUln-. El sentido del antiguo-persa brazman- ha sido establecido por W. B. se mantiene de pie en el carro», como el correspondiente védido rathef(ha. epiteto del
Henning 1, quien ha mostrado que braunan da brahm en medio-parto y en medio- gran dios guerrero Indra. Esta representación nos remite a la edad heroica, en que se
persa, y que brahm significa «forma. apariencia (conveniente)>>, y se aplica bien al exalta el ideal guerrero, en que se celebra al joven combatiente que, de pie en su ca·
blbito, bien a la compostura y a la conducta. rro, se lanza a la pelea. Tal es la representación indoeuropea del guerrero noble. No
En efecto, en antiguo persa brazman se refiere al culto y debe indicar «la forma es a pie, ni a caballo, como el guerrero indoeuropeo va al combate. El caballo es to-
apropiada», el «rito» que este culto exige. Tal será también el sentido de br6hman en davla un animal de tiro, uncido al carro de guerra. Se necesitaré. una larga historia y
védico: todos los empleos de este término tienen en común la noción de «forma cere- varias invenciones para que el caballo se convierta en montura, y la conducta de la
monial» en la conducta del oferente y en las operaciones del sacriflCio. Asi es como se guerra se transforme con ello. Pero mucho tiempo después de esa revolución, en las
definirá, en su sentido propio, el término brdhman que luego se carg6 de valores mís- técnicas y la cultura, que es la aparición del guerrero montado, el vocabulario testi-
ticos y especulativos. moniará la prioridad del carro sobre la equitación. Así, en la expresión latina equa
Por consiguiente, ellmlhm6n indio (o brflhma7Jíl-) es el que asegura la ejecución uehi, para decir, «ir a caballo», se continúa empleando el verbo vehere, «(transportar
del culto en las formas prescritas. Tal es la defmición que, al término de este análisis, en un carro»; el antiguo verbo que respondia a la técnica del carro fue adaptado al
pone de acuerdo la función del personaje con el sentido, ahora seguro, del término nuevo uso del caballo como montura. En Homero eph' hfppiJn baina (Ur' f'R'n:wv
fundamental vMico brdhman. a. persa, braunan. La base conceptual está asegurada, ~lIr~) significa no «montar a caballo», sino siempre «montar en el carro». El caballo
pues. en indo-iranio, aunque la raiz del término no parezca encontrarse en ninguna no sirve más que uncido al carro; montar a caballo habria sido para un guerrero de la
otra parte. edad indoeuropea tan poco concebible como cabalgar un buey para los pueblos de la
Todavia sabemos demasiado poco de la religión persa aqueménida para poder me-
dir el papel del brazman en el culto. No hay prueba de que este nombre abstracto ha-
Z Il parte, libro l. cap. 2
I TrtlnsactioM oJ tire Philologicol Soc~ty. 1944. pp. 108 Y 11. 1 Il parte, libro l. cap. 2.

186 187
ceptoa que, de esta forma, IOn relacionados con Iu clases. No se la puede rcconoccr a
época clisica. Al dcnomiDar al querrero. por el támino «COIDbaticn~en carro», d primera vista; le advierte indiredameote, en cxprcsioncl poco li,gnif)C8üvas en apa-
Irin es mú llcI qw: la IDdla • la i<IcoIogla in4oc:uropea dt la clase dt loo SU""""'. ricncil, pero Q.UC encue:ntnnn su scnOdo &1 comparane concepciones propiamente ~
ciale¡. UD ejemplo lo mD&trart. En una inscripci6n persa aqucmáúda de Darlo se lec
En cuanto a la tc:R:era c1ue.. el t&miDo indio es wzliyQ, Q.ue litera1mc:Dte lignifica la ..prcsioo do ... plopria pllfll al.jar dol pals tres _ : dw'iiya,¡" .Ia mala
«hombre dell'i.fIt, o 1Ca, lIpI"ommadanJalte «hombre cid puebIolt. La relacióo le esta- C05CCb..: ""¡lfa, «el ejército cnc:miIo»: dn1ugil, «la mentiru, es decir. la pcrvcrrión
bleco d. _ forma ..... la 6Itima cIasc Y la pcrtaIonda • la fraccioo socioIlJama- en el orden moral y rcliciOliO. No hay ah1 una fonnación casual. BItIS trCli caPmida_
da l'iJ. des rapooden a UD orden necesario: la primera, la 4<ID.a1a cosec:hn, arruina al cuhiva-
Una cosa compIetamcme distinta es lo que ocurTC en lrin. donde la delqnaci6n. dar; la squnda. d ataque CDCJJlico. hkre al lUerrc:ro; la tercen, la «mcntir&», alcan-
compleja. y que no Iicmpn: le: ha entendido bien, le c:omponc de dOI palabras 850da- za a1.accrdote. Aqui tenemos, transpUCIta en tres especies de infortUniOl, cu. miama
.... que dosiS""" . . . . mimIa penon&; "'0,0<1 P._'. jerarqula de las tres cIucs que hemos vilto afirmada por los nombres de IUS repl"CSCD-
m. primero es UD dcrindo de YirtnJ, «puto., cfr. viJtar. eputont. Ertos dos ttr- tantes. La lOCiedad no puede concebirse, ni el uniVU'SO defmine, JÍno ~o esta triple
minOl (Yiufrtl, lIistar) iOD muy fra:ucntel en el Avcata y rcriIteIl una importancia liD- ordcnad6n.
¡ular. Hemos tenido 1Idem'" ocui6n de analizar la lrtimolD&fa y estudiar el sentido
que alUDlCll, a la vez. CIl la vida putoril y en la iclcolo.ia reli&iosa del Irtn; cuentul B5ta división quc abarca a la totalidad de los hombres, ¿est' limitada a la socie-
entre los mAs SipiÍlC8.tiVOl de la prcdicaci.ón. zoroastriana. mlegundo,/iuJHlllt, es lID dad indoirao.ia? Pucde pensarse que ei antiquilima y que le rcmODta al pasado in-
participio presente de la JI1z/ilJ, «criar ganado•. La cJue, por 10 tanto, es denomi- doeuropeo. De hecho, ha dejado por lo demis hucllas. En particular lef\alaremos. en
nada analiticamcnte por UIl8 uniÓII de dos palabras que le refleren una al «pastoreo», Orccia, las tradiciones legendarias lobre la primera org:aDización de la sociedad jonia.
OUa a la «pnadcria». Queda un reflejo suyo en el mito relativo a 101 hijos de Ión. d epónimo de la raza.
Una expresión doble como bta deriva de una cate80rfa de cmnpuesto.s conocida Una leyenda (referida por EstrabOO, 383) atribuye a loo la división de la sociedad en
bajo el nombre de dwzndwJ. Se trata de palabru ciobleli cu)'Ol dos componentes estAn cuatro c1uc:s:
en tuúukton. simplemente ywrtapueItos. uno y otro. bien en plural, bien, más fre-
cuentemente, en dual. Los dOl t&minos, cstredJ.amente ..ociados, forman una um- 1) ,.ar,ol 2) dimiolU'fOl 3) hStropoiof 4) pIrj/.ka
dad cxmcepC.u.Il. BIte tipo CItA Uuma40 CD v6dico por MiIrtJ Y4UWIi, que
lioa diooa _ : tlyivil PfIhiYi (dpulf'T/hJYQ, _ . ticna., o también
unir". Jgs ,...,.p
cuhivadoccs
~
an......
..........
",,",dnta
~
¡¡uardiaoa
milJi-pittuil(IJ), «101 dos, padre y madre». m. dKuJdwz IUbIume la unicidad del con-
ceptO en SUS dos cspccics distintas. Puede. uimísmo, adoptar formas II:LÚ b"brcl Y Se alude a ella en el Crititu de Platón, quc hace la si¡uicnte cnumcnc:ión:
uoc:iar dos c:alifioadooa. Por ejemplo. en Iatln la CSJl"'$i6n po_ COfISCrip/i IÓIo tio-
De lICIltido si le rcamocen en ella dos ru.staDtiVOl yuxlapucstol. ptlfrrs por un lado, m4kJ1imoi
colUCripti por otro; o bien doI JfUpoI de pcrsonu, iDdcpcndi.CDtes en su ori&en. que "'-"
_ y e n junW d Senado. Ea WUl ap<esión dol mUmn tipo la que len""'" aqul en JU.mroo
lnmio: d v1mTyO y drN)'rUIl1Oll dos copocia dif=nta: nnaIC ocupa dt 100_.
la otra se ew:arga del ganado. Lueco. como una y otnl forman parte de una clase úni· Po< OlIO lado. lO con..... loo nombra dt las cuaIro gnnda trJbu¡ jonias _
ca. y un término unitario R:JVlr' para dcsisnarlol: 'IIiJtrY6 fiqant. BIta clase irania bajo la tpda do los cuatro bijos do loo. Batos cuatro nOlllbles proploo dobon orlar en
t!enc una denominaci6n fUDdonal y c:xpUcita, en coutraste con el término indio rclaci6n con 1u cuatro clases iOCiales. Deslraciadamente. SIC citaD CIl ordc::o. diferente,
lIfliJytI, q,ue indica simp1cmcnte la pertencncia a la tribu. sc¡6n los autores, COila que perturba la comparación c impide hacer coincidir de for-
Para que sea completo, hay que mencionar una cuarta c}.ase que aparece en la ma inmediata cada nombre con una de la cuatro funciones.
CSI\UDCI'llCioDea mú recientes. En Ja India, el cuarto estado el denominado Ktdrd. cu-
yo ICJltido etimológico desconocemos; se aplica a las ,entes de la categorla mis ba- Hcrodoto, V, 66:
ja, anicamente mezcladas, ¡entes sin profesión bien dermida ni función precisa. Ckfi{)n Aigikorfts ATgt/dU H6p{i~
Tambi.&l. en Irén, despuá de las tres clases socialcs. UD texto menciona la hulti, (r",,,,) (A/T~p"d CApyá&.¡¡) ("0.).,,0)
t6rmino que parece sipificar «ocupaciOO, oficio» y que le aplica. Jos artCSBDOI. No
se puede 18.be:r de cuAndo data Cita nueva diferenciación sociaL que instituye una cia- Ilurlpida./OIl. 1579-1S1O:
se dlstinta eoo el conjunto de los artesaDOI.
o.fi{)n H6pUles ~ ~¡kr"ir
. Para medir bien la importancia de esta cJasificación trlplt, hay q,uc observar que
DO se aplica solamente a las qrupaciones humanu. Se extiende • c:ocjuntos de COD- FtutaJa), SoIon 23:
Hop1Ftrll Erg<rdis GetMonta Ai6ikDfh
• HilliM rt ~ Palit. 19&. PIl. 91 'l •.
119
188
La tnulición de calas nombres ha sielo adaptada a la interpretación¡ ca evidente, FJ primer túmino RtT-f (acusativo plural de Rtr) corresponde al s6nscrito nQr, al
por ejemplo, que Plutarco se propone dc:.signar a 105 luerreros, a lot artesanos, a los sriego anb (ivfJp)¡ son 10& hombres de guerra, los jefes; arsmo ea cl U:rmino que de-
agricultores y a los cabreros. No obstante, esta lista ODomiatica debe abaratr, en 11- signa los ritoa, lo IllJI'adO; /Jeiro - lat. JliriM, «los hombres»; peqJlo - lat. ¡J«U:S, «el
ncas Icnerales, las cuatro clases. Se puede intcntar f¡jar algunu corrclaciones, pero rebafto~; CQ3/ruo que respoade allat. ctlStTO. designa el territorio cultivado, 105 clUll-
ante todo hay que liberarse dc la interpretación de Plutarco - clcmasiado clara para pos; jri-f =-lat.jruc:tw.J. Tenem05. por tanto: los jefa, 101 5aCCfdotc.s; los hombres,
ser otra cosa que una manipulación tardla de t&minos que ya no eran comprendidos. los rebdos; los campos, 101 productos del suelo; tres grupos de do! palabras o, mejor
Hdp/l/es (hdp/is) es conocido por varias inscripciones: asi, en MUeto (ligio v), dicho. ele tres dvundKl SUceslVOl. Uno de estos dvandva wiro /N([JIo, «hombra-¡ana-
hop/ithÓII (~), gen. pJur. con variante grtru:a; en Dacia K encuentra una phy/~ do». se encuentra en iranio. en el Avesta. bajo la forma J1USlI v¡ril, «aanado·
Iwpldlón 1M .,,>..l_). El nombn: debe relJu:ion.... indudabl=mu: <00 h6p1... hombres»; esta correspow1eDcla. obsc:rvad.a. bace tiempo, üw.tra la antigQcdad del rito
plural hópfu, no en el sentido de «armas., quc es derivado, lino en el sentido propio y de la fonnuJaci60 misma de bu Tablas Iauvina5.
de «.instrumentos, 6ti1esll. Tendrlamos aqw, por tanto, artesano.f. Cada uno de estos tres ¡rupos interesa. nspccti.vamc:m.e, a una de las WIlU de la
Arr6dis (confirmado por ufCI'CDciu cpicrti"1Cali de l.."'yzico y de Bfeso como nom- vida wcial; primero, 101 sace«lotcs y jcfes, luego: el hombre y lo! animales; por últi-
bre dado a una k1IUiostlÍ.l, pupa de mil hombres) evoca el oombl'e de ArgO&, cuyo mo,la tierra y sus productos.
sentido sabemos: Araos significa Tl\ n3Wv, «lUcio, Danur1.Jt, en la len¡ua de los mace- Esta división. aunque repartida de una manera algo diferente, corresponde al es-
donios )' dc los tesalios. sesún :&trabón. Argddis, por referencia al suelo, designarla, quema antiguo, con una ampJiación, No menciona solamente la sociedad de 105 hom-
por tanto. a los e:u1tivadorcs. Esa es la secunda identüK:llCiÓD la que puede hacene bres, sino los productOlS del suelo. Dejando a un lado esta adici6n. el principio de cla-
oon a1euna verosimilitud. sificaci6n sigue dendo el mismo: 101 sacerdotes, los !Ucrrcros, los cultivadores (hom-
GefBm y Aitikortús correspondcrlan entonces a las fuod.ones nobles. de las que tJm¡ y rebaiios).
se espera que cst&l a la cabeza, tal como aparecen en Herodoto. Para. Aigikmtús, NOIIOtros noa limitamos a enumerar las pruebas de esta organización social, 8111
\IDO queda sorprendido por eJ parecido de ese compuesto con aig!s. la «q¡da» de Ate- donde estas pruebu consisten en [&minos especificas o en datos onomiBticos. Los
nea. Debe saberse qw: las cuatro clases estaban. respectivamente, en relaci6n con otros indicios que pueden sacarse de un estudio de las religiODIClI o de las mitolociu
Zcu5, Atenea, Poseid6n y HefaistOll. PocLc:mos asignar las dOl (ütimaa clases a Los dos permanecen al margen de nuestro propósito. Adcmis. ése es el dominio al que Geor-
últimos dioses, Hdplb como ewtesanoslO a Hefairtos, Argddis como «cultivadores» ges Dumb:Jl ha consagrado trabajos fundamentales. demuiado conocidos pw-a recor-
a Poscid6n, el cual tiene la agricu.ltura entre sus múltiples atribuciones. Quedarlan las darlos aqul'.
dos cIucs: atribuidas a Zcus y Atenea; a esta última se viocularla entooces Ai,ikorrtb.
En cuanto a OeJewt~ debem06 recordac que estt b«jo el patronazgo de Zt:us. &eg{m
una inscripcl6n (l. O. 11. 1an) que menciona a Zt"'
al 6ltimo term.lno el (mico nombre dilponible. el de ZCUs.
~fIM. Bstc tc:ati.mordo asocia

Con toda seguridad. se trata de rrupttvivenciu que ya no eran comprendidas en la


época en que esa trlldici6n fue rccoPda. y cuya interpretaci6n sigue siendo hipotética.
Sin embargo, la forma en que 101 personajes se distribuyen las actlvfdadeJ aocialca cs·
tt de acuerdo con las tradiciooei expUcitaJ de la India y del Irán, La cuarta aetf.vidacl
es artesanal, como en Irán. Por último, esa distribución estt regulada por un orden
divino. Por tanto, puede pensarse que aqui aobrevive, bajo un upceto le,endario, la
vieja divisi6n social. y que hay motivo para situarla como indoeuropea, y DO sola-
mente como indoirania.

Este aniltlil puede encontrar también confirmación en eJ mundo itllico, labre to-
do en las Tabla.. Iguvinas, ritual formulado en lengua umbra para UIO de 101 sacerdo-
tes Atitdios de Iguvium (Oubbio), en Umbria.
Estas Tabla. describen el ceremonial de la lustración anual que realizan los sacer-
dotes, y que consiste en una circunvalación en tomo del territorio de la ciudad. La
procesión es cortada por estaciones en cada puerta de la ciudad, dando lugar cada
una a oblaclone8 y al recitado de fÓlmu1as. Ahora bien, en lal ple,arial que se repiten
en forma de ktanias. reaparecen ciertas expresiones que merece Ic:r analizadas. Piden
la protección divina sobr'c: los seres o lu cosas que aon enumeradas en seis nombres
, nlle sobre todo L'IMvlo,it "/pIlrt~ da Indo-Ew~fIS (Bruxelles, 1931), 'J Úl reli,IOff ramal,..
aKlliecutiVOS, repartidos CIl tres grupos de dos: urdulrqw (Parl., l!1l66', donde u anuDda una refundición de Dbru antcriora, ent~ dlu Jllpirrr, Mm$,
n~Tf aTSmo IItiro ptqJlO cas/ruo frll Qu1tfma (Puf', 1941).

190 191
CAPITULo 1 la unidad mú pcquef&a, le amplian hasta enllobar el conjunto de la comunidad. Los
t&minos que lasdcsignan, son:
LOS CUATRO cIRCULaS DE LA PERTENENCIA SOCIAL
1) dom-. tUmQ1UI-, rrmana- (formas equivalentes que se reparten según la edllld
de los textos), «familia» y «casa.). La segunda fonna, diJmÚlla, deriva de la primera,
dam- por sufljadón; y chmana lleva fonéticamente a nmil'Uh'
2) por encima, vú. «clan», que qrupa a varias familias;
3) por encima, vmtu. tctribu», propiamente Kel conjunto de aquellos que son de
isual nadmimtolt;
'0 por illtimo, dayltw, que se puede traducir por «P&1J».
Aliado de cada uno de estos ti:rminos iranios puede ponerse el ténnino COlTCspon-
diente en stnscrito: dom, «casa» (av. dom-); '1/1.1, «comunidad, pueblo» (av. v;");
jantu-. «criatura» (av. UlfItu-). Al cuarto túmiDo, avéstico dohyu-, «pWs», corres-
~. De carktcr fundan.I, .. triputiciOo. utudlada ca el. c:ap. 1110 • c;oanulClc ponde el védico do:lYw que. en las circunstancias que tratarClllOl de precisar. ha toma-
CD. modo .t¡uDo coa 101 drcub de pateneDda. dMIIofIcs poIkXm que datan. 1110- do el sentido de «población bArbara y enemiga-. Pero DO encontram06 en la 1Ddia
cicdad aHUiIdcnda eo III a:tCDlibn. Aqut el antipo innIo ha c:omcrvado ClIalI1;J UnnI- una rcla.ci6n orglnica entre estas cuatro dcnOmiDaciooCl. No le unen. EllC!lquema an-
DDI que cbIpan. rapcdiYamaItc. la «familiu. el cdarut, la mibu., el .~Iu. hro.
menudo., • compuatiIb. le rauIla muy COItOlO ratwb\coer c:oa prcdsi6n el valar antl- tiguo cstt ya alterado. La 50Ciedad lrania ha sido mo conservadora.
¡uD, ~ropco.CSem-. d:rmiDol.. La misma observaci6n vale paI1l las lenguas clúicas. Materialmente lencmQ5 los
El Clltud10 altnto de la niz • Mm- -qu.e ¡roporciona el IlOJDln de la pequen. uni- correspondientes de lO!! tres primeros términos: gr. dómos (~), lato domlJS; gr.
dad (ir. • m-) de l. llcun r;:omo entidad .ocial (1lt. domu.r. IT. homa. d&)- nOl IlcvI • wofkos «o)DtxoQ,lat. u;cus: y gr. glnos (yt~ (neutro en -a), lat. gens (femenino en -ti
dtstio¡ujrla de tu ndl:Cl 'dem M. «COOJtn&lr~. y 'dotn/~), .dDmA.... alu que por rq). por tanto,latln -Kent;- frente a· gentu-. prototipo del tmnino iranio). Pero ni en el
¡eneralla uodan 101 dk:dooariOl. Ea. euanto al cambio de ICI1tldo que.e o b _ p \'1,-
riu 1aJpa. de cCIA-fUDiliu • «-..cdifkicllt, n:~ 1111 c::aJlIbIo 1OdaI.: el ~­ mundo clúico ni en la India constituyen una lICrie. La correspondencia es sólo etimo-
miaIto de la Iflm fmJiJia que ~ poco. poco, UDa lOdedId ~.,q6D lógica. En griego y en latiD, estos vocablo.! h~ DO se ordenan como en iranio.
la sa-JoP por UD lOdcdId lIlbdiYicid& qúIlla JDOF&fIa. No se recubRn ni entre cllatin y el PIO. Lejos de constituir dos unidades sociales
Hay que fCPUU. por tanto, p. dómOr,.COIIIlruI;d6a. CUP J Iat. tItJmu, que do- di5tin.tas, sr. d6mos y (w)otfcos sipifican prácticamente la misma cosa, «cua>t; 100
lipa DO el cdifido. liDo el «Cil cuu, oomD euticWd .ocW cocamada poi' el domllllU.
razones de i:poca. de diJJecto y de estilo las que hacen aparecer un tUmino mis que
Por CODlill'kn1e. dMIMJ entra CD pm~ caatrutada CVJO aq;uodo drmluo _1M lo
que CIt6 r__ dd c1n:uIo dc:II!XUicD: IIomf milililleqw. doml: ¡JerqrT, dt»rtat#tw: rlUt1- otro. En latin no encontramos tampoco la estructura ¡rania: uicus no e& el grado su-
cus; la pueja domi: /orls, .cicnuo: fuera (de CUI]. hace aparoc:er Id nombre tdh-r- de perior de domw; es una cosa distinta a la 'l/fs irania, otra cosa distinta tllIDbii:n al
la «pIlClt:u com t!rmino que dmpa la frontera, villa dcade c1mtro lI'Dtrc el inleriat y el (w)orkos griego.
ata'ior. Ademb, en Grecia y Roma, alas tá"minos que pcrtenecen 8 Cita serie se aiiaden
Frente. 101 UrminoIIruúoI, la pall.bru bomtriCM para «fuuiUll., «c1aR_, .triblUt
-dm-. pIuitrI. pIcIUoft- fl~ ala vez l"COOYKl6D.ibb J ~ poUdca. palabras nuevas, cxtraftas al indoiranio, gr. phuU (fU}.íi) y lato tribus.
Por iJtiJ:Do, Ii al 00IIlbR inDio lid IIJIÜ. ---4tlJtYa-- UHiCipUOde CD l6nKrlto el No obstante, podemos dar por seguro que la nomenclatura inmia de \as divisiones
1lODI.bn: dd Ulda1'O cxtrmjel"o»,"". es porque 101. inDJoI deIipaD natnraImeon. su soc;ialcs procede del pasado indoeuropeo. Los cuatro tbminOl citados del iranio anti-
pueblo, YiIlo cIcIde d interior, COft u. ckrindo de dVw. ~, m1cmr. que: ~­ guo reaparecen c:n 1&5 palabras compuestas que designan el «jefe» (pgtl) de cada divi-
fa b irJcID ate mimIo dMfJv, YiIto dftIlI,e d a:teriof. ~ nec:aariamcatc COD'IO
UlC!avo-a1Jujcnnt: de ~ modo CnI;OD~ nuevafJlml.t Uutnda la impoltanCil de si6n: dmimrl-paiti, 'Jis-JXlfti. Zt11f1v-jJQIII, dahyu-ptllIi. E5ta jerarquia, que lo cs, estaba
la opolici6n r:kDlro-fucrl. fuertemente arraigada; ha subsistido en el mismo orden en medioinmio, a pesar de la
evolución del vocabulario y de: la lengua; milnbtd, vi.Jbed. z,aruIbed. ~hbed. Es que
se remonta muy atrás en el tiempo. La de.scubrbnos, por dos de esos ttrminos, en un
La organlzaci6n tripartita que acabamos de describir establece, en el !lena de la so- estado anterior al iranio y bajo la misma forma de compuestos. Av. ,pmQna-pafi- tie-
ciedad, c1aaes de función; no reviste un cart.c=' polttico. aalvo por el hecho de que la ne su para1clo a la VCl; en el vi:d. dom-pali, «amo de cuu, en gric¡o en dup6tis
clase sacc:rdotal determina, por ser la primera, la jc:rarqula de podcre5. La orpniza- (&~ y av. 'ViJ-pati-• • jefe de cla4», y a la vez en véd. yiJ-J1flti y en el lituano
ci60 propiamente IOcialse apoya en una c:luifK:aclÓll completamente diferente: la 10- .,,-;"pot!. «jefe de clan», de donde cenar».
c;icdad ya no ClI consickrad& co.1a naturaleza y cn la jcrarqula de c1ucI, siDO en IU a- La agrupad6n de estu cimominacione:s mucrtr& 00m0 se ordenaban. Ahora hay
te:nsión ro cierta fonna nacional. se¡(m los cirl:U1os de pmCDCllcia que la contienen. que considerarlas suocsivlJllente y dcfll1iT cada una de dlu cnlU particularidad.
El nombre de la «casa», que viene en primer lugar, es uno de los mejor conocidos
En el antisuo Ifin es donde ClIta estructura es més aparente. Comporta cuatro dd vocabulario indoeuropeo. Ademú, esté. unido a una raiz verbal de una forma que
CÚ'culos coocáltric:oa, cuatro divisiones sociales y tcrritorwlC!I que, procediendo desde parece inme~tamente comprensible: y satisfactoria. La fonna irania dam- se une, en
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electo, a la rannUa del lar. domlJS. Si en latln domws (femenino) es un tema en -u-,
A primera vida, cata gnm reconnrucd6n etimológica, donde mua un gran nlame-
por d te&timonio indirecto de1latin mismo sabemos que ha ~ con \DI. ~tiluo 1'0 de fom:w; tomada.s de todas las lensuas de la familia no plantea ninauna diflCUltad
tema masculino en -0-, pol'QUC ·domo- el que es supuestO por el derivado doml1JN3; 1& ma)'Or. Las relaciones supucstu enlce las nocional son, al menos, plau15iblc:s. Se pue-
forma griega d6mos lo contlrma. En griego, aliado de d6mos, «CUP, tcne:mo5 el fe- de encontrar natural inclwo que un nombre que designa la «casa», y que es comÍlD a
menino domí (8otl~, «cd.ificiOIt, y el nombre de apnte ·domós (.~, con el casi todas las lcD¡uas, proceda ele UDIl ralz verbal igualmente anri&ua, que significa
acento 5Obn: el sufijo, que se c:ncw:ntra en composici6n en oito-d6mo:s (D[xo...~), c<construirlt. Se deduce de cllOll que la primera unidad wcial, la «casu o la «familib,
t(el qw: construye la cuu. La misma.forma tc:mitica es conocida tambi&1 por vl:d. deberla su nombre a la tbica material del trabajo de la madera de construcción.
dama-o «casa». Como tmIa en -u- aliado dellatin domu- y cld antiguo eslavo doml1. Pero, para Q.ue una demostraci6n sea vilída no basta con que no choque con la
se contari el adjetivo derivado v&ii.co damii-ruz/J, «domátlco (protector) de la~. vc:rosimilitud. Cada uno de los ¡rupos l.exica1es puestos en relllCión de e!ta forma re-
as1 como el compuesto armenio /Il1Iu-(ti'J, «(dueño de) CUb. vd&., tru examen, particularidades de forma y de sentido que parecen originales e
Tanda ·domo- como ·dOmtl- cstto sacados de un antiauo nombre-raJz que puede irreductibles. y que: hay que cl.uirlCM antes de confrontarlas. Sólo este anüirls previo
tener las formas ·dem-, -domo. "dm-, "dfu-. Aparece en forma bñre o en composi· autorizad UD juicio sobre el empartDtamicnto genético de las fonno. m método
ci6n en la expresión sa. pati,. dan y dam-patiJ}. av. d~nK paitf.i (donde chns repres~ comparativo CI puesto aqui a prueba en toda la extensión de nuestra investigaci6n.
lo "dams), «dueño de CHU, a la que: responden en ariego desp6tes.y d~spol1lQ Por taDto, tomamos de nuevo, desde la base, los datos de esta comparación para des-
(8úntOl\lCl.). Estos dos compuestos griegos no son ya analizllbles en fecha hist6nca, pe- cribirlOi en SUlI caracterlsticas propias.
ro los elementos se dejan reconocer por separado y juntos: -pátis (·l'l'Ó1:'rId y -po/na Si examinamos el nombre de la «casu, no tardamos en observar que domus en la-
(,1;Ollla.) representan, respectivamente el antiguo masculino "poti. «amo», y el antiguo t1n y d6mos en griego, que parecen, clcjando a un lado la diferencia morfol6gica de
femenino arcaico" potnya, «ama»; el compuesto du-poIM tiene como correspon- los temas (htt. -u-; griego -0-), recubrine por completo, difieren por muchos conceptos
diente en vMico dam-patn;, «ama de casa». en sus cmpleOll 1bicos. En Homero, d6mos aparece acampanado de epltetos descrip-
Hay otros testimonios de elite nombre-ralz • dem- en griego. Como la c:JI:presión tivos; la casa es «grande, alta, bien construida, amplia», etc., tiene las caracterbticall
homérica him¡teron dó (~nplW 3W), «nuestra casa», anti¡uo ·dom (como armenio de una construcción; el ddmo$ comporta UD velltlbulo que se denomina prddomos,
tun, «casa») que mi! tarde se ha ampliado en dóma. Por regla general se admite que «parte anterior del d6moJ». Nada semejante tenemos en latín, donde domU3 no admi-
ddmaf {3áfuy), «mujer leJlti.rn&», pcrtc:nece a la misma familia. y.se lo an.aliza como te nin¡una cualif'u:aci6n material y jamis 4m,gna un cdifido. A la Laversa. domus sig-
dom-, «casa. y -ar, de la raiz de «pa.pÍlDW, «ordenar, cUspol1~f)t; el senti40 CS, por nifica siempre «eua» en el sentido de af1LlDi1íu. lo cual es eompktamCDte exttafto al
tanto, «aquella que admin1&Ua la casi•• El grado cero de ·fhm. es decir, ·_dm-, se re- griego d6mOif. Ademis, ciertas formu c:aJualcs dcllat. dorma e:stio fijadas CI1 !un-
conoce habitualmaltc en homérico mes6-dmi ~1'\l, en ático mesómni (Jwl61lYT¡), ci60 ad\tcrbial: domi, domllm. domo. En &rielo, estos empleos adverbiales son impo-
que designa la viga central que une dos montantcll:, dos pUares en el interior" tlc: la ca- sl.bIes con dómos y dónuz; existen, pero con ofJcos; respcct:ivlUDCDte tenemos. frente
sa. Adcmis, tenemOll ·dm-inl- en dmÓS (!~, «SCIVidorlt, lenitivo dmóós (~;), al llit. domi. domum, domo. sr. oflcoJ (ofxlx.), oikade u oík6nde (oTxm&., otx6t.t&),
femenino dmo; ~f¡), «SirViente» para aquel o aquella que es de la casa. ollrotlren (ol'xo&.).
Todo este conjunto de formas nornina1cs esta vinculado tradicionalmente a Ea el mi5mo orden de ideas, obscrvamO!l que domi, domum, domo, rignifican 50-
una núz. verbal .don-, «c:omtruir». Las fofllUlli ele • dem- atcatiguan lo que se llama lamente «en cua de: uao», sin o con movimiento como punto de lk:p.da o como pun..
una raíz disilibica: • dem-a y dmó, griego dhno (34w), perfecto pasivo dldmilaJ lo de partida. Estos adverbios opoacn el «en casa» a lo que esti fuera (fortll. forilJ o
~'flrclt), CfL neódmatos (\I~, «eonstruido r;eientcmcntn, dimas ~, al cx.tranjcro ~gre) o aún a las ocupaciones habituales, los trabajos de la paz. do-
«fonna, apariencia corporallt, propiamente «estructura». mi. a Ja guerra, militirn. Semejantes represmtaciones apcnaJ ¡eriaD con.ciliab1el con el
De los diferentcs lemas de esta ralz se sacan variaJ formaciones nominalcs. Sobre nombre de la «casa».i hubiera que tomarla como «construcci6n». El evidente que CI-
toelo, con sufIjo -lIna-. los derivados indoiranios, avéstico ihmana-, antiguo persa tos empleos adverbíales suponen una signiflCaCión moral y no material de domus.
"mana-. védico malUl (de ·dm6na-); con sufijo -ro-, elaerminico "d~m-ro. anglosa· Consideremos ahora la relación admitida entre domus y una raiz (ckm-. «COOll-
j6n (e inglés) timlJe', «madera de colllltrucci6n», al. ZJmmer, «armaz6D», luego «ha· truir»). Si la «casa» fuera simplemente la «construcción», se esperarla encontrar un
bitaci6n», así como el antiguo verbo denominativo gOl. t/mrjan, (ccscuadrar la made· verbo ·rhm· en latino Pero el correspondiente del verbo grlelO fUmó, «coOlltruir», es-
ra, construir». ti ausente del vocabulario latino, lo que aleja también domll3 del ¡riego d6mos. :m
Por último, se admite que esta misma ralz, ·dem-, «construir», ha producido, d.esvto entre laa dos lenguas y la diltancla en.tre las dos nociones i!urac: plenamente, si
ademú del nombre de la (ccasa)), un verbo derivado de ese nombre, que si¡nifica 'Cdo- le enfrentan las cxprcllionea para «construir (una C85a)>>. El arieao tiene un verbo
man, verbo representado por ellatin domare. grie¡:o datrUÍó. etc. El vínculo de send- oiJro-domdn, denominativo del compuesto oiktJ..dom6s. «CODIU'UCtor de cal", don-
do sería «unir (un animal) a la casa, domesticarl+. de se notari. que el nombce de a¡mte de • dnn-. tiene por rt¡imen o1.tnf y no ddm03.
Todo este conjunto etimol6gico es puesto por los diccionarios recientes bajo una ¡,Cuil es d equivalente latino de oikCH'iotMf1t'f Es el verbo comPUCllto aedtfkvre. Aai,
sola y misma rúbrica "dem-, y ordenado a partir de la noci6n de «Con1ruir»; no obs- al griego -dOlftCTn responde ellatúllacio y no un verbo de igual niz;; a oJko.- respoo.de
tante, Meillct se expresa con cierta reserva sobre la rdllción moñológica entre "Mm-, DO donnu, sino ftdes. La formación de aedi/'ic:tlre es, por tan\O, una prueba evidente
teconstruirlt, y dml-, «casa». de que el valor propio de domlJS no tiene nada en comCm con el de aedD~ y que, en

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CODICCUencia. diJmKJ no puede haber aido UD t&mJno de arquitectura. Si 6C pm:i5a cede de "'domo-no-) • dOtmll. Ademú. la fonnaáÓD comprende aJannos nombres
una confirmación, se la eD.CUCIltra fuera del latln Y delFielo en un ta'Cer ",croo com- propios. tocIoa cIloa diviDoa. _ ca d di", cocarpdo de la protccci6o de loo
puesto de ip.a1le1ltido¡ en OICO «CODJtruir» se dice: tribturlkIrvIJm (infinitivo al -um). puertos y de la riqueza que en ellos se aeumulan. ticoc para IU. &en icio un /'IamvI
&te verbo le ha formado de trif1>. ( - ",b-), «CUU• ., ruk-. «encerrar, atrincherar» portwzJ;, y _ que le cattu .......,.duo las _ _IUI. Su nombre ..... de 61 d
(cfr. lat. atCft). Blto cIcbc lCf en. OICO un tabl d.cllfielo oikodomdt. reaHudo, ~ - del pomu, IlfilIlloo=Ie la cmboCl"l,,", y tambiál d paso de loo doa. ~
IDO mud10l otros pr6lCamo6 OICOI. bajo 1& influencia de la cMJjzadlm ¡riep. Pero DO el en.Hable liquicra en lat1n.: pero podemos m:onnnúr por com¡:mac:ión un sus.
tambim al OICO la «cala» material tiene una clcnominaciOn particular, "' '!'lb. tanlivo. ·ntPtIl- (tema en ....). que debe ai¡n.lfkar «humedad. elemento 1alO8O».
TenCID.os, por tlUltO. en estu trcI lcn&uu, un verbo 'lue indica la cODlitrucción La fCJJ'lDRCiÓD de FMtun" requiere una explicaciÓD. En la exprcaión tradicional
material que Clti compucata con el nombre de la «eII&»; ahora bien, este nombre no I~ lortunll, «por azarlt. le ve (aunque b&ltante poco claro). que Jon y lo""n,,
ha sido jamú sacado ele "'Mm. «contrWr». Bste es un nuevo indicio que Ictlala la di- constitu)ICn una sola locución. pero sin que le discierna a primer. vista cómo eat6n
ferencia entre el sentido que se habla reconstruido plU1l domus y ellentido efectiva-
mente CODItatado•.
A partir de ese momeoto el problema se precisa ca latin. Dos WltantiVOf.
dOt1UU. pueden tnlducirsc igualmente por «ca&U. pero DO IOD equivalentes ., difieren
_a
y
coordcaadu las dos palabru. F~ CIi un anti¡uo -Jm/-. que representa - bJtr-ti-.
nombre de ac:ciÓll de la raiz; deJero: hay que ncordar que esta r~ -bhr- no .i¡nifica
simplemente port". [«lIevant]. sino mil bien comptH1u [4u:omportarlt]. y ~kr
[llllcvwtl. de aucrte rp:eforo .. 1a ua:i6. de comp<><tano y «tqudlo rp:e d _
mucho por su dcrivad.6n. .Aede1. ecua. templo», en tanto que COIlJtI'UOd.ÓD, ha dado comportu. Por IU. parte. Fonult« no es un limpie doblete: de Pon; el un adjetivo que
Iupr al <k:rivado o«IiJis. ma¡jatra<lo que vela "'" la ,o".ln":ciÓD de Iu casas y mAl c:ua1ifica F~ y lo prcc:ila al mismo tiempo. La POOl Fortuna ca 1& FOI'S (divinizada)
csp=cia1mcnte de 101 templos. De domu.s, no hay derivado comparable: "'domiliJ no de -Fonu-; CIta forma. -/onu. estt COIlflrmada por el adjetivo JortMlha. En tanto
aiIte. y a la inVcrJI.. hay doI derivados pmticular~ de domws: 1) domicilium. cuyo que pcnorwJidad femenina Fot1IuIlI es • -/0"'14 lo que Portunrl$ a por1.IIS.
segundo término deriva, a su vez" de un anti¡uo -coIlI. tal como fi¡ura en azrico/ll.' Por fIllimo. TIIJmn... tl¡ura de la vieja mitolo8fa nuDIIDll. ADti¡D.. pleprias iD-
ahora bien. domJdJium. «sede de la t:IomI/..T». indica 1& CIU& co cuanto TCaidcm:ia y VOC8Il Amr 77bninu.r, diolI cuyo nombre ha derivado de 'I"ibuíI. TIbcr. BIta forma-
no co cuanto c:omtrue:eión¡ 2) domünu. tamino social. Para nosotros. domu:J y do- ci6n secundaria co -1I11J comprende. por tanto. c:icrto número de nombr~ de divinida-
mi,",s, IOn palabra difcn:ntcs; pero los latinos 1&1 lentian fuertemente vincq1adas. des que reiDaIl sobre un elemento o una fuerza. y dos términos que dcsianan una fUn-
Por ejemplo. con uno de CIOS juelOl etimológiooa que tanto guatablUl a los viejos ción social. dominus y trlbwnw.
poetas latinol: «O domU8 antiquD. hftt qllam d&ptUI dominare domino»¡ en Cicerón: Esta partieu1ar:idad léxica adquiere todo su valor cuando se constata que, fUera del
«domus erar ItOn domino mar" onuzmmto quam ciuiUlti», hasta San Jer6nimo: in latln, d mismo lufijo le empica en las mismu condiciones. En ¡ermáDico antiguo te-
naJll unW' PMrrUltOT; in domo IUIW dominus.» Pero el dominus no ca, en modo al· ncmOl un grupo de palabras sufijadas de CIta forma que comporta igual que en latln¡
lUDO....pooaable de la """"",,"1m de la ClIIll. por un lado. nombres de fuo.cioncs lOCialcs; por otro, nombres propio¡: "iudD1U.
Finalmente, iDcluao Jo¡ c:mpIcoe: de dOlfULl mlatfn cxclu,m toda a1wi6n • una nombre del n:y en 86tico. repRSCnta un antiauo - IeJIfG-1fOJ. que Ji¡nifica «jefe de: la
construoci6n: fnlcucotcl con poKIÍVOI. dOlmU meo. apwd me domi. indb.n riempre .. taltb. de la tribu. de la eomunidad¡ &6tk:o kindiM, «jefe de c1an», salido de
el «en caau. De ah! vic:Ile que d ¡ha allquid m mlltJ domi. «teDIO aI&o en mi casu, o pnti41... jefe de Ia,e... Combinando loa leItimooiot de ""'" dialectos acnniDi-
cquivalp a «yO poaeo». AIt. en Plauto, aU atrmtwn domi m, «aQuel que tKoc di- COI. le obtiene tambHn ·tbuxli-nos. L isl. droltin. «jd'e de tropu, efr. -ncJmaj60
nero (suYO. CI1 IU cua)>>. Todo& mOl JaSIOlI cancterizan domK'l como nociÓD fami- dryhtm; el tmniDo de baJe "drott. «tropa,.. en antiguo islancUs. Este tipo de forma·
liar, social. moral, pero en. modo ~ material. áón rcapan:ce: co anti¡uo islandés en Rujan. sobrenombre del dios Odio, que cati
En Catón. Icemos UDa anti¡ua pkpria dirigida a Marte durante 1& lu.&tracioo del formado IObre Jterr, «ej&átOlt. El pnXotipo es • ~IIOS que n:cu.crcta el griego
QDlPO. Comiste en fórmulall arcak:u. transmitidas a uav&: de generaciones y repro- ~oinIII01. «jefe». AJcunoa de estDl UIlIÚDOI han entrado en la onoIÚJtic:a personal.
ducldallitcra1mente. El oferente. tras haber cumplido el rito. hnpctra la proteee:i6n mc:lulo fuera del germAnico. como el galo Toutonos, ilirio Teu'ona o Jalo Coriono-
de la divinidad mlhi domo Jllmi/iatque nostrae. De este modo. la domus ocupa un lu- /OIB [O).
pI' entre la personalidad misma del sacrlficante y su familia. Pero hay un nombre mueho mú ~bre que entra en cata serie, el del gran dios de
Cuando, en VirlÜio. Encu exellUD1l al desemban:ar: Hic domus. IIIc patria est. la mitolo¡1a acnn'nica.. Wodan (W'otan, Odln). La forma de la palabra supoDe en
une domw y plZtrlg en su pertcnencla com6n a la cafera ele nociones locia1e. y morales. prmiDico W"oda-run (derivado en "-nos) COIlItruido sobre un término ·wóaa-. for-
ma anti¡ua dd alemú. Wut. «f\D'or». m problema es s6Io interpretar este nombre.
BD eItU rufijaciones ICCUDdariaI en -11011. el término radú:aI d.esi¡ua en general una
Pero el t!rmino mú importante • definir. porque define por si mismo etomw.. es cokd:ividad, UDI. frw::ciÓD sodal. Para que una nod6n abstracta como "' wo&r ocupe
d derivado domlma. Su formacióD porticuIar "'"""" que DOI detCllll&DlO1 co 61. El
tema es domo-., IlO domll-," la forrQ,lCi6n ca sin¡u1ar. con -no- como mfijación ICCUD-
darla. es decir. aplicada a un IU&taDtiVO que existe ya en 1& Icn.pa. m procedimiento
no ~ tan común. Se cocue::ntra cate IUfijo en una pequcfta serie de pa1abru cuya Iig-
nificaci6n es ina1nx:tiva; ante todo. tribunU.f. que es a trlbw 10 que domimu (que pro-
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ese lugar, hay que transponer el abstracto en colectivo y entender • wó&l como «las ponerlo. Nosotros pensamos que hay continuidad sin ruptura entre el sentido indoeu-
gentes poseídas por el furon>. Esta interpretación no carece de base, si no en la len- ropeo de la palabra y el del latín domus.
gua, al menos en las concepciones de la mitología antigua. La noción sería la de la Se puede situar en el período indoeuropeo la correspondencia del sánscrito dam
pati~, gr. despótes, «amo de casa». A decir verdad, el sentido de «amo de casa» se ha
Caza salvaje conocida en las literaturas de la Edad Media; una tropa, la de los muer-
tos, que una vez al año vuelve, conducida por un jefe, para <ilar una vuelta entre los borrado, en cualquier caso se ha debilitado, en griego, donde despótes significa desde
vivos, devastanto todo a su paso; luego, prosiguiendo su carrera, desaparece en el fecha temprana «amo» en general y no solamente de la casa, hasta el punto de que en
más allá. Wotan-Odín sería, pues, el jefe de esa banda. Es una hipótesis plausible. la lengua del Nuevo Testamento tuvieron que crear oiko-despótes para decir «amo de
Por lo demás, se observará que coincide con el nombre citado de Wodan: a. isl. Her- casa». Es que en despótes el nombre de la «casa» ya no aparecía. En la prosa ática
jan, propiamente «jefe de ejército», cfr. gol. harjis, «ejército», al. Heer l. aparecen ya las locuciones otx.ou u o¡x.(cx~ ~t.<mÓT1)l;, «despótes de la olkos, de la oikía»,
Para ilustrar la función de los derivados en -no-, he aquí un conjunto de hechos :uando es e? la casa donde se ejerce ese poder. ~ora bien, este compuesto arcaico,
dem(sj-poII-, «amo de casa», se refiere por su pnmer elemento a la «casa-familia» y
bastante considerables y que llevan muy lejos, pero en ellos no puede encontrarse
no a la «casa-construcción». Encontramos su confIrmación en una expresión paralela
idénticamente la noción de jefe. Para algunos, esta traducción es correcta: laL Portu-
a dam-patih (o parir dan), a saber, el védico siSur dan, «hijo de la casa», con un tér-
nus es, en efecto, el dueño de los puertos, y gol. jJiudans, el del pueblo. Es más dificil
mino de parentesco sisus que supone la «casa» como entidad familiar y social.
interpretar de esa manera el nombre de Nep/u-nus. La relación entre Nep/unus y el
Al término de este examen, parece que "'dem- (·domo-j, «casa», tanto en indoeu-
elemento líquido no puede ser transpuesta de ese modo al dominio social. De hecho se
ropeo co~o en latín, tiene un valor exclusivamente social. Muchos otros indicios pue-
.., trata, no de una autoridad ejercida, sino de un encantamiento: Nep/unus encarna el
elemento líquido, lo representa. Puede decirse asimismo también que el jJiudans en-
den confIrmar que no hay ninguna relación entre la noción de «casa» y la de «cons-
truiD>. Incluso en una lengua que ha abolido muchas huellas del pasado indoeuropeo,
carna a su pueblo. Hay que entender esto que afecta a la naturaleza misma de la insti-
el armenio, el término tanu-ter, «amo de casa», se aplica al jefe de familia. Asimis-
tución. Aquí decimos «encarnan>, en relación con la forma en que el rey era designa-
do entre los pueblos indoeuropeos de la Europa central y occidental. No era rey de
mo, el adjetivo sánscrito damu-na califica las divinidades caras a la familia.
También se puede hacer surgir esta relación de domus con la familia, mediante
nacimiento, sino por elección; era tomado del seno del pueblo, dice Tácito. Asimis-
u.na comparación con el término inmediatamente superior a domus en la jerarquía so-
mo, en la India, la asamblea debe escoger, en el seno de una determinada clase, a
cial. Se trata de la expresión avéstica visó pu()ra, que designa al hijo heredero de una
aquel que la representará. Vistas bajo este aspecto de representación, de «encarna-
noble familia, literalmente, «hijo de vis». Según esta apelación, es el hijo del • weik-,
ciÓn» de la noción de base, las dos series de palabras formadas con ese sufijo -nos se
de la unidad social correspondiente al latín uic:us, gr. (wjotkos. Este nombre no pue-
acercan una a otra. Puede ampliarse todavía el inventario. Están, además, los de-
de comprenderse a no ser que se entienda por vis una agrupación social o familiar (en
rivados secundarios en -no; de este modo, el nombre griego de la «luna», SeJéne
el sentido amplio del griego oikos), y no una aglomeración de casas. La designación
(~t.A7¡IITJ < *at.Acxa-V«), derivado de sé/as, «resplandor (lunar)>>, es un sustantivo for-
por visó pu8ra- es paralela de este modo, en un grado más elevado, a la del védico si-
mado de la misma manera que el latín /ribunus o el gótico jJiudans. Se verá en Seline
Sur dan, «hijo de la casa». Ambas se corroboran.
la encarnación misma de la luminosidad particular de la luna. De este modo, podría
Después de haber constatado la concordancia de estos testimonios, hay que con-
unificarse en su principio esta derivación, que luego se ha especializado y a la que se
sultar los datos del griego. Algunos confirman de entrada nuestras conclusiones. No
deben los nombres de los jefes de fracciones sociales.
hay solamente despótes, síno también dámar, que ya no es analizable en griego mis-
Por ahí llegamos a la formación de dominus. El personaje llamado dominus tiene
mo, y que indica «aquella que administra la casa»; dmós. el servidor el esclavo
autoridad sobre su domus.· él la representa, él la encarna. Y una vez más, llegamos a
dmoé, la sirvienta, es decir, «aquellos que forman parte de la casa», coU:o los famuÚ
la misma conclusión en cuanto al sentido de domus. No designa la casa como cons-
del latín. Por último, la forma homérica dó, en 1JlllnpolI, a veces ólll'[~poll 1Jw, «en mi
trucción material. Es en una concepción exclusivamente social y moral de domus co-
casa, chez moi», «en vuestra casa», simétrica de latín domi, domum, noción de la ca-
mo grupo humano, donde domus y dominus pueden encontrar su explicación respec-
sa como un «interior». He ahí una serie léxica que prolonga claramente en griego an-
tiva y esclarecer sus relaciones.
tiguo un sentido de • dem-, • dom-, que ya hemos reconocido nosotros como indo-
Esto está apoyado por el sentido de otro derivado, domestic:us, cuya formación
europeo.
es paralela a la de • rowesticus ( > rUsticus), si no es un calco de ella. El adjetivo
Pero frente a este grupo, pondremos un conjunto de formas que, incluso en grie-
domesticus califica lo que pertenece a la casa, y se opone a lo que es foráneo; no im-
go, deben ser reconocidas como distintas y derivadas de otra familia distinta. En pri-
plica ninguna relación con la forma material de la casa.
mer lugar el sustantivo dómos, que se aplica a los edificíos: casa, templo, y también
¿Debemos suponer entonces que el latín habría transformado en noción social una
habitación, a veces nido. Herodoto lo toma en el sentido de «serie de piedras o de la-
significación material que habría heredado y que estaría en la base del latín domus? Si
drillos» que sirven a la construcción de un muro, de una casa. Exclusivamente tam-
hu~iera tenido lugar, semejante transformación no habría podido ser total; hubiera
bién se refiere a la construcción mesódme, «gran viga transversal» del edifici~. Un
dejado huellas en el mundo romano incluso. Pero no vemos ninguna razón para su-
término esencial de la arquitectura es oikodómos. y el verbo derivado oikodomein,
«contruir», que ha sido el modelo del latín aedificare. Citemos también la expresión
I Cfr. anleriormenle pp. 72 Y ss. homérica bussodomeúein (~UCl'ao-OO¡.L~út.LII), «construir en las profundidades, intrigar,

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maquinar secretamente»; ellatin ofrece un paralelo que debe ser una traducción lite- El mismo hecho se repite en el escalón superior de la sociedad, en las formas del
ral bajo la forma endo-struos, latín clásico industrius, literalmente «que construye en tema nominal * weik-, * woiko- que denotan la unidad formada de varias familias.
el interior, de una manera oculta». El paralelismo de la formación aclara la equiva- Salvo en céltico, éstas se reparten sobre el conjunto del área indoeuropea. El sentido
lencia entre griego -domeúein y el latin struere. Por último está el verbo primario social está bien establecido por la concordancia del indoranio vis, «clan» (cfr. véd.
démo, «construir», que rige complementos tales como teíkhos, «muro» u oíkos, «ca- vis-pati, anteriormente) y del lituano vii-pats, «señor». Pero se ha deslizado al senti-
sa», que desembocan en un compuesto oikodómos; o también (h)amaxitós, «ruta»: do material de «grupo de casas, aldea, burgo», en latín uicus, «burgo, barrio (de ciu-
OtJ.LOt~L'tO~... 8'8fl.7J'tlltL, en Herodoto (VII, 200). Se añadirá también el sustantivo démas, dad)>>, a. esl. Vls't, «aldea», gótico weihs, «aldea, dominio». El griego (w)oíkos ocupa
«forma corporal, estatura, apariencia», convertido en forma adverbial, «a la manera una situación intermedia; en primer lugar «(gran) casa», que agrupa a toda la descen-
de, comO», propiamente «siguiendo la apariencia, la forma de... » dencia del jefe de familia, luego sustituto de dómos, como se ha visto antes, y «casa,
Las formas que se agrupan en torno a este verbo démo no son una creación del edificio», en oiko-dómos, «constructor, arquitecto», y numerosos derivados y com-
griego. Tienen correspondientes exactos en germánico: gol. ga-timan, al. geziemen, puestos. De este modo, el nombre de la unidad social se ha transferido al hábitat ma-
«estar de acuerdo, concordar», propiamente «ser construido de la misma manera»; terial que delimita esta unidad. Entonces se establece una relación nueva entre aque-
derivado nominal, * dem-ro, anglosajón e inglés moderno timber, «madera de cons- llos que están agrupados en el mismo hábitat: esta relación queda ilustrada en latín
trucción». De este tema nominal * dem-ro se ha sacado en gótico un verbo, timrjan, por la relación de sentido entre uicus y el derivado uicinus, «que pertenece al mismo
«escuadrar» (alemán zimmern), y un abstracto, ga-timrjo, «construcción». Compa- uicus», de donde «vecino». Según las lenguas, el representante del antiguo * weik-
rando estos términos se ve que postulan una raíz * dem-, que tiene, según las técnicas, entra en tal o cual serie específica y adopta cada vez el sentido que su puesto en la se-
el sentido de «construir por escalonamiento» para los trabajos de albañilería, «cons- rie le asigna. Pero también se ve claramente en fecha histórica que, en la unidad in-
truir por ajustamiento» para los trabajos de carpintería. doeuropea, este término denotaba un círculo de pertenencia social.
De este modo, resulta que las designaciones indoeuropeas han sufrido cambios de
Hay que examinar también otro grupo completamente diferente. Son las formas sentido bastante profundos. A través de estos cambios, podemos descubrir un gran
nominales o verbales de una raíz que significa «doman>; latín, domare; griego hecho de civilización, incluso una transformación en las instituciones que el vocabula-
damúo, a-dámatos, «indomable», etc. Este sentido se vincula no a la idea de «casa», rio traduce indirectamente.
sino a una noción completamente distinta y mediante una relación mucho más satis- Lo que *dem- y * weik significaban, respectivamente, en la organización indo-
factoria. El hitita nos permite conocer un presente damaS-, «hacer violencia, ejercer europea, es decir, fracciones de la unidad social, se encuentra designado en el nivel de
una coacción, someter». De este sentido, por especialización, resulta «domam, y sa- las lenguas atestiguadas históricamente, por términos nuevos, bien *genti-, bien
bemos que el verbo griego damúo indicó primero la doma de caballos, practicada por * teuta-, en una parte del indoeuropeo occidental. En latín, debido a que uicus se ha
los pueblos jinetes. Hay ahí un desarrollo técnico, limitado primero a un área dialec- vuelto el nombre del «barrio», de la «aldea», nuevas designaciones se han instaurado:
tal, que no puede atribuirse al estado indoeuropeo. tribus y ciuitas.
En total, debemos disociar el conglomerado léxico que figura en nuestros diccio- El cambio es igual de profundo en griego, pero adopta otro aspecto. La gran uni-
narios etimológicos bajo * dem-, «construir, casa», en tres unidades distintas e irre- dad es la del génos, mucho más amplia que la gens romana, y que no se confunde con
ductibles. la phratrfa, división propiamente helénica también. A su vez, las phratrfai se agrupan
1) * doma-, «hacer violencia, domar» (lat. domare, gr. damáo, scr. damayati, enphulaf:
gOl. gatamjan, etc.);
2) * dem(iJ), «construir» (gr. démo y sus derivados, gol. timrjan); Han intervenido dos transformaciones importantes:
3) *dem-, «casa, familia».
1) El fraccionamiento de la gran familia en familias distintas. La época antigua
En el estado indoeuropeo común disociamos, por tanto, el término *dem, «fami- se caracteriza por la gran familia donde, al casarse, continúan viviendo todos los hi-
lia» de todo vínculo verbal. No hay nada más que una homofonía entre dem-, «fami- jos, donde educan a su propia familia, donde a veces las hijas llevan sus maridos. En
lia» y *dem(iJ), «contruin>. Pero es irrefutable que se han producido contaminaciones ese estadio, no hay propiedad indívidual, todo el dominio familiar es propiedad indis-
entre las formas salidas de estas dos raíces, como, por ejemplo, en griego homérico, tinta; no hay, hablando en propiedad, herencia, quedando la gran familia propietaria
entre dó(m), «casa-familia», y domós, «casa-construcción». Esto indica también que sin que cesen en ningún momento sus derechos sobre la hacienda. Luego esta gran fa-
hubo una tendencia, en todos los términos de la misma serie, a identificar el agrupa- milia se ha encontrado rota. Por razones económicas, los hijos se dispersan bastante
miento social con su hábitat material 2. pronto. Los términos que connotan esta «gran familia» se emplean cada vez menos;
la noción misma no responde ya a la realidad de la institución; la gran familia se es-
* cinde en agrupaciones más estrechas cuando los descendientes van a fundar a su vez
* • nuevos hogares.
2 Sobre las rafees homófonas para «domar», «construin), «casa, familia», cfr. nuestro artículo «Ho.
mophonies radicales en indo-européen», Bulletin de la Société de Linguislique de Paris, t. 51 (1955), pági- 2) La segunda transformación es el establecimiento de los guerreros aqueos en la
nas 14-41. pólis (7tÓA~). la ciudad común. Esta evolución abolió lentamente los cuadros sociales
200 201
anteriores en provecho de nuevas divisiones, territoriales en esta ocasión. Las anti- Considcrúldolo de cerca, tenemos ahi una oposici6n que no era previsible, que
guas divisiones sociales, fundadas sobre la descendencia genealógica, prolJresivamente pone en contraste dos términos que no son por naturaleza antitéticos, puesto que uno
fueron reemplazadas por las agrupaciones que determina el hábitat común. el el nombre de la «casa». el otro, el nombre de la «puerta» (fores). Una noción nue-
va entra aqui en el juego léxico, el de la «puerta».
Este hábitat no es ya privilegio de aquellos que tienen un origen común. En la p6- Hay en las 1en¡uas indoeuropC8lli varios nombres de la puerta; su repartición es
lis o la k6me (xW,.i.r¡), es el azar, la guerra o cualquier otra razón la que ha reunido a desigual. El nombre puede estar restringido a una sola familia de lenguas. Ali. en los
los que alli viven. Aristóteles, al comienzo de su Política, no hace más que codificar dialectos ittlicos, el osco ue",. «portam». el umbro lIeroJe. «in portas». con posposi-
una situación ya entonces adquirida cuando caracteriza a los elementos de la sociedad ción -e. Esta palabra se apoya en un antiguo neutro" werom, «cierre», derivado de la
considerada en tanto que «comunidad» (koinonía). Plantea como unidad más lejana raiz ·wer (ser. 1I[1)6ti, «él cicna, él clausura»; alemAn Wehr), término localizado y
la odcos (los latinos dirian domus); es para él la fracción más pequena y la primera que. fuera del 08C0 Y del umbro, no tiene correspondencia mis que en eslavo y en bil-
forma de la sociedad que ha existido, y la defme como una comunidad del marido y neo. En otras lenguas, por el contrario, una multiplicidad de términos llama la aten-
de la mujer, del amo y del esclavo: es la noción de la familia romana. La oÍkos se ha ción. En latio tenemos cuatro: lores, portQ~ Itlnuo. ostium. Si en ciertos autores pare-
constituido gracias al alimento y al culto repartidos cada dia. De ahi Aristóteles ima- cen cmpleadOl!l uno por otro. se sabe que desde fecha antigua no tienen la misma sil-
gina que se pasa a la aldea, kÓmi, y a la ciudad, pólis. nif"lCaCión.
Hoy no podemos imaginarnos las cosas de ese modo; esta reconstrucción, que De todos estol nombres, aquel que e1latin representa por lores es el que tiene ma-
parte de la célula social y procede por cruzamien~os sucesivos. es falsa. Lo que ha yor extensión; está atestiguado en casi todas las demás lenguas. Su forma indoeuro-
existido desde el principio el la sociedad, esa totalidad. y no la familia, luego el clan, pea es .dhwer-, en. grado reducido "dhur-, gr. thlÚll (Gúpor;). leneralmente en plural
luelo la ciudad. La sociedad, desde el origen, se ha frat:cionado en unidades que se porque, al parecer, la puerta es concebida en. sus múltiples elementos, como el con-
engloban. Las familias están necesariamente unidas en el seno de una unidad mayor, junto de UD dispositivo.
y asi sucesivamente. Pero Aristóteles transpone a condición universal y a necesidad fi- Pero, ¿es que en ese ·dhwer- -tl:rmino inanalizable por sí mismo, que no se pue-
losófica 10 que su propia sociedad le presenta: proyecta en el absoluto un estado his- de vincular a una raiz verbal, y cuya significación etimológica se nos escapa-, tene-
tórico. mos el nombre de un objeto material que seria califu:ado por las funciones que
Es ese gran proceso de transformación lo que el vocabulario refleja: como d6mos. cumple?
el término odcos se convierte en adelante en nombre de hábitat. Hemos visto que, en Lo que importa poner de relieve es la concordancia de los empleos adverbiales de
la prehistoria del griego, la «casa» no era una casa construida; asimismo. la expresión ·dhwer- en latiD y en otras lenguas. Algunas presentan en efecto empleos exactamen-
homérica que designa a 10l!l dorios como trikhaf-wikes, «aquellos que están divididos te comparables al dcIlat.joru. «puerta», yJoras, «fuera»; griego thlÚll. «puerta», y
en tres tribus», conserva en wik-, emparentado con (w)oikos, el sentido primero de thlÚll-V! (9úpm-ta), «fuera»; armenio durfce, «puerta», y durs (acusativo plural), «fue-
agrupamiento social. Pero en fecha temprana, oikos ha ocupado el lugar del antiguo ra». También en gótico tenemos un compuesto Jaura-dfJuri. literalmente, «fuera de la
'dem, «casa», luego el valor de «casa» como edifIcio. El. cambio ocurrido en la socie- puerta». que traducc 'R'M&'ta«, «ca1Ie».
dad ha producido: 1) el deslizamiento de 105 términos al sentido material; 2) la trans- Tenemos ahi una forma adverbial fijada en fecha muy antigua y convertida en in-
ferencia «jerArquica» de un ténnino a otro: el sentido de "d~m- ha pasado a ofkos en dependiente, aunque habiendo perdido thúraztt, desde antes de Homero, su relación
griego; de ah1 el locativo ofkoi, etc•• que responde allat. domi, etc., y significa «en con thúra. «puerta» (de la casa), se ha podido decir OIAo.; 8úpor;~, «fuera del mar», en
mi casa», en «tu casa»; otlcos ha recibido todo el valor antiguo de "d~m-. En suma, la Odisea (3, 410; cfr.n. 16,408). En las lenguas eslavas, la relación subsiste entre los
asistimos a la abolición de la estructura social indoeuropea y a la promoción de térmi- dos términos; por un lado, dNtll, «puerta», pero también en todas las 1cnguas eslavas
l108 nuevos. Los antiguos nombres genea1ógicoa se vacian de su sentido institucional y modernas: ruso lUZ dvorl, servio nadvor, etc., «fuera», propiamente «a la puerta».
social para convertirse en una nomenclatura de divisiones territoriales. Cada lengua Tales correlaciones. cuya antigücdad es evidente, aclaran la naturaleza de esa repre-
procede a una nueva disposición de su terminologla. La manera misma en que se ope- sentación. La «puerta», ·dhwer-. es vista desde el interior de la casa; IÓIo para aquel
ra esta transformación en las diferentes lenguas está llena de enseñanzas, porque las que estt en la casa. «a la puerta», puede significar «fuera». Toda una fenomenologla
leng:uas no tienen la misma manera de ser indoeuropeas. E1latin lo es por su fidelidad de la «puerta» procede de esta relación formal. Para el que vive en el interior,
a los usos antiguos. al vocabulario de las instituciones, aun cuando este vocabulario .dhwer- marca el limite de la casa concebida como interioridad, y protege el interior
recubre realidades nuevas; de manera inversa. el griego organizando, por la persisten- de la amenaza del exterior; noci6n tan profunda y duraderamente inscrita en las len-
cia del modelo primitivo. una nueva serie de designaciones. guas indoeuropeas que, para nosotros también, «poner a alguien a la puerta» es «po-
nerle fuera», «abrir o cerrar su puerta a alguien» es «admitirle o no en su casa».
La eategoria de sentido en que el nombre de la «casa» encuentra su valor indo- Se comprende que en latin Joris sea lo contrario de domi: el «fuera» comienza «en
curopeo detennina también esta noción bajo otros aspectos. Entre los empleos de do- la puerta» y se dicefori" para aQ.uel que está en su casa, domi. Esta puerta, seJÚD que
mU.f~ hay que considerar aqui la fonna adverbial domi, y la oposición que el uso lati- se cierre o se abra, se convierte en simbolo de la separación o de la comunicación en-
no ha establecido desde el principio entre domi «en su casa» y foris, «fuera» o, con tre un mundo y el otro: por ahi, el espacio de la posesión, el lugar cerrado de la segu-
movimiento, entre domus y Joros. ridad, que delimita el poder del dominllS~ se abre a un mundo extrafto y a menudo

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hostil; cfr. la oposición domi/mi/itiae. Los ritos del paso de la puerta, la mitología de ria que la extensión dialectal de los términos está en razón inversa a la generalidad de
la puerta, proporcionan a esta representación un simbolismo religioso. las nociones.
Es significativo que el adjetivo sacado de este nombre de la puerta designe no lo Recordemos que hemos partido de la serie avéstica dam-. viS-, zantu, (dahyu~.
que concierne a la puerta misma, sino a lo que está fuera, al mundo extraño. Tal es, Ahora bien los datos son más abundantes para la primera que para la segunda di-
frente al griego thúra, «puerta», el adjetivo thuraios (aupara¡;), «extranjero». Igual- visión. Las 'dos tienen en común una tendencia a cargarse de un valor ~aterial de
mente el latin tardio ha sacado de foris, foras, los derivados loranus, foresticus, fo- hábitat.
restis, todos ellos para indicar lo que está fuera, lo que es extraño. Esta relación debla El tercero, zantu, pertenece a la misma familia etimológica que el latín gens y el
estar viva; continuó actuando incluso cuando el nombre antiguo de la puerta fue griego g4nos, pero difiere de ambos por su formación; Del latín gens di~~ere en que
reemplazado por términos nuevos; asi en las lenguas romances, donde ha producido comporta un sufijo -tu, frente al -ti dellatin. El estudiO de estos dos sufiJOS y ~e su
adjetivos derivados tales como el italiano foresiiere, «extranjero»; en antiguo francés, relación exigiría amplios desarrollos, que hemos hecho en otra parte 3 • ~bos tienen
especialmente en normando, horsain significa «extranjero, aquel que está fuera, que capacidad para formar nombres abstractos; -ti se ha desarrollado más ~Ien en com~o­
no habita en la localidad», y también en francés moderno, forain, «que llega de fue- sición, y -tu para los nombres simples. No obstante, hay palabras Simples en -ti, y
ra» (Iat. foranus). Incluso el adverbio francés hors implica necesariamente un sujeto gens es una de ellas. .
que esté en el interior; poner a alguien fuera [hors] de la ley supone que uno está en la Desde el punto de vista morfológico, latín gens tiene un paralelo en el denvado
ley. Aunque la noción de la «puerta» ya no se exprese en las lenguas romances por las avéstico fra-zanti-. «descendencia», así como en gótico kindins (de ... gentinos), «he-
formas del antiguo fores, continúa separando, como un límite invisible, el espacio del gemtm. gobernador», que ha sido analizado en páginas anterio~es (p. 197). Pero l.a
interior y el del exterior. designación avéstica zantu- se limita al indoiranio; e incluso .védlco )an~-, .«es~ar ~I­
Por otra parte, el sentido material de ... dhwer- se refleja en ciertos derivados anti- vo' colectividad de humanos, raza», que le corresponde, no tiene el sentido mstltuclO-
guos que se refieren a la arquitectura, como gr. pro-thuron (1tp6·9upov), «vestibulo» nai que es propio al av. zantu-. De este modo se ve que la situación de zantu es dife-
(literalmente, 10 que está delante de la puerta) o antiguo eslavo dvorU, «patio (de la rente de la de gens y, a pesar del parecido de estos términos, nada prueba que sean de
casa)>>. la misma fecha.
La oposición domilforis comporta una variante donde foris es reemplazado por El hecho importante es que, frente al neutro génos del griego, tenemos aquí pala-
un adverbio completamente diferente. El término opuesto a domi está sacado esta vez bras del género llamado animado, masculino-femenino. El ~ent.ido ~e estos t~~inos
de ager, «campo» ( < . . agros), bajo la forma del adverbio peregri, peregre, de donde depende estrechamente del sentido de la raíz ... gen-, que no mdica solo el naCimiento
el derivado peregrinus, «extranjero». También aqui tenemos dos nociones que pare- fisico sino el nacimiento como hecho social. Varios derivados nominales lo ponen en
cen diflciles de conciliar con la significación histórica de los términos. evide~cia. En una organización social definida por las clases, el nacimiento e~ una
Pero este hecho latino no está aislado. Otras lenguas indoeuropeas asocian el condición del estatuto personal. Se precisan términos que, al nombrarlo, caractericen
nombre del «campo», bajo una forma adverbial, a la idea de «fuera». Si en griego el nacimiento como legítimo, por los derechos que confiere a aquellos a quienes les es
agr~i significa, sobre todo, «en el campo», por oposición a la «ciudad», por otro la- reconocido. Además, esta legitimidad vale, en primer lugar, para los hombres; es a
do se constata que «en el campo» no indica sino «fuera». Asi, armenio arta~s, «fue- los hombres a quienes se aplican los derivados colectivos s~cados de esa r~íz * gen-,
ra», es derivado de art, «campo». En las lenguas bálticas, lit. lafikas, «campo» (latín que designa a aquellos que se reconocen ~n antepasa~~ com~ e~ asce?dencla ~ascu­
lucus), tiene una forma adverbial/auke, «fuera». El irlandés dice immach. «fuera», linao Esta¡ condiciones expresan lo esenCial de la nOClOn: naClIDlento hbre, legltll~:lO y
de ... in mag, «en los campos». descendencia masculina; ayudan a definir mejor estos términos paralelos y del mismo
De estos términos diferentes, pero paralelos, deriva la misma imagen de una anti- tronco, ay. zantu.lat. gens, gr. génos.
gua relación: el campo inculto, el espacio desierto, opuestos al lugar habitado. Fuera Pero la dimensión del grupo que cada uno de estos términos designa puede variar
de esta comunidad material que constituye el hábitat familiar o tribal, se extiende el según las sociedades; no ocupan el mismo lugar en la nomenclatura.?e las .divisi~nes
páramo; ahí comienza el extranjero, y este extranjero es necesariamente hostil. El sociales y territoriales. Si en la serie irania, zantu es la tercera extenslOn SOCial, genos,
adjetivo griego derivado de agrós. «campo», es ágrios, que significa «salvaje», por el contrario, es el punto de partida de la serie g~ieg~: Aquí encontramos.ese gran
y que en cierta forma nos da el antónimo de 10 que en latín se dice domesticulf. y cambio que da lugar en griego a una nueva orgamzaclOn del esquema antiguo. E?
por ahi nos lleva a domus. Sea por una oposición como domi/foris o, por otra, más Atenas, en la sociedad antigua, el génos conduce a la fratría y la Iratria a la phule.
amplia, que contiene la noción del «campo», de domi/peregre, siempre se termi- Según la constitución ateniense, era preciso treinta ?éne (plu~al de génos) para for~~r
na definiendo la «casa» por su carácter social y moral y no por el nombre de la una phratría. y tres fratrías para constituir la phule. He aqm, pues, ~a1~bras especlf~­
construcción. cas que se aplican a conjuntos nuevos. Pero estas palabras son por SI mismas ~e ant~­
gua formación indoeuropea y las nociones que expresan pertenecen al repertono anti-
A propósito de domus y de formas emparentadas, se ha podido medir la riqueza y guo de las sociedades indoeuropeas.
la especificación de una denominación que cuenta entre las más antiguas del mundo in-
doeuropeo. Los otros términos que derivan de la estructura politica de la sociedad es-
tán menos atestiguados en la medida en que se aplican a conjuntos más vastos. Se di- 3 Noms d'ugenl el noms d'uction en indo-européen. Parls, 1948, 11' parte.

204 205
Esta transformación de la estructura antigua que dc:acmboca fmalrncnte en la «Dispón los hombres en phO/on y en phrltre. a fin de que la phrlte ayude a la
kóme y en Iapd/is no puede ser re1a.cionada con ningún acontecimiento exterior, sal- phretre y los phO/a a los phQla.» Para triunfar en esta gran prueba que constituye el
vo quizá con el establecimiento de los helenos en su territorio histórico y con las nue- combate y que es asunto de todos, la organización del ejército debe acomodarse: a los
vas condiciones del hábitat. No se advierte: ah1 ninguna influencia extraña. Todo pa- cuadros de la sociedad: de este modo alcanzará su mayor eficacia.
rece proceder del fondo helénico, tanto la estructura como el vocabulario de estas ins- En los textos antiguos de la India Y del Irin encontrariamos recomendaciones se:-
tituciones. mejantes. El «amigo» combate con el «amigo»; es preciso que cada grupo social man-
Partiendo de génos para desembocar en la fratria, se pa5a del grupo fundado so- tenga o reconstituya su unidad en toda las circunstancias en que la sociedad entera es-
bre un nacimiento comÚD a un grupo formado por el conjunto de los «mnnanos». tá comprometida. Este principio no se afirma siempre de una manera tan explícita ca-
No son hermanos por la sangre, sino en tanto que se reconocen procedentes de un an- mo en Hom.enro, pero no es menos inherente al funcionamiento de las instituciones
tepasado común, y este parentesco mltico es una noción profundamente indoeuropea: en cada clase.
el griego ha conservado mejor que cualquier otra lengua el sentido propio de phr6ter:
es también ese el caso del griego (y parcialmente dellatin) para el término correlativo Queda por considerar el último término de la serie. A diferencia de los otros dos,
patb 4• ~ste se limita al iranio. Esta palabra avéstica para «pais», dahyu (antiguo daysu) tiene
Este collleJYBduriJrno se nota aún en muchos usos sociales que nos 4cscribe la por correspondiente dasyu en sánscrito. A pesar de la identidad completa de las for-
epopeya. La eclad heroica, a la que nos remiten, ha sido una edad histórica. En cier- mas, hay quienes ponen en duda esta correspondencia, a causa de la diferencia de
tos aspectos tenemos, en el empleo homérico de ciertas palablll5, en las relaciones de sentido. En av~stico yen antiguo persa, dahyu signiflca «pais»; en v~dico dosyu es el
diferentes agrupaciones de hombrea, la imagen de lo que debió ser la sociedad indo- esclavo extranjero. Pero la desviación se puede interpretar en un estado més antiguo
europea común - en la vida civil Y en el combate- . La manera en que la familia y el de estas nociones.
clan se reúnen, y en que los jefes hablan y actúan, debe reflejar bastante exactamente Del lado indio, dosyu debe ser tomado como un étnico. Los dosyu son un pueblo
el comportamiento de la clase de los guerreros en el mundo indoeuropeo. Leamos so- extraf\Q que los Arios tuvieron que combatir; son bárbaros, esclavos.
lamente estos dos pasajes: Diada, 9, 63 s. PerD por el lado iranio, dahyu fonoa' parte del vocabulario consagrado y oficial.
Darlo se problama «rey de los países (dahyu)>>. Se designaba así cada uno de los «pai-
ses», Persia, Media, Armenia, Egipto, ctc., cuya reunión constitu[a el imperio aque-
ménida. Este término ha debido tener una larga historia en iranio. Incluso fue en la
socledad irania donde nació. Hoy estamos en condiciones de analizar su formación.
Se condena a aquel que emprende contra sus conciudadanos un mSAI.¡wr; lKL&t¡IJ.LOr;, Un dialecto iranio del este, el kotanés, posee la palabra daha, «hombre». Sabemos,
una guerra «civil», en el seno del mismo dimos!. Un hombre semejante queda sin por otra parte, que habia en el mundo iranio un pueblo de los Dahtze. como lo desig-
fratrla, sin thémis, sin hogar (hestfa). Las nociones de fratria Yde hestla son correlati- nan los escritoreslatinOll. Este pueblo se llamaba, por tanto, como tantos otros, sim-
vas; y entre las dos, thémis es el derecho consuetudinario que reina en la familia'. La plemente «los hombres». Gracias a este paralelo, el sentido de dahyu se vuelve más
naturaleza de esta.s nociones y, sobre todo, su relación reproducen las que se han estu- claro: partiendo de una raíz dos-o para nosotros mal identificada, es UD derivado que
diado bajo otros aspectos más arriba. designa una colectividad de hombres, la más amplia en el orden tribal, y de ahí en el
Se ve as! aparecer, en orden inverso y sucesivamente: bestia, el hogar, es decir,la área territorial.
domw,· luego tMmu, las costumbres que fijan el d~o, luego la fratria. Los dos Puede comprenderse, entonces, el sentido tan singular del séDscrito daS)'ll. Si la
primeros circulo.s de la sociedad son los únicos nombrados o implicados aqol, porque palabra se refiere primero a la sociedad irania, el nombre, con que ese pueblo enemi-
se trata de una hazafia individual. Pero en la guerra, son las grandes unida.dc:5 sociales go se designaba a s1 mismo en tanto que colectividad, ha tomado una connotación
las que se encuentran comprometidas. y a1ú prueban su solidaridad. Cuando uno esté hostil y se ha vuelto, para los Aryas indios, sinónimo de pueblo inferior y bárbaro.
en el combate, es preciso que esa solidaridad le afmne entre los miembros del mismo De este modo la relación de sentido dahyuldasyu refleja conflictos entre pueblos in-
clan, de la misma tribu. Esta condición rige el dispositivo de las tropas y el plan de dios e iranios 1.
bataDa.
Néstor le dice a Agamenón,llía.da, 2, 362-363:

xpi"v' iv3pw; XIX't'«~. XIX"t'« ,pfrrPCXi¡. 'Al«JuIJ.VOV,


... ' "' 1' 1 ',""P'W" ~, ,.l.o al "'¡¡"'~.
4 Cfr. antcriorlllCllte, p. 140.
5 Sobre tilmar. cfr. 11 parte, libro l. cap. 9.
, Sobre thémis. cfr. U parte, libro 2, cap. l. 1 Cfr, lambi~n anteriormente. cap. ,.

206 1D7
CAPiTULO 3 seria una Libera. paredro femenino del dios Ubcr, identificado con Bacchus. Ade-
más, tenemos una forma casual, ¡fJuurof/OS. interpretada como liberibus, con un
EL HOMBRE LIBRE diptongo -ou- radicll1, del cual da curnta la alternancia vocálica e/o. como en la& for.
mas falisca loferta (:: liberla) y osea LJlvlreis. genitivo singular (_ Liben) frente a
• (t!) teudheros, lat. libero
El análisis ctimol6gico saca a la luz en liber un conjunto complejo de relaciones.
Ante todo, se trata de saber si hay un ¡¡bu o varios. Porque /iber adjetivo, Ll«r
nombre de divinida.d, ¿&en la misma paJabnt? También crtin los liberi, «los niftOSlt,
que llpIlROtcmertte Ion &1&0 diferente. Lo que complica la cuestión de una forma cm-
tinta es que el radical de donde se han S&CBdo libu y elt!Úthuosl a saber, .leu.dJt.... da
en eslavo, a. esl. (judi1. «pueblo»¡ Uucf'lje, ugentu; en gcrmtnico, a.a.a. IiUI, a.a.
leod. aIcmtn moderno uute, «la gente». Por último, además de estos adjetivos y es·
tos sustantivos, la rm verbal proporciona en gótico liwdtm. «crcccrn, en indoiranio,
s-.no. Aunque !ro oporil:i6n ll1ibre-esdayo.. el COGIún I codos 101 pueblOl indo- ser. rudh-. av. rud-. «crecer, desarrollarse».
CUtVpCiIJI, no le eonoc::c dc.ipad6u comim pan la lIOCiba de «libertad_, El p~dbmo El parmtcsco de las formas ea ftcil de establecer, ¿pero qu~ decir de la variedad
de: tu riu po!" lu que se I.VIl5ticu,,: esta desiF'ld6n ea dos &f1IpoI de 1en¡uas. no tw:c de las silnirlcaciones1 Éstas son tan partitularCl que, a primera viata, se lo considera
lino pQnCT mejor de rdien: d CDIllenido cspcclrlco de la DOdbn.. inconciliables. ¿Cómo explicar por una ra1z ·/ndh·, (ccrecer, desarroUanelt, un tér-
En Iltln J en JIÍCIO. d hombre Libre, -(r}/ftldlvraJ. se defarw: positJnrnente por ru
~ • un «crecimiento., • lItIa '"'l%pI.lO¡ pn¡C'ba de dIo la tt.BetDCII al lltin: la
mino colectivo, «el pueblo, las ¡entClllt, luego un adjetivo cclibre» y, localmente, en la-
dcsi&QI;i6a de 101 .niftou (bien nac:idos) por Ii~ri: naca de buena cepa y SC'r Ijb~ ClI tín, un nombre de divinidad, Liber. y un swtantivo (iberi, cUños»?
lodo uno. NDlI encontramos con UD modelo baalante frecuente de relaciones a estudiar: en
Ea lemJAniaJ, d parcntc5co todavilscnsibk, por ejemplo, cttotre d 11. 1m. 1I1ibR:lf. 7 un extremo de la cadena (lquf en Roma), el término se ref'J,Cf'C a instituciooCl, mien-
~. -amp, permite m:ooslnlir lIDa 1Iad60. primillYa de 11 liberad como Ftc-
Jlr:ntil al pupo cerrado dc MjueIJos q.¡c mllllWDC:Dtc le llame lWllitOl•• tras que en otro lusar forma parte de otras articulaciones y designa rc:alidadCll di-
~ au pmmencia al¡rupo ---dc acciI1I..iento o de aJ'\ÚI:m- d indiY"=Iuo ckbc I n JI.D fc:rentes.
loUmeDlc libre, JiDo Iamlritn Irr.nooo: los derivados dd lá'mino ·s~.I". kli&h. a~­ Procedamos partiendo de lu formas mis simples, que son las formas vcrbalea.
lkuJII..... Iat. 8flU. csu)"Olt, pero ta.JnbKsI gr. Ifü, Mialnu. WiatSo. c:om~lX:nNt. IIL Gótico üudlr" lignifica «crecer, brotar» y sc dice: de Dna planta que realiza su creci-
~••compaftero. wic¡u. permite CDI1C'l'tt en d .~ primitivo d .-abre de: UNI
miento. En efecto, este va-bo Jludlln proporciona también Iinldi. 4Cfigura», Y -/aupen
URidlld ~ doodc cada nricmbm 00 descubft su propia nllunltu y c:ondk:illn. aiDo
en 11 n=t.;ión i01crpendientc que se esI&bb:e coa los «c01IIIpalIen:-lt. oomposici6n enjugxa.fDuJJ.r, literalmente «de estatura jovenlt; 3Ilma.1/ruJM «del mi!imo
accimiento, igual». Asimismo, en inc1oiranio. ser. rudA. av. rud-TrIOd. tccreccr», y el
suatantivo av. rllodah-. «crecimiento, Qtatura. f"tgura».
Los cuadros ¡enml1es de la IOCicdad indoeuropea, las grandes divisiones que ella Puede entonces imqinarse que Becada a su túmino la imqen del crecimiento que
implica son ya instituciones. Precisando nUClItro plan. estudiaremos ahora las nocio- desemboca en la estatura y en la f'lgUra humana, haya producido en otra parte una
nes fundamentales que orianizan la estructura de las instituciones. noción oolc:c;tiva como la de «cepa», de «.rupo de crecimiento», para designar una
En el seno de cada una de las sociedades indoeuropeas, reina una distinción fun- fracción ~tnica, el conjunto de aquellos que han nacido y que se han desarrollado
dada sobre la condición Ubre o servil de los hombres. Se nace libre o se nace c:lIclavo. conjuntamente. El valor social de UD sUlltantivo como '" /eudho- ha podido favorecer
En Roma es la división entre /iberi y serui. En Grecia, el hombre libre, efeúthetw el paso a1sentido de «pueblo» (as1 en andsuo eslavo /judtje, «pueblo», yen iermbi.
(¡)...úG"POC) se opone a doQ/os (&o\iAoc). ca leod. «pllebkJ»). Y de ult sustantivo ·/eudho. (o • /eudhf!3-) se saca fácilmente
En Germania, según TAcito, la sociedad comprendla los "obiles, los ¡"gen"i, los • (e)feJldhero- para caUficar la pertenencia a la cepa l:tnica, el estado de «hombre
/iberti. los serui. Es evidente que "obiles e ¡ngenui, con la distinción de la nobleza y libre».
del nacimiento. equivalen a liberi,· por otro lado, los serui forman grupo con los /iber~ De este modo, parece que la noción de «6bertad» se constituye a partir de la no-
ti, antiguos .seruf. De este modo. la división de la sociedad. a trav~ de estos cuatro ción socializada de «crecimjc:nto», crecimiento de una catcgoria social, desarrollo de
terminas es la misma. En la India se oponen igualmente los Tuya (nombre con el que una comunidad. Todos aquellos que han salido de CIta «cepa» de este «stock» estio
se desianan los indoiranios) y los di.l.!a (esclavos yelttranjeros). proyutos de la cualidad rk • (e)/eudheros.
A través de una terminologia renovada, se mantiene la misma instituclÓD. Pero te- Ahora podemos volver a IIber y reconocer el v1Dculo que une varias nacioDCIl dife·
nemos por lo menos un término com(¡n a dos o más lenguas; latln Jiber/griego etnl- rentes. m dios Liber y el adjetivo ¡iber pueden coexistir sin que el nombre de dios sea
theros. La correspondencia ClI inmcc1iata, los dos términos pueden superponerse, re- una aplicación del adjetivo. Librr. como c.n vl:neto LOllura. es el dios del crecimien·
miten a una forma antigua, • (e)/eudheros. que se encuentra en una tercera lengua, el to, de la vegetación, especializado mis tarde en ti dominio de la ví.b..
véneto. EJaUhnos, liber; cata pareja UUltra ahora de forma clara d ori&en de la noción de
En efecto, en venCía bay una divinidad, Louzero. forma 0.1)'0 equivalente latino dibcrtad». Tanto en latin como en &riCIO le presentan desde los primeros textos lO-

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das hu accpcionr:s de las que nosotros tomamos la palabra «librelt. Tanto el bombe li- pondiente ctimo16¡ico de/rel. y, • la inversa, las lenguas que comparten am elaer·
bre en la ciudad como Ubre de enfermedad, de sufrimiento (con ellcuútiVO). En Ho- mánico el vocablo Inl DO hllD aplicado el derivado de "'eudlf- a la expreli6n de «U-
mero, ~/~lJlhero" 'mar (u.whpo'l' Tg¡.ap), «el die Ubre», designa el dta que es el del bre». De cite modo, se erea eotn: 1rJ5 cbaJcetOI una repartición léxica que permite com·
bombre hore, 1. condici6n del hombre libre, y se opone a doúlio" lnmr (3oúlwY parar dos procclO8 diltiDtOl, partidOI de puntol diferentes y finalmente convCfIC:D.teI.
¡,..¡,). La evolución que ha producido 1m, .hln». en germAnice procede no de una raiz
VIUDOS captando 101 origCDC5 50CiaJes del coocepto de «libre». E sentido primero verbal, sino de un adjetivo indoeuropeo que lit reconIUUye en • pTiyo.f. Bsto ya es diano
no es, como uno se &entirla inclinado a pensar. «desembarazado de al¡una COIP;: CI de tcncne en cuenta: todo ha partido, dc:sde el estado indoeuropeo, de una forma no·
el de la pertem:ncia a un tronco knico dcñ¡nado por WlI. metáfora de credmimto ve- minal. de una ca1ificad.6a ltelti¡uada como tal en indoiranio, en eslavo. en pmini.
aetaJ. EAa penc:m::ncill confiere un privilegio que el extr&njero y el esclavo no cono- co y en c&ico y que ha aido productivo. El segundo bc:cbo notable es el xntido de
cían nuDCI.. .priyotl. Esta c::alifica.ci6I indica una noci6n de carkter afectivo. que aparece c1In.
Considen::mos por !Utimo el término li.beri. «nifios•• Prcsc:nta UD.I. doble particula- mente c:o indoiranio, donde st:mcrito pn)a-, AV. frya-, si¡nirl,CUI «querido». E adjo.
ridad: ante todo, DO se emplea mAs que en plural; luego, y are todo, nO dClipa a tivo comporta, c:o efecto, 1.01 valora sentimentalcl que DOIOtrOl vincnlamOl a «qued.
1.01 niAoI mu que por la edad, no por su CODdici6n social. No obltante, Ubm. w- do•• califica a aquellos por qWeocs 5C siente afecto. Pero en c:ir:rtos empleos idiom.6d-
!k>s», no ea otra COla que el plural deladjctivo liM,-. Se explica por una fórmula muy COI se refiere a posesi.ollCl penooales e, incluso, a partes de 1& penona f1Iica. Puede

antigua, que aeDmpafta'ba a la celebración del matrimonio y que se encuentra en 101 demostrarse que &e es ro sentido primero: -¡;ri:yos es el adjetivo de pc:rtcncncia per.
textos lqaIea Y en Plauto. Asi¡na al matrimonio su objetivo. m que daba su hija CD. sonal que implica una rdadón no jur1dica, sino afectiva con el «uno mismo», y aicm·
matrimonio la diris;la al furuto marido liber(or)um quamutdum etzUJa (o 'lTlt'kl), «pa- pn: apto para tomar una cokxac:i60 de sCl1tim.iento de suerte que, lCg6n 101 casos, se
ra obtener hijos kg1timos». Esta fórmula reaparece en griqo, perfectamente estable:- traduce tanto por «(suyO) pl'opio» como por «querido, amado». Es el upecto afecti.
cicla por las alusiones de los oradotClll antiguos, por una cita de Menandro, y en divu- vo de la nocióo.lo mú viJible y lo que se vuelve mis frccu.entc: de este modo, prlya.,
S05 tatos de 1eyl::a. El enunciado esliteralmc:nte el mismo: Ud ~ ~ ~ en v6dic:o. califica a loe lClC$ estrecbamcntc asociados con la penona y que CItAn
«para. procrear hijos IqltimOrD. Ateniéndonos al sentido propio de /ilKr, se puede «ccamaslt por d. sentimiento: el femenino pri)lfl, «qucric1a», convertido en sustanti-
traducir literabnente la fOrmula latina «paIll obtener- (iCI'CI) libra»; el objetivo del vo, es d. nombre de la «CIpOSU. Esta esfera per5OIl&1. comprende también. llr:gado d
matrimonio es prccisamCPte dar a aqu.ellos que nazcan la condición de hombres libRs caso, a las rdacioncs cntrt l:1 hombre Y11. divinidad. realizando una especie de «per'Ieo-
JegaUzando su nacimieDto. Es en esta Iocu.c:ión, y 5óIo por implicación, como régimen nenciu muma, vM. priya-, av.lri~ entran asi en 1& term.inologia religiosa.
de ~ i «obtcnmt. Q)JDQ lilJeri ha tomado el sentido de «nifios»; sólo ton ti el Sobre este adjetivo antiguo, el ea1avo ha construido un pRaCn1e denom.in.ativo
plurallib<rl cqulwIc • los poTda ,nÍ3ioi (ni&< .......,) de la r6tmula ¡riega. Fl k.- P"iJqjQ (ruJO Prl}aju), «mOltrane favorable, tcstimomar afecto», de donde el nombre
guaje de los jurista. esti en el origm de esta dcavia.c:ión de sentido. Soa numerows 101' de asente prija/~' «ami¡o», conocido en todas 111 Ienauas eslavas.
táminos de derecho que ~ pasado al vocabulario como.n en latID. As! Hller, que Tambim en gcrminJco el valor seotimental queda marcado desde e1¡6tico en el
responde perfectamente a gnbi04, «de nacimiento legitimo», U.cva a formar un tmm- verbo frijOfl, «amar» (que traducc sr. app/Jfl, philebJ) y CD. d abstracto /rlQj)wo,
no independJente, el de Jiberl. «nUlos». Tal es el fundamento de la 00006 ele «liber- «amont. E partícJpio/1fjcmds, «amiBo., anticuo alto alemin/ri"'fld, «Freund» COD.·
tad» que se ha podido RCODItruir rombiDlUldo datol a primera vista iDCondliables y tinúa CIte sentido hasta nuestrOll d1a1.
resucitando una imagen conceptual profundamente enterrada l. Pero el,ótico posee tambito el adjetivo /re;", «libre. eleJJ/heros». con el abstracto
lrifti, «Hbertad. ~/t",/h"fo., es dccir'. el correspondiente literal del antiguo • prlJf»,
pero con una sentido completamente diferente, el de «libre». Lo comparte con el pIo
La historia de este t6rmino ilumina la fonnación del concepto de «hombre libre» rhydd, «libre», que se remonta tambi~ a • prlyos. Hay, por tanto, en aótico, escisión
en aquellas 1cDpu donde se expresa por una forma derivada de "Iftldh-, como el Cl1tre/rijan, «amant, y frrJ,I. «libre». Elta situación léxica particular hace: pensar que
lrieeo ~/~tht't». mostrando de qué noción primera se ha derivado Cite concepto. el paso defrei3 alscntido de «libre» es debido, en gótico, a una influencia del ctJtic:o,
Pero la ¡toesis ha sido diferente en otras partes del dominio indoeuropeo, donde donde • priyo.s si.¡nitlca solamente «libre». Quizá incluso en gótico IC8 un prbltamo
t&minos diferentes han prevalecido y pennancccn vivos. El. que méJ Dama nuestra
atención ce el sermtn1c:ofre/ (alemán/rei, «libre», inslés/rer). Oraciu a 1.. condicio-
nes favorables de la oomplllllCi6n tambiáJ. aqui podemos cicscribir la .bLesis de una
directo del céltico. como Jo son varios t6rminos de cultura en germinico. Bita esp&-
cializaciÓD no esti coD5tatada en ninguna otra lengua más que en el céltico y en el
mánico.
,u-
denominación convertida en sinónimo del griego elelJtMraJ, pero que se realiza por Del sentido indoeuropeo de «personal, querido» al de «libre», que: aparece en céI·
unas vial completamente difere:utes. 'J que pone en juego nociones relativu al indivi- tico Yen IÓlico, la evolución debe explicarllC por el. exclusivismo de una clase social.
duo, no a la lodcdad. Lo que era una cualificación pc:nonal de orden sentimental se ha convertido en una
La distribuciÓD dialectal de las formas, en el preSCD.te caso, par~ complementa- ICSpccic de &igno de reconocimiento mutuo que intercambiaban 105 miembros de la cla-
ria de la de • (t)lftuJheos, en el sentido de que ni el ¡riego ni cllatin polem el COlTCl- le de 101 «bien nacido.». Es ~opio de las clascs cerradas desarrollar entre aquellos
que fonnan parte de ella el. ICIltimiento de una pertenencia e5tret;ha al m.i.lm.o cuerpo
1 Cfr. matroartkuJo «Liberct líbtlTbt, R"""da~lAflllra, XIV. ItJ6, pp. 51·". y dane un vocabulario distintivo. El ténnino que primitivamente exprenba una rela·
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ci6o. afectiva entre per1OIW, • prlJlOf. adquiere un HDtido institucional cuando ae támino de base • SMle.. Este • swt'. ateltiaUado en unllarga serie de vocablos variados,
coavicrtc en el apciativo racrvado a eu muhy""'d de duc ,. por ~ 11 es un ttrmino muy importante 4e1 vocabulario indoeuropeo. Su valor propia se en-
dalombw:i6nde 1m estatuto ~ el de los hombR «libra»J. cucntra disociado en una cate¡orla DlOffolóBica definida. Su final e. es fija, constaD-
Por 6ltimo. una postrera apria ci6n para «Iib~ es la del iranio lUJtipo id'''' te. lÍO alternancia vocilica. no es una final de término flexionado: tenemos ahi un
(pona i<iid). Si¡oi/ica propia_te «IlOCido '" d imaj... ....".,.., .1 provorlrio .. la vesti¡io de un estado an:aico¡ .S1ft!' pcrmanec:c fijo tambi!n en composición o en
daoOIlclmcia hada y bula d punto actual. Es úc:mpn: d _ 1 0 '" la amliDo!- derivación .
cIId de 1u ............ 1o q... prantiu la c:ondiciilo del hombre .<libro•• La. fmal 4 se encuentra en un ~ue60 grupo de otras palabnu, testimonio igual-
A travá de la hirtoria de estos t&miDoll le preciA la ai¡uimte conclUli6n: que mente de un estado de lcn¡ua muy antilllo. '1 que sobreviven tal cuales en diversu
DOIIlbres de cstatutOl lOCiaIa Y de cIaucs se rinoJl'D con frccuCDCia a nodonCl indivi- lmui cid vocabulario. Allí ·/c"r, part1l':ola ilativa (gr. tr (-n), lato -qur. ser. -al); el r&-
duales como la del «DKimiento» o a t&minol4e amistad como kM! que riFo eotle 101 cücal. con otro voc:alismo. se encuentra ea el tema cid rdativo interrogativo .1c"o-. cr.
mi<:mbros ele J'UPDI corradDo. E.tas apolaci.... 1os a<pOIOll ele los "lW\ioroo. el< los po- (a: ~6npoc, ~6ood yen·rof, lrieIO d. tis. (u, 'Q(). ~o • k-r, con la. finAl e. tija,
esclavos, y, en general. de aquellos que no IOD «na.cidos». tiene la forma y 11. fondón de una pll111cu11, que no es sUIOCPtible de flcxi60 ni de
No le obsen'a butante tuán estreebu SOD tu. relaciones que unen, en ciertos tiJ)Ol IltemllJlÑ..
de sociedades. aIpnos de 101 términos de diversos órdenm que defmen al individuo Otra palabra que presenta esta final es el nombre de un número • ¡Je.lIlc"t,
en su estatuto personal. «CiDOOIt, iT. plntt (Ki\IU.), latln quiru¡ut, sinserito ptlifal, cuyas t1nales ."1:" -qut. -al
Todo un grupo de pllJabru, diversamente emparentadas entre si, ilustran estas re- reproducen exactamente las formas de la particull ilativa: gr. tt,·lat. -qur; ser. -CIl.
laciones, unas directamente, otras de forma aleo mil distante. En primer lugar consi· La palabra • SWf' ha dado nacimiento al adjetivo indicando la pertencncia propia:
deraremos el adjetivo arleao /dios (\1LO/O), que se ret1cre a la noción de «privado, que ser. lI'va-, lat. 6UUS. gr.• swós (. uwds). Lo que hay que seilalar es que· SWOlI' no es en
es propio de alguien», por oposición a 10 que Cl!i PÚbUco o común a todos. El orl¡en indoeuropeo el pronombre de tercera pe:rsona del singular, COla que suserta la situa-
ele este t&mino ha sido muy discutido. No pudo aer f¡jado basta que no se encontró ci6n del pOIClivo latino lI'UIlll' alIado de mtull' y tUIlS. Hacemos instintivamente de SUIlll'
en una inscripción argiva (en el territorio dorio) la palabra wlt«JiatA'S (wh.&llnGI;) "1 el tercer lámino de una serie: al como ponernos ;e. tu. iI [yo, t6, tJ] y mol. tofo /ui en
le ,occmoc:i6 '" olla la forma lDcal clcl tI:rmino <Ü.Jico 1d/61'" (~). Esta fo,_ la flexión verbal. DOS parece nomw tc.ne:r mona /01'1. SOII. Totalmente distinta CI la ro-
wh«JIutGl. es c!c gran int.era por su arana wJt.. que n:mkc a una antigua inicial . " . lación de estas fonnu en indoeuropeo: el empleo de ."WW'
no es !wocptiblc de una
Ypor' el voatiamo e. de la primera silaba. Nos informa de que 1& ¡... inicial de /diot3 el acqx:i60 de penaDa, no cstt lipdo a la t.crcera persona: .J'1'IIW es ti pronombre ~
una anti,aua r- asimiladl en IU timbre a la -1- interior. Por otra parte, la fonnaciÓD de xivo y poICSivo, apUcable: a todas las personas de forma paralela..
w/tdialJa no coo;uerda aaetamCllte con la. de id;&is. :El término argivo pertenece a Es lo que todavia vemos hoy en lu Icn¡uas eslavas: el fU50 moderno dice: noj pIl-
la eateJOria de los &6nnin0l JOCiaIea en 4:StfJI. jon. at. -uf/lo como J1e"btb. sr. fa «(mio, tuyo, SUYO. nuestro. vuestro. suyo) propio~. Asi, gótico.sweJ-. «propio, par-
cmcrcenario, dom&ticolt (cu Tesalia). Pero el radical es idt:otico en el argivo wltttdic- ticular, pcnonab. es apto para califlC8l a cualquier" penooa. A5imismo, enlinsaito
'a y en sr. idiDtÜ. "'1 ahora se reconatruye en • r«t:/-. Bajo dos formas H,eramcnte
diferente:l, tCDCfllOll ahi la dcdpación Jricp del «partieular», del «ciudadano priva-
na-a indifcrc:otemcnte aIll donde mio o tuyo lICrla necesario para nosotros. Esta dis-
tindón orJcinalen aum.to a la pc:nonI. revela el sentido fundamental de la pIIabn. J.
do» opuesto al hombre ptbUco. a aquel que OItCDta el poder o ejcrte carIO'. Pro- Ya bemOl indicado anteriormente (p. 141) que • .rwt rea.parcte en el antiguo com-
c:uO"uemcnte. las k:o¡uu indoeuropeas han tratado. cada una por su cuenta. un radio- puc:sto~. «hermana» as1 como en • .sw«rii-, cr.uqra»•• SM.bo'o-. suegro».
cal heredado, y cada una. 10 ha hecho entrar en una forma.cióD. cspcc:íf'i.c:a. Es el cuo Conviene pooer de mllDificsto aqui una particularidad notable en los términos de
del término piqo en c:uesti6n, del que ninguna otra len¡ua tiene el corn:¡.pondic:ntc parente8cO formados a partir de • swe en eslavo, en blltico y parcialmente en scnnt-
exacto. nico: en este dominio, los términos derivados de • SWI!' se reflCren al. parentesco de
Hay, sin embargo, una fonna vec:ioa en el adjetivo latino $Ot/ili8. derivado cn alianza '1 no al parentesco consanguíneo. Tenemos ah! el rugo comÚD a UD conjunto
-il11s de un tema sod- que puede remontarse a .SW«i-. I!D.tre $Ot/i/Is. «compaftero. de desl¡naciones: ruso avat. «pretendiente (al matrimonio)>> y también «aliado por
c:onfrade. colega», especialmente «miembro de un c a . religioso». y el whed;atfll matrimoniolt (por ejemplo, pira 11 rellci6n entre el padre del caladO yel padre de la
¡rielO aparece. pese a la diferencia de las inatitucioDCs, un rasgo común, el del cfrcu- cuada); 3vojak (derivado de noj, «propio»), «cuftado»; wrst' f. «hermano de la mu-
10 cerrado en tomo al «hombre privado» o a un crupo profesional estrecho y que lo jer»; lituano, svd;,,;", «hermano de la mujer; marido de la hermana», femenino .s'HlI-
especifica scparAndolo del reato de la sociedad mediante un estatuto particular. El- ni. «hermana de la mujer. mujer del hermano»; a. l1to aIemin swto. ruw'o. «cw-
ta caraetcrización sigue siendo social. tiene un puesto en Iu denominaciones de c:1ucs do, marido dc la hermana». Si en estos derivado, tenemoala coDlervacllm de un esta-
y de funcionea, como lo muettran. respectivamente, la formación crieP en -atiD y la <io Itxico antiguo. puede: apreaanc el inter&l que preae:ntan para la lnterprctad6rn de
formaci60 latina en -QJis.
ConsidcnmOl aben el radical mi&mo .Iwed-~ forma ampHada que nos rmUte al ) No JI: lnlA de atudiar w¡W '- nMdóa fonDal mue.lol tanu altaDaD1a .~, ••• p.,. ma Ro-
ClllOIblM.ldóa r:k IDI. eatado mil aDIipo de !lila forma. r:!r. lJJIIlfti1t de ,. SodItI ,. .LbtpIniqw • , . . ,
1 Una blb1Iopana rmcnu « alt plDblc:ma es ct.dII c::oa una il'ltuprttad6D bu.tm[e cif~ pof t. ~ 1"". p. 36. m tema •.".. es el Q:nk:g que Inttnicm.c en la foo..dlla ele 101: dc:rhwtoa que ...,occdcn
F. MKrz:ou. ZftadIriftftlr ...,,....... JptwdtJrxxlHmI. 79 (1965). pp.)2., 11. dd ~ CIIudiD.

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aquellos npmbres fundamentales y conocidos en todas las lenguas indoeuropeas que pararse de todo lo que no es el "'swe-, y también, en el seno del círculo discriminativo
parecen cQmpuestos con '" swe, a saber, «sreur» [hermana] ('" swesor-), y «suegros» así formado, relación estrecha con todos aquellos que forman parte de él. De ahí esa
('"swekrU-, etc.). Estas denominaciones vincularían a quienes las llevan con la otra doble herencia, a la vez el idiótes, el ser social restringido a sí mismo, y también el
mitad exogámica; de hecho, la sCX!ur [hermana], pertenece a ella en potencia, y la soda/is ["'], miembro de una cofrafía estrecha.
«suegra» en realidad. Los teóricos que a partir del presente esbozo emprendan el aná- Esta dualidad sobrevive, puesta de manifiesto por la etimología, en las dos formas
lisis del parentesco en las sociedades indoeuropeas verán mejor el alcance que convie- se del latín, convertidas en independientes; se reflexivo, que indica «uno mismo» y se-
ne atribuir a esta observación. separativo, sed, «pero», que señala distinción y oposición.
Este '" swe es, asimismo, el tema de las palabras griegas étes (r'tTlt;), «aliado, pa- Vemos, por tanto, que también aquí (como para la libertad) es la sociedad, son las
riente», y hetafras (ho¡¡;pot;), «compañero». Estas dos palabras, empleadas juntas des- instituciones sociales las que proporcionan los conceptos en apariencia más persona-
de Homero y en competencia una con otra, son vecinas por el sentido, aunque difie- les. En la gran unidad léxica, formada por numerosas subunidades, que procede del
ren por la sufijación. Habría que emprender el estudio de todos los pasajes en que se término'" swe, se reúnen a la vez los valores de institución y los de la persona que re-
encuentran las dos palabras para tratar de limitarlas. Parece, sin embargo, que hetal- miten a uno mismo, preparando, en el grado más alto de abstracción, la persona gra-
ros tiene una significación más precisa: «compañero», «amigo», en el ejercicio de una matical.
actividad, en el combate, pero fuera del parentesco propio, mientas que étes designa- Esta doble relación está inscrita en los datos históricos. El sánscrito SVQ- significa
«suyo», pero con un valor técnico que sobrepasa la posesión personal. Se llama SVQ- a
ría a los «aliados» en general.
aquel que forma parte del mismo grupo estrecho que la persona; este término juega
En étes, «aliado», y también, dialectalmente, «conciudadano, ciudadano, hombre
un papel importante en las disposiciones jurídicas sobre la propiedad, la herencia, so-
privado», el radical '" swe permite una aproximación a whediestas, «hombre
bre el acceso a los títulos, a las dignidades. El término correspondiente existe con el
privado». En las dos palabras, es evidente la misma noción fundamental, noción que mismo valor técnico en latín. En la ley de l;ls XII Tablas, hay una cláusula sobre la
se reconoce también en otra familia semántica griega, el perfecto eío!ha (&Lw6cx), «es- herencia: «si un hombre muere intestato, «heres suus nec escit (= non sil) y no hay
tar habituado», yel sustantivo éthos (s60t;), «hábito». La forma verbal y la forma no- heredero que sea un suus». La expresión heres suus es también un arcaísmo; porque
minal particularizan la noción de «hábito» en tanto que carácter distintivo y manera suus, si tuviera sólo el sentido posesivo, no sería necesario. Un heres que sea un suus,
de ser individual. he ahí a lo que apunta la prescripción: no hay transmisión de la propiedad al margen
Por tanto, podemos identificar '" swe en griego en varios grupos de formas donde de los sui, es decir, del grupo estrecho de descendientes inmediatos; esa transmisión
se ha especializado mediante afijos distintos: permanece en el interior de la colateralidad.
Percibimos todas las clases de desarrollos, que se iniciarían a partir de estas cone-
'" swe-d en ídios xiones. Alternativamente el parentesco jurídico y la conciencia de sí mismo, las rela-
'"swe-t- en étes ciones de cofradía y la individualidad propia se constituyen en otras tantas nociones
'" swe-dh- en éthos. autónomas y desarrollan grupos de términos nuevos. Pero la confrontación y el análi-
sis de estas familias léxicas ponen de manifiesto la unidad primera y revelan los fun-
Estos pocos ejemplos esclarecen la relación que une el concepto significado por el damentos sociales del «uno mismo» y del «entre sí».
radical "'swe con un grupo de derivados que implican, todos ellos, una relación de ca-
rácter social, parental o sentimental, tal como compañerismo, alianza, amistad.
Si ahora abarcamos el conjunto de las derivaciones que están fundadas sobre el te-
ma '" swe, se observa que se reparten entre dos líneas conceptuales. Por un lado, '" swe
implica la pertenencia a un grupo de los «suyos propios»; de otro, especializa el «su-
yo~> como individualidad. El interés de semejante noci6n es evidente, tanto para la
lingüística general como para la filosofía. Aquí se deriva la noción de «soi» [sí
mismo] del reflexivo. Es la expresión que usa la persona para delimitarse como indivi-
duo y para remitirse «a sí mismo». Pero al mismo tiempo, esta subjetividad se enun-
cia como pertenencia. La noción de "'swe no se limita a la persona misma, plantea en
origen un grupo tan estrecho como cerrado en torno a sí.
Todo lo que sale del'" swe se convierte en '" swos, latín suus, «suyo» (en el sentido
absoluto indicado más arriba) y la propiedad misma no se define más que dentro del
grupo incluido en los límites del'" swe. De este modo, y volviendo a los términos grie-
gos, '" swe explica a la vez ídios, «particular a uno mismo», y hetafros, que implica la
relación con un grupo de clase de edad o de profesión. La situación reconstituida por [0] Para la relación tradicional del latín sodolis con el antiguo indio (ya védico) svodha. cfr. M. MAY·
esta comparación reproduce el sentido propio del indoeuropeo '" swe, que implica a la RHOFER, Kurzgefasstes etym%gisches W6rterbuch des A/tindisches. Lieferung 24, Heidelberg, 1972, pági-
vez distinción con todo el resto, atrincheramiento sobre uno mismo, esfuerzo por se- na 559 (J. S.).

