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CLASES DE PROCEDIMIENTO CIVIL

Texto Creado por IUS FRATERNITIS de la Universidad Andrés Bello

A.N.I.F.U.
C.B.I.F.H.
D.V.I.F.G.
Z.F.I.F.Y
I.- ESTRUCTURA GENERAL DEL PROCESO CIVIL:

Desde los tiempos más primitivos, el hecho de vivir el hombre en comunidad, ha


originado el continuo surgimiento de conflictos de intereses entre los miembros de ese
grupo humano, habiéndose presentado tres formas para solucionar estas controversias:
la autotutela, la autocomposición y el proceso judicial.

1.-La autotutela: consiste en la solución directa por el acatado de las controversias en


las cuales se vea involucrado, recurriendo incluso al uso de la fuerza en caso de ser
necesaria para ello. Obviamente la aplicación de este sistema normalmente no conduce
a que la controversia se resuelva en favor de aquel individuo que tiene la razón, sino que
del que detenta la fuerza. En la actualidad en las sociedades civilizadas, salvo tratándose
de casos excepcionales como la legítima defensa, la autotutela se encuentra prohibida
por la ley e incluso sancionada penalmente.

2.- La autocomposición: a través de este sistema las controversias se solucionan en


forma pacífica por acuerdo alcanzado directamente entre las partes sobre él o los puntos
en conflicto, acuerdo que normalmente importa el otorgamiento de concesiones
recíprocas.
Este sistema de solución de controversias se encuentra actualmente regulado por la ley
respecto de determinadas materias, especialmente de orden civil y mercantil,
recibiendo el nombre de transacción, la que el Código Civil define en su artículo 2446
diciendo que "es un contrato en que las partes terminan extrajudicialmente un litigio
pendiente o precaven un litigio eventual" a lo que la doctrina agrega la frase
"haciéndose concesiones recíprocas".
3.- El proceso judicial: a medida que los pueblos fueron evolucionando, comprendieron
que los sistemas de solución de conflictos antes mencionados no eran normalmente los
más adecuados para la obtención de una solución equitativa, llegando a concebir la idea
de someter estas controversias al conocimiento de un tercero imparcial quien,
ajustándose a determinadas reglas que le señalen la forma de escuchar las pretensiones
de las partes, así como el modo de recibir las pruebas que éstas puedan aportar en
apoyo de los derechos que reclaman, pueda resolver en una sentencia quién tiene la
razón.
Es así como surgieron los Tribunales de Justicia y el Proceso Judicial, definiéndose este
último como un conjunto sucesivo de actos llevados a cabo ante un tribunal, con
el objeto de solucionar un conflicto entre partes.

El Derecho Procesal es precisamente el encargado de estudiar la organización y


atribuciones de los tribunales, así como las normas que regulan la forma como se
sustancian los procesos judiciales. Por ello diremos que es aquella rama del Derecho
que estudia la organización y atribuciones de los tribunales, así como las
normas que regulan la tramitación de los procesos que se sustancian ante
ellos.

Desde que surgió la concepción del proceso judicial, éste ha experimentado una larga
evolución, tanto en lo que se refiere a los tribunales, como a las normas o reglas
conforme a los cuales deben sustanciarse los procesos. Es así como hemos pasado
desde el procedimiento de las leyes acciones seguido ante el pretor romano, hasta llegar
a los procedimientos de la actualidad, substanciados ante jueces profesionales,
imparciales e independientes de otras autoridades públicas, los que se sustentan en
principios básicos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre,
recogidos por la Constitución Política de la República.
En lo tocante a nuestro país, podemos señalar que durante la colonia rigieron las leyes
españolas, conforme a las cuales la primera instancia de los juicios civiles correspondía a
los alcaldes o, en su defecto, a los corregidores; la segunda instancia se ventilaba ante
el Cabildo o la Real Audiencia, según la cuantía del asunto. Las causas criminales eran
conocidas en primera instancia por un oidor y en segunda por la Real Audiencia; por
último, las causas comerciales se substanciaban ante el tribunal del consulado.

A partir de la época de la Independencia comenzaron a introducirse cambios


fundamentalmente en lo relativo a los tribunales mismos; así, en 1811 se reemplazó la
Real Audiencia por la Corte de Apelaciones y en 1818 se creó la Corte Suprema.

La Constitución de 1823 de Juan Egaña y el Reglamento para la Administración de


Justicia de 1824 contienen los antecedentes de nuestro actual sistema judicial: se
mantuvo la Corte Suprema y la Corte de Apelaciones y se crearon los cargos de jueces
de departamento y jueces instructores. Posteriormente, durante el gobierno de Joaquín
Prieto se dictó una serie de leyes conocidas como "Leyes Marianas", en atención a que
fueron recatadas por Mariano Egaña; estas leyes entre otras materias se refieren a la
forma de redacción de las sentencias y forma de llegar a los acuerdos en tribunales
colegiados, nombramiento de jueces, inhabilidades, juicio ejecutivo y recurso de
nulidad.

Sólo el 15 de octubre de 1875, durante el gobierno de Federico Errázuriz Zañartu fue


promulgada la ley de Organización y Atribuciones de los Tribunales, la que con el correr
del tiempo sufrió numerosas modificaciones hasta que por D.S. de 15 de junio de 1943,
dictado en uso de las atribuciones que le confirió la ley 7.200, el Presidente Juan Antonio
Ríos fijó el texto refundido de las disposiciones procesales orgánicas, texto que pasó a
llamarse Código Orgánico de Tribunales, el que fue redactado por una comisión de
profesores de la Universidad de Chile. Este cuerpo legal igualmente ha sido objeto de
diferentes modificaciones, como por ejemplo la que suprimió los juzgados de menor
cuantía, la que transformó los juzgados de departamento en juzgado de comunas o
agrupación de comunas, etc.

En materia de Procedimiento, durante el siglo XIX siguieron rigiendo las leyes españolas,
con pequeñas modificaciones, hasta que en los años 1903 y 1907, entraron a regir los
Códigos de Procedimiento Civil y Procedimiento Penal, respectivamente. Estos códigos
también han sido objeto de diferentes modificaciones, siendo las más importantes las de
los años 1944 y 1989 del CPC y 1942 y 1989 del CPP.

1.- Concepto de proceso:


Desde el momento en que se produce la violación de un derecho, su titular recurre a la
protección del Estado, quien se la proporciona a través de los órganos en quienes
reside la función jurisdiccional. La manera de provocar esta protección es deduciendo
una demanda , que es el modo normal de ejercitar la acción , y se manifiesta
posteriormente en un acto del tribunal que recibe el nombre de sentencia.
Ahora bien, entre la interposición de la demanda y la dictación de la sentencia, se
desarrollan una serie de actos de carácter procesal, cuyo conjunto recibe el nombre de
proceso. Esta palabra proceso es de uso relativamente reciente, pues antes se usaba
el término juicio, sinónimo de la declaración del derecho; pero es preferible la primera,
esto es, proceso, ya que es mucho más amplia, esto es porque comprende tanto los
actos procesales de las partes como los del tribunal, cualquiera sea la naturaleza de
estos (contenciosos o voluntarios), y además porque involucra a la ejecución y a las
medidas precautorias, que no son precisamente instituciones tendientes a declarar
derechos, ya que persiguen el cumplimiento compulsivo o la cautela de ellos. Por tal
razón se dice que el término proceso es el género y por su parte juicio es la especie,
ya que este último supone, en forma general, controversia y declaración del derecho
correspondiente. Por su parte proceso implica la idea de tutela jurisdiccional del Estado
en favor de los particulares en cualquiera de sus variadas formas. En otras palabras
juicio es sinónimo de contienda o controversia actual que se produce entre dos o más
personas sobre un derecho y que se somete al fallo de un tribunal; y el instrumento
jurídico llamado a componer o solucionar el juicio es, precisamente, el proceso, el cual
se caracteriza por estar constituido por una serie de actos que se inician con la
interposición de la demanda y terminan con el pronunciamiento de la sentencia.
La palabra en estudio, esto es, proceso tiene además un doble significado, los cuales
son: en sentido científico, proceso equivale a conjunto de actuaciones judiciales,
destinadas a poner en movimiento la actividad jurisdiccional del Estado en favor de los
particulares, cuando ven lesionados sus derechos (como ya se ha señalado); y en
sentido material, en cambio, proceso es el conjunto de escritos, documentos y
actuaciones de toda especie que se presenten o verifiquen en el juicio, y en este
sentido sinónimos de proceso son entonces expediente y autos

2.- Origen del proceso:


Cuando se produce un conflicto, es decir, cuando un sujeto tiene una pretensión
resistida, es lógico que trate de solucionarlo él mismo. El derecho objetivo contempla
numerosas figurar jurídicas que permiten esta posibilidad; se trata de diversas formas
en que el pretendiente, por sí mismo o mediante un acuerdo con el pretendido, puede
dar solución pacífica al conflicto.
Podría parecer que estas formas de solucionar el conflicto son las más adecuadas, ya
que con ello se evita el peligro que significa para la vida social el que haya
pretensiones insatisfechas, sobre todo si se tienen en cuenta que ha sido el propio
pretendiente el que ha buscado el modo peculiar de satisfacción.
Pero en realidad no siempre es la situación más feliz; en efecto no se puede estimar
más idónea una fórmula que en muchas ocasiones entrañaría una injusticia; si el
pretendiente tiene el derecho que cree tener no es justo que tenga que ceder, aunque
sea en parte, en su pretensión para solucionar con ello un conflicto. Por otra parte, la
propia naturaleza del hombre y de las cosas no se puede esperar esta solución como
regla general.
Cuando no se ha logrado solucionar el conflicto por ninguno de los medios que hemos
denominado pacíficos, el pretendiente podría, y esto fue así históricamente, usar de la
fuerza para satisfacer su pretensión y tratar de obtener por la violencia lo que estima
que otra persona le debe.
Sin embargo, una sociedad en la que los hombres hicieran valer por sí los derechos que
creen tener sobre determinados bienes de la vida, sería un completo caos. No es difícil
imaginar cuán contraria al bien común y a la paz social, sería una situación semejante.
no habría justicia, pues ninguna norma permanente y de valoración universal vendría a
establecer quien tiene la razón; no habría quien, ajeno al conflicto, declarara aplicable
esa norma: sería la ley del más fuerte y, por ello, no habría paz.
Es pues, en virtud de estas consideraciones que el Estado ha privado a los particulares
de la posibilidad de ejercer la fuerza por sí; por la paz y la convivencia de todos los
hombres, les prohíbe tomar armas contra sus semejantes; por la justicia, impide, a
quien sólo cree tener un derecho, arrogárselo como suyo, sin que exista previamente
la certeza objetiva de que le pertenece.
Pero junto a esta privación, el Estado debe crear normas que sean aquella medida de
valoración a la cual se ajusten los particulares, la sociedad y los gobernantes en todas
sus actividades. Ha de concretizar en leyes positivas aquello que está latente en la
conciencia de los hombres, de tal manera que cada miembro de la comunidad social
sepa a qué atenerse, sepa ver lo que es justo y conozca objetivamente de sus
derechos, y de tal forma que la autoridad, al asumir la calidad de tercero que dirimirá
el conflicto, posea un medio concreto, eficaz y verdadero para resolverlo conforme a
justicia.
Lo reclama el bien común de la sociedad toda. Y puesto que el Estado tiene como
misión primordial el guiar a la sociedad al bien común, es a él a quien corresponde la
obligación de hacer la ley, de determinar la jerarquía de los derechos y su regulación, y
de mantenerlos en su efectiva vigencia.
Al prohibir el Estado la satisfacción privada y violenta de las pretensiones, para hacer
triunfar, en lo posible, dentro de la falibilidad humana, al verdadero derecho, tuvo que
asumir él mismo la responsabilidad de examinar las pretensiones y satisfacer las
fundadas. Y no podría ser de otro modo, pues no le es lícito que con el fin de evitar la
anarquía social, deje en la indefensión a un pretendiente insatisfecho.
Ahora bien, al aceptar esta responsabilidad, el Estado debe reconocer a las personas el
medio de poder recurrir a su función jurisdiccional, con el fin de que ésta acoja las
pretensiones, y en definitiva satisfaga las fundadas en el derecho objetivo.
Este medio, para poder recurrir, reclamar y obtener la satisfacción de la pretensión, es
el proceso, que debe ser llevado a cabo ante un tercero imparcial creado por ley,
llamado juez.

3.- Principios formativos del proceso:

3.1.- Principio de escrituración: Este principio establece todas las actuaciones sean
emanadas de las partes (demanda, contestación) o del tribunal (resoluciones,
sentencias) deben constar por escrito, si bien es cierto que durante la tramitación del
proceso se efectúan audiencias en la que las partes exponen sus pretensiones en
forma verbal, de estas igualmente se levanta una acta en la cual se deja constancia de
lo sucedido en dicha audiencia.
3.2.- Principio de bilateralidad de la audiencia: Este principio consagra el derecho
que tienen los particulares al presentar sus pretensiones ante el tribunal de ser
escuchados u oídos por éste, lo que significa en la practica que el juez está obligado a
otorgar audiencia a las personas cuando ellas se lo soliciten sin poder negarse a este
requerimiento, salvo ciertas excepciones; todo ello debido a que es este tercero ( juez)
quien debe resolver los negocios sometidos a su conocimiento y para ello debe
ponderar las pruebas presentadas por las partes, como asi mismo por sus
declaraciones. Sin perjuicio de lo señalado, el tribunal para efectos de otorgar un mejor
servicio podrá establecer días y horas para efectuar las audiencias solicitadas por las
partes.

3.3.- Principio de publicidad: La ley procesal civil chilena dispone que los actos de
los tribunales son públicos, salvo las excepciones legales. Este principio en la practica
se manifiesta en que el secretario de juzgado debe dar conocimiento a cualquier
persona que lo solicite de los procesos que tenga archivado en su oficina, y de todos
los actos emanados del juzgado, salvo los casos en que el procedimiento deba ser
secreto en virtud de una disposición expresa de la ley. La publicidad es la mejor
garantía de una buena y correcta administración de justicia.
3.4.- Principio de ritualidad: este principio dispone que todas las actuaciones
efectuadas dentro del proceso deben llevarse a cabo con las formalidades establecidas
en la ley procesal, estas formalidades deben ser respetadas tanto por las partes que
intervienen en él, como también por el tribunal que resuelve, ejemplo de ello lo
encontramos en el artículo 254 CPC que dispone el contenido de la demanda, y 170
que establece el contenido de las sentencias definitivas, otro ejemplo que veremos
más adelante es como se desarrolla la prueba testimonia, la confesional.
3.5.- Principio de Prorroga de competencia: implica que las partes tiene la
facultad de otorgar competencia a un tribunal para conocer de un determinado asunto
judicial, en circunstancias de que naturalmente no la tiene, para hacer uso de esta
facultad debe existir un convenio entre las partes, que se trate de un asunto
contencioso civil y que el tribunal al cual se pretende prorrogarle la competencia la
carezca en cuanto al factor territorio.
3.6.- Principio de doble instancia: este principio implica que la justicia siempre
debe administrarse a través de diversos tribunales, entre los cuales debe también
existir una verdadera gradación o jerarquía; en otras palabras lo que se persigue con
este principio es que los juicios, en lo posible sean fallados, a lo menos, por dos
tribunales con igualdad de atribuciones o poderes. En materia civil la procedencia de
esta doble instancia está condicionada a la importancia pecuniaria del negocio, o sea, a
su cuantía; si es de mínima cuantía generalmente es conocido en única instancia, y si
es de menor o de mayor cuantía, en primera instancia, es decir, a través de dos grados
jurisdiccionales.
3.7.- Principio de pasividad: este principio consagra que los tribunales no podrán
ejercer su ministerio, sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley lo faculte
para proceder de oficio. Proceder de oficio significa proceder por propia iniciativa, sin
necesidad de requerimiento previo alguno, ni de persona; por su parte proceder a
petición de parte, es equivalente a actuar previo requerimiento o solicitud de parte
interesada, esta es la regla general en materia civil.

3.8.- Principio de legalidad: implica que los jueces deben, tanto en la tramitación de
los procesos, como en la dictación de los fallos proceder con estricta sujeción a la ley.
3.9.- Principio de economía procesal: significa que los tribunales tienen la facultad
de decretar las medidas que estimen pertinentes, tendientes a obtener una más pronta
y mejora administración de justicia. Esta facultad la ejercen por medio de
“autoacordados (recurso de protección), circulares (criterios a que deben ajustarse los
jueces en la detención y demás medidas de seguridad que decreten en los procesos
por delitos de incendio ocurrido en establecimiento de comercio) e instrucciones
(acerca de los documentos que digan relación con los autos elevados en grado de
apelación)”.

4.- El Proceso civil:


Como ya sabemos el proceso se caracteriza por estar constituido por una serie de
actos que se inician con la interposición de la demanda y terminan con el
pronunciamiento de la sentencia.
Ahora bien, estos actos se desarrollan en forma sucesiva, combinada y lógica, cuyo
conjunto constituye lo que se llama procedimiento judicial, y que podemos definir como
la forma racional y metódica en que han de actuar los tribunales para administrar
justicia, y los particulares para solicitarla y obtenerla.

Clasificación de los procedimientos judiciales:


Doctrinariamente los procedimientos judiciales admiten diversas clasificaciones, según
sean los puntos de vista que se adopten para formularlas, así:
a) Según la naturaleza del derecho controvertido:
- Procedimiento civil: es aquel en que el derecho
controvertido es de naturaleza civil, y se caracteriza
fundamentalmente porque en él predomina la iniciativa de
parte.
- Procedimiento Penal: es aquel en que el derecho
controvertido es de naturaleza penal, y se caracteriza
fundamentalmente porque en él sobresalen las actuaciones de
oficio.
b) Según su objeto o finalidad:
- Procedimiento de conocimiento: o declarativos, que
tienden a obtener la condena del demandado, la mera
declaración de un derecho, o un efecto constitutivo mediante
la dictación de la sentencia respectiva.

- Procedimiento de ejecución: que persiguen el


cumplimiento forzado de una obligación, que consta en una
sentencia previa dictada dentro de un procedimiento de
cognición, o en otro título al cual la ley también le atribuye
mérito ejecutivo.
- Procedimiento de conservación: o precautorios, que
tienden a asegurar el resultado de una acción ejercitada en un
procedimiento de conocimiento o ejecutivo anterior o
coetáneo.
c) Según su forma o tramitación:
- Procedimientos ordinarios: son aquellos que, en su
tramitación, se ajustan a las normas generales del proceso.
- Procedimientos especiales: son aquellos que, en su
tramitación, se ajustan a las normas especiales del proceso.
- Procedimientos sumarios: son aquellos cuya tramitación
está fundada exclusivamente en razones de rapidez o
celeridad.
d) Según su contenido:
- Procedimientos singulares: son aquellos en que tienen
interés una o más personas determinadas sobre derechos
también determinados.
- Procedimientos universales: son aquellos en que la
materia sobre la cual versan es una universalidad, como el
patrimonio de una persona viva, o la herencia de un difunto.

e) Según la cuantía:
- Procedimiento de mayor cuantía: son aquellos en que la
monto de la cosa litigiosa excede de 500 unidades tributarias
mensuales, o ella no es susceptible de determinada
apreciación pecuniaria.
- Procedimiento de menor cuantía: son aquellos en que el
monto de la cosa litigiosa excede de 10 UTM y no pasan de
500.
- Procedimiento de mínima cuantía: son aquellos en que el
monto de la cosa litigiosa no excede de 10 UTM.
f) Según su ritualidad:
- Procedimientos verbales: Son aquellos en cuya tramitación
predominan las actuaciones de palabra o de viva voz.
- Procedimientos escritos: son aquellos en cuya tramitación
predominan las actuaciones literales o por escrito.
g) Según la ley procesal chilena:
- Procedimiento contencioso:
- Procedimiento no contencioso:
- Procedimiento ordinario: es aquel que se somete a la
tramitación común ordenada por la ley.
- Procedimiento extraordinario: aquel que se rige por
disposiciones especiales que para determinados casos la ley
establece .

5.- Estructura general del Código de Procedimiento Civil:


El CPC Chileno fue elaborado, en cuanto a su forma, de acuerdo con el criterio clásico,
o sea, consta de cuatro libros, los cuales se dividen en títulos estos, a su vez, se
subdividen en párrafos y, por último, éstos comprenden diversos artículos.
En el libro primero que trata sobre las disposiciones comunes a todo procedimiento, es
decir, sus preceptos se aplicarán a cualquiera clase de negocio judicial, sea
contencioso, voluntario, ordinario o especial. Su importancia es pues manifiesta.
En el libro segundo versa sobre el juicio ordinario, esto es, contiene el llamado
procedimiento tipo, que nos proporciona también las bases de todo proceso o juicio en
sus diferentes fases de discusión, de prueba y de fallo. Se aplican las disposiciones de
este libro cada vez que no exista una disposición especial en contrario.
El libro tercero contiene la reglamentación de los juicios o procedimientos especiales,
entre los que sobresalen el juicio ejecutivo y el juicio sumario.
El libro cuarto está destinado a la tramitación que debe observarse en los negocios
judiciales no contenciosos o voluntarios.

