Dado que la Economía trata de conceptos que son de naturaleza
esencialmente cuantitativa, por ejemplo: precio, costo, escalas de salarios, inversiones, ingresos y utilidades, gran parte del análisis económico es ineludiblemente matemático. Las matemáticas proporcionan una estructura sistemática lógica dentro de la cual pueden estudiarse las relaciones cuantitativas. Las matemáticas hacen que el economista sea preciso al definir variables pertinentes, al plantear con claridad las hipótesis formuladas, al establecer lógicamente el desarrollo del análisis, y al considerar un número de variables mayor del que sería posible expresar verbalmente. El análisis matemático toma las definiciones y supuestos tal como se dan, y obtiene las conclusiones que se desprenden lógicamente de ellos. Por lo tanto, el análisis matemático es por naturaleza lógico y no empírico, y puede considerarse responsable de las conclusiones sólo en cuanto a su validez lógica, dadas las definiciones y supuestos en que se basan aquellas, y no en cuanto a su exactitud empírica. La matemática en la economía es una de las partes más útiles e interesantes de la matemática aplicada, sobre todo en los tiempos actuales, cuando todo mundo aspira a lograr con su dinero, el máximo de beneficios como comprador, y óptimos rendimientos como inversionista. Esto demanda cada vez más un mayor número de profesionales y de personas que sean capaces de efectuar cálculo financieros, para llevar a cabo operaciones económicas con seguridad y propiedad para obtener buenos resultados.
Un ejemplo de la aplicación de la línea recta a la economía sería en la
depreciación.
Depreciación: Pérdida de valor que experimenta un activo como
consecuencia de su eso, paso del tiempo o por obsolescencia tecnológica y puede ser medida precisamente al final de la vida útil de los activos. Por eso se han ideado métodos de cálculo para estimar el monto de la depreciación en cada periodo. Método de la línea recta El método de la línea recta es el método mas sencillo y más utilizado por las empresas, y consiste en dividir el valor del activo entre la vida útil del mismo. [Valor del activo/Vida útil]
Para utilizar este método primero determinemos la vida útil de los
diferentes activos.
Además de la vida útil, se maneja otro concepto conocido como valor de
salvamento o valor residual, y es aquel valor por el que la empresa calcula que se podrá vender el activo una vez finalizada la vida útil del mismo. El valor de salvamento no es obligatorio.
Una vez determinada la vida útil y el valor de salvamento de cada activo,
se procede a realizar el cálculo de la depreciación.
Supongamos un vehículo cuyo valor es de 30.000.000$.
Se tiene entonces (30.000.000 /5) = 6.000.000.
Así como se determina la depreciación anual, también se puede calcular
de forma mensual, para lo cual se divide en los 60 meses que tienen los 5 años. Ese procedimiento se hace cada periodo hasta depreciar totalmente el activo.