214 215
CAPÍTULO 4 14, 14, donde el sentido es el de «jefe de familia (que ejerce sus deberes de hospitali-
dad)>>. En otros pasajes, donde el griego oiko-despótes designa al «amo de casa» en
PHÍLOS relación a los esclavos, el gótico usa un término diferente, garda-waldans. Esta elec-
ción es instructiva. Para traducir el mismo título griego, el traductor distingue dos no-
ciones: el «amo de casa» es, según los casos, garda-waldans, «aquel que tiene el poder
(waldan) en el recinto de la casa (gards)>>, por tanto, el que manda a los sirvientes o
heiwa-jrauja, «el que es dueño (frauja) del grupo familiar (heiwa-)>>, por tanto, aquel
que acoge bajo su techo al huésped de paso. El gótico separa la «casa» como lugar de
habitación y dominio cerrado (gards) de la «casa» como grupo de la familia y círculo
de relaciones personales, que es denominado heiwa-. En las demás lenguas germáni-
cas, este sentido se encuentra claramente confirmado por el antiguo-alta-alemán
hiwo masculino, «esposo», hiwa, femenino «esposa»; hiun (a. ils. hjon, hju), «pare-
ja conyugal»; hi-rat (al. Heirat) , «matrimonio», a isl. hy-ske, «familia», etc. Todo
muestra que • keiwo- (. kiwo) se refería, en germánico antiguo, a la situación de los
Sumario. Los valores especificas del latín ciuis «conciudadanOl'; gol. heiwa-, «grupo cónyuges unidos por el vinculo del matrimonio y al círculo de la familia.
familiar»; scr. séva-, «amistoso», hacen suponer para el i.e., *kejwo-, que estas palabras Esta noción institucional aparece también en las palabras sánscritas seva-, siva que
permiten reconstruir, una significación donde se encuentran nociones sociales y valores
sentimentales.
se traducen «propicio, amistoso, querido». Reflejan el aspecto sentimental de una re-
Los empleos, sobre todo homéricos, del griego philos y de sus derivados aportan el lación entre grupos. Esto se deduce particularmente de la relación muy frecuente, en
mismo testimonio, a poco que se capte su valor pleno. Valor social, en primer lugar, y la fraseología de los himnos védicos, entre seva-, jiva- y sahka, «compañero» (com-
vinculado en particular a la hospitalidad -el huésped es phllos y se beneficia del trata- párese con el latín socius), implicando cierto tipo de comportamiento amistoso res-
miento especifico designado por philein, «hospiten> [acoger o tratar como amigo]-, pe-
ro también a otras formas de compromiso y de gratitud mutuas: philein, philóres pueden
pecto a los compañeros de alianza.
implicar el intercambio de juramentos, y phílemu designa el «beso» como forma regula- Por último, el latín ciuis es también un término de camaradería que implica co-
da de saludo o de acogida entre philoj. Valores afectivos aparecen con los empleos que munidad del hábitat y de los derechos políticos. El sentido auténtico de ciuis no es
califican las relaciones interiores en el grupo familiar: philos, «querido»; philóres, «ciudadano», como quiere una tradición rutinaria, sino «conciudadano». Numerosos
«amor». empleos antiguos muestran el valor de reciprocidad inherente a ciuis, y que sólo da
Tales son los valores constantes de philos, y el análisis minucioso de los pasajes, en
que philos califica objetos, permite hacer justicia de la ilusión, antigua como la filología cuenta de ciuitas como noción colectiva. Hay que ver en ciuis la designación que se
homérica, de que phllos haya podido equivaler a un simple posesivo. daban entre sí, en origen, los miembros de un grupo poseedor de derechos de indige-
nazgo, por oposición a las diferentes variedades de «extranjeros», hostes, peregrini,
aduenae. Es en latín donde el • keiwos indoeuropeo (convertido en ... keiwis) adquirió
Un hecho de gran alcance es la conexión entre términos que significan «amigo» y su mayor valor de institución. De la antigua relación de «amistad» que marca el védi-
otros que marcan de manera variable la posesión. Los empleos de estos términos ilus- ca seva- a la mejor afirmada de «grupo de alianza matrimonial», que aparece en el
tran la estrecha relación de las nociones sociales y de los valores de sentimiento en in- germánico heiwa, y finalmente al concepto de «copartícipe de los derechos políticos»,
doeuropeo. Pero esta relación puede no ser visible a primera vista. que el latín ciuis enuncia, hay como una progresión en tres etapas del grupo estricto a
Consideremos el término latino ciuis, «ciudadano», de donde ha derivado el abs- la ciudad.
tracto ciuitas, que designa propiamente la calidad de ciudadano, y colectivamente el De este modo, se restablece el vinculo entre la «casa», el circulo de familia, góL
conjunto de los ciudadanos, la ciudad misma. Ciuis es propio del vocabulario latino, heiwa, y la agrupación en cuyo seno el hombre que forma parte de ella es calificado
apenas representado en itálico; en tanto que designa al ciudadano, no tiene corres- de ciuis. Esta asociación estrecha hace nacer relaciones de amistad: scr. seva, «queri-
pondiente en otra parte. Se relacionan con él, sin embargo, unos términos sánscrito y do», es una de esas calificaciones que transponen el sentimiento de la comunidad en
germánico que concuerdan en la forma, pero que presentan un sentido bastante dife- término afectivo.
rente: scr. seva, «amistoso»; gol. heiwafrauja que traduce el gr. oikodespótes, «jefe Esta comparación no sólo es irreprochable, sino que además ilustra la naturaleza
de familia». La forma gótica heiwa- coincide exactamente con las del sánscrito y del propia de la «amistad» en el estadio antiguo de las sociedades llamadas indoeuropeas,
latín. Las tres suponen un antiguo * keiwo-s convertido en latín en tema en -i-. donde el sentimiento no se separa de una conciencia viva de los grupos y de las clases.
Estamos en presencia de un término común a un grupo de lenguas, y ciertamente
antiguo, pero que en cada una ha tenido una evolución semántica distinta. Ante estas De esta misma categoría deriva otro término, más complejo y cuya historia es pro-
divergencias, ciertos etimologistas han puesto en duda la legitimidad de esta compara- pia de una sola lengua, el griego. En apariencia, reviste una significación exclusiva-
ción. Pero las objeciones no tienen en cuenta relaciones que pone de manifiesto un mente sentimental y a primera vista no implica nociones propiamente sociales: se tra-
examen más atento de estas formas consideradas en su contexto propio. ta del adjetivo griego phílos (q¡íAO~), «amigo».
En germánico, la noción debe definirse como familiar y conyugal. El compuesto En apariencia, nada más simple que la relación de phílos, «amigo», con philótes,
gótico heiwa-jrauja (con jrauja, «amo») traduce el griego oiko-despótes en Marcos philía, «amistad». Pero pronto nos detiene el hecho bien conocido de que en Homero
216 217
phi/os tiene d.os sentidos: ademis del de «amigo», philos tiene el valor de un posesivo: Hay. finalmente, UD tercer dato: el verbo plU/ein ('IAIiY) que no signmca solamen-
,o.a. yDlÍWlUt, ,().~ u~, no indican la amistad. sino la posesión: «sus rodillu», «SU hi- te «amar, expcrim.cntar 8JDistad», sino también, desde los te;ll;tos más antiguos, t(bc-
jo». En tanto que expresión de un posesivo, phllos se dice sin acepdÓJl de persona y sar~; el derivado phi/éma (,o.T¡Aa) no signif"'¡ea otra cosa que el4<be!oH. Ahora bien ni
se refiere a la primera, 8 la sc:gunda o a la tcreen penona indistintamente. Es ésta amor, ni amiou. de UD lado, ni SIlIIS del otro, llevan a ese sentido preciso. Asi. una
una marca de po5CSi6n que no implica ninguna relación amistosa. Ése es ti contraste explicaci6n. para SO' vilida. dcbc dar cuenta de los tres sentidos.
entre los dos sentidos de phJ1os. Para comprender esta compleja historia. hay que recordar quc. en Homero, todo
Se ha d.1scutid.o mucho sobn: ello: ba5tará con recordar 10l 6Jtimos ensayos de ex- el vocabulario de los términos monUc:s est' fum.cmcnte impregnado de valores no in·
plicación Que se han propuesto. En efecto. no hay paralelo inmcdill1amcntc 5ilwfa.c- dividuales, fino de relaci6n. Lo que tomamos por una taminologla psicolóSica. afec-
torio para ph9os. En !923. Loewc: 1 pensó en acercar a phi/os el primer lámina de tiva. moral, indica en realidad las relac:iODe5 del iodividuo con los miembros de su
ciertos nombres de pc:rsona germAnioos: a.a.a. BU(lrlrid. Bi/-tnJ.d, BiJi-gwd. etc., pupa; y la relaci6n estrecha de al¡unos de e5tos ttrminos morales cnue si es id6nea
a.demú. un adjetivo an,Josajón hiltwif. «compasivo». Remite todos estos tbünos al para aclarar las silniílCllcioncS' iniciales.
sentido inicial de .bentvolo. amistoso», para comparar lue,o el tema del adjetivo an- De este modo. en Homc::ro hay re1ad6n constante entre phOos y d concepto de
glosajón con el del griego phüos. A esto puede objctarsc que, primero, la interpreta- aidós, (cdMc). término muy interesante, y que sed considcr'ad.o en particular. Expre·
ción se hace Qd hoc con nombres propios que no pertenecen siquiera al gtrnlink:o w- siones como: phOos t~ aidotds t~ (~ "t& lIll3oi6l¡ u), aid& o/ phi/6tis (~ lW
I mlln; luCIO. el támino IUlglosajón no significa positivamente ownistoso»; por último, ~), ttideísthaj toi phil~tn (cd3üri«J. xcU. .ww)
muestran con toda evidencia una
no tmemos nin&UJla antigua fonna germinica que colocar de forma segura en d em- estrecha conexión. Inclwo si no¡ atmemos a lu dcfmicioncs recibidas, aid&, 1U'C$pe-
pleo de adjetivo. to, rcvcrcnciu. respeto a su propia conciencia y respecto a los miembros de una so-
Ademis. tanto antes como dcspu~, hay que e;ll;plicar el valor pos.m.vo de phUos. cic:dad familiar. asoc:iado a pililos, testimonia que las dos nociones eran igualmente
Es lo Que comprendió Kret5cbmcr, que propone una via completamente distinta i. Ca- institucionales y que indican sentimientos propios de los miembro¡ de un grupo
me algunos otro5 lingQistas, ha partido -invirtiendo la relaci6n de los dos phUos- reducido.
del sentido posesivo. Piensa Quc el sentido primero de phOos es «suyo»: de aIú le pa- A.sl, si un miembro de un grupo dado es ¡¡tacado, ultrajado, el aid6s empujar' a
sarla a t(a.mi¡olt, y esta evolución de sentido se justificarla por la an.alot:ia dellaún uno de sus parientes a tomar su defCDlaj mis s;eneralmcnte, en el interior de un crupo
SUIIS. Debido al hecho de que SJllIS, pDlCSivo. ha podido dar lupr 1. expresiones taJes dado, uno asumiri. las obligaciones del otro en virtud del aidó.f; es también el senti·
romo.fUi. «los Suyos», y alil¡uem surmr rEddere. «hacer de alguien su amigo», lCRts- mi.c:Dto de deferencia hada aqud con el que se encuentra vinculado. Cuando un ¡ue-
chm.cr concluye que se pasa ftci1mcnte de la rcladlm de posczión a la de un lazo de rrcro anima a sus compafteros dcsfallecicnla s;ritindoles: Didósl. apela al sentimiento
amistad. Esto neva a bwcar la ctimologfa de phOos no como «querido». sino el tanto de esa conciencia colectiva. del respeto a si mismo que debe estrechar su solidaridad.
que antiguo posesivo. Ahora bien. ni el nutica1 ni la formaci6n en -/- tienen corres- En el seno de una comunidad mú amplia, el aiddr dcf"lDe el sentimiento de los su-
pondiente mue los posesivos en 101 Umites cllsicos del indoeuropeo. KrelSChmer va a periores hacia los inferiores (miramientos, piedad, mis:cricordia, respeto para con d
buscar en lidio una pilabra, bUü que. segtln todas las probabilidades. significa «SU- infortunio), como tambtm el honor, la lealtad. la benevolencia colectiva, la prohibi-
yo» y lo pone en relaciÓn con phnos. ción de ciertos actos. de ciertas conductas -de ahi, fmalmcnte, el sentido de 4lpudor»
La demostración es muy aleatoria: las condiciones de sentido y de forma parecen '1 de tevergOenza)l.
asimismo arbitrarias. Sin discutir siquiera la legitimidad de una comparación con una Aidós ilustra el sentido propio de phf/w: los dos se emplean para las mismas per-
lengua aún tan mal conocida como cllidio, nosotros se11alarcmos que toda e¡ta cons- sonas; los dos dcsi&Ran, en suma, relaciones de igual tipo. Parientes, aliados, criados,
trucción se apoya en el valor exclusivamente posesivo de que Xrctse:hmer ha partido. amigos, todos aquellos que estio unidos entre sl por deberes reciprocos de aUiós son
Pero este mlsmo valor Cliiti cuestionado. De hecho no es el de un posesivo pW'o y sim- llamados ph"oi.
ple, como podrlamos esperar, Los ejemplos de posesivos indoeuropeos no faltan en Queda ahora por poner de relieve lo que caracteriza propiamente el phi/os o la re-
Homero, sobre todo las formas en hós (c1,) < "swos. AdemAs, y !ate es un punto lación de phi/dtls. Esta palabra abstracta es más adecuada para informamos que el
esencial. phI/os marca la posesión de una manera particular y con restricciones de las adjetivo. ¿Qu! es laphJ/6ti3?
que tendremO$ que dar cuenta. Para definir esta noción haremos UliO de un dato precioso que nos proporciona la
Dado que la noci6n de posCliii6n Que n08 revela phi/os est' restrin¡tda 'J limitada, fraseologla homérica: es 1If. relación entrephlfos y xlnos, entrephi/efn y xenketn. For·
se debe. en buena 16¡ica, buscar en el punto de partida una relaci6n que tambi~n mulemos de entrada lo que tal relaci6n muestra en numerosos empleos: la noci6n de
abarque el otro 5tDtido de phHos, el de «amigo». Se ve a partir de cae momento que phf/os enuncia el comportamiento obligado de un miembro de la comunidad respecto
la explicación de Kretschmer no capta los verdaderos tmninos del problema). a1xlnos. al «huésped» extranjero. Esa es la defmici6n que proponemos.
Esta relación es fundamental. tanto en la realidad de la sociedad homérica como
en los términos que se refieren a ella. Para entenderla plenamente hay que imaginarse
I ~itxlrrlft líU .",.16ld1mtÑ ~O'XIrwn.. .51, p. 1117 '11.
1 BlI11tdo,n"'flilrJre F~'t'" 4.5, 1917. p. 2f{7.
J La miaDa obltrvldOu le aplín ... ll5tudio mis reciente lObR este problema, cl de H. B. Ros!H. dos los ejcmpllx depltUor al ~aJOf po¡:~jt"O. ún miramknlOl pAJa l:On Ja oriclhwl de 101 contr:xtos IÜ t'4)(I d
Sirvtt_/JNIftlflldi.ldw Bdt"P DI'" Ytmllrtdlf& H ~ AmltcrcIam. 1967, pp. 12 Y 11.. QIX mnltt' LO- sentido preciso rJeplri~. pltff6lls. pMJt",..

218 219
la situación del xénos, del «huésped» de visita en un pais en el que, como extranjero, «amistad», de tipo perfectamente definido, que vincula y que comporta compromisos
está privado de todo derecho, de toda protección, de todo medio de existencia. No recíprocos, con juramentos y sacrificios.
encuentra acogida, techo y garantía más que en casa de aquel con quien está en rela- En otro pasaje de la Ilíada (7, 302), el duelo entre Ayax y Héctor se prolonga; han
ción de philótes relación materializada en el súmb%n, señal de reconocimiento, ani-
J'
combatido durante mucho tiempo y cae la noche. Se les exhorta a separarse. Démo-
llo roto cuyas mitades concordantes conservaban los socios. El pacto concluido bajo nos entre nosotros, dice Héctor, regalos a fin de que entre los Aqueos y los Troyanos
el nombre de phi/ótes hace de los contratantes phí/os: en adelante están comprometi- se pueda decir: se han enfrentado en combate singular ~o' Otu"t' EV ~LAó"tTJ'tL OLlhIJ.Ot"'(e.v
dos en la reciprocidad de las prestaciones que constituye la «hospitalidad». ap9f1.f)crOtv'te., «y luego se han separado, estando vinculados por philótes». Para testi-
Por eso, el verbo phi/eín expresa la conducta obligada de aquel que acoge en su moniar esta phi/ótes pactada -los dos campeones intercambian sus armas más
hogar al xénos y le trata según la costumbre ancestral. Los héroes de Homero insisten preciosas-, Héctor da su arco más hermoso y Ayax un magnífico cinturón. Este
muchas veces en estos lazos: «soy yo, dice Antenor, recordando una visita que le hi- comportamiento, los mismo que las fórmulas de compromiso, muetra la fuerza cons-
cieron Ulises y Melenao, soy yo quien los albergué (exeínissa) y quien los hospitai trictiva de la phi/ótes que se produce entre combatientes que son enemigos y que lo si-
[hospedé] (phí/esa), en mi casa» (11. 3, 207). En verdad, hemos tenido que correr el guen siendo. En esta circunstancia, se trata de un acuerdo para cesar provisionalmen-
riesgo de ese neologismo, «hopister» (*) para traducir, en cierta medida, un sentido te el combate por consentimiento mutuo y para reiniciarlo en un momento más favo-
todavía con frecuencia desconocido. Se comprende plenamente un ejemplo como és- rable. Este acuerdo es el que expresa la palabra phi/ótes: acto preciso que vincula mu-
te: «era un hombre rico, pero era phí/os por los hombres; porque hospedaba (phi/ées- tuamente (tip9f1.1)0"0tvn) a los dos socios. Pero también se ve que el compromiso adopta
ken) a todo el mundo, al estar su casa al borde del camino» (11. 6, 15). La relación del formas consagradas. Comporta el intercambio de armas y presentes. Ahí tenemos el
sentimiento a la conducta, de phí/os a phi/eín, surge perfectamente en este caso. En la escenario de un tipo de intercambio conocido que solemniza el pacto.
Odisea, Ulises, hospedado (xéinos) en casa de Laodamas, es invitado a mostrar sus Otro ejemplo más. Cuando Héctor y Aquiles van a enfrentarse en un duelo supre-
talentos en la competición. Acepta: no rechazo, dice, ningún competidor, a excepción mo, Héctor propone acordar que el cuerpo del vencido no sea entregado a los anima-
-claro- de Laodamas, «porque es mi xénos; ¿quién podría luchar contra aquel les. Aquiles responde: «No me propongas un acuerdo; no hay compromisos (hórkia
que le da hospedaje (phi/éonti)?» (Od. 8, 208). En otra parte, un mensajero avisa a pistó) entre los leones y los hombres; los lobos y los corderos no tienen el espíritu he-
Menelao que dos visitantes extranjeros (xeínó) están ante la casa: «¿Debemos desen- cho para entenderse, pero meditan uno contra otro su pérdida de tal forma que no es
ganchar sus caballos o guiarles a casa de algún otro que los hospede (hós ke phi/ései)? posible t¡L& XOtC 0"& <pLAf)IJ.e.vOtL, OUO& "tL VWLV 0PXLOt EcrO"OV"tOtL, «que tú y yo estemos en phi/ótes
(Od. 4, 39). También, en otra parte, Calipso cuenta que un hombre que había sobre- ni que tampoco haya hórkia (antes de que uno de nosotros dos haya caído)>>, (11. 22,
vivido a un naufragio fue arrojado a sus orillas: «yo le hospedé (phí/eon), yo le ali- 261-266). También aquí se trata de un compromiso mutuo de naturaleza constrictiva.
menté y prometí hacerle inmortal» (Od. 5, 135). De esta relación estrecha entre xénos He ahí tres ejemplos que muestran hasta dónde podía extenderse la esfera de empleo
y phí/os da testimonio el compuesto homérico phí/óxenos, «aquel para quien el xénos de phi/efn. El comportamiento indicado por phi/efn tiene siempre un carácter obliga-
es un phí/os» (calificación asociada a theoudés «que reverencia a los dioses» (Od. 6,
J
torio e implica siempre reciprocidad; es el cumplimiento de actos positivos lo que im-
121), el único compuesto con phi/o-, cuyo segundo término se aplica a una persona. plica el pacto de hospitalidad mutua.
Con frecuencia se dice que los mortales phi/efn a los dioses, es decir, que les testi- En este contexto institucional se explica también la acepción particular del verbo
monian los miramientos y los favores debidos a los phí/oi. Por eso, a la inversa, se di- phi/efn como «besan> (griego moderno phi/6, «besar», que determina el sentido exclu-
ce de un hombre que es phí/os theoisfn, «phí/os para los dioses» y más específicamen- sivo del derivado phí/ema, «el beso»). También aquí hay que remitir a su valor prime-
te diíphi/os, areíphi/os, «phí/os de Zeus, de Ares». ro los términos que, en nuestra opinión, sólo señalan el afecto. El acto de «besan> tie-
He ahí el fundamento institucional de la noción de phí/os en la sociedad, con to- ne su puesto en el comportamiento de «amistad» y como señal de reconocimiento en-
das las implicaciones de que está cargada esta relación personal. En particular, la tre phí/oi. Esta costumbre no era propia de Grecia. Herodoto la señala entre los Per-
phi/ótes es susceptible de realizarse en circunstancias excepcionales, e incluso entre sas y para describirla se sirve del verbo phi/efn como la expresión natural. He aquí es-
combatientes, como una convención solemne, en la que no participa para nada el sen- te instructivo texto:
timiento de «amistad», en sentido trivial.
He aquí un ejemplo instructivo de la Ilíada (3,94). Héctor propone que Menelao y
Paris se disputen ellos solos la posesión de Helena; van a enfrentarse en combate sin- «Cuando los persas se encuentran en los caminos, se puede reconocer por
gular y el vencedor la llevará a su casa con todas sus riquezas ... 01 o' cXAAOL ~LA6'tTJ'tOt ¡(Ot\ este signo si los que se abordan son del mismo rango; en lugar de saludarse
0P¡(LOt 1tL0"'t"<X "tá,/LW/Le.v. «Concluyamos nosotros una phi/ótes y un compromiso mediante con palabras, se besan (phi/éousi) en la boca. Si uno de ellos es de condición
juramento.» La phi/ótes es puesta en el plano de hórkia, «juramentos», es una rela- ligeramente inferior, se besan (phi/éouisi) en las mejillas. Si uno es de naci-
ción de grupo consagrada por un acto solemne. Este vocabulario es el que se emplea miento mucho más bajo, se arroja de rodillas y se prostra ante el otro» (1
para concluir pactos sellados mediante un sacrificio. La philótes aparece como una 134), {Traducción de Legrand.]. '

(.) En castellano existe hospedar, con la raiz hosp-, de h&pes, que traduce perfectamente las intencio-
nes del neologismo de Benveniste (N. T.J. La misma costumbre es referida por Jenofonte:

220 221
«En el momento de la partida de Ciro, sus parientes (sun-geneis) se despi- Hay que empezar por delimitar la aplicación de este posesivo. Se la puede divi-
dieron de él besándole (phi/ountas) en la boca, siguiendo una costumbre que dir en tres grupos de empleo. Phi/os aparece a menudo, primero, con las nociones
subsiste aún hoy entre los persas». (Ciropedia, 1,4, 27.) más estrechamente vinculadas a la persona: alma, corazón, vida, aliento; partes del
cuerpo, miembros, rodillas, pecho, párpados y, generalmente, en función reflexiva.
¿Hay que recordar en la época cristiana el «beso» (phi/ema, lato oscu/um), signo Luego, con términos que designan lugares supuestamente queridos, sobre todo la
de reconocimiento que intercambian Cristo y sus discípulos, y luego los miembros de «tierra-patria», (phílen es patrfda gafan es una cláusula frecuente), o el «retorno»
las primeras comunidades? Más recientemente, el beso es el gesto que consagra al ca- (nóstos). Finalmente, una pequeña serie de términos que no parecen comportar valor
ballero en la ceremonia de la investidura, y aún hoy señala la recepción del dignatario afectivo: dones, casa, vestidos, lecho, y que revelan simple posesión.
en una orden de caballería, durante la colocación de las insignias. ¿Cómo clasificar estas nociones por relación a las personas que reciben habitual-
Bajo estas manifestaciones diversas, encontramos la misma relación antigua de fa- mente el epíteto phi/os, es decir, como se ha visto, aquellos que están unidos por una
vor, del hospedador al hospedado, del dios a los hombres, del amo a sus inferiores, relación de xenía, así como los miembros de la familia, padre, madre, esposa, hijos?
del jefe de casa a los miembros de su familia. Es un vínculo estrecho que se establece ¿ y cómo establecer la transición entre estos empleos (varios de los cuales tienen mu-
entre las personas y que hace, entonces, de esta «amistad» algo personal. chos ejemplos) y aquellos que se refieren a una institución?
• J.
Esta relación mutua comporta o entraña cierta forma de sentimiento, que se hace Algunos han pensado que el sentido posesivo de phi/os, opuesto, por ejemplo, a
¡~ I
obligada entre los socios de la phi/ótes. La manifestación de esta relación es la acogi- &or, «corazón», resultaría de la acepción de phí/os con los términos de parentesco.
1 ., da del phi/os en el hogar de su phi/os, los presentes intercambiados, el recuerdo de Como se dice «los míos; los suyos» para los miembros de su familia, phaos quedaría
vínculos semejantes establecidos entre los antepasados de los socios, y a veces, de restringido a la función de posesivo. Pero este razonamiento cae por su base: en la ex-
alianzas matrimoniales concluidas con ocasión de visitas hechas o devueltas. presión «los míos» por «mis padres>'> es el trayecto inverso lo que se produce, del po-
Todo esto colorea de sentimiento las relaciones entre phí/oi y, como suele ocurrlr, sesivo a la relación de parentesco.
la actitud sentimental va más allá de la institución; el nombre de phi/os se ha extendi- Otros piensan que, por el contrario, hay que dar a phi/os el sentido primero de
do a los allegados que viven en el mismo hogar que el dueño de la casa, en primer lu- «suyo», ilustrado por los empleos posesivos, y que sólo de ahí se habría derivado la
gar, a la que él ha hecho entrar en ella como esposa. De ahí, frecuentemente, la califi- noción de «querido», Así el problema quedada resuelto de la forma más sencilla. Pe-
cación de phi/e unida a á/okhos, ákoitis, «esposa», en Homero. Algunos empleos per- ro esta solución reemplazaría una dificultad por otra más grave aún: ¿cómo un simple
miten ver aún la naturaleza de esta relación y cómo se vincula a la norma antigua, por adjetivo posesivo habría producido tal diversidad de acepciones y adquirido tal rique-
ejemplo, este pasaje de la Ilíada (9, 146-7). za conceptual? El hecho no tendría precedentes. Por último, como hemos mostrado
antes, phí/os está arraigado en las instituciones más antiguas de la sociedad y denota
«Yo poseo -dice Agamenón- tres hijas en mi morada. Que Aquiles se un tipo específico de relaciones humanas. Ésa sería ya razón suficiente para rechazar
lleve a la que quiera como phi/e a la casa de Peleo, y sin ofrecerme siquiera esas ramificiones semánticas.
presentes.» Finalmente, uno se encuentra ante dos soluciones igual de insatisfactorias, Es en-
gañarse creer que se puede pasar de «querido» o «amigo» a lo «personal» y llegar a
Debido a que es llevada en las formas requeridas, la joven, dada por su padre y «suyo». Semejante evolución, donde el sentido primero iría debilitándose muy depri-
que el joven esposo introduce en su propia casa, se encuentra vinculada a este grupo sa, apenas es concebible. Pero es ir contra la evidencia invertir las relaciones y plan-
familiar tanto por convenciones como por una relación afectiva: las condiciones en tear desde el principio un posesivo «suyo» que progresivamente habría adquirido el
las que su padre la ha dado hacen de ella, en cierta forma, la prenda de una phi/ótes sentido de «amigo» o de «querido».
concluida entre los dos hombres, al mismo tiempo que ella, instalada en el hogar, ad- Tal es el estado presente de la cuestión. Nos encontramos ante una elección que
quIere el estatuto dephí/e ákoitis, de esposa (cfr. n. 9, 397). parece no tener salida. Estas condiciones sugieren en su singularidad que el dilema
Un valor afectivo se une a phaos, que se convierte en epíteto o térmíno de direc- podría haber nacido de interpretaciones inexactas. Hay que tomar entonces nueva-
ción respecto a los que viven en el hogar, sea como parientes: padre, madre, mujer, mente el problema desde la base. El punto crucial está en esa relación del sentido
hijos; sea como familiares, como, por ejemplo, la vieja nodriza (mafa) Euriclea. Sirve «afectivo» al sentido «posesivo». Ya se ha visto que uno de los dos datos fundamen-
de término afectuoso y esta cualidad encuentra, según Homero, una expresión propia tales, la noción de «amigo», debe interpretarse en el marco de las relaciones de «hos-
en el abstracto philfa, «amistad», distinto de phi/ótes, así como en la acepción co- pitalidad». ¿Qué pasa entonces con el otro dato, el de phílos como «posesivo»? Un
rriente, ya homérica, del verbo phi/efn, «amar» (con amor sensual). nuevo examen se impone también aquí. Vamor a examinar, por tanto, los ejemplos
Aquí se sitúa el desarrollo más singular de esta historia semántica. Caracteriza homéricos, registrados en todas partes como indicando simplemente la posesión, en
propiamente la lengua o el estilo homérico. El empleo de phi/os, superando la esfera los que phi/os califica objetos que no son personas. Aquí enumeraremos estas relacio-
de las relaciones humanas, se extiende a objetos de naturaleza muy variada, y a los nes, unas tras otras, comentando brevemente las citas principales. Los contextos son
que apenas se puede aplicar la calificación común y constante de «querido», Aparen- siempre importantes en semejante materia.
temente pht10s no denota entonces nada más que una relación de posesión, se convier- Phi/os con doron, «don». El contexto de ph{fa dOra (Odisea, 8, 545) está claro a
te en el equivalente de un simple posesivo, y, en general, se traduce como tal. Pero no más no poder: la situación es la del hospedador (xeinodókos) frente al hospedado
se está de acuerdo en la explicación. (xéinos). Alcinoo recuerda los deberes que se imponen: se le acompaña (pompé), se le
222 223
ofrecen los phlla d8ra que son los «regalos de la hospitalidad» en virtud de la relación anuncia que va a ir al encucntro de Héctor, «destructor de la cabeza phi/i» (11. 18,
enunciada anteriormente entre phi/os y xé;nos. La expresión se repite en el discurso de 114) hay que entender que la cabeza de Patroclo le era phfli. por ser la de un phi/os.
agradecimiento de U!iscs a Alcinoo que le ha albergado: po~ ka{ phflQ d6ro (13, AIgo mis sutil, pero plenamente comprensible, a condici6n de que los situemos en su
41). En otro lado (D, 24, 68), los phf/a d8ra de Héctor son los dones que él ofrece a contexto, es el empleo, en principio sorprendente, con /aimáJ. «gaznate» (lI. 19,209).
Zeus, y éste. a cambio, tiene a Héctor por phi/tos respecto a él y frcnte a todos los Pero léase todo el pasaje; Aquiles se niesa a suspender el combate hasta haber venga-
dioses. El término ilustra aqui la relación de 108 hombres y de los dioses, mutuamente do a Patroclo:
phi/oi. Se ha aplicado, por tanto, a los «dones» la calificación propia de quienes los
ofrecen en seiiaI de hospitalidad. y phílos no es en modo alguno posesivo. «Ningún alimento ni bebida podria pasar por mi gaznate phUos. mientras
Phflos con d8ma, «casa» (Od. 18, 421) nos lleva a la misma situación: «Dejemos mi companero (hetafros) está muerto y yace, rodeado de sus companeros llo-
-dice Ampbinomos- éste hospedado fuinas) a los buenos cuidados de Tclémaco, rosos».
puesto que han Venido bajo su techo hospedante (toa gur phnon hiketo doma). Evi-
dentemente también en la relaci6n phI/os-xJnos lo que hay que ver aquí: phl/on dfJma Este dolor de Aquiles es el de un phi/as. yel sentimiento de haber perdido a su he-
es la casa de aquel que se comporta como phfJos. tarros le hace rechazar el alimento. Mis adelante, cuando dc nuevo los ancianos le
" Phi/os con démnjon. «lecho» (Of. 8, 277); phfla démnia designa el «lecho conyu· presionan para que tome su comida, Aquilea exclama de nuevo, con una repetición
gal» en el episodio de Hefaistos engallado por su mujer. Más arriba se ha visto que significativa del epiteto. pero esta vez reemplazando gaznate por «corazón»:
philos es el epíteto frecuente de ákoitis. á/okhos. de la mujer y del hogar. El infortu-
nio de Hefaistos pone aquf de relieve el valor del adjetivo: el lecho que es denomina-
do phI/os, en tanto que conyugal, ha sido el lugar del engaiio y sen\ también el lugar «No, no me pidáis que sacie de alimento y de bebida mi phl/on Itor.
cuando me penetra una pena atroz.» (Ibid., 305-7).
de la venganza.
Se unen asIlos empleos en que phi/os se aplica a términos de habitación.
Con ojkion. «refugio, casa»; phf/a oikÚl es el refugio donde el pájaro encuentra a Con Ilor. «corazón», o con /aimós. «gaznate», en una circunstancia en que todo
sus pequeftos (n. 12, 221). Muy frecuente es la f6nnula phi/e gata para la tierra natal, recuerda a Aquiles su amigo perdido, el sentido de philos silue siendo el que la instí-
con la que sucfian los exiliados, los errantes, aquellos que guerrean lejos; la tierra que tuci6n y el sentimiento consagran. Sólo hay una transposición audaz con lIlimós (es el
sostiene su hogar. Es, sobre todo, cuando expresan su deseo de volver a ella, cuando único ejemplo). frecuente con Ilor, que hace pasar a una parte del cuerpo la califica-
la locuci6n philen es patrida gafan. «hacia la tierra patriaphf/i», se carga de su fuerza cilm debida a la persona.
afectiva. Por eso, no debe extrañarnos encontrar phflos junto a nóstos, «retorno al Con khe~s, «manos», phI/os conserva en varios pasajes su función propia: elevar
hagan) (11. 16, 82). Todo lo que phi/os sugiere cuando evoca personas que viven en el hacia los dioses phUar khe1ros (lI. 7, 130) es el gesto que conviene a aquellos que une
mismo hogar se transfiere aqui a la «tierra» que abriga ese hogar y al «retorno» que con los dioses una relaci6n de phi/dtis. Cuando Ino acoge, khersf phi/esi, a Ulises
el hombre espera. Reducir todo esto-a un simple posesivo es vaciar phflos de su senti- agotado por un naufragio (Oci. 5, 462), el epiteto responde a la intención de acogida y
do verdadero. de protección. Asimismo, Jos marinos naufragados en la isla del Sol cazan para ali-
Hay que reconstruir además todos los componentes del adjetivo para interpretar mentarse pájaros o peces, phflas hd ti khe1ras hfkoito. «todo 10 que se ofrecia a sus
phOos con heimuta. «vestidos» (n. 2, 261). manos phi/as» (Oci. 12,331): aquí tambi!n el gesto de las manos que se tienden, dis-
puestas a recibir, es el de los phi/oi a quienes )es son ofrecidos dones: el eplteto deno-
ta un comportamiento que imita el de la acogida.
«(Ten cuidado, le espeta Ulises a Thcrsites; si continúas con tus insolen- :ese es también el sentido de un pasaje de la macla (18, 27) en el que Aquiles, afli-
cias) te quitar! los phfla hefmata. la capa y la túnica que cubre tu virilidad gido por la muerte de Patroclo, se desgarra el rostro phi/es; khersi: el dolor de un phi-
(ajd6) y te moleré a palO! antes de echarte vergonzosamente.» /os se transpasa a las manos que 10 manifiestan.
Con goúna/a, «rodillas», phf/os también debe ser devuelto a su función propia.
¿Qué significa el gesto de Euriclco al depositar sobre las rodillas, phI/a goúnata. de
He aqui un recuerdo de la relación que une phi/os y aid8s (cfr. anterionnente) en Autolycos el nucvo nieto qUe su hija le ha dado (Od. 19,401)7 Se trata de un rito de
una acepci6n particular: los vestidos estén, a la vez, en relaci6n de intimidad con el reconocimiento, los phi/a gotinata del padre o del abuclo reciben al recién nacido y lo
que los lleva (son los vestidos los que protegen el pudor) y en relación de conveniencia legitiman de este modo como miembro de la familia. Esta misma relación entre el vin-
respecto a la sociedad. «Los vestidos que te son phi/a», hay aqui también una trans- culo de parentesco y la expresión phi/a goúnata ilustra otro pasaje de la Odisea (21,
posición de phf/os aplicado a personas. 55), cuando Penélope toma sobre sus phífa goúnatu el arco de Ulises siempre ausente
Ahora se pasa a otro grupo de nociones, los miembros y partes del cuerpo caracte- y se sume en sollozos. Significativo también, pero de otra forma, es phIJos para las
rizados por phi/os. rodil1aJ¡ del guerrero, ya sea en la prueba del combate: Héctor golpeado en sus rodi-
Ciertos ejemplos no preaentan ninguna duda en cuando al sentido pleno de phi/os. llas (phi/a goúnara) por su propio escudo (ll. 7, 271); o en el enfrentamiento del desti-
Cuando Priamo suplica a Héctor que no exponga en el combatc su vida que es phlli no: «que durante tanto tiempo -dice Aquiles (9, 160) Y repite Agamen6n (10, 90)-
(11, 22, 58), es un padre el qUe habla, temblando lleno de afecto. Cuando Aquiles el aliento subsista en mi pecho y que se muevan mis phfla goúna/a». Es en este mo-

2:l4 225
mwto cuando. escogido por d destino de ZCUs, el béroe afronta la prueba suprema 'i En cuanto a la etimología de phUos. ahora está claro que nada dI; ID que se ha
debe combatir hasta el limite de 5\L5 fucruu. cuando habla de sus phRa goú""lll: IUI adelantado a este respecto se swtime 4 • Abora sabc:mos que la protohistoria de la pa-
rod1l1as le sostuvieron huta el final. DO desfallecieron '1 en mo se mostraron phíJtJ. El labra pertcncoc al griego mis antiguo: el mIotnico tiene ya nombres propios compUC5-
(:CIDtato haa: comprender lo que representa esta cualidad ro una circuastancia sane- tos con phi/os: pi-ro-pa-ta-rv (= Philopatra), pi-ro-~ko (- Pbilowcr806), etc. No se
jUlc. ha terminado, pues, de discutir su origen. Es mls importante comenzar viendo 10 que
Muy cercano por el sentido es la relación dephno.s con g&lw. (cmiembroJ~: losphf- significa..
/Q gufa del guClTCfl) se lCdeiatlUl», se «fatigan.) en el combate. Hay que ver en phUa
IIIT.a una expresión tan significante: como phafdima gufo, «miembrO! brillantes,..
Llqamos ímalmente a los ejemplos -y son muy nwncrosos- en que phOos
acompaAa el nombre del «corazón»: phRan iJar (o tír) es una locución tan frecumte
que pa58. por el modelo mismo del empleo «posesivo» de phffos. Nosotros, por el COD-
trario, creemOl que el adjetivo conserva aqut toda su (UC"I'U. y basta, a menudo. refe-
rirse al contexto para verlo. Nos limitaremos por necesidad a at,unos cjcmplOll.

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En el primer canto de la Odisea no hay meno'! de sds. Atenea quiere inclinar a su
pad.re Zeus en favor de tniscs: «tu corazón (phl/on), ¿no 51: deja, pues, enternecer?»
(v. 60), Y le recuerda que aDtal\o ~l sentía placer con 11.1 ofrendas de Ulises. Quiere,
•" pues, que Zeus vuelva a ser phllos para con Ulises, y ella repite (v. 82): «si es phi/on a
los dioses que Uliscs pueda volver a su hogar... » En las relaciones familiares: Teléma-
I ce se aflige en su corazbn (phnon) cuando vuelve a ver en el recuerdo a su padre (114)
'1 el corazón (phf/on klr) ele Pentlope se atormenta cuando el canto del aedo le recuer-
da su duelo (341). En la relación de hospitalidad: Tclémaco acoge el xinas. quiere re-
tenerle y le asegura que: le deVolverá bañado, colmado de regalos y feliz en su corazón
ph/Ion (310). Pan el XInOl (ele hecho Atenea disfrazada) IIC excusa pOT no poderse
quedar: volveré. para aceptar el regaJo que el coruón phUon de TeUmaco incita a áte
a darle (316). Es la tcrminologia de: la p!lil6lh, yel eptteto se ha transferido solamen-
te del hospedador a su coraz.6n.
Sipmos lcycDdo: el corazón de Menelao le rompe cuando sabe que su hermano
ha sido ucsinado (Od. 4, !38); el corazón plulon de Pcn80pc se aflige temiendo por
su hijo (804) Y queda aliviado cuando un suei'lo la tranquiliza (840). A veces se juqa
al la misma expresión con un doble sentido. Mcnelao informa a Protco de que dd;)e
volver a las riberas de Egipto antes de volver a su casa y de encontrar nuevamente a
sus phlToi, su familia (47S), Y entonces su coraz6n phUon iC lamenta (481). Aqul los
1 dos empk:os se le com:spondcn. Pero cuando Menc:lao recuerda la va1enda de tJIi5a Y
dice no haber visto jarnu há"oc: que tuviera un cora.zón phl/on semejante al suyo
(270), aviva en ceo la queja de Telémaco: «¿de qu~ le ba servido tener un corazón de
bic:rro (kradli sidim) en su petho?» (293). Aqui, como en los phílQ got1nata. la call-
dad el no dc.sfalleccr, pennancocr constante y firme.
Se nccc:sitarlan largos capltulos para enumerar y analizar con el cuidado deseable
todos los ejemplos de este plll/os llamado «posesivo)l. Pensamos. sin embargo, haber
interpretado los mú notables. Esta verificación era necesaria para eliminar un error
secu1IU", tan viejo probablemente como la exégesis hommca, y que las generaciones se
han transmitido. El problema de phI/os debe replanteane por completo. Habr' Que
partir de los empleos y de los contextos que revelan en C51e tbmino una red compleja
de uociaciones, WlIl5 000. W institucioncs de hospitalidad. otras con las costumbres
d.cl hope. otras tambitn. COJ1los comportamientoo afectivos. para entender plenamen-
te Iu ~ mc:tafórlcu a que puede prestanc. Toda esta riqueza conceptual
ha sido scpuhada Y escapa a las mir.tdaJ desde que se ha reducido pllUos a una noción 4 La lntapmed6a depltl1wdada ~u1.1I.lper& Y cusnpkca unpl:ianIente I1 q_ '-bIa Mdo propwesl:ll en
vap de amistad o a una nociOn falsa de adjetivo posesivo. Es hora ya de aprender lIdcmlln dE 19]6 ClllUa leIióa de 1& Sodtd de ~e y que cati rrsu.mida co d S.S.L. H, 1937.
nKVaIIlCD.te a leer a Homero. ~ux.,p.x.

226
CAP\TIJLO l ru) de la lanza como primer elemento. Pero aikhm6/ólos no es una interpretacibn tan
inmediata como puede parecer; IIlolos no siJnific:a simplemente «COlmo»: t51 es una
EL ESCLAYO, EL EXTRANJERO traducciOn aJao sumaria. En el radical de lJallskomai (lUÚl'll.D\o"II) esti la idea de ser
cogido repentinamente, de ser aprehendido con las manos en la mua. sin capacidad
de detendiCrse, ya se trate de una ciudad o de un hombre: de: ahi el sentido del pertec-
to ~Joka (~), t(cstoy perdido», entre las c1emAs formas baJtante irregulares que
se relacionan oon haltskomaL Esta noción de sorpn:sa que abole la capacidad de re·
aiJtcncia crea una apTcsi60 completamente diferenle de CQptus. CflPlhnls. sacadas
de CflPio. «eogQ" con la muo».
El su!tantivo QIkltmJ (..lXi1/ú tambUn es di¡no de consideración. Desi&na la «pun·
ta. de la Ianzu·, lUCIO por extensión el arma , entc::m, lanza. pica. jabalina, 110 se .sabe
bien. Lo que debe JUbra)'IUIC es que aikhmt es el arma por excelencia del comballeDlC

.". SM-no. Al hambre libre, Jlacido


dt:r:ir. d mcmi&o (IaI. 1fo:sIU),
al el ploIpo, K opgnc el alr.njcro (Ir. dIotos), 1:11
~"= de c:onvatirJll al nri tnIbpuI (¡r. . . . lal.
JIrJr;pll!l) o milClCia'tO Ii le capluro en IaI\lCfIa. (p. wIk"rrrilOlm• .... c.pfillIlSJ.
hommco, huta el punlO de que el derivado aiklunilb (cnXJol7JT'1K) e'!I el término poéti.
ca para «guencrolt, y que en Homero riem~ tiene el valor de un termino noble. Pa.
ra poner fin al combate de Ayax y de Héctor, Ta1tibios les dice: t(VOSOtr05 wis dos
lUDadas de Zcus... vOSQlrOI lOis los dos guerreros (valerosos): ~ r«,
NaDariameate caraajero, el esclavo &va. 1m las Ienpu llldoal,opa.s. illduso 1ftD-
ctemu. btcD un oombre aU'Ujcro (sr. ~Ios. Lat. -lIS). I*n un nombre de aIraDjc- a'crlxJuJ<'.
....1 • .>.ü... Zolo;, ¡¡..., III 7, 28().281). El arma llamada aüchml .., po<
ro (aMvo < esino). tanto, aquc:lla que e¡pccifica al guerrero, sin la cual pierde iU cualiclad, y. por tanto,
su poder en el combate.
En iranio, la ckJianaci60 del «prisionero de gucrru adopta una ima¡cn aJao dife-
La noción de C5CJavo no implica una denominación 'linica: ni para el conjunto de rente: medioiranio dast-grtlb. lileralmente, «eogid.o por la mano... Ella vez es la roa·
la }enIUU indoeuropeas ni tampoco al varios gupos dialectales. no el instrumento de la captura como lo IUgicn:: tambU::n. azp/.iuIU Y el aLto-aIcmáo
En bu civilizadoncs antiJUU. la condición del esclavo lo pone al maracn de la co- Iulfta. sacadol del radical correspondiente a11at1n ctI"'·o. El verbo inulio If'lb-. «c:o-
munidad. BIJa esta definición negativa es como se ROl prCSC(lta el nombre del es- ¡CTIt. es emplcado desde Lo inscripcloocs penas aquem&üdu de Daño para decir:
clavo. . «coger prisioncro& de auecra». Dasta. «mUUUt, se refiere a la misma noci6o: di lo ha
No hay eK1&vos que sean ciudadan05. Son siempre gentes del CJrt~. int.rodua- pu.esl.O en mi mano". dioc Darlo de Ahora Mazda respecto de un enemigo. De esta
dos en la ciudad. ante todo como prisioneros de ILICITll. Tanto en la .sociedad mdocu- forma. rhIltIl y grab-- conjuam IUI va10res propios en la C:Xpml:i6n de: la conquista de
ropea primitiva como en las anti&uu soc::iedadc:s no indoeuropau (rwn~di.l~ por guerra. Asimismo, el arm.cn.'o jub-D-kal. «prisionero de gucrTU (literalmenle «coci·
ejemplo), el esdavo es un hombre sin derechos, sometido a esta I:OIldicaOn en virtud do por la mano,,), calca el medioiranio dast-grab: es un nuevo te5limoDio de 1u in·
de las leyes de la IUtrra. t1ucocW: iranias en Arrntnia.
Un poco m" tarde el esclavo puede ser adquirido por compra. A los .randel mer- Todos esl05 compuestO& pintan al prisionero de guerra según la fOlDla en que ha
cados dd Asia Menor atluyen c.sclavos que provienen de todlls las rerJoncs; pero, en sido co&ido. Pero no son Jo¡ (micol términos. Hay que mencionar todaVÚl: anli¡uo
• dclinitiva su estado le remonta simpre al de prisioneros de ¡UcrTa o de lentes rapta-
I iranio lXl7Idll(IUlJ, ser. bandltin. que definen al prisionero como a aquel que clti «ata-
• das por ~dldos. El Asia Menor proporciona numcr~s co~t~~~es. a juzglU ~or do». Encontramos eD ¡:6tico /T'tlhJi.njJans. participio de lrahin/Jan. «hacer prisione-
1
105 sobrenombres de esclavos, que son a menudo étmcos: tnpa. helo. Udio. larmo, ro, a;khmallJtfr.e;n», cfr. hun/M. «batiD de guerra, aikhmale»((J»¡ a. .in¡I~s 1runta. «ca-
etcétera. zador», hunt;an. ((cazar» (inal~ hunt), derivados de una raiz no atcstisuada en. otra
En estas condiciones se concibe que el esclavo sc:a asiIJlÜado a un exuanjero. y que parte y cspccializadO& en la terminologia de la caza y de la guerra. A la misma noción
tenga nombres locales y especificos. Ademfls ciertas ea1itíc:acioncs le clctlnen como se retierc el viejo eslavo pllnlJ} «botiD» (ruso paJón), de donde p/lniti. «hacer prialo.
capturado o comprado. Hay. por tanto. dos series de designaciones, que a VIC'CCI pue- ncrO», y pJ(nYnücIJ. «prisionero», a lo que responde el lituano pi/nas. «(Canancia, ven·
den coincidir: la del prisionero de guerra y la del esclavo propiamente dicho. taja»; scr. /XIrpl-. «c:nVile»,lo que orientarla hacia la ra1z ·pel- de ir. poJern. «poner
en vcota» (cfr. anteriormente pp. 86 Y IS.), y uociada la idea de «batiD., conQuista
Conlideremos. en primer lugar. al «prisionero de suena». Su condición se expresa de guerra» a la de «provecho. económico».
a menudo por palabras diltintas que quieren decir "prendido», «prilionero»; tal c:.s el En secundo lupr. veamos el nombre del elcla.vo.
caso dellat. CtlplJU. copliulU. del gr. aikhm61olos (ad~a~), homérico dou'tk/~tos El Itrmino aricgo mú conocido, doQ/os (bí.od.1CS umaI en. la tpoca hom6rJca.
(3aupúmrrol¡) abOco f1't1lJunjJans. a. eslavo plln'tnikÑ (rulo p~"nYJ1. ~l ~eeo aunque DO aparezca en Homero; pero 101 derivados son ya bom«icoll, como el fe-
lIikhmdllJlos debe ser considerado a1J;o mú de cerca, y no porque el sentido literal menino dcnJ/i y el adjetivo dod/WI (~) en exprCl!lioncll como doaUon ¡"""
«co&ido a punta de lanza» sea 05CUro¡ la composic:ión de la palabra era clara pera 101 ( ~ T¡.u.p), «dla de la servidumbre, condiciOn de esclavo» (cfr., sobre todo, D.
mismos ¡ric:aDa. asi lo prueba el doblete dourlklilCM que aearon con d nombre (dó- 6,463),
223 Z29
Hay en Homero otras palabras tales como dmÓs (3fJ.w~) y también en cierta medi- condición jurídica y social de «esclavo» y no una función doméstica determinada.
da oikétes (oLxhT)~), aunque la distinción sea difícil de hacer, para este último, entre Con toda seguridad, el seruus no está encargado de seruare.
«servidor» y «esclavo». Nosotros dejaremos estos dos términos de lado: derivan cla- Como ningún ciudadano puede ser esclavo en Roma, es muy probablemente fuera
ramente del nombre de la «casa» (cfr. anteriormente, p. 196). Aproximadamente equi- de Roma y del vocabulario romano donde hay que buscar el origen de la palabra se-
valente es el famu/us latino, aunque la represesentación sea diferente. De famu/us se ruus. Ahora bien, tenemos numerosos testimonios onomásticos que prueban que el
ha sacado el colectivo familia. Lo que constituye la familia es, etimológicamente, el radical de seruus existía en etrusco bajo la torma serui-, serue-. También se encuen-
conjunto de los famu/i, de los servidores que viven en el mismo hogar. La noción no tran en la onomástica latina nombres propios latinos de formación etrusca, como Se-
coincide, por tanto, con lo que nosotros entendemos por «familia», es decir, exclusi- ruenius, Seruena, Seruoleni, con sufijos que caracterizan los nombres latinos de ori-
vamente aquellos que están unidos por el parentesco. gen etrusco. Es probable, por tanto, que seruus sea un término etrusco, aunque aún
Parece que puede asociarse a esta noción el término doU/os, nombre específico del no se lo haya encontrado en las inscripciones etruscas que somos capaces de interpre-
esclavo, si se acepta el testimonio de Hesiquio que da doúlos glosado oikía, «casa», y tar. Así, en condiciones históricas diferentes, se encontraría para seruus la misma si-
un compuesto dolodomeís, glosado oikogenefs, «nacidos en la casa». En consecuen- tuación inicial en la que verosímilmente se encuentra el caso de doUlos [*).
cia, doúlos sería vecino, por el sentido, de oikétes, en algún dialecto griego al que ha- También podemos recordar el término moderno esclavo: es propiamente el nom-
ya pertenecido primero. bre mismo de los Eslavos en la forma eslava del sur (servio o cercano a él), un étnico
Pero he aquí que doU/os ha aparecido en micénico bajo la forma do-e-ro (do-e-lo), Sloveninu. De SIoveninu deriva una torma griega bizantina Sklavenoí (l:xACX~T)VO()
que supone un prototipo *dowelo- o *doselo. Esto complica mucho el problema del (italiano schiavoni) que, tratada como derivada, ha producido el étnico Sk/ávoi
(~XA&.~OL). De ahi, en el mundo occidental entero, esclavo y las tormas emparentadas.
origen de este término que, por tanto, era usual en el mundo helénico desde el si-
glo XII por lo menos. Habrá que considerar únicamente dos hipótesis, compatibles En el mundo anglosajón tenemos otro paralelo, donde wealh, «esclavo», quiere decir
con esta situación. Un antiguo *doselo- podría compararse por el radical con el tér- propiamente «el Celta», el pueblo sometido.
mino indoiranio dilsa- que, como hemos visto, tomó en indio el sentido de «bárbaro, Otro paralelo más, éste medieval: no se trata del esclavo, sino del vasallo, que se
esclavo». Pero también se ha visto que dilsa-, en el estado indoiranio, no era proba- encuentra en una condición inferior y sometida: vasuus (de donde vassa/is) es, en latín
blemente más que un nombre del «hombre» (cfr. p. 207). No se entiende bien cómo el de la época, un préstamo de la torma céltica representada por el irlandés foss, galo
correspondiente habría derivado desde el griego más antiguo, bajo la forma * doselo-, guas, que signitican, ambos, «servidor, esclavo».
al sentido de «esclavo». Sólo queda, por tanto, suponer, como se había hecho ante- De este modo, cada lengua pide prestada a otra la designación del esclavo. Un
riormente, que doíllos está tomado de una lengua no indoeuropea de la cuenca egea. pueblo designa incluso al esclavo con el nombre de un pueblo vecino, si éste le está
Pero entonces el préstamo se habría hecho mucho antes de lo que se pensaba y habría sometido. Se ve aparecer una correlación semántica profunda entre la expresión del
entrado en griego bajo la forma que el micénico representa por doelo. Las posibilida- «hombre libre» y la opuesta, «del esclavo». El hombre libre se designa como inge-
des de encontrar su origen se alejan en la misma medida en que la aparición del térmi- nuus, como «nacido en» la sociedad considerada, por tanto provisto de la plenitud de
no en griego retrocede en el tiempo. sus derechos; correlativamente, aquel que no es libre es necesariamente alguien que
no pertenece a esta sociedad, un extranjero sin derechos. Un esclavo es algo más: un
Otros indicios nos llevan a considerar doúlos como una palabra extranjera. Es, extranjero capturado o vendido como botín de guerra.
ante todo, la repartición geográfica de los nombres propios en doulo-, que hace pen- La noción de extranjero no se detíne en las civilizaciones antiguas por criterios
sar en un origen asiático, sin que pueda especificarse, por ello, la lengua de Asia Me- constantes, como en las sociedades modernas. Alguien nacido en otra parte, a condi-
nor a la que se vincula la palabra. Lambertz ha reunido ejemplos antiguos de ción de que esté unido por ciertas convenciones, goza de derechos específicos que no
doalos l. La mayoría de estos nombres se encuentran atestiguados en Asia Menor; de pueden ser reconocidos a los ciudadanos del país siquiera: es lo que muestra el griego
forma que parece probable que doalos proviene de Asia Menor. xénos, «extranjero» y «hospedado»; es decir, el extranjero que se beneficia de las le-
Por otra parte, no nos sorprendería que el griego haya empleado un término ex- yes de la hospitalidad. Hay otras definiciones disponibles: el extranjero es «aquel que
tranjero para designar al esclavo, puesto que -y es ésta una condición frecuente de viene de fuera», latín aduena o simplemente «aquel que está fuera de los límites de la
esta denominación en indoeuropeo- el esclavo es necesariamente un extranjero: los comunidad», lat. peregrinus. No hay, por tanto, extranjero en sí. En la diversidad de
pueblos indoeuropeos no conocieron más que la exodulia. estas nociones, el extranjero es siempre un extranjero particular, aquel que depende
Esta condición se verifica en la historia de la palabra latina seruus 2• Es imposible de un estatuto distinto.
considerar seruus como un derivado del verbo seruare e imaginar que el seruus tenía En suma, las nociones de enemigo, de extranjero, de huésped, que para nosotros
por función «guardar». El verbo seruare tiene una etimología indoeuropea clara: av. forman tres entidades distintas - semánticas y jurídicas- presentan, en las lenguas
harva, «que vigila», gr. horlin (ópav), «observar, considerar». Pero seruus enuncia la indoeuropeas antiguas, estrechas conexiones.

[~l La interpretación de Benveniste ha sido rebatida por Antonio TOVAR, «Lat. Seruus. ein indoger-
I 0101/0, V, 1914, p. 146, n. 1.
marnsches Wort». Sprache und Oeschichte. Festschrift fUr Harri Meier, Munich, 1971, pp. 557-562
(J. S.).
2 La demostración ha sido publicada en el tomo X de la Revue des Études Latines (1932), pp. 429 Yss.

230 231
Hemos cstudiRdo anteriormente (pp. 61 Y 55.) las relaciones entre hOSIIs, «(enemi- CAPiTULO 6
go», y ho.Jpe$, (chub:ped,.; allatln hosrls. «enemigo», responde. por otra parte, el gó-
tico gas", «hutsped». En Briego :anos designa «(el extranjero» )' el verbo :reinko el CIUDADES Y COMUNIDADES
comportlUDiento de hospitalidad.
EKto sólo puede: comprenderse: plU1icndo de la idea de que el extranjero es necesa-
riamente un cncrnilo - y correlativamente, que el enemigo es necesariamente un ex-
traDjero. Precisamente porque el que ha nacido tUCfll es a priori un enemS¡D, es pDr
lo que se precisa un compromiso mutuo para establecer, entre él y eco, relacione¡ de
hospitalidad que no scrlan concebibles en el iCnO mismo de la comunidad. Esta día-
~ «ami¡o.memi¡OM. ya lo hemos visto. juep en la oocl6n de phltos: un cncmi-
CO, el mismo quc K combate, puede convertirse temporalmente en un phUos. por
decto de u.na convmd6n pactada segWt los ritos y con los compromisos consa¡rados.

...".
Asimismo. en la Roma primitiva, el extranjero que se convierte en has/u. se en-
cuentra pari ¡un aun populo Romano. igual en derecho al ciudadano romano. Los SMIfNIrio. LoI cUalcaos -adcnlab (~tico. itilicu. prdnil:a. b6ltico) I\an c:onItf.
ritos, 101 acuerdos, los tratados intClTUlllpcn de esta forma esta situac:i6n permanen- vado. P&fJ. dal¡nu al .-pueblo... d lIOIDbre ·'nI'¡', deri...mo de una rab., ·tr... ~ar
1lInch-.lo, iCI' POOuOlOIO: el pUlCbla... uJ es, por tanto, denominlda CDlnO pImo lina·
..
r:

te de intu-hostilidad que reina entre los pueblos o Ia.s ciudades. Al abril:o de las con-
venciones solemnes y mcn:cd a las reciprocidades, pueden nacer relaciOQ(;5 humanas,
y entonces lo. nombres de ententes o de estatutos jurldicos vienen a denotar sen-
rrollo del cuerpo locial. Nuul'1mcnte., ella dcsi¡nad6n que proporciooll kaical udo-
D&IeII kM ItrIIWlCll (TftlrotIl. rkur.xJI) adquiere W1 nkJr iDYenO cuando el a.Ia'tO lo to-
lIlIII. prestado del p;nninku; L Cll. titidhi&llirlCll llc:Kl~njllf"O",
"
r: timientos. El &riCIO p61i.r '1 el Iadn rlIIUa, Cltrcduuneote lsocjldo!! ca la daborad.6n de la civíll-
q,c:I6o ocddnlrll, iNltrlll bi= el len6m.cno de 1:OCI1C1FIICia Oe Iu ck:IipulCiorles mml....
donlles: Dada mil dircra:ltc, lCIl efecto, en el punlo de pactida, que et anticuo llnmbft In.
doeuropeo de la .. r:ludaddu (dr. JI". t1kr6-poI"a) '1 d lierivado latiDO cuira• .-conJunlo
de IDI dl.ld-.dlmOl".
A"., qUlt 1IIll1nc..-pucblo.. ( .. ",i pucbk) en iDdio, '1 proportiofta hist6fU:amcnte d
nomlKe del Ird" ( < ~), el 11 desiFm6n comCln antisul de IDI ..lnctomDloI•.
AII1ado en ltallio, "". le UlaJju, en tinlCrilD, axno defi1ldo de fIrl,' este 6Jrlmo ~
dnl&nu, por op0&id60 al CAb"Uljcf'O. al '-rime de mi pueblo. quid mis aad.Imente;
el alJado, IIllembfo de 11 otnI mil. aoPma

Se na analizado, en los tá'minos que la expresan, la condición del hombre, es de-


cir, del hombre nacido e Inte.rado en una sociedad y que !OU de los plenos derechos
• que desde su nacimiento tiene.
• Pero este hombre, ¿cómo se imagina la SQl;icdad a la que pertenece? Y nosotrO!,

l ¿c6mo nos la imaglnanmos? ¿Se conoce una «naci6n», que date del perlado de co-
•l munidad indoeuropea, que sea desi8nllda por un término único y constante? ¿En qué
medida un agregado de tribus ha podido plantearse asimismo como totalidad polltica
y denominarse una «nación»?
Constatemos, de entrada, que no hay término que, de un extremo a otro del mun-
do indoeuropeo, designe: la sociedad organizada. Esto no quiere decir que los pueblos
indoeuropeos no se haYKl1 c1evado a esta concepción; hay que cuidarse mucho de de-
ducir de una detic1encia del vocabulario común la ausencia de la noci6n correspon-
diente en la prehistoria dialectal.
De hecno, hay términos. series de términos, que abarcan la extensión de una divi-
sión territorial y social de dimensiones variables. Desde el origen, estas organizacionc:s
territoriales parecen ser bastante complejas y cada pueblo presenta una variedad
distinta.
No obstante, hay un término que está atestiguado en el occidente del mundo in-
doeuropeo &Obre un área considerable. En itilico, pero tuera del1atin, este término
esti representado por la pa1a.bol umbra lora. que quiere decir «urbs» o nciuiWlt, «vi-
232 233
na» o «dudad•. En el gan ritual de: lustración denominado Tablas "uvinas, que nombres propios üir. TruID/lD. Teuticws, tracio Tautomedu. lo wal ampliarla este
contiene una enumeracibn detallada de los ritos de otrcnda, pr<x:csioncs. p1cprias, irea-1Wca hacia Europa central y oriental. Pero contrariamente a una afirmación
realizados para atraer los favores de los dioses a la ciudad y el territorio de 19u'Yium, muy difundida. hay que acluir el bitita luW- que significa «campm. y 1010 se refiere
vuelven. menudo las t6rmulas to/aper ¡¡ouina. tulaper #ruvJna, «para la ciudad de al ejúcito. Otros ctimolo¡istas han conjeturado. por otro camino. que .. t~uti tendrla
Iauviumlt. No se distingue entre la ciudad y la sociedad: hay ah( una sola y misma no- CDl'fClIIpondencia en latiD en el adjetivo lótus, 4Ctodo, eotero~. Esta comparaciOo pue-
clOn. Los llm1tc:& del btbitat del grupo constituido scna1an Iu ti'onteras de la sociedad de llamar la atencibn, rdacionarla la noci60 dc totalidad con la de soQcdad, &51 como
miIma. El oseo tiene la miama denominación bajo la torma to.410, ~ciu(wb. y Tito otro adjetivo «todo», ser. VliWl., ay. vupo, se ha conformado con viJ.. «tribu". Puo
livio (XXIII. 3'. 13) nos intonna quc el magistrado supremo ae Uamaba en Campa- estc origen <le toOO sólo seda admisible al precio de varias bipOtcsil iDdc:momab\es:
nia m«IrJix tWl/<Us, «luclcx publil:uP. o
que la de 10ius. en JUf,ll1 del • lfltus esperado, proviniese de WUl fOJ1IlJl dialec:taJ; qoc
Se eucuentra • ftllta en. dltico en el antiguo ir1anc!és mal". «pueblo, paiJ»; en el el femenino· lf!UJi bubSen propordooado diRctameDte en 1at1n un adjetivo, ·1tVtu1.
plés INd. «pa1s» (bretón hUl. «gentes») y en los nombres propios galos TeutatD, y luego bubiera desapa:ncido liD dejar buel1&s, miemms que eo la5 Ienpu en que
Teu10mDlws. etc. [-l· ·tCUÚl permanece yjvD, jlUllis ha producido un derivado indicando una totalidad. Bs-
El ttrmino corrlClpOndientc en gcnnánico el el g6tico /JiMda, «~,. pueblo. na· t:a fiHacUm es, por tanto, poco vUDlímil. Par«e que tolJiS debe ser relacionado en la-
"1
., Pi:i6mt; tUmino importante por su fecha debido a que es CODltantc desde el texto cer'
DWüw mil antiguo. y también por su cxtcn.sión y su persistcnda. Antes hemos visto
tin con 16moIhlm, «relIenolt, y quc clscotido primero de tOtus fue, mis YIl1pnDmte,
«I'cUeno, compactOlt, de donde «completo, enterolt.
-, (p. 197) el dcrlvado notable. jJiudons. «jefe». De la fonna del lUlti¡uo-aho-alemin La formaci6n dcl tbmino social "/~"'fl es claro. El UD abstracto pimarlo en • ti
deo'. «Voltlt, se ha sacado oon el sufijo muy frecuente -isc-, el adjetivo diutuc. trans- sacado de la riz ·teu·, «estar hinchado. ser poderoso». Esta núz ha lido muy produc-
" , c:rito eo 1atIn medieval por tlteodiscus, que proporciona el origen del akmin deutseh.
Eot. derivado dcsipa, ante tocio, la \cngua del palo, IcRCUa popular opu<sla a Ien¡ua
tiva. Ha COOfitituido. sobre todo ca indoitanio. el verbo «poden•• avcst. 111'1-. y nume-
rosas tonnas nominales de la misma noción: ser. taYtD-. d'UCI'7.P. tcnq;, 1rpOtJ::ucia»,
culta, ellatln; toeao se: conviate en el ~ de una fracción de los OermanD5, que se L persa ",nuvant-, «poderosolt, cte. Se explicar., por tanto, .. reula aproximativa.
n¡nan como «aquellos del pueblo»; e:ntendúnonos. «aquel1ol del mismo pueblo mente como ceplenitud», indicando el pleno desarroDo del cuerpo social. Una expre·
que nosotros, aquellos de nuestra comunidacb. Otro étn.iw formado sobre el mismo &ión aniloga se cncuc:otra en a. eslavo pkm,. «tribuN (ruso plmVo~ «tribu. pueblo»)
radi.caI el! TtulOl'lt. Conviene observar que, en la evoluci6n que ha producido el &nico que ha derivado de la rah • pii·, estar pJcoOlt, como el griego pIIthos, «IDucbcdum·
...__ ha sido, ca primer Iupr, .. la Icngua doode se ha ap"'do esta_. brelt y quizi el1at. pwb.1, «plebe».
De ata particularidad de empleo queda UD curioso tCltimonio en la forma ck:I verbo E agrupamiento de dialectos que tien.co .. trutil (clltico. gc:rm6nico, biltico. itül·
aJcmin dalun. que se refiere al miJmo origen que dalrsc:h. En efecto, deuten~ La.a. 00) dibuja una zona europea continua, de la que CIÚIl QCluidos al sur ellaUn y el
d¡ut~n JC apOya en UD JUlDinll:o ./Jeudjtur. verbo derivado de .~"... tq)UCblo», griego, al este el cslB.vo. tllU'lllCll.io '1 el indoiranio. BIta rcpartici6n dialectal impUc::a
que literalmente habrta significado ..popularizar, hacc:r accesible al pueblo (el mensaje aparcntemmte que ciertos grUpol étnicos, aquellos que debfan CODBtituir 1.of indoa·
de las BlcrilUru)It, luego, 0Il gcnc:ra.l, ((explicar, interpretaD. rios, 105 latinos y los helenos, se habtian separado de la comunidad antes de que pro-
Bn este área dialcctaJ. estA. COIDpI"cndid.o también el biltico. lit. tautd. ((pueblo, ra~ valcci.ese el término • rtutl en cierto número de pueblos que iban a cstablcce:rle en el
Zlllt. antiguo-prurdano tDulo. upais>t. Aqui el antigua el!lavo muestra UDa discordancia centro y en el ocatc de Europa. De hecho, en latin, en gr1eJO y en indoiranio, estjn en
• interesante, ea relaciOn al biltico, en la forma y en el sentido de 106 adjetivos tiiítJf y uso términos diferentes que caracterizan propiamente a Iu respectivo ¡ociedadC6.
I 'itiJidl1. que sigoit1can «extranjero» (ruso Cu'iOJ). En realidad, lu fonDas eslavas, que Hay que analizar jWltOS los términos ariego p6Jis (mSAlIO) Yel latino ciullas. En ISl

repn:5eIItan • tud}o- y .. tjudjo-, no continúan un radical heredado, derivan de un mimlDs no tienen nada en c:omÍlll. Pero la historia los asoció primero en la formación
pr"tanlo del ¡c:rm.Anico, y por ahi se explica el sentido de «extrlllljr:ro». uEs ficil de la cultura romana, en la que la influencia griega fue determinantc, y luego en la
imqinar, dice Meillet, que un adjetivo sacado de una palabra CltIranjera que significa elaboración de la civilización occidental moderna. Ambos derivan de UD estudio com-
«nación», delJi¡ne precisamente al extranjero; la nación prminica era para 101 ICIla- parado ----$e todavfa DO se ha b.eeho- de la terminología y de la fcnomcnololw. pe>
VDS la nación extranjera por excelencia: el ninifCf, es dcclr, el mudo, el ~'ppcr:poc. ICI el Iitica en Om:ia y Roma. PIU'Il nucstro objeto hClIlOl de subrayar dos puntos. En ¡rie-
germano. Por otro lado. resulta curioso que el letón tauta deligne en fccha antigua go, p6/i.r muestra aón en fecha histórica cl sentido de «fortaleza, ciudadela», como
sobre todo un pueblo extranjero» l. De cate modo, la forma y ellentido del ell. tlti.dr sefta1a Tucididcs: «1a aJcropo/u ("ciudadela") todavla es llamada pó/is por los Ate~
conruma que el támino • truta caracterizaba propiamente a 101 pueblos germjnico.s nicnses» 01, )j). t!se era el lentido prehistórico de la palabra, según SUI c0JTC8pon·
ante IUS vecinos cllaYOl. dientes v~cos pur. «ciudadela». y lituano pi/ra. «burgo, fortaleza». Se trata, por
Adcmil del itüico. el ctltico. el Serm6nico y el biltico. parcl;C que deben fiaurar tanto, de un antiguo tmnino indoeuropeo que ha tomado en &rielO -y sólo en pie-
el tracia y el Wrlo en el nómero de Icnguas que conocen • trutrt, si se juzga por 101 ao--- el sentido de 'Cciudad, villa» y luelo el de «Estado». No ocurre ClO en latin. El
nombre de 1& «villa», urbl. es de origen desconocido; se ha conjeturado -por otra
1"1 Tam\ritn en la Q~ prdalioa di .. l'fIÚDIuIa Ib&-ka. Cfr_ al rcapc:d;g kJ lJtdicadCI en lICIta m pute sin pruebu- quc veadria del etrusco. Lo cierto es quc, al dcli¡nar a la .celu·
ti HbI"u l, Q1P. :¡ (1 JlUU') (J. tL). cWb, "r1M no es com18tivo del 11'• pd&. sino de 41111 (&mi). cuyos matices die ¡col!- ,
1 M8aJ.IIT. GtwJu _I'~tymol.«" _bvWn th "*'~, hrtI, 19Q'l..19lrJ, p. 175.
doI ha cakado en IUI derivados; urhan"" «de la ciudad» (contrario a ru.rtiau~ .del
235
sánscrito, mientras que la psUosls jonia justifica el radical ¡nd- (¡...8·), sin aspirada ini-
campo»), de donde «tino, cortés», según el gr. asteros. Para corresponder al er. pd/iJ.
ellatin ticne el t!rmino ciuitas, que indica litcralmentc cl conjunto de los ciua, «con- cial. En las inscripciones persas de Darfo, el t~rmino Hindu corresponde únicamente: a
la provincia hoy llamada Sindh. EJ uso griego cxtendi6 este nombre a to<1o e! paú.
ciudadanos». De donde se deriva que la relación que el latin establece entre ciui.s y
Los Indios, en techa and¡zua, se dan a si mismos la designación de irya. Esta mis-
ciuitQS C.! 10 contrario de lo que el griego muestra entre pdlis, «ciudad», y pa/fti1. ma torma i,ya es empleada en el dominio iranio como designación étnica. Cuando
«ciudadano».
Darlo enumera su ccncaJos.la, "hijo de Viitüpa, nieto de Ariima». aftade, para ca·
racterizarsc, QryfI Qriyriéi,ssa, «ario de cepa ariu. Se de este modo la calif'lC8cUm que
• nosotros c:xprcsarlamos por el término de «Iranio». En efecto, es mya- que, • panir
•• del genitivo plW1Ü aryilnim. ha desembocado. en una tase mis redcnte del pena, en
la torma ifin, 1uqo Wn. «Iranio» cs, por tanto, la continllllCió.n del antiauo itya,
en el trea proplamcnte pc:na.
En el principal grupo orienta! del indoeuropeo, en indoinutio, un término de natu- Muy lejos de ahI, bada el noroeste, en el ccnlrO del Ctncaso. hay un enclave ira·
raleza completamente distinta puede representar la nocibn aqul estudiada, pero bajo nio, en el !lCDO de las poblaciones de lenguas caucásicas, el pueblo de los OKtas, des·

..
11

II
un IUpcctO mis étnico que politico: es lUYfl-, primero califícación 5Ocial, luego dcaig·
naciOn de la comunidad, usado tanto en la India como en lrin desde 101 inicios de la
tradici6n.
cendicotes de Jo¡ anti¡uos Alanl, a su vez: de cepa. sirmata. Rcprcscntan 1& supervi·
vencia de antiguas poblaciones csciticas (escitas y sirmata5) cuyo territorio compren·
dla todo el sur de Rwia basta la Trada bllIcánica. El nombre AIQ1Ii remonta a

·....
r: Toda apelaci6n de caricter étnico es, en las q,ocas anti&uu, difc:renclaJ yoporitiva. • AI)'ClIIQ-, que todavía es una torma del antiguo QI)'fl. He ahI, pues. la prueba de
En cl nombre que un pueblo se da csti, manifiesta o no, la intcnci6n de dist.in.guirse que se trata ele una dcsi¡naci6n étnica conservada por varios pueblos de la tamil1a
de 105 pueblos vecinos, de afirmar esa impcrioridad que es 1& posesi6n de una 1enaua «iraniu.
r: común e intcli¡ible. De ahí deriva que la !tnica torme a menudo una pareja anti~tica En iranio, QryfI $C opone a IInaT)'Q, «n.o-aryu; en indio iN'ytz sirve de ttrmino ud·
con la ttnica opuesta. Este estado de cosa.s estriba en una diterencia, que no le ha re· tético a diN-, <eextranjero, esclavo, enemigo •. Por ah! CIIte t&miDo comprueba la o~
I•
calcado lo suticiente, entre tu soci.cdades modemaJ y las sociedades antiauu, en lo scrvad6n hecha antmonnente de que hay una dücrc:ncia fundamental entre el indiF·
que se renere a lu nociones de suena y de paz. La rdaci6n cutre el catado de paz y e! na, o uno miJmo, "J el atranjcro.
estado de guerra es, de antali.o a hoy, exactamente inversa. La paz es para nOlOtrOl d l.Qut signitica GryrI? Es un problema muy dificil y que adquiere toda su compleji-
estado nonnal, que una cucrra viene a romper; para los antiguos, el estado normal es dad si volvemos a situarlo en el seno del vocabulario védico. porque QI)lfl no cstt BU-
d esta40 <le guerra. al que una paz viene a poner fin. No se comprende nada de la 00- lado en sinK:rito como 10 estA en iranio (donde es una palabra inanalmable que sirve
ci6n de paz. y del vocabulario que la designa en la sociedad antigua. si DO nos imagi- IÓlo para nombrar a aquellos que derivan de una misma pcrtmcneia étnica). Tenemos
namos que la paz interviene como la soh1ci6n a Vl:CCI accidental, a menudo temporal, en védico una serie cohcrmu:. QUC proocdc de la forma a la vet mÍllimple y mú an·
de conflictos cuasi-permanentes entre ciudades o Eataclol. ligua que es arl, y que no cuenta con menos de cuatro términos: lUÍ, con IUB deriva·
El problema del nombre luya nos interesa porque cs, en el área definida como in- dos temáticos, áryg y 1Iry6, JueCO. por alarSBIDicnto radical, Qlyfl. La dificultad con·
doinmio, una dcsignacioo Que se aplican a si mismos los hombres libre! por oporici6n siste en distinguir por su sentido eltas formas y rcconOCCt" su relaci6n. Ya el ttrmino
•• a los esclavos, y tambi!n la ÜDica designación Que rCÚDe, en una nacionalidad com'fin, de base, arl, se pr~enta de forma tan confusa y contradictoria que admite traducdo·
• a aquellos a los que hay que llamar 105 «indoirani06lt. nes opuestas. Se apUea I una categoría de personas, a veces a una persona, desiplada
1
• Para nosotros, hay dos entidades distintllli, India, Irán. Pero respecto a la deseen· unas vcces de manera favorable, otras como un enemigo. A menudo el autor del him·
1 dcncia. indocW'opea, la distinción entre «India» e «lrAn» es inadccuada. El nombre de no describe al ur{, de donde puede concluirse que lo tiene por su rival. Sin embarao,
«India» no ha sido aceptado nunca por los habitantes del pals; mientras que los ira- el arf. como el chantre, ofrenda sacriticios, distribuye riquezas; su culto se diriae a
nios se llaman a si mismos «Iranios.). los mismos dioses, con hu mi5mas operaciones rituales. De este modo, en 105 dicclo·
Esta diferencia atafte precisamente a la supervivencia desigual, en una y otra par- narios se encuentra Qr( traducido por «amigo» y por «enemigo», de modo con·
te, de la antiJua desiIDaci6n de luya. Los griegos, a travb de los cuales nos ha llega- CUITCIlte.
do el conocimiento de la India, conocieron la India al principio por medio de Pcrsia. A este problema consagró, en 1938, un estudio detallado el indianista alemln
Una prueba evidente de cl10 es la fonna del radical IndiQ (IY3(lIl), leneralmente Indikt P. Thieme; se titula /k, Frtmdllng im RgV«iQ, porque es por «extranjero» como. al
('I... 81X~, que de hecho corresponde al nombre del río y de la provincia denornilUldos cabo de un largo aruWsis, plerua el autcJ poder traducir el radical Qrf-. Los dos senti·
«Indus», ser. Sindhu. La discordancia entre el griego y el sirulcrito es tal que un PRS- d03 contradictorios. tlamiao» y «enemigo» de arí. serían comparables a los dos senti-
tamo directo de la forma indJgcna queda cxcluido. Todo se expUca, por e! contrario, dos de '" IhO$';-; de un lado, lat. hastu. «huésped», lot. gasts, «huéspedlt; dd otro,
con la mediación persa, Hindu. en el que la h- inicial responde regularmente al s- Iat. hosOs, «enemigoll. Del a;rlsmo modo, 11,1 es «el extranjero, amilO o enemigo».
A partir de arf. e! derivado QtyQ sijnificaría «que tiene re1aci6n con el extranjero»,
por tanto, «protector de! extranjero, gflSl1ich», de donde también «amo de casa». Fi-

"'--
¡ l!Ile punto ha .kIo dcurrollado en llII artIcuJo pub6aIdo en 101 Mllanps ofreddol • C. lbi-
nalmente. de: af'J'll-. el derivado secundario if)'Q signiticarla literalmente «que pcrtene·

236 237
ce a lo. buápcdc!»¡ de ahi «hospitalario». Los ",ya se habrían Uamado celos hospita- hostil - perO en Cite c:UO con una hostilidad personal- . En niIl.gdn momento se
lariol» para oponer su humanidad a la barbarie de loa pueblos que les rodeaban. vislumbra que el ar/sea de otra etnia que el autor del himno.
A ralz de ese cstudio han aparecido, a partir de 1941, vados tr.b~os de Dumézil Adcmú, los ar/ KJD &llocWios a menudo a los 'IaUya, el decir, a 101 miembros de
que propone otras intcrprctaciooerl. tendentes a restablecer el senddo social y luego la tercera clue social. lo que c:onflrma que d ar{ DO es un extranjero. Hay un tclItimo-
~ de esta familia). nio mil prceilo sobre la posiclón aoda1 del aT! en esta queja de la nuera de Indr. (Ría
En conjunto. DUClItrOl puntal de vista estin (:CrC8 de los de Dumtzil. Pero no po- Veda. X. 21, 1); «Todoa lO! dcmú Ilri haD venido (al.sacriiic:io); sólo mi luc:grO DO ha
demos juatiflcarlal aqul detalladamente. Los ejemplos dcriVRn sobre todo de la c:dlC- venido". Por tanto, Indra mi entre IoIIlrl de su nuera. Tomando la opresión al pie
ds v6dica. Yla diBcurión cxi&iJ1a una obra entera. Nos limitaremos a aJaunas observa- de la letra, IC puecle roocJuir que los liT/ forman la otra mitad. de una sociedad aop·
ciones y a una definición de ccnjunto. 1IlÍli:a. Nada. contnu!ice esta dcc!ucci6n. Y algunos c1atol pIIRCCD mntirmarla. Se com·
En IIl:JDejante matcña. los criterios tilol6gicos no deben perjudicar a las versomill- pn:ndcri de este modo que los arf cstin en relaci60 tan pronto de amistad como ~ rl·
ludes intrlniclc:as. Detinir a 1.01 arios como «10& bospitalariD61t es una opfnión alejada valiclad. Yque fooman juntOl una ~ social: la Cl<p<Cli.60 _ l e o arl (o Iya).
de toda realidad biItórica: en nin¡(m momento, UD pueblo. cualquicr& que sea, se ha le repite a menudo eD d Ri& Veda, también es amocida. eD el Avesta, es una hcrcocia
dcnominlldo a &t mismo dos hospitaJarioslt. de la fraseoIo&1a jnc;loirania. Hay que prestar ateDcUm ademí.s al DOmbR y al papel
"•• 0w1d0 105 pueblos se dan a sí mismo nombres, éltm; se reparten, hasta donde po-
dem05 r;:omprmdcrlos. y hecha abstracc:i.Ón de las denominaciones de caricter scogri-
del dios A'J'Ilmarr., que pcrteDecc al pantc6n indoiranio. Este nombre es un 1D1i¡u0
compuesto a1'J'fl~'"rm. «de espiriw tz17'Il". Ahora bien, el dios Aryaman, en la mitolo-
rICO, en doI eatqorias: o Mal la étnica consiste en un cpltcto decorativo: «Los Va- gia v&1ica. funda la amiltad y, mis puticulacmcnte, uegora los mabimoIÜol. Tam-
lientes. los Fuertes. 10& Excelentcs, los Eminenteslt, o bien, '1 es lo m.ts trecuente, se bién panlloa iranios, Arya.man es un dios amistoso. en un papel un tanto diferente de
•• Daman simpkme.nte «los Hombrcs». Partiendo de los A/Iz-11IIlnni ,ermbic:os y si- sanador". Como IU5tantivo, 1I1')1Q1nQ1I. designa en las GithU zoroastrianos, el miem-
· guiendo la cadena de pueblos, cua1qukra que sea su origen y su lengua. hasta Kamt-
chato o huta la e:xtremid&d meridional de América del Sur, cntoDtraremos por dece-
bro de la c:otradia rdl¡ioM. En el nombre propio persa. A1ycrIjnura, «que da paz a
los tlf'YtZ», se cncuc:ntra el smtido comunitario de arytI.
nas pueblos que se designan a si mismo como «los bombre:sn; cada uno de ellos se Fn renmen, a travts de la. meociooea y alUBiODC!l a menudo fupccs de los textos
oÜ'eiCC 11,$1 oomo una tomunidad de i¡uallcngua y de la misma uccndencia y se opone vl:dicos, se dcscubreu aJ.cunos raaJO! constantes, de donde puede extraerse una idea
impücitamentc a los pueblos vecinos. Hemos insistido muchas VCCQ sobre este car'c~ verotIlmiI de la noción: los tul o Ilrytl (no ricm.pre podrlamo& dcsiparlos de las dos
ter propio de muchas socicda.dc:&. fOtlDllJ) forman UDll cIue !ÍJ1 duda privilegiada de la &OCiodad, en rdaci6D probobl<
En estas condidol'iCS, imagiDar que un pueblo, en este caso loa .,.,.as, se hayan Ua~ de mitades cxoPmicaJ, que mantienen reIacionea de i.ntr=reambio o de rivalidad; y el
mado «los hospi.talarioP es ir mntra toda verosimilitud histórica. Un pueblo no atir~ derivado tlI)'Q, que designa primero a los dcsc:cndicntes de los arl (o de los 1lf'YU) o ca·
Ola uf su individualidad frente a sus va::in05, si¡:mpre prcsuntamenle hostiles. Ade~ 1ifica 5U pa1enenQa. d.ebi6 lICI'Vir pronto de denominador comf1a a las bibUJ que se
más hemos vislO (anteriormente, pp. fiS y n.) que la rela.ciOn de hospitalidad 1610 se rcconodan lof mLsmOl antepuad.os y ¡ncticaban los mismos cultos. Ah1 pertib!mos
ba cstableádo entre individuos o entre colectividade5 tras un pacto concluido en cir· al menos algunas componeotel de la noción de tuya. que &efta1a, tanto entre los indios
cunstancias particulares. Cada vez se trata de una relaci6n especifica. No se concibe, como entre 101 irInio5; el despertar de una c:on.ciencia nacional.
pues, que UD pueblo se proclame «los h05pitalariOS~ en general y respecto a todos in~ Queda por saber la que dgnitlca propiamente el tema tui, arya-, y decidir si la tar-

,. distfnlamente. Siempre hay que esclarecer, por contextos precisos, el uso primero de
105 ttrminos de instituciones como «hospitalidad», que no tienen para nosotros mj,s
ma tul- pertenece 111 vocabulario indoeuropeo o si eati limitada 111 indoiranio. Se ha
pensado a menudo en una relación de arl con el prefijo ar{- que marca ea SÚlJcrlto UD
I que un seDtldo moral o sentimental. grado eminente. y que puede corresponder el pretijo griego 1lTf- (tip\-) que indica tam-
Sin entrar detalladamente en ejemplos, muy nWDerOBOS y de extgesis dificil a me- bién la excelencia; y como a este pretijo ar{- se vincula probablemente el arupo de
nudo, podemos subrayar ciertos rasgos que ayudan a definir el estatuto del arE o del áristos, «excelente, lupremo», obtendriamos para 1lTf-. arya. un sentido como el de:
.",.. «eminente, superior~. Pero nada impone esta comparacióa, y, en el punto de pctida,
La COMotaci6n, tan pronto favorable como desfavorable, de la ptl1abra ar( no °
la idea de UD comportamiento mutuo (sea la acepcilm favorable no) es mil ICJ],-
atecta al sentido mismo de la palabra. Desi.¡:na a un hombre del mi.mo pueblo que sibIe en a,.[-, arya- que la de una calificaci6n elogiosa. Sólo UD anilisis mú profundo,
quien habla de !l. Este hombre nunca será considerado como mlembro de W1 pueblo apoyado en datos nuevos, permitiría pronunciarse sobre la etimologla.
enemilO, ni siquiera cuando el chantre se enfurece contra tI. JamAs es confundid~
con un btrbaro. Participa en todos los cuitas; recibe dones que el chantre puede enVl~
diarle, pero que le ponen en pie de igualdad. Puede ser perOlo o avaro, amistoso u

J Tesis e lntUpretadoaCl aot.,ooiJw: por un lado, P. THIDlE, Dv FmmIliIr, /m .lJ1~Q. 1931; M;'
"." .nd A,rtrvtrlfJn; 1"1; por otro. G. OuMEzlL, 11 1r0i8liwn souwnlilf. 15149; L'kHoIorW t,.;p.rtk •
(ttd~. 1"1, pp. IOB, u.

239
11 PARTE

LIBRO 1

LA REALEZA Y SUS PRIVILEGIOS

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CAPiTULO I

REX

S.",tflrio. Alclriluado ml.menle en itiliaJ. ~ eHl1c:o)' en Indio. es decir, en lu el-


t~dadcl DlX:idcntal ":1 orit:atal del mundo Indoeuropeo, rrx Pl'tllMCla un .rupo and-
qullimo de tbminos relativo. ala RUBión)' al dem:bo.
BI accR:mli.cnto del Iar.. NfO too ellrleso oriID. ICll:tmC!cr m llalla lllIl.Ult (donde la
o- inidll1lC explica por ruona tonul6IkU). el cumcn de 11M valora utiluOl de fq-,
en Iatln (por ejempJo, en ~ /1,., • ~. fKfIlI, ro: JIICfOratm), permiten pcJlsar
que el ru, mili iIK:CI1Iote en _lO que rey'" d ICnlldo modr:mo, era d que talla ••torl·
dMl JlUI' truar 10i CII1lplallllDleruol de la. dudlllkl y dclcl11Iinar la. rq1u del dcra:ho.

Hay deno nociDnes que sólo podemos aJcanzar indira:tamcnte en IU CItado in-
doeuropeo, porque, aunque derivan de ca.lidades sociales, no se manirlell&D por- he-
chos de vocabulario comUDCI al conjunto de 10 implAS.
Ta! es el concepto de sociftJ«J. En el indoeuropeo occidental es desi¡nado por un
ttnnino comlÍD. Pa"o en los dcmis JfUPCJS parece faltar. De bcd:J.o. ti apraado de
forma diferente. Se le reconoce en panicular bajo el oombre de reino: 100limitC5 de la
sociedad ooincidcn con cic:rto poder. que ti d poder del rr:y. Así le plantea el proble-
ma de los nombres del ~. problema que: afee:ta. ala vez, al estudio de la socic:dad Y
de las divisiones que la caractc:rizan '1 al estudio de las jcrarquias que, en CISCDO de la
sociedad. defiDcn los grupos.
• Cuando se aborda esta noci6n del terey. en su expresión Ibica. qucd& uno sor-
1
prendido al conatatar que el nombre representado por fU no apucoc: mil que en las
1
dos extremidades del mundo indoeuropeo y falta en la parte central. Por un lado. te-
nemOll en ladn TU, en c~ltico ir. ,j, en aalo -rir, por otro. en s'nscrito 1'4j-(Qn); nada
cotrc los dos, ni en ninluna otra lenaua itilica, ni en gcrminico. ni en blltico, ni en
eslavo ni en arteco. y tampoco lCIl hitita. Esta correlaci6n es extremadamentc impor-
tantc para apreciar la repartici6n dcl vocabulario común a travf,s de las IcDJWll. Hay
que ver. en tI caso de rtX, un testimonlo -probablemente el mu notable- de un
gran fenómeno estudiado por J. Vendrycs 1: el dc las supervivencias de términos rela-
tivos a la religión y al derecho en las dos c:xtrcmidades del área indoeuropea en la 50-
cieda.des mdoiraniu c italo-célticu.
Este hocbo alá unido a la estructura miJma de lu sociedades consldcr.adas. No es
un simple acc:idalte hirtóñco el que no 5IC cncucntre en tu 1en¡uu «interzncdiu» ni
una IOla hue1ll de ese nombre del «r~. Tanto del lado indoiranio como del lado

243
italo-céltico, tenemos que vérnoslas con sociedades de estructura arcaica, de tendencia
muy conservadora, donde durame mucho tiempo han persistido instituciones y voca- ninguna vocal inicial en otras lenguas. Asi eruthr6s (ipu9p6r;) frente aliar. ruber, com-
bulario abolidos en otras partes. El hecho esencial que cxplica las supervivencias co- porta una vocal protética e-o Vemos en este caso particular el mismo fenómeno que en
munes a las sociedades indoiranias e italo-célticas es la existencia de poderosos cole- orégo. Sin poder discutir aqui al detalle esta particularidad, contentémonos con indi-
gios sacerdotales, despositarios de las tradiciones sagradas -que mantienen con rigor car que deriva de una condición lingUistica general. Las lenguas del mundo no poseen
formalista. necesariamente ni juntas las líquidas r y l. No hay que creer en la necesidad de distin-
Entre los romanos, basta con citar los colegios de los hermanos Arvales -entre guir estas dos liquidas, y seda vano buscarlas en todas las lenguas, De hecho se en-
los umbroso los lrolres AtiedU de 19uvio-, entre los celtas, los druidas -en oriente, cuentra bien r. bien l. bien las dos juntas según las lenguas. Un contraste sorprenden-
cuerpos de sacerdotes como los brahmanes o los atharvanes de la India, los a9ravanes te es el del chino, que conoce 1, pero no r. y el del japonés que conoce r. pero no l. En
o los magos en Irán. otros casos, 1 y r dan la impresión de aparecer materialmente en la lengua, pero no
Gracias a la persistencia de estas instituciones ha sobrevivido, y nos es conocida, responden a dos fonemas distintos. En francés no se puede confundir roy y loi, por-
una gran parte de las nociones religiosas de los indoeuropeos, tal como estaban regla- que r y I son dos fonemas diferentes, cada uno de los cuales tiene su realidad en el Se-
mentadas en grandes rituales que siguen siendo nuestras mejores fuentes. no del sistema fonológico. Pero hay lenguas muy variadas que presentan rol indis-
Sin embargo, no hemos de creer que se deba únicamente al hecho del arcalsmo de tintamente (en polinesio, por ejemplo), es decir, una sola liquida con modo de articu-
la sociedad el que estos datos se hayan conservado ahí y no en otras partes, Los cam- lación variable.
bios introducidos en la estructura misma de las instituciones han hecho que la noción ¿Qué ocurre en indoeuropeo? El sistema común posee dos fonemas r y l. con va-
específica del rex sea desconocida para los demás pueblos. Por supuesto, en griego 'j lor funcional desigual: r, en general, es de empleo más frecuente. más variado que l.
en germánico hay palabras que pueden traducirse por «rey». Pero el basiletís no tiene Pero los dos existlan desde la época común, aunque r y , se hayan confundido en amo
nada en común con el riIj. y .la pluralidad de palabras griegas que significan «rey) o plia medida en indoiranio.
bien «jefe» muestra claramente que la institución se habia renovado. No basta, sin embargo, constatar la presencia de dos liquidas en indoeuropeo. Se
m tema nominal '" tig- dellat. rix, rigis es exactamente el del irlandés I"i y del ga- sabe que todos los fonemas de una lengua no aparecen en cualquier posición. Se ad-
lo -rix, que se encuentra como ténnino de nombres propios compuestos, tales como miten ciertas posiciones para cada fonema, y se excluyen otras. En griego no se puede
Dumno-rix. Vercingeto-rix. La forma supuesta por el riJj- del sánscrito es exactamen- terminar una palabra más que por las consonantes -n. -r o -s, con la única excepción
te la misma: por tanto. un antiguo ·reg-. También probablemente se encuentre en el de la negación ou(k). De este modo, en cada lengua hay un registro de posibilidades y
nombre real tracia Rhisos. de imposibilidades que caracterizan el empleo de su sistema fonológico.
¿Que significa este término? ¿Cuál es la base semántica de este concepto? En la- Ahora bien, se constata en muchas lenguas que no hay r inicial. En finougrio, en
tin, TU ha producido toda una familia de palabras, entre ellas el verbo derivado rego, vasco, también en otros, no se puede comenzar una palabra por r. Si un préstamo
regere, el derivado neutro reg-no-m.,·el femenino tigina. de forma muy caracteristi- comporta una r inicial, se le hace preceder de una vocal que pone la r en posición in-
ca, como el sánscrito rQjlli. «reina», utilizando esas dos fonnaciones un sufijo en n terior. Ésa es también la situación en indoeuropeo común: no se admite una r como
para marcar la «moción», la feminización de un antiguo masculino. Dejaremos apar- inicial. En hitita, por c:jemplo, no hay r inicial, mientras que se encuentra I inicial. Lo
te regio y también rectus. que estáíl separados de este grupo. No hay ya relación, ni mismo en annenio; para acomodar las palabras tomadas en préstamos con r inicial, el
siquiera en latin, entre rex y rectus; sin embargo, relaciones morfológicas claras y de annenio pone una e protética o, en fecha reciente. reemplaza la r- original por una r
tipo perfectamente conocido unen regio y rectus a la raíz de rex. Talo cual de estos fuerte, roulé, distinta de la r ordinaria. Ése es el caso del griego, donde una «prótesis
derivados tiene una correspondencia en otra parte. De este modo, allat. rectus res- vocálica» aparece ante r, de suerte que la inicial es er-, ar-. or-.
ponde el got. raihts (al. recht); pero el germánico ignora el término nominal ·reg-. Hay que insistir en ello. Si el griego, el armenio y el hitita no tienen r· inicial, es
En primer lugar, tenemos que preguntarnos si no habrian conservado otras len- porque perpetúan la ausencia de r- inicial en indoeuropeo. Estas lenguas conservan el
guas indoeuropeas, incluso en estado de vestigios. alguna forma emparentada. Hay estado antiguo. En virtud de una transformacion fonética, el latín por un lado, el in-
un verbo griego que se ha tratado de relacionar con rego y con la familia de rex; pero doiranio por otro, tienen r al comienzo de una palabra. En cambio, I inicial existe en
es lo bastante diferente para que no se haya vacilado en hacerlo de modo fonnal. Se indoeuropc:o y se conserva tal cual: cfr. la raiz "'/eik"'- y gr. lelpo p..d7l:toJ), lat. linquo.
trata de orégo (optY6'), que se traduce por «extender». No se ve con claridad cómo sin prótesis. Cuando el griego ofrece una r- inicial, es siempre con espíritu grave, bien
fWldamentar esta comparación; por eso se la propone entre dudas generalmente, y só- ~- (- rh-) lo que indica un antiguo '" SI"- o un antiguo • w/·_; fuera de ahí, la .. r· inicial
lo como una posibilidad. Si pudiéramos rechazar o hacer aceptable esta comparación, va prc:cedida siempre de una prótesis.
lograríamos una precisión importante para definir la noción de «realeza». De este modo, en tcoria nada Se opone a la comparación de rex con eL griego
El problema es, ante todo, fonético: dado que la correspondencia entre los radica- orégo; la o no supone ningún obstáculo, atestigua una inicial antigua que el latm no
les '" reg- de lat. ngo y reg- del griego o-rég-o es evidente, ¿puede justificarse la o- ini- ha conservado. ro sentido de las formas griegas queda por prccísar. El presente orégo
cial del griego? Este detalle no carece de importancia. Afecta a la morfologia máB an- u orégnumi (ÓptYVUI'l.t) con c:I derivado órgu;a (~yutlX), femenino de participio perfec-
tigua del indoeuropeo. En griego se constata en condiciones semejantes, sobre todo to sustantivado en elllentido de «braza», no significa solamente «extender»; este sen-
ante r. una prótesis de uno de los tres timbres vocAlicos a, e. o. alli donde no figura tido CS, también, el de otro verbo, petánnumi (~~.6:yvufJ.')' Pero pettinnum; es «desple-
gar en el sentido de lo largo», mientras que orégo, orégnumi es «cxtenedcr en linea
244
. di al llc:pr a la realeza de: tipo etuico,
larga evoluci6n Y una lransfOrmaclón ra C para ve la autoridad politica le fuese
m:tn, de modo más explícito: «B partir del puniD que se ocupa, tirar hacia adelante
una línea Rlcta» o bien «dlri¡inc hacia adelante en la dirección de una 11nca rect.B)t.
fundada cxclUJivamente sobre ~l poder, y para .J;.. ;
hecieoóo poco a poco independIente: dd poder .--..oJO,
que SClula atribuido. los
En Homero orórllcJH¡ta; (~IU) describe el movimiento de 101 caballos que se
sacerdotcs .
estiran en toda su lonJitud al saltar.
Este sentido está tam.~fl pn:sente en latln. La importante palabra regio no quiere
decir en origen «la rqión», sino f(cl punto alcanzado en Una rcc:ta~. De este modo
le: apnea e regiane. «en lo opuesto)t, es decir, «en el punto n:r;to, enfrcote)t. En la
lengua de los augures, neJo indica «el punto alcanz.ado por una linc:a. recta trazada en
la tierra o en el ciclo»: lue¡o, d «espacio comprendido entre tales rectas trazada..s en
diferentes sentidos».
Se interpretad de forma panüc:ta el adjetivo rrclll$ como «recto a la manera de
cs. Unea que se traza». Noci6n material '1 tambim mor-al: la .erecta» rcpresc:nta la
11 norma; regultl. es el. «inatrumento para trazar la recta". que fija la repa. Lo que:
"11 es recto se opone en el orden moral a lo que está torcido. curvado; ahora bien, co-
mo recto equivale a justo. honesto. su contrario torcido. curvado, se identificara
."". con pérfido. mentiroso. etc. Esta representaci6n es ya indoeuropea. Al lat. r«11l3
corresponde el adjetivo aótico fJIihts que traduce el ¡rieto I!llthús. «rectaD, tambim
el anticuo persa ras/a, que califica la «\lia» con esta prea;cripci6n: «No abandones la
"
,.
via recta».
Hay que partir de esta noción completamente materilli en origen, pero presta a
desarrollarse en sentido moral, para entender pedc:ctamente la formaci6n de: rex y del
verbo regtt". Esta noción doble se prc:scnta en la cxprcsí6n importante ~ fmn.
acto religioso. acto prelirnlnar de: la construcción; ~ furt!S lignifica litClll1mc:nte
«truar en lineas rectas las fronteras». Es la operación a la que procede el gran sacer·
dote para la construcción de un templo o de una ciudad y que consiste en determinar
sobre el terreno el espacio consacrado. 0peraci6n cuyo cartcter migico es visible: se
trata de delimitar el interior y el c:::tterior, el reino de lo sacrado y el reino de lo profa-
no, el territorio nacional y el territorio extranjero. Este trazado es efectuado por el
penonaje investido de: los más altos podc:rcs, el ra.
En rex hay que ver menos al soberano que a aquel que traza la llnc:a. la vis a se-
gWr, QUe encama al mismo tiempo lo que es recto: la DO<:ión concreta enunciada por
la raÍZ • rq- es mucho más viva en rtt. en origen, de lo que pensamos. Y esta concep-
ciOn de la naturaleza y dd. poder del tl!X concuerda con la forma misma de la pa.labra.
Una forma atemAtica sin sufijo, como f'f!X, tiene la apariencia de esas palabras que 5C
emplean en elsc811Ddo túmino de compuesto. como -da en iii-du. nombre de aaente:
sacado de ·deik-. Es lo que lie verifica al marlen dellat1n: asi, en los nombres com-
puestos del galo con -rix, Dummo-rix. Yer<illgelo-rix. Eo d,nscrito, rij es meno¡ fre-
cuente: en c:.stado libre que en composici6n: sam-rij-. «rey común a tDdos», :rw¡-rQJ.
«aquel que es rey de sí mismo)t. Dc hecho. incluso tillado ru aparece con dctcnn1-
nantc:s especificas. sobre todo en la locución anti¡ua rrx sacronlm. El ra estaba en-
cargado de: ~"SQcnz. en c:l5entido en que: se toma la expre.siÓD rqttnflnes.
AsI 1IC dibuja la noción de la realeza in4oeuropcL El ru indoc:uropeo ca mucho
más rdigioso que poHtico. Su misión no es mandu. ejereer un poder. lino fijar unas
realu. detennin&r lo que es «m:tolJ en sentido propio. De fUme que el ~ ut defi-
nido, se c:mparmta mú con un sacerdote que con un IObc:raoo. Es esta realeza lo que
cdtu e: ittikos, de un lado. indio3, de otro. han conservado.
Esta noción estaba_unida a la cMencla de k>I &fUlda colqios de I8CCfdotcs que
tc:utan por funci6D perpetuar la obIervancia de los rito•. Ha Iido. pues, necesario uo&
247
246
CAPiruLO 2 YO derivado en -yrt de un a.b5tracto ·xiiya9a-. que, a su vez. es un derivado en -lI del
tema vctbaI ~.. Bl «rey» es mianado como aquel que CIti investido de
x,t4Y- y LA REALEZA IRANIA ~ . Se observar" que la nocióo abstracta el aqu! primari&; paralelo es el abstnu:-
to ser. /qalrtl quc" ha proporcionado IqGtriyu. tanicm.bro de la c1aJc: de los gu~»,
propiamente «el qlJC csti investido de batra-».
Observemos adcmis qlJC la forma iiaya8(i)ya esti en contradi.cei6n con la fonéti·
ca pena, donde d ¡rupo -IJ(iJJL da ':¡y-; de ~e modo, el iranio hD8ya. «verdadero»,
da htiiiyg en anti¡uo persa. Se impone la licuicnte conc1usióo: ~8ryrz no es una
forma del dialecto propiamente pena. No ha nacido en la lengua en que tan gran for-
tuna ha conocido, lino en una l.cnJua irania en que el paso de -fJiy- a'¡"" no le produ-
clL Por r&ZCDCS 1ing(llsticu e biJt6rias. ésta debe ser la lengua de los medos en el no-
roem dcl1rtu. BI. oombR pena del «rey» ha MO tomado prestado por los persas a
los mcdo!I: concluaión importante desde el punto de vista hilIt6rioo.
SullltJrlfJ. Bl hin a un imperio y la nocilln del .obtnno lIlU no tiene Dada en comOn Ese t!rm,ino entra en una fOrmula que es taractedstica ele la titularidad aqucméni-
1,
: . con la de~. Se CDUm:M. ~te el titulo pena ~)II' iliytlfllyimrm (sr. btIsIklb,
/Jo.rt1lfHl. pcru. Jt¡Ir,i" liII), el Rey de rcya:¡ elte 1111,110 deUpa.1 soberano como • aqud
da, xiaya6lya JizygBiyarr.am. «l'C)' de reyes». Persia fue la primera en fijar esta f6r-
mula de titularidad que se oonvirtiO inmediatamente entre los IricaOl, bajo la forma
,• • que csd. InvDlddo del poder real, dd ~.
de basiltrJs bosiUim (j3or;O'lltÚiO PcwU.ifoW) , en la designación del rey de 101 persas. Expre-
Pero UD CP!lcto del ~ aqUCIJlá¡IcIIl, vauahr, que tamblál puede calirK:ar al dio.
Abunmazda y. la tierra, revela que el poder del ny es de lICnCia m15tica. sión curiosa que no significa «el rey entre 105 reyes», sino «aquel que reina sobre los
demás reyes». Es una superrealeza, una realeza al cuadrado que le ejerce sobre aqueo
Lo5 términos que acabamos de examinar no forman sino una de la5 expresiones de llos que el resto del mundo considera como reyes. Sin embullO, la expresión revela
esta noción de realeza: la que es com6n solamente a dos extremidades del mundo iD~ una anomaJia: el orden de las palabrlll no es el esperado. En la forma moderna 'ifzhlIn
doeuropco. a 101 dominios italo«ltico e indio. "iah ha sido invertido; de este modo, responde a la. sintaxis de los JfUJ)Os nomina1cs en
En esta noci.6o fundamental. el iranio se aparta dellndio. El término fi.f-. ~ iranio. Hay que ver ahi un segundo indicio de un origen extranjero, no pena. La cx-
r1itico del indio, falta en el vocabulario antiguo del IrAn. presión ha debido ser recibida tal cual Y no comtituida con la realeza de los Aqucmé-
No quedan huellaa en iranio de una deiignaciÓIl. correspondiente. salvo en el dia- nidal. Probablemente estaba ya elaborada entre los medos.
lecto de la regiÓll de Kot!n (cn el cxtrano liudCltc dd trio que colinda ron la lndia.). De esta misma ra1z, el iranio ha sacado muchos otros t~rminos. En primer lugar,
atcsti¡:uado desde el siglo VIU de nuestra era en una Üten.tunl de inspiración búdica y en avbtico :i!iafJra. Q.ue responde al sinscrito 1qcztrrJ, y cuya forma persa distinta es
hecha, 501xl: todo, de traducciones. Este dialecto kotanb conoce el t&mino m, iias§tl; es, a un tiempo, el poder y el dominio en que se ejerce ese poder,la rc:alcza y d
«rey»; rris-pw. «hijo de 1'C)')t. designaciones que corresponden al sánscrito rijtz y ti- reino. Cuando en SWI culogias Darlo dice: «Ahuramuda me ha otorpdo este ~»,
JI¡'¡J'Iltl"rl: pero no es totalroente squro que se tnltc de un prestamo del indio, siendo se trata de 106 dos, del podO" mismo y del reino. Eita palabra entra en un compuesto
Dwncl'OlOS préstamos que esta lengua vchk:ula y la fecha tudia en que se ha o> importante que es en a. pcDa ~an. ~ . En una forma dialectal vecina
"
1
nO<:i4o. que en jonio se reproduce con 011)'01' fidelidad por ~ ~ , «ejm;er el poder de
Si, en iRmo. el thmino • ni;- como nombre del 4acy» no tiene alISO, es porque, sitrapa», es el titulo el que se ha convertido en ¡riCIO SQ~s, de donde «SátRlp8H.
1 hablando en propiedad, DO hubo ni rey ni reino, sino un imperio iranio; esa el la ra- Este titulo ai¡nifaba «que guarda el reino». Los alt1simos dignatarios all d.csi¡nados
ZÓD de esta rcD.ovacibn Ibita. tenían a su cargo la administraciOn de lal Irandel provincias (usattapla:I»), y de ase-
En el mundo indoeuropeo, y especialmente a los ojos de los griegos y de los roma- gurar asi la custodia del imperio.
nos, fue el Irán el que instaurO la nociOn de imperio. Anteriormente, por supuesto, Esta nociOn, fijada por el Irtn. de un mundo constituido como imperio, no es sO-
hubo el imperio hitita, pero "teno constituyó un modelo histbrico para los pueblos
vecinos. La organizadOn ori¡:inal es aquella que los iranios crearon y son tCnninos
lo poUtica, slno 1ambim religiosa. Se dida que cierta organizaciOn terrC'Strc y celeste
ha tomado por modelo la realeza de los soberanos persas. En el universo espiritual de
iranios los que constituyeron el vocabulario nuevo a ella referido. los iranios, fuera incluso de Pcrsia, y panicularmente en la escatologia mazdea, el do-
En el vocabulario común a la India y al Irin, hay un término representado en minio al que acccder6n los Ílelcs es designado por x'ia6ra. «reinol) o por Jtia8rrJ vau-
sánscrito por klOtra. en iranio por i.Mzera que indica, en ambas partc5, el poder real. ya. «d reino (o la rcaleza) deseable». Penonir1C&da, X'ia(JrQva;rya (en medio iranio
Es un derivado de Iqi¡. (x'iáy-j. tcser ducfto. disponer de», ralz: que: ha proporcionado salrri'WIl) ~a una de las divinidades llamadal «Santas Inmortales., cada una de
en iranio loa derivados mis numerosos y mU importantes. Sobre todo. mediante: las cuales simboliza UD elemento del munc:lo y jucp un doble papel. tseato16gico Y
WI derivado de esta raIz: se ~ en anti¡uo pera. (pero no ca el Aveata) al rey: material al mismo tkmpo.
Xiilyri;yrz. De este vocablo antiguo pena, mantenido dCl4e bacc veinticinco ai¡Ios por Ahí estA el prototipo de lo que en la escatoloaia QcI judabmo profttico y clcl cris-
lo menos, proviene el pena moderno iiJr. por evolucibn rqular. tianismo se ha convertido en el «reino de los deJos», imagen que refk:ja una ~
La forma de CIta palabra permite un aniIisiI m..ú predso: Xiiya9iycr- es un adjed· ción irania.