II.- ETAPAS DE UN JUICIO Y SUS PLAZOS:


Se aprecian en el juicio ordinario en su tramitación las siguientes fases o períodos: De
discusión, de prueba y de sentencia, que veremos a continuación:

1.- Período de discusión:


Este está constituido por la presentación de cuatro escritos fundamentales, a saber: La
demanda, la contestación, la réplica y la duplica.

a) Demanda:
El CPC señala que todo juicio comenzará por demanda del actor, si bien no define que
es la demanda, es evidente que reserva este término para designar al actor inicial de
la relación procesal, o sea, la primera presentación que hace el actor y que resume sus
pretensiones. Doctrinariamente se la define como aquel acto procesal del actor
mediante el cual ejercita una acción tendiente a la declaración, es sentido amplio, por
parte del tribunal, de un derecho que le ha sido desconocido o menoscabado. La
demanda, es, entonces, la forma o manera de ejercitar la acción en juicio, y ésta, la de
reclamar judicialmente un derecho controvertido.
Forma y contenido de la demanda:
Desde el momento en que la demanda, como acto inicial del juicio es un verdadero
escrito, debe ajustarse a determinadas formalidades en su otorgamiento y
presentación, para que así produzca los efectos legales deseados por el actor. Las
formalidades son dobles, a saber, las generales de todo escrito y las especiales propias
del escrito de demanda.
Las formalidades generales de todo escrito y aplicables, por consiguiente, al escrito
de demanda son en síntesis:
- La demanda, deberá presentarse en papel proceso.
- Por conducto del secretario respectivo.
- Y encabezada con una suma que indique su contenido.
- Y acompañada, en papel simple, de tantas copias cuantas
sean las partes a quienes haya de ser notificada.
- Finalmente, atendido que la demanda es la primera
presentación que hace el actor, deberá contener la
constitución de un procurador o mandatario judicial
habilitado y la designación de abogado patrocinante,
también habilitado.

Formalidades especiales del escrito de demanda, estas están establecida en


el artículo 254 del CPC que prescribe que debe contener lo siguiente:
- La designación del tribunal ante el cual se entabla:
este requisito se cumple a continuación de la suma,
expresándose solamente la jerarquía del tribunal, mediante
abreviaturas, ejemplo S.J.L. tratándose de jueces letrados,
I.C. de A. tratándose de una Corte de Apelación y Excma
Corte, tratándose de la Corte Suprema.
- El nombre, domicilio y profesión u oficio del
demandante y de las personas que lo representen, y
la naturaleza de la representación: debe, en
consecuencia, individualizarse en forma precisa al actor, y
si comparece por medio de representante, en igual forma a
éste último, expresándose, además, en este caso, la
naturaleza de la representación, en otras palabras, si es
legal o convencional. La individualización del actor y de su
representante se entiende cumplida mediante la indicación
de tres elementos a saber que son el nombre, domicilio y
profesión u oficio. Por nombre se entiende tanto el propio
individual o de pila, como el de familia o apellidos paterno
y materno. El domicilio que es la residencia, acompañada,
real o presuntivamente, del ánimo de permanecer en ella.
Y la profesión u oficio que es la actividad preferente del
actor. Esta exigencia lega de la perfecta individualización
del actor y su representante, en el escrito de la demanda,
permite que el demandado sepa, a ciencia cierta, con
quien ha de litigar, y las excepciones o defensas que puede
oponerles.
- Nombre, domicilio y profesión u oficio del
demandado: La individualización del demandado es
indispensable, al igual que la del actor, para saber contra
quien se dirige la demanda y a quien debe notificarse, para
determinar su capacidad y la competencia del tribunal en
razón del territorio, y en fin para apreciar los efectos de la
cosa juzgada.
- La exposición clara de los hechos y fundamentos de
derecho en que se apoya: Este requisito dice relación
con la substancia o médula del juicio mismo. Las
pretensiones del actor se basan en determinados hechos, a
los cuales le aplica determinados preceptos legales; de
manera que su exposición, fuera de la claridad necesaria,
debe contener los hechos en que se apoya la demanda,
como igualmente sus respectivos fundamentos de derecho.
La exposición clara de los hechos en que se apoya la demanda permite calificar de
antemano, y con facilidad, la acción deducida y, por consiguiente, determinar la
competencia del tribunal; sirve también para saber, con posterioridad, que hechos han
sido reconocidos y cuales, en cambio, ha sido controvertidos, lo que influirá,
decididamente, en la recepción de la causa a prueba; y por, último, facilita también al
tribunal el establecimiento de los hechos en la sentencia definitiva, mediante la
ponderación o examen de las pruebas pertinentes que se hayan rendido.
La exposición clara de los fundamentos de derecho en que se apoya la demanda, en
cambio, tiene por objeto facilitar la calificación jurídica de la relación de derecho
substancial o material controvertida. Esta exigencia legal se cumple expresando
únicamente el actor las razones de orden jurídico que, a su juicio, justifican la
declaración del derecho substancial reclamado.
- La enunciación precisa y clara, consignada en la
conclusión de las peticiones que se sometan al fallo
del tribunal: Es la parte petitoria de la demanda. Debe
expresarse con suficiente claridad y precisión, y dentro del
escrito de demanda tiene una ubicación determinada, esto
es, en la parte final del mismo. Estas peticiones del actor,
unidad a las que plantea el demandado en su escrito de
contestación, constituyen la cuestión controvertida del
pleito y, en consecuencia, determinan su propia
competencia. La sentencia definitiva, pues, deberá
pronunciarse sobre las peticiones de las partes, y
únicamente sobre ellas, a menos que se trate de un caso
en que el tribunal pueda actuar de oficio, so pena de que
en la dictación de la sentencia se incurra en vicios de
forma que autoricen anularla por medio de los recursos
procesales correspondientes. En el orden de importancia,
esta exigencia legal reviste el máximo de interés, puesto
que el actor, al formular sus peticiones al tribunal, concreta
perentoriamente sus pretensiones ante este último y frente
al demandado.
Resolución que recae en el escrito de demanda:
Una vez presentada la demanda por el actor al tribunal que estima competente en
razón de las reglas de competencia absoluta y relativa, éste la examina desde un
punto de vista formal, o sea, a la luz de las exigencias contenidas en el artículo 254 del
CPC. En caso que el tribunal observe que en el escrito de demanda falta alguno de los
tres primeros requisitos establecido en el artículo ya citado puede de oficio no darle
curso a la demanda. Por el contrario, si el juez no hace este examen, o bien resulta
éste satisfactorio, admitirá la demanda a tramitación y conferirá traslado de ella al
demandado para que la conteste (artículo 257 del CPC). Ejemplo de la dicha resolución
es “téngase por interpuesta demanda….. traslado…..” Se trata, en consecuencia, de
un decreto, providencia o proveído, ya que es una resolución destinada solamente a
dar curso progresivo a los autos.
En otras palabras admitir a tramitación una demanda, implica constatar su corrección
formal en sus requisitos mínimos; y conferir traslado de ella, es fijar un plazo al
demandado para que la conteste, bajo apercibimiento de proseguir en su rebeldía.

El emplazamiento del demandado:


Cualquiera sea el procedimiento a seguir, la demanda y la resolución que la admite a
tramitación, deben ser legalmente notificadas al demandado, quien tiene un plazo para
comparecer a defenderse.
La notificación de la demanda hecha en forma legal al demandado y el transcurso del
plazo que éste tiene para contestarla, reciben el nombre técnico de emplazamiento. En
consecuencia, el emplazamiento consta de dos elementos:
- Notificación del demandado hecha en forma legal,
- Transcurso del plazo que la ley fija al demandado para que
comparezca de defenderse.
Esto nos lleva, naturalmente, a analizar en que forma se produce el emplazamiento del
demandado dentro del juicio ordinario: la notificación de la demanda al demandado,
por ser la primera notificación que se practica dentro del juicio, deberá hacérsele
personalmente. Al actor en cambio, se le notifica por el estado diario (artículo 40 del
CPC).
El plazo que tiene el demandado para comparecer a defenderse varía según sea el
lugar en que haya sido notificado, así:
- es de 15 días, si el demandado es notificado en el lugar
donde funciona el tribunal (artículo 258 inciso 1 del CPC).
- Se aumentará este término con tres días más, o sea, de 18
días, si el demandado se encuentra en el mismo territorio
jurisdiccional, pero fuera de los límites de la comuna que
sirva de asiento al tribunal (artículo 258 inciso 2 del CPC).
- Es de 18 días, y más el aumento que corresponda al lugar
en que se encuentra el demandado, si éste es notificado en
un territorio diverso o fuera del territorio de la república
(artículo 259 inciso 1 del CPC).
Puede suceder que los demandados sean varios, esto es, dos o más. En tal caso, sea
que obren separa o conjuntamente, el término para contestar la demanda correrá para
todos a la vez, y se contará hasta que expire el último término parcial que corresponda
a los notificados (artículo 260 del CPC).

Características generales que presenta el plazo que tiene el demandado contestar la


demanda en juicio ordinario:
- Es un plazo de días y por tanto se entiende suspendido
durante los feriados.
- Es un plazo legal y, por consiguiente, a diferencia de los
plazos judiciales, no puede ser prorrogado.
- Es un plazo variable, puesto, que difiere en su duración,
según sea el lugar en que es notificado el demandado.
- Es un plazo fatal, por cuanto el solo hecho de su
vencimiento implica extinción del derecho de contestar la
demanda.
- Si fueren varios los demandados, es individual para su
iniciación, y común para su extinción o vencimiento.

Otra importancia que reviste el emplazamiento dentro del proceso, es que da origen a
la relación jurídica procesal, esto es, al conjunto de vínculos jurídicos entre las parte y
el tribunal y entre las partes entre sí. Por ello su omisión autoriza a interponer en
contra de la sentencia definitiva pronunciada en condiciones tan irregulares recurso de
casación en la forma, que veremos más adelante, tendiente a anularla y a reponer el
proceso al estado de cumplirse con el emplazamiento del demandado (artículo 768 nº
9 del CPC). Se entiende que hay omisión del emplazamiento del demandado cuando no
se le ha notificado la demanda, cuando habiéndosele notificado, tal notificación ha sido
practicada en forma ilegal; o bien cuando, habiéndosele notificado legalmente la
demanda, se ha dado por evacuado el trámite de contestación a la demanda por parte
del demandado, sin estar aún vencido el término que la ley le ha concedido para
cumplir con tal tramite.

Modificación de la demanda:
Puede que el demandante, después de presentada la demanda al tribunal, desee
introducir algunas modificaciones ¿posee la facultad legal para realizar dicha acción?
Para contestar a esta interrogante primero hay que distinguir:
- Si la demanda no ha sido notificada al demandado: en tal
caso el actor podrá realizar todas las modificaciones que
estime pertinentes a la demanda presentada en el tribunal,
o en su caso puede retirar la demanda y presentar nueva
demanda (artículo 148 primera parte del CPC).
- Si la demanda es notificada a cualquiera de los
demandados y antes de la contestación: podrá el
demandante efectuar en la demanda todas las
rectificaciones y modificaciones que estime pertinentes,
dichas rectificaciones o modificaciones deberán
presentarse por escrito y solicitar al tribunal en este que se
tenga como complemento o modificación a la demanda
primitiva (artículo 268 del CPC).
- Contestada la demanda: en este caso el actor podrá en el
escrito de la réplica ampliar, adicionar o modificar las
acciones que haya formulado en la demanda, pero sin que
pueda alterar las que sean objeto principal del pleito
(artículo 312 del CPC).
- Después de notificada la demanda: podrá el demandante
en cualquier estado del juicio, desistirse de ella ante el
tribunal que conozca del asunto, y esa petición se
someterá a los trámites establecidos para los incidentes
(artículo 148 inciso 2 del CPC), dicha actitud del
demandante reviste gran importancia ya que tiene el
efecto de extinguir las acciones que se hicieron valer en la
demanda, y mal podría deducirlas nuevamente, aun
cuando fueran ampliadas o rectificadas.
Actitudes del demandado una vez notificado de la demanda:
- Si el demandado acepta llanamente las peticiones
del demandante o si en sus escrito no contradice en
materia sustancial y pertinente los hechos sobre
que versa el juicio: en este caso el tribunal mandará
citar a las partes para oír sentencia definitiva, una vez
evacuado el traslado de la réplica (artículo 313 inciso 1
CPC). Aceptar la demanda implica reconocer la exactitud
de los hechos y de los fundamentos de derecho en que se
apoya.
- Si el demandado no contesta la demanda en el plazo
que la ley le ha señalado para estos efectos: este
silencio del demandado produce en doctrina la llamada
contestación ficta de la demanda, la cual, en el hecho, se
traduce en su negación; por cuanto en derecho procesal
quien calla nada reconoce ni otorga, a menos que exista
una disposición legal expresa que consagre una sanción
semejante. Declarada la rebeldía de la contestación a la
demanda de oficio o a petición de parte, el tribunal
proveerá traslado al demandante para replicar, evacuada
la réplica se dará, en seguida, traslado al demandado para
duplicar; y luego, evacuada la duplica el tribunal
examinará los autos para ver si debe recibir o no la causa a
prueba, y ésta seguirá así su curso normal. La rebeldía de
la contestación a la demanda, lo mismo que las demás
rebeldías en la primera instancia, no tienen otro alcance
que dar por evacuado ficticiamente el trámite de que se
trata, a objeto de que los autos puedan continuar en su
curso progresivo, siendo esta situación neutra, ya que
declarada o no la rebeldía, igual se sigue el curso
progresivo de los autos bastando evacuar la parte diligente
el trámite que le corresponde, pudiendo por consiguiente
la parte rebelde hacerse presente en cualquier momento
posterior, siempre y cuando, naturalmente, respete todo lo
obrado.
- Si el demandado se defiende: será necesario ver
previamente en que forma lo hace, para saber la
tramitación que seguirá el juicio. Se comprende que esta
última actitud del demandado es en la practica, la de más
ordinaria ocurrencia. La defensa del demandado se
manifestará por oponer a la demanda excepciones
dilatorias, como previas a la contestación, o simplemente,
contestándola. En la contestación a la demanda el
demandado opondrá excepciones perentorias, alegaciones
o defensas.

b) Excepciones:

Tiene un doble significado, uno sinónimo de toda defensa que opone el demandado a
las peticiones del actor para enervarlas, y otro equivalente también a la defensa del
primero de los nombrados, pero fundada en la defectuosa manera de haberse
ejercitado la acción.
Clasificación de las excepciones:
- Excepciones perentorias: mira al fondo de la acción
deducida, con el objeto de destruirla, enervarla, las
veremos mas adelante.
- Excepciones dilatorias: son aquellas que tienen por
objeto corregir vicios de procedimiento sin afectar al fondo
de la acción deducida. Su misión es, pues, corregir
defectos de procedimiento, procurar que la relación
procesal se forme válidamente, o sea, exenta de todo vicio
que más tarde pudiera servir para anularla. Como se
comprende el demandado al formular una excepción
dilatoria se abstendrá de contestar la demanda, no entrará
al fondo de la causa y, en consecuencia, deberá oponerla
en forma previa a la cuestión principal, la que quedará
intertanto suspendida.

Enumeración de las excepciones dilatorias que establece la ley, artículo 303


CPC:
- Incompetencia del tribunal ante el cual se entabla la
demanda.
- Incapacidad. Falta de personería o de
representación legal.
- Litispendencia: se produce cuando entre las mismas
partes existe otro juicio diverso pero sobre la misma
materia.
- Ineptitud del libelo.
- Beneficio de excusión: es el derecho de que goza el
fiador que ha sido demandado para exigir que antes de
proceder contra él se persiga la deuda en los bienes del
deudor principal.

Manera y oportunidad de oponer excepciones dilatorias:


La manera de hacerlas valer es oponiéndolas todas en un mismo escrito (artículo 305
CPC), la razón de esto es lógica y manifiesta, si así no fuere el demandado de mala fe
para alargar el juicio, iría formulando las excepciones dilatorias, que son previas al
fondo del mismo, una en pos de las otras, con la consiguiente pérdida de tiempo.
En cuanto a la oportunidad de oponerlas debe hacerse dentro del término de
emplazamiento fijado en la ley, se trata del término para contestar la demanda.
Tramitación, fallo y recursos:
Las excepciones dilatorias se tramitarán como incidentes (artículo 307 CPC). Se trata
de una cuestión accesoria que requiere especial pronunciamiento del tribunal, y se
promueve y falla la excepción dilatoria dentro de la misma pieza de autos, porque sin
su previa resolución no se puede seguir sustanciando la causa principal.
Su tramitación es la siguiente: opuesta la excepción dilatoria, se confiere traslado por
tres días al actor, y haya o no respuesta de éste dentro de dicho plazo, el tribunal
resuelve el incidente, a menos que existan puntos sustanciales, pertinentes y
controvertidos, en cuyo caso lo recibirá aprueba por un término de ocho días y, vencido
que sea, dictará el correspondiente fallo sobre el incidente. No obstante, el tribunal
podrá resolver de plano, esto es, sin necesidad de tramitarlas ni recibirla a prueba,
aquellas excepciones dilatorias cuyo fallo se pueda fundar en hechos que consten del
proceso, o sean de pública notoriedad, lo que el tribunal consignará en su resolución.
El tribunal en este caso podrá:
- Acoger la excepción dilatoria opuesta, en cuyo caso
ordenará que se subsanen los defectos de que adolezca la
demanda.
- Desechar la excepción dilatoria opuesta, en cuyo caso el
demandado podrá interponer recurso de apelación.
Desechadas o subsanadas por el demandante los defectos de que adolezca la
demanda, tendrá 10 días el demandado para contestarla, cualquiera sea el lugar en
donde le haya sido notificada. Este plazo se cuenta en el caso que la excepción ha sido
rechazada, desde la notificación de la resolución que así lo ha resuelto; y en caso de
ser acogida la excepción desde que se subsanen los vicios de que adolece la demanda.

c) Contestación de la demanda:
Es el escrito en que el demandado da respuesta al libelo interpuesto en su contra por el
actor, o bien, el escrito en que el demandado opone las excepciones o defensas que
hace valer en contra del demandante destinadas a enervar o destruir las acciones que
éste ha deducido.
El objetivo fundamental del escrito de contestación de la demanda es dar oportunidad
al demandado para que defienda de la demanda que ha esgrimido en su contra el
actor, oponiendo excepciones perentorias, o sea, aquellas que miran al fondo de la
acción deducida y sin que se refieran para nada a la corrección del procedimiento.
Estas excepciones perentorias, a diferencia de las dilatorias no están tratadas en el
CPC. En general son excepciones perentorias los diversos modos de extinguir las
obligaciones, y siempre se encuentran contempladas en los códigos o leyes de fondo o
sustantivas.

Forma y contenido de la contestación de la demanda:


Se sujeta a un doble grupo de formalidades legales:
Formalidades generales de todo escrito:
- Deberá presentarse en papel proceso.
- Por conducto del respectivo secretario.
- Encabezado por una suma que indique su contenido.
- Acompañada en papel simple, de tantas copias cuantas
sean las partes a quienes haya de ser notificada.
Formalidades especiales del escrito de contestación:
- Designación del tribunal ante el cual se presenta.
- El nombre, domicilio, profesión u oficio del demandado.
- Las excepciones que se oponen a la demanda y la
exposición clara de los hechos y fundamentos de derecho
en que se apoyan: es decir debe indicar las excepciones,
alegaciones o defensas que hará valer en contra de las
pretensiones del demandante. Es del caso señalar que el
CPC utiliza estas expresiones indistintamente
(excepciones, alegaciones y defensas). Sin embargo en
doctrina estas expresiones no son sinónimas, en efecto, ya
que la palabra excepción reconoce la existencia del
derecho reclamado, y sólo pretende que ha caducado, por
un hecho independiente de su existencia y constitución. En
cambio la alegación o defensa es la total negación del
derecho reclamado, desconociéndolo en su nacimiento
mismo y fundado en los requisitos de derecho invocados
por el actor y que el juez debe conocer.
- La enunciación precisa y clara, consignada en la
conclusión, de las peticiones que se sometan al fallo del
tribunal.

