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Abriré este portal tratando de establecer qué debe entenderse por derecho a la

jurisdicción. Es, de acuerdo a las líneas del magistrado Alberto Pérez Dayán,
una de las principales garantías de seguridad jurídica, pues, bajo las misma
líneas, el magistrado apunta que “si una sociedad civilizada no debe permitir
que los gobernados se hagan justicia por su propia mano, es evidente que la
existencia de tribunales que la impartan de manera pronta, gratuita e
imparcial…” porque es, según el propio magistrado, un presupuesto indiscutible
sin el cual la colectividad no funcionará debidamente.

Bajo la misma premisa, quiero puntualizar que el derecho a la jurisdicción


obedece a la necesidad de una serie de mecanismos para la resolución de los
conflictos que se suscitan en la sociedad misma. Sociedad que ha de buscar
los medios de solución de problemas, recurriendo, para ello, a tribunales
facultados y capacitados.

El derecho a la jurisdicción y la interpretación judicial, a juzgar del autor, tiene


un vínculo que va en razón de que si bien el derecho a la jurisdicción otorga
seguridad jurídica, la interpretación judicial se traduce como una fórmula eficaz
para alcanzar con buen éxito el objetivo del derecho a la jurisdicción.
La constitución, como ley suprema, establece, en su artículo 17, el derecho a la
jurisdicción, evitando así que los justiciables se hagan justicia por su propia
mano. Lo anterior podemos vincularlo con otro precepto constitucional. El
artículo 14 de nuestra Constitución Federal, pues entonces el justiciable “exige
siempre que un tribunal resuelva su conflicto, y es ahí precisamente donde está
la garantía de seguridad jurídica que se vincula con otra de igual naturaleza…”
Hasta aquí podemos advertir que la ley ha de establecer las hipótesis y en
base a ello adecuar la norma a la situación concreta que ha de resolverse, pero
como dice el magistrado Alberto Pérez Dayán, “pero si la referida letra de la ley
no alcanza, corresponderá al propio juzgador interpretar el lenguaje
normativo…” y es que muchas de las veces la literalidad de la ley no aplica al
caso concreto, por ello el juez de la causa ha de recurrir a la interpretación de
la ley, dando lugar a lo que conocemos como interpretación judicial, que es la
interpretación que de la ley hacen los órganos jurisdiccionales.

Llegando al tema de la jurisprudencia, mismo que debe ser abordado con


cautela, puedo advertir que nuestra ley fundamental establece en su artículo
94, párrafo octavo: en los términos que establezca la ley, la Suprema Corte
establecerá cuál es la jurisprudencia obligatoria. Sirviendo ésta como
interpretación obligatoria de la norma a los demás órganos jurisdiccionales para
que conforme a ello resuelvan tal o cual caso. a decir de lo anterior, cierto es
que todos podemos hacer una interpretación de la ley, pero tal interpretación
carece de legitimidad porque no la ha hecho el órgano jurisdiccional
competente, que en este caso es la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Tenemos, en conclusión, que el derecho a la jurisdicción se ve enmarcado


como una prerrogativa individual, que según el autor, permite asegurar
(seguridad jurídica) a los gobernados que siempre existirá un tribunal que deba
resolver sus conflictos jurídicos, evitando que ellos mismo hagan justicia por
cuenta propia, lo que resultaría realmente contraproducente en una sociedad
civilizada como la nuestra. Es por ello que los gobernados estamos dotados de
esa prerrogativa, de ese derecho a la jurisdicción y en su momento, a la
interpretación de la ley para la pronta y eficaz resolución de algún conflicto
jurídico para que las partes reciban una verdadera impartición de justicia en los
términos que determina nuestro texto constitucional.

Con cada interpretación de la norma se sentará un precedente que, en líneas


del autor, idealmente ha de servir para resolver todos los asuntos iguales hasta
en tanto la norma no recoja la solución. He aquí la importancia de la actividad
de interpretación de la norma por órganos jurisdiccionales facultados y
capacitados para ello. Hay que destacar que tal interpretación no alcanza sino
hasta que la haya hecho un órgano terminal, que en teoría, generalmente es
además, un órgano superior y mejor preparado, por lo que tal actividad, de
conformidad con la constitución, es el facultado para ello.
UNIVERSIDAD VERACRUZANA

FACULTAD DE DERECHO

EL DERECHO A LA JURISDICCIÓN.
LA INTERPRETACIÓN JUDICIAL

REPORTE DE LECTURA

PRESENTADO POR:
ALEJANDRO ANGELINO SÁNCHEZ

XALAPA DE ENRÍQUEZ, VER. MARZO DE 2011

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