Você está na página 1de 2

KIRISHIMA KISUKE

Desperté en un sitio desconocido, era una ciudad inmensa, parecía de una época anterio
r, casi olvidada, repleto de grandes palacios, destacando entre ellos una constr
ucción dorada inmensa en el centro era muy parecido al actual palacio imperial.
El paisaje de fondo era hermoso con montañas increíbles, y ríos interminables. Parecían
gente normal hablando entre ellos de preocupaciones banales como si de simples
humanos se tratase según cuentan algunas leyendas ellos eran los antiguos Kamis pr
otectores, estaba emocionado de poder estar allí el primer ser humano en visitar T
en-gati, pese a no ser siquiera de las 5 familias protectoras de las Magatamas.
Un instante después abrí los ojos de nuevo, estaba en casa rodeado de mis familia, m
is padres y hermanos, los médicos dijeron que había entrado en coma durante un día ent
ero, a mi mas bien me pareció un instante.
Todos estaban muy preocupados, en cuanto conseguí articular palabra lo primero que
dije era lo que había visto, pero nadie me creyó, era lógico quien iba a creer que un
niño de 10 años había visto otro plano del Samsara y vuelto para contarlo.
Mi nombre es Kirishima Kisuke y soy el cuarto hijo del dirigente del clan Kirish
ima, somos una familia noble de bajo poder, situados al norte entre el Kajiyama
y el río Shin, en un pueblo llamado Yutaka na Kaze (viento próspero), el cual se nut
re de los viajero que se dirigen a los puertos del norte y a las fuertes rachas
de viento, de ahí que el pueblo este rodeado de molinos, tenemos poco poder político
ya que en nuestro clan la mayoría son exploradores, mensajeros y en caso de las m
ujeres cortesanas o geishas. El actual cabeza de familia, mi padre, es Kirishima
Kyoraku.
Despues de tener aquel sueño los médicos dijeron que debería guardar cama durante un t
iempo por si volvia a recaer, aunque yo me encontraba perfectamente. Despues de
eso la primera vez que Sali a la calle el sol me deslumbro y vi un gentío inusual
por aquella zona, de entre todas las personas centre mi atención en una en especi
al, un hombre que sirvió hasta hace poco a mi padre el cual se encargaba de cuidar
me a mi y a mis hermanos, me acerqué a él, creo recordar que se llamaba Danzo, cuand
o quise tocarle el hombro para saludarle, ya que según nuestro padre aquel hombre
falleció, note como mi mano podía atravesarlo sin resistencia ninguna, me pareció muy
extraño y cuando me puse delante para verle la cara, vi como tenía la marca de una
soga en el cuello como si hubiese sido ahorcado, aparte de él vi muchas otras pers
onas, algunas viejas, otras con marcas, pero al parecer todas podía traspasarlas c
on mi mano, al rato apareció mi madre buscándome, ya que mientras yo estaba inmerso
en mis asuntos me perdí.
Poco después en el camino de regreso me contó cómo me vio intentando agarrar el aire y
poco después desaparecer entre la gente, lo que me conto me sugirió una idea, era a
lgo de lo que nos habló últimamente nuestro sensei, trataba de en algunos lugares, a
lgunas personas especiales llamados onmyoji que tienen la capacidad de ver espírit
us y manipular la existencia.
Me alegré mucho al saber que podía ser uno de ellos, pero no sabía que podía hacer o cua
les eran mis habilidades, así que empecé a probar a leer libros, pero apenas conseg
uí descubrir gran cosa, dominar algunas habilidades, pero así no me convertiría en onm
yoji, durante un tiempo seguí intentándolo, hasta que desistí, pero en ese momento se
me vino a la cabeza de que a lo mejor el sueño que tuve meses atrás durante el coma
en verdad no fuese un sueño, de esa forma me interese por las antiguas leyendas de
los Kami, hasta que un día me decidí a intentarlo de nuevo, me decidí a entrar en Ten
-gati y pedirles más poder, durante ese intento las cosas fueron de un modo difere
nte a como las recordaba, no estaba en una inmensa ciudad blanca con un palacio
dorado, era una inmensa planicie oscura en la que no paraba de llover, camine du
rante días sin sentir hambre, sed o sueño esperando encontrar aquella majestuosa ciu
dad, pero a cambio lo único que encontré fue un ser en medio de aquella soledad, era
bastante pequeño y parecía indefenso, asique me acerqué para ayudarle, cuando se giro
al oírme acercarme note como empezó a ponerse agresivo y a crecer, hasta que llego
un momento en el que podía compararse a dos personas, una sobre otra, en ese momen
to sentí como algo se retorcía en mi interior, como si me hirviese la sangre, casi i
nstantáneamente caí inconsciente golpeándome contra el suelo. Cuando desperté de nuevo e
staba en cama, al igual que aquella vez, pero algo era diferente , algo se sentía ex
traño en mi interior, algo parecido a una presencia que intentaba desgarrarme por
dentro.
Durante unos días intenté acostumbrarme a esa sensación, pero era algo superior a mis
fuerzas, a ese ritmo mi cuerpo no aguantaría y seguramente mi muerte se encontraba
próxima, así que me resigne y me aislé en la mansión, el lugar en el que pasaba más tiemp
o era en la biblioteca leyendo libros sobre seres y leyendas de todos los rincon
es del mundo para intentar averiguar algo sobre aquel ser tan misterioso.
Más o menos veinticuatro días después el pulso me empezó a fallar y también empecé a toser
angre, durante tres o cuatro días perdí sangre muy rápidamente hasta que una noche per
dí la vida, o eso es lo que dijo el médico , la causa eran múltiples hemorragias inter
nas, sin un origen aparente.
En aquel momento volví a ver a aquel ser, pero esta vez parecía calmado, yo ya no te
nía miedo a la muerte me había hecho a la idea de que moriría en poco tiempo, así que in
tenté entablar una conversación con él, me acerqué y le pregunté quién era, donde estábamos
orqué estaba yo allí, sus respuestas

Você também pode gostar