Plazo para presentar la contestación de la demanda y resolución que en ella


debe recaer:
El plazo para contestar la demanda, como ya sabemos varía de acuerdo a la actitud
asumida por el demandado; si se limita a contestar la demanda, el plazo será de 15, 18
o 18 días más el aumento de la tabla de emplazamiento, según el lugar en que haya
sido notificada; y si a la inversa opone excepciones dilatorias, el término para contestar
la demanda será de 10 días, una vez desechadas o subsanados por el actor los
defectos de que adolecía aquella.
En cuanto a la resolución que debe recaer en el escrito de contestación de la demanda,
no puede ser otra que traslada al actor por el término de 6 días (artículo 311 CPC). Este
plazo es fatal y esta destinado a que dentro de él el demandante evacue el trámite de
la réplica, al cual nos referiremos más adelante.

Oportunidad para oponer excepciones perentorias:


Las excepciones perentorias deben oponerse en la contestación de la demanda, puesto
que, como se ha señalado, éste es el objetivo fundamental de dicho escrito.
Sin embargo el legislador permite que determinadas excepciones perentorias, en razón
de su especial naturaleza jurídica, puedan oponerse antes de contestar la demanda y
aun durante todo el curso del juicio.
Son excepciones perentorias que pueden oponerse antes de contestar la demanda
aquellas que pueden deducirse y tramitarse como dilatorias, y son las siguientes: cosa
juzgada y la de transacción; pero si son de lato conocimiento se mandará contestar la
demanda, y se reservarán para fallarlas en la sentencia definitiva (artículo 304 CPC).
En cambio son excepciones perentorias que pueden oponerse con posterioridad a la
presentación del escrito de contestación de la demanda, y en cualquier estado de la
causa, las siguientes: prescripción, cosa juzgada, transacción y pago efectivo de la
deuda, cuando ésta se funde en un antecedente escrito (artículo 310 CPC). Estas
excepciones para que sean admitidas a tramitación, se requiere que se aleguen por
escrito; y antes de la citación para sentencia definitiva, y en este segundo caso se
debe distinguir: si se plantean antes de recibida la causa a prueba (en este caso se
tramitarán como incidentes y la prueba se rendirá juntamente con la causa principal), o
si se formulan después de recibida la causa a prueba (también se tramitarán como
incidentes), y en ambos casos el fallo se reservará para la sentencia definitiva.

d) La réplica y la dúplica:
En el juicio ordinario el período de discusión no queda agotado con la presentación de
los escritos de demanda y de contestación que, respectivamente, han evacuado el
demandante y demandado. Existe, con posterioridad, una nueva intervención de
ambas partes litigantes, que recibe el nombre de escritos de réplica y dúplica.
Se define la réplica diciendo que es el escrito en que el demandante, junto con tratar
de destruir las excepciones, alegaciones y defensas hechas valer por el demandado,
reafirma la posición de sus acciones.
La dúplica por su parte es el escrito en que el demandado, junto con reafirmar, una vez
más, la posición de sus excepciones, alegaciones o defensas, trata de destruir las
acciones deducidas por el actor (artículo 312 CPC).
Tramitación:
Presentado el escrito de contestación de la demanda, o en rebeldía del demandado,
confiere traslado por 6 días al demandante para que presente su escrito de réplica; y
presentando el escrito de réplica por el actor, o en su rebeldía, el demandado
presentará su escrito de dúplica.
Estos plazos son independientes, o sea, se concede un término de 6 días a cada
litigante para que se presenten por su parte sus respectivos escritos; y son fatales,
esto es, el derecho para presentar el escrito de réplica o de dúplica, según el caso, se
extingue por el solo hecho del vencimiento del respectivo plazo.

e) La reconvención:
Dijimos que el demandado, una vez notificado de la demanda, puede adoptar diversas
actitudes, entre otras, defenderse; y que esta defensa puede consistir en oponer
excepciones dilatorias, contestar oponiendo excepciones perentorias y defensas e,
incluso reconvenir.
La reconvención se presenta cuando el demandado tiene, a su vez, una o más
acciones que hacer valer en contra del demandante, de suerte que el demandante
primitivo se transforma en demandado, y el demandado pasa a asumir también el
papel de actor. Se trata en consecuencia, de una contrademanda del demandado
frente al demandante, y que la deduce utilizando el procedimiento judicial que se había
originado por iniciativa de éste último.
La reconvención se define como la acción deducida por el demandado en contra del
actor, al contestar la demanda, en el juicio que éste ha provocado; y su fundamento no
es otro que la economía procesal, pues así como la ley permite que el demandante
deduzca en su demanda diversas acciones sin conexión entre sí, salvo si fueren
incompatibles, para evitar la multiplicidad de juicios, también permite que el
demandado haga valer las acciones que tenga en contra del actor, a fin de reunir las
diversas litis en un solo proceso.
Sin embargo, es necesario dejar en claro que las dos acciones (la se que ejercita en la
demanda primitiva y la que se ejercita en la demanda reconvencional) no requieren
tener relación o conexión jurídica alguna. Para nuestra legislación procesal, la acción
principal y la reconvencional pueden ser perfectamente independientes y ajena la una
de la otra, emanando cada una de ellas de sus diversos y respectivos títulos.
Esta institución de la reconvención presenta ventajas para la sociedad, los litigantes y
los propios tribunales de justicia. Para la sociedad, porque disminuye el número de
litigios, evita que se dupliquen los procedimientos y previene contra su multiplicidad;
para los litigantes, porque reduce los gastos en que deben incurrir y les disminuye las
molestias e incomodidades que todo pleito origina; y en fin, para los propios tribunales,
porque les economiza tiempo, facilita la tramitación de los procesos y permite que
diversos juicios puedan fallarse y terminarse por medio de un solo juzgado.
La reconvención es una facultad que la ley confiere a todo demandado, por lo que si
quiere deduce reconvención, y si no lo desea, le quedan a salvo sus derechos para
hacerlos valer en proceso separado.
Como ya se ha señalado, la reconvención puede ser interpuesta por el demandado
personalmente, si este es incapaz lo hará a través de su representante legal, sin
perjuicio que el mandatario (abogado) también podrá ejercer esta reconvención.
A su vez la reconvención debe ser dirigida en contra del demandante en el juicio
primitivo, quien pasa a ser parte demandada frente a la reconvención, y podrá serle
notificada y contestada por su mandatario ( abogado) aún cuando no tenga facultad
especial.
Condiciones de procedencia de la reconvención:
- Que el tribunal ante el cual se reconviene tenga
competencia para conocer de la reconvención estimada como demanda, o cuando sea
admisible la prórroga de la competencia a pesar de que por su cuantía la reconvención
deba ventilarse ante un juez inferior.
- Que tanto la acción principal cuanto la acción
reconvencional, en razón de sus respectivas naturalezas,
estén sometidas a un mismo procedimiento, esto es, al del
juicio ordinario de mayor cuantía.
Tramitación:
En cuanto a la oportunidad para reconvenir, esta debe hacerse valer en el escrito de
contestación de la demanda, aún cuando el plazo para contestar todavía no hubiere
vencido, el sólo hecho que el demandado presente su escrito de contestación de la
demanda extingue su derecho para poder reconvenir posteriormente.
Si la reconvención es una nueva demanda es lógico que tenga que ajustarse a los
requisitos formales que debe contener toda demanda (artículo 254 CPC).
La reconvención se notifica por el estado diario y en contra de ella se pueden oponer
excepciones dilatorias.
Por último, la reconvención se sustancia y falla conjuntamente con la demanda
principal, salvo dos excepciones:
- Puede fallarse antes la demanda principal o la
reconvención, según el caso, si se presenta el fenómeno
procesal de la separación o división del juicio, cuando se
produce el evento contemplado en el artículo 172 CPC, y
- No se concede en la reconvención aumento extraordinario
de termino para rendir prueba fuera del territorio de la
república cuando no deba concederse en la cuestión
principal.
Acogida una excepción dilatoria el demandante reconvencional deberá subsanar los
defectos de que adolezca la reconvención dentro de los 10 días siguientes a la fecha de
notificación de la resolución que haya acogido la excepción; si así no lo hiciere, se
tendrá por no presentada la reconvención, para todos los efectos legales, por el solo
ministerio de la ley.
En resumen, si se deduce reconvención por el demandado al contestar la demanda, el
juicio experimenta la tramitación que pasa a señalarse. El tribunal confiere traslado al
demandante para que en el plazo de 6 días replique en la demanda principal y
conteste la reconvención. Evacuados estos trámites o en su silencio, el tribunal
confiere traslado al demandado para que también en el plazo de 6 días duplique en la
demanda principal y replique en la reconvención. Evacuados dichos trámites o en su
silencio el tribunal dará traslado por 6 días al demandante para que duplique en la
reconvención. Evacuado este último trámite o el silencio del demandante, el tribunal
examinará los autos y recibirá la causa a prueba o citará a las partes a para oír
sentencia. Según lo que en derecho corresponda si es acogida una excepción dilatoria
el actor reconvencional deberá subsanarla en 10 día so pena de tenerse por no
presentada la reconvención de ipso iure.
f) Audiencia de conciliación:
Una vez agotados los trámites de discusión, el juez llamará a las partes a conciliación y
les propondrá personalmente las bases del arreglo.
Para tal efecto, citará a las partes a una audiencia para un día no anterior al quinto ni
posterior al décimo quinto contado desde la fecha de notificación de la resolución.
El juez en este caso obrará como amigable componedor. Y tratará de obtener un
avenimiento total o parcial del litigio, las opiniones que emita no lo inhabilitan para
seguir conociendo de la causa.
A este comparendo de conciliación deberá concurrir las partes por si o por apoderado,
no obstante el juez podrá exigir la comparecencia personal de las partes, sin perjuicio
de la asistencia de sus abogados.
De esta audiencia se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones del
arreglo, la cual suscribirán el juez, las partes que lo desee y el secretario, y se estimará
como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales.
En los procesos en que hubiere pluralidad de partes, la audiencia se llevará a efecto
aunque no asistan todas. La conciliación operará entre aquellas que la acuerden y
continuará el juicio con las que no hubieren concurrido o no hubieren aceptado la
conciliación.
Si se rechaza la conciliación, o no se efectúa el comparendo, el secretario certificará
este hecho de inmediato, y entregará los autos al juez para que lo examine, a fin de
resolver si debe recibirlo a prueba, o por el contrario, citar a las partes a oír sentencia.

2.- Período de Prueba:

Es aquel que media entre la dictación de la resolución que recibe la causa a prueba y la
notificación de la resolución que cita a las partes a oír sentencia.

2.1.- Concepto:
En sentido general y lógico probar es demostrar la verdad de una proposición; sin
embargo en sentido jurídico tiene un significado mas restringido: es la demostración,
por los medios que la ley establece, de la verdad de un hecho que ha sido
controvertido y que es fundamento del derecho que se pretende. Esta es la única
prueba que pueden recibir los tribunales, y se traduce en la práctica, en una labor de
confrontación de parte del juez de la verdad de la aseveraciones de los litigantes en
relación con los medios de prueba suministrados para acreditarla.
De otra parte el término prueba dentro del concepto jurídico, tiene otras acepciones,
así designa la tarea de la producción de los elementos de convicción, mediante los
cuales las partes pretenden establecer de las alegaciones, o sea, la carga o el peso de
la prueba, ejemplo cuando se dice que el peso de la prueba recae sobre el actor. Otras
veces, denomina a los elementos mismos de la convicción que se pretende producir en
el juez, como cuando se dice la prueba testimonial, la prueba instrumental, etc.
También e emplea para señalar los resultados alcanzados, y por consiguiente, no es
raro escuchar la expresiones “la prueba del demandante es ineficaz....”, “el
demandado no rindió prueba sobre su excepción...”, etc.
2.2.- Elementos de la prueba:
La teoría general de la prueba considera que son elementos de ella:
a) El objeto de la prueba: equivale a la materia sobre la
cual ella debe recaer.
b) Los sujetos o las personas que deben
proporcionarlas: se traduce en la interrogante clásica
¿quién debe probar? ¿a quien incumbe el peso de la
prueba?, el C Civil responde a esta interrogante de la
siguiente manera “incumbe probar las obligaciones o su
extinción, al que alega aquellas as o éstas.” Por tanto todo
aquel que entabla una acción judicial deberá probarla, y
todo aquel que pretende excepcionarse de dicha acción,
deberá probar la correspondiente excepción.
c) Los medios de que se valen los sujetos para
demostrar la verdad de sus afirmaciones y su
eficacia probatoria ( tema que pasaremos a estudiar a
continuación.

2.3.- Los medios de prueba:

Se entiende por estos, la cosa o circunstancia en los cuales el juez encuentra los
motivos de convicción frente a las posiciones de las partes.
En nuestro derecho, la ley enumera en forma taxativa los medios probatorios, con el
objeto de evitar que esta materia quede al arbitrio del juzgador o tercero imparcial.
El artículo 1698 inciso 2º del C Civil dispone “Las pruebas consisten en instrumentos
públicos o privados, testigos, presunciones, confesión de parte, e inspección personal
del juez”.
Por su parte el artículo 341 del CPC dispone “Los medios de prueba de que puede
hacerse uso en juicio son: instrumentos, testigos, confesión de parte, inspección
personal del tribunal, informe de peritos, y las presunciones.”
Quiero insistir en que esta enumeración es taxativa, ya que no existen otros medios
probatorios para demostrar la verdad o la falsedad de un hecho en juicio que los antes
señalados; sin embargo hay otros medios probatorios dispersos en la ley, ejemplo
artículo 427 inciso 2º CPC que trata de la sentencia judicial respecto de los hechos
declarados como verdaderos en otro juicio entre las misma partes, los libros de
comerciantes que lo regula C Comercio.

2.4.- Clasificación de los medios probatorios:

a) Medios probatorios preconstituidos: Son aquellos que las


partes crean al momentos de la celebración de un negocio
jurídico con el objeto de proporcionarse de ante mano, un
elemento de convicción para el eventual caso de una
contienda judicial posterior, ejemplo contrato.
Medios probatorios circunstanciales: Son aquellos mediante los cuales se puede
reconstruir un hecho, después de producido, ejemplo informe de perito, absolución o
confesión de parte.
b) Medios probatorios directos: Son aquellos que permiten al
juez formarse su convicción por la observación personal y
directa del hecho cuestionado, ejemplo inspección personal
del juez.
Medios probatorios indirectos: Son aquellos que permiten formar la convicción al
juez sobre el hecho cuestionado a través de la percepción o conocimiento de terceros,
ejemplo prueba testimonial, pericial.
c) Medios probatorios que hacen plena prueba: Son
aquellos que por sí solos acreditan la efectividad del hecho
cuestionado, es decir, sin necesidad de ir unidos o
condicionados a otras circunstancias, ejemplo confesión que
recae sobre hechos personales del confesante.
Medios probatorios que hacen semiplena prueba: Son aquellos que por sí solos
no bastan para dar por establecido un hecho y que requieren de la concurrencia de
otro medio probatorio para que así la prueba sea completada, ejemplo informe pericial.

2.5.- Sistemas probatorios:

Hay en doctrina diversos métodos acerca de la valoración de la prueba, pero la que nos
interesa es la principal clasificación de los sistemas probatorios que contempla la
prueba legal o tasada y el de la prueba libre o moral.
Por sistema de la prueba libre o moral, se caracteriza porque el legislador no fija
los medios probatorios, por lo que las partes acreditarán los hechos en la forma que
mejor les acomode y el juez en su sentencia, no estará obligado a regla alguna en
cuanto a la valorización o ponderación de la prueba.
Por su parte Sistema de prueba legal o tasada, se caracteriza porque el legislador
enumera taxativamente los medios probatorios que las partes pueden utilizar en juicio
y al mismo tiempo, al juez la eficacia probatoria que cada medio probatorio posee en
particular.
Existe asimismo un sistema intermedio a los dos mencionados anteriormente que se
denomina Sistema de la sana crítica, que se caracteriza porque entrega siempre al
legislador la función de enumerar los medios probatorios, pero en cambio faculta al
juez para valorar tales medios probatorios de acuerdo a la lógica, al buen sentido y a
las normas de la experiencia.

2.6.- Recepción de la causa a prueba:

El artículo 318 del CPC establece “Concluidos los trámites que deben preceder a la
prueba, ya se procesa con la contestación expresa del demandado o en su rebeldía, el
tribunal examinará por sí mismo los autos y si estima que hay o puede haber
controversia sobre algún hecho substancial y pertinente en el juicio, recibirá la causa a
prueba y fijará en la misma resolución los hechos substanciales controvertidos sobre
los cuales deberá recaer.
Sólo podrán fijarse como puntos de pruebas los hechos substanciales controvertidos en
los escritos anteriores a la resolución que ordena recibirla.”
Por su parte el artículo 313 CPC prescribe “ Si el demandado acepta llanamente las
peticiones del demandante, o si en sus escritos no contradice en materia substancial y
pertinente los hechos sobre que versa el juicio, el tribunal mandará citar a las partes
para oír sentencia definitiva, una vez evacuado el traslado de la réplica.
Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que se falle el pleito sin más
trámite.”
En consecuencia, una vez concluidos los trámites que deben preceder a la prueba, y
reiterando lo ya señalado, una vez evacuados los escritos de contestación de la
demanda, de réplica y de dúplica y de los correspondientes a la reconvención, en caso
de que ésta se hubiere deducido, sea que todos estos trámites se hayan evacuado
realmente, sea que se hayan evacuado en rebeldía de la parte respectiva, el tribunal
debe abandonar la actitud pasiva que había observado hasta esos momentos en la
tramitación misma de juicio y proceder a hacer un examen personal de los autos, el
cual le permitirá llegar, indefectiblemente, a dos conclusiones:
a) Citar a las partes para oír sentencia, cuando:
- El demandado acepta llanamente las peticiones del
demandante, o
- El demandado en sus escritos no contradice en materia
substancial y pertinente los hechos sobre que versa el
juicio, o
- Las partes piden que se falle el pleito sin más trámite.
b) Recibir la causa a prueba, cuando estime que haya o
pueda haber controversia sobre algún hecho substancial y pertinente en el juicio.
Sin embargo, no basta que existan o puedan existir hechos controvertidos en la causa
para que sea necesario recibirla a prueba; es preciso, además, que estos hechos
revistan el carácter de substanciales y pertinentes, o sea, que tengan conexión con el
asunto en debate dentro del pleito, y que de su existencia o inexistencia dependa el
derecho o la consecuencia jurídica que se reclama.
Todavía más, la controversia ha debido suscitarse en los escritos anteriores a la
dictación de la resolución que ordena recibir la causa a prueba; pues, si con
posterioridad a ella, ocurre algún hecho substancial relacionado con el juicio, y que
necesita de prueba, tiene lugar en cambio el fenómeno procesal llamado de la
ampliación de la prueba.

2.7.- Resolución que recibe la causa a prueba:


La dicta el tribunal una vez que ha examinado por si mismo el expediente y de haber
llegado a la conclusión de que hay o puede haber controversia sobre algún hecho
substancial y pertinente en el juicio.
Esta resolución debe contener los siguientes requisitos o menciones esenciales:
a) La orden de recibir el juicio a prueba, y
b) La fijación o determinación de los hechos substanciales,
pertinentes y controvertidos sobre los cuales deberá
aquélla recaer.
En la practica además se acostumbra a incluir dos menciones de carácter accidental,
que son:
a) La expresión de que la causa se recibe a prueba por el
término legal, y
b) El señalamiento de audiencias destinadas a recibir la
prueba testimonial que pueden ofrecer las partes.

Ejemplo:
“Valparaíso, 27 de septiembre de 2005.
Vistos: se recibe la causa a prueba por el término legal de veinte días y se fijan como
hechos substanciales, pertinentes y controvertidos sobre los cuales deberá recaer:
a)
b)..
La prueba testimonial se recibirá los cuatro últimos días del probatorio, a las 10:00
horas, y si fuere sábado al día siguiente hábil.
Firman el juez y el secretario.”

2.8.- Recursos en contra de la resolución que recibe la causa a prueba.