248
El vocabulario iranio de la realeza ba utilizado, además. otras formas de esa raiz un derivado en -ka de un tema en r- no atestiguado, ·vazar o ·vaUQ-. de una raíz
iiil-; los términos propiamcntdaqueménidas no son los únicos. Títulos nuevos se han .VR-. «ser fuerte, estar animado de vigor» (cfr. lato uegeo) que corresponde a la del
formado, lo que muestra a las claras la importancia de la noción de xsa- y la unidad sustantivo védico vija-. «fuerza, combate». En la terminologia «heroica» del Veda.
del mundo iranio. La más notable, iiavan, «soberano», era usada en el Kotán. La vQja con sus derivados ocupa un lugar importante e implica una variedad de acepcio-
encontr~os en la titularidad de las pequeftas realezas in4o-cscitas, cuyas monedas nes que ocultan su significación primera. Parec:e ser que viija ind~ca u,na fuerz~ ~opia
Devan, con los nombres de los reyes, el titulo de i'AONANO tlAO, que fonéticamente de los dioses, de los héroes, de los caballos, que les asegura la vlctona; es, aSUDlsmo,
hay que transcribir por faunanu S(fU. No es el correspondiente de 'iahsizn iiIh, sino una la virtud mistica del sacrificio con lo que procura: bienestar, contento, poder; es,
exprel!li6n construida sobre el mismo tipo, con Sou salido de XáiJvan. también. el poder que se manifiesta en el don, de donde: generosidad, riqueza: .
Hubo, sin embargo, otras titularidades locales. En el dialecto rncdioiranio del nor- Un reflejo de esta noci6n se percibe: en los empleos persas de va~raka. SI el diOS
oeste, el sasdio. que abarcaba la región ele Samarkanda, conocemos un nombre dife- Ahuramazda es definido como vazraka. es porque está animado de esa fuerza mistica
rente del «rey» bajo la forma xwt'w, es decir. xwutiiw. que representa un antiguo (el vQja- indio). También el rey es titular de ese poder; y también la tierra. elemento
xwa-tfrw-(ya). «aquel que es poderoso por si mismo. que no obtiene su poder más que natural que soporta y nutre todo.
de si mismo». Esta formaci6n es muy sisniticativa y -MeiUct fue el prlmero en darse Quizá esta califICación mediante vazraka- esté repartida según el esquema de l,as
• cuenta- tenemos ahl la pareja exacta del griego au/o-králor (rxth:oxpm't(¡)p). Es imposi- tres clases: el dios, fuente del poder religioso; el rey, duefto del poder guerrero; la tle-
ble decidir si el iranio esti traducido del griego, porque, por un lado, el compuesto Tra, prototipo de la fecundidad. Un simple adjetivo puede encerrar una materia con-
sogdio podria ser mucho más antiguo, como prueba el epiteto védic:o SWl-taWl. «pode- ceptual muy rica.
• roso por si mismo»; de otro, el titulo griego aulo-krátiJr no aparece antes del siglo v. ,
Se haya forjado o no en Irán mismo, este titulo, xwa-taw. es significativo también ,"
desde otro punto de vista. Ha pasado al mediopcrsa, donde ba llegado a dar la forma 1
xudii que es boy, en persa, el nombre de «Dios», concebido, pues. en tanto que osten- 1
ta la soberania absoluta.
De este modo, se mide la distancia entre este concepto y la noción de realeza, tal
como la traducen el lato rex y el ser. rQ}. No se trata ya de una realeza de carácter
«rector»; el papel del soberano no consiste ya en «trazar la via recta» según la ideolo-
gla indoeuropea. Vemos en Irán el advenimiento de un poder absoluto que se ha en-
carnado, a los ojos del occidente clásico, en la realeza persa aqucménida.
La tradici6n persa aqueménida muestra su originalidad no s610 en el nombre del
rey, sino también en algunas de sus calificaciones.
El iranio persa es el único que posee ciertos términos relativos a la realeza, entre
éstos se halla el adjetivo a. persa vrnra/ca. «grande», convertido en persa moderno en
buzurg. Es un adjetivo exclusivamente persa; no se le conoce en ningún otro dialecto
iranio y el indio no ofrece ningún correspondiente exacto. En los textos aqueménidas. 1

.. que son proclamas reales, este adjetivo apercce como cpitcto de nociones especificas.
a) baga Wluulul. «el gran dios», es la designaci6n de Ahuramazda y s610 de él .
Algunos textos comienzan por esta eulogia: boga vaua/ca ahuramazdo. «el gran dios
1
I
es Aburamazda».
b) vRraka se aplica al rey: iiiJyaBJya wn.ralca. protocolo real, inmutablemente
repetido tras el nombre del soberano, en sus tres titulosj «Rey grande)~, xSaya()iya
vauaka¡ «Rey de reyes», iiayaB;ya xsoya8iyimim. «Rey de los paises»; x'iayarJ;ya
dahyunam. Triple defmición de su estatuto. La cualidad de «grande», atJadida al títu-
lo de «rey», era una novedad para los griegos; de ahi barileus megas (~LluJr; ¡A.l-yw;;),
para designar al rey persa. m segundo titulo, «:Rey de reyes», hace de él un soberano
supremo, duefio de un imperio que engloba a las otras re&lczas. Por último, «Rey de
los paises» detennina su autoridad labre las provincias del imperio aquCIIÚ:nida: Per-
sia, Media, Babilonia. Egipto, etc., que son otros tantos «paises».
c:) vauakil se aplica tambié a la «tierra», bum;, entendida en sentido lato, como
dominio. de la soberania real.
manilisis del adjetivo sigue siendo en parte hipotético. Según toda verosimilitud, es
250 251
dón o a los Dioscuros, bien a hombres investidos del poder supremo; asl. en una Ins·
CAPÍTULO 3 cripci6n bilin¡Qe ¡reco·fenicia de Chipre, wdnaks traduce el fenicio 6dQn. «sellar».
También se: subraya con Interés el hecho de que en una dedicatoria en antiguo frigio,
LA REALEZA HELÉNICA que data aproximadamente del 600 antes de Cristo. el rey Midas es calificado de wd·
naks. sin que pueda decirse, no obstante, si la palabra es indígena en frigio o si proce·
de del grlcgo.
Pero los datos más importantes son proporcionados por el micénico. donde el
término aparece en muchas formas: wa-na-/w (- wdnak.f), wa-IJa-Ic~-le. wa-na-/co-Ie
(= wan6klei, dativo singular), wa-na-ku-te-ro (= wan6k/~. forma con sufijo de
comparativo). Wfl-na-sa-wI-ya. wo-no-so-i o wa-no-so-i. de interpretación menos c\ara.
Además, los contextos de los empleos en micénico aclaran la relación dI: los ttlU-
los: ba.sikús (de hect\O rasIleú.s) es wd"w. Parece que el lJasiJe:J1s es solamente un je.

..., !
fe local. un notable. en modo alguno un rey. No pllf'CCC investido de ninguna autori-
dad política. Por el contrario. e:t w6naks esti considerado como poseedor del poder
SIumlrlu. Comparada con la l:OIlC:CpdOO iodoirania del reJ. el UDa lKld6rl más 1:WOIu- real, indUJO aunque toda\lia no pueda definine la extensión de su territorio. ¿El tltu·

.....
it donada YdUncnci.t.a -prólrima en mudlol aspec:lDl • la <Ul~ lermánica-. lo
., que MlIieftn 101 nombra; lriqm del uey_, baüaiI J lÑIIGib. lo es también patrimonio de las divinidades o de los sacerdotes? No podrlamos afir·

.• De etimol.oata deicoDodda, pero I.IC11i¡ualb &D1bo1 dalle 101 rutOl mid:miaM, cs-
101 dos Itnainol se 0IJl)DaI. cIrorameute eA que d lqpJnlSo Il61o Qoipa al J)CIICCdor del
marIa. pero es posible.
la situación respectiva del basilm y del w6nak.J en la epopeya homerica responde
....... penectamente a la que caracteriza a estos dos personajes en la sociedad micen\ca. so-
" Ea. C'II&Dlo al baihIb, sir1_ un l!IoI como el rij-lDdio, cjallr: fundoDcl de tipo mi-
Jico-rdiaiolo. sin duda CIltUeturw:la lllI m.m lqÍln .. utpudc:t6I ,.. Cltudiada. BI ce-
10 hay que notar que wónaks es. ademAs. una calificación divina rc:sc:rnda a los dio-
,. tto. IlrnboIa (de orisen propi&mente heIlmkol de 1\1 &lIlOridIId, no al ea d pualo de par- ses mis &hos. Apalo, dios de los troyanos, es el wdnaks por excelencia. Zewi también,
pero con menos frecuencia. Se denomina as! especlficamente a los D103CurOS como
tklI. sino d but6a de m.m.a dd ~ poftadlk de una palabra autorbada.
wánake (fonna de dual que contrasta con la flexi6n que: se construyt: sobre el tema de:
'WQnakl-).
Nada permilC medir mejor la transformación de las estructuras pollticas indo- Seria interesante precisar la relacibn de .sentido entre basiJeús y lVÚnalu al menos
europeas que el vocabulu:io de las instituciones de la Grecia primitiva. Desde el alba en sus rasgos mis importantes. Según Ari!;t6teles,l05 hftmanos y los hijos del rey lle-
de la historia, la rca1eza y todo cuanto a ella se refiere tienen en ¡riego designaciones vaban el titulo de WÓnak$. Da la impresión, por tanto, de que: la relación enlre basl·
nuevas, desconocidas en otras partes y que hasta ahora nada permite t'J(pticar. Wús y w6nalcs C5 la que cxiste entre «rey» y «príncipe». Esa $Cría entonces la justifica·
Hay r;n griego dos nombres del rey. ~ ij3cm).~) y wánaks {wúvu6, Estos ción del titulo w6nalce concedido a los DioscllfOS, ~6a.lW\Ipot. prindpcs reales. Sin
dos términos no están en el mismo plano. pero ambos escapan por ¡cual a toda inter- embargo. no puede admitirse que l4IÓnaks esté limitado al hijo o al hermano del rey;
pretación etimológica rigurosa: no tienen correspondiente C1 otras lenguas y no se les porque en Homero, incluso. un personaje puede ser. al mismo tiempo, basileúJ '1 wd-
... puede encontrar siquiera un parenlc:llco. aunque sea parcial, en griego. naks: un titulo no contradice al otro, como se \le en la Odisea (lO, I!M). Ademis, sólo

'•"...
Se ha discutido mucho, sin éxito, sobre el origen de basileÚs. Aunque es imposible w6nalcs sirve de calificativo divino: la invocación a Zcus Dodonio, uno de lo.s textos
la identificación del radical, al menos se percibe un anilisis veroslmil de la formación; más solemnes de la lIIada, comienza asl: ZtU &\111 (16, 233). Un dios jamás es llamado
bDsileús es un derivado con sufijo -eús, precedido de un morfema ·tI-, que es un ele- basileús. Por el contrarlo. basilelÍS está ampliamente difundido en la sociedad de
mento de derivación propio de los nombres personales de Asia Menor; all, TrOj/-os, hombres; no s610 Agamenón, sino una multitud de personajes menores reciben este
Murs-lI~os, al que corresponde el hitita Mursilíi. Es todo lo que puede decirle. titulo. Hay incluso grados 'f una especie de jerarquia entre los basileis, a juzgar par el
En cuanto al radical bus-, ninguno de las numcrosW!i hipótesis que los diccionarios comparativo basilníleros, y el superlativo basiJeútatos. mientras Que en Homero w6·
etimológicos han registrado puede ser siquiera discutida hoy. En efecto. el término nala no comporta ninguna variación semejante. Excepción hecha del wanaklero- mi-
basileús ha sido reconocido en las tablillas micénicas. donde tiene la forma qa..si-re-Il, cénico, cuyo sentido permanece incierto, el titulo de w6na/cs denota una cualidad ab-
con el derivado femenino qa..si-re-wi-ya, que probablemente equivale a basi/I!ía. Aun- soluta. Ademis, debe observarse que en la casi totalidad de los casos, bu.sileús no tie.-
que el valor fonético del signo qa- es seguro, la b- inicial de basi/l!Ú3 representa una ne determinante; se es baJiltús a secas. No hay más que dos o tres ejemplos de basi-
antigulI labio~vclar ,oo-. Por tanto, hay que plantear la forma micénica como g-osi- /ew con genitivo. Wónaks, por el contrario, tiene por regla general un determinante,
leús. De ahl será preciso partir el día en que se presente alguna posibilidad de compa- nombre de comunidad: wónab and,8n. «wánaks de h.ombres)), o bien nombre de
ración. Por ahora, hemos ganado sólo una etapa en la vía de la reconstrucción. pais: wúnaks Luk(és, «wánaks de licia», Asimismo, el \lerbo wan6.1'.JÓ, «ser w6nalcs»,
El cuo de w6nak.f es a la vez comparable y diferente. Como bu.siJeús, es hom~rico se construye con un nombre de localidad.
y midnico. Pero tiene una extensión dialectal mayor y se encuentra una vez fuera del ·Y es que s610 wt1nalu designa la realidad del poder real; basileús no es mis que un
griego. título tradicional que ostenta el jefe del génos. pero que no corresponde a una sabera·
En muchas inacripc:ioncs anticuas ese titulo se da. bien a divinidades corno Posci-

252
Dla territorial, y que varios hombres pueden poseer en el mismo lugar. Hay muchos Esta imagm dd jefe nutricio ha creado en anglosajón la des1anación misma del
basüles que viven en llaca (Od. 1,394). Una sola ciudad, la de 10i feacios, no tenía «señor». El término ingles lord, «~or", represmta un antiguo compuesto h/iJ/ord.
menos de trece basi1h3 (8, 390). Pawnajc respetado, el basikús tenia c:ierw preITo- cuyo primer elemento es hlQ,f. «pan» (inglés loa/. «hogaza [de pan],,). Se m;oostruye
privas en la asamblea, pero el ejercicio dd pode!" corrcspoooe al w6naks que lo ejerce hlQ/ord en • h{(if-weard, «<guardián del pan": es un señor alimentario, nutricio, el
solo, y eso es lo que tambi&l indica el verbo wanásso. Eso testimonia, asimismo. ex- dueoo ele la hogaza de pan. 1¡uaJmcnte, /Ddy, «dama, duena», es, en antiguo inglés,
presiones que se han consc:rva.do como nombres propios: Iphi-4nasso. «que reina con hla~-dige. «amasadora de pan». Los súbditos del lord. aqucUos que le alin someti-
poder», nombre de: la hija de A¡amenOn. FJ femenino (w)ánosso es el epíteto de dio- dOl, son los «comedores de: pan"_ En la economia medieval el pequefto «sci\ortl jnglñ
sas como Dbneter y Atenea. También cuando Ulises ve, por primera vez. a Nausicaa, recupera. sobre su dominio el mismo papel que el Icrcylt hom~rico poscta según las
la llama 81Ií crey~ndola diosa. concepciones indoeuropeas.
Sin embargo, no todos los pueblos tienen la misma representación de la función
real. Entre la realeza védica y la realeza griega se manifiesta una diferencia que puede
• surgir de las dos definiciones que vamos a confrontar.

..
I• •• En las Leyes de Manu, el r~y es caracterizado en una 1i0la frase: «El reyes una
gran divinidad (mahll/i deva/Qhi) bajo forma humana (lIaranipe"a).~) ~Ia definición
.... queda confirmada por otros enunciados: (Hay ocho cosas sagradas, objetos de reve-

·..
En. la nociOn horn~rica de la realeza sobreviven nociones que, en cierto modo, sc= rencia, de culto y de circumambulaci6n: el brahmim. la vaca (sagrada), el fuego, el
encuentran en otnu sociedades lndoeuropeas. Se trata, sobre todo, de la idea de que oro, ellh(/a (mant.cca. fundida), el sol, las aguas y el rey (como oclavo).~~
el rey C5 el autor y d garante de la prosperidad de su pueblo, si sigue Las reglas de la A esto se opone la definición ele Aristóteles. PQ/í(ica, 1, p. 1259. «El rey elti con
· justicia y los mandamientos divinos. En la Odisea se lee (19, 110 Y ss.) este elogio de' sus súbditos en la mi5ma relación que un jefe de familia con sus hijos.» Es, en suma,
un desp/)tts. en el sentido etimológico, el duefto de la casa, due1\o absoluto. sin duda,
buen rey: «un bum rey (bosiJeús) que respela a los dIosei, que vive según la justicia.
que reina (andsslJnj sobre hombres numerosos y wlientes, para él la tierra ncgnl pm- pero no dios. . •
duce los trigos y las cebadas, los irboles se cargan de frutos, los rebanas aumentan Desde luego, en la fnlseologia homérica, el basileús es diogents, dio/~phes. «(Rael-
sin cesar, ~l mar aporta sus peces, gracias a su buena administración; los pueblos do de Zeus» y «educado por Zeus»; tiene atributos que le vienen de Zeus, como su .cc-
prosperan bajo éL». tro. Todo lo que es y todo cuanto posee, SU5 insignias y sus p?de:rc:~, le es conferl~o
Este pasaje ha tenido en la literatura chisica laraa descendencla.; los autores se han por los di05cs, pero no lo ostenta en virtud de una asccndenaa dlvma. Este cambiO
I complacido en oponer la felicidad de los pueblos gobernados según la justicia a las esencial, propio a la vez del mundo griego y del mundo germánico, hace prevalecer un
calamidades qu~ nacen de la mentira y det crimen . .Pero no es éste un t6pico de mo- tipo de realeza que se opone: a la concepción india y romana del rey: el rex romano e5·
ral. En realidad. el poc:ta exalta la virtud mística y productiva det rey. cuya función es ti, en efecto, en el mismo plano que el rfQ indio; 105 dos personajes tienen una comu-
desarrollar la fecundidad a su alrededor, en los 5Crcs y ~n la naturaleza. nidad de papel y de nombre.
Mucho mu tarde, es verdad. encontramos ~5ta concepción en la sociedad genní.- La concepcioo mis «rno<lcma», mu .danocritica)l, que sc= manifu:sta en las so-
ciedades ¡;ri¡;ga y germánlca, ha debido realizarse de una mantta independiente. No
..r• nica, atesti¡uada prácticamente en los mismos términos. Entre 105 escandinavos. el
rey asegura la prosperidad en tierra y en mar: su rano se caracteriza por la abundan- va acompaftllda de denominaciones comunes, mientnu que la India y Roma son, a a-


. cia de frutos y la fecundidad de las mujeres. Según una fórmula sagrada, se le pide úr
ok /,idr. «la abundancia y la paz», i~a1 que en Atenas, durante las BuphonIas, se sa-
te rcspeao, profundamente conservadoras. La coincidencla de términos es instructi·
va: d término fel- sob«:vive al las lenlUu itAlicas y en indio, en las dos extremidades
crificaba «por la paz Yla riqueza». del dominio indoeuropeo; es alú donde se conservan las initituciones más tradiciona-
No son ésas vanas fórmulas. Amiano Marcclino refiere que los Burgondios, tras les, los COnccpt05 más arc-.ucos. solidarios de una organización religiosa que es mante-
una derrota o una calamidad, ejecutaban ritualme:nte: a su rey. porque no habla sabi- nida por los colegios de sacerdotes (cfr. anteriormente p. 246).
do hacer prosperar y triunfar a lIU pueblo. Aqul, blljo otra forma, volvemos a encon- Por el c:ontrario, en el centro de Europa ¡randes movimientos de pueblos han per-
trar la idea que anima una plegaria del rey persa aquem~nida, que Darlo formula de turbado las estructuras antiguas. No hay que pensar sólo en Grecia y en 105 germa-
la siguiente manera: «ojalá Que Ahuramazda me traiga ayuda con todos los demás nos, sino también en otros pueblos mucho menos conocidos que parecen haber com·
dioses y proteja este país del e:jército e:nemigo, de la mala cosecha, de la mentira». -partido la misma organi.zll.ción social, como los ilirios y los vénetos, sobre los cuales
Anteriormente (parte 1, pp. 288 y ss.) hemos comentado esa plegaria. Hnuncia lo¡ sólo tenemos testimonios escasos e indirectos.
mm propios de las lIn divisiones de la sociedad Ysus respectivas actividades: csp\ri-
tu religioso (drauga. «lJlerHira»). cultivo del5uelo (dliiiyarfl. «mala coscchu), activi-
dad guerrera (hailla. o:ejúcito enemigo»). Esta totalidad de desgracias, que Darlo pi- •
de al dios alejar de JU reino, es la c:ontrapanida de los beneficios que ~I mismo debe ••
procurar al pueblo; '1 en la. medida en que tenga el favor de Ahuramazda, ti asegurará
la prosperidad del país. la derrota de sus enemigos y el triunfo d.cI cspiritu de verdad.
254 255
En la sale de términos relativas al rey y a la realeza, parece legitimo incluir el La formación y el Koddo primero del túmino ¡riego no tienen nada de misterio-
nombre de una de las insignillS propias de la función real. el cetro, que en griego es so: sklptron es d nombre de instrumento del verbo sklpto, IKlpoyarse sobre»; es un
designado por skiptron (axij1t'fpO'l). No es un lámina indoeuropeo; de hecho estA res- objeto IObre el. que uno se apoya, el butóu. pero este sentido etimológico nada revela
tringido algric=go. VernOl! en ello algo singular. porque la institución del cetro se di· sobre d origen de los poc1ercI que estin unidos a esa insi¡nia. Inclwo esta traducci6n
fundió muy pronto entre: numerosos pueblos europeos. En efecto, del griego el téTmi· es demasiado sumaria. «Apoyarse» puede decirse de otraI maneru, por ejemplo, con
no pasO aliado y al eslavo, lue¡o dcllattn al gt'l'minico. cubriendo de esta fonna una IdllflJ. El sentido propio de ú/ptó es «pesar con todo su peso sobre alguna COA Y en·
gran parle de Europa. Esto hace mi\s notabk: aún la ausencia de la noción en indoira- contrar en ella apoyo... ». Para desaibir la actitud de un hombre herido, sostenido
nio. por SUl companeros, el poeta dice que: «ptl5a con todo su peso» sobre aquellos que lt
No na)' designación del cetro ni en la India. ni en el Irán mazdeo; ninguna palabra ayudan a desplazarse:. Bl mendigo de la Odisea «se apoya» sobre su bastón. De aht el
de ese senlido se conoce en ellbico del Rig Veda o del Avesta; es un hecho negativo, sentido derivado dc:l verbo skhto: «alegar como pretexto. dar como c:xcusa», es de·
pero de alcance considerable. Algunos han creído reconocer un cetro en un bajorrelie- cir, justificarse «apoybdose» en un hecho establecido.
ve aqueméllida. en el objeto que un sirviente del rey neva, y el portador es designado A veces, este verbo también se traduce por «volar, lanzarse», según algunos cjem·
en ese monumento por WlS.'JCl-bara, «portador de: WlSSQ». ¡Era el porta.a:tro del rey1 plos de los trtgicoll. Es una traducción que hay que refonnar. En un pasaje del Ata-
t• Hoy se está de: acuerdo en ver en el objeto en cuestión un arco; el túmlno designari, 1MIIÓfI. de Esquilo, aparea:n aeguidoe cuatro ejemplos cid verbo (en los veTSOI 302.
I~ por tanto, al porta-arco o al arquero del rey. La invatigaci6n es negativa para la Pcr- 301. 310) que describen un futgo que sirve de setlal. trammitido de UJloa estación a atta.
..
::

5ia aquem!nlda como tambitJ1 para todo el hin y para la India.
Es de todos conocida la importancia del cetro en la rcaIeza homérica, puesto que
los reyes son de:fmidos como «porta-cctros»: ~Ol. 13«aV.~. El nombre mismo,
A lo largo de toda una c;adena, el fuego enciende los bogares. La llama franquea cier·
ta distancia y la luz «Se precipita» (úki¡nen) por encima dellqo Gor¡ópide, en un
detennJn.ad.o lugar, e invita al fuego siguientc a no perder d tiempo 'J a encenderse: a
••
•• en Homero y en la lengua ordinaria, es skiptron. convertido en latin en M:tptrtlm, pe- su va.: «Helo ahl quc se precipita (hkipsen), que alcanza el monte de Aracnf:.» Loe·
ro lambicn tenemos sk8pton (~) en dorio. en Pindaro. Adcmas, con un grado go: «beta ahl que se abate (.tlJUi) sobre el techo de los Anidas». La llama parte de
vocilico diferente, lat. scipio, y de modo paralelo, el sklpón (GIit~) del griego. una cima y va il npoyane» en las dife:rentes cimas que debe aa1tar. Es siempre el
En Homero, ate sklptron es el atributo del rey, de los heraldos, de los mensaje- mismo movimiento lo que se dibuja.
ros, de los jueces, personajes todos ellos que, por naturaleza y por DC~ión, est~ Hablando del dios que trae una calamidad, Sófocles (Edipo Rey. 28) dice: que el
investidos de autoridad. Se pasa el skiptron al orador antes de que cormence su dis- diOl se precipita, se abate (skhJs,u) sobre la ciudad. Por último, en una inscripción
curso y para permitirle hablar con autoridad. En si, el «cetro» es un bastón, el bastón (1. O. UZ, 1629) se trata de:: las trirremc.s sobre las que la tempestad se ha precipitad.o,
del viajero, del mendigo. Se hace augusto cuando catA en manos de un personaje real, «se ha abatido».
como el cctro de Agarnen6n, a propósito del cual el poeta enumera todos aquellrn¡ El sentido del verbo CS, en todas partes, «hacerse más pesado, pesar con todo su
que lo han trll.Dsmitido, remontindo5C hasta ZCus. Este cetro divino era conservado peso». Por consiguiente, el sklptron es el baltón sobre el que uno deja caer su peso 'J
000 gnm reverencia y como objClo de culto en Quetonea: segUn Pausanlas, estaba ba- que bnpide caerse. Ahora bien, el único tipo de bast6n que responde a cslc destino es
jo la guardia de un sacerdote que recibia anualmente el cargo en el curro de una cere- el bastón de rruzrcJza.
monia. Sin embargo, no se le llamaba sklptron. sino d6ru, literalmente «IIl8.dera» ¿Cómo un instrumento asl defUlido por su denominación puede ase!WV semejan·
..1: (pausanias, IX, 40, 11). m, por tanto, un bast6n largo, un palo de lanza. Ahora
bien, en los orlgenes de Roma, el cetro de los reyes se llamaba hasta. según .Justino
te dignidad 1
Podemos dejar a un lado divc:nas c:xpllcaciODCl que K ban propuesto: no es
l' (43, 3): .Juutar quos Gra«i scepttrl dk:ue...•• Hasta es, pues, en lad.n el .eq~cote en 5t la insignia del poclcr, el emblema <k la autoridad. el bastón de arcn,ga. No es,
del «cetro» como palo de lanza. En cuanto al cetro de los germanos, los hirtonadores tampoco, una varita mágica.: la varita se denomina rh4bdos y ademis el skiptron
latinos lo llaman «pica», contra. El nombre cerm'nic:o es R.a.a. chunin-gerta, nunca es e:l atributo del malO. Dado que sklptron significa «bastón de apoyo, de
a. inglés cyne-gerd. «varita dc reylt; pero el antiguo-alto·a1emán gerta. «varita» (góti- marcha», tenemOl que preguntarnos cómo uniflcar, en cierto modo, las diferentes
CO gazds. «aguijón») corresponde alladn hasta. funcioDCI de este skÍptron en las manO! de diferentes personajes habilitados para
Es interesante buscar la significación propia del skiptron para ver si de ella se pue- tenerlo.
de inferir la representación que se haclan de esta insignia. Deriva de la idea misma de La flauraciÓD primordial del sklptron C5, en nuestra opinión, el bastón del mensa-
realeza, porque los atributos de la realeza son al,o más que ornamentos: el cetro 'J la jero. Es el atributo del itinerante, que avanza con autoridad no para obrar, sino para
corona son la realeza misma. No es el rey quien reina. es la corona, porque ella hace hablar. &1a.s tres condiciones (d hombre en marcha, d hombre de autoridad, el ham·
al rey; es la corona la que, en su perennidad. funda la realeza. Hoy todavía se habla neva
bJ"e que una palabIll) implican una sola funci6n, 181 del mmu.jero que re6nc las
de los «bienes de la Corona»; el hijo del rey es el eprincipe de la Corona» (akmin tres Y que es la única que puede cxplicarlu. Debido a que el ponador de un mensaje
Kro1fpri1f~). De este modo, el rr:y recibe su poder de la corona, de la .9ue no es mis lo necesita, el sklptron se convierte en UD simbolo de: su fDllci6n y en un signo mlstlco
que: el depositario. Esta noción mistica está vinculada, también, a! s/clp~ron boméri- de qitimaci6n. A partir de ese momento, califl.ca al per$ODajc que se conviene en
co; un pc:nonaje no reina, no juzga, no arenga a DO ser que tenga el skIptron en las portavoz, personaje q¡rado, cuya misi6n es transmitir d mcosaje de autoridad. De
manos. este modo, es de Zeus de quien parte: el. sklptron, que por una cadena. de poticedorcs
2S6 257
sucesivos recae en Agamenón. Zeus lo da, como insignia de legitimación, a aquellos CAPÍrULO 4
que él designa para hablar en su nombre.
La repartición desigual del cetro en el mundo indoeuropeo refleja, pues, la con- LA AUTORIDAD DEL REY
cepción variable de la realeza. Para los indoiranios, el reyes un dios; no tiene que ser
legitimado por una insignia como el cetro. Pero, sin embargo, el rey homérico no es
más que un hombre que recibe de Zeus su calificación y los atributos que la ponen de
manifiesto [*]. Entre los germanos, el rey ejerce una autoridad completamente huma-
na, mientras que en Roma el reyes de la misma esencia y está investido de los mismos
poderes divinos que el raj- indio.
Sólo en los inicios de Roma, y bajo influencia helénica, el rey adopta el sceptrum
por insignia. Tanto la palabra como la cosa les vienen a los romanos de la civilización
griega. De este préstamo reciente nada se puede inferir sobre el estatuto original del
rex romano. Todo este gran proceso muestra cómo un fenómeno secundario de difu-
sión histórica puede recubrir y enmascarar profundas diferencias de origen.
Sumario. El gr. krafnein se dice de la divinidad que sanciona (con un gesto de cabe-
za, kraíno deriva del nombre de la «cabeza» kára) y por imitación de la autoridad divi-
na, del rey que da fuerza ejecutoria a un proyecto, una proposición -pero sin ejecutarla
por si mismo-o Kra{no aparece, pues, como la expresión especifica del acto de autori-
dad -divina en origen, luego real, e incluso susceptible de otras extensiones precisadas
por los contextos- que permite a una palabra realizarse en acto.

Cuando se estudia el vocabulario de la realeza en griego, se observa que, entre los


verbos y los sustantivos relativos a la noción de «reinar», la relación es unilateral. De
este modo, basileúein es el verbo denominativo de basi/eús, y anássein el verbo deno-
minativo de ánaks. De donde se deduce que, por sí mismos, estos verbos no nos apor-
tan ningún elemento que no esté ya contenido en el sustantivo de base.
No obstante, se conoce un verbo importante que no aparece como un derivado de
un sustantivo viviente. Al menos en la sincronía del griego homérico, es un verbo pri-
mario. En la lengua épica, tiene la forma kraiaíno, que se ha reducido a kraíno.
Este verbo, exclusivamente poético, bastante frecuente en Homero, está amplia-
mente atestiguado en los trágicos, con el sentido de «reinar». Pero en la mayor parte
de los empleos homéricos, kraíno significa «ejecutar, realizar». Al menos así es como
se traduce en todas partes. Comparemos dos fórmulas homéricas para medir el desvío
de sentido de que es susceptible este verbo en las mismas lenguas: kréenon eé/dor,
l' «realizado este deseo»; pero también basi/~es kraínousi, «reyes reinan». ¿Cómo con-
ciliar estos dos sentidos? No se sabe. Sin embargo, sería importante ver a partir de
qué noción se ha formado cierto concepto del poder (real).
Desde el punto de vista morfológico, kraíniJ es un denominativo derivado del
nombre de la «cabeza». El presente homérico kraiaíniJ se apoJa en * krasOn-yiJ, for-
mado, a su vez, sobre el tema indoeuropeo de gr. kára, scr. s¡r~an, etc., «cabeza».
¿Cuál es la relación de sentido entre el nombre radical y el verbo derivado? Sería la
misma que entre el francés chef y achever. También se cita un paralelo semántico en
griego: kepha/oióiJ. Los antiguos ya lo habían imaginado cuando decían que kraínein
es «poner la cabeza en algo».
Pero estas comparaciones no resuelven nada. La relación en francés es de un or-
den completamente distinto: «achever» es «mener tI chef». Este «chef» es la cabeza,
pero entendida como término último del movimiento, de donde el sentido «llevar a su
[*¡ Una inlerpretación bien distinta del cetro y la realeza puede encontrarse en J. L. MELENA, «En tor- término, a su extremidad». Ahora bien, en griego, la «cabeza», sea kephaM o kára,
no al cncTj1t1:pOV homérico», Cuadernos de Filología Clásica, 3, Madrid, 1972, pp. 321-356. (J. S.) no suscita sino las metáforas inversas, las del punto inicial, de la fuente, del origen.
258 259
Por tanto no podemos uimilarla .. caput en la latinidad tardía o a cM.! en francés, vierte en simétrica euctamente de Julenorr laIi emollpos (Od. 20. 115). Podr6 tradu-
que delicDa la 4<punta. la cxtrcm.idad•. En roanto alctpha/oi6ó. si&nifi.ca no «QChe-...rr cinc, por tanto: «Mil que. ninalln otro te bace taha hablar, prestar oiclo, ratificar
(acabar)., lino caaumir. devolver a su principio" (kep1tll/~). o wnbim. como nos- (krilnai) incluso la palabra de otro, si su esplrito le incita • hablar por el bien.»
otros 4ec:imos. poner el c:ncabezamimto. . ' . En l. _ _ de Aquib (9, 310), flat> 5~ ...... u "'" uuh.¡ú_ lo=, _
Ali. estos pandeJos DO aclaran la formación de mEno y la expl~D dada ~r coordinados dos verbos: 1utlíMin y /ektn. La traduccibn de P. Muon: «Debo deciros
los anti¡:uo5 no sirve. S610 un estudio completo de los empleos homéncos puede lIll5- brutalmente la cosa, cómo pretendo hacerla, cómo se harb, no valoriza la relación
truirnOI. .. . . . lógica entre krafMJn, ((hacer ejecutorio» '1leJ~tJt. «realizarlt. Nosotros tracluciremo.s:
Vamos a revisarlos para volver a situar cada vez el verbo en su contexto. I'tiIUI «Debo decirte claramente mi propósito, tal como voy a confirmarlo y tal como se
se encontrari la casi totalidad de los ejemplos twmmcos de krailliniJ. y tambitn de realizar•. »
qJikraiafnl>. Dc:spuk de la neptiva de Mulles a pRSl&r ayuda a tos aqueos: «¡Partamosl
En la lliada (1, 41 • '04, cfr. Od, 20, 11S). t6de mo; krÑ,,,on ~dOr es una f6r- -dice Ajax-, DO me pan:ce que d cumpllmjcnto de nuestro plan este: sancionado
mula de plcpria que .se dirige a un dios y que se traduce: «realiza pU deseo,.. (kranhsthlzi) por me viaje)lo (9, 626). La embajada ante Aquiles no ser. seguida, por
Si ahora leemos D. 1. 419. Wc; r,cn', oQ&' Ipar. ~1'X\'4 l"t~ 01 ~. vcm~ que tanto, de ningún efecto. Ha fracasado.
el dios nO tiene propiamente que «realizar,. el daca; DO ejecuta nada po~ si ID;W"0' IJc¡amos a una nueva etapa de este anilisi.s conridcnmdo en la Odisea (S, 169) la
D:be aceptar el ruCIo, Ysólo esta saoci6n divina permite al rueco tene~ e:ll.lstenaa..La DpOlSici6n entre noba; '1 k"'[n~in. Calipso se compromete a hactt todo lo nOCC$Ario
acci6n marcada por el verbo se ejerce siempre como un acto de autoridad. de arnba para que Ulises vuelva a su casa «si place a los dioses, que me son superiores tanto en 1
aba.jo. Sólo el dios tiene calidad para kra{nein. lo Que implica na la ejecuci6n mate- concebir (noba;) como en efectuar (/ednai).". l
rial, sino: 1) la aceptación por el dio5 del ruego formulado por el hombre, y 2) la El hecho notable es el empleo absoluto de kroínein y que el acto de krolnein se •
autorización divina concedida al ruego de recibir cumplimiento. cargue adem's a la cuenta de los dioses. Estos «(realizan», pero siempre en su esfera I
He lIhIlos dos componentes del .entido. FJ proceso enunciado por este verbo tiene propta; jamts se dice knl/nein d.e una realización humana individual. Desde C&1e mo-
siempR por agente a un dios o a un personaje real o tambim .. UD ~er sobrena~­ mcoto se asiste a un deslizamiento de: sentido que va a dividir los empleos según la
ral; y este proceso consiste en una GlDci6wt, en un acto de: aprobaci6n que C5 el úni- oonmucciÓD del verbo. Tendrl la constrtJCCi6n transitiva., de la que ya hemos visto
co que puede hacer ejClCU10ria una medida. . . Ulteriormente ejemplos (sobre todo con ~JdOr), y la construccióo intransitiva, Q.ue
En d pasaje citado (2, 419>, el dios ha negado, por tanto, esa sanc:t6n, &m la cual abara hemos de ilustrar con qunOl ejemp1oll.
el ruego se queda en pI1abn, en al&<> vaoío y ... efecto. En (11. 5, 5(8), "'" 5'~ Aparece ya en la Odisea y da a krofMin el sentido de «decidir- por autoridad su-
~ ~ '~, ¿puede entenderse que Iu incitaciOD.CS de Apelo wn fuea1i- pl"cma~. De ahí deriva que Alcinoo pueda decir: «doce reyes kTaínousj~ (8, 390) entre
zadas» por Arca? Pero repitamos que el verbo no se dice más que de un dios. De he- los rcacios. Lo cual equivale 1. reinar, pero sin que ese verbo esté vinculado por nece-
cho Ares no ejecuta ac¡ui una orden, el contexto lo demuClitra. Derrama sobre los sidad al ejercicio de la función real. Significa siempre la capacidad de dar cumpli-
co~badentes una nube, actúa de tal forma que el deseo de Febo pueda realizanie..Pe- miento a una decisión de autoridad. SegÚll Homero, la cODltrucción intransitiva de
ro de la ejecución se encargan los mismos combatientes; no podrian hacer lUIda Si no krvfnein sigue en el mismo sentido; por ejemplo, en Esquilo: IpIY1k&an hin Iknln~n.
se lcI!i h~biera otorpdo esa sanción, que el de autoridad divina. Aqulla explicación se «'es ha ocurrido lo que Zeus ha decidido soberanamente» (Ag. 169); o tamb~n -tCl-
deja pm:isar por la simple consideración de las circunstaneiaJ Y de 105 pcnonajes Q.DC rimonio paniculanncnte interesante, por ónico en su género, de un texto epl¡ráfico---
estin delante. en la f6rmula del juramento de los efebos 1; .Yo obedecert a aque1lo& que ejerzan la
Un puaje (9, 100 YSI.) ya habia preocupado a los comentaristas antiguos: autoridad (tOn krvinMton) con sabidurlu, aludiendo a }os mqistrados supremos de
la ciudad.
La contrucci6n transitiva de krrlfnein en loe: tfi&icos se encuentra sobre todo en
," .. xtñi.,.l ,.l. ~ f""" Ifl - ' , pasiva; sirve para enunciar las COSIIS efectuados por la.s srandes fuerz&5 5Obcranas:
,~, 51 "'" GÑt>, 5<' ;¡, n~ 90,,", ~
«Más de una vez mi madre me habia predicho c6mo se cumplirla (kralnoiro) el porve-
I!ftttv &It; ci:yu86v.
nir» (Esquilo, Prom., 211). -«No está determinado que la Moira deba cumplir
(kr4nQi) estas cOlias» (ibid.• 592); -«(La maldición de su padre eronaa se cumplir'
El un discurso de: Néltor a Asamenón. pera incitarle a no descuidar las opiDiow:s
expresadas ante a Responsable de numerosos hombres en virtud de la autoridad real.
debe escuchar los consejos lCIlSlltOS que puedan dincIc. cNece5:ita& mú que otros ha-
",<lo (klkrturl.i). _dlclo
(kfTlntJr&etoi) entonces enteramente» (ibid.• 911); -"As! el voto uninirne se ha reali-
po< d pueblo. (SopI. 943).
A ID que se rcílUe el adjetivo negativo bomerico akr6llntos (elas. tJkrantOof), «no-
blar y C5C\1char Y llcpdo el CllSO obrar sc¡ún la opinión de otro cuando su coraz.óo le efectuado)) (11., 2. 131), uheriormente «vano», es siempre a la acci60 de una potencia
baya impulsado a hablar por el bieo de todos.» En CIte punto, debe com:girsc la tra- supn.individual. 11eDe toda IAI fuerza en dos pasajes de la Odisea; en uno, se aplica a
ducción de P. Mazon. Antes de nada, hay que elucidar 1& constrUcd6n krilmri tU kai una profeda que no se efectúa (2. 202). Fl otro, es el c&br'e razonamiento ¡obre los
6Uói. se eKp1ica poc una elipsis del rtgimen directo c¡ue es ~poJ. y que se"sara del ver- suef\Ol (19, 564). Aqu( debemos recocdu la datinci6n hombica. entre el Mur. el me-
bo anlerior: «pronunciar y escuchar la palabra (qw,)>>, as1 como de eipem en el vena
siguiente. La coDStrucci6n debe entenderse, por tanto: kribwi (q,os) ,u/oi. y se con- I Tufo dcsl:ubierlo y publll:.do por Loull RoBUT, t,,#Ju Ip;""'phiquu'" pIIilologlqua. 1931, p. ]02.
2{j() 261
no que no puede sct mis que ilusl6n. y el «buen lrúpar que va a realizarse)t (ibid., ejemplo más dir)Ql, en d verso j29 del Himno. Apelo mep a Hermes ese don adivi-
~7). Los suenas tienen una realidad en su orden prDpio, independiente de la reali4ad natorio, privilegio exclusivo de ZewJ, concc:dido Unicamente a él, Apelo. Pero para
humana. Es en el seno de este oedro onírico donde bay que pllllUeaI la rdaci6n entre no desesperar a HI:m1Cl1, Apelo le concede cierto.s poderes menort:S y un atnouto des-
lu dos v.ñcc1ades de sueftos: unos (aqui dcjuemos de lado los iuqos de asonancias crito de la siguiente manera: ((una varil.a maravillosa de opulencia y de riqueza. en
del texto griego) vienen por pumas de marfil, defraudan «aportando palabras oro y de triple hoja: ella te protejeré. contra todo peligro haciendo que se ~umplan
akrdanta»; los otros vienen por puertu de cuerno, éstos dan la sanción de realización (epikrcz{nouso) 105 decretos favorables, palabras y actos, que yo declaro conocer de la
(kralnousl) a cosas verdaderas (Ituma). El poder soberano de los sucilos c.s la condi- bocK. de Zeus» (trad. [francesa] Humbert).
ción de: su verdad. ya adquirida. sensible s6lo a lo divino, y que el acontecer humano . A decir verdad. el texto no es seguro: los manuscritos dan como complemento de
se encargará de confirmllT. De este modo, los dos Il.C1jetivos se corresponden: akr6antrz ep,lcrainollSQ el acusativo rheolÚ, «dioses», que no ofrece nin¡úD sc:ntido. y que se ha
des:igrnllas COA! que no recibírAn ejecución. por oposición a 4tuma. l.a.s cosas que se corrc¡ido en IMmoús. «dispositionc:s, decretos•. Mediante esta corra:ción, el vena
revelarAn como verdaderas. se vuelve inteligIble. y ~pikrrJfn~;n encuentra el sentido que tiene en la cpopc)'1I. La n-
Para oomp1etar esta revisión, be aqul ahora empleos mis diftciles de kra{Mm: los rita «da sanciÓn de realizaci6n~ a los consejos que Apolo munda al recibidos de la
tres ejemplos del Himno homirico ti Humes. Q.ue vamos a constdc:nr uno tras otro. boca de Zeus, es decir, a sus oráculos. Tampoco aqul hay nada que nos obligue a in-
«Hcrmes eleva Ja voz. tocando armoniosamente la citara cuyo canto amable le: acoD1- terpretar luafnein de otro modo a como hemos hecho.
pall.a y "cclebrando" (k",(non) a los dioaes inmOnalCl, as{ como a la tierra tenebro- Oc C5te modo, podemos volver a tomar en conjunro la si¡nifM:aCi6n de kfTllno: la
sa» (v. 427). La tradu<:ción por «celebrar» adoptada por J. Humbert (cel. Budf) ha si- iclca primera es la de sancionar Can autoridad la realización de un proyecto humano y
do tomada en pr~stamo a los antiguos <:omentaristas. El emp1co del verbo ha parecido con ello darle exiJtencia. De ahl proceden los empleos a que hemos pasado revista:
• tan diferente de los que Homero presenta, e incluso de los que se encuentran luego, detener con autoridad una decisión política: ejercer la autoridad que sancJona y vuel-
·
• que se ha considerado imposible la traducción habitual. Se han vuelto sobre una glosa
de Hcsiquio que trad~ krrJfnOn por «bononmte, cclcbrantc~ (lim8n. pralrVn). Es
ve ~jecutorias lal decisiones tomadas; en geDent, estar investido de una autoridad eje-
cutiva.
muy probable que la &losa se aplique a ate pasaje¡ indica simpkmcnte el apuro de los Si buscamos abora, en el punto de partida de esta significación una y constante la
comentaristas anti¡u05 ante un empko tan aberrante en apariencia. Otros han pensa- rdaci6n de kraiMin con k6Trl, «cabeza», podemos considerarla de modo distint~ a
do verter /cTa{nOn por apote/lNt. «realizando el canto hasta el final», <:OSa que es <:Om- como 51: ha hecho. Ea una sanción que se repR;5Clta mediante un movimiento de la
pletamentc artificial. En nuestra opinión, kraino se define aqu! como en la Odisea. El cabeza. La aprobadón es pronunciada por c:I signo de cabeza divino (gr. nnío. latin
dios canta d origen de las cosas y por IU anto «promueve a la existencia» a los dio- ad-. in-lUlo. nutus). En el Himno homJ.rico a Afrodita, se lee en el VCf50 n.2:
ses. MetifOl"a audaz. pero que concuerda con el papel de un poeta que es en si mismo ~ ... Zcus hizo una senal de la <:abcza (epéneuse) y ratificó (ekrti"en) su deseo».
un dios. Un poeta hace existir¡ las cosas toman nacimiento en IU canto. Este ejemplo, Lo haya buscado el poeta o no, se ha encusado de este modo de esclarecer lo que
lejos de romper la hiltoria del túmmo, ilustra su continuidad. bien podría ser el sentido propio de kra(n{). Y si mAs tarde Sófocles emplea krczínein
Las condiciones textuales hacen que en el verso SS9 el problema sea algo mAs com- para Indi<:ar el poder lIobre un paIs (xpar.€nt'll TiC, X~), vemos que este poder huma-
plejo, pero sigue siendo de la misma naturaleza. El poeta alude • las MoTra!, a Ia.s no le defme por el ¡esto que indica el asentimiento divino.
Dcstinadu, invcstidu de un poder profético e iNtituci.onal en el arte de la adivina- E& esta sanción divina, d siano cIc la cabeza del dios, lo que transfiere una palabra
ci6n. Son 1u 1'hriD{ Cmujcra-abejas). Apelo niqa a Hcnnes 101 secretos de su minti- al orden de la realidad. Por este motivo. el poder real indicado por el verbo IulIfnein.
·••• ca, pero le ofm:e lu Th.rj¡¡{ que:. riendo ~ niOO, le ensenaron una parte de ese arte:
«... tres YÚ'FDeS, hc:nnanaa por el nacimiento ...• me cnsd1atOn el arte adivinatorio
procc:dc del gesto por el que el dioa da existencia a lo QUC, de otro modo. no seria más
que palabra.
" que yo be ejercitado con mis bueyes; siendo nifto a6n, mi padre no le oponía • ello.
De ese arte ellu toman IU vuelo para ir poi" todas partc:r a alimentarle de cera hacien-
do que se: rcaliCCD (JerainoU3;n) todu 181 cosas. Cuando, alimentadas con miel rubia,
estin dominadas por un arrebato prof~co, consienten voluntariamente en decir la
vcrdad¡ por el contrario. si eltán privadas del dulce alimento de los dioses. tratan
luego de induciros a error. Yo te las otorgo de ahora en adelante» (trad. [francesa]
J. Humben).
PAtas mujcres-abeju que. tomando vuelo. van a alimentarse de cera. Iuc¡o krvl-
/JOU.fin MkIl3til, DO podrlan «hacer que ~ realiz.arao. todas 1u cosalt. EJlas no tiCOCll
d poder, mis que divino, que cxisirla CIta rcalizaciÓD, sino lOl.amente el don p-oftti-
co que es IU (mica facuhad. A partir de CK momento, d sentido de kmfMin t i aqui c:l
miJmo que en el ~ anterior. Es elpocler de convertir en efectivo, pero en el orden
de la profeda. No «baccr que se reaIicc:n., Ilno «p"edccir» lu CONJ o. como le dice
en la <:ontinuaci6n (~t!il). il/itlrrlln illOreJÍein, «decir la vccdacb, que explicita luaf-
neill. La palabra prof~ llama a hu cosas a la exiltencia. He aqul, por 61timo, el
262 263
CAPiTULO S IIiada Yespecialmente en la parte central de ese: primer canto. El géras es, precisamen-
te, el objeto de una reivindicaci6n que enfrenta a AgamenÓD y Aquiles.
EL HONOR Y LOS HONORES La situaci6n es conocida. El oráculo divino invita a A¡amen6n a devolver a Cri-
seida, a la que tiene. Consiente en ello con una condición. «Pero entonces, sin demo-
ra, preparadme otra parte de honor (géras) para que no sea yo el único entre los &rSi-
vos privado de esa parte (agérastos); seria incorrecto. Y -todos lo veis- mi parte, la
mia propia (a: lun yipllt;) se va a otra parte» (118-120). El gbas esté. representado na-
turalmente aqu1 por la cautiva. Se trata de una parte de honor, pero, ¿en calidad de
qué la ha recibido Agamenón'l
Aquiles replica vivamente: «¿Cómo los magnánimos aqucos podrian darte seme-
jante parte de honor? Que yo sepa, no tenemos tesoro común en reserva. Todo 10 que
hemos sacado del saqueo de las ciudades ha sido repartido: ¿cree él que las sentes lo
devolverán de nuevo en masa?» (123-126).
...'.. Sutmlrio. En Briega, ghvs -cuya c:ompIl.rad6n r.:on rWn. flvilljo», no el nada mis
que una etimolasll. popular- es l. partr: de honor suplCIIIl:Iltaria. otorgada ~ulonal·
El géras es, por tanto, un beneficio en especie, conferido por el conjunto de los
miembros de un grupo social en virtud de un reparto durante una conquista de despo-
jos (saquco de una ciudad), por medio de una previa puesta en comWI de todo este
i: 1
,•
,"
.. mente al rey por IUIldbditOI. y distintiva dI: su dignidad.
Si la limi. I:Omo el drus. cnlra eo el purimonio del rey, ¡j, como~. implica pral••
ciOI1Cll mlterllllC& honorincu, se dlsrtns;ue de eU. romo una dignidad permanente 'f de
botiD del que precisamentc se saca ese géras. parte del jefe.
Aquiles prosigue: «Deja, pues, esa mujer al dios, y nosotros los aqueos te la de-
'" ori¡m divino; da_oda ellolc de honor rcaI que loIi diolCs ~iben del destino 'f 101 volveremos triplicada y cuadriplicada, si Zcus nos concede un dia asolar Troya» (127-
: .1
hombres de zeus. r,mi debe separarse dclgrupo del Ir. tino, .pape», poi"í. «RICate, 129), es decir, si las condiciones son favorablcs a la concesión de un nuevo gbas.
easll&o», cuya significación constante es de orlblo jurldico. Luego la discusión continúa, Agamenón se enfada; es. pues, a casa de Aquiles, de
Ajax o de Ulises adonde ir! a tomar la parte de compensación.
Asl pues, Agamenón, Ajall, Ulises, Aquiles, ésos son los héroes que tienen dere-
Los privilegios particulares de la realeza homérica son enunciados por cierto nú- cho al géras. Todos son basilw. hombres de clase real.
mero de términos que se refieren al honor y a Jos hono1Y!S. Forman parte de un voca- El motivo se repetirá con frecuencia: géras es la palabra clave de todo el primer
bulario cuyos valores especificos están unidos a instituciones arcaicas y que hay que canto de la I1iada. De ahi dependerá. el curso de los acontecimientos que van a seguir-
separar mediante un análisis textual. se. A partir del momento en que Agamenón le ha arrebatado a Briseida, Aquiles, pri-
Comenzamos este examen por una palabra que ocupa UD lugar considerable en la vado de su géros, se estima deshonrado, átimos (it"tJWt;): «Porque he aqui al hijo de
epopeya: es la palabra gbYIs (répg;Ii), ordinariamente traducida «honor», «parte de Atreo, el poderoso príncipe AgarnenÓD, que acaba de hacerme afrenta (TrnIUlcnltl), me
honor», «testimonio honorUico», y esta traducci6n parece desde luego concordar en ha cogido, me retiene mi parte de honor (géras); por 51 mismo me ha despojado»
todas partes. (355-6). He ahi el origen del resentimiento de Aquiles, y mas tarde Agamenón cUra
El interéll particular de esta palabra. independientemente de 10 que nos enscfta so· que fue como golpeado por la locura el dia en que privó a Aquiles de su géras.
' .• bre las condiciones sociales, es que está explicada por una comparaci6n etimol6gica En el canto 9, verso 334, se precisan las condiciones de esta atribución. Es siempre
...
" que hace ley. Se ensci\a que géras está emparentado con gbOn. «viejo». Se dcfme,
por tanto, esta noci6n como un privilegio vinculado a la edad, como un honor rendi-
do a los vicjos; un derecho propio de cierta clase de edad más que de un rango social
Agamenón el que distribuia a los clpLCJrljlCJCJL y a los ~üCJt, a los sel\Dres y a los re-
yes, su ~ras. su parte de honor.
Aquiles interpela, además, al troyano Eneas que avanza contra él: «¿Qué razón te
o de una funci6n politiea. empuja a afrentanne'l ¿Esperas reinar sobre los troyanos y obtener el rango que tiene
Desde el punto de vista de la fonna, géras es un neutro cuya antigüedad muestra Priamo? Incluso si me mataras, Prlamo no POD(lria en tus manos su giras. Tiene hi-
su propia estructura. La forma en -lIS flgUl'a, en efecto. entre las más viejas de la cate- jos, no es tan tonto. A menos que los troyanos te hayan atribuido ya un lémenos en
garla de neutros. como ~, xpíexr;, 't'Ípw;. que son especificadas es su función por el caso de que me mates» (11. lO, 178 Yss.).
vocalismo radical e (que es propio de los anti&uos neutros indoeuropeos) y por el sufi· El ~1'OS puede ser atribuido como recompensa de una hazaña; comporta una rea-
jo -lIS con sus variaciones. También se ha propUCIto que se reconozca géf'QS en el mi· leza efectiva como la que. según dice Aquiles, Eneas espera que le ha de ser conferida
c6oico lce-ra. por el soberano en ejercicio, Priamo. Esta prerrogativa es, o puede ser, hereditaria,
De géras se ha sacado un adjetivo gerards ('PPIllflÓr;), de donde, a su vez, el verbo según la alusión a los hijos de Prlamo. La concesión de este géras pucc1e acompaftarse
denominativo geratrO (yapcxCpw), lo que supone una antigua forma. ·gerar, frente a de una atribución de terreno (tlmenas), pero son dos cosas independientes.
giras. tema en -8-. confirmado por la forma negativa agéraslos (ckyfP«G'w¡;:). Asi este Durante la toma de Troya, NeoptoJemo se distingue por su valor; recibe en conse-
neutro en -Q8 colinda con un tema en -aro según el viejo tipo de los neutros indo- cuencia IU parte (mofra) -a la que tienen derecho todos los suerreros- y además un
eurOpeol. hermoso géra.J. La naturaleza de ese géI'as no se cspccif1C8i puede pensarse que es una
El sentido de géras sale de cicrtoa empleos. sobre todo en el primer canto de la mujer, como Oiscida en el canto 1 de la IIÚldll. o como "Eurimedusa, atribuida en gI-

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f'QS al re)' Alcinoo. y de la que éste habia hecho su camarera en ISU palacio de Feacla La definición a la que llegamos parece butante unitaria y comporta en todas par-
(Od. 7, 10-1\). tes los raslos que sucesivamente hemos recoJido en los textos. Ahora ya estamos en
En el canto 4 de la Odisea, se ve a Mcnc1ao. que es rey. ofrecer a Sl.15 hu~spc· condicioIlCl de abordar el problema de la etimologia y de la relaci6n de gérfls con
des. por debajo de lu viandas que se les ha servido (37-59), su propio g~rtI$. cllomo glron. «viejo•.
(~o:) de un buey, atribución suplementaria de carne (v. 65-66). Esta comparación fue propuesta por Osthoff en 1906 1 y admitida lUCIO en todas
Cuando Ulises. en los infiemos, se informa de su hacienda, c1c 11 suerte presente partes. Ostboff parti6 de: una fórmula hommca: 'tó .,.mp rl~ ten! T~. que apare-
de su familLa, pre¡unta qu~ ha sido de su giras: «Dime qm ha sido de: mi padre Y de ce dos veces en la ll1ada (4. 323: 9. 422), de donde parea: resultar que el ,lrlU perte-
mi hijo, ¿tienen alm mi gútlS?» (0cI. 11. 174 Y ss.). Se le mspondc: «Nadie tiene tu nece en propiedad a los viejos «&«onten. Esto seria ilwtracl6n de una etirnoloila
giras, pero Tdánaco administra tus /mtlnefl.» 1.a5 dos nociones no esUn unidas: el que parece imponer la forma misma de las palabras. Ptto. ¿qué significa exactamente
Irmenos es distinto del gBIU~ prlvnegio de La. dignidad rc:aJ. Por eso, al desposar a Pe- esta apn:si6n? Lcimosla en su contexto.
né'lope. cada prctendknte desea obtener el~. el patrimonio real de tJ)úes. En 4. 323. Ntstor declara: «soy demasiado viejo para combatir, pero no obstante
Estos ejmJplos permiten ver lo que representa giras. Se trata, en principio, de sigo estando todavia entre los guerreros a fin de guiarles con mi coJUCjo y mi voz: 15te
prcstadones extraordinarias n:scrvadas por dc:recho al rey, sobre todo. una parte CI- es el giras de los viejos. su privi1qio •.
...". pecial del botín. y ventajas maIeria.lcs procuradas poi' el pueblo: puesto de hoOOI,
atribuci6n de las carnes mu hcnnosas, de coJ'llJ de vino. Escuchemos 8 Sarped6n,
En otro ejemplo (9. 422). Aquiles dcapide en estos términos a los venerables envia-
dos de A¡amen6n: «Id. decid mi mensaje a los jefes de }os aqueos. porque tal es el
:1". rey de Uda. enumerar 105 privilegios reales (D., 12, 310)' ss.): «¿.por qué somos hon· privilc¡io (g~1'QS) de los viejos». .
··.. rados con tanto¡ privl1e,ios. puesto de honor, viandas. copas de vino? ¿Por qué t~
dm nos honran como a dioses? ¿Por qué gozamos de una gran atribución de tcm:no
Esta expresiÓll que Ostboft ha juzgado tan reveladora se' refiere a un sunple em·
pleo metafórico en el que,&as desborda su valor especifico: hacer olr un con!ejo. in·
(t~mnros miga)... ? LNuestro deber no cs, por eso, combatir w 1. primera fila para tervenir para reconciliar a los poderosos, es el giros de los viejos. el privile¡io de
que iC dip de nosotras: «No son lentes sin gloria nuestros reyes ...• sino acotcs va- aquellos a quil:nes la edad ha apartado de los combates. No hay n~a que extraer dI:
lientCll que combaten en la primera fila?» ahl por lo que a ctimolo¡ia SI: rer)CR. Podemos convencernos medianle otra fórmula
No son atas palabru imaginadas por poetas. Tocamos reaUdades de in&tituc:io- de igual cstructw1l. qUI: se lec seis vca:s y no ya dos. y que Ostbotl' ha ¡anorado:
nes, cuya memoria ¡uardan los historiadores. Tuddidcs (l. 13). hablando de la Grecia 'tO T«P ylpx( lcrrl hv6vnol'W, «tal es el privilegio de los mwerlos»: que a ~ muertos se.les
primitiva, dice en una fórmula lapidaria: «realezas hereditaria, que comportan ,br1 hap. ofrendas ése es el prlvilqio (gbm) que les corresponde. A nadIe se 11: ocumria
determinados». Los gerrJ forman. por tanto. parte de la defmiciÓD de la basiJela. de la conc:luir de ahi que el giras tiene relación alguna con la muerte.
realeza. Asi no bay nada que emparente ~QS, «privilegio». con gériJ.n, «viejolJ. La fór-
Huoc1oto (VI, 56 Yss.) da una rclaci6n detallada de los privilc¡ios de los reyes en. mula. ~ que estos dos ténninos se encuentran próximos. no plantea ninguna relación
la anli.¡ua Esparta. Tienen dos saettd0tc5, el dl:recho de Ikvar la guerra donde les de etimología ent!: ellos. Por otra parte, en ninguna parte se ve que d gúas Ka el
place; en el campo. todo el ganado que quieren. las pieles y los 10mOl (~Ul, cfr. an- privilegio de los viejos. Desde luego, la vejer. está rodeada de ~pcto; los vicjos for-
tcrionnmte, Od., 4, 65) de los animales que se inmola. man el consejo de los ancianos. el senado; pero jamás le son ren~ld05los.honores r~~
Más Iar,a a6n es la enumeración de sus dert:ehos en tiempos de paz: el primer les. jamás un viejo rct:ibe un pri.vilegio real, un gh'as en el sentido pn:t:I~o del térm!-
pueslo en 105 banquetes públicm, lu primicias de todas las COSIl5. una ración doble de no. Osthoff ha sido vlctima de una etimologia popular. que la preocupación de expli-
··· la de 101 demás invitados (cada término parece estar hecho para ilUlttat un texto ho-
mérico); tienen derecho a una concesi6n de víctimas para los sacrificios. En los juegos
carlo todo ha sugerido a los comentaristas antiguos de la IlIada: geflliós hlf'lXl6(),
«viejo» viene de ~s porque los viejos. gtrontes. son gtraio{. «dignos de honor y de
tienen el pucsto de honor (cfr. anteriormente.n., 12. 331); cuando no aparecen en la respeto».
comida pública. se les lleva su parte. pero esta parte es doble si uisten; conservan los Estas fantadas de escoliastas quedan ya refutadas por las formas en cuesti6n. Por-
or6.culos que le hacen, etc. que frente a g~ras CrIfCl;). «privileaio», hay otra palabra en -as: ,Iros (lfifIG;), «~~
A su vez, estos testimonio& hist6ricos pueden arrojar alguna luz sobre una puaje jez». que tiene el vocalismo del aoristo ~ra (IYTJpar.). Entoncc.s. una de dos, ~ bIen
del Himno hom~rlco a Hl!rme3 (versos 128-129). Se trata de un sacrificio que hace giras, «vejez», es una fonna de arado largo antiguo y 5610 se la puede con<::eb¡r en~
Henoe¡ siendo o1llo. Ha cogido las vacll5 del reballo y sacrifica dos; las traspasa con tonces si gbRs, «privilegiolf. viene de la misma raiz. o bien ellrado larca de giras.
un espet6n. las asa. las extiende. Luego divide las carnes en doce partes que sortea, y «vejez», ha sido tomado al tema del aoriBto del verbo «envejecer». 'J es la prueba que
ademis «aftade a cada morro un g~ras».
Anterionnente Hermes habia adornado 105 carros: ~ ... xcd y(ytCl T~lCt
diferenciarla a ,'raJ. «vejez», de ,¡NlS, «privilegio». Todo confirma que hay que te~
Dcr por distintos Citos t~rminos. entre los cuales no se había observado ninguna
(v. 122); pODpmoa cuidado en esta expresión: n"tu pnísmiu. «el lomo que constituye relaci6n. .
el trozo del rey»; eti siempre el lomo lo que se ofrece como Ihw en los festines. Se sabe. ademis. que ,4r(m. «viejo». y,lrfM, «vejez», estAn en relaci6n etirnolóJI-
Asl. a cada una de las doce partes. Hermc:s allade un trozo de n"ta que, por defi· ca con el stnscrito jQrutl. «volverse: decrépito», jurant-, viejo»; avéstico Vlr",,,,. «ve-
nkión, sirven de ,bm. Como no quiere cometer ninguna falta. hace esto doce veces;
ofm:c a cada uno de los diOles el gka.s que debla corTeSpOnder a uno solo. Eittrmino
es aqul muy conaeto, es un «privilegio de carne•. 1 IItdoprmfurIJdw Fonclbl"",,,, XIX, 19O1l. pp. 1t7 JI!.
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jez.». Lu formas der1vada5 de esta núz no indican nada mú que la decrepitud flsi- y de las palabru emparentadas recomienda o impide una comparación con la familia
ca )' jamú "tin wúdu a la noción de honor: como puede juzpne por la expre- de poinl. No basta con precisar la defmición por relación a los términos de lentido
sión. homérica sdkps pron (Od., 22, 184), que desi¡na un c¡cudo viejo, usado, de- próximo. E.scolercmos aJ.¡unOIJ ejemplos entre 105 mis explicitas.
crépltO. En primer lUJar, volvamos al pasaje en que liras y li",1 están asociados como dos
. BIta compuadón mire Pnu y rúón tendrá que ser dejada. UD lado, por tanto. conceptos CODCXDl: es la querella de ApmeD6n y de: Aquiles en el primer canto de la
Ubcrado de un parCll1eKo etimológico que 10 falseaba, elttrmino ,1tr1s vuelve a al- lUada. Cuando A¡amcnÓfl trata de quitarle su parte de botillo Aquiles le suclta este
canzar su va1r;w y ni antiancdad. Designa una de lu prCITOIativas reales, una pmita- ~he: «Yo 00 tenia nin¡Un intcrts personal en venir aquf. Ea a ti a quien bemos
ci6n debida a11xzs/~ y ooDStitutiva de su rtignidad Aquiles no es ya él miJmo, pier- scsuid<> patt .....dam. pan _ una (inri ("I'",~) (v. 159)•• ti Y • M..
de su ranao si se le qwta su lúas. oclao, contra b troyanos.lt
Asiac caracteriza en 1& socicclad homtrica CIta noáóu. Aunque ya. no podanos La traducci6n de timI por «m:OmpenJU (p. Mazan) es impropia; no se ve con
encontrar &U prehistoria indoeuropea. al mCDOf estamDl ae¡uros de que la. institución qu~ pociria ac:r n::compc:nsado A¡amcD6n y cómo reábiria una rccompenu. de aque-
pertenece ala torma mU antigua de realeza en Grecia. IIos mismos a b que ibe. • vcnocr. Se trata de la pertc de hoDor y de vcotajas mate·
rialcs que los hombres otorpn • un pen~, en virtud de su digDidld, de: ro condi·

...
En el vocabulario que estudiamos, mtdw pa1abru 00 parccc:n rem1tine a in5tttu- ci.6n. Apmcn6n responde: «Vele, li el corazón te lo dice. Hay muchO! otros 8 mi la-
cionCl. Parecc.n DO tew:r mú que una significación generaL Sólo algunu modalidades do que me ooncedertn la limJ (t;mhousi) y, y el primero, el prudente ZeuJ.lt (174
". del empleo pueden rcvdlu su caricter institucional. y SI.). Ah1 tenemos un fUlO importante: la consideración de que los hombres -y
..••
:1
Mientras que ,mz., le encuentra sobre todo en poesía y queda limitado a la. fue tunbim 101 dioses-le conoedcrtn esa t;mi que es, por tanto, patrimonio de la condi-
·. antigua de la 1en¡ua. la palabra tim¿ ('nti'fi) que ahora c:onsidetaremOl, " conoce en
toda ~poca Y en todos 106 g&leros. m puesto que ocupa en la lengua ce mide: y. en un
ción real: comerida por los hombres y los dioses, comprende a la vez miramientos,
manilcataciollCl de respeto y tambieu ventajas materiales.
número de formu que pc:rteucccn a la m..i.sm.a familia. Ademú, es una palabr. tan Esta defmici6n puede complelane con muchos otros testimonios. Cuando trata de:
clara, ~ coDltanlc:mmte empleada, que parcecria suficiente rca:>rdar que IfmJ, «bo- calmar la qucuUa, Nbtor le dice • Apmcn60: «Deja (a Aqw11Cl1) el glftl3 que loa
nDl', dianidad» (de ah1 deriva el verbo limdó) es el abstracto de un verbo anti¡uo tlO aqueos le han atribuidolt, ya Aquücs: «DO diputes con un rey. El rey a quien Zeus ha
(n.ol. «honrar•. otorgado el /dldas, "gloria" (véase mis abajo, cap. 6), no tiene que repartir la timi.
En realidad. Ilmí es uno de 101 términos más c:sped6C01, de cicrtu condiciones 10- Tú CR5 fuerte, una diosa fue tu madre; pero a es superior, porque manda a mis
cialcs. Hay quc IIl8Jiqrlo todav1a y, plU1l dar al problema lodo IU a.lcance se comi- hombres» (1:16 y SI.). Aqui aparctC una diferencia importante entre elghm y la rim/:
~~ primero el wnjunto ~6gico al que Cfti unido timJ. Connituye' una eran &On los hombres quienes aripan un rlrw, pero la (1m; ea conferida por el dtstioo:
familia. lo bastante vasta y diYaM para que lu relaciones entre 1&1 formu aeen a ve- forma parte de la luerte personal. Un lato como Illada (J', 189) lo confirma. Los
ces ~ficn1tada. RecordcmOllu principalea: adcmú de /(ó, tbndO, áttm03~ ~priv&do tres hijo! de Cronos, Zeut, Posddón, Hades, se han repartido todo: el mundo ha sido
de timJ». etc•• hay qlX citar el grupo de tino (ú~), «P&Pr»; t(numal ('ffwlo'#l). w- dividido en tres y cada uno ha tenido en suerte su timl obtenida por el sorteo (lID.
ccr~. hacer expiar»; tisis. (~). «castigo, VCDgiLllZb; dtUm (1n'COtO), mo pap_ khelt). De este modo. tanto entre 106 dioses como entre los hombres, es el IOrteo el que
do, unpune», etc. Como 5C ve. cstol térmiDo& son relativos al pago de una deuda a la decidid la atribución de la t/mí. y 106 términos clave. moÚ'tl y lakJtetn. IOn la prueba

·....•.
compeDlaciÓR de: Wla fethoria. Estin emparentados tambibJ. po/"J. (71:01.""), ~da en este caso. Por tanto, nadie puede poner en cueatión la legitimidad de este patrio
que se debe pa¡ar para reparar un crimen, yen latinpoellD, puniu. monio.
Fuera del arieao se registnl el sinscrito ciyate, upagar, hacer pqa.r, punir, calti- Si quedara alguna duda lobre la relaci6n entre la time y el poder real. leria cililipa-
•• gar»; ciryDtl. tcrelpetar»; ciyu, «re.spetuoso~; avéstico, kiy-. 'éikay-, «castigar»: kai- da por n., 6, 193. El rey de Lida, queriendo retener a Bclcrofonte, le da a su hija y
6á. ka/ni, «vensanza, odio», Cite último correspondiente del grielo poi"l. «la mitad de toda IU tim¿ rew» (timio basiliídos 1rJmiJu ptJsel). En un pasaje ya ci-
Asl se presenta en indoiranio y en s:ric:go este conjunto de fonnas que, material- tado (a propósito de glft/s), Aquiles se burla de Eneas. que camina hacia ~I: «¿Bsp~
mente, se organizan • partir de una ralz • JcWei-. ras que este combate te dt el derecho a reinar sobre los troyanos con la a",J de PIla.
Pero la diJpw.ridad de sentido.s crea una dificukad: ¿predomina la noci6n de ucas. mo? (ll., 20, 180 y 11.) -la expresión asocia la timi al ejercicio del poder real-. Y
tigar» o la de «hODJlU"»? ¿De «obtener Cl5tigo, sacar venganza» le puede pasar a la son muchos reyes (basJJiu) 101 que cuentan, en el número de sus privilegios, e!OI (1-
idea de «honraro'hacer honor»? Sólo por una relación bastante Villa se lleprla a uni- mtl(: puestos de honor, procedcnciu, carnes abundantes y copas llenas (11., 12,310).
ficar lal <los aipif'lCa.cionCS. Hace ya mucho tiempo, también W. SchuJze, en sus Y no sólo el honor, tambi~n hay ventajas sustanciales unidas a la condici6n de bas/~
Qwn;stiones q/cgr (1892), propWlO "parar dos familias etimológicu. leús. otorgadas por el sorteo. ¿Cuil el, pues, el origen de la timt? ID pocta ID dice en
Habrla una forma en i • • rii-. de donde /(0, ti"'~, Y 1u formas lénscritu con el ténninos expresol: «La tlml (del rey) YÍCne de Zeus, y Zcus siente amistad por il»
ICntido de «respeto», y una forma en e, ·rr/-, de donde t/nó. tlnum'Ii. /flls, y lu (11., 2, 197). La ti",i el de ori¡cn divino. Esta afirmación puede encontrarse tambi~n
tOrmal ainstrltu con d ICDtido de «castigar», etc. en otros lugares. Hay que observar adcmis que los verbos que rigen ti",i son verbos
En Jeneral, no 5C sucJc: tomar una posición clara ante eata alternativa. A Schulu de don: Wóv«\. «dar:$; M;'~~V, «otors:ar»; ,Epr.t'l, «conferir», o de retirada: se ha pri-
corresponde el mérito de haber subrayado la dificultad de un ori¡cn (¡nico y ha pro- vado a f\Quiles de una parte de IU timJ quitándole su cautiva. Ella noción de timí se
porcionado el medio de remediarla. La cuestión coMiste en saber &1 el. sentido de timl defme como una dignidad de origen divino. oonrerido por sorteo a un personaje real,

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y que DO s610 comprende el poder, sino privilegios de respelo y rentas personales. La recompensa (tim~n apotwmen) decente que aproveche a las generaciones futuras. y
timl se dist.l.n¡ue, por tanto, del géf'Cls. prestaci6n material y ocasional que los hom- 4i Prlamo y el hijo de Prlamo se niegan a dirnosla (timbr tín~in). enlonces ser6 yo
bres otorpn al sobc:Tano o a un héroe. quien combata para obtener satisfacción (poinl) y no dejare el lugar hlUta haber lle-
¿Hay una signift.eacl6n religiosa de limi? A menudo Imele afinna.rse, alelando un vado la guerra huta el fin.~~ (Il., 3, 27' YSS., trad. Mazan).
pasaje del Himno homlrico a Hnmes (verso 172), en el que limí está vinculado a Se ha querido leer ahl una relación etimológica entre Uno. opot/no. ICpapo~, y
Iwsfi (6cú¡). &e es el 6nico ejemplo en los poe:mu homéricos que parece sup:rir este timl, por un lado, y una equiVll1encia entre Oml y poin¿' poc otro.
valor de amI. De hecho, ninguna dI: tu dos relaciones rcsiR.e el examen. B1 pacto prevé que, en
Hcrmes rupont1e a 4V madre. que le rifk:. que DO tiene deseos de pcrmanCfJCf ele cuo de vi1:toria de Menelao. los trO)'iUlO5 devolveriD a Helena y todos los tesor05 y
este modo. occuro y dc5pl1:lCiado. Mis vale vivir" con 10s inmortales. antes que pudrir- que, adc:mis. paprb la riml a AgamenÓD y a los argivOl. Ahi tenemos un tributo
se en casa en un antro oscuro, y añade: «Por tanto. en punto a honores (timis). yo que sobrepasa 1& simple devolución c1e bieocs: implica el reconocimiento del poder
tendrt -voy a con5CgUirlo-- los mismos privile¡ios sagrados (lis hostis) que Apelo» real y la atribución de honor que lo acompafta. Debido a ello y en las condiciones en
(!rae!. [lrana:sa) Humbcl\l. que es concluido el pacto, la timl se CIlCUentnl asim.i1ada a un pago que 101 troyanos
A&:l, l,.habria una relación entre timí y hosfi como privilegios saarados, Jo cual ba- efectu&rin adcmu de loa bienes que han de devolver. S6lo por casualidad, y en este
ria de la limJ el privile¡io de un dios? El sentido de la palabra sobrepasarla entonces imico ejemplo, timl est6. asociado al verbo «pagar en la misma moneda»; no se siaue
todo 10 que huta aqui se ha leido. No designarla solamente los miramicntoa que tic-- de: ello que el poeta haya coooebido tim~ como un correlato morfo161ico de apolÚló.
neo por un pcnonajc poderoso. Todo 10 contrario, Clle texto muestra claramente la distancia entre timl y poi"í. Si
Pero, ¿es ese ellCntido de hasle? En otro pa.sajc: del himno, Henn", que desea l.olI troyanos nicpn la timl, entonces AgamenÓD tendrá base para combatir poc la ob-
que 105 ruegos que ha formulado se: cumplan, recon()(% en Apolo todo cuanto ha pe- tención de una poiní. Eso es totalmente distinto: la poinl es el castigo y la reparación
dido para sl mismo: consideración, bonor, ventajas de todas clases.•Tú en:s el pri- debidos por la violaci6n del juramento.
mero, tú te simtas entre los inmortales, Zeus te tiene afecto b 'It~ 6e:ñ'K (470) --esto Las formas comparables, fUQ"B del ¡riego. SOIl, asimismo, cxtra.ftal a la idea de
no es miJ qucjlUtkiil- y te ha concedido dones esplendentes.,. comideradón o de honor y se reficn:n t0da.5 ellas al castigo: es el caso dellatin poma,
La traducd.ón de Iwsfis por «jwticia» (Humbc:rt), término desprovisto de valor término del dc:reeho c:rlminal. prtstamo antiguo de la forma ¡riega poinÍ. Es evidente
uli¡ioso, podria sorprender. Mi.5 ab~o (libro 3, cap. 1) en el estudio coosagrado a que poena. punin. no tienen nada en común con la noción de honos. En av~tico el
hÓJiOJ, le vcrt que este adjetivo no es el equivalente de h~r6s: se opone a hiu6s ea- verbo kfly-, los derivados Ialina, kaiBa- se ufieren a la idea de &acar venganza, obte·
mo lo «profanolt a lo ua¡nulolt. llCI' repara.ci60 de un delito, de una injuria. Ning(m t.érmioo de este grupo responde
Por tanto. el primer pasaje del Himno a Hcnnc:s (173 y ss.), debe enten<1ene 4e la en avártico al sá.nscri.to cilyatf. «respetar».
siguiente manera: «respecto a la timí. tambim yo quiero tener derecho a CA hosfi de En resumco, fuera del griego. con el sentido de «.honrar" no podemos comparar
que goza Apolo». Se trata de vent~as profanas y no de un privilegio sagrado. La me- mú quc algunas formas indias. eJ verbo aiyu- y el adjetivo cQyu-. «respetuaso,..
jor prueba de ello nOI la aporta la continuación: «... si mi padre no me 18.5 concede, Sin embargo. hubo en griego contactos aecundarios mtre las dos lam.ili.a.!. de doo-
yo me har~ Prlncipc de 106 BandidD.ll. Si se me castiga, ir~ a Pitio y me Uevar61a tr6- de resuha, sobre todo, Jimónt'n. «llevar ayuda, ayudar, castigar»; limiJros, «protee:·
bede, el oro, los caldlC'fos". Éstas son las ventajas de que loza un dios fuera del domi- tor, vengador»; literalmente «aquel que vela por la timl» (tima-orr»); es una mezcla
nio 4e lo sqrado. No ha lu!ar a dar aqui a timí un sentido particular. La palabra 1:$- de das nocioDCS. Asimismo, las fO"l'mas mis antisuu de lIno. tindó. parecen habc:.r to-
ti tomada en su acepción ordinaria, y no denota niDJUDa noción religioaa. mado el vocalismo i de tim~, como lo indica la fluctuación entre L y tt. atestiguado
Pasamos ahora al examen de la otra mitad del problema. La noción que estt en clialcctalmcnte 1,
juego es la que CJl:presan línumai, tisis y poinl con las formas correspondientes en
otras lenguilJ, y que pueden describirse como: «hacer pagar una prima, exl¡ir el pre-
cio de una fecharla y especialmente ele un crimen capital~~. ¿Tiene alauoa' relacl6n con
limt!
En prbner lu¡ar, consideremos las formas mismas, y la diferencia en el vocaliBmo
radical. Tenemos, por un lado, "I:i"IL~, 'dw; por otro, 'tiVUILL ("" ULW', cfr, ~n:O'tlI\l6'tw en
el siglo v en Creta). La diferencia formal da cuenta de la distMnWi que liepara las
nociones.
Se ha sostenido que, en un pasaje homúico, timé es el equivalente de poin/. Sobre
este texto se apoyan para afirmar el parentesco de las dos familia& lbJcas. Relc6mos-
lo. A¡am.enÓD enuncia el pacto solemne que va a unir a aqueos y troyanos y pide a ro-
dos los dioses que le sirvan de testigos: «Si es Alejandro quien mata a Menclao, que él
solo tenga a Helena y todos los tesoros; DOBOtrOB n05 iremos en nuestru naves mari-
nas. Pero si, por el contrario, es el rubio Menelao el que mata a A1ejlUldro. entonces 1 Veuc &Obt"t d ddalJc de Iu clatiora de .cx:aJiJmo y ele cantidad, ScH... vzo, Gri«lJildw Grdmntll-
los troyanos deberán devolvemos a Hc1cna y todo& los tesoros y dar a los arsiv05 una tUc, 1, p. 6'T1 '1 n ••.

27IJ 271
CAPÍTULO 6 esencial, es un cstudio literario, psicológico. El autor estima que IdJdos de&.ignll la
apariencia majestuosa y también una ventaja en los combates que equiva1c a la victo-
EL PODER MÁGICO ria: el sentido seria, por tinto, «Rwh"" ¡loria, lutoridad»; lo cual equivale a la tra-
ducción uninimcmente admitida:.
Hay, &.in embar¡o, una razón para que Idldos DO signifique «glorialt; es que la
"g1oriu encuentra su expresión en Homero con 1cJhJs. Estamos seguros de que el
concepto de klhM el uno de los mis anti¡uos '1 constantes del mundo indoeuropeo: el
vMico .brIwu el avéstico srrrvalr· 100 rus partic:l.o$ exactos. '1 tienen el minno sentido.
1

Ademis, la lengua ~ica. consan en &rieco y en védko una misma expresilm Cor-
mularia.: ham. kJlwos 6pltlhifOfr, ved.1nnw aJqitam, «¡loria impcrecederu, que d~
dan_ la recompensa suprema del ¡ucrrcro, esa «a1oria impcrccedcru que el Mroe in·
doeuropeo deaea por encima de todo, por la que cIar1a su vida. Tenemos ahi uno de
101 testimonioe, baltante tarOl, de donde puede interine la existencia, si no de una
~mo:rig. KiIdor. tmnkw t'Ui ~riYCDCftle ~CD, del Que toda la IrwliciOll, md- lengua épica, al menos de expre:sionCl poéticas consagradas desde el indoeuropeo
¡ua '1 moderna, ~ W1 Ib16oimo de tIéo:I. qlorib, tiene, por d ctmtrario, WI Imticlo común.
PUl'! c:spmfK:Q; cblpa IIJI poder miP:o inaislible, patrimorlio de D cI:U»n qu~ ~
ÑODalmcntc kI ~ al bi:ruc por cIIoI ~ '1 utpI1ln ui IU aiWl1Iil. XOdos
Esto hace improbable para .tf1dos el sentido de qloria». En la tcrmi.nolo&f.a tpica,
1Ptst., 1:$ PfQPtammte, hablado lk un III.CJTefO, ~ (a
por c:wutauimu, prvristo!le a.lIl talismi.D, a1brirK ele: poria..
ro.
c6oIa) d kQd~1 Y. '1 bemos de convencerDOl de ello, los ttrminos mayores son tooOli c1los espec1ficos y
no conocen sinonimia. A priori, klI08. «gloria", 'J /c:I2dJ:J.s no son equivalentta, y de
Entre tfIdw ~prcndjdo de esta lIW1era yllll L Cllayo évdo. -mi\aa:ro, manvilWo, hecho, como se vert, kQdO$ no si¡uifJea nunca ttgl.ori.u. Esta traducción, uninimente
no fNCde loIiJij)laJCk:r la corrapoDdcDcia rcmal¡ la llOci6n, coman a Iof; dos ltnniQtIt. de admitida. debe ser rechazada. No hay siquiera relaci6n particular entre las dos nocio-
.fuera 1Ob~IIT&h•• la bacc pknamaJtc inteü&ibrk:.
nes. Sus calificaciones rupectlvas diflCren en nÚDlCl'o 'J en naturaleza. Mientras que
de kMos se dice esthJ6n, .hermoso", mIrtz, «¡cande» (con los grados md:on y mI-
luton. «mis, muy ¡randClt); n4f11. «amplio", tfsberton, inertinllJible»; dphJhJton,
Cuando se estudia este vocabulario. hay que estar atento .. las rda.ciones que se cs- «impcrccedera»; haqxJW6nlon. «sub-ulestc», que implica un plural klh. y determi-
tablectn entre los ttrminos. Cada uno de ellos. considerado a 51 mismo, DO licmprc
parece si¡nirlcaljvo, pero se aclanl en sus relaciones. Entonces se obsa'van ciertas de-
terminaciones Que revtllan su sentido pleno y bacm aparectt un nuevo valor. En Ho-
eleva h&sta el cielo»), no se: encucptra para kOdOJ m.
nantes (<<gloria de 105 hombrts», etc.), que favorece la hip&bole (<<ro ¡Ioria que se
que doI epttetas: miga, «gran-
de». lrupbteron. «superiorlll. y una sola vez d.lpeton, «inme1llO»; no tiene plwaJ.
mero hay que leer a VCCClI un largo fragmento seguido para captar valores que se in-
nunca tat' en sintagma de determinación y no imptica descripción aIsuna. Semejante!
duyen rutilmcnte: un túmino importante. puede. por fu relaciones en que esta inmer-
difCl'cocias hacen presentir ya que kQdos es un concepto distinto que debe ser definido
so, urojar luz sobre: ttrminOl que llaman menos la atención.
por si mismo.
Dcspu&: de gbl13, de ami. veamos ahora otra nociÓn que .!le vincula a cUas y que
es tarnbi~n notable: la de kQdos (xu&c;). De este neutro, unifotmeroentc traducido m aentido de kQdos no es, por tanto, el de ccg1oria», que nuestros diccionarios
por «g1.oria)), y de sus derivados nominales y verbales, latdrds. lcudd/imos. kuddno, y comentaristas cnseftan. Tenemos que encontrarlo guiAndon05 exclusivamente por
latdolnlJ. kudidneira. etc.• tenemos varias centenares de ejemplos en Homero. los contextos y lacando t'anicamente de los empleos los elementos de la definici6n.
Este sentido tradicional de «gloria» que parece exigido por el contexto en ciertos Tambi6n esta vez la cú:gesis tradicional de Homero debc str revisada dc aniba
pasajes. nos fue dado ya por los comentaristas antiguos. Esti fijado desde la antl¡Qe- abajo.
dad, pertenece" la herencia humanista. Las construcciones de kQdos no tiencn ¡ran variedad. A excepción de la f6rmula
Hay que decir, sin embarao, que nuestro conocimiento del voc:abulario homérico ktú:lel guíiJII, donde el dativ~locativokad~; csti unido a un sintagma 6nico en la for-
ma participial tambitD única tafó", el nominativo acusativo IdJdos es el (mico caso
esté. aún en mantillas. Hemos recibido de la antigüedad un sistema de interpretación
al que continuamos ateniéndonos y que marca nuestros l!xicos y nuestras traduecio~ empleado. Pero los empleos, mAs de sesenta en total, se reparten en dos grandes
pos. En uno, kQdos es r~limen de un verbo, «dar», cuyo sujeto gramatical ea un
,tu-
nes. Mientras que se ha empleado un esfuerzo considerable en restaurar un texto se-
guro, yen definir las características dialectales de la lengua ~pic:a, nuestras interpreta- nombre de divinidad¡ en el otro, kQdCM ca r~gimen de un verbo, «ganar», cuyo sujeto
ciones &laueo siendo, en aran medida. las de una época en que las convenciones esttti- gramatical es UD nombre de: hombre. Hay que analizarlos por separado.
Cll!i primaban sobre el cuidado de la exactitud. Cuanto mejor se estudian 105 textos En la primera catelorla de empleo, el kOdCM designa algo que el dios «da» (dldfJIl.
homéricos, mejor se percibe la distancia entre la naturaleza rcal de los conceptos y la o~i). «ofrece» (orIgti) o, por el contrario, quita (apirúi). El. don del kfJdcu asep-
imagen que de ellos da la tradici6n esco~r. 1"1 el triunfo de aquel que lo recibe: en el combate el poseedor delldldcu es victoriOlo
A este respecto, ciertos estudios recientes no seftalan ningún proareso real; asl, la sin que nunca deje de serlo. He Ilú el C81"icter fundamental de kfJda.r. actua como UD
tClis doctoral de: Orcindl, constituida por el estudio de cinco palabrlU ¡rieps, kJéos, talism6n de supnmacÚl. Decimos un talismin. porque la atribución del kOdos por el
kQdcu, timÉ, plrótil. dóxa (Munich, 1938), rdule c6modlUIlCDte los datos, pero, en lo dios procura una ventajl iDitantinca e irresistible, a la manera de un poder m'P:o, y
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d dicx 10 concede tu pronto a uno como • otro, según su JUlto, y siempre pan. dar su corazón y arroja UD CJlcanto en el conzón de bs arcivos, ncPndoicl el kQdOl
la venfaja en el momento decisivo de un combate o de una rivalidad. mientru que excita a rua advenarios. Porque es a Hb:tor a quica ~ desea ofJ"CQC[ el
La diosa Atenea para faVOl"ClCa' a Diomedcl en la ClUT'CI'8 de carros, rompe La yun- 1cIId_ (IS, 5!l3 y ...).
ta de su competidor Eumclos, que rueda por tierra., y de esta forma Diomcdcs le~, . La virtud d.cl ldJdo.r es tcmjtOrl.1. bus o AteDca lo otorpn para que UD hb"oc
porque <'(Atenea ha Uenado sus caballos de ardor y ha puesto en ti el kQdos (q' aulo; tnuofe en el momento del combate o Dc:vc IU vontaja huta UD punfo dado: \e dan «el
kOdos éthike). lnmcdiauuncnte. loa dcnW comprcnc1cn de dónde le viene a Diomcdes kDd08 de matar» (S, 260; 17, .S3, cxprcsWn comparable al «krlUos de matar», 11,
esa ventaja y saben que no podrían disputirscla. D:trAs de él, AntUoco, al tiempo que 192, 207). Es siempre para el momento y sepo las fluctuaciones de la batalla cuando
aviva a sus caballos, le dice: «No 0& pido que luch.6is contra los de Diomcdc&, a quien uno u otro de 105 adversarios recibe este atributo, que restablece IUS p05i.b1lidadel en
Atenea acaba de dar la velocidad. y ha puesto en él el kfJdas (la misma fórmull.lt) (D. el momento dd pc1i¡ro. Los diOle¡ hacen jupr ••{ l5UI prcfet'Cnciu propia y laIdan
D. 40()..4()6). Todo estA daca: cuando UD dios ha dado ellc:Qdos a un hombre, áte tic- sus rivalidades p:rsonales eoncx:dimdo el kOdoa unas veces • JoI aqueos y ouu a Jos
nc squro el triunfo, y IUI advcnarios o sns riva1a: saben que CI vano OpoDerse a él troyanos. VcmOl c6mo Zeua se ~ de él para a¡Uau la dilpu.ta que se be airado en
(efr., adcmú, S, 215). Por eso Aquiles, en el momento en que Patroclo va a enfren- el campo de los di.... ""' la victoria de AQui1,.. Unos, iDdilnados po< los ullraj..
tarse en 10 lupr con H6ctor, mptica a Zew: «IEnviale el kQdo.I Y fortalece IU cora- que Aquiles ha hecho lUfrir al cuerpo de Hkt.or. quiclm. enviar a Ar¡cifOOtCI a qui_
zbnh~ {J6. 241). Ea tambiéllla plepria de Néstor: AquiIeI no debe obstinane CODt1'a WuJo. 0U0s le opoocn: DO ea i¡uaI la tinfI para H6ctor Y Aquilea: Héctor DO ea mil
Apmenón, 4CptlCStO que la timí no ha sido jamAs igual para UD r~ porta-cetro, a que UD moctal, AqaDcs es hijo de una diosa. Zeul interviene entonces: no, la ,¡mi no
quien Zeus ha dado el kQdos» {J, 279). Cuando Héctor es pcrscauido y amenazado de ser" 1&ual entre ellos, pero no fratemos de quitarle el cuerpo. Hace venir a TetiI, ma-
cerca por el carro de Diomcdcs y Néltor, Zeus truena violcntamenfe ante ellol. Néstor dre de: Aquiles, y le dice: «Algunos dioses impulsan a Argeifontcs a sustraer el cuerpo
asusfado advierte al punto a su eompaAero: «No nos queda mil que volver grupas y de Htetor. Pero yo 8!ribuyo a Aquiles este 1dJdCJS, al mismo tiempo que coucrvaré
huir. IoNo ves que hoy Zeus concoc:lc el kQd08 a nuestro advcnlrio1 Maftana 008 lo para el fut~o tu aidOs y phi/6Iis» (cfr. vol. 1, libro 3, canfo 4). He aqul el plan de
dari a nDlOtrO&. Ii quiere.» Sin embalso, DioID.DCk:s quanta: l.JIO va a ~ en el z.eus: Aquücs clcvolvl::I"á el cuerpo de Héctor, pero IoIamcnte cumcIo Priamo vaya en
rcprocbc de cobardial Contra la opinión de N&tor, pcniBtc en querer cnfrj:lJuane a persona a rc:scat:arlo y le Dcve cspláldidol presentes (2.4, 109 Y SI.). De CIte modo,
Héaor. EntODCCI Zew: trucoa tres veces qrcsaglando a los troyanos su revanchu, y Aquiles no se vcrt defraudado en MI biunfo al restituir el cuerpo de Héctor.
H6d:or exulta de a1epia: «Veo que Zeus me promete la victoria y un gran kfJdos, y a En aIJUIlOl ejemplos, elldJdos es dado a un há'oc no por UD mOl, sino pOr IU ad-
los dinaos, la ruina)) (8. 140-160). Se 1aJwt, pues, y presiona irresistiblemente 10m vcnario mismo. Bs entonces una siJ:Dple fi&ura de estilo. El euerrcro que, por mala
loa dinaol «puesto qoc ZCUs le ha dado el kIJdo.r'Jt (w;d.• 2J6). Ante el peligro, Aga- fortuna o por temeridad, se expone pcIisroIamente y se ofrece a los ¡oIpca dd mcmi-
menón esfimu1a con apelaciones y SafCllSIILOI d valor de sus guerreros y le dirile a '0, «proporciona» !I mismo el kQdos a ID adversario. De este modo, Pcrifetcs «pro-
I
Zcul: «¿Has cepdo alguna vez de CIte modo a uno de los reyes todopoderoaoiJ qui- porciona» el kQdos a Héctor cuando, tropezando con su elcudo. cae al suelo delante
tlndolc el.ran kfJdos?» (ibid., 237). de él (1S, 644). Htcuba suplica a IU hijo Héctor que se quede en los muros de Troya y
Eo este largo episodio, jalonado de empleol caracteristicos, una nueva condición que no proporciOJloe a Aquiles UD ¡ran kOdOflt yendo a enfrentarse coo ti (22, 57).
se aI'l.a.dc a la dc:rmición del kfJdos. Ya sabemos que ea:te atributo emana de un dios, De ClIe modo, OOlOtros dcdmos lo mismo de un imprudente que buaca .u propia
que es concedido a un dios o a un héroe y que le confiere 18 victoria. Pero, ¿cómo 58- ruina.
be ~e, en la conflWÓD de la pelea, que el dios acaba de oforprk el tlJdos y cómo Puamos ahora al se_do grupo de ejcmplos, doDdc: pndolDina la 1 _ kQ_ •I
tambiál su adversario le da cuenta? Uno y otro "Jn informados por un silno prodi- dQf rubtltai, «obtcua" el k:4don. que le dice de un JUCII'UO en el combate (jamis de I,
giOlO, que maniflCSta la elección divina. Es el trueno que malla y redobla en medio UD cIioo). ~ .... 1 _ lO ......... tan a lIlCOudo (una _ ..... lIe voca), bacc
del combate; es el cano de un rival que se rompe en plena canefll; es la cuerda del ar- pensar que 1ieDC un valor prec:iIo, Y ya el hecho de que en Cite cmpieo el klJdOl DO sea I
co que se rompe en manos de TeDC:rOl cuando apunta a Héctor. y la flccha que se conhrido por 1lIl dios, lino «logrado» poi' UD bombn:, dala tma 8CCpCi6n nueva que
pierde lejos del blanco; y Héctor no se engal&a, Zeus estA. de IU parte: «Si, he vilto merece nuestra atcnci6n. ¿Cómo es que estA en poder de un hombre el «quitar» c:llra.
con mis ojos las flccbu de un héroe perderse bajo la acción de Zcu15. FtcU de recono- dos sin el eODscntimimto de un diOl, puesto Que, como se ha Visto, sólo 106 dioles Jo
cer el la ayuda de Zeus a los hombres, sea que ofrezca a unos un kQdos superior, o conceden a los hombr'cs? Este privilegio e:sti presente una vez como don divino:
que debilite a los otrol ne¡mdosc a ayudarles. Ahora, be aqui que debilita el ardor de «Zeus me ha dado (edOlce) llevar ellctJdoa junto a las naYeI y blc:cr retroceder a 1015
Iot ar¡:ivos y que viene a apoyarnOSlt (IS. 488 y n.). De ah1 saJe clsentido de kQdos aqueos hasta el mar., prodama HéoW< ante la RNDlbloa de los lrOYlUlOl (D. lB. 293).
hupbteron. Mia:J.tru Zeus no interviene, las fuerzas cstin cquiUbnldas: «Los troya- Sin embarco, salvo muy r&rOI c;cmplos, la mc:nci6a de un dios Clti ausente de tu cir-
nos y len. aquCOl luchan para ver a quito Zeus padre oftcceri. el /r:Ddcmt (S, 33); es en cunttanciu donde UD ¡ucne:ro «lleva elldJJJOI». AdemiI, la etpraión va acompda-
el momento del mayor pdisro para Hélctor, cuando Zeus hace incli.Darsc la balanza en da a DlCDudo de un dativo que iDdk::a al beneficiarlo: «llevar el kQdOlJ para aJ.auicnlt.
SU favor dindoJe un kiklos superior (12, 437). Esta imqen inJpi.ra. bajo otr'U fonnas, Se trata de una Iocucilm c:spcdfica que debe ICI' ClhKJiad· ala vez en las circuDJ-
la rdadón de: las fuen.as cnfren1adalI: cuando Zeus ha dado el kQdOl a aqud al que taDciu que la hacen apam:u y ea 101 caracte:res dzu6cüco& eh su articuJadón fO'J'mlJ.
favorcc:c, el adw:nario el abocado de pronto a la derrota y kJ ..be: 101 troyanos se Al examinarla de Cite modo, descubrimos que comporta dos tipoI de empleos.
lanzan «ejecutando la orden de ZCuI»; el jefe de los dio6es «estimula grandemcnfe He I.Q.W el primero: es la oferta hecha a un ,uc:m:ro de Intmtar 5010 UDa huaila
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sin¡:u1ar. Si triunfa, «ganar' el leUdos» para su rey, su pueblo o para si mismo, y se le el kQdos~ ca generalmente COSIl de un hombrc, a veces, aunque raramente, de un pue·
promete una 'fan recompensa. blo, mientras que:, como hemOl visto, «dBr el /r;(¡dos» es siempre cosa de un dios. Hay
La lowción se coloca en un contexto prospcctivo y es cmUlciada en futuro. acom- una difc:rcnda mu: «dar el 1rQdD8» es uua condición que precede a la victoria, micn·
panado a menudo del nombre del benefiCiario ~ dat,ivo. . • tru que «canar el k¡;dos» aparece como lB consecuencia de una hazana: «con tal que
ScSUimos este esquema en una serie de episodios. Atenea, dl~fruada. incita a ZeuJ nos pennita abatir a Uli5C5 y IBnar clldJdas» (Od. 22, 2.53). Por tanto, hemos
Panders a un acto audaz.: ddparar una flecha a Menelao. ccAsl -dtce dJa- pnarias de: concluir que IáJdos, que es propiamente el talismin del triunfo, se ha desplazado al
la kh4ru y el kfJdo.r para los troyanOJ .,. ante todo, para el rey Alejandro. Obtendrtas aentido de «triunfo» en la expresión «ganar elldJdon, por unB tllUUici6n que pode.
de ti espUndjdos prcsc:ntes si él viera al va1a-oso Mentlaa domel'lado por tu Oecllu mos imqinar; bU haber rca1izado una buaiia insigne, cl htroe comisue con su va)or
(4, 9S). Enviado como embajador ante Aquiles. ~ le ur~ a iniciar nuevammte el ese ld1dos que sólo un diOli puede otorpr; en cierta forma, se lo quíta al dios. Ast. la
combate: _Los aquem te honcartn como a un dios, pUC5 Iu pnarlas para ~ rea}- fOrmula IcQdos lUWt/JQ; mira en cl repertorio del e1ogio heroico, 4e igual fonna que
mmtc un gran kQd(}¡f, pul:S esta vez tú venccrias a Héaont (9. 303). H6ctDY pide en su kJIw aml,",i, «pnar la gloria. (11, S, 3). Adcmis se babri notado que d ld1dos asi
campo un voluntario para una incursión nocturna, de m;:onocimienlo. en el campo ganado por d héroe va a menudo en beneficio 4el rey. «No haré reproche • Apme-
aqueo. El que tenga esa audacia tendrá una :nm recompensa y pnari. el ~o.r ~a m6n ----dice l)iomedes- por impuJsar a los aqueos a combali:r; porque B él iri ellcti-
"• H mismo (lO. 307). Poseidón exhorta a)os dinaos: «¿Vamos a coDced~ la viCtona a do.! si los aqueos aplutan a 106 troyanos '1 toman la sacna 1li60, a él tambitn m-ertiri
H~or. para que coja nuestros bajeles y poc el tQdos"! .. (14, 36.5). Aqwles instruye ,s gran duelo si 101 aqueos son aplastados» (4, 41$). De este modo, se establete: una si-
!! Patroclo cnvitndole al combate contra Héctor: ~igue el plan que: te: meto en el espin-
I militud entre el tOdos y la limí, ambas prerrogativas del rey, dos sustantivos ilua1-
.··. tu, de: (orma que pnc:s para mi uan (imi y IdJdos de: parte: de todos los dánaos ... Pe:-
ro una vez ¡ea rechazado el c:ncmigo de los bajeles, vuelve:. Aún cuando ZeU5 te con-
mente construidos rron el mismo verbo: «te hemos seguido para agradarte y sanar (fU·

, cede: pnar un nuevo IcfJdos, pWdate: dc:l delco de combatir sin mi a los troyanos beli-
cosos» (16, 84-88). Las falanges de: los troyanos «r:stln plantadas en torno al cuerpo
mJmenoi) pllT8 Menclao y para ti una tim¿ de los troyanos» (1, 159). El kGd03 puede
ir también a la comunidad CIltera de un pueblo (13, 676).
Una nueva tnmsic16n YB a hacer de kOdos una califl.C8.ciÓll aplicada II los hombres.
de Patroclo con el orgulloso deseo de llevarlo hacia su ciudad y de ¡aoar cl kr2das» Se diri de ciertos hombres que son ccel gran Jaidont de los aquCOll (Agarncn6n, Ná·
(17,286 y ss.). «Zcus -dice Htctor- me ha concedido lanar c:I /cO.~o! cerca ~ ~as tor, U1ises), O de 10$ troyanos (H&:tor). Por sí solos, soq. un tallsmln de v~toria.
naves y c1c hac:cr retroceder a los aqueos basta el mar. (18, 293). AquUes se preclplta A partir de la definición aquI propuesta de kfJdos, de su naturaleza, de lo que re-
y aplasta a sus enc:mi805, tcardiendo por ganar el kfJdon <20, ~; cfr. 12,40'7; 21, presenta C11 las relaciones entre los dioses y los hombres y para las posibilidades dd
543), pero Apelo 00 lc permite pnar cl kfJdos (21, S96). Disfrazaóo de Agcnor, Apo- combate. se puede apreciar con mis claridad el sentido de los derivados que kf¡dos ha
lo le: hace pc:nquir por Aquiles, lUCIO, habif:ndo1c alejado del combate, vue\.vc a to- fonnado; el adjetivo kudr6s. sobre todo en el superlativo k'údislos. calirtcatjvo de los
mar .u fllUla divina. Aquiks furioso le inkrpc:1a: «Me has enpAado, execrable entre mú altos dioses, sobre: todo Zcus, o entre los hombres, de Agamen6n únicamente; de
todos los dloses. Devándome huta aqut, lejos de 105 muros..• ¡T6 me ha;' quitado d igual forma que: kudóflmos es concedido a h~ocs o a pueblos. De los verbos: deriva-
gran krldos y hu salvado a los troyanos!~ (22, lB). Aquib, al perae'Lllr a H&:tor, dos de kOdos nos quedaremos en particular con. lcudolnó o IaIddnó, que siprlficari li-
hace Wla sefta a los lU)'Ol para que no disparen flechas, UpoT miedo 1 que a1cuna fle- tenlmente «llenar ae kQd08»: &ea en el sentido flsico para decir «dotar del kOdos, del
• cha alcanzando a Héctor le quite el kados, y que éJ llepse el segundOlt (22, 207). Las talismin de victoria (13, 348; 14, 73), de ahi, «infundir en un cuerpo herido el poder
balanza¡¡: de Zeus han marcado para Héctor el dia fatal. Entonces Atenea va a decir B
......
" Aquilea:: «Esta vez tcn¡o confianza en que nosotros dos ganaremos un arlln kf¡dN pa-
de: superar el mal», como Leto y Artcmis hacen a Eneas, al que cuidBn (S, 448); sea
por mctlfora para cchonrar por un atributo de suprcmacia» (lO, 69; Od., l., 438).
..• ra los aqueos en sus naves abatie:ndo a Héctont (ibid.• 2 1 7 ) . .
Es excepcional que la expresión esté en un tiempo pasado indicando el acto reali-
. Tan fuerte era 1& denotación de kt1dos, que se prestabB a muchos e:mplcos fiJurados,
en 105 que siempre se reconoce el valor esencial. Y este valor es, en origen, de naturB-
zado; un solo ejemplo lo muestra, asociand,o otro rasgo excepcional, el sujeto en plu- leza mágica, como se deduce de lBS oposiciones que constituye. El Jc(Jdos IlctúB a la
ral. Es cl pein que entonan los argivos victoriosos: «Hemos ganado lUl eran kQdfJ3; manera de un sortilegio: a5egLlrB el triunfo dcl guerrero o del campo al quc ZCUIi 10
hemos matado al divino Héctor» (22, 393). concede, mientras que los brllZOS y los corazoncs de: sus adversarios están «entumeci-
El seJUDdo tipo de empleo de kQdo.r at'lslhai está en condicional pasado: el héroe dos» o «atados» como por encanto. Estc motivo aparece en muchos episodios y hace
«hubierll pnado el /dJdas» si un dios no hubiera intervenido para sBlvar al adversa- surgir la potencia de este atributo. «Ahora sé -dice Agamenón ante la derrota de su
rio. Los ejemplos IOn mucho men08 numerosos. En su combate sintular contra Ale- ejército- que ZCus dota de: ktJdos B ciertos hombres (toUs men kudánel) Igual que a
jandro, Menelao Ic aprieta el cuello de la correa de su cuco: «lo habri~ arrllstrado y los dioses bienaventurados, mientras que a nosotros nos ata cl corazlm y los brazos»
de este modo habrla ganado asl un kOdos inmenso si Afrodita no lo hubiera visto»; la (14, 73). «Zeus lanza un encanto (th~/gf!) sobre el esplritu de los aqueos, pero a los
diosa rompe la correa y libra a Alejandro (3, 373). «Los arcivos por su fuerza y vigo~ troyanos y a Htetor les otorga ellcfJdos» (12, 225). «Los troyanos, 5CIIIejantes a leo·
habrlan IlUlIdo cl ktldos, por encima de la suertc inclUID (que depende) de Zeus, SI nes carniceros, se lanzan hl:lCia 101 bajcles, cumplen la ordcn de Zeus, que 5in cesar
Apolo en persooa no hubiera provocado a Enean (17, 321), H~or habria lllrastrado reanima su poderoso ardor, micntra5 que lanza un encanto (IM/ge) sobre el corazón
el cuerpo de Patroclo y ganado un kQdOlS inmenso, si Iris, enviada por Mera, no hu- de: los ar¡ivos y les niega el tOdos, excitando a SU5 BdvcrsariO$. Es quc, en 5U fuero in-
biera advertido 8 Aquiles (18, 16'). terno habla decidido otorgar el kf4dos a Héctor el Pritmida para que vaya sobre las
Bajo cstoa dos aspectos, proapcctivo (futuro) o retrospectivo (condkional), tcgaDar naves' curvadas a lanzar un rueca prodi¡iO/!lolt (IS, 595-6). Apolo, agitando la égida
176 m
ante los dánaos y lanzando un gran grito, «lanza un encanto (éthelxe) sobre su cora- petos y también de dones; el kudos, por último, no depende de los hombres, sino que
zón, y olvidan su fogosidad en el combate... Privados de fuerza, los aqueos huyen. está exclusivamente en manos de los dioses y parece poner al humano que lo recibe en
Porque Apolo ha extendido entre ellos el pánico, concediendo a lo troyanos y a Héc- el rango de los dioses, por ser patrimonio de las divinidades. Es un poder mágico cu-
tor el kudos (15, 327). ya posesión confiere la superioridad en circunstancias dadas, a menudo en el comba-
Ha sido preciso recorrer con cierto detalle los empleos de kúdos, caracterizarlos en te, en el que es garantía de victoria.
sus relaciones, sus oposiciones, sus derivaciones, para acceder al sentido auténtico de El análisis del término kudos nos abre un dominio en que rara vez nos introducen
este término tan mal conocido. El kúdos real o heroico forma parte de estos encantos los términos griegos: el de los poderes mágicos de la realeza. El rey tiene, en el estado
de poder que los dioses conceden o retiran instantáneamente, según sus preferencias a antiguo de las concepciones indoeuropeas, un papel a la vez político y religioso; asu-
una u otra de las partes en guerra, para restablecer el equilibrio de los combates, para me la totalidad de los poderes, rigiendo las relaciones de los hombres entre sí y las re-
salvar a tal jefe que les ha honrado con ofrendas, o para mantener sus propias rivali- laciones de los hombres con los dioses. Por esto, ostenta una autoridad temible for-
dades. Estos favores cambiantes reflejan el juego móvil de las fracciones en el campo mada por el derecho y por la magia.
de los dioses, que Zeus arbitra. El kúdos pasa, por tanto, de uno a otro, de los Es notable que una noción como la de kados haya sobrevivido en un mundo tan
aqueos a los troyanos, luego de Héctor a Aquiles, atributo invisible y mágico rodeado despojado de valores mágicos como el de los poemas homéricos. Quizá se deba a que,
," de prodigios y prodigio él mismo, instrumento del triunfo, que sólo Zeus posee per- en buena parte, sus empleos no eran más que formularios. Los antiguos no compren-
1 I manentemente y que concede por un día a los reyes o a los héroes. dían ya muy bien este término, que asimilaban a kléos, «gloria», o a níke, «victoria»,
"~ I Esta descripción del sentido abre una perspectiva sobre la etimología. Desde hace Hay que superar estas interpretaciones racionalizantes para reencontrarlo en su fuerza
..,, ,
'

,
mucho tiempo se ha puesto de manifiesto la coincidencia formal del gr. kúdos con el
eslavo cudo, «milagro, maravilla», pero el sentido de gloria tradicionalmente atribui-
y su verdad.

