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A.N.I.F.U.
C.B.I.F.H.
D.V.I.F.G.
Z.F.I.F.Y
I.- ESTRUCTURA GENERAL DEL PROCESO CIVIL:
Desde que surgió la concepción del proceso judicial, éste ha experimentado una larga
evolución, tanto en lo que se refiere a los tribunales, como a las normas o reglas
conforme a los cuales deben sustanciarse los procesos. Es así como hemos pasado
desde el procedimiento de las leyes acciones seguido ante el pretor romano, hasta llegar
a los procedimientos de la actualidad, substanciados ante jueces profesionales,
imparciales e independientes de otras autoridades públicas, los que se sustentan en
principios básicos contenidos en la Declaración Universal de los Derechos del Hombre,
recogidos por la Constitución Política de la República.
En lo tocante a nuestro país, podemos señalar que durante la colonia rigieron las leyes
españolas, conforme a las cuales la primera instancia de los juicios civiles correspondía a
los alcaldes o, en su defecto, a los corregidores; la segunda instancia se ventilaba ante
el Cabildo o la Real Audiencia, según la cuantía del asunto. Las causas criminales eran
conocidas en primera instancia por un oidor y en segunda por la Real Audiencia; por
último, las causas comerciales se substanciaban ante el tribunal del consulado.
En materia de Procedimiento, durante el siglo XIX siguieron rigiendo las leyes españolas,
con pequeñas modificaciones, hasta que en los años 1903 y 1907, entraron a regir los
Códigos de Procedimiento Civil y Procedimiento Penal, respectivamente. Estos códigos
también han sido objeto de diferentes modificaciones, siendo las más importantes las de
los años 1944 y 1989 del CPC y 1942 y 1989 del CPP.
3.1.- Principio de escrituración: Este principio establece todas las actuaciones sean
emanadas de las partes (demanda, contestación) o del tribunal (resoluciones,
sentencias) deben constar por escrito, si bien es cierto que durante la tramitación del
proceso se efectúan audiencias en la que las partes exponen sus pretensiones en
forma verbal, de estas igualmente se levanta una acta en la cual se deja constancia de
lo sucedido en dicha audiencia.
3.2.- Principio de bilateralidad de la audiencia: Este principio consagra el derecho
que tienen los particulares al presentar sus pretensiones ante el tribunal de ser
escuchados u oídos por éste, lo que significa en la practica que el juez está obligado a
otorgar audiencia a las personas cuando ellas se lo soliciten sin poder negarse a este
requerimiento, salvo ciertas excepciones; todo ello debido a que es este tercero ( juez)
quien debe resolver los negocios sometidos a su conocimiento y para ello debe
ponderar las pruebas presentadas por las partes, como asi mismo por sus
declaraciones. Sin perjuicio de lo señalado, el tribunal para efectos de otorgar un mejor
servicio podrá establecer días y horas para efectuar las audiencias solicitadas por las
partes.
3.3.- Principio de publicidad: La ley procesal civil chilena dispone que los actos de
los tribunales son públicos, salvo las excepciones legales. Este principio en la practica
se manifiesta en que el secretario de juzgado debe dar conocimiento a cualquier
persona que lo solicite de los procesos que tenga archivado en su oficina, y de todos
los actos emanados del juzgado, salvo los casos en que el procedimiento deba ser
secreto en virtud de una disposición expresa de la ley. La publicidad es la mejor
garantía de una buena y correcta administración de justicia.
3.4.- Principio de ritualidad: este principio dispone que todas las actuaciones
efectuadas dentro del proceso deben llevarse a cabo con las formalidades establecidas
en la ley procesal, estas formalidades deben ser respetadas tanto por las partes que
intervienen en él, como también por el tribunal que resuelve, ejemplo de ello lo
encontramos en el artículo 254 CPC que dispone el contenido de la demanda, y 170
que establece el contenido de las sentencias definitivas, otro ejemplo que veremos
más adelante es como se desarrolla la prueba testimonia, la confesional.
3.5.- Principio de Prorroga de competencia: implica que las partes tiene la
facultad de otorgar competencia a un tribunal para conocer de un determinado asunto
judicial, en circunstancias de que naturalmente no la tiene, para hacer uso de esta
facultad debe existir un convenio entre las partes, que se trate de un asunto
contencioso civil y que el tribunal al cual se pretende prorrogarle la competencia la
carezca en cuanto al factor territorio.
3.6.- Principio de doble instancia: este principio implica que la justicia siempre
debe administrarse a través de diversos tribunales, entre los cuales debe también
existir una verdadera gradación o jerarquía; en otras palabras lo que se persigue con
este principio es que los juicios, en lo posible sean fallados, a lo menos, por dos
tribunales con igualdad de atribuciones o poderes. En materia civil la procedencia de
esta doble instancia está condicionada a la importancia pecuniaria del negocio, o sea, a
su cuantía; si es de mínima cuantía generalmente es conocido en única instancia, y si
es de menor o de mayor cuantía, en primera instancia, es decir, a través de dos grados
jurisdiccionales.
3.7.- Principio de pasividad: este principio consagra que los tribunales no podrán
ejercer su ministerio, sino a petición de parte, salvo los casos en que la ley lo faculte
para proceder de oficio. Proceder de oficio significa proceder por propia iniciativa, sin
necesidad de requerimiento previo alguno, ni de persona; por su parte proceder a
petición de parte, es equivalente a actuar previo requerimiento o solicitud de parte
interesada, esta es la regla general en materia civil.
3.8.- Principio de legalidad: implica que los jueces deben, tanto en la tramitación de
los procesos, como en la dictación de los fallos proceder con estricta sujeción a la ley.
3.9.- Principio de economía procesal: significa que los tribunales tienen la facultad
de decretar las medidas que estimen pertinentes, tendientes a obtener una más pronta
y mejora administración de justicia. Esta facultad la ejercen por medio de
“autoacordados (recurso de protección), circulares (criterios a que deben ajustarse los
jueces en la detención y demás medidas de seguridad que decreten en los procesos
por delitos de incendio ocurrido en establecimiento de comercio) e instrucciones
(acerca de los documentos que digan relación con los autos elevados en grado de
apelación)”.
e) Según la cuantía:
- Procedimiento de mayor cuantía: son aquellos en que la
monto de la cosa litigiosa excede de 500 unidades tributarias
mensuales, o ella no es susceptible de determinada
apreciación pecuniaria.
- Procedimiento de menor cuantía: son aquellos en que el
monto de la cosa litigiosa excede de 10 UTM y no pasan de
500.
- Procedimiento de mínima cuantía: son aquellos en que el
monto de la cosa litigiosa no excede de 10 UTM.
f) Según su ritualidad:
- Procedimientos verbales: Son aquellos en cuya tramitación
predominan las actuaciones de palabra o de viva voz.
- Procedimientos escritos: son aquellos en cuya tramitación
predominan las actuaciones literales o por escrito.
g) Según la ley procesal chilena:
- Procedimiento contencioso:
- Procedimiento no contencioso:
- Procedimiento ordinario: es aquel que se somete a la
tramitación común ordenada por la ley.