Como se logra desprender de lo señalado anteriormente, el juez es soberano al
apreciar si debe o no recibir la causa a prueba y, en caso afirmativo, al señalar los
hechos substanciales, pertinentes y controvertidos sobre los cuales aquélla debe
recaer. Sin embargo, en el cumplimiento de esta delicada labor, puede cometer errores
que perjudiquen a las partes litigantes y, por consiguiente, la ley ha debido poner a
disposición de ellas los recursos procesales necesarios para obtener su enmienda.
Ejemplo de ello es que el juez puede errar al ordenar que se reciba la causa a prueba,
en razón de que la resolución que así lo manda no contenga todos los hechos
substanciales, pertinentes y controvertidos, o los contenga mal expresado, o los
contenga en exceso. También el juez puede errar al negarse a recibir la causa a prueba
en circunstancias de que tal trámite era legalmente necesario; y a la inversa, puede
errar al ordenar recibir la causa a prueba, en circunstancias de que ese trámite era
legalmente innecesario.
a) respecto de la resolución que recibe la causa a prueba y
fija los hechos substanciales, pertinentes y controvertidos
es susceptible de dos clases de recursos: el de reposición y
el de apelación, recurso que van a tener por finalidad que
la parte agraviada pida que el tribunal modifique los
hechos controvertidos fijados, elimine alguno o algunos de
ellos, agregue otros.
b) Respecto de la resolución en que explícita o implícitamente
se niegue al trámite de la recepción de la causa a prueba
es apelable.
c) Respecto de la resolución que recibe la causa a prueba y
fija los hechos substanciales, pertinentes y controvertidos,
en circunstancias de que éste trámite era legalmente
improcedente, la doctrina mayoritaria señala que atendido
que esta situación no está legalmente resuelta, resulta
improcedente el recurso de reposición y el de apelación.

2.9.- Ampliación de la prueba: artículos 321 y 322 CPC.


Tiene lugar en dos casos determinados:
a) Cuando dentro del término probatorio ocurre algún hecho
substancialmente relacionado con el asunto que se ventila,
o
b) Cuando se trata de hechos verificados y no alegados antes
de recibirse la causa a prueba y el que los aduce jura que
sólo entonces han llegado a su conocimiento.
Se pretende ampliar así los hechos substanciales que recibe la causa a prueba como
objeto de ella, con nuevos hechos.
La petición de ampliación de la prueba se tramita en conformidad a las reglas
generales de los incidentes, pero en ramo separado y sin suspender el término
probatorio.

2.10.- Práctica de diligencias probatorias:


Toda diligencia probatoria debe practicarse previo decreto del tribunal que conoce de
la causa, notificado a las partes.
Esta disposición revela el carácter esencialmente contradictorio que presenta el juicio,
tanto en su período o fase de discusión, cuanto en su período de prueba, puesto que
cada medio probatorio suministrado por una parte se halla sujeto al control de la otra.

2.11.- Término probatorio:


Una vez notificada la resolución que recibe la causa a prueba, el juicio pasa a la
segunda etapa o fase, llamada período de prueba, y, dentro de él, sobresale el llamado
término probatorio.
Ahora bien se entiende por término probatorio aquel espacio de tiempo señalado en el
juicio ordinario o de mayor cuantía y que está destinado a que las partes suministren
las pruebas al tenor de los hechos substanciales y pertinentes controvertidos, y, en
especial, la prueba testimonial.
En doctrina, el término probatorio se utiliza para que dentro de él las partes rindan
todas las pruebas que crean necesario allegar para el mejor éxito de sus derechos.

Características del término probatorio:


a) Es un término legal, por cuanto la propia ley se encarga de
señalar su duración. Pero también puede ser judicial, ya
que el juez está facultado para señalar términos especiales
de prueba; e incluso puede ser convencional, pues, por
acuerdo unánime de las partes, se puede reducir su
duración (artículo 328 CPC).
b) Es un término común, comienza a correr desde la última
notificación a las partes de la resolución que recibe la
causa a prueba en caso de que no haya sido objeto de
recursos, o bien, en caso de que lo hubiere sido, de la
resolución que se pronuncia sobre la última solicitud de
reposición, (artículo 320 CPC).
c) Es un término fatal.
d) Es un término que no se suspende en caso alguno, salvo
que todas las partes lo pidan (artículo 339 CPC).

2.12.- Clases de término probatorio:


a) Término probatorio ordinario.
b) Término probatorio extraordinario.
c) Término probatorio especial.

2.13.- Término probatorio ordinario:


Constituye la regla general y su duración, por expresa disposición de la ley es de veinte
días, a menos que por acuerdo unánime de las partes, se reduzca este plazo (artículo
328 CPC).
Este plazo por se de días y estar señalado en el CPC se suspende durante los feriados;
se comienza a contar desde la última notificación por cédula de la resolución que
recibió la causa a prueba, o desde la notificación por el estado de la resolución que se
pronuncia sobre la última solicitud de reposición de la resolución anterior,; y se
extingue al vigésimo día hábil.
Normalmente está destinado a rendir prueba dentro del territorio jurisdiccional del
tribunal en que se sigue el juicio; pero también se puede durante el transcurso de
este término rendir prueba en cualquier parte de la república y fuera de ella (artículo
334 CPC). Demás está decir que en la práctica este término es insuficiente para rendir
pruebas en otro territorio jurisdiccional o fuera de la república en que se sigue el juicio,
y de allí la existencia de los términos de prueba extraordinario y especiales.

2.14.- Término probatorio extraordinario:


Se defina como aquel plazo destinado a rendir prueba en otro territorio jurisdiccional
diverso al que se sigue el juicio o fuera del territorio de la república.
Este es de dos clases según se puede desprender de lo anterior:
a) El destinado a rendir prueba en otro territorio
jurisdiccional.
b) El destinado a rendir prueba fuera del territorio de la
república.
Ambos difieren en cuanto a los requisitos de procedencia, a la caución que debe
otorgarse y a la tramitación que debe sufrir la solicitud respectiva.
El término probatorio extraordinario está constituido por el término ordinario de
prueba, el cual sabemos que es de veinte días, ampliado con un número de días igual
al que concede la ley para aumentar el término de emplazamiento; y este aumento
extraordinario comienza a correr, una vez que se ha extinguido el término ordinario,
sin interrupción, y sólo durará para cada localidad el número de días fijado en la tabla
respectiva (artículo 333 CPC).
Es obvio que, una vez vencido el término probatorio ordinario, sólo podrá rendirse
prueba en aquellos lugares para los cuales, se haya otorgado aumento extraordinario
del término (artículo 335 CPC).
Ahora bien, el aumento extraordinario para rendir prueba deberá solicitarse antes de
vencido el término ordinario, determinando el lugar en que dicha prueba debe rendirse
(artículo 332 CPC).
Pero no basta pedir el aumento extraordinario de prueba en la oportunidad legal antes
indicada; es preciso, además, que concurran ciertos y determinados requisitos, los
cuales difieren según si el termino extraordinario sea para rendir prueba en otro
territorio jurisdiccional.
a) En efecto, el aumento extraordinario para rendir prueba
dentro de la república se concederá siempre que se
solicite, salvo que haya justo motivo para creer que se pide
maliciosamente con el solo propósito de demorar el curso
del juicio.
En cambio, el aumento extraordinario para rendir prueba fuera del territorio de la
república se concederá siempre que concurran las circunstancias siguientes:
- Que el tenor de la demanda, de la contestación o de otra
pieza del expediente aparezca que los hechos a que se
refieren las diligencias probatorias solicitadas han acaecido
en el país en que deben practicarse dichas diligencias, o
que allí existen los medios probatorios que se pretenden
obtener.
- Que se determine la clase y condición de los instrumentos
de que el solicitante piensa valerse y el lugar en que se
encuentran; y
- Que tratándose de prueba de testigos, se exprese su
nombre y residencia o se justifique algún antecedente que
haga presumible la conveniencia de obtener sus
declaraciones.
- Finalmente acompañado a lo anterior se le exigirá al
solicitante que deposite en arcas fiscales una cantidad
cuyo monto no podrá fijarse en menos de medio sueldo
vital ni en más de dos sueldos vitales.

b) El tribunal, en presencia de una petición de aumento


extraordinario de término para rendir prueba, tendrá que
distinguir según si el aumento es para rendir prueba en
otro territorio jurisdiccional o fuera de la república. En el
primer caso otorgará el aumento con previa citación y, en
el segundo con audiencia de la parte contraria. En otras
palabras, esto significa que, concedido aumento
extraordinario de término para rendir prueba en otro
territorio jurisdiccional, no puede rendirse legalmente la
prueba mientras no venza el plazo de citación (tres días); y
que la parte contraria, dentro de este término, puede
oponerse, lo cual originará, naturalmente, un incidente. La
concesión de aumento extraordinario de término para
rendir prueba fuera de la república, en cambio, no se
concede desde luego sino que es preciso oír previamente a
la parte contraria, a la cual se le conferirá traslado por tres
días de esta petición, y con lo que ésta exponga o en su
rebeldía el tribunal resolverá el incidente respectivo.
c) Estos incidentes a que de origen la concesión de aumento
extraordinario de término para rendir prueba, sea fuera
del territorio jurisdiccional del tribunal, sea fuera de la
república, se tramitarán en pieza separada, esto es, fuera
de los autos principales, y no suspenderá el término
probatorio; pero, con todo, no se contarán en el aumento
extraordinario los días transcurridos mientras dure el
incidente sobre concesión del mismo.
d) Por último, la parte que haya obtenido aumento
extraordinario del término para rendir prueba en otro
territorio jurisdiccional y no la rinda, o sólo rinda una
impertinente, será obligada a pagar a la otra los gastos
que ésta haya hecho para presenciar las diligencias
pedidas, sea personalmente o por medio de mandatario.
Esta condenación se impondrá en la sentencia definitiva y
podrá el tribunal exonerar de ella a la parte que acredite
no haberla rendido por motivos justificados. En cambio, la
parte que haya obtenido aumento extraordinario del
término para rendir prueba fuera de la república y no la
rinda, o sólo rinda una impertinente, fuera de incurrir en la
misma sanción anterior, y en las condiciones ya señaladas,
perderá además la consignación que hizo en arcas fiscales
para que pudiere dársele curso a su solicitud, si resulta
establecida en el proceso alguna de las circunstancias
siguientes:
- Que no se ha hecho diligencia alguna para rendir la
prueba pedida.
- Que en el caso de ser solicitada prueba testimonial, los
testigos no tenían conocimiento de los hechos, ni se han
hallado en situación de conocerlos.
- Que los testigos o documentos no han existido nunca en el
país en que se ha pedido que se practiquen las diligencias
probatorias.

2.15.- El término probatorio especial:


Tiene como fuente u origen una resolución judicial y es además, supletorio de los
anteriores. Su fundamento radica en el hecho de que el término probatorio ordinario no
se suspende en caso alguno, salvo que todas las partes lo pidan, ni siquiera con motivo
del incidente de ampliación de la prueba y del incidente de aumento extraordinario;
debiendo, por lo demás, todos los incidentes que se formulen durante dicho término o
que se relacionen con la prueba tramitarse en cuaderno separado. Mientras tanto
puede ocurrir algún accidente o entorpecimiento que impida rendir la prueba, por
razones ajenas a la parte, y no es justo, por consiguiente, dejarla sin oportunidad legal
de rendirla. Este inconveniente se salva mediante la petición y concesión de un
término probatorio especial.
El término especial de prueba, ahora bien, se concede en los siguientes casos:
a) Si durante el término de prueba ocurren entorpecimientos
que imposibiliten la recepción de la prueba, sea
absolutamente, sea respecto de algún lugar determinado,
podrá otorgarse por el tribunal un nuevo término especial
por el número de días que haya durado el entorpecimiento
y para rendir prueba sólo en el lugar a que dicho
entorpecimiento se refiera. Ejemplo de entorpecimiento
absoluto: La recusación del juez. Ejemplo de
entorpecimiento relativo: un terremoto o un temporal que
impida las comunicaciones con un lugar determinado. Para
poder tener derecho a solicitar este término especial de
prueba es necesario que la parte reclame del obstáculo
que impide la prueba en el momento de presentarse o
dentro de los tres días siguientes.
b) Deberá concederse un término especial de prueba por el
número de días que fije prudencialmente el tribunal, y que
no podrá exceder de ocho, cuando tenga que rendirse
nueva prueba, de acuerdo con la resolución que dicte el
tribunal de alzada, acogiendo la apelación subsidiaria que
veremos más adelante. Si embargo, a diferencia del caso
anterior, para hacer uso de este derecho no se requiere de
reclamación previa; y , en todo caso, la prueba ya
producida, y que no esté afectada por la resolución del
tribunal de alzada, tendrá pleno valor.
c) Si la prueba testimonial se ha comenzado a rendir en
tiempo hábil y no se concluye en él por impedimento cuya
remoción no haya dependido de la parte interesada,
podrán practicarse dentro de un breve término que el
tribunal señalará, por una sola vez, para este objeto.
Ejemplo: se rinde prueba testimonial el último día del
probatorio y sólo alcanzan a declarar cuatro testigos de los
seis presentados por el vencimiento de la hora de
audiencia. Para poder tener derecho a solicitar este
término especial también es previo reclamar el
entorpecimiento dentro del probatorio o de los tres días
siguientes a su vencimiento.
d) Si el motivo del entorpecimiento producido para la
recepción de la prueba es la inasistencia del juez de la
causa, deberá el secretario, a petición verbal de cualquiera
de las partes, certificar el hecho en el proceso y con el
mérito de esta certificación fijará el tribunal nuevo día para
la recepción de la prueba. En este caso, a diferencia del
anterior, no es necesario reclamo previo y no hay
limitación en cuanto a las veces que pueda concederse
este nuevo término por la razón ya señalada, procediendo
incluso, el tribunal de oficio; y
e) Siempre que el legislador así lo establezca. Ejemplo
Artículo 159 inciso 3. CPC

2.14.- Prueba instrumental o documental:


Generalidades:
La prueba instrumental como su nombre lo indica es aquella que se produce por medio
de instrumentos. Se llama también prueba documental o literal.
Instrumento es a su vez sinónimo de documento, y se define como todo escrito en que
se consigna un hecho.
Este medio probatorio pertenece a los preconstituidos, o sea, a aquellos que crean las
partes, al momento de la celebración de un negocio jurídico, con el objeto de
proporcionarse de antemano un elemento de convicción para el evento de una
contienda judicial posterior.

Clasificación de los instrumentos:


Admiten varias clasificaciones según sean los puntos de vista desde los cuales se las
formulen.
a) Según la función que desempeñan:
a. Por vía de prueba, que sirven para acreditar o
probar un hecho.
b. Por vía de solemnidad, están destinados a observar
una solemnidad o formalidad legal que proporciona
eficacia al acto o contrato de que dejan constancia
y que sirven también para acreditarlo.

b) En atención a su autenticidad:
a. Instrumento público o auténtico, es el autorizado
con las solemnidades legales (que varian según la
naturaleza del instrumento), por el competente
funcionario (aquel que actúa facultado
expresamente por la ley para este efecto, dentro
del marco de sus atribuciones o deberes y en el
territorio jurisdiccional asignado).
b. Instrumento privado, es aquel que deja constancia
de un hecho sin solemnidad legal alguna.

Iniciativa en la prueba documental:


Por regla general, cada parte litigante es la llamada a presentar en juicio los
instrumentos que tengan en su poder como medio probatorio de sus respectivos
derechos. Esta iniciativa recibe el nombre de voluntaria, los documentos son
presentados por medio de una solicitud escrita y son agregados materialmente al
proceso.
Ahora bien, puede ocurrir que los instrumento no se encuentren en poder de la parte
que desea utilizarlos, sino que en manos de terceros o de la contraparte, en cuyo caso
se utiliza un procedimiento especial denominado exhibición de instrumentos
establecido en la ley. Esta exhibición de documentos se decreta a petición de parte, y
el tribunal para ordenarla debe constatar la concurrencia de dos requisitos:
a) Que los documentos tengan relación directa con la
cuestión debatida.
b) Que los documentos no revistan el carácter de secretos o
confidenciales.
La exhibición consiste en mostrar el documento al tribunal y agregar copia autorizada
de él a los autos.
Si la persona requerida para la exhibición se rehusa a efectuarla sin justa causa será
sancionada, y dicha sanción dependerá si éste es la contraparte o un tercero.
Si se niega a exhibir la contraparte la sanción será doble: podrán imponérseles multas
que no excedan de dos sueldos vitales, o arrestos de hasta dos meses, determinados
prudencialmente por tribunal, sin perjuicio de repetir la orden bajo apercibimiento; y
además perderá el derecho de hacer valer los documentos cuya exhibición se le ha
ordenado, sin perjuicio de decretarse allanamiento del local donde se halle el
documento cuya exhibición se pida.
Si el desobediente es un tercero sólo podrá apremiársele con multa o arrestos en la
forma ya señalada.
Finalmente la iniciativa de la prueba instrumental puede corresponderle al propio juez
cuando, puesto el proceso en estado de sentencia, ordene de oficio, para mejor
resolver, la agregación de cualquier documentos que estime necesario para esclarecer
el derecho de los litigantes.

Oportunidad en que debe rendirse la prueba instrumental:


Los instrumentos podrán presentarse en cualquier estado del juicio hasta el
vencimiento del término probatorio en primera instancia, y antes de la vista de la
causa en segunda.

Instrumentos extendidos en lengua extranjera:


Son aquellos instrumentos públicos o privados que aparecen otorgados en idioma
diverso del castellano. Con motivo de su agregación en parte de prueba dentro de un
proceso, pueden presentarse dos situaciones:
a) Que la parte acompañe el instrumento y su
correspondiente traducción: en este caso la traducción valdrá, salvo que la parte
contraria exija, dentro de seis días, que sea revisada por un perito, procediéndose en
tal caso a la designación de dicho perito, a costa del que presentó el documento, sin
perjuicio de lo que se resuelva sobre las costas en la sentencia.
b) Que la parte acompañe el documento, pero sin traducción
alguna: en este caso el tribunal del oficio mandará traducir el documento por el perito
que designe, a costa de que lo presenta, sin perjuicio de lo que se resuelva sobre las
costas en la sentencia.

Instrumentos Públicos:
Como ya se ha dicho instrumento público o auténtico es el autorizado con las
solemnidades legales por el competente funcionario.
La ley procesal asimila como instrumento público en juicio los además de los
documentos originales, las copias dadas en determinadas condiciones, siempre que en
su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que les confieren este
carácter.
En primer término por tanto decimos que son instrumentos públicos en juicio los
documentos originales.
En segundo término, se consideran instrumentos públicos en juicio las copias de los
documentos originales, estas copias pueden encontrarse en las siguientes situaciones:
a) Copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban
para que hagan fe respecto de toda persona o, a lo menos,
respecto de aquella contra quien se haga valer, también
denominadas testimonios.
b) Copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean
objetados como inexactas por la parte contraria dentro de
los tres días siguientes a aquel en que se dio conocimiento
de ellas. Aquí se trata de copias simples o sea de aquellas
que han sido otorgadas sin la autorización de funcionario
competente ni con sujeción a las formalidades legales de
rigor.
c) Copias que, objetadas en el caso anterior, sean cotejadas
y halladas conformes con sus originales o con otras copias
que hagan fe respecto de la parte contraria. Se trata de
una copia simple que, acompañada a los autos en parte de
prueba, es objetada como inexacta por la contraria.
d) Copias que el tribunal mande agregar durante el juicio,
autorizadas por su secretario u otro funcionario
competente y sacadas de los originales o de copias que
reúnan las condiciones anteriores, esto es, de copias que
objetadas por inexactas, sean cotejadas y halladas
conformes con sus originales o con otras copias que hagan
fe respecto de la parte contraria. En el fondo se trata de
una medida para mejor resolver, decretada, por lo tanto de
oficio por el propio tribunal.

Instrumentos públicos otorgados en el extranjero:


Estos deberán presentarse debidamente legalizados, o sea, que para que tengan valor
en juicio es necesario que previamente hayan sido sometidos a ciertos procedimientos
destinados a acreditar su autenticidad, vale decir, el hecho de haber sido realmente
otorgados y de la manera en que ellos se expresa.
Ahora bien, se entiende que un instrumento público otorgado fuera de Chile está
debidamente legalizado cuando:
a) En ellos consten el carácter público y la verdad de las
firmas de las personas que los han autorizado,
atestiguadas ambas circunstancias por los funcionarios
que, según las leyes o la practica de cada país, deban
acreditarlas.
b) Cuando la autenticidad de las firmas y el carácter de estos
funcionario medios que establece la ley (artículo 345 CPC).
Por lo que en consecuencia, los procedimientos de legalización de estos documentos
son esencialmente administrativos y se componen de dos etapas o partes: La primera,
destinada a hacer constar en el instrumento mismo el carácter público y la verdad de
las firmas de las personas que aparecen autorizándolo, y la segunda, en cambio, a
hacer contar también en el instrumento el carácter público y la verdad de las firmas de
los funcionarios que aparecen atestiguando.

