Você está na página 1de 5

ANÁLISIS DEL AGUA CONTAMINADA CON PESTICIDA

1. INTRODUCCION

La denominación de pesticidas o plaguicidas, incluye una amplia variedad de


productos muy diferentes en su composición y propiedades a pesar de su utilización
común. Para los fines del Codex Alimentarius (Comisión creada en 1963 por la Food
and
Agricultural Organization, FAO, y la Organización Mundial de la Salud, OMS o WHO,
World Health Organization, pertenecientes a la ONU), se entiende por plaguicida o
pesticida, “cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o
combatir
cualquier plaga, incluidas especies indeseadas de plantas o animales, durante la
producción y/o almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de alimentos,
productos agrícolas o alimentos para animales, o que pueda administrarse a los
animales para combatir ectoparásitos”. El término incluye las sustancias destinadas a
utilizarse como reguladores del crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes,
agentes para reducir la densidad de la fruta o inhibidores de la germinación, y las
sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el

producto contra su deterioro durante el almacenamiento y transporte. El término no


incluye normalmente los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o animal, aditivos
alimentarios ni medicamentos para animales.

La peligrosidad de estos compuestos presenta varios aspectos: peligrosidad en


su fabricación y formulación, peligrosidad para el agricultor que entra en contacto con
ellos, peligrosidad ecológica asociada a desequilibrios en el medio ambiente y
peligrosidad para el consumidor. A pesar de todos los inconvenientes que plantean,
difícilmente se puede prescindir de su uso en el estado actual de desarrollo de nuestra
agricultura. El riesgo que plantea su aplicación puede verse reducido
considerablemente
si se aplican correctamente a los cultivos para los que han sido elaborados, siguiendo
las
correspondientes medidas de seguridad, aplicando las dosis adecuadas y, además,
respetando los correspondientes días de descanso. Pero estas premisas muchas veces
no se cumplen y, si no hay control alguno que lo impida, el alimento llega al
consumidor
con unos niveles de pesticidas superiores a los que debería contener.

Clasificación de los pesticidas


Antes de hablar de la clasificación de los pesticidas, es importante resaltar que
con objeto de proceder a su registro, así como de legislar acerca de sus contenidos en
alimentos y del comercio de las diferentes fórmulas comerciales, los pesticidas
reciben
nombres generalmente cortos, distintivos, que no los vincule a ninguna compañía que
los
manufacture y que sean ampliamente aceptados por la comunidad científica, ya que la
nomenclatura sistemática pocas veces es corta y no resulta nada práctico su uso.
Actualmente, ya han sido asignados más de mil nombres oficiales por la International
Organization of Standarization (ISO, http://www.hdrss.demon.co.uk;
http://www.iso.org)
con este fin.

Actualmente, la clasificación de los pesticidas se puede hacer en función de


diferentes criterios como su campo de acción, grado de penetración, estabilidad,
toxicidad, semejanza química, etc. Una clasificación bastante extendida en su uso
diario
es la generada atendiendo al objetivo o campo de acción al que están destinados.
Siguiendo este criterio, la EPA, entre otros, clasifica a los pesticidas tal como se
describe
en la Tabla I.1.1.

La OMS, por su parte, recomienda clasificar a los pesticidas en función de su


toxicidad .Un indicador de la toxicidad de un
compuesto puede ser la DL50, dosis letal, que es la cantidad susceptible de provocar la
muerte de un 50% de los animales de experimentación (generalmente ratas).

Tabla I.1.1.- Clasificación de los pesticidas en función de su campo de acción (EPA).


Es importante destacar, que las DL50 representan una medida de la toxicidad
aguda, pero el peligro de ingerir una dosis superior a las DL50 sólo ocurre
normalmente
por error, accidente, ignorancia o suicidio. Desde el punto de vista de los residuos de
estos compuestos, interesa mucho más su toxicidad a corto y medio plazo (toxicidad
subcrónica) y sobre todo a largo plazo (toxicidad crónica, como es el caso del
desarrollo
de un cáncer, por ejemplo), que se averigua también con otros ensayos en diferentes
animales.
Otra clasificación bastante extendida es la que se realiza en base a la estructura
química de los compuestos, sin embargo, esta clasificación es relativamente compleja
ya
que existen multitud de clases de pesticidas como puede apreciarse en diversos
manuales de pesticidas
2. OBJETIVO

Conocer los métodos utizados para la determinación de pesticidas en aguas residuales.


Explicar detalladamente el procedimiento de cada método.

3. METODOLOGIA

Métodos de análisis de pesticidas

Los más recientes artículos de revisión (Sabik y col., 2000; Ahmed, 2001; Andreu

y Picó, 2004) muestran los diferentes procedimientos de extracción a los que se suelen

someter las muestras (principalmente aguas, suelos y frutas) para su posterior análisis y

cuantificación, en lo que a contenido en pesticidas se refiere. En este sentido, las

técnicas de pretratamiento de muestra más utilizadas son la extracción en fase sólida

(SPE), la microextracción en fase sólida (SPME) y la extracción líquido-líquido (LLE)

-esta última cada vez menos- aunque actualmente se están utilizando en mayor número

técnicas como la extracción asistida por microondas o la extracción con fluidos

supercríticos. En todas ellas se están aplicando, cada vez más, técnicas quimiométricas

para la rápida optimización de los parámetros experimentales (Sun y Lee, 2003; Prado

Rosales y col., 2004).

n lo que a las técnicas de separación se refiere, hoy en día la cromatografía de

gases (GC) es la técnica más ampliamente empleada para el análisis multiresidual de

plaguicidas, siendo, en general, capaz de conseguir los límites de detección más bajos

(en el rango de los μg/l incluso en algunos casos ng/l). Muchos métodos oficiales de
análisis están basados en esta técnica en los que se utilizan diferentes detectores, como

el de nitrógeno y fósforo (NPD), de captura electrónica (ECD), de ionización de llama

(FID) o de espectrometría de masas (MS). En este último caso, dada las ventajas

actuales que presenta la detección por MS, ésta es cada vez más utilizada, siendo el

impacto electrónico la técnica de ionización más utilizada en casi todos los casos

(Andreu y Picó, 2004).

Sin embargo, el análisis de compuestos de alto peso molecular, altamente

polares o térmicamente lábiles presenta grandes dificultades o es prácticamente

imposible de realizar mediante GC. Este hecho ha provocado que la cromatografía

líquida de alta resolución (HPLC) haya ido ganando terreno en el análisis de este tipo de

compuestos y, más aún, con su acoplamiento a un espectrómetro de masas. La técnica

HPLC presenta también la ventaja adicional de permitir derivatizaciones pre- y post-

columna de los analitos con objeto de mejorar su detección. El reciente desarrollo de

columnas de cromatografía líquida que contienen polímeros impresos molecularmente

(MIP) ha sido bastante popular en el análisis de pesticidas dada su gran estabilidad, bajo

coste y sencillez de preparación (Ahmed, 2001).

Aunque la GC y el HPLC son las dos técnicas fundamentales en el análisis de

pesticidas, en los últimos años se ha desarrollado ampliamente una técnica alternativa,

la electroforesis capilar (CE), en la que se basa la parte experimental de esta Tesis

Doctoral y que se presentará detalladamente en el punto I.3 de esta introducción.

4. REVISION BIBLIOGRAFICA

5. CONCLUSION

6. RECOMENDACIÓN

7. BIBLIOGRAFIA

http://www.relaq.mx/RLQ/tutoriales/cromatografia/Gas.htm

Você também pode gostar