- Procedimiento extraordinario: aquel que se rige por
disposiciones especiales que para determinados casos la ley
establece .
a) Demanda:
El CPC señala que todo juicio comenzará por demanda del actor, si bien no define que
es la demanda, es evidente que reserva este término para designar al actor inicial de
la relación procesal, o sea, la primera presentación que hace el actor y que resume sus
pretensiones. Doctrinariamente se la define como aquel acto procesal del actor
mediante el cual ejercita una acción tendiente a la declaración, es sentido amplio, por
parte del tribunal, de un derecho que le ha sido desconocido o menoscabado. La
demanda, es, entonces, la forma o manera de ejercitar la acción en juicio, y ésta, la de
reclamar judicialmente un derecho controvertido.
Forma y contenido de la demanda:
Desde el momento en que la demanda, como acto inicial del juicio es un verdadero
escrito, debe ajustarse a determinadas formalidades en su otorgamiento y
presentación, para que así produzca los efectos legales deseados por el actor. Las
formalidades son dobles, a saber, las generales de todo escrito y las especiales propias
del escrito de demanda.
Las formalidades generales de todo escrito y aplicables, por consiguiente, al escrito
de demanda son en síntesis:
- La demanda, deberá presentarse en papel proceso.
- Por conducto del secretario respectivo.
- Y encabezada con una suma que indique su contenido.
- Y acompañada, en papel simple, de tantas copias cuantas
sean las partes a quienes haya de ser notificada.
- Finalmente, atendido que la demanda es la primera
presentación que hace el actor, deberá contener la
constitución de un procurador o mandatario judicial
habilitado y la designación de abogado patrocinante,
también habilitado.
Otra importancia que reviste el emplazamiento dentro del proceso, es que da origen a
la relación jurídica procesal, esto es, al conjunto de vínculos jurídicos entre las parte y
el tribunal y entre las partes entre sí. Por ello su omisión autoriza a interponer en
contra de la sentencia definitiva pronunciada en condiciones tan irregulares recurso de
casación en la forma, que veremos más adelante, tendiente a anularla y a reponer el
proceso al estado de cumplirse con el emplazamiento del demandado (artículo 768 nº
9 del CPC). Se entiende que hay omisión del emplazamiento del demandado cuando no
se le ha notificado la demanda, cuando habiéndosele notificado, tal notificación ha sido
practicada en forma ilegal; o bien cuando, habiéndosele notificado legalmente la
demanda, se ha dado por evacuado el trámite de contestación a la demanda por parte
del demandado, sin estar aún vencido el término que la ley le ha concedido para
cumplir con tal tramite.
Modificación de la demanda:
Puede que el demandante, después de presentada la demanda al tribunal, desee
introducir algunas modificaciones ¿posee la facultad legal para realizar dicha acción?
Para contestar a esta interrogante primero hay que distinguir:
- Si la demanda no ha sido notificada al demandado: en tal
caso el actor podrá realizar todas las modificaciones que
estime pertinentes a la demanda presentada en el tribunal,
o en su caso puede retirar la demanda y presentar nueva
demanda (artículo 148 primera parte del CPC).
- Si la demanda es notificada a cualquiera de los
demandados y antes de la contestación: podrá el
demandante efectuar en la demanda todas las
rectificaciones y modificaciones que estime pertinentes,
dichas rectificaciones o modificaciones deberán
presentarse por escrito y solicitar al tribunal en este que se
tenga como complemento o modificación a la demanda
primitiva (artículo 268 del CPC).
- Contestada la demanda: en este caso el actor podrá en el
escrito de la réplica ampliar, adicionar o modificar las
acciones que haya formulado en la demanda, pero sin que
pueda alterar las que sean objeto principal del pleito
(artículo 312 del CPC).
- Después de notificada la demanda: podrá el demandante
en cualquier estado del juicio, desistirse de ella ante el
tribunal que conozca del asunto, y esa petición se
someterá a los trámites establecidos para los incidentes
(artículo 148 inciso 2 del CPC), dicha actitud del
demandante reviste gran importancia ya que tiene el
efecto de extinguir las acciones que se hicieron valer en la
demanda, y mal podría deducirlas nuevamente, aun
cuando fueran ampliadas o rectificadas.
Actitudes del demandado una vez notificado de la demanda:
- Si el demandado acepta llanamente las peticiones
del demandante o si en sus escrito no contradice en
materia sustancial y pertinente los hechos sobre
que versa el juicio: en este caso el tribunal mandará
citar a las partes para oír sentencia definitiva, una vez
evacuado el traslado de la réplica (artículo 313 inciso 1
CPC). Aceptar la demanda implica reconocer la exactitud
de los hechos y de los fundamentos de derecho en que se
apoya.
- Si el demandado no contesta la demanda en el plazo
que la ley le ha señalado para estos efectos: este
silencio del demandado produce en doctrina la llamada
contestación ficta de la demanda, la cual, en el hecho, se
traduce en su negación; por cuanto en derecho procesal
quien calla nada reconoce ni otorga, a menos que exista
una disposición legal expresa que consagre una sanción
semejante. Declarada la rebeldía de la contestación a la
demanda de oficio o a petición de parte, el tribunal
proveerá traslado al demandante para replicar, evacuada
la réplica se dará, en seguida, traslado al demandado para
duplicar; y luego, evacuada la duplica el tribunal
examinará los autos para ver si debe recibir o no la causa a
prueba, y ésta seguirá así su curso normal. La rebeldía de
la contestación a la demanda, lo mismo que las demás
rebeldías en la primera instancia, no tienen otro alcance
que dar por evacuado ficticiamente el trámite de que se
trata, a objeto de que los autos puedan continuar en su
curso progresivo, siendo esta situación neutra, ya que
declarada o no la rebeldía, igual se sigue el curso
progresivo de los autos bastando evacuar la parte diligente
el trámite que le corresponde, pudiendo por consiguiente
la parte rebelde hacerse presente en cualquier momento
posterior, siempre y cuando, naturalmente, respete todo lo
obrado.
- Si el demandado se defiende: será necesario ver
previamente en que forma lo hace, para saber la
tramitación que seguirá el juicio. Se comprende que esta
última actitud del demandado es en la practica, la de más
ordinaria ocurrencia. La defensa del demandado se
manifestará por oponer a la demanda excepciones
dilatorias, como previas a la contestación, o simplemente,
contestándola. En la contestación a la demanda el
demandado opondrá excepciones perentorias, alegaciones
o defensas.
b) Excepciones:
Tiene un doble significado, uno sinónimo de toda defensa que opone el demandado a
las peticiones del actor para enervarlas, y otro equivalente también a la defensa del
primero de los nombrados, pero fundada en la defectuosa manera de haberse
ejercitado la acción.
Clasificación de las excepciones:
- Excepciones perentorias: mira al fondo de la acción
deducida, con el objeto de destruirla, enervarla, las
veremos mas adelante.
- Excepciones dilatorias: son aquellas que tienen por
objeto corregir vicios de procedimiento sin afectar al fondo
de la acción deducida. Su misión es, pues, corregir
defectos de procedimiento, procurar que la relación
procesal se forme válidamente, o sea, exenta de todo vicio
que más tarde pudiera servir para anularla. Como se
comprende el demandado al formular una excepción
dilatoria se abstendrá de contestar la demanda, no entrará
al fondo de la causa y, en consecuencia, deberá oponerla
en forma previa a la cuestión principal, la que quedará
intertanto suspendida.
c) Contestación de la demanda:
Es el escrito en que el demandado da respuesta al libelo interpuesto en su contra por el
actor, o bien, el escrito en que el demandado opone las excepciones o defensas que
hace valer en contra del demandante destinadas a enervar o destruir las acciones que
éste ha deducido.