Manera de acompañar los instrumentos públicos en juicio:


Estos se acompañan al juicio con citación de la parte en contra de la cual se hacen
valer. Es del caso señalar en este punto que no existe norma legal que consagre esta
manera de proceder, pero se deduce armonizando distintos preceptos del CPC, los
cuales en síntesis prescriben que son trámites o diligencias esenciales en la primera y
en la segunda instancia la agregación de los instrumentos presentados oportunamente
por las partes y con citación o bajo apercibimiento legal que corresponda respecto de
aquella contra la cual se presentan.
La expresión citación quiere decir que la parte en contra de la cual se presenta el
instrumento público tiene plazo fatal de tres días para impugnarlo.
La citación del instrumentos es un trámite esencial, lo que significa que su omisión
permite deducir recurso de casación en la forma en contra de la sentencia que se dicte
en estas condiciones, esto es, ponderando el mérito probatorio del instrumento sin
haberle dado oportunidad a la parte contraria de impugnarlo, y a fin de obtener que
dicha sentencia sea declarada nula.

Valor probatorio del instrumento público:


Los principios legales que rigen esta materia se encuentran consagrados en los
siguientes artículos del C Civil:
Artículo 1700 inciso 1º que dispone “El instrumento público hace plena fe en cuanto al
hecho de haberse otorgado y su fecha, pero no en cuanto a la verdad de las
declaraciones que en él hayan hecho los interesados. En esta parte no hace plena fe
sino contra los declarantes....”.
Artículo1706 que dispone “El instrumento público o privado hace fe entre las partes
aun en lo meramente enunciativo, con tal que tenga relación directa con lo dispositivo
del acto o contrato.”.
De la lectura de estos preceptos legales se permite apreciar que el problema del valor
probatorio de los instrumentos públicos debe analizarse a la luz de los siguientes
hechos o circunstancias que median en su otorgamiento, a saber:
a) El hecho de haberse realmente otorgado: así reza
textualmente el artículo 1700 CC, y esa es por lo demás, la misión del funcionario
llamado por la ley a intervenir en el otorgamiento de un instrumento público, o sea dar
fe del otorgamiento del documento mismo. El funcionario representa en esos
momentos al Estado, y constata de manera auténtica lo que sus propios sentidos.

Impugnación de los instrumentos públicos:


Se ha dicho, que los instrumentos públicos pierden su eficacia probatoria por medio de
la impugnación. Entiéndase por tal el empleo de los procedimientos o medios que la ley
señala para privar a un instrumento público de la fuerza probatoria que ella misma le
ha asignado.
Causales de impugnación:
a) Nulidad: esta es una sanción en que se incurre
cuando le falta al instrumento público alguno de los requisitos que las leyes prescriben
para el valor del instrumento mismo. Estos requisitos omitidos pueden tener relación
con:
- El funcionario que intervino en el otorgamiento del
instrumento: lo que quiere decir que éste puede no haber sido tal, o puede haber
actuado fuera de la esfera de sus atribuciones, en ambos casos el instrumento público
sería nulo.
- O determinadas formalidades legales: las formalidades
legales omitidas dependerán de cada instrumento público en particular.
Pueden alegar la nulidad del instrumento público tanto las partes que intervienen en su
otorgamiento como los terceros, pudiendo valerse para acreditar la nulidad de
cualquier medio probatorio.

b) La falsedad o falta de autenticidad:


Un instrumento no es auténtico cuando no ha sido realmente otorgado y autorizado por
las personas y de la manera que en él se expresan.
Pueden impugnar los instrumentos públicos por esta causal tanto las partes como
terceros y para acreditar su fundamento podrán valerse de todos los medios
probatorios. Confirma lo dicho anteriormente el artículo 355 CPC que dispone “En el
incidente sobre autenticidad de un instrumento o sobre suplantaciones hechas en él,
se admitirán como medios probatorios tanto el cotejo de que tratan los….”

c) La insinceridad:
Que es la falta de verdad de las declaraciones que en él se contienen. Aquí el
instrumento público es válido, o sea, ha sido otorgado ante funcionario competente y
con observancia de las formalidades legales, es además, auténtico, o sea, ha sido
realmente otorgado y autorizado por las personas y de la manera que en él se expresa;
pero, en cambio, las partes han faltado a la verdad en lo que se respecta a las
declaraciones que en ese instrumento se consignan.
Ahora bien, respecto de terceros no existe duda alguna de que pueden impugnar el
instrumento público por esta causal.
Lo que si presenta problemas en materia civil, es si las partes que han intervenido en
el otorgamiento de esta instrumento pueden o no impugnarlo por esta causal. Una
teoría sostiene que el instrumento público hace plena fe en cuanto a la verdad de las
declaraciones que en él hayan hecho los interesados y que, por consiguiente los
declarantes no pueden posteriormente pretender impugnar el instrumento en cuanto a
la verdad de esas declaraciones. Una segunda teoría argumenta en cambio, que tal
prueba es admisible, pues la ley no prohíbe que una plena prueba, como es la
emanada de un instrumento público, puede ser destruida por otra plena prueba, como
sería la que fluye de una confesión judicial.

Formas de impugnar los instrumentos públicos:


En juicio puede revestir dos formas:
a.- Por vía principal: opera cuando el objeto del pleito versa sobre la validez o
nulidad de dicho instrumento, sobre la autenticidad o falsedad del mismo, o sobre la
verdad o inexactitud de las declaraciones que en él se contienen.
b.- Por vía incidental: opera cuando acompañado en parte de prueba dentro de un
juicio, la contraparte en el término de citación le resta mérito probatorio, fundada en
alguno de los capítulos de impugnación ya señalados, en consecuencia se habrá
suscitado un incidente dentro del pleito, el cual será fallado en un auto o en una
sentencia interlocutoria, que declarará si el referido instrumento tiene o no el mérito
probatorio que pretende la parte que lo ha presentado.

Instrumentos privados:
Instrumento privado es todo escrito que da constancia de un hecho y que ha sido
otorgado sin formalidad o solemnidad alguna.
Lo importante en esta clase de instrumentos es que deja testimonio de un hecho.
Reconocimiento de los instrumentos privados:
Estos por el hecho de ser privados, no llevan ningún sello de autenticidad.
Para obviar este y otros inconvenientes el legislador acepta que un instrumento
privado se le tenga por auténtico, siempre que haya sido reconocido, y le asigna fecha
cierta en los casos en que él mismo taxativamente enumera. Y cuales son estos:
a.- Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece
otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer. Se trata como se ve de
un reconocimiento expreso, y puede producirse en cualquier estado del juicio y en
cualquier trámite, diligencia o actuación. La persona a cuyo nombre aparece otorgado
el instrumento, podrá ser la parte misma o un tercero, y la parte en contra de la cual se
hace valer podrá haberlo escrito y firmado o no.
b.- Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro
juicio. También es un reconocimiento expreso, pero extrajudicial.
c.- Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se alega su falsedad
o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su presentación, debiendo el
tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte con el reconocimiento tácito del
instrumento, si nada expone dentro de dicho plazo. Estamos en este caso en presencia
de un reconocimiento tácito, a diferencia de los anteriores. En este caso la
jurisprudencia ha entendido que debe el instrumento privado emanar exclusivamente
de la parte en contra de la cual se hace valer. La falsedad del instrumento privado
puede consistir, ya en falsificación de la firma, ya en la falsificación de su contenido; en
cambio la falta de integridad implica que el documento no se ha presentado completo,
esto es, en la forma como materialmente se otorgó.
d.- Cuando se declare la autenticidad del instrumento por resolución judicial. Se
trata en este caso de un reconocimiento judicial del instrumento privado, se ha
presentado de conformidad a lo señalado en la letra anterior y la parte a quien va a
afectar dicho instrumento, dentro del sexto día, alega su falsedad o falta de integridad,
por cuyo motivo se habrá suscitado el correspondiente incidente. El tribunal conferirá
traslado a la otra parte del escrito de impugnación del instrumento, y con lo que este
exponga o en su rebeldía, lo recibirá a prueba, se rendirán las pruebas de rigor, y, con
el mérito de estas, se fallará el incidente, declarándose si el documento privado es o no
auténtico.

Manera de acompañar los instrumentos privados :


a) Si el instrumento privado emana de la parte en contra de la
cual se hace valer, debe ser acompañado con citación y bajo
apercibimiento de tenerlo por reconocido si no se alega su
falsedad o falta de integridad dentro del plazo de seis días.
b) Por el contrario, si el instrumento privado emana de una
tercera persona, si bien debe acompañarse con citación,
puesto que este trámite o diligencia es esencial, el plazo para
impugnarlo es de tres días fatales. En este caso no es posible
acompañar el instrumento bajo apercibimiento de tenerlo por
reconocido si no se objeta su falsedad o falta de integridad
dentro de sexto día, ya que el documento no emana de la
persona en contra de la cual se hace valer y, por consiguiente,
no está en condiciones de pronunciarse sobre su autenticidad
e integridad. La manera de obtener este reconocimiento no
puede ser otra que presentar a ese tercero como testigo
dentro del juicio, a objeto de que deponga sobre la
autenticidad e integridad del instrumento. En síntesis es
sencillamente una declaración testimonial anticipada y
extrajudicial.

Valor probatorio del instrumento privado:


Los documentos privados para este efecto pueden encontrarse en dos situaciones:
a) Instrumento privado que se tiene por reconocido: es aquel
cuyo reconocimiento puede ser expreso, tácito o judicial:
a.- En este caso respecto de las partes y de sus sucesores hacen plena fe en
cuanto al hecho de haberse otorgado, a su fecha, y en cuanto a la verdad de las
declaraciones que en ellos se contengan.
b.- Puede tener interés respecto de terceros, la fecha de un instrumento privado,
en este caso la fecha se cuenta desde el fallecimiento de alguno de los que lo han
firmado, o desde el día en que ha sido copiado en un registro público, o en que conste
haberse presentado en juicio, o en que haya tomado razón de él o le haya inventariado
un funcionario competente, en el carácter de tal, o desde que haya sido protocolizado.
b) Instrumento privado que no ha sido reconocido: carece de
valor probatorio.

Impugnación de los instrumentos privados y, en especial del cotejo de


letras:;
Cuando son puestos en conocimiento de la parte contraria en juicio, ésta puede alegar
su falsedad o falta de integridad. En estos casos se habrá planteado un incidente sea
de la autenticidad o suplantaciones hechas en el referido instrumento, que el tribunal
deberá resolver a la luz de las pruebas que sobre estos particulares se rindan.
En estos incidentes se admitirá como medios probatorios tanto: el cotejo de letras
(artículo 350 al 354 CPC), como los que las leyes autoricen para la prueba del fraude.
El cotejo de letras al diferencia del cotejo de instrumentos se define como aquella
diligencia judicial destinada a comprobar si la letra del documento privado que se pone
en duda es la misma que la estampada en un documento indubitado, esto es, cuya
autenticidad no se discute. En consecuencia la parte que pide el cotejo debe designar
el instrumento o instrumentos indubitados con que debe hacerse (artículo 351 CPC).
Esta prueba como requiere del conocimiento de una ciencia o arte caligráfico, se lleva
a efecto por medio de peritos, nombrados por el tribunal.
Sin embargo, el tribunal hará por si mismo la comprobación o cotejo, después de oír a
los peritos revisores y no tendrá que sujetarse al dictamen de estos.
En cuanto al medio probatorio del cotejo de letras, no constituye por sí solo prueba
suficiente, pero podrá servir de base para una presunción judicial.

3.- La prueba testimonial:


Consiste en la declaración que hacen personas extrañas al juicio, las cuales reúnen las
condiciones exigidas por la ley, y que deponen en la forma que ella establece acerca
de los hechos substanciales, pertinentes y controvertidos por las partes.
3.1.- Procedencia de la prueba testimonial:
En principio la prueba testimonial es admisible para probar cualquier hecho. Pero hay
una limitación fundamental a dicho principio “no se admitirá prueba de testigos
respecto de una obligación que haya debido consignarse por escrito.”
3.2.- Iniciativa de la prueba testimonial:
Lo normal y corriente es que las partes litigantes sean las que produzcan esta prueba
dentro del pleito, en la oportunidad y forma que la ley procesal establece.
Pero también el tribunal tiene cierta iniciativa en materia de prueba de testigos. En
efecto, puesto el proceso en estado de sentencia, puede ordenar de oficio, para mejor
resolver, pero dando de ello conocimiento a las partes, las siguientes medidas: la
comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio.
3.3.- Oportunidad para rendirla:
Hay que distinguir:
a) En primera instancia: se rinde dentro del término
probatorio, cualquiera que sea éste. La posibilidad de
ejercer un derecho o la oportunidad para ejecutar el acto
se extingue al vencimiento del plazo. Por tanto si la prueba
se rinde fuera del término probatorio será nula y de ningún
valor.
b) En segunda instancia: sólo será admisible cuando no se
haya podido rendir en la primera y acerca de hechos que
no figuren en la prueba rendida y que sea estrictamente
necesarios en concepto del tribunal para la acertada
resolución del juicio.

3.4.- Los testigos:


Es un tercero o extraño al juicio, cuya deposición está relacionada con los hechos
controvertidos por las partes.
3.5.- Clasificación de los testigos:
a) Según la forma como se han impuesto de los hechos:
a.- Testigo presencial: es aquel que ha percibido por sus propios sentidos los
hechos acerca de los cuales depone.
b.- Testigo de oídas: es aquel que relata los hechos sin haberlos percibido y sólo
por el dicho de otras personas.
c.- Testigo instrumental: es aquel que ha concurrido en dicha calidad al
otorgamiento del instrumento que deja constancia del hecho de que se trata.
b) Según las circunstancias que rodean al hecho objeto de la
prueba:
a.- Testigos contestes: son aquellos que están de acuerdo en el hecho y sus
circunstancias esenciales.
b.- Testigos singulares: son aquellos que estando de acuerdo en el hecho difieren
en cuanto a las circunstancias esenciales.
c) Según su habilidad para deponer en juicio:
a.- Testigo hábil: es aquel en el cual no concurren determinadas circunstancias
que, en concepto de la ley, hacen sospechosa o ineficaz su declaración.
b.- Testigo inhábil: es aquel en quien concurren determinadas circunstancias,
llamadas tachas, y que hacen que su declaración carezca del necesario valor legal.
3.6.- Habilidad para ser testigo:
Es sinónimo de capacidad y no de destreza para testimoniar en juicio, la regla general
es la habilidad para ser testigo y la excepción es la inhabilidad, así lo dispone el
artículo 356 CPC “es hábil para testificar en juicio toda persona a quien la ley no
declare inhábil”.
El modo de reclamar de las causales de inhabilidad que pueden afectar a los testigos
es mediante la formulación de la tacha respectiva que veremos más adelante.
3.7.- Inhabilidades absolutas:
Son aquellas que impiden que una persona que se encuentra en determinadas
circunstancias o condiciones puedan declarar en cualquier juicio, se fundan en la falta
de capacidad del testigo para percibir los hechos sobre los que depone o en su falta de
probidad, y son (artículo 357 CPC):
d) Los menores de 14 años. Podrán, sin embargo,
aceptarse sus declaraciones, sin previo juramento y
estimarse como base para una presunción judicial,
cuando tengan discernimiento suficiente. Esta
inhabilidad de edad hay que juzgarla en relación a
la edad que tenga al momento de declarar.
e) Los que se hallen en interdicción por causa de
demencia. Se trata aquí de una persona privada de
razón por locura o demencia, la cual ha sido
declarada mediante sentencia judicial de
interdicción, sea definitiva o provisoria.
f) Los que al tiempo de declarar, o al de verificarse los
hechos sobre que declaran, se hallen privados de la
razón, por ebriedad u otra causa.
g) Los que carezcan del sentido necesario para
percibir los hechos declarados al tiempo de
verificarse éstos. Sería el caso de un ciego que
pretendiera que vio cuando una persona atropelló
en su automóvil a otra.
h) Los sordomudos que no puedan darse a entender
por escrito.
i) Los que en el mismo juicio hayan sido cohechados,
o hayan sido cohechado o intentado cohechar a
otros, aun cuando no se les haya procesado
criminalmente.
j) Los vagos sin ocupación u oficio conocido.
k) Los que en concepto del tribunal sean indignos de
fe por haber sido condenados por delito.
l) Los que hagan profesión de testificar en juicio.

3.8.- Inhabilidades relativas:


Son aquellas en que el impedimento para declarar que afecta a una persona sólo dice
relación con determinados juicios; se fundan en la falta de imparcialidad del testigo por
las especiales circunstancias o vínculos que lo unen a la parte que lo presenta como
tal, y son (artículo 358 CPC):
a) El cónyuge y los parientes de la parte que los presenta.
Se trata de vínculos familiares tan estrechos que
evidentemente hacen perder al testigo la
imparcialidad necesaria para declarar.
b) Los ascendientes, descendientes y hermanos, cuando
haya reconocimiento del parentesco que produzca
efectos civiles respecto de la parte que solicite su
declaración.
c) Los pupilos por sus guardadores y viceversa.
d) Los criados domésticos o dependientes de la parte que
los presente. Se entenderá por dependiente el que
preste habitualmente servicios retribuidos al que lo
haya presentado por testigo, aunque no viva en su
casa.
e) Los trabajadores y labradores dependientes de la
persona que exige su testimonio.
f) Los que a juicio del tribunal carezcan de la
imparcialidad necesaria para declarar por tener en el
pleito interés directo o indirecto.
g) Los que tengan íntima amistad con la persona que los
presenta o enemistad respecto de la persona contra
quien declaren. La amistad o enemistad deberán ser
manifestado por hechos graves que el tribunal
calificará según las circunstancias.
Las inhabilidades relativas antes mencionadas no podrán hacerse valer cuando la parte
a cuyo favor se hallan establecidas, presente como testigos a las mismas personas a
quienes podrían aplicarse dichas tachas (artículo 358 CPC). Estamos en presencia de
una verdadera compensación de tachas.

3.9.- Obligaciones que pesan sobre los testigos:


Toda persona cualquiera sea su estado o profesión, está obligada a declarar y a
concurrir a audiencia, que el tribunal señale con ese objeto. Artículo 359 CPC.
De acuerdo a lo anterior podemos deducir que sobre los testigos pesa una triple
obligación, estas obligaciones constituyen verdaderas cargas o deberes cívicos y han
sido establecidas por razones de conveniencia pública y común:
a) La obligación de concurrir a declarar, implica para
el testigo el deber de asistir en persona a la
audiencia que el tribunal señale con este objeto. Sin
embargo hay personas que no están obligadas a
concurrir a la audiencia que el tribunal señale para
que presten declaración, no obstante que sobre
ellas siempre pesan las obligaciones de declarar y
de decir la verdad. Estas personas son:
a.- El Presidente de la República, los Ministro de Estado, los Senadores y Diputados,
los Subsecretarios; los Intendentes Regionales, los Gobernadores y los Alcaldes.....
b.- Las personas que gozan en el país de inmunidad diplomáticas.
c.- Los religiosos, incluso los novicios.
d.- Las mujeres, siempre que por su estado o posición no puedan concurrir sin
grave molestia, y
e.- Los que por enfermedad u otro impedimento, calificado por el tribunal, se hallen
en la imposibilidad de hacerlo.
¿Cómo restan declaración estas personas? Dependiendo de quienes se traten, declaran
por informes o en su morada.
b) La obligación de declarar, implica el deber que pesa
sobre todo testigo de responder a las preguntas que
se le hagan en la audiencia de prueba respectiva y
previa observancia de las formalidades legales. Sin
embargo hay personas que no están obligadas a
declarar, no obstante que sobre ellas pesa la
obligación de concurrir a la audiencia de prueba
respectiva. Estas personas son:
a.- Los eclesiásticos, abogados, escribanos, procuradores, médicos y matronas,
sobre hechos que se les hayan comunicado confidencialmente con ocasión de su
estado, profesión u oficio. Llamado secreto profesional.
b.- El cónyuge y los parientes que los presente como testigos, los ascendientes,
descendientes y hermanos, cuando haya reconocimiento del parentesco que produzca
efectos civiles respecto de la parte que solicita su declaración; y los pupilos por sus
guardadores y viceversa. Llamada razón de parentesco.
c.- Los que son interrogados acerca de hechos que afecten al honor del testigo o de
las personas mencionadas en la letra anterior, o que importen un delito de que pueda
ser criminalmente responsable el declarante o cualquiera de las personas referidas.
c) La obligación que pesa sobre los testigos es la de
decir la verdad, no se halla consagrada en un texto
legal expreso dentro de la ley procesal civil, y ella
se deduce del principio de buena fe que debe
imperar en toda actuación judicial.
3.10.- Derecho de los testigos:
la ley les reconoce el derecho de reclamar de la persona que los presenta a declarar el
abono de los gastos que les imponga su comparecencia. En caso de desacuerdo los
gastos serán regulados por el tribunal sin forma de juicio y sin ulterior recurso. Y se
entenderá renunciado este derecho si no se ejerce en el plazo de veinte días de la
fecha en que se prestó la declaración.