do a kados apenas si favorecía la comparación. En la actualidad la cuestión se plan-


tea en términos nuevos: kados no significa nunca «gloria», designa un atributo de na-
turaleza mágíca que asegura el triunfo. El carácter prodigioso del küdos, sus efectos
inmensos e instantáneos, la confusión que siembra entre los enemigos, todo le acerca
al cudo eslavo, y la correspondencia etimológica resulta por completo aceptable. Am-
bos términos se vinculan además a una misma raíz verbal, la de roti, «sentir», en esla-
vo, de koefn, «percibir, observar», en griego, cuyo sentido propío debió ser «observar
alguna cosa insólita, percibir como nuevo o extraño». Esto concuerda perfectamente
con el valor central que parece común al griego kúdos y al eslavo cudos.
Es de la Ilíada de donde hemos sacado la totalidad o casi la totalidad de nuestros
ejemplos, que son, de hecho, la totalidad o casi la totalidad de los ejemplos de la pa-
labra. La Odisea proporciona pocos, sobre todo si excluimos los pasajes considerados
como interpolados; unos reproducen empleos ya estudiados (Od., 4, 275; 22, 253),
otros se remiten a la autoridad del rey o del jefe de casa (3, 57; 19, 161).
En todos estos ejemplos, el kúdos es siempre la condición previa al éxito, cual-
quiera que sea, a la superioridad, sea el que fuere el dominio en que se manifiesta.
Podemos definirlo con fundamento como una ventaja de supremacía que se manifies-
ta por un triunfo de esencia mágica, ventaja tan pronto permanente, cuando está en
manos de Zeus, como temporal, cuando los dioses la otorgan a los hombres. Es ese
talismán, destinado por favor divino al rey, al jefe, al guerrero valeroso, el que, en
cualquier circunstancia, les asegura la preeminencia y, eventualmente, les confiere la
victoria. Pero si no hay victoria sin kudos, el kudos no está vinculado necesariamente
al triunfo guerrero. Aunque nunca se ha descrito, ha podido ser representado bajo
una apariencia material; parece conferir cierto resplandor a quienes lo poseen. En el
epíteto kudrós, vinculado a las divinidades, está la idea de cierta majestad, de res-
plandor, que manifiesta exteriormente la posesión del kudos.
Volviendo a las nociones de que hemos partido, ahora vemos cómo se distinguen.
El géras indica exclusivamente los bienes materiales; corresponde a los hombres, es la
prestación debida al personaje soberano, el reconocimiento mediante ofrendas de su
rango, de su supremacía; la timi es un honor, reconocido a los dioses, otorgado tam-
bién por los dioses a los hombres en recompensa de sus méritos bajo la forma de res-
278 279
CAPÍTULO 7 y he aqui precisamente que, como un desafio, surge un encarecimicnto de krátos
asociado a alkt, en el apóstrofe mordaz de Diom.edes a Aj:amenón: «Zcus ha puesto
KRÁTOS en ti dones contrarios: te ha dado el ser más honrado que ningún otro por el cetro,
pero no te ha dado la a/Ici. que es el mayor krátos» (11., 9, 39). ¿Qué quiere decir
Diomedcs? ¿Y qué puede significar una traducci6n como ésta: «El valor, él te lo ha
negado. V cs, sin embargo, la fucrza suprcma»? (p. Mazon). Todo estriba en estos
problemas, y cuando uno trata de fijar cl sentido de una palabra, los s.inÓnimos aflu-
yen y se encabalgan. Tratemos, pues, de delimitar krátos y a/kí, y antes que nada de
decir qué es la alké.
Es cierta «fuerza», con toda seguridad, pero no la fuerza flsica, que sc dice sthi-
nos. Para reconocer su naturaleza, hay que rccurrir al enunciado mismo en que se de-
nuncia la ausencia de esta cualidad.. ¿Por qué Diomedcs reprocha a Agamenón que le
faIte la a/ké'! Porque Agamenón, bajo cl golpe de los reveses sufridos, juzgando per-
dida la partida desde el momento en que Zeus le habla traicionado, aconsejaba a la
SumarlQ. KrdtrJI no significa ni uCuerza rtsica» (iskhlk. stlthlos). ni ufu~ de Ani. asamblea levantar el asedio y partir: «Huyamos con nuestras naves hacia nucstra pa-
mo" fatki), sino «superioridad, preYalcncia». bien en el combate, bien en la asamblea.
BIte senddo, constante pa.n. "rátos, queda conflrmado por una parte de los Ilmplcol del
tria: ya no tomaremos Troya la dc las amplias callcs» (9, 27). Diomedes le intcrpela
derivado "rateros, que entonces si¡nifica «sin igual", sobre todo en el combate. cntonces: «Zcus no te ha dado a/ké... ¡Si tantas ganas tienes de volver, vete!. .. Otros
Pero en otros emplol, krateros se relacioM, por el sentido, con k",tal6s, «duro, se quedarán para destruir Troya. ¡Que huyan con sus navcs hacia su patria! Entonces
cruclJtj /rraIWs, «duro». nosotros dos, yo y Stenelos, combatiremos solos hasta que alcanccmos cl objetivo de
1 La ctimologfll da cuenta de esta situación irregular: "ráu» debe relacionarse con el Troya, porque nosotros vinimos con el dios)) (ibid.• 39 Yss.).
i. ir. krutu-. que dcsigna la «virtud (mAgica) del gucn-ero»; krarw se rdaciollll con un
grupo ewnp!ctaIncnlc diferente, el del gótico JwrdJa, que slg¡¡ifica "duro» cllclupvamen- Renunciar al combate cs no tcner ya a/ké. igual que las ciervas que, cansadas de
te. Bn griego se han producido imbricacione5. particularmente bien ilUlltrB.dll5 por la do- correr, sc detienen «sin ninguna alké en el coraz6n» (4, 245). En el momento dcl com-
ble serie de mnplc:os de kra/llr6B. bate decisivo cn su morada, Uliscs se ve 5010 con tres companeros frente a pretendien-
tes «numerosos y valicntcs). Atenca sc presenta aRte: él bajo el aspecto de Mentor, y
Ulises la implora: «Mentor, sálvame dc la dcsgracia»). Atcnea primero le reprende:
Los términos a que hemos pasado revista penniten circunscribir ciertos conceptos «Ulises, ¿ya no tienes valor ni alk;... '! ¿Cómo es quc cuando IIcgas a tus casas y tus
ideales de la sociedad homérica. Contribuyen a definir el estatuto del rey, a determi- bienes, ante los pretendientes, deploras tencr quc ser á/kimos?» (Od., 22, 226; 231
nar los predicados de la basüefa, de la realeza. Ya hemos analizado tres: /dldos, timi, Y siguientes).
géras. De ahí se deduce - Q contra/·io- la definición de la alkt: hacer frente al peligro
Queda por considerar otro atributo que los textos asocian estrechamente con los sin retroceder jamás, no ccdcr ante el asalto, aguantar finnementc en el cuerpo a
precedentes y que, por su misma significación, tiene una importancia primordial para cuerpo, eso es la alké. Estos caracteres marcan la noción en todos los ejemplos.
la comprensión de esa realeza. Es la palabra krotos (ltpti'tor;), término bien conocido, Bajo los rasgos de Calcas, Poseid6n se dirige a Ayax cuando los aqueos se doble-
de gran uso y que, en la sencillez misma de su sentido, parece de análisis fácil. Desde gan bajo cl empuje troyano: «Id vosotros dos a salvar al ejército aqueo, llevando en
el principio no significarla más que «fuerza, potencia». La forma es krátos o k6rtos. el coraz6n la alke, no la derrota cscalofriante» (II., 13,48). La altcrnativa es siempre
sin distinción. Este ncutro antiguo comporta una larga serie de derivados en tema la misma: o la alké o la huida. Menelao, cuando defiendc cl cuerpo de Patroclo frente
/crat- o kart-. a Euforbio, lc amcnaza: «Vo romperé tu fogosidad si tc cnfrcntas a mi. Te conmino a
TcncmOli: kroterós O karterós con el comparativo krefs.son, el superlativo kr6tistos retrocedcr y a reunirte con la masa.~) Pcro Euforbio lc respondc: «El combate decidi-
o kártistos; cl verbo kratetn. Con tema en -U-, el adjetivo kratús y el verbo krotúnem; rá: o la a/ké o la fuga» (17, 42). Entrc Aquilcs y Eneas sc intcrcambian largos desa-
por último, derivados en -ai-. krataiós y los compuestos Jeratalpous, krataigÚilfos. fios, que el último rcsume: «No es con palabras como me alejarás, a mi, ardiente de
La traducción admitida cn todas partcs, «fuerza, potcncia), no puede satisfacer- u/ké, antes dc habernos enfrentado con el bronce» (20, 256). En muchas ocasiones,
nos. Vamos a intentar prccisarla mediante empleos a menudo ya fonnularios, y a cir- cuando una tropa se doblega, resuena la exhortaci6n del jefe «apelando a la ulké», a
cunscribir con ellos el concepto inicial. mantcnersc sin miedo, a no retroceder. Los Ayax hacen una muralla ante el cuerpo de
Quc krótos no puede significar simplementc «fuerza), deriva ya del hccho siguien- Patroclo; «habiendo asumido la u/ké», rechazan por tres veces el asalto de Héctor.
te: al menos otros seis términos homéricos tienen cse sentido: bfa, &, iskhús. sthénos, :este, también «seguro en su alké)~, tan pronto se abalanza como se detiene, ((pero sin
a/ki. dúnamis. Esta abundancia crea muchas dificultades a los traductorcs. Pcro la retroceder un paso». Como un león al que los pastores no pueden apartar de una vic-
clecci6n de equivalentcs sólo puedc ser guiada por definiciones exactas, es decir, por tima, «así 105 dos Ayax no pueden asustar a Héctor y apartarle del muerto» (18, 157
una noci6n exacta de las diferencias entrc estas siete maneras de designar la «fucrza». Y ss.). La comparación no cs vana: también las grandes fieras dan muestas de a/ké en
Aqui rcinan todavía lo arbitrario y la incertidumbrc. Se traduce a ojo dc buen cubero, la hora del peligro. ((Como una pantera quc surgiendo dc una espesura profunda, ha-
y cada ejemplo de forma distinta. ce frente a un cazador; no piensa ni cn tencr micdo ni cn huir al oie los ladridos. Si el
280 281
hombre la hiere o alcanza primero, aunque esté atravesada, ella no abandona la alke. la misma edad con este ardor, o pronto él me sacaría gran ventaja (mega krátos) o yo
sino que antes ataca o sucumbe» (21, 573 Y ss.). Los términos antitéticos alk¿ y le vencería» (n., 13,486). A Atenea, que bajo la apariencia de Fénix acucia a Mene-
phóbos reaparecen en los derivados álkimos, «dotado de alk~», y phobefn, «asustar, lao para que defienda a cualquier precio el cuerpo de Patroclo, Menelao le responde:
poner en fuga», tal como Héctor los articula: «Zeus es siempre superior, pone en fu- «¡ Si Atenea me diera el krátos y desviara las flechas impetuosas ... !» Entonces Ate-
ga (phobef) incluso al guerrero álkimos» (17, 177) Pero cuando la alk¿ manifestada nea, feliz porque la ha invocado la primera de todos los dioses, pone vigor en sus
por prodigios viene de Zeus, es infrangible. Un rayo inesperado ante el carro de Dio- hombros y en sus rodillas, y en su pecho la audacia de una mosca (17, 561 y ss.).
medes, intrépido frente a Héctor. .. , y su compañero Néstor es presa de temor: «¡Vol- Glauco, herido, implora a Apolo: «Pero tú, señor, cuida mi dolorosa herida; aduer-
vamos grupas! ¿No comprendes que la alki que procede de Zeus no te acompaña?» me mis dolores; dame el krátos, para que yo llame e impulse al combate a mis compa-
(8, 140). Y cuando Zeus aparta la flecha que Teucro disparaba a Héctor y romp~ la ñeros licios y yo mismo pelee alrededor del cuerpo difunto» (16, 524). Apolo acaba de
cuerda del arco, Héctor no se engaña: «Fácil es reconocer para los hombres la alke de lanzar a Eneas contra Aquiles. Hera se rebela y convoca a los dioses: «Que de igual
Zeus» (15, 490). modo uno de nosotros vaya a asistir a Aquiles y le dé gran krátos, para que no le falte
Es la misma virtud que designa Hesíodo cuando, describiendo los furores de los corazóm) (20, 121). «Yo daré a Héctor el krátos de matar», declara Zeus (11, 192;
vientos que se abaten sobre el mar, ponen a los navíos en fuga y hacen perecer a los cfr. 17,205). Y Peleo, al enviar alIado de Agamenón a su hijo Aquiles, le da un con-
marineros, proclama: «Contra esta desventura no hay alki" (Teog., 876). La fórmula sejo: «El krátos, eso te lo darán Atenea y Hera si ellas quieren. Tú contén en tu pecho
se repite para concluir una visión de las edades futuras, donde todo estará subvertido: tu orgulloso corazón» (9, 254).
«Contra el mal no habrá alkl» (Trab., 201). Podríamos continuar esta lectura en Zeus puede conferir el krátos a uno de los dos ejércitos en lucha; el beneficiario de
I
, I Pindaro, en Herodoto: en todas partes alki muestra el mismo sentido: es la fuerza del esta superioridad es, entonces, un pueblo, no un invididuo. Tetis implora a Zeus en
"
alma, la jortitudo, que no cede ante el peligro y permanece resuelta cualquiera que favor de su hijo ultrajado: «Pon el krátos en los troyanos hasta que los aqueos rindan
sea el destino. estima a mi hijo y le acrecienten en honor» (1, 509). Esta «prevalencia» cambia de
campo según el humor de los dioses. Diomedes le dice a Ulises durante el ataque de
los troyanos: «Desde luego me quedo y aguantaré; pero muy corto será el provecho
para nosotros, porque Zeus prefiere dar el krátos a los troyanos antes que a noso-
'" tros» (11, 319). «Ella (Andr6maca) ha oído decir que los troyanos flaqueaban, que un
'" '"
gran králos había en los aqueos» (6, 387). «Golpea ahora hasta que llegues a nuestras
rápidas naves: ya lo ves, el krátos no está ya en los aqueos» (17, 623). «¿Debemos
Una vez determinada la naturaleza de la alki, podemos abordar la definici6n del caer sobre las naves multirremas en caso de que el dios nos otorgara el krátos?» (13,
krátos. Hemos visto que un pasaje de la Ilíada citado más arriba asimila estas dos 743). «Zeus concedió aquel día gran krátos a los Pilios» (11, 753). «Si Zeus pretende
cualidades. Sin embargo, no podríamos poner un signo de igualdad entre los dos tér- proteger a la abrupta Ilión, si se niega a aniquilarla y dar gran krátos a los argivos,
minos. Inmediatamente otro ejemplo nos disuadiría: «¡Acudid, amigos, estoy solo, que lo sepa, habrá entre nosotros un rencor sin remedio» (15, 216).
ayudadmeb>, clama Idomeneo, «tengo mucho miedo de Eneas que se acerca con pies Pero esta «superioridad» no se afirma s610 en el combate, como harían creer los
rápidos, y va a caer sobre mí, él que en el combate es muy karterós en matar a los ejemplos a que hemos pasado revista y que proceden de la Iliada en su totalidad. Se
hombres, y tiene la flor de la juventud, que es el mayor krátos» (11., 13,481 Yss.). En manifiesta en la otra actividad del héroe, en la asamblea (cfr. 12, 214) Ydesemboca en
esta ocasi6n es una ventaja fisica, la flor de la juventud, lo que es el krátos. Más arri- un «poder que ejerce el rey o el jefe. Aquiles se indigna de que un hombre, Agame-
ba era la alki. En conclusión: en esta f6rmula 16gica, «la x que es el krátos», donde x nón, quiera quitar a un igual su parte legítima, «porque le es superior en krátos». La
admite argumentos diferentes, el predicado «que es ... » no implica la identidad, sino muchacha que los aqueos le habían asignado para él y que había conquistado con las
la condici6n necesaria. Por tanto, según las circunstancias hay condiciones diversas armas en la mano, «Agamenón, soberano, se la quita de las manos» (16, 54 y ss.). Se
del krátos; unas afectan a la edad y al estado físico, otras a facultades como la alkl ve que krátos es aquí el «poden> del rey, ventaja personal y permanente, como el krá-
Añadamos a rengl6n seguido otra condici6n más, primordial: la buena voluntad de tos mégistos de Polifemo sobre los demás Cíclopes (Od., 1, 70), el de Alcinoo en su
los dioses, lo cual muestra en el krátos una relaci6n de fuerzas suceptibles de variar: demo (11, 353), el de Telémaco en su casa (21, 353).
«Dejemos ahora ese arco, y confiémonos a los dioses. Mañana el dios dará el krdtos a Estos dos valores de krótos, «superioridad; prevalencia», en una prueba de fuerza
quien él quiera», dice Ulises a sus j6venes rivales (Od., 21, 280). Aqui el krátos es la o de habilidad, Y'más particularmente «poder (de autoridad)>>, se encuentran en los
facultad de vencer en una prueba de fuerza. Ahora bien, si se consideran las circuns- empleos homéricos del verbo kratem. Por un lado, «tener la ventaja, triunfar» (11.,5,
tancias en que krátos aparece, se ve que siempre se refieren a una prueba semejante, y 175; 21, 315); por otro, «ejercer el poden>, a menudo con un determinante en geniti-
que en todas partes krátos indica la superioridad de un hombre, ya afirme su fuerza vo, hombre de país o de pueblo, «~obre los argivos» (1, 79), «sobre todos» (1, 288) o
sobre los de su bando o sobre los enemigos. Esta «superioridad» es calificada de en dativo en la Odisea «sobre los muertos» (11, 485); «sobre los hombres y los dio-
«grande» (méga) o «la más grande» (mégiston). No tiene otros calificativos. ses» (16, 265).
Siempre aparece temporalmente. Quizá sea la superioridad de la fuerza corporal. Queda por ver el sentido del adjetivo derivado karterós. Aquí surge una complica-
Idomeneo, al ver a Eneas avanzar contra él, grita a sus amigos: «tengo miedo: él está ción inesperada. En principio karterós, formado con el mismo sufijo en -r- que otros
en la flor de la edad, la superioridad más alta (krátos mégiston). Porque si tuviéramos adjetivos del mismo grupo de sentido como iskhurós, slhenarós, «fuerte», significa
282 283
En Hesíodo encontradamos, en parte en Jas mismas expresioncl. los dos vllorCl5
«provisto de 1mJtOD. En muchos de: liU5 emplcos, confirma claramente la dr;finici6n
que distinplim.oa para el krtltert» homi:rico: favorable cuando acampana a amlJm6n
ind~cad. mú arriba del término IuTJt08, y califICa, bien a titulo ele epiteto permanente
«sin reproche» (Tra,.• 1013). desfavorable cuando califica a Arel matador de bom:
• C1CItOl hér"oCl. en "pedal a Diomedcs. bien como predicado nomiDal • diverso.
pel'son.ljel. c<r6. eres muy b,ter6.J. una diosa te dio oacimicnto~. le cii= Nbtor a brcs (&r:udo. 91; 101), UD dragón (T.• 322), Las Erinias (T.• 1al), Equidna, .de al-
Aquiles (11., l t 280), el decir. «16 aventaju a los demás hombres (eo fuerza o en va- ma violenta» (kizrtrr6phr6n, T., 297), etc. También aquf coostatamOl la accpdÓll ma-
1ont; tlJklunltts krrzlUÓ6. qucrrcro que triunfa (de su advcnario)>>. Ilm!Imón uf krrl- terial de tlduro» para kTlltnW aplicado al hierro ~ras krrIteriJtatOl. TIr., 164) Y al
0=0 (Trvb.• 1(7).
l'o"M que le podña tcaducir fUin reproche ., sin i,ual». El lUpcrlativo knillstos 1leYa
Cotuidcmno¡ ahora )u formas nomiDaJcs construidu sobI"c el tana latrtaJ.. El
esta QI.lid.d • JU punto mis alto: .,o soy el kr6tiJtos de todos 101 dioses., proclama
ZcuJ (1, 17), aquel que OIteoa el poder ruprc:D:ID. Todo eno. una vez confirmada 1& adjetivo kl'flttli68 es cpb:eto de a1¡unos penonajcf. y tambiéD del Dmizlo (motirl k1YI-
relaci6:n entre e!laLtido de kralefÓS y el ele kr6tM. no e:xiF ni comentario ni amplia
tJUi¡. dcIlcóo; podrIa acbJñr cualquiera de loo dos VlI1on:s. I'm> la cIcccIón queda
oomprobad6n. LOI cjcmplol de k1'altrós en CIte sentido le CDCUentran ficilmeatc. zanjada CIl 101 Q)[DpucstoI: knlta/ptdoslipúfica ciertamente tlck suelo 411I'O»: k1a1.
gJÍIÚOJ, 4l(ooraz.a) de s6/ido pdo», ., karta/pous (krr$fptna). sobre todo poIbom&i-
Sin embarco" hay otro. quid. mú frecuente aún, que los diccionarios hutican, por
COI eplteto de mulos, «de piCl chtro.s», rdadonado por el sentido coa k1tIlJk6pou:l
supuesto. pero rm lCdalar huta qué punto es diferente. y lo el en muchos aspectoI.
• «(caballos) de pies de brooco. (11.,1. (1). •
• Cuando de krtJtCXJ se pasa • k1TzlerÓJ uno espera en cladjetivo una noción de i¡ual
•, Por último, el adjetivo kn1tw, fljaeo CIl la fórmula kratii.J Arrr1'Ph6nli.., debe en-
~o que en d sustantivo: al denotar Bicmprc kr6tos una cll.lUd,d de héroeJ, cic va·
• lientes, de jc1a1. es 1.6cico. "J csti constatado. cn efecto, que el acijctivo kra1erÓS tc:np. teDdcrse como «duro». Este :scntid.o Cit' ucgurado por d verbo denominativo knzta-
valor de cloJio. Por eIO, hay que sorprenderse mis cuando se cneucD.tra IualUós en Mm, tlcndurcc:c:r», que en Homero desa¡"be la maniobra de las falaqes. El cuerpo de
otros empleos, todo menos c:lo¡iosos, que implican cenrura o reproc:bc. Cuan40 Hl· batalla le forma en «masas apretadas, sombrias, erizadas de CICUdolI y de pica.. (4,
cuba, m~ de Prlamo, d.iri¡iéndosc a Aquiles que acaba de mawle a.u bija Hl!:ctor, 212). Prelenta ~ frente continuo, compKto. De ahi 111. selección de las imqcnes, to-
1
le Jlama anb IcrrlterÓ1 (24, 112), no es probablc:mcnte un homenaje a su vw guerreo das clIa.s materiales. que representan 11. la fallUJ.lC como un cuerpo s61ido y metilico:
le «rompe» las falanges, le 111.5 «eonquistu (16, 394), se _choca» con las fa1an¡a:
roi P. Mazon traduce dlá'oc /)nltlll.,.. Para entender bien IuaJmSs aplicado a ArCl (2,
115) hay que compararlo con otrol epitct:os del dios: homicida (miaiph6n08), matador apretadas (13, 1-4!) o se lu «endurece» (rJuzrníflcurto pJuzJáua (11, 215). También en
de 110mb,., (androph6n..¡. f..-o a los mortalcs (brolDlolKo.r¡. dcstnJctor (aldllos¡. la edad clúica tenemos el sentido propio de brtÚNl1f. por ejemplo, en. Hip6cwes
etcétera. NiD¡uno lo presenta bajo una luz favmable. para el «endurccimieo.tolt de 101 hUCSOl, o CID JCDOfonte: mientras los demis lrieaos
La discordaDda Dep mis lejos alm, Yse: muestra bajo otra rclacl6n. MJentras que «ablandan. (Ita/NI/Últous/) los pilC5 de IUS hijos caJziDdolos, los espartanos ueo.duJe..
CClUt (krtlhínoJJ.Ji) los pie5 de los IU)'OS haci&ldob caminar de5calzos (República tk
krtlto.r le dice exc1u5i.VIUDCIll'e de los moscs y de los hombres. Icrat~ puede califloCar
tambiála anImaJea, • <:01&1, Yel sentido es sicmpR «doro. aue1. violento». E poeta los 1..«ftJmJonios, 11. ). Hay que autnyar el delvio entre ese /rrrltúnWt, tlCOdure-
llama allcó.n krtlter63 no por .u oorajc, lino porque prepara a la cierva cxm rul cerva- CCOf. sacado de krrJtúJ. y el klTlh1nein, «¡obemllClt, de los tJisicos. deaarroDo aecun·

tillos «un destino ultrajante» (Od.• 4, 33'l. Metido en la madrisuera de Ja cierva, el mM'''.
darlo salido ele «ejen:cr el poden.
Por tanto, hay que tomar conciencia de una situaciÓll sanintica muy smaular que
kón tritura a loe ~atillOI ron 4l1UJ dientes luaterol» (D., 11,114, cfr. 17'). La ba-
talla (hUSmlM), la CÜIalrdia (1m), reciben tambUn el epttcto, y en contextos ilustra- CIte cxamCll saca a la hu y cuya partkularidad aOO no ha sido sctl.alada: el conjunto
dores: Ir;., krat~rJ UDido a homolios pt6/~mos. «combate aueb (1) (13, 3'8) y Itxico oonstituido en tomo .. kr6tCM DO es una Camilia homo¡tl1ea. Se divide en dos
kl1lted }uu.mlni a 101 adjetivos QrgalN polúdQkrw, «(batalla) dolorosa, que produce grupos distintos 4pe pueden caracterizarse por lIeparado.
tantas Itgrima.» (17, '43). Tambim es muy significativa Ja reJación de: krate,w con 1) . ro. primero elti articulado por la noción fisica o moral de «prevalencia», de
nombres de sufrimientos o de enfermedades. No podemos cc¡uivoearnoa sobre: el sen- «ventaja» en el combate o Cn la lsamblea: krrftos. Se desarrolla en una serie de tt'rmi-
tido del adjetivo krateros cuando Be aplica a hl/kos. «herida» (~lko.s arler6n, n., nos con referencia moral y poJltica, que enuncian el «poder» como facultad indivi.
16. '17; '23),Ii.e observa que los dcmú epitetos son «penoso» (Ilr,a/«n). «funesto» dual (rrkra1h, akratb. «que es. o «que no es duei\o de si mismo»), o el «poderl') co-
(lugrds). «malvado» (ktlk.dI). Asimismo, con 6Igetl, «sufrimientos», en la expfC!ión, mo «potencialt territorial y política: kTlltrTn, «ser duei'lo, tener la autoridad», con 101
convertida en clkht. mtl,' 6/gea pdskhfm, «que sufre duras sufrimientos» (2, 721); numerosos derivados y compuestos en -krátis, -krátor. -krdtria, etc., asl como los
con ~nthos. «dolor», en krrztero'l pémhos. «dolor violento" (11, 2(9)¡ con 1l'l6rki, comparativos y superlativos Iu8fs.rOn. kr6tl.Jtos. Es Ja autoridad palltica en tanto que
«ncces:!dadlO. en krr1trrt ll'ldgJc..i. «destino brutal» (6, 458); con delm6.J. «1aw, atadu- individual o colectiva lo que cxmltituye 11 unidad de este desarroJlo.
ra»: dbD'l kratrr8/ rnl tinmfJ/ (<<eUos [le] ataron con una atadura bruta1») (3, 386, 2) FJ. segundo procede de la noci6n fisica de «duro» (contrario de (cblandolt):
tI'ad:.Mamn). ~c:mos además Ja locución /cartero érra~ «cosas penosu», en la kratlÍS, kartl1~~in. «endurecerl'), /crllta/-, «durolt. No comporta más que este sentido,
sea en el prDptO o en el fiIu"do: «brutal, cruel, penoso». Jamí.s evoluciona hl.CÜ\ un
qUeja de Ara hendo a bus: kQ páter, Oll nemes(zii horÓ1f tdde laznrÑ 1rKa, que
P. Mamn traduce: «ZCus padre, tno te indignas cuando ves todos ~t08 horrores?» valor .ocial o politico, y .e caracteriza por una connotación desfavorable.
(S, 872, cfr. 7$7). Eitamos realmente muy lejos del kraterÓf laudatorio. Tambitn con Se trata de dOl dominios distintos. Bntre ambos se extiende el é.rca del adjetivo
el .sentido de «duro» krtzter61 forma el compuesto kratttrimwc «(lobo, le6n, caballo) /crIl1erW. cuyos empleos le dividen, como hemos visto: uno. pertenecen a kr6tos e in·
de ufia5 d~ult, y fi¡uradamentc, en /crlltW$11!f2t1ros. «palabra dura, hiriente», don. dican la poaeaiÓtl de la autDridlld; otros se relacionaD con krah1J, «duro», y calificaD
de los anti¡UDI ya observaban que kfTIfrrris CCllüvale a sic/iros. «duro». lo que -herida, CIlfermedad, discocdia- el "penoso, duro. brutal». No habria que

2&1 2M
complicar esta diferencia traduciendo kraterós por «fuerte»: estos artificios de tra- narós) a kratús, con el sentido de «duro, cruel, penoso)); por otro, proporciona a krá-
ducción no hacen más que oscurecer los problemas. Se ha demostrado suficientemen- tos un adjetivo que significa «dotado de autoridad, de superioridad)).
te que kraterós no significa «fuerte»; una prueba suplementaria de ello es que este ad- La noción de krátos recupera de este modo su definición propia y al mismo tiem-
jetivo puede calificar, sin pleonasmo ís, «fuerza corporal»: krater~ ís odusios, «el ru- po su correspondencia indoeuropea. Ya están puestas las bases para un estudio de es-
do vigor de Ulises» (Il., 23, 720; trad. Mazon). Contentémonos con concluir, por el te concepto en la epopeya. Corresponderá a los helenistas seguir la evolución del tér-
momento, que en los empleos de kraterós coexisten, sin confundirse, las dos nociones mino con el vocabulario político del griego poshomérico, donde ha proliferado en
que los otros términos en krat- permiten distinguir: por un lado, la noción abstracta abundancia.
de «prevalencia, dominacióD»); por otro, la cualidad fisica de «durm).
Ahora bien, resulta que esta distinción, que hemos derivado del análisis de los em-
pleos y de la confrontación de los valores de sentido en griego mismo, encuentra fue-
ra del griego su justificación en las correspondencias etimológicas.
Hasta ahora los comparatistas han buscado los paralelos de la familia de krátos en
dos direcciones: por un lado, con el gótico hardus; por el otro, con L-ir. kralu-. Pero
la mayor parte se sienten obligados a optar por una de las dos comparaciones; dudan
en admitir las dos juntas: tan grande es el desacuerdo del sentido. De cualquier modo,
la interpretación del gr. králos por «fuerza» no ha sido puesta en duda nunca. Ahí es-
taba el error. Ahora queda claro que al restituir a las formas griegas su sentido autén-
tico, puede renovarse la solución del problema etimológico.
El adjetivo gótico hardus significa «durm), como el al. hart, ingl. hard. Traduce el
griego sklerós, «durm); austerós, «severo, rudm) , De ahi el adverbio harduba, «dura-
mente)), el compuesto harduhairtei, «dureza de corazón, sklerokardía», y el verbo ga-
hardjan, «enducerer, sklerúneim). Ahora vemos que, en todos los aspectos, el gótico
hardus «duro)), de • kartu-, responde exactamente al gr. xpot'tú~, «duro», lCCX("tÚVW (de
• karlu- o • kfl). Es la misma forma del adjetivo y el mismo sentido, puesto que el gr.
kralús y karlúnein denotan lo «duro)) como propiedad f"lSica.
Completamente diferente es la esfera del kr6tu- védico, xratu- avéstico. Este sus-
tantivo designa una facultad intelectual y espiritual, el «poden> del espíritu, del ardor,
de la inspiración, que anima al guerrero, al poeta, al creyente. Noción muy
compleja 1, que la especulación ulterior ha enriquecido y afinado también. Aquí nos
basta con señalar la vinculación evidente del kratu- indoiranio en su noción inicial
con el krátos homérico, que indica siempre la «prevalencia». En ambos casos se trata
de un sustantivo, no de un adjetivo; sólo la formación difiere algo (masculino en -u
en indoiranio, neutro en -es en griego). El núcleo conceptual es el mismo.
No nos parece posible devolver a la unidad estos dos grupos léxicos: deben prove-
nir de dos radicales distintos, aunque muy cercanos en la forma, si es que no eran se-
mejantes en indoeuropeo. Distinguimos, por tanto: 1) un adjetivo que significa «du-
rm>, representado por gr. kratús, etc., y gótico hardus; 2) un sustantivo que denota la
«potencia)), la «prevalencia», continuado por i.-ir. kratu-, y por griego krátos. Se ob-
servará que en germánico las formas de hart, ingI. hard nunca han evolucionado en
valor moral o politico; y que en indoeuropeo, las formas de kratu- no muestran nun-
ca la menor relación con la idea de «duro». Esto mismo pone mejor de relieve la dis-
paridad que hemos seí'i.alado, en el seno del griego, entre kr6tus, «duro», y krátos,
kratefn, «dominar». Pero el adjetivo kraterós ha realizado una contaminación entre
las dos familias: por un lado, ha dado un doblete (sobre el modelo de iskhurós, sthe-

I Analizada detalladamente por K. RONNOW, Le Monde Oriental, XXVI, 1932, pp. 1-90. Los estudios
aparecidos después están resellados en L. RENOU, Études védiques et paninéennes, 11I, 1957, p. 59; IV,
1958, p. 18.

286 287
CAPITULO 8 tal que IIt;,4U6 lo est'
muy bien y con un ICntido mts pred:so que el de «educar, ali-
mcnt.aD: asto lliada. ~ 60: «yo ti: be alimmtado y le be educado,,; pero se obstna
REALEZA Y NOBLEZA (Odisea, 18, 323): «d1a le ha~ edUQldo como un hijo". Estos doIS verbos contienen
la siprlficad:bn esencial: ueducar romo un bija», el decir. como si fuen de la familia,
lo que no es d C850. En todos los ejemplos d verbo se aplica exclusivamente al nifto
que no es el hijo propio: asl Hcra como madre de Aquiles (Il., 24. 60); jamu se cm-
pka C$C verbo hablando de su propio bija. Tambien Heslodo lo toma en este ICIltido
(Tea,.• 480).
EntollCCl VemDI con qut se rdac:iooa CIte verbo. Denota UII& instituei6n que neva
un nombre consa¡rado CIlla tem1inolosta cicnt1fica, es el/03/~, el hecho de!ClVir
de p¡uho Dutrlcio.
Elta t:Ottumbre es importanltsima. sobre todo en 1& socied.d ct:Wca y escandina-
. SllmarirJ. El fr)', m SCfmlnico (inst. tI"•• al. K6tt/,. etc.), I:a aquel qll~ ha nrocido, ti
dn:lr. bien natido. noble (ralz .~-. gnaecI"I'),
va, y es la tegla general para Jo¡ hijos reales. Las familias nobles me1en confiar a otra
familia 50S hijos para que sean cducad05 huta cicna edad. Es UD. verdadero parentcs-
co. a menudo más fuerte que el parentesco natural. lo que se: establece de este modo
Pero el noble IlttlC' ,Olro nombrt\', mur lnllfuctlvo. pD'I" ejemplo, al. tdtJ. antiluo

·
.. • "'al",.., derivado de alll1• • padre nutricio»; ala deslloaciOn del noble hace suponer que
I&s &tanda familias iodocuropea.s praclicllban el/ostffJIIr. De hecho, el empleo en el ft'-
entre las dos familias. En los &nti.¡uoa c6digos escandinavos, hay leyes. grrtgllS, que
dcfmen el e5tatuto del niil.o entregado y la conducta de los padres que lo educan. En-
¡alo hom~rico de 1001~rmlnOi tllra, atu/6s, ,,'111110 PUC'CI wnfirmar esta hlp6tcUl. tre los celtas, la prictica es perfectamente conocida en las tradiciones históricas y le-
1I" gendarias; normalmente, los hijos reales son conf18.dos a otra familia, generalmente la
Prosiguiendo con cata descripción en el dominio occidental. consideraremos ahora de la madre. C!5 decir, al abuelo materno del niOo. Un t~mino particular de.signa al
el nombre del «rey» y del .cDoblc» en el mundo aennf.nlco. padre nuuicio: es aile, correspondiente dellatln atta, dclariea:o aUil, y el verbo que
La dcsignacibn del «rey» dada por el inalf:s kin•• alemtn XiJ,,;'. ete., se apoya en designa esta prictica es, en cscandinavo,/ostnz. Hubert, en su Ubro sobre lO! celtas,
-kuff-;nx-az,; es un dmvado en -inl del racücallnm. cfr. 86tico lelO';, «raZa, f~.
.If"-. cita muchos testimonios de esta institucibn. m f()¡ffeJ'rlp cst' bien atesti¡uado tam-
•• forma nominal derivada a su va de 1& núz «nacent. y que pc:rtcDcce al mumo bién entre la nobleza caucasüma. en particular en Ckor¡ia .
pupa que el tat1n gms Y el crie&o gbros. El taeYl' es denominado. en ~ de 5U na- AhOCll podcm.o& plantear la existeDcia de esta insti:tocl6D CII Grecia. donde debe
cimiento, como «aquel del linaje», aquel que lo representa. que es su Jefe. PO,r,lo de-- ser reconocida en el verbo atit4llo. Debieron existir otros términos que !le vinculaban
más. siempre que se cspcd.fh:a el nacimiento, CI que es noble. Regm ~ nobültgtr... a esta noci6n. pero sólo !le han amscrvado por casualidad. Asi, UDa inscripci6n de
sumllnt dice T6cito de los JttftWlOI (Gmn., VII, 1). En esta COncepc16n, d «r~ GortiDa, en Creta, nD!l da atit6ltllS (icma:~,), que cJesiSO' al t1'OphtJá. al. tlpadre DU-
estt co~o como el rqJR'ICl1tante de los miembros de su tribu. tricio~.
..• Completamente distinto es en ¡c:rmlnico el concepto de «noblelf, expresado por el Deade el momento en que le ha fijado lC1 sentido institudoDa1 de este verbo, hay
..•

•1
aIcmtn ttkl. Y plantea \lO problema mucho mú diflcil. .
1.& pa1abnI fi¡ura ya en antiguo-inllts. en medio-in¡W:!, en antiguo-alto-alemin.
que unirlo a Iu tradiciones. Recordemos cómo Aquiles es educado por Fcnix (D., 9,
485-495) o. se¡(In otros poet:u. por Qulrbn. Explorando las tradiciones mlticas y le-

..
:1
:I
bljo formas que no difieren mucho de Iu que hoy tenemos; todu se apoyan lObre un
antiluo .gltdo-, cfr. antipo noruego tdQ/, ett., alternando con u~, que n:Jponde
gendarias, se enoontrarlan probabJcmente otras confirmacioneJ: b c:seocial es poder-
identiflCM y dc:sigoar por 5U nombre este uso. Puede a.segurllBe que atit4110 se dice
11 alelllÚl AfÜl «la noblcza~. Este tema ·Ilta/o, restituido en Icrmánico, no le: presta solamente de nirlo& educados fuera de la familia, sea cual sea el motivo, para escapar
a comparacion~ etimol6¡icas: la forma JCI1Ilánica parece estar completamente ai5Ja- a un pcügro o para ser educados 5egÚD c!uta tradición.
da. Sin embargo, hay una forma que se cOlTC5ponde con él. pero con un sentido total- Examinemos ahora este radical *ala/o- del adjetivo gria:go. Coincide curiosamente
mente diferente: es el adjetivo ¡riela ata/m (ch'1lI).6~), «de Difto, infantil, puerll~. De con el tocario a1/11, pero esta palabra significa «hombre»; no se ve claramente si sólo
e.ste adjetivo se pasa al verbo at6/10 (u't&:&). cuya traducci6n seria; «jugar como un se trata de una coincidencia. La formaci6n misma de atalás hace pensar en un deriva-
nlfto, saltar, divertirse,.; por fin. el presente con reóupli~aci~ '!t1t~"o (4'1~>J.w), do en -/0- de la misma palabra que: elt' representada por dtta. el nombre del padre
«alimentar a un Dilo, educarle~. Todo esto no es muy preciSO DI siquiera en aneso; y conocido por todo el mundo indoeuropeo; ast, sot. I1Ua, lat. atta, «padre»; griego 41-
sobre todo. no se ve puntO de contacto con la nocibn prqpia dellJllpo ¡enninico. De tao sAnscrito attl. femenino, desigruu:i6n ramiliar de la hermana mayor, ir1and~ aile.
este modo, por reela Ic:neral, los diccionarios etimol6aiCos apartan al nombre delaen- hitita (fUM, «padre» (ptller DO apaRee en rutita).
tido de ata co:rraponOeuda. La forma atta se CQIUtdc:ra riempre con su gcminada interior como una forma del
No obstante. nle la pena examinar de cerca el sentido de tu pa1ahru arie¡u. 1.& lenguaje infantll (cfr. JHlp¡Ja. mamrrJll)'.
invc:stipc:ión va a OevamDl a otra esfera del vocabulario. pero siempc CII el mundo Sin embarlO, la forma irlandesa alte, ocpadre nutriciolt, adquiere un valor particu-
deluinstituciona.
Mientras que el verbo I1t4/16 DO está pri.cticamcnte atestiguado, podemos consta- I Sobf~",14. WsJe 1 parte, pp. 13151M.

288 289
lar debido a que la instituci6n delJostera~ todavia existe en Irlanda, en fecha históriM
CAPITULO 9
ca: aite ea el nombre del padre: nutricio y no del padre natural. No es por casualidad
por lo que Tel~m.aco se diriae con el término atta a Eumeo que le ha educ:adoj a/ta era EL REY Y SU PUEBLO
en &riCIO el nombre cspccffico del padre: nutricio.
Al tmnino de este examen, volvamos al gennlnico Bde/. Si fuera tradicional en
las ¡ranc1cs familias, particulanncnte en las familias rca1C1, con(ar 101 hijos a padres
nutricios, puede admitirse que: e15010 hecho de ser educado de: esta forma especiftca M

na delta nobleza. EdeJ seria entonces propiamente el 4Cnifto de petbo», estando so-
brccnte:Ddido que los nUlos educados por loa padres nutridOf DO pueden ser mú que
de uacimic:nlO noble. Por- ah! le habña cspc:cificado la R1tK:i6n indicada por a.a.a.
ruW, «ntU», ags. tuh/v. «noble ori¡mJt, etc. Frqmentos dirpenos: de una tcadici6n
prdlill6rica encontrarlan, aegún esta hip6tesis, su unidad primera y las c:orresponden M

cias formales coincidirlan de este modo con el KIltido supuesto.


SJuJwrlo. LoI dOI oombra bOI:lH!:riCOI del qxxbk»t, dm,t1/I J '-d.. R dbtillcum por
Al Kntido Y por su ort&ca.. .
DImw clc:siaaa a la yu LlDI. pon:Ióa de terrltorio J el puebkJ que en et "¡~i el Qa t&-
mino 4e ori¡al dorio.
L«i6 a la comuniclad viril, lJlCI'T'CR, que 11I: ddi~ por su rdad60. COI' el jde. d
"PUlan (poIml) o tamba. d COIIdueton (6rtJtlImoIJ de 1GJl. Eu Homero redbeo el
tkulo de poi"'" _&1 b&oes prindpallPaltl' taaIioI "1 fril;ioI; otl"a. tadmoniOl -ltt.
rvioI, epi¡rtfk:oI- axd'lfmIIll lCIla rcpartidOn del [fnaJDQ ",~ qDe debe pIIl1encocr,
por tullO. deIck: d punto de vistalriqo, al fondo ~uco, pcnI que atal"" taml:Iitft ...
ed.....r...... cierta lDDunidId calio-Iri¡ia apenas anterior al priocipio de l. tr.clk:i6G.6.
~ ¡riqa, J di: la que DO debe a . ~ encoDtrar iodkb al la epopc:ya Jl¡g.

-~

Al cIefiIlk la posldón y Iu caractcrlrtil:u del '"'1. debemos <:<>DSÍlIlnr .omblln.


las pcnonu aobre lu que se ejerce esa reaIe7a. Jos t&mioos que dcai¡n·n de modo di·
vena al ClJ'UCblo» dd que el rey es tan pronto el amo como el representante máJ in·
mediato.
• En Homero hay dos nombres difercntC'l del «pucblo~ que lD.CRlCCIl lCr CODJidcrRM
dos de cerca: dimos (~) y fads (b6d. Se conoce tamlmn la mettfora del rey
«panor de puebIOl~: poi",l" /a8n. ¿Qué significa exactamente esta exprcsi6n? Debe
observarse que poimín, como algunos otros titulos de sentido más politico, 6rkluz..
mOl. kO(ril1IOI. kosm~/Or, no rice dimos, sino exclusivamente 'aM,· micnttu que
tJnflks. tlg6s y, a veces, 6rklulmOl rigen solamente andrDn. «hombres».
Nosotros. por necesidad, tuducimOl dlmos y /a6s por «pueblo». Seria intCRSante
precisar la diferencia entre estu dos nociones. Porque la hay, y considerable.
Dimos, concepto tttritorial y politico, designa a la vez una porci6n de territorio y
el pueblo que vive en 61. Por «pueblo» hay que entender aqut una cosa distinta a
éthnos (i&Yod. debido a que I/hnos no se dice solamente de hombres, sino tamb16n de
animales, de abejas, mientru que jamis se emplea dimos en casos parecidos. Adcmú
Ilhnos CODItituyt: cxplCSlionCSl como l/linOS /aDn, Ithnos etafron para designar al trU-
po de los compattcrol de combate. De los ejemplos homéricOl!l, por dltimo, le deduce
que ctlntCM el un crupo de hombres unidOl solamente por una condición social comÓD.
y no por un vinculo de parentclco o una pertenencia de: carácter poUtico.
La particularidad de la61 (el tfrmino también se emplea tan a meuudo en aiD¡uJar
como en plwal) es expreu.r la relación personal de un grupo de hombres con un jefe.
El una OfIpnizaclOn propia de .las antiguas sociedades gucm:nu, que bemOl coaItata M

290 291
do entre loI JCDD.anos, y que con el tmoino ÜIÓ$ raucita en la antigua sociedad beli:-
niea. Loa /lIol forman parte del séquito del jefe; catAn sometidos a IU mando; le deben prohibido bajo pena de muerte entrar en el pritanco. Si entra, no saldri ele: alI1 mis
fidelidad y obcd.icndI; no serian too/si no estuvieran unidos a t1 por consentimiento que para ser sacrificado. Es una historia curiosa y que parece ser recuerdo del sacrifi-
mutuo. Pueden vaR compromc1ic1o& por ru causa en el combate, C5 el ClUO que DOS cio obligatorio del primOCénito a Zeus LafllltiO.
resulta mú familiar; pero CIte hecho qua se deba al auid:er tpico de la lIIada. En Al_ referir esta prohibición. Hcrodoto dice: ~I uG lJ¡t'CUU «prohibir claa:cso
cualquier caso, /aós ea el nombre del pueblo en tanto que porta las armas. El término del/ii/OIJ.'», y aftade esta slosa: )."'tOV &i XClUoucn W KpumUlLcr- al ·AXIX.m, «105 aquCOll
DO conclcrnc ni a los vicjos ni a 101 niftos, sino lotamente a los hombres de edad viril. llaman llTlon al pritanco».
ElIQÓI es, por tanto, la comunidad sucrrera, a diferencia del dimos; 'JI el plurallaoí Rcc~rd~os q~e esta escena transcurre en Acaya phtiotide. Esa palabra 1e7ton
permite pensar que esta comunidad comprendia vlrias fraccione¡. (forma Joma de 1d11on) .cs~ unid~ a UDa serie de formas conservado en los ¡Iosadores
Hay que estudiar aqui mh atcntameote 11lS condiciones en que se emplea la aprc- y, sobre todo, en HcslQulo: ~'W't tO d,xlI'rw (<<la residencia de los maptrados»)·
si6n poimin w&n. LA quim se aplica ata calificaeiOn, en quh d.n:unstarKiaJ aparece 1at_ ..'... ~_. es docir. «de los !...... púbtiooo»: ~*". Af,n,. ~
CIlla Wada y en la Odisea? Al paleta", se trata de una cuestibn que jlUIlÚ habla sido 53 p6blil.'u; luqo Me~ tttulo de aquellos que se ocupan de 1015 saaificiOl y que
planteada. tienen puestos pÍlblicos, magistrados. •

.... BIta expresión es antiqu1sima '11 lo que da la medida de su antigdedad es que: en-
c:ontramDl cuarenta y cuatro ejemplos en la Illada emite a sólo doce en la OdiKa; c
Otra gtosa -importante porque su oriacn 001 viene dado- nos ofrece UD DombR
de • ...,..: ~""j>O('¡"'¡ ~ I ·A~. Ahora bien. la 1eyenda referida por

1:"
incluso estos últimos en plUl~es de carj,cter formulario; no es mu que una supervi- Hcrodoto conocrnta a los hijos y los descendientes de Atama: precisamente la pala_
bra /ltir procede de la Icnl!Ua de 10& atamanes, del pueblo mismo que tenta Atamas
..
:I
.1
vencia para el poeta de la Odisea.
Si se trata de c1asif1car los ejemplos, de hacer una lista de: personajes a los que se
aplica la expresión, 11eprnos a una comprobación singular, y que da que pensar. La
como epónimo. Otro nombre de agente est' atestiguado por el verbo denominativo
kitorrúiJ. «ejcrcc:r una magistratura, un empleo público», que se encuentra exclusiva-
I: encontramos la mayorla de 1M YCCeti vinculada a Agamen6n, y también a Aquiles, mente en inscripciones tesalias.
Macaóo, Jasón, UD lapita (Driante) y, por último, • Néstor. Esta cnumeBd6n no es '9Ue DOS .cnsclian estos teslim~ioa'l El término de base lIrJon que: rcpn::sen1a
cüaustiva, pero conatituye, como va a verse. un crupo en el interior del mundo l4(w).ron. c1c:riva.c1o de li(w)6s, dcsianaba entre el pueblo aqueo al pritaDco la casa
aqueo. pÍlblica. Según la repartición misma de los t&minoa citados. CI en Tesalia, ~ Arca-
¿Hay algo común entre todos estos per¡on.ajes1 Son todos dios hombrc:s cuya 31- dia, donde se localizan. estas tradiciones y sólo alU. TCD.CIIlOI, por tanto derecho a M_
ce:ndcncia Yorigen conocemos. El poeta nos dice de dónde vienen. Aquiles procede de ear la conclusión de que "'63 es una palabra aquca. Los guantes de la iCY=da referi-
la Ptla. de la Ptiótide, región tesalia; Maca6n de ltame, localidad de Tesalia; JASÓn da poc Hcrodoto son aqueos. ori,cinarios de:! pals que en la milma Grecia conserva d
de Yoicos, localidad de Tesalia, de donde partió la expedidón de los argonautas. no~bre de Aca.ya phtiotide. Esta región junto con la Tesalia. Wla parte: de la Beocia,
• Driante l el lapita, como todos los lapitas procede del norte de l. Tesalia. Por último, las ialas y el A518 Menor est' considerada como eolia. El dialedo eolio forma también
i Néstor es rey de Pilo, pero (esta observaci6n ya citaba hecha) diferentes rasgos de su una comunidad 81'0 mis relajada, pero real. con la lengua homerica, en el sentido de
que le ~cscubrcn en el muchos rasgos propios de la lengua epjca. Ahora bien, aqui es-
leyenda y la expresión I1rnÓ"l;IX Nmwp le vinculan, asimismo, a la región tesalia.
Alcanzamos aqui la capa más antigua de la epopeya. No es un simple hallazlo que te término dado como aqueo catA referido a AtlUDllli, hijo de Bolo, el antepasado de
algunos de los nW notables «poimbH!s IaÓn.. provengan de Tesalia. EJ titulo, C:OOVU'- los eolios. Hay u1 concordancia entre lu tradidOOCll bilt6ricu y la repartición dialec-
11 licio en ctidl.t. se extendió luego a todos los r~ de los aqueos, por ejemplo, a tal. El ttrmino Úlds debe atnllUirsc a la capa aqUel. del &ricIO. Esto parece c:onruma-
.
I1, Apmenón.
Hay algunos otros en el campamento opuesto: HI!:ctor, Bienor, Hipeirón, Hipm:-
do por la oJlOJllÚt.iQl: IlIm entra en la composición de numerosos nombres propiol
bien como primer elcmento, bien como sc¡undo: por un lado, lAo-mldon. ~
" nor. Agenor. Sobre btos nos haDamos peor infonnados. Pertenecm al campamento Jcoon, y, por otro, Mm8ao.J (Menelao) y todos 101 nombres en -/a.J. cuyo número es
coruidcrablc. Entre los penadores mis anti¡uos, enamtramOl un gran n6mcro de
troyano, WlO& son propIamente troyanos, otros frigios.
He aqul cómo se esboza la distribución de los paimln lalm en dos grupos homm.- personajes de la rer;i6n eolia. Hay que ir mil lejos. La palabra 1(l6.f o, mis exac-
cos: el primero es especlflcamente tesalio, el se¡undo ilio-frigio. tamCDte,. el derivado m(w)ito-. citado m's arriba, se encuentra, sin que tengBlIlO!
Conocido este punto, volvamos a la palabra la6s para prose&uir el examen. Es una conctcncm. de ello, en un compuesto bien conocido del &riciO común: ilitourg6s
palabra que no tiene paralelo fuera del ¡riego; no podemos situarla, por tanto, en el ().'ll', ~'tOUpy6~) con el abstracto kitoruglo o..'L'taupy!ot), «liturgia», que le Bualiza co-
vocabulario indoeuropeo, ni ilustrarla mediante la prehistoria. Pero hay butantcs la- mo ·/rito--err· Aai, eRa palabra Illlon. que en Herodoto est' dada todavla como lo-
zos en el seno mismo <1d griego para permitir una investigaci6n mis profWlda. y para cal ., acompaftada de su traduccl60. ha ICfVido de baJe a un nombre de institución
aportamos al¡unu precisiones nuevas. que: ha entrado en la Ic:ngua común. La «lituraiu era UD servido ¡n1blico la pres-
Un elato histórico importante, aunque indirecto, sobre /Qds nos ha sido transmiti- tación púbüca de un ciudadano respecto al Batado. El. compuesto debe ser ~biln de
do por Herodoto (VU. !97) • propó<ito de la cxpedici6n de Jcrjes • Tcsa1ia. Coando oriaen colio-aqueo; le ha formado necesariamente en un dialcao en d que tJno.s era
Jcrjca Dcp a esta región, a Alos de Acaya, sus gtrlaa le reMen lma Jcycnda b.xaJ so- el ttnnino osuaI pllr1l «pÚbIil:o••
bn: Zcus LaflStio. Atamas habla conspirado con lno contra Frixo y, para castigarle, .& otra regi6n del territorio belático. en el dominio dorio, esta noción de Utur¡ja
los aqueos decretaron una regla aplicable a sus descendientes. Al primog&tito le esté. eI.ti apresada en Cnido por dlmoQr6OS (~PTO(). Las dos palabras, l~itou,.,6.f y
dQmo(Jrgoa se cornClpondcn exactamente por ellentido, y huta su diferencia resulta
292
293
instructiva: se ve que ddmos es la forma doria que corresponde a la forma eolio-
LIBRO 2
aquea la(w)ós (y Id(w)i/on). El análisis proporciona una especie de estratigrafía de es-
tas palabras en el interior del vocabulario griego.
Hay, por tanto, en Homero ya dos orígenes distintos del concepto de «pueblo».
EL DERECHO
Laós debe remitirse al período aqueo, a la invasión doria, y dimos, a una fecha más
reciente.
Pero hasta ahora no hemos considerado más que la mitad de los hechos. El titulo
poimin /atm es dado también en la Ilíada a héroes que no son ni aqueos ni griegos,
sino troyanos. Asimismo, entre los portadores de nombres propios en -/aos se en-
cuentran personajes de origen asiático, es decir, frigios. En efecto, tenemos la palabra
en frigio, incluso bajo dos formas. Inscripciones frigias antiguas presentan el nom-
bre propio Akenano-Iawos y también la palabra /awa/taei, interpretada como un com-
puesto que significaría «que alimenta (cfr. lat. a/o) al pueblo», «qui populum alit».
En cualquier caso, no se puede dudar de que el primer elemento no sea /i1wós, «pue-
blo».
No hay que extrañarse de que elementos de vocabulario parezcan comunes al grie-
go y al frigio. Distinguimos a los griegos de los frigios por razones lingüísticas e histó-
ricas. Pero es probable que los griegos sintieran mucho más su similitud que su dife-
rencia. El mundo frigio y troyano es en Homero exactamente igual al mundo griego.
La lengua no parece crear obstáculos en sus relaciones. Los héroes se interpelan y se
comprenden plenamente. Son los mismos dioses a los que unos y otros invocan. Tie-
nen las mismas instituciones, las mismas relaciones de hospitalidad, la misma forma
de familia. Se casan entre sí, viajan unos a casa de otros. Para Homero, la guerra de
Troya no opone los griegos a los bárbaros, es una querella en el interior de un mismo
mundo, mientras que el pueblo de los carias es calificado de «barbarófono».
Tradiciones antiguas asocian estrechamente el mundo frigio y el mundo tesalio o
eolio. Los frigios, cI>PÚ'Y~, Bpú~, pasaban por ser originarios de Tracia. Localizados
en la región donde está la sede de los atamanes, los frigios no son más que una frac-
ción étnica del mismo grupo que los tracios. No debe sorprender que testimonios de
su comunidad o de su vecindad persistan en la epopeya.
Del mismo repertorio procede también el título órkhamos /aÓn. La forma órkha-
" mos está unida a árkho, «mandan), pero la o- inicial representa un tratamiento espe-
¡(
cíficamente eolio como el de OV para la preposición &v«.
,l!, Es en esta visión de conjunto, a la vez étnica y social, donde hay que apreciar el
:1 término poim¿n /aÓn. Se remonta a una edad en la que, en una estructura social fun-
dada sobre la ganadería, el ofício de la guerra era ejercido por «bandas» sometidas a
un jefe. No es, sin duda, fortuito que uno de los testimonios más antiguos del térmi-
no /llwos venga dado por el nombre micénico ra-wa-ke-/a = Lawagetlls, «jefe de
li1wos» (cfr. dor. /llgétlls, «jefe del pueblo», en Píndaro). Pero la «realeza» introduce
una concepción del poder que es diferente: la autoridad es la del guía, la del
«pastor» I y lo vemos tanto en iranio, como en hitita y en griego homérico.

I Cfr. Hittile el indo-européen. Parls. 1962. p. 100.

294
CAPÍTULO 1

THÉMIS

d
"1, Sumario. La ralz común a ser. [la, ir. arIa. /al. ars. arlus, rilus, que designa el <lOr-
den» como adaptacíón armoniosa de las partes de un todo entre si, no proporciona en
r:". indoeuropeo designación jurldica alguna.
:1 La <<ley» es en sánscrito dhiiman. en griego Ihémis, literalmente, la regla establecida
(raíz *dhe «poner en la existencia») por los dioses. Esta regla define el derecho familiar:
"
,1
así rhémis se opone a dike, «derecho interfamilian>.
t:
La estructura general de la sociedad, definida en sus grandes divisiones por cierto
número de conceptos, se basa en un conjunto de normas que constituyen un derecho.
I
", Todas las sociedades, incluso las más primitivas, y con mayor motivo la sociedad in-
doeuropea que no tiene nada de primitivo -hemos podido ver que tiene una civiliza-
ción material desarrollada y una cultura igualmente rica- se rigen por principios de
derecho que afectan a personas y bienes. Estas reglas y estas normas quedan señala-
das en el vocabulario.
,. ¿Cómo conocemos la organización juridica de la sociedad indoeuropea? ¿Hay un
término que designe el derecho desde la época común? A una pregunta asi planteada,
que implica a la vez la generalidad de la noción y la totalidad de las lenguas, parece
que debe responderse que no. Hay muchos términos para el «derecho», pero son pro-
pios de cada una de las lenguas. Sin embargo, los principales están vinculados a ele-
mentos del vocabulario común y pueden atestiguar ya una especificación juridica que
se remonta a la época indoeuropea.
Tendremos que estudiar al mismo tiempo el origen de los términos atestiguados
históricamente y la evolución que, partiendo de formas comunes, ha particularizado
su sentido para desembocar en nombres de instituciones.
Desde el estado indoeuropeo, puede plantearse un concepto sumamente importan-
te: el del «orden». Está representado por el védico (ta, iranio aria (avéstico asa, por
una evolución fonética particular). Ésa es una de las nociones cardinales del universo
jurídico y también religioso y moral de los indoeuropeos: es el «Ordem> que regula
tanto la disposición del universo, el movimiento de los astros, la periodicidad de las
estaciones y de los años como las relaciones de los hombres y de los dioses, y, por úl-
timo, las relaciones de los hombre entre sí. Nada de lo que afecta al hombre en el
mundo escapa al imperio del «Orden». Por tanto, es el fundamento tanto religioso
como moral de toda sociedad: sin ese principio todo volvería al caos.
La importancia de esta noción queda señalada en el número considerable de for-
mas léxicas sacadas de él. Sería vano enumerar detalladamente todos los derivados in-
dios e iranios de rla y orla, en el vocabulario y en la onomástica. La antigüedad indo-
297
irania del ttrmino queda marcada adcmAs en arcaísmos de morfolo¡ia: d «fiel del ar- La f0nnaci6n de thhnil ea vecina de la de thhnethla (en Homero them~¡¡;Q) que se
'(l.que ha cumplido moralmente» se dice en swerito {'''-'Hm. femenino (/tHltlri; de:
i¡ual modo en tranio ar/aWJn, Ilrta~añ. Esta diferencia notable entre el mucuOno y
reflCfe a la construcción y dcsiJna «la base, el fundamento». Se sabe que tMmis pre-
senta una flc:ltión an:ak:a: el ptivo es en Homero thémi3tas '1 el pJuraJ tllémuta.
el femenino de la forma sufijal -lIQn. WT¡ se explica por el miamo juego que la anti- thémilta. nonnalizados ulteriormente en gál. tlrbnitw. ac. thémi". Se trata proba-
BUa flexión llamada heteróclita, que ha dejado supervivencias en el par.mema del blemente de UD anti¡uo neuuo. Por ahora no se puede sacar nada, ni referido a la
farma ni a1lCnddo. del micáJ.ico ti-mi-to. que ha lido comparado con f:1.
PIO húdor, húdaJ03. lat1n iter, itinern.
Adem.... en el Avesta, esta noción se halla pcrsonifu:ada: le encuentra en ~ un Por la cantidad radica1. tlrhnis ea exactamente comparable con el avhtico ditmi-
dios Anuo Por JJ1M.i,ad60 tU una sufijaci6n abstJacta en -hl-, el iDdohanio ha cODStí- en cuanto a 'la fOJ'lllKi6n. Y esta com.parad60 es notable. porque una sufijac:iOn en
-mb, como la de dJúlami$. es bartante rara. Esto hace probable que IMmu sea una
tuido el tana ved. {tU. av. ratv-. que designa el orden espcciahncntc en las enacloncs.
palabn. muy an1i¡ua y que haya sufrido anqlos destinados a normalizar una f1eJú6n
el periodo de tiempo -y tambim: 1& up. la norma, en líneu ¡gx;raJes.
Todas cstu fomw cstAn unidas a una raSz tlr-. bien conocida por numerosu forma- arcaica.
Pero el avbtico d4m1- ha recibido la fuDdóo de nombre de a¡ente y si¡nifica
ciones fuera del indoiranio , que reúnen varillS de bu eatesorias formaka precedentes.
«CI"CIIdor». Si al sr. tMm" le busc:amOl un correspondiente del mismo sentido, lo en-
La nW:: es la del ¡:r. anufsJco. «ajustar, adaptar, armonizarlt (1U1D. rlrr-/. ccha.ctnt), a
.I contramos en el derivado ncutro en -m1Dl sacado de la. misma raiz en indoilllltio, que
la que le unen varios derivados nominales: ton -li-. 111. W'S. fUfls. «dispolición natu-
es dJlflmtUI. «Iey», y que desJ.cna precisamente, en el seno del orden pracripto por
ral, cu.aIi1\cación. talento~: con -tu-o Iat. arhu, tllUticuiaci6m., "1 tambim 4Cordenan-
Mitra '1 Varuna, UDa disposición relativa a la casa y la familia. Este raqo es impor-
za, rito»: ¡ro flTh1J (um.. ard, JCIlitivo artill. «ordcnlUlZU) ut como el praeD1c tutúnó. tante porque muClUa la esfera de aplicación de esta ley. Ahora bien, .quf: si&lliflCl.
«diaponcr, equipar»; con .-dJIm~. JI". artlun~ «lazo, jUIK:i6n»; ton e-dJuo-. ¡ro tAémi.J? CofRllaci6n notable: rhJmi8 designa el derecho familiar y se: opone a dlki que
6rthron. «artieu1acl6n, mic:mbro~, cte.
.. En todas partes aparece de modo serw"ble la misma nod6n: la ordenanza, el or-
den, la adaptación estrecha altre las partes de Wl todo, aunque 106 derivados le hayan
es el dcm:ho entre las familiu de la tn"bu l.
Hay que insistir en ello porque los diccionarios no tienen en cuenta esta distinclOn
para nada. Ad.cmú, la lhému es de oriaen divino. Sólo este sentido permite compren-
erpecializado diVcnaDlalte ICIÓD lu 1.cngua&. He aqu1, pues, dClde el in4ocumpco, der J unifK:al' acepciones en apariencia muy diversas. En la epopeya !C entiende por
un wIKleptO ,eoeral que en¡loba, bajo numcrosu variedades Jédcu, los upectOl rc- IltImula praaipd60 que fija los derechos 'lID! debera de cada cual bajo la autori·
liaiOiOl, judctiooI y ttcnicol del «ordc:lut. Pero eo cada c1ominio se necesitaban t&mi- dad del jefe dcllÓfO.1. ita en la vida cotidiana, en el interior de la casa o en WCUM·
DOI distinlOl. Por eso, el «derecho» ha m:ibiclo cxprerionct mú precisu y que deben
ta.ndu cx.ccpdonalca: alianza. matrimonio. combate.
cstudiane en su. propia eslera. La thbnis es el patrimonio del btuiJñ.l. que es de ori¡cn celeste, J el pluraJ Ihtmls·
H. aqul ahora las ¡xlndpa1o&. ltS lndica el conjunto de csw prescripciones. c6digo inspirado ~ los dioses. leyes
En JiIucrlto v6dico le encuentra ante todo dIti;um.Q-. neutro dJNTrmrm. tlue equiva- no escritu, wIcc:ci60 de d.lchos, fallos senl.cnci&dOJ por los ortwIw. q~e rüan en la
le a «IeyJt, pelO cuyo sentido propio lC5 «mantenimiento, Cltatulolt (de d/uJr-. «teoer») conciencia del juez (en esle cuo el jefe de la fllDlilil) la conducta que debe mantenerse
y, q(m 101 casos, 4tCOItumbre, regla, USOlt. Es un término de vasto ....nrr en la reli- .siempre que el orden del ,htw esté en juqo.
gión, la lUOIOf\a. IBmbiln 01 derecho. poro limitado .Ia 1Ddia. 1IM;lulo m los empleos mis consaar-dos se encuentran los caracteres cspedflCOs de
! A cita rm indoiraDia dhDr-. «50stener fuertemente», COJTClIpondc probablemente esta noción. Considcrem05la expresi6n de alcance trivial hI thbnis est(" que ~neral­

la dcllaúnflrmw. que tiene una formación en -m- como dhtumfln. La «1.ey» es aqui

""..
mente se uaduce por «como conviene». AsI 11., 2, 72-73: «(Voy a tentar (a Jos hijos de
«Jo que soniene firmemente, lo que está mab1ccido s61idameDte~. los aqueos) primero con palabru. hi thémis mlf,,». ~nón habla aqu1 como basl-
11 Otra imqen se refleja en el sinscrito dlrilmfln. «ley». y tlmbiE:n «Jede», «lugar». lrús respoD5able de su ejá"cito. él es su jefe, él ejerce la thémis. que le prescribe la
La formaci6n de dhDrmlln es simétrica de la de dhilmfln. pero procede: de dhlJ-.. «po- coríductl a 5qUir, la. costumbres a observar. Esta thJm& queda enunciada por r~
ner», iDdor:uropeo edhi-. «poner, wlocar, establecer», ndz que ha dado enlatln/tl- misia, que son fallos. Bn el canto 16 de la 1Ifada, v. 387, vemos «la cólera de Zeus
clo y en .rtoao tltlrlml. Hay que notar que el sentido de -dhi- es: poner de una ma- contri los hombres que por violencia en la 8lIamblea deciden lh~mistu cojitrancas,
nera creador., catablccer en la existencia, y no simplemente dejar un objeto en. cllUC- torcidas», es decir, aquellos que bajo el imperio de la violencia decretan fallol in-
lo. FJ derivado dhilman designa, pues, el «establecimiento», • la vez lo que le pone, justos.
se crea y elluaar en que se pone. en que se establece; a la vez el dominio, cllitio y A veces, es indispensable el contexto para la apreciaci6n del empleo. Pauoclo se
tambitn la CO&a puesta, creada en el mundo. A partir de ah1 yemos c:6mo le define lanza al combate y derrota sucesivamente I todos sus adversarios; pero bruscamente
tuDbitn d ICJlticlo de cdey» para dhimon. siendo la ley. ante todo. un <4establecimien- su muerte se prepara sin que tilo sepa. porque Febo Apalo mismo va a enfrentarse: a
to,.. una institue:ilm fundida y que toma desde entonces c:xiateDcia. f:l disfrilZlldo: «Su casco de batalla rueda bajo los pies de los caballos y se mancha de
Elta conc:epci6n DO se limita al indoiranio. En otra Iequu CDaJntraJ:am, tambi&J. saDJre y de polvo... No ~taba permitido fOil thémis len) antes que aquel casco pudie-
t&miDoe lacadol de .la misma ralz y que se vinculan al vocabulario del derecho. En ra mancharse de polvo, sino que cubrta la cabeza de un hombre divino, de Aquiles;
¡riela tcncmOl variOI y de eran importancia. Ante todo. 'lwm6tl (dorio 'MtlJm4r.
IUhm•• anticUa forma con reduplicación ·dltedluno-), «diIpoIict60 IqaII reala,
noODU. Fuo el túmiDo mU notable ca tWm.ú..
298 299
pero entonces ZcuI concedió .. H6ctor llevarlo sobre IU cabeza» (16. 796 Y SI.). La a- CAPtnJwZ
presión misma lo indica: es en virtud de una orden divina por 10 que ese cuco que
penenecia a Aqull.el no debe manchase jamú de polvo. El Que Aquilel el un «bom- DlKil
bre divino•• (anlr Iheros. v. 789), forma parte de la. funilia diviDa; basta NI anIlU le
benefician de ese privilegio divino.
&la orp.nizati6n soda! y la thbnis que en ella reina rcaa1tan mejor a6D Il:D el cua-
dro innno que d poda traza en a1¡unos rulOS del pai¡ de 101 ádopes. ÉJtoI. dice,
son tllJrimlnel" entre eI105 no hay uamblc:as de ddiben.ci60. Ditltlmisles; cada aW
dicta fU ley (lItvnfltMi) • su mujer y a 5UI hijos, Y lWÜe le preocupa de los dcmú
(Od., 9. 106-115). AbI tenemos ilwtra<Ia. de una manera lumin.... la del1Dlcl6a de la
t1thrris. AlU donde no hay linos ni rey, DO hay IIrhrú.r. ni asambka; cada familia vi~
bija su propiatey. EnoI ck:lopcs son dcádid'merJtc ulvajel.
y be aqul ahora un talo que prcsc:nta una col'Tdac:i6n de dos t6rrDiuol. th1tni6 Y
....
,I d/kl. y que del uno no5 neva hacia el estudio cid otro.
UliIes es recibido en casa de Eumeo sin 5eI' reconocido por él y le da las JfId.u
S.",IiIfio. Bllatln fUt;o J 11 arieIo d/ü impooaIla rcpraeut..... de UII dc:focbo fa.
miliar. qlM: dctc:rralna P'R 1*11. litIIad6u. putk:uJar lo qae debe JC:f. B1 juez -boID.
~- es d que ,urda d flXmuIariD , d que proaUllda alO autoridad. dldr, ..
1: por su hospitalidad: «rOjaLi que Zcul y los dcmis dioICI te concedan tocio lo que
..
:1
•1
puedas dc:searllf Eumeo responde: «La 'hmlu
aunque viniera un hombre mis miserable todavla que
no me permite (CHJ. mol /1IIm;' Ú~).
ro.ultrajar a un buhped; par-
lMl'mria aproplIlk.

I; que ca de Zeus de quicD vienen todos 101 huéspcdc5 y todos los pobres» (Od., 14. A la noci6o de tMmit hace pareja la de dfki. La primera indica la justicia que se
53 y ...). ejcn:e c:u el interior del arupo familiar; la otra regula las relaciones entre las famili.af.
Ast. un extranjero es recibido en e1ICJlO de la familia en virtud de la thIm~ por_ InmccUatamtD1C Vl:ll1ot, entre la apresi6n de las d05 nociones. diferm.ciu IiJn,in-
ml-
..•
,1
que procede: de Zeus. Eumco prosiauc: iCNo puedo --d.ice- más que darte UD pequo-
no don, pero te lo doy ¡u.¡tosamente; porque ésa es la dlkl de loe esclavos, I:icmprc
U:merDlOl cuando nuevOl BDlOI tienen el poder.•.• Picna. aqul en la dominac:i6n tiri..
cativas. Una afecta a la formaciOn misma de 1.011 ténninos. Se ha visto antes que
mis es derivado de 'dJrl· por medio de UD sufijo cuyo equivalente aparece en indoha-
DÍa. Con dfki mcedc de otra forma: csU sacado de la niz 'defk- con adición de -D
I mea. caprichosa, brutal de 101 pretendie:utes. En esta DCaliÓll. el empleo de dlki fcm..cninn, y CU)'O& corrupondicntcs nominales reproducen la raiz no rufijad8; son los
muestra prccisa.mcmc que se sale de 1& familia miIma y que le trata de relaciones con nombres rakes sinscrito dJí-. «din:a:i60, rqi6n.». lato • dix. que sobrevive en la loc:u-
• otros ¡ropos. llUtk1& y _ o ..un ..m<tamcnl<: ddlnldos po< loo Urnl... cld do- ci6n dü:i4 CQ1UÓ• .cpara en cldñda forma».
minio en que se aplicaD. Todavia hay otra diferencia entre Ihhnis y dlki en la rqnscntatibn respecdva de
Todos nos recuerdan, por tanto, que esa thémiJ, esas tMmuteJ no l:On invcntadu lu nocionc&. En la baK de: thbnis hay una ralz «poner, colocar, establecer». Elsend-
.al fijadas arbitrariamente por aquellos que deben aplicarla: Ion de orl¡m diviDo. do del término se enuncia de este modo directamente y su valOf" institucional procede
Como dice: Nator al Atrida: ccReinu sobre numerosos /aof,. a ti ~s te ha ~nf1ac1o de la misma oonocpclbn que estt presente en las formas verbales de csta ralz. Aqut,
el cetro y lu t~mfstu. a ftn de que dirijas sus dcUbc:rac:ioncs. (11., 9, 97). El rey, el por el contrario, cstamos ante una rm que no explica inmediatamente el sentido to-

"..It desJ.anado de Zeus, em investido de estos dos atributOl; uno material, el cetro; otro,
el conocimiento de las lhJmistrs.
mado por dfki y que, incluso en griego, le desarrolla de otra manera en IUS formu
verbales y en rus formas nominales.
11 En el DUo extremo, en el rUllO mb humilde, el porquero Eumeo invOli:a tambitn Se trata de una raiz • dtlk- que da, respectivamente, tfjl-, en slnscrito, dJ3. en ira-
la tMmú para honrar lo mejor que puede al hutspc:d, que viene de ZCuI. & toda nio; dico, en latiD; tkfknuml, en ,riego. Pero estas formas, tan exactamente corres·
partes le afirma cata relación entre el orden del glnos y las ICIltenciu divinas. Y mis pondientcs, no concuerdan en su sentido, puesto que el gr. defknumj significa «mos-
allt de la civiJJz.ad6n hom&i.ca [.], encontramos en el dhóman indio un correapon- trar» y ellatfn dico «decir». Por tanto, mediante un trabajo de anilisis habr' que U~
diente precilO de thlmÍ8; es el orden de la casa y de la familia establecido por una vo- gar a despejar el sentido que explique que dfki tiene el sentido de «ju5ticia)t.
luntad divina, 1& de Mitra y de Varona. Si el acuerdo entre el btdoiranio y el griego da derecho a considerar como primero
el sentido de «mostrar» en rclacl6n con el de «decir», no resuha de ello que la transi·
ción de «mostrar» a «decir» .sea fieil de rCCOlUltrir. Ése es UD primer problema.
Tratemos ahora de reconstruir esa representación antigua de «mOitrar~.
1) «Mostrar», ¿de qué manera? ¿Con el dedo? Rara vez estamos en este caso.
En general, elscotido es «mOltrar verbalmente», mediante la palabra. Esta primera
precisión Queda confirmada por numerosos ejemplos de diJ- en indoiranio por «CIlIO-
fiar» -lo cual equivale a «mostrarlt mediante la palabra, no mediante el gest~.
[.) u. ~ ,.oor-. dd ttrmiDo juatD coa lXlII. MnJmte iDta1ntKl6rl puede un....e eJI
Además. hay en Iatln un compuesto rrobre el que tendremos que volver, en d que
tol. S. Jtuuoba..HiItDria de lI¡.uc: en Homero.,~, 21, 1960, pp. 99-1%1 (l. s.). ·drik- está vinculado a bu; es iu4Jex. donde -deik representa UD acto de palabra.

300 3Q1
2) «Mostrar», ¿de qué manera? ¿Incidentalmente, a título de ejemplo? ¿Y puede no. Las díkai son las fórmulas de derecho que se transmiten y que el juez se encarga
«mostrar» cualquiera? de conservar y de aplicar.
El compuesto latino iu-dex implica el hecho de mostrar con autoridad. Si no es ése Esta representación responde a lo que sabemos de los códigos de justicia entre los
el sentido constante del griego deíknumi se debe a un debilitamiento de la raíz * dejk- pueblos de civilización tradicional, recopilaciones de dichos orales, fuertemente arti-
en griego. Toda la historia del latín djcere pone de relieve un mecanismo de autori- culados en torno a las relaciones de parentesco, de clan o de tribu.
dad: sólo el juez puede djcere ius. Esta relación se encuentra en una lengua itálica, Ése es el punto de partida del sentido que se asigna ordinariamente a díke: «uso,
con med- sustituyendo a ius en el osco med-diss, latinizado en meddix, donde med- manera de ser», y donde se puede encontrar todavía el valor de institución. Cuando
está emparentado con el latín medeor. En este equivalente osco de judex, el término Ulises, bajado a los infiernos, encuentra a su madre, le pregunta por qué no la puede
para «derecho» es distinto, pero dicere sigue constante. coger: tal es, responde ella, la díké de los mortales, an' IXÜ"t7] 8CxT¡ tG"tL ~p{m;)v (Od., 11,
Hay que recordar, además, la fórmula latina en que el pretor resumía las tres fun- 218). No es la «manera de ser», sino la «regla imperativa», la fórmula que regula el
ciones que no tiene derecho a ejercer más que en ciertos días prescritos por el calenda- destino». Por ahí se llega al empleo adverbial díken, «a la manera de», es decir, «se-
rio: do, djco, addjco. Está basado en «dar», en «enunciar ciertas reglas», én «adjudi- gún la norma de tal categoría de seres». La manera «habitual» es, en realidad, una
car». Esta misma representación conduce al empleo frecuente de dicere en la lengua obligación de naturaleza o de convención.
de los tribunales: djem dicere: «fijar un día para una causa», o multam dicere, «im-
."
l"
poner una multa».
Desde entonces, esa fórmula que fija el destino y la atribución se ha convertido en
griego en la «justicia» misma. Pero la noción ética de justicia, tal como nosotros la
1"" 3) «Mostrar», ¿pero qué? ¿Una cosa visible, un objeto existente? He aquí el últi- entendemos, no está incluida en díke. Se ha liberado poco a poco de las circunstan-
:1" 1 mo rasgo de la significación de *deik-: es mostrar lo que debe ser, una prescripción cias en que la dfke es invocada para poner fin a abusos. Esta fórmula de justicia se
" que interviene bajo la forma, por ejemplo, de un fallo judicial. convierte en la expresión de la justicia misma, cuando la díke interviene para poner
.1
1: Estas indicaciones permiten precisar el sentido inicial del griego díke, en tanto que fin al poder de la bía, de la fuerza. La díke se identifica entonces con la virtud de jus-
término de institución. Comparando las formas sánscritas djs y el latín dicis causa, se ticia -y el que tiene la díke para él es díkajos, «justo».
ve que * dix enuncia esta función como normativa; dicis causa significa «según la
enunciación formal» o, como nosotros decimos, «con arreglo a forma». Por tanto,
hay que traducir * dix literalmente como «el hecho de mostrar con autoridad y me-
"" diante la palabra lo que debe sen>, es decir, la prescripción imperativa de justicia.
Este valor imperativo de díke aparece en muchos ejemplos. En la descripción del
escudo de Aquiles figura una escena de justicia descrita detalladamente (Ilíada, 18,
497 y ss.). Dos demandantes están ante el tribunal; la asamblea, muy agitada, toma
partido por el uno o por el otro. El meollo del asunto es una poin¿, el precio de la
sangre, que sirve de rescate a un asesinato. En el centro de la asamblea están los an-
cianos, sentados en un círculo sagrado sobre piedras pulidas. Cada uno de ellos se le-
vanta y se pronuncia. En medio de ellos hay dos talentos de oro reservados al juez
que «haya dicho la sentencia más recta», dfken ithúntata efpoi (v. 508).
Una poine es el tipo mismo de la causa que interesa a la díke, la justicia interfami-
liar. Los términos de la expresión homérica atestiguan una misma construcción en
griego y en latín: tenemos dfken eipefn, «decir la díke», como en latín dicere. Se ve
cómo esta «demostración» termina en un acto de palabra: en griego el sustantivo
dfké ha recurrido a un verbo «decir» (eipefn); en latín es el verbo mismo «mostrar»
(*deik-) el que se ha deslizado al sentido de «decir».
Hablemos, por último, del adjetivo ithús (ithúnata), «derecho» en el sentido de
una línea recta. La imagen completa perfectamente la que está implicada en * deik-:
mostrar lo que se debe hacer, prescribir la norma. Porque no hay que olvidar que la
díké es una fórmula. Hacer justicia no es una operación intelectual que exija media-
ción O discusión. Se transmiten fórmulas que convienen a casos determinados, yel
papel del juez consiste en poseerlas y aplicarlas. Así se explica uno de los antiguos y
raros nombres del «juez», el homérico dikas-pólos. Es una designación curiosa, for-
mada como ai-pólos, «el cabrero», bou-kólos (con -kolos variante de -polos), «el bo-
yero», oiono-pólos, «el que observa el vuelo de los pájaros (y que saca de ellos los
augurios)>>. En tanto que dikas-pólos, el juez es «aquel que vela por las díkai». Tene-
mos ahí un yuxtapuesto de carácter arcaico con un acusativo plural en primer térmi-
302 303
CAPi1ULO 3 cl adjetivo irlandés hui.s.rt < ·yusliyos signitlca «justo,,; se reconoce ahi cllatín /us-
tus, a~que con una diferencia sufIjal. Pero desde el momento en que sólo t~nemOll
/US y EL JURAMENTO EN ROMA un dcnvado y nos falta el nom~ céltico de base, la comparación no no! ensena na-
da. Es, ~ jndo~nio, donde se presentan los correspondientes dellaL 00: v~. YO'!;
av., yoos, que ticoe exactamente la misma forma.
Pero véd. yo1;J significa «prospericlatm. ay. yrnii, «purificación». Todo cuanto de
C?rrespondcncia tienen lu fonoas, Jo tien~n de divergencia y de pc:rturbaci6n las no-
ciones. No obstante, aqut enamo.! ante una de esas grandes correlaciones de vocabu-
lario entre el indoiranio y el ¡talocéltico, ante uno de esos término8 cuya expresión s6-
lo sobrevive en las d08 exlremidades del mundo indoeuropeo. El sentido de yo#; debe
s~ «felicidad, s~ud». La palabra no aparece más que en locucloneli en que forma pa-
reJa con Jum; bien Jamyol) en una sola palabra, bien samca yoka, para decir: tlfelici-
dad y salud», en fórmulas de deseos como ésta: «La felicidad '1 la prosperidad Que
Sfl-no.. ParlleJo. dffct, el latln ¡la. Que se tra!lllCC por &d. dtrtcho". tiene UII ~rbo Manu ha conseguido con su ofrenda ojalá podamos akanzarla bajo tu guia ¡oh Ru-
dw.-aOO. ifI",re qlJe iÍ¡nlrlal ojunull. atralla a primcna vUut desde el puntO de viaa se- dra!» (R. Y., ., 114.2). '
mintito. CSla dcrrvlci6n queda aclarada par doslnrormaciona complementar/u:
1) Relado,.dn con d ••. ~ y axuiclendo en IiU afLnida:t P&(tkular tOO el ~­
~mo,. el iranio s6lo ha conservado yaOi en locuciones formulan:s en las que
bg diro (hu dlr.wr, /l/duJ. ;fU purtlc definil'1l:' como Olla fórmula de C'OtlfonniliMb. yaos se co~b_lOa con el verbo da-, «colocar, hacer devolvenl, para formar el verbo
2) NumrT"l)lm (Qtos mucslran que en Rom. jww. hvr1re. I!S J)fonundar lmII [be- nuevo yaOida-, «purifican. Es un antiguo compuesto, comparable allatin credo. De
mul., d ita ;'l",,,dum• • jwvna'lloll, titeBlmenle .r6nnula. formular". lTllabl.micnlo este., v~rbo avéstico yaQidü- hllfi salido numerosos derivados: nombre de agente
~ilkaliyo de lo qLle es cR:nda.I CI1 el. acto de jlllV; de h.ccho, el jut'lntr debe . .!ir
piolaba. pa1abra la f6fmula que le es imPlEStl: fi/iurvt jn qJI« IIdI1r;Ild en I«"btl. J1t!0idalar-, «aquel que está encargado de purificar»; a~racto )'Tloldoti, «purifica-
Otro termino latino rincu1lldo a la pri.::tlca juri5dicciooal, ,,,titcr. dn.i&nl curiosa- cl6n», etc. Para encontrar, a partir de estos derivados, el sentido propio de )/QM, que
men",. la vc¡¡; al a'Clllso.. '1 al d.rbitrOIl. DI: hecho, 10l!i texlOS mUClIlran que cll1rbi/u es no ~st' atestiguado en empleo libre, hay que nevar yao'idQ-, literalmente ((devolver
aicmprc el testilo invililblc, propio ~ra tonvenJrlC ell ciertas .edones Judil,;ialCi dclermi· ~o.S» al sentido de ((devolver conforme a las prescripciones, poner en el estado rcque~
nld..~, en un iwdu imparcial '1 soberano.
ndo por el culto>l. Se trata de una condición del sacrificio: el oferente debe hacer
igualmente apto el objeto de la oblación. Tenemos ahí, por tanto, una expresión fun-
El análisis de los empleos de díki ha puesto de manifiesto. entre otras cosas, la damental del código religioso. Cada acto debe ser ritualmente cumplido y el Dbjeto
frecuencia de las correlaciones entre el griego dfki y elllltln ;Wi. Estos dos terminos, que está en el centro de esta realización no debe tener defecto Illguno. Esta integridad
aunque diferentes por su origen, entran en series palll1elas: díkin elpefn responde El ritual es la condición requerida por yaoida.-. Entonces podemos entender mejor el v!-
hu dicen!; dlkaios a iustus; por ültimo, de manera aproximativa, dJIaup6(os a iudex. dico yo,,: no es la «felicidad» como goce, sino el estado de inteuidad, de realización
Adcm2s hemos de sacar a luz el hecho de que, en rcladón a th~mis. dfkl designa el ftsica, sobre el que el infortunio o la enfermedad no tiene poder.
derecho humano frente al derecho divino, y que, de la misma manera, el iws se opone Hay que prestar atenci6n aquí a una diferencia de emJ'lco de ·)'Qus entre d indio
a lo qu~ los latinos denominan fas. y el iranio. En védico )lO~ es una exprcsión de deseo: es un término que se pronuncia
Por tanto, ¿qu~ signiflCa propiamente esa. palabra de ius? Aquí persiste una cxtra- a intenci6n de alguien para que el estado de prosperidad y de eficacia le sea cDncc:fi-
na oscuridad. Se sabe de sobra que 00 designa «el derecho»; pero este sentido léxico do. Debido a esto, yo/) es eficaz en tanto que palabra a pronunciar. La condición del
no nos ofrece la significaci6n verdadera del thmino. y si buscamos ~ta en la relación avéslico J'fX# es .otra: aqulla relación misma de YCUM con dü-. 41poner. hacer». mues-
enlre ius )1 sus derivados, nos encontraremos con un nuevo problema: c:l verbo de jus tra que)lflos designa un atado a realizar, y no una palabra a pronunciar. Asl, por un
es juro, «jurar». ¿C6mo está separado de su verbo por una diferencia de sentido tan lado, la noción de ·)lDUS es para «hacer,,; por el otro, para «decir». Esta diferencia
singular? A primera vista, entre «derecho» y «jurar» hay una distancla inexplicable. tiene gTlan alcance en el registro del derecho y del ritual en que los f(actos» consisten a
Y, sin embargo, la relación formal es segura entre ius y jurore, puesto que el «jura- menudo en «palabras».
mento» se llama jus ;urandum. ¿Qu! significa esta expresión y por qu~ un participio Gracias al iranio y al védico, nos remontamos a la prehistoria del lalin ;us. La pa_
futuro pasivo ¡rmmdum? Finalmente, ¿cuál es la relaci6n de jus a juro? labra indoeuropea· )lOUS silPlifica ICel e8tado de regularidad, de normalidad, que es
EJ diccionario de Ernout-Meillet alega una expresión ius jurare. que significar1a requerido por reglas "tualel". En latlo este cstado se ~ afcctado por el doble estatuto
«pronunciar la fónoula sagrada que compromete», por des¡racia sin dar ninguna re- que acabamos de distinguir en indoiramo. La noct6n de ilU admite estas dos condicio-
ferencia. Que oosotros sepamos, no existe locución semejante. No tenemos más que nes. Una C1la situación de hecho marcada por el derivado ius/JJ$ en las expresiones Jo.
La forma residual 1us iurandum, que deja subsistir la separación entre tus y furo. La galcs: Justae nuptioe, «jUStas nupcias~; justa uxor, «esposa leaitimu, C'J decir, «con-
relación del sustantivo con el verbo no puede dilucidarsc, por tanto, mis que en una form~ al estelo de ;un. La aira es setl.alad.a por la expresión ius diare. Aqui hu slgni-
fase anterior al estado histórico, lo cual exige el examm de la etimologfa. Se: han iden- f'C8 «la fórmula de normalidad», que prescribe a qué hay que confolllllll'Se. Tal es el
tiílC3do paralelos de 00, pero presentan un sentido c:tifel"Cllte. Desde luego, en céltico, fundarncoto de la nociÓD de «derecho» en Roma.
304 JOS
Hay fundamento para considerar que en general ius es una fórmula y no un con- literalmente. El juramento consislla en una ordalla: es la absorción dcl azufre que de-
cepto abstracto: iura es la recopilación de las sentencias de derecho. Cfr. Plauto: om- bla verificar la sinceridad del que.juraba.
nium legum atque iurum fletar (Epidicus• .522-:523). Estos jura. como las dlka; o co- En asco, el verbo para «jurar» nos es conocido bajo la forma verbal deiuatuns.
mo las thémistes. son fórmulas que enuncian una decisión de autoridad; y en todas «que ellos juren»; el radical verbal dejua· responde a lo que sería un verbo latino
las partes en que estos términos son tomados en su sentido estricto, encontramos tan· • diuare; propiamente, «tomar a los dioses por testigOl), expresión clara, pero extrafta
to para las thémistes y las díka; como para ius y jura la noción de textos fijos, de fór- allatin [.].
mulas establecidas, cuya posesión es privilegio de ciertos individuos, de ciertas fami- En otras lenguas indoeuropeas, la expresión del juramento se conforma a la mane-
lias. de cienas corporaciones. El tipo mismo de estos jura está representado por el có- ra con que se jura: irl. tong corresponde al latín tango, «tocar»; asimismo, en antiguo
digo más antiguo de Roma, la ley de las XII Tablas. compuesta en su origco por sen- eslavo prisegoli y a su lado prisegnoti significan etimológicamente «tocar». El sentido
tencias que fonnulan el estado de ius y pronuncian: ita ius esto. Aqui es el imperio de primero del sánscrito am- es «(cogen). Esta correlación se explica por cl hábito de to-
la palabra, manifestado por términos cuyo sentido concuerda: en latiD iu-dex en asco
1 car, al jurar, el objeto o el ser sobre el que se prestajuramcnto; porque jurar sobre al-
med-diss, en griego dikas-pó/os (y: díkas e¡pefn), y en germánico eo..sago, «aquel que guien o sobre algo es llevar la maldición celeste sobre esa persona o sobre ese objeto
dice la regia», «el juez». en caso de que uno sea perjuro.
Lo constitutivo del «derecho» no es hacerlo, sino siempre pronunciar/o: ¡us y dice- Una última expresión es común al céltico y al germánico: irl. oeth. got. ai/JS; es el
re. ¡u-dex nos llevan a esta relación constante. Al tiempo que ¡us, el verbo dicere exige alemán Eid, el inglés ooth. Esta forma es, literalmente, un sustantivo verbal de la ralz
fórmulas judiciales, tales como mll/tam (dicere). «multa»; diem (dicere), «dia de «ir». Tenemos todavia un recuerdo en el término alemán Eidegang literalmente «el l

l' audiencia}). Todo ello deriva de la misma autoridad y se expresa en las mismas locu- hecho de ir al juramento»; es decir, al lugar de la prestaci6n, supervivencia de un uso
ciones. Por mediación de este acto de habla, ius dicere, se desarrolla toda la termino- antiquisimo. El juramento solemne comportaba varios actos, uno de los cuales era
logia de la vida judicial: ¡udex, iudicore, iudicium, iuris-dictio. etc. encaminarse hacia el lugar de la prestación. Uno «se dirigia al juramento»: latín ire in
sacramentum, antiguo ruso iti na rotu, «ir al juramento)~ (cfr. cap. 8).
Asf, tenemos casi tantas expresiones como lenguas. Sólo el griego y el sánscrito
Fl sentido de ius se define, por tanto, como expresión del «derecho». Pero no se poseen un verbo de fecha indoeuropea. No hay, fuera dellattn, ningún paralelo que
distingue una relación inmediata entre esta noción y el sentido que ha tomado el ver- pueda ayudarnos a comprender la relación de ¡us a jurare; nos vcmos remitidos a la
bo derivado inmediatamente de ¡uso que es iurare. La interpretación que proponemos lcngua misma para dilucidar el nacimiento de esta expresión. ¿Cómo se presta jura-
de ;us se pone de este modo a prueba. Si es válida, debe poder dar cuenta de la rela- mento en el mundo roman07 Una serie de testimonios explícitos nos informan sobre
ción de ;us con iurare. E~ta singular derivación nos orienta en una dirección nucva y el modo de prestación del juramento, y hacen comprender cómo jurare puede ser de-
abre otro capitulo del derecho. ¿Entre la noción de «derecho» y la noción de «jura- rivado de ¡us. Ante todo hay que leer una escena del Rudens de Plauto (versos 1331 y
mento», constatamos, aparte de la dellatin una relación? Se necesitará una investiga- siguientes). Entre Gripus y Labrax, que tratan de engaftarse mutuamente, se concluye
ción sobre este punto en las demas lenguas del dominio indoeuropeo. Digámoslo rápi- un acuerdo. Gripw quiere comprometer a Labrax con un juramento: (v. 1333). Gr.
damente, el resultado será negativo, pero no por ello dejará de poncrse de relieve la Tange oram hanc Veneris. La. tango: «Pon la mano sobre este altar de Venus. -La
originalidad de la expresión latina. pongo. -Ahora, ¿vas a jurar por Venus? -¿Qué he de jurar? -Lo que vaya decir-
No tenemos apenas más quc una correspondencia que establezca la existencia de te.» (v. 133:5). La. Praei uerbis quiduis. «Dictame las palabras que quieras... -Toca
un verbo indoeuropeo común para «jurar»; es la del sánscrito am-, «jurar», represen- cse altar. -Ya lo estoy tocando.) Luego viene el texto del juramento, formulado por
tada en particular por el imperativo ami-"va, «jura», con el griego ómnumi, de igual Gripus tal como debe ser repetido por Labrax.
sentido. La correspondencia sólo comprende estos dos términos; al menos es exacta y Transpuesta al modo cómico, ahí tenemos la manera consagrada de prestar jura-
rigurosa en la forma y en el sentido. No podria decirse si ese verbo indio am- existió. mento entre los latinos. El iniciador que induce al otro a prestar juramento debe
en iranio; pero estc vestigio aislado basta para atestiguar una expresión comiln. praeire uerbis, enuncia el tcxto que quien se compromete deberé repetir literalmente
En griego hay disimetría entre el verbo 'J el nombre: «juramento» se expresa por tocando un objeto sagrado: es esta parte de la ceremonia la esencial.
una palabra diferente: hórkos. Esta palabra ha sido relacionada, dentro del griego La solemnidad del uso queda confinnada por Ge1lius (N.A. n, 24): los jefes de la
mismo, con hérkos, «barrera», explicación a decir vcrdad vaga y poco satisfactoria: ciudad reciben la orden de jurar «.apud consu/es, uerbis conceptis», juran entre las
el juramento cstaria concebido como una prohibición o una obligación que uno se im- manos de los cónsules «en los términos fijados», siguiendo una fórmula que repetirán
ponc a sí mismo. De todas formas, no es ésa una correspondencia indoeuropea, sino palabra a palabra.
sólo el resultado de un desarrollo secundario (cfr. capítulo 8). En su Paneglrico de Trabajo. capltulo 64, Plinio alaba los escrúpulos de Trabajo
Para la expresión verbal de «jurar» no encontramos fuera de eso más que formas en observar todas las formas constitucionales. Trajano va a prestar un juramento an-
limitadas a dos lenguas, a veces a una sola.
Para «jurar», el persa dice sogand xurdan; literalmente, ((consumir, comer el
['] La afllIllllCi6n el demasiado tajante y debe revisarse. L. C. P".u, «Diyertbisernent 5ur le th~me du
sogand»; en medio persa sokand x·ar-. Esta palabra sókand se remonta al antiguo av. vase de DueOOlIt, R~ du Études LlltinU, LV (1975), pp. 315-329. IiObre todo p. 31B, cita una serie de
saokanta, «lIZUfre». Ast, «jurar» es «tragar IlZUfre». La expresión debe comprenderse ejemplos en que sise pone a los diosel por tesligos. (l. S.).

306 307
te el c6n5u1. ti, que habría podlclo contentarse con ~to pretM a 108 tkmú:
.Rcalizadu todas las ceremonias de los COmiciOl, be aqul que al (mal te acercas al concepto que no es sólo moral, SiDO ante todo religioso, de donde la palabra extrae su
asiento del c6nsul; (ldigendimr le pnzebes in uerba•. '. te ofreces para ser Ocvado a la.s valor: la noción indoeuropea de conformidad con una re.la, de condicionCll a cumplir
palabru que los jefes (principa) i¡noran en ceneral. 11 no ser ~ llt:var alli 8 105 para que el objeto (persona o cosa) sea IU:cptado. pllJ1l que cumpla su oficio )1 ta1p
otros... » -y el mmto del emperador estriba en diJi&ine IIlli ~ si mlSlD.O-. ~te:mc:cs toda IU eficacia: yo"en védico, JlflO'idil- en avbrico están impregnados de este va.].(K.
el c6nrnl sentado. ante Trajano de pie. dictó la f6rmula del Juramento, ¡JIlarJI1/ ~­ Por otro Jada, hemos conltatado la vinculación, en el vocabularlo latino, por media-
rrzndum, y Trajano juró. expresó, pronunci6 claramente lu palabras por 1u que~­ ción de /Jmlrr, entre ¡liS y sacramt!ntwm. AsI, los orígc:ncs religiosos y orales del dere-
caba a la cólera de 108 dioses lIU propia cabeza y su casa si faltaba a su palabra; y JU- cho quedan claramente m.a:.rcados en los terminOl fundamentalcs.
ró, estando los dioses presentes, atIenden/mus mis. en presencia de todos aquellos que
deben jurar 10 mismo, obNruantibus hu quibus idem ¡urandum esto . A la familia scmbtica de iudo. vamos a unir un ténnino de forma completamente
La expresión se repite varlas vece.s en Tito Livio: Brutus... po!!"lum... iureIurando diferente, que sólo aparece en laUn, con una correspondencia en umbro¡ es arbit~r
ada&it nemincm Ramal! passuros rqnare, llevó al pueblo a ese Juramento (11, 1., 9). (umbr. arputrali, «arbitratu») que designa rambi~n a un JUCl.¡ luda y arblter están es-
T. Manliua amcnllZ8 al tribuno con mlÚlU"lc si no presta juramento en los ténJ;linos trechamente asociados, a menudo uno es tomado por otro, no siendo el segundo mis

·•• . que va a dictarle: ,,;si, in qlJJlt! ipse ro1K%piue/ uerbt1. ilUT1ret¡ éste, llcno de miedo.
jura en los t&minos que le imponen: adisuvl. Uf qwaf! udaclW esl wrba ~, '). Re-
que una especificación del primero. Se trata, pues, de un juez: panicular, el «6rbitro~.
No se trata tanto de la dirnologia como del smtido propio de la palabra. Arbi(~ Ú~
·•
I•
wrdcmas tambim el pasaje de 6Otn. QJnocido en que Anibal, todavia niOO, ~o
ante un altar, lo toca y hace el juramento de que Q1 cuanto pueda se QJnvcrtirl en
oc dOl aentidos diferentes: por un lado, el testigo, el que asiste a algo; y por otra, d
irbitro, aquel que zanja entre dos panes en virtud de un poder Icpl.
enemigo del pueblo romano: t«tu, stlcri.s, iUl'Ciurando adactum (XXI, 1.4). El verbo ¿CóDlO puede convmine el (ctC5tigOIt en ujuez-Arbitro», ca ccaquel que cied.delt
Q(Jig6e es de rigor para decir: «llevar a alguien Il pn:star juramentolt, puesto que entre las partes? EJ diccionario Emollt-Meilltt da sucesivamente los dos sentidos: tcs.
quien jura no hace más que repetir las palabru que se le dictan. Tkito (Hist.,. 1.. 37), tigo, juez-Arbitro, sin tratar de unirlos. Según el de Walde-Hofmann, el ¡mtido pri-
al hablar del general Que hace prestar juramento a su. tropas: SQcrtJmen/o ~dlglt. ~e mero seria: «aquel que. como testigo desinteresado, lepara hombus en litigio». Pero
l. aqui1as expresiones rituales del illS iwrtJndum, del juramento a prestar: pnlelfe werbis; es un procedimiento arbitr.ario aclomcrar dos sentidos distinto.s para hacer con ellos
una definición.
uerbis cvllUptU; adigere in ilaiurandum. . .
Asi pues, Jurare no designa lo que nosotros entende~os por. «Jurar», ~ deCir,. el Tambib aqul se impone el examen de los empleos. Muestra ante todo que al tra-
hecho de comprometerse de una manera solemne bajo la IDVOCacIón d~ un dios. El JU- ducir arbJler por «testigOlt DO se da cuenta exactamente de la significación.
ramento mismo, el compromiso, el denominado sacramentum, término conservado He aqui algunos ejemplos de Plauto Que da los empleos más antiguos y más sigui.
ficativos:
en Iaslcnguas romances y que ha dado en francés .rerment. En ~o.ma, .d .sflC7Tlmentum
se convirtió tempnmamcnte en el juramento militar. Hay que diltlIlJUll aqui, por tan-
I
I to, dos nociones, el saavmentum. que es el hecho de COOJagraI'SC a los c1ioscs. de pe- CDptiui 219:
• dir sobre uno milmo su vcnpnm ri 5C trupede la palabra e:mpdlada¡ y iurare, que es S«:rth hWllc tulflCiam si ulrktlU. pt'Of:UJ.
d hecho de repetir la fórmula comagrada. La prestación exige dOl participan~: ne arbitri dictD nostlv arbitrari qut!lmt.
• aquel que praelt uerbi.!. que se adelanta pl"onunc:ia.ndo el hu; y aquel 'lue proplB-
I «Ven por aquí si. ex es tu gusto, un poco apartado, para que los aTbitri no puedan ar*
1 mente iurat que reproduce esa fórmula, que se llama ill.J hucmdum. «la f6rmula a bitrari nuestn.s palabras.» Ya 5C ve Que el sentido de «testigolt DO basta.
• formular», Ía que debe ser repedda después de que el personaje «qUi ?Wit» la CDUD-
cíe, fijando la fórmula en t&mino.s conaagradOl e:t tato d~1 comprODUBO. . MM:ator 1005:
Volvemos U1 al anilisis literal ele iWrare. Part1Cfldo de lJU. fórmula que fija la nor- eamu.s inlTO, nOn wtibilat lile Jocus Jactis tuis
ma el modelo se definiré iurare como «pronunciar el ill3», y el iliS debe pronunciarse dum memoramlU, arbitri"1 sinl, qui praeteretlnt ~r "11M.
Jn ¿erba alicuJ'us qui prPeit, «en los ttrmin05 que el que precede ha indicado». Es esta «Entremos (en la casa): elte lUBar no ClIi propio para hablar de tu conducta, porque
relación oblig.ula lo que constituye el cartcter imperativo del ¡liS iutYmdum. Las ex- los transeúntes serian aTbltri de ella.»
presiones «adl~re Jn uerba». «jurare in uerba mIlgistril., indican sobradamente la na- Milo 158:
turaleza oon&trictiva de las palabru que quien jura debe reproducir. miJJi quidem mm arbitrl umJ sunt, mme quid j10t domi.
Al término de este análilis, cocontramas en iurare conflrmac:ión de lo que el exa- Ita pu imph¡uJum Üliro qJ«tJurt.
men propio de ius DOS habla enseftado: que ha designa lUUl fórmula, aqulla fórmula «He aqui que mis vecin05IOD arbiJri de todo Jo que pua en mi casa; lo miran. a trav.
que enuncia la conducta que el jurante mantcndrt, la regla.a ~ que deber, confor- del impJuvium.»
marse. Pero el tus iurandMm indica la naturaleza del procedimiento y el carácter so-
lemnc de la enunciación. no el tCltlo miJmo del juramento. MiJu 1137:
Al restituir a iw.s IU valor pleno tal como lo precisan a la vez las cortC$J)Olidcncias SequiminJ.. limuJ c:ircJurupidt, ne quu adsit arbitcr.
etimol6gicas Y la dcrivad6n latina., DOI remontamos más ll1Ii del «derecho». Es de UD 4<ScIuidme, yal mismo tiempo mirad bien a1rcdcdor, DO vaya a ser que un arbittr estt
prae:ote.»
J08
309
el testis está a CAPÍT ULO 4
Estos pasajes indican claram ente la diferencia entre arbirer y testis:
visto. El persona je
la vista y con conocimiento de las partes; el arbiter ve y oye sin ser
del Mi/es 1137 lo dice con toda claridad: si no se toman estas precauc
iones, bajo el * MED- Y LA NOCIÓN DE MEDIDA
invoca nunca, en ju -
ojo del arbiler ocurrir á todo sin que los actore lo sepan. No se
testimo nial; porque siem-
ticia, el testimo nio de un arbiter para cumpli r una función
pre es la idea de ver sin ser visto lo que ese término indica.
person aje de la
El verbo arbitrari, «ser testigo», indica la misma condición: un
ción» (specu/ atum misit me) para sa-
Aulularia de Plauto ha sido «enviado en observa
sin que nadie se dé cuenta », y hinc ego el
ber lo que pasaría . «Vaya sentarm e aquí
«desde aquí podré, por .un lado y por otro,
huc et ilIue potero quid agant arbitrarier,
decir, ver 10 que pasa por ambos lados sin ser vis-
arbitrari lo que hacen» (v. 607), es
to.
de testigo clan-
¿Cómo se explica entonces el sentido de arbiter, «juez»? ¿Cómo
Sumario. En fec~a histórica,. la raíz *med- designa nociones muy diversas:
r, «gober-
•1 destino arbiter puede convertirse en juez soberan o? nar», (~pensan>, «cUidar», «med/n>. La significac ión oríginal no podría brotar ni de una
person aje de
Hay que recorda r que en el sentido más antiguo se dice iudex de todo r~~ucc~ón a u~ v.a~o denominado.r ~omún, ni de una aglomeración heterócli ta de las sig-
'.,
"
/ autorid ad encarg ado de dictam inar en un litigio por juicio; en princip
io son el rey, el
poder es
n.l~lC:aclones h¡sroflcas: puede defJnlrse como «medida » no de medicina, sino de
modera-
ese Clon (lar. modus. modeS/~s), propia para asegurar o restablecer
práctic as, el orden en un cuerpo
/1 cónsul, quienes ostenta n todos los poderes. Pero, por razones (Idelhen) medéoll.
los casos, se llama iudex o enfermo (lar. medeor, «cuIdan>, medicus) , en el universo (hom. Zeús
" delegado en un juez privado que, según la natural eza de asuntos humanos más graves, como la guerra, en los más co-
último tiene un poder sobera- «Z.eus moderad op», en los
iudex priuatus o iudex selectus, o tambié n arbiter. Este tidIanos, como una comida. Por último, el hombre que «sabe los
midea (hom. m~de(J
previsto s por la ley. En efecto, ha-
lo
, no de apreciación en todos los casos que no están e/~6s), no _es. un .pensado r, un filósofo -es uno de esos «jefes y moderad ores» (hom,
aban esta
1I bia una legis actio para los casos que la ley no preveia , y las partes present heg~lores ede me~Onles) que en cualquier circunstancia saben lomar las medidas experi-
del arbiter en este * mismo registro que illS y díke: es la
demand a: «iudicem arbitrumue postulo uli des». La antigüe dad mentada s que s,e Imponen . Med- deriva, pues, del
or tiene la
ada por la ley de las XII Tablas , donde se lee: nor~a establecIda, no de justicia, sino de orden, que el magistra do moderad
sentido está, por otra parte, atestigu funCIón de formular : osc. med-dfss (cfr. iu-dex).
(en tal caso) el pretor dé tres arbitri» . Lo que ca-
«praetor arbitros tres dato», «que
de su poder, que Festus define: pon/i/e x maximus,
racteriza al arbiter es la extensión ntes, dialectos ve-
quod iudex el arbiler habetu r rerum diuinar um human arumqu e, yen otra parte: arbi- . Como se h~ observ ado repetidas veces en los desarrollos precede
es el caso tam-
ter dici/ur iudex quod totius rei habeat arbitrium, «el iudex es llamad
o arbiter , por- cmos pueden dIferenciarse en la expresión de nociones esenciales. Ése '
no según fórmu- bién aquí, del término iudex que el latín ha constit uido.
que tiene la decisión del asunto entero» . En efecto, el arbiter decide ar: no sólo ;us co-
las ni leyes, sino por sentimi ento propio y en nombre de la equida d. El arbiter es en No se encuen tra, en otras partes, término que se le pueda compar
a excep-
realidad un iudex que actúa en tanto que arbiter; juzga apareci endo ante las partes, ~o «derec~o» ~s desco?ocido por el conjun to de los dialectos indoeu ropeos
da por un ra-
viniendo de fuera como alguien que ha asistido al asunto sin ser visto, que puede, por cI.6n d~l latm, smo que lDcluso dentro del itálico la noción queda designa
do med-dix; el
tanto, juzgar libre y soberan amente el hecho, fuera de todo precede nte y en función dIca~ diferente.. Frente al latín iudex, ya hemos citado el asco latiniza
función de juez,
de las circunstancias. Esta relación con el sentido primer o de «testigo que no era ter- s~ntldo es ~l mIsmo: es el magi.strado suprem o quien, además de la
un tema distinto , med-, el oseo ha forma-
cero en discordia» permite compre nder la especia lización del sentido de arbiter en la tiene autond ad sobre la comum dad. Sobre
La forma origina l meddís s no está por lo de-
lengua jurídica . do un. compu esto análog o al lat. iu-dex.
más aIslada en OSC? A pesa~ de la pobrez
de aestimo- a de nuestra inform ación sobre esta lengua,
A partir de ahí, el verbo arbitrar; amplía su empleo y toma el sentido », medicatinom
re, fijar soberan amente el precio de una cosa. Este sentido p~icul ar viene .ta.mbié~ posee~os u.na sene de denvad os. Tenemos meddikíai, «in iudicio
constru ido
de un sentido especializado, unido a la función misma del arblter: era el arbztnu m lz- (~cusatlvo smgular»), «iudica tionem »; rnedicim , «iudici um»; por último,
en litigio, de fi- directamente sobre meddix, meddix ud (ablativo), «iudici o».
tis aestimandae, el poder soberan o de apreciar el precio de un objeto que raras y breves
jar una pena, un dafio, una multa: de ahí, más amplia mente, «fijar
el precio de algu- . E.n ~Igunos ot,ros dialectos itálicos, de los que no subsisten más
mscnpclOnes (pebgno, volsco), también está en uso meddix .
na cosa». umbro como
Siempre que constat amos empleos técnicos de un verbo, es lógico
buscar la expli- El sustantivo med-, primer miemb ro del compuesto osco, aparece en
mers, qu~ s: traduce «ius» ~ «fas», así como e~ el derivado
s de haber defini- mersto- , «iustus ».
cación en el interior mismo de la esfera a que pertenece, pero despué
ocida en latín; está re-
do exactamente el sentido inicial. A mayor escala, no se puede despeja r de otra forma La ralZ med-, que aqul ocupa el papel de tus, no es descon
(medeo ), que compre nde también
el valor propio de las nociones en el vocabu lario de las instituc iones. present ada en esa lengua por la familia de rnedeor
itálico una llueva
el pre~~nte llamad~ frecuentativo meditor. Ha propor cionad o en
ar y precisar.
eXpreslO? de la ~ocJ6n de. «derecho» cuyo sentido vamos a examin
medeor , «curar» , no se ve claram ente cómo
A pnmer a VIsta, partIen do del latín
310 311
desembocar en un término que designa el ejercicio de la magistratura. Pero la varie- tante bien. Sólo el sentido plantea problemas. Debido al hecho mismo de que la raíz
dad de las significaciones de * med- es más amplia aún y debe ser considerada en su ha producido en la lenguas vecinas términos de valor diferente, se vacila en decidir
conjunto. Hay que comenzar por enumerar las formas, cada una con su sentido dis- cuál de estos valores debe predominar en la reconstrucción. ¿Es «curar», como po-
tinto, para buscar luego cómo todos estos sentidos se han distanciado y el origen que dría pensarse por el latín y el iranio? ¿Es «medir», como en germánico? ¿Es «preocu-
pueden admitir todos ellos. parse de, reflexionar», como en griego?
Latín medeo (medeor), «curan>, tiene por derivado nominal medicus, «médico», En general, * med se traduce por «pensar, reflexionar», y se hace derivar de él
que a su vez es origen del numeroso grupo de formas como medicare (medicari), me- cierto número de valores técnicos: «pesar, medir, juzgar» o «cuidar de un enfermo»,
dica/io, medicina, medicamen/um, además de remedium. El valor de med- parece per- o también «gobernan>.
fectamente especializado. Este sentido médico coincide curiosamente con el que obser- Una vez más, para el problema que aquí nos interesa, se plantean las cuestiones
vamos en iranio: avéstico vi-mad, «médico» (con el preverbio vi- subrayando la idea que hemos encontrado siempre que ha habido que precisar el sentido de una raíz in-
de apartamiento). Por el contrario, en irlandés midiur (flexión media como el latín me- doeuropea [*].
deor) signifk:a «yo jULgO» y con el preverbio con-, con-midathar, «él ejerce la autori- 1) En general, se da a tal raíz el valor más vago, más general posible, para que
dad, él tiene el poder, él domina»; este * med- céltico da lugar también a un derivado sea susceptible de disociarse en valores particulares.
" abstracto mess « *med-tu), «iudicium»; aqui nos acercamos al sentido del osco. Pero, de hecho, «cuidar» es una noción; «gobernar» otra muy distinta. En el vo-
Por el contrario, nos alejamos de él con las formas griegas que son numerosas y cabulario indoeuropeo, «reflexionar» o «medir» o «gobernar» o «cuidar» son otras
que constituyen un grupo unitario: médomai (¡J.É80¡LOtL), «tener cuidado de», que, bajo tantas concepciones distintas que no pueden ni coexistir en las mismas formas, ni de-
la forma del presente activo, apenas está atestiguado más que por su participio pre- rivarse una de otra. Además, para una noción de sentido tan general como «pensar»,
sente médan, homérico medéan, «el jefe». No pude separarse de él un sustantivo de hay ya términos consagrados; en particular, la raíz * men-. Pero aquí vemos clara-
sentido técnico, médimnos, nombre de medida. mente que el sentido de las formas que hemos citado no permite confundir'" med- con
Otra serie, muy próxima, no difiere de ésta más que por el grado radical largo: '" men-. Porque * med- no indica simplemente una actividad mental, un proceso de re-
m~domai (¡J.~80tJ.(lL), «meditar, reflexionar, inventan>, y el sustantivo neutro *m~dos, flexión, como hace * men-.
que no está atestiguado más que en plural, homérico m¿dea, «los designios, los pen- 2) Con frecuencia, se trata además de dar cuenta del valor inicial de una raíz su-
samientos»; m¿domai tiene también un antiguo nombre de agente, mhtor} «el conse- mando, lo más hábilmente posible, los diferentes sentidos en que se realiza en época
jero». A este m¿stor se vincula el femenino -mestra en un nombre célebre: histórica. Pero, ¿es lícito operar semejante conglomerado de ideas, cada una de las
Klutai-mhtra: «Aquella que toma decisiones de una manera renombrada», converti- cuales es distinta y cada una de las cuales se presenta en la historia de cada lengua fi-
do en «Clitemnestra». La raíz también está representada en germánico por verbos jada a un sentido particular?
bien conocidos, que han durado hasta la época actual: gót, mitan, «medir», a.a.a. Los comparatistas practican, por tanto, dos operaciones -1) y 2)-: la primera de
mezzan, al. messen, igual sentido; y con una formación de presente derivado * meda: ellas es una abstracción que consiste en evacuar de significaciones históricamente ates-
gót. miton, a.a.a. mezzón, «reflexionar, hacer planes», cfr. al. ermessen. Un sustanti- tiguadas lo que tienen de concreto, planteando el residuo vago así obtenido como el
vo testimonia la alternancia antigua: a.a.a. Maz, al. Mass, «medida». Entontramos sentido primero; la segunda, una yuxtaposición, que suma todos los sentidos ulterio-
un correspondiente en armenio en mil} genitivo mli (tema en -i), «pensamiento», sus- res, pero que no es más que una visión del espíritu, sin apoyo en la realidad de los
tantivo con e radical, que responde por la forma al grigo * m~dos (m¿dea). empleos. De hecho, un sentido como el que buscamos sólo puede ser alcanzado por
Hay que registrar aparte el presente latino meditar, que se ha apartado tanto del un análisis en profundidad de cada uno de los valores históricamente constatados.
sentido de medeor que se ha convertido en un verbo distinto, cuyo sentido primero es Nociones simples y distintas como «juzgan>, «sanam, «gobernar», no hacen más que
«meditar, reflexionar», pero que muy pronto tomó el sentido de «ejercitarse». Aquí transponer a nuestra lengua un sistema de significación articulado de otra forma. Son
todos se muestran de acuerdo en reconocer la influencia del griego meletán, «ejerci- todos los componentes de un sentido global lo que se trata de hacer aparecer con vis-
tarse»; los latinos estaban acostumbrados a reconocer en ciertas palabras de su voca- tas a restaurar el sentido fundamental de la significación.
bulario una alternancia dll, cuyo origen era, bien fonético en el seno del latín, bien ¿Hay que partir de «cuidar de un enfermo», sentido atestiguado en dos lenguas
dialectal, como, por ejemplo oleolodor, dinguallingua. Esto es lo que ha hecho que, distintas, el latín y el iranio? No es posible llevar a ese sentido preciso, técnico, la no-
por una atracción formal, meditar se haya adaptado bastante rápidamente al sentido ción de «medir». Y, sin embargo, parece que, a priori, y de manera confusa, se trata
de meJetán. El latín presenta una última serie de formas caracterizadas por un tema de la noción de «medida» la que predomina. Ésta, limitada en griego a médimnos,
*med- con vocalismo radical-o- alternando con *med-. Ante todo, modus, derivado aparece con mayor amplitud en latín en modus, en germánico en el gótico mitan, ale-
del tipo del griego lóg-os frente a Jég-o. De modus procede el adjetivo modestus, y el mán messen. Al mismo tiempo se precisa la noción de reflexión, de designio a través
verbo moderor, moderari. En realidad, modestus supone un neutro que sería del griego m~domai, m¿dea.
*modus, genitivo * moderis} en la misma relación de oS'celestus con scelus} sceleris.
Este sustantivo pasó luego a la flexión temática en -o y al género animado.
[*1 Sobre la teoría de Benveniste sobre la raiz en indoeuropeo, el lector castellano puede consultar la
De este modo, abarcamos el conjunto de formas. Los tipos de formación son cla- muy útil y clara explicación de A. LÓPEZ EIRE, «La teoría de Benveniste acerca de la raíz en indoeuropeo:
ros en su totalidad; no se prestan a ninguna observación particular y se recubren bas- precedentes y repercusiones», estudios Clósicos. 64 (1971), pp. 269-296 (J. S.).

