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30 de septiembre de 2010 Núm. 3.877 (1.

299) ESCUELA 3

Opinión
Memoria Histórica
y enseñanza de la Historia
C
reo que era Borges quien decía que la Incluso es posible llegar a pensar que la pro- una parte de nuestro presente, y fijar nuestro
memoria es como un saco de espejos moción de la Memoria Histórica puede devenir compromiso. Pero no contribuye a la acepta-
rotos. La memoria personal se cons- en reaccionaria, ya que desde Heidegger hasta ción y a la comprensión.
tituye en fragmentos emotivos que seleccionan Jung, pasando por Ortega, la han convertido Para que la llamada Memoria Histórica lle-
lo que se quiere recordar y borran, en ocasiones en la base de nuestra identidad humana. Es un gue a ser provechosa e inspiradora de aprendiza-
totalmente, aquello que se desea olvidar. Nin- tema interesante de reflexión y, probablemen- jes, el requisito fundamental es que sea verificada
guno de los fragmentos refleja el conjunto de la te, sea un excelente dilema para alcanzar una y pensada a través de la Historia. De hecho, la
realidad pasada y, en ocasiones, la desfiguran. posición intelectual inteligente (racional) ante Historia [científica] es una trituradora de me-
Si es así la memoria individual, qué decir de la el actual debate de la Memoria Histórica impul- moria que la digiere para poder producir cono- JOAQUÍM PRATS
Catedrático de la Universitat
memoria colectiva, la tan debatida Memoria sada por los partidos políticos. cimiento. La trituración de las memorias no se de Barcelona
Histórica a la que, algunos, quieren dar carta Pese a todo, se puede aceptar que la recupe- produce por la distancia en el tiempo, sino por
de naturaleza en los contenidos curriculares de ración de la memoria social puede tener claras la aplicación de método y teoría histórica sobre
algunas etapas educativas. funciones de saneamiento de las sociedades el recuerdo, el vestigio o la fuente. Nunca los he- debate político, en campañas contra un juez
De hecho, hay pensadores que la reivindi- que han sufrido traumas históricos. Puede ser chos fueron realmente como se recuerdan. que pretende restituir la dignidad de las vícti-
can para combatir las manipulaciones que se educativo incorporar al alumnado en procesos La Memoria Histórica es en realidad un mas de la Guerra Civil, o en la fuerte presencia
cometen en la escritura de “historias oficiales” que suponen renunciar al “olvido” interesado. combustible para la caldera de la Historia, ya de estas cuestiones en los debates mediáticos, se
institucionalizadas. Es cierto que hay olvidos Pero no debe confundirse este tipo de activida- que si la Historia solo fuese memoria, ya no se- debe mantener una prudente distancia y auto-
que son usados para ciertos fines de ocultación des, que pueden tener sentido en la formación ría Historia. Para serlo debe combinar los pla- nomía relativa en la enseñanza con estos temas,
de las represiones de las dictaduras y que sirven de la conciencia social, con la provechosa ense- nos individuales, épicos y personales etc., con tan potentes, como contingentes. Además, me
a los que, de manera interesada, han defendido ñanza de la Historia como ciencia social. planos, sociales, temporales e incluso seculares. atrevo a afirmar que los currículos y la mayoría
los perdones y amnistías que han seguido a los La controversia científica se centra en la Trabajar la Memoria Histórica con los estu- de los libros que utiliza el alumnado de ESO y
grandes crímenes al siglo XX. Son estrategias distinción que debe realizarse entre memoria e diantes plantea a los profesores un reto de gran Bachillerato, contienen explicaciones de gran
que propugnan el “olvido feliz”. En estos ca- Historia. La Memoria Histórica es un proceso interés didáctico: la combinación de lo micro y rigor y cientificidad, también de los hechos
sos sí que es aceptable, como dice Ricoeur, un estrictamente individual, biográfico, y que, por lo macro considerados holísticamente, lo que dramáticos de nuestra historia reciente. Hay
“uso inteligente del recuerdo y de la memoria tanto, no puede ser tildada de conocimiento supone que una escala y una parte no se expli- que recuperar la potencia de la racionalidad de
social como medio para la liberación”. Pero el histórico más que por metonimia. Memoria can sin las otras. Por lo tanto, lo recordado no la materia Histórica (con mayúsculas) como
problema de la memoria va más allá de recor- e Historia tienen poco que ver entre sí, aun- se podrá explicar por sí solo, y lo concreto, las contenido fundamental de la educación. Sobre
dar o no. Todos tienen derecho a recuperar su que solamente fuese por escala. La Historia de memorias, serán plurales y contrastadas. Pero, todo, porque el conocimiento de la Historia es
pasado, pero no hay razón para erigir el culto a “buenos y malos”, de “víctimas y verdugos” hay que insistir, no explicarán nada por sí mis- mucho más transformador y revolucionario
la memoria por la memoria; sacralizar la me- puede servir como mero argumentario para mas. Por todo lo señalado, a pesar de las pro- que recrearse en los recuerdos o las memorias
moria es otro modo de hacerla estéril. reafirmar ideas políticas, incluso para entender puestas memorialísticas, que se enmarcan en el de unos contra los otros.