Forma de producir la prueba testimonial:


3.11.- Presentación de minuta de puntos de prueba y nómina de los
testigos:
La parte litigante que desee rendir prueba testimonial en juicio, dentro de los
cinco días siguientes a la última notificación de la resolución que recibió la causa a
prueba, cuando no se haya pedido reposición de dicha resolución, y en el caso
contrario, dentro de los cinco días siguientes a la notificación por el estado diario de la
resolución que se pronuncie sobre la última solicitud de reposición, deberá:
a) Presentar minuta de los puntos sobre que piense rendir
prueba de testigos, enumerados y especificados con claridad y
precisión; y
b) Acompañar también una nómina de los testigos de que piensa
valerse, con expresión del nombre y apellido, domicilio y
profesión u oficio.
La ley no limite el número de testigos que puede contener esta nómina, siendo
conveniente hacer figurar en ella el mayor número posible, por las inhabilidades que
pueden afectar a los testigos, o por cualquiera otra razón de fuerza mayor, que impida
su declaración posterior.
Si no se presenta la lista de testigos la sanción no puede ser otra que la privación del
derecho de rendir prueba testimonial. Podrá con todo el tribunal admitir otros testigos
en casos muy calificados, y jurando la parte que no tuvo conocimiento de ellos al
tiempo de formar la lista aludida.

3.12.- Tribunal ante el cual se rinde la prueba testimonial:


En principio, la prueba testimonial se rinde ante el mismo tribunal que conoce del
pleito; pero si han de declarar testigos que residan fuera del territorio jurisdiccional en
que se sigue el juicio, se practicará su examen por el tribunal que corresponda, a quien
se remitirá copia de los puntos de prueba fijados. Por consiguiente la residencia del
testigo viene a determinar el tribunal llamado a intervenir en la practica de este
medio probatorio.

3.13.- Fijación de audiencias de prueba:


El tribunal debe designar dentro del término probatorio que días estarán destinados a
la recepción de la prueba testimonial ofrecida. A este respecto el tribunal atendido el
número de testigos y el de los puntos de prueba, señalará una o más audiencias para
el examen de los que se encuentren en el departamento. Estas audiencias se señalan
fijando día y la hora correspondiente. En la practica lo señala en la resolución que
recibe la causa a prueba o auto de prueba.
En cuanto al tribunal exhortado, el señalará las audiencias de prueba al ordenar el
cumplimiento de dicho exhorto.

3.14.- Citación de los testigos:


Una vez fijadas las correspondientes audiencias de prueba, será necesario ponerlas en
conocimiento de los testigos para que cumplan con sus obligaciones, en especial, con
la de comparecer a declarar. Este conocimiento puede dársele a los testigos, sea en
forma extrajudicial o judicial.
Citar por consiguiente a un testigo es poner, en su conocimiento que ha sido
presentado en juicio con tal carácter y el señalamiento de la audiencia de prueba a la
cual debe concurrir a declarar. Esta citación la practica un ministro de fe, osea, el
receptor, previa petición de parte interesada y resolución del tribunal que así lo
ordene. Esta situación reviste la forma de una notificación personal o por cédula, por
tratarse de extraños al juicio, y debe contener la indicación del juicio en que debe
prestarse la declaración, el día y la hora de la comparecencia.
El testigo legalmente citado que no comparezca podrá ser compelido por medio de la
fuerza ante el tribunal que haya expedido la citación, a menos que compruebe que ha
estado en imposibilidad de concurrir, todo lo cual se entiende sin perjuicio de la
responsabilidad penal que pueda afectar al testigo rebelde (falta).

3.15.- Exámen de los testigos:


Estas reglas se pueden sintetizar en la forma siguiente:
a) Antes de examinar a cada testigo se le hará prestar
juramento al tenor de la fórmula siguiente: “¿juraís
por Dios decir la verdad acerca de lo que se os va a
preguntar?” el interrogado responderá “Sí juro”
artículo 363 CPC. El juramento es una formalidad
esencial de la prueba testimonial, de suerte que su
omisión está sancionada con la nulidad de la
diligencia misma. En la practica los jueces toman el
juramento a los testigos en conjunto.
b) Los testigos de cada parte serán examinados
separada y sucesivamente, principiando por los del
demandante, sin que puedan unos presenciar las
declaraciones de los otros. El tribunal adoptará las
medidas conducentes para evitar que los testigos
que vayan declarando puedan comunicarse con los
que no hayan prestado declaración, artículo 364
CPC.
c) Los testigos serán interrogados personalmente por
el juez y si el tribunal es colegiado, por uno de sus
ministros a presencia de las partes y de sus
abogados, si concurren al acto. Las preguntas
versarán sobre los datos necesarios para establecer
si existen causas que inhabiliten al testigo para
declarar y sobre los puntos de prueba que se hayan
fijado. Artículo 365 CPC.
d) Cada parte tendrá derecho para dirigir, por
conducto del juez, las interrogaciones que estime
conducentes, con el objeto de establecer las
causales inhabilidad lega que puedan oponerse a
los testigos y de que éstos rectifiquen, esclarezcan
o precisen los hechos sobre los cuales se invoca su
testimonio. Artículo 366 CPC.
e) Los testigos deben responder de una manera clara y
precisa a las preguntas que se les hagan,
expresando la causa por qué afirman los hechos
aseverados, y no se les permitirá llevar escrita su
declaración, artículo 367 CPC.
f) La declaración constituye un solo acto que no puede
interrumpirse sino por causas graves y urgentes, y
procurará también el tribunal, en cuanto sea
posible, que todos los testigose cada aprte sean
examinados en la misma audiencia, artículo 368 y
369 CPC.
g) Serán admitidos a declarar solamente hasta seis
testigos por cada parte, sobre cada uno de los
hechos que deban acreditarse, artículo 372 CPC.
h) Si algún testigo no entiende o no habla castellano,
será examinado por medio de intérprete, artículo
382 CPC.

3.16.- Acta de la prueba testimonial:


Una vez prestada la declaración del testigo, esta se consigna por escrito, esto es, en
un acta que deja constancia fechaciente de la diligencia que se ha llevado a cabo.
Esta deben al consignarse por escrito, conservar en cuanto sea posible las expresiones
de que se haya valido.
Después de leídas por el receptor en alta voz y ratificadas por el testigo, serán
firmadas por el juez, el declarante y las partes si se hallan presentes. Artículo 370 CPC.

3.17.- Las tachas:

a) Concepto: Son los medios o la forma de hacer


efectivas las inhabilidades establecidas por la ley
precesal y que conducen, al ser aceptadas, a
desestimar las declaraciones de los testigos en juicio.
Las inhabilidades están establecidas en los artículos
357 y 358 CPC.
b) Oportunidad para oponer las tachas: Solamente
podrán oponerse antes de que presten su declaración,
cuando se trata de testigos que figuran en la nómina
que debe presentarse en el plazo señalado
anteriormente (5 días). Sin embargo la ley procesal
establece que también podrán oponerse dentro de los
tres días subsiguientes al examen de los testigos,
artículo 373 inciso 1º CPC, siempre que se trate de
aquellos testigos que puede admitir el tribunal, en
casos muy calificados, y jurando la parte que no tuvo
conocimiento de ellos al momento de formar la nómina
antes indicada.
c) Forma o manera de hacer valer las tachas: Sólo se
admitirán las tachas que se funden en alguna de las
inhabilidades mencionadas en los artículo 357 y 358
CPC, y con tal que se expresen con claridad y
especificación necesarias para que puedan ser
fácilmente comprendidas, por lo tanto para que una
tacha sea admitida debe fundarse en una causal legal y
expresada conclaridad. Si no cumple con estos
requisitos el tribunal podrá negarse a admitirla a
tramitación y desecharla desde luego.
d) Efectos de la oposición de las tachas: Una vez
opuesta la tacha, la parte que presenta al testigo
tachado tiene dos caminos o actitudes que asumir. La
primera actitud es pedir que se omita su declaración y
que se reemplace por la de otro testigo hábil de los que
figuran en la lista o nómina respectiva, artículo 374
CPC: o bien dejar que el testigo declare, pues la tacha
opuesta no obsta a su examen, artículo 375 CPC. Sin
embargo no hay que olvidar que el tribunal de oficio
podrá repeler a los testigos que notoriamente
aparezcan comprendidos en alguna causal de
inhabilidad absulta.
e) Tramitación, prueba y fallo de las tachas: Desde el
momento en que las tachas son cuestiones accesorias
del juicio, que requieren especial pronunciamiento del
tribunal, son verdaderos incidentes, y como no tienen
una tramitación especial, se les da una tramitación de
los incidentes ordinarios. Por lo que en consecuencia,
opuesta la tacha será necesario oír a la parte que ha
presentado el testigo tachado para que exponga lo
conveniente a su derecho, confiriéndosele el
correspondiente traslado. También se oirá al mismo
testigo sobre el fundamento de la tacha opuesta, lo que
deberá hacer el tribunal de oficio. Con lo que aquélla
exponga o en su rebeldía, el tribunal recibirá la tacha a
prueba cuando lo estime conveniente para resolver el
juicio. Ahora bien, la prueba de tachas se rendirá
dentro del término concendido para la cuestión
principal (termino probatorio ordinario), pero si está
vencido o lo que de él reste no sea suficiente se
ampliará para el sólo efecto de rendir la prueba de
tachas hasta completar 10 días, pudiendo además
solicitar el aumento extraordinario establecido en el
artículo 329 CPC. Finalmente la legalidad de las tachas
y su comprobación serán apreciadas y resueltas en la
sentencia definitiva, artículo 379.

3.18.- Valor probatorio de la prueba testimonial:


Es el mérito que la ley le asigna en relación a los hechos controvertidos del pleito y que
han constituido su objeto.
Para determinar el valor probatorio de una declaración testimonial será necesario
distinguir si se está frente a testigos de oídas (aquel que relata los hechos sin haberlos
presenciados) o presenciales (aquel que ha percibido por sus propios sentidos los
hechos acerca de los cuales depone) y, todavía, en este caso, si las declaraciones son o
no contradictorias.
a) Testimonios de oídas: Los testimonios de oídas
emanan de testigos que relatan los hechos que no
han percibido por sus propios sentidos y que sólo
conocen por el dicho de otras personas. El valor
probatorio de esta clase de declaraciones consiste
en que únicamente pueden estimarse como base
para una presunción judicial. Sin emabrgo, es válido
el testimonio de oídas cuando el testigo se refiere a
lo que oyó decir a alguna de las partes, en cuanto
de este modo se explica o esclarece el hecho de
que se trata.
b) Testimonios presenciales: A diferencia de los
anteriores los testimonios presenciales emanan de
testigos que relatan los hechos por haberlos
percibido por sus propios sentidos y por tal razón,
fácil es deducir que su fuerza probatoria es mayor
que la de los testigos de oídas. Sobre este tema
existe dos reglas fundamentales:
- Primera regla: La declaración de un testigo imparcial y
verídico constituye una presunción judicial, cuyo mérito
probatorios será apreciado según lo establecido en el
artículo 426 CPC que establece “Las presunciones como
medios probatorios, se regirán por las disposiciones del
art. 1712 CCivil. Una sola presunción puede constituir
plena prueba cuando, a juicio del tribunal tenga caracteres
de gravedad y precisión suficientes para formar su
convencimiento.” Lo que quiere decir que una sola
declaración testimonial puede llegar a constituir plena
prueba.
- Segunda regla: La declaración de dos o mas testigos
contestes en el hecho y en sus circunstancias esenciales,
sin tacha, legalmente examinados y que den razón de sus
dichos podrá constituir prueba plena cuando no haya sido
desvirtuada por otra prueba en contrario.

Los testigos constestes como ya se a señalado son aquellos que están de acuerdo con
el hecho y en sus circunstancias esenciales; y sin tacha son aquellos a los cuales no les
afectan las causales de inhabilidad consagrados en el CPC.

Reuniéndose todos estos requisitos en las declaraciones testimoniales de que se trata,


podrán constituir plena prueba.

4.- Prueba confesional:

a) Concepto:
Es la que se produce a virtud de confesión de parte, y se entiende por tal aquel medio
probatorio consistente en el reconocimiento que una persona hace de la verdad de un
hecho, susceptible de producir consecuencias jurídicas en su contra.
Se trata de un medio probatorio circunstancial, pues generalmente se produce en
juicio y una vez que éste se ha originado, y surge de las propias partes litigantes.

b) Características:
Las más sobresalientes son:
a.- Es un medio probatorio del que pueden valerse las partes en juicio, o sea, un
elemento destinado a formar en el juez convicción acerca de los hechos que se
controvierten.
b.- Es un medio probatorio de que se valen las partes de propia iniciativa, tanto del
demandante como del demandado; pero también puede provocar este medio
probatorio el juez, exigiendo confesión judicial de cualquiera de las partes sobre
hechos que considere de influencia en la cuestión y que no resulten probados, o sea,
de oficio y como medida para mejor resolver.
c.- Es un reconocimiento o declaración de voluntad, el cual, jurídicamente, reviste
el carácter de unilateral, pues, no necesita de la aceptación de la parte contraria; y en
cuanto a su forma puede ser expreso o tácito, según las condiciones en que se ha
efectuado.
d.- Se produce, generalmente, en juicio. Lo enumera el artículo 341 CPC como uno
de los medios de prueba de que puede hacerse uso en juicio.
e.- Es, finalmente, un reconocimiento declaración de voluntad que produce
consecuencias jurídicas en contra del confesante, porque este medio probatorio jamás
lo favorece a él sino a la parte que pidió o se vale de la confesión.

c) Requisitos de validez de la confesión:


Es decir los elementos necesarios para que este medio probatorio produzca los efectos
legales que le son propios, son los siguientes:
a.- Que verse sobre hechos pertenecientes al juicio mismo, esto es, sobre hechos
pertinentes, substanciales y controvertidos, que dentro del juicio han sido debatidos.
b.- Que el confesante tenga capacidad suficiente para obligarse.
c.- Que no exista disposición legal que prohíba este medio probatorio o le
asigne un efecto diverso al deseado.
d.- Que la voluntad del confesante esté exenta de todo vicio.

d) Clasificación de la confesión:
Admite varias clasificaciones doctrinarias, pues son muy variados los puntos de vista
desde los cuales pueden éstas efectuarse, así:

a.- Según el lugar en que se presta:


• Confesión judicial: Es aquella que se presta
dentro del juicio en el cual se invoca.
• Confesión extrajudicial: Es aquella que se
presta en juicio diverso, o bien fuera de
juicio.

b.- Según su origen:


• Confesión espontánea o voluntaria: Es
aquella que se presta sin requerimiento de
juez ni petición contraria.
• Confesión provocada: Es aquella que se
presta, previo requerimiento de juez, a
petición de parte interesada, y dentro del
mecanismo llamado absolución de
posiciones.

c.- Según el modo de manifestarse:


• Confesión expresa: Aquella que presta el
confesante en términos categóricos y
formales.
• Confesión tácita: Aquella que tiene lugar, en
los casos expresamente señalados en la ley,
a título de sanción para el litigante rebelde a
prestar confesión expresa.

d.- Según la forma de prestarse:


• Confesión verbal: Aquella que se hace de
viva voz y en presencia de testigos.
• Confesión escrita: Aquella que consta en un
documento, sea público o privado.

e.- Según su contenido:


• Confesión simple: Aquella en que se
reconoce el hecho discutido sin agregarle ni
modificarle cosa alguna.
• Confesión calificada: Aquella en que el
confesante, fuera de confesar el hecho
discutido, le agrega algo que viene a
modificar su naturaleza jurídica.
• Confesión compleja: Aquella en que el
confesante, junto con reconocer el hecho
discutido, le agrega otro u otros hechos
distintos del confesado, que vienen a destruir
en todo o en parte los efectos del primero.
f.- Según los efectos:
• Confesión divisible: Aquella en que pueden
separarse los hechos confesados, tomando
los que perjudican al confesante y
desechando aquellos que lo favorecen.
• Confesión indivisible: Aquella que debe
aceptarse en su totalidad, tanto en los
aspectos favorables cuanto en los
desfavorables para el confesante.

g.- Según la iniciativa para obtener su producción:


• Confesión de parte: aquella que se produce
por actuación de cualquiera de los litigantes.
• Confesión de oficio o como medida para
mejor resolver: aquella que se decreta por el
tribunal una vez puesto el proceso en estado
de sentencia.

e) La confesión judicial:
Como ya se señaló, es aquella que se presta dentro del juicio en el cual se la invoca,
puede haberse prestado en juicio de manera voluntaria o provocada, será voluntaria
cuando en cualquiera de sus escritos o comparecencias verbales reconoce un hecho de
los controvertidos en el juicio que produce consecuencias jurídicas en su contra; de
otra parte la confesión provocada se obtiene mediante el mecanismo o procedimiento
llamado absolución de posiciones, y según sea la actitud que adopte la parte que debe
prestar la confesión, ésta puede llegar a ser expresa o tácita. En todo caso será escrita,
y en atención a su contenido podrá ser simple, compleja o calificada, lo que permitirá
deducir si se está en presencia de una confesión divisible o indivisible.
Además la confesión judicial provocada puede haberse producido, ya a iniciativa de
parte, ya de oficio por el tribunal, como medio probatorio o como medida para mejor
resolver dentro del pleito.

Tribunal competente:
En esta materia hay que distinguir según si el litigante citado a prestar confesión reside
o no en el lugar en que se sigue el juicio; y todavía, en este último caso, si la residencia
la tiene en la República o en el extranjero.

a.- Si el litigante que debe prestar confesión reside en el lugar en que se sigue el
juicio: Será el tribunal competente para intervenir en la diligencia respectiva, de
acuerdo a las reglas generales, el mismo que conoce del pleito.
b.- Si el litigante que debe prestar confesión reside fuera del lugar en que se sigue
el juicio, pero dentro del territorio de la república: Será el tribunal competente para
intervenir en la diligencia respectiva el de la residencia del confesante. Artículo 388 y
389 CPC.
c.- Si el litigante que debe prestar confesión ha salido del territorio de la República:
La comparecencia se verificará ante el respectivo agente diplomático o consular
chileno.

Funcionario competente:
Se trata de determinar, una precisado el tribunal competente, que funcionario actúa
válidamente en su nombre en la diligencia de absolución de posiciones respectiva, hay
que distinguir:
a.- Si la comparecencia ha de verificarse ante el tribunal que conoce del juicio, o
bien, ante el tribunal de la residencia del confesante: en principio la diligencia se
practica ante el mismo juez; a menos que la cometa expresamente al secretario o a
otro ministro de fe, y sin perjuicio del derecho de cualquiera de las partes para pedir
que la confesión sea tomada por el mismo juez.
b.- Si la comparecencia, en cambio, ha de verificarse ante el tribunal que conoce
del juicio, o bien, ante el tribunal de la residencia del confesante: distinguiendo si se
trata de aquellas personas que están exentas de la obligación de comparecer, la
diligencia se practica en casa de estas últimas, en presencia del juez; a menos que la
cometa expresamente en el secretario, y sin perjuicio del derecho de la parte que ha
solicitado la confesión de que ésta sea tomada por el mismo juez.

Oportunidad y veces en que puede exigirse confesión en juicio:


En principio, la prueba confesional debiera rendirse una vez recibido el juicio a prueba,
artículo 385 CPC.
Se practicará esta diligencia en cualquier estado del juicio y sin suspender por ella el
procedimiento, hasta el vencimiento del término probatorio en primera instancia y
hasta antes de la vista de la causa en segunda.
Ahora bien sólo las partes podrán exigir la confesión hasta dos veces en primera
instancia y una vez en segunda; pero si alegan nuevos hechos durante el juicio, podrá
exigirse una vez más.

Iniciativa en la prueba confesional:


La iniciativa de la confesión de la confesión en juicio le corresponde a las partes o al
tribunal. Cualquiera de las partes podrá exigir confesión de la contraria, sea que en el
juicio se desempeñe como demandante o demandado.
El tribunal tendrá la iniciativa en la prueba confesional en forma de medida para mejor
resolver.
Personas que deben prestar confesión:
Están obligadas a prestar confesión en juicio las siguientes personas:
a.- El litigante mismo: se entiende que lo estará cuando tenga la capacidad legal
necesaria para comparecer en juicio a su nombre propio.
b.- Su representante legal: y esta confesará en juicio cuando el litigante mismo no
posea o le falte la capacidad legal necesaria para comparecer en juicio a su nombre
propio, en tal deberá hacerlo por medio de su respectivo representante legal.
c.- O su apoderado especial: entendiéndose por tal aquel a quien se le ha conferido
expresamente la facultad de absolver posiciones. Esta confesión producirá los mismos
efectos que si hubiere sido prestada por el propio mandatario. Lo anterior sin perjuicio
del derecho de la contraparte para exigir que la confesión sea prestada por el mismo
litigante.