312 313
Partamos del latín modus. Es la «medida», pero no una medida que sea una di- (por ejemplo, Iliada, 2, 340), o se refiere a aquel que sabe, que es sabio, que está bien
mensión propia de las cosas; para «medir», el latín emplea un verbo distinto, metior. inspirado: pepnuména m¿dea eidÓS (11., 7, 278; Od., 2, 38).
Por modus se expresa una medida impuesta a las cosas, una medida de la que uno es He aquí los principales empleos de los que se saca para el verbo el sentido de «pre-
dueño, que supone reflexión y elección, que supone también decisión. En resumen, meditar, aconsejar, dominar, preocuparse de... » y de «gobernar». Todas estas activi-
no es una medida de medición, sino de moderación, es decir, una medida aplicada a dades implican una noción de autoridad, y el sustantivo, la idea de decisión soberana.
lo que ignora la medida, una medida de limitación o de coacción. Por eso, modus tie- Ahora podemos definir con mayor precisión esta noción de una «medida» aplica-
ne más un sentido moral que material: modestus se dice de «aquel que está provisto da a las cosas. Se trata de una medida de carácter técnico; de un medio consagrado
de medida, que observa la medida»; moderad es «someter a medida (lo que escapa a por el uso y de eficacia ya experimentada. En modo alguno, de un procedimiento in-
ella)>>. ventado en el momento ni de una reflexión que debe crear sus planes. Esta «medida»
El latin nos ayuda a discernir que si * med- quiere decir «medida», es de una ma- es siempre aplicable en una circunstancia determinada, para resolver un problema
nera completamente diferente de * me-, de donde proviene el indoeuropeo * mens, particular. Por tanto, estamos lejos de la noción de «reflexionar» en general, tanto
«luna»; latín mensis, «mes», medida de dimensión, cualidad fija y como pasiva, cuyo como de «proteger» o de «gobernar». Para dar una definición aproximativa de
emblema será la luna midiendo el mes. Vemos algo completamente distinto en modus: * med-, podrá decirse que es «tomar con autoridad las medidas que son apropiadas a
una medida de constricción, que supone reflexión, premeditación, y que se aplica a una dificultad actual; llevar a la norma -por un medio consagrado- una perturba-
una situación desordenada. Ése es nuestro punto de partida. ción definida»; y el sustantivo * medes- o * modo- designará «la medida probada que
lleva el orden a una situación perturbada». La noción no se halla conservada idéntica-
mente en todas partes; según las lenguas, se diversifica, pero no cuesta mucho recono-
Ahora, con ayuda del griego, pero precisando el sentido de los testimonios que cer el sentido inicial. Vemos ahora que ellatin medeor, avéstico vi-mad- no significan
proporciona, vamos a llevar más lejos el análisis. propiamente «curan>, sino más bien: «tratar según las reglas una enfermedad». Esto
Por regla general el gr. * médó, considerado bajo las especies de su participio pre- no es una simple tautología: la noción designada no es «hacer pasar a la salud a un
sente médón, se traduce por «proteger, gobernar», y el participio médón por «señor, enfermo», sino: «someter un organismo perturbado a reglas previstas, llevar el orden
amo». El presente medio médomai se traduce por «velar, preocuparse de algo». Sin a la perturbación».
embargo, se trata del mismo verbo: debería admitir la misma interpretación. En griego es lo mismo: se trata siempre de medidas, ordenadas con autoridad, pa-
Por un lado, hay que considerar el empleo homérico de medéón en las fórmulas ra hacer frente con medios previstos a un problema preciso: la guerra, un embarque,
consagradas, con Zeus y un nombre de lugar: Idethen medéón, literalmente «que rei- una comida incluso; todo esto implica una técnica conocida. Cuando Zeus es llamado
na sobre elIda» (Iliada, 3, 276; 7, 202), cfr. DódÓnes medéón (18, 234); por otro la- médón, este epíteto convertido en tradicional se refiere al poder, que ostenta el amo
do, la expresión frecuente hegétores ede médóntes (11., 2, 79): ¿podemos contentarnos de los dioses, de aplicar la «medida» en una circunstancia dada, durante un juramen-
con traducir aquí el verbo o sus derivados participiales por «proteger» o «gobernar»? to solemne o con vistas a una ayuda. Se quiere obtener su intervención para resolver
Es evidente que no podemos contentarnos con ello, debido a que medéón se aplica a un una dificultad precisa, puesto que tiene la facultad que implica el verbo médó.
personaje como Zeus, con una traducción vaga que implica autoridad: «que gobier- Se llega, por último, al sentido jurídico que está en el asco meddix. Todos estos
na, que reina sobre». Pero en el grupo nomina! hegitores ede médóntes, hay que dis- componentes se encuentran ahí y sirven para precisar la equivalencia constatada entre
tinguir dos nociones. En el verbo hegéomai, está la noción de una conducta de las med- e ius: hay, en primer lugar, la noción de autoridad, incluida en el empleo de di-
operaciones que implican cálculo y plan; en médón, vemos ya, en primer lugar, una co; la idea central es la de una «medida» escogida en un repertorio tradicional que
noción de autoridad, luego -de la misma manera que en latín- la noción de una debe aplicarse a un caso presente.
medida directriz. Observemos un hecho sorprendente: ni med- ni ius producen derivados verdade-
Precisemos más con ayuda del medio médomai. Este verbo comporta regímenes ros: no son formas vivas. De ius en latín, ¿qué tenemos como derivados? El verbo
mucho más diversos que médón: términos que se refieren al combate: polémoio iuro no deriva ya del sentido de ius y sólo se relaciona con él por un valor prehistóri-
medésthó (11., 2, 384), «que se preocupa del combate»; o también med6metha alkis, co. La relación sincrónica se ha roto. Ius da en total y únicamente el adjetivo iustus,
«pensemos en resistir valientemente» (5, 718; cfr. 4, 418); pero también se encuentra paralelo a moduslmodestus. Todos los derivados se constituyen en realidad sobre
médomoi aplicado al «alimento»: sftou, dórpoio (24, 2), o también al «retorno», nós- iudex: así, iudicium, iudicari, iudicatio, etc. De igual forma en asco, sobre meddix:
tou, (Od., 11, 110; 12, 137) o, más vagamente, a objetos de pensamiento: así, en 11. 4, medicatinom. Por tanto, es por mediación del nombre de agente como se constituyen
21, dos diosas, Atenea y Hera, «meditaban un destino funesto (kaka... medésthen) los derivados. Debemos concluir que estos dos términos jurídicos, ;us y med-, repre-
para los troyanos». sentan formas inertes, no vivas. Deducimos esta observación de otro hecho: no existe
En ese último empleo, médomai coincide con m~domai, que bastante a menudo en latín derivado de ius, adjetivo o sustantivo, que quiera decir: «aquel que es jurista,
significa «preparar, premeditar (un destino funesto»), al hablar de un dios: «Toda la que sabe el derecho, que lo ejerce, lo practica». Frente a medicus no hay * iuricus o
noche el prudente Zeus meditaba su desgracia» (kaka... m¿deto, 7, 478), o también término análogo. Tenemos compuestos, pero son yuxtapuestos: iuris prudens (y pru-
«Zeus meditaba su muerte» (médet' ólethron, Od. 14, 300). den tia), iuris consultus, iuris peritus. Podemos ver ahí otra prueba de la incapacidad
Tomemos el sustantivo médea; se emplea corrientemente con boulo!, «designios» de ius para proporcionar un derivado cualquiera.
314 315
T

La razón de ello es probablemente que el derecho fue considerado exclusivamente CAPÍTULO 5


como un cuerpo de fórmulas, y el ejercicio del derecho como una técnica. No ha
constituido una ciencia, no ha admitido invención. Se ha fijado en un código, en un FAS
conjunto de dichos, de recetas a conocer y aplicar.
El papel del magistrado supremo será, por tanto, mostrar la «medida» que se im-
pone en talo cual litigio. Hemos constatado que el derecho es una cosa que hay que
mostrar, que decir, que pronunciar -ya en las formaciones paralelas, gr. dikaspo/ós,
latín iudex, meddis, germánico eosago-. Se mide así uno de los grandes cambios
ocurridos en las lenguas yen las instituciones de los diferentes pueblos indoeuropeos,
cuando el derecho, sobrepasando su aparato técnico, se constituye en nociones mora-
les, cuando díke proporciona el adjetivo díkaios, cuando ius y iustus desembocan en
la noción de iusfilia.
Es preciso que el derecho mismo se renueve y termine por identificarse con lo que
es justo. Pero ha sido precisa una larga historia para que las nociones de derecho y de Sumario. La existencia de dos derivados en '" -to-, lat. fastus y festus. de significacio-
justicia se acerquen; y debido a su unión cada vez más estrecha, la designación misma nes diametralmente opuestas, bastada para echar por tierra la comparación, a menudo
del derecho se transforma e ius es reemplazado en las lenguas románicas por directum propuesta, entre fas y el grupo defanum,feriae.
Es, evidentemente, con ellat. fari (gr. phemj. Le. "'bhii-) con lo que hay que relacio-
(derectum). El «derecho» es lo que es «recto», opuesto a lo que es «perverso». Así es nar fas. Irreprochable desde el punto de vista formal, esta etimologia exige una justifica-
como en germánico Rechf ha tomado el lugar de ius como término de institución, ción semántica: ¿cómo se establece la relación entre «hablan) (* bhii-) Y «derecho divi-
mientras que en inglés el «derecho» se identifica con la «ley» (/aw); en inglés se dice no» (fas)? Se ve que de hecho la raíz .. bhii- designa específicamente la palabra como in-
«estudiar la ley» para referirse a «estudiar el derecho». dependiente de quien la profiere, y no en tanto que significa, sino en tanto que existe.
Así lo que está dicho, lat. falum. o lo que se dice, fama, gr. ph~me. hom. d~m()u
Todo se sostiene: este proceso histórico de evolución de ius a iusfilia y directum se
phlmis. «vox populi», se halla cargado, como palabra impersonal y absoluta, de un va-
sostiene por vínculos oscuros, difíciles de captar, de la misma forma que el derecho se lor religioso positivo: laph~me es en si misma un dios (theós... tis). (Heslodo, Trabajos.
presenta en la conciencia de los pueblos antiguos. A través del vocabulario de las ins- 764.)
tituciones es como se discierne cómo estas nociones de carácter formal evolucionan y En latin, las condiciones de empleo de fas -fas est + infinitivo «existe el fas
se precisan, a medida que la conciencia se refina y luego engendran nociones morales que... »- explican que la palabra (divina) haya proporcionado la designación del dere-
cho (divino).
con las que llegan a veces a identificarse. En la pareja gr. Ihésphatos: alhésphatos. «limitado (por el destiño): «ilimitado», el ad-
jetivo verbal de phemi, -phatos refleja bien el valor especifico que se le ha reconocido a
la ralz .. bhii-.

Las expresiones del derecho consideradas hasta aquí se refieren todas al derecho
humano, que regula las relaciones sociales en general y que interviene entre grupos
definidos en el seno de la familia o de familia a familia.

Pero hay, al menos en una lengua indoeuropera, en latín, un término específico que
designa el derecho divino: es elfas, distinto del ius. La relación de estos dos términos
plantea un problema que ante todo es un problema de sentido. Esta oposición ms,' fas
no parece poder proyectarse directamente en la prehistoria indoeuropea. Sin embar-
go, podemos ver si el latín la ha creado verdaderamente.
No puede afirmarse que esta oposición haya existido al menos en itálico. Sabemos
además tan pocas cosas de los dialectos itálicos que no podemos sacar un argumento
de su silencio: sólo el umbro está atestiguado en un texto continuo. Pero este ritual de
estilo formulario no muestra, ni con mucho, todo el vocabulario: hay, desde luego,
nociones capitales en umbro que se nos escapan.
En latín por tanto, puesto que tenemos que limitarnos a esta lengua, tenemos ius:
fas, y esta oposición se refleja en sus derivados iustus: fastus, así como en las expre-
siones paralelas ius est: fas es', «está permitido por la ley humana, por la ley divina»,
respectivamente. Desde el punto de vista morfológico, fas es un sustantivo neutro in-
declinable; es un tema en -s, de la misma formación que ius. Pero para ir más allá,

316 317
hay que indagar en la etimología. Algunos autores han pensado quejas debía relacio- Con fas, hay que tener en cuenta también su contrario nefas, «pecado contra la
narse quizá con el grupo de palabras representadas por ftnum, «templo», a causa del religión», que comporta la negación neo, más antigua que non. Porque nejas en reali-
valor religioso que esta comparación confirmaría parafas. dad ha salido de la expresión ne fas est, donde hay que entender ne- como una nega-
Desde luego, hay que dejar a un lado esta interpretación, por varias razones for- ción de frase y no como un prefijo: el prefijo negativo no es ne- en general, sino in-o
males: ftnum proviene de un antiguo *fasnom, con a breve; el alargamiento, de ca- Gracias también a un giro sintáctico, COn la negación reforzada nec, debe explicarse
rácter secundario, es normal cuando el grupo -asn- se reduce a -ano. A su vez, negotium, salido de la expresión: nee otium est (cfr. I parte, pp. 90 Yss.).
*fasnom se apoya en *dhas-nom, que con otro grado radical se vincula al nombre del La formación de fas es la de las antiguas palabras neutras e indeclinables: ius,
«templo», conocido en osco y en umbro: osco fíísna, umbro jesna. Tenemos, por mos, dotadas secundariamente estas últimas de una flexión.
tanto, la alternancia *fesna (asco, umbro)/* fasnom (grado reducido del radical en La relación defas con *for, fari, fatus sum, se encuentra sugerida ya por una for-
latín); y esto, restituido a un nivel lingüístico más antiguo, dará *dhesna/*dhas-nom. ma de este verbo que, debido a su valor religioso, debe ponerse de relieve. Es el parti-
Además, forman parte del mismo grupo en latín fesiae (feriae), «fiestas», y el adjeti- cipio de * for, el neutro fatum, «el destino», a menudo «el mal destino» (cfr. fatalis,
vo festus, «de fiesta, solemne». Es probable que el tema *dhas-/dhes designe algún «fatal»), que desde el principio de la tradición se ha sustantivado y es independiente.
objeto o rito religioso cuyo sentido no podemos determinar; en cualquier caso, deriva El verbo *for mismo es desusado desde la época histórica; apenas si es empleado
de la esfera de lo sagrado. en poesía con el sentido de «hablar». Pero produjo muchos derivados antiguos: fa-
Este *dhes- se encuentra en otra parte: en el plural armenio dik<, «los dioses», eundus, «elocuente, de palabra fácil», fábula, «conversación, pieza dialogada, fábu-
que se apoya en *dhes-es (-kc es el signo de plural), yen los compuestos griegos anti- la, leyenda»; por último, fama, «renombre», sobre todo en buen sentido, de donde
guos thésphatos, thespésios, théskelos, donde thes- responde al * dhes- de dik c• El famosus, «que tiene buen renombre», y su contrario infamis, «que no tiene buen re-
sentido de thes- vincula estos adjetivos poéticos a la noción de lo divino: thésphatos, nombre, de mal renombre». Detrás de cada uno de ellos hay una larga serie de deriva-
«fijado por un decreto divino»; thespésios, «maravilloso», aplicado al canto de las si- dos (así de fabula: fabulari, jabulatio, etc.). Este verbo latino corresponde al griego
renas, enunciado de origen divino; théskelos de formación menos clara, «prodigio- phemi, pháto, cuya flexión es en parte activa y en parte media; luego pMme, «re-
so», quizá «divino». nombre»; phimis, que tiene aproximadamente el mismo sentido: «rumor, conver-
Por último, es muy posible -y es ésta una hipótesis elaborada hace mucho tiem- saci6n, ruidos», y también phátis. Esta raíz falta completamente en indoiranio. Está
po- que haya que situar aquí theós, «dios», cuyo prototipo más verosímil sería restringida a la parte central del dominio indoeuropeo: además del latín y del griego,
*thesos. La existencia del armenio dik<, «dioses», permitida entonces emparejar una el armenio lo atestigua en bay, «palabra», que se apoya en * bati-, que responde exac-
pareja léxica grecoarmenia. tamente al griego phátis, ban, «palabra, cosa) y en el inciso «bay», «dice). Parcial-
¿Estamos autorizados a relacionarla con fas? Consideremos el sentido de jeriae, mente la encontramos en germánico, antiguo inglés boian, «jactarse»; por fin, par-
representante caracterizado de este grupo en latín, y veremos la diferencia. Feriae son cialmente también en eslavo baju, bajati, «contar, pronunciar encantamientos», lue-
las «fiestas», festus significa «feriado». ¿Dónde se situaríafastus? A duras penas po- go, con una sufijación más compleja haliji, «médico, brujo».
dría comprenderse que, si tienen un origen común, dos adjetivos distintos en oto se En el punto de partida de estas formas, los diccionarios etimológicos no plantean
hayan constituido sobre el mismo radical. Además, ¿qué significa fastus? Se llama más que el sentido de «hablan> con algunas especializaciones, por ejemplo, en anti-
díes fastus al día en que le está permitido al tribunal administrar justicia, aquel en que guo eslavo. Pero no se advierte ningún indicio que permita especificar la noci6n de
el pretor tenía derecho a pronunciar los tres verbos que resumen sus actividades: do, «hablar» en la de «derecho divino».
dico, addico. Es lo que dice Macrobio, Sat., 1, 16: Fasti (dies) sunt quibus /icet fari ¿Qué significa aquí «hablan>? ¿De qué manera se determina esta noción entre to-
praetori tria verba solemnia: do, dico, addico. His contrar;; sunt nefasti. Losfasti son das las demás expresiones del «habla»?
los días «laborables» en que ejercen su actividad los magistrados y los ciudadanos. Hay una forma latina que es importante en este aspecto: es el participio presente
Por ese camino fasti dies ha podido llegar a tomar el sentido de «calendario». Así, infans, «el niño de baja edad, aquel que no habla»); Varrón, para explicar la relación
fastus, «día laborable», es exactamente lo contrario de festus, «día feriado». Este he- confatur nos dice (L.L., VI, 52): Fatur is qui primum homo significabilem ore mittU
cho bastaría para echar por tierra la comparación propuesta entre fas y feriae que, uoeem. Ab eo ante quam id faciant, pueri dicuntur infantes; cum id faciant, iam
por lo demás, no ha conseguido el acuerdo unánime. fari... «Habla (fatur) un hombre que por primera vez emite una palabra provista de
Por tanto, hemos de renunciar a ella y buscar ajos otro origen. El que parece im- sentido. Por eso, antes de que puedan hacerlo, los niños se llaman infantes; pero
ponerse ya ha sido propuesto. También tiene a su favor -aunque esto no sea una ga- cuando lo hacen, se dice que ya hablan (íam far;).»
rantía siempre segura, pero debe ser tenida en cuenta -el sentimiento de los antiguos También decimos que un niño «habla» o (<DO habla». Se apunta así a la palabra
que jamás separaron fas defari, *for, «hablar». articulada, al acto del habla como manifestación del lenguaje, como emanación de la
Desde luego no es ésa una explicación evidente que baste con mencionar. Entre la persona humana. Asimismo, a través de sentidos muy diversos, a la vez (conversa-
noción de «hablar» y la del «derecho específicamente divino», tal como son defmidas cióm>, «acción en el teatro», etc., fabula aparece como la «puesta en palabras» en el
en los diccionarios, no se percibe una relación inmediata. Los autores que reproducen sentido que decimos «poner en música»). Se denomina fabula una leyenda, una ac-
esa etimología, desde luego exacta, no tratan de demostrarla. El único medio de justi- ción, un dato cualquiera puesto en palabras. Se asiste a una acción transpuesta a pa-
ficarla será estudiar más de cerca el sentido propio de fari. labras humanas. Relato, fábula o pieza de teatro, sólo se considera la técnica misma
318 319
de esta transposición a palabras. De ahl el que jabula designe lo que no es mú
que palabru, lo Que 00 tiene realidad. As! es como los demis derlval10s de la raiz, de- que. brujo o medico, tiene a su disposición ese poder inspirado de palabra, de encan-
ben lC:t entendidos: facundus. «q,ue tiene el don de la palabra», rnanifmacl6n verbal tamiento, que sabe emplearlo y dirigirlo.
consideraba independ.ientemente del contenido; no que es elocuente, sino que tiene . Ahora podcm~ volver afmo Vemos de qué signincac:i6n general de «habla" e,la
una gran abundancia de palabras a su disposición. En ¡cuna. «reputación, rumor», Impregnada la nOClón: c6mo f,as saca de ella su valor religioso. Pero no vemos toda-
discernimos un nuevo rasgo: el acto de habla no individualizado, impersonal. Cuando vía pc;>r qué fas se aplica especialmente al «derecho». Esle senlido debe resultar de: la
el oilio «hablu, iamfatlU. se tiene en cuenta DO lo Que dice. sino la manifestación de locuCIón en qu: jas. se :ncuen!ra efectivllIllCnte: empicado en Fecha antigua: fas esf,
una facultad impcnolJal, coml1n a todos los seres humanos, el hecho de que sean ca- con la proposiCló? ~tlrntiva; literalmente (<hay Jos, existe el Jus que...•. Con ello se
paces de hablar. Paralelamente, fa,,", es la palabra en tanto que manifestación huma- entcndla la enun:aaCl6n en palabras divinas e imperativas: a través de esla palabra im-
na, impcnonal, colectiva, el rumor, el renombJ'e: «corre el rumor de que... », es un personal se m.amflCSta la voluntad de los dioses, los dioses dicen lo Que c!tí perm.ltido
«ruido» hecho de voces, el habla como pura manifestación sonora, porque estt des- hacer, yes por esta expresión/as ni, «lo que es querido por los dioses» por donde se:
personalizada. Es lo que: significa tambim e:llriego ph6tis. «renombre, rumor», no Uep a la idea de d~recho dMno. •
discurso, ni palabra unida. Enfas no hay nada que indique la naturaleza propia de este derecho; es de su ori-
'11/ g~n, de ~nde la palabra recibe el valor de una enunciaci6n solemne, de una prescrip-
'!' , El mismo sentido brota tambim de phímis. En la I1lada (lO, 207), un penonaje se
l'" dirige a los troyanos para ver si puede enterllr5e de alguna pMmu; se: trata de los «Se eón positIVa: las o n~fa$: y es un atributo del pontífice conocer y codificar la enun-
'"
":: dice», impenonales, no de 1aJ palabras de uno o de otro. En la Odisea et baltante ciacIón divina que autoriza o que prohibe.
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frecuente la menci6n de la dhnOfl phimu, «el rumor del pueblo, la voz popular». Un
personaje no osa hacer tal cosa a causa de la dimow phimis. dc:l qué dirin (6, 273-
274). La palabra no designa el discurso individual.
. Por esta misma razón, aunque en otra esfera, el gr. phimi tiene d sentido de «de-
or si, afirmar, responder positivamente», 011 phimi «decir no, rehusar», ame todo al
hablar de los oriculos o de las colectividades.
Veamos ahora pltlmi. He aquí un ejemplo muy sianif~tivo: Ulises pide a Zeus Sin hallarse particulannente unido ajQtum, el fos deriva de la misma significaci6n
.
1", que confirme que ha querido devolverle a su casa despub de haberle hecho sufrir mu- general, que no es~á. es~ablecida en laUn siquiera. Est~ ya difusa en el conjunto de for-
mas de esta ralz bhQ-, que ya en el vocabulario mdoeuropeo expresaba el poder
l:! ~ cho. «¡Que alguna de las personas que se despierten en la casa me diga unaphJmi y
extrafto, extrabumano, de la palabra, a partir de su primer despertar eu el niño huta
I" que fuera aparezca otra sma! milagrosa de Zeus!» (Od., 20, 100). Ulises espera la
11 phimi como una palabra de caráclcr divino, como manUe:JlaC'ión de la voluntad de las manifestaciones ~.Ice[ivas, no huma.nas a fuerza de ser dcspenonaUzadas, donde:

.,.
lo
,
Zcus, equivalente a una sei\al, y, en efecto, una mujer,la primera, mientras retumba
el trueno, emite una palabra (phlmi) y esta phbni es un sima. un pres8fio para Uli-
se expcc:sa una voz divma.

"I1
ses (versos 100 y 111). Tambim se encuentra en Herodoto (ID, 1.53) phlmi i.CQmpa- •
nado a Ibus, «prodigio!'; en Sóf()(;ks (Ed. Rq, 86, etc.) tenemos 11himl tMén. ••
.'"
•11
"
j"
4tphiml de los diosC!l» para decir «ortculo».
Todo esto est. relacionado: la ph¿mi es una emanaci6n de palabras, como es, en
efecto, un rumor de voces, una reputación, un renombre, como es también una pala- Ahora tenemos que examinar un derivado ¡riego muy importante, pero de sentido
,11 bra de oriculo. Vemos, por fin, por qué esta raiz dephimi, o de ·Jor en latin, indica bastante dificil: el adjetivo verbal -phalos de phimi. Enlra en composición en pafaf-
'h la manifestadón de una palabra divina; siempre porquc es impcnonaI, porque expre- phIllw, «que ha sido enunciado, pronunciado antalkJ. en tiempos remotos», luego en
."
al sa algo confuso, misterioso, como mistcrioro es en la boca de un niño la llepda de tllh-phatos, adjetivo usado en la vieja lengua poética con su contrario u-thhphD1os.
sus primCf1l5 palabras. Se interpreta thésphatos como «enunciado por un dios» (siendo thes· el radical que
&le sentj~_Oe phimi Cltá luminosamente enunciado al HcsIodo, Tra1JI{jo$, 763- podrla explicar el nombre del «dios», fheás), y, por consiguiente, umaravilloso, pro-
764: «La ph~m~ no puede:: pcreoc:r completamente cuando muchas ¡mtes l. repiten; digioso», como epiteto de ciertos fenómenos. Pero, ¿qué significarla entonces
porque en cierta forrna es divina.» He ahi por qué la dlmou phimis tiene tanta im- athlsphatos? Se le da prácticamente el mismo sentido, «prodigioso, maravilloso»; 11-
portancia 't puede hacer dudar a alauien en el momento de emprender algo: es una leralmente, «que incluso un dios no podrla expresar». Esta reducción del adjetivo po-
advertencia divina. Vox populi, uox dd, la «voz» del pueblo tiene algo de divino. sitivo y del adjetivo negativo al mismo sentido se ha realizado o ha sido admitida para
También por C30 eljatlUTl es una enunciación que no tiene fuente pc:nonal, que no cs- explicar emp(c:os que dan la impresión de ser más o menos equivalentes. Pero la inter-
ti Wcionada con un hombre y que extrae de este ociaeD supra-humano alio miste- pretaci6n plantea para ellingUirta un problema extratio: ¿cómo un adjetivo tendcla la
rioro, fatal, decisivo. misma significaci6n en su forma positiva y en su forma negativa?
Por último, el verbo tan común ph4st(li dice más de lo que parece. No ae liene en Ciertamente Ihtsphl1lO$ se dice de hechos inauditos, divillOS, propios de: oráculo:
cuenta suficientemente el valor fuerte de pluui. «se dice, el rumor quiere que»; ph4to se refiere al destino (es el sentido predominante): el neutro plural, td Ihhphlllll indica
debe entenderse literll1mente: «csa palabra emana de él. y no simplemente uf! dice». los decretos divinO$. Pero la expresión thhphatdn e.slí (a ml. a él, etc.) tiene un valor
Este poder de la palabra sacada de su fuente humana, a menudo de origen divino, especifico: marca un acontecimiento fatal; no solamente un acontecimiento por venir,
se convierte ft.cilmente en un poder málico; por eso, en eslavo baliji designa a aquc1 preparado o previsto por los dioses, sino un anuncio de carácter «fatal», la previsi6n
d~ un destino Nmitado por los dioses.
320
321
Así, Ilíada, 5, 64, ov "L 6EWY lx 6il1<pOL"OL JíL8TJ, «no sabía que los dioses habían limita- CAPÍTULO 6
do su vida (que iba hacia su muerte»). . .
En Safo, en Píndaro, théspatos se dice de lo que acaba de romper una eXIstencia, EL CENSOR Y LA AUCTORITAS
y no de todo anuncio divino. Daremos, pues, a thésphatos el sentido de: «al que, por
enunciación divina, le ha asignado un límite».
En expresiones como théspatos, palaíphatos (adjetivo), el carácter divino queda
puesto de relieve por el adjetivo verbal. Pero el primer término en théspatos debe
comprenderse no como «dios», sino como «límite».. .'
Consideremos ahora athésphatos. De esta forma negativa podemos mfenr que el
sentido debe ser «al que ningún límite ha sido fijado». He ahí el sentido literal sugeri-
do por el análisis. Veamos ahora los ejemplos. Tenemos athéspha~os ó"'.br~ (11., 3,
4): ¿es la lluvia maravillosa, divina, prodigiosa? En modo alguno, smo mas bien ,«una
lluvia ilimitada, infinita, a la que ningún límite ha sido fijado»; athésphatos thalassa
(Od., 7, 273): la idea es la misma con una amplificación poética: athésphatoi bóes Sumario. Si el magistrado romano cuyas funciones son lo más específicamente nor-
(Od., 20, 211) no son bueyes maravillosos, sino en número ilimitado; lo mismo ocurre mativas se llama c:ensor,. si los senadores que incluye en la lista expresan solemnemente
su opinión autorizada diciendo «c:enseo",~> -es que la raíz L-e. ·kens-- significa pro-
con Sitos (Od., 13, 244), que designa una cantidad ilimitada de trigo.
piamenLe «afirmar con autoridad una verdad (que hace ley)>>.
En la Odisea Alcinoo invita a su huésped (que es Ulises) a hablar, a contar sus Esta autoridad -Qllc:torilas- de la que hay que estar investido para que la palabra
aventuras: que a~roveche la noche: «Tenemos toda la noche ante nosotros, sin límite que se profiere tenga fuerza de ley, no es, como se ha dicho, el poder de hacer crecer
(athésphatos). (Od., 11, 373). Puede verificarse este sentido en la Teogonía de: Hesío- (aligere), sino la fuerza (ser. oja~), divina en su principio (cfr. augur), de «hacer existir»,
do (830), en un empleo interesante y mal interpretado en general. Es el pasaje s~bre
Tifeo, hijo de la Tierra, un monstruo de cuyos hombros salen cien cabezas de serpien-
te, y de todas esas cabezas terribles salen voces emitiendo una palabra variada Hemos constatado una relación frecuente entre términos que sirven para calificar
(pantoíen), athésphaton: tan pronto era un sonido que s?lo los di?ses compre~~en, instituciones y verbos que marcan, de una manera o de otra, la noción de «decir».
tan pronto la voz de un toro, como la de un león, como gntos parecidos a los de Jove- Del acto de habla al derecho, a la regla, haya menudo, de la misma manera que orga-
nes perros, como un silbido. nizan ciertas funciones sociales, una estrecha relación. En particular, hay institucio-
Ahora bien, en este pasaje pantofen es completado por athésphaton. Hay Que en- nes políticas que a veces se denominan por una especificación de la noción de «habla»
tender en realidad: «de toda especie (de toda naturaleza) y en número ilimitado», en el sentido de «autoridad». De este modo, la diversidad de la noción de «habla» se
Tenemos un segundo ejemplo en Hesíodo. Trab., 662, donde el poeta dice de sí aclara mediante el estudio de palabras que se vinculan a ella. Se verá que el léxico del
mismo: «las Musas me han enseñado a cantar este canto athésphatom>. El contexto habla procede de varios orígenes y afecta a esferas semánticas muy diferentes. El
nos guía: «voy a cantar el mar, los navíos, la navegación, las leyes del mar, aunque trabajo de comparación es instructivo para determinar el punto de partida de térmi-
no entiendo nada de navegación ni de navíos. Nunca aún me he embarcado en el vas- nos que significan «decir», que se han convertido en términos de institución y nom-
to mar». Mucha audacia necesita el poeta para dar consejos cuando no tiene ninguna bres de autoridad.
experiencia. «No por ello dejaré de decirte los designios de Zeus, porque las Musas He aquí un nuevo ejemplo, propio del italocéltico y del indoiranio, una de esas
me han enseñado a cantar un canto para el que no hay límite, prácticamente cualquier palabras que aclaran las relaciones dialectales y atestiguan supervivencias de carácter
canto»; cfr. pantofen. Por eso, sin conocer nada del mar, me atrevo incluso a cantar cultural: latín censeo, censor, census.
a la navegación. Esta interpretación es la que el análisis mismo del término sugiere: El censor es un magistrado, pero el verbo censeo no significa nada más que «esti-
«sin límites fijados» para athésphatos, «al que ningún límite le está asignado» para mar, juzgar, enunciar una opinión»; mientras que el census es una operación técnica:
thésphatos. estimación de la fortuna y clasificación de los ciudadanos. El verbo mismo es conoci-
En conclusión, en los compuestos en -phatos aparece la idea de una enunciación do fuera del latín, en una lengua itálica: en osco tenemos el infinitivo censaum, «cen-
que es divina por su carácter y su autoridad. No puede desearse prueba más nítida de sere», y también un sustantivo kenzstur, ken'{Sur, «censor», probablemente imitado
la significación propia, profunda, del verbo phémi, y hay que insistir t~nt~ más en del latín. Por otra parte, el tema correspondiente en indoiranio presenta un desarrollo
ello cuanto que phémi se ha difundido ampliamente en los empleos ordmanos de la considerable de formas verbales y nominales, con una diferencia de sentido bastante
conversación y se ha triviliarizado, por eso mismo, hasta el punto de emplearse para marcada: es la raíz del sánscrito sams-, «alabar, pronunciar el elogio de», y del abs-
cualquier enunciación humana. Hay que ascender de este empleo ;ri~ial a\ se~tido ~.e­ tracto sosti, «alabanza, elogio, recitación de himnos». Paralelamente al sánscrito
jor conservado por el adjetivo verbal y términos tales como pheme, phemls, phatts. sáms, tenemos en iranio: 1) avéstico sar¡h-, «enunciar solemnemente, pronunciar», 2)
antiguo-persa Oanh- y Oah-, que comúnmente se traduce por «proclamar». De este
modo, se reconstruye un tema verbal indoeuropeo ce kens-, cuyo sentido, según todos
los diccionarios, seria «proclamar solemnemente».

322 323
2) Darío enumera a sus antepasados hasta el epónimo Haxaman~ (Aquemenes),
Sin embargo, el sentido muy preciso de los términos latinos com~uerda mal con y dice: por esto «nosotros nos llamamos (8ahyamahiy) Aqueménidas».
una definición tan vaga, que por lo demás también convendría por Igual a algunos 3) Daría elogia la sumisión de los pueblos que han permanecido fieles a él y la
otros verbos. El magistrado llamado censor tiene en principio por papel censar a ~os firmeza de su poder: «todo 10 que por mí les era ordenado, prescrito (aOahiya), ellos
ciudadanos. Es el census, el «censo», el que da a la designación de censor toda su sIg- lo han hecho, bien de día, bien de noche».
nificación. Evaluar la fortuna privada y asignar a cada uno un rango determinado: 4) Darío llega al mago Gaumita, el falso Smerdis de Herodoto. Este mago asu-
esta función jerarquizante debe derivar de un sentido ya especializad~ de la raíz. . mió falsamente la realeza engañando a sus súbditos. Era muy temido a raíz de las ma-
El censor se ocupa del reclutamiento del senado (/ectio senatus); tiene por tarea VI- sacres que había ordenado, y «nadie osaba decir (Oastanaiy) nada contra él».
gilar las costumbres, reprimir los excesos de cualquier naturaleza: tanto inf~acciones a S) Luego viene la enumeración de todos los rebeldes que han usurpado la autori-
las reglas morales como al lujo desordenado; de ahí censura,. con su sentido mor~l. dad real. Todos y cada uno son evocados en los mismos términos: «tal se rebeló; to-
Por último, se encarga de adjudicar el arrendamiento de los lIDpuestos, los tr~ba)os mó el poder diciendo (aOaha): soy tal, único rey legítimo».
públicos, y regular las relaciones entre los adjudicatarios y el Estado. Estas dlvers~s 6) Al final de la inscripción, después del relato de su ascensión al trono y la ex-
funciones se unen a aquella que es la función esencial del censor: el «censo», la clasi- posición de su política, Daría se dirige al futuro lector: «Si lees esta inscripción, y la
ficación de los ciudadarlOs. haces leer a otros y dices (Oahy) lo que contiene, Ahura Mazda te protegerá y tu des-
El verbo censeo es empleado en una fórmula citada a menudo (Tito Livio, 1, 32, cendencia será larga. Si ocultad el contenido de esta inscripción, Ahura Mazda te he-
11-12). En el procedimiento de declaración de guerra establecido por Numa, el ~ex rirá y no tendrás descendencia.»
consultaba a cada uno de los padres del senado: die quid censes; y el otro respondla: 7) Por último, en una inscripción llamada «Testamento de Darío», el rey enuncia
puro pioque due//o quaerendas (sobreentendido: res) censeo. «Soy de la opinión ,de la regla que sigue respecto a lo que un hombre dice (()Q(iy) contra otro hombre.
que debemos obtener lo que se nos debe mediante una guerra santa.» Co~ esta for- Hemos recorrido toda la gama de formas y de empleos del verbo. Para una lectura
mula, el Padre se pronunciaba en favor de la guerra, señalando su necesidad. Este curiosa puede uno desde luego contentarse, según los pasajes, con equivalentes como
verbo enunciaba la regla fijada por los senatusconsulta. «decir, enunciar, prescribir», además de «llamarse».
En estos ejemplos podríamos contentamos con traducir censeo por ~<juzgar, pen- Pero hay que tratar de precisar más el sentido. El empleo más frecuente, 1) no es
sar, estimar». Pero los sustantivos de la misma raíz censor y census eXigen un valor el más instructivo. Esta fórmula recibirá alguna luz de otros empleos. Tomemos, por
más preciso, que debe reflejar el sentido propio de la raíz indoeuropea. . ejemplo, 4): Nadie osaba «decir» nada contra Gaumata, porque se le temía. Hay otro
A precisar este sentido se ha dedicado Dumézil 1• Ha sociologi~do la noción ~e verbo par «decir» en antiguo persa (gaub-). Aquí se trata de «decir la verdad» (mu-
sams- es una definición que, válida para el indoeuropeo, contendna ya en potencia chas gentes sabían la identidad del usurpador; y Gaumata había hecho matar a nume-
el censo romano: «El sentido técnico de censor y census no debe ser un sentido segun- rosas personas, por miedo a ser reconocido); «decir» aquí es analíticamente «decir lo
do sino conservar por el contrario lo esencial del sentido primero. En origen, hay que que era en realidad». Asimismo, en 5): los jefes rebeldes se titulaban falsamente re-
po~er sin duda una concepción político-religiosa como la siguiente: situar (un hombre yes. Ellos «decían» (falazmente): sin embargo, pretendían decir la verdad, y su afir-
o un acto o una opinión, etc.) en su exacto lugar jerárquico, con todas las consecuen- mación emanaba de la autoridad.
cias prácticas de esta situación, y ello mediar1te una justa estimación pública, median- Luego, 6): si das a conocer esta proclama al pueblo, si «dices» (lo que ella contie-
te un elogio o una censura solemne» (p. 188). . . . . ne), es decir, si tú enuncias su contenido auténtico.
En contraste con la traducción ordinaria, tenemos aquí una defmlclón muy preci- En el 7): lo que un hombre «dice» contra otro, esta palabra se da por verdad; pue-
sa, que terminaría refiriendo a la época de la comunidad indoeuropea el sentid~ del de entrañar persecuciones judiciales.
latin census, censor. Nos parece que esta definición, si se la propone como mdo- Volvamos ahora al empleo 2): después de haber enumerado a sus antepasados has-
europea, incluye elementos demasiado estrechamente calcados sobre el sentido de las ta el epónimo HaxilmaniS (Aquemenes), Darío concluye: «He aquí por qué nos llama-
palabras latinas. mos Aqueménidas»; he ahí un dicho de legitimación dinástica; enunciamos como
Por el estudio de otras palabras de la misma raíz, sobre todo en iranio, llegamos a nuestra condición verdadera y auténtica la de ser Aqueménidas.
una visión algo diferente, que da mejor cuenta de las diferentes acepciones. Será útil Evoquemos, por último, el empleo más trivial, el que introduce cada desarrollo
analizar el testimonio del antiguo-persa. del texto. El rey Oatiy; él «proclama» lo que es: Darío quiere establecer la verdad,
1) En las inscripciones, el rey emplea el verbo correspondie~t~ ~l sánscrito s.ams-, tanto en la realidad de los hechos que refiere como en la realidad. de los deberes ha-
latin cens-, bajo la forma de la tercera persona del presente OatlYl para_e~~nc~ar su cia Ahura Mazda, y hacia el rey; a la vez, verdad de hecho y verdad normativa.
propio discurso. Introduce cada sección del texto mediante la fórmula ()iJtlY' daraya- Así, al término de esta revisión, llegamos a una definición del verbo que sería
vahuS xsayaOiya (así habla [proclama, enuncia] Daría rey). Sigue un desarrollo de aproximadamente ésta: «afirmar con autoridad como verdad; decir lo que es confor-
longitud variable, luego la fórmula se repite para introducir otra fras,e,. y así hasta el me con la naturaleza de las cosas; enunciar la norma de conducta». El que «habla»
final del texto. Este formulario es usado durante toda la época aquemernda. así está en posición soberana; al declarar lo que es, lo fija; enuncia solemnemente 10
que se impone, la verdad del hecho o del deber.
1 En su libro Servíus el fa Forlurre. Essai sur la fonction social de Louange el de Blli.mc el sur les élé-
Ése es el testimonio que nos aporta una de las lenguas indoeuropeas, el iranio anti-
ments indo-curopéens du cens romain, París, 1943.
325
324
gua. El antiguo persa queda confirmado por los empleos del saT/h- avéstico, mientras asigna a augeo. Una amplia porción del sentidoi de augeo permanece aún en la som-
que el desarrollo se ha orientado en védico hacia la enunciación elogiosa: sams-, bra, y es precisamente la porción esencial, aquella de la que proceden las determina-
«proclamar, alabar». ciones especiales que han terminado por escindirse en unidades distintas.
Ahora podemos volver a eenseo. Nuestra definición da cuenta de la especializa- Se sigue traduciendo augeo por «aumentam; es exacto en la lengua clásica, pero
ción que eenseo, eensus, censor recibieron en las instituciones romanas. En tanto que no al principio de la tradición. Para nosotros, «aumentar» equivale a «incrementar,
especifica con autoridad una verdad de hecho, el censor pronuncia la situación de ca- hacer mayor algo que ya existe». Ahí está la diferencia, no percibida, con augeo. En
da uno y su rango en la sociedad: ahí está el eensus, estimación jerarquizante de las sus empleos más antiguos, augeo indica no el hecho de incrementar lo que existe, sino
condiciones y de las fortunas; más generalmente, eenseo es «estimar» todas las cosas el acto de producir fuera de su propio seno; acto creador que hace surgir algo de un
en su justo valor, por tanto, «aprecian> en los dos sentidos de la palabra. Para hacer- medio nutricio y que es privilegio de los dioses o de las grandes fuerzas naturales, no
lo, necesita la autoridad requerida; de ahi el quid censes?, la cuestión ritualmente de los hombres. Lucrecio valoriza a menudo este verbo cuando vuelve a trazar la gé-
planteada por el rey a los senadores. nesis de los seres en el ritmo universal de los nacimientos y de las muertes: quodeum-
que alias ex se res auget alitque, «todo cuerpo que hace nacer de sí y alimenta otras
... cosas» (V, 322); morigera ad fruges augendas atque animantis, «dócil para hacer na-
... ... cer las plantas y los seres» (V, 80). Y en las fórmulas de plegarias arcaicas, los Roma-
nos designan también por augere el beneficio que esperan de los dioses de «promo-
Hay una noción complementaria de censor, que se encuentra constantemente aso- ver» todas sus empresas: Diui diuaeque, ... uos preeor quaesoque uti quae in meo im-
ciada en los empleos latinos, y que nuestra definición implica: es la de «autoridad», perio gesta sun/, geruntur, postque gerentur, ... ea uos omnia bene iuue/is, bonis
eenseo es empleado muy a menudo con auetor y auetoritas. auetibus auxitis (Liv. 29,27).
¿Qué significan estas palabras, cuál es su fundamento etimológico? Es evidente Este sentido es lo que atestigua el nombre de agente aue/or. Se califica de auctor,
que aue/or es el nombre de agente de augeo, ordinariamente traducido por «acrecen- en todos los dominios, a aquel que «promueve», que toma una iniciativa, que es el
tar, aumentar». A augeo corresponden el presente griego auxáno, y, por otra parte, la primero en producir alguna actividad, aquel que funda, aquel que garantiza y, final-
forma alternante'" weg- al. waehsen. Bajo las dos formas correlativas de esta alter- mente, al «autor». La noción de auetor se diversifica en muchas acepciones particula-
nancia, el tema indoeuropeo significa «aumentar». Pero los correspondientes indoira- res, pero se une claramente al sentido primero de augeo, «hacer salir, promover». Por
nios son solamente nominales; scr. oja~, neutro en -s, «fuerza, poder»; en avéstico ahí el abstracto auetoritas abarca su valor pleno: es el acto de producción, o la cali-
aogar-, aoJah-, «fuerza», y el adjetivo scr. ugra-, av. ugra-, «fuerte». dad que reviste el alto magistrado, o la validez de un testimonio o el poder de iniciati-
En latín mismo, al lado de auetor tenemos un antiguo neutro masculinizado, va, etc., cada vez en relación con una de las funciones semánticas de auetor.
augur, el nombre del «agur», con su derivadoi augus/us, que forman un grupo dis- A augeo se une, según acuerdo unánime, el término religioso augur. Ésa era la
sensación de los latinos. Augur sería un antiguo neutro que habría designado primero
tinto. la «promoción», otorgada por los dioses a una empresa y manifestada por un presa-
Ya vemos la doble importancia de este grupo de palabras. Pertenecen a la esfe-
gio. Esto confirma que la acción de augere es de origen divino. De "'augus, doblete de
ra religiosa y se escinden en varios subgrupos: el de augeo, el de auetor, el de augur.
augur, se ha sacado el adjetivo augustus, literalmente, «provisto de ... augus, es de-
Querríamos saber cómo es que la noción de «autoridad» ha nacido en una raíz que
cir, dotado de ese acrecentamiento divino».
significa simplemente «aumentar, acrecen>. Desde fecha antigua, todo este conjunto se dislocó en cinco grupos independien-
Pero a pesar de que traducen asi el verbo, nuestros diccionarios dan aue/or como
tes: 1) augeo con augmen, augmentum, aue/us; 2), auetor con aue/oritas, auetoro; 3)
«aquel que hace brotar, el autor». augur con augurium, auguro,' 4) augus/us, titulo convertido en nombre propio y que
Esta definición parece extraña y en cualquier caso insuficiente. El sentido tan pro- produce entonces augustalis, augusleum, etc.; auxilium con auxilior, auxiJiaris.
fundo de auetor sería referido simplemente al de «acrecentar». Pero apenas es satis- El sentido primero de augeo se encuentra nuevamente por medio de auetor en aue-
factorio. La noción de auetor, la de su abstracto aue/oritas, difícilmente se concilian toritas. Toda palabra pronunciada con la autoridad determina un cambio en el mun-
con el sentido de «aumentar», que augeo tiene en efecto y que no se trata de negar. do, crea algo; esta cualidad misteriosa es lo que augeo expresa, el poder que hace sur-
Pero, ¿es el sentido primero del verbo augere? Dejemos augur, que encontraremos gir las plantas, que da existencia a una ley. El que es auetor, el que promueve, sólo
más adelante. El hecho de que en indoiranio la raíz aug- designe la «fuerza», debe lla- ése está dotado de esa cualidad que el indio llama oja~.
mar la atención. Además, scr. ojas, como av. aoJah- y sus derivados, indican particu- Vemos que «aumentar» es un sentido secundario y débil de augeo. Valores oscu-
larmente la «fuerza» de los dioses; el adjetivo av. aoJahvanl-, «dotado de fuerza», es ros y poderosos permanecen en esa auetoritas, ese don, reservado a pocos hombres,
una calificación casi exclusivamente divina. Esto indica ya un poder de una naturale- de hacer surgir algo y -al pie de la letra- de «hacer existir».
za y de una eficacia particulares, un atributo que poseen los dioses. Pero dejemos a
un lado del examen la acepción propia en indoiranio y limitémonos al latín. El pro-
blema, como suele ocurrir, consiste en definir exactamente el sentido propio del tér-
mino primero, de tal suerte que los derivados reciban su explicación. Ahora bien, el
sentido de aue/or en sus diversos empleos no puede derivar del de «aumentar» que se

326 327
CAPITULO 7 cfr. Festw (247, 19): parrle/dl quaulores apellabantu,. qui solebant crear; causa rerum
c~lta¡¡u~ quaenmdorum. ((se llamaba parricidi quaestoccs a los que se nombraba pa·
EL QUAESTOR y LA • PREX ra mvest¡gar sobre crimen capital».
Se observa quc quaero es empleado expresamente e:n la fórmula que explica quaes-
toro Aqui aparece YIl un empleo técnico que invita a Interpretar con más precisi6n cl
¡entido del verbo: debemos partir de: un empleo cspc:cializado de quaero para buSQU'
el valor de quaestor. particularmente en el tftulo de quaestor parricidio
Permltasenos Ilbric aqul un paréntesis respecto a parricidium, parricido. En estos
tlI~imos -!los ~ ha propuesto una serie dc interpretaciones muy diferentes de este t~r­
auno antiqu1suno sobre el que Jos miunos romanos DO tenían opinión precisa.
En primer lu¡ar cstt la etimologia de pari- por pater: a todas Luces ckbe ser recha-
zada. Hoy día muchos comparatistas proponen ver en la primera parte de pari-dda
una palabra. que si¡niflca «hombre» en general. lisa es la tcsill de Wackemagcl', que
~mtlrlo. lAt. qtMm'O, .buIcar. pedin, (di:: donde fIIlIlSIOT, lI_nll). pa1ab~ lIi.a parte de la Idea de que parlcida n un túmlno general que des:ipla al asesino de un
mantiene ~ ¡NB:rN. *¡HU, «COlar, nqo», l1lIa rda.ci6D muy c:med\a J
etlmolol\ll.
que hay qlJlE ~ __ ; en cfed:o. no sólo ClI latín o doI tf:rmin05 J)II"eQ::I\ n:Il1Wldanta
bombl"ej y que en pari- tendriamos UD nombn: del «hombre", desconocido, por otra
en la vkjlI. f6l'mu.bt. dI~ ptI/rr. re fHJ!aX qlN5Oqllb. sino que wobitrl en a1aww parte, en el. vocabulario oceidental, que corresponde al ser. pufWftl, ((hombre». No
ocru II:llIUU dcriv.c1ol de *preJc (U". /rtII1tI, LLA. JondM). f1lCLIbfeo eottllmmtc d hay m~ dificultades formales en esta comparación admitiendo que purJt.ttl $C apo-
ItOtido licI lal. (fIIfIDO. A falta, JlUCI, de dllOI dcdlivlJl C2\ ... ImIUU en qur; lpaJll(:C ye 70 ~. PetO es el sentido mismo del compuesto y su emplco en la le¡wad6n
1610 .fJ"d-, es en IltiR mWuo I10Dde ~ pcn:ibir una dinind6ll: frente • • /Nd., antIgUa de IQIl romanos lo que pone objeciones a esta comparaci6n.
que dai¡~ l. pctM:IOO YCfbal ~, ¡xoaa). el Sl\JPO de fIIIM'O. qllllUt/l$, .Jncdio di::
palr. pMnliu. qllt1r8lio. «n.....ri6n. tOltUfVl, fJ_Ior, .jua. de ~ . '11l~­ En nucstTa opinión conviene conservar la etimologia tradicional de pitri· por el
ceplon> le define poc d r;;arkter no verbal. malenal. l1d medio puato en prictb. pua griego piós (antiguo· póso-); en repetidu ocasiones ha sido justificada '1 aflIDlada
obImer lo qu~ le busca. en último lugar, por L. Gemct 1 que, con ayuda de argumentos juridicos, muestra qu~
hay que atenerse a esta interpcetal:i6n.
En los términos estudiaclos hasta ahora la etimología es la que ¡meralmmtc nos
EL lénnino griego pi6s designa propiamente al «pariente por alianza»; as! en La
ha ayudado a determinar el sentido de que hay que partir. Pero se presentan ta50S en lUada (3. 163), lo vemos asociados a phUos que tiene el sentido pleno estudiado ano
que falta la etlmoJogia.; entonces sólo tenemos empleos consagrados para infor- teriormente). En la Odisea (8, HI Y ss.) Jo vemos empieado con otros términos de
parentesco que lo explicitan: «¿TICOC5 un pids quc ha muerto ante Troya, yemo o
marnos.
Ahora bien, en la serie lQica considerada. en el vocabulario latino en particular, ruego, aquellos que son los mis queridos despu~ de los de nucstra propia sanare y
intervienen ahora dos puJabras: una es el verbo qllaero. otra el nombre de acente de de nUC!ltra raza? .LO bien un campanero amistoso? Porque mis vale tener un compa-
este verbo. qU4eJCor. El sentido del verbo es scnera1; el del derivado. C.!Ipccializa- ñero lleno de sabldurta que un hermano... » Asi piós esti unido por una parte a ,am-
da. Se traduce quaero por «buscar»; el quaestor el un magistrado que tiene ala vez brós, «yernO», y apentherds. «suegro», y, por otra, asociado a hetarros. «campane-
la calidad de juez de instrucción y de guardib del tesoro. En la len¡ua judicial rOlt, o phflos: se trata, por tanto, de alguien con quien ¡e ha contraldo alianza. He
quaero. «buscar, rebuscar, hacer una investigaci6n», tiene por equivalente en ¡riego aqulla catelorla de parentesco que defme piós: es el parentesco de alianza en el inte-
Uleln. No obstante, la traducción admitida para el verbo no da perfectamente cuenta rior de la tribu. Este parentesco impone obligaciones muy precisas, sobre todo en ca-
del sentido que de él resulta para el titulo de quaeslor. so de violencia ha:ha a uno de los miembros.
Adcmú, hay un verbo que en otras lenguas asume el mismo empleo que quaero , Ren,titiI~lOnos al famoso texto de Numa Pompilio sobre el parricidio (Feslus, Joc.
CIt.): SI qUI$ homin.em llberum dolo sciens morU duif. parricidas esto. En este texto,
en Iatin: es el verbo cuya ralZ aparece en lat.precor. ·prex. En latin hay una diferen-
cia entre los verbos quaero y precor, pero en otras partes es, por medio de formas de como en todos los c6diaos )1 rituales de Roma. las palabras deben asumlr su sentido
la ralz correspondiente a precor. como se designa el género de actividad en que csti. pleno. Aquel que mala voluntarlamente, fraudulentamente a un hombre liber de na-
especializado el quueslor. Aqui tenemos, por tanto, uno de esos problemas en que dos cimiento libre, debe ser parr;cfda.s. debe: ser considerado como «asesino de un' paricn~
te por alianza»),
verbos de sentido vecino se han especializado de modo diferente SelÚR las lenguas.
Las condiciones de su empleo son las únicas que, en ausencia de todo tipo de etimolo- Por un lado, como hemos visto, estio las prescripciones del derecho propiamente
¡ta, pueden iaformam05. familiar; del otro, el derecho interfamiliar que regula las relaciones de las diferentes
Consideremos ante todo qUflero en si mismo y en su relaci6n con quaellor. Se Ua- familias entre si. Podria decirse que la th.émis y la diki est6.n implicadas en el contex-
maba propiamente quaulor al magistrado cuyo titulo completo era: quaeslor parrici-
di el aerarl. o m:áI brevemente, qllaeslor parricidio La función del quaes(or como I GnonuJlt VI. 1930, pp.....9 '11'. -K~lfOr Sc:hrjfWfl, 11, 1M2 '16.
r ROllt. PhlfoIl)#/t. 6), 19)7, pp. 1)·29.
guardián de las finanzas del Estado (aerarium) era secundaria respecto a la primera; J I parir, pp. 216 'lIS.

328 329
to semántico de esta prescripción. Vemos que se asimila a un parricida a aquel que más que por «obtener»; en cualquier caso, aquí no se trata de pedir con insistencia,
mata a un hombre liber; la noción de asesinato en el seno de la familia se amplía a la de pedir de forma repetida.
de asesino en el seno de la sociedad misma. El homicida no es castigado por regla ge- Por último, el derivado nominal quaestus, en su empleo ordinario, designa la «ga-
neral como tal en los códigos antiguos. Para ser punible, es preciso que el asesinato nancia» y también el modo de ganarse la vida, el «oficio». Este término está comple-
alcance a un hombre del grupo: en las fronteras del grupo natural se detiene asimismo tamente al margen de la serie jurídica que comienza en questor y que continúa con
la moral. quaestio, «investigación (judicial)>>, y también la «tortura» (de donde quaestiono,
Así, es en el seno del grupo social, considerado aquí como el grupo familiar am- «buscar con la ayuda de la tortura, torturan». Ésa es, aproximadamente, la serie de
pliado a todas sus alianzas, donde se ejerce la actividad del quaestor paricidi. Con los principales términos del grupo semántico de quaero con la variedad de sentidos
ayuda de esta precisión, debemos tratar de precisar el sentido del verbo quaero. El de que ofrecen.
«hacer una investigación» está unido con demasiada evidencia a quaestor y a los deri- Con vistas a obtener más precisiones, hay que pasar ahora al verbo que está aso-
vados de quaestor para ser presentado como sentido primero. Más vale partir de otro ciado a él: precor.
ejemplo que tiene todas las garantias de antigüedad y de autenticidad. Este presente deriva de una raíz perfectamente conocida, ... perk-/'"prek-, amplia-
Se trata de una antigua plegaria (Catón, Agr., 141), una invocación a Mars pater mente representada en dos temas sin diferencia de sentido.
durante la lustración del campamento. Este texto, muy importante por sí mismo, En latín tenemos ... prex, precor, poseo (presente incaactivo de preco), postulo. La
abunda en arcaísmos; nos ha sido conservado en su contenido antiguo. relación de estas formas entre sí sigue estando viva en las conciencias, como lo está la
Encontramos en él una aplicación del sacrificio denominado «su-oue-taurilia», tér- diferencia de sentido que especifica cada uno de estos verbos.
mino cuya formación ya hemos analizado anteriormente 4 y que pone al descubierto Fuera del latín, tenemos: 1) el tema verbal scr. prccha-, «pedir»; iranio prs-
un profundo simbolismo social. Ni el orden ni la naturaleza de los animales es cosa « .. perk-) y fras- ( < . . prek-); a es!. prositi,' lit. prasyti, y 2) un sustantivo, scr.
del azar. Tenemos aquí tres animales simbólicos: el puerco es consagrado a las divini- prat-(vivaka), «juez», literalmente aquel que zanja un pral. El sentido se restringe de
dades de la tierra, a Ceres; es asociado al poder fecundante del suelo; el toro está con- manera instructiva, puesto que prat es la «cuestión» en el sentido jurídico, esto es, el
sagrado tradicionalmente a Júpiter o a Zeus; es el animal de los sacrificios más sagra- proceso; por tanto, el equivalente semántico de la quaestio del quaestor. Al scr. prat
dos y más solemnes, aquellos que tienen por ministros a los sacerdotes de las grandes corresponde también al a.a.a. fraga, «Frage, cuestión», término que no tiene con
divinidades. A menudo, entre los dos, si no de una manera tan constante, el cordero, ...prex otra diferencia que el radical a.
el carnero es el animal de los guerreros. Tenemos aquí exactamente las tres clases so- 3) En otro compartimento semántico, lato procus, es aquel que «pide» en matri-
ciales, representadas por animales simbólicos; es 10 que da la clave del sacrificio de monio, el pretendiente. Este sentido preciso reaparece en el lituano pifsti, «pedir en
lustración. El sacrificio llamado «suouetaurilia» reúne simbólicamente los tres órde- matrimonio» .
nes sociales para someterlos, en esta comunión solemne, a la protección del gran dios 4) Luego, con el morfema de presente -ske- conocido por ellat. posca, el verbo
invocado, Marte; y la totalidad de la sociedad oferente está representada en este sacri- avéstico y persafrasa, «hacer una investigación, preguntar», y también «punir, casti-
ficio. gar»: avam hufrastam aprsam (donde hufrastam contiene el participiofrasta- del mis-
Este simbolismo revela el arcaismo de una plegaria como ésta. Ahora bien, co- mo verbo), «(aquel que me ha desobedecido, dice Daría), le he cuestionado (de la ma-
mienza con esta invocación, Mars pater, te precor quaesoque uti sies uolens propi- nera que sea) bien cuestionado»; lo cual quiere decir: le he castigado severamente.
tius... «Te ruego y te suplico», ¿es un pleonasmo? Algunos se sienten llevados a ta- Por último, a.a.a. forscon, «buscar, hacer una investigación», hablando de un juez.
char a esta lengua religiosa de redundancia: los términos parecen repetidos, incluso Así coinciden en varias lenguas formas particulares y empleos de ... prex- con los de
triplicados, como si se propusieran acumular equivalentes. Pero no es nada de eso. quaero, pero siempre fuera del latín: en sánscrito, iranio, antiguo-alto-alemán.
Examinándolas detalladamente se ve que estas yuxtaposiciones, en realidad, no aso-
cian términos de sentido idéntico o muy cercano; cada una de ellas conserva su senti- Latin ·prex ser. prat-vivaku lat. procus
do pleno, y ésa es la condición para la eficacia de cualquier plegaria.
Lucrecio nos proporciona un segundo ejemplo: prece quaesit (V, 1229), «él pide a.a.a. fraga lal. pifiti
con una plegaria». Ejemplos como éstos, donde ... prex y quaero se unen, son los más
instructivos para nuestro análisis. precor scr. PlCch-
(cfr. scr. prs-. ir. ¡ras)
Por último, y sobre todo, tenemos que preguntarnos cómo se emplea el verbo a. esl. prosit;
quaero y la fórmula frecuentativa quaeso, «pedir con insistencia». Hemos tenido oca- Iil. prasyti
sión de examinar desde otro punto de vista la fórmula que en el viejo derecho romano
consagraba la designación del matrimonio: /iberum(-orum) quaesundum(-orum) poseo a.a.a. forscon
causa (gratia), «para obtener hijos (legítimos)>>'; no se puede traducir de otra manera
ir frQSU

4 1 parte, pp. 21-22. Cuadro sumario de las formas particulares y de los empleos de ·prek-. Las palabras que -cierto, fuera del
, 1 parte, pp. 210 Yss. latin- coinciden en cuanto al sentido con las palabras de la familia de quuero eSlán subrayadas.)

330 331
Sin embargo, en latln mismo hemos visto a los dos verbos asociados hasla el pun- sentaciones: revisten en las sociedades antiguWluna forma precisa, concreta, y que s6-
ID de que sus sitlnlficaciones parc:cen estar estrechamente emparentadas. Ahora pode- lo el vocabulario puede descubrir.
mos ver c6mo coinciden y en qué se diferencian. Se trata, en ambos casos, de formu- Los verbos mismos o allunos derivados conservan todavía para nosotros, O nos
lar esta petición, pero por medios completamente diferentes: precor, • pru. deben ser ofrecen mediante comparación, el testimonio de un semantismc mucho mtLs rico: co-
comparados con el nombre de agente procus. «aquel que pide en matrimonio)), • pru mo, por ejemplo, la distancia entre prot:U! y precor en 1atin, a causa de su precoz es·
ClI la petici6n exclu.rivamente verbal, especialmente dirigida a lO! dioses con vistas a pecializaci6n, Si no conodésemos estos valores, que autorizan a relacionar el latlo
obtener lo que se e6pera de ellos. &e es el rasgo distintivo de prek·, es una petición procus y el lit. pi"ti, DOS seria dificil dar a la rm • pn!k su significación aaela. ver
oral, dirigida a una autoridad superior, y que no comporta más medios que la que· pre.k- designa una actividad puramente: verbal, que no comporta medios ma·
palabra. terialc:& y que consiste en una pc:ticibn genc:raJ dirigida por un inferior a un ruperior.
Respecto a esto, quaero, con los sustantivos derivados quaeslio, y especialmente Por eso, -pnk-. «petición de favor», se .separa de la ra1z -por lo demb no
quaestus. indica un procedimiento diferente: qUllestus. «el medio de ganar,la ganan. atestiguada- que cstt representada por el verbo latino q¡u;¡ero y el nombre: de agente:
cia misma», quaestio, «la ctU:5ti6n-tortura~, y el verbo mismo quaero indican que DO quaestor.
se trata de saber O de obtener mediante petición oral, sino de procurarse por un me-
dio material apropiado.
No es exactamente una infonnaci6n lo que se: solicita o un favor lo que se pide, ai-
no un objeto material, una ventaja sobre todo, pero siempre algo COI1crt:to que est'
considerado como nccc:sa.rio para la vida o la actividad.
Esto se verifica en una expresión como liberum quae.rwrdum causa: tratar de obte·
ner (y no de saber). El quaestus, la quae:stio lo indican tambitn claramente y.se ve in-
cluso en quaerere Jite/lim, «procurarse la subsistencia, ganarK la vida», quarrTf! rem,
«enriquecerse». También Ic:c:mos en Terencio: hufte abdua, ui"cl, quaerere rem (Ad.
482), «1J~atde, c:ncadénalo, ob1.w de tila cosa", es decir, dlrincak la verdad me·
mante: un medio adecuado». Se trata de ganar mediante: un medio natural algo que es
designado vagamente por res. Aqul sólo aJen1a la manera empleada para procurtrse-
lo; no es simplemente pedirlo.
&l, la fórmula precor quaeroque no es CD modo alguno una taulología ni una re-
duplicaci6n relórica. Preror es pedir por medio de la • pra; la peJabra es, en este ca-
so, el intermediario entre quien pide y aquel a quien ése: se: dirige; esta palabra es, por
si misma, el agente eficaz. Pero quaescJ difiere de precor en que implica d empleo de
medios apropiados para esa obtención, como, por ejemplo, el sllCrificio de tres ani-
males y la conjunci6n misma de la f6rmula con las ofrendas.
Para esta reconstrucci6n hemos tenido que utilizar las fonnas de prek-. en otras
lenguas distintas allatin, en particular cn iranio. Más arriba hemos subrayado Que ir.
lras,lrriita adop\Jln el sentido de «castigo», generalmente «tortura».
Ahora podemos volver a nuestro punto de partida que era cl titulo latino de
quaeslor. SstA claro ahora que el quaes/or no está encargado solamente de «hacer
una investigación», su papel es el de quaerere, cl de tratar de procurarse por medios
materiales, en UD asunto criminal, la persona misma del culpable -o (y la palabra se
asocia con quaestus) el dinero dcl tesoro cuyo ingreso y reparto debe asegurar.
Tal es la significación que podemos proponer -a la luz de los empleos del
verbo- del nombre dr agente quaestor. En el ejemplo de Lucrecio, prt!Ce t¡UtHSil, no
hay tampoco tautolog1a: quaerere tiene por régimen pacem. ése el el objeto material
que trata de conscluir; ¿por qu~ medio? Por la • plU, por medio de una petici6n
oral. En otras circunstanciu, eso podrla haberse hecho por otros medios.
De este: modo, constatamos una dualidad de fWlción que transluce un funciona·
miento antJ¡uo. Para nosotros «pedin> es «tratar de obtc:ncr". Esta noción se especi-
nca de varias maneras en los contextOli, pero en latln antiauo se distin,ucn dos rc:pce-
332 3J3
CAPÍTULO 8 da para garantizar la veracidad de la afirmación. No hay correspondencia necesaria
entre los gestos y las diversas expresiones del juramento; en cada ocasión pueden dife-
EL JURAMENTO EN GRECIA rir el rito oral y formulario y las prácticas. Cuando encontramos el juramento enun-
ciado por un término específico, éste puede referirse al modo que adopta la presta-
ción más que al hecho mismo. Si conociéramos siempre las circunstancias en que el
juramento ocurre, podríamos ver, con mayor claridad de la que la vemos, el sentido
propio del término; pero muy a menudo estas condiciones nos son desconocidas, y la
expresión queda oscura.
En germánico tenemos gót. aijJs que se continúa en el conjunto de las lenguas ger-
mánicas; a. isl. ei{)r, a.a.a. eid, a. inglés {¡P, inglés oa/h, y que corresponde exacta-
mente a a. irl. oeth. La correspondencia entre el germánico y el céltico es tan estrecha
que, como para muchos otros términos de cultura, uno puede preguntarse si ha habi-
do préstamo, y en caso afirmativo en qué sentido. Oó1. a;Ps, y a. irl. oeth se remiten
Sumario. El juramento, afirmación solemne puesta bajo la garantia de un poder no a * oilo-, que podemos interpretar como una forma derivada de la raíz «in>, por tan-
humano encargado de castigar al perjuro no tiene, como tampoco la noción de «jurar», to' «la marcha»; la dificultad estriba en ver la relación de «marcha» con
expresión indoeuropea común. Las lenguas se dan expresiones conformes con las moda-
«juramento». Puede pensarse, con el historiador K. van Amira, que esta «marcha»
lidades particulares que reviste la ordalla anticipada que es la prestación de un juramen-
to. En griego, sobre todo, puede captarse en el giro ya homérico hórkon omnúnai, que era el hecho de «ir solemnemente al juramento», cfr. lato in ius ire. Es posible, pero
significa especificamente «prestar juramento», su origen concreto: «coger el hórkos», pueden imaginarse otras interpretaciones, sobre todo al evocar un rito conocido en
objeto cargado de poder maléfico presto a desencadenarse en caso de incumplimiento del varias civilizaciones anteriores. La prestación de juramento daba lugar a un sacrificio:
juramento. La vieja fórmula sacramental isto Zeús... es una apelación a {as divinidades se cortaba en dos un animal; luego, aquel o aquellos que juraban debían pasar entre
como testigos oculares Y,. por tanto, jueces irrecusables (cfr. lato iudex arbiter).
Lat. sacramentum, «juramento», quizá el hitita lingüis (¿cfr. gr. élenkhos?) subrayan
las dos mitades del animal sacrificado. Este rito ya está atestiguado en hitita. Se en-
el aspecto de maldición potencial que define especificamente la afirmación sacramental. cuentra una supervivencia en Lituania en el siglo XIV. Al término de un juramento
prestado en 1351 por el gran duque de Lituania ante el rey de Hungría, el jurante pa-
saba entre las dos partes de un buey sacrificado enunciando que tal sería su suerte si
De las expresiones religiosas en que la palabra tiene una virtud y procedimientos no cumplía su promesa, sic sibi contingi si promissa non servaret. No obstante, como
propios, ninguna hay más solemne que la del juramento y ninguna parecería más ne- este rito no está atestiguado en el mundo germánico, semejante interpretación de
cesaria a la vida social. Sin embargo, y el hecho es notable, en vano buscaríamos una * oilo sigue siendo hipotética.
expresión común. No hay término indoeuropeo del que pueda decirse que se encuen- En germánico, como en muchas otras lenguas, pero no en todas, el verbo y el
tra en todas las lenguas y que se refiere con propiedad a esta noción. Cada lengua tie- nombre son diferentes. No se dice «jurar un juramento». El verbo es el gótico swaran
ne aquí su expresión propia y, en la mayoría, los términos empleados carecen de eti- (al. schwOren, inglés swear) que traduce el griego 0ILÓcrCXL; ujarswaran es un calco de
mología. La oscuridad de los términos parece contrastar con la importancia y la gene- lm-opx&Lv, «perjurar, hacer un falso juramento». Este verbo tiene su correspondiente
ralidad de la institución que sirven para nombrar. Reflexionando sobre ello, se ve la fuera del germánico, en itálico, en el asco sverrunei, dativo singular de la forma no-
razón de esta discordancia entre la extensión de la institución y la escasez de formas minal, que significaría «el orador, el garante». Pero sermo, con el que erróneamente
comunes. Es que el juramento no es una institución autónoma, no es un acto que ten- ha sido relacionado, debe relacionarse con serere. Este mismo verbo germánico da
ga significación en sí y se baste a sí mismo. Es un rito que garantiza y sacraliza una también el islandés svara, «responder», a.a.a. andsvara, «responden> (inglés answer);
afirmación. La intención del juramento es siempre la misma en todas las civilizacio- compárese para la formación el latín re-spondeo, de donde se concluirá que el sentido
nes. Pero la institución puede revestir caracteres diferentes. En efecto, hay dos articu- de swaran es aproximadamente el de spondeo, es decir, «garantizar, responder de al-
laciones que lo caracterizan: go». De este modo, el germánico *swer-, «convertirse en garante», se une bien a la
noción de «juramento», enunciada por el sustantivo que lo acompaña a titulo de com-
1) La naturaleza de la afirmación, que adopta por este hecho una solemnidad es- plemento nominal.
pecial.
2) El poder sacralizante que recibe y solemniza la afirmación. También en griego el verbo ómnumi y el sustantivo h6rkos difieren. El verbo pue-
He aquí dos elementos constantes y necesarios del juramento. Éste adopta dos de significar por sí solo «jurar», pero ninguno de los dos términos tiene otro empleo
formas, según las circunstancias: será juramento de verdad o asertorio cuando se re- que no se relacione con el juramento. Ahora bien, el comparatista sólo encuentra ma-
fiera a hechos en litigio, o será juramento de compromiso o promisorio cuando apoye teria de reconstrucción cuando constata variaciones; aquí el sentido está fijo, inmóvil.
una promesa. Pero la etimología del verbo griego permite algunas inducciones. El radical om- del
Puede definirse el juramento como una ordalía anticipada. El que jura pone en presente óm-numi es susceptible de una comparación que hace mucho tiempo que se
juego algo esencial para él, una posesión material, su parentesco, incluso su propia vi- hizo con el verbo sánscrito amo, de igual sentido, que es antiguo, atestiguado en con-
334 335
diciom:s acguras por textos védieo& y brahminicos. E&te correspondiente es el imico honrar haciendo de ella «el gran h6r'1cos de los dioses•• Por 1:$0, cuando Zcus quiere
que puede aclarar el origen de 6mnumi. En v~co, am- se encuentra unas veces en es- saber cué.l de los dioses ba mentido (Venoi 784 y ss.), envia a Iris lejos para tTae'r «el
tado simple, otras con el prcverbio sam-, como en griego svn-Ól7fnumi frente a ómn&t- gnm h6Tlcas de los diosQ" en un aguamanu. Es el qua famosa que brota, frla, de
mi. Tenemos su imperativo en un relato le¡gendario: un personaje ca invitado a jurar una roca elevada y abrupta, el agua de 1& &tlaia.
que hart. lo que dice; el dios dice: [fam om4W1, «jurar por el¡/tnt (<<tomando ~ ga- Como se ve, el agua de la Estigia constituye por si misma el h6rlcos de }os dioses,
rante el (fa») -el personaje {tumi Qmil, «jur6 por el (Oto--. En el Sitapalha-Brihma- es unll materia in'Utida de poder maléfico.
na: etad dha d~viJh... samamire, «y esto los dioses lo juraron conjuntamente... se lo Hay, ademu, otrOl tipos de hórkw: Aquiles quiere ~ al Atrida una promesa
juraron unos a ~»; y también, samamyate, «él se compromete respecto 11 otro por solemne: le da su cetro, garante de las thlmlsta de Zeu.s. Y aftade: «cste cetro sua
una cierta duración». pllra ti mégos hórkos» (D., 1,239).
Al mismo úempo que la especificidad del empleo, [enemas la oportunidad de [e- Esto no es una mllDera de hablllI'; la interpretaci6n literal lleva a identificar el hór~
Der la significación propía: Qm· quiere decír propiamen[e «coger, agarrar», con o sin kos con un objeto: sustancia sagrada, bastón de mando, lo esencial es siempre el ob·
preverbio; (am abhyomiti Varu"a~ equivale con un verbo diferente a: /11~ grhnil(i jeto mismo y no el acto de enunciaci6n. Desde ahora se percibe una posibilidlld de
Yorunah «Varuna le cogió». Aquel que es «cogido, agarrado» por un acceso de en- poner de acuerdo, en su si¡nificación primitiva, el verbo y el sustantivo: igual que
f~d es denominado abhyirUa. participio del mismo verbo om·. He ahl, pues, 6mnumi remite a un sentido prehirt6rico de «coaer fuertemente-., así h6rkos. induao
una indicaci6n preciosa para 111 prehist.oria de la nocl6n: hay que partir del sentido de en ¡rielO, lleva la huella de una configuración matcrial. De abI la opresión .coger el
«coger». Aunque en griego no quede ninguna huella, CS[& idea deberé. integrarse en h6rko.f'lt: objeto o materia, este h6rkos es el objeto maalizante, llQ.uel que contiene
una explicación total de la exprea:i6n. Porque podemos justificarla indirc:cr:am.ente. un poder que castiga cualquier inOJD1plimiento de la palabra dada.
Cuando Hypnos hace jurar 11 Hera que le dart por mujer a una de las jóvenes Gra- As{ es como los griego.s ima¡inaron la personificac:iÓD de hórkm: es siniestlll. 0-
cias Pa5Íthé~ le pide un juramento solemne: «JUramelo por et agua inviolable de la temos también a Hes10d.0: «Horkas que es la peor de las pla¡as para cualquier hom·
&~, (oCllfldo con una mano el suelo nutricio, con la otra el mar rcaplandcckute, bre terrestre que 1ul)'v vlo1l1do Q _biendas su}lUTlmen/o» (Ttog., 2Jl~232); cfr. Tru-
para que nos sean m:tigos tOOollos dioses de abajo Que rodean a Cronos~ (11., 14.271). bajw, 804, donde se dice que Hartos no ha sido dado a la luz más que para iCr el
Consideremos ahora hórkas, complemento normal del verbo en la expresión hÓT- azote de 105 perjuros. Va parejo con las SCD.tencias tortuosas (Ibid.• 219).
kon om6sai. El sentido de h6rkos no muestra ninguna variación. En la lengua poética La imaginación mitica DO hace sino personalizar 1& noción ineluida en el sentido
desde Homero hórkos con ómnumi es la expresi6n pura y símple del «juramento». mismo de la palabra, al imaginar a Horkos como una fuerza destructora, que se de~
Selialemos ade'mlits el derivado importante ep(orkos. (perjurOl>, y epiorkein, «perju- sencadena en C8110 de incumplimiento, porque el sustantivo h6,Jcos designa una sus-
rar», [érmino que exige un examen distinto. tancia cargada de maleficios, poder divino, autónomo, que casdaa el perjurio.
No disponemOl!l de apoyo etimológico para explicar hórlcos. Todo 10 m"s tenemo.s Detr&1 de esta concepción se adivina la idea presente en otras denominaciones del
una comparad6n formada por los antiguos y luego recogido entre hórkos. «juramen- «juraJDentolt. En latin, .demú de jllS iurandum estudiado m~ arriba, el tmnino SQ-
to,., y hlrkos, «barTcnJt. En apariencia hay ahl UIlA variación de lipa conocido y sa- ctTIJ1Jm(um (de donde el francéssument üuramentoD implica 111 noci6n de convertir
tisfactorio' como hbkos ca un neutro, la alternancia seria hkkes-Ihórkf>-. Pero el en meer. Se asocia al juramento la cualidad de Mgrado, la más temible que puede
sentido de'hbJeos CI exclurivameote: «barrera, muraUa~; se conoce III fórmula hombi- afcttar al hombre: el «juramento» aparece aqm como noa operaci6n consistente en
ca hlrkos od6n.1On, «1a barrera de los dientes". Habria. que imaginar, por lanto, que, hacer sat%T, condicionalmente. Rccordcm05 que el hombre declarado Sflar pod1a ser
con una variación del vocalismo radical, «juramento. podria relacionarse con «barre- muerto por cualquiera.
ra,.. Sea la forma en que se presente esta relación, no hay nada en las ideas griegas BIta «COD58.IftlCi6n1t se encuentra en el término d.n5crito Jopatha, «juBmento~,
que favorC'lQl CIta intt:rprctaei6n, que sigue siendo poco &8.tisfactona. No por ello de- dcrivlldo de ~. «maldecir» '1 también en eslavo, a. eslavo kl,li, oanaldeciD, pero
bemos renuncíar a aclarar algo d. senlido en el seno del griego. sr.
Icl,ti «jurar», como el Tmo kljast, «maldecir» y klajo.rl'sjrl, «juran. La Cl(presión
En la lengua homérica hórlcos designa toda especie de juramentos: aquet que descubre la fenomenolo¡;ia del juramento. El que jura se consagra a la maldición en
garantiza que uno va. a hacer un pacto -o bien aquel que sostiene una afirmaci6n re- caso de perjurio, y solemniza su acto tocando el objeto o la sustancia investida de ese
lativa al pasado, el juramento judicial-. El senlido de hórkos no depende, por tanto, terrible poder.
de las modalidades del juramento. Abara hay que verificar la validez de esta interpretación para el compuesto de
Pero el importante subrayar que el hórkos homérico no es un acto de palabra. hÓl'kos que dc&ilDa al «perjurolt. ep(o,xw, Urmino tan dificil en su aparente claridad
Leamos la fórmula del «gran jwamcnto» de k>s dioses: «Que sean ce.'Iogos lJ. TIerra Y que.tm es objeto de discusión.
el vasto Oda encima. '1 el agua de la E&tigia. que dcscícnde (a los Inflemos), que es el La pa1abn. entra en dos construcciones difCf"COtcs, la mú antigua con el atributo
mayoc y mis [em.ible juramento para los dioses bienh-cchOl'C:!li» (11., 1', 36 y &5.).
en nominativo: eplorkm omnWlai, «jurar como qJlorkOS'1t; el otro es acuativo como
Cfr. Jíunno hombico Q [)emiter. 239: «Que sea testigo el hórkos de los dioses, el régimen: eplorkon omnlÚ/rll. La primera construoc:ión se cncuentta en Hcsiodo, Tra·
agua implacable de la Estigia•. Aqui «hórkos de IWl dioses» está pUCS[O en oposición
bajOl, 804,13 segunda en Homero, por ejemplo, n., 3, 279.
a húdOr, «a¡ua.»: es el agua de la Estigia lo que el el hórkos.
El sentido literal de este túmino compuesto ha sido discutido en mucha¡ ocaslo-
De hecho Hedodo, en la TeogOfÚll. (v. 4OO)haec de Styx una ninfa que Zeus quiso

336
337
OCl. Una intcrpretadóo m:icote el la de Sch.wyz.er '. Para explicar que epi + ltórkDs mente ~ ortc:Wo si puede apropiarle mediante juramento (h6rkOi) de un depósito que
lipifa «hacer un falso juramento., o «perjurar., Schwyzcr ha partido de un verso le ha 1100 confiado Y que quenia no devolver. La Pitia le da esta rtSpUeata mordaz:
de Arquiloco (DiehJ, A1ftho/. Lyr.• 1, 265). «El que era un compd.ero anus, ha pilo- "Desde luego, ~te hay provecho en vencer ui por UD juramento y en
teado con sus pies, ha caminado sobre el juramento,., tax ~bi ep/t' korkfois. apoderane de nquezas. Jura. pues, puesto que la muerte lambién aguarda al que
E¡a 5ma la cxplitacilm literal del compuesto, debido a que epi figura en una ex- Cl;UDple la palabra. Pero hay un hijo del juramento, anónimo, sio mano. ni pies. R,i-
presi(m que fonnula analiticamente la noción. Habria que entender, por tanto, ep[or- pido, lio embalso, penque (al perjuro) hasta que lo coge y destruye toda su deseen-
k03 como ho epi k6rkOoi <bál>. por tanto, «..quel < que camina> sobre el hór- ciencia y toda su casa¡ ~entras que la descendencia de aquel que mantiene su palabra
kos». Pero es fácil ver el faUo de esta arcumentad6n: que el tttmino esencial, el ver- tendri en el futuro mejor suerte (VI, 86). Uase también cómo Etearco hace jurar a
bo bolnb. C5 precisamente el que tllá omitido en el compuesto. Volvemos a encontrar IU huésped qu~ mnscntir~ a ~ IUS peticionCi, y se aprovecha para obJ.ia,arle a dar
la mnatrucci60 nominal de tpl, 9CfO SÜ1 la idea ele «pisotear con los pica»j eso es lo muerte -: fU bija: d otro mdign.aOO del «cnplio del juramento (Ii; ÑJpd.llf loQ /ujr_
que impide que sip.DlOlla interpretac:ión de Scb.wyu:r. kOIl) se libera in.acn1osamcote de sus obligaciones (IV, 1504). Tambim mcclilntc la ICI-
La aplicación de ep(ork~ «pcjurOIt, y del verbo ",ioTbÍII. uperjurant, debe trataee1Da de juramentos falaces (l~i hÓl"tói kai tii Iuzp6tii) AristÓD le apodera de la
partir de la siguiente obscrvllCión: la forma epíorlc03 no puede la" antilua; silo fuera, mujer de: UD a.m.jgo (VI, 62).
esperaríamos ·qma,kos. Se trata. poc tanto, de UD adjetivo (o Ce un verbo se¡ún que El aniliris del compu.e!to ~plork03 se une de CIIe modo 1, .la descripción de las cos-
se ponp uno u otro en primer lusar) que se ha constituido por unión de una locución tumbres: en la CK.prcsiÓD f¡jada tempranamente ptlII «perjuro», se encuentra una ca-
donde ~p[ y h6rkos fi&unt.ban juntos. Esta locuc:ión existe, la encDDtramos en Hesio- pccie de PJ1:M=ba de la prictica abusiva, dolosa. del k6rkm en la vida social de 101 ¡rie-
do (TlYlbajosJ 194), en una descripción de la edad de hierro. En esa edad, dice, nadie gos. ~ úniCO curio.o CI constatar que este raslO sea tan antiguo, puesto que eplor-
se preocupará del bien y del mal, las convenciones más respetables serán violadas: el ko.s. tplOrketn soo lIJados ya en la lliada l.
cobarde daliará al valiente, expresindose con palabras tortuosas, y aftadiri un jura- He aqu[, etimológica y conceptualmente, 11, ioterpretaci6n de lal nociones que se
mento. epi d'h6rkon omeftai•• Vemos aqul.. en el Citado de elementos distint05, los colocan bajo h6rkos y 6mmlmL
miembrOl de UD. compuesto tpi..ork03.· y se ve: cómo producen el !Cntido de Ahora coooccrn05 en hitita el t6rmino para uJUI'1U"»: lin,·, «jWVIt, con el sustanti.
«pajUJ'Olt; es por una relaciÓll implk:ita entre el juramcn10 proferido y la palabra fa- VD i!"pi- (gcni~vo ·iyas), «juramentolt, y el verbo denotativo li"ltlIfU-, «hacer pres-
laz que apoya. La idea es, por tanto, la de a.aadir (epi) un juramento (lrórkos) a una tar J~ento, Juramcn~, sobre todo para la prestaciÓll del juramento militar que
palabra o a una prolDCla que 5C &abe mendaz. Esto queda Q)Dfmnado por un secundo un jefe IDlponc llU6 tropas. Stunevant ha supuesto que el hitita /ing- COITespondía a
ejemplo de HeIlodo (7)vb<Qo<, 212), _ud que ddiber.......'" haco testimoolos .....- ~/enkJJos. ~ bien. &nichos .ignifica «inculpaci6D, prueba sufidcote para 000-
dac:es al prestar un falso juramento, h6s iN ke ma,turliisi hekim qJ(orkos om6&stu~­ vencer a a1JuleD». de donde, en el vocabulario filosófico, «refutación». D=lde ese
setai••• ». En el Himno homérico (J HBme3. el propio Rermes da ejemplo de W1 «gran momento, «jurar» seria en hitita «inculpan, lo cual rcsponder1a bastante bien a la re-
juramento» proferido en apoyo de una aflItnacfón completamente mendaz (versos presentación griega y latina. Uno le inculpa de antemano y condicionalmente al jurar
274 y 383). Ali, el hecho de uaftadir un hórkos» (epI.orkos) supone siempre, explicita- y la inculpación se realiza. en caso de perjurio. '
mente o DO, que el jurante no mantc:ndri IU palabrll, que comm:rt pcrjwio, que La noci6n tiene el mÍimO sentido en la opresión latina stJCr(Jmentu.m. que plantea
sed ~p[OI'kOG. Por refm:ncia impUcita a 1& comunbrc del juramento falaz que debla ~ problema ~ derecho mil que un problema etimológico o filológico. Se conocen
convertirse en hibito -y en provcrbio-, la C%PJ'esiÓD «adI.dir (a su dicho) un jura- diferentes. ~tidos de SflCramentum: la Iqif actio SClCr'ClJMIIti es una forma particular
mento»!lq;ó a significar muy pronto «prCltar unfalso juramento; cometer perjurio». de procedimiento empcftada, dada en prenda, cnlas costumbres arcaicas, ante e1po".
m término eplorko.s nos muestra uf un nu:go de lu costUmbres; revela que se apoya- tifex al hacer una reivindicación. En caso de que la prueba no fuera hecha regular.
ba ftdlmentc con un hórkos una promesa que no iC tenia intención de cumplir o una mente una ¡J«N1. castigaba a quien babia iniciado la aa:i6o. Otra fórmula defIne el.
aflItnaciÓl1 que se sabia falsa. m testimonio de la lengua tim.e curiosamente por fia- juramento militar, que es de una eapccie panicular: C01ISIllibu3 SQCtfI~nto diare
dor -involuntario- a un historiador, el primero de los historiadores ¡ric¡OI, el pro- «mmprometerse ante los cónsules mediante el $tICfflme"lum». •
pio Herodoto. Éste narra un episodio de la lucha entre los medos y los grieJOl. Ha· Socrame"tum ti un derivado no de saaf, rino del verbo denominativo $tICfflre
biendo ordenado a Cho los lacedemonios no dallar ninguna ciudad griega, porque no «declarar sacer», «declarar anatema», a quim. comete tal delito. El SflCrame"tum ~
lo tolc:rarian., élte respondió al hefaldo que le llevaba el mensljc: «No tenco ningón proplamcnte el hecho o el objeto por el que uno anatematiza de antemano Su propia
miedo de esos hombrca: que tienen en medio de su dudad una plaza.efta1ada donde se penan- (lCICrtlIPIenhUn militar) o también la prenda depositada (en el. SQCI'YlmDIfum
m1nen para cngaflarac unos a otros son (falsor) juramentoslt (l, 153): aJJibJ&u omnlÓl- judicial). ~e el momento en. q,ue se ha proo.unciado la palabra formalm.cotc, uno
teI ulIpcitr.i. La expresión que es literalmente: «enptlame unos a otros mediante jD- eati potencialmente en. estado de 1flC.W. Este estado se convierte en efectivo y aip la
ramc:ntos», implica evidentemente que los jurameutOlIOll. mendIM;a:. Aqui yQD.Ol plc-
......... cómo la intalcióo de _ haa: del jlU1llDeDtO WI.O _ _ De dio.
Herodoto ofta:e adrmb mu.cbol otros cjcmplot. Glauco va • prquntar tr&nquiIa-

I l11tkJpmumlM:lrf! FrMdrwrpn. 4'. 1'17. W y 11.