El objetivo fundamental del escrito de contestación de la demanda es dar oportunidad
al demandado para que defienda de la demanda que ha esgrimido en su contra el
actor, oponiendo excepciones perentorias, o sea, aquellas que miran al fondo de la
acción deducida y sin que se refieran para nada a la corrección del procedimiento.
Estas excepciones perentorias, a diferencia de las dilatorias no están tratadas en el
CPC. En general son excepciones perentorias los diversos modos de extinguir las
obligaciones, y siempre se encuentran contempladas en los códigos o leyes de fondo o
sustantivas.
d) La réplica y la dúplica:
En el juicio ordinario el período de discusión no queda agotado con la presentación de
los escritos de demanda y de contestación que, respectivamente, han evacuado el
demandante y demandado. Existe, con posterioridad, una nueva intervención de
ambas partes litigantes, que recibe el nombre de escritos de réplica y dúplica.
Se define la réplica diciendo que es el escrito en que el demandante, junto con tratar
de destruir las excepciones, alegaciones y defensas hechas valer por el demandado,
reafirma la posición de sus acciones.
La dúplica por su parte es el escrito en que el demandado, junto con reafirmar, una vez
más, la posición de sus excepciones, alegaciones o defensas, trata de destruir las
acciones deducidas por el actor (artículo 312 CPC).
Tramitación:
Presentado el escrito de contestación de la demanda, o en rebeldía del demandado,
confiere traslado por 6 días al demandante para que presente su escrito de réplica; y
presentando el escrito de réplica por el actor, o en su rebeldía, el demandado
presentará su escrito de dúplica.
Estos plazos son independientes, o sea, se concede un término de 6 días a cada
litigante para que se presenten por su parte sus respectivos escritos; y son fatales,
esto es, el derecho para presentar el escrito de réplica o de dúplica, según el caso, se
extingue por el solo hecho del vencimiento del respectivo plazo.
e) La reconvención:
Dijimos que el demandado, una vez notificado de la demanda, puede adoptar diversas
actitudes, entre otras, defenderse; y que esta defensa puede consistir en oponer
excepciones dilatorias, contestar oponiendo excepciones perentorias y defensas e,
incluso reconvenir.
La reconvención se presenta cuando el demandado tiene, a su vez, una o más
acciones que hacer valer en contra del demandante, de suerte que el demandante
primitivo se transforma en demandado, y el demandado pasa a asumir también el
papel de actor. Se trata en consecuencia, de una contrademanda del demandado
frente al demandante, y que la deduce utilizando el procedimiento judicial que se había
originado por iniciativa de éste último.
La reconvención se define como la acción deducida por el demandado en contra del
actor, al contestar la demanda, en el juicio que éste ha provocado; y su fundamento no
es otro que la economía procesal, pues así como la ley permite que el demandante
deduzca en su demanda diversas acciones sin conexión entre sí, salvo si fueren
incompatibles, para evitar la multiplicidad de juicios, también permite que el
demandado haga valer las acciones que tenga en contra del actor, a fin de reunir las
diversas litis en un solo proceso.
Sin embargo, es necesario dejar en claro que las dos acciones (la se que ejercita en la
demanda primitiva y la que se ejercita en la demanda reconvencional) no requieren
tener relación o conexión jurídica alguna. Para nuestra legislación procesal, la acción
principal y la reconvencional pueden ser perfectamente independientes y ajena la una
de la otra, emanando cada una de ellas de sus diversos y respectivos títulos.
Esta institución de la reconvención presenta ventajas para la sociedad, los litigantes y
los propios tribunales de justicia. Para la sociedad, porque disminuye el número de
litigios, evita que se dupliquen los procedimientos y previene contra su multiplicidad;
para los litigantes, porque reduce los gastos en que deben incurrir y les disminuye las
molestias e incomodidades que todo pleito origina; y en fin, para los propios tribunales,
porque les economiza tiempo, facilita la tramitación de los procesos y permite que
diversos juicios puedan fallarse y terminarse por medio de un solo juzgado.
La reconvención es una facultad que la ley confiere a todo demandado, por lo que si
quiere deduce reconvención, y si no lo desea, le quedan a salvo sus derechos para
hacerlos valer en proceso separado.
Como ya se ha señalado, la reconvención puede ser interpuesta por el demandado
personalmente, si este es incapaz lo hará a través de su representante legal, sin
perjuicio que el mandatario (abogado) también podrá ejercer esta reconvención.
A su vez la reconvención debe ser dirigida en contra del demandante en el juicio
primitivo, quien pasa a ser parte demandada frente a la reconvención, y podrá serle
notificada y contestada por su mandatario ( abogado) aún cuando no tenga facultad
especial.
Condiciones de procedencia de la reconvención:
- Que el tribunal ante el cual se reconviene tenga
competencia para conocer de la reconvención estimada como demanda, o cuando sea
admisible la prórroga de la competencia a pesar de que por su cuantía la reconvención
deba ventilarse ante un juez inferior.
- Que tanto la acción principal cuanto la acción
reconvencional, en razón de sus respectivas naturalezas,
estén sometidas a un mismo procedimiento, esto es, al del
juicio ordinario de mayor cuantía.
Tramitación:
En cuanto a la oportunidad para reconvenir, esta debe hacerse valer en el escrito de
contestación de la demanda, aún cuando el plazo para contestar todavía no hubiere
vencido, el sólo hecho que el demandado presente su escrito de contestación de la
demanda extingue su derecho para poder reconvenir posteriormente.
Si la reconvención es una nueva demanda es lógico que tenga que ajustarse a los
requisitos formales que debe contener toda demanda (artículo 254 CPC).
La reconvención se notifica por el estado diario y en contra de ella se pueden oponer
excepciones dilatorias.
Por último, la reconvención se sustancia y falla conjuntamente con la demanda
principal, salvo dos excepciones:
- Puede fallarse antes la demanda principal o la
reconvención, según el caso, si se presenta el fenómeno
procesal de la separación o división del juicio, cuando se
produce el evento contemplado en el artículo 172 CPC, y
- No se concede en la reconvención aumento extraordinario
de termino para rendir prueba fuera del territorio de la
república cuando no deba concederse en la cuestión
principal.
Acogida una excepción dilatoria el demandante reconvencional deberá subsanar los
defectos de que adolezca la reconvención dentro de los 10 días siguientes a la fecha de
notificación de la resolución que haya acogido la excepción; si así no lo hiciere, se
tendrá por no presentada la reconvención, para todos los efectos legales, por el solo
ministerio de la ley.