Personas que están exentas de la obligación de comparecer ante el tribunal a


confesar:
Ya sabemos que sobre todo litigante pesa la obligación de prestar confesión judicial, si
así se lo exige su contraparte. Pero no sobre todo litigante pesa la obligación de
comparecer ante el tribunal a prestar dicha confesión. En efecto existe un grupo de
personas, que por razones de dignidad del cargo que desempeñan o de orden físico, a
las cuales el legislador las libera de la obligación de comparecer ante el tribunal a
prestar confesión, pero sobre las que siempre pesa la obligación de prestar esta
confesión. Ahora bien la forma en que estas personas prestan su confesión es
trasladándose el juez a casa de ellas, con el objeto de recibir la declaración o
comisionando para este fin al secretario.
Están exentas de comparecer ante el tribunal a prestar confesión judicial las siguientes
personas:
a.- El Presidente de la República, los Ministros de Estado, los Senadores y
Diputados, los Intendentes dentro de la región en que ejercen sus funciones, los
miembros de la Corte Suprema o de Apelaciones, el Arzobispo, los Obispos.
b.- Los que por enfermedad o por cualquier otro impedimento calificado por el
tribunal se hallen en imposibilidad de comparecer a la audiencia en que hayan de
prestar declaración.
c.- Las mujeres, en caso que el tribunal estime prudente eximirlas de esta
asistencia.

Forma de proceder:
El litigante que desea que su contraparte preste confesión judicial, presentará una
solicitud escrita pidiendo al tribunal que decrete este medio probatorio. El tribunal
accederá a la práctica de la respectiva diligencia con citación, mandando citar para día
y hora determinados al litigante que ha de prestar la declaración. Esta resolución debe
notificarse por cédula, por cuanto ordena la comparecencia personal de la parte que
debe prestar la confesión.
Junto con esta solicitud, la parte que exige la confesión debe acompañar una nómina
de los hechos acerca de los cuales pretende que se interrogue al confesante, la cual
en la practica se denomina “pliego de posiciones” (que contiene las preguntas que se
le formularán), y como mientras la confesión no sea prestada, se mantendrán en
reserva las interrogaciones sobre que debe recaer, se acompaña en sobre cerrado y
con las medidas de precaución que se estime conveniente, que en la practica se
traduce en la solicitud de que se guarde en custodia por el secretario.
Ahora bien, los hechos acerca de los cuales se exija la confesión podrán expresarse en
forma asertiva o en forma interrogativa, pero siempre en términos claros y precisos, de
manera que puedan ser entendidos sin dificultad: ejemplo de forma asertiva “para que
diga el absolvente como es efectivo que recibió de parte del demandante la suma de
diez mil pesos, a título de mutuo. Ejemplo de forma interrogativa es “para que diga el
absolvente si pagó o no la deuda que le cobra el demandante.
El litigante citado, por su parte puede adoptar las siguientes actitudes:
a) Comparecer a la audiencia de absolución.
b) No comparecer, en cuyo caso se le volverá a citar,
esta vez por segunda vez, bajo los apercibimientos
ya conocidos.
Supongamos que el litigante citado comparece a prestar confesión, (sea la primera o
segunda citación).
a.- La primera formalidad que cumple el tribunal es la de tomarle juramento al
confesante de decir la verdad.
b.- En seguida el tribunal procede a abrir el sobre cerrado que contiene el pliego de
posiciones y comienza a formular al absolvente las preguntas en el orden en que en
dicho pliego se contienen. La declaración deberá prestarse inmediatamente de palabra
y en términos claros y precisos.
El litigante que ha exigido la confesión de su contraparte puede presenciar la
declaración de éste y hacer al tribunal las observaciones que estime conducentes para
aclarar, explicar o ampliar las preguntas que han de dirigírsele, y también puede antes
que termine la diligencia y después de prestada la declaración, pedir que se repita si
hay en las respuestas dadas algún punto oscuro o dudoso que aclarar.
Finalmente las declaraciones del confesante se consignan por escrito, después el
receptor procederá a leer en voz alta dicha acta para que esta sea ratificada por el
confesante, por último esta acta debe ser firmada por todos aquellos que hayan
participado en la diligencia.

Sanciones en que incurre el confesante rebelde, es decir aquel que no


concurre a la audiencia de absolución:
Se entiende que el confesante se encuentra en situación de rebeldía cuando no
comparece a prestar confesión al segundo llamado que se le hace, o cuando
compareciendo se niega a declarar o da respuestas evasivas.
Las sanciones legales en ambos casos son idénticas, pero difieren según sea la forma o
manera como aparecen expresados los hechos sobre los cuales debe versar la
confesión en el pliego de posiciones respectivo. En efecto, si los hechos aparecen
categóricamente afirmados, es decir, expresados en forma asertiva, a petición de
parte, se dará por confeso al litigante rebelde. Por el contrario, si los hechos no están
categóricamente afirmados, es decir, si se han expresado en forma interrogativa,
podrán los tribunales imponer al litigante rebelde una multa que no baje de medio
sueldo vital ni excede a uno, o arrestos hasta por treinta días sin perjuicio de exigirle la
declaración, y si la otra parte la solicita, podrá también suspenderse el
pronunciamiento de la sentencia hasta que la confesión se preste.

f) La confesión extrajudicial:
Según lo dispone el artículo 398 CPC es aquella que se presta fuera de juicio, o dentro
de juicio, pero ante tribunal diverso de aquel que conoce del pleito y en el cual se la
invoca como medio probatorio.

Clasificación:
a.- Confesión extrajudicial absoluta: es aquella que se presta fuera de juicio.
Confesión extrajudicial relativa: es aquella que se presta en juicio, pero diverso de
aquel en que se la invoca.
b.- Confesión extrajudicial verbal: es aquella que se presta a viva voz y en
presencia de testigos.
Confesión extrajudicial escrita: es aquella que se presta por medio de un documento
sea público o privado.
Desde el momento en que la confesión extrajudicial no se presta dentro del juicio en
que se la invoca como medio probatorio, será necesario acreditarla. Por tanto, si ha
sido verbal, será necesario hacer declarar a los testigos ante quienes se prestó; y si es
escrita, será indispensable acompañar el documento público o privado en que ella
consta.

g) Valor probatorio de la confesión:


Para determinar su valor probatorio será necesario distinguir si:
a.- Confesión judicial.
b.- Confesión extrajudicial.
Pues este valor probatorio es diverso según se trate de una u otra clase de confesión.

h) Valor probatorio de la confesión extrajudicial:


El artículo 398 CPC se refiere a esta materia, diciéndonos que no existe una regla
única sino que una verdadera gradación, por lo que debemos distinguir
a.- Si la confesión extrajudicial es puramente verbal: sólo se tomará en cuenta en
los casos en que sería admisible la prueba de testigos.
b.- Si la confesión extrajudicial no se prestó a presencia de la parte que la invoca,
ni ante juez incompetente, aun cuando ejerza jurisdicción, ni en otro juicio diverso: es
solo base de una presunción judicial.
c.- Si la confesión extrajudicial se prestó a presencia de la parte que la invoca, o
ante juez incompetente pero que ejerza jurisdicción, o en otro juicio diverso: Se
estimará siempre como presunción grave para acreditar los hechos confesados, y si
esta fuera además precisa podría constituir plena prueba.
d.- Si la confesión se ha prestado en juicio diverso, pero seguido entre las mismas
partes que actualmente litigan: podrá dársele el mérito de prueba completa, habiendo
motivos poderosos para estimarlo así.

i) Valor probatorio de la confesión judicial:


En esta materia hay que distinguir:
a.- Si la confesión recae sobre hechos personales, prestada
por sí o por apoderado especial, o de representante legal: producirá plena prueba, o
prueba completa del hecho sobre el cual recae. Dicha prueba no puede ser destruida
por otra.
b.- Si la confesión recae sobre hechos no personales
del confesante cuando han sido reconocidos en juicio por sí o por medio de apoderado
o representante: producirá plena prueba esta confesión. Puede ser destruida por otros
medios probatorios.

j) Efectos legales de la confesión:


Produce plena prueba en contra del confesante y respecto del hecho sobre el cual
recae. La ley por su parte le agrega dos efectos importantes: su indivisibilidad y su
irrevocabilidad.
Que la confesión sea indivisible significa que debe ser aceptada en su integridad, o
sea, tanto en aquella parte que perjudica al confesante cuanto en la que lo beneficia.
Que la confesión sea irrevocable significa que una vez prestada, no puede ser dejada
sin efecto por el confesante, sea por una nueva confesión, sea por otros medios
probatorios destinados a destruirla.
5.- La inspección personal del tribunal:

a) Concepto:
Es el examen que éste hace por sí mismo de hechos o circunstancias materiales
controvertidos en el pleito, a objeto de adquirir la convicción acerca de su verdad o
inexactitud.
b) Características:
Las mas esenciales son la de constituir un medio de prueba directo, desde el momento
en que permite al tribunal formarse convicción del hecho sobre el cual recae de
manera persona e inmediata. Y la de constituir plena prueba, en cuanto a las
circunstancias o hechos materiales resultantes de la propia observación del tribunal.
c) Clasificación:
Admite diversos tipos según sea el punto de vista desde el cual se observe, así:
a.- En atención a la manera de practicarla:
- Inspección personal del tribunal judicial: es aquella que se
practica previo decreto del juez y con conocimiento de las partes.
- Inspección personal del tribunal extrajudicial: es aquella
que el juez ha practicado en forma privada, de propia iniciativa.
b.- Según su iniciativa:
- Inspección personal del tribunal exigida por
la ley.
- Inspección personal del tribunal de oficio: cuando la
decreta el propio tribunal, puesto el proceso en estado de sentencia, como medida
para mejor resolver.
- Inspección personal del tribunal a petición de parte:
aquella que decreta el tribunal a solicitud de parte, y esta a su vez puede ser:
decretada como medida para mejor resolver o como medio probatorio.

d) Requisitos de procedencia:
Son varios señalados por la ley y estos son:
a.- Que se trate por medio de la inspección personal de
probar hechos o circunstancias materiales controvertidos en el pleito.
b.- Que el tribunal estime necesaria la inspección personal
solicitada, esta queda a la prudencia del juez si es o no conveniente esta medio de
prueba para el mejor éxito de la instrucción.
c.- Que el tribunal así lo decrete.
d.- Que la parte que haya solicitado la inspección, antes de
procederse a ella, deposite en manos del secretario del tribunal la suma que éste
estime necesaria para costear los gastos que se causen.

e) Procedimiento:
Tribunal que la ordena:
La ordena el juez que está conociendo en única o primera instancia del juicio en que se
pretende hacerla valer.
Sin embargo no hay inconveniente para que sea decretada en segunda instancia, pero
para ello es indispensable que la diligencia no se haya practicado en primera instancia.

Tribunal que la practica:


Para determinar esta situación es necesario saber previamente el lugar en donde se
encuentra el objeto que va a ser materia de la inspección o reconocimiento.
Si se encuentra dentro del territorio jurisdiccional del tribunal en que se está siguiendo
el juicio, es evidente que el tribunal que conoce de este último será el llamado a
practicar la diligencia.
Si se encuentra fuera del territorio jurisdiccional del tribunal que conoce del juicio
habrá dos caminos a seguir: uno, recurrir a la jurisdicción delegada, o sea, enviar un
exhorto al tribunal en donde se encuentre dicho objeto para que practique su
inspección por encargo del tribunal que conoce del pleito; dos, practicar la inspección
el mismo tribunal que está conociendo del juicio.

Tramitación:
La parte que tiene interés de valerse de este medio probatorio presentará la solicitud
escrita pidiendo que se decrete la diligencia. Como la ley no señala la oportunidad en
que deba llevarse a efecto, puede efectuarse en cualquier estado del juicio, es decir,
desde la notificación de la demanda hasta la citación a oír sentencia.
El tribunal examinará dicha solicitud y si la estima necesaria designará día y hora para
practicarla, con la debida anticipación para que puedan concurrir las partes con sus
abogados.
Esta resolución se notifica por estado diario.
En el día y hora señalados se lleva a efecto la inspección con la concurrencia de las
partes que asistan, ya que esta diligencia siempre se lleva a efecto.
De la diligencia de la inspección se levantará acta, en la cual se expresarán la
circunstancias o hechos materiales que el tribunal observe.
Es del caso señalar además, que nuestra legislación permite la concurrencia de la
prueba pericial con la inspección personal a diferencia de otras legislaciones que
permiten combinar esta medio probatorio con otros.

f) Valor probatorio:
Constituye plena prueba en cuanto a las circunstancias o hechos
materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de su propia
observación.
Requisitos para que constituya plena prueba:
a.- Que se trate de circunstancias o hechos materiales.
b.- Que estos hayan sido observados por el propio tribunal.
c.- Que estas circunstancias o hechos materiales se
establezcan en el acta como resultado de dicha observación.

6.- Prueba pericial:


a) Concepto:
es aquella que se produce en virtud de la agregación a los autos de lo que se llama
informe de peritos, o simplemente peritaje.
En consecuencia el informe de peritos consiste en la presentación al juicio de un
dictamen u opinión sobre hechos controvertidos en él, para cuya adecuada apreciación
se requiere de conocimientos especiales de una ciencia o arte.
La persona que evacua el dictamen recibe el nombre de perito. De ahí que se defina
como toda persona que tiene conocimientos especiales sobre una materia determinada
y apta, en consecuencia, para dar su opinión autorizada sobre un hecho o circunstancia
contenido en el dominio de su competencia. Por tanto puede ser perito aquella persona
que posea especiales conocimientos o preparación técnica relacionados con el hecho
que se debate, además el perito aprecia los hechos y emite su opinión autorizada o
técnica una vez que el pleito ya se ha iniciado.
El informe pericial como medio probatorio se justifica, porque el juez no siempre está
en condiciones de apreciar un hecho, por muy vasta que sea su cultura general, para lo
cual se necesitan especiales conocimientos técnicos, que escapan a sus conocimientos
jurídicos. Este conocimiento o apreciación se lo proporciona un tercero, como es el
perito, en términos tales que sean comprensibles y al alcance de cualquier persona.

b) Procedencia del informe pericial:


La ley, en ciertos casos, obliga al juez a decretar un informe pericial; y en otros, se lo
aconseja. Por tanto nos encontramos con: el informe pericial obligatorio, y en el
segundo caso con el informe pericial facultativo.

c) Clases de informe pericial:


Admite el informe de peritos diversas clasificaciones:

a.- Así según su procedencia: se habla de:


- Informe pericial obligatorio: que será aquel que se decreta
cuando la ley así lo dispone, sea que se valga de estas expresiones o de otras que
indiquen la necesidad de consultar opiniones periciales, o bien, cuando la ley ordena
que se resuelva un asunto en juicio práctico o previo informe de peritos. Ejemplos
artículo 409 y 410 CPC.
- Informe pericial facultativo: será aquel cuya procedencia
queda entregada al buen criterio hechos para cuya al buen criterio del magistrado, y
mediante el cual se pretende acreditar hechos para cuya apreciación se necesitan
conocimientos especiales de alguna ciencia o arte, o puntos de derecho referente a
alguna legislación extranjera. Ejemplo artículo 411 CPC.

b.- Según su iniciativa:


- Informe pericial decretado a petición de parte: que a su
vez puede revestir dos formas, la de una medida prejudicial tendiente a preparar la
entrada al juicio, que podrá solicitar ya el futuro demandante, ya el futuro demandado,
cuando exista peligro inminente de un daño o perjuicio, o se trate de hechos que
puedan fácilmente desaparecer; y la de medio probatorio propiamente tal.

 Informe pericial decretado de oficio por el


tribunal: que a su vez puede revestir dos
formas, la de un medio probatorio propiamente
tal y la de medida para mejor resolver, una vez
puesto el proceso en estado de sentencia, pero
dando conocimiento a las partes.

d) Oportunidad para decretarlo:


El artículo 412 CPC dispone “El reconocimiento de peritos podrá decretarse en
cualquier estado del juicio, pero las partes sólo podrán solicitarlo dentro del término
probatorio.
Decretado el informe de peritos, no se suspenderá por ello el procedimiento.”
Entonces podrá decretarse según se desprende de la disposición citada desde la
notificación de la demanda hasta antes de vencimiento de termino probatorio.
Si se ordena la practica de reconocimiento pericial fuera de estas oportunidades, se
estará en presencia de otra figura procesal probatoria; como ser una medida
prejudicial o una medida para mejor resolver.

e) Requisitos para ser perito:


Si el perito, en su labor de apreciación de determinado hechos controvertidos en el
juicio, actúa como verdadero delegado del juez y en razón de sus especiales
conocimientos científicos o técnicos, la ley desea que este cargo recaiga en personas
imparciales y poseedoras en realidad de la ciencia o arte de que se trata.
De ahí que exija para ser perito:
a.- tener habilidad suficiente para declarar como testigo en el juicio; en otras
palabras estar exento de las causales de inhabilidad para deponer como testigo en el
juicio que señala la ley.
b.- Tener título profesional expedido por autoridad competente, si la ciencia o arte
cuyo conocimiento se requiera está reglamentada por la ley y hay en el territorio
jurisdiccional dos o más titulares que puedan desempeñar el cargo.
c.- Estar exento de causales legales que pudieren justificar la inhabilidad del perito
por implicancia o recusación análogas a las que puedan estar afectos los jueces.

f) Procedimiento:
a.- Nombramiento de peritos: cualquiera que sea la clase del informa pericial de
que se trate (forzoso, facultativo, de oficio o a petición de parte) el hecho es que junto
con decretarlo el tribunal, deberá citar a las partes a una audiencia con el objeto de
proceder a la designación de los peritos.
Esta resolución se notifica por cédula, por ser de aquellas que ordenan la
comparencia personal de las partes y contendrá el día y la hora en que dicha audiencia
ha se llevarse a efecto.
La audiencia se realiza con la parte que asista a ella, es decir, en rebeldía del
inasistente, y el objetivo de ella (audiencia) es designar la persona o personas de los
peritos, fijar el número de peritos que deban nombrarse, la calidad, aptitudes o títulos
que deban tener y punto o puntos materia del informe.
El tribunal en esta audiencia tiene como misión lograr el común acuerdo de las
partes frente a cualquiera de los objetivos ya señalados anteriormente. Si este no se
produce, o es sólo parcial en definitiva resuelve el tribunal,

b.- Formalidades posteriores:


Si el perito ha sido nombrado por el tribunal, dicho nombramiento se pondrá en
conocimiento de las partes. Una vez notificadas las partes, estas pueden adoptar dos
actitudes:
a.- Dentro de tercero día deducir oposición, si tienen alguna incapacidad legal que
reclamar contra el nombrado.
b.- No decir nada, no formular oposición, en cuyo caso se entenderá aceptado el
nombramiento, sin más trámite.
Una vez designado el perito sea de común acuerdo por las partes o por el tribunal, será
necesario también notificar al perito de la designación de que ha sido objeto, este a su
vez puede adoptar las siguientes actitudes;
a.- Rechazar el cargo, puesto que su desempeño no es obligatorio.
b.- Aceptarlo en cuyo caso deberá declararlo así, jurando desempeñarlo con
fidelidad.
Una vez que el perito acepte el cargo y presta el juramento de rigor queda legalmente
investido para desempeñar la misión que se le ha confiado.

c.- Del reconocimiento:


En la mayoría de los casos para poder emitir una opinión pericial se hace necesario
previamente examinar una cosa u objeto, es decir, reconocerlo. Este examen previo se
denomina operación de reconocimiento. Y se define como aquel conjunto de
operaciones por medio de las cuales el perito procede a estudiar el caso sometido a su
apreciación y que le permiten formular una opinión motivada.
El reconocimiento es una actuación que está sujeta al control de las partes, y por lo
tanto la ley exige al perito encargado de practicarlo que cite previamente, para que
concurran si quieren. En la practica el perito presenta un escrito señalando el día, hora
y lugar en que se efectuará el reconocimiento y pide que estos pormenores sean
puestos en conocimiento de las partes. La resolución que así lo ordena se notifica por
el estado diario.
Las partes que concurran a la operación de reconocimiento tienen un doble derecho y
pesa sobre ellas también una doble prohibición: podrán hacer en el acto del
reconocimiento las observaciones que estimen oportunas, y pedir que se hagan
constar los hechos y circunstancias que juzguen pertinentes pero no tomará parte en
las deliberaciones de los peritos ni estarán presentes en ellas.
De todo lo obrado se levantará acta, en la cual se consignarán los acuerdo celebrados
por los peritos.
d.- Presentación del informe pericial:
Opera una vez cumplida la operación de reconocimiento, ya que en este caso los
peritos deberán emitir su informe o parecer técnico.
Se define como informe pericial: como aquel acto por el cual el perito pone en
conocimiento del juez la labor realizada y las conclusiones científicas o artísticas a que
ha llegado, según sea el caso, después de la operación de reconocimiento.
En principio estos no tienen plazo para evacuar su informe, pero la ley faculta a los
tribunales para señalar, en cada caso, el término dentro del cual deben evacuar su
informe.
Materialmente los informes se presentan por escrito, aun cuando la ley no lo expresa, y
se agrega a los autos sin mayores formalidades ni trámites, sin perjuicio del derecho
de las partes para impugnarlos o formular observaciones sobre su mérito probatorio
durante el curso del juicio.