338 339
¡)rcsencia babrla
ier circuM tlD- . Es dificil compre nder que se trate de un teltilO, puesto Que liU
vensan za divina si se transgr ede el compro miso atk¡uiri do. En cualqu
ci&. el procedimiento del compro miso se oroma de la milma manera Y. en derto mo- evl~ado d debate! le ~ ~ un «arb~tcl'H. Para nosotro I, el juez DOmcntcel porque
es (estico ; cata
úlfx
variadO o de sentido PC'Judica el anilisb del puaje. Pero es pcec:isa
do, los ttnnino s permite n pera"bi rlo. atribui ra
:t
es testilO. ocular. el .úniro que zanja el debate . por
te un juicio sin
Jo que
apclac1
se
6n
ha podido
sobre una cuestió n
que ordena n la "/or el sentido de tlqwcn zanja mediaD
Consid eremos ahora las fónnul as, las modali dades particu lares de buena fe,..
y a la que, por rc¡la acnc-
prestac ión. Hay una de ellas que nos parece sorpreD dente Q.ue desiana
en Homa- o siempr e QLIC se ~ Al ~ tiempo captam os tambié n el sentido propio dellati n tu!J{/u
ral, no se presta atenció n: es la fórmul a que se repite to mis arriba· , arbiter desisna de hecho dos fUDcio-
produc e el texto del jurame nto. Se apela a Zeus y a una serie de dioses: lln(o) Wv al «VbitrOIO. Como hemos expues Plauto, e
); ca el 6nioo smtido en
ZtVt; 1tpW'ttl• •• ni 'tt xo;¡ 'HiALO/i (11., 19,258 Y u.). ~Que Zew.l a Tima. el Sollo 3It- ?CS: J) ante todo el «testi¡ o» (Icuid o mis antiguo
lnclu~o en el pcr~o clúica, ~mo/is Qrbit,1.J significa «sin testigos y
». lueao, 2) el
pall .. ,» La meta no es solame nte hacer conoce r a los dioacs el texto del compro milo
por el que uno se vincula . Aqui tenemo s que devolve r a
«que
"'Ó
toda su fuerza etimológi-
La:ra1% twitJ_ sobrevivr:
«Arbitro». En realidad, este sentido se explica por la función
Como ~ ha vilto, tlTbiltr es ctimoló Jicamc nte «aquel que .~.
propia del/lld u wbittr.
como tercero , en
ca: DO solame nte ~qu.e sepa,., siDo propia ma¡te Yetm.
viRo, por ooJUi&uicu-
co este empleo en todo su valor. Se tratal de po~ • los dioscs por
testigos del jura- una accum ~c la ':,Iuc ~lta que es testico 5ln haber sido aquel,
que «sabe» , pero, ante te, ~ testimo~IO unja el ~tc. ~ virtud de la ley. el iudu "'miel' tiene el poc1er
mento; desde fecha antiqui:sima, el testigo es testigo en tanto
de zanjar como 51 (UeTa el ",b'l~' testiJO, como si hubiera asistido a l. escena misma.
todo, en tanto que ha visto.
lenguu indo-
Esto no es simple conjetu ra de etimolo gista. Cuand o las demás ¿Por qut
as sobre el sentido de ·m,d-. ~os Todo C$lO es ~cado tambim por la fórmul a del jurame nto homérico.
europe as ofrecen testimo nios antiguo s y explicit human o. Ninaran
to veffar que tiene el mismo sentido de «tcsti- se ~nv~ a los dioses~ Porque el cutiao del perjuro DO es asunto
concue rdan con el griego. Así, el sánscri el cas-
SO», es, en su grado racial casi, la forma que corresp onde al griego
islór, «tcsti&o», y ~ mdoeuropc;o antlpo prevt sanciones para el perjuro . Se ,"onsidc:rao que
es un deli-
perjuri
gótico weifwóp s, particip io perfect o (cfr. sánscri to vidvas·, hgo VIene de: Io~ dioses, puesto Que son prl.nte s del jurame nto. El
significa «el vidente»; te jurame nto es .iempc e consag rat¡e
s fiadu to contra los dioses. y comprometerse median
vidus-), es aquel que sabe por haber visto; asimism o tambié n el
irlandé
que «veanlt u
« ·w;,}o n), «Iestis o». El griego íslor ocupa un puesto en la misma serie y el va- ~ a.detantado a I~ venpn za diVina, puesto que se implor a
que
a los dioses
compro mete.
el Satapa lha k01pD lt, CD CUalqu ltt caso, que estén present es en el acto
ada en
lor propio de esta nlz • wid- mi aclarad o por la regla enunci
adarsam aham asrau~ am ili
Brihma na: yad idinim dvau vivada manám eyátam aham
yámii, «si ahora dos hombre s dis-
ya eva brayad aham adar'am iti tasma cva sraddah
«yo he oido»), aquel
putan (tienen un litigio) dJcicndo; el uno, «yo he visto»; el otro,
'lue dice «yo he visto» es aquel al que debemo s creu».
que ha visto.
Enlre el que ha visto y el que ha oído siempr e hay que creer • aqud
nio ocular se ve perfect amente en el nombr e mismo
El valor fundam ental del testimo
testigos , invitÚl dolel a
del testigo: "'0,.1·]. He llQui por qué le toma a los dioses por
ver; el testimo nio de la vista es inecusa ble, ea el ünico.
a los diOlCl tcsti-
Tambié n en Iatlo e!·jura mento va acompa aad.o de la apelaci ón
primer compro miso co-
'al, ¡)ero la fOnnul a es diferen te. Nosotr os la leemOl en 4l.el
Roma y Alba. Despué s de la
nocido », sCl\\n Tiro Livio (1, 24, 7), el que hubo entre
Alldi.•• Jupi/~r; audl, pa/no palf'Q~ populi
conclUJi60 del pacto, el fecial pronun cia:
a Júpiter . aljNltt r lHIlrvt lu y &1 pueblo de
AllHznJ; audl "" populu.s AlbaIn u». Se pide ,
Alba Dir. Hay que «oir» para ser testi¡o del jurame nto de Roma. Para el romano
ver es menos impor-
que tanto valor conced e al enunci ado de las fOrmulas solemn es,
tante que oil,
homéri co,
Queda , liD. embarJ o, al¡una incertid umbre sobre un empleo particu lar,
ya hemos estudia do desde
de istln en UD pasaje import ante (D., 18, 498 y ss.) -que
o «juez») ? En una escena repre-
otro ptUrto de Yista- : ís/ÓT lignific a aquí ¿«testigo»
J
s que discute n, y querell an por la
sentad a en el escudo de Aquile s, se ve a dos hombre
Los dos van a casa de UD {stÓ,. para la
poilfí a satisfac er por la muerte de un hombre .
de<i8iÓD (SOl).
ÚfII. ~
1-1 1ma expOlid,6ft ~ '1 ~lltc document-.d.. pIIIClie verse en EaúIio LLEOO.
HirtorltI, Ariel, Ban:e10tla, 1971, pp. 9l-Jej (J. 8.), • Sobre fIrlJ/lrr. Yéut InltriOI1 'l1tntt pp. 309 Y 11.
J All.lCllormeple, p. 3az,

341
LIBRO 3

LA RELIGIÓN
CAPiTULO I

LO SAGRADO

S.",fIrlrl. El aludio de la dl:l;i~ l!c la QISlW10. D05 poDe Inte una silulÓÓll
linsUllra oricinal: au.smd. de ttnnino ClpcctrltO en iDdoe\Iropeo IXXIICm, por un lado~
doble daipI.d6n " mL1dw; IcnIUlLl (iranio, L.tin, lriqo). por otll). Alldaru la aMi-
no(KUJnt:i ele Jo. trnnlnol hist6riccK, la inve5tip.ci6n trUa de preciAr la atr\ltlufl. dc
una nod6a cu.ya rltpUSl60 pana l:SiIir ID uno, riDo dos Azqos. fJ Cltudio ele taOa una
de lu parrj&lllatla,uadu _IV. SlJMra: ",d1JIi1. (cfr. IKllbib! ¡óI. lw1i&: -dJIs); tal.
SfInr. nItd"s: 11. IIi«'6r./W,/as-lbl I planlcar, en la prdliltoril, una noQOa de doble
ru: poIili..... -.lo que Cll' carpdo de pre5eDl:i& di'lina», '1 Dqalin.. ello Q\IC $& prohibl.
lo...,.·
do al (lCJfIlatto de 101 hon:lbrcs_. (El piP:&O lIdsia:r 00 enlrw. en l. cksi¡udóa de
do; una doble oposidón, I "imSs , • dlfc.m. dclcrmiu ill n.1or: .10 que att permitido
.11R tlQmbra por las dloKl•. 1

Los capltulos siguientes estÚl consagrados a estudiar especialmente el vocabulario


rdigloso del ¡ndoeurQpco. al menos 'us nociones fundamentales. Aqul encontraremos
las mismas dincultadcs de método que se nos han presentado a prop6sito de tu de-
más instilucionCl. El problema COOSÍItc en alcanzar en el léxico una realic1a.d indoeu~
ropea. En cf~o. ti nos limitamos a con.siderar 1. porci6n del vocabulario que pu.cdc:
definirse, completa e inmedialamcnte por correspondeDciu rccularC$, estamos conde--
nados a ver diliOlvme poco a pocn el objeto del estudio.
Lo que la gramatlca comparada permite ver 5C encuentra expuesto en un art'culo
de Meillet l. Muestra que: no podemos acceder en pie de igullldad a lu concepciones
indoeuropeas que afectan a la relisión, porque la comparación sólo nos ofrece térmi-
nos generales, mientras Que el estudlo de las I'Clllidades ensetla que cada pueblo tenia
sus creencias y sus cultos particulares.
La gramAtica comparada. por IU método mismo. nos lleva a eliminar 105 desarro-
llos particulares para rccolUtruir el fondo común. Este método 1610 deja subsistir UD
pequei\ísimo número de palabro indoeuropeas: así no babria ninlún túmino comÚD
para desi¡:nar la religión misma, el culto ni el sacerdote, ni siquiera ninsuno de los
dioses personales. No qUedarl11, en suma, a cueDta de la comunidad, mis que la 00-
ción misma de «dios». Esta se encuentra bien atestiguada bajo la fonna • th;wo.s cuyo
sentido propio es «lwninosolt y c(celeste»; en calidad de tal el dios se opone a lo hu-
mano que es «terrestren (tal es e1sen;.tido de la palabra latina hamo).
Sin embarlo, podemos informarnos sobre el vocabulario religioso in(1oeuropeo
sin busc:ario en correspondencias verifICadas por el conjunto de las lengwu:. Tratare-

I Un'lliJIiqlW IIjsJ()riqw ti IIIJ,lId/iq¡,¡t ~It. 1, Paris., 1921, pp. ]D 'J u.


mos de analizar los términOl CKIlciaIcs del vocabulario reli,ioso, incluso aunque el himno»; con nombrCl de seres: es el cpiteto del dios de la bebida haoma (védiro
~ reJi¡ioso de 105 términos wn,ider'ados sólo aparezca en una lengua, a condición sonNJ), es el epíteto de un animal tan importante como d bovino en la cosmoJogfa:
de que sean lIluceptiblcs de una interpretaci60 por la etimolocia. ~.J¡»Ifta. Se ha convcrtic!o en un cltmmlo del nombr"e miuno de Arrrmati, divini-
dad de la tierra: ~nló-4rmaiti ha dacio en medio iranio SpandQrmtlt, oon los dos
Av!snco.-spimta: yaOidi(Q elementos estnlcbam.eme unidos: el ftOntbre ya no era sentido como oompucsto. En
el vocabulario armenio, que está nutrido de préstamOll ÍIlU1iOI Y q,ue CODICIVI. can-
Constataremos, en efeao, que el valor religioso de un término sólo es perceptible tidad de términos de la tradición irania, han mbsistido a la vez el nombre SptuulQ-
a menudo en una lengua. Importa entonces buscar en qué medida es una superviven- ramrnt como equivalente de D;oniSOl 'J el SUJtantivo ~~/cC. «mundo sub-
cia, en qué medida COlUliluye un desarrollo nuevo¡ y es precisamente en esta diferen- terrineo)t, donde Rlru/- puede representar una forma dialed.al del IDti¡uO spíllIli-.
c:iaci6n y en esta dialéctica de 101 vaJon:s donde reside d intl:Y'b de la presente ¡nves- que traduce ellf. khJh.6nios• •ndilrt»M(-akJUr que traduce kQ/tl-khllWníos. Por tan-
lípción. to, es como antigua divinidad del suelo como $ptuJt:Ñml1Mt ha pasado en armenio al
El" lógico partir de esta primera nociOn tan importante de Jo sagrado, por relación papel de Dioni50s como dios de la feniUdad. Pero Jos ponncnorcs de 1& evobJcl6n to-
a la cual se ordenan tantos otros concepto.! y términos religiOSO$. Tenemos para esea davía no esttn c1anJl. En torno de ~nta, hay que rcqrupar divcrloa adjetivos y SUJ-
noci6n de «sagrado» un vocabulario bastante rico, bastante difecmte según las len- tantivos .sac:ad05 de la misma ralz, pero q,ue a vecea se hallan disociado. de dla. Anle
guas. Raras son las que presentan un t~mino camón; pero cuando se nos da esta todo, acIcmu de 106 comparativo y superlativo ,p;myah-s/Hnlila- q,ue muestran, en
Oportunidad hemos de utilizarla al miximo y precisar cuanto sea. posible la significa- cualquier caso, que la cualidad s¡»nta- es susceptible de grados, el sustantivo ,piznah,
ción del tbmino. Ahora bien, hay un término muy sl¡nlficativo que se encuentra en «sanditas», asociado a mosti, q,ue destana el conocimiento o la comprensi6n de las
un ¡rupo de lenguas contllulI: en eslavo, en bAltico y en iranio: es la palabra repre- verdades reli¡iosas.
sentada por a. esl. ,n¡~tu (ruso sv)at6J1, lit. "ivenlas, av. .Jl"'nla. Los demás miembros de la misma familia etimológica son menos reconocibles de
Esta correspondencia define un Ildjetivo que ha comervado un valor relicioso muy forma Inmediata. Para identificarlo& hay que proceder a la reconstrucción del prototi-
fuerte en creencias de carácter diferente: en eslavo y en báltico, pertenece al vocabula- po indoeuropeo que se establccc sin dificultad. En las tres tenauas, irania, Cllavo y
rio crisriano y slgnirlC8. «santo, sanctus»; en iranio, bajo Su forma avéslica, es en las báltico, adopta la forma • Jrlwrnlr>-; el radical aparocc en la forma del comparativo
creencias mazdeu d mejor equivalente de \o que nosocr05 dcnomimunos )o «&a- .?M (av.q»n-)If1h): tiene, por- tanlo, un radical • .t'M'm. Pero ·lf!oMrr miJmo repre-
pdo•. senta una fonna surtjada de una raíz que debemos suponer .kIftI-.o tila que aparece
Este término tiene en cada una de las Jc:nguu cierto nómero de relaciones etimol6- en el: verbo avátiro JmI-, «ser irtU, ser ventajoso» oon sus derivados .srmJ-. sari'-, $ti-
cieu, bien con otras supervivencias, bien con derivados secundarios. En btItico, el u- wh, sustantivOl, «provecho, ventaja»: 1ÚTtI, adjetivo, «fuerte, poderoso».
tuano mnras forma grupo con a. pro $Winl$. letón Sl'il1 que, ten~do la misma for- El sentido de.se»'- en avéstico, «ser ventajoso, aprovcchant, deriva de Wla f6nnula
ma y el mismo empleo, nada aAaden. Pero en iranio Sf)t)rrlQ- se une a un conjunto donde entran tres compuestos sim.~ricos: /rfldat-gaiBi, varilt!Ql-pifJQ, $Qvo-raitJiJ.
considerable de términos distintos. Desde: el punto de vista formaJ, $~ntQ es UD adje- El ténnino comón gai6il designa el eoojunto de las criaturas y m" particu]armcnte
tivo verbal en -la-, construido sobre un radical s¡»n-, que aparece en las forma.s de las posesiones vivientes. Estos tres compuestOl tienen por primer término un partici-
companttivo .r¡»n-JI'Ilh- '1 superl8tivo $¡»n-;sta-; conforme: • la regla antigua, compa- pio presente; /riu:IttI-piBil- siBnifica «que acrecienta las criaturu»; lIfUMltIt-gailJi.
rativo y superlativo se constfU)'CIl no sobre el tema del positivo, sino sobre el radical. «Que aumenta las criaturas,.; por último, el tcr=ro, 3Qvo-gaifJi¡~ «que aprovecha a las
El m\smo radical $ptm- proporciona un sustantivo neulro spln-oh-. sptlfr-oh-, «Ja cali- criaturas». Pero este accimicnto no dqxnde de los medios ordim.rioe del hombr"e; es
dad de sp.lrrtcr- y de: este sustantivo un adjetivo derivado .JJ)Ilnah-wlfIl. de caricta c1ivino. Los tres epftetos son lliempr-e calmcaciones divinas. Resumen, por
El adjetivo .Jp¡Jrrla, que se traduce por 4(sandus», tiene una importancia funda- tanto, una propiedad de c:arkter sobrenatural, la de producir un crecimiento en el
mental en el vocabulario rellaloso del Avesta. Con otro adjetivo am~T~la f>amiitJ). mundo de las criaturas.
~dnmortal», constituye el apeJativo de los amiStl-.J¡»nlD, ¡rupo de siete divinidades El adjetivo $ura no silnifica solamente «fuerte»; es también un calificativo de va-
que presiden la vida material y moral del hombre, y que -aunque llevan nombres rios dioses, de alaunos de los héroes, por ejemplo, de zaratustra, y de algunas nocio-
abstractos- fueron encarnados tempranamente en un elemento cada uno: agua, tie- nes como la «aurora». Aqui interviene la comparaci6n con las formas emparentadas
rra, plantas, metales, etc. Cada una de ellas es a la vez el simbolo de una virtud y di- de la misma raJz, que nos ofrecen en sentido primero. El verbo v~dico SiI-, ha-, si8ni-
vinidad protectora de un elemento del mundo. Estin dispucsta& en torno del dios su- fi~ "hinchane, acrecentarse», implicando «fuerza» y «pro&peridad,,; de ahi sura-,
premo Ahura-Mazda y son constantemente invocadas tanto en los himnos llamados «fuerte, valiente». La misma relaci6n nocional une, en griego, el presente kurfn, «es-
Gilhiu que constituyen la predicación misma de Zoroastro, como en los textos mito- tar encima. llevar en su .seno., el su.stantivo /rQma, (chincbamiento (de las 01115), 011»,
lógicos y épkos reunidos en la rcrcopilaci6n de los Ya'itr del Avesta. Su nombre colec- de un lado, y del otro JcQros, duerm, sober"aniu, klÍrios. «soberano».
tivo afTWSa S/NntD puede traducirse por "los Santos InmonaJes»o Esta comparaci6n pone de manirlesLo la identidad inicial dd sentido de
Además, s/Nnftl es empleado a menudo para. espec:if"tcar las nociones mil impar. «hinchar», y, en cada una de 11.5 tres Icn¡uas, una evoluci6n especifica. l.aI tre! coin-
taDtcs del universo religioso. Se: aaoaa con mf,l8ra. (epalabra eficaz»; con mtlinyu. «es- ciden en la formación en -1'0- de un nombre o de un adjetivo • kiJ-ro, que ha tomado
piritu (divino)>>; con xralU. «fuena mental, vigor del esplrilu)t; con gi8iJ. «canto, el sentido de «fucn;p, de Kautoridad•. Puo d iranio ha desarrollado las impUcacio-

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nes de este senddo en valores originales y ha sacado de a las nocioJl~ religiosas aqul
tema, un tercer paralelo en el imperativo ~"'ei'tN si significa «que con&a¡ra» o alao
estudiadas. parecido; el conteJi¡to favorece esta interpretación, que es eso cierto, en parte etimoló-
Tanto en ind01rao1o como en Briega, el sentido evoluciona desde «bincha!Dientmt gica. La forma ewI!~tu (cfr. imperativo latino en -lo) se apoyarla en ·r-Wf!!ig-r-tod..
a tefuerzu o ~prosperidadlt. Esta «fuerzalt definida por el adjetivo av. súrrz es fuerza si .se: admite nta interpretación encontrañamos en los dos .rupos de: 1enauas una sig-
de pknitud, de binchamiento. Finalmente, sp¡mta caracteriza la noción o d ser pro- nificación idtntica. Asi tcndrlamos c:on(umación de: que la noción de «lacrado» en
visto de esta virtud, que: es desarrollo interno, crecimiento y potencia. Entre el giq:o gOtic;o se: defme poI la naturaleza del objeto «consagrado», ofrecido como posesión
kuló. -«atar cnclnta». y lcaJrios. «soberanolt, entR av. sitru, duertelt. y 8J»lIt~, las cxclusiva a los dioscs.
Rlacloncs quedan restaurada! de tal forma que poco a poco ~ el ori&en Im¡u- Ya se ve cuin diferente es cata noción de: aquella que traducen el iranio, el báltico
Jac de la Doción de «&qraOOlt. Pl ser o el objeto s¡Nnla eni hinchado de una fuerza y el eslavo. No bay por abara conclusiones que sacar de esta diferencia; bastará con
delbordante y sobrenatural; esti invmido de un poder de autoridad y de eficacia que oolUtatarla. SOlo al término del examen habremos de ver, una vez puada revista a dj.
tiene la propiedad de acm:entar, de aumentar, en el sentido nculro y en el ~do feROtes tbminOl en uso en cada una de lu lef13U8S, cómo definir la flgnif'lt'aci6D pro-
transitivo paralelamente. Esta sipiflca.ciÓD pcnnancci6 viva durante m~o tiempo funda de: una noci6n que nos plUece única, pero que en los pueblos indoeuropeos ha
en la concic:ocia irania; la tnducci60 Y el comentario del Avesta m pdVl traducen recibido apresiones tan divCf'58J.
3JN1I1II por a(kÓflik, «exuberante, binc:bado de fllCnllf. Un becho sorprc:ndente es que casi en todas partes, para la noción de usa,grado»
Aunque et ttnnino eslavo correspondiente sólo iCll conocido como traducd6n de no tenemos un solo tmnino, sino dos U:rminos distintos. En iranio, aliado de la pala-
una noci6n aistiana (h6,ios, «santo»), podemos presumir que la noci6n orilinal de
bra spimUl, teoc:mO$ el verbo yao'ida-. que ya babillIDos encontrado a prop6sito .de
a. eslavo svt;dl cataba cargada de repracntaciones nlltUrÍ5taS. 1.01 c:alavOI consav. ;USl. Esta dualidad $C repite en ,erminico: gótico wiJu, «consagrado», y mOleo
ron, después de la coRverrión, muchos vesdaios de nociollCl pq;aDU. En canelones hallag, al- heiJig, en lat1n, loar y SQnctlU~ en ¡riego h4gios y Jt~r<». Plantea un pro-
populares impregnadas de: un folt1ore prehistórico, sv,ti1sc refiere a palabras o a se- blema que debe: ac:r cansiderado en los términos propios a cada lenaua.
res dotado¡ de: un poder sobrenatural. Considcrcm05, ante todo. los datos del gcnninico. En el punto de partida de la
Lu formal iranias del grupo de: &piHllJl, que son mú oUJDCrOAl, tomaron una Im- noción rcprc:scntada hoy por el alem.in heiJig, uanto», encontramos c:l adjetivo a6tJ-
ponancia considerable desde d momento en que recibieron un valor reU¡\oso¡ desia- ca haÜl que expre$I. una idea complemente diferente, la de «salvación, salud, inteJri·
nao a la vez el poder sobrenatural y la csantidad» de cierta f"CUJUionc:l mitol6P=u. dad ftsica Y corporabt; /uzi/.s traduce 6y&1J:. uyscú_, «en buena salud, sano»; ga-hfJils
El g,rkter santo y sapado se define de: este modo en una ooci60 de fuen& exube- traduce óA6AA~ «entero. intacto». adjetivo negativo wn-Ju¡i/~. ~, ~
rante y fc:cundante, capaz de nevar a la vida. de baccr 1UC&U los productos de la natu- lx,c.w, ~cnfcrmolt, y SUI1.antivo u.n-1lDUi. «enfermedad». Dc:1 tema nominal provicnc:o
raleza. los VU'bos (gQj1Kli{jan. «volver sano. curar». y",haIÚffIrJ. «ponerse sano, ser curado».
• La aigniflCU:ión es atao
distinta aJando se: pasa del g6tico al antiguo island&:
a. I1s. heil si.¡nirlca «buen presqiOlt; asimismo, a.a. It«f, «buen Prcslllio, felicidad,
•• presagio»; y el verbo derivado en islandés heil.fa, «&aluciar, desear la salud». Por otra
parte, I:on ayuda ~ un sufijo comÚD al conjunto del genntnico se ha formado 1::1 ad-
Consídc:remOl ahora otra expresión de la misma idea, la nocí6n de «Jqrado» en jetivo "'luzilara-. EncoDtramos el neutro hai/a, en una .ntigua inscripci6n rúnica ara·
gcrminico. El término lerminico correlativo de sv~'ü en eslavo, es en lótico el adjeti.- bada sobre el anillo de oro de Petrosla. Grdan /owi bai/~ lo que parece significar
va "ftihs, que traduce eiariego hágie» y que proporciona los verbOI weiNlII (.1. ~'­ «consagrado al di05 de 101 godos». Otra inscripción, asimismo en caracteres rÚDicos,
hen), «c00511rll', ar. Iroti6uln», y weihlUln, «&el' consalf.do, ¡ricolO Irot1áfesllttt,•. dice:: Wodin; hai/ag, que se traduce: «dotado por Wotan de buena fOnUDa». El adje-
El hombre .bstracto weihilJa traduce el griego hati/lsmós. «consagracl6nlt, y weiJuz tivo esté. atestiguado en las demás lenguas germánicas, antiguo islandés hdJogr.
desi¡:na al «sacerdote». «sanctus»; antiauo·alta-alc:mio heilag. «hc:ilig». En inglés ha dado ha/y, «santo», que
La palabra eati representada en el conjunto del ¡:crminíoo: IUlSlosaj6n wih-da&, est' cerca de whok, «entero», correspondiente al lót. boj/s: las dos nociones, hoy di·
«dla consacrado.; •.•.a. wih, «heilit::»; a. isl. vi, «templo. IUlar consa¡rado», etc. ferenciadas, tienen, en fecha antigua, la relación más estrecha.
Por el contrario, fuera de:lac:nn!nico no encontramos mú que correspondencia. muy Sólo en gc:rminico este 8rupo de palabras ha conocido semejante desarrollo. Puo.
limitadas, inJe,W'u, dificilcs de precisar. La única forma que puede comparmele etimol6gicamente, na estA aislado: ha}' que relacionar con a el antiguo c:.slavo ctHJ,
con verosimilitud es ellalln ulelima, «animal ofrecido a los dioses», pero la forma- «sano, entero, salvo», con el presente derivado CéUq. «curar». En báltil:o responde
ci6n de la palabra latina es poco clara; seria clll!ii el único ejemplo de un lufiJo -Ima, a ello a. pr. kaUs, «hei1»; y el abstracto (acusativo femenino en -1m) kailÜ3t1skun,
quizt oon otro adjetivo del mismo Jl'Upo semántico: sacrlmQ. coooci40 solamente por «buena salud». Por O1timo. el céltico lo conoce también, si se compara elgaUl CM/,
una llosa antilua de Pestu., que de.iana el vino dulce, ofrecido como primicia a Ba- «presagiolt, antiauo bretón coel, «intérprete de los presagi05».
ca. La comparación no ofrece. por tanto, nada de evidente ni de: satisfactorio salvo el El prototipo de toda, estas formas estA relacionado con un adjetivo· kailos. com-
radical. pletamente i¡:norado por el incioiranio y por el griego y qul::. incluso en la, lensuas oc-
QuilA ten¡aDl0l tambim derecho -y es ésta una hipótesis que a menudo se ha
repetido- a encontrar en el ambro, con una variación de la consonante final de: este 1 crr. anttrionncnlt. JI. 305.
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cidentales, elU; restrinsido a un grupo eslavo, gcnninico, c6ltico. No estamos seauros El adjt'tivo sacer es un antiguo· sakros [tJ, cuya. fonna implica una variante, el
de que el bAldco 10 haya tomado prestado del sermlnico bajo su forma ant1¡ua con adjetivo itilico sakri. que se encuentra parcialmente en antiguo latin en el plural
k- inicial. saCri3,' este • sakros es un derivado en -ro de una ralz • .sak-. Aholll bien, sanctus es
DClde e1.6t1co Miú, «de buena salud, que loza de: su lnte:¡rida4 fisicB». tiene propiamente el participio de sancio, que dl;l'iva de la misma ratz • sak- por medio de
tambi~n la funci6n de una forma dc deseo. que uadtK:e el srieao khaf1'e, «Isalud! •. un infijo nasal. E!te presente latino en -ia y con infijo nasa! es a ·3flk· lo que Jun,;u.
Es perfcctamc:nte explicable que la integriclad tbica tensa un valor rel1¡loso taro" carac- ceunir». es ajug- en lituano: el procedimiento es conocido.
terizado. El que posee la «salud», es decir, el que tiene su cualidad corporal1D1ada. Pero esla relación morfológica no da cuenta del sentido. que ca diferente: no basla
es capaz tamb'im de conferir la «aalud)f. «Estar inlacto» el la poIibilic1ad. que se de- con vincular juniOS 5QncJo y saftctw a la na .. sak-, puesto que SlK%r ha producido
sea, el pl"csqio que se espera. Es na.t~ que se baya vino en m& «intepidad. per- por su parte e1 verbo 3QcraTr. Es que so.ncio no siyUfica «volver SIlCU». Hay ql,ll: pre-
r_ una ¡rula divina. una slpiflClU:i6n sqnlda. La divúOOallposee pOr n o ' _ cisar la rdación entre StlCrarr y saneire.
ese don que es lntearidad. salud. suerte, Y puede impartirlo a Los holDbres bajo la Lcc:m05 una difmici6n instrul:tiva y explícita en Festus: homa 5QC.W is ~, qutm
forma de la salud corporal y de la buena fortuna pRSqiada. La noción de Mili" populllS iudialuil ab malqIcJum: neque ltU est tltm immolari, sed qu; rx:r:idi, J)QTTJci-
aunque no apareu:a en ¡Otico, estaba subyacente:, incluso aunque la naturaleza de 1.01 di mm dizmnafUr. Aquel que es I1amado Sflcer lleva una verdader'a mancilla que 11; po-
texto5 no pumita hacerla apan:c:cr. Hubo en el CUIW de la historia una IUStituei60 del ne al marga¡ de la sociedad de los hombres: hay que huir de liU contacto. Si se le ma-
támino primitivo l6tico wtilts por JuziLs. hDUiI$. ta, no por eso es Lino homicida. Un homa :JtN%r es para los hombres lo que el anima1
!aeer es para 105 dioses; ni uno ni otro tienen nada en común con el mundo de los
LAT1N.-stlcrr: Stl/Jctus hombres.
Para sancoo· lenemos una defmiclón en el Digesta (1, 8, 8): sanctllm est quod ab
Puamos ahora al estudio de UD. grupo importante, d de aquellas miam 81 palabras iniuria haminum d~/Msum Qtq~ munilllm esl: cees sanetwn lo que esti defendido y
que boyo bajo IU forma moderna, dc:uotan la noción de lo ~1O. protegido del a1c&m::e de k>s hombres., cfr. Digesta, 1, 8, 9 Y 3: propit dicimus sane,a
Hay en Iatin dos palabras. SfIt%f' y SQftC~' ¡u rdaciÓD. deade -d punto de vista qua~ Mqlle SQcra. nequt profana sunt. sed :Janctione quaCÚ1m confirmata. lit lqe:l
modolOgico es perfectamente clara, pero es en la signific&ción dc los términos dODdc SfInctae sunt...; qllod enlm sanclione quadam subnixum est, id sanc:tllm Qt, et:Ji dto
radica el problema. non sit cons«ratum; cese designa propiamente como SQ/Icla Iax cosas que DO lIoo ni 18-
El támioo latino stKf!T cncierTa la repaen.taeión que para nosotros es la mú pre- gradas ni profanas, sloo que cstAn confirmadas por cierta sanción. como, por ejem-
ciJa Y cspectf1ca de lo «&qrado». El en Iatln donde mejor 5C manifiesta la divisi6D. co- plo. las leyes son sactae; lo que est! lIODlctido a una sanci60, eso es sanctum. aunque
tre 10 profano y 10 aagrado; es tambibJ. en latín donde se descum el c:&rtctcr ambiguo no consagnl(lo a ten dioses». Estas deflnicioncs 500 circulares: es sanctum lo q~ esté
de 10 «IIlp"8.do»: c:oma¡rado a 10& diolCS y cacgado de una mancilla imborrable. apoyado por una scmetlo, forma abstracta de la palabra sandum. Se ~ en cualquier
auguat.o y maldito, digno de veneraciÓD y que fU5Cita el horror: Esu doble valDl' es caso que Sflnctum no es lo que esl' «consasrado a los dioses», que se dice.fQCf!1, ni lo
propio de stlcer: constribuye a distinguir stlC%T YstUtC'IJU, porqul; no afeda en ninc6n que es «profano"" CI decir, lo que !OC opone Il sacu; es lo que, no liendo ni lo uno ni
grado alll(ijl;tiVO emparentado .saltctw. 10 otro, est' establecido, afumado por una sanctia. lo que está prohibido por uoa pe·
Adcmú. es la relación establecida entre sacer y sacriflCaTr lo que nOl permite na contra cualquier a¡resión, como las Itges sanctae. Hay que comprender que, en la
comprendl;l' mojar el mecanismo de lo lagrado y la relacibn con el sacrificio. Este tér· sancta, el adjetivo tiene aón toda IU fuerza. de participio pasivo.
mino de «sacrificio», que n05 es familiar. asocia una concepción y una operación que Si el antiguo nombre de; lugar Ampmnctu:J en Virgilio (Ampsaneti "alfes) debr: en·
parecen no tener nada en com1ln. ¿Por qué «sacrif"lICIIJ» quicJc dedr, de bccho, «eje· tenderse realmente undfque sa"eti (serviUi). es decir, <r..sancti por todas partel»; sipú-
cutar», cuando propiamCllte: silnifica «hacer sacrado» (cfr. sacriflcillm)1 ¿Por qué el Cicando amb-, «de 105 dos ladOI», esto confirmarla a sanctus como «rodeatio de una
sacrificio ~omporta necesariamente: una ejecución1 defensa, defendido (por un limite o un obstáculo)>>.
Sobre esta implicacibn fundamental, la memoria de Hubert y M_mi ha arrojado En la expresión /egtm StlltcJre. la SQltcrio CI propiamente la parte de la ley que
la mis viva luz). Muestra que el sacrificio está dispuClto para que el profano comuni- enuncia el castila que recaeré sobre quien la contravenga; sanclio es asociado fre-
que con lo divino por medíac:ión del sacerdote y mediante ritOI. Para convertir a la l:UCntemente a poena. Por consiguiente, sancire equivale a p(Jf!na Cl/Iicen. Ahora
bestia en «s.,rada» hay que separarla del mundo de loa viVOll. es predao que fran- bien. en la vieja legiJlaci6n romana. la pena era aplicada por los mismos diolCl que
quee ese umbral que separa 101 dos universos: es la meta de la ejecución, De ah1 el va- intervenian como vengadores. El principio aplicado I;n semejante ~aso pu!;(fe formu-
lor, para nOSOUOl tan profundo, del término sacerdOl, que se apoya en • IfJkro-dhot- larse: Qui /egem uio/Quil, 3acer esto. «Que quien viole la ley sea stlct'r»; las leyQ de ea-
l. compuesto con ayuda de la raú: ·dlri-, «hacer, poner», de donde «volver efectivo.
realizar» (cfr .jac/o). El sac.vdo.t es el qente del "'lCrificiwn, aquel que está. investido l ' m ateriKO que Benvt;aiJU: pone daafttJl de IItIIcrw DO R p.plica muy bien. En d c!uc:umalto lad·
de loa poderes que le autorizan a «sacrifu:ar•. DO milaraaito, CD. d /1IpA' IIIJw(CtL, ¡1, 1), le ~menta una fon:na • .trw. CIt. O. Du"lI!lzll., LfI RelltlOll
RMUIi,., A.rdllllqW. pm., 1947, pp. 100 '1 •••• 1 O. RADXll, A.rrIltlisc1l. Úlr.;,., Dannslldr, 1911, pp. 68

) HultnT 1 M.wa. ~I ."" ,. IffItlln " tu JO#IIdIota dtI -criI"-. ea M. MAullo CEl.t,.,.. t. l. Partl.
'11.• (l.Sobre
J.).
eIt& pUUn. .. CODIUltari UD. Í1tll ,IWdla, todavil. vüido por.u documentldi:\n: .. te. doc:too
BcL de MbIWt, 1968; pp. 19J.J01. ral de: UNe, n. ~.m:tw lllIM IWP"o. KoariIber.. 1910.

3SO 351
te gbero se llamaban lega mt:rQtar. Ast, la ley se volvia inviolable y CIta «sanción»
ponía en vigor la ley. De ah! d emp}co del verbo stlnc;n para indicar esta cliusula que ~u~: «c:omo si (esto¡ peca) fueran StJgrodos y már SflgrQdos aquí ·que en Lidia»?
VI cntcmcn~e: no: estos peces son, por un lado, «sagrados.: por otro, 4aIl.ás SQncti~
pennit:1a promulpr la ley. No sólo se dccla lqmI Sflncire. ~ Sflncla, sino tambim /e-
re SDnM, es decir, hacer aJao btviolable mediante una ley, mediante una disposición que los de Li~Ja. Sacer es ~Il cualidad absoluta, no comporta erados¡ todo lo mis
puede concclrlne nna expresión suprema. .socrrrimus. «Sa,J.rado por cndm.a de todolt
lega!.
Pero el SQnctu.J corrClponde: al dominio de lo relativo: algo puede ser mú o m~
De todos atoo empleo5 se deduce que stJncirr es ddimitar el campo de aplicación sonclum.
de una disposiclón y volver bta inviolable poni&ulota bajo la protecclbn de 105 dio-
C?Jnfinna esto un pirrara de otra obra del mismo Varrón eL.L., VIU, 77), En esta
ses, clamando por el eventual casti¡:o divino del violador.
ocasión .es un tcxto gramatical, se [rata del modo de formación de los comparativos y
La diferencia entre saur y sonct&l8 se ve en muchas circunstancias. No está sólo la
diferencia entre sar:er. estado natural, y sanctus. resultado de una operación. Se dice:
Sllpcrllltl~~; Varrón ~ama la atención sobre las diferencia.s que presentan a este res-
uia sacra. mon.J saeer, dies sacra, pero siempre murus sanctus, lex sancta. Lo que es pecto adjeti-:os que llene? la misma fon:na en positivo. Toma tres adjetivos, macero
sanctus Cll el muro, pero no el dominio que el muro cinc, que se denomina saur; es meer. ten.er, los superlattvos son los mismos: macerrimu3. sacrrrimus, tenerrimws
SClffctum lo que estí. prohibido por ciertas sanciones. Pero el hecho de entl ar en con- P.ero no cita .más ~ue dos palabras en el comparativo, macrior y tener;or. Si no ha ~
tacto con lo sa¡rado DO entlll1la el CItado SQnctus,' no hay sanción para aquel que, to- elido alegar SDC'nor (mientras que ha dado cuenta de sacer y de srzcerrimu.r) es que
~r no tenia oomparalivo po~que d scnl:ido de la palabnt no admiHa grad~' y esto
cando lo sactr, se convierte él mismo en ~r: es daterrado de la comunidad. no se
oonC1I1Da lo que ya eosctl.aba el pasaje citado mo arriba. '
le castiga, ni tampoco a aquel que le mata. St diña que el sanctum es lo que se en-
cuentra en la periferia de lo sacrwn, lo que sirve para aislarlo de todo contacto. GRIBOO.-hieTÓJ
Pero esta dif~cia desaparece poco a poco, a medida que el valor anti3uo de lo
sagrado se transfiCR: a la sanción: .sanctus no es ya sólo el mlll1lS. sino el conjunto del . Los h~~ grie.gos reclaman también un examen dcta11ado. AquI tenemos doa tér.
<:ampamento y todo lo que estt en contacto con el mundo de lo divino. Ésta no es ya mInOS en lif:i8io: hlerós y h4gios.. Loa ~ plantean numCl"O.lOS problemas en griqo y
una definición de carkter negativo (= ni sagrado ni profano), sino una noción positi- fu:ra da gnea~, tanto por su etunoIog¡a como por el sentido cxacto que hay que atri.
va: se vuelve SQnctus aquel qlle se encuentra invcstldo del favor divino y recibe por burles, respectivamente. . .
ello una cualidad que lo eleva por encima de los humanos; su poder hace de él un ser Segón la opinión general, hierds cat! provisto de una etimologla indoeuropea pe.
intermediario entre el hombre y la divinidad. Sanctws se aplica a aquellos que están ~o ést~ le confiere un s~t.ido qu~ el empIco mismo del término no refleja. El sáns~ito
muertos 005 héroes), a los poetas (uatu), a los sacerdotes y a los lugares que habitan. ~u.ega aquJ un ~pel declSlvo. HIeros. fonéticamente hiarós (eoUo). responde al védico
De este modo, se llega a aplicar ese epiteto al mismo dios, d~us sanctus. a los orácu- qlra~,' y la ,calidad de la comparación hace que, pese a las dificultades de sentido Ja-
los, a los hombres dotados de autoridad; así se realiza poco a poco el deslizamiento más haya SIdo rechazado. '
que hace de Sflncfus el equivalente puro y simple de uenerandus. Ahl se acaba la evo- El adjetivo v~co lt.irrJ': ~prela una cualidad que es el predicado de ciertas divini.
lución: sanctus califica entonces una virtud sobrehumana. dadcs, de personajeS mltolÓPCOll. de nociones rdig,iosu. La traducción varia pero de
Por tanto, si tratamos de defmir lo que distinlUe saar de sanctus, podemos decir una muera o de otra se vincula a la noción de «vigor¡" y de «vivacidad». i.os cqui.
que es la diferencia de lo sa.¡racio impllcito: meer. y de lo sagrado explícito: SUnctlU. vaJ~ntn pr~uestDS se apoyan en ~ derivación de i.1ull1) a partir de q(i)-, «se! vivo,
Por si mismo. saC%r tiene un valor propio, misterioso. SanctllS es el eslado resultan Le ardiente, Vlgorosolt. Tal es el ientido presl1m.iblle algo vago a decir verdad CODlO
de una interdicción de la que los hombres SOD responsables, de una prescripción apo- muchas dI: las calificaciones divinu en los himnos'vécticos
paració d .. ~ .
:&..... . l'
.......IlSCCUCIlCla, a com·
yada por una ley. La diferencia entre las dos palabras apare« en un compuesto que .. n e 't'Ta- ~ rár. lunqu~ formalmente sea irreprochable, no puede ser la
los asocia: Sflcro:ranctus. lo que es sanctus por un SQCnIm; lo que esti prohibido por condición ~J análisi! de hitrós en gnego. Por el contrario, podremos partir delscnti.
un verdadero saeTBmento. do ~~DpofCIonado por d análisis interno de hi~ró! para deCIDir m~jor isirah l. El epite.
No resulta ino.til insistir sobre esta diferencia, al ver los errores cometidos por to '4'ftl.~ se aftade al nombre del viento: !.tiro \lata':, «el viento ripid~» o· «agitado»
quienes no la tienen en cuenta. El .senlldo ?o es ~u! .diferente cuando qiraflae halla asociado a aJva-. «caballo»: di-
Un compuratista 5 cita el siguiente pasaje de Varr6n, De re rustica, 3, 17: «Proinde 1IQ~ m6no)QW!bhIT 'l,fQ[1}. «co~ caballos ripiclos, impetuosos como el pensamiento»,
lit sacri sint uc sunctioTes qwam lIfi in Lydia... » De C5te pasaje, dice. resulta que el o bien a In~ra en tanto qUe bailarin: n(fav ilUO babhutho. "¡ob, bailarln, ha sido im.
comparativo de sacer es sanctlor. Dado que el sufijo del comparativo indoeuropeo petuoso, i¡iJ»; se puede dcdr también de lretu., «bandera, estandarte»: isiram ketum
-jos se a1ladc a la raiz desnuda• .ranctior está por • stlCior; el superla1ivo saDnTim", no verosimibnenle «estandarte agitadolf. . •
crea ningún obstteulo. porque el superlativo latino no conserva una forma indoeuro- . Pero también caliíu::a otras nocioncs, la VOl:: )láCQm anamjliQtrf ;Prám. «UtI.I. voz.
pea.. Sc:mcjante razonamiento desconoce la realidad. Si tUVKTam05 que tomar 3fznCtior s;m defecto, potcntelt¡ de bebido como el soma o la Ict:be de las vacas celestes; d sen.
por el comparativo de sacer. 105 dos adjetivos serian, en resumen, intercambiables, udo es «que refn:sca» o que «vuelve viloroso•.
pudiendo sacu prestar la forma de sancoo al c:omparativo. Por tanto, VI.y que tra·

, SPECHT, ~itschr. J. ~'('rr'rith~nd~ Sprochforschung. 6S. 1938. p. 137.

352 ID
cd
Tambien hay otras categorlas ~ue pu . en ser
caIifi das de esta forma: el inimo '1
. IC8. • manQ1I locución tanto trilO reciben el mismo epíteto (D .• ~. 499), pero tambim. aqui el contexto nos infor-
las d O,sposiciones de ánimo de qUien sacnfie&. Se dlCC qlrtlm ~ " •.1 ._ ma: «Asf como el viento B1za las gavillas de trigo sobre las cru hiBvf... cuando la ru-
más sorprendente cuanto que correspon e a ~elo led l · '" rdn minos:
d arte
Ifl/~nD fe manasa
a ti (soma), bia Dáneter.sepan los granD& y el ca.scabillo ... ~ Es la asociaclón de lB era y tk la ope-
SlIlósya bhak-$imóhi, Rig Veda, VIII. 48~ 7, «oJati podamos eg\lSt ruión <le batir con la divinidad que los prolese lo que hace que ahl apll1'"eZQl hierós.
. "d n cspirilu inspirado. ardlente»l. . . ¿Qué quiere decir hieron lmar en una fórmula varias veces repetida: «¿Cuándo
eXP~~sld:~lC~::1O de 'liSIa morfológico. la formación de i~i,,!· e~ c1ara un i~~~t~­ ¡-s fue la aurora y el tila sagrado» (11., 8, 66); ¿por qué «sagrado»? Hay que leer el pa-
vo derivado de ¡saya/j, «él vuelve vivo. fuerte», verbo denom~natlvo de cmen e ~i~ i saje entero. Es un dla insigne. el día en que Zeus contempla desde la cUnllt del Ida los
«bebida de obla~ión fortalecedora. rcrrescanl~». Pese a la dlficult.ad p~ra fijar ~ _ prepllI"ativos del combate en las cercanlas de Troya, después tk haber prohibido a los
. a isirtl- uede conclulne un senttdo ¡meral como «VIVO, ... ~oroso, a er mases: participar en él. En todos los ejemplos de hieran ¡mol', est. en re1adÓfl con al.
valeoau. par. P 'd d di' N es raro que semejantes nOClonts Ueven a guna circunstancia parecida.
la» en el orden de las cuali a ~ vm:_ u~ un ejemplo d irlandbi noib. «¡acer,
H'rerds es tambien la calificación de un ejército (Od., U, 81): ¿es un ején:ito «S8.D.-
la de 4Csagrado" .. Para DO Cltac m .q vocálica con "'~tj!Jo.. que ha dado el sus-
sanctUS", de '" not/x)-. esta en a ltemanc:Ja 10», f<fuerte»? Miremos también el contexto; se: trata de honores otorgados a Aquila;;
«bemos pucsto tus huesos con los de Patroclo y el ejél"Cito lfivW ha eri¡ido un túmu-
tantivo nitzb. «fuerza vital» l. • com arativo para el cs-
He aquitos datos preliminares que proporaona el examen P lo ¡rande y noble». Aquí se trata de un epfleto de circunstancia y no de naturaleza.
tudio de hie,ós. que califICa al ejército en el piadoso rito que realiza.
°Qut quiere decir hierós? . ed° t da pu";e Estos empleos no están determinados por el deseo de la vaciedad, sino por el con-
¿ . t el sentido que impone de forma lnm la a ca -.. , texto que los rodea.
Tomando SUdi~S1V~~~e empieo tal que algunos hm querido distinguir tres pala- En hierJ elalé, «el olivo hiel'ÓS» (Od.• 13. 372), podriamos tener perfectamente un
se constata una vem
bras hierós en Homero. En la lengua épica hIt
. . ros r en efecto a cosas y seres
se ap lea, ~ la siJuiente epíteto tradicional de un árbol consagrado por muchas leyenda.!!. Sin embargo. el oon-
ue no parecen derivar de lo sagrado. Incluso se encuentra. ~fi (fuerte» un ler- texto no es indifcrt:nte; bajo esle olivo, Aknea y U1is.cs están sc:nIJldo, y, salvo en CIta
~";6n:
.... 1"~
había un hierós Que significa «sagrado», ~1~0.~ue Slgn~filc~ 1'0 odo ei mundo circunstancia., jamú se encuentra una expresión semejante.
• H d 'le que ena dlVISlon es artl ICla, I Cuando un valle es calificado de hie,6s (0(1., lO, 27~) es porque cut cm:a de la.
cero Que significa «VIVO~~. dO~ St a ~~ Pero 'cómo ha cvolucionado? En el pUnlO
morada de arce, donde Ulues se encuentra oon un dios disfrazado. Si el epíteto es
está de acuerdo en la umd~ e senIl o. ' ; «lleno de fuerza por una innuencia
de partida se sitúa el senu~o de «fuerte~), ~ueg Hay que admitir necesariamcnte esta aplicado a Sunion, al «cabo saarado de Atenas» (Od., 3, 278), es que ya est. consk1e-
rada como tal, puesto que alli se encuentra ellemplo de Atenea.
divina)) y de ah~, sccundanamenle, «sa~:d~;'oS a una revisi6n de los empleos.
liliaci6n. Tiene mterés ~I asegurarlo. Prd '
Queda un empic:o único y sinJUlllI" donde hJerds se aplica a un pez (11., 16.407):
'0 es dc cuila como bómós, «altaD),
En primer Illg~r., .'lIerós acompaña eSlgnact n c'omo Troya; nombres de luga- Patrocl0 alza con la punta de su pica a un guerrero enemiao. como alguíen que. sen-
hekolómbe, «sacnfICIO)). Luego nomb~es de cldUdaTdes (k 'de"",a 11 16 100) Te- tado en una piedra, sacara del mar un pez IfierÓS. ¿pez sagrado? ¿Vivo? El adjetivo
JI h Od 1 2) muros e roya re ,." , parece significar «estremeciéndose, agitado»; pinta el movimiento del pez que se de-
res: ciudadela (pto ,tI ron, ., ,:_ ' 1 del AIfeo. Puedc admitirse que hierós
bu y sus muros. Pb'gamo, el Euvc::v. e cuno bate en la punta de la can.a. Es ése r:1 único luglU donde hier6s contiene algo de: la sig-
nificación para la cual presta aJgfln fundamento la comparación.
es UD epíteto de veneración. to mis instructivas. Los jueces
Veamos ah~ra ~lja?za:'. mis sin1 ularc5; y, PO! I~o
La expresión hieron minos. con un nombre de persona. -así. Od., 8. 421, hier()n
se sientan hieró; ent kuklol (11., 18, S04), ~.CD el elre .' d
hieró.J».
Incluso si no son en si
or Zeus Cuando mbtos AJkin60io- no es )'8 otra cosa que un ripio. una comodidad métrica. No po-
I . es están consIderados como IDsprra os P , dria leerK en ella el valOi que lenia hierós wando el empleo estllba vivo.
mismos «sagrados»), os JUec . ri k h JI d ZroJ al que toma por tes-
Hera invoca, en un juramento solemne, la hle ~!' 11 • e , Pensamos DO haber omitido nlngún empleo notable de hieros, yen todas partes.
l b ' terprcta de forma mmedlata. con nombres de lupres o de ríos (los rlos son divin(8), con nombres de ~rsona.s o de
ligo (11., IS, 39), la p~ a ra se.1O d (11 17 464)? Hay que leer el pasaje en.
obje:1os. con nombre! de cosas divinas o humanas o nombres de elemenlos. hemos
Pero, ¿por q~é IlIerós se dIce e un car~o t; fu;ra de lugar. Se trata de un carro
tero La tradUCCIón por ({fucrte, poderosO), es (f 441 451 4S6)' en- comprobado el mismo valor: en [odas partes hierós pertenece al dominio de 10 «sa-
. .. los caballos a avanzar c r. , , . grado». ya porque esta cualidad afecta a la noción por vinculo natural. ya porque es-
que est~a i~mo~:~~t~; c':~a~~~a;sl~ anima a arrastrar el carro dc Automed.6n. ~e te asociado a ella por circunstancias. Sin lo cual no se hubiera denominado hierá al
lances us IOSpl I.:A ÓS' En esla circunstancia no se trala de un eplteto e acto sacriflcial.
ahI por qué se d.ice del carro fUCl' .
naturalez.a. . ' v\a cuando la balanza de zeus sopesa las posi-
Por la DllSma ra,Z:on, mis clara tod.a h'f'd (D. 16 6~B). Las eras de batir el
rninad.a. •
bilidades de dos paises en lucha es deno '.. ••
1 1. R!;NOU Étwdn Wdiqun, IX. 1961, p. 69, ~ •• . De l,If\ alma renience *,-mos parlicipiV m li,
°d' _ I nota l'ustincativa Job« ",,.. p. ID. ./ / lOO En la vecindad del griego, pero fuera del atiego e incluso fuera del indoeuropeo,
I t. comparICIón ha SIdo estab'~d M ILU!T ?Al/dril' fUr ~1Il#"e Ph, o OS'to ....., p.
o o o , .
l50ma) e'lpnml o».. c..., '. . enconlramos una serie de palabras cuya forma se acerca a hlerds y al prototipo que se
~ • por E ,

354 355
le supone, y que pertenece a la misma esfera sem~tica. Se trllt~ de adjc:tiv06 que, en depende a menudo de su relación; por un lado. con dIlcaias (sancionado por una ley
las lenguas itüicas y en etlUSCO, le refieren a los dioses ya!'> divmo. . huma"a); por otro. con lliudl (consagrado II 108 dioses).
Aesar es una palabra drtlSCO--latina citada por SuetODlO para Cl:p1icar el nombre Estam06 ante un término de sipiflCllcióo parad6jica. H6sirn podria ap1icane, por
de CODar este seria en etrUSCO el nombre del «dioslt. BIja diversas formas 10 cncon- tIJUO, tan bien 8 lo que ClI sagrado como a Jo que ClI profano. 5ald.rcmos de esta con·
tlllmDSti; la,¡ lenguas iti11tas que son ~doeuro~.y que han tenido contactos est~: tradíQción apaIm.te delimitando con pn:cisi6n d campo de ap1icaci6n de este adjetivo:
chas con el etrusco, como el oseO aisusl$. «sacnfICUS)t, el valsen ~SQtJ.slrom, «sacnfi se decllUa hósios lo que está. prescrito, permitido por la le)' di'l1iTlll, pero en las relacio-
cium~ el wnbro nono, «diuinu.» o «(sacrificalis». . ' loa lu nes hUr1UlIllD. A partir de ese momento, una expresión como dfluzios kal há1iOl. di-
p~ otro lado en el mhmo cttUSCO. el a.c\jctivo aisuna. ais1!ll. f!jSJIQ (segun - kaki kal 1t6.na significa «10 que cstt fijado como regla en bu rdaciones humanas por
~:) ~'"';fican «divino» o se reftcren alsacrlficio. Evidentemente, este 108 hombres y por los dioses•. Los deberes dcnominadOl hósia, como JOI designados
garcs y las . . - - .~- ,.' h I lin-;-'" han que-
radical itálico ofre<:e cierto parecido con el de hierÓ3 e -:'ftl. y os a--;-- por diJulj¡z son deberes paIll con loa hombees; unos presait03 por una ley hwnana
rido encontrar ahi la prueba de un parentesco (ampbarnentc prehJstbnco) entre el (dfkaia), Jos otros por una ley divina (hÓ$/a).
ro Veamos abara la segunda sale de empleos en la expresión hitrtl kili hdsia. El sen-
etrusCO y el tndoc;uropeo. Kretschmer veda ah\ el vestl¡;io de una capa protoindoeu -
tido de lu1rie»~ a. paar de lu aparicDcias, no cambia. La DpOI1ci.6n le !itfla en otro
pea en la cuenca meditcrrtnea.. . ' de
No es este lUlar para dlscutir, a propósito de este caso particular. una tesIS punto: de un lado, Id hier6. Jo sagrado, lo que pertenece propiamente a los dioses; del
semejante amplitud. Sólo hay que seAa.lar una diferencia entrC las dos series de for- otro, Id lr6siIz. 10 que estl permitido a Jos hombres. El dominio 1úer6.s, reservado a los
mas. El radical .a;l- parece significar «dios»'. y debido. a ~~ ~o puede tener na~ dioses, se opone al dominio 11m/os. que Jos dioses conceden a los hombre.s. Por tanto,
en común con hitl'6s. «saaradO>J, y ser. qirul}. cuyo sentido ~C1al el com:amenen el sentido propio de h6si03 sigue siendo siempre el mismo: «lo que est' prc.sc:rlto o
diferente, como hrmOl vUto. No ha.y ningún término para.•diOl». q~e en El g:·~.vo permitido a los hombre.s por los dioses». Pero C5ta posición de llierdJ, «prohibido a
otras partes esté unido a la familia de hJerós. Son dos nOClODe!i ~5Untas. a J 1 los bombreslf, y de h6ri0s• • concedido a los bombr"C5». le resuelve ulteriormente en
lt
«divino>' se dice en griego tMtos. que jamis se confunde con hH!rós. (C5&gfado • co- una oposici.ÓII ~rd8. «sagn.do»; h~ «profano», que permitir. c:otonccs un cm-
mo tampoco en latin se confunde diuirrllS con SQar. pleo como éste: kosme1n ¡In p61in kt1t tata hiero'is /alt toEJ hosfoi.J, «adornar la ciudad
de monumentos tanto lOgrados como profanos» (ls6crates, Vil, 66).
• Elta interpretación de hÓlios viene dictada por el examen de los ejemplOll en la
•• époal c1úi.ca. pero ya es impuesta por 101 empleos mb antiguos. Sólo que no 50n }os
dd adjcti.vo h6sí08. sino los del sustantivo hosti, que }e reprclCDta en la forma del fe-
A partir de este momento podemos ver c:n el ~or de lo «sagrado. en griego algo menino.
particular que no coincide con lo que ellalin enuende: por sa~r. I En efecto. en Homero sólo se lee hosii; dos veces en la Od.iliea, cinco veces en los
En ~r esti exclusivamente la noci6n de un dominio diltinto que se atribuye a o Himnos. Cada uno de los ejemplos ayuda a fijar la dermici6n de hósio.r.
d.' sa 5CDtido de $IlCU se aclira pOr la oposici60 de pro/afIJu, ul margen defa- Lo. dos ejemplos de la 0cliJca COIl<ÍIten en la f6nnuJa negativo ovkh' ho.ffi. "'1
m
mno;. El d minio del ~r es un dominio septlrado por la disposici6n misma de ~ (16, 0423): oud' hosli kakd rh4ptein. a/liloitin. El sentido es: «DO estt permitido por
~:;:~~ Yol.:::r MICU conNte en una CI~ de separación. d~ punta ~a ~eI ~~; 1& ley divina tramar malos designios un06 contra otros». Asimismo. en el momento en
nio de lo humano por una unión a lo dIVIDO. POI" el contrar~, en h,eros, egu que la sirviente se dispone a lanzar el clamor de triunfo ante los pretendientes masa-
ejemplos boméricos analizados anteriormente. vemos una propiedad per~anenteu~as crados, Ulises la rili.e y le pide discreción; no debe uno a1ecrlUse cuando se ven bom-
• ' .. __ ...1
veces, mcl,ll;Ul1U
que puede resll1lu de un influ}o divino. de una arCl1n.stanc o
-.
brea muertos: .esto DO CIt. pcnnltUlo par la ley Qlvina (oulch' /tDfM). (22, 412). Se
denomina, por tanto. hosfi la regia impue¡ta por JOI diosa ala sociedad de 103 hom-
de una intcrvcnci6n divina. . bres. El sentido de h03fl concuerda perfeeumc:ntc con el que nosotros: atnlndmos a
En grieco no se observa esa contaminación de lo sagrado que eqUtvale a una man-
h6sie»; lo Q.ue estA prescrito o permitido por los dioses a los hombres.
cilla y puede exponer al hombre sacer a la muerte.
Completamente distintOB Ion los cinco empleos de hosli en los Himnos homéri-
cos. Aqui los filólogos COClIidcran lIosli como d ~deber de culto de 101 hombres res·
GJJ,tiOO. -liMOS. hosli pecto a 101 dioses», el «rito», la «ofJendu. Serta cntoDca¡ la rdaci6n inversa de la
Mu cerca de hier6.s tsti el adjetivo hMiOl. que se remite también a 10 ~agr~~)f, que se nOl ha presentado en todas partes. Hay que ver, por tanto, si CS1e sentido se
o ~ acepciones distintas. El dicciocuuio de Uddetl y ScOtt dice que ~6JWJ IIgOl~­ impone cm estos calOS.
por ante todo «Jancionado por una ley divina, santa. sagrada». El,sentldo de hóslos 1) Después de haber hecho asar dos vacas, Hermes «divide las carnes en doce
ca, • partes que sortea, pero dando 8 cada uoa el valor de un homenaje perfecto. Entonces
el glorioso Hermes sintió deseos de probar las carnes COD5agraw» (Himno a H~
nrD, 1, 130, trad. [franc:csa] Humbert). La expresión es 110$(1 kredlm. que IitenJmen-
te ai¡nificaria «la ofrmda de QUlICS (8 la divinidad)., «tbe rife of thc f1esh-off,rinp
(Lidell-Seatt). Pero la continuación hace sospecbosa esta versi6n: «su oJor agradable
357
y se: la ofrece ~
(= de las carnes) le turbaba , por más inmona l Que fUeJe:; pero
a pesar de la fuerza de prohibi do; pide: solamente cierta bebida. La sirvienta se la prepara
el rito» <itim~
este deseo, en su genero so coraz6n no pudo dccidirse a hacerlos pasar
por su gaznate :::.erD~ acepta hosl€s ¡n~kf!l1. que .se ha lraduci do «para fundam entar
¡tido
en antinom ia con hie- emet.er:' 21). Nosotros entenderfamos mejor: ((confo rme a lo que está
sagrado (hi~rJs ka/(} dei,€s) ). El poeta pone claram ente hasli pcnn
imposible por la ley diVUl&» . El verso si¡uico te se: ba perdido .
de lu carnes, pero le es
rtk. FJ joven dios tiene ganas de hacer una hosíé
>. FJ texto no deja duda alguna: un t S) ~.otramos un ú1t~o ejempl o en el Himno a ApoJo
(v. 237), h& hasli ~gI_
«(hacerlas pasar por su ¡amate sagrad o (hierós)> Tambié n aqui hay que COIT r la
opera'iÓ fl asl denom inada atentar ia con- n~ o. «~'~ riles wcrc cslllbhs hed» (Udde.l I-5cott) .
dios no puede practic ar u.na hosié, porque la
tra la calidad de hierós inherente al estatut o divino. Debe conclu ine
que h03le denota ~~~u.::~Se trata.d~ una costumbre unpractic ada en Onques tos, en un bosque c:rcra-
tirado por caballo s que el CQoouctor
riguros ammte lo opuest o a hierós. No signiíJc a ni «ofren da ni rito», sino lo contra- '. ~ POsel~on. Se lleva aIli auTO
s embala dos
le, que transfo rma una "..a me consag rada deja Ir a ca.pocho micotra s que !l mismo los silue a pie. Silos caballo
rio: es el acto que hace lo MsagradO» accesib los cabalJo s pero te deja el carro
Herme s, por rompen el tiro contTa los árboles, se preocu pan por
a 103 diOleS en un alimen to que los hombr e. pueden consum ir (pero que
~o es dejado ~
to citado, hosíi apoya~o (contra el templo); se invoca entonce s al dios y el
ser dios, no puede permitirse), el acto de daacra fllación . En el contex
krrdón debe entende rse «el CONu.mo (desacralizado) de las carnes»
, y no puede enten- c~ocha. H.a&.t..a donde podemos entend er ata vieja c:ostum otorgad a por el diospri~~
bre, el inciso «así al
:ff
plO de la .haste» se renere a un permis o o a una CODCC5
i6n
dado para hó- hos~;
derse de otro modo. Encont ramos en hosíi el sentido que antes hemos de la ley sagrad a de Cirene: lb. hiarim
especifi- que 7lacio nar esto con una disposición
aios, «concedido por los dioses a Jos hombre s», adapta oo aqu.l a la condición :nt, «~odo el mundo tendrá libre acceso (hoslo) a los lugares saerado
s». &ta hosta
105 ~IOiI~~nsisr~ ~parentem:ntc en que
ca de la ofrend a de alimen to. el conduc tor esti autoriz ado a llevarse
punto a ha·
2) En el verso 173 del mismo Himno , Hermes dice a su madre: «(en te carr~
que Apolo. Si mi padre (Zeus) no me la Esa 011 Jando u.Dl~ el sobre el terreno sagrado de Poseid 6n.
nons (llmi). voy a asegura rle la misma hosié que es la Interpre t8.C1ón que exi¡en los ejempl os hom~ricO l!l de ho-
o- ser el princip e de los Bandid os». Aqui _ nos parea:
da, entonces intenta ré -y puedo hacerl
también se traduce hO$lt por privllcg io sagrado , culto: «1 will enler into (enjoym ent :~adra~on los. ~:pleos del adjetivo hósiO$. que siempre lleva la noción de f{J)CI".
por . ley ~vtna (a 101 hombres)>>. Ten1amos tanta mayor necesid ad de efec-

::r~~~.:e;;u'=:
(LiddeU ·Scott). Pero eSlo no convien e a la situació n para
of) the same worlhip IJ A.)
nadl:. Hay que recorda r cómo Herme s despert ó siendo nino a su. vocaci6
n. Es hijo de e~ s::;:: . cuanto que no disponemos de ninguna etimol olía PIIlll
o sociedad de
la
Zeus y de la ninfa Maia. Su madre vive retirada en una gruta. evitand
a verla de noche en
los Inmort ales (v. S), donde visiblemente no es admitid a. Zeus va
condici ón semic1a ndes·
secreto, con disgusto de su C$p05a Hera y de otros dioses. Esta GRIEG O.-hóg ios
Hermes se rebela. Quiere ser
tina priva a su hijo Hennes de los privilegios divinos.
los únicos Inmort ales que no recio
plenam ente dios, no acepta que su madre y él sean u
de descansar c6- compre nde un verbo y dos acljctivos' IJ6tCJ.
ben ni done5 ni alimen to 11 y se pudren en un antro oscuro en lugar .Pasc~06 ahora a h4gios . La familia
modam ente en la opulen cia como los dcmas dioses (versos 167 y ss.). No es un «(cul·
"!al. hdgl~ y hogndr. He aqui los tres t~rmin0 5 c¡~ hemos de considerar. La eUferco-
mismos privilegios e noloria . El verbo h4lom aj es ho-
to» lo que desea, es el goce de los mismos honore s (fim¿j y de los
mal·na cido, la
a~ ~e estilo '1 de fecha entre las formas es bastant
de alimen to (hosli) que Apolo. Encont rará en ello la revancha del meneo y. q~eda como poético , mientra s que h6gios no 10 es y aparece por vez pri-
compen sación de una vida humilla da y frustra da. La elección de limí
y de hosli para mC18 en Jamo en H~odoto. Por el contrar io, hagnÓS. epiteto hom~rico es sobre to-
Hcrmcs se ve en rela· <Io , una palabra poética. ' ,
denom inar los bienei que ambici ona revele... la condición en que
ción a los demis dioses: inferio r en derechos, reducid o a la poskió n de los human os El verbo IuhQmal.. «temer », se constru ye en Homer o como un vtrbo de temor: h6-
que consum en, tral haber sido desacralizada, la carne
cotre J05 Inmon
ofrecid
3) Herme s emplea una vez máJ hosíe en las palabra.s h.I.¡Oe~as
ales,
a

hijo
a los

de
dioses.

zeus,
que dirile a
erCi valiente
uto... mi Nuktl. .. apolhl1mio Irdo;. «tenia miedo de haCCl" algo que
~ a la Noche» (JJia~, l.c, ~l). Pueden confrontarse
za en mi
dos pasajes
no temas
pudiera des .
sucesiv
'me'l.
os,
-.'-·Ih "
u:::
Apolo: «Te sientas en el primer rango 1 que «temer » 5e dice dtldo: «ten confian ' 1 ' '" uc<Iwl I~ a
se justific a soto- y te ha conced ido do- Nes» (lJ 5 827) y al¡unos versos mis adelante htkomo i: «no lemas 'mid 11"--0"
y fuerte, el pruden te Ztus te quiere -y eslO hosíes, '" l' ~ ~ a
trad. [france sa) Humbc rt): la expresi ón ~k ptÍsis Ares» (v. 830).
Des esplendentes» (469 y ss.
.uprem o
«con toda juslici&», define tambié n ata h03/i como una c.onccsión má ~i!im o. ~n esla relación con una divinidad inlerprctam06 nOsotro
del dios s el ejempl o
a un dios de rango nece.sariamente inferio r. uo viene a rogar a los Atridas que le devuelv an a su hi-
. s en IJ .(lliada, 1, 21). Crises
uno tiene una
4) Otros dos empleos :aparecen en los Himno s. Desgra ciadam ente
esté desoon solada. Su sir- :~): ~blo lea: .~frecc un rescate: les suplica encarecidamente que «teman (haúo.
mismo se ~lo, hiJ? de Zcus.
laguna textual . ~meter, afligida por la muerte de su hija, Quiere despert ar el temor respetu oso ante el dios. Asj.
porqUe el vino le está sido
viente Metane ira le ofrece una copa de vino. que eUa rechaza
'dos dice (Odisea, 9,2(0) que el saeudo te de Apalo, su hlja y su. mujer
han
protCII por «temor respetu oso» (hal6menoij. El verbo indica el tc!ipeto expcri-
el la de varios llWluteritOS J que
11 Adoptam ol aqut la Ieclura fJ¡xulol. «prlv~ de alimanto,., que , dada por un manutcr ito y
de dones», en lugar de 61i1toj. «no ropd05l1
concuerda con ~lol. «prlvado li .
11 HemOl uliJizlu:So ti "ludio bUUllllt' drl "'lado dt' EII. W'Ll.ltiE a. HilitoS. Unttrsw ;/IIlIIpn UN" Trlln'-
muestra Hermu reivilJdk: a YenUju muy ~
que no I~ niAc6n eiempto más. Elltimoo mitro (fue Hd1i8". 1922 VQie
ttoIorit ds b'
COlI 1&II\lC.IiI' IoIsuatUOlOl tesorOl de Apok) .I."¿'~ 1m P. CHAHt "IN! 'f Fuarltrl ft A. Drbrunw 19S4
'Yido Páliuu M y N que' reIII~
s uada. roba vuali, ammua O. MAS."lON,
!el: esLi de hermoIa C'IfTlCI
ambivlll mci. cU lo ~rado:
In ...,,,,~ 00II QOS, lIf'JlllndU .... ~rJf'itn doRA lA
(vtue 111). No sr cWda de tu plqariu . .,

359
mentado ante un dios o un personaje divino; pero un respeto negativo, que cOnsUte violación, concepto negativo, y no, positivamente. que csti carpdo de la prcsc:ncia
en abstenerse de hacer da"o. Según WiIliger, encontramos una 2lnalolla lorprcodeute divina. que es el sentido especifico de ltier63.
entre házomaj y 31bomQi y que se complcta en el paralelismo de 105 adjetivos deriva- Nos vemos nevados, por tanto, a la comparación clésica de hági(JI con el sánscrito
dos hagnós y ~-emllós « ..seb-nos). ya)•. Fonéticamente no hay ninguna dificultad, las dos formas se apoyan en un anti-
A estos ejemplos homtricos aftadiríamos muchos otros liacados de los trégicos, guo ..yeg-. Pero el sentido exige algunas observaciones. Por yaj- se entiende en védico
que los confirman. Era mejor partir del verbo para una primera definición dcl senti- el acto de 58,crifIcio, operación por la que lie transfiere un elemento del mundo de los
do, porque el adjetivo hagnós por .ri solo no puede enseñar nada preciso. Se apone .a humanos al mun<1o divino. Por ah! se establece la oomunicaci6n entre el mundo hu·
menudo a nombres de dlOSe!: Artemisa, PersHone, una vez a heorti. «fiesta») (OdI- mano y el mundo divino: por ese acto se alimenta a los dioses. En la medida misma
sea, 21, 258-259). Entre 105 trigícos, hagnós se aplica al territorio del dios, al 6dllton en que este verbo denota un acto especifico y positivo, parece bastante diferente la
del dios. Es, asimismo. el epíteto de la «tierra» (hagnt ofollra. Esquilo, Siete, 753), conducta negativa eDunciad.a por el grigo házomaf~ que consiste en ahrtenersc de toda
pero en una melifora aliada que apunta en rcalidad al seno materno. En todas panes intrusión, óc todo ataque.
hagnm evoca \a noción de un terotodo «(prohibido» o de un lugar quc defiende el res· De hecho, la distancia es menor de uno a otro de lo que parece. Aliado del sms-
peto hacia el dios. De ahl viene que, en los trágicos, hagnós designe a un ser humano crito yaj-, el avtstico )'ClZ· no significa simplemente «sacrificar», sino «reverenciar a
como «ritualmente puro, que responde al estado requerido para una ceremonia». Es los dioses». como por lo delIÚls el a. persayad-: se aplica al culto en general, no parti·
un sentido nuevo: es hagnós no sóla una construcción, un territorio. un animal sacri- cuJarmente al sacrificio. Entre 105 derivados. hay uno particularmente importante que
ficial, sino la vir¡en pura. lo cual concuerda con el sentido de luhomal. se ha convertido, en védico, en un eplteto constante de 105 dioses y en el Avesta en el
Queda el tercer ttrmino, hágios. 1.0 encontramos primero en la prosa jonia, en nombre mismo del «dios»: ser. y(ljtzto, av. yrnata. literalmente «aquel que es digno de
Herodoto, como eplteto de un «templOII en general. per-o tambi~n de un templo par- culto». Podemos pensar que el védico ha especializ:ado en el empleo ritual un ~bo
ticular. el de Heraclcs. Falta en 101 trágico•. Ari.ttófanes lo da como calificativo de Jos de acntido mJ.¡ general, «colerc» mis que cuacrificare•. Esto puede explicar que yq¡.
misterios. Siguiendo a Herodoto, los historiadorC8 hacen de Mglos el eplteto constan- se construya con el acullativo del nombre de la divinidad Y el instrumental del nombre
te de los templos. En Pausanias MIlos implica que el templo C3ti defendido contra de la cosa consagrada: «rendir culto a un dios con alguna CaSal). &perarIamos, más
toda rnMnciUa por la amenaza de un castigo divino. Pero Pausanias tambi~n imita a bien, la construcción con el dativo del nombre de la divinidad si el verbo significara
Herodoto. En Estrabón. por filtimo, h6gios sigue siendo el epíteto frecuente de un lu~ «SaCrificar».
gar o de un objeto lasrado. Asi, los empleos son de gran constancia y muestran que Si entonces relecmOli el discurso de CrUes a ApmenÓD (U., 1,20-21). «soltad a mi
hági03 se ha diferenciado 4elde el ori&en de hognós. Ya estamos ante la dificil cues· hija y recibid el rescate, testimoniando asi vuestra revcrcnda a Apolo (hazÓlnenoi...
ti6n de la etimologia de h6gios}' hthomol. Ap611¡}fJa)~. sin apurar demasiado este empleo, DO se juzgara tan diferente de los que
Tradicionalmente. se hace de a el correspondieme del sánscríto yaj-, «sacrificar». nos orecen el Veda y el Avesta. No es una actitud negativa lo que se pide respecto al
La correspondencia es dada por todos los diccionarios etimológicos. Sin embargo, es dios, sino un homenaje positivo que le será rendido, Nada nos obli¡a, por bulto, a
refutada por Kretschmer y de manera algo más explicita por Meillet u que propone re- abandonar la comparaci6n tradicional, aun cuando no sea tan estrecha como lo harta
lacionar Mglos más bien con ellatin Meer. En ariego tendrlamos un tema ·5Og- en. al- desear la importancia de la noción.
ternancia con .. 5Ok- dellatin 5Oeer.
lnclwo.si se admite la doble forma "sok-/'sog-. nos ytJn05 obligadoi a constatar
La revisión de est05 términos ha puc¡lo de relieve, a un tiempo, la antigüedad y la
Q.ue el ttrmino griego que responóc, en cuanto al JeDtido, a sacer no el h4g1os. tino
disparidad etimológica. Cada uno de ellos tiene su historia '1 comporta rus ensefian·
hi~ró!, Así, $OetI'dos equivale a hitnús,' sacra vio a hiffll odÓS; sacrUegu.s (.socrlle-
gfwn) a Jtkrdsu./os; Soc:rlportvs a Hieros limin. Los hechos de tradue<:i6n, sean de
zas. No se aocede a una prehistoria comOn de lo .agrado.
latín a t;rie&o, sean de griego alado, atestiguan el mismo sentido: la expresi6~ sacro- Ademas, coJUtatamos que varias de las lenguas mis antiguas poseen una doble ex-
sonctus es traducida por hitrós JuJldsu/os; frcnte a sacer morblls. tenemos h,era 116- preriOn. distinta en cada lengua, dos ténninOl complementarlos que enuncian un do-
SOS,' sacra... publica... y priuata se traduce en Dionisia de Halicarnaso por fa hiera...
ble aspecto de lo sagrado. En griego, hkrós y h4gios; en latID, sacer y sanctus: en
kolnl1..• kal/dio; os SQcrum responde a hierdn ostlan y hierr}n pneQma a saeer spirltus avéstico, s¡»nta y yao"ídita '4 .
Pero con la ayuda de estas pareju no puede construirse un mismo modelo. Fun·
(Slneca).
Se choca. pucs, con una dificultad mayor al buscar en háglos el com:spoodiente cionan en el intuior de una lengua solamente y lu relaciones entre estas parejas no se
de SQC%r. Son realmente dos nociones distintas. La relaci6n de hkrós y h4gi(JI en establecen en d mismo plano; o bien tu I1ociones se corresponden a Vecel a tnlv& de
Briega parece equivalente a la de SQCf!I' '1 $Ilftctu.s en liQC&ll ze;nerales. Sacer y hUrds. términos distintos. En av. s¡HlIta. como en gr. hierós. blJo formas etimológicamente:
«sagrado. o «divino», se dicen de la persona o de la cosa consagrada a los dioses, diferentes. se transparenta la mi.sma idea.. la de un poder que esti lleno de ardor. hin-
mJenttu que hdgi03, como sonctu.J, indicaD que el objeto ei derendido rrente a toda chado de fecundidad. A )0 que responde, en el a6tico ltaiu, la de intearidad. de cum-
plimiento perfecto; una fuerza que pone el objeto o el ser al amparo de cualquier dls·

1) KIlE1'8CH.MBa. G/ol,., 10. 155 Y 511.; Malu.DT, BIIII. ddtl Soco dr: Llllplsllqw d. PaIÚ, 21, p. 126, y
Dk1. lIym. de 1111iltw_ I4tf1t,. lo. u. mcw', Illncfll8. 14 Para la intrrprcl:adOn dt )'fIo'ttm-, crr. anteriormente p. 305.

360 361
minución, qut Jo hace invulnerable. Por el contnuio, d latín SllCer da a entender sola-
mente un estado de restriccibn, una calidad au¡usta y nefasta de origen divino que se CApiroLO 2
separa de todit relación humana. '
~tre I~ cualidad natural indicada por el avéstico .r¡»nta y cJ estado de )ItlO'idafft, LA LIBACIÓN
la w.rer~ es.otra. Encontramos en el neutro yaw 1estrcd1l.Dla1tc unido con la for-
ma 1I1lD1a del mdoeuropeo ·dhi-. la idea de una oonfonnidad ri¡ida a la norma.:
«volver apto para una operación relijiosa, poner el objeto en con4iciones de satisfa-
cer todos los ritos». Es el resultado de una operación lo que confiere la pureza ritual
J:lemos vino la relación etimológica que une en latin saeer y sanctlU. pero la fo~­
mBClÓD de sanc~. q~ es nueva. subraya el caráctu secundario de esta crea.ci60. Pe-
~ qPe esta noaÓl11Ddoc:uropc:a se renovó en 1atIn., precisamente porque l:D. fecha
In~ todavf~ no había té.rmino único que connotase: estos dos u~ de lo
sagrado, pero ya exuda una cualidad de nociones que cada lenlUa ha transcrito a lIU
manera.
Por último, hi:rár y htIgios muestran claramente el aspecto positivo y el 85pccto SJlmario. La ofrenda liquida, 111 como la expn:5i.D 1m grir.¡o el verbo rplndo, sp#n_
n;ecativo de la noabn: por un lado, lo que está animado de un poder y de: WUl agita_ domtri y el nombre JPOIId#, M: derme cspcdfkunmle como «orr~ de le¡¡uridadll. To-
da empresa que ctmIporle un rics&o -ri.;c. n~ plC!TCQ, pero lanlbita paao,
CIón saaradas¡ por otro, 10 que csU. prohibido, aquello con lo que no ac debe tener tratado de pu- ni pn:cedida, por tanto, 1W.1,lrUDa11e de I,ll:\l. tpOmil
contacto.
La nod6rlck quridad ucaur-da, de: pnnda. tilA lanlbito en 111 base del. sc:alido,
He ahí li:Ómo se distribuyen en el vocabulario de cada lengua esas dos cualidades 11610 jorldico, deI ••_ ~. Aqul II ofrmdl 8quida hlI deIIparecido. pero IV fwld6n
ilustrando 10lI dos aspectos de una misma noción: lo que esté. lleno de un poder divi: subliste:jiJia'" 3pondtrr, el dar 5U hija como esposa ($pOII_) c:onvlrlibKlole en .ara.nle
no; lo que eslt prohibido al contacto de los hombres. de La alianza_ &1 t:Uanlo I ,"pOfttUre es Clrtsponder que..... al "que responde dft..••.
Ni tJlo#, ni upondi, ¡qul: es la IlJibaciooll, definida en todo y por- lodo por l. t:lJITf:5-
J)OIldc.oocia del.,.. feIb6. con d Iat. libo? El JfUPO da &rieso kIbO c:IlflRSI. la nod6n de
«rc:wUlamieDto•• ele «J(IIlcg.: Ittlbll, llaPlIrcir a/aunU ¡otUII se opone, por tanto. a
k1ll6, «dc:rramar (en Ibundancia>-. Desde d pvntD de vista de la rullción, Ioibl par-ea;
opcmtnC a JPO#fdI aJJJIO d rito aJlC)tropa1¡:o al rito propiciatorio.
La poliserflia dnt:oncertante del laC. flbtI,." «bal:Cr una tibación, lamer, ¡otear, lOmar
UDa porción de... , aleanar a ... II, se vuelve: inintcliJlble. li dclsrnlldo anli¡¡110 de «dtrra.-
mlll" alSulllI &CltUII. M: rellene el de «quitar una pequc:i\lalma partrll.

L SPONSIO

Muchos términos le aarupan con el juramento y podemos evocar aquilos que se


viDculan a él por la necesidad misma de la institución.
Un rito acampana la prestación de un juramento o la conclusión de un pacto: es
erlUllciado por el. arlqosplndo. «hacer una libaci6M, hiuta, siptml e íipant, es decir,
$]Xlnd-. de igual sentido, y ellat. spondeo,
Las tres formas. visiblemente cmparmtadas, se remiten a nodones que no se 1:8-
raeterizan de la misma manera. En ladn spondtrt es un t&mino jurldico; en hitira,
spand- desilDa una modalidad de Ilcrific:io; ahora bien, la noción de sacrificio elta
completamente ausente del término latino. El griego sphuJfJ asocia las dos significa-
ciones que el hitita y ellaún daD por sep6Cado: pOr UD .lado, tdtacer una obW:iOn u-
quida~; pOr otro, «concluir UDIl coDvenci6n». El derivado nominal spondJ. con grado
radical o. aignifica (lOfrmda Hquido, peco en el plural, «a.cuer-do. tugua, armisti-
ao». Es, sobre rodo, en grie¡o donde se capta la relaci6n con el juramento, cuKDdo la
.spondt acompafta la prestación, Esta asociación permitirla comprender que el verbo
griego se baya especializado, en la activa y en la media, en el sentido de «concluir un
pacto». Se presume, por tanto, que el sentido primitivo era el de una oblaci6n liQuida
que consagra solemnemente un compromiso.
Hay aquí un problema lln&illstk:o. Para que en piCIo y en 1atin spend- haya evo-
362
363
ldouclonado.haci;a una ~6n política o juridica, se prcclsa que algo lo haya prepara- En el episodio de 105 bueyes del sol (12, 363), 105 comptUicrDS de UlIses hambrico-
en la bistona semántica del verbo. los enmentran un rebaño que estA protegido por una proJUbk:i6n: ningún hombre de-
Pero el ~ ~ó eatá Hmita~ uc.Iusivamente a la «libación», sin que nada be matar esos bueyes. Y ellos han de¡oUado uno y lo han puesto a asar; pero antes de
pr~ el sentido pr~p10 de cata prActica. Si el verbo implicaba que la libación se ha- con!wnir la carne, hacen una libación con agua, por falta de vino. Saben que han ro-
cia Siempre con ocan6n. de un acuerdo, la espcciaJlzaci6n del sentido estarla clara. Pe- metido un sacrificio y por lo menos quitren aplacar al dios intcn:sado. Ademáll, ese
ro a menudo no se ve om¡una necesidad en ese acto. En la Odisea una spo11d¿ ede desisnio se dice como en táminas ellprC$OS cuando Pisístrato acoge en su festín a Te-
iC!'" realizada sin reJa.~6n. con un pacto. Por la noche los pretendi~tcs hacen U~ba­ lmIaco acompaftado de Atenea disfrazada: ctÚtranjcro, ruega primero a Poscid6n,
clOD: y el hc:eho no indlCl. D.ing6n pacto concluido, ningún acto ritual. En muchas nuestro rey, porque es a su fcsÚD adonde llegtis. Haz las libaciones; rez.a como es
oca.nones Ulises y 111& ~mpa&lrOS hacen libaciones sin que intervenga ningún acuer- usual; luCiO darás a tu ami¡o la copa, para que también él ofrr:zr.a. este dulce vino dc
do. En ~cral. la menctón de la spondl no va seguida de ningún compromiso colecti- miel; tambi&1 debe rezar el a los inmortales, en mi opinión: ¿no tiene todo hombre
vo. !. ~ embargo, H~odolo atestigua ya ampliamente: apindomai y 8[JOfldl en su necesidad de Jos dioses?» (Od., 3, 43 Y ss.; trad. Ifrancesa] Bérand). Sigue la plegaria
signiflCaClÓD de «concJwr UD acuerdo»; splnd~/hQ; eiri"in «concluir la paz» Este de Atenea a Poseidón, enumerando los favores esperados. Se procede de igual fonua
contra!te tiene algo de singular. No se puede resolver de ot;o modo que por ~ exa- con Pose:idÓ1l en el momento en que 106 hubpcdes se apmitan a dormir (ibid., 3, 333;
men ~ad~ de los empleos lUltiguO.ll y en primer lugar ele los empleos homéricos cfr. 18, 42j, etc.).
mt.s lIignificatívos. Cuando Pindaro dice, en sentido figurado: (Olumploi) spéndein aoJdalS (Isthm.,
Se hac,cmención de spondDI6k,.e/oi (11., 2. 341; 4, 1S9) en relación con el jura- 6, 9>. «hacer libacioncs (al Olbnpico) con cantos», hay que ver que es a Zeus Salva·
mento, ~entrllli.los socios se estrechan la mano derechM. Se trata de un ceremonial: dar, Sotiri Olumpfoi a quien se diríge la 3polld¿.· CS, por tanto, para ase¡urar la victo-
abara bien, son esos los únicos ejemplos homéricos de spondl y precisamente el em- ria de un gran campeón por 10 que afronta la prueba.
pico del término indica la conclwión de un acto preciso. • Las misma condiciones se encuentran a través de la literatura, en prosa o en poe-
..En algunos ej~plos, spénd~ acompalla a un discurso. En 11., 16, 227, Aquiles se sia. Los griesos hacen libación y ple¡arias a Poseidón Salvador en el momcnto en
dmge a Zells Dódónofos hlasgikds; se lavó las manos.. tomO su copa, derramó el vi- que, tras el desastre naval de 108 penas, quieren volver cuanto antes al ArtenUsion
110 Y luego pronu~ó una plegaría hllCicndo una libación de vino y mirando al cielo. (Hcrodoto, VIL, 192). En el Orestes de Buripides (verso 1688), Apol0 promete a Hele-
Obsevemos que puje a Zeus que le devuelva sano y salvo el compaJiero q~e éJ envia al na que tcndri un dC5tino brillante, honores entre los hombro «y sfem~ recibiri Ii-
combate. bacioneu; compartirá con los DiOlCUros el mcargo de proteger a los humanos de los
En 24, 287, ~tam05 en vi5peras de una empresa peHgrosa: Príamo va a reclamar a peligos de las ola!, ~ pdilouaa. ~; es a ellos a quienes los marinos dan
105 aqueos su ~o muerto.. ~or consejo de su mujer, hace entonces una hbaci6n; se las gracias cuando escapan de UD peligro; Hdcna tendri en adelante este privüqio
pone an.te lo.!; .dioses y se dirige a Zeus. ~entc IU mujer le dice: «Pide a Zeus que le valdrt las spondaf de los marinc:rOi.
que enVle un SlgIlO favorable eo forma de 6!uila que aparezca. a nuestra derecha, a fin No es, pues, probable que d verbo spbldo tenga una vez en Hcrodoto (IV, 187) el
de que p~ ir ~ total seguridad -y yo no pondr~ IDÚ obli:taculos 8 tu parti- sentido de «rociar», como se suele admitir. Los libios, dice d historiador, tienen un
da-.It Y Priamo dice: «~nc!dc:mc, Zeus, poder ir ante Aquiles y damc un signo fa- remedio cuando sus hij05 son dominados por convulsiones: los salvan «roci6:ndolos»
vorable cn forma dc águila que me muestrc que puedo ir con total confianza ante Jos (epi).JpefstJntu l , de orina de chivo. No se ve por qué en este empleo 5Ólo el verbo de-
aqueos.» jarla el sentido que tiene: en todos IOJ dc:mis ejcmpJos. Quiz.i aqul tengamos también
La libación acompafta, por tanto, a una pleJaria destinada a obtener la seguridad. lID rito rcali2ado con el designio de salvar de un peligro. Herodoto no tenia necc:sidad
Es en d momento de corn~ un~ empre.a peligrosa para si y para lo demts cuando del verbo s~"dfJ para decir simplemente ~ociar». Mis probablemente 8C trata de
se derrama la ofrenda I1quuia destinada a Zeus, oblación que debe garantizar al iRte- una verdadera cilibaci6n» hecha para permitir al nif'lo franquear ese paso dif1cil.
res~ quc vol~é S:WO y salvo. De ello nos da confirmaciOn Herodoto (VII, :54). Entre los oradores antiguos yen la historia ulterior del verbo, el verbo no enuncia
Ja"jes hace una Iibac1ón en el momento de invadir Grecia pidiendo al dios que nin- solamente un acto religioso, !rino que adopta tambi&1 un valor politico. La forma me-
.g(m infortunio le impida invadir toda Europa y llegar ha8t~ sus limites. La idea es la dia spéndomaJ tiende a prevalecer. Si spi"dó indica en suma el hecho de tomar a los
de precaverse contra un peliJro con la ayuda de los dioses. dioses por ¡arantes mediante una libación, la media scftala que el proceso afecta a
Son ~as cxact~cnte las coDdicJone5 que se encuentran en Homc:ro, Od., lB, 1:51- aquel que 10 realiza o a aquellos entre los que interviene. Pré.cticarnente csto equivale
Ul1se~, sl:mpre disfrazado. esté: entre los pretendientes. Le ofrecen de cenar. Hace a: tomarse mutuamente por garantes. de donde comprometerse uno respecto al otro.
una Iiba~6n y ~mo acaba ~e hablarse de Ulises, advierte a 105 pretendientes: «Mal Herodoto ha podido decir asl tri¿konta ttta e;nnin spéndathlli. "'concluir una paz
ha)18 qwen el dl8 en que U111C5 vuelva se encuentre en su camino; ojal' que nadie se por treinta a.ftos» (VII, 148). Es un pacto de seguridad mutua que los dos contratantes
encuentre en ese caso.» Se pttpara para el combate decisivo para rcconquirtar su se comprometen a respetar: el marino se uegura contra los peligros del mllT, aqui se
bopr. uc¡uran tambitn, pero contra la maJa fe del otro. contra posibJcs vio1aclones. Se dic,
La meta es siempre prote¡er a aquel que estj, metido en una cmpn:s:a dificil El
contexto aclara a menudo el empleo; ast, 04., 3, 334, se hace una libaciOn a Poseidón J Los manuterittol dan spda¡f1I5. que van. Hcrwc:nieII corrlp: con ~f1ta. lcctw"a adoptada por
en d momento dc emprender o continuar un viaje por mar. Lqrand (cd. Budt) que tnduc:c: uoeiaD al nlno con orlaa de chi'lOlO.

364 36S
asimismo splndtsthal tiw prr!Sbelúj, «asegurar a una embajada un salvoconducto» De esta ¡aranlla intercambiada (veise nuestra expresi6n rlpo"dre de ... [tambib
(Esquines. Contra CtesijQnte, 63). en casto responder de ..•] nace 1:1 se:ntido perfectamente establc:cido en latín de «res·
Vemos cómo el sentido polltico y juridico se desarrolla a partir del sentido religio- ponder». Respo"deo, responsum SI: dice de los intérpretc:s de los dioses. de los sacer·
so. m jueao de la IICtiva y de la media iC manifiesta también. pero de forma algo di5- dotes. sobre todo de los arúspiccs, que. a cambio de: la ofrenda. dan la promesa. a
tinta. en dorio, en el ¡Tan texto juridico de Gortyna, respecto a la condición de la mu- cambio de regalo, la !OCguridad; 51l es la urespucstalt de un orícu1o. de un sacerdote.
jer: en activa, epispéndein: I<¡arantizar dinero» a una mujer: es el padre o el hermano Esto explica una a.ccpci6n jurldica dd vc:rbo: rf!SJXJndere de jllre. «dar una consulta
de la mujer el que k garantiza esta suma contra los riesgos de un divorcio o 1.11: un re- de dc:recho». m jurista. con su competencia. garantiza el valor de la opini6n que da.
pudio; en la rm4ia epispbJdestluzi, «aceptar una garantia». Pongamos de mantrato una expn::si6n rimkrica en germánico: antiguo inglés
Se pueden encontrar otros textos que apoyan esw indícacioms. Hcmoe; escogido QJfd-swtlru. «rcspue:stu (lnclts answer, terCSpondc:r..), frent:e al g6tic0.swaran, ujurar.
aquellos que ponen de manifiesto el valor propio dc:l VCl"bo Y hacen comprender. a la pronunciar pa1abra5 solc:mneslt. es casi IitenUmc:ntc re-spondere.
vez, la aceptación n:ligiosa y aquella que se ha derivado en el vocabulario polltico. La De: este modo, se puede: prcciaar. en la prehistoria del. grieso y delladn, la signifi·
conclusión es que: el sentido etimológico y rc:1igioso de spond¿ es «ofrenda de se-- cación de un término lmportanúsimo del vocabulario religioso. y el valor que corres·
gurldad». ponde a la ra1z • spmd· (rente a otros verbos que: indican en general la ofrenda.
En latín. una parte importante de la sip.ificación primitiva ha desaparecido, pero
Ahora, en esta linea del desarrollo. encontramos el correspondiente latino spon- queda lo esencial y es lo que. por UD lado. determina la noción jurtdica de la .spons;o,·
d~. Este verbo csti especializado en un empleo jurtdico, con el .sentido de «tw:cnc por otro, la relación con el concepto griego de spondl
prante en justicia. dar su caución personal por a1guieM. &t' consagrado en la
tmninolo¡ia del matrimonio: es lo que cnsdlllJ] los t&minos milmos de: SpoMIIS.
sponsa, «c:aposolt. «esposn. Tambi&:l conocemos las f6rmulas de petición en matri- n. [JBATlO
monio y de consentimiento. Plauto las reprodw::c: (Trimlmmus, 1157. 1162): spo"dnr
(= spon~J... tuam gnatam uxorem mü,,'?, «¿le comprometes a darme tu hija por En el vocabulario de las instituciones nili,giosas. hay un verbo para «ofrecer la li-
c:sposa?lt. pre¡unta el pretendiente al padre de lajovcn. y ém responde: spondeo. KlDe bación». Paralelo al ¡rieao splndó. latin JponrkO, esti restringido a Iu dos ~as
comprometo a ellolt y de nuevo: fllkun twun sponden mmi uxorem dan? SpondftJ. clásicas: griego lJ!fbO, lal/n libo.
Inversamente, el padre puede preguntar al joven: ¿tomas a tal joven en matrimoni01. Su sentido es perfectamente claro, los empleos son constantea. las exprmones
y la rapuc:sta es spondt!o. «me comprometo a cDo» (Aulo Gelio, IV, 4. 2). La sponslo i¡ua1cs; del &rielO allatln se corresponden exactamente. Para c:I verbo griego Jdbein.
repite estas nociones con los dc:sarroUos jw1dicos que comportan. ¿Cómo ena noci6n )a traducción usual es la de «derraman. en general. y, en Homero, exclusivamente vi·
espc:dficamente romana se articula con la que el griego acaba de cnaef'tarnos? Por am- no; Jeíbejn atnan. como en 1Illn lilxlre uinum. Al verbo Iez'bó se une un sustantivo
bas partes ea siempre una garanrta. una seguridad. Lo mismo que en el mundo heléni- loibé, «libación». que esú, exactamente en la milma relación que spondl con spendo.
co la Iibacl6n servia para asegurar la seguridad de quien la ofrece. asimismo, en Ro- FJ sentido de «derramar» ac: admite en todas partes. en virtud de empleos DO reli-
ma se trata de una seguridad, pero jurldica, que el sponsor da en justicia. &t' ahi pa- giosos: dAkrua /etbt!in, «detTamar ligriImu~. atestiguado en Homero igual que lefbein
ra garantizar el juez. la parte contraria. el derecho. de un posible incumplimiento: omon Dil, «hacer una h"baclón de vino a ZCWI».
que el inculpado. el prevenido incumpla. etc. En el matrimonio. la spoTlSla es la segu- Pero examinando las cosu más de cerca. el sentido no parece ya tan sencillo. Se
ridad dada por el padre al pretendiente por 10 que a su hija se refiere, es el com- encuentran dificultades en la interpretación del rito que ese verbo designa. Si lefbeln
promiso. significa solamente «derramar». podemos preguntamos, ¿qué retación de sentido hay
Junto con spondeo hay que considerar re-spondeo. El sentido propio de mpon- que establecer entre lelbeln y otro verbo que denota propiamente la acción de derra-
deo y la relación con espondi surgen literalmente de un d1tlogo de Plauto (Captiui, mar y que también tiene propiamente un sentido religioso: khéo. con el nombre de:: ac-
889). El parúito ErlisUo lleva a Hegión una buena noticia: su hijo. desaparecido ha- ci6n khol? Este verbo ·,'heu- es uno de los mejor establecidos del vocabulario indo-
ce tiempo, va a regreliar. Hegión promete a Ergisilo alimentarle siempre si dice la ver- europeo. Está representado en indoiramo por el ser. havo (ho-). «hacer una oblación
dad. Y hte se compromete 8 su vez: Uquida», rito central en el ritual védico; el neutro horro designa esta oblaci6n y el
nombre de agente hot, el personaje que la consagra. En iranio, los t~nos se corres-
898 .Jponden tu iJtud? -Spo"deo. ponden exactamente: ~v-. «bacl:J" oblaci6n», zaolar-. el oferente. ZIlOflra. la obllt·
899 ....•.......................... Al ego luum rlbi aduenl.J..rejilium rtspondeo. ci6n. Con el mismo valor ritual, arm. jQw"em, «hacer una ofrenda, consagrar».
Esta milDla rm .,'heu-, COD alargamiento en dental. proporciona ellatinlu"do.
«¿Prometido? -PrometidQ. -y yo te prometo por mi parte que tu htjo ha lIeiado~ «derramar». y en aerminico elaótico gi"'tan. al. giasen, «derramar». A juzgar por la
(trad. (francesa] Emout). amplitud del área dialectal y la constancia de la signif'1C8.ci6n, a ese vc:rbo, en aricao
Este dit1ogo estA construido sobn: una f6rmula jurídica: una sponslo de: uno, una /chéó, se atribuirá el sentido primario de «dc:rT8mar». Por tanto, Ieíbo no puede indi-
re-.sponsiD de: otro, formas de una seguridad que en adelante es rc:clproca: ayo le: ga- car la misma noción, al menos de la misma manera y en las mimtas circunstaDcill5.
rantizo, Il cambio. que tu hijo ha llegado». Además. dlat. libare. «bllCCl' una libaciómt, presenta una serie de sentidos dlstiD-
367
tos. Es también: chupar, tocar liger8Il1entt"; gustar (libare o delibare se dice del teje- por lt!ibei" consiste en hacer filtrar ¡ota a gota un liquido. Es algo completamente
maneje de las abeju que h"ban ea hUi flQl'cs), tomar una porción de a.l¡:o (acepción fre- distinto de los grandes derramamientos (khOQíj que se practican sobre las tumbas.
cuente) para conswnirlo, para iCrvirsc de ello; atentar contra al¡o (ser vivo, objeto). Ba latin, si no tuviéramos ma que el verbo libare, no seria fAciJ. encontrar una fi-
Entre esto¡ di~5O& iCntidos que se le reconoce alladn libare, es di.fkil establecer de liación entre 101 diferentes sentidos que ofrece; son dificiles de conciliar, orlen.tan en
entrada la unidad. Pero esta claro que no derivan de la noción de «derramarlt. La his- direcciones diferentes. Afortunadamente hay dos formas emparentadas que ayudan a
toria prclatina de la palabra es menos sencilla de lo que parece. Lo es tan poco que, establecer un vinculo con 1u fol1lUL5 grkgas.
seg6n el etimolo,ista WaIde, el verbo latino contintla dos raioes diferentes, una para Está, en primer luaar. el SUltantivO neutro UIJwn. «pastel sagrado ofra:ido en oca-
«dcrramarlt, oua que si&nit"tca «arrancar, quitar». Sin llcpr hasta ahi, los dicciona- sión de aniversarios Yen cimas ceremonias dcicuho». Ovidio, PG3tar, nr, 761. m~
ños etimológicos recientes rumyao la dificultad de plantear un S01udo dnico. tra cómo libum podría vinculane a libarr, en las condiciones de una ofrenda al Pater,
Hay que tomar nuevamente la comparaci6n de los empleos &riesos y latinos, pues- a! dios I.ibcr- que ama la mlel: libaque irifusa azlenlL.. azndUül tmJlll dimuLf, «damos
to que aqut no tenemos una tercera lengua royo testimonio pueda e.rbitnLr la di- (al padre que ha dado la miel) la miel derramada sobr"c el /ibum calicntc». Etto debe-
ficultad. mos tenerlo en cuc:nla: el purd llamado libum el otTecido balI.ado en miel. Entonces
Al lado de /tlbó, se puede observar en griego formas !imp1cs, de empleo no religio- podemos definir de forma mú prcx;isa libwrr, 4<p&5tCl, en tanto que chanca un liqui-
so, cuyo sentido es bastante claro para aseaurar una signific.acl6n de base. EstOl teati- do (como la miel)>>.
moniOl no han sido suficientemente utilizKdos. Esto queda confirm.ado pJr la forma nominal delibuoo. adjetivo verbal de de/i·
Ante todo el nombrc-raíz ·UP3. genitivo libds, acusativo libo, (<¡otu, formas ca- buo (que no csti atesti&uado) conservado en cierta.! locuciones antiguas: dtlibulo ca·
su.aJes aisladas de una anti¡:ua palabra caída en desuso: m8iJos lfba (Apolomo de Ro- pillo, «cuya cabellera chorrea perfWOf:S»; ddibutlls grnuJi.o (Tereocio, Form.• 856),
da.s), «gota de miel»; eles omm4tón Jeibousi liba (Esquilo, Eum., .5-4) con fl¡Ura eti- «inundado de alelria»,litenlmente, «chorreante de aIegrl.a». El sentido es, poc tanto,
mológica: la lqrima es conce'oida aqui como una gotL Luego un sustantivo derivado lODojado en un liquido que gotea».
en -ad-. 1ilHJs, «retuIDlUDicnto, derrame gota a gota» de donde «pCQueftA fuente»,-«cli8i- Sobreviviendo incluso en latln, y sin extrapolaci6n del griego ailattn, encontramos
co de qua~, producido por d acua que brota. Este lib63 da un diminutivo Ub6dlon Y en esta via el medio de interpretar directamente ciertos empleos rel.i.giosoa: libare mt.
un ptC!CIltc li1H&tsthai, 4U'CZUm111', estar cborrcanoo-llI hablar del agua que t1Jtra. TIIDl- tle. Ilino, con construcción en ablativo, comparable a lacere &lino, lIictima. «cumplir
bién tenemos el adverbio lefbdin. «gota a gota»; y lelbilltron, «conducto de aiua». el rito, por medio del vino, de una victimaH. En libare melle lIi"o, tenemos fmalmentc
Ya estamoI en condiciones de defmir kJbO de mllDCrl. mis precisa: k6mrli le/bovsi el equivalente exacto del ¡rie¡o lt!fbm a&wn; el sc:ntido es '<hacer por medio de vino,
BaJa (Calln:w:o), «la cabellera estt goteando aceite~; ophrdf pnt .st6mo lefbetai (He- de miel, una b"baci6n consistente cn "¡otear" el liquido».
síodo, Escudo, 390), «la C5PUJD.I cae &ota a gota»; /iain Jul1 1dbein (plat6n, Repúbli- Ése es el punto de partida de la historia propiamente latina de los términos de esta
al, .4llb), «fundir y sotearlt. familia. Para seguir- su evoluci6n en las diversas a.c:cpcl.onf:S en que libare se ha dIfe--
Vem06 que k/bó no indica el derrame continuo de un t1.quido que se esparce abun- renciado, hay ql1C plantear, prbnero, correctamente la significación inicial, que no es
dantemente, que es el 8CIltido precisamente de khló. POI" el contrario, /~fbo es «dClJti- «derramar», sino «gotear», es decir, «ofrcccr una parte pcqucft1sima delllquido, que
lar, derramar &ata a lota»; un liquido escapa gota a gota de un continente que no en cierta forma se deja fihrar de su continente».
puede ya retenerlo: la fuente oculta no derrama; deja muar el qua gota a gota. Asi- A partir de ahí, la noción de la ofrenda Uquida, esencial en el empleo religioso de
mismo, d4krua lelbein (fm de verso frecuente en Homero) no es «derramar libare, //batio, elc., ha dado lupr, en el uso ocdinario, a la de «coger una pcqueAa
Li¡rimas», sino «dejar escapar, mtrar, en cierta fonna, las ligrimaslt. No es predsa parte»; en Lucrecio, libare aequoT, «coger alua del mar» o, en valor metafórico, den-
ninguna tran.sposición para comprender de este modo las expresiones que bemos ¡¡;ita- bala deIIm nllmina. «el podcr divino al que sc ha quitado algo, que se encuentra ami-
do. El sentido aparC(,;C incluso en Homero, en un ejemplo que no se ha considerado norado». Está el mismo verbo en InmCllm delibare: una yunta de bueyes «arranca, al
suficientemente: Od., 7, 107... othonéfm apolefbetoi hugrt>n ~Jation (pl:U'8 impedir que parar, una pane» de la cortcza de un Arbol. El verbo puede decirse tambí!n del aU-
los frqllcs hilos de un tejido se rompan, se derrama aceite y) (del tejido de lino el mento, según la definición de un ¡camAtico latino: libare est aliquid leuiler contln.fIrf'f!!
aceite ,otea». ul si quis inuitatus ad conuluillm uel potum perexiguum quiddam de f!SCfl uel potlQ ne
Para todos 1011 ejempl08 a los que bemos pasado revista, se impone la interpreta- slImat. «libare es tocar ligeramente algo, por ejemplo, cuando a1g;uien invitado a co-
ción del verbo. Tambi!n hay que aplicarlo a la expresión religiosa ornon lefbein: no mer o a beber toma una pequet\a cantidad de alimento o dc bebida».
«denllJIUU» un vino que se vierte ampliamente de una copa; sino «dejar filtrar el vi- Tal es el cambio que ha aftadido a libare un valor nuevo. En el punto de pautida es
no, dejar escapar a1gu.na.s gotllli de él». coger una pequefta porción de un Uquido consagrado a una divinidad. LueIO, tomar
El sustantivo loUR deber. interpretarse de illla! forma. Figura sólo en la expresión una parcela (de alimento, por ejemplo), libar, como hacen las abejas sobre las flores.
doble: «honrlU' al dios con la 10/bÍ y la knfli» (11., 9, 5(0). Por knisi se desÍl0a la Las acepciones del verbo latino se coordinan a partir de un origen que captBmos
grasa que rodea ciertu partes del cuerpo de la victima, ast como la quema de esa ,ra~ incluso en latin, en Jibllm y de/lbllo; ahora bien, f:S la misma que nos indican los em·
sa y el olor que se desprende de ella. La 10iW será, por tanto, la consagraci6n del Ji- picos griegos. De este modo, la consideración de }os hechos latinos, tras la de los he.
quido, gota a gota. cho& griego.s, desemboca en precisiones que acercan máa aún las dos tradiciones.
La conclusión que puede extraerse de estos testimonios es que el rito df:Si¡nado Se nOll permitirá tocar un últbno punto, aunque no sea ya propiamente Iin&ftistlco.

368 369
.' , la si nificación de este rito? Esto e~uiva- CAPÍTULO 3
'Para qué sirve la «hbaclóml?, (,cuál¡CS f rb ~n Este verbo no se intercambIa con
ie a ver en qué circunstancias se emp ca : e~ iea hOffierico (11., 7, 481). Mi~nl:as EL SACRIFICIO
spéndeifl Consideremos en su contexto u P lO «Zeus IUVO funestos deslgmos
que los ~Queos celebran fiestas en su campam~n I :niedo verde se apodera de ellos y
contra ellos e hizo retumba: un tr~eno esp.anlO~~':e ellos osó beber antes de haber he-
de su copa derramaron el vmo a tierra Y mogu
cha libación (Ieipsai) a zeus». nas gotas derramadas deben desarma~ la
La intención es clara: antes de beber, algu é d- n acuerdo a obtener, SIOO
h . to para sp TI 0, U •
cólera divina. No es éste como se a VI~iar La misma idea sale, a modo de parodia,
una cólera cuyos efectos se pretende de~ . (Od 9 349) El cíclope ha devorado a
del episodio de mises ~ngai'iando a pohf~:O Ulis~~ I~ Jleva' un odre de un vino viej~:
dos campafteros de t?lSCS; para desarma orr:ido carne humana, para que sepas la cah-
«Ciclope, bebe este vmo pues~o que ~a~ c Te he lraído una [oibe para el caso de ~ue, Sumario. La auxncia de t&-mino común pllTl designar el flsacrificiO>l tiene por con-
dad del vino que nuestrO navlo guar a ~. t furor no tiene limites.» Uhses trapartida, en bu diversas lenguas y a veces dentro de: cada una, unl gran diversidad de
apiadándote de mí, me dejes volver al mI ~as;~f¡::ou como más arriba los griegos la designaciollCS que: corresponden II lu diveulIS fonoas de la acción III.crificial: libación
esta [oibé de desarmar la có era c.. ' (ser. juhoti, ¡p-. splndó). compromi.o verbal solc:mne ('-lln uou~. griego eúthomol),
: : . : : Zcus. La palabra {oibé esta en su sltlO. banquele de magnificencia (lado dopr), fumigaci6n (gr. lhúo), rito de Ja luz (latín
IWltro).

En la medida en que luigios puede ser emparentado con el sinscrito yaj-, se plan-
tea una relación entre el «(sacrificio» y la noción de lo ((sagrado». En védico ya)- es
propiamente «sacriflCar», pero ante todo -la construcción misma del verbo da fe de
ello: acusativo del nombre del dios, instrumental del objcto- es honrar al dios, soü-
citar su favor, reconocer su poder por medio de oblaciones.
De este modo, nos vemos introducidos en el estudio de los actos positivos y de las
ceremonias por los que se define y se mantiene lo sagrado: por las ofrendas, que son
«sacrificios», medios de hacer sagrado, de hacer pasar lo humano a lo divino.
Esta ofrendas son de muchas clases y comportan términos diferentes, según que
consistan en cosas o en plegarias. Porque la plegaria misma es una ofrenda, actúa por
su virtud efICaZ; bajo el aspecto de fórmulas fijas que acompa1lan a los ritos, pone en
relación al hombre y la divinidad por la mediación del rey o del sacerdote.
La ofrenda material puede ser s61ida o liquida: o libación, o lo que podría deno-
minarse «mactación». Parece que el término que tenemos atestiguado de fonna más
general, de entre todos los que se refieren al sacrificio, es el de la «libaciófi»): deriva
de la ralz que en sánscrito está representada por hal1-. juhoti, «hacer sacrificio»; ho-
tar-, «sacerdote sacrificante»; hotra-, «sacrificio». La forma correspondiente en iranio
~- proporciona igualmente 'laotar, «sacerdote», y Z/Io()ra-. «sacrificio». Ahí tenemos
ténninos imponantes. cada uno de los cuales rige numerosos y frecuentes derivados.
Esta raiz está, asimismo, atestiguada en armenio por jawnem. «(Ofrecer, consa-
grar», con valor religioso; por último, por el griego khéO. «derramar». Todas estas
formas se basan en el indoeuropeo • g~u-, como también los presentes con sufijo
lato fundo. gat. giutanm. «giessen, derramar». Esta ralz ha recibido, por tanto, en la
mayoria de las lenguas indoeuropeas, pero no en todas partes, un valor religioso que
ciertos derivados de khéó también presentan.
Referido a la «libación», el sentido propio de ·gheu- es «derramar en el fuego)).
En védico, es la oblación liquida, grasa fundida, grasa que alimenta el fuego y nutre a
la divinidad.
371
370
Basta recordar una COfTCSpondencia mis limitada. pero que también intuesa a la compromete a si mismo a haett o a ser alao. Bita precisión suscita otra. La forma
esfera de la «Ubaci6Dl' y cu)1l distn'buci6n dialet:tal es intCR:Santc: es la del griego verbal avéstica aog~da es roú instructiva de lo que parece. Si le observan sus ero·
sphuio. spondí, «h'bación», y del latin 6pond~ q~ no conserva ~ás que la ~ifica­ picos, aparece en circunstancias solemnes, para personajes importantes, para divini·
ción del acto que la libación apoya, el «compromuo», con el hitita fipant (npantJ. dadcs. Es una enunciación que ticoe ti alcance de una promesa, de un compromiso,
«hacer libación» (cfr. pp. 363 y ss.). que recibe su autoridad de aquellos de quienes emana (cfr. cap.•).
En la tc.rmlnologla latina <1d ttsacrüicio». tatemos un término limitado al ~.
pero que debe ser el resto de una formación pRdialeaaJ: el verbo maelan, cuyo senti- •
do más frecuente en la época clisica es «sacrificar un animal». No se puede sepantr la ••
forma nominal mactus de !1. A decir verdad. no conocemos ésta mÍli que en el vocati-
vo moctt!, sobre todo en la locución maele (animo). «¡honorl. ¡Animol», que apenas Vcmos asi que los valores se reparten de forma desigua! en las correspondencias
se ajusta al sentido del verbo maclare. La relación de estas formWl es tan poco clara que unen varias formas de una misma ralz. No es raro que sea en una sola ICl1lUIl
que hay que imaginar dos verbos moctare: uno que significa matar. el otro «exaltar» donde el valor propiamente religioso se establece; ademis, la palabra entra en el voca-
o algo Rmejante. Es UDa idea que ciertamente debe ser rechazada. bulario ¡eneral o bien se especifica de otra manera. Esta observ8l:iÓD queda ilustrada
Madare debe: considerarse como el verbo denominativo de mQCfIU, pero la rela- por un nuevo ejemplo, con una palabra que no deriva del vocabulario rcligiOllo mb
ción de sentido no puede dilucidam: mis que por d examen de: tos empleos. Los lati- que en una lengua, aunque cst! Icxicalmentc rqnuc:ntada en varias mil. Es un nom-
tlOl5 explican moctw por «magis auetU5». De: CIta interpl"~ció~ debemos ~eteDer me- bre de la «ofrendalt particular allatin: dflPS. O mis comúnmente el plural dapa, d~
nos su forma literal, insostenible, que la noción cuya pemstenCla ella atestigUa de esta signan la comida ritual de la ofrenda que sc:guta al sacrifiCio, termino que se ha vacia-
forma, la de un acrecentamiento. de un reforzamicnto del dios, obtenido por medio do bastante rtpidamcnte de su sentido reli¡ioso, hasta d punto de no significar mis
del sacrifICio que lo nutre:. Es indudable que esta «ctimologla popular» de mactlls ha que «comida, platos».
actuado sobre los empleos de mact~; mJlCte (animoJ. <<lten valor!», donde macll! se Aqut, aunque las comparaciones estén 5egUru, el seotido Que debe sacarse de "'"
explica por el sentido que se atribula a mactus. Este adjetivo debe Kf ¡implemente un tas comparaciones no se ha dilucidado todavia con claridad. Aliado de da¡» hay que
adjetivo verbal, • mar-to, paralelo de • mIlg-no (lat. mOfnus). No debe s~rprendemos si.tuar formas que se: apartan de ella por elscotldo. Festo (p.P., .59, 21) defme dops:
que haya dos formas de adjetivo verbal, una en -lO-, otra en -no-; es el mismo caso de «.ApJld alltiquos dicebatJlf res diuino quae liebat aut hiberna semelll; aut ut!rnQ,» La
plenus y -pletus; uno, en -110-, indica más bien el estado de ~tur~eza; el otr~, en ofrenda se hacia, por tanto, en la siembras de invierno y de primavera. Al lado de
-to- el estado a que ha sido transferido. Ast, el presente dcnommatlvo maclare sI.gIli- dOJM, está dapatice, anade Festus, cuyo sentido es «magnificencia»; dapaticJlm nego-
tic; «volver ¡rande, incrementar», es la operación Que actualiza mactu,. Los ~mpleos tium, es decir, «amplum ac magni/icum». ¿Cómo conciliar con la «comida de lJfrcn-
mis antiguos, como mactare dtum utis llevan el nombre del dios en acusativo y el da» la noción de «amplio, magnifico,liberal»?
nombre del sacriftcio en instrumental. Por tanto, es hacer al dios mu grande, exahaJ- Según el diccionario de Emout-Mcillet, ti sentido primero de daps seria ccsacrifi·
.lo yal mismo tiempo reforzarlo mediante la ofrenda. Luego, por un cambio de OODS- cio». La afirmaciÓD 3C apoya en GaiUi, lrut., 4, 28: peamium uccqJlam in dapem. Id
~cc:ión amUolO al que 5C conoce en $QC1TU'e, se ha formado la expresión 1fUlctare Jlk- e:sl in sacrifidum impenden, «gastar ti dinero recibido en dapl, es decir, en n.crifi-
timan, «ofrc:cer en sacrificio una víctima~. De ah( ,"actare, «dar a muerte», conserva- cio». De ahi, dice el dicc:ionario, «comida ritual que sigue al sacrificio», luego, en
do por el espa1lol matar. . sentido profano, «comida, alimento~.
Cada uno de estos t~ allade algo a la noción dd sacriftcio, de la ofrenda, de Fuera dc:llatln hay un grupo consthuido por d armenio tawn, «fiesta»; antiguo iJ·
la libación, por la relación que establece entre la noción fundamental y las implicacio- landés fo/n, tlanimal dd aa.crificio, animal consagrado a la ofrenda»; y ¡ricIO
nes variables de la denominación. r/.ap6né, «gasto», que se vincula. a dapto, «partir, desgarrarn.
He aqul otro ejemplo mis: lato uoueo, Jlo,um si¡nifica «dedicar, consagra~ me- Esta correspondencia DOS remite a otra palabrlllatina, de familla y de sentido apa-
<liante un sa.crif1cio»; pero los correspondientes de este verbo latino aclar~ mejor la rentemente muy diferentes: C5 damnum. (cdaJ'¡o», término esencial en el derecho anti-
significación inicial, En primer lugar, el adjetivo verbal védico vaghat, «h~lendo ~oto guo de Roma. La forma damnum remonta por un antiguo $dap-nom rl, al mismo
de sacrificio» y «sacrificando», luego griego eJJkhoma;, nlkM. Aqui, • pnmera Vista, tipo de fonnación que cklp6nl y contiene la misma miz igualmente sufijada en -n. p~
la noción es bastante diferente: «rogar», «prometer» y también «jactarse», «afirmar de ro «comida», «ofrenda», «gastar», «dafto», todo esto carece de unidad y parece in-
una manera solemne~. Por '6ltirno, un cuarto término importante de la misma serie clwo contradictorio. Por eso, el diccionario citado vacUa en admitir una relación de
etimológica es la forma av6stica aogiHJiJ. «él ha dkho» (3.· persona del singular del dopr con dam"wm.
pretérito). En nuestra opinióo,1a comparación formal es lo butante preciut como para obli-
Tenemos una gran variedad de sentido, p~ en tllattn 1l00000, «~n~, pro- gamos a buscar las oondicioncs de una comparación &emintica. Para eno hay que do--
meter por voto», bastante vago en av. aog~da, «él ha di~o». Fl plego mtroduce
una noción que no es ni «decir» ni «ofr~ o «5l1Crif1alT», SInO «hacer voto», ~cn.un­ """'1111
rJ ElICfttido del atlrl habla sido ya indicado, aunque Un bue ellmol6P:a. por MomDacn,
ciar pilblicamente un compromiso», «consagtar la calidad de algo», y por coRlllgwen- romo tia ~ rcdcnlanaau Andrt: MAc;DIlLAlJrt, «AapcQs acbitraUll: die 11 jtlluce eiYilc ardlarque.,
te «d.aISe para». Es la afirmación solcmne de que uno promete also o que uno se llfl'Vt fllJe17Wltto-le ds OnRts th I'A,Il,.üt. XXVII (1908), pp. 2Q..263 {J. S.}.