En resumen, si se deduce reconvención por el demandado al contestar la demanda, el
juicio experimenta la tramitación que pasa a señalarse. El tribunal confiere traslado al
demandante para que en el plazo de 6 días replique en la demanda principal y
conteste la reconvención. Evacuados estos trámites o en su silencio, el tribunal
confiere traslado al demandado para que también en el plazo de 6 días duplique en la
demanda principal y replique en la reconvención. Evacuados dichos trámites o en su
silencio el tribunal dará traslado por 6 días al demandante para que duplique en la
reconvención. Evacuado este último trámite o el silencio del demandante, el tribunal
examinará los autos y recibirá la causa a prueba o citará a las partes a para oír
sentencia. Según lo que en derecho corresponda si es acogida una excepción dilatoria
el actor reconvencional deberá subsanarla en 10 día so pena de tenerse por no
presentada la reconvención de ipso iure.
f) Audiencia de conciliación:
Una vez agotados los trámites de discusión, el juez llamará a las partes a conciliación y
les propondrá personalmente las bases del arreglo.
Para tal efecto, citará a las partes a una audiencia para un día no anterior al quinto ni
posterior al décimo quinto contado desde la fecha de notificación de la resolución.
El juez en este caso obrará como amigable componedor. Y tratará de obtener un
avenimiento total o parcial del litigio, las opiniones que emita no lo inhabilitan para
seguir conociendo de la causa.
A este comparendo de conciliación deberá concurrir las partes por si o por apoderado,
no obstante el juez podrá exigir la comparecencia personal de las partes, sin perjuicio
de la asistencia de sus abogados.
De esta audiencia se levantará acta, que consignará sólo las especificaciones del
arreglo, la cual suscribirán el juez, las partes que lo desee y el secretario, y se estimará
como sentencia ejecutoriada para todos los efectos legales.
En los procesos en que hubiere pluralidad de partes, la audiencia se llevará a efecto
aunque no asistan todas. La conciliación operará entre aquellas que la acuerden y
continuará el juicio con las que no hubieren concurrido o no hubieren aceptado la
conciliación.
Si se rechaza la conciliación, o no se efectúa el comparendo, el secretario certificará
este hecho de inmediato, y entregará los autos al juez para que lo examine, a fin de
resolver si debe recibirlo a prueba, o por el contrario, citar a las partes a oír sentencia.
Es aquel que media entre la dictación de la resolución que recibe la causa a prueba y la
notificación de la resolución que cita a las partes a oír sentencia.
2.1.- Concepto:
En sentido general y lógico probar es demostrar la verdad de una proposición; sin
embargo en sentido jurídico tiene un significado mas restringido: es la demostración,
por los medios que la ley establece, de la verdad de un hecho que ha sido
controvertido y que es fundamento del derecho que se pretende. Esta es la única
prueba que pueden recibir los tribunales, y se traduce en la práctica, en una labor de
confrontación de parte del juez de la verdad de la aseveraciones de los litigantes en
relación con los medios de prueba suministrados para acreditarla.
De otra parte el término prueba dentro del concepto jurídico, tiene otras acepciones,
así designa la tarea de la producción de los elementos de convicción, mediante los
cuales las partes pretenden establecer de las alegaciones, o sea, la carga o el peso de
la prueba, ejemplo cuando se dice que el peso de la prueba recae sobre el actor. Otras
veces, denomina a los elementos mismos de la convicción que se pretende producir en
el juez, como cuando se dice la prueba testimonial, la prueba instrumental, etc.
También e emplea para señalar los resultados alcanzados, y por consiguiente, no es
raro escuchar la expresiones “la prueba del demandante es ineficaz....”, “el
demandado no rindió prueba sobre su excepción...”, etc.
2.2.- Elementos de la prueba:
La teoría general de la prueba considera que son elementos de ella:
a) El objeto de la prueba: equivale a la materia sobre la
cual ella debe recaer.
b) Los sujetos o las personas que deben
proporcionarlas: se traduce en la interrogante clásica
¿quién debe probar? ¿a quien incumbe el peso de la
prueba?, el C Civil responde a esta interrogante de la
siguiente manera “incumbe probar las obligaciones o su
extinción, al que alega aquellas as o éstas.” Por tanto todo
aquel que entabla una acción judicial deberá probarla, y
todo aquel que pretende excepcionarse de dicha acción,
deberá probar la correspondiente excepción.
c) Los medios de que se valen los sujetos para
demostrar la verdad de sus afirmaciones y su
eficacia probatoria ( tema que pasaremos a estudiar a
continuación.
Se entiende por estos, la cosa o circunstancia en los cuales el juez encuentra los
motivos de convicción frente a las posiciones de las partes.
En nuestro derecho, la ley enumera en forma taxativa los medios probatorios, con el
objeto de evitar que esta materia quede al arbitrio del juzgador o tercero imparcial.
El artículo 1698 inciso 2º del C Civil dispone “Las pruebas consisten en instrumentos
públicos o privados, testigos, presunciones, confesión de parte, e inspección personal
del juez”.
Por su parte el artículo 341 del CPC dispone “Los medios de prueba de que puede
hacerse uso en juicio son: instrumentos, testigos, confesión de parte, inspección
personal del tribunal, informe de peritos, y las presunciones.”
Quiero insistir en que esta enumeración es taxativa, ya que no existen otros medios
probatorios para demostrar la verdad o la falsedad de un hecho en juicio que los antes
señalados; sin embargo hay otros medios probatorios dispersos en la ley, ejemplo
artículo 427 inciso 2º CPC que trata de la sentencia judicial respecto de los hechos
declarados como verdaderos en otro juicio entre las misma partes, los libros de
comerciantes que lo regula C Comercio.
Hay en doctrina diversos métodos acerca de la valoración de la prueba, pero la que nos
interesa es la principal clasificación de los sistemas probatorios que contempla la
prueba legal o tasada y el de la prueba libre o moral.
Por sistema de la prueba libre o moral, se caracteriza porque el legislador no fija
los medios probatorios, por lo que las partes acreditarán los hechos en la forma que
mejor les acomode y el juez en su sentencia, no estará obligado a regla alguna en
cuanto a la valorización o ponderación de la prueba.
Por su parte Sistema de prueba legal o tasada, se caracteriza porque el legislador
enumera taxativamente los medios probatorios que las partes pueden utilizar en juicio
y al mismo tiempo, al juez la eficacia probatoria que cada medio probatorio posee en
particular.
Existe asimismo un sistema intermedio a los dos mencionados anteriormente que se
denomina Sistema de la sana crítica, que se caracteriza porque entrega siempre al
legislador la función de enumerar los medios probatorios, pero en cambio faculta al
juez para valorar tales medios probatorios de acuerdo a la lógica, al buen sentido y a
las normas de la experiencia.
El artículo 318 del CPC establece “Concluidos los trámites que deben preceder a la
prueba, ya se procesa con la contestación expresa del demandado o en su rebeldía, el
tribunal examinará por sí mismo los autos y si estima que hay o puede haber
controversia sobre algún hecho substancial y pertinente en el juicio, recibirá la causa a
prueba y fijará en la misma resolución los hechos substanciales controvertidos sobre
los cuales deberá recaer.
Sólo podrán fijarse como puntos de pruebas los hechos substanciales controvertidos en
los escritos anteriores a la resolución que ordena recibirla.”
Por su parte el artículo 313 CPC prescribe “ Si el demandado acepta llanamente las
peticiones del demandante, o si en sus escritos no contradice en materia substancial y
pertinente los hechos sobre que versa el juicio, el tribunal mandará citar a las partes
para oír sentencia definitiva, una vez evacuado el traslado de la réplica.