e.- Opiniones periciales discordantes:


Cuando los peritos discordaren en sus dictámenes, podrá el tribunal disponer que se
nombre un nuevo perito, si lo estima necesario para la mejor ilustración de las
cuestiones que debe resolver. El nuevo perito será nombrado y desempeñará su cargo
en conformidad a lo ya señalado. Si no resulta acuerdo del nuevo perito con los
anteriores, el tribunal apreciará libremente las opiniones de todos ellos, tomando en
cuenta los demás antecedentes del juicio.

f.- Gastos y honorarios periciales:


Los honorarios se originan por la diligencia misma, y corresponden a la remuneración
que hay que pagar a los peritos por su labor desarrollada.
Ahora bien, estos gastos y honorarios será de cargo de la parte que haya solicitado
este medio probatorio, salvo que el tribunal estime necesaria la medida para el
esclarecimiento de la cuestión, en cuyo caso se subentiende que los gastos y
honorarios son soportados por mitades, y todo ello sin perjuicio de lo que en definitiva
se resuelva sobre el pago de costas.
Todavía más, el tribunal de oficio o a petición de parte, podrá ordenar que previamente
se consigne una cantidad prudencias para responder a los gastos y honorarios
referidos.
El cobro de estos gastos y los honorarios de los peritos se tramitará por vía incidental,
por ser cuestión accesoria al juicio mismo y en cuaderno separado.

g) Valor probatorio:
Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos se acuerdo a las
reglas de la sana crítica. Y se entiende por estas el conjunto de normas lógicas y de
sentido común que el juez debe emplear para valorizar o ponderar este medio
probatorio. En resumen, el valor probatorio del informe no se halla regulado por la ley,
ni tampoco queda entregado al libre arbitrio del juez, nos encontramos más bien frente
a una tercera posición equidistante de las dos anteriores.
7.- Prueba por presunciones:

a) Concepto:
Como ya sabemos los hechos controvertidos en juicio se acreditan por medios
inmediatos o directo, como son la inspección personal del tribunal; o por medio
mediatos o indirectos, como son la declaración de un tercero, que podrá ser un testigo
o u perito, la confesión de una parte litigante, o bien, la actividad lógica del legislador
o del propio juez.
Esta actividad lógica, frente a los hechos controvertidos del juicio, es un medio
probatorio que recibe el nombre de pruebas por presunciones o simplemente
presunciones. Se trata de un medio de prueba circunstancial, indirecto y que produce
plena o semiplena prueba, según el caso.
Se define la prueba por presunciones como aquella que emplea ciertos antecedentes o
circunstancias conocidos para inferir de ellos, sea por obra del legislador o del juez, un
hecho desconocido y controvertido en el pleito.

Elementos que lo conforman:


a.- Los antecedentes o circunstancias conocidos, que reciben el nombre de indicios
o bases, en atención a que sobre ellos se construye la o las presunciones.
b.- La operación o raciocinio lógico del legislador o juez que, partiendo del indicio o
base anterior, llega al establecimiento del hecho desconocidos y controvertido que se
trata de probar.
c.- Y el hecho desconocido mismo, el cual, una vez operada la presunción, deja de
ser tal para convertirse en su objeto.

b) Clasificación:
El artículo 1712 CC dispone “Las presunciones son legales o judiciales.
Las legales se reglan por el artículo 47.
Las que deduce el juez deberá ser graves, precisas y concordantes.”
Por su parte el artículo 47 señala “Se dice presumirse el hecho que se deduce de
ciertos antecedentes o circunstancias conocidas.
Si estos antecedentes o circunstancias que dan motivo a la presunción son
determinados por la ley, la presunción se llama legal.
Se permitirá probar la no existencia del hecho que legalmente se presume, aunque
sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo infiere la ley; a menos que la
ley misma rechace expresamente esta prueba, supuestos los antecedentes o
circunstancias.
Si una cosa, según la expresión de la ley , se presume de derecho, se entiende que es
inadmisible la prueba contraria, supuestos los antecedentes o circunstancias.”
En consecuencia, la ley clasifica las presunciones en legales y judiciales; y las legales a
su vez las subclasifica en legales propiamente tal y de derecho.

c) Presunciones legales:
Son aquellas en que la ley es la que, de ciertos antecedentes o circunstancias
conocidas infiere o deduce un hecho desconocido.
Si el legislador permite que este hecho presumido por él mismo pueda ser destruido
por otros medios probatorios, se dice que la presunción legal es propiamente dicha
(ejemplo art. 700 inciso 2 CC que señala que el poseedor es reputado dueño, mientras
otra persona no justifique serlo) y, a la inversa, si este hecho presumido no admite
prueba en contrario, estamos en presencia de una presunción de derecho (art.76 inciso
2 CC).
Ambas presunciones tanto del legales propiamente tales como las de derecho deben
su creación a la ley, pero difieren fundamentalmente, en que mientras las simplemente
legales permiten ser destruidas mediante prueba en contrario, las de derecho no, estas
son disposiciones tendientes a liberar a las partes del peso de la prueba de hechos
que, por su propia naturaleza, escapan del sentido humano y son difíciles de acreditar;
por su parte las simplemente legales más que medios probatorios, son normas legales
destinadas a alterar las reglas del peso de la prueba u onus probandi.

d) Presunciones judiciales:
Son aquellas en que el juez es el que, de ciertos antecedentes o circunstancias
conocidas, infiere o deduce un hecho desconocido en el proceso.
Sus elementos son obra exclusiva del juez, en efecto, los antecedentes o
circunstancias conocidas son elegidos libremente por el juzgador; la operación mental
o de raciocinio también es ejecutada por el juez, de acuerdo al método lógico que
corresponda; y por último, el establecimiento o demostración del hecho desconocido y
controvertido en el pleito también será su propia obra, labor que cumplirá en la
sentencia misma.
Ahora bien, los antecedentes o circunstancias conocidas deberán ser probadas en el
juicio por las partes litigantes, valiéndose de los medios probatorios legalmente
conducentes, salvo tratándose de presunciones, pues es inaceptable la prueba de
presunciones por presunciones; y el método lógico seguido por el juez para inferir los
hechos desconocidos de los antecedentes o circunstancias conocidas, podrá ya ser
deductivo, ya el inductivo, porque las expresiones del legislador sobre el particular han
sido empleadas en sentido común u ordinario.
Su admisibilidad: en principio las presunciones judiciales sirven para probar toda
clase de hechos, sean jurídicos o materiales; salvo tratándose de actos o contratos
solemnes, en los cuales la solemnidad exigida por el legislador es el otorgamiento de
un instrumento público, pues este no puede ser suplido por ninguna otra prueba
(artículo 1701 CC).
Requisitos de las presunciones judiciales: el CC exige que las presunciones
judiciales deben ser graves, precisas y concordante, de cuyo último requisito se infiere
además que deben ser varias, para el CPC una sola presunción es bastante, siempre
que tenga gravedad y precisión suficientes a fin de formar convencimiento en el juez.
Graves implica que el hecho conocido del cual se infiere el hecho desconocido haga
llegar hasta este último sin esfuerzo, en forma casi obligada; precisas por su parte
implica que las presunciones no sean vagas, difusas, susceptibles de aplicarse a
diversas circunstancias; y concordantes, finalmente implica que haya armonía entre
ellas, que no sean capaces de destruirse unas a otras.
La apreciación de la gravedad y precisión suficientes, y de su concordancia, si son
varias, es un problema que queda a la libre determinación del juez, y por consiguiente,
cae de lleno dentro del terreno de los hechos de la cusa y vedado.
Bases de presunciones judiciales: el artículo 427 CPC dispone “sin perjuicio de las
demás circunstancias que, en concepto del tribunal o por disposición de la ley, deban
estimarse como base de una presunción, se reputarán verdaderos los hechos
certificados en el proceso por un ministro de fe, a virtud de orden de tribunal
competente; salvo prueba en contrario.
igual presunción existirá a favor de los hechos declarados verdaderos en otro juicio
entre las mismas partes”.
Crea así la legislación procesal civil dos nuevas presunciones legales propiamente
dichas, a saber: los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe, a virtud de
orden de tribunal competente, y los hechos declarados verdaderos en otro juicio entre
las mismas partes; pues ambos hechos se reputarán verdaderos, salvo prueba en
contrario.
Y reconoce, al mismo tiempo, que las circunstancias o antecedentes conocidos que
sirven de base o indicio a la presunción judicial pueden tener su origen en el mismo
juez, caso de ordinaria ocurrencia; o bien, en disposiciones de la misma ley, caso
excepcionales, pudiendo citarse por vía de ejemplo artículo 354, 357, 383 nº 1 inciso 1
y 398 inciso 1 CPC.

8.- TRAMITES POSTERIORES A LA PRUEBA:

8.1.- Escritos de observaciones a la prueba:


El artículo 430 CPC dispone que “Vencido el término de prueba y dentro de los 10 días
siguientes, las partes podrán hacer por escrito las observaciones que el examen de la
prueba les sugiera”.
Se trata de presentaciones que reemplazan a los antiguos alegatos de buena prueba,
las cuales se caracterizan por ser escritas, voluntarias, o sea , no esenciales para la
marcha o ritualidad del juicio, pudiendo las partes renunciar tácitamente a ellas; no
contradictorias, por cuanto se presentan en una misma oportunidad y no en una en
pos de la otra; y por estar destinadas a formular observaciones respecto de las pruebas
que se hubieren allegado al proceso.
Es así que en tales escritos el actor sostendrá que mediante las pruebas que ha
suministrado al tribunal ha logrado demostrar los fundamentos de hecho de su
demanda, haciendo la correspondiente ponderación de cada medio probatorio en
particular, labor, agregará, que no ha cumplido el demandado, por cuya razón su
demanda debe ser acogida; y el demandado por su parte, sostendrá y tratará de
demostrar que la prueba anterior es insuficiente, y que, en cambio, la que él ha hecho
de las excepciones, alegaciones o defensas que hubiere formulado y que, en
consecuencia, el tribunal debe, acogiendo éstas, rechazar la demanda interpuesta en
su contra.
Ahora bien, la oportunidad que tiene las partes para presentar estos escritos de
observaciones a la prueba es dentro del plazo de 10 días siguientes al vencimiento de
término probatorio de la causa. Se trata por consiguiente, de un plazo de días de
manera que se computa descontando los días feriados, y de un plazo fatal, de suerte
que su solo vencimiento extingue el derecho a presentar tales escritos; y de un término
común porque corre al mismo tiempo para ambas partes litigantes.
Ojo que como la ley no distingue de que término probatorio estamos hablando puede
ser ordinario, extraordinario o especial, según sea el caso.

8.2.- Citación para oír sentencia:


El artículo 432 CPC dispone “ vencido el plazo a que se refiere el artículo 430, se hayan
o no presentado escritos, y existan o no diligencias pendientes, el tribunal citará para
oír sentencia”.
La citación para oír sentencia es el último trámite de los posteriores a la prueba, y su
dictación significa que, agotada ésta, el tribunal ha quedado en condiciones de
sentenciar o fallar en definitiva el juicio.
Normalmente, la resolución que cita a la partes para oír sentencia se pronuncia una
vez vencido el término para hacer las observaciones que el examen de la prueba
sugiera a las partes, o sea, el plazo es de 10 días que corre después del vencimiento
del término probatorio; pero, por excepción, se pronuncia en otra oportunidad, o sea,
una vez evacuado el trámite de la dúplica y el tribunal no estima del caso recibir la
causa a prueba.
La citación para oír sentencia se decreta de oficio por el tribunal, lo cual constituye una
excepción al principio fundamental de la pasividad.
Desde el momento en que la citación para oír sentencia se contiene en una resolución
judicial, para que produzca efectos debe ser válidamente notificada y, como no hay
norma especial al respecto, se notifica válidamente por el estado diario.
En contra de dicha resolución procede recurso de reposición, el cual deberá fundarse
en error de hecho y deducirse dentro de tercero día. La resolución que resuelve la
reposición será inapelable.
Su importancia es fundamental, por cuanto el legislador ha elevado la citación para oír
sentencia a la categoría de trámite o diligencia esencial, es decir, que su omisión está
sancionada con la nulidad de la sentencia que posteriormente pueda dictarse mediante
la interposición del recurso de casación en la forma.
Finalmente, en cuanto a sus efectos, no son menos trascendentales. Al respecto el
artículo 433 CPC dispone “citadas las partes para oír sentencia, no se admitirán
escritos ni pruebas de ningún género”.
Notificadas las partes de la resolución que cita para oír sentencia, queda enteramente
cerrado el debate judicial: no más escritos, ni más pruebas de ningún género. Sin
embargo el legislador reconoce tres excepciones: incidente de nulidad, las medidas
para mejor resolver y las medidas precautorias. Pero esta enumeración es incompleta.
Las partes pueden todavía promover legalmente las siguientes cuestiones: incidente de
acumulación de autos, incidente de privilegio de pobreza, incidente de desistimiento de
demanda y gestiones de conciliación.

8.3.- Medidas para mejor resolver:

Son diligencias probatorias decretadas de oficio por el tribunal, una vez puesto el
proceso en estado de sentencia, a fin de quedar en condiciones adecuadas para dictar
un mejor fallo.
Son elementos esenciales de las medidas para mejor resolver, los siguientes:

a) La oportunidad en que se decretan: dentro del


plazo para dictar sentenciaq que tiene los tribunales,
dicho de otra manera, citadas las parte para oír
sentencia, hasta el término para dictarla.
b) Su iniciativa: la cual corre exclusivamente a cargo del
tribunal, debiendo por lo tanto decretarlas de oficio y
puede haber sugerencia de parte interesada.
c) Su finalidad: dejar al tribunal en condiciones
adecuadas frente al problema fáctico suscitado en el
proceso.
d) Control de las partes: desde el momento en que se
decretan con conocimiento, o sea, pudiendo llevarse a
efecto desde que se notifica a las partes de lo resuelto.

Las medidas para mejor resolver son:


a.- La agregación de cualquier documento quer estimen necesario para
esclarecer el derecho de los litigantes: este es un problema que juzga el propio
tribunal, y puesto que la ley no distingue, podrá ser un documento público o privado, y
ya se encuentre en manos de las partes o de terceros.
b.- La confesión judicial de cualquiera de las partes sobre hechos que
consideren de influencia en la cuestión y que no resulten probados: estos
hechos por consiguiente, deben reunir dos condiciones o requisitos, ser de influencia
en la cuestión debatida y no haber resultado probados, se trata de una confesión
judicial no provocada, de manera que la incomparecencia de la parte, o su negativa a
prestarla deberá sancionarse en la forma prescrita en el artículo 394 CPC. Los hechos
se mantendrán en secreto, o se expresarán en la misma resolución que decreta la
medida para mejor resolver.
c.- La inspección personal del objeto de la cuestión.
d.- El informe de peritos.
e.- La comparecencia de testigos que hayan declarado en el juicio para
que aclaren o expliquen sus dichos oscuros o contradictorios: se desprende de
esto que el tribunal no puede ordenar la comparecencia de nuevos testigos, ni menos
que los testigos que ya declararon depongan sobre hechos nuevos.
f.- La presentación de cualesquiera otros autos que tengan relación con el pleito.

Si en la practica de alguna de estas medidas aparece de manifiesto la necesidad de


esclarecer nuevos hechos indispensables para dictar sentencia, podrá el tribunal abrir
un término especial de prueba, no superior a ocho días, que será improrrogable.
Posteriormente el tribunal dictará sentencia.

8.4 Agregación de la prueba rendida fuera del tribunal:


Ya sabemos que si se desea rendir prueba testimonial fuera del lugar en que se sigue
el juicio, o sea, en otro territorio jurisdiccional o fuera de de la república, la parte
interesada tiene derecho a solicitar la concesión de un término extraordinario de
prueba.
Normalmente esta prueba, una vez rendida, tan pronto llega al tribunal de origen el
exhorto respectivo, se agrega a los autos y pasa a formar parte de ellos, de suerte que
el tribunal al dictar sentencia deberá hacer su correspondiente análisis o ponderación.
Pero si tal prueba no hubiere sido devuelta al tribunal de origen, esa circunstancia no
será motivo para suspender el curso de juicio, o sea, vencido el probatorio comenzará
a correr el término para formular observaciones a la prueba y, a su vez, vencido este
último tribunal de oficio o a petición de cualquiera de las partes, verbalmente o por
escrito, citará a las partes para oír sentencia.
Todavía más la circunstancia de no haberse devuelto la prueba rendida fuera del
tribunal no será obstáculo para la dictación del fallo definitivo.
Como se ve, estamos en presencia de una verdadera sanción para el litigante que no
tomó las precauciones necesarias a fin de que esa prueba hubiere sido agregada
oportunamente a los autos, de manera que si no ha podido ser tomada en
consideración por el tribunal de primera instancia, mal podrá hacerlo el tribunal de
segunda, ya que, al ponderarla, esta labor la estaría cumpliendo en única instancia.

8.5.- La sentencia definitiva:


A contar desde la notificación de la resolución que cita a las partes para oír sentencia,
el juez tiene un plazo de sesenta días para dictar sentencia definitiva.
Si el juez no dicta sentencia dentro de este plazo, será amonestado por la Corte de
Apelaciones respectiva, y si a pesar de esta sanción, no expide el fallo dentro del
nuevo plazo que aquélla le designe, incurrirá en la pena de suspensión de su empleo.
Ahora bien, es sentencia definitiva la que pone fin a la instancia, resolviendo la
cuestión o asunto que han sido objeto del juicio; y como el juicio ordinario de mayor
cuantía es conocido siempre en primera instancia esta sentencia será también de
primera instancia, o sea, susceptible del recurso de apelación.
En cuanto a los requisitos de forma, deberá ajustarse estrictamente a lo que prescribe
el art´170 CPC que dispone que debe contener:
a.- La designación precisa de las partes litigantes, su domicilio y profesión u oficio.
b.- La enunciación breve de las peticiones o acciones deducidas por el demandante
y de sus fundamentos.
c.- Igual enunciación de las excepciones o defensas alegadas por el demandado.
d.- Las consideraciones de hecho o de derecho que sirven de fundamento a la
sentencia.
e.- La enunciación de las leyes y en su defecto de los principios de equidad, con
arreglo a los cuales se pronuncia el fallo.
f.- La decisión del asunto controvertido. Esta decisión deberá comprender todas las
acciones y excepciones que se hayan hecho valer en el juicio; pero podrá omitirse la
resolución de aquellas que sean incompatibles con las aceptadas.
La sentencia definitiva de primera instancia se notifica por cédula. Y si las partes se
sienten agraviadas por esta podrán deducir los recursos procesales que la ley
establece a su favor y que veremos más adelante. En caso que no deduzcan recurso en
los plazos que la ley establece la sentencia definitiva queda en estado de firme o
ejecutoriada art. 174 CPC. Y como las sentencias definitivas se dictan para ser
cumplidas se procederá a su ejecución, una vez que queden firmes o ejecutoriadas en
conformidad a la ley, ante el tribunal y de acuerdo a los procedimientos que la misma
ley señale. art. 231 y siguientes CPC.

8.6.- Formas anormales de terminación de la primera instancia del juicio


ordinario de mayor cuantía:
La forma normal en la que termina el procedimiento ordinario es con la
correspondiente sentencia definitiva.
Pero puede suceder que el juicio termine en dicha instancia sin necesidad de llegar al
pronunciamiento de la sentencia definitiva. En efecto, son formas anormales de
terminación de la primera instancia del juicio ordinario, y son:
a.- La celebración de un contrato de transacción, art. 2446 CC.
b.- La celebración de un contrato de compromiso.
c.- El desistimiento de la demanda, art. 148 CPC.
d.- El abandono del procedimiento, art. 152 CPC.
e.- La conciliación y/o avenimiento art. 262 CPC.
f.- La aceptación de la excepción dilatoria de incompetencia del tribunal.
g.- La aceptación de excepciones perentorias de transacción, cosa juzgada.

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