372 373
tinir los sentidos. ¿Por qué daps es especialmente una «comida» '1 no una ofrenda o es seguro: 1huo se apoya en un presente .dJn¡-y6, cuyo racIkaJ significa propiamente
un sacrirLClo? ¿Por qué el derivado. el adjetivo dapaticus, implica magnificxncias, lar- «producir humo. y que mi emparentado directamente con d ladn suf-fio. «oponer
guezas? Finalmente, ¿cómo justificar una comparación. sugerida por la forma, con al humo, .fUllligaD. La COnfll'IllaCiÓD de la etimologia viene dada por un derivado
dapáni y tambitn con damnum? griego, cuya relacibn con -dhw- DO es, sin embalSO, evidente: es el nombr"e del KlZU-
Nos pauct que daps no es propiamente la ofrenda en general a los dioses, sino la frn, homérico tMejon o tMion. que naturahnente nada tiene que ver con el adjetivo
comida ofrecida Iras Wla oonsa¡raclón, comida de largueza, fiesta de magnificencia. 1heto.r~ «divino». como la forma homérica indica claramente. Es con una sufiJaciOD
Se conoce este lipa de comida en sociedades muy diferentes; en ella se trata de hacer radical en -8 un antiguo -dhwes--wn. cfr. el pcesente lituano dvuiu «soplar, alentar•.
ostentación del dinero que se sasta. Es un «sacrificio» en el sentido en que, en una El ~(sacrificio», en ¡riela, ¿ha satido, por tanto, de la noción de I<fumigaci6m.1
mentalidad de parsimonia, se entiende hoy; gastar el dinero por la pompa sin preocu- Grasa que se hace quemar, exhalación de carnes que se asan, hwnarcda que le aba y
parse de lo que ha costado y sabiendo que no se recuperaré.. Es ese compromiso que sube en ofrenda a los dlOles: concepción de la que los textos vtdicos y homéricos
significa propiamente el «gasto», el dinero que se prodiga para un «sacrificio», sin es- ofrecen muchO.!! ejemp1o&.
perar compensación alguna; asl en el comercio se habla de Wl articulo «sacrificado». Si esta comparación arroja alguna luz sobre la noción del sacrificio en ¡riego,
No es fortuito tampoco que afin hoy se diga eeofrecer una comida, un banquete.) tambi!n. puede aclarar una familia de palabru latina! que estin emparentadas proba-
como «ofrrcer' un sacrificio». /)(¡ps sería, por tanto, el festln consagrado a honrar a blemente con él. A partir ele una forma I'Ufijada en -ro, ·dhwes-ro~ le llega en IaLin al
alguien sin que haya beneficio ni restitución, yel sentido de dapoticus. dapu1k:e des- tt:mAldJro-, f6Jrum YfebrNare. con el nombre de leIJrwtuius. La familia entera se re-
pierta la idea de la profusión, de Jo que se «SaCrifica» pant. hacer muestra de generosi- fiere a la «purificadónlt, f\UlcWn ilustrada por ritos cspcctf"lCOS: lebnlarius. el mea de
dad cuando se trata de un invitado. EllaUn dllPS )' el gmlo dapdni se vinculan de es- las purifx:acioncs, es el último mcs del &nti&uo do romano. &ti. «pUJÜicaci601t es
te modo por ese rugo como.n de un gran gasto con ocasibn de una fiesta religiosa, de etim.ol6¡icamentc, una «fumigaci6n», siendo el inteIIllcdiario el término griego ~
un «SaCrif»Cio». La noci6n de «gastOIt no es una noción simple (cfr. 1 parte, pági- qzufre», porque el azufre lCfVia para fumipr con intc:nci60 dc purifx:ar.
nas 51 y 55.). La JX'Chistoria de estos dos grupos le:ncaJeI importantes puede sacar luces de una
Dada la relación de forma tan manirlesta entre dllp6ni y damnll.M, tenemos que comparación que trata de ser rigurou.. No obstante. no es una certidumbre. scftalé-
ver en qué relación de sentido podemos fundamentarla. J)amnum es, ante todo, el maslo. Para la derivación deltbro-. una/-latina puede tener varios odgenes -/)r- ad-
«gasto», eomo se deduce claramente de Plauto (Miles, 699): un personaje se queja de mite ser interpretado de otra forma; por tanto, no se puede elemolltrar que iebro- no
los apuros de orden financiero que entraña el matrimonio, de los gasros que su mujer reconoce otro prototipo que ·dhwes-TO-. Basta que éstc ofrezclit una explicaci6n vero-
le impone. hoec a/que ejus modi damna, esos «.astos» que son propiamente una simit.
«pérdida de dinero», un damnum. Este sentido persiste también en el adjetivo dam- Examinando los términos quc indican la «purificaci6n» en el mundo romano, va~
nosus, que no quiere decir otre. cosa que «gastoso»; por úUimo, en domnare mismo, lDJ).s a fijamos en otro, porque plantea un problema muy discutido: eil lus1T11m. Ius-
también en Plauto. He aquí un ejemplo entre muchos (Trinumm.• 839, plegaria a 1n:tre. Se designaba as! una ceremonia que cada ciooo aJ10I &CIV1a para purificar al
Neptuno); «¿No has oido decir lo que se pronuncia en tu alabanza, PDllperibus le par- pueblo reunido con el Campo de Marte Y daba lupr a ritos solemnes ammpdados
c:err soJitwm, que tienes costumbre de respetar a los pobres, pero diu/tes damnare ar- ck una revista de tropa. En Cita noción se agrupan tres unidades léxicas: l&lS'trUm.
que dOl7Ulrr. de herir a los ricos en sus bienes?» Por dllmnarr! aquí hay que entender tiempo transcurrido, el intervalo al cabo del cual vuelve regularmente esta fiesta; Ius-
«obligar al guto», estando considerado siempre el III.g85tO» como un K.SacrifJciol> de frtIre. pasar revista (perbJstrr¡Tt 0Cll1is. upasear su mirada a lo largo de alguna cos...);
dinero. llJJtrtz1Jo. purif.. .caciOn.
Ése es el ori¡en del .sentido de dumnum como «daf!o»: es propiamente el dinero Se ha discutido mucho ¡obre la significación propia, etim.oló&ica. de cat:ll5 pala_
dado sin contrapartida. La «multa» es dinero dado para nada. Damnare no cs, en bras. Se ha adelantado dos explicaciones que hay que recordar brevcmcn.tc. Se pre-
principio, condenar en general. sino obligar a alguien a un gasto para nada. swne que lus1rum debe tener una relación con la ra1z que significa «brillar», la de I!lx.
Daps, que tiene un sentido religi080 como las palabras que se relacionan con él en que produce el verbo illustrure. con el adjetivo Utustri'J que es vCIO.!!imilmente más un
annenio y en islandés, aclara la slanificación de túminos que están emparentados con dc:rivado que lo contrario. Pero lustrare e i//USfraTt no pucd.en ser ni disociadOll por la
él y recibc al mismo tiempo de b;tos cierta claridad: III.sacrifício», pero también «cere- forma ni relacionados por el sentido: iI/ustrare se explica directamente por Jux y no
monia con ocasión de una fiesta». Según un rito antiguo, después de la celebración de muestra ninguno de los valores técnicos que aparecen en lustTare. Asimismo, el neu-
una ceremonia, se ofrece, por pura magnificencia, una comida que entratia un gran tro lustrum pociria elcscllllJar en ·,ouJatTOm. como luna sobre ·'ouk8nrl. Pero como
gasto. que amwora la fortuna de quien lo ofrece, pero rn el que éste encuentra la &8- no parece que haya ninauna relación segura entre illwtnIre y lustran, se ha decidido
tisfacción de honrar a sus hu&pedes )' de honrarse a sí mismo por su generalidad. bu.scaz para Iustrum otra aplkación. Han querido vincularlo a la ralz que aignlfica
Asi es como puede asegurarse la relación entre dos nociones que se han especifica- «lavan, loac en griego. Pero lustnPn es cxtrafto alacntido propio de tollo: «lavan.
do bien en el dCfClCho, como lat. dlImnum. bien en la cconomia, como gr. dllpáni. no es III.purifícan y lustrum no recuerda en modo al¡uno ellf:nero de pwificaciÓD que
el agua procura por upcnión o inmcnión. Hay iDcluso una diJlcultad font:tica. Re.
Esta revisión de los términos relativO.l al sacrificio comprende tambim el verbo montándonos a la raiz. de loúó teodrlamos un anticuo ·lowt:Jtrom que darta
griego lhJ1ó~ ~sacrificant. con los numerosos derivados qu.e de él dcpendrn. El origen ·lósIrum rqularmcnte; /:a11'um seria. entonces una forma diaJcc:taI.
374 37S
A falta de explicación definitiva, se puede tratar de precisar la significación propia CAPÍTULO 4
del término.
El texto más explícito es muy breve (Tito-Livio, 1, 44). Relata la fundación de la EL VOTO
ceremonia del lustro, durante las primeras operaciones del censo. Con ocasión del
empadronamiento dictado por Servio Tulio se habría instituido el rito. Tras el recuen-
to,. Tulio ordena a todos los ciudadanos romanos que se presenten en el Campo de
Marte, ordenados por centurias:
«lbi instructum exercitum omnem suouetaurilibus lustrauit, idque conditum lus-
trum apellatum, quia ~ censendo finis factus est», «A todas las tropas, una vez ali-
neadas, las purifica mediante los suouetaurilia; y esto se llama conditum lustrum por-
que ése fue el final del recuento»; conditum lustrum, «cierre del lustro», traduce
J. Bayet, (edición Budé). Pero la frase que le precede inmediatamente contiene una
indicación en la que probablemente hay que fijarse: edixit uf omnes ciues Romani...
in campo Martio prima luce adessent. Estos ciudadanos debían presentarse al alba, en Sumario. La raíz del gr. eúkheslhai, latin uoueo, se encuentra en indoiranio. Latin
el Campo de Marte, formados por centurias, infantería y caballería. Es, por tanto, ueueo, uolum es la expresión específica del «votO», e ir. aog-, scr. oh- quiere decir «pro-
probable que prima luce. fuera una condición ritual de la ceremonia y no una circuns- nunciar con solemnidad, u orgullo»; pero hom. eúkhesthai se traduce habitualmente
tancia fortuita. bien por «rezar», bien por «jactarse».
Sabemos cómo se realizaba la lustratio. Los purificadores, sacerdotes o reyes, Esta polisemia pierde su rareza si se le reconoce a la raíz • wegh W - la doble significa-
ción de «votO»: cosa consagrada solemnemente, seguridad pedida a cambio de la devo-
efectuaban una vuelta alrededor del grupo de gentes o del edificio a purificar, diri- ción. Al primer valor se une, para eúkhestha;, el sentido de «vanagloriarse» o mejor,
giéndose siempre hacia la derecha; la purificación daba lugar así a una circumambula- «convertirse en garante solemnemente de la realidad que se proclama»; del segundo pro-
ción: lustrare significa, por tanto, «recorrer, pasar revista» y «purificar» al mismo cede el sentido de «rezan> o mejor de «pedir con sus votos una protección divina». Esta
tiempo. Si es lícito relacionar con el/ustrum la prima luce de la fase anterior, podría unidad de significación se extiende, asimismo, a eOkhos, eukho/~, sustantivos homéricos
de la raiz de eúkhomai. Si eükhos puede, de hecho, en situación guerrera, designar «la
obtenerse una explicación: It(strare sería literalmente «iluminar». La procesión es gloria» o «la victoria» -no por ello su significación deja de ser el «votm> (en el sentido
aquí, entonces, la imagen del sol que ilumina circularmente con sus rayos; habría co- de: prestación divina otorgada en respuesta al eúkhesthai humano).
rrespondencia entre la marcha del sacerdote y la del astro. Asi, • wegh W - es, en el dominio de la palabra, lo que ·spend- en el de los actos: com-
Semejante explicación, la más simple desde el punto de vista etimológico, se fun- promiso solemne con miras a una seguridad, verdadero juramento cuando es uno mismo
lo que se compromete (lato deuotio).
daria en los hechos y coincidiría del modo más sencillo con la tradición. Una vez aca-
bada la circumambulación, terminada la vuelta y pasada revista a toda la gente, el
censo está acabado: is censendofinisfactus esto Estudiando especialmente en griego la terminología del juramento, hemos encon-
trado varios verbos que designan las modalidades de la prestación y otros que descri-
ben sus ritos, como spéndo. Otro verbo se asocia a menudo a spéndo, bien con moti-
vo de un juramento, bien en otras circunstancias: es eúkhesthai, por ejemplo, en esta
conminación de Homero: spelson... kai eúkheo (11., 24, 287). De este modo, hay una
relación establecida, de hecho, entre spéndein y eúkhesthai.
Son numerosos los pasajes en que los dos verbos se presentan juntos: evidentemen-
te los dos actos están unidos ... Como para spéndo, se trata de verificar, mediante el
estudio de los empleos y la comparación con otras lenguas, la significación propia del
verbo. El verbo eúkhesthai, siempre en media a través de toda la tradición literaria,
tiene dos sentidos: 1) «rezar»; 2) «vanagloriarse, enunciar con jactancía». Esta doble
significación queda también señalada en los derivados nominales eukhé (una sola vez
en Homero, Od., lO, 526), eúkhos yeukholi. «plegaria» y «jactancia».
Lo$ antiguos admitían ya estos dos sentidos; pero no se ve cómo pasar de uno a
otro. Uno remite a un acto propiamente religioso; el otro a un acto de palabras de ca-
rácter orgulloso. Parecen no tener nada en común.
Volviéndonos hacia las otras lenguas, encontramos la raíz atestiguada en indoira-
nio y en itálico.
El sánscrito la conoce bajo la forma oh-, ohati, «hacer un anuncio de carácter
oratorio», empleado en el vocabulario religioso. Al sánscrito oh- responde el avéstico
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IlOr-, que tiene simplemente el sentido de «decir, hablar»; eL Ahura-Mazda «dice» jera )'O pronWlctO». AVClila Yt. Xlll, 90: yo parJVyo Yiiéim rzoxta. «aquel que ha pro-
(ao,~) a zarathlUtra. Nada denota aquila «plcprla». Para esta ooci6n clavéstico ounciado el primero la palabru.
y el stnscrito tienen varios tfnuinos mÚ. • Mis que un simple «enunciadolt. Cl8tt: verbo apresa ci:rta actlvidad del holllr (que
En latín, el verbo corrcspoIKtiente es 1IC1WO. con lo, derivados uotwm, IIOtiuus. y hace la obLaci6n, anuru:ia a }os dioses las ofrendas y les invita a participar de c1Iu)
<k-u0&le0. d~otio. En esta ocasión el. scutido es «dedicar, consagrar a. un dios», pero con la misma relación, entre ah- y la ofrenda. que en griego entre okhathlli y spllf-
no «fc:'l.&D. Es, ain duda. la misma sianifi,eaeiÓD la que hay que reconocer en d tmni. dnn. Adcmb, me vo-bo v~ oh- si¡nifica «jactarse, vanagloriarse de algo, afir-
no umbro VJifI'll, «uotiuus•. Se constata, por tanto, que, en itilioo al mCllOS, esta raiz mar aJao con orllJÜo». Por esta vía l1.cpmos a una de las grandes aap;:ionc:s del tér-
se restringe a la cxpRSión dcl4CVoto». mino ¡riqo.
A esto hay que aftadir una fonna aislada. en armenio, gol. «dices_. de UD vaho Por último, se cm.parm.ta con oh- la forma nominal VQXMt. d~6n del «SH.-
que no ha sobrevivido. crificante» qulC Drpniza el sacrificio, aquel que: dcclara.la consagrad6n. Enuncia con
TodlL5 estas fonnas Je ranitm a UD prototipo • wgh"-; pero el sentido d.ifien: de autoridad (cou ocasión de un sacrifido destinado a los dioses) lo que se csptra de
WIa. lengua a otra y no pcnnjte Ya" cómo podria llfliflcarsc:. m Klltido laUn de «votm, ellos düto yotlul, wmo un mcnu.jcro.
es especifico. El.m.doiranio i¡nora este sentido. m ¡rie,a, al tiempo que subraya la En iranio, el verbo rzrJg- significa «decir»; pero no se dice de cualquiera cosa; son
noción de «plegarla», ofrea:: al mismo tiempo la de «jactancia", que no puede rela- muy altoa personajes (105 dioses y Zarathustra, su portavoz) aquellos cuyas palabras
cionarse con ella. vienen introducidas por 1I0g-. Es que profieren una palabra decisiva, enunciada con
Tratemos de establecer mediante el an6J.isis de los empleos una filiación aut&!.tica. autoridad. El sentido es algo mú amplio en avéstico que en védico: ,in embargo, los
Un indicio que va a ayudarnos a Bn8!i7.ar el sentido d.elariego eúkhesthai es el hecho une la misma significación: «enunciar con autoridad una palabra que compromete,
de que eúkhesthai est' unido a s~ndein. Podemos entonces actualizar la significa- dar una se¡utidad solemne (cuyo sentido se precisa en el curso mismo de la opera-
ción propia de spéndein para bUlcar con qué intención se hace el acto que denota ci6n)>>. Esto permite, con ocasión de una ofrenda que se espera sea pa¡:ada a cambio,
erJkhesthai. el enunciado de un voto.
Considcremo.s un ejemplo hom6rico: n., 24, 287 ... speilon DiI' prztrl kal f!lÍkheo Pasando ahora al itálico, hemos de considerar, en latin, UOutO, Ilotum; en umbro,
of1crzd' hikbthfzi. Podemos COIltcntarna& con traducir «ha~ una libación a Zeu8 y v,qe/es. «U0lÍ5 (consccratis)>>, y quizá también vuf"., que se traduClC por lluotiUUID».
ndga-/f! (eúJcheo) que puedas volver a tu ca&l1t. Pero aqul va'CmOS mil exactamente A primera vista, el sentido puciso dellatin uauen. «dedicar», no coincide QJO d
JI e;qrred6n ele un deaco diri¡fclo a Zcus y que acompafta ala J'PQIJd¿. Ahora bic:n,1a del ¡rieJo eúklwstJuzi, «rogarlt, ni con el de e:uJcht «ruego». No obstante. aquí hay
spond;., en Homero y en. to. empleoe IIltíguos, una ofrmda dC5tinada a p.rantizar una mimJ.a institución, cuyos fundamcrnos quedan por acLarac. 8610 podemos llegar a
UDa seguridad (cfr. antcrionnente p. 366). Aqui d acto de: spbukin C5ti acompallado ellos precisando el sentido de los términos por ambas partes.
de cierta palabra, indicada por ~khtstlul;. Palabra y acto se com~: timen el El sentido de «consagrar", en ladn, cocucntra ihIstraeión en un episodio de la his-
mismo r~; se trata de pedir. Zcus ese favor c1c poder volver a cua de uno, es un caso en. toria romana que da pleoo relieve a la noción de 1l0JlD'e (Tilo-llvio, VW, lO, 1J). Se
que prc:cuamente el oferente ck la $pOndi, Priamo, le aventura en campo encm.iao y trata de Dedus MUJ quien, en el 340 a. J., «consagra» su propia persona a lu divini-
no estA seguro de su vuelta. Aqui podria traducirle eúkJwtlull por «apresar un voto». dades infernales para que concedan la victoria a los romanos. Esta conAIf'BciÓD anti-
Pero hemos de ver que ese t6rmino de «voto,. tiene una ~lCIlCi6n ambiaua- cipada de si mismo a los dioses infernales es la prenda que les da Dccius Mus a cam-
Hay dos acepciones distintas, perceptibles en el empleo de los ttnninOl1atinOS uotwn. bio del apoyo que espera de ellos.
uowo. Por un lado. se «hace voto» de cumplir un acto cualquiera; por otro. se «ex. Ofrenda anticipada, este acto se basa en el principio de una reciproddad siempre
prC5& un voto». En el primer calO, el voto es algo que uno $e COIDpI"Omcte a realilM: mayor, que conocemos por otras instituciones: lo que se ofrece odie UD don superior;
se hace voto de consagrar, por ejemplo, un templo; el UDa promesa hecha a la di- ast, el ,er «consagrado» -aunque siRa vivo- es adquirido de antemano por la divini-
vinidad. Pero al mismo tiempo «voto» es la sustancia de lo que se desea obtener de la dad: «dedk:ar», (:onsagra, y de la manera mis constrictiva. Conviene retardar que el
divinidad a cambio de 10 que uno le a.sc:gura: hoc f!l'Ot jn UOlis, dice Horacio, Sat. Il, oKVOtO» es objeto de una reglamentación estricta en la religión romana. Antes esté la
6, J: «esto es 10 que yo deseaba». A esta diferencia responden en latio dos expresio- nuncupatia, pronWlciación solemne de los votos, para que la «(devoción» sea admiti-
nes: uotwm soluere, «satisfacer su voto»; quien ha «hecho voto» de consagrar una es- da por los representantes del Estado y de la religión en las formas consagradas. Lue-
tatua a una divinidad si escapa B los peligros de la ¡uerra, debe satisfacerla: pero go, hay que formular ese voto, uolum concipere. confonnándoBe a cierto modelo. Es-
tambibl uoti potiri, «obtener su voto» (hablando del hombre): es decir, «obtener de ta fórmula, cuya iniciativa tenia el sacerdote, debla repetirla el votante CJlactamente.
la divinidad la realización del deseo que le babia formulado». LuCJO, era preciso que la autoridad pudiera recibir ese voto, sancionarlo mediante la
Subrayemos este doble valor: tanto el deseo que el rOSllDte pide a la divinidad. que autoridad ofICial: era lIotllm s&l3Ciperr. Admitido el voto, llegaba un momento en que
atienda como lo que él prome1e que wmpliré a la divinidad. Ha,. que tener en cuenta a cambio de su petición, el interesado debia poner en ejecuci6n 'u promesa: uotum
estas dos Docioncs para interpretar 1aJ formas de otras 1eaauu. soluere. Por último, como en toda opcrad6n de este género, Je prcveiao sanciones pa·
En primer lugar, 106 datos huJoiraníos: oh-o «pronunciant, eD s:tnse:rito y 1101. en ra el caso en que no fuera cumplido el compromiso: aquel que no cumplia como ha·
avestiw se corresponden y no sólo por sus formal, lino tambien por las relaciODCl ca- bla prometido era uoC; mu, perseguido como tal y condenado, uoti dmnnatJa. El cs-
ractertsticas: Rig Veda, VUl, '. 3: viIalm düto YIIlltoIU.7e, tela palabra como un mema- pirito del dc:n:cbo romano csti todo entero en esta reglamentación.
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Si ahora miramos hacia el grieso, comprobamos que, pese a la variedad y ri- talles que precisan tambitn el desarrollo de la ceremonia. UIWI muj~1 se diri¡¡:en al
queza de los teltimonios, 1Ol5 túminos parecen de especie distinta; parecen cxtraJios a templo de Atenea: «todas denden los brazos hacia Atenea con el grito ritua!)J; Teano
la noción precisa del «(voto», tal como ellatin la presenta. Hemoll de revisar el proble- coge el velo, lo pone en las rodilla.s de Atenea, la de los hermollos cabellos; luego, su-
ma entero y confrontar numerosoa ejemplos. plicante (eukhomlni. 304), diri¡e este voto a la hija de ZeUI ••• Se detallan sucesIva-
Desde el primer momento encontramos una cuestión que interesa. en el vocabula- mente el objeto de la ofrenda, en la especie de un velo que lile entrcp en el templo,
rio homérico, a la totalidad del dominio de dtkho.r. Son 101 dOIIlcntidos de eaJcllo- luego una invocaci6n a Atenea, con los br"azos tendidos hacia el cielo, por 61timo, d
tn4i• .aezant y «armnar con jae:ta.nc:Wt. enWlciado de la demanda: .cRompe la pica de Diomcdcs y luego, en tu templo. nos-
Conaidcrando los ejemplos, muy numerosos (el verbo se repite nlÚ de clm veces), otros te ofm:eremos doce bcccrru de un ano.•
parece que 118 traducciones habitualca le imponen. Scg6n el alSO. eÑkMtD; lignifica Hay ah! un «VOto,. completo: 10 que se pide y lo que se ofrece, DO «uolWl1». a la
Wl8I veces: «aft.rma con énIlUiJ (que CI el más valiente. que es el hijo del Fulano): vez una corsa dedicada y la palabra que la dedica.
otras, dI ruega». Esta condición la encontramos en todos los ejemplos de la fórmula homáica h/u
¿COmo este vttbo, que COI1JCI"Vará en toda la gRQdad un sentido religioso, ha po- Iplult' ntkMmerrOlS: una ofrenda llCh1al, anticipada, pero siempn: como contraparti-
dido emplearse en Homero para «afirmar enfá.ticamentelt' ¿No seria eotODCQ me el da de algo que uno espera. Por eso, el sentido de .cplcgaria», demasiado va¡o, debe:
verdadero lentido: 4CpI'oclamar en voz alta», «CD.unciar lolcmncmente)t, como quieren espccmcarse siempre en «voto».
los dic:cionlUioa ctim.ológico.s"t En tal caso, todo el d.cwTollo del «votOlt debcria C8l- Llegamos ahora ala qunda c:ategoria de empleos, donde eakhomai estt construi-
pne a cuenta dellatln. do en proposici6n infinitiva o con un predicado nominal. t<Agamcnón que: hoy se
No tenemos mis rccuno que examinar los ejemplos c:araetcrilttcos cid verbo Ydd. "vanagloria" de Kr (eúJchetai etnai) ron mucho el primero en me c:ampamentolt (D.,
sustantivo en Homero. 1, 91); « ... marcha al combate y muestra lo que dcsd.e hacc mucho tiempo "te vana-
La traduccl6n no puede evitar la ciuda en n., 4, 101 Y SI.: «Haz: voto (~úkJIeo) de glorias" de ser, eúkheai ~Tna¡1t (4, 264).
ofrec:cr, a tu re¡rcso, una "hecatombe" a Apalo.• Este ejemplo ac:larart ~JJkhomDi &plic:arcmos cate sentido a partir del empleo religioso, del que éste C" propiamen-
en otros pasajes, donde, según las traducciones, le trata ele una «plc¡aria», pero el te una variedad.
acto de «c0sarlt se enmarca en la descripci60 de una ceremonia. Como la plepria del Es el mismo mccaDismo de la afirma.ci6n proferida ante los dioses. En esta oca·
gran sacerdote 0isCI. cuando k han devuelto su bija. consagrando una «hecatombe» sión se compromete a los dioses a ,1anc:ionar una afumaci6n de aistcnc:ia; en apoyo
en torno al altar: de esta afirmación, es su propio cuerpo 10 que, figuradamente, se ofrece: «yo me con·
«y Oises en voz alta ruep (mead/' n1.Jch,eto) por ellos con 1u manos tcndidu al sagro a los dioses, como hijo de Fulano, o el mAs valic:ote».
cielo: Óymle. dios del &reO de plata... anteriormente hu reaUvl(lo mls votos... Cita De esta con.sagraci6n metafórica resulta el valor enfitico: dkhonuli sigue siendo
vtZ, por tanto. cumple tambíbl nü deseo. aparta la peste de lOl dinaos. Asi habla él un verbo de compromiso: «Me comprometo a ser... », y ri se puede decir: «Hago voto
haciendo una euW (MJr6menos) y Febo le oye; y los otros n1lc;rQnlo. BJTojando an- de que lOy (el má.s valiente). o el hijo de Fulanolt.
le ellos los granos de cebadu (n., 1, 3.50 Y 55.). La consagraci6n de la ofrenda. en el sentido rcligiO&o, que hemos visto como ac·
Toda esta t'SCCDIl está articulada por el verbo mismo de 111 «pl~II1Wt, eúkJrestluzi. tual (Homero, primer sentido) o prom~da (sentido latino), sostiene aqui la afama·
t<ADtaf1o, t'O: ya me has oido ~uludmenos~ (4S3). P. Mamn introduce ad ~nsum la ci6n de existencia, que es en si misma consagraci6n: hay «devociÓD» verdadera en el
nociÓD CiCDCial al traducir: «tú ya has oido anterionncntc mis YOIQS)t, Ac¡ui DO se ma- apoyo de una afirmación. Si aquí DOS atrevemos a evocar un paralelo del fracés popu·
tingue «plc¡aria» y «voto»; Ci la misma operaci6n; aqui la «ple¡aria» enuncia UD lar, seria el empleo en ese sentido del verbo promett~ [prometer]; <ve vous promets/
«voto» en revor de los d'nllOl. y va acompaftada de un sacrif1c:io. Mcd.iante esta con- [yo 0& prometo] que es el que dice ser»; es una manera de unirse a la verdad de la pro·
sagraciÓD se vincula a la divinidad, anticipando el apoyo que sc eBp~a de ella, SCJÚD posición que se enuncia.
la conminación «¡aparta esa calamidadl». Una 50Ia varicdad de empleo parece escapar, por su construcciim &camatical, a cs·
En un seaundo ejemplo (11., 2, 410 Y ss.), las fórmulas soo las mismu, pero debe- ta explicación. EstA n:prescntada por un ejemplo único, pero de gran intcrt&. Mien-
mos considerar el contexto. Agamcnim hace un sacrifICio: «Cuando todos ellos han tras que en todas partes eúkhomai se aplica al futuro, o al presente, en este ejemplo
rodcado el buey y cogi.do lo.s aranas de cebada, el rey Agamcn6n, en medio de ellos, parece referirse al pasado. Ésa es la singularidad de un pasaje de la descripción del es-
dijo (~ukh6m~nos met~hi): Oh ZCu! ... no dejes el sol 8C05t8rse... sin que yo haya cudo (11., 18, 49!il~.soo). La multitud esti reunida en la plaza mayor. «Un conflicto
antes echado abfjo... el palacio de Priamo...• sin que yo haya desprrado tambi6n al- surge y dO& hombres dispulan sobre el precio de la sangre (poini) por otro bombre
rededor de IU pcx:ho el brial de Htctor y visto a sus compaflerol en tropel caer a su la· que ha sido muerto. Uno pretende (et1kheto) haber pagado todo y lo declara al pue-
do con la frente en el polvo... » Dice... Pero el hijo de Olmo. uno se dispone a cum- blo; el otro niega (ana(n~Io) haber recibido algo. Las gentes... cstAn divididas enUe
plir .ua voto••.. ». El oferente consagra a la divinidad. el .acrific:io blJo condición: es los dos partidoa: los heraldos contienen a la multitud; en un recinto sagrado, loa an-
el «voto» que enuncia, el objeto de su 4<plegaria». Este pUljc ofn:cc en corrclación cianos estin scntados», etc. (trad. Mazan). Esta traducci6n de rdkhesthai y la inter.
textual. el verbo que indica el «voto» (~akhomaj) y el verbo que indica la aceptación prctación de la escena parece ac:cptada en todas partes: sin embargo, no l;CCCIDOS que
del voto por el dios: (epi-kraialniJ). sea admisible. No se comprende siquiera el sentido ni el intcr~ de una escena ast deI-
Por 'O:ltimo, como por gradación, encontramos en n., 6. 302 y 18" nuevos de- aita: uno pretende haber paaado lapoin4, el otro niega haberla recibido. ¡Cómo una

381
disputa semejante puede apasionar a la multitud? ¿Para qué convocar a 101 ancianos mitimos dikhos al 5Cntido de «voto» y ~ukhiJ/¿ designa, más concretamente, el moti-
para zanjar una cuesti6n de bccl1o, si se trata simplemente de verificar si se ha produ- vo de la «voción», de la dc:vod6n.
cido el pa¡o? ¿Qué relación bay, pues, entre la point de un hombre asesinado y ese En el cuIta, ~úkhuthal iodica lo que uno promete consagrar a un dios por un fa-
debate tormentoso? Es mÍ5, no se ve siquiera cómo un debate de este tipo podría tra- vor que se le pide. Aqul paltictpan los dos sentidos: tan pronto asegurar solemnemcn·
ducirle a imigmcs, Di de que manera el artista habría representado el envite de: una te un benefICio prometIdo al dios, nJkhr:Jthaj h~1on (latin MOliere tonplum), tan
qUCf'Cl1a como esa. pronto enunciar expresamente el favor esperado, ~úkhesthaj th4naton phuref'tt, pedir
La con.rtruod6n no IUscita menos objeciones. ¿Se puede decir túkMro apodoQnrli, como favor al dios escapar. la muerte. La evolución de euJchOlI es paralela a la del
dI pretende Js¡,IJq /XIgado», indicindose la anterioridad. mediante un simple sorillo'! verbo: es una afumaci6n de verdad. enunciada pCblicamCDte con solemnidad. en cit-
¿Puede entenderse anafnetu Mlhthlli por di nq¡zba haber recibido &lID»; cuando ctmItancias en que poclria pa5U por una jaaancia: así oauTe COD la afirmacl60. de ser
tuUl!nest!llzino si¡nifica nunca tmcprlt, sino, solamente y siempre, rehw~1 el mis valeroso: ~hOJi 4rislon t!fna;, afinnadÓD enfi1ica de una superioridad de la
Dejémonos pdar por la segunda frase; «el otro rehúsa haber recibido nada». in- que UDO sale garante.
mediatamente, por indooci6n, encontramos el sentido de la primera: «el uno 5t! com- FJ seotido religioso de: eúkhamal CI, por tanto, pronunciar un compromiso respec.-
promett! a papr todo". El debate cambia completamente de sentido: «d WlO ~ com- to a la divinidad, compromlso que se espera sea pagado por un favor. Nada autoriza
prt)f1Jdt a pqar todo, el otro rehúsa re:CJ'b.ir nada». a traducir 4lroprlt: esta traducci6n DO conviene ni al conjunto de lO!! emp1cos ni si-
La escena adquiere crttonces un alcance totalmente distinto. Se trata de un debate quiera a un ejemplo particular.
muy ¡ravc:. El que ha cometido Wl asesinato puede: redimirse mediante un pago a la Volviendo por último a nuestro punto de partida, vemos c6m.o eríkhDthaJ se une a
familia de la vfetimaj pero Cito es una mavización de la regla primitiva, que era la ley Iptndt!in: el ccrito~ y el «mito» estio cstrecbamcnte asociados. m acto de habla tiene

.......
del talióo; se¡ún el derecho antiguo, el culpable debla pqar el asesinato con su

Aqul, d asesb10 se comproml:te a pa,pr todo, pero la pllrtc contraria rehUsa reci-
la. misma silniflCaCi6n que el acto de ofrenda: los dos juntos acom.paIlan a .la presta-
ción.del juramento que c:om.proml:te a dos pueblos, a dos ej«cit.os. La lpondi. rito de
seguridad, garantiza a los contratantes contra una desgracia posible, contr1. una. viola-
bir nada: por tanto, es que exige la sangre misma cid asesino, y de su parte esti el de- ción de la palabra dada: e.u.kM es la miJma ac:c:iÓD enunciada en pa.labru. El un
recho estricto. La vida propia de aquel que ofrece esta poiní cst'en Juc¡o; le com-
prende que la multitud 5C apasione y s:c divida. El consejo de los Ancianos se re6ne,
enunciado páblico, solemne, cufitico incluso y que conviene a la c:irc:unstancia, pues-
to que las dos pa¡tes prestan juramento. Porque el juramento es una deuotio: como
los heraldos clrcu.1an, elc. Podemos imagjnar d partido que de esta escena nca el ar- hemos visto, ellt6rk....o.r lriea:o si¡ni6cl que uno se cenuagra. poi' anticipado al poder
tista: d ofrecimiento de uno, la neptiva del otro, ante el cuerpo de la vtctima; la C1i- de una divinidad venPdora en caso de Iran.g:resiÓCl de la palabra dada.
scrura
_...
cena. puede ser pnsentada anle 101 ojos de todos. De este modo. túk1teslhaf no signi- Se proclama como cs.. consagraá6n & una divinidad a cambio de un favor
f"lCll aqut «afirmar haber hcdlo alguna COSb, no apunta a un acontecimiento puado, explicito: uno se ha entregado de antemano al p;xlcr de la divinidad- Asimismo. desde
sino; «compromttt!nf! a a18o, hac:er voto bajo la sanción diviJlA)), como en todas d momento en que se formula el juramento, uno es de antemano Wl ser 4<COOsaara·
do". Todo se sostiene y no es carualidad que en lo! empleos fundamentales (Homero
Esta interpretaci6n no es dada por ninguna traducci6n, por nin.ún dtecionario. ea un lestimonio prccioao de estol USOI) estos verbos vayan juntos y se exijan ambos
Sólo se hace alusiÓD a ella como una posibilidad en el comentario ,ramaticai a la junt05. A trav~ de estu locucionCli, volvemas a encontrar los restos de una instltu-
macia de Leaf. En nueatra opinión, se impone. Concluyamos, por tanto, que t!úkho- ci6n autenticamente indoeuropea y común a varias soclcdacles.
ma; no contiene nunca ninguna referencia al pasado ni a un acontecimiento realizado,
sino solamente a una situaci6n actual o futura.

Vcamoa ahora brevemente el sustantivo eükhos. Aparece constantemente en Ho-


mero, mientras que el femenino eukhi predomina con posterioridad. Consideremos
eOkhos en su relaci6n con el derivado eukhO/l.
La traduc<:ión usual de eúkhos es «victoria, triunfolt. Los ¡rie,os admitlan ya
equivalentes variados: eukhiJI¿ es ¡losado en Hesiquio por eukJJl (plepria), kaúkhis;,s
(jactancia). thusw (sacrificio), niki (victoria), irrpsis (placer), khDr4 (alegría). En IU
construc:d.ón ordinaria, dJkhos es siempre: el complemento de un verbo de don: «dar,
otorgar, rehusarlt. He aqul un ejemplo (11., S, 285): «Tú estás herido en el costado de
parte a parte. IttUlCbto que no tendris mucho tiempo por delante; y me habru dado
una inmensa gloria, mlg' cfJkhoslt (trad. Mamn). EfJkhos. ¿es «victoria» o «gloria»1
Ni lo uno ni 10 otro; en el combate elgucrrero hace un «voto», y uno s610, el de con-
seguir la victoria. Para un JUtrra-o, otorgar el «voto» equivale a dar la .victoria": las
condiciones dd. empleo explican este desliz.am.iento aparente de sentido. Por tanto, re-

382 38J
CAPITULO S
llIIOcia en el formulario romano anlisuo qNrzso (qN~ro), que indica que uno trata de
PLEGARIA Y SÚPLICA procurarse. de .dquirir al¡una cosa.
Un t6rmino indoeuropeo común a varias lenguas ha sido elucidado cuando se ha
podido identificar el verbo biUta maftii-. «rceiw invocaciODCS. rogBD, con su deri-
vado neutro mIlldiJia" «rezo. invocación» 1,
E&te verbo hi1ita rc6ne formu que DO eran CODOcidu mis que en biltico )' en esla-
vo, lo cual cstabJcce una curioH. relaci60 entre dWectos quc. de otra form~ no tian:n
rda.ci0lle5 partirolares. Se comparart el hitita "",f/~ con el lituano ~k/iJU tMIsll
cropr», 1tJIlkk}. «pIqariu; IlIlti¡uo eslavo mofjq oon 1& forma media mofilf(#() q~
tradDcen, ~vamcn". ~ ....
f""'OlW de los E........ Y ~" po1oco
modtíé ~. «I'CZIlnt, motIla «plepriu, checo mointl. «idolo. templo». m biltico yes--
lavo atcatiguan, por tanto, en el prc:seotc ·mdd..yo.
Con una difcrcDcia foo&ica en la
~. ~ de • P'd-. )'a ahldjMkt, l'CioI UrminOl para «m;an ~ prataD.
~te fmal del radical, puede re1ltcionarse armenio ~. «yo ruqo. )'O
• wmpuw;:k¡oal timit.w entre Ieupu WIoeuropeu. Prattl l1aruPG dII.IeIoUl orWJ,- 1II1IJIoro». donde It se basa en ·t o .'11;
habrla, por- tanto, una alternancia d/t(h) que
_ bitito-ala~ (¡-prmtnjco1), que .tati¡u.aD a ainc:uda lk rooua hay que admitir aqui ante: una aK'It:IKión semintica tan estn:d:J.a. m scntklo visibk
CUIpIU'aItIIdu IDI d hitita ",.¡tII-. crupnt, d!rullo. d dllk:o J d piq:D preIaIt&D. to- al todas partes «rogar, recitar una plqar:ia, imploraD, hace aparecer un ¡ropo hitita
doI dJoI, támiDoIlIll:IICloI de la IlÚZ • JIt"rdJI-, «rllpC, dc8ear-.
báhico, eslavo, al que quizá baya que aAldir tambü:n, pero coa. un .sentido debilitado'
La df~ de KIIticSo entre d &riCIO tirio I~ ~ rtII.rJt, YIat. fItrw.
-obtcna" 1ln ¡naqio fal'OraIlk, aplacar • la diviDidldlt. ha acado probIanu .1oI1ti-
la familia del al.e:min Ifttfden. a.•.•. rMldiÑf. 1Mfdjan. «decir, enUDCiat». T~
~"'i ulllIDbuwa. la idcndc!-.1 matcrialclc kla ~b w&len imútiblcmentc
aqui uno de los fUOI casos eu que el bilita ofrece un testimonio jnmediatamente utili.
I & ~ . La dS1k:Illtad 11: ravdYe lIi le obacna que, eD. Homero, litl. d... ',p.... zable pora la ra:onattuccl6n de un UnDino de instituci6n rdiliosa.
~ c tnducido por tlp&eprip, lipUka tlrelG put obteoct n:paradOn, g lime- Otra unidad lédca puede pr=sentarse bajo la fonDa -gh-edh-, «ropr, desea,..
p46d1O de ua ~ (y liC opone ele CIte modo. ftIkMII. ~ de ~}j
el m 11 DociOa comin de propkiId6o doode apcece el vtDculo 1ttimol6lko cntn= d pic-
Comprende eu iranio elanti,tuo-p:na}«Jiyrz-. av. Jgd:yt¡-, «pedir en ruego (a la divini-
IO mi J d laUn tic-. dad), 5Ogdio i-gad-4úc. «voto»; en el otro ertR:mo del dominio el irlandb pldlm.
&1 la1fA 1 al ¡ric¡:o tu ¡-.1&brM pan~. ~e- esú.n..s- de rú:cs tepedir. rogarlt. pide. «pIepriP. BntR los doIse establcccn las formas griep¡, que
de n b amInto. que da.ipaD d &aIlo ~ de la IÓ.plica. l.al1a Npp/Ja si¡m-
lb ~mmlccpicpc1o,.pldJ aloa ¡W:a de (;Jub)>>; 1VIJJ1/iC6Uff. m oriFn. ski du-
41, of'n:nd. material de suplica, toma d IClItido de aupIdoJt cuando l. ofTmda IX re-
.~-
""" ....-
se han escindido en lb: por un lado polMO, «dcIc:ar. at:aorar». por' otro 11Jb.JDslhllJ
..
m germinico dispone ele WI& tcrminokJp. propia de La tcpIegaria», con cl¡ótJco
.
pand(lIt ~ e ea pala~.
Por lo que R mlerc .1 ariqo ItlkltiJ, _pücantc_, varios ejemplo¡ homtrkos (por bi4.km. «PCdir. rogarlt. bidil. 4Cpetkión. plegariu. Pero las relaciones inua· )' extra-
cJ¡;mplo, Od. " 4U-43O; 9, 266-269) pennitcn c:omr-n.rlo COIl cctteu can IIlbrtD. «al- germinicas se complican por el hedto de que 1all formas pam:en formar dos grupos,
e&r\u.r, tacan.; el sato de SIlplicJI consiste, en cfec:ta. ca toctlr aqudIo que le lUpia.. respectivamente alemAn bittnl y belen. Se han considerado dos posibilidades etimol()"
gic:u: de un lado con .la familla del latiD /ido. &rielo pefthiJ (cfr. 1 parte, pp. 74
Todas estas ceremonias. ofrendas e inVOcaciODC!I relacionan, mediante la opera- y 118.); del otro. partiendo de • blu!d~. «plegar» por la comparación del antiguo &lj6n
ción del sacrificio, al hombre y a la divinidad. Pero al acto se opone o se ubdc la pa- lario-/JtdQ, «plegaria (de rodillas)>>, «:on el sUsc:rito jlJu-bildh-, «que: doblas las
labra. que a su vez obra y se completa mediante el acto. Es la parte «prtctica» de esta rodillas». .
relación entre el hombre y la divinidad lo que los tmninos vistos hasta abara nos han El principal problema ea el de una forma nominal propia del griego. «P1epria»
hecho considerar. En todas partes «sacrificar» es presentado como «hacer»; ya sea o «súplica» sc cxpl'Cl!la en ¡,riela por lití, base del denominativo Ilssomai, «roPI, su-
por ellatln SQCrl-flca~, sacrum lacere y también lacere con el ablativo: tauro lace~, plicar». No tenemos, para comparar, mM quc una forma muy cercana, que se puede
o por el griego rhhe;". o por el indoiranio kar-, «hacer». Pero toda acci6n religiosa decir incluso pareja. en.latln, que: es fitare. Pero este verbo tiene un sentido diferente:
va acompltbda de una «plegaria)). Son las dOl mitades del rito completo: los medios litare no significa «&UPlicar», sino «obtener un presagio favorable» a consecuencia de
de acceder al mundo divino. un sacrificio, cuando se habla del oferente, o «presentar un presagio favorab~» cuan~
do se habla del animal ofrecido. Blllentido de litare se amplia a «propiciar una divini-
Para «plepria» se encuentran pocas palabras comunes a variu len¡uas. Una de dad. obtener de ella 10 que se desea, aplacarla». Esta diferencia es 10 suftcientemente
ellas ha sido estudiada anteriormente; procede de una raíz - prtk~, cu)'05 deriVlldo.s notab~ como pllJa hacer dudar a la hora de definir la relaci6n entre el griego litl y el
pertenecen a varias esferas del vocabulario: latin precor. - pru, prteel. 5610 volvere- latiR litare. Los latinos tenian wncien.cill de un parentesco entre los términos arieao y
mos a verla para retOrdar el sentido propio de preror, «tratar de obtener, pedir me- latino, y algunO& lo explicaban por UD prf:5tamo del griego: «.. , alii ex Gratco, a prr..
diante piJabru apropiadu aquello que uno estima que le corresponde en derccholf,
prDCClO que exige la mediación de la palabra, Con frecuencia al verbo preror se le I BId'. • lIJ .1«. '* U1IJ. ,. Pwú. n. 19)Z, p. 1)3.

3M
dbus qauts 11I1 A¡á( dialnt,. (Pesto, 103. 13). Esta noticia de Pesto haria considerar quien le ha ultrejado, o con vistas a obtener del dios para uno mismo reparaciÓD de
IitQ~ wmo el verbo denominativo de ·litQ que habrla a:ido tomado del ¡ric¡o liti sim- un u1tra.je.
plemente. Vemos ahora que puede reconstruirse la relación entre el latín litare y ellriqo 113·
Todavia csc'n dividid8.lll las opiniones sobre ClIte punto: el diccionario de Ernout- soma;. La fonna intermediaria, eI.latln • ti/ti habri significado «Plclaria para gfn:a:r
Mcillet lo COIlJidera un prátamo dc1IJric8o, pc:ro entre dudas, y DO dice nada dc1l1C1l- reparaci6n a un dios al que se ha ofendido», igual que el. griego IUJ. En el denomina-
tido; J. S. Hofmann considera a JitQ~ como un prfstamo del pieao; explica la dife- tivo de lirarr se ver. la idea de «hacer aceptar al diOl!l la ofrenda de reparación»,
rencia de 5CQ.tido suponiendo que litare babrla riplifu:aóo al principio «iuplicant; luc- lo cual responde. en efecto, al empleo amsagrado. El dios maniflCllt& su aceptaci6n
SO, que en re1acl6n y en oposición con stlCTiflCfln, habria tomado el sentido de .eral· mediante un signo favorable., tru un lILCrifício expiatorio (ar. Plauto, Poen, 489;
tizar favorablemente una ofrenda de súplica». Pero ato parece poco convincente. Liv., 27, 23).
Pcn5unos tambi.&t que /itme es d denominativo de Ü/Il, Y que este nombre ha sido Siempre tenemos taldcnda a tralpona a otnu lenguas 1u signifl.clKioocs de aquc-
to.outd.o dd. ¡ricIO litl Pero la distancia entre el griego fitl. t<pl.c¡aria,. ¡{)plica» y el la- 1I05 términos que: para nosotros tienen igual scntido. Rogar, suplicar: ahI no vemos
tío Iilare. «obtener augurios favorablc:s», sigue siendo infranqueable si DOS atmcmos más que nociones. mis O menos lCIllejantcs en todas partes, o que si*> difieren por la
a las tradu.c:ciooea consagra.daa. Aqul se trata. IObn: todo, de precisar el SCIltido del intcnJi.dad del KIltimic:nto. Al tradu.cirlas así, privamos a los términos antiguos de su
crlcao litJ, lúsot1lQ;, de los que «suplicar» es UD cqwvak:Dtc demasiado sumario. valor específico: dDodc le pcrdbla una diferencia, dcn'amam01i uniformidad. Pata
¿A qu~ _ esta rúpIicu? ¿De qu~ actitud procede? corregir estal traducaones defonnantcs, se precisa siempre el contacto y la iD5pira-
Para definir li/l de cerca. tenemos que volver a un puaje célebre de la lIíada (9. ci6n de los empleos vtvos.
500 y ...), donde, durante la embajada lJIlc Aquiles, las Pkgarias (LIt./) son evata-
da como perlO1lU divinas. Fénix implora a A.qu.ikI que: olvide su e6Icra y tome de La expresiÓD de la súplica. ClI diferente en las dos kngua.s clJ.sicas, mis prc:dsa, liD.
nuevo lu armas: «No, no te COIlesponde tener un alma dClpiadada" cuando los mis.- embargo, en el mundo anti¡uo que en la aetualidad, porque está cariada de un sen-
IDOS dioses se dejan conmover. ¿No tienen mis m6rito. gloria y fuerza que t67 Sin tido matc:rial que los ttrmiDos ya no indican, pero que todavia, podemos volver a Cll-
cmbarJO. loe hombres les conmueven... cuando van a implorarlc:s (IIss6mmoi) tras al- contrar.
¡una falta o ClTor. Es porque csUn 111I P~prias (LitlJi), lu hiju del gran Zcus... Co- E] verbo latiDo supplictJ.ft, «Juplicant, se ha formado a partir dcI. adjc:tiYo ~
m:u aprtfW'8.dal tru los ptl50I del Error (del. Dcsvio, dc la <;quera, A.le...). Error va pta, de donde deriva ademi& el sustantivo NJJPliciwn, que tiene una evoluci6n muy
la primc:ra por toda la tierra haciendo mal a los humanos. Tru ella las Pkgarlas tra- partiouIar'.
tan de eurv este mal. A quic:n respeta alas hijas de Zeus cuaDcW se acercan a ~L ellas Para suppla. de sub + ¡Jiu. hay dos cxplicarioncs po!ib1cs. Primero ia que viene
les p:aW1 una pod.crosa ayuda. escuchan sus votos. Si aI¡uicn les dice que no y bru- dada c:qlUcitamCDte por tos latinos miamOl, relacionando -p/u dd verbo pl«:tzre y
talme:ntc lu rechaza, cUas van a pedir a Zeu5, hijo de Crono&. que una el Error fAti) que es ilustrado por la tmesis sub uos pl«o en un poeta latino (citado por Festo, pi.
a sus pasoI, a fm de que sufra y pague IU peno (trad. Mazoo). De este pasaje .saca- gina lD9) pIU1l 'fObis _11eo.
mos dos su¡ercncias prcci58.1 poi" lo que se mlel'Callentido de lÍI$Omll;. LDs hombres Pero plantea una dificultad fonética: ploco comporta una á larga radical que no
«suplican~ (/Jssómenoi) a los dioses cuando han pecado por traDs¡rcsi6n o error (ver- habria podido dar la a breve supuesta por -pJex. En rcaUdad plicfJ es un causativo
lO 501). E5ta súplica (/itl) tiende. por tanto, a obtener perdón por un dallo causado a con alargamiento radical, formado sobre el verbo de estado pltK:eo, «yo soy a¡rada-
los dío5c:s. Interpretamos desde el mismo punto de vista el papel de las Plegarias. La ble» de donde pwcó, «yo bago agradable», 4<)'0 ha80 admitir~. Tampoco podria su-
alelorla l5iplif1ca, en suma, que, a aquel que sufre por haber pecado por cxuavio, ponerse una relación entre p/Jzt:eo y -plex, para conformar la etimoloda al sentimien-
la Plcprla (LJtJ) le procura la curación y el cumplimiento de sus deseos; pero si re- to de los latinos.
chaza a la Plepria, esta le llevaré. el castigo de Zeus. La lit; debe reparar el. ultraje La explicación verdadera de supplu viene dada por la serie de adjetivos en .pltx
hecho a los dioses. No 5610 a los dioses. Cuando Criscs se preeentl con las vendas de de la que forma parte: sim-plu, dIl-plex, cte., que corresponden al ¡riego IrD-plofls.
Apolo sobre un cetro, en el boato de una procesi6n solemne, suplicaba (~lfsstto) a to- di-ploOs. Se ltlConocc en ese -p/ex la forma nominal de • p/eJc- atel5tiguada por
dos 106 Aqueos (D., 1, 15): «ojalá los dioses 08 otorguen la conquista de la ciudad de (Im)-p/;CQTe y, con un presente s~fijado en -1- por p/ecto, ampJector, cI~. La idea es
Priamo y que volviil5 felimJ.entc a vuestra casa; pero a mi, oja1t que podéis devolver- claramente la de «plegar»; uI. IImplex, «lo que no hace más que un pliegue», pI«-
me a mi bija y aceptai' un rescate, mostrando con ello que revcrenciais al hijo de lo, «plegar», para tejer, enrollar, anudar juntOll bDos treomdos; Qmpl«tor, Utcral-
Zeus. Apelo... »; es que los Aqueos han hecho al sacerdote de Apolo una afrenta de mente «curvarse en torno alt. de donde «abrazar». Es también CliC -plex el que encon-
la que el dios Cldgc un pago. Esta l/tí de Criscs es una petición de rcp.vaci6n. Asimis- tramos en com-pla, «plq;ado conlt, es decir, «que se vincula estrechamente a»; tal es
mo, Tctis suplica (li.ssonfjni) a Zeul por la afrmta hecha a su hijo Aqulles (1, 502 el sentido primero de complexo Mis tarde, en la latinidad cristiana, compa se ha res-
Y llll.). O las s6plicas dirigidu a Mc1ca¡ro por los ancianos, por sus padres. por IU tringido a «ligado a una acción mala», por tanto, «fCsponsable», «c6mplice».
mujer, para hacerle olvidar su cólera (9, '53 Y 51.); o ADtüoco suplicando a Mcnc1ao Integrado c:o CIta seric, IUPplu describe la posici6n dc1suplicantc, «aquél que se
pera daarmar su c6lera (23, 608 Yss.). Hay muchos otros pall.jCll que se refieren a la
miJma concepción. Asl/ifÍ es muy c1ifercntc del. ~ko.t o de la ~klJIA. ¡ En 10 wnjWlto kM bccboIlatinor. hllD.lldo KlarUO! en un eatudkl de HEINZE, AmII/w JIU ,.,fi"lf'd/r
En suma, la litA CI una plegaria para ofrecer reparacjón a aquel, dios o hombre, a Laiko"vpllir. l. XV. pp. 89 Yu.

387
cncuc:ntra plegado a 101 pies de... » 'J el presente supplico. -an. significa «tomar la po- cante»? Un comparatista, Wilbelm 8chu1zcJ, ha pensado que hJUtis no tenia nada
liciba de SJlPpla». que ver coa estos verbos. y que dcbia ser madlW!ado con otra r&b .Jk. (Jin as-
Con el sustantivo neutro suppliCÜlm la perspectiva cambia. Desde el 1atln antipo,
q6n Plauto. suppliciJurr no Upifica mil que «cuti&o. IUplicio». Ya babia entre
pirui60 inicial). 1& del lÓtia>
_
Gil"""'. «mcndipr. pedir implorollllo» que traduce
• .,0006....... Nosotros """ d<cldlriomos por ... ""';llo de ItiJcitü, pero al
IUPplichJm y SJlPpliau'r la misma diferencia que CIl (lIJlCá¡ entre supplicr (suplicio] y prec:io de UDll objcc:i.6n: Schulze ba debido lUpODCf que la aspirada inicial de Ir~tis
_pi;" [lUplicarJ. !IC debla a una relación sec:undaria con 1úlc6. Nos rcsi¡nañam0l a esta explicación de
Supp/icium tiene una historia muy particular cuyo inicio puede oonccbine uí. llikbis ii DO fuera posible nin¡una otra en grie¡o mismo. Pero la relaci6n formal en-
A partir de un scntilOkJ titeral, tchc:dJ.o de ac:r 811ppla~ de oomportarse como sup- trc hiJcltls e hJk6 es tan satisfactoria, fonaica y moríol6gicamente, como se pueda
p/a».luego «¡>rUcba cid eswIo de supplao. lO ba dall¡nado por _p/idwrl primero desear, la unidad eucrior de las formas es evideo1e. m pcobkma el un probkma de
al objeto, prkticamc:Dte una ofrenda, mediante el cual el SlIPPIu manificm. su acti- 8eDtido.
tud lUDlisa para con los dioses. Con este sentido inicial de supplicJum. va el de swpp/i- Se tra4uce hfkó de modo uniforme por «Depr»; es un clic:h~ bcxnmco como la
con, «ofrecer al dio5 una obla.ci6o para ap1lu:arl.e» y el de supplialtio~ uofrenda. pl~ apcmoo d6mon ltiJcbthai «llepr a IU CUa». Pero el emplco máJ frec:uente no es ne-
¡aria., ceremonia para aplacar la cólera de un diDS~. cesariamente el mú signiflCBlívo. Puede ocurrir que el uso que se ha scncralizado,
De este modo n05 vemos llevados a ver ya en supplex una connotación que no re- por nu:ones variables, borre un elemento canu:tcristico del valor primero.
vela la etimologia y que se debe IlW circunstanciaa ptiticu1ares de la «súplica»: a .a- ID verbo pre!ICDte tiene otras variedades de IICIltidO, que apenas ban sido tenidas en
ber,la intención dc calmar la cólera de un dios. Tempranamentc, en coo<líciones que cuenta; ut, en Homero (n., 4, 303 Y ss.): kQue nadie vaya I!IOlo, delante de los otr08.
no conoccmos con exact1tud. el conjunto de los t6:rminos de esta familia se restriase a a enf~ntar.e con los troyanos... , siDO que todos y cada uno, al partir de su propio ca-
la idea de aplacar a la dJvinidad. rro, alcance (hfbtai) el carro encmi¡;o, y le ItScste su lanza». Igualmente, <da humare-
LuCIO, por metifora, se emplearon estos términol en el mismo sentido para las re- da delsaaifido alcanza (hflce) el cielo» (1, 317); o tambi~o con kUos (v&ise Dia-
laciones humanas: Plauto, M«rc.• 991, supplid sibi sum(lnt quid "01' ~ ob lulnc iniu- da. 1, 192; Odisea, 9, 20), la atorla, «lf.k:anza» al cielo. He ahi 10 que especifica aún
rlam. «que tome lo que quiera como SIlJ'plicium en reparacibn de esta injusticia quc kfko, como hilmioma; y hikdno.· admite por sujeto un t6:rmino denotando un SCD-
acabo de cometer con t1~. El olcndklo, «tOg'C» (¡sumo./I) cic:rto supplkiwm. Estc timiento vivo, una emoción: cólera (Diada. 9, 525). pesar, ancuHia (4klt04) <23, 47; 2,
cjemplo permite comprender por q~ nqJpIkiIlm ha asumido la conltnK:CióD que ha 171, etc.): la an¡ustia WcanzaM el corazón del h«oc.; una SCDI8ci6D fts.ica (13, 711):
nepdo • ser dtsic:a con df»'e. ~, Ten:ncio, HNUt•• 138•.• IIU tk 1M 61IppJici..m la fatip .akanZa» Ia& rodillu.
"oo. BIta vez rk me hace peD5IU que mpp/idJIm r::I una pena oorponü, compensa- Algunos cjemplos hacen que brote una intCDCi.60 mis pn:ciIa: «por eso Ilqo yo
ción fisica que le ofrece IObre uno mismo. La c:orutruecl6n de III/Jpücium cs, en efC(> ahOla a tul rodi1lu (14 .. 1OJÚUl/It' hllahromai). para aaber ri cstú dispucsto a darle
to, la de por,", en poe1UU CÚlI'r. En estas condicionca, supplk:ium toma en adc:IaD&e un un cs<:udo y un casco a mi hijo» (Illada, la, 457). El verbo muestra perfectamente el
ICIltidD especifico; es la «compcmaci6n» por eueleada al circDllllaI1ciaa al que sentido de «aJca n 7JIot. pero al mismo tiempo noelleva al de hiklJi, ft'fO Ilqo al con-
101amente una compcDACi60 personal podia papr UD errm: es el au.plici.o» que se tacto de tul rodi1lu para swplicwtn. En un largo pasaje de la Odisea, 1&s nociones
1I1!n:. que DOIOtr05 bemol disociado le retomponcn con toda claridad. El la plegaria de mi-
Las coDdiclones de empleo religiosas mue:stran, por tanto, ct:I:no se ha fijado cl ses al dios del rlo, a cuyas orillaa la tempestad acaba de arrojare: «YO Dqo (JUk4nój a
sentido en 10 sucesivo jurldk:o. El silpplicñun se coovierte en una manera de plQCfIf"t. ti. del que be ClpCRdo mucho; y debe ser rcapetado conforme a 1u rqIu del honor,
«aplacant; uf se ha ODDliWDado esa ruptura de mltúlo entre ruppliciJlm ., SJlPp1kfltfo. aqu61 de los hombres que "llega" (hUciUJI), perdido, como ahon "yo nego" (1Iik6Jró)
Vemos qué condiciones particuJarc5 pueden romper una familia de palabro para in· trII8 muchos sufrimic:n.tos, • tu curiO y a tus rodillult. Y el 6Itimo veno completa la
troducir algww de dlu en conjuntos semánticos difercnte&. relaci6n entre el verbo hilc4nó e hikitil. «ITen piedad de mi. Se4or, me declaro tu su-
plicante, h~/Is» (Odisea, 5, 445 Y IS.). Buta 1ccr este pasaje entero para Ye! clara la
sugcJ'encia. m encadenamiento milmo de los términos muestra que .e .eudan como
unidad las dos nociones de hik4n6 e hJlcltls. La formación de: h~tü queda justifica-
Hemos analizado brevemente los hechos latinos IDtes de pasar a la noción Irlep. da de esta forma: es el nombre de: qente de hfkiJ. Por lo de:mú, no tenemos sólo un
Élta queda expresada por el nombre de agente hikl',s. 4l:l!IUplicante». Esa es la forma ejemplo. Hc aquí otro igual de claro (OdlllCll, 9, 2157·9): «nOIOtros aIcanzamoa (hik6-
c1isica. que ha sobrevivido en la tradición, mientras que las variantes hfktiJr, hUcllr se 1M/ha) fInalmente tUli rodillas... IY respeta a los dioaeal Somos tul hikltabt.
limitan a los Trigicoa. Tiene por derivados el epiteto hJktlÍrios, «relativo al hikiti~, Podemos concluir que hlUtis debe .er reconocido como nombre de qente de la
de hecho «que tic:oe la fundoo de prote¡er al luplicantc», y el denominativo raiz de la que Iúkó el el presente temitico.
1tJJcdaJiJ, «ser hikl/iItt, equivalentc dellatln aupp/Jco. UD& c:o,"llcllln do emploo ba proparado este maul&r deoanoIIo. La c:ondic:ibn de
El nombre de lrikiJü deriva de Ittkó. «venir,llegarlt. c¡ue propmciona loa pma:I- «suplicanteJt le ~ptica por una costumbre de lUCfr& cooocida en la epopeya: d que.
teI ltik6no, hikniomllJ. Desde el punto de viRa morfoJ6clco, esta dcrinciÓll es regu-
lar; pero CIOI diícrcutes presentes no indican mú que la idea limpie de «llqar».
¿.Puede concebirse una relación entre «11c:caa ., la noción tan precisa de «SIIpJi-

JIl8
acosado por el enemigo quiere ser protegido. debe. para salvllT la vida. tocar las rodi- CAPITULo 6
llas de IU adversario antes de que el otro, en el corazón .mismo de la batalla. le haya
haido. A!¡. (JUada, 21, 65), Aquiles dilpara su lanza contra Lyca6n, k: apunta, pero EL VOCABULARIO LATINO DE LOS SIGNOS
bite la esqwva y corre a tocarle las rodillaa gritando: «yo toco tus rodUlu; 50Y tu su- Y DE LOS PRESAGIOS
pUcante (hik~lis)>>. Es, pues, la relación de hiktslhoi oon 1000nllta~ ((llegar a las rodi-
llas». lo que ha hecho del nombre de agente hltétia el «suplicante».

SMltlflrio. Bllatln IC diltln¡ue por unl IJ'IrI abundllld.. dc termine. que, en d UIO li-
terario. IC empico jndjRintamellte pullbipar el U¡no diriDo. el prodi¡io. Pero la eti-
moIosf.. pcndlc l:aJlW di.rcrmdMiona prditcrariu c:ntR:
CImIm, ~ YCric6co_,
CUJl. I.l1ClmlII.II COllIlitll.~
_ , , , , , . , «la" Ilhocnmdu (/l\lHffO. q¡!yertill.).
OI'lMtrmt «fcnOnlcoD que le cxlicDde ", ) frmte (*-1 tII obfet twdot en r/ ~
po de ¡U m!radP,
porlellllllfl, «'tUll pen~tiYl reYdldofl del fui uro propoclIto (pof'o) a Lu mirada_,
y prodillll."', «~labrl Invatida de lutOl'idad (lIIo) divinl (cfr. Al",,). proferida en
pUblico (prod·) cn fUlll:l6n de presagiOll.

El examen. ele 10& t&minol que le refic:reo a los signOl5, a los presagios 1, será. res-
trineido al lattn por una razón mayor: la relativa abundancia de estos ttrminos en
latino A este respectO ellatin contrasta con el gricao Y mis todaVÍa con las restantea:
len¡uas indoeuropeas. En crie&o no se encuentra mis que !MIs. uigno divino, prodi-
ciD, milag:ro~, adcn'W sin etimolosta clara. Las ckmú Icn¡uaa no tienen siquiera dc-
sigIuu;;ión completamente caracterlstic:a.

Bn Iatin. diJponemos de una serie de palabras de valor preciso, de forrnaci6n clara


por 10 general. La5 prindpalcs son: miracvJJlm~ 0InVI~ mOMIrvm. a.r~"tum~ poT/m-
tumo pt'Odi&jum. Frente a ellOS seis ténninos pucclc ponerse solamente el grieJo ibus.
be abarca el conjunto de las representaciones repartidas entre las seis unidades del
latino No tendremos en cuenta Slimeton. simll. que indica solamente el. «signolt en ec·
ncral, correspondiente a ,¡,rrum. aun cuando se aplique a un fenómeno aobrcnatural.
Primero habrt que delimitar cada uno de CItos tmoinos en latin mismo, se~n su
si¡ni1'icación precisa. Por relm general se admite que, en su empico ordinario, pueden
intercambiarse ftcilmente. Servio, ad Aen.• 111, 366, escribe a este respecto: co'lfu.m
p/trvmqw pommlJlr. etSC les emplea la mayor parte del tiempo lin distin&uirlos». Los
hirtoriadores modernos confirman CIta opinión: PIR habLar del mismo fenómcDo, a
poco lineas de d.istaDcia, IC emplean indifercntmu:nt.e una u otra de cstu palabras.
Nosotros dejaremos a los filólogos la tarca de decidir sobre esto.
Nuestro pr0p6sito sed analizar en cada caso la si¡nifi.caci6n etimológica y ver ID

1 Pila WlI vililm llc conjunto del probleml histórico y rdiciolO. Cfr. Raymond BLOCH, La prud/lu
dfltl$ "Q"tiquil' dflMjfllle. Parll, 1M3, que tambim trltl (pp. 79-80. 14-15) 11 lr:nninolo&lalatin&.

390 391
qut podemos saeat, aun cuando la representación que los romanos se hadan de estos doctrina de los presa¡ios, UD «IDonwuo~ representaba una «cnsc:ftanZllJt, una «adver-
signos no 10l!l distin¡a con más claridad. tencia» di't'ina.
Todos eUos son de formación latina, es decir, de creación léxica. secundaria, saI... o Bata primera precisión puede ayudamos, a su vez, a diJtinJU;ir monslrum de osten-
Ótntn. lum y portmtum, puesto que en C!f.Ol dos últimos tbmioos el valor de «m.ortru»
La formación de ()mm presenta la siguicntl:: dirlCUltad= el tema .le l:Ocuentra redu- sobrevive todav1a vagamente.
cido a la vocal 0-. Esto permite varias posibilidades de reconstrucción, qUI:: han sido No hay difen:ncia clara en el empleo entre ostentum y porkntum; 10& mismos
efectivamente coILSlderadas por los etimologisUts, sin que ninguna haya parecido de- hechos pueden 5CI' designados indiferentemente con uno u con otro, anuncien aconte-
mostrable. Pero ahora tenemos un paralelo que permite c:xpl1car, sin forzarlo, el sen- cimientos favorablc:.s o no. Consideremos los dos pre.sentcs, OSlendo, port~ndo: tienen
tido yla formación de O-men. El radical latino ó- puede compararse directamente con una frecuencia de empleo muy desigual: osleMO esti amplie.mente atestiguado; por·
el tema verbal hitita M-, «erecr, tener por verdadero»; por consiguiente, omm se in- lendo se encuentra n:&tringiclo a 1Il esfera ele los presagios, como portnttum, micotnls
lerpretará como «declaración de verdad». Una palabra fortuita, pronunciada en una que entre o.rkndo y cnt.en1JIm d dcsvio es de la misma naturaleza que el existente
circunstancia decisiva, podrá. ser aceptada como Ólnen, como presasio verdadero, ro- entre monst1'tZTe y mon.strum, aunque menos marcado.
mo sipo del destino. SerA una palabra de buen «augurio,., anunciad0r'8. del destino l. El verbo simple Wu/o, «tender». emparentado con el I.·ir. tan, gr. k(nlJ. estA sa-
Cicerón, en De diuinatione. 1, capítulo 46, aporta varios ejemplos. cado de 1& raiz. indoeuropea (·I~Il-, «tcndc:n). El empleo, en una acepción tambitn
El neutro monslnun se vincula claramente al prescnn: mDnslrorr. pero con una di- csprcclf'lCll, es precisado por el prcverbio: ob-Iobs- indica generalmente que la acción
ferencia de sentido fuertemente mart:ad.a. No SI:: puede decidir a priori cuál de los dos es producida «frente a algo, en sentido opuesto de tal forma que intercepta la ruta»
términos, monslrum o monslrure es anterior; sin embargo, es probable que monstrure (cfr. obuiam). El preverbio tiene: plena fuerza también en un ~jcmplo antlJUo, como
sea el denominativo de monstrum por una razón de morfologia, la formación nomi- el que ofrece Catón en su tratado de agricultura: ager qui so/i astenlus eril. «un cam-
nal en -strum. Pero desde: los inicios de la tradición, 1011 dos términOll no tienen nada po expuesto al sol». Ostenlus significa aqul «tendido frente 8». Esta relación explica-
en común: monslrarr signirita aproximadamente «mDStrar»; monslrum designa en ri literalmente asltndo y el sentido religioso que: no abarca mis que una parte de su
general una «cosa que se sale de 10 ordinario»; a veces algo horrible, que ...iola de for- empleo: un osfentum en tanto que presagio CIt'
como «tendido ftmte .. ofrecido a
ma repugnante el orden natural de las cosas, un oanonstrUOlt. monslrum honendum. los ojOSlt, DO solamente «m05b'adolt, sino «producido a la vista (como un sl¡no que
dice: Virgilio. hay que: in~ClprCW')>>. Tmto asocia, al rderir un presagio, oblmdo y ostenfum
Los latinOll tcntan todav1a conciencia de la formación de la palabra: monslrum, (Hisr.• 3, 56).
dicen. estt por monertrum, de mOIfM. Haya existido o no mOlfesln¡,m. lo cierto es Consid&:R:mos porltndo; lo esencial esti aQ.uí en el. preverbio por-, del que subsis-
que monstnun y monslrare se ballan vinculados a moneo. A partir de moneo. ¿cuál teo pocos ejemplos, pero todos ellos significativos: porrira. «extender, ofrecer alguna
es clsentido de mom/rum? Para encontrar esta relación, podemos ayudarnos con el cosa»; polluo. «mancillar, profanar)); poJ1iceo(r), «prometer)); po/luceo y porrie/o,
denominativo mOf1$lrare que no ha sido des...iado de su significación por considera- dos verbos relativos a las of~das. Junto con portendo, étios son los ejemplos de
cionC1l religiosas. Generalmente se traduce por «mostrar», pero ah[ hay una equiva- por-o y, hecho notable, todos ellos pertenecen al dominio religioso. Con la (mica ex-
lencia sumaria; ademts, hay otro verbo que nIDifica mis comúnmente «mostrar,.: cepclón de palJic«J(r). al menos en su empleo habitual: Jiao lignifica ~ser sacado a
asIendo. La diferencia es la siguiente: memslra/'l! es menos «mostrar,. un objeto que 5ubaftn. liceo" «pUjar. adqu.irir poi" puja»; el prevcrbio pOf- da apotllttor d senti-
«en¡eftar una conducta, prcscrtbir la via a seguir», como haa: un preceptor: qui tib; do etimológico tk «pujar durante una ...cota, otTecer algo mis que el precio pedidolt
nequiquam SQe~ monst1llll; Mn~. «yo que tan a menudo te be dado buenas lea:io- (cfr. Plauto, Merca/al', 439). de donde ordinariamente fCJlIComder».
DeS» (Flauta, Baq., 133): QUoliens monslraui lib/ II.t... «cuAntas veces te he aconseja- Se atribu}'!: a por- en los dicc:ionarias d mismo sentido, o casi el mismo sentido,
do•.• » (Mm.• 788); non periclumsl ne quid rrcle monslTQ, tlno hay peli¡ro de que des que a pro- y a prtn- a causa. de su origen común. Pero estos prevcrbios no son sinóni-
un buen consejo» (.Pseud., 239). Por tanto, si de mOllSlfYlll! nos remontamos a mOM- mos, puesto que han recl"bido en latin formas distintas y puma que, adc:mál, no per-
lrum, para encontrar el sentido literal, borrado por el empleo religioso, vemos que mutan libremente. Debemos presumir que prrr. prae-, por· se caracterizan cada uno
monsfrum debe: comprenderse como un «consejo», una «advertencia» dada por los por algún rasgo propio que los delimita. Entre pro- y prae- la diferencia ha sido obje-
dioses. Ahora bien, los dioses se expresan por prodigios, por Si&l1oS que confunden el to de un análisis detallado J • Ahora se trata de buscar cómo se defme a su vez.por-.
entendimiento humano. Una «advertencia» divina adoptar' el aspecto de un objeto o Lo vemos ya en POn'igo. cuyo sentido es «extender en toda su longitud, desarro-
de un ser sobrenatural; como dice Festo, «5C llama monstTTl lo que sale del mundo llar, prolongar"; el prC't'ubio poto implica la idea de «estirar. mostrar en toda su di-
naluraJ, una serpiente que liene pies, un pljaro de cuatro alas, un hombre de dos Cll- mCD.5ión». Si ponido (de • por-lDcio) ha tomado la acepción de un verbo de ofrenda,
becas». Sólo el poder divino puede manifestar asi 5US «advertencias,.. Por eso c15Cllti- es que <<arrojar» (lacio) viene precisado por el prcverbio por~. «en la longitud entera
do de mon.strum se ha abolido en su designación. No babla nada en la forma de (dd altar): 8&[ se procede, en efecto, con las entraftas de la v[ctima (ata), que se
monslrum que apc:luc a esa noción de «monstruoso», a no SU el hecho de que en la muestran ~ ) sobre el altar: si sacnifk%m SIIt7I17IO /oui atque in manJbus ata

.Le TPlrYa.w.r du CAtTItlilf6Uistlqur de t.:opmhtlrw.


¡ v~ue nLlcsr... obfa Hit/ilt tI Indo-ftlropetn. 1962. pp. 10 YSi.
J i)'Yenle
wot V. 1949, pp. In-II!; Probllmu * linfllisliqllr1atiDIt,
iUblolique dClI prtpoIIdoni I:D
rlnbYzh. Parls, 15166, pp. 1)2-U9.

392 393
lentam 141 porlciQm•••• «incluso aunque yo Cltuviera sacrificaDdo a Jópiter supremo y Según los aIosadorellatinol, adagio (udagÍJIm) corresponde, en Qlanto alsenddo,
tuviera en las manos la mtraftall para disponerlas sobre el altar...• (Flauta, Pseud•• al grie¡o proolmion. «pre6mbulo. exordio». Es dificil confirmarlo a falta de ejemplos
263): Jnter CQDtl el porreeta, locución: «entre el corte., la exposición sobre el altar», literarios. Solamente en Varrón encontramos uelus adagio esto
plJll decir «en el tJldmo momento» (Ci~6n, A.n.• " 18. 1). La misma representación m paso de adagio a adagillm parece debido a la anal0l¡a de prowrbium, del que
se: descubre en ¡JCJJluC«J. verbo de la anti.¡ua Ien¡ua reliaiou, «ofrecer en sacrificio un adllflllm sma sin6nbno. Pero este sentido DO concuerda con el del ¡rielO proofmJon.
rico festln" (con daps, Catón, .Agr•• 132) Y tambit:n «acrvir sobre la mesa los rCltos «preludio)t, bien musical. bien Ol'atorio. «exordio»; en sentido fllurado en kJs trtai-
del aaaiflclo•• No se conoce n.i:ng{m ejemplo más de: CIte verbo hIcto. pero el prevcr- 001,10 que «preludia» a un acontccimiento~phrofmill p6nón. (E5quilo), «los preludios
bio por- indica claramente qu<: los platoo son _tadoI en toda la IooIitud <Ic la de los ma1cs)t. lo que los anuncia. Habr1a que mterpretar entonc:es rldllgio como tul
mcaa ele ofnoda o <Ic Iamcaa clcl butspccl; por cao po/luaT<, po/hJctuIo dcaplcrta Iiem· proverbio que se cita a modo de c:xordio, para chr el tono a un <líscuno. hro no C5
lX'e 1& idea de un fest1D mn1UOSO. Es. sin ducta. 1& miIma 1m,&,", la que hay que ver seguro.
CIl d prevtl'bio polbm (no tenemos .1uo. lino so1ameote Jutum. .barro»), que se tra- Coosidcn:m05 ahora la relación de prodigivm coo (liD. Los dicciooarios dan .cla-
dute poco más O mcnoc «c:nauciar completamente, profllDlU'lt. mente a a;o el sentido de «decir•. Tenemos que especificar (1;0 reapcd.o a otros Ya'boI
m sentido de por-Iendo le descubre ahora en su particularidad entre 1011 demás de Icncua- Anotemos una observación curiosa de Donato: 1l;0 se aplica, dice. a 101
YCI"bos de presaaio y, sobre todo, frente a ostendo. Se designa por portentJur. pomn- mil;', IIllna. cwttem1lmda. falJo., I cosas desqradablC:!l, vanas, desprcd.-bla, falsu.
tum. UIlll serie de preIa&ioa que anuncian una aeric de acootcdmieDlol que le cIcsplic.- Pasemos mril:ta a 101 principales emplcos de este verbo. Una de las f'bDdoocs de
san en la duración. &10 que se <lcdua: ele los ejemplos .iIoim.... recoaidoo en los aio ClI la de opontne a nqo. como _dca:r sv. a «decir nO)t. Prccuc:nte tambien el la
tatos de Tito LMo: dii inmortllhs... alllJlTÜ8 au.JPlcüsque el per noctrunos eliam expresión ul ailUtt. «como se dk:e)t, bien para referir un rumor, lo que: le dice, bim
ullul omnUl /De1ll tIC proJJ1BrI porteIu:/Jmt: «los diOlCS iDmortakli por presaaloI con- para introducir WI8 locución vu1pr o proverbbl1j en c:ualquiCl" caso, para citar Iitc:ral-
cord&ntes e incluso por visionc:s noeturDu. nos anuncian que todo tendr, \lDI. salida mente: lit aU c:iuro. c:uando se reproduccn lOS misJ:naI palabru. Tamb~n ait. 'Y DO
favorable y feliD <26, 41. 18); ominQtu" quibw flIl01Ulllm flIISpidil patra eonIm ad ningful otro verbo••irve de inciso cuando se refierm. tCKtua1mcotc: UDI.J palabru.
Aqatt::J ptt1autrint lft9lllM, f!t/l iOil f!%f!lUItiIJ¡a in aciem ~ d«JI. dI. alega En la ltDgUa judicial, se CDCUCIltra con :frccucncia ttio en primera persona, en lo-
como praqio que los dioses le han uquraOO los mismoI aUlpiciol, en el momento cucion.. 00I>Sa¡nlCIas. Sq1m (]ayo. la fórmula <lo roivindicaci6n ele propieclad en:
<Ic trabar la batalla. que a sus padres cuaodP c1Ios oombaUaD en Iaa lslaa l\pW» 1nmc qo Irominem ex i&lre Quirllhlm mamr l!SSE aÍlJ. «yo declaro que: tite bombee es
(30, 32, 9)j di inmot1t1/e.r mÜli sucriJiaurti pm::gntlqw ul hoc btUum mili;' ~ mio scg6n d dercdKJ de lo, Quiritcllt. Eua fórmula.eI reprodlJCida co mucha ocasio-
uobiMple feIkIUr eumint. 1ftltl onurio PfWIJf!ITIIlIIe portmdt:re. «101 diosca inmorta- DCI tanto co Plauto como en Cicerón (con variantc:l. /undJlm en lupr <le homtnem).
les a 108 que )'O aacrificab& "1 pccüa que la guCllll se volviese varturosa para mi. para wanclo doo hombRo mviDdlcan la propieclad ele la misma <:o,,"
d qo id<m . - aJo
el amado Y para vOlO~ me ban prrsa,giado que todo tmd:ria una süda favorable y me&tm. m sujeto de aio podri ser la 1cy miIma: U/i la ttil.. «oomo dice ]a lept. o ce
felim (31. 7). Ponpmos do lJllUlifilzlo .... f6nnula d. la leu¡ua augurol: _omnia Ulpiano, la /uJiD alt. o tambJtn uti mar alt.
'-la ]N'08Pmlfllle portMd~». Loe ejemplos de ¡xH1e1ltrl anunciaD. en efecto. una Ahi tcnemOl las princ:ipal.cs eatesorias de empleo, rápidamente IIJUPIldu m una
penpect!va complc:ta: porle1ltum. Il diferencia de ostnthlm, pRIIlIia DO un DO 1lCOD- sipúficacióo pocral que parece botarse a si misml. Además, de ajo se ha iilltado un
tedmieuto. rdno un panorama. oompleto y como una penpcctiva continUA, poniendo llUItantivO empicado como nombre divino, Aiw. Conocemos a CIte dios. namado tu
al descubierto de elte modo una eran porción del porvenir. pronto con Afus 5Olauu:nte, tan pronto como Ahis .1..ocIlthis, que lUluDCió a lo. roma·
nos, en el 5ilcncio de la noche, la Ilepda de 101 ¡aloa. Varrón dice la rIZÓn que lel
El ténnino pmdJgillm es de examen mú fácil en ellentido de que puede analizarse hizo llamarlo ui: AhIS tk&ls appeOlltrlS araque ei slatuta flIlod f!O in loco d;",11I111l$ 1101'
en latiD mismo. y mú dif1cil debido a que 101 elementol de formación deben ler inter- «lita est. «el diol AiUJ fue llamado u1 ., un altar le fue eIC"iado porque en aquellu-
~doo. JIU', procediendo de: la divinidad, una voz se hizo oint (cfi: Uv.• ,. '0 y '2).
El antUslJ le centra en .prod- (doblete de pro- ante vocal, ,fr. prod~) y -olium. Seg6n las fDDciollCl caraetcrLsticas de este verbo llio. teniendo en cuenta el dcrfva-
derivado nominal de ag-. Pero. ¿de qué rm ag- se trllta? Se Cid. de acuerdo en descar- do nominal A.Jus doblado Y expHcitado por Locutius, puede decirse que lItO le: refiere
tar el radicalq- de tIlO. «empujar». Y se piensa mis bien en lI6- del lunantivo adagio ante todo al enunciado literal de la palabra, y que Cite enunciado lleva CD si mismo
COIl SIl doblete adlllmm. «adagio, proverbio». La formación debe ICI' reciente. seJÚD cierta autoridad.
la Q interior conservada frente a la I de prod-Iglum. De esta forma. prodIglllm y ada- Que 11;0 impUca una enunciacilm de autoridad se ve en las accpcioues mis trivia-
gio se vinculan. a la ratz dellatin aio, «decir». . la. :e.a es la rUÓD por la que aio el de riJor en las expresiones jur1dicaI, y no dko:
Entonces. ¿c6mo interpretar literalmente J)I'Odigium? Hay que admitir que esta no enuncia una opinión. una creencia, siDo un dicho de autoridad que tiene valor de
ra1z • q-. _decir». no cid. atestiguada con totalseauridad fuera dc1ladn. Se apO- compromiso. ~ ah! la expresión lu a;l~ mientras que no se encuentra la diclt. Asi·
ca el pieao I «dice 61» por un antiguo • ig-t~ pero la r~ODItruccióD de CIte radical mismo le esc:ribirt Lilllul mt cuando le citan 1IU1 propias palabru. en UD. cao en que
formado por una vocal única deja aJaunu incertidumbres. Hay una polIibilidad de tienen PlClluBciÓll de autoridad.
comparación con el armenio IÚ-izc~ «palabra proverbial». pero MeiDct:. que la ba pro- HemOl visto que tilo $e opone a IJ«O y lianifica cded:r si». Tiene valor de afirma·
puesto. insi!te en la ine¡ularldad foMtica de -oc:, enfRnte al yerbo asem• .,o diJoM. c:iÓI1 cate¡Orka ., poIitiva. QulCD. prOf"lCre 1l;0 toma por su cuenta una aleJcióo de ver·

394 39S
dad. El dios Aius C.'I llamado así quod diuinitus uox edita esf. porque una voz divina CAPITuLO 7
se hizo airo Su nombre no es -Dicius, sino Aius, es decir, una voz Investida de auto-~
ridad. Alo desl¡na siempre una enunciación impersonal y que: extrae su autoridad de: RELIGIÓN Y SUPERSfICIÓN
aquello que puede vincularse a un agente supra-personal, ley o divinidad.<:omo pue-
de ob5ervarae, hay cierta analogía entre: la connotación de ajo en latlo y la de phimi
en ¡riq;o.
Entonces, ¿qu~ signiflcaprodigium. una vez deflDido IIg-1
Podemos referirnos ótümente a la descripción de un prodizum que ocurrió bajo el
rey Tutio, según nto-Livio (1, 31). Después de la derrota de los Sabinos, se anuncia
al rey y a los s.enadores que ha habido una lluvia de piedras sobre el monle Albano.
Se cnvia gente para comprobar el prodigio (lid id uisendrim JNOdi8iMm). Éstos veo, en
efecto, caer una gran lluvia de piedras semejantes a granizo. Creyeron asimismo olr
una gnul voz (uui rlia", auiJire uO<%m ingentem) alzarse: en el bosque que corona la
cima y prescribir a los Albanos sacrificios, según sus ritos nacionales. A ra1z de este Slmwrlo. Al DO coDt:Cb1r esta realidIld omnlpraan, qLle el la rdisi6n. anno \1DtI
prodigio (ab eodem prodigio), los Romanos hicieron también una novena, bien por- insótud6a ¡epanda, IoIlndoeuropcol DO lenian t&mino paR cbiparIa. Bn tu Jenauu

"'......
que una voz "leste (uoce caelesti) del monte Albano se lo hubiera mandado. bien por DI qve ea lk5IP'lKi6lI aparca:, CI muy inreresante voIYa" a truar d ~ de IU coa."

consejo de los aruapices. EA .11qo jonJ.o, l:D Hcr6dot:o, el t&mino rhrist.di K: apli~ Jropiamente a La obIcf-
Este texto parece contener la explicación etimol6gica de ¡xodir;um. \'lUIda eX prwe:rlpc:ioutl ele culto. Dac:cmoddo CII d ático, trUtd« na YIldvc a lpu«:ef,
Hemos visto la rdaclón de Aiu.s con una voz divina¡ igualmente, el prodigium se liDo tartllamcnte (Ii&\o I aDtCl de Crisl:o) pva dcsi&oar la ardiP6nlt, como OOIljWKO de
caracteriza por la emisión (prod-) de una voz divina (-agium). según lu circunstancias ~ Y cte prktlca.

que acompaftan al prodigium citado. En origen, el prodjgium hubiera sido el «prodi. NalII uy WI eoIlIeaado, ni dadc lwIc:e mú tiempo, axDO d ori¡ca lid a.tin 1Y1i1lo.
Se da11ueItTa lQuJ qLle, por IUOIICI tanto Rmintk:u amlO mod~. 11 palabta le
¡io" de una voz divina dejándose olr mUe otras seftales. Tal es la jUitificac:i6n, de he- vinlNla alY~, .recoIa:lar, valva a tomar mediante UDI..lnttsil mtcrloc ~ recorn-
dio, que podrla darse a esta interpretación fundada $obR el KJlticlo propio de aio. ponerla.: Ja rdltio. -.c:rúpuIo reli&ioloa, a ui, en ori¡en. una diIpoIid(ln IYbjttiva,
un nKr\'Imimto rcnodvo lipdo a a/rím temor de carkla' RliliOlO. Fata tlislóricamco-
te. 11 hun-pmad60 por mip~ (rclipr (llar de RlaC'tOl), irnoentado por 101 ~bli.oos. es
ic"ticalivo ck la reoovación de la nod6n: la rriiPI ~ c:onviertc CIl «obli¡w:i6a'. viDalao
objetivo aure d t1d )' au Ok..
~ulJ de dac:ofx:rrtaote Clla dcIiJnaci6n de la supcMici6n; cntR~. l'R1pervi-
'IienkIt, .tetllol y rupusri/fmw, I3di.vinolt, ¡cOmo dñmir la JJ(!"»/;/wl Bit qm. ea:
la fawlta4 de dI( lenlmOllio dcspLL~ de lo que ha sido abolido, de r~eJar lo iII..ilibk:.
La ~IIdOn dcllikmilto bada un lCnudo C!nkalJlCDte pq'UI'livo le exl)litl por d des·
a&Ulo que alcanzaba tu R.oma I adi.. inm;, m-er- "1 nidenteslt de loda 1ndD1c.
AlI ..c:Ulo, por QuC ~ Imprc...uiblcs se ha formado Ja pareja, en adelante funda·
mc:nt.l, rrl/lI6n.,lIprrslk/Ólf.

Todos 105 datos lwcos examinadoa en estos illtimos capitulos derivan de una ncr
ción central: la de rellg;ón. ¿Cómo puede definirse, según el vocabulario indoeuro-
peo, lo que nosotros denominamos «religión»?
No hay -y es una l;onstlltaci6n inmediata- término indoeuropeo común para
«religión». AUn en fel;hll histórica, varias de las lenguas indoeuropeas carecen de ella,
cosa que no debe sorprender; la naturaleza misma de esta notaci6n no se presta a una
apelación única y constante.
Si es cierto que la religión es una institución, esa institución, sin embargo, no estA
nítidamente separada de otras, ni planteada fuera de ellas. No podrla concebirse: cla-
ramente, ni, por tanto, nombrar a la religión sino a partir dd momento en que est'
delimitada, en que tiene un dominio distinto, en que puede saberse lo que le pertenece
y.lo que le el extrall.o. Ahora bien, en las civilizaciones que nosotros estudiamos, todo
esté. imbuido de rd1¡ión, todo es sc!laJ. o juego o reflejo de las fuerzu divinas. Al
margen de lu cofradlaa especializadas, no se siente la necesidad de un t(:rmino apc·
J97
atico aplicado al conjunto de cultos y de creenciaa, y por CSD, para nombrar a la «Je~ Vayamos ahofa al seaundo tmoino, infinitamente mis importante por lodos los
upm,., no cn<:ontramos lino ttrminos cada uno de 1011 cualea ce-sulta de una creación conceptos: es c1latln religJo, que sicue siendo en todas las lenguas occidentales, la pa-
independiente. No c:!Itamos siquiera seguros de entenderlos. llegOn su propia verdad. labr"a única y constante, aquélla para la que no ha logrado imponen:e nin¡6n equiva-
Cuando tradu<:lmos por «religión» la palabra lánscrita dharma, «resl.., o la palabra lente o sustituto.
anti¡uo eslavo 11'iro.. «creencia», ¿no cometemos el error de extrapolar? Tendremos en ¿Qu~ significa refigio? Se discute sobre ello dc:sdc la antigüedad. Ya 101 antlauos
cuenta únicamente dos láminas que, uno en griego y otro en latin. pueden pasar por no estaban de acuerdo; los modernos siguen divididos. Se duda entre dos eKplicacio-
equivalentes de «fCHJión». nes que altcmativameute se afirman, encuentran nuevos defensores" pero que no pa.
n:ccn permitir una elc:ccibn decisiva. Estin representadas. una poc Cicerón que, en un
La palabra ¡rlqa IlIrishÚl es propiamente a UD tiempo el cu1Io y la pi.cdad. Tiene tUlo reproducido mis adelante, viDcula. rr/igio a Jegerr, «.coger. reunir»; atta por
una historia ~ in.clwo en griego. Para Van Herten 1, thrbkliD no se aplicarla Lactando y Tertuliano, que explican reliKiD por ügan. tclip.r [unir, atar]». Todavta
mts que • cu1tos extronjeroo. En rcolidod, en lo épocll de Augultt> la poJobra designa hoy 105 autort:S se dividen entre Irpn y ligllre,
toda ciase de culto. indígena o extnmjero. La palabra es an~. ApIlfC';Ce en He:r6do- No podemos l:itar mú que los principales estudios. A la explicad6n de acerba le
lo por primera vez, tueco desaparece oomplctamcnte de 1& tradición para no volver a ha unido W. Otto J , seguido por J. B. Hofmano). En sentido contrario, el diccionario
surgir huta la época de Estrabón; los ejemplos le multiplican enlOnces, tanto en ,los de Emout-Meillct se pronuncia nitid.am.cnte por religare, lo mismo que el artú:uIo ~Ii­
textos como en las inscripciones. Vocablo propiamente jonio, no c:ncontr6 su cammo gio de PaWy-W'lSSOwa·..Otro. están inseguros: W. Fowler i da un buen cstvdio des-
en ttico. pero luego conoció un favor renovado, porque era el tb'mino mis cómodo criptivo dd sentido de millo. pero por 10 que ataftc a la ctimoJogia cita la opinión de
para desl¡nar un conjunto de creencias y de práctEa& de culto. CoOW8)', según el cual «las dos explicaciones pueden defenderse».
Los primeros empleos. dos de tltriskfe. dos del preICIltc thrUkMin. todos ellos He aquí el tato de Cicerón que debe presidir toda di!iClliión (DI! 1Ult&ua dtorum.
en Her6doto. libro n, IIC refieren a las observancias: «Los e,ipdo., vecinos de La Li- n, 28, 72): Qui rnttun omnia qlUle ad cu/hmJ deonun pertinerent diJipnter retracta-
bia, soportaban malla reglamentación del saaificio y, en particular, la prohibicibn rent el ttl1U/wam rr/egerent, SIUIt dicti ff!ligiosi f!X relegendo lit ekganm f!X eJ~ndo,
de lo """. de YWl» (O, 18, tnld. [francesa] Pb.-E. LegnuuI). ex di/ipndo dHipnte3. HI$ enim in llUbis om"ibvs iMBt u;" legendi eadem qlIUf! in
Por otro lado. Heródoto indica las rezlas de pureza flsica a que se obligan 105 sa- rr!/igioso. «Aquellos que volv1an a tomar (~tnlctarmt) diligentemente y. en c:ictto
cerdotes e¡ipcios. Luego aAa.dc: «observan mn otraJ th~ (O, 37); se trata de modo. rr/tgerent todas las C05IUi que se rcfierc:o. al cuho de 101 dioses, átos bllD sido
prktieu tmpuCllW a 101 aacerdotes. ~ es tambim el 5CIltido del verbo tAris~{) llamados re/igioo de ~/egereJ como eJqanter de eJigere Y d;¡qente:l de diUgere. To-
(11, 64, 65), 4<8quir minuciosamente prescripciones rclígiosu». &iempre entre los eglp- Gas estas palabras tienen. en efecto, el mismo sentido de legerr que re/igiosN.nt.
áos. La idea es. por tanto. la de la «obscrvaDQa». DOd:6n de prkdca y no de crecu- Fn sentido inverso. para Lactancia la rciigión es un «lazo,. dc pil:dad que DOS ... C:O~
cia. Podcmo& remontarnos más aún en la historia de la palabra ¡racias a teJtimonios laza» con la divinidad. u/ncUlo piefalis obstricti et re/ifllti JTlfPUlS. La opini6n de Lac-
dispenDl. BI sustantivo thri$/ce(a deriva bastante curiosamc::nte de un prcsc:nte .en tando es adoptada por Kobbert, que define la religio «como una fuerza exterior al
-sko, que hem05 villa en forma de una glosa en Hc:&iquio: ~ . voeil Y también hombre, un tabú unido a ciertas épocas, a ciertos lugan:¡, a ciertas CO&IlJ y poc la que
Dpú'x",,, . ~lfl~'II. «hacer recordaD. A su vez, thrbkó es suscepu'ble de un aná- el hombre privado de lU voluntad estA. ligado, atado...
lililis; se apoya en un • t/tréó, a1cstiguado por iuGplTlI' fUMI1lJW', «guardar. obsClVarlt. TenemOll que prepntamos, en primer lugar, qué designa realmente re/igio. cuilel
Podemos dadir a esta scrlc de formas un e&1a.b6n IJlÚ: thrHJ supone una miz. • t1rer-. Iilon 5US empleos propiOi )' constantel. Bastar' con recordar algunos ejemplo5 entre
lo que Pl:I'mite unirle el adjetivo negativo atherh, glosado an6iton (<<insensato»), y lo los més notables. En el origen. reJ;gio no designa la «religión .. CIlIU conjunto, esto es
que es mú interesante, anó.sion. «impla». Por último, atherts está en el orl¡cn del 5CgurO.
presente bom&ico atherhiJ. «hacer poco caso de, descuidar». Un viejo fragmento de una tragedia perdida de L. Accio nos ha cooscrvado Cstos
Todol estos datos se CIlCadenan y completan la noción que la pll1abra thTisufa dos versos:
misma evoca: la de «observancia, regla de prictica religiosa». Se une a un tema verbal N1tnc, Calcas, flnem reli8ionumjac; desiste f!Xerc;lUm
que maTca la atención al rito, la preocupación por ser fiel a una re¡la. No Cll la «reli- morarJ meque ub domuitioM. tuo obsceno omine.
gión» en su conjunto, sino la sujeción a las obligaciones del culto.
(Non. 3", 6 = Astyanax, fr. V Ribbeck.)
«Pon un término, Calcas, • tus reUgionf!S; Cesa de retrasar al ejército y de impedirme
• volver a mi casa con tu presa,¡io siniestro.»
••
....
~ Emidio IObrc rdi810 J ~tltlo q1Ueddo en el Archill /Ir ReJI,h»u."I.w~1,XII, '3); XIV,

) Lflt. dym. WIJ., 1, 3'2.


I J. VNl HJRT'B.'Io 1'IIrnáJ.. eII1d~, llikItU, TcsiI Dodoral, Umdtt, 1934. La docucnentllld6n tia Ii- • FJ autOl", M. Kobbcrt, !'alluda kI c.cDC1al ele WI& teIiI doctcnllDbR el tema (1910) ck: la que ti mu·
do tarlqu-;ida yla hlatoria dt: la pmbra prcdlada por LoIris R.o8uT, hIMIa 1p/fNplliq_ ft p1111~1­ IDO eld autor.
¡pu. 1938, pp. 226 YA. ) lNlUUdioM del tem:r CoottEllJ IDtcrudcmal de HiItoria. lu RdI¡1ooa, t. JI.
Las nUI'on"" del adivino Calcas, nacidas de un presagio sinienro. fuerzan al ejér- tia; por cl contrario, tenemos el testimonio concluyente de la palabra leglo en favor
cito a permancar inmbvil e impiden al htroe volver a su cua. Se ve que relillo, tér- de l'lt!rr.
mino de la lengua aUJUra!, designa un «C5CJÚpulo relativo a 101 omina». por tanto, 2. Es un hecho poco observado que los abstractos en -lo se constituyen general-
una disposición subjetiva. É&c: parece también el rasgo dominante de relillo en sus mente a partir de verbos de la tercera conjugaci6n, y no de la primera; as1, ex-c/dJo,
rerio. djclo. um-caplo, legj·rupio (nunpere), dt!'-fif/JIlo (/inquerr), obJiulo (·obliuere.
empleos laicizadOl!l.
Plauto, Curcullo, 3j(): UOCQt mt! ad Cf!11am; nU,io fuil. MMgQn "olui: «E. me in-
oblilloo) y también leglo.
3. Una cita de un autor anti¡uo zanjaria la cuesti60 definitivamente; rrligentem
vita a cm~: yo • tt!ftJdo un ucnípuJo, he qu.c:rido rehusan. En Tercncio <Andrkl.
esR' opporttl. nJigioou nqtU (rte fUIJS?J. «hay que ser rrJjgens, no re/ig~ <Ni¡j.
!M]), erc:mes es puesto en presencia de una joven, au propúL hija. a la que creía perdi-
dio Figulo QJNd Aulo Od1o, N. A., 4. 9. 11). Importa poco aqui que la tradición de
da; vacila en uconocer1a= At milU IUUIS scntpU/J13 1'QfQt, qul1M malt! hslbt!t. «Me
la última palabra esté corrompida. La forma religenton de le:go. Jq;err mUCl"tra clara-
queda UD escrúpulo que me atormenta». dice, y el otro rapondc: dltnws rs cum bu1
mente el origen dc re/igÍOSJlS.
rrl;pme. odio.: nodunt in scirpo qutzeris. 4<DlCr'CCICJÚU, con tu rrJJ,io. ser odiado: bu.. Todas C5tas razonC$ babrian aparecido hace tiempo si el vCIbo ·rrfigare bubiera
cas diflCU1tadel donde no las hay (literalmente «buscas un nudo c:D UD junco»). bli-
dejado otras pruebas de su existencia., además del participio reJigt!ns, para basar la re-
gio repite lCf'IJI'Ulus. De ahi viene la expresión rrligio at. «tener escrúpulo» y también lación entre rrfigio y leltft. Pero se puede razonar sobcc verbos de igual formación,
rrlilionl est o rrligio t~t con una proposición infinitiva: rr/igioni en quibusdam como intel/igo y diljgo, que ya Ciccr6n babia relacionado en el pasaje: citado mu arri-
porto QumeIltd" egrodl (Fcsto. 215 M.l, «aIguDos timen ~ (en tal - ba: his mlm uubü omnibru inut ui.! legendi eathm quae in religioso, «en todas estas
tmcia) de saUi por la puerta Carmcnta1». palabras (dili.go, inet!lligo) se encuentra el mismo sentido de lqcrr que nosotros teQe-
ID uso es COIUlaDtc: CIlla época clásica. Por ejemplo, cn el curso de una elección, mos en religiosus).
el primer ro;Cnscx de los vot05 mucre súbitamente; todo el procedimiento debía En efcc:to,lqen, tlreco¡er, volver a si. reconocerlf, susceptible de muchas explica-
ser suspendido; Graco, sin embargo. decide seguir adclante, aunque observa rrm ciones concretal, se presta también con dívcnos prc=vcrbios a designar pasos dc la in-
iIIQm in nliglont!m popu/o umisJle, «que la cosa despierta una "inquietud", un cscn).- teligencia. actitudes de: sc::ntimicnto. Lo contrario de lego se enuncia por nq-ligo. mo
pulo en el corazón de las gentes» (Cicerón, Nat. DeonIm. JI. 4, lO). La palabra es preocuparse dl:»; di/ilo es ClCrecoger aislando, con preferencia, estimar. arnant; inlt//i·
frecuente en Tito Livio, en relación, a menudo, con fenómalOl rdi¡io¡os: quod d~ gu, «rccogc:I' csco¡icndo, rctcocr por la reflexión, comprender» la «intcli¡mcia". ¿no
mo~ndl.131atu suo sactif re/JgiOlWtlfaarr posset: «un bccbo que podrla tnducir a te- es capacidad de selección y de dntcais?
ner escrúpulo de cambiar el lugar de ciertos cultoslt (IX, 29. 10): alusión al castigo de De estos acercamientos se puede infCl'ir el sentido de religue. «recolectar,.; quiere
loi PotiUi que han abandonado el cuho de Há'cule5j adt!O minJmis tfüun trbws pntIUI decir. «tomar para una nueva selección, volver sobre una gestión antcrioI1t; be ah!
reHgio inJViJ IÜOS. «es totalmente cierto que un cscr6pu1o torcido mezcla 101 dioses una buena definición del «escrúpulo» religioso. Convienc tanto ser n/igens, decía Ni·
basa en las ""'" mAs poc¡udu» (XXVII. 23, 2). gidio Fi¡ulo, «tener preocupaci6n» de las cosas rc1igi0&a5, como malo ti ser retl·
m culto de Cerea, dice Ciccr6P, debe ser realizado con la m" meticulosa preocu-
pación pOr 10& ritos, sq6.n el voto de los antepasados: Mr:Ta·Cerwú JUmntD ma;ores
giosus. verse llevado siempre al C!CI"6pulo. VolvCl" a empezar una clecci6n ya bc:cha
(ntrvctarr, dio:: Ciccf"6n), revisar la decisión que resulta de ella, tal es cllcntido pro·
nostr¡ rrHglone C01Úrci CderimoniQque uolut!l1UIt (Ba/b., 24, SS). pio de rrUglo. Indica una disposición interior y no una propiedad objetiva de ciertas
El sentido de reJillo, que se enc:ontraria en cantidad de ejemplos, queda confll1n8.- cosas o un conjunto de creencias y prácticas. La religio romana es, en ori¡cn, C5en·
do por el derivado religiosus, «escrupuloso respecto al culto, quc bace UD caso de cialmenle subjetiva. No es fortuito que sea sólo en la obra de los escritores cristianos
conciencia de los ritos». Que reJiII09US pudo decirse del culto mismo, nos lo indican donde aparece la explicación de re/jgjo por religare. Lactancio insiste en ella: nomen
varios eruditos romanos: religiosum quod propler sonctllQtt!m QUquam rrmolllm ac religionts a ulnculo plelarJl else deductum, quod hominem slbl dt!US n/iguuerlr ee
sqJOSltum a nobú sil. «es religioso lo que en virtud de una cierta sanclJt(J$ le encuen- pietate conslri~rit. ((el ténnino religio ha sido sacado del lazo de la piedad, porque
tra separado y alejado de nosotros» (Masmio Sabino IlPJId AuIo Oelio, N. A. 4, 9); dios se enlaza al hombre y le ata por la piedad». Es que el contenido mismo de la reli-
religiosum esst! Ga/tus Aelius ait quod homini lacere non liceJlt, ut si Id facilIt contra gio ha cambiado. Para un cristiano, lo que caracteriza, en relación a los cultos pa·
dt!OllIm uoluntantem uidHtur lacere: «es "religioso" lo que DO csti permitido a los ganos, la nueva fe, es el vinculo de la piedad, esta dependencia dcl fiel rC3pecto a
hombres hacer, de suerte que si lo hacen parecen ir contra la volunad de los dioses» Dios, csta obliaación en el sentido propio de la palabra. El concepto de re/iglo está re·
(Festo, p. 271 Mull.). modelado sobre la idea que el hombre se bace entonces de su rclación con Dios; idea
Eo resumen, la re/ilio es una vacilación que retiene, un escrúpulo que impide y no completamente diferente de la vieja religio romana y que prepara la acepción modero
un scntimiento dirigido hacia una acción o que incita a practicar el culto. Nos parece na. He aqui lo csencial sobre la historia y el origen de la palabra Teliglo, tal como 10
que este sentido, demostrado por el uso antiguo sin la menor ambi¡ücdad, impone enseñan tanto los wos como la forma de la palabra.
una 1I0la interpretación para Trli&io: la que da Cicerón vinculando miglo a /tprt. El anilisis del sentido de reJiglo contribuyc a aclarar el témlino que entre los ro-
Conaideremos mú de cerca la forma de nligio. ¿SOlo se puede explicar reH&io pO'C manos mismos pasaba por su contrario: superslitio. En efecto, la noción de «reli-
ligard Nuestra respuesta ser' negativa por varias ruoocs: gión» exige, por asi decirlo. como contrapartida la de «superstición».
l. No hubo nunca de /igan un abstracto ·Ii,io" el ab5tnlc;to de nlJgan es religa- El una noción curiosa y quc no ha podido nacer mis que en una civilización y en

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una ¿poca en tu que d cspfritu. podIa apartarse lo bailante de las cOlas de la religi6n perslitio ca simplemente traducci6n de una palabra sncsa: seria el calco latino de Ik.
como para apred.lr lo fonnu normales y las formas c:xqcradu de la trcmda o del tasis. «6xtasis». Conclu¡ión muy lorprcndcDtc, porque ~ktIIsi.J no tiene ninguna rela-
culto. No hay apmu mil que dos socicdadcI donde le pueda oblCJvu lemejau1:e ac- ción. ni de forma ni dc conccpto, CDD sr¡perstitio. El prefijo ek- Da corresponde a
titud. donde, de manera independiente. se han creado térmiDOl que la cx:prelm. super; la bru;eria, la m.a¡la IOn exttalas al sentido de ~ktllsis r'l. Por 6ltimo, la fecha
En ¡ricao, la noci6o vicoc dada por el compucltO dtllidlJimo,,1II, derivado al»- mi5ma en que aparece supers/itfo cn latiD excluye toda influencia filOlÓnca en su far-
b'acto de tki.JJdafm6n. propimu:Dte «el que teme a 10& dtñmOMl». Ea. cl cuno de la maci6n. De hecho, esta 1nte:JpRtaci6D no le ha tenido en cuenta.
hiItoria ene c:ompuato tiene dos sentidos difcrcntel: primero «que teme .101 diDICS e) Sq(m MQllcr-Graupa', Sllpento es un cUremismo por IIIos ClpiritUl de los
(~J» como hay que tem~-:loI. que el rerpctuDlO cona rd.i¡i6n '1 devoto ea fUI muertos»: tos muertos C5tiD siempn vivos; puedc:o &icmprc apart:Ctt; de ah! veadrá &U
pr/lclic:u; hlqQ. boja d ofcoto de un doble pnlCZIO scmtntko. p.,.
o aulificaciÓD de su~ter, nupcrvivicnte», de clondc ~tio, «DImoncnwcsen.
un lado. dillmon ha tomado el ICIltido de «dtmankJ»; adcmb, 1& prtcdca rdi.¡i0lRl1C CSCDCia dcrooIÚJ.cu '1 W:nbi&I 4laccnda en los demonios»; supentitio.rw risDffiearia
complica con obIcnaDdu cada vez mAl minu.cioal donde intavieDCO tanto 1& mqia «lleno de e1cmentos demoaJacos, poldda por los malos cspm.tUIlt; 1oesa, en UDa épo-
como 1aI lnflueodu ~ . ParaJeJamente se atirman ClIC1IClu fllosófk:u que, ca de racionalismo, la pa1abca habría deai¡nado la aa:ocia en los fantumas. E autor
lIqIOlOdaa de Iu COIU de la r<li&i6ll. distinsuCIl cutre d culto
Cal de puro f(/rl1!Llljpno.
"'_0 y Iu prkti. se ba d.ad.o cuenta de que su QpÜcacióa ya habla sido propuesta por Schapenhautt,
para quien los muertos «IObrevivIan» (SlIpentiter) a 5U destino; Sllprrstüio serta la
Rtsulta interesante leIUir esta evolución en el seno del &rielO; pero deriva de: una cualidad do los srqJ<TSlites.
toma de c:onciencia butaJite tard1a '1 timitada. Esta COnccpc:i6D ca completamente cratuita; nlpentes jamó ha tenido rdaci6n
con la muatc¡ no le ve que UD muerto «SObrerivu de ma manera ni quc sea caJifica-
La palabra supentltio, por d contrario, con el adjetivo derivado supet'Stitionu, ha do jamls de ~te3. En la rdigióo romana, si 101 mUCl101 tienen una vida, no es
COJlocido la misma fortuna que reOrio a la que 5C opone. Bs el t&mino d que. para una vida dc aupcrvivcoda. linO una vida dc escocia distiota. Por llltimo, supentitlo
:DOIOtrOI 101 modc:rDos. ha fijado la nociÓll. En aparicocia, el t&mino esti claro en DO dc:si&na la crccncia en el dcmooio: esta intruli6n de lo demoniaco Y de lo dcm601-
cuanto a su estrumua formal. Pero falta -y mucho- que IU licni6caci6D nos pan:z- co CD la o.oción de ~/ifJ es una punl visi6n del cspiriw.
ca tan clan. dJ se han buscado otras aplic:acioncs por caminos düercntes. Marpdant f parte
Por UD lado, la pUabra ha conocido variu acepciones inclulo en Jatin. Pero nin- del sentido de «tcIticolt, propio de wpet'8fU Y procede de la milma manera. para su-
¡una com:uerda con d ICIltido de Jos clcm.cutos del rompursto; DO se ve cómo dc su- ~tiJirmu~ del acnti.do de «adivino. profctu. $ll¡Jemes, de «testigo» habría puado
per y do._ babrla salido cllClllido do «SUpClSliciÓDl>. en sups'8titiolru allClltidO de n-abrJa¡cod. profétim» por mcdi&ci60 de «Q.u1 diuini.
Por" su forma. ~tio debcria ser el abstracto com:apoo.diCllte a ~ tul tcstatUllt. nquH que es un tCl'ti.¡o de la divinidad». Eata idea resulta atrava-
aupervivicnteJt. Pero, Lt6mo rdacior:wloc1 Porque supentes DO li¡nif.ca lÓlo «SU- ¡ante; no hay que introducir la Iloción de «tcstimonio» en el dominio de lo divino. ni
pcrvivimte», sino en ciertos UJOI perfectamente atestiguados «tetti80». La misma di- poner lo jurldico ca relaciOn con la videocia. El que csti dotado de facultadCI adivi-
ficultad se pl'QICIlla para 3lI/1Bslilio en su reJación con supnflitioslU. Admiticnc10 cp.1C natorias na cs, a ajos ele 101 romaDOl, un «tcsti¡olt de la divinidad como lo será el
~rat/lJo haya sido llevado de aJ¡una manera a significar «supcrstici6llJt, ¿cómo «m4rtir1t cristiano. Por ótra parte. no siempre conscguimolla cxp1ica.ci6n dc1scoddo
conc::cbir que ~~/iti08KS haya lignificado no «supenticio!o», sino «adivino», propio de supera/ilto.
4Cprof&ico»' e) Finalmente, UDa última explicación ha sido propu~ta por Flinck-Unkomiel':
Ya vemos la complejidad del problema. limitado en cuanto a la extensión de la «supers/itio se ha dc&arroUado dCldc el 5CDtidO de superioridad (Oberleaenbcit, supe""
formación, pero de grandes consecuencias para la bistoria de las creencias. Por eso la atare, estar por cacima) por mcdiaclón de «poclcr adivinatorio, brujerla», paraUc¡ar
palabra ha sido a menudo catudiada, discutida y explicada en sentidoa muy diversos. al sentido de «superltid6n». No se vc por qd «superioridad» conduce a «brujerlu,
:Rcsum.amo.s brevemente esto interpretaciones para apreciar todos los elementos de la ni como se pasa de «brujertu a «superstici6n».
dlocuaillo. He aqu1 el estado actual4cl problema. Aqul, tomo en todos los ClS05 c1cmenta1cl,
a) Lainterpretaeibn literaria por superstrs, «supervivientcs», conciuce asupefStitio DO puede admitirse una cxpHcaeiÓo. mAs que si se apUca a todos los sentidos CODcor-
como «supervivencia». SUper$titlo indica entonces un «resto dc una 8I1tilua cteeo.cia dindo1o& de manera razonada y si sc basa en ola sigoificaciÓll. exacta de sus clCDlClltos
que en la 6poea en que se la considera parece superflua». En nuestra opinión, esta componentes.
explicación descansa $Obre un contrasentido histórico: seda prestar a los antiguos y Tomemos los térmil10l primero '1 6ltimo, supente& y superstitiosus. puesto que el
desde antes de la tradici6.n histórica, la actitud de espiritu y elscntido critico del si- intermediario supustltlo no DOS da tpewlI mis que un sustantivo ya fijado ca elscntido
glo xx. o de nuestros etnóll'afos modernos, que permiten discernir en la reli¡:ibn las
«supervivenciu» de una época mAs antigua y que no se armonizan con el resto, y ado-
rnó ui no se da cuenta dclllCntido particular de supemtitiosus. . [lo] Sobre ti cCl.t.uiI", err. LW. OIL. Lw .,,'ipoI? '" ln&pirgd6" poIlit«, Madrid, 1_. pp. 51-64
b) En el titudio de Otta sobre la religio, citado anteriormente, también IC COIUi- (l. S.).
• Glotl•• XiX. 19m, p. 6.1.
dera la palabra srqJentillo. ro autor dcfme el sentido entre los escritores mis anti- f l~"Ddw~. 41. 19JO, p. 1I4.
IUDI, pero re.o.UDCia 11 explicarlo por )as fuentes del vocabulario latino; piensa qUI:.nI- , 8ft la revista Amor, :t, p. n.