Igual citación se dispondrá cuando las partes pidan que se falle el pleito sin más
trámite.”
En consecuencia, una vez concluidos los trámites que deben preceder a la prueba, y
reiterando lo ya señalado, una vez evacuados los escritos de contestación de la
demanda, de réplica y de dúplica y de los correspondientes a la reconvención, en caso
de que ésta se hubiere deducido, sea que todos estos trámites se hayan evacuado
realmente, sea que se hayan evacuado en rebeldía de la parte respectiva, el tribunal
debe abandonar la actitud pasiva que había observado hasta esos momentos en la
tramitación misma de juicio y proceder a hacer un examen personal de los autos, el
cual le permitirá llegar, indefectiblemente, a dos conclusiones:
a) Citar a las partes para oír sentencia, cuando:
- El demandado acepta llanamente las peticiones del
demandante, o
- El demandado en sus escritos no contradice en materia
substancial y pertinente los hechos sobre que versa el
juicio, o
- Las partes piden que se falle el pleito sin más trámite.
b) Recibir la causa a prueba, cuando estime que haya o
pueda haber controversia sobre algún hecho substancial y pertinente en el juicio.
Sin embargo, no basta que existan o puedan existir hechos controvertidos en la causa
para que sea necesario recibirla a prueba; es preciso, además, que estos hechos
revistan el carácter de substanciales y pertinentes, o sea, que tengan conexión con el
asunto en debate dentro del pleito, y que de su existencia o inexistencia dependa el
derecho o la consecuencia jurídica que se reclama.
Todavía más, la controversia ha debido suscitarse en los escritos anteriores a la
dictación de la resolución que ordena recibir la causa a prueba; pues, si con
posterioridad a ella, ocurre algún hecho substancial relacionado con el juicio, y que
necesita de prueba, tiene lugar en cambio el fenómeno procesal llamado de la
ampliación de la prueba.
Ejemplo:
“Valparaíso, 27 de septiembre de 2005.
Vistos: se recibe la causa a prueba por el término legal de veinte días y se fijan como
hechos substanciales, pertinentes y controvertidos sobre los cuales deberá recaer:
a)
b)..
La prueba testimonial se recibirá los cuatro últimos días del probatorio, a las 10:00
horas, y si fuere sábado al día siguiente hábil.
Firman el juez y el secretario.”
b) En atención a su autenticidad:
a. Instrumento público o auténtico, es el autorizado
con las solemnidades legales (que varian según la
naturaleza del instrumento), por el competente
funcionario (aquel que actúa facultado
expresamente por la ley para este efecto, dentro
del marco de sus atribuciones o deberes y en el
territorio jurisdiccional asignado).
b. Instrumento privado, es aquel que deja constancia
de un hecho sin solemnidad legal alguna.
Instrumentos Públicos:
Como ya se ha dicho instrumento público o auténtico es el autorizado con las
solemnidades legales por el competente funcionario.
La ley procesal asimila como instrumento público en juicio los además de los
documentos originales, las copias dadas en determinadas condiciones, siempre que en
su otorgamiento se hayan cumplido las disposiciones legales que les confieren este
carácter.
En primer término por tanto decimos que son instrumentos públicos en juicio los
documentos originales.
En segundo término, se consideran instrumentos públicos en juicio las copias de los
documentos originales, estas copias pueden encontrarse en las siguientes situaciones:
a) Copias dadas con los requisitos que las leyes prescriban
para que hagan fe respecto de toda persona o, a lo menos,
respecto de aquella contra quien se haga valer, también
denominadas testimonios.
b) Copias que, obtenidas sin estos requisitos, no sean
objetados como inexactas por la parte contraria dentro de
los tres días siguientes a aquel en que se dio conocimiento
de ellas. Aquí se trata de copias simples o sea de aquellas
que han sido otorgadas sin la autorización de funcionario
competente ni con sujeción a las formalidades legales de
rigor.
c) Copias que, objetadas en el caso anterior, sean cotejadas
y halladas conformes con sus originales o con otras copias
que hagan fe respecto de la parte contraria. Se trata de
una copia simple que, acompañada a los autos en parte de
prueba, es objetada como inexacta por la contraria.
d) Copias que el tribunal mande agregar durante el juicio,
autorizadas por su secretario u otro funcionario
competente y sacadas de los originales o de copias que
reúnan las condiciones anteriores, esto es, de copias que
objetadas por inexactas, sean cotejadas y halladas
conformes con sus originales o con otras copias que hagan
fe respecto de la parte contraria. En el fondo se trata de
una medida para mejor resolver, decretada, por lo tanto de
oficio por el propio tribunal.
c) La insinceridad:
Que es la falta de verdad de las declaraciones que en él se contienen. Aquí el
instrumento público es válido, o sea, ha sido otorgado ante funcionario competente y
con observancia de las formalidades legales, es además, auténtico, o sea, ha sido
realmente otorgado y autorizado por las personas y de la manera que en él se expresa;
pero, en cambio, las partes han faltado a la verdad en lo que se respecta a las
declaraciones que en ese instrumento se consignan.
Ahora bien, respecto de terceros no existe duda alguna de que pueden impugnar el
instrumento público por esta causal.
Lo que si presenta problemas en materia civil, es si las partes que han intervenido en
el otorgamiento de esta instrumento pueden o no impugnarlo por esta causal. Una
teoría sostiene que el instrumento público hace plena fe en cuanto a la verdad de las
declaraciones que en él hayan hecho los interesados y que, por consiguiente los
declarantes no pueden posteriormente pretender impugnar el instrumento en cuanto a
la verdad de esas declaraciones. Una segunda teoría argumenta en cambio, que tal
prueba es admisible, pues la ley no prohíbe que una plena prueba, como es la
emanada de un instrumento público, puede ser destruida por otra plena prueba, como
sería la que fluye de una confesión judicial.
Instrumentos privados:
Instrumento privado es todo escrito que da constancia de un hecho y que ha sido
otorgado sin formalidad o solemnidad alguna.
Lo importante en esta clase de instrumentos es que deja testimonio de un hecho.
Reconocimiento de los instrumentos privados:
Estos por el hecho de ser privados, no llevan ningún sello de autenticidad.
Para obviar este y otros inconvenientes el legislador acepta que un instrumento
privado se le tenga por auténtico, siempre que haya sido reconocido, y le asigna fecha
cierta en los casos en que él mismo taxativamente enumera. Y cuales son estos:
a.- Cuando así lo ha declarado en el juicio la persona a cuyo nombre aparece
otorgado el instrumento o la parte contra quien se hace valer. Se trata como se ve de
un reconocimiento expreso, y puede producirse en cualquier estado del juicio y en
cualquier trámite, diligencia o actuación. La persona a cuyo nombre aparece otorgado
el instrumento, podrá ser la parte misma o un tercero, y la parte en contra de la cual se
hace valer podrá haberlo escrito y firmado o no.
b.- Cuando igual declaración se ha hecho en un instrumento público o en otro
juicio. También es un reconocimiento expreso, pero extrajudicial.
