Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Perspectiva Positivista: Evaluar significa establecer los medios para verificar si los
objetivos definidos previamente han sido alcanzados.
Es a esta perspectiva hermenéutica, donde todos los participantes del proceso son
sujetos activos, a la que Fe y Alegría quiere apostarle, desde la Calidad de la Educación
Popular. La evaluación no puede ser considerada fuera de los procesos de enseñanza-
aprendizaje. Los objetivos se transforman en hipótesis y la evaluación se realiza con el
propósito de mejorar los sistemas educativos.
1
La evaluación, vista desde este punto, tiene que estar encaminada a la mejora de la
práctica educativa. La evaluación es un garantía de la calidad para el centro educativo
(Casanova, 1992), siempre y cuando se realice, se oriente, se encamine a la mejora y
no tanto al control, a la comparación, a la clasificación, a la jerarquización o a la
discriminación.
Para que la mejora se produzca es necesario que la disposición de los que intervienen
en ella sea abierta y comprometida. Si no existe actitud autocrítica y apertura a la
opinión externa es muy difícil que cambie algo profundamente. Si no existe una actitud
comprometida con la práctica, es imposible que las transformaciones afecten a zonas
significativas. Los cambios, si se producen, serán superficiales y anecdóticos.
Desde amplios sectores, se ha defendido la autonomía de los centros como uno de los
instrumentos fundamentales para mejorar la calidad del sistema educativo, ya que
facilita la posibilidad de adaptarse a las particularidades de cada centro y contexto y
permite una mejor respuesta a sus necesidades. Sin embargo, las diferencias surgen al
precisar el contenido y alcance de dicha autonomía ya que bajo el mismo término
subyacen concepciones distintas.
Por tanto, la evaluación debe ser una responsabilidad compartida entre los centros, las
zonas y la nacional. Por eso junto a la evaluación interna, es necesario también que
periódicamente los centros sometan su actividad a mecanismos de control externo
que, partiendo del análisis del contexto en el que se encuentra cada centro analice los
procesos seguidos y los resultados obtenidos. En esta evaluación se trata, por un lado,
de comprobar el funcionamiento del conjunto del sistema educativo de Fe y Alegría y la
adecuación de las medidas establecidas con los fines perseguidos. Por otro lado, se
trata de comprobar el funcionamiento de los centros, ofrecer resultados generales y
2
diagnósticos de problemas y posibles soluciones con los que cada centro pueda
comparar los propios. La finalidad de esta evaluación externa debe ser orientadora y,
en ningún modo, debe ser utilizada con fines competitivos entre los centros o para
valorar resultados individuales fuera de contexto.
Este modelo supone incluir en la evaluación los diferentes niveles que influyen en el
funcionamiento de la escuela: contexto, nivel inicial, procesos de escuela, procesos de
aula y valoración de los resultados que se obtienen. No parece aconsejable que una
evaluación interna se centre en un solo nivel. Para conseguir que este tipo de
evaluación se consolide en las escuelas, es necesario cuidar las condiciones en las que
se realiza. Hace falta que los profesores tengan tiempo para reunirse, que los equipos
directivos tengan claros los objetivos y procedimientos para realizarla, que exista algún
tipo de materiales o de información que ayude a analizar el funcionamiento de la
escuela y que la comunidad educativa sea consciente de que la evaluación debe
3
continuarse en proyectos de cambio y de mejora de la escuela. En todo el proceso,
pero especialmente en esta última fase, la colaboración de la administración educativa
es decisiva. De poco sirve analizar las carencias en formación, en coordinación o en la
utilización de recursos didácticos si los profesores no tienen posibilidad de formación,
ni tiempo para coordinarse ni materiales adecuados disponibles. Presionar para que las
escuelas se autoevalúen sin proporcionarles orientación ni apoyo conduce la mayor
parte de las veces a un proceso burocrático o inútil.
• Externa e Interna
• Multidimensional
• Esencialmente de autoevaluación
• La información es utilizada por cada uno de los centros para buscar acciones de
mejora
• Exige la participación de todos en el análisis de esa información
• No jerarquiza, ni clasifica los centros
• Obtiene información general del funcionamiento de los centros de Fe y Alegría
para buscar juntos acciones de mejora
• Los protagonistas del proceso son los mismos centros y cada una de los sujetos
del mismo.
• Exige procesos de reflexión y análisis de la información
• Cada centro obtiene una información y con base en ello toma decisiones
• Entendida como un equilibrio entre el SER y el DEBER SER
• Cuya función básica es la mejora
• Transparente, participativo y objetivo
• Como una combinación entre procesos y resultados