402
que se trata de aclarar. Hay. en efecto, entre d ttnnino de base supentu y el deriva- mo, ~clama el parAlito, este hombre es un adivino, ha adivinado exactamentel»' SII-
do secundo supustltiOSl/S difel'Clu:ias que nos infonnan sobre la significación propia. pel'Stitiosus Itic quidmr ea/j lI~ra praedit:al (Cur., 397). La «verdad" es el hec~ de
¿Cómo supesln, adjetivo de 3upemare, puede si.gnificar «IUpcrvivic:nt~1 &to «adivinant aqueDo • Jo quc no se ha asistido. 19ualmcnte, UIic homo 8UJ1f'ntWQSJIS
afecta al sentido de super, que no es propia ni solamente «por encima de», sino tam- ~;h., 321). En el Rlldens, 1139 y SI., le trata de una mujer; uno de los personajes
bim «mia allt», de forma que recubra, que (arme un saliente, sCf}1n 101'1 casos: satis
su/Mtque, es «bastante y más, bastante y mu que bastantell; el superci/ium no es so-
lamente «encima de la ccja», la protege por sobresalir. La noción misma de superiori· -Quid si ista aut SUperstitiosrl aut ht1rio/Q.lt atque
dad no marca 10 que está uencima», sino algo más, una progresi6n en relaci6n ala omnia qllid(Jllid mer'" u~ra dicet?
que se mcuentra debajo. Igualmente ~'art es «manteDCJ"5C más allá. subsiltir
mJ.s allb, de becho. mis allá de un acontceimicnto que ha aniquilado el resto. «¿Y Ii esta mujer es supnslilit»tJ o htuio/o y ctice YU'd&dcramente lOdo kJ que hay
La muerte ha pasado por una familia; los supentila han subsistido ml& a//6 del acon- (en la cajita)?»
tecimiento; aquti que ha franqueado un peli¡ro, una prueba, un periodo diflcil, y
ha sobrevivido es suprntes. uYo pido, dice un personaje de Plauto a una mujel", que -Non/erel, n/.ti uera diat: neqlUt¡llaln horiolabUw.
tiJ puedas ser siempre superYiv~"tr a tu marido», lit Yiro luo semper sil ~tes
(CAr., 817-818). f<No lo obtendré. mi! que d.iciendo la verdad: la brujcria no conseguirA nada.»
No es ~e el óniw empleo de SU/MrstUj «subsistir más allt.» no es sólo «haber
sobrevivido a una desgracia, a ht muerte». sino tambi!n «haber pasado un aconteci- Se discierne la loluci6n: 3Ui'C"titiOS'l/S es aquel que estA CIldotado de la virtud de
micDto cualquiera y subsistir m6.s tllJa de Clltc acontecimiento», por tanto, haber sido supe~titio». es decir, CIlqui uera prtJed;cat». c1adiYino, aquel que habla de una cosa
«testi¡o~. O también «que se mantiene ($tat) sobre (~r) la cosa misma, que lISiste puada como si ""bioTl otado rt:rllmente al/l,' la (cadiYinad6D» en estos ejemplos no
a1H: que csta presentelf. Tal &c:rt. en relación alacont.ccimienlO, la sitlUlci6n del testi- &C aplica ~ futuro, sino al pasado. SuprmitiD es el don de ri.dencia, lleCOnrk "1l~J,
go. Vemos ya aQni la explicación de nlpUSIer como «testiAo» que estA muchu VCCCI que pcmutc ~ el pua.do como si se hubiera estado prcsmtc, ~ . Hc ahí
atestiguado, por ejemplo, en un fra¡mcnto de una pieza perdida de Plauto. More por qlK n"peI':StlbCJ6US enuncia la propiedad de «Videncia» que se atribuye a los m-
mUJf licet qviduis loqlli: nema hk (ldat S&qJel'Stes (Piauto in ArtmlOM QPlId Fcsto, daltes», aqu~ de ICI' «testiIo» de acont:ccimicnt05 a 105 que no se ha asistido.
394, 37): «Ahora. ~ el pc:nonaje, tengo dem:ho a decir todo lo que quiero; no hay La palatn.. ~ constantemente unida en el uso común a Nutolus, pero es en la len.
lestigo, soy libre de hablar•. EJte empleo DO estt aisIado y otros tmimonios permiten aua de Jos .m.,.os donck ha ckbido adl¡uirir ese scotido ck «pteoeucia. (migjca).
asesorar que es muy antiguo. En Festo, loe. cit., supemtito significa «los ta:tigos, Por .10 ~. es lie~pn: en 10lI vocabularios especiales donde las palabras alcanzan
los presentes»: ~tilea, tf!:lr~8, prat!8elltes si,nijlazt; euills ni testimon;um eat quod su ~f¡CBClón UcIl1C8. Tenemos un ejemplo de ello en francts con la palabra YO--
supestttlbus pI"tlDenlibus ii ;lIter quOS' colltl11CJU65ia ot u;ndielaJ sumere iubtntur «Sll- Y!'"t [vutente], «aquel.que está dotado de vilta», pero por encima de la viata ordina-
~rstltea significa frItes, praesmtn,· la prueba de esto es que altutllos entre 105 que se na, «dotado de vidcne,¡a».
ha planteado un liti¡io reciben la orden dc formular una reivindicaci6n en presencia Ast, 101 términos ~ ?rdenan re:gularm~te: s"perslu. aqutl que puede puar por
de teIIIgos, supentltlbus _l/bus>. Ci=1llI (Pro Mw-ma, 12), rq>rod"", una ..• IlCtesd¡o» por.haber uatido ~ una ~ rcatirada; stlpentitio. «don de p.reamciP, fa-
tigu.a f6nnula en uso en la consqraci6n de los caminos: lItrisque su.pentIlilJf,u utam cultad de testimoniar como SI se hublCl'8 CItado aDI; SllPDStitiosru, aqud que ctti do-
wiam dft:o, Savia lo amfirma (tul A... m. 339); ~... JNPGI11Ittm ~nif""'t. tado de un «don de prcscnciaJt, que le permite haber estado en el puado: ea el SCIltido
que conltatKm08 en Plauto'.
Vemos la difc:rcucia entre mpentes y tmU. Etimol6licameote tatis es aquel que
asistc como «tc:roero» (·'m/m) a un asunto en que hay dos personajes intercsadot. y .Pero. &~ explicar el sentido moderno? En realidad. lpancc el6himo en la bis-
Cllta c:ollQCPCibn le remonta al periodo indoeuropeo c:omÚD.. Un texto sAnscrito allDl- loria ...."'<>ca de la poIabra. Del scotido que _bamoa ck deIoribil-y quo ha debi-
cia: «todas las VCCCI que dos personas estén en presencia, Mitra esti ah1 como tc:r- do nacer en la lengua de los adivinos- a aquel que nos es fandliar puede trazarle la

_t<
CCI1l»; ast, el dios Mitra es por naturaleza el «testigo». Pero superstea describe al evolución. Los romanos tCDÍan horror por 1IllI prActicas adivinatorias· 1IllI considera-
«tcsti¡o», bien como aquel que «subsiste mis IUt.». testigo al mismo tiempo que 611- ban charlatanismo; los brujos. 101 adivinos eran desprccilldos, y t~to mú cuanto
~NiYlente, bien como «aquel (¡ue está IObre la cosa», que es" presente en ella. que, en su mayoria, procedian de paises extranjeros. Suptmtltlo, asociado por ello a
Vemos ahon lo que puedo y debe Ijgnilkar _"tI,lo. la cuaIi<lad ~ reprobada,. t:om6 un color dedavDrable. Se aplicó desde fecha temprana a
prtct.icu de falu r<Iisióa coosldcradu como ..... y baj... lndipuu de un c:splrilU
de ~. Sert la «propiedad de estar pracnte» como «tcIti¡o•. Falla abor8 por
explicar 11 rc1aci6n entre el sentido postulado y el que al'mtltamm históric:amcute. razonable. Los romanos, fidts a 101 aucurios ofician, siempre coocIc:naron el rCCUl'lO
Supn'stitio se asoc:ia a menudo, en efecto, coa harioltztio, «predicd6n.. profccfa». ala mq;ia, a la adivinaci.im, alas pl"kticas amridera.du puerill:S. Ea CDtoDCQ en este
becho de ser «adivino,.; mis a menudo a6n supe~titfosJuacompafta a IrIzriohu, udi- aentidD de «crcateias Rli&iou.s despn:ciabltslf, tuando se fon:nó UD ad~ DUCYO
vino,.. Plauto 10 muatra pcrfcctamc:nte. Un parúito tuerto Clplica su lisiadura: «Hc mcdiantc; wta nueva dcrivaci6n a partir de la palabra base: ~tkJ.ru,J «que" da
perdido mi ojo en UD. combate»¡ d otro responde: «Poco me hnporta que te hayan re- a la SlqJ«'Stitio», o se deja influir por ella. De ahise ha dClprComQo ~ nueva idea
ventado el ojo en UD combate o por un puchero que te hayan tirado a la cara. -ICó- , Ella solución ha 1140 1IlII1xuad. en la Rww da ÉtrIdft Lflli_, 16, 15131. p. 35.
404
de la nllMrJ,itio. por antítesis con rell,io. y es lo que ha produddo elte nuevo adjetivo
~'lllo.fU$. «supersticioso», completamente distinto del primero, antit&:ic:o de re!;-
6;OS&U con la mi.mta f01'D1aciÓn. Pero cala visión ilustrada. filo15ótlc:a, de los romaDOl
rmonalizantct la QUC ha diJociado la rrtli,io. el Cla'Ílpulo RIiaiOlO, d culto autéttico,
de la 3II1Je1stitfo. forma degradada, pcrvc:nida de la reli¡ióD.
De ate modo se preau. el lazo enne 101 dos valora lucesivOl de suJ1rrJ'itio. que
prlmc:ro refleja d estado de'" creencias popu...... ,. 1u"",.1a adilod de los roma-
. DOI tradicionales respecto. esas creencias.
INDO-E1ROPEO
HITITA INDO-IRANIO GRIEGO ILIRl ITÁLI CO-CÉLTICO GERMÁNICO-BÁLTICO ESLAVO

INDIO IRANIO ~ ~
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LENGUAS indo-ario iranio moderno armenio an<ao golt. b..,6n 1,la"dk f,b6"
MODERNAS moderno
InUllnO Ict6" IllSO ucramano
(lenguas de la lodia (persa, kurdo, moderno .lemAn il1,Olk islandés polaco
lenguas blanco-ruso
moderna: guzrali, pasto, osela, elc.) noruego checoeslo,,-aco
marate, pendjabí. 10m nleas: (Bielorrusia)
u«o
hindi or .. hindosla·
ni, bengalí, bihari. holanclb dank serbo-croala búlgaro
singhales, ele) namenco esloveno
rris6n lenguas escandinavas

-,-
NOTA BIBLIOGRÁFICA

El cuadro antedor -donde Iu Impu tltU mcncioomllaprmdmadamcnte por 11. fecba de


IUJ prlmcroI tmimoniOl (véuc cscaII. cronol6ska en 101 mirpncs derecho e izquierilo)- bB sido
establecido. pulir de la OD de A. MBu.urr '1 M. CoMEN. Lu IQIIIUS du MOftrH. nucYa cdicilm.
19'2. capitulo 1: «1.aD¡ue.s inckH:urop6eDs» (rcdac:d6n de J. Vendr)'CI, primen cdicilm, 19204,
revisada y puma al dia poi" B. Bcnvenistc). BI kic:tor puede remitirse. ela obra para WlUluItar
mapas lin&tUItiCOl. complctar y pra:isar el culUiro anterior. ui como l. blbUo,rdla qw: viene I
amtinuKi6D. (En el c:uadro DO Optan: el ttrlCfDy clftilJo. que Y. no le rrinto, como balta ba-
ee poco, ~ un ¡rupo «tI"Icio-frisio»; el Yl!meto. tlOl1IiderackJ dmU-tc mucho dcmpo como una
knsua iliria,. pero que de hctbo pcrtc:oecc ll1 pupa llMX:o; el ctruIl:o, que tiene po&i'bÜk!adeI de
JeI' una k:I1au8 CD1J*mrada con d hiJ!la.)

INDOEU1t.OPBO y MtrroDo COMPARATIVO


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J. PoI:mNY, INdolfJl/AJ ...... ef}IfffD/olÜf:IW3 "'Dt1erlMdr. lk:rnA, lP4J.I9S'.
O. SCHaA1IA. y A. Nmf1llJ'fO. RnIIaiko1t. iItdo¡eTmlllll'l'iIdIM AIt~. 2... ed. P'lbI.
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y R.

lIANIo

GRlBOO
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BÁLTICO (Lll1JANO)

EsLAvo abuelo, 137 arriendo


- Y tIo materno. 147-1ll - doble designación en Iatln. 102-104
M. VADa!Jt.. Ruul.Jcllesu,moJoalxha W""ubudr, HdldeIberz,I950YII.
- t&minos descriptivos en ¡riego, 175 - relaci6n con «coterramiento» en eer·
afección, expresada por ttrminos de va· mániro, 104-106
lo, oocia1, 211-212, 222-223 mesan",
P. 0tAHnAJNB. DictirNfnltirr I/Jm%fiqw tÑ 111 1Mr&~ gt'«'qW, tomo 1 (A.d). PJuis, ]968. agricuborcs, en Irán, 188 - C'Jl Irán, 188
L 0EaNET, Aitfluopolop, de kt Gña tmlique. Parls, 1961. alclca, sentido nuevo dt:l nombR: del - en Grecia. 18~191
G. DuJ.mzu... Id_ rontfl;"., Pañs, 1969. «clan», 201 autoridad
a)jama , parmtesoo por, 161-165 - del rey (gr. minO, üIlDoonar»>,l$9-
- por la mujer. 136 26J
- por el hombre. 136, 163-166 - del a:nsor, lllJC/ori/lU, C. furna de:
anUgo «hacer existir», 323-327
- c. ser del ampo ntn:cho de hombres
«libres», 210-212
- del grupo de 105 conciudadanos, 216-
220 beso, 219
- noción social ante todo: hom. phi/os, - c. signo de reconocimiento mutuo,
217-227 221-222
- c. miembro de la otra mitad exo,Ami- bosque véase drba/
I

ca (1): ser. art. 236-239


véase también enemigo
amistad
- c. camadcrla guerrera, 70-74 cabeza, 259, 363
véase también amigo «campo», proporciona una desi.¡naclón
amo del «exterior», 303-304
- c. «reprcsentante eminente/) de UD cas.
grupo social, 58·61 - c. unidad social estrecha, 193-194.
- de clUa, 196-198 217
irbitro, testigo invisible tomado C. pks, - se opone C. «dentro» al «fueru, 195·
309-310 196. 199. 202-204
árbol, o mad6a C. "resistente», 69-71 véase también familia
412 413
cepa, véase crecimiento - proporciona una designación de los dios, designado en L-e., c. «luminoso, - puede convertirse en mi huésped,
cetro, insignia del rey helénico, derivado hijos, 210-211 celeste», 345 61-62
del bastón de mensajero, 256-258 crédito [créance], y creencia, 112-117 véase también hombre - puede convertirse en mi esclavo, 228-
ciudad crédito [crédit], sentido del latín fides, divisiones de la sociedad, 192-207 232
- unidad nueva, 201 75-78 - conservaci6n en Irán, 193 - designado por préstamo, 234
- puntos de partida inversos de las de- creencia, véase crédito - transformaciones en India, 193 véase también campo, puerta
signaciones en Grecia y en Roma, cuenta, 99-101 - transformaciones en Grecia, 193,201-
235-236 véase tambiéri estimación 206
ciudadano, véase conciudadano, privado cuestor, su nombre subraya el aspecto no - transformaciones en Roma, 193,201-
clan, deslizamiento del término antiguo verbal de su actividad, 328-333 206 familia
al sentido material, 201 véase también habla, plegaria - transferencia de un término a otro - grande, 135-137, 144
clases de actividad, véase agricultores, cuñado, hermano del marido, 165 y deslizamiento al sentido material, - su fraccionamiento, 201-202
artesanos, guerreros, sacerdotes, tri- cuñada 202-203 - restringida, 205
partición - hermana del marido, 165 - mantenidas en el combate, 206-207 - c. unidad social, 168-169
comercio - mujeres de hermanos entre sí, 165 véase también clan, familia, casa, véase también casa
- designado c. «ocupación», 90-95 curia, 168-169 país, tribu fidelidad, 67-78
- Y moneda, 111 «domar», raíz homófona av. nombre de - c. firmeza, 68-74
compañero, miembro del grupo de los la «casa», 194-195, 200 - al jefe, 71-74
parientes, 212-215 don, y cambio, 45-47 - c. confianza, 74-78
comparación, de las lenguas indoeuro- dar flIiaci6n
peas, 7-9 decir - y tomar, 54-55 - patrilineal, 135
- método de «reconstrucción» de la sig- «mostrar» la fórmula de derecho, L-e. - asignar una parte, 55, 64 - matrilineal, 135-136, 143
nificación, 313 *deik-, 301-303 - una hija en matrimonio, 157-158 - mixta, 136, 179
compra decir con autoridad, lat. censeo, 323- fórmula
- toma de posesión, 57, 87-88 327 - c. forma del «derecho», 302-303,
- transacción y pago, 81-83. - lat. aio, 395-396 305-306
- Y rescate, 84-88 - Y hacer, 305-306, 328-329, 383-385 ejército, de los muertos, entre los germa- - caracteriza el juramento en Roma,
comunión alimentaria, 51 véase también habla [parole] nos, 72-74, 197-198 304-310
conciudadano, noción recíproca anterior dentro-fuera, véase amigo, campo, en encina, 68-70 - miembro de una patria, 140-141
a la de ciudadano, 216-227 casa, enemigo, esclavo, extranjero, enemigo, es un extranjero y a la recípro- - renovación de la designaci6n en grie-
confianza, véase creencia, crédito, fide- casa, puerta ca, 61-63, 231-232 go, 140-141, 145
lidad designación, 9, 70 véase también amigo, extranjero - de sangre, 140-141, 144
contaminación semántica, entre deriva- véase también significación esclavo fratría, 168, 205-206
dos de raíces homófonas derecho - noción negativa, 228 véase también hermano
- ·dem-, «construir» y «casa», 194-200 - nombre designado en L-e., 297 - c. prisionero de guerra, 228-229 fuerza
- gr. kraterós, «superior» y «duro», - c. cuerpo de fórmulas, 304, 315-316 - designado por préstamo, 229-230 - de alma, gr. alk¿, 280-282
383-387 - c. «justicia», 315-316 - Y hombre libre, 208-210, 212 - de dominación, gr. kratós, 282-287
contrato, c. cambio y «amistad», 64-65, - familiar linterfamiliar, 298-300 esposa, 157-160, 162-163 - Y violencia, gr. kraterós, 283-286
221-222 - divino, c. «habla» [parole], 319-320 - c. aquella que administra la «casa», - mágica, véase poder mágico
construir, raíz homófona av. nombre de véase también fórmula, ley, medida, 199 - de hacer existir, *auq-, 326-327
la «casa», 194-197, 199-200 orden, habla - c. ser «querido», 211 - exuberante, proporciona una designa-
corazón, 113, 116-117 deuda estimación ción de lo «sagrado» en iranio, 345-
cordero, 27-32, 40 - c. compensaclOn, 118-127 - por cálculo, 99-101 346
crecimiento - designación notable en gótico, 124 - del juez, 310
- proporciona una designación del devoción, 116-117, 308, 337, 339-340 exogamia, 147-156
«pueblo», 209 véase también juramento, voto véase también matrimonio ganado
- proporciona el término para «libre», dialéctos griegos, orígenes diferentes de extranjero - mayor y menor, 29
209-211 láos y dimos, 291-294 - necesariamente enemigo, 232 c. riqueza «mobiliaria», 27-28, 33-41
414 415
- y bombla. 33-34. 191 - dc::s;pdo e:u. i.oe. c. ~lt. 34' - c. ardaUa. 307; 8Dticipada. JJ4
lO"'" de prcstillo. ll-l2, ~ - Y,...40, 3:l-3l medida
- c. dovoc:l60, 301. 337, 339-340 - c. regla impuesta, 311-316
- valor rcli¡ioso de l58CrlflCio, 373·376 v6asc también dkJs
. véase también ~jrlro. 110(0 - proporciona la desipaci6n 'del dere-
- concebidos c. «daAo», ~1l-S2. 374-375 honor Jurar. V9sC jurammro
v.... también .acrtrICio - ir. IÚGI. parte de honor ocaai.onal. cho en asco e irlandés, 311
jurlXia. ICCUndario por rdaci6n al de
GbikIo, 4I-lI
I1ori.. sr. kIim. no _os.
2'n-279
anda. orip de la no<i60 de .....uidad,
2601-270, 271
- sr. timi. diaDi4a4 roa! pc:rmaoc:nto,
261-271, Z71
-derecho., 303. 315-316
- de la medicina, en laún e irlandés,
311-3lZ
- del aobiemo. en irlandb y en ¡riego,
1~13I hospi.alidad, 47-41, lH6 311-3l3
gratuidad, 1~13I - c intercambio. 61-62. 66 Ialln - del pensamiento, en aricgo, latln, ar-
guerreros, en India y en Ire. 186-189 - Y «amlltad»: ham. phUos, 217-227 - tcstimonio precio$O de la prehistoria menio y gótico, 213
institucional. 175.176 monstruo, véase prt!SOllo
- con ti gérminico, 041 lDOIItar. mediante el habla. véase decir
- con el céltico y el inooiranio 112-113 mujer, 18, 141
habla [paroIo) llIc:nti4a4 pc:nonal, lHO 243-2017, :m " - huella de prq:JOIlderancia antigua,
- c. cnun<:ia<::i6o impersonal, forma del véase también "'lO mi.rmo - diferentemente del lJiego. 202 l4ol-145
derecho divino. L-e. -bhiJ-. 319-320 indoeuropeo. 7 ley. c. «establecimiento» de origen di\/I- vhse tambitn esposa, matrimonio
- c. decir «autorizado», latin censeo. iIl5tituciÓD. 8 no, formando el derecho familiar
323-326 intercambio 298-300 •
- caracteriza la plegaria. • pru. al po- - y don, 45-53 Uhacibn, 363-370
ncda a la investigación material, 328- - '1 hospitalidAd, 61-63. 65-66 - c. ofrenda de seguridad. gr. spondé, negocios. 9)-9$
333 - Y carIO ofu:ial. 63--64 en Roma, la fundón sobrevive al rito: nieto, 137
- apela a la e5CUCha en la prestación del - Ycontrato, 64-6.3 (,..) s_rko, 366-367 - no distinguido del «&obrinolt. J52-JS4
juramento. en Roma. 340 - Y mentira, 63-66 -ofrenda de algunas gotas. rito apo. - renovaci6n de la desilnación, J ~4-
- esencial al voto. en Roma, 379 - {préstamo que se hace], 6.5. 121-122 tropaico, gr. loibÍ, 367-370 Ill, 174-17S
- c:n O=ia, 380 - [préstamo que se recibe], 65, 121-122 - sacrificio por oblación liquida, i.-e. nobleza, desianada en referencia a la
- voz cdcste. que constituye presqio. - Y préstamo, dc&ignacioncs simétricas, .g1wn-. 371 prictica del .rasterage., ~6-S7
394-396 m-IZI libre (hombre)
hansa. l:l-l3 - c. int=amhio 6.\, 121-123 - c. pcrt~ru::ciente a un f(cruzamicnto~
hembra, 18, 141 ¡nterta, pr'O<Iucido por el diDero, 122-123 209-210 '
hermana - c. perteneciente a un lrupo estrecho ordalla, véase jUfUl'Mflto
- c. ser femenino dclarupo, 141 de «amil05», 210-213 orden, noción-clave en Loe., pero no es.
- o de otra mitad cxogi.mica, 213-214 pcc(ficamc:nte jurídica, 297-300
- noevu dcsignaciODC5 sq6n d nombre ju..
cid bennano, 1~141 - c. aquel que «dic:c:» la f6rmula de dc- macho, 17-19
bcn:ncia, lH7 =00, 301-303. 316 mad~
hijo - c. guardiin de las fórmulas, 302 paclro. l3l-142
- doble dcsisnaci6n. 139-140 - 4oblt: cIosignación, 131
- diversidad de las designaciones. 137. - irbitro, 309-310 - no proporciona el mismo tipo de deri- - designacilm social, no fbiea. 139
III juicio intelectual (origen t6cnico de lu vados que «padre». 176-17.
- dcsl¡nado c. «vistago», 156 c!osignacion..), 99-101, 310 - evolución de la nociÓD atestiguada en
marido, 162 105 derivados, 176-177
- de la <aJa, 199 juramento - como «amo», S9
hijos (leaitimos), designados c. seres «li- - sio <ksi¡uaci60 (1.-<:. oomllD), 334-33l - nutricio, 139-140, 219-290
matrimonio
breslJ, 210-211 - a menudo dc::signado por el modo de pab;, Q1 iranio, desi&nado por UD deriva-
- clc:nominaoi6o .. indocuropoo 117 40 1Io «hombRO. 1m
hombre
- proporciona por derivación el nom-
prostaci60, 306-307, 334-33S
- en Roma «fórmula de formular».
d
- disimctrla de expresiones para hom- . parentesco, nomenclatura del
bre y para la mujer, 157-160 - su notable estabilidad, 179
bre iranio del «pais». 207 300l-310 - de primos cruzados. 136, 149-] 52
- proporciona numerosisímol étnicos, - en Grecia.. objeto sacralizado para - complejidad cleJ problema en indo-
165·J66 •
231 «coger», 335-337 curopc:o. 13H37
- de Zeus y de Hera, 144-145 - disimetrla, 131-142
416
417
- clasificatorio, 136, 141-142 prodigio, véase presagio - rey de reyes, 249 véase también profano, sacrificio
- descriptivo, 141-142 profano, gr. hosias, «permitido a los - animado en una fuerza mística, 250- salario
_ '" homostátmico y heterostátmico, 171- hombres por los dioses, 356-359 251 - origen relígioso de las designaciones,
profecía, hacer existir, 262-263 - doble designación antigua en griego, 107-111
172
_ irreductibilidad de los sistemas par- pueblo 252-255 - pago de un trabajo en moneda, 111
- designado c. «crecimiento», 209 wánaks, c. poseedor del poder, 252- servidor, sirviente, como vinculados a la
ticulares, 173-175
- por alianza, véase alianza _ c. pleno desarrollo del cuerpo social, 254 «casa», 199, 230
_ morfología etimología, 140-142, 163- 234 basileus c. garante de la prosperidad, significación, 9, 70
- c. población de un territorio determi- 254-255 véase también designación
165, 167-173
- derivación, 143-144, 169-172, 174-179 nado, 291 el cetro real, insignia helénica, 256- signo, véase presagio
_ c. comunidad civil vinculada al rey- 258 sobrino, 135-137, 152-154
peculio, 36-38
pensamiento, véase estimación, juicio in- jefe, 291-292 el rey y su pueblo, 291-294 - o primo, 170-171
puerco la «autoridad del rey», véase auto- - Y nieto, designaciones nuevas en grie-
telectual, medida
perjurio, gr. epíorkos, aquel que añade - joven/adulto, 20-26 ridad go, 175
un juramento (a la mentira), 337-338 - regiones de ganadería, 24-26 el patrimonio del rey, véase honor sociedad
puerta, proporciona la designación del riqueza - designación en indoeuropeo occiden-
plata, 33-41
- como medio de «comerciar», 110-111 «fuera», 203-204 - mobiliaria/inmobiliaria, 27-32 tal, 243
- complejidad de las designaciones en - mobiliaria personal, 33-35, 40-41 - designado además c. «reino», 243
gótico, 124-128 rocío, c. humor fecundante, 17-18 véase también pueblo
plegaria, 384--390 suegra
específica por su carácter verbal, 328- rebaños, 29 - madre del marido, 163-165
329, 384-385 reciprocidad - madrastra, 170, 172
petición de reparación, 385-387 - ... mei-, 63-64 sacerdotes, brahman y athracan, 183-187 suegro
poder mágico, 272-279 - lides, 76-77 sacrificio, 371-376 - padre del marido, 163-165, 213-214
poesía, hacer existir, 262 - "'kred-, 113-114 - acto que hace comunicar 10 humano - padrastro, 170, 172
potlatch, véase gastos de prestigio - ausencia en el vocabulario del paren- con 10 divino, 349, 371 sufijos
tesco por alianza, 136-137 - obligación líquida, j.-e.... gheu-, 371 *-no-, 35, 61, 71, 196-197
presagio
_ riqueza y confusión del vocabulario reconocimiento, y gratuidad, 129-131 - «mactación», c. exaltación del dios, - '" -rt)er, de los nombres de parentesco,
latino, 391 reina, 18 372 139-140, 167-168
- signo veridico, 392 religión, 397-406 comida dispendiosa, riqueza, «sacri- - de derivación sobre nombres de pa-
- advertencia sobrenatural, 392-396 designaciones raras y tardías, 397 ficio», 372-374 rentescos, 171-173
_ espectáculo revelador del futuro, 393- designada c. observancia en «jonio», fumigación, c. rito de purificación, superstición, 401 .. 406
398 375 - c. miedo de los «demonios» en grie-
396
- voz celeste, 394-396 lal. religio, sintesis reflexiva, 399-406 «lustración», rito de la luz, 375-376 go, 402
préstamo/pret reinterpretación como «obligación» forma de venta, 85-86 c. pretensión, juzgada mentiroso, de
- véase emprunt: designaciones simétri- en época cristiana, 401 véase también gastos de prestigio, li- ver 10 invisible, lal. superstitio, 402-
cas, 123 se opone tardíamente a superstitio, bación, sagrado, voto 406
- c. intercambio, 65, 121-122 405-406 sagrado, 345-362 forma tard[amente con religio una
- c. legos, 122-123 reproductor, 17-19 doble aspecto de la noción, reflejada pareja antitética, 405-406
- c. entrega para disposición gratis, 127 rey por la doble expresión, 348-349, 361- súplica
- a interés, 124-128 * reg- (conservación de la designación 362 - designada por referencia a la actitud
- emprunt antigua en las extremidades del área), en iranio: exuberancia vital y pureza corporal del suplicante en Roma, 387-
primo j.-e., 9-10, 255 ritual, 346-348, 361-362 388
- o sobrino, 170-171 significación de esta raíz, 244-247 - en germánico: integridad física y con- en Grecia, 388-389
- primos cruzados, véase matrimonio designado c. «noble» en germánico, sagración a la divinidad, 348-350 se prolonga en «suplicio» cuando el
privado ciudadano, designado como 288 - en latín: presencia de lo divino y cuerpo del suplicante se convierte en
miembro del grupo de los suyos, - iSay-, designación del «poder real» prohibición al hombre, 350-353 ofenda de súplica, 388
212-215 en Irán, 248-251 - igual en griego, 353-362 suplicio, véase súplica

418 419
lalÍID tomar lNDlCE DB PALABRAS ESTUDIADAS'
_ tercero invi.ib1c tomado c. irbitro. - con. un p:ato. 54• .56-51
309-310 - recibir su parte, SS·S7
_ diviDidada test\aO. del J_to. - comprar. 57
ocuJua en Onlda. auricu1area en Ro-
IDa, 3<40
_ tcstiao por CDCima del lKlOot:a:im.il:ft-
too la1. ~, 404 uno mismo, inseparable 4e1 «entre si (mis-
da. 152 mo)•• 214-215
liD matcruO, 13S-137
_ y abuelo. 147-149
_ [....,..dlJa ele la dai¡nad1Ja. 15:J,.
153. 1~170. 172 valor. primitivamente: de los ICI'CS huma-
_ imporUDCia revelada por la deriva- nos solamente, I4-SS
c:i6n, 171 vcnla
tlo poterna. 152. 169. 172 _ c. sacrif1clo. 85-86
trifico de hombrel, 84-86 INDOEUROPEO *domi,200
_ c. transferencia, '6-87
tribu. 16ll-169. 206 *domo-, 199
- Y compra. 87 "'(lJ-, 64 *dJlft JJi'IU, 138
ver "'tmItIl, 1.40 *L!rS-. 19
_ Un 5CI" visto, para juzgar. lat. QrbilTa·
ri, 309-310. 340-341
"'ti,.., 66 *ruk-. 162-166
triportioilJa "'(llitl, 131-142 • ,m-o 2()j:. 288
_ c;;. testimonio ocular del juramento,
_ de las funciones sociales, 183-191 .lI'WGS'. 148, 175 ·8h~-. 367, 371
en Grecia. 340
_ dCl!lborda el dominio social. 183, lU- 'blti. 321 ...ghenll-, 63. 231
v6asc tllnlbién drbitro, 151110
189 'blr<dh-. li5 • gh-«Jh-, 31S
verraco, ]9
_ estrictamente ~nscn'a40 en India y 'bMidh-. 74. r. ·H",H~ 147
en Irin. 183-188. 154 °blre-. 9, 197 *·,"0. 116
- _ en cIomlnio atieso. 18~191. o b/tftlg)I_. 8&-89 *Uiwo, 216-227
253-154 'bloril...-. 140-142, 167 ·UM-.323
_ hueUu eD dominio umbra, tgo..191 zadrusa. 144 '" blt"-, 169 *k!'IJd-. 116
"'daiwer-, 164, 168 • kltll-, 347
"'dtik-, 246. 301-303 '_-fdM-). 112-113. 116-117
"'lkiW03, 34' -k-f!. 213
'o1'l.m-. 19S-196. 1~207 *Ir'ei-. 148.261
"'dmr(~)-ldmQ, 194-207 *k-il-,261
'tkm{,j-por{i). 6lHIl. 6l • k"'ñe-sor-••41
·'IJ"W-Idrf!w-.68-71 '" k"i·lk"'o-, 213
'dM-.54. 112-113.291,301. lSO "'k"'ri-, 82
"'dhl~. 31. '" I~ik"'-, 122, 245
"'dhu-,373 , w-dh-. 208-211. 228
"'dhu,Jr(oJ)tH-. 167 "'ma"r-. 139-140,142, 167
'" dJrwer-. 203-207 "'mi·, 314
"'dO-, 34--S7,'. "'tMd-,311·316

• Para lodal las k:n8uu se ha utilizado elalrabeto '1 el orden alfabético latino. No obstante,
las coolOnanlcs diBt'l"ltlc:u van después de las no diac:rldcu correspondientn (p. ej., I dcIpuh
de ..) l. ~ después de l. y,¡ despves de~. ea la c:}asir1CM.'\ón alf.btdc:a DO se ha lenido al cur:nta
la canlMiad de los votak:a:. .
420 421

(U)'O-. 237 hatar-, 367, 371
·mei-. 63-66. 121 diJ-. S4-S7 arya.man-, 239 hotra-, 367, 37J
·msrs-, 314 dama.i-. 200 atharwtn-. 184-18' f¡(I~. m
'ntpÓl-. m. 1"-I56. 167. 173-l7l há-, 392 iIlhaTV(lna-, 184 f¡4yttti, 354
-",pter-, 167 hannu. 147
atiCh;- (pati-), 63 f¡ira~. 353. 316
-,.,ptios, 1'3 1Hlwi (tuwi). 27 alt;, 289 jimilla,·. 167
• patrios, 178 huhhG1. 147.149 avu-, 130 janI-, 1SS
íSpanE (íipanf), 363-364. )72
·pelcll-, 33-41 bond"'n, 229 janitya (-Yana), 158-159
·pel-, 229 iyanl-, 31 bondhu-, 16' jantu-, 193,205
krirrWQnas (kriri-, kuir-). 74
• pe"k"e, 213 !xlrhls-. 185-186 jarant-, 267
- per-. 86 lingid-, 339 b!rarlt-, 9 jarati. 267
.perk-/~k, 331-333 mulde'iiar-, 38' bhrilar-. 140 jiu-pat;-, '9. 63
-pifter-, 138-142,167.177 malliJi-, 385 bh,atri,., 173 )41/, 169
Muriilü, 252 j~u-bitdh-. 38l
• ple-, 23' bhrfJl(VYG-. 163.170-173
-porto-, 24-26 poi-o ~l5. 64
bhu}-. U Juholi. 371
"1""- (pl/-). l~
• pol(ir, '8-61 bhJUrkl'. 88 kar- (Iq-i. III
.priyos-, 211-212 lal; (lu'IIha), 140
br6hmon (brrzlrmán). 183-187 krdtu-, 286
-rt!g-, 244. 246,l"
tilaimi (luvita), lSS
111«1.235
lrihmal}ll. 183-187 Itrit¡.'i. 82, 87
-m/c-, 2j()-l'1 Ctllcura, 141 }qttI(I)ra-. 187, 248, 2S1
wJnyati, 81
1"
-SIl-,
-sü-, 21.24-26. U"",-,
waSi,
1"
Si
CfI)IIflle, 268
ciIyati. 47. 268, 271
}qttI(I)rlya-. 183. 187.249
htghll-. 35
·~nu-, 155-156 cOyu~, 261,271 IOla-, 110
• .rMlr-, 59, J41. 163-1M. 212-2J5 dllm-, 193 lolra-, ) 10
.swr!krií-, J6J, 166. 213-214 dQmll-, 194 mahlJmQba. 148
LICIO
.swekuro-. 163-166.213 damayatl. 200 mahq/, 141
-sW60r-. 141, 1~2. 162,213-214 d6mpot/~ (-patnij. 59, 61, 193-194, mlna-, 194
-.rwesri)lOS, 1'3 chalru, 168 málá-pitllriz(u), 18.
199
-swas. 213-21.S. 211 cbi, '68 d6miwt~. 194, 199 miltar-. 139
·ln.... 13S I;tk;mi, "S miltukl-, 172
dinDm,46
·'n'iJ, 234-235 QtlSfh 237 (n/-)mayal" 63
• wedh-, 157 dasyu-. 193. 200 mil/hIt-. 100-108
LIDIO
.wqJrtr_, 378 drvar-, 164 mit!hWJS; 107-101
·W'I-id-, 34O dhit-, 114,298 mItIul·, 66
-""I.Jk-, 1~207 bilis,218
dhiunan. 298 miJhItlntl-. 111
·wtr-, 203 dlttlr-, m mil,.".... 6S
. ·~s-, 19
INDIO dharmQ- (-manJ, 298, 398 naplt'(-I,.), 154. 167
• wes-, 81-83, 19 d~. 18 napt;.. 153
- wano-, 81 (salvo indicación: sánscrito) dMlIU-. 18 nar-, 191
.-wo- (-wyo-), 171 dhrulIQ-.70 nÍlr;-, 159
abhyinla-, 336
·YWI..us, 306 dll-. 301-303 "ay.. 151
¡'-dá. 54
- pn(~)IIr-, 167 draYi"as-, 113 ah-o 377, 379
lI'n .... 184 dJowIpil•• 139, 177 a)a~. 326-327
11"'"", J06.307, 33S-336
HlTITA _-.123
a,.,h4-, 14
dyini prrh;";. lU
gir. 129-131
ptl1]a-,.229
paJIat.211
l/11iJtI, 129 pari-~it-, 21
IIr/l-, 84-15
""na-, Jl~l40 giirIG-. J29 paIo-. 33-)4
anni- <,~wi), 139-140 arMI, as har(ytt-i. 130 ptltilJ. 59, 162
IIrl, 237-239
"'ph,60 htt>-.267-371 p"IiTdtIn.I94.199
al'tI-, 131-140.2&9-290
ari8Ürt(l" 119
423
422
ptltJtl'a(na)-. 159 siJur dan. 199 anarya.. 237 !ra-7Pnti-, 205
pa'yat~, 60 ¡¡va~, 217 aog-, 378, 379 Iryo·, 211
pitamaM-. 1<48 .Irod-(dhil), 112-117 aogar-. 326 /iIl-. l5, 188
pitar·. 138 úod-(kDr-), III aog~dI. 372~373 Puyant. 11\8
pit(Vyt1-. 169-173 .írrtvas~, 273 aoJall~,326 gar~. 129
pitryt1~, 176 SÜ-(MI-), 347 ao)ahVllttt-. 326 ga"'-tU.iÍilff~, 18
pradO-, IS8 iüdfQ~, 183, 188 a¡xurzdlllfl. 158 gflu-dai",¡-, 18
prQl~viWJka-. 331 ~, 164,347 ilpM~/i, 119-120 hairlii, 141
ptrXholl. 331_ 1wtJri¡',164 a"~J-. M, as han-o 101
priytz- (.¡j). 11 I ivablro-. 164 an1ah~. 84 horvo-,230
pür~, 235 lala, 139 ar.mzn, 17~19 hallya-. 249
pIlnqtl-. 329 lawzs~, 235 A,./Q-, 291-298 IIih 21
pjjrlItl-. 171 tavi.ti~. 235 arlawl1I. 298 hii,.,i, 113,188
raghu~. 3'
rij(onJ-. 187,144,146,248, 2SO
wc-. 163
"gra~. 326
artallari, 298
113pa;¡riian-, 1fI
hunu-, 1'5
-í3-¡. 141
riljanya-. 183, 187 ilti-, 130 aspa-dalnu-. 18 jodyo-. l8.5
rQja~pwtra-, 248 Wldhii~. ISS, 164 aSa, 297 kaiffa-. 47, 268, 1:11
rlz.jifi. 2.48 vighol-, 37'.. l79 atar, 184-185 kai(JQ-. 268, 230
""hq(hQ., 187 voiiyD-, 18l, 188,239 a8flunura-. 1M kamna-fsu. 34
rrJuuu-. 122 vQja-, 25 1 afJruWln-/afJaUrtUf~. 183-1~187 kamntrna"~. 34
rekw~. 122 Wll7Ja~, 183 ilzDta~. 212 kily-, 268,271
rik~. 122-123 WlJ?Dti. 17 bondo(koJ-, 229 maiStl-var.iini-. 19
rudh~. 209 VQSIfa~. 81~B3 baog-.88 maiBman-. 66
{fDbho-.17·19 WlSffl1)'Qci. 81~82 /)QoxtQr~. 88 ffUl;'Iti·. 347
(f'D-. 171 wllar~. 340 ban.Jman~, 1I5~J86 mólar-. 139. 143
(ta~, 2m, 298 lIidJlS~(vas~). 340 bar~-. 185 mífJwara.-, 66. 12J
(ltl-WJn(-lIari). 293 lIint-. 34 brirtar-. 140, 167 míida-. 107~108
(tu-. 198 vis-, 188, 193,235 brillll'Y" (·truyo), 170-173 nairi-. 159
$Otila. 217 lIl~pt1/~.59, 193,201 eata;'ra. 141 najrifiwana~, 159
stlmnv-, 246 \1i¡'IQ~, 171,235 cikllY-, 268 nairi(Jwanili ViJeJlI)IQ-. 159
san~. 107 v(l}oti. 203 atr. 30.5 nopal-. 153
SQl'lIa~, 171 v~b"a-, 17. 19 dainu. 18-19 nopti-. 153
Sindhu-, 236 vyizhbra-. 21 dahyu-, 193, lOS, 2U1 nor-. 18, 34
stii~. 141 yoj-, 116, lOO, l71 @m·, 19l·194 nmana-, 193
siika(ra)-. 21 yajata-. 361 dimi-.299 nyaka, 148
siinu~. ISS yalr. 165 d(.J)mima-, 193-194 pairyece. 119
$'Va-. 213, 21S yo~. l05, lO9 cUmanapati-, 193 paiOyo.S9
sva~rllj-. 246 dang pauli. 194 piJra-. 119
svaSQr-. 141 d.JrilziJniJ-JHr~Oa., 119 paradita. 198
sllt1~tava-. 2S0 IRANIO dis-. lOI par.JmnQ~, 119
lamo. lOS draxla-. 70 parva-, 171
la",..., 32l·l14, 326 1. Avh,ico druva-, 70 pflSU. 33-3.5
lamyo~. lOS drvaina-. 69 pusu vfra. 34-35, 191
sop-, ll7 ady-av-. 130 .Jdiva-. 171 pilr~to-Ianu, I J 9
Japalha-. 337 ady-a\1ar, 130 Iridat-gai9i. 347 ¡»r~8a-. 119
iasti~. 323 aita. SS Iros-. III pÑo tanu. 119
hllO-, 217 am"r"ta. 346 I,.,....lll píitrrl, 183
slJ'¡an, 259 ana¡unfJa, l19 IrOílO, lll·l12 pitar-o 168
424 415
patit\la(na)-. 1'9 ¡ilur dan, 199 onarya, 237 lra-uml;" 20j
patyate, 60 ¡iva-, 217 aog-, 378. 379 frya-, 211
pitamahD-, 14. ¡,.d-(dhaJ. 112-117 aogar-, 326 jiu-, 3S, 188
pitar-, 138 ¡rad-(kar-), 113 QogiJd/J, 372-373 rsuyanl, 188
pitfVya-, 169-J73 .fn1WD-, 213 aoJah-, ]26 gor-, 129
pitrya-. 176 iü-{ha-J. 347 ao]ah.vant-. 326 gau-(Jf'..san-, J8
"",dil-. lS8 iüdrv-. 183. 118 t/paradáta, JS8 grIu-dai"u-, 18
prilt-vivQJca-, 331 iúm-. 164. 347 QpM~t4 119-120 haj';;j. 141
PfCChat/. 331. ~.I64 Qrt1j-, S4,8j han-. 107
",/yo- (-itJ. 211 .twúrurJ-. 164 or~jQh-, 84- Irarva-, 230
piu-.2H tata. J39 ar.iirm. 17-19 h.Sytr-, 149
punqtl-, 32.9 taVfD-. 2J5 Arta-, 297-298 hu-, 21
PÜTWl-. 171 tavi.1i-, 23:5 artawn, 298 huili, 183, 188
trlghll.-, 3j II.C-. 163 artawri. 298 hunu.-, .55
rQj(anJ-. 187.244.246. m. 250 lI.~a-, 326 a.sptHU.iSan-. 18 -íU, 141
rajanya-. 183. JI7 uti-, 130 aspa-dainll.-. 18 )adya-, 38s
r(zja-putra-. 248 vadhu-, lj8. J64 riitz, 2m kotni-, 47, 268. 271
rfzjlfi, 248 "'hal-. 312, 379 alar, 184-185 kae8Q-, 268,230
trlthq{hiJ-. 187 'IIaüya-, 183. 188.239 a6aunma-, 184 kamna-/Su. 34
reknas-. 122 vija-, 151 aoravan-la6aurun-. IS3-1~187 kamna-nar-. 34
roJcu-. 122 Wlf1}tI-, 183 inata-, 212 ka1-, 268, 271
rik-. 122-123 va'lUti, J1 bando(kaJ-. 229 mae'io-'IIflrlini-. 19
",dh-. 209 vama-, 81-83 baat-. 88 mai9mtln-. 66
ffilbha-. 17-19 vamayal¡, 81-82 baoxlar-, as mgsti-. 347
ff'II-.171 ~t1or-. 340 bDT~-. IU·IM málar-. 139, 143
(1.-. 297.298 'IIidu.s-(vas-), 340 btlr~-, 18j mi8wtlnr. 66. 121
rta-van(-wzri). 298 'IIitrl-, 34 briltar-, 140, 167 míido-. 107-108
[IU-. 298 vli-. 188. 193. 23j braluryo (-truytJ). 110-173 niliri-. 159
sakhá, 211 vii-poli-. 59. 193. 201 Catanro, 141 niljri(Jwanrl-, 159
SilmTl1}-, 246 vi/va-, 171. 23:5 CiJuly-. 268 niüri6wanai vildll)lQ-. 159
san-, 107 'IIflJoti, 203 diz-. 3Qj napill-, Ij3
sana-, 171 vfftlbha-, 17, 19 dainll., IS-19 napfi-, 133
Sindhu-, 236 vyfJhbro-, 21 dohYll-. 193, 20j, 207 naT-, 18. ]4
stri-, 141 yQ}-, 116, 360. 371 dam-. 193-1~ nmana-, 193
sflka(ra)-, 21 yajotQ-, 361 domi-. 299 "yika, 148
silnu-. ljj yittf, 165 d(iJ)mana-, 193-194 plliryete, 119
sva-, 213. 21' yolJ, 30'.309 tbmiJnapati-, 193 pai6ya. S9
SWl-r;v-, 246 lbng paila, 194 pftTa-, 119
svasar-, 141 tbrtldtno.JMrt18a. 119 paradOta. 198
;nIa-lava-. 250 IRANIO dis-, 301 partimna-, 119
.lam-,30j draxta-, 70 por'llQ-, J71
.íams-, 323-324. 326 1. A vé!t1co dru'lla-, 70 posw, 33-3S
.fIlmyol1, 3l)j drvaena-, 69 pasu vira, 34-35. 191
io~. 337 ody-av-. 130 iTiSva-, 171 p~rito.lanu, 119
áopatha-. 337 ody-ilvar. 130 jriidat-gaeBiJ, 347 piriOa-, 119
.tasti-, 323 aelo, 55 frtu-, 33l piio ranu, 119
kva-, 217 QM.Jr.Jla, 346 frasa-. m p{irrrJ. 183
iir.,an, 259 anQp~(Jo, 119 InUtrl.331-332 pilor-. 168
424 425
raiCv)rcl-, 122 Xia6ra-. 248-249 WISSil-b(l1'll, 2j6 ~r,81
raixnah-. 122 .JiRSn;., 18 vflZraka-, 2'D-23i 1 bridar, 168
raoollh-, 209 x"lIi-, '9 tnau".250
iiogD.249
I'Qtu-. 298 x"ai-]Xli8yQ. '9 ~n,249 dilTlX/. 70
ralJaútl. 183. 187 x"tmhar-. 141 dIIx/tlr, 16&
"'/Ira.249
ra(Jiitor-. 187 x"lDIlf'll, 163-164 JtiGyaB;yv. 241 irmim,66
"'T/t-. J:l3 yaOi.305.362 iiiyafH)IG x'iiya6ryiiniJ... 249 ,.m.. 19
~ilfltll. 306 )'QOl.DD-. :ro,:. 309. 399 yod-.361 iri'l. 239
347
3tll!-. ~... 346.361 kiuzir. 71
SIlvo-(-i-. 4h). 347 yvóiJ!Qrar-. 305 /im4n (.....). 66
SIlVf>-gulBil, 347 yvóiJJQri-. 3115 midor. 168
spdnalf-. ~347 361
)'<'t-. miltmim.66
spIlNllrwmt-, ).46 yaurta-. 361 i-,.d4k ("'8d.). 385 na~. 153
spm-fitll'-, )46 Tilmatar-. 161 birriyar (ID. pena). 11 njyi. 148
""""-, 346.341-349.361 urntu. 169, 193, lO' biiiiir<u (ID. puto). 11 pidar. 161
s¡»nyo/I. 346
S1llWlh-, ro
stll-, 187
VI_-.
<IIOIar-. 367. 371
361. 371
lJIrwlfI. 267
bndIm (ID. parto. ID. pena). 186
daba (kot.).1m
¡xutU. 168
(iohlJn/iih. 241
siJgand XIUfI¡zn. 306
sUlr-, 186
das'", 229 l~rlRu (paSto), 170
VIl'-. 367. 371 dllSt-If'fIb. 229
stñ. 18 urMi-, 116 dd1b«1, 193 ". (pailo). 170
srñni"ntln-, 18 <ra<dQ-. 113 droxt,70 ils- ( ). 163
ñ/nI-. 347. 341 kin'éir (m. pena). 72 """'" ( ). 163
tlInll-pKl6a, 119 miIIMd, 193 wrrIr~ (paSto), 170
ftIY-, 23' 2. Atrti,ltO petSD mirak (pebl.). 162 Xflridan, 82
fÜiryll-. I~
tidryv-po/lra, 170 A".,rimrra.239
_.4 (ko<.). 25
Tri (kot.). 241
""di. 250
yilr, 130
ii-. 130 braumlff-, 186 _ _ (kol_).m )'ÓT (J>aito). 165
qm. 326 dtth,.,.1m Wlcand (X"") (m. pena). 306 .üm (pai'tol, 168
Ji'ítnHui'iIIfl-. 11 dnz",.. 189.254 Sptlnd.,-nuJ'. 347
rii/TIl__ ffr"-. 1& duSiyiri. 189, 23i4 'iihriWlr, 249
'IOd'. 1'1 dllX,ar. 168 !>AONANO' ~AO (k...). 250 «TOKAJllO»
Wld(fI}'Il)-. 159 Iflub-. 325 '1isbed, 193
viidllY'/II• .,7 ,rab-.229 wiiSlIrn, 81 aj-, 5'
WlrMltlt-piSi. )47 ha;ni. 189,354 iialJan, 250 a;-tsj-, 27
·l'fIriItIn, 17, 11 IIIImllfJ;li. 140 xük (m. persa), 21 iU/I, 289
w¡rií1tfl-, 17 htImiti. 140 xwt'w (so¡d.), 250 kllryar (IcJIr-J, 82
l'fIrJnl-. 17, 18 hIlS;ya, 249 zandbui, 193 piJcar, 138
lIiulll1'-. 181 Hindu.237 z;yinllk (pchl.), 162 priH:t!r. 140
lIiutnr-. laa ]adiya-. 385 '" (B). m
kira.72 soy' (A), m
""''''.. 188
wSlryiJjiMYIJnI. 183-114, 188 "'minll-, 194 4. ¡rlln;o modttrnu 'illr, 141
vi-mtHl-. 312.315 nllpi. 153
vi,.... 34 nyika, 14& (salvo Indkaclón: pena)
v&-, 193. 199, 2Qj rislll. 246 ARMENIO
v¡,o p"h, 199 IIInllWlnl-, 23' qfdar. 169
vU¡»-, 2]' IitIh-. 323 aliin.14 amlisin, 163
vil-/XIli-, 193 IitIn¡". 323 tmidGlf,14 lino, 1M
X1VIII-, 116 6iti7, 324-313 inird, 212 ai'-«, 394
G 427
ard.298 lawn. SI, 373 at3a.64 btuiJ~úreros(-tatos), 253
a;'le/. 298 taygr. 165 4koftis. 222 bouk61IM, 30, 302
art. 204 tuno 194 akr6antos. 261 dah, 164, 179
arlalc'--s. 204 tur. 46 alk€. 281 daid~thoi, 102
aRm, 3904 &lSDnim, 163 61kimos, 282 d6kruD(-Oll), 28
asr. 41 us/r,1S5 4/oklws. 222 dam6ó. 194, 200
ban. 319 veiálr, 81 áloga(-on). 28 dQf1Ulr, 194. 199
boy (babla), 319 ya>mJy. 170 a1phánf>, 84-89 dimos, 294
boy (dice éll, 319 lO~tuié~. 165 alplrJ, 84 dQmoargos. 293
boji,88 ,,/pheslboios. 85 cúmt;zó(-omDij. 104. 113. 126
buCtllf6n. 18 (w)6nab. 252-254,259 d4nos. 123, ]27
bu1.em.88 TRAC10 (w)6n..... 254 daptlni. 51-52
dile', 318 (w)aM=in. 254, 259 dapsilh, 52
durlc~. 203
Rhisos (tr.), 244 anqJSiós. 153-154 ddptó. 51, 373
durs. 203 Tautomedts (tr.), 2.15 anb, 162, 163, 191 dtltloma;. 56, 123, 126
dustr. 155 annú, 139, 147 dtlknumi, 302
~/bayr. 140 apdtór, 145 Deipdturos. 139
,in. 81 FRIGIO Apatoúrios(·a). 145 fkisida{món(-mollID). 402
In~m, 81 apolaúó. 110 debi-(w)6s,171
Akenano-/aW08 (fr.), 294
lO,. 378 gekrwos (fr.), 165
apoteinútó, 271 dhncu. 194, 200
han. 1047
luzw, 147
"""'ter-
"'_1 (fr.l, 165
(fr.), 294.
apotillo. 271
aprititi. 83
dimiou.rgo;' 189
dlmo. 194-195,200
hayr,ll8 ararisko. 298 dimos, 291, 294
jawnpm, 367, 371 ari(pJriJos, 220 dhrdron{-ftJn). 69
julHl·kal. 229 A~-6di.), 189-190 dlspolna, 59, 194
GRIEGO
Jr:r~n 152 Araw, 190 dap6/u. 59, 61, 193, 199,255
Jeroyr. 141. 152 (mic.: midnico; biz..: &ricio bizantino; D,.,wnon. 12S tDlphilos. 220
Jerun. 9 G. M.: griego moderno) Dri-,2J9 dlkDios. 316, 357
lJr:ran~m. 122 áristD.1, 239 dilrasp61... 3Q2, 306, 316
ma/~tm, 38" 4batos, 28 6rkho, 294 djki, 299, 300, 301-303, 316
mawru.. 170 ad4matos. 200 4mumai, 108·109 dlkin (adv.), 303
mayr. 139 adelplrJ, 140-141, 146 d(rin (6r:sin). 17-19 dmó< (dmoi). 194, 199, 280
mil (mli). 312 adelphidi, 175 arthmds, 298 doero (mic.), 230
orb. 55 adelpllidoOs. 154, 175 6rthron, 298 d.(m). 194, 199,200
partakan. 119-120 adelpluJ8. 140-141, 144-146, m, 179 Drtús(-úno). 298 dolodom~rs. 230
part~-pan. 120 lI6~/i. 29 tlskhoIIM(-la). 93 dÓma. 194, 195
partaler. 120 arérastos. 265 astur-eros). 235 domi. 194
parta'llor. 120 ágrios, 204 ata/ós, 288 (busso)domeúein, 199
partba'ixl. 120 agrds. 204 a(ti)t6/10. 288 dómIM. 193-207
partk: (-u~). 120 aUfÓ<. 219, 224 atherls(-Il.o). 398 dÓTeÓ(-n). 4648, 64
sandarametayin, 347 Aigikoreús(-b). 190 DtMsphatos, 321-322 dorefstluzi. 46
sandaram~tak(ln, 347 ai6ls. 190 tJtimos, 268 d6rima, 46
sandarametlt:, 347 aikhmá/ótos, 229 6titos, 268 dOron. 46-48, 64
sbsr-4yr. 163-164 aikhm€,229 6na. 138,289 d6ru, 69, 256
sktmr, 163 aikhmit€s. 229. aulÓ$ (~phil), 60 dÓ<,46
Spandaramtt. 347 aikjpata (mic.), 29 awc6no, 326 ddsls. 4648
tal. 165 aip6lion, 29 basikúein. 259 dotlni(..fJlo), 46-48
tanu·(tlr), 194, 199 aip6los. 29 bclsiJtlÍS, 252·258, 259 doalos(-i. -fos), 208, 229·232

428 429
dró.ros. 19 WOka.229 kh6ri.r. 12H30 Ilizomai. 110
dro(wi6n. 10 h~kos.
306, 336 kJJar{ze.slhai. 13D li(oipa(-k), 122
druás.69 /ti=1. 11-19 khellJn/. 114 titbu,2.93
cJrf¡". 68 hf!StÚ1. Z06 khii>, 361, 368, 371 ('-bo(-d.<). 368
i (dice 11), 394 heta&w. 214, 329 khi,wlb, 55 llbós(-ddion), 368
qw)4rsi. 17 hwr6s. 353 khol.361 "_tlu1i. 368
dn6/ues, 165 hienl (IÓ). 335, 351. 360 /chorros. 23 Ilssomal. 385-386
e/o/ha. 214 hiereús(~f3). 189.360 khremata. 127 (itl. 385-388
e/eú/heras. 208·211 hieropolo(, 189 khreophelllles. 127 (oib/, 361-368, 310
bnporos(~omai). 91 hier6s, 270. 349. 353-359 kltos. 2TH13 m6khimoi, 189
enthret11. 398 hierósulos. 360 kleron6mos(-eln). 56 mide., 312-314
ior. 141 hikettrios, 388 KIlIlalmtstra, 312 mldeslhai (med-), 312-315
eplorkos(-eln), 336-339 hikétis,"388-390 koíronos(-etn). 83, 92 mtdimnos, 313
qMpéndo¡'·omai). 364 hllcó(.mtó. -néomai). 388-389 kOme. 202. 206 médlJn(-8Jn), 312, 314. 315
Erg<Ufis. 190 homog6slrios, 144 kor6ni. J14 meTrrzx(-ákion), 162
eruthr66. 245 hOlllolllllrios. 141 kr(aJ)alneirl. 259-263. 380 Menlfaos. 293
~tts. 214 homopdtrios, 141 krata;" 280. 285 mesódmi (-mne). 194. 199
~thnos. 291 Hóplú,19O JeralaJás. 280, lB5 mlstór.312
hilos. 214 hóplon(-<J), 190 kratefn. 285, 286 mítir, 139, 17l-ln, 177
huma, 262 h6rkos. 306. 335-339. 383 kr6ter&rux. 284 ",itrMos. 177-178
eukha,ütehr. 130 hd.<. 218 krrzterds (lcart-). 280. 283, 287 mitrop6tór. 175
eukhJ(-óIJ), 372, 371, 379 hósla (IÓ), 351 krdtistos (kart-). 280, 285 milrós. 152, 169. 171, 172, 177, 118
eúkhestha!,377·383 hosíi. 270. 357-359 krótos. 280. 282-281 milrum. 170, 172
eQkhos, 377, 380, 382 hósJos. 270, 357-359 kratúneln (/cart-). 280, 285-286 mistharnetn. 108
galói'Js(-ÓS). 165. 216 huidoOs. 175 kra,'¡'. 280, 285-286 m/sfhós. 107
gambrós. 168 huJonÓs. 154. 174-175 /ere/55M, 280,285 némo, SS-57
gametn. lS8 hlliós(-rJs). 155. 174 !rlldulnein, 272. 277 ne6ptrai. 154
gamet¿.83 ho/XJr. 262 kudd/imw. 272, 277 nelÍo, 263
Gedionlu, 189 has. 21, 23 IoldUJneira., 272 n6mos.56
G6fiJn. 189-190 ídios, 212, 214 kados. 212-219 nom63• .56
gtrfOs, 168. 193.201, lOS, 288 idiÓleS. 212, 214 kud,ós(-isIO'), 212, m-V8 ogdstór, 144
geórgol, 189 Indfa(-iJcl). 236 1=1n. 341 oikéfts. 230
geraiós. 267 -inos, 176 kúrloJ. 164, 347 oikrxh3p6ti:s, 199
geTQúó.264 IphJlJnasso. 254 lilgélas. 294 oikoddmos(-e1n). 194-196, 199-201
gerarós. 264 /stor.34O 1.1"")6s. 111 olkoi(-flde, -olhen). 195.202
giras. 264-268 ilhtJs. 302 Lao-(-mh./On. ctc.), 293 (w)orlcos. 169, 193, 195. 199,201,202
girus, 267 hó¡Mlos. 91 lam. 291, 294 o/ón6.r. 174
gérón, 264. 267·268 káro. 259, 263 /it(w)iton, 293-294 %p6/os. 29
gnésios. 210 karpós. 9 ielbdin. 368 d(w)l,. 21-29.
MgJos, 349, 353. 359-362, 371 kaslgnilw. 145 lelM. 361-368 6mnumi. 306, 335-336
hagnós. 259-361 k6sioi. 145 ¡elpó. 122, 127 6nar, 261
ha/{skomai. 229 kásis. 145 ¡eis, 110 onl, 82
1J4=11u11, 359-360 keJmllio. 31 /iUtÓT. 110 iHteistbai. 81-83. 87
héednlJ. 157 kephalÍ(-oióo). 260 reu. (/hi), 293 iNlili, 83
hegeEs/hai. 8.99-101,314 kb. 116 lejtoórkhai, 293 fmos. 81-82,85,89
higemól1(-monla). 8 Irera (mic.), 264 UTton. 293 opheOo, 127
heblrá. 163 kholró. 13D /eilorello, 293 ongO{-numi), 244-245
heJairós. 163 /cJtar6. 130 Ieitou.-g6s(-fo). 293 6rguia_ 24S
431
6rkJulinos. 294 pirowelco (mic.), 227 srhe/lar6s. 283 wanoko (mic.), 253
vrpluzn6.s. " pist~6. 74 slhénos. 280 worrokafero (mle.), ,"S3
paJafpluztos. 321-322 ptstis. 74 slroli,ós. 100 WQnasawija (mic.), 253
pdppos, 148, J7S pistó>, ,. subósion. 29 wonasai (mic.), 253
patir, 138-139, 171, 206 pistofJn.74 SUMfés. 29 whediesfos. 212, 214
patrikM. 176. 178 poimin Úlón, 291-292 súmbolon, 220 xe"ía, 62, 223.
pdtrios. 176, 178 porni, 47, 268-269, 270 S1mómnumi, 336 xe(í)níz.ein. 219, 232
patrtJ1os. 177-178 poklzo.41 sUqolo. (mic.), 30 xinos. 62, 63, 219-220, 226, 231-232
patraós. 163 p6kos, 41 SI'ls, 23 n/on, 69
patrop6tar. 115 póJetn, 86,87,229 (álanlo(~Qn), 28 tite1n, 328
pátrós, 152, 169, 171, 172, 177 pÓJhJmaJ.87 (o(a, 139 Zea plJter. 139
patroúchos, 177 póJis, 201-202, 206, 235 rél11s, 391 Ze¡J,o¡ (Hiratos), 144
patrui6s. 169, 172 p6Jitis.236 thée/oll (t/¡eio,,). 375 l.lj(l(~n). 28
peithIJ. 74 p6sis, 59, 162 lheios, 3.56
peithó{·amoi). 14, 16, 385 potltUJ. 385 rhiJus, 18, 23
pé/có. 41 pÓQ. 29 Ihemellia, 299 ILIRIO
pikos. 41 pr4gmo. 93-94 thémerh/a. 299
peletro. 41 pragmatnJesthai, 93 tMmiJ, 47, 206, 298-301, 304 Aetar, 64-
piJamai, 87 pragmatelltts. 93 'hed>. 318 Loucera (véneto), 208, 209
pmésti~. 212 prfoslhoi, 82-33 'heoudh. 220 JOUtefV?OS (véneto), 209
pentherós, 165 probaJnó. 21-30 théskeJQs. 318 T~tana. 197, 235
ped>. 329 p'6bosi. 28 'hesmás. (1(h)elhmÓS), 298 Teulicus. 23S
piran. 86 pr6basis. 31,39-41 Ihespésios.318
peroó (epirasa), 89, 120 pr6bata(-an). 27-32, 39-41 théJphara (td). 321
periktltai. 28 pr6domO$. 195 Ihésphafos. 318,321-322 ALBANES
pérnemi, 57, 86·87 pr6thuron, 204 rhéssasrhai. 38S
peránnumi. 245 psakós(-%n), 19 thl'éskefi(-o), 398 bi. 74
phosl, 320 qasireu (mic.), 252 thtiske'¡ein. 398
ph6tis. 272, 319. 320, 322 t¡aSiTewija (mic.). 252 thrhkó.398
ph6ro, 319,320 qoukoro (mic.), 30 rhugálir. lji.5, 168 ITALICO
-plwtos. 321, 322 rawaketa (mic.), 294 rhIJó, 37S
phbne. 319, 320, 322 rhúein.384 fhúó, 37S l. Latín
phimi, 319--321,322,396 sarrópis, 249 '/túra. 203-204
phlmis. 319,320,322 sibesthoi. 360 rhurotos. 204 adagio. 394
pheúga, &8 seJJni. 198 rhl1ra:.#!, 203 adaglum. 394
phi/em, 218-220 sima, 391 timalphh, 84 aduena, 231
phflema 219,221 simeton, 391 timalp}¡b, 84 aedes, 195-196
philía, 217, 222 semnós, 360 timóó, 268 aedi/icare. 195, 199
phiM (G. M.), 221 skOpron, 256 timJ, 97, 148, 268, 271, 3S8 aedilis, 196
phi/os, 217-227 sk~pr6, 257 timito (mic.), 299 oes aJienum, 121
phiJófes. 217, 219-222 skiplron. 256-257 timor6s(-ein), 271 aesfimare.310
phil~nós. 220 skho/t. 93 ti1Jó. 268, 271 oger.204
phr6rir, 1~142, 145-146, 17.5, 179.209 sklpim,257 tínumai(-úlJ), 268, ITa a,ne/Ius, 22
phr6rra(-'rla). 14S, 168-169,201, lOS Skl"vtnol(biz.),231 tlO. 47,268,270 agnus, 22
Phrólrias (hlÚ). 14S SJcJÚllol (biz.), 231 tfsis, 268, 270 aio. 39S-396
phllJi, 168-169, 189, 193, 201 sph1da(-omai). 363-366, 267, 370, 372, tlthlmi, 298 A ius (Locufius), 3%
pipráJkó (~pffl¡sQ), 87, 89, 120 3n, 383 t6kos, 123, 127 Alflmanni, 238
piropar"ro (mic.), '127 spondl, 364-367, 372. 383 Irikha{wikes, 202 Ala"i. 239
432 4JJ
amb-o 351 companio, 72 dwc. 103 fungi,88
amita. 152 comparo, 120 edu/u. 36, 38 lunus, 63
ampsanctus. 351 comp/ex, 387 edu/ium, 36, 38 gener, 168
animal, 28, 31 rompos, S9, 61 emo. 55-57, 87, 89 "'OS. 168-169, 193,201,205,288
anna. 140 computo, 100 endo-stru08. 200 genus, 169
aRru. 147 canrordia, 117 ¡.bul•• 311'-320 germanus, 140, 146
arbiter, 309-310, 341 concors, 117 fuerre, 298, 384 gesto, 9
arbitrar;' 309 canducere. 102-106 foc:undus, 319 glos, 165
armenta. 29 ronductor. 103 fama. 319 gralar;, 129
ara. 298 consobrinus, ISS, 173 familia, 202, 230 gratia. 129-131
artus. 298 car. 113, 116 famu/us. 230 graliosus, 129
atta. 138.289,290 credo". 77-78, 112-114 fanum, 318 grat;s(-iisJ, 130
auctor. 326-327 curia. 168-169 ¡rui.318-319 gra,uitus. 129-130
auctoritas, 326-327 damrraTe. 52, 374 ¡os. 304, 317-319 gralulari, 129
augeo, 326-327 damnum, .51-52, 373-374 fastus. 317 gratus. 64, 129-130
augmen(-tlIm). 327 dapatk'e, SI-52, 373-374 fatalu.319 huedus.23
augur. 326-327 dapaticu.s, 51-52, 374 fatum, 319,321 Harii,73
augurium. 327 dapino, 51 februare, 375 borio/atiD, 404
auguro. 327 daps. 51-52,373-374 februarius. 375 hariolus, 404-405
augusta/u, 327 dap.silis, 52 jebruum, 375 has/a, 256
augusteum, 327 daTe,64 fecundus, 123, ISS heres. 5S-S6
auguslus. 327 (- nuptum). 158 fe/aTe, 15S homo, 345
auxiliari, 327 (- in matrimonium). 104 fellx, 123 honos, 271
auxiliaris, 327 (uenum -J, 81, 87 femina.23 horior, 130
auxilium. 327 debere. 121 fenus. 63, 121, 123, 128 hortor, 130
auuncu/us, 137,148, IS3, 168, 172, 179 dt!libare. 368 Jerioe. 318 hospes. 58-63, 232
auus, 137,147, IS3, 168, 179 deJibuo(-utusJ. 369 fNTe, 9, 142: 197 hostia, 62
berbicariu$. 29 demo, 87 festus, 318 Hosfüina. 62
bestia. 31 deuotio, 378 ¡..dum. 9. 38 hoslimenlum, 62
bubulcus, 23 deuoueo, 378 ¡.... 4O hostire, 61
Caesar. 3.56 dicere. 302, 306, 395 /ides, 74-78 hostis. 58,61-63, 232, 237
capio, 229 dicio. 76 j/do.385 hoslo'¡um, 62
capitale, 41 dicis causa, 301, 302 filius, 1.55-156 hostus, 62
capTa,20 Diespiter, 139 J/rmus, 298 ianitricrs, 165
cap/mus. 229 directum(de-), 316 j1amen, 186 ianua, 203
captus, 229 diuinus. 356 fomus, 74, 76 -iclus, 177
caput.260 domare, 194, 200 joranus. 204 idulis. 36
carpo, 9 domesticus. 196,204 jorllS(-isJ, 19S, 202-204 idus. 36
caupo, 91 domi, 195, 199,202-204 larda, 9 ignis, 184
censeo. 323-326 domic:ilium. 196 jores, 203-204 iJ/uslraTe, 375
censor, 323-326 dominarus, 36 loresticus, 204 iIIuslris, 375
censura, 324 dominium. 36 jorestis. 204 immunis.64
censuS. 323-326 dominus, 61, 71, 194, 196-198,203 ¡on,9, 197 imper;um, 9
ciuiJ, 216-217, 236 domus. 195-197 lortuitus. 35, 130, 197 impos, '9
cluilas. 201, 216-217, 235-236 donum, 46, 64 frater, 140, 146, 155 industrius. 200
col/ocaTe (;n matrimonium). 104 dos, 46 lortuna. 9, 35, 130, 197 infamia. 319
commercium, 91, 111 ducere, 99-101 lugio, 88 infans. 319
communis, 64 (uxoremJ. J58 fundo, 367-371 ingenuus, 208, 231
434 435
ingratus, 129 lustrum, 375
intelligere, 401 lux, 375 negotium, 9]-95 pignus,63
interpres, 91 mactare, 372 nepos, 137, 153-154, 156, 173 placare, 387
-inus, 176 mactus(-e), 372 nobi/is, 208 plaeere, 383
ipse,60 magnus,372 nubere, 158 plebs,235
ipsissimus, 60 maritare, 158, 159 -nuo,263 pleeto, 387
ire (uenum-), 87 maritus, 162 nupta, 158 plenus,372
iter, 298 mater, 143 nuptum dare, 158 -pletus, 372
iudex, 301, 304, 306, 209-311,315-316 maternus, 149, 176-178 -nus(- i), 176, 196-197 -plicare, 387
indicare, 100, 306, 315 matertera, 152 -nus(-oris), 63-64, 127 -plex, 387
iudicatio, 315 matrimonium, 143, 159 nutus,263 poena, 268, 271, 388
iudicium, 306, 315 meddix, 302, 311, 315 oblivia, 401 pollieeo(r), 393-394
[upiter, 138, 177 mederi, 302,312,315 obtendo, 393 pol/uceo, 51, 393··394
iurare, 306-310, 315 medicamentum, 312 amen, 391-392 pol/uctum, 51
iuris-dictio, 306 medicare, 312 opportuflus, 35 pol/uetura, 394
iuris consultus, 315 medicatio, 312 ops, 123 pol/uo, 393-394
iuds peritus, 315 medicina, 312 orbus, 55 ponere, 104
iuris prudens(-entia), 313 medicus, 312, 315 ostendo, 392-393 por-, 394
ius, 304-311,315-316,319 meditari,311-312 ostentum, 391, 393··394 porceflus, 22, 26
ius iurandum, 304, 307-309, 337 mensis,309 ostium,203 ]Joreulator, 23
iustitia, 316 merca";, 91 otium(-osus), 93 porc/llus, 22
iUSIUS, 305,315,317 mercator, 91 ouis, 20-25 porcus, 20-26
laeuus, 171 mercenarius, 110 pacare, 111 pof'ricio, 393-394
legere, 399-401 merces, 103. 110-111 par, 120 porrigo, 393
legio,401 merx, 91,110-111 parare, 120 porta, 203
legi-rupio, 401 metiri,314 par(r)icida(-ium), 328-329 portendo, 393"396
leuir, 164, 168 mi/itiae, 195,204 pater, 128, 143, 149 portentum, 391, 393··396
libare, 367-370 miraculum, 391 patemus, 176-178 Portunus(-afi,s), 35, 197-198
libatio, 367-370 modera";, 312,314 Putres conscl'ipti, 188 portus, 5!, 197
liber, 208-211 modestus, 312-314,315 patria, 143 poseo, 331
Liber, 208-209 modus, 312-316 patricius, 177 possidere, 61
liberi, 208 moenus,63 patrimonium, 143, 159 j7nssum (pote.~t), 59--63
liberti, 208 monere,392 patrius, 143, 176-178 posíulo, 331
libum,369 monstrare, 391-393 patruefis, 155 potiri, 60
/icere, 393 monstrum, 391-393 patl'ltus, 152, 163, 169, 172- potis(-e), 59-63
ligare, 400 mos, 319 pec!en,41 potui, 59
lingua, 312 munis,64 pecto, 41 prae-, 393
linquere, 122, 126-245 munus, 63-64, 121 pecu, 34-38 praesfare, 127-128
litare, 385-387 mutare, 65, 121 pecufatlls, 36, 38 praesto (adv.), 12'1
mutua pecunia, 65, 121 pecufiul11, 36-)fl praetoricius, 1TI
locare, 102, 104
locus, 104 mutuare,65 peculiaris, 37 precof', 328, :131-333, 38-1
loferta (falisque), 209 mutuatio, 128 peculo(r), 36-38 preti/lm, 1)1
lucror, 110 mutuus, 65 pecunia, 35-38, 40 *prex, J]0-333, J¡;4
lucrum, 110 nee (neg-), 92 pecus(-oris), 37 PI'O-, 39J
nefas, 319,32] P(!(.'lIs(-udis), 29, .H pl'Oanus, 149
lucus,204
luna, 375 negare, 395 peregre(·il, 195, 204 procus,331-333
lustrare, 375-376 neglegere, 40] peregrinus, 204, 231 pmdigium, Y)j, j')4-Jl){)

negotiari, 93 peril/1o, 57 prq/(J11 //s, 356


lustratio, 375
pexus,41 ¡J1'01110, 57-87
436
4J'l
,
-pM,60 _,,103 tribfutIlf, 169 -..f•. 203
-pk,60 .",.0, 333 triJJwJiciuI~ l'n . 1I{.)iro, 34, 191
pvnin~ 261.271 .".",., 230 tribtotlll~ 61, 71, 169, lM-l91 ...,"" 378
puto. 10lH01 _"",-<!NI, -oImJ). 231 tri"'"', 169
_ , 328-333, 315 ........ 230-231 tribru, 169, 193. 196, 201 3. Yo/IICo
lJIIlIO'lio. 331 $/_,391 tutictM, D4
_/Iofto,331 almpla,387 WICOf'I,1J7
_ " " " 3S6
qu~tOf, 321--333 sobrinw, 173 when~ 187
q_tus. 331-332 MJCO', 163 uenrhn, 111, 18
nltio, 100 ""'"tus, 217 ..en..m (Ire, dare). 81, 87. 8.
recolYlor, 117 sot:nll, 163 uerra, 17-20 ~tei.J. ", 64
rtellU, 244. 246 ..,¡.lla. 212, 21S u;el"us, 201 aDusi&,3S6
rmJIosU,., 6H2 solidum. 111 uJelima, 62, 34& 1Ifv'.u.
129
,.,.. :146 .tO"UUI.I', 9 oiclu, 193, 199, 201 _,324
1tOTOI', 141, 146 uv. 162
rq;lfQ~ 244
'(KHIth,.. ns, 363, 366, 372 _-.307
collCbrilt, 169

_1
rqw, 244, 246, 401 witelhu,22
rep/Q, :146 _ _,363,366 uitwhu,22- flt-.318
""''''''';0), 339, _·UlI _(4),366 UOf'Km, 372, 378-379 ltu-. 130
reJi6<re(-<!M), .ftIbfUaa, 23 1lOJImI. 372, 378, m n-r')fl'. 324
'"'iz/<>. 398-401 nifflo, 37S . JUbgfUII, ID LMvf-' 209
nliliosJu, 400-401, ~ .ftImmtl, 99 w1M,23S m«Idiklfli. JJJ
rem~ium~ 312 sumo, '7 IUUctI1Jio. 401 Ifl«ldIR, 301. JOS, 311, 316
TqJIfto, 104 suouetll"'ri/ia, 21, 330 utpote,6O nmldbold. JJJ
,.,pond.,.."S, 366-367
me, 243-247, 2S0
aupo', 404
aupercilium~ 404
UXOf, 162-163 mtdktltinom7 311, 3U
vtlSsus(-alú). 231 mtdicím. 312
rltus. 298 ~rstlut, 404 svaTUMi, 335
nutiaI.J. 191, 2JS su~rstu, 402-405 2. Umbro loutt). 234
SOCU, 339, 3SO-353, 356. 360-362 auponUllo, _ '_rvUvJlm, 196
_ :18, 350, 360 llllporolltioJua, 402-406 D1]Jt4/ratl, 309 umt.203
=im,." 3Sl, 3S3 _/<at, 387-318 ar.flftO, 190 vU/da,379
SfIC1IlI1WIlIIm, 307-308. 337, ~9 supplicDre, 387-390 ctlStn«J, 190 """,379
IIIICRU<. 339. m, 372 .ftIpp/ir:tltio. 388 aono,3.56
_/fiau«-iJwni, 350. 384, 386 supplidum~ 3Ur3S9 ~,349 s. Ymlo
f<1hif, !SS
~,36O
8flcr;mtJ~ 3aiI
""', 20-23. 2S
lllllU, 213-214, 218 f"", 318 L......,.. 209
S«rIportu•• 360 ttmp~, 307 jilj"" 23 Lo............. 209
.cril(-u)~ 3'0 tata, 139 fril. 190
&IlC1WJQnctIU. 3S2, 360 taunl.l~ 21-22 ""-. 130 6. Lenguas rom6nlcas
_Iarhml, 111 tendo. 393 luptller. 139
(salvo indicaciÓD: francés)
_/UIIS, 171 lestis, 310,404- kumÜl,23
stUlcire, 350-3'2 T~to"J, 234 mtrs(lo--), 311 ac1lne,. 259
StlItdio, 3S2 (UO~ 9 no(f), 190 túfair<. 93
!JII1fCtior, 3S2 tMod&t:us, 334 ptln, 120 btxzo·(pU<. ole.), 161
_nctJu, 350-3'3,360,361 7lb<rIa(-;.,.,). 197 J1«l"'O. 3~. 191 b«htz (ital. dial.l, 31
M:JtPtnun, 2S6 tomentum, 23' pwh.23-24 bolk-fin., 179
1IC1pio, 256 lotus,23S $;,23 blclr<, 31
ao-{a<JJ-i. m trohn<, 103 (0111, 2lJ bTK, 179
8t!COf$~ 117 IribJl1la, 36 tr(jU, 169 cooCÚlI (espallol), 41

438 439
eh</, 259 2. TrJond,és ewyrhr (ga1.). 14ti. 168 jaihugaims, 38, 125
chep/e/, 41 gllas (ga1.). 1.31 joihugawaurki, 125
[salvo indicaciÓll: antiguo-Irlalldés)
dt!nrée, 111 nei (ga1.). IS3 jaihur,eiro. 39
ese/ave, 2j 1 aire, 289-290 I'hydd (ga!.), 211 joura-dullri. 203
~/ablir (.so jitle), lOS -flrbe(,'Om-). 55 rud (sal. bret.), 234 jaur-bauhts. 88
JI./, 40 a/hir. 138 fi/han (af-, anu~, 80-, IIS-), 104-105
jonlm, 204 uue, 148, 154 jragiban, 158
loresrrer. (ital.), 204 bro/hir, 140 GERMÁNICO /rahunJxzns. 288-2R9
gage(s), 111 ce/heoir, 141 jraujll, 217
hermano (esp.). 140. 145 crenim. 87. l. G6tif.'Q freís, 211
hors.204 erenm, 111- !riapwa, 21 L
irmiio (pottu8U~), 1040. 145 ClIÍ"(med. ir!.), n awi, 1JO
ajbtron, 396
frijei, 211
jrijon, 211
loueT, 101 daz-mo;n;. 64
moril!r(·age), 1.57. 159 dliged. 124 ai/J~'. Jm. 335 jrijonds. 211
mator (esp.). 148 dligim, 124 amJu·bl1llhb. 88 gabei, 39
matrimonio (iLal.). 159 -{!mot(nr-jo-), 87 orbi,55-56 gabt!igs. 39
nema/ (ital, dial), 31 jíudu, 340 arhi/lllmjo, 55·56 gabir..ian(-nun), 39
nimal (ital. dial.). 31 1=,231 al/a. 1]8-139, 289 ga-drauhls, 70-71
ancle, 179 ¡rass, 17 uwef;i, J9 gafoihon, 39
fXlJ"'. 111 guide, 2RS aw;¡iudon, 130 gahailjan(-non), 34~
peroro (itaJ.l. 3J guidim. 385 uwilill¡', IJO guhai/s. 349
J1f!tU..¡ils. 154-155. 175. 1'19 huisse, 305 (I}t'D, 1·l.8 goharrljan. 286
pourc:eau, 26 immaclr. 204 . boirljan. 74. TI guhlaibu. 12
prl/er, 127 mae bralha". 1~3 bui,.gan. 123 goirnei. 130
so!aire, 111 mace, 155 !1"!it.JaIl, 74. Ti It.afrnjan. 130
schiavoni (ilal.). 231 moín.64 bida, 385 -guirns. 130
sermenl, 308, 370 malhir, 139 birljull. 385 ga-muins. 64
sobrino (esp.). J10 mes",31Z hi/dih(-fltl!, 3'J gurduwaldon.... 117
sol, so U, 111 -mir/u,hur (con-)• .112 Mugan. gij garib,217
soldur. 111 mil/f",r, 312 lIi·ilhr.... 16) J:(lrt.~, 61, 63. 2l2. 7.37
roldoro (ital.), l 1J l¡rop(/(. '<10 ~ufumja", 200
moi". 64
solde, 111 nfa, 1.53 bru/J, fi~ ga-fimun, 200
,ronmlf:, lJ9 bl'fl/J-fa~,6J ~a~ds, 256
niah, 354
lata trumllno), 139 Iloi/l. 3:>4
,'wrJun (jm-. /IIj-), 86, P.K·tj,;.l gnri, 48-·50
truire. 103 ¿,a (mell. i/'l.), 148 daila, J2:H2.CJ gild(/n (lru-, ¡¡~), 48-50
Ir~ve. (tI Qeth. 307, 335 ·rlailj(/f1 (rlj~ úi~'-, I:U-), 1:!6 ~i1stl', 43-49:
vayanf, 505 (Jrbe, 55 rliuJi,K, :?;J'¡ gill((In. J67, ni
o/'e, 24 drallh¡i-, 70-'] J, -¡.\ hailigs. J50
CELTlCO rí, :M3~24t1
rl/'(Juhtlnofl. 7(1 hail,,', J4l)- 350, :lfi I
((mg. 3m drullhti-wJlojJ, 1()·"1 hairdu(-eisJ. 39
1. Gulo (uath, 235 dril/gcrn, 'lO hairtó, 116
tiu!f,{I·lwifju. 124 hansa, 52-53
-corii. n 3. (;oUs y bretón chdgis ~'kulcm, 114 horduha. 286
Coríono-totaf:!, t97 lar/m'. 1.,13 hardlis. 286
-tu. 24:), ?Mi chweg,.wn (,gal.), 163 /ad"ei". I Jll Horiv-(Chario-). 72
Trlllutes, 234 cOt'I (gaJ, v. brcl.),:I49 {ui/lUn, )') hitr)is, 72-73, 198
1'euromotlls, 234 dy-weddio (gal.). 1.57 juihlt, 31. :\8-.19,125 hC;lva·, 21G·2L7
TouronM, 197 eontr (lJrc:t.), 148, 168 rúihujriks(-l'i). .l~·19, )25 h~jwlJ,r((llljo. 216

41{0 441
Irlu",,,, 53 J>iwd<llu. 61. 71, 197-198. 234 H~rjan. 72 lrillnt. 211
1um/M.229 ,qar.nwJran. 333 Itur. 72, 197-198 V lt,4S
kmstuv-,iId. 48-49 1Uf-iuli1.t(-1). 349 hjóo (hjü). 211 fUI"- 2S6
kawpjon. 126 wtJ1d.., 217 h)lSke. 217 ,hildlJ. 4S-S2
kmIpon. 17. 124 -Tli/JO. 110 lim. 122 rotekdl, 48
klndUu. 61, 71. 197. 20S (ga-)WQfVtm. 110 Odin, 191 /oafla, 229
kwnl.2S8 wriha.34I ..Ija. 86 M1fStI. :53
IfImb.39 _.148 slIarrz. 335 ha..(<) (•.•.•.). 33
/Qwdi.209 weiJlJ/NJ. 34S lafn. SI, l73 hari. 72
mlm. 109-110 wiluuln.. 341 trallSl. 68 "'ÜflI/, 349
110
kzvmF/flflTg,s, wew. 201. 348-3.lO Irllustr. 68 hubist. SI
-1"""'. 209 "';_]>$. 340 ,riI. 68 hfflan, 73
kihWln. 122. 126-127 ~'. SO ,rilo. 68 Mri-UJgo. 100
IfUm. 123 wri}Jus.39 truT, 68 hiral.217
liucul1I. 209 vi. 348 hum. 217
11w/J. 130 2. Nórdico biwa(-o).216-217
11Ulldjan. 65 I_han (Ifhan), 122
a) Antiguo-norucgo 3. Alto-alemán
mIlJ/lms. 66 l;ul, 209
mitrm. 312-313 eI4a (run.), 130 Ión. 109
mltan, 312 a) Antiguo y medio alto alemin m~ 312
edal. 288
miaJa. 107, 109-110 fé,39 (salvo indicaci6n: Ilntiguo-alto-alemin) meldjan. 38S
niman. n-57 f8ag, 39
me/don, 385
lfIiJrts. 244, 246 ada/o 290 mnulff,312
f&,1.39
1Sll/ftm. 86 féruJ, 39 QM, 147 ~n.312
6I¡¡is-Imor. 109-110 andsvoro, 335 ml/o/gf, 139
fmadr.39
.Imbr. 39. 125 ano, 1504 o<fa. 133
I/,mgandif'. 39
'krlJ(ja, 123-126 ~l1ehkn (a.a.a.), lOS ohdm, 148
hai!a, (ron.), 349
skolU. 39. 125-126 BY(iHrid (-/lUrd. -trwd), 218 (ge-)swto. 213
/uui-. -jo (rim.), 72
skw/Q. 124 chllnjn-~rtQ. 256 (rQue. 681
~Ija. 86
._.123-124 deol,234 tnlh/. 71
wodal.288
.kvlds. 123-124 diWlen.234 trllhtin. 61,71
.runw.r. lSS b) LenJUas escandinavas dd.333 warg. 110
SWfliINo(-o). 163 enencMl/, 1$4 wih 341
SWGrtln. 33'. 367 (salvo indicación: antiguo islandés) eosago. 306, 316 Wodon (Wotan), 72, 197-198
~in. 24 fili, 87 ~ihhur. 164
3we.Y. 213 afe (lsI.), 148 /arh.24
SWl.JIIlT. 141 bida, 74 farhi/i. 24
lalh.rwa. 171 drót,70 b) AlcmÚl moderno
faturro. 170
Ilmrj"". 194.200 draft. 197 f/!heffh, 38
(Ifl-)timrjo. 200 drottinn. 71. 197 fehu (frénclco), 40 Ade/. lOS
'iuhltn, 102 drattni"" 71 fel(a)han. 103 b(feh/en, 10:5
Irvuains. 68 eidr, 33' ft.tiro. 172 lwrge", lOS
(Ia-)trtnlan, 68 gjald.48 fihw (f_ha, f_hw). 38, 40 besit.le". 61
1TfIusfi. 6' Jwm .j4Iv (danes), 60 fJhJl·st~bo. 3' ~te". 3BS
t1VJWS. 61. 70 !reY, 349 /fIN-_1.38 lNupn, 88
triIl. 69. 70 ~iJQlr. 349 fib"-wiarl, 38 bUten. 3M
triwt;1U. 69 heil.Jll, 349 forsá>n. 331 Bar,. 123
¡'_,234 lrerja ("l.), 73 jrilro.331 borgm. t()j:, 123
442
huntar-ion), 229 BALTICO
BrIluligam. 63 schwtJnn. 335 kn/o-b«la (a. saj.), 38,j
deul... 234 Teil. 126 («Xl, 209 1. An,lguo pnuUlno
deU1lCh. 234 trtnI,m. 68 nqa, 1.53
<del. 139, 288. 290 tml,68 ~/Ian. 86 algas. 84
Eh<. 157 Treue. 67. 70, 77 l/mber, 194, 200 awis, 147
BicM.70 Trasl. 68 lrucm, 68 brali. 140
Eid,307 tro.Yten. 68 ....lh.231 drallgl-waldiiMIf,71
EideganS. 307 Ydter. 170. 172 wih-dag. 348 dn4wis.70
empfehJen, lOS wacMm.326 druwll.70
&lkel. 154 Wthr.203 kaiJs, 349
Er~. SS 'W(!jhrn. 348 b) 1n8lés moderno kal/üstfsklln, 349
ermts.Jell. 312 Wu/, 197 karjis. 72
feil, 87 wOtendes Heer, 73 ans-Mr, 335, 367 siraplú, 12.5
FerkeJ.24 ziehen. 102 borrow, l23 swinls, 346
ftel, 210 Zimmtr. 194 1JwiMSr,94 taldo, 234
o./d.48 ummern.200 bfuy,94
gem. 1JO l>uy. 86, 88 2. LeIM
G=hllft. 904 3. F>is6n alnlt, 41
~200 fee.4O
giessen. 367. 371 ero (8. frisOn), 148 fellow,39 sidrabs, 12.5
Gift (Mil-), 47 fe/de. jold, 48 flack.29 svits, 346
hart, 286 free. 210 u6sl'is. 163
Heer. 12-73, 198 ~rsJ.J, 17
lreer<n (ver-), 73
htri#" 349
3. l1Jglh

al Antiguo y medio inglés


_.286
grand-(son,!atMrJ, 154, 175

harvt3I, 9 3. Lil1Ulno
Heim. 148 herd.29
Heirat. 217 (sal"o indicación: antiguo indés) holy.349 algil, 84
Herl»t. 9 home, 148 arUlkas. 1S4
Hmog.100 adelu.290 hunt,229 avúnas, 147
ka"¡en (ver-), 82. 86, 87, 91 anmwaru, 367 -in-Jow, 161 d~r;s, 164
KDni,. 288 DP. 33' kin,,288 draugas.71
Kronprinl. zj6 bid/an, 74 /ady.25' dfflllgl. 71
Io3sen. 123 bi~it. 218 /.tt, 12.1 drallgl, 7J
/tiñen, 122 biJian. 319 ICNln, 122, 126 tirulos, 70
Uuze. 209 borgjon (a. saj.), 123 lard,255 dve>lu. 375
Liod,130 cyne-gerda.256 0II1h, 307, 335 Imu. ¡",ti, 57. 87
Lohn. 109 druht (a. saj.), 7().71 queen, 18 ¡¡duotl. 158
MQSs, 312 dryhl.70 se/I, 86 karius, 72
me/den.38S dryhren. 71, 197 aha//, 199 laakas, 204
messi!n, 312r313 eam, 148 swear.331 fflUkl,204-
nehmen, 55 It(m. ingl.), 39 ,ake (Io-Ia). 54 muida, 385
DIJei",. 148 feah.39 limber. 1904, 700 meldViJ. mMi, 38.5
R~hl. 244, 316 fftJ/aga. 39 free, 70 nqJle (a. tiLl. 153
scheiffen. 94 gie/d,48 rrve..68 tftpllotis. (a. tit.), 1.53
Schutz. 12S IIae', 349 true, 61 parias, 24
Schuld, 119 hloef-di,e. 2.55 trust, 68 pal.6O
schu/dig, 124 h/iJ,ford. 255 whok,349 palS, .59
Schwein, 24 hós. 53
444
pekws,33 gostl. 61 vlsT. 201 priJo'f!/'. 211
pelntu. 87. 229 itrll. 61 lIojevodlz. 100 sum, 60
pi/u, 23' j<t",. 163 lIiínllkil. 1'4 ~rdCf!. 117
p;rm-dr/lJ. 23 k/tll ("J. 337 lIyknpti. l63 srrdil', 117
pi,ill, 331. 333 kIlpm. 17 dJliiWl. 1" SIHII,213
¡xQijr/. 331 IIIoU. 171 s~t'. 213
nnlnu. 1«i3 ltgilkU, 33 2. 681avo occidtntaJ stljIll6j. 346
skI_,m I1vnji.33 sIIqj,213
sunlU,U'
SWlÍlfI,213
lixv4l. 122
/jIId/j<. 209
modlll (checo),
modio (POlaco). 3SS
J" S'lojtllc. 213
VfJllk. 154
sv4;n~ 213 /jIIdU.209 modlit sk (polaco). 389
~UIS. 316 10vll. 110
t/1l1td. 234 lovin. 110 J. RlISo LENGUAS
Il~. 163 mil';, 139 NO INDOEUROPEAS
lltiiris. 163 m'I!tUI.107 brrlk. 137
V<dil. 157 moli,; (,Jf). 3&5 brr1t·sja. 157 l. Chino
vdiis, 17 moíjv,313. él/toj. 2J.4
vii-pots. ". 193.201 nodYor (serbio). 203 di!Jo. 94 ma;-ma;, 82
nemic:,; 234 dril' druga. 71
ne1ÜJ; 153 iri na rotu fa. ruso), J07 2. Etrusco
ESLAVO
.,n,¡1, 184 lljas/, 337
l. EsltIlIO meridionDl
o/'rd, 138 lijas' ·s}<l. 337 ursa" 356
oIiídt1{,~ lS8 knnl/ti (a. ruso), 82 ai$(u)nll, rima, 356
(salvo in<tic:aci60: anticuo eslavo) p/<m<,233 tl/pit', 87 S2rY;'. srtlle'-, 231
pfjnYnikU. 228-229 no dvdrl, 203
bQjll. -fllf, 319 pfjniti. 229 pltm}<l.233 3. Fino-ugrio
boliji, 319-320 p/inU.229 plmnyj. 229
bldIr. 74, 77 prrlIf, 24 polón.229 fKNStlS (flnéli). ~
blditl, 74 ¡Nisqtl'i(-nrJIfJ. 307 poroslnot. 24 pon (zynano). 24
borU.33 prijajo, 211 prijajl/. 211 pum (monlovés), 24
bol}'nji. 33 prositi. 33.
brrllrl/. brrllU. 140 salfTI. 141
c6jp,349 Slove"inü (serbio), 231
c6ií, 349 srebo. 12'
l:ud•• 278 sriídl«. 117
"éufi, 271 srüditi, 117

_U.
arlJ, 46

dobrll. 33
164
.,,,,}I. 170. 172
südraYü. 70
s..kry(-UJ. 163-164
dob",njl. 33 SVflÜ. 346. 348
domU. 194 slJin. 24-
drtYO. 69 synü. 1.55
drugll, 71 ¡,lIidU. 234
dnlWl,69 l¡¡idl~ 234
d",iilllG, 71 11,/1. 147
d'ilrl, 203 IIki. 163
thorlI. 204 vodV. 137
,0IP"d1,63 vio,.". 398
446
ÍNDICE DE PASAJES CITADOS

GRIEGO Ores...
1681: 365
APOLONIO DE RODAS
HBROOOTO
IV. 14.54: 368 1, 61: 47
ARQuh..oco 92: 171
J. 265 Dieb1: 331 153: 331
ARISTóTELES 17Z: 171
Po/(tica 173: l3S
l. 3,2: 11. 1: 178
157 18:
l. 1259: 255 398
37: 398
ESQUINES 64: 391
Oesi/onte 65: 398
63: 366 79: 178
ESQUILO 136: 178
Ar· 180: 47
302 liS.: 257 111. 31: 178
369: 261 39: 63
Ewn. 97: 46
$4: 153: 320
368
Prom. IV. 80: 152

_.211: 127: 178


261
592: 147: lS3
261
911: 154: 339
261
117: 365
753: 306 V, 66: 189
Supl. VI. 56 ss.: 266
943: 261 62: 339
86: 339
BURiplDES
89: 48
/6n VII, 54, 364
1579 ss.: 189 148: 365
+19
192: 365 355: 2M 448: r17 304: 101
292 450 ss.: 310 499: 335 307: 276
197: 508: 11.114:
200 502 ss.: 316 260 214
200: 553: 109 175: 214
504: 260
HESIQOO
509: 283 666: 69 192: 275. 283
Teog.
2, 46: 178 718: 314 207: 275
185: 285 2!l!1 827 ss.: 359 215: 285
72 ss.:
231 ss.: 337
79: 314 862: 285 249: 284
297: 285 261 6, 120-236: 65 257: 145
138:
322: 285 389 125: 30 319: 283
171 :
400: 336 269 192 ss.: 136 753: 281
197:
480: 289 73 193: 269 12. 214: 283
204 ss.:
784 ss.: 339 315 231: 178 225: 277
340:
830: 322 264 302 ss. 380 310: 269
341 :
864: ID 206 287: 283 310 ss.: 266
362 ss.:
876: 282 314 446: 109 311 : 266
384:
1013: 285 380 458: 284 371 : 145
410 ss.:
Trab. 260 7,202: 314 407: 276
419:
147: 285 214 278: liS 437: 274
515:
194: 338
661 ss.: 152 478: 314 U, 18: 30
201: 282 214 481: 270 48: 281
721 :
219: 337 322 8, 17: 214 145: 285
3, 4:
282: 338 329 41 : 285 348: 277
163:
356: 46 145 66: 355 358: 214
228:
662: 322 271 140: 282 481 ss.: 282
275 ss.:
763 ss.: 320 314 140 ss.: 274 676: 277
276:
804: 137 337 192: 389 711 : 389
279:
Escudo: 373: 276 216: 274 743: 283
98: 285 314 237: 274 14, 73: 277
4, 21 :
101 : 285
95: 276 9, 27: 281 118: 175
390: 368 380 39: 381 261 : 359
101 :
364 63 ss.: 206 271 : 336
HOME&O 159:
281 97: 300 300: 314
lllildD 245:
316 264: 381 100 ss.: 260 365: 276
1, 15:
155 s.:
361 ID 47 15, 36 ss.: 336
20 d.: 282:
21: 359 303 ss.: 389 254: 283 39: 354
260 267 303: 276 189: 269
41: 323:
238 277 334: 265 216: 283
79: 415:
381 314 422: 267 327: 278
91': 418:
277 485 ss.: 289 488 ss.: 274
99: 83 S, 3:
274 500: 368 490: 282
111 ss.: 265 33:
109. Xl1. 269 64: 322 500 ss.: 316 545 ss.: 145
159:
125: 178 525: 387 593 ss.: 275
17( ss.: 269
\75: 283 553: 316 595 s.: 277
239: 337
274 225: 274 lO, 69: 277 644: 275
279:
275 207: 320 16, 54: 30
28fT. 214 260:
283 285: 382 213: 46 54 ss.: 283
288:
284 252: 30 84 ss.: 276
317: 389 386:

450 451
loo, 2S4 57, 175
ji71 ss.: 319 353,
127, 164 160, 109 213
"
1(k 386 %1, 184:
233, 2SJ 2/TI, 276 161
176
106-115, 300 116,
241, 174 217: 181
387, 176
200, 359 231 5.:
199 393, 181
112, 19 2S3,
394; 185 23, 47, 389 177·271
4(TI, 355 400 ss.: 174 266 ss.: 47 4110 357
2(j7 ss.: 319 14, 81'
408, 103 550, 19 3SS
517, 184 608 5.: 386 310' 261 334, 175
349, 370
513, 184 710, 186 Himnos homlricos
514, 183 890, 30 616' 261 Q Afrodita
la, 175, 355 112,
658, 354 14, 1, 314 363
516, 377
717: 151 60, 189 a Apolo
11, 110: 314
796 ss.: 300 109 ss.: 175 137,
17451.: 166 359
17, 41, 181 111, 284
111, 110 a Demlter
177' 181 187, 364, 377-378 111,
188, 18 359
205' 183 752, 87
350 ss.: 47 159, 336
286 ss.: 176
Escollos rk /Q IlitH:kI
321, 276
353, 183 a Hermes
0<1,11,86, 69 373, 311 111,
453, 175 166
485, 113 121 s.: 166
464, 354 OdiMo
12, 136' 178 1»' 357
543, 184 1, l' 254
S, 137, 314 172 ss.: 270
561 ss.: 183 108
613, 283 70, 283 363' 165 173, 358
254 13, 144, 311 274, 338
11, 1$7 ss.: 281 394,
]72, ]S5 383, m
165, 276 2, 38, 315
234, 314 75, 31 14, S3 D.: 300 427, 262
438, 177 469 s.: ]58
293' 275, 176 101, 161
154, 178 35, 453 85 470, 170
457, 389
365 16, 165, 283 519, 163
497-501' 301 3, 43 ss.:
m 423, 347 559, 162
174, 38 57,
354 271, 355 17, 2$0: 85 561, 162
504' ]1, 106,
593' 85 365 73
333' 1. G.
151, 164
1'~ 1St s.: 340 334, 365
111, 1072:
166 323, 189 190
lO, 121, 383 4, 65 5.:
351 ... ' 108 11 ' , 1629: 157
178 ss.. 165 275, 278
184 415, 365
180 s.: 169 335, ISOCRATES
161 19, 110 ss., 154
256, 281 5, 169:
391, 178 410, 103 161, 378 VII, 66: 357
176 445 ss.: 389 410: 177
501
]90 69 547: 161 LEY DE GORTYNA.
21, 65, 6. 167:
79, 84 108, 41 564, 261 VI: 366
315: 183 273 s.: 310 20. 100 ss.: 310 VIII: lS8
445, 105 7, 10 s.: 266 115: 266-161
543, 176 368 194, 153 LISIAS
107'
311 111, 311 169, 38,
573 s.: 181 173: 30
276 1, 390: 154, 161 383: 85
596'
12, 18: 276 411: 355 21, 258 s.: 360 PAUSAN lAS
280, 182 IX. 40. 11: 156
451
4S3
plNDARO VII, 41: 124 Div. lll: 7l
111m. X. 21: 103 1, 46: 392 hr Ar1DnOM tIP. Fest.
l. 2: 92 XIV, 12: 49 MIIT. 394, 37: 404
VI. 9: 361 14: 49 12: 404 Asm.
XIX. 8: 49 Nat._. 377: 62
PLATON
12-26: 124-1:1:1 n.4,10: 400 AMI.
R~p.
XX, 9: Ill' 38.72: 399 4791i.: Il8
411 b: 369

-
22: 49 607 5.: 310
DKlI!8TO
PLUTAICO J... 1, 8, 8-9: 311
SoI611 XVIII, 3: l3 l'Ilrnl
23: 189 12: l3 133: 392
39, 21: 373
SOPo<:LEs Rom. lOO, 13: 386 Orpt.
O.R. VI, 23: 109 247, 19: 329 20: 37
21: 217 xm. 6: 49 p. 26l M.: 400 219: 309
86: 320 ICor. p. 273 M.: 400 897: II
7htq. IX, 24: 110 p. 309 M.: 387
898 s.: 366
766: 69 XIII, 7: 77 9lI2: 37
lICor. OAYO !/lI8: 37
ruCiOlDBS XII. 11: 177 Imt. 1013: 37
1, 13: 266 Ga1. 4,28: 373 Cal/.
11, ll: 23l 11. 3: 177 117 •.: 404
HORACO
97: 63 14: 177 01"'.
IV. 111: 178 Sot.
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327 439: 393
322:
OÓTICO y ORIEOO N.A. 991: 388
307 923: 76
Motoo 11, 24: 330 100l: 309
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V.42: 136 IV, 4,2: MiJa
MASURIO SABINO
VI, 1: 109 CATON
IlB: 309
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Marcos Agr. 699:
IV. 9: 400 1137: 309
XII. 14: 49 132: 394
XlV, 11: 38 141: 22,330 NIOIOIO pjOULO Pan.
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32-34: 110 /kúb. Ampll. 1139: 403
34-3l: 126 24. ll: 400 322: 40l 1331 ".: YJ7
454 455
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829: 374 '2: 39' lOS. 6: 115
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1162:
104
366
366
VII, ,:
VIII, 10, 11:
IX, 29, 10:
30S
379
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119, ,,:
114, 2: 30'
U9
114 AVESTA.
a) A "tIbtiro

11, 12,
XXI, l. 4: 301 111, 62, 14: 34 Vd.
PUNIO SI. lOYEN
Pon. Trq}. XXIJI, 3'. 13: 234 V, 61, ,: 33 8. 107: 119
64: XXVI, 41, 18: 394 VI, 26, 60 m 14. U: U9
XXVII. 23: 387 VII, 32, 14: m Y.
SIlIlVlO 13,2: 400 VIII. 2,42: U9 44. 18: 107
fld. Am. XXIX, 27: 3%7 3: 378 46. 2: 34
m,339:
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XXX, 32, 9:
XXXI, 1:
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48, 7:
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X, 18, 8: 139 13, 90: 379


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22: 30 60: 37
24: 16 6': 37
26: 126 70: 37
43: 72 VIII. 77: 333
Ka'.
1,37: 301 R. R.
111, 56: 393 1,24, 3: 62
11. 1: n-23
11lIUlNCIO III, 17: l51
Ad. VI.OIUO
482: 332
Afldr.
a.m.
1,60: 76
941: 400
E"".
197: 76
UMBRO
Hrrnd.
138: 388 TABLAS IOUBINAS
Phorm.
836: 369 23·24
34 ss.
TfIt).LlVlO 234
l. 24,7: 340
31: 396 SÁNSCRITO
32, 1H2: 324
44: 376 RIO VEDA
11, 1, 9: 30S 83, 4: 33
'8, ,: 177 1, 43, 6: 1'9
4S6 457
ÍNDICE

PRÓLOGO........................................................... 7

ABREVIATURAS , . .. . .. 11

PRIMERA PARTE

LIBRO 1. LA ECONOMíA

SECCiÓN I. Ganado y riqueza , , . . .. . . .. . . . 15


Capítulo 1. Macho y reproductor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Capítulo 2. Una oposición léxica a revisar: süs y porcus . . . . . . . . . . . . . . . 20
Capítulo 3. Pr6baton y la economía homérica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Capítulo 4. El ganado y el dinero: pecu y pecünia . . . . . . . . .. . . .. . . . . . . 33

SECCiÓN 11. Dar y tomar. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . .. . . . . . 43


Capítulo 5. Don y cambio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
Capítulo 6. Dar, tomar y recibir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54
Capítulo 7. La hospitalidad 57
Capítulo 8. La fidelidad personal. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

SECCiÓN III. La compra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79


Capítulo 9. Dos formas de comprar. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Capítulo 10. Compra y rescate. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Capítulo 11. Un oficio sin nombre: el comercio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

SECCiÓN IV. Las obligaciones económicas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

Capítulo 12. La cuenta y la estimación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99


Capítulo 13. El alquiler. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Capítulo 14. Precio y salario . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Capítulo 15. Crédito y creencia. . . .. . . . . . ... .. .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. 112
Capítulo 16. Pret, emprunt y deuda. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Capítulo 17. Gratuidad y gratitud . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

459
Latín.-Sacer: sanctus . 350
LIBRO 2. EL VOCABULARIO DEL PARENTESCO
Griego.-Hier6s . 353
Griego.-H6sios, hosíe . 356
Introducción 135 Griego.-Hágios . 359
Capítulo l. La importancia del concepto de paternidad . 138
Capitulo 2. Estatuto de la madre y filiación matrilineal . 143 Capítulo 2. La libación . 363
Capítulo 3. El principio de la exogamia y sus aplicaciones . 147 1. Sponsio . 363
Capítulo 4. La expresión indoeuropea del «matrimonio» . 157 n. Libatio . 367
Capítulo 5. El parentesco resultante del matrimonio . 161 Capítulo 3. El sacrificio . 371
Capítulo 6. Formación y sufijación de los términos de parentesco . 167 Capítulo 4. El voto . 377
Capítulo 7. Palabras derivadas de los términos de parentesco . 174 Capítulo 5. Plegaria y súplica . 384
Capítulo 6. El vocabulario latino de los signos y de los presagios . 391
LIBRO 3. Los ESTATUTOS SOCIALES Capítulo 7. Religión y superstición . 397
Capítulo 1. La tripartición de las funciones . 183 CUADRO DE LAS LENGUAS INDOEUROPEAS . 408
Capitulo 2. Los cuatro círculos de la pertenencia social . 192
Capítulo 3. El hombre libre . 208 NOTA BIBLIOGRÁFICA . 411
Capítulo 4. Phílos . 216
Capítulo 5. El esclavo, el extranjero . 228 ÍNUICE DE MATERIAS . 413
Capítulo 6. Ciudades y comunidades . 233
ÍNDICE DE PALABRAS ESTUDIADAS. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421
SEGUNDA PARTE
ÍNDICE DE PASAJES CITADOS . 449
liBRO 1. LA REALEZA Y SUS PRIVILEGIOS

Capítulo l. Rex . 243


Capítulo 2. X~:ay- y la realeza irania . 248
Capítulo 3. La realeza helénica . 252
Capítulo 4. La autoridad del rey . 259
Capítulo 5. El honor y los honores . 264
Capítulo 6. El poder mágico . 272
Capítulo 7. Krátos . 280
Capítulo 8. Realeza y nobleza . 288
Capítulo 9. El rey y su pueblo . 291

liBRO 2. EL DERECHO

Capítulo l. Thémis . 297


Capítulo 2. Dík¿ . 301
Capítulo 3. fus y el juramento en Roma . 304
Capitulo 4. * Med- y la noción de medida . 311
Capítulo 5. Fas . 317
Capítulo 6. El censor y la auctoritas . 323
Capítulo 7. El quaestor y la *prex ; . 328
Capítulo 8. El juramento en Grecia . 334

liBRO 3. LA RELIGiÓN

Capítl1lo l. Lo sagrado . 345


Avéstico.-Sp,Jnta: yaozdata . 346
461
460
"

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