c.- Cuando, puestos en conocimiento de la parte contraria, no se alega su falsedad
o falta de integridad dentro de los seis días siguientes a su presentación, debiendo el
tribunal, para este efecto, apercibir a aquella parte con el reconocimiento tácito del
instrumento, si nada expone dentro de dicho plazo. Estamos en este caso en presencia
de un reconocimiento tácito, a diferencia de los anteriores. En este caso la
jurisprudencia ha entendido que debe el instrumento privado emanar exclusivamente
de la parte en contra de la cual se hace valer. La falsedad del instrumento privado
puede consistir, ya en falsificación de la firma, ya en la falsificación de su contenido; en
cambio la falta de integridad implica que el documento no se ha presentado completo,
esto es, en la forma como materialmente se otorgó.
d.- Cuando se declare la autenticidad del instrumento por resolución judicial. Se
trata en este caso de un reconocimiento judicial del instrumento privado, se ha
presentado de conformidad a lo señalado en la letra anterior y la parte a quien va a
afectar dicho instrumento, dentro del sexto día, alega su falsedad o falta de integridad,
por cuyo motivo se habrá suscitado el correspondiente incidente. El tribunal conferirá
traslado a la otra parte del escrito de impugnación del instrumento, y con lo que este
exponga o en su rebeldía, lo recibirá a prueba, se rendirán las pruebas de rigor, y, con
el mérito de estas, se fallará el incidente, declarándose si el documento privado es o no
auténtico.
Los testigos constestes como ya se a señalado son aquellos que están de acuerdo con
el hecho y en sus circunstancias esenciales; y sin tacha son aquellos a los cuales no les
afectan las causales de inhabilidad consagrados en el CPC.
a) Concepto:
Es la que se produce a virtud de confesión de parte, y se entiende por tal aquel medio
probatorio consistente en el reconocimiento que una persona hace de la verdad de un
hecho, susceptible de producir consecuencias jurídicas en su contra.
Se trata de un medio probatorio circunstancial, pues generalmente se produce en
juicio y una vez que éste se ha originado, y surge de las propias partes litigantes.
b) Características:
Las más sobresalientes son:
a.- Es un medio probatorio del que pueden valerse las partes en juicio, o sea, un
elemento destinado a formar en el juez convicción acerca de los hechos que se
controvierten.
b.- Es un medio probatorio de que se valen las partes de propia iniciativa, tanto del
demandante como del demandado; pero también puede provocar este medio
probatorio el juez, exigiendo confesión judicial de cualquiera de las partes sobre
hechos que considere de influencia en la cuestión y que no resulten probados, o sea,
de oficio y como medida para mejor resolver.
c.- Es un reconocimiento o declaración de voluntad, el cual, jurídicamente, reviste
el carácter de unilateral, pues, no necesita de la aceptación de la parte contraria; y en
cuanto a su forma puede ser expreso o tácito, según las condiciones en que se ha
efectuado.
d.- Se produce, generalmente, en juicio. Lo enumera el artículo 341 CPC como uno
de los medios de prueba de que puede hacerse uso en juicio.
e.- Es, finalmente, un reconocimiento declaración de voluntad que produce
consecuencias jurídicas en contra del confesante, porque este medio probatorio jamás
lo favorece a él sino a la parte que pidió o se vale de la confesión.
d) Clasificación de la confesión:
Admite varias clasificaciones doctrinarias, pues son muy variados los puntos de vista
desde los cuales pueden éstas efectuarse, así:
e) La confesión judicial:
Como ya se señaló, es aquella que se presta dentro del juicio en el cual se la invoca,
puede haberse prestado en juicio de manera voluntaria o provocada, será voluntaria
cuando en cualquiera de sus escritos o comparecencias verbales reconoce un hecho de
los controvertidos en el juicio que produce consecuencias jurídicas en su contra; de
otra parte la confesión provocada se obtiene mediante el mecanismo o procedimiento
llamado absolución de posiciones, y según sea la actitud que adopte la parte que debe
prestar la confesión, ésta puede llegar a ser expresa o tácita. En todo caso será escrita,
y en atención a su contenido podrá ser simple, compleja o calificada, lo que permitirá
deducir si se está en presencia de una confesión divisible o indivisible.
Además la confesión judicial provocada puede haberse producido, ya a iniciativa de
parte, ya de oficio por el tribunal, como medio probatorio o como medida para mejor
resolver dentro del pleito.
Tribunal competente:
En esta materia hay que distinguir según si el litigante citado a prestar confesión reside
o no en el lugar en que se sigue el juicio; y todavía, en este último caso, si la residencia
la tiene en la República o en el extranjero.
a.- Si el litigante que debe prestar confesión reside en el lugar en que se sigue el
juicio: Será el tribunal competente para intervenir en la diligencia respectiva, de
acuerdo a las reglas generales, el mismo que conoce del pleito.
b.- Si el litigante que debe prestar confesión reside fuera del lugar en que se sigue
el juicio, pero dentro del territorio de la república: Será el tribunal competente para
intervenir en la diligencia respectiva el de la residencia del confesante. Artículo 388 y
389 CPC.
c.- Si el litigante que debe prestar confesión ha salido del territorio de la República:
La comparecencia se verificará ante el respectivo agente diplomático o consular
chileno.
Funcionario competente:
Se trata de determinar, una precisado el tribunal competente, que funcionario actúa
válidamente en su nombre en la diligencia de absolución de posiciones respectiva, hay
que distinguir:
a.- Si la comparecencia ha de verificarse ante el tribunal que conoce del juicio, o
bien, ante el tribunal de la residencia del confesante: en principio la diligencia se
practica ante el mismo juez; a menos que la cometa expresamente al secretario o a
otro ministro de fe, y sin perjuicio del derecho de cualquiera de las partes para pedir
que la confesión sea tomada por el mismo juez.
b.- Si la comparecencia, en cambio, ha de verificarse ante el tribunal que conoce
del juicio, o bien, ante el tribunal de la residencia del confesante: distinguiendo si se
trata de aquellas personas que están exentas de la obligación de comparecer, la
diligencia se practica en casa de estas últimas, en presencia del juez; a menos que la
cometa expresamente en el secretario, y sin perjuicio del derecho de la parte que ha
solicitado la confesión de que ésta sea tomada por el mismo juez.
Forma de proceder:
El litigante que desea que su contraparte preste confesión judicial, presentará una
solicitud escrita pidiendo al tribunal que decrete este medio probatorio. El tribunal
accederá a la práctica de la respectiva diligencia con citación, mandando citar para día
y hora determinados al litigante que ha de prestar la declaración. Esta resolución debe
notificarse por cédula, por cuanto ordena la comparecencia personal de la parte que
debe prestar la confesión.
Junto con esta solicitud, la parte que exige la confesión debe acompañar una nómina
de los hechos acerca de los cuales pretende que se interrogue al confesante, la cual
en la practica se denomina “pliego de posiciones” (que contiene las preguntas que se
le formularán), y como mientras la confesión no sea prestada, se mantendrán en
reserva las interrogaciones sobre que debe recaer, se acompaña en sobre cerrado y
con las medidas de precaución que se estime conveniente, que en la practica se
traduce en la solicitud de que se guarde en custodia por el secretario.
Ahora bien, los hechos acerca de los cuales se exija la confesión podrán expresarse en
forma asertiva o en forma interrogativa, pero siempre en términos claros y precisos, de
manera que puedan ser entendidos sin dificultad: ejemplo de forma asertiva “para que
diga el absolvente como es efectivo que recibió de parte del demandante la suma de
diez mil pesos, a título de mutuo. Ejemplo de forma interrogativa es “para que diga el
absolvente si pagó o no la deuda que le cobra el demandante.