¿Integración frente a inclusión?


E
s una fuente de debate habitual, y sus capacidades de la mejor manera posible; fesorado, las instalaciones, el currículum, la
también de preguntas y consultas en cualquier caso, el énfasis se hace sobre el organización, otros sectores intervinientes, tie-
permanentes, la distinción entre in- alumno, que debe integrarse en el medio al nen que configurarse para ofrecer la educación
tegración e inclusión educativa. ¿Cuál es la di- que se incorpora mediante un diagnóstico de calidad que en estos momentos se requiere.
ferencia, qué cambios ha supuesto pasar de la particular, y ser evaluado por un especialista, Se puede suprimir, así, la “etiquetación” que se
integración a la inclusión, si es que se ha pro- con un programa específico, etc. La “inclu- asigna a los alumnos más diferentes ya sea por
ducido alguno? La incorporación del alumna- sión”, por su parte, supone la adaptación de su capacidad o talento, por sus intereses, por su
do con necesidades educativas especiales a los la escuela, es decir, la modificación de todos etnia, lengua o cultura. Desaparecen de la ter-
centros ordinarios fue denominada integra- los elementos necesarios para que la insti- minología las necesidades educativas especia-
ción en el comienzo de su experimentación tución sea capaz de educar al conjunto de la les, las nacionalidades, las lenguas, el nivel o rit-
(1985), y sólo referida a estudiantes con algún población, sea cuales fueren sus características mo de aprendizaje… Todos son alumnos que Mª ANTONIA CASANOVA
tipo de discapacidad. El término se mantuvo personales. El énfasis pasa, de esta manera, del hay que educar en el centro, atendiendo a las Directora de Formación del Instituto
durante años, hasta que aparece la inclusión alumno al planteamiento institucional, desde diferencias de cada uno. Pero sabiendo que ese Superior de Promoción Educativa
como novedad, en principio más por la pa- el cual hay que revisar el funcionamiento de Centro cuenta con las condiciones adecuadas
labra que por el cambio en los hechos, en el los factores de enseñanza y aprendizaje, las es- para hacerlo y con los recursos institucionales clusión se han subido escalones importantes,
planteamiento del trabajo educativo con estos trategias metodológicas generales, el contexto necesarios (de todo tipo, pero especialmen- y eso es lo interesante: no ir hacia atrás. Cada
alumnos y alumnas. Pareció, en principio, del aula, etc. Es imprescindible una escuela te los pedagógicos y profesionales). Hay que una de las fases enumeradas supuso, en su
una mera traducción literal del término in- comprensiva, amplia, flexible, de calidad…, avanzar hacia el modelo inclusivo, superando momento, un avance. Eso es lo positivo: reco-
glés. Pero, pasado el tiempo y profundizando que ofrezca múltiples opciones a la diversi- las “excusas por la desigualdad de una sociedad rrer el camino para alcanzar cada día mejores
en su significado, fuimos encontrando dife- dad que presente su alumnado. Diversidad rica” (Gordon y Green, 1975) que apoyan la es- condiciones de vida en el contexto social de la
rencias importantes, y se hizo imprescindible de todo tipo, porque hay que advertir que el cuela segregada. persona. De todas las personas.
considerar, para avanzar en el planteamiento modelo no solo es válido para los alumnos ¿Es negativa la integración? Pues como El logro de los objetivos sociales pasa por
relacionado con la incorporación a la socie- con necesidades especiales, sino para todos fase en un contexto de progreso, no. Se co- la educación, y esta por la formación del pro-
dad de las personas con discapacidad y, en el los alumnos: cada uno es diferente, por lo que menzó atendiendo a los niños con necesida- fesorado, su compromiso, su responsabilidad
ámbito educativo, su formación en igualdad todos requieren personalización educativa. des especiales en hospitales, tratándolos como y su convencimiento de que el modelo inclu-
de oportunidades. La educación inclusiva supone un gran a enfermos (cuando se los trataba, claro), sivo es el que garantiza la igualdad de opor-
Desde mi punto de vista, la transforma- avance en las expectativas que tenemos hacia siguieron escuelas especiales (que se mantie- tunidades y las mejores competencias para
ción que requiere el paso de integración a in- el alumnado con necesidades educativas es- nen en parte), se abrieron aulas integradas y el alumnado. Sin olvidar la participación de
clusión es esencial en la concepción del centro peciales y hacia toda la población (sobre todo se llegó a la integración educativa. Son pasos los demás sectores sociales (vivienda, traba-
educativo. Cuando se habla de “integración”, en las etapas obligatorias, aunque no hay que importantes para llegar a la meta de una so- jo, sanidad, medio ambiente…), obligados a
se pretende fundamentalmente adaptar al abandonar el resto, pues nuestra sociedad es ciedad inclusiva, en la que cualquier persona colaborar en este quehacer común, más aún,
alumno a la situación escolar, apoyarle con los muy exigente y competitiva), y ya no basta con tenga iguales derechos que el resto y posibili- si cabe, desde la incorporación de España a la
medios precisos para que pueda desarrollar estar integrado en la escuela, sino que el pro- dad de ejercerlos. Desde la integración a la in- Convención de la ONU.

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