El litigante citado, por su parte puede adoptar las siguientes actitudes:
a) Comparecer a la audiencia de absolución.
b) No comparecer, en cuyo caso se le volverá a citar,
esta vez por segunda vez, bajo los apercibimientos
ya conocidos.
Supongamos que el litigante citado comparece a prestar confesión, (sea la primera o
segunda citación).
a.- La primera formalidad que cumple el tribunal es la de tomarle juramento al
confesante de decir la verdad.
b.- En seguida el tribunal procede a abrir el sobre cerrado que contiene el pliego de
posiciones y comienza a formular al absolvente las preguntas en el orden en que en
dicho pliego se contienen. La declaración deberá prestarse inmediatamente de palabra
y en términos claros y precisos.
El litigante que ha exigido la confesión de su contraparte puede presenciar la
declaración de éste y hacer al tribunal las observaciones que estime conducentes para
aclarar, explicar o ampliar las preguntas que han de dirigírsele, y también puede antes
que termine la diligencia y después de prestada la declaración, pedir que se repita si
hay en las respuestas dadas algún punto oscuro o dudoso que aclarar.
Finalmente las declaraciones del confesante se consignan por escrito, después el
receptor procederá a leer en voz alta dicha acta para que esta sea ratificada por el
confesante, por último esta acta debe ser firmada por todos aquellos que hayan
participado en la diligencia.
f) La confesión extrajudicial:
Según lo dispone el artículo 398 CPC es aquella que se presta fuera de juicio, o dentro
de juicio, pero ante tribunal diverso de aquel que conoce del pleito y en el cual se la
invoca como medio probatorio.
Clasificación:
a.- Confesión extrajudicial absoluta: es aquella que se presta fuera de juicio.
Confesión extrajudicial relativa: es aquella que se presta en juicio, pero diverso de
aquel en que se la invoca.
b.- Confesión extrajudicial verbal: es aquella que se presta a viva voz y en
presencia de testigos.
Confesión extrajudicial escrita: es aquella que se presta por medio de un documento
sea público o privado.
Desde el momento en que la confesión extrajudicial no se presta dentro del juicio en
que se la invoca como medio probatorio, será necesario acreditarla. Por tanto, si ha
sido verbal, será necesario hacer declarar a los testigos ante quienes se prestó; y si es
escrita, será indispensable acompañar el documento público o privado en que ella
consta.
a) Concepto:
Es el examen que éste hace por sí mismo de hechos o circunstancias materiales
controvertidos en el pleito, a objeto de adquirir la convicción acerca de su verdad o
inexactitud.
b) Características:
Las mas esenciales son la de constituir un medio de prueba directo, desde el momento
en que permite al tribunal formarse convicción del hecho sobre el cual recae de
manera persona e inmediata. Y la de constituir plena prueba, en cuanto a las
circunstancias o hechos materiales resultantes de la propia observación del tribunal.
c) Clasificación:
Admite diversos tipos según sea el punto de vista desde el cual se observe, así:
a.- En atención a la manera de practicarla:
- Inspección personal del tribunal judicial: es aquella que se
practica previo decreto del juez y con conocimiento de las partes.
- Inspección personal del tribunal extrajudicial: es aquella
que el juez ha practicado en forma privada, de propia iniciativa.
b.- Según su iniciativa:
- Inspección personal del tribunal exigida por
la ley.
- Inspección personal del tribunal de oficio: cuando la
decreta el propio tribunal, puesto el proceso en estado de sentencia, como medida
para mejor resolver.
- Inspección personal del tribunal a petición de parte:
aquella que decreta el tribunal a solicitud de parte, y esta a su vez puede ser:
decretada como medida para mejor resolver o como medio probatorio.
d) Requisitos de procedencia:
Son varios señalados por la ley y estos son:
a.- Que se trate por medio de la inspección personal de
probar hechos o circunstancias materiales controvertidos en el pleito.
b.- Que el tribunal estime necesaria la inspección personal
solicitada, esta queda a la prudencia del juez si es o no conveniente esta medio de
prueba para el mejor éxito de la instrucción.
c.- Que el tribunal así lo decrete.
d.- Que la parte que haya solicitado la inspección, antes de
procederse a ella, deposite en manos del secretario del tribunal la suma que éste
estime necesaria para costear los gastos que se causen.
e) Procedimiento:
Tribunal que la ordena:
La ordena el juez que está conociendo en única o primera instancia del juicio en que se
pretende hacerla valer.
Sin embargo no hay inconveniente para que sea decretada en segunda instancia, pero
para ello es indispensable que la diligencia no se haya practicado en primera instancia.
Tramitación:
La parte que tiene interés de valerse de este medio probatorio presentará la solicitud
escrita pidiendo que se decrete la diligencia. Como la ley no señala la oportunidad en
que deba llevarse a efecto, puede efectuarse en cualquier estado del juicio, es decir,
desde la notificación de la demanda hasta la citación a oír sentencia.
El tribunal examinará dicha solicitud y si la estima necesaria designará día y hora para
practicarla, con la debida anticipación para que puedan concurrir las partes con sus
abogados.
Esta resolución se notifica por estado diario.
En el día y hora señalados se lleva a efecto la inspección con la concurrencia de las
partes que asistan, ya que esta diligencia siempre se lleva a efecto.
De la diligencia de la inspección se levantará acta, en la cual se expresarán la
circunstancias o hechos materiales que el tribunal observe.
Es del caso señalar además, que nuestra legislación permite la concurrencia de la
prueba pericial con la inspección personal a diferencia de otras legislaciones que
permiten combinar esta medio probatorio con otros.
f) Valor probatorio:
Constituye plena prueba en cuanto a las circunstancias o hechos
materiales que el tribunal establezca en el acta como resultado de su propia
observación.
Requisitos para que constituya plena prueba:
a.- Que se trate de circunstancias o hechos materiales.
b.- Que estos hayan sido observados por el propio tribunal.
c.- Que estas circunstancias o hechos materiales se
establezcan en el acta como resultado de dicha observación.
f) Procedimiento:
a.- Nombramiento de peritos: cualquiera que sea la clase del informa pericial de
que se trate (forzoso, facultativo, de oficio o a petición de parte) el hecho es que junto
con decretarlo el tribunal, deberá citar a las partes a una audiencia con el objeto de
proceder a la designación de los peritos.
Esta resolución se notifica por cédula, por ser de aquellas que ordenan la
comparencia personal de las partes y contendrá el día y la hora en que dicha audiencia
ha se llevarse a efecto.
La audiencia se realiza con la parte que asista a ella, es decir, en rebeldía del
inasistente, y el objetivo de ella (audiencia) es designar la persona o personas de los
peritos, fijar el número de peritos que deban nombrarse, la calidad, aptitudes o títulos
que deban tener y punto o puntos materia del informe.
El tribunal en esta audiencia tiene como misión lograr el común acuerdo de las
partes frente a cualquiera de los objetivos ya señalados anteriormente. Si este no se
produce, o es sólo parcial en definitiva resuelve el tribunal,
g) Valor probatorio:
Los tribunales apreciarán la fuerza probatoria del dictamen de peritos se acuerdo a las
reglas de la sana crítica. Y se entiende por estas el conjunto de normas lógicas y de
sentido común que el juez debe emplear para valorizar o ponderar este medio
probatorio. En resumen, el valor probatorio del informe no se halla regulado por la ley,
ni tampoco queda entregado al libre arbitrio del juez, nos encontramos más bien frente
a una tercera posición equidistante de las dos anteriores.
7.- Prueba por presunciones:
a) Concepto:
Como ya sabemos los hechos controvertidos en juicio se acreditan por medios
inmediatos o directo, como son la inspección personal del tribunal; o por medio
mediatos o indirectos, como son la declaración de un tercero, que podrá ser un testigo
o u perito, la confesión de una parte litigante, o bien, la actividad lógica del legislador
o del propio juez.
Esta actividad lógica, frente a los hechos controvertidos del juicio, es un medio
probatorio que recibe el nombre de pruebas por presunciones o simplemente
presunciones. Se trata de un medio de prueba circunstancial, indirecto y que produce
plena o semiplena prueba, según el caso.
Se define la prueba por presunciones como aquella que emplea ciertos antecedentes o
circunstancias conocidos para inferir de ellos, sea por obra del legislador o del juez, un
hecho desconocido y controvertido en el pleito.
b) Clasificación:
El artículo 1712 CC dispone “Las presunciones son legales o judiciales.
Las legales se reglan por el artículo 47.
Las que deduce el juez deberá ser graves, precisas y concordantes.”
Por su parte el artículo 47 señala “Se dice presumirse el hecho que se deduce de
ciertos antecedentes o circunstancias conocidas.
Si estos antecedentes o circunstancias que dan motivo a la presunción son
determinados por la ley, la presunción se llama legal.
Se permitirá probar la no existencia del hecho que legalmente se presume, aunque
sean ciertos los antecedentes o circunstancias de que lo infiere la ley; a menos que la
ley misma rechace expresamente esta prueba, supuestos los antecedentes o
circunstancias.
Si una cosa, según la expresión de la ley , se presume de derecho, se entiende que es
inadmisible la prueba contraria, supuestos los antecedentes o circunstancias.”
En consecuencia, la ley clasifica las presunciones en legales y judiciales; y las legales a
su vez las subclasifica en legales propiamente tal y de derecho.
c) Presunciones legales:
Son aquellas en que la ley es la que, de ciertos antecedentes o circunstancias
conocidas infiere o deduce un hecho desconocido.
Si el legislador permite que este hecho presumido por él mismo pueda ser destruido
por otros medios probatorios, se dice que la presunción legal es propiamente dicha
(ejemplo art. 700 inciso 2 CC que señala que el poseedor es reputado dueño, mientras
otra persona no justifique serlo) y, a la inversa, si este hecho presumido no admite
prueba en contrario, estamos en presencia de una presunción de derecho (art.76 inciso
2 CC).
Ambas presunciones tanto del legales propiamente tales como las de derecho deben
su creación a la ley, pero difieren fundamentalmente, en que mientras las simplemente
legales permiten ser destruidas mediante prueba en contrario, las de derecho no, estas
son disposiciones tendientes a liberar a las partes del peso de la prueba de hechos
que, por su propia naturaleza, escapan del sentido humano y son difíciles de acreditar;
por su parte las simplemente legales más que medios probatorios, son normas legales
destinadas a alterar las reglas del peso de la prueba u onus probandi.
d) Presunciones judiciales:
Son aquellas en que el juez es el que, de ciertos antecedentes o circunstancias
conocidas, infiere o deduce un hecho desconocido en el proceso.
Sus elementos son obra exclusiva del juez, en efecto, los antecedentes o
circunstancias conocidas son elegidos libremente por el juzgador; la operación mental
o de raciocinio también es ejecutada por el juez, de acuerdo al método lógico que
corresponda; y por último, el establecimiento o demostración del hecho desconocido y
controvertido en el pleito también será su propia obra, labor que cumplirá en la
sentencia misma.
Ahora bien, los antecedentes o circunstancias conocidas deberán ser probadas en el
juicio por las partes litigantes, valiéndose de los medios probatorios legalmente
conducentes, salvo tratándose de presunciones, pues es inaceptable la prueba de
presunciones por presunciones; y el método lógico seguido por el juez para inferir los
hechos desconocidos de los antecedentes o circunstancias conocidas, podrá ya ser
deductivo, ya el inductivo, porque las expresiones del legislador sobre el particular han
sido empleadas en sentido común u ordinario.
Su admisibilidad: en principio las presunciones judiciales sirven para probar toda
clase de hechos, sean jurídicos o materiales; salvo tratándose de actos o contratos
solemnes, en los cuales la solemnidad exigida por el legislador es el otorgamiento de
un instrumento público, pues este no puede ser suplido por ninguna otra prueba
(artículo 1701 CC).
Requisitos de las presunciones judiciales: el CC exige que las presunciones
judiciales deben ser graves, precisas y concordante, de cuyo último requisito se infiere
además que deben ser varias, para el CPC una sola presunción es bastante, siempre
que tenga gravedad y precisión suficientes a fin de formar convencimiento en el juez.
Graves implica que el hecho conocido del cual se infiere el hecho desconocido haga
llegar hasta este último sin esfuerzo, en forma casi obligada; precisas por su parte
implica que las presunciones no sean vagas, difusas, susceptibles de aplicarse a
diversas circunstancias; y concordantes, finalmente implica que haya armonía entre
ellas, que no sean capaces de destruirse unas a otras.
La apreciación de la gravedad y precisión suficientes, y de su concordancia, si son
varias, es un problema que queda a la libre determinación del juez, y por consiguiente,
cae de lleno dentro del terreno de los hechos de la cusa y vedado.
Bases de presunciones judiciales: el artículo 427 CPC dispone “sin perjuicio de las
demás circunstancias que, en concepto del tribunal o por disposición de la ley, deban
estimarse como base de una presunción, se reputarán verdaderos los hechos
certificados en el proceso por un ministro de fe, a virtud de orden de tribunal
competente; salvo prueba en contrario.
igual presunción existirá a favor de los hechos declarados verdaderos en otro juicio
entre las mismas partes”.
Crea así la legislación procesal civil dos nuevas presunciones legales propiamente
dichas, a saber: los hechos certificados en el proceso por un ministro de fe, a virtud de
orden de tribunal competente, y los hechos declarados verdaderos en otro juicio entre
las mismas partes; pues ambos hechos se reputarán verdaderos, salvo prueba en
contrario.
Y reconoce, al mismo tiempo, que las circunstancias o antecedentes conocidos que
sirven de base o indicio a la presunción judicial pueden tener su origen en el mismo
juez, caso de ordinaria ocurrencia; o bien, en disposiciones de la misma ley, caso
excepcionales, pudiendo citarse por vía de ejemplo artículo 354, 357, 383 nº 1 inciso 1
y 398 inciso 1 CPC.
Son diligencias probatorias decretadas de oficio por el tribunal, una vez puesto el
proceso en estado de sentencia, a fin de quedar en condiciones adecuadas para dictar
un mejor fallo.
Son elementos esenciales de las medidas para mejor resolver